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Programa de Fortalecimiento de la Dirección Provincial de Planeamiento, Estadística y Censos

Lic. Daniel Alejandro Roisinblit (Coord.)

MAPA DE

DE JUJUY
DESARROLLO
Fortalecimiento de la Dirección Provincial de Planeamiento, Estadística y Censos

© Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación, 2010.

Proyecto
Fortalecimiento de la Dirección Provincial de Planeamiento, Estadística y Censos
(DiPPEC)

Coordinación general: Daniel Alejandro Roisinblit


Edición, corrección y diseño: Gabriela Alejandra Tijman
Diseño de tapa: David Paoloni

Este libro recoge resultados del Programa de Fortalecimiento de la Dirección


Provincial de Planeamiento, Estadística y Censos, el cual contó con financiamiento del
Programa de Fortalecimiento Institucional Productivo y Gestión Fiscal Provincial
(PROFIP, Préstamo 1588/OC-AR - Subprograma “A”).

En el mismo han participado un conjunto de autores de los siguiente informes técnicos:

Sistema de Información Territorial en la provincia de Jujuy. Javier Van Dam, Luigi


Attianese, Patricio Narodowski
Mapa de desarrollo inicial de la Provincia de Jujuy. Patricio Narodowski, Sebastián
Lucero, Inés Arancibia
El mercado informal en Jujuy. Liliana Bergesio y Laura Golovanevsky
Los microemprendimientos en Jujuy. Alfredo Simón
Seguridad alimentaria, balanza comercial de alimentos. Fernando Medina
Ganadería de altura. Hugo Lamas
Cultivos andinos en la Quebrada de Humahuaca y valles de altura. Andrés Longoni
Rocas de aplicación: Lajas y tobas. Walter Cabezas
Diversificación productiva del Ramal. Rosana Patricia Virgili

ISBN: 978-950-32-0022-3

Roisinblit, Daniel
Mapa de desarrollo de Jujuy. - 1.ª ed. - Buenos Aires : Ministerio de Economía y Finanzas
Públicas. Subsecretaría de Relaciones con Provincias, 2011.
90 p. : il. ; 21x15 cm.
ISBN 978-950-32-0022-3
1. Desarrollo Regional. 2. Desarrollo Económico Social. I. Título
CDD 338.9

Los derechos de autor y los derechos de reproducción de la presente obra, así como cualquier
otro derecho intelectual protegido por la Ley N.° 11.723, pertenecen exclusivamente a la
Subsecretaría de Relaciones con Provincias del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas
de la Nación o de aquel órgano o entidad administrativa que la reemplace.

Permitida la reproducción, citando la fuente.


Mapa de Desarrollo
de Jujuy

Coordinador
Lic. Daniel Roisinblit

Autores
Inés Arancibia, Luigi Attianese, Liliana Bergesio, Walter Cabezas,
Laura Golovanevsky, Hugo Lamas, Andrés Longoni, Sebastián Lucero,
Fernando Medina, Patricio Narodowski, Alfredo Simón,
Javier Van Dam, Rosana Patricia Virgili.

Jujuy, Argentina
2010
Año del Bicentenario
Gobernador de la Provincia de Jujuy
Dr. Walter Basilio Barrionuevo

Ministro de Infraestructura y Planificación


Dr. Fernando José Frías

Secretaría de Planificación
Ing. Mónica Matilde Boero

Dirección Provincial de Planeamiento, Estadística y Censos


Lic. Octavio Herrera

Dirección Nacional del Programa de Fortalecimiento


Institucional Productivo y de Gestión Fiscal Provincial
Dra. Nora Fraccaroli

Coordinación Ejecutiva del Programa de Fortalecimiento


Institucional Productivo y de Gestión Fiscal Provincial
Sra. Lucía del Carmen Kersul

Responsable del Proyecto de Fortalecimiento de la DiPPEC


Ing. Omar Hugo Mendoza

Coordinador del Proyecto de Fortalecimiento de la DiPPEC


Lic. Daniel Alejandro Roisinblit
PRESENTACIÓN

El Programa de Fortalecimiento Institucional Productivo y Gestión


Fiscal Provincial (PROFIP) tiene por objeto contribuir al fortalecimiento del
entorno institucional de inversiones a nivel provincial, mediante la creación de
un marco jurídico previsible y la introducción de reformas en la gestión del
gasto público provincial, de manera que permita planificar la utilización de sus
recursos en políticas de desarrollo e inversión pública efectivas.
Desde el año 2005, el PROFIP trabaja junto a las provincias en el marco del
Subprograma A - Fortalecimiento Institucional de los Sectores Públicos
vinculados a la Producción, para promover el desarrollo económico de
nuestro país a través del fortalecimiento de las capacidades institucionales
de los organismos públicos y de la consolidación de los mecanismos de
interacción entre el Estado nacional, los sectores públicos en sus diferentes
niveles de gobierno y los sectores productivos estratégicos, para lo cual
cuenta con aportes del Estado nacional y del Banco Interamericano de
Desarrollo (BID).
Como estrategia de gestión, el PROFIP trabaja junto con los actores
involucrados de los distintos niveles de gobierno en la identificación y
establecimiento de acciones tendientes a disminuir limitaciones institucionales
que afectan al desarrollo productivo y que se manifiestan en los niveles de
inserción que tiene el sistema formal de apoyo e incentivos por parte del Estado
a los entornos locales. A su vez, se está poniendo especial atención en aquellas
actividades que propician la articulación inter e intrainstitucional del sector
público, y entre este y el sector privado, como así también en la generación de
información para la optimización de la toma de decisiones. De esta manera, el
programa alienta que los organismos beneficiarios alcancen la capacidad
suficiente para formular sus propios diagnósticos y lineamientos estratégicos de
forma consensuada con el resto de los actores que conforman el tejido
institucional local, regional y nacional.
Es en este contexto en el que se diseñó e implementó, entre los años 2009
y 2010, el proyecto Fortalecimiento de la Dirección Provincial de
Planeamiento, Estadística y Censos (DiPPEC) de la provincia de Jujuy.
La DiPPEC es un organismo con funciones estratégicas para el desarrollo
económico y social, generador de información sobre la realidad
socioeconómica de la provincia y proveedor de un insumo indispensable
para el diseño de las políticas públicas. Es además el organismo provincial
de carácter técnico, de referencia de las estadísticas y censos en la
provincia de Jujuy, y forma parte del Sistema Estadístico Nacional.
Asimismo, asiste al Poder Ejecutivo en la programación, planificación,
ejecución y seguimiento de los planes y programas que concreten las
políticas definidas por el gobierno.
El fortalecimiento de la Dirección se estructuró en dos componentes: uno
organizacional y otro funcional.
Componente organizacional: se desarrolló en forma participativa un
organigrama funcional de la DiPPEC; se incorporó nuevo equipamiento
informático y técnico, que comprende terminales de autoconsulta,
computadoras para el personal de todas las áreas, un servidor, un escáner
de alto rendimiento, un escáner para planos y un plotter, como también
equipos de soporte técnico como GPS y pizarra digital interactiva.
Se entregó y puso en funcionamiento equipamiento informático en diez
municipios de la provincia, correspondientes a las cinco oficinas de
estadística creadas en los municipios más poblados (en el SIEL) y a las
cinco comisiones municipales y municipios de menor desarrollo de la
provincia (incorporados en el SIProM), como se verá más adelante.
La modernización del equipamiento, tanto en la DiPPEC como en los
municipios, constituyó un eje fundamental que brindó las herramientas
necesarias y el soporte tecnológico imprescindible para acompañar el
proceso de fortalecimiento en el territorio.
Se desarrolló un Plan de Capacitaciones para el personal, implementado con el
Instituto Provincial de la Administración Pública (IPAP), respondiendo a los
requerimientos generales de la administración (Office, procedimiento
administrativo) y a aspectos técnicos (estadística aplicada, bases de datos,
planificación, desarrollo local, autocad, redes y desarrollo de página web). Se
dieron 12 cursos programados y 3 adicionales, un total de 365 horas cátedra.
El proyecto desarrolló también acciones de refuncionalización de biblioteca,
con equipamiento informático para el acceso público a internet, sumado a la
capacitación de los recursos humanos y la adquisición de bibliografía
especializada en desarrollo.
La generación de la planoteca digital permitió digitalizar 1.316 documentos.
El material de carácter público digitalizado ha sido cargado en la página web
de la DiPPEC, a disposición de cualquier usuario, en dos secciones:
Planoteca Digital y Censos Antigüos Provincia de Jujuy.
Asimismo en este componente se desarrolló el plan de comunicación y
difusión, generando herramientas para fortalecer el papel dinamizador de la
DiPPEC como fuente de información y proveedora de recursos estadísticos.
Se desarrolló una nueva imagen institucional de la DiPPEC y se
refuncionalizó su página web.
Componente funcional: Se enfocó en el desarrollo de competencias
mediante cuatro acciones para mejorar la capacidad de generar y proveer a
los organismos del Estado información actualizada que permita un diseño
más eficiente de las políticas de desarrollo.
El Sistema Técnico de Información Pública (SITIP) toma como punto de inicio al
Sistema de Información preexistente (SI) DiPPEC-INDEC, que capta información
provincial y la remite al INDEC para la elaboración del anuario estadístico
nacional, pero le agrega una nueva función, la de generar productos
informativos para el público provincial. Se relevaron los canales de
comunicación con más de 50 dependencias públicas y organismos privados
generadores de información y se identificaron las necesidades de información de
estos organismos, como la oferta de información de interés para incorporar al
sistema y la incorporación de nuevos organismos. A partir de ello, se
desarrollaron instrumentos para la captación de datos, específicos para cada
organismo, permitiendo sistematizar el intercambio de información y hacer más
eficiente y robusta la base de información de la Dirección. Los resultados de este
sistema que releva la información con una periodicidad anual se vuelcan en la
página web, accesible para la comunidad.
El Sistema de Información Productiva con los Municipios (SIProM) ha sido
una experiencia piloto dirigida a mejorar el acceso a la información
productiva a pequeños productores agrícolas en los territorios de menor
desarrollo relativo de la provincia. Se han equipado cinco comisiones
municipales y se generó información a partir del CNA 2008 adecuada y
pertinente, desagregada a nivel de municipios y comisiones municipales.
Participaron las comisiones municipales de Cangrejillos, Cieneguillas y Santa
Catalina y los municipios de Yuto y Palma Sola.
El Sistema de Información Estadística Local (SIEL) es un programa
preexistente, desarrollado por el INDEC para la ampliación del Sistema
Estadístico Nacional (SEN) a nivel de gobiernos locales. Fortalece las
capacidades en los municipios, mejorando la información estadística, los
procesos de recolección, análisis, sistematización y divulgación y
preservación de datos, permitiendo el despliegue de herramientas de
información y comunicación que fortalezcan los vínculos estadísticos de los
municipios con la DiPPEC y el Sistema Estadístico Nacional (SEN).
Se incorporaron al SIEL, en esta primera etapa, los cinco municipios más
poblados en la provincia, San Salvador de Jujuy, Palpalá, Perico, San Pedro y
Lib. Gral. San Martín, que han suscripto convenios con la DiPPEC y generado
oficinas estadísticas con el aporte de equipamiento informático y capacitación
técnica y operativa de los recursos humanos de los gobiernos locales en el
registro, elaboración e interpretación de indicadores sociodemográficos y
económicos, mediante un plan de capacitación con profesionales del INDEC.
El Sistema de Información Territorial (SIT) fue una actividad orientada al
desarrollo paulatino de las capacidades de la provincia en el uso de la
información estadística, la aplicación de esquemas de desarrollo territorial y
la aplicación de herramientas para el desarrollo local y el ordenamiento del
territorio, con el fin de resolver problemas de planificación y gestión,
identificar las prioridades territoriales en el desarrollo de obras públicas y el
cumplimiento de los objetivos en la política económica, sanitaria, educativa
y productiva. En esta actividad se trabajó en la construcción del Mapa de
Desarrollo Inicial de la provincia, el cual se complementó con
capacitaciones, talleres y seminarios sobre desarrollo local y planificación,
con participación agentes de la DiPPEC, funcionarios y profesionales de los
ministerios de Producción, Infraestructura y otros organismos nacionales de
desarrollo regional con asiento en Jujuy.
Finalmente en forma complementaria al SIT, se han elaborado siete
estudios de base, que son estudios metodológicos de análisis productivo con
el objeto de generar información de base sobre temáticas y sectores en los
cuales tradicionalmente existe una carencia de información disponible. Estos
estudios se incorporan en la presente publicación:
• Mercado informal en Jujuy
• Microemprendimientos
• Seguridad alimentaria
• Agricultura andina en la Quebrada de Huamahuaca
• Producción alternativa en la zona del Ramal
• Rocas de aplicación
• Ganadería de altura
ÍNDICE

INTRODUCCIÓN 10

PRIMERA PARTE

Sistema de Información Territorial en la provincia de Jujuy 15

Mapa de Desarrollo inicial de la provincia de Jujuy 49

SEGUNDA PARTE

El mercado informal en Jujuy 247

Los microemprendimientos en Jujuy 287

Seguridad alimentaria, balanza comercial de alimentos 317

Ganadería de altura 355

Cultivos andinos en la Quebrada de Humahuaca y valles de


419
altura

Lajas y tobas para la construcción 451

Diversificación productiva del Ramal 483


INTRODUCCIÓN

El presente libro surge como un producto del programa de fortalecimiento


de la DiPPEC, y pretende convertirse en un aporte a las discusiones sobre el
desarrollo de la provincia de Jujuy.
El Mapa de Desarrollo de Jujuy se presenta como un punto inicial que
recoge y analiza los indicadores de la provincia actualizados, y realiza un
abordaje desde el punto de vista histórico y socioeconómico con una mirada
multi-escalar y multi-espacial.
Este diagnóstico permite definir las estrategias que propondrán
modificaciones estructurales en las regiones y permitirán mejorar su
competitividad y el nivel de vida de sus habitantes. El cambio de escenario
depende de las prioridades establecidas para lograr esa estrategia y un
conjunto de cursos de acción concretos.
El esquema del Mapa de Desarrollo incluye los siguientes capítulos:
• Diagnóstico socioeconómico y territorial. La caracterización
propuesta intenta dar cuenta de los cambios sociopolíticos y tecno-
productivos del mundo y de la Argentina. El análisis reúne una
multiplicidad de dimensiones que caracterizan a los espacios y
subespacios provinciales, incluyendo el abordaje de las lógicas de
ocupación del espacio, sus historias, geografías, infraestructuras,
sus trayectorias sociodemográficas, institucionales y políticas, y
sus funcionalidades económicas.
• Estrategia general. Consiste en la definición de los objetivos de
carácter estratégico, de interés común para la región y sus
subespacios, de acuerdo al trabajo de diagnóstico realizado. Se trata
de especificar un nivel estratégico aun más general, que surge de
este documento y se relaciona con la complejidad de la estructura
socioeconómica-territorial provincial. La estrategia general se plantea
como marco, pero en realidad es un enunciado que surge de la
sumatoria y síntesis de los objetivos generales de todos los ejes.
• Ejes priorizados. Son temáticas que cruzan las escalas
horizontalmente. Se han propuesto las siguientes:
Eje 1: Recursos naturales, agrícola-ganaderos y sus encadenamientos.
Eje 2: Medio ambiente.
Eje 3: Complejizar las cadenas de valor de carácter no agropecuario
de los distintos subespacios de Jujuy.
Eje 4: Valorización de los recursos culturales e históricos.
Eje 5: Aprovechamiento de posiciones relativas. Servicios vinculados
a la infraestructura de transporte.
Eje 6: Subespacios focalizados y apoyo y revalorización de la
economía social.
• Objetivos generales, específicos y acciones propuestas. Cada
eje debe tener un primer nivel que cumpla el fin de hacer operativos
los objetivos generales y sus fundamentos. Este paso consiste en la
definición con un nivel de agregación inferior al de la estrategia.

10
El Mapa de Desarrollo se complementa con siete estudios de base, que
asisten la generación de información sobre actividades productivas y
situaciones en las cuales no había antecedentes de estudios, generando un
cuerpo innovador e inédito por el enfoque y la actualidad de la información
sobre la situación de la provincia. Estos estudios se incorporan en la
presente publicación y abordan los siguentes temas:
• Mercado Informal en Jujuy
• Microemprendimientos
• Seguridad alimentaria
• Agricultura andina en la Quebrada de Huamahuaca
• Diversificación productiva en la zona del Ramal
• Rocas de aplicación
• Ganadería de altura
Los primeros tres estudios enfocan temas que influyen la provincia, como el
mercado informal, que revela que más del 50% de la población se encuentra
en la economía informal. El estudio sobre seguridad alimentaria, desarrolla la
canasta básica local de alimentos e identifica la situación de producción y
consumo de cada uno de los principales alimentos consumidos en la provincia,
y analiza el potencial de desarrollo para cada producto seleccionado en el
mercado interno. El trabajo sobre microemprendimientos reúne los resultados
de las políticas de apoyo dirigidas a este sector desde diversas fuentes,
independientes y desvinculadas, constituyendo un trabajo inédito.
Los otros cuatro estudios, de carácter sectorial, se relacionan en general a
producciones de pequeña escala e informales, abordan sectores productivos,
como el trabajo de rocas de aplicación, que toma la minería artesanal de lajas y
tobas, asociada principalmente a comunidades aborígenes; la producción de
cultivos andinos, cuyos productores en la Quebrada de Humahuaca son quienes
han mantenido la biodiversidad, de escala familiar, y cuya producción se destina
principalmente al autoconsumo; la ganadería de altura, aborda la situación y las
problemáticas del desarrollo que enfrenta la Puna jujeña y, finalmente, el
estudio sobre diversificación productiva del Ramal, que analiza la situación de la
producción agropecuaria en una zona tropical.

11
12
PRIMERA PARTE1

1
Agradecemos especialmente a Gabriela López, del Área de Sistemas de la DiPPEC, por sus
aportes en el análisis y procesamiento de información estadística para el desarrollo del
presente trabajo.
Esta primera parte corresponde a los resultados de la actividad denominada Sistema de
Información Territorial – Mapa de Desarrollo. El capítulo recoge los productos de la consultoría
y los aportes realizados por técnicos y profesionales de diversas instituciones durante los
cursos y seminarios desarrollados en las siguientes actividades durante el año 2010: Curso
«Sistema de Información Territorial - Mapa de Desarrollo»; curso «Programación del
desarrollo», y seminario «Las estrategias del desarrollo local en el mapa de desarrollo de
Jujuy».
Un especial agradecimiento a los aportes de cada uno de los participantes:
- Dirección Provincial de Planeamiento, Estadística y Censos (DiPPEC): Áreas de
Planeamiento, Cartografía, Agropecuario e Indicadores Sociodemográficos.
- Ministerio de la Producción: Secretaría de Desarrollo Productivo, Dirección Provincial de
Desarrollo Ganadero, Dirección Provincial de Control Agropecuario, Industrial y Comercial,
Dirección Provincial de Desarrollo Agrícola y Forestal.
- Municipalidad de San Salvador de Jujuy: Dirección de Planeamiento Urbano.
- Universidad Nacional de Jujuy (UNJu): Facultad de Ingeniería, Facultad de Ciencias Agrarias.
- Ministerio de Infraestructura y Planificación: Dirección Provincial de Arquitectura,
Relocalización Urbana, Recursos Hídricos, Coordinación de Servicios, Secretaría de
Planificación.
- Ministerio de Hacienda: Secretaría de Ingresos Públicos.
- Dirección Provincial de Empleo.
- Dirección Provincial de Vialidad.
- Dirección Provincial de Minería.
- Juzgado Administrativo de Minas.
- Secretaría de Turismo y Cultura de Jujuy.
- Municipalidad de San Pedro: Intendencia, Oficina de Empleo.
- Instituto Superior Populorum Progressio - FUJUDES.
- Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).
- Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Perico.
- SENASA.

13
14
SISTEMA DE INFORMACIÓN TERRITORIAL EN LA PROVINCIA DE JUJUY
Javier Van Dam
Luigi Attianese
Patricio Narodowski

La lógica del sistema de información y lineamientos básicos


del Mapa de Desarrollo

La función de planeamiento asignada a la Dirección Provincial de


Planeamiento, Estadística y Censos (DiPPEC) incluye “la planificación global
del desarrollo de Jujuy”, tarea que comprende una misión de coordinación
interministerial y cuyos resultados principales deberían consistir en la
recopilación de la información necesaria a través del ministerio respectivo y
la elaboración de planes y programas. Por eso es fundamental definir:
• Una metodología de diagnóstico, de mapeo del diagnóstico y de
planificación provincial y subprovincial, para el Gobierno provincial y
los gobiernos municipales, que incluye cuestiones del tejido
productivo, social, institucional y gubernamental. Este modelo intenta
resolver problemas de planificación y gestión, identificar las
prioridades territoriales en el desarrollo de obras públicas y evaluar el
cumplimiento de los objetivos en la política económica, sanitaria,
educativa y productiva, para ser utilizada por las distintas áreas del
gobierno.
• El Sistema de Información Territorial (SIT), es decir, el conjunto de
las relaciones institucionales, la red de relaciones y procesos de
trabajo, recursos humanos e incluso metodologías de trabajo, las
actividades de recolección de datos, el software y hardware,
orientadas a la gestión de un territorio. Este sistema debe servir al
diagnóstico y la planificación para la toma de decisiones. El modelo
considera central el rol de gobiernos municipales. Por ende, el SIT
incluye un nivel local, el Sistema de Información Estadística Local
(SIEL).
• La realización de diagnósticos y su mapeo con una metodología
definida: el Mapa de Desarrollo (MD).
Uno de los resultados más importantes de la conformación del SIT y de su
aprovechamiento para llevar a cabo la metodología mencionada, es el MD,
que permite concentrar la información de los productos y los productores. El
MD implica una regionalización económica de la provincia, la localización de
sus producciones más importantes (pequeños, medianos y grandes
productores, la producción campesina de consumo familiar con
incorporación de trabajo familiar, las combinaciones de consumo familiar
con mercado, con componente familiar o con trabajo asalariado exclusivo y

15
las formas intermedias, diferenciaciones similares se realizan en el
comercio) y un esquema de potencialidades y problemas, para fundamentar
políticas.

Desarrollo regional y planificación

Por lo hasta aquí expuesto, el eje del trabajo que permite unificar los
objetivos y las políticas de la provincia de Jujuy es su estrategia de
desarrollo y la manera de llevarla a cabo, ambas sintetizadas en un
determinado esquema de programación.
Desarrollo regional y programación, entonces, se entrelazan: el SIT debe
servir en la dirección planteada por esas dos definiciones centrales.
Se entiende por programación un proceso de diagnóstico y elaboración de
propuestas de lineamientos estratégicos. La interpretación de la situación
actual y las alternativas sugeridas son de índole indicativo; por lo tanto, la
programación no funciona como un sistema de toma de decisiones sino
como un marco lógico para que el gobierno y sus oficinas, así como los
diferentes actores económicos y sociales, elaboren proyectos operativos.
La aproximación que se propone para el concepto de desarrollo regional
aborda la cuestión en el marco de las transformaciones socio-tecno-
productivas a nivel mundial, nacional y local, diferenciando además entre
países y regiones centrales y periféricos. Por ello se realiza un abordaje
desde el punto de vista histórico y socioeconómico, con una mirada multi-
escalar y multi-espacial1, que además supone el desarrollo regional como un
problema del desarrollo de cada país y su relación con el mundo.
Teniendo en cuenta la necesidad de considerar lo regional en su contexto
nacional, el enfoque de análisis se propone captar las relaciones entre
ambos niveles, al mismo tiempo que se intentan identificar las subregiones
y sus funcionalidades.
El objetivo es lograr un diagnóstico territorializado de la economía jujeña y
sus subespacios, su grado de especialización o diversificación y una
explicación de las causas que determinan el perfil actual, diferenciando los
condicionantes macroeconómicos de las capacidades o incapacidades
endógenas. Para ello, en línea con los análisis que tratan de captar los
cambios socio-tecno-productivos, el esquema debe necesariamente contar
con una evaluación de la complejidad de las actividades productivas,
comerciales y de servicios, así como de las relaciones económicas y la
evolución socio-demográfica y las normas e instituciones que intervienen,
diferenciando cada segmento socioeconómico y cada territorio, definiendo
los objetivos de desarrollo en cada región.
Este diagnóstico permite definir las estrategias que propondrán
modificaciones estructurales en las regiones y permitirán mejorar su
competitividad y nivel de vida. El cambio de escenario depende de las

1
Ortiz, 1996; Conti, 2000.

16
prioridades establecidas para lograr esa estrategia y un conjunto de cursos
de acción concretos.

El desafío actual del desarrollo regional

Actualmente, el desarrollo regional enfrenta el desafío que significan los


cambios sucedidos a nivel mundial y el nuevo rol de los territorios:
dinamizar el territorio con actividades complejas; sumar nuevos servicios a
la producción; estimular la transformación del comercio minorista, la
distribución y el transporte; mejorar la oferta vinculada al ocio (turismo,
entretenimiento, comunicación, cultivación propia, servicios personales), y
hacer eficientes las coberturas de salud y educación.
Estos cambios, que condicionan las formas de vida, implican asimetrías
notables. Los territorios que han jugado un rol clave en el desarrollo de los
países centrales (grandes capitales, ciudades industriales, regiones
dinámicas del fordismo), se reconvierten y mantienen la centralidad, sin
descuidar los factores que fortalecen la demanda y asegurando una escala
compatible con la producción de bienes y servicios tradicionales, asumiendo
estrategias tendientes a desarrollar sectores conocimiento-intensivos y
servicios complejos, con el fin de generar una estructura productiva cuyas
ventajas competitivas sean dinámicas2.
Por el contrario, las ciudades pasivas, las que por factores históricos,
políticos y socioeconómicos no han logrado desarrollar sus gobiernos, sus
actores, sus instituciones ni sus capacidades endógenas, muestran escasas
funciones complejas (productivas y cuaternarias de comando) y se
periferizan.
Por lo expuesto, en este enfoque se considera central el gobierno del
territorio y, fundamentalmente, las alianzas políticas que explican las
estrategias, el tipo de política que surge, la administración de las
actividades públicas y, también, la interacción entre actores e instituciones 3.
Los territorios con estas realidades estructurales tienen serios problemas
para constituirse activamente, más allá de cierto nivel de desarrollo
industrial concentrado alrededor del núcleo exportador tradicional, donde ya
se encontraba el consumo. La escasa aparición de polos regionales da
cuenta de estos problemas, que generan una notable desarticulación del
espacio.
Esta desarticulación del espacio y los consecuentes desequilibrios regionales
son antiguos, pero subsisten y se manifiestan claramente en la Argentina.
Por un lado, están las grandes ciudades de la industrialización, que han ido
mutando hacia algunas funciones cuaternarias. Son, fundamentalmente, la
Región Metropolitana de Buenos Aires (RMBA) y Córdoba, donde son
centrales aún las funciones políticas y administrativas pero que han logrado

2
Cimoli, Holland, Porcile, Primi y Vergara, 2006.
3
Narodowski y Padín, 2007.

17
cierto dinamismo en la medida de que son nodos receptores de las
actividades globales generadas en los centros de los países desarrollados.
Por otro lado, la mayor parte de las capitales de provincias concentran una
parte importante de las funciones políticas y administrativas, residenciales,
terciarias y muy pocas industriales y cuaternarias. Sus funciones están
relacionadas con el comando de los pocos enclaves industriales y los
recursos naturales de la provincia, como así también con las funciones
políticas.
Las capitales provinciales más importantes ofician de nodos regionales (o
ciudades secundarias nacionales), con funciones similares a las de la capital
nacional pero con un rango menor en las funciones político-administrativas,
con menor complejidad y con un área de influencia menor
Por su parte, las capitales provinciales menos dotadas funcionalmente para
realizar ese comando dependen de los centros regionales 4.
Finalmente, se deben mencionar las poblaciones rurales o cercanas a las
zonas mineras. En general, sus funciones son residenciales y están
vinculadas al comercio y los servicios tradicionales. Las unen a la red
débiles flujos que son unidireccionales. No tienen vínculos estrechos con el
comando del recurso natural que les es cercano.
El proceso antes descripto generó en Argentina, al año 2001, una estructura
en la que el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA) cobijaba a casi 12
millones de habitantes, el 31,26% de la población total del país, seguida en
importancia por Córdoba y Santa Fe, con alrededor de 3 millones de
personas. Mendoza, Tucumán, Entre Ríos y Salta, por su parte, superaban
el millón de habitantes. El resultado es una red jerárquica con un comando
central —el AMBA—, unos pocos centros regionales y una infinidad de
ciudades con una complejidad escasa5.
Lo que revelan los datos es la consolidación de, al menos, tres lógicas
socioeconómicas: la del Gran Buenos Aires (GBA), la de la pampa húmeda y
la del resto de las provincias. En este último caso, ya no son solo las
provincias del Norte y Cuyo, sino que se suma también la Patagonia. El
perfil productivo de estas provincias no ha dejado de ser intensivo en
recursos naturales. Los pocos enclaves industriales y las políticas sociales y
de empleo de los gobiernos no logran apaciguar el carácter expulsivo de
dichas economías.
Cada territorio de la red debe realizar una estrategia para revertir esas
asimetrías. Ese es el desafío de la programación regional actual.

4
Los ejemplos más claros de centros regionales en Argentina son Córdoba, Rosario y San Miguel de
Tucumán.
5
Peña, 2007.

18
El esquema de programación

En este enfoque de programación, los lineamientos son débiles,


estratégicos, y funcionan como un marco lógico similar al de cualquier
esquema de formulación de estrategias, programas o proyectos. La
metodología propuesta busca compatibilizar la macro con las estructuras
regionales, con el propósito de captar heterogeneidades, fortalezas y
fragilidades para así hacer propuestas de cambio estructural a nivel de la
provincia y de cada subespacio, tanto en términos de competitividad como
en la mejora de la calidad de vida de la población.
De esta metodología surge buena parte del Mapa de Desarrollo. El esquema
incluye los siguientes capítulos:
1. Diagnóstico socioeconómico y territorial. La caracterización
propuesta intenta dar cuenta de los cambios sociopolíticos y tecno-
productivos del mundo y de la Argentina. El análisis es complejo, ya
que reúne a una multiplicidad de dimensiones que caracterizan a los
espacios y subespacios provinciales, incluyendo el abordaje de las
lógicas de ocupación del espacio, sus historias, geografías,
infraestructuras, sus trayectorias socio-demográficas, institucionales
y políticas, y sus funcionalidades económicas. Por todo esto, se utiliza
el concepto de “redes de ciudades”, teniendo en cuenta las
especificidades jujeñas.
2. Estrategia general. Consiste en la definición de los objetivos de
carácter estratégico, de interés común para la región y sus
subespacios, de acuerdo al trabajo de diagnóstico realizado. Se trata
de especificar un nivel estratégico aun más general, que surge de
este documento y se relaciona con la complejidad de la estructura
socio-económica-territorial provincial. La estrategia general se
plantea como marco, pero en realidad es un enunciado que surge de
la sumatoria y síntesis de los objetivos generales de todos los ejes.
Su nivel de generalidad no significa que no deba estar claramente
enunciada en función de las especificidades provinciales.
3. Ejes priorizados. Son temáticas que cruzan las escalas
horizontalmente. Se proponen las siguientes:
- Eje 1: Recursos naturales, agrícola-ganaderos y sus
encadenamientos.
- Eje 2: Medio ambiente.
- Eje 3: Complejizar las cadenas de valor de carácter no agropecuario
de los distintos subespacios de Jujuy.
- Eje 4: Valorización de los recursos culturales e históricos.
- Eje 5: Aprovechamiento de posiciones relativas. Servicios
vinculados a la infraestructura de transporte.
- Eje 6: Subespacios focalizados y apoyo y revalorización de la
economía social.

19
4. Objetivos generales, específicos y acciones propuestas. Cada
eje debe tener un primer nivel que cumpla el fin de hacer operativos
los objetivos generales y sus fundamentos. Este paso consiste en la
definición con un nivel de agregación inferior al de la estrategia. Se
debe acomodar el objetivo general del eje a la estrategia general.
Por cada eje, se requiere definir uno o más impactos subespaciales. Este
paso consiste en la visualización espacial de las prioridades, a partir del
cruce entre los ejes priorizados con las características de los territorios
(diagnóstico territorializado).
Cada eje se referencia en un número de fortalezas en las que apoyarse y en
debilidades que se deben remover para lograr los objetivos. Dichas
fortalezas y debilidades deben diferenciarse según este esquema:
• Recursos naturales
• Recursos empresariales
• Recursos humanos
• Recursos tecnológicos
• Regulaciones
• Infraestructura
• Recursos institucionales
Luego, se propone la identificación de “objetivos específicos”, los cuales
constituyen enunciados que concretan los objetivos generales. Deben
basarse en fortalezas del FODA a valorizar, o en problemas a remover. Las
fortalezas a valorizar (endógenas) son las que explican por qué el objetivo
específico es posible, mientras que las debilidades a remover (endógenas)
son las que impedirían su cumplimiento, implican una definición apriorística
sobre puntos centrales que apuntalan o frenan el desarrollo. Son los
elementos que hay que potenciar, modificar, destrabar o romper (ruptura)
para resolver los problemas.
Posteriormente, se clasifica cada objetivo específico en función de las
variables que determina la lógica de los espacios y complejos (por los
recursos que se intenta valorizar, el eslabonamiento dentro del cluster,
según empresa dinamizadora, según mercado de destino y la calidad
potencial del producto).
El nivel más operativo de este marco lógico es el de los lineamientos de
acciones propuestas, el modo de concretar cada objetivo específico,
justamente las acciones que valorizan fortalezas y remueven debilidades.
Este nivel operativo debe ser consistente con la definición de actores
potencialmente dinámicos, aliados en cada objetivo. Además, se debe
contar con una estrategia para limitar resistencias de aquellos que pueden
impedir los logros buscados.

20
La caracterización provincial: clave del Mapa de Desarrollo

A continuación se hace referencia al esquema que se propone para la


caracterización provincial y a las posibles fuentes para abordar el trabajo.
La problemática de las fuentes se describe en el apartado «Relevamiento y
estudio de la información estadística y la definición de los lineamientos del
Sistema de Información Territorial en la provincia de Jujuy».

Hipótesis

Se propone en la introducción definir una hipótesis vinculada a los


problemas y las potencialidades de la provincia y sus subespacios, para
luego realizar una síntesis de dichos elementos. La hipótesis, las fortalezas
y las debilidades deben ser afirmadas en esta introducción haciendo
especial hincapié en la posición relativa de la provincia, en términos de su
producto bruto interno (PBI), su especialización, el análisis de las
principales actividades productivas y las conclusiones del estudio del
mercado laboral y su perfil socio-demográfico.

Institucionalidad que influye en el desarrollo regional

En esta sección se lleva a cabo un análisis de las principales leyes vigentes,


distinguiendo entre las normas de fomento industrial en términos generales,
sin distinguir ningún sector en particular, y aquellas que tienen que ver con
el aprovechamiento de las industrias de mayores ventajas comparativas de
la geografía jujeña.
Fuente: normativa general.

Caracterización económica productiva provincial

El análisis se divide en dos partes: una descripción introductoria sobre la


región del Norte Grande y otra detallada de la situación de Jujuy.
Introducción. El Norte Grande (NG)
Variables a considerar:
a) Población
b) Natalidad y mortalidad
c) Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)
d) Cobertura por obra social y/o plan de salud, privado o mutual
e) Percepción de jubilación o pensión
f) Educación
Fuente: INDEC, Censo Nacional 2001.

21
Indicadores de la provincia de Jujuy
Aquí se describe en detalle la situación de Jujuy.
Variables a considerar:
a) El Producto Bruto Geográfico (PBG) y la participación en el PBI
nacional. Evolución y perspectivas. Explicación conceptual de la
situación actual y las potencialidades. Distribución subregional.
b) Composición del PBG al máximo nivel de desagregación.
Evolución y perspectivas. Explicación conceptual de la situación
actual y las potencialidades. Distribución subregional. Fuentes:
DiPPEC; Consejo Federal de Inversiones (CFI); INDEC, Censo
Nacional 2001.
c) Agricultura y Ganadería. Área sembrada, cosecha, empleo por
cultivo. Superficie por tipo de ganado, cabezas. Fuente: Censo
Nacional Agropecuario (CNA) 2002.
d) Exportaciones provinciales al máximo nivel de desagregación y
por destino. Evolución y perspectivas. Explicación conceptual de la
situación actual y las potencialidades. Distribución subregional.
Fuente: INDEC.
e) Especialización provincial respecto al país y al Norte Grande
según PBG, empleo y exportaciones.
Este ítem requiere de un enfoque específico que contemple la
necesidad de captar la complejidad de las estructuras productivas.
Para ello, se sigue la metodología de la Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) con algunas
modificaciones desarrolladas por Peña (2007), que clasifica a las
diferentes ramas industriales de acuerdo a su contenido
tecnológico. Con el mencionado objetivo se trabaja con el PBI, en
el nivel de desagregación existente, y con el empleo formal, que
tiene una desagregación mayor. En el desarrollo del análisis de la
estructura provincial se realizan correcciones sectoriales,
mediante trabajos microeconómicos en cada complejo y tratando
de incorporar al análisis la complejidad en los servicios 6.
Fuentes: Las mismas de los ítems anteriores para cada variable.
f) Población, empleo provincial y situación social al máximo nivel
de desagregación. Evolución y perspectivas. Explicación
conceptual de la situación actual y las potencialidades.
Distribución subregional.
f1. Variables poblacionales. Población total, densidad, tasa de
natalidad y mortalidad; pirámide poblacional por sexo y edad;
pueblos indígenas.
f2. Tasas de empleo, actividad, desempleo y subocupación.
Informalidad.

6
Ver la descripción de la metodología en el Anexo I.

22
f3. Hogares en situación de precariedad, situación irregular,
hacinamiento, NBI; hogares con acceso a agua potable de red,
cloacas, etcétera.
f4. Unidades educativas, asistencia a establecimientos
educativos, matrícula y repitencia.
f5. Centros de salud y camas; cobertura.
Fuentes: Censo Nacional 2001, DiPPEC, Encuesta Permanente de Hogares
(EPH), Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones (SIJIP), ministerios
de Salud y Educación provinciales.
g) Problemática ambiental provincial y eco-regiones.
g1. Condiciones climáticas, humedad y rango de
precipitaciones.
g2. Relieve.
g3 Condiciones geológicas y geomorfológicas.
g4. Suelo.
g5.Condiciones hidrológicas superficiales y subterráneas.
Fuentes: Bases de datos del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) y atlas
varios.

Estructura del territorio

Lógica general de ocupación del territorio: principales hitos históricos y


explicación conceptual
En este capítulo se aborda la lógica que explica el propio funcionamiento del
territorio provincial. Aquí es central el análisis de los elementos históricos:
relación con cuestiones limítrofes y con Buenos Aires; los primeros rasgos
de las especializaciones, y los cambios urbanos generados por la
industrialización y los producidos en el contexto natural provocados por las
transformaciones tecnológicas. También deben considerarse las alianzas
políticas locales que explican las estrategias, el tipo de política que surge y
la administración de las actividades públicas. Se analiza así, el impacto de
las políticas de los años sesenta, de la crisis de los setenta y los noventa, la
especialización de la actual estructura económica y sus causas históricas.
Fuentes: estudios diversos.
Matriz de especialización socio-productiva, subespacial y atractividad
Este ítem merece una serie de aclaraciones. El concepto clave es el de
subregiones, definidas por su funcionalidad, la existencia de flujos y su
análisis. Los espacios que conforman la subregión no tienen los mismos
atributos pero están definidos por alguna lógica propia que relaciona a los
subespacios, las ciudades y los sujetos que están interconectados por
relaciones interespaciales fuertes.

23
En nuestro enfoque hay una gran influencia de la región funcional, explicada
históricamente mediante elementos del marco sociopolítico-económico. La
funcionalidad económica explica las variaciones poblacionales, la edad
promedio, los niveles educativos, la cantidad y calidad del empleo, los
indicadores de pobreza, las migraciones, etcétera.
En síntesis, si lo que surge es la importancia de la funcionalidad económica,
y esta está determinada por la complejidad del aparato productivo, resulta
un corolario imprescindible el estudio de la complejidad de la especialización
en las diversas escalas —provincias, subregiones, ciudades—, teniendo en
cuenta que de la capacidad de producir y competir depende el nivel de vida
de la gente y que estas capacidades son la consecuencia de los factores
estructurales y también de la dinámica social e institucional de los actores
para removerlos y reconstruirlos.
Por lo expuesto, para lograr un diagnóstico territorializado de las economías
provinciales, hay que determinar los subespacios regionales, asignarles
especialización y grados de complejidad productiva, situación socio-
demográfica o capacidad de atracción poblacional. Se trata de dar cuenta de
la relación recíproca entre desarrollo económico; la heterogeneidad
estructural; las diversas relaciones posibles entre lo rural y lo urbano, y las
características del entramado de ciudades, en el posfordismo del centro y
de la periferia, la utilización de las “capacidades endógenas” depende de la
resolución de esos problemas (la metodología se expone en el Anexo 1).
Fuente: Censo Nacional 2001, DiPPEC, Observatorio de Empleo y Dinámica
Empresarial (OEDE), OCDE y estudios diversos.

Estructura de los subespacios

En este punto se trabaja cada subregión definida previamente, a través de


la lógica que explica su propio funcionamiento y su red interna de ciudades:
su conformación, las características de la conectividad que la une con el
resto de la red y las que conectan al interior de las mismas; las funciones
verificadas en sus ciudades principales, etcétera.
a) Análisis de las relaciones funcionales de la ciudad y la red, dentro
de la subregión. En estas regiones es central el estudio de la relación de la
ciudad y la red.
b) Análisis del o los complejos que dinamizan la especialización
subregional. El enfoque propone analizar los encadenamientos,
territorializarlos, describir capacidades competitivas y de supervivencia,
cuellos de botella y potencialidades, tratando de entender las lógicas
productivas, describiendo a los actores y las relaciones que las hacen
posible y las explican, y mostrando cómo inciden dichas actividades en el
territorio bajo análisis.
Estos estudios se realizan con documentos existentes. El mayor esfuerzo
consiste en utilizar la información según la lógica expuesta, relacionando la
evolución de los sectores y la de los territorios estudiados.

24
• Introducción. Descripción de la importancia relativa del entramado
según producto, producción, y empleo en la subregión.
• La situación mundial actual y las previsiones. Oferta y demanda
a nivel mundial. Características actuales y oportunidades por
complejo y por eslabón.
• Análisis del surgimiento y evolución del complejo.
Características de la normativa que lo influencia, en relación con la
lógica del modelo sustitutivo, en los años setenta o noventa, o luego
del 2001. Cuadro internacional, regulaciones, normas, actores.
• Importancia relativa de los diversos eslabones. Si se trata del
aprovechamiento de ventajas en recursos naturales, de ventajas de
escala, de promoción, si son consecuencia del aprovechamiento de
ventajas del mercado local o de la capacidad de agregar valor con
diverso grado de complejidad. Se diferencia naturalmente lo
industrial, el comercio y los servicios y los diversos eslabones del
turismo. También se analizan el mayor o menor valor agregado y la
circulación de flujos dentro de la economía popular.
• Principales actores. Los tradicionales y los nuevos en el complejo
(y en cada eslabón), considerando si son producto de procesos
basados en la economía doméstica, en pymes locales o nacionales.
• Relaciones dominantes. Del complejo y en cada eslabón, tratando
de captar las transacciones provinciales y extra-provinciales insumo-
producto del complejo; relaciones jerárquicas / no jerárquicas-
precios; relaciones mercantiles / no mercantiles, siempre analizando
elementos de la subjetividad de la política en que se asientan estas
relaciones.
• Performance del complejo vis-a-vis Capacidades tecnológicas, vis-a-
vis el mundo/el mercado argentino. Mercados actuales y posibilidades
de inserción del complejo o de los eslabones. Capacidades
endógenas. Perfil de los conductores de las actividades, los procesos
organizativos, las actividades innovadoras, tercerización, calidad,
diseño, promoción, informatización, recursos humanos, rendimiento
(ventas y rentabilidad), problemas ambientales que la actividad
genera, exportaciones, relación con instituciones, predisposición al
cambio y al asociativismo. Identificación de sus fortalezas y
debilidades.
• Calidad institucional de los actores involucrados. Se analiza la
existencia de mayor o menor dinamismo, de autonomía respecto al
Estado, la relación con el territorio y las instituciones que los
representan.
• Impactos que el encadenamiento y cada eslabón genera en la región
y en las diversas subescalas: en la propiedad de la tierra y el uso de
los recursos naturales; en las variables socioeconómicas —empleo,
situación social, flujos demográficos, exportaciones, nuevas
actividades, derrame tecnológico, ingresos tributarios netos,

25
reinversión privada—; en la política, y en la organización del
territorio. Potencialidades y problemas.
c) Organización urbana de las ciudades centrales de la subregión. En
los casos en que la complejidad urbana lo requiere, se estudia la
organización interna y los subespacios que en su interior conviven.
El enfoque supone que las funciones urbanas y las características del
entramado de ciudades condicionan la organización interna de las mismas.
Por eso, un análisis similar al que se realiza para todo el subespacio debe
encararse para las ciudades principales, comenzando por elementos
históricos e infraestructurales para luego hacer hincapié en la calidad del
gobierno local y de los servicios públicos. En todos los casos, se analizan la
forma de organización, la participación, los liderazgos, la presencia de los
diferentes niveles del gobierno y del sector privado, la calidad de la gestión
de la educación primaria, media y universitaria, la salud, el desarrollo
social, el apoyo a las actividades productivas y la infraestructura.
Luego se avanza en la actual estructura de funciones. Este análisis es solo
una continuidad del anterior, con el foco puesto en la ciudad y sus
subespacios. Para realizar el abordaje estrictamente territorial se proponen
los siguientes puntos:
• Funciones residenciales. Los barrios (clase alta / clase media / barrios
humildes / barrios precarios, áreas periurbanas):
- Relación entre funciones económicas y residenciales. Barrios con
talleres / economía social / barrios dormitorio / barrios “nuevo
objeto urbano”.
- Funciones periurbanas y rurales. Actividades dominantes.
- Origen del barrio (la industrialización, los años noventa, etc.).
- Infraestructura pública e inversión privada en mantenimiento.
- Origen de los vecinos, edades, nivel educativo, historia de trabajo.
- Identidad, grado de organización.
• Funciones cívicas del centro y la periferia, comerciales y de servicios
complejos. El centro, edificios públicos, estadios, plazas, lugares de
encuentro: calles comerciales, alguna periferia comercial, las ferias
callejeras, el negocio de bares, discos y otros eventos culturales. El
lugar de la industria en la ciudad.
- Nivel socio-económico general.
- Relación entre funciones cívicas, económicas y residenciales.
- Especialización: tipo y calidad.
• Conectividad urbana y suburbana.
• La economía popular en la ciudad y el campo.
Como hemos visto, tanto en el campo como en la ciudad de nuestro país
existen actividades productivas llevadas a cabo por los sectores de menores

26
ingresos. Estas actividades han sido definidas como “economía popular” y
son desarrolladas por las unidades domésticas, muchas veces articuladas
territorialmente, otras como eslabones débiles de encadenamientos e
incluso constituyéndose en actores sociales dinámicos 7. El enfoque que
estamos desarrollando exige una mirada atenta de este fenómeno
Siguiendo a Arancibia (2007), queda claro que las estrategias económicas
de la unidades domésticas en relación a la generación de ingresos y al
empleo, en general, se refieren a prácticas planificadas o espontáneas que
las familias encaran para resolver sus necesidades básicas cotidianas. Para
ello ponen en juego, de diversas formas, sus capacidades de trabajo
orientadas directamente a la obtención de ingresos para adquirir productos
en el mercado (estrategias laborales) u otras acciones de intercambio no
mediadas por el dinero.
Esas estrategias nunca son puras, sino que combinan distintas formas de
trabajo, por lo que se vuelven complejas o se simplifican según las
posibilidades y potencialidades que brinda el territorio en el que se
desarrollan —urbano, periurbano o rural— y de acuerdo a las trayectorias
sociales, las redes interpersonales y culturales que las sostienen.
En el ámbito urbano, más allá del empleo formal o informal y de los
subsidios recibidos, prolifera el autoempleo y el cuentapropismo, ya sea
individual o asociativo (comercio y venta ambulante, emprendimientos
productivos, autoconstrucción). Muchas veces estas prácticas están
mediadas por instituciones y organizaciones sociales y/o políticas que
dinamizan esas estrategias combinando las demandas y las capacidades de
trabajo en función de mejorar el nivel de vida de los barrios marginales. El
enfoque de este documento introduce esa problemática tanto en el
diagnóstico económico e institucional como en las propuestas.
En el contexto periurbano y rural es donde se verifica la existencia de
relaciones sociales basadas en la proximidad y el parentesco. Allí, las
actividades de la unidad doméstica son la agricultura y ganadería familiar
(por ejemplo, camélidos, a partir de explotaciones familiares y comunitarias
para el autoconsumo, el intercambio y la comercialización a las ciudades).
Esta actividad genera además la participación en ferias, encuentros de
trueque y otras instancias de intercambio social y económico de fuerte
tradición cultural en la población de las provincias.
Sin embargo, el peso de estas unidades productivas de agricultura familiar
o comunitaria en el empleo y en el PBG no se conoce acabadamente. Su
participación relativa es alta en algunas subregiones, pero el dato y las
características de la actividad, así como el perfil de los actores y las
comunidades, deben verificarse a partir de censos, otras investigaciones o
del trabajo de campo.
Fuentes: en este capítulo es donde hay mayores restricciones de
información cuantitativa debido a la escala abordada. Para resolver la
limitación, se utilizan trabajos existentes y se realiza un trabajo de campo
con informantes claves.
7
Para la definición de “economía popular” utilizada en este enfoque, ver Narodowski, Mutuberría, 2007.

27
RELEVAMIENTO Y ESTUDIO DE LA INFORMACIÓN ESTADÍSTICA. DEFINICIÓN
DE LOS LINEAMIENTOS DEL SISTEMA DE INFORMACIÓN TERRITORIAL EN LA
PROVINCIA DE JUJUY

El Sistema de Información Territorial (SIT), como el conjunto de las


relaciones institucionales, la red de relaciones y procesos de trabajo,
recursos humanos, e incluso metodologías de trabajo, y actividades de
recolección de datos, debe servir al diagnóstico y la planificación para la
toma de decisiones. Por lo tanto debe responder a la lógica del análisis del
sistema socioeconómico e institucional, a diversas escalas, espacios y
segmentos sociales, incluyendo información sobre economía y producción,
formas de vida, servicios, impuestos, salud, educación, etcétera.
Por ello, el SIT debe responder a las necesidades del mapa de desarrollo
(MD), para lograr la regionalización económica de la provincia, la
localización de sus producciones más importantes y un esquema de
potencialidades y problemas sobre el que fundamentar políticas.
A fin de verificar si esto es posible en el contexto jujeño, y con el fin de
caracterizar la situación actual de la provincia en materia económico-
productiva, socioeconómica y demográfica, se procedió a realizar un
relevamiento de la información disponible. A continuación se desarrollan los
resultados.

Problemas de información: clave del MD

Respecto de la institucionalidad que da marco e influye en el desarrollo


regional, es de destacar que existen problemas sistemáticos en el
ordenamiento de planes estratégicos y mapeos regionales o de
instituciones.
Por otro lado, al centrar la cuestión en la caracterización económica
productiva provincial se advierte que es este el ítem en el que hay mayores
dificultades, tanto en términos de desagregación como de periodicidad. La
imposibilidad de contar con los datos del Censo Nacional Económico 2004 8 y
la Matriz Insumo Producto actualizada, así como la inexistencia de un panel
8
A la fecha de la elaboración del presente trabajo los resultados del CNA 2004 no se
encontraban disponibles. Actualmente se encuentran en la página web de la DiPPEC .

28
anual, agrava el problema. En el INDEC y el Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas (MEcon) se realizan estimaciones utilizando diversas
metodologías, pero estas no son públicas.

Producto Bruto Geográfico (PBG)

Respecto del PBG, se analizan su participación en el PBI nacional, su


evolución y perspectivas, y su composición al máximo nivel de
desagregación de fuentes diversas.
Para el período 1993-2006, se cuenta con información del panorama
productivo jujeño, desagregando la producción por departamentos
geográficos y, particularmente, por sectores económicos.
Los años 2007 y 2008 no figuran en las principales bases de las páginas
web de la DiPPEC ni del INDEC. En todos estos casos la información es de
base anual y corresponde a los siguientes sectores:
• Industria
• Minería
• Suministro de servicios públicos
• Construcción
• Sector comercial
• Sector gastronómico y hotelero
• Transporte, almacenamiento y comunicaciones
• Sector financiero
• Actividad inmobiliaria y empresarial
• Sector público
• Sector educativo
• Otros
En todos estos sectores la información de la DiPPEC se desagrega en un
promedio de 5 o 6 ítems por grupo. En cada caso, el sector está medido por
dos magnitudes alternativas:
• PBG a precios constantes (base 1993=100).
• PBG a precios corrientes.
El nivel de desagregación por ítem es insuficiente para la metodología
planteada. No existe información de calidad sobre grandes empresas y su
rol en la estructura productiva de la provincia, exceptuando datos sobre la
producción de los principales ingenios de la provincia.

Agricultura y ganadería

29
Área sembrada, cosecha, empleo por cultivo. Superficie por tipo de ganado,
cabezas. Las bases en materia agropecuaria están más completas, contando
con información de un período más amplio que el de los sectores
secundarios y terciarios recién mencionados.
Esta vez la fuente proviene del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca
(MAGyP) de la Nación, especialmente en base al Censo Nacional
Agropecuario (CNA).
Los cultivos agrícolas que figuran para el caso jujeño son:
• Ajo
• Algodón
• Avena
• Banana
• Caña de
• Cártamo
• Cebada forrajera
• Cebolla
• Centeno
• Girasol
• Limón
• Maíz
• Mandarina
• Maní
• Naranja
• Papa
• Pomelo
• Poroto seco
• Soja
• Sorgo
• Trigo
El problema con esta base es que en todos los casos la magnitud en
cuestión es toneladas producidas por campaña, lo que hace imposible su
comparación con otras bases de corte anual. Otro problema con esta base
es que no está medida en valores producidos en pesos o dólares, sino en
unidades físicas: toneladas. Esto implica que para medir la evolución de
cada cultivo se debe recurrir a otras bases con precios para obtener una
medida de lo producido en términos económicos por el sector.

30
Es importante remarcar que en todos estos casos la escala de medición se
refiere a toda la provincia, sumadas todas las localidades departamentales.
La DiPPEC también cuenta con estadísticas sobre la actividad agropecuaria,
pero con mucho menor nivel de desagregación y en base anual (no por
campañas). En este caso cada sector está medido por dos magnitudes
alternativas:
• PBG a precios constantes (base 1993=100).
• PBG a precios corrientes.
• En el caso del CNA del año 2002 y los resultados provisorios de 2008,
los datos disponibles son más agregados que los del MAGyP, siendo
los principales los siguientes:
• Cereales para grano, según período de ocupación y provincia.
• Forrajeras perennes, por especie.
• Hortalizas, a campo y bajo cubierta, por especie.
• Forrajeras anuales, por período de ocupación y por especie.
• Cultivos industriales, por período de ocupación y por especie.
• Producción comercial de semillas, por período de ocupación y por
especie.
• Oleaginosas, por período de ocupación y por especie.
• Legumbres, por período de ocupación y por especie.
Como es evidente, tratándose de censos, estos datos solo están disponibles
para los años 2002 y 2008, a diferencia de los de MAGyP, que son series
largas (aunque incompletas en más de un caso). Sin embargo, en el caso
del INDEC cada serie cuenta con variables categóricas cruzadas que
enriquecen sobremanera la información del censo (tipo de especie, período
de ocupación, tipo de cultivo, etc.).
Entre las similitudes de ambos censos, se puede destacar que en ambos
casos el capítulo agropecuario fue mensurado con la misma magnitud:
superficie implantada, en hectáreas. Sin embargo, el CNA 2008 incorpora
además el dato de superficie cultivada, también en hectáreas, y presenta
una mayor desagregación regional.
En el caso de la ganadería, también el MAGyP (a través de la Oficina
Nacional de Control Comercial Agropecuario, ONCCA) y el INDEC son las
principales fuentes de datos. En el primer caso tenemos las siguientes
series, todas en cabezas faenadas mensuales:
• Ganado bovino: serie del 1-1998 al 4-2008.
• Ganado caprino: serie del 6-2002 al 1-2004.
• Ganado porcino: serie del 1-1999 al 3-2008.
En el caso del INDEC, se cuenta con los siguientes datos:
• Equinos, por orientaciones productivas.

31
• Porcinos, por orientaciones productivas.
• Caprinos, por prácticas de manejo.
• Ovinos, por orientaciones productivas y escala de tamaño de la
majada.
• Bovinos, por prácticas de manejo en rodeos de carne, por tipo
de rodeo.
Nuevamente, como en el caso de la agricultura, las bases del CNA–INDEC
están disponibles solo para los años 2002 y 2008, pero cuentan con mayor
desagregación por incluir otras variables categóricas.
Tanto el CNA 2002 como los resultados parciales del 2008 determinan la
actividad pecuaria por la cantidad de EAP (en el caso del CNA 2002, solo
con límites definidos). El CNA 2008 no solo incorpora las EAP con límites no
definidos, sino que los distingue de los EAP con límites definidos, y además
cuenta con datos sobre cantidad de cabezas de ganado (también
discriminado por límite de EAP).
Al igual que con los indicadores de usos de la tierra, se repite el mismo
patrón geográfico: El INDEC desagrega los resultados del CNA 2002
territorialmente en departamentos, mientras que la DiPPEC ha procesado la
base censal y desagregado los resultados de ambos censos (2002 y 2008)
por municipios, presentando una clara ventaja informativa para el análisis
territorial.

Exportaciones provinciales

El INDEC ofrece información desagregada de este tópico a nivel provincial,


tanto por destino como por capítulos de la nomenclatura común arancelaria
(NCM), pero dicha información no es pública (esta institución posee una
base de exportaciones a 12 dígitos a partir del año 2003). No obstante, este
organismo provee información sobre exportaciones en millones de dólares
corrientes a precios FOB de los principales complejos exportadores de la
provincia, solo para el año 2008.
Para los años 2001-2003, un informe de Agencia de Desarrollo de
Inversiones (ADI) realiza un promedio de las exportaciones de los diez
principales productos de exportación, con datos extraídos del INDEC. Para
2003 cuenta con un listado de los productos exportados a 8 dígitos de la
NCM, como total y como porcentaje de exportaciones sobre el total.
El mismo informe también provee una serie del total de exportaciones para
el período 98-03, y cuenta con información sobre destino de las
exportaciones, tanto por países como por bloques económicos. En todos los
casos la magnitud cuantificada es en millones de dólares FOB.
Por último, aporta datos sobre el porcentaje sobre el total argentino que
representan las exportaciones jujeñas, así como el PBG de exportaciones
per cápita.

32
Especialización provincial respecto del país y el Norte Grande

La metodología usada requiere de información de PBG con el máximo nivel


de desagregación y a nivel de radio censal. Estos datos no están
disponibles, por lo que los resultados son limitados.

Población, empleo y situación social

Se analizan su evolución y perspectivas, y se brinda una explicación


conceptual de la situación actual y potencialidades.
Los censos poblacionales ofrecen muy buenas bases, pero aparecen
dificultades en los períodos intercensales. Otro problema es la falta de
coherencia en algunas variables entre el Censo y la Encuesta Permanente
de Hogares (EPH).
• Población total, densidad, tasa de natalidad y
mortalidad; motivos de fallecimiento, mortalidad infantil,
esperanza de vida; fecundidad; nacidos vivos según edad
de la madre; pirámide poblacional por sexo y edad; pueblos
indígenas. Las tasas de mortalidad y natalidad a nivel provincial
desde el año del Censo no se encuentran en INDEC.
Afortunadamente la DiPPEC9 y el Área de Bioestadística del
Ministerio de Salud cuentan con buenas bases sobre el tema.
En el caso de las tasas de natalidad, se dispone de tres
indicadores: tasa media anual por mil (DiPPEC10), nacidos vivos y
tasa de natalidad por mil habitantes. En el caso de nacidos vivos,
está desagregado por tipo de establecimiento del neonato. Las
series del Area de Bioestadística están más actualizadas,
correspondiendo en ambos casos al período 1990-2008. En
cambio, la DiPPEC solo publica datos sobre el período 1991-2001.
Respecto de las tasas de mortalidad, se dispone de las mismas
dos fuentes: la DiPPEC11 y el Area de Bioestadística. El primer
organismo provee datos de difuntos cada mil residentes, una serie
que va de 1991 al 2001. Las bases de la Dirección Provincial de
Programas Sanitarios cuentan con tres indicadores: defunciones
generales, defunciones maternas y tasa de mortalidad general
cada mil habitantes, los tres correspondientes a 1990-2008. La
primera de estas tres series está desagregada por edad del
difunto, mientras que la segunda lo hace desagregando las
defunciones entre indirectas y extendidas.
Las tasas de mortalidad infantil también son aportadas por la
DiPPEC y la DPB. Esta última fuente tiene bases más completas y
9
La DiPPEC releva datos obtenidos del Ministerio de Salud, Secretaría de Políticas de Regulación y
Relaciones Sanitarias, Área de Bioestadística.
10
Ibíd.
11
Ibíd.

33
actualizadas (1990-2008), pero siempre a nivel provincial. Entre
los indicadores de mortalidad infantil que podemos encontrar se
cuentan:
- Tasa de mortalidad infantil cada mil habitantes
- Tasa de mortalidad neonatal precoz
- Tasa de mortalidad neonatal tardía
- Tasa de mortalidad neonatal
- Tasa de mortalidad posneonatal
- Defunciones fetales
La DiPPEC, por medio de datos recogidos por el Área de
Bioestadística a cargo de la Dirección Provincial de Programas
Sanitarios, dependiente del Ministerio de Salud de Jujuy, publica
el indicador de difuntos cada mil nacidos vivos para el total de la
provincia de Jujuy, con una serie que va de 1991 a 2000, base
anual. Para el período 1996-2000 tiene este mismo indicador,
desagregado por departamentos.
• Tasas de empleo, actividad y desempleo. Informalidad.
Los indicadores socioeconómicos están muy bien datados, tanto
en el Censo Nacional de 2001 como por la EPH, ambos a cargo del
INDEC. No obstante, para el caso jujeño, los indicadores no son
comparables (y, en efecto, no coinciden en términos
porcentuales), ya que los universos muestrales no son idénticos.
En el caso de la EPH el relevamiento se realiza en el conglomerado
San Salvador de Jujuy–Palpalá, mientras que los datos del Censo
2001 incluyen a toda la provincia.
En el caso de la EPH tenemos los siguientes indicadores:
- Tasa de actividad. Serie 1997-2009, que cuantifica la tasa
bruta de participación para el conglomerado San Salvador de
Jujuy–Palpalá, por género.
- Tasa de empleo. Serie 1997-2009, que cuantifica la tasa de
demandantes ocupados para el conglomerado San Salvador de
Jujuy–Palpalá, por género.
- Tasa de desempleo. Dos series:
i Nuevos trabajadores, cesantes y total serie 1991-2009,
conglomerado San Salvador de Jujuy–Palpalá, por
género y tiempo de búsqueda
ii Tasa de desocupación y subocupación horaria, serie
1997-2009, conglomerado San Salvador de Jujuy–
Palpalá, por género.
El Censo Nacional aporta los siguientes datos, todos para 2001:
- Tasa de empleo. Dos bases de datos, en ambos casos a nivel
provincial:

34
i Población de 14 años o más ocupada por categoría
ocupacional, sexo y rama de actividad económica.
ii Población de 14 años o más ocupada, por categoría
ocupacional, sexo y máximo nivel de instrucción
alcanzado.
- Tasa de desempleo. Jefes de hogares por condición de
actividad económica y sexo —desagregado según se trate de
población económicamente activa, no económicamente activa, y
estudiantes— y total provincial.
Por último, también la Administración Nacional de la Seguridad
Social (ANSeS) provee información sobre desempleo. Existe una
serie entre 1996 y 1999 de cantidad de prestaciones por
desempleo y monto promedio: total provincial.
• Hogares en situación de precariedad, situación irregular,
hacinamiento, NBI; hogares con acceso a agua potable de
red, cloacas, etcétera. Esta información está muy bien
documentada en el Censo 2001 (INDEC), donde se encuentran los
siguientes indicadores:
- Cantidad y porcentaje de hogares con NBI (también en el
Censo 1991).
- Cantidad y porcentaje de población con NBI.
En todos los casos, la escala geográfica es departamental.
Para los indicadores de precariedad del hogar también el Censo
Nacional provee buenos datos para el año 2001. Sin embargo, en
este caso, la desagregación geográfica es a nivel provincial,
contando con los siguientes indicadores:
- Hogares en situaciones irregulares de tenencia de la vivienda
- Hogares con hacinamiento crítico
- Hogares que comparten la vivienda con otros
- Hogares en casas de inquilinato
- Hogares sin gas de red o envasado
Por último, el censo provee información sobre población con
carencia de ciertos servicios:
- Población en hogares sin acceso a desagüe de red (cloacas)
- Población en hogares sin acceso a energía eléctrica de red
- Población en hogares sin pavimento
- Población en hogares sin alumbrado público
- Población en hogares sin agua de red
- Población en hogares sin recolección de residuos

35
- Población en hogares sin transporte público
- Población en hogares sin teléfono público
En este caso, la escala geográfica es departamental. En el caso de
carencia de gas y pavimento, algunos años están omitidos.
• Unidades educativas, asistencia a establecimientos
educativos, matrícula y repitencia. El Censo 2001 ofrece los
siguientes indicadores:
- Población de 15 años o más por máximo nivel de instrucción
alcanzado, según grupos de sexo y edad.
- Población de 20 años y más que completó el nivel
universitario, por sexo, área de estudio, edad y condición de
actividad.
- Población de 10 años o más analfabeta, por edad, sexo y
condición de analfabetismo.
- Población con nivel superior completo, por disciplina de estudio
y por carrera universitaria.
- Educación de la población: cantidad de personas según
máximo nivel de instrucción alcanzado.
- Años de escolaridad aprobados: personas que aprobaron de 0
y 17 años de escolaridad.
- Asistencia a establecimiento escolar: personas que asistieron o
no a establecimientos, desagregándolos en públicos o privados.
• Centros de salud y camas; cobertura. El Censo 2001 no
ofrece ninguna información referida a establecimientos
hospitalarios ni centros de salud, y mucho menos sobre
infraestructura sanitaria, sino solamente datos de población y
hogares con cobertura de obra social.
De la DiPPEC y otros programas del INDEC se obtuvieron los
siguientes datos:
- Consultas a establecimientos. Serie provincial 1996-2000 (solo
consultas a hospitales provinciales).
- Establecimientos hospitalarios con internación. Serie a nivel
departamental para los años 1999 y 2000 (solo consultas a
hospitales provinciales).
- Promedio de camas disponibles. Serie a nivel departamental
para los años 1999 y 2000 (solo consultas a hospitales
provinciales).
- Establecimientos asistenciales oficiales. Serie a nivel provincial
para los años 1990 y 2004. En este caso, a diferencia de los
anteriores, incluye todo tipo de establecimientos de asistencia a la
salud.

36
- Promedio de camas disponibles. Serie a nivel provincial para
los años 1990 y 2004 (incluye todo tipo de establecimiento de
asistencia a la salud).
Las tres primeras estadísticas provienen de datos publicados por
la DiPPEC, a través de información obtenida de otros organismos
que no especifica, mientras que las últimas dos se extrajeron del
programa de Dirección de Estadísticas e Información de Salud
(DEIS) del INDEC.

Problemática ambiental provincial y ecorregiones

Una de las principales problemáticas de la provincia de Jujuy radica en el


estímulo que se le está dando desde el gobierno a la actividad minera. La
modalidad de mega emprendimientos mineros a cielo abierto ha generado
controversia en la sociedad jujeña, por los efectos que pueden estar
causando sobre la salud de la comunidad y el medio ambiente, y por los
pasivos ambientales de antiguas explotaciones.
Otra de las problemáticas de esta provincia radica en la deforestación que
están sufriendo los montes y bosques nativos, sobre todo a causa de la
actividad petrolífera y el avance de la frontera agropecuaria sobre las
Yungas y el Chaco seco.
También hay que destacar la erosión del suelo y la carencia de agua en
diversas áreas de la provincia.
El tema de los residuos sólidos urbanos es otra situación problemática, ya
que no existen centros de tratamiento o reciclado, aunque existen
experiencias puntuales exitosas en comisiones municipales –como Yala- que
realiza separación de los residuos sólidos urbanos desde la generación en el
hogar.
La provincia carece de una página web oficial con las políticas e información
ambiental. No se han encontrado bases de datos ordenadas de la
problemática ambiental y ecorregiones; por tanto, se trabaja sobre
documentos diversos.
• Condiciones climáticas, humedad y rango de
precipitaciones. El Servicio Meteorológico Nacional solo cuenta
con información de condiciones climáticas para la ciudad de
Perico. La serie es mensual, comenzando en enero del 85 hasta
diciembre de 2006.
La información existente en diversos documentos permite elaborar
un excelente mapa de este tipo de variables.
• Relieve. La información existente en diversos documentos
permite elaborar un excelente mapa de este tipo de variables.
• Condiciones geológicas y geomorfológicas. La Secretaría
de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación cuenta con

37
información sobre las condiciones geológicas argentinas 12.
Para el caso de la explotación de la riqueza geológica de la
provincia, el INDEC junto con el MEcon cuenta con estadísticas de
establecimientos mineros activos e inactivos, para el año 2003.
Por último, el Sistema Federal de Áreas Protegidas, el Sistema de
Información Ambiental Nacional y el Grupo de Trabajo Recursos
Acuáticos proveen un mapa georreferenciado de los humedales en
Argentina según el sistema RAMSAR.
• Suelo. La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de
la Nación provee información a través de su Mapa de Áreas
Protegidas, en miles de hectáreas, por ecorregión 13. Además de
mostrar las áreas protegidas de cada provincia y zona geográfica
del país, este mapa referencia con colores las distintas
ecorregiones nacionales.
• Condiciones hidrológicas superficiales y subterráneas.
Para el caso jujeño tenemos los siguientes datos:
- Disponibilidad de agua en presas, con la siguiente información
adicional: volumen de presa; volumen/área embalse; usos de la
presa; tipo de vertido; propietario, y origen del proyecto
(institución interviniente).
- También hay buena información sobre las principales cuencas
de la provincia, con series largas (a partir de 1970, aunque con
algunos años omitidos) respecto de los caudales medios por año 14.
• Visión de conjunto de la infraestructura provincial
dentro de la región Norte Grande. Problemas y proyectos. El
documento más completo es el Plan Estratégico Territorial (PET),
resultado de un proceso de construcción conjunta liderado por el
Gobierno nacional, que pretende constituirse en una guía para el
despliegue territorial de la inversión pública.
El documento elaborado por el gobierno de Jujuy ofrece un
diagnóstico de la situación actual de la provincia («Modelo
actual»); la formulación de estrategias reparadoras de conflictos y
promotoras de potencialidades detectadas en el territorio local
(«Modelo deseado»), y la formulación de propuestas sobre una
cartera de iniciativas y/o proyectos de infraestructura funcionales
a la construcción de dicho modelo.
Comienza exponiendo el panorama actual de la Provincia de Jujuy,
por lo cual hecha luz y ofrece un diagnóstico sobre temas como la
ocupación y la estructura del territorio. En este sentido, divide a
Jujuy en cuatro regiones agroecológicas:

12
Con colores, se referencian los órdenes de suelos según el Sistema Soil Taxonomy del Ministerio de
Agricultura de EE.UU.
13
A través de la Administración de Parques Nacionales.
14
Fuente: Subsecretaría de Recursos Hídricos, Secretaría de Obras Públicas, Ministerio de
Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.

38
- Puna: departamentos Yavi, Santa Catalina, Rinconada,
Cochinoca y Susques.
- Quebrada: departamentos Humahuaca, Tilcara y Tumbaya.
- Valles templados: departamentos Dr. Manuel Belgrano, San
Antonio, El Carmen y Palpalá.
- Ramal o Valles orientales: departamentos San Pedro, Santa
Bárbara, Ledesma y Valle Grande.
Seguidamente, expone la dinámica económica y social de la
provincia, la infraestructura y el equipamiento, y la situación
ambiental y sus problemáticas críticas.
Luego del diagnóstico, se identifican cuatro grandes objetivos
estratégicos generales a desarrollar, compartidos por los distintos
subespacios en los que se divide a la provincia:
- Mejorar, de modo creciente y permanente, la calidad de vida
de la población.
- Promover el desarrollo socioeconómico armónico, equilibrado y
sustentable en el territorio provincial.
- Facilitar la intercomunicación e integración entre las distintas
regiones de la provincia y con los países y provincias limítrofes, el
conjunto nacional y el mundo.
- Preservar y valorizar el patrimonio histórico-antropológico-
cultural de la provincia.
Por último, plantea el «Modelo deseado», que intenta construir un
territorio más integrado, articulado y equilibrado, que ofrezca las
dotaciones de infraestructura social y económica necesarias para
alcanzar los objetivos estratégicos enunciados. Sus aspectos
prioritarios se refieren a:
- Vías de comunicación:
i Red vial. La red vial provincial se encuentra
pavimentada en un 21%. Resulta necesario mejorar
la actual red e interconectar poblaciones y regiones
productivas en desarrollo y/o aisladas. La actual
conexión vial con Bolivia (a través de La Quiaca)
debe ser mejorada, y oficializarse una nueva en
Ciénega de Paicone (Argentina) y Río Mojón (Bolivia),
así como la construcción y equipamiento de los
Centros de Fronteras en La Quiaca, Ciénega de
Paicone y Jama.
ii Transporte. Existe la necesidad de potenciar y/o
crear nodos multimodales de transporte a fin de
facilitar los movimientos de la producción. El sistema
de transporte interurbano de media y larga distancia
presenta falencias en cuanto a centros de trasbordo y

39
terminales de pasajeros.
iii Infraestructura férrea. Jujuy cuenta con la
infraestructura ferroviaria que une Buenos Aires y La
Quiaca. En la provincia, va desde Perico a La Quiaca
y de allí a La Paz (Bolivia). La línea se halla en
operación solo por tramos, con un mínimo
mantenimiento. En otros tramos, debido a la falta de
mantenimiento, es imposible operar el servicio.
iv Aeropuertos. La provincia cuenta con dos
aeropuertos en estado de operación, el Dr. Horacio
Guzmán (Perico), con vuelos de cabotaje, y el de La
Quiaca, a cargo de Gendarmería Nacional. Resulta
necesario refuncionalizar la aeroestación de La
Quiaca para que esté en condiciones de operar vuelos
internacionales.
v Zona franca. Las zonas francas de Perico y Puna
deben instrumentarse y equiparse a la brevedad, y
debe crearse la zona franca de La Quiaca.
vi Viviendas. En el período 2000-2006 se construyeron 10.261
viviendas, que cubren parcialmente las necesidades en la materia
(14.871 unidades en 2001). Las carencias de tratamiento y
disposición final de residuos sólidos urbanos son importantes.
vii Agua. En los departamentos de la Puna, la Quebrada y el Ramal
es necesario ampliar la actual cobertura de provisión de agua potable
y optimizar el sistema existente.
viii Educación. A pesar de que entre 2003 y 2006 se construyó un
número importante de edificios escolares y se encaró en forma
conjunta con la Nación el programa 700 escuelas, para sanear las
necesidades del sistema edilicio educativo, la infraestructura
educativa es deficitaria. Los edificios del nivel EGB o Primario
requieren de un programa de recuperación y/o nuevas
construcciones; el Nivel Medio o Polimodal comparte los edificios en
más del 50% de los casos con el EGB o Primario, y carece de
estructura y equipamiento para las nuevas tecnologías informáticas,
laboratorios actualizados y bibliotecas adecuadas. El nivel Superior
Universitario y la Educación Artística carecen de edificios propios y de
equipamiento moderno y adecuado.
- Energía eléctrica. Es prioridad interconectar la zona Puna Norte
(Abra Pampa, La Quiaca) con la Puna Occidental (Susques) a través
del sistema interconectado nacional, así como reforzar los nexos del
sistema eléctrico provincial con el nacional. Es preciso incrementar la
generación propia y aprovechar los gasoductos Nor-Andino y Atacama
para la instalación de centrales de generación eléctrica a gas.
- Provisión de gas. Es necesario dotar del servicio a mayor
cantidad de poblaciones en el norte (Abra Pampa, La Quiaca, Yavi),

40
con la posibilidad cierta de proveer a la zona minera de la Puna.
- Salud. En el año 2006 se encaró la remodelación completa del
Hospital de Niños de la ciudad de San Salvador de Jujuy, que supone
una inversión de 15 millones de euros. En el campo sanitario es
necesario crear una Maternidad Provincial; redefinir los roles de los
Hospitales Centrales (Soria y San Roque); fortalecer los hospitales
cabecera regionales, y ampliar, mejorar y mantener la estructura
edilicia de los restantes y de los centros y puestos de salud. Resulta
necesario crear unidades especiales, un banco de sangre y
hemoderivados, y centros de diálisis, de tratamiento de adicciones y
de atención de discapacidades.
- Regularización dominial. Es necesario saldar una deuda de
antigua data con los pueblos originarios, continuando con la mensura,
entrega y escrituración de las tierras que ocupan.
- Turismo. En el período 2005/2006 se encaró la refuncionalización
del casco histórico de la ciudad capital. Es preciso refaccionar y poner
en valor edificios y monumentos de importancia histórico–cultural y
crear un nuevo cementerio público, ya que los dos existentes están
colmados en su capacidad. El barrio Alto Comedero, densamente
poblado y con un acelerado crecimiento, requiere de un espacio para
reservorio medioambiental.
ix Edificios públicos. Los edificios públicos centrales y/o regionales
han sido superados en su capacidad, tanto en el caso del Poder
Ejecutivo como el del Poder Judicial. También existe la urgente
necesidad de contar con un nuevo edificio para la Central de Policía y
un nuevo establecimiento carcelario.

Estructura del territorio

Lógica general de ocupación del territorio: principales hitos históricos y


explicación conceptual/ Estructura de los subespacios.

a) Análisis de las relaciones funcionales de la ciudad y la red, dentro de la


subregión/ b) Finalmente se trabaja en el análisis del o los complejo/s que
dinamiza/n la especialización subregional/c) Organización urbana de las
ciudades centrales de la subregión/e) La economía popular en la ciudad y el
campo
Estos ítems se completan con documentos de diversa índole y trabajos de
campo.

41
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46
47
48
MAPA DE DESARROLLO INICIAL DE LA PROVINCIA DE JUJUY

Patricio Narodowski
Sebastián Lucero
Inés Arancibia

Caracterización general

La provincia de Jujuy estructuró históricamente su perfil productivo en torno


a dos principales actividades basadas en el aprovechamiento de los recursos
naturales: el tabaco y el azúcar. Los complejos agroindustriales
tradicionales de la provincia —a excepción del complejo azucarero— están
relativamente poco estructurados e integrados como tales en el territorio
provincial, y presentan baja potencialidad para la agregación de valor.
La actividad siderúrgica, por su parte, no llega a configurar un complejo, ya
que nunca logró impulsar los eslabonamientos metalmecánicos. En relación
con el desarrollo de la minería, si bien Jujuy es el tercer productor
metalífero del país, después de Catamarca y Santa Cruz, y presenta gran
potencialidad en la producción de no metalíferos, la actividad desarrollada
en el territorio provincial no llega a conformarse como un complejo ya que
en general solo involucra el primer eslabón.
Del análisis de la especialización surge que las diez primeras actividades de
mayor importancia relativa de la provincia son de baja complejidad. Solo la
minería tiene parte incipiente de uno de sus eslabones de la cadena en el
nivel de complejidad medio-baja, pues procesa minerales no metálicos
(bórax) para la industria farmacéutica, aunque en un porcentaje muy
inferior al de Salta, primer productor de boratos del país.
En el caso de la siderurgia se puede hablar de complejidad media, ya que
sus eslabones manufactureros todavía perduran, aunque con mejor peso
que en años anteriores.
Si bien los productos agroindustriales han tenido un fuerte rol en la
economía provincial, lo han sido con escaso desarrollo de los eslabones
industriales de la cadena. Salvo el azúcar —y en su momento la industria
siderúrgica, con Altos Hornos Zapla—, la mayoría de las plantas industriales
donde se procesa la materia prima de Jujuy está en otras provincias. En
estas actividades tienen un papel primordial las grandes empresas, y
prolifera el uso de grandes extensiones de tierra. Sin embargo, aparecen
experiencias exitosas de actores económicos menores, como pymes
(fundiciones, aserraderos, extracción de minerales) y cooperativas
(extracción de piedras de aplicación, producción agrícola y producción
ganadera).

49
La población total de Jujuy al año 2001 ascendía a 611.888 personas, de las
cuales el 85% era urbana y el 15% restante rural. El Censo Nacional del
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) mostró que en 14.935
de los hogares jujeños (10,5% del total) vivía al menos una persona
aborigen o descendiente de ellos, haciendo de esta forma que Jujuy sea la
provincia argentina con mayor cantidad de hogares con integrantes
aborígenes. En este sentido, en Jujuy existen unas 250 comunidades
aborígenes con personería jurídica.
En cuanto al crecimiento demográfico, Jujuy ha seguido un ritmo superior al
del conjunto del país, principalmente a consecuencia de una tasa de
natalidad superior al promedio nacional y una tasa de mortalidad
relativamente baja. Por otra parte, los porcentajes de NBI son de los más
altos del país.
Jujuy es además una provincia que, como casi todas las del Norte Grande,
continúa profundizando su perfil urbano basado en la concentración en San
Salvador y Palpalá, ambas pertenecientes al subespacio funcional San
Salvador-Valles-Ramal, donde se ubican los eslabones provinciales de las
cadenas de los complejos de azúcar, de tabaco, de cítricos, de la siderurgia
de Aceros Zapla y del sector forestal.
Su problemática, por tanto, gira alrededor de la vida urbana y de las lógicas
de los principales cultivos y las empresas que los producen y transforman.
En esta clasificación, el resto de la provincia corresponde al subespacio
Quebrada-Puna, atravesado por la Ruta Nacional N.° 9. Aquí se desarrollan
algunos eslabones de las cadenas productivas minera y de cría de ganado
(sobre todo camélidos), y principalmente en la Quebrada de Humahuaca
con mayor peso en la actividad turística, comercialización de productos
regionales y agricultura familiar y comunitaria.
Allí, las estrategias económicas de las familias son más limitadas, debido a
la escasa demanda laboral por fuera de los servicios turísticos y de
comercialización, y la menor presencia del empleo público.
El mayor potencial productivo de este subespacio reside en el
posicionameinto de los recursos locales de manera competitiva, sobre todo
en la producción agrícola de carácter familiar y comunitario y en las
actividades turística y minera de alta y baja intensidad.

Aspectos institucionales que influyen en el desarrollo

La provincia de Jujuy tiene una larga trayectoria en materia de promoción


tanto industrial como regional. En el ámbito industrial, la normativa puede
dividirse en dos grandes grupos: leyes de fomento industrial en términos
generales —sin distinguir ningún sector en particular— y leyes relacionadas

50
con el aprovechamiento de las industrias de mayores ventajas comparativas
de la geografía jujeña.

Leyes generales de fomento industrial

Ley N.° 5.013 - Régimen de Promoción del Desarrollo Turístico


(1997)
Se trata de una ley con dos pilares fundamentales:
• Fomento del mejoramiento de todo tipo de infraestructura para las
mejoras de las condiciones de oferta turística.
• Conservación y protección del patrimonio cultural y turístico de la
provincia.
La forma en la que se implementa esta ley radica en dos grandes beneficios
para aquellos oferentes del sector turismo que decidan ampliar, remodelar o
construir los tipos de establecimientos contemplados:
• Exenciones impositivas sobre ingresos brutos, tributos inmobiliarios y
tasas y sellos1.
• Otros beneficios, como créditos especiales, consultoría y
asesoramiento técnico gratuitos, otorgamiento de facilidades de
compra y licitación pública, etcétera.

Ley N.° 4.353, de promoción minera (1998)

El objetivo general de esta ley es promover el desarrollo de la actividad


minera en aras de contribuir al progreso económico y social de las zonas
mineras de la Provincia. Establece que el Estado debe auspiciar y fomentar
los emprendimientos mineros, con especial énfasis en aquellos que
posibiliten alcanzar y mantener niveles de pleno empleo. Los objetivos
particulares que promueve esta ley son:
• Promover el desarrollo minero provincial en todas sus etapas:
prospección, exploración, explotación, concentración y beneficio de
minerales.
• Apoyar el establecimiento de nuevas fuentes de trabajo, en especial
en la Quebrada y Puna jujeña2.
• Mejorar las condiciones de trabajo y asegurar condiciones de vida
dignas y adecuadas al personal que empleen las respectivas
empresas.
• Proveer la demanda interna con materias primas preferentemente
provinciales o regionales y sustituir la importación de minerales, de
metales en bruto y con elaboración primaria y de productos químicos
1
Solo se reconocen en esta categoría los impuestos provinciales.
2
Esta norma se articula estrechamente con la Ley N.º 4121 de Fondo de Fomento de la Quebrada y
Puna, que se menciona más adelante.

51
derivados de minerales, y estimular las actividades que generen
productos para la explotación.
• Integrar la explotación de los yacimientos con la instalación regional
de los procesos de transformación.
• Investigar y desarrollar tecnologías nacionales en todas las etapas de
la actividad minera.
• Promover el cooperativismo minero.
• Alentar el desarrollo y fortalecimiento de la pequeña y mediana
empresa.
Entre los beneficios que se le otorgan a las empresas contempladas en esta
ley destacan la provisión de energía y otros servicios provinciales con tarifas
diferenciadas; el otorgamiento de facilidades para la compra, locación o
comodato de bienes de dominio del Estado; la prioridad en la adjudicación
de licitaciones que efectúe el Estado provincial; la adjudicación o cesión de
tierras fiscales en zonas o áreas de frontera y del interior de la Provincia; la
construcción de vías de comunicación y toda aquella obra de infraestructura
básica que incentive o cubra necesidades para la radicación minera, la
asistencia y asesoramiento técnicos; el apoyo del Estado en logística de
suministros; la protección arancelaria y fiscal, etcétera.
También se establece una serie de reintegros (de hasta un 50%) del pago
de ciertos impuestos futuros en caso de que las empresas realicen
inversiones particulares, y un régimen de exenciones impositivas.

Leyes generales de promoción

Ley N.° 4.994, de promoción y defensa del empleo

Esta norma establece exenciones impositivas (ingresos brutos e impuesto


inmobiliario) de hasta un 50% del monto adeudado a las empresas que
“incrementen su planta de personal con quienes revisten el carácter de
desocupados y con una relación contractual mínima de veinticuatro (24)
meses”.

Ley N.° 4.392, de promoción industrial (1988)

El objetivo general de esta norma es la promoción del desarrollo de la


actividad industrial compatible con el equilibrio social, económico y
ecológico, en aras de contribuir a diversificar la estructura económica de la
provincia. Da prioridad para las industrias mano de obra-intensivas y
aquellas que aprovechan los recursos naturales de la provincia.
Además, establece una amplia y taxativa lista de objetivos particulares,
entre los que se encuentran:

52
• Promover la instalación de industrias, y consolidar y expandir las
existentes, en particular aquellas que tengan gran efecto
multiplicador y se radiquen en áreas con altas tasas de desempleo o
muy bajo producto bruto zonal, o altos índices de migración interna.
• Fomentar el aprovechamiento racional y de pleno empleo de los
recursos e insumos de la Provincia, especialmente de la mano de
obra local.
• Propender el desarrollo de actividades cooperativas en el territorio de
la Provincia.
• Propiciar y facilitar los traslados de fábricas desde zonas urbanas y
sus adyacencias hacia zonas y/o parques industriales determinados,
que deberán responder a pautas de reordenamiento y urbanización,
preservando asimismo el medioambiente y las condiciones adecuadas
de vida según legislación y parámetros provinciales, nacionales e
internacionales.
• Reservar la promoción industrial, preferentemente, para las empresas
de capital mayoritario nacional.
• Alentar el desarrollo y fortalecimiento de las pequeñas y medianas
empresas.
• Propender a que los trabajadores tengan participación en las
utilidades de las empresas.
• Estimular la elevación del nivel cultural, técnico y sanitario del
personal afectado a la actividad industrial.
• Tender a la consolidación y expansión de las industrias existentes,
cuidando de no facilitar el establecimiento de un poder monopólico u
oligopólico en los mercados en los que participe la actividad industrial
de que se trate.
• Impulsar y apoyar el desarrollo permanente de complejo industrial y
actividades fabriles conexas de producción para la defensa nacional.
• Propender a la incorporación de tecnologías adecuadas, atendiendo
en este aspecto a la conveniencia de priorizar las tecnologías de
origen nacional y, en todo caso, cuidando de no generar
dependencia.
• Incentivar los emprendimientos industriales que contribuyan a la
sustitución de importaciones, y estimular las actividades que generen
productos para la exportación.
Como puede verse, esta ley propone una gran cantidad de objetivos,
abarcando cuestiones tecnológicas, de comercio exterior, empleo,
medioambiente y hasta culturales. También incluye un objetivo geopolítico,
ya que el artículo 4 da preferencia a la implantación de industrias en zonas
de frontera.
Los beneficios contemplados en esta ley son exactamente los mismos que
los de la ley de promoción minera ya mencionada.
En este caso, además, en el capítulo IV de la norma se establece que los
beneficios contemplados dependerán de las zonas donde las empresas se
radiquen, tomando en cuenta variables como las siguientes:
• Población con necesidades básicas insatisfechas respecto de la

53
población total.
• Producto Bruto Zonal respecto de Producto Bruto Provincial.
• Distancia en relación al kilómetro cero o a la cabecera de departamento.
• Densidad de población.
• Tasas de desempleo y población ocupada en el sector industrial.
• Migración neta en relación a la población total.
• Variables indicativas de dotación de infraestructura y su grado de
disponibilidad.
Además alienta, mediante incentivos adicionales, que las empresas utilicen
insumos o materias primas de la provincia; realicen exportaciones; den al
personal participación en las utilidades, y construyan y equipen edificios
escolares en la zona de influencia. También, que provean de viviendas
permanentes e instrumenten medios adecuados para mejorar las
condiciones de vida de su personal.

Ley N.° 4.513, de promoción de microempresas

Los objetivos de esta ley son dos:


• Generación de microempresas con mano de obra intensiva, para
disminuir la sub y la desocupación.
• Definición de una línea de acción del Estado sobre microempresas.
Esta norma otorga una importante batería de beneficios a las
microempresas3 que cumplan con ciertos requisitos mínimos. Los principales
beneficios son:
• Créditos promocionales.
• Cesión en usufructo o propiedad de bienes materiales en existencia
del Estado o donado por terceros (materias primas, muebles y útiles,
instalaciones, maquinarias, etc.).
• Asesoramiento y consultoría.
• Gestión ante organismos provinciales, nacionales e internacionales.
• Promoción y preferencia en las adjudicaciones de las compras del Estado.
• Realización de obras de infraestructura y/o equipamiento social para
su funcionamiento.
• Promoción del agrupamiento de microempresas para la venta de sus
productos y/o compras de insumos y materia prima.
• Mejoramiento de la situación de previsión social de los trabajadores.
Esta misma ley crea el Fondo de Desarrollo y Fomento para la
Microempresa (Fo.De.Fo.Mi.), cuyo único destino es la financiación de los
créditos que se otorguen a los beneficiarios. Dichos créditos tienen un
interés muy bajo (4% anual) y se aplican a la financiación de compras de
bienes de capital y capital de trabajo.
Asimismo, dentro del universo de las microempresas les da prioridad a
aquellas que tengan las siguientes características:
3
Con una definición muy taxativa de este concepto, para mayor información ingresar a:
http://www.hacienda.jujuy.gov.ar/legislacion_prov/leyes/4513.html

54
• Ocupación de mano de obra intensiva.
• Zonas rurales.
• Proyecto con ex-veteranos de Malvinas.
• Proyecto con jóvenes que se incorporen al medio laboral,
privilegiando aquellos que tengan formación técnica adecuada.

Leyes de promoción regional

Ley N.° 4.774, de establecimiento de líneas de crédito de promoción


y fomento para actividades productivas en la Puna (1994)
A través del Banco de la Provincia de Jujuy4, la provincia estableció líneas
de crédito para la promoción y fomento de pequeñas actividades agrarias,
pecuarias, industriales y de Servicios Generales. La región incluye los
departamentos de la Puna Jujeña y Valle Grande.

Ley N.° 4.121, de fondo de fomento de la Quebrada y Puna (1984)

Es una especie de antecedente de la anterior ley, con tres salvedades. La


primera y obvia diferencia es que incluye la zona de la Quebrada; la
segunda, que el uso de los fondos es mucho más restrictivo, reservándose
únicamente para algunos de los siguientes casos:
• Estudio, proyecto y construcción de caminos de interés provincial o
de fomento minero.
• Estudio, proyecto, ejecución y conservación de otras obras de
infraestructura en la Quebrada y la Puna.
• Estudio, formulación y ejecución de programas de prospección,
exploración y explotación de minerales.
• Estudio, proyecto e instalación de servicios mineros y de plantas de
tratamiento minero-industrial, así como de construcción de obras de
infraestructura para parques industriales o para la radicación de
industrias que se declaren de interés provincial.
• Estudio, proyecto y construcción de obras de aprovechamiento hídrico
o hidráulico, así como de saneamiento para la Quebrada y la Puna.
• Asistencia técnica, de servicios y demás tareas de apoyo.
• Adquisición y provisión de equipamiento (máquinas, equipo
mecánico, instrumentos, herramientas, materiales y demás
elementos) requerido a los efectos del cumplimiento de los fines
expresados.
En tercer lugar, establece con muchísimo mayor detalle el origen de este
fondo, integrado por la tasa de servicios mineros, por los derechos de
explotación de minerales y aportes del Tesoro o Rentas Generales.

4
En 1996, la entidad privada Banco Macro adquirió el 100% del banco provincial.

55
Ley N.° 5.080, de creación del Parque Industrial del Departamento
Ledesma (1998)
Impone al Estado provincial que establezca un plan de radicación y
generación de emprendimientos productivos y de servicios en el Parque
Industrial que crea en Ledesma, mediante políticas de incentivos, líneas
especiales de crédito de programas internacionales, nacionales o
provinciales y beneficios impositivos provinciales y/o nacionales.
Asimismo, crea un Consejo de Planificación del Parque Industrial encargado
de regular las condiciones de radicación de los emprendimientos
industriales.

Caracterización socioeconómica y productiva de Jujuy

El Norte Grande (NG)

La Región Norte Grande está conformada por las provincias de Salta, Jujuy,
Tucumán, Santiago del Estero y Catamarca (Noroeste Argentino, NOA) y las
de Formosa, Chaco, Misiones y Corrientes (Noreste Argentino, NEA). Todas
estas provincias se integraron formalmente en el año 1999 mediante la
firma del Tratado Parcial Interprovincial de Creación de la Región Norte
Grande Argentino (NOA-NEA). Esta vasta región surge de la integración
formal relativamente reciente del NOA y el NEA, dos territorios cuyas
configuraciones responden a procesos diferenciados y de más larga data.

Figura 1. Provincias que integran el Norte Grande

Fuente: Elaboración propia.

56
Población

La población de las provincias de la región bajo estudio representa el


20,78% del total de Argentina.
Dentro de la región Norte Grande, la provincia de Tucumán es la de mayor
importancia poblacional, ya que aporta el 17,76%, seguida por Salta, con el
14,32%, y por Chaco, con el 13,06%.
Las provincias menos pobladas son Catamarca, con el 4,44% de la
población, y Formosa, con el 6,46%.
Por su parte, Jujuy, con 611.888 habitantes, representa el 8,12% del Norte
Grande, ubicándose así entre las tres provincias menos pobladas de la
región.

Cuadro 1. Distribución de la población


en las provincias que integran el Norte Grande
Año 2001

Población
Provincia
Total % del NG % del país
Tucumán 1.338.523 17,76 3,69
Santiago del Estero 804.457 10,67 2,22
Salta 1.079.051 14,32 2,98
Misiones 965522 12,81 2,66
Formosa 486.559 6,46 1,34
Corrientes 930.991 12,35 2,57
Chaco 984.446 13,06 2,71
Catamarca 334.568 4,44 0,92
Jujuy 611.888 8,12 1,69
Total NG 7.536.005 100,00 20,78
Total país 36.260.130 100,00
Fuentes: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001. Instituto
Geográfico Militar.

En cuanto a la densidad poblacional, la región presenta un promedio de


9,92 hab/km2, bastante inferior a los 13 hab/km 2 del promedio de todo el
territorio argentino.
Entre las distintas provincias integrantes de la región existe una gran
variabilidad: Tucumán y Misiones tienen una alta densidad, con 59,43 y
32,40 hab/km2 respectivamente; mientras que otras se encuentran en el
otro extremo del rango: Catamarca, 3,26; Santiago del Estero, 5,90;
Formosa, 6,75, y Salta, 6,94 hab/km2.

57
En el caso de de Jujuy, hay que destacar que posee una densidad de 11,5
hab/km2, la cual no difiere sustancialmente de los promedios tanto para el
país como para la región de la cual forma parte.

Cuadro 2. Superficie y densidad de población en las provincias del NG


Año 2001

Superficie Densidad
Provincia
(km2) (hab/km2)
Tucumán 22.524 59,43
Santiago del Estero 136.351 5,90
Salta 155.488 6,94
Misiones 29.801 32,40
Formosa 72.066 6,75
Corrientes 88.199 10,56
Chaco 99.633 9,88
Catamarca 102.602 3,26
Jujuy 53.219 11,50
Total NG 759.883 9,92
Total país 2.780.403 13,00
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)

Cuadro 3. Hogares y población con NBI


Año 2001

Hogares Población
Provincia
Total Con NBI % Total Con NBI %
Tucumán 310.787 63.739 20,50 133.3547 318.209 23,90
Santiago del Estero 178.201 46.684 26,20 80.0591 250.747 31,30
Salta 241.407 66.434 27,50 1.070.527 338.484 31,60
Misiones 235.004 55.215 23,50 960.002 260.271 27,10
Formosa 114.408 32.041 28,00 484.261 162.862 33,60
Corrientes 225.957 54.341 24,00 925.924 264.277 28,50
Chaco 238.182 65.672 27,60 978.882 323.354 33,00
Catamarca 77.776 14.287 18,40 331.635 71.145 21,50
Jujuy 141.631 37.028 26,10 608.402 175.179 28,80
Total NG 1.763.353 435.441 24,70 7.493.771 2.164.528 28,90
Total país 10.075.814 1.442.934 14,30 35.927.409 6.343.589 17,70
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Respecto del promedio nacional, la región presenta un porcentaje muy


superior tanto de hogares como de población con necesidades básicas

58
insatisfechas. En el área analizada, el 24,7% de los hogares presenta NBI,
mientras que dicho porcentaje asciende en la misma área al 28,9% de la
población. A nivel nacional, esos indicadores muestran un 14,3% de los
hogares y 17,7% de la población con NBI.
Dentro del Norte Grande, Formosa y Chaco son las provincias con mayor
porcentaje de hogares y población con NBI (28% y 27,6% de los hogares, y
33,6% y 33% de la población, respectivamente), mientras que Catamarca y
Tucumán son las que presentan valores menores (18,4% y 20,5% de los
hogares, y 21,5% y 23,9% de la población, respectivamente).
Jujuy no escapa a la realidad de toda la región: tiene un 24,7% de hogares
y un 28,9% de población con alguna NBI. Estos números son similares a los
correspondientes a las demás provincias, pero están muy por encima de los
indicadores nacionales.

Cobertura por obra social y/o plan de salud privado o mutual

Cuadro 4. Cobertura de obra social y/o plan de salud privado o mutual


Año 2001

Obra social y/o plan de salud


Población privado o mutual
Provincia
total Tiene No tiene No tiene
(total) (total) (%)
Tucumán 1.338.523 693.031 645.492 48,22
Santiago del Estero 804.457 292.310 512.147 63,66
Salta 1.079.051 427.056 651.995 60,42
Misiones 965.522 407.123 558.399 57,83
Formosa 486.559 166.342 320.217 65,81
Corrientes 930.991 352.750 578.241 62,11
Chaco 984.446 339.531 644.915 65,51
Catamarca 334.568 183.860 150.708 45,05
Jujuy 611.888 280.480 331.408 54,16
Total NG 7.536.005 3.142.483 4.393.522 58,30
Total país 36.260.130 18.836.120 17.424.010 48,05
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

La región como un todo presenta un 58,30% del total de personas sin obra
social y/o plan de salud privado o mutual, un porcentaje muy superior al
registrado a nivel nacional (48,05%).
Dentro del NG, los peores indicadores sobre este aspecto se hallan en las
provincias de Formosa (65,81%), Chaco (65,51%) y Santiago del Estero
(63,66%). Solo Tucumán y Catamarca se acercan a los valores presentados
a nivel nacional, con un 48,22% y un 45,05%, respectivamente. En tanto
Jujuy, con un 54,16%, se ubica entre las tres provincias de la región con

59
mejores indicadores de cobertura, aunque bastante por encima del
promedio Nacional.

Percepción de jubilación o pensión

Del total de la población de 65 años o más del Norte Grande, el 39,33% no


percibe jubilación ni pensión, un porcentaje bastante elevado en relación al
29,52% registrado a nivel nacional.
De las provincias que integran el NG, cuatro se encuentran por debajo del
promedio regional: Catamarca (20,08%), Tucumán (34,88%), Salta
(36,72%) y Santiago del Estero (38,72%). Los números más elevados se
hallan en Chaco (45,39%), Misiones (44,58%), Formosa (43,89%),
Corrientes (43,56%) y Jujuy (41,46%).

Cuadro 5. Percepción de jubilación y/o pensión de la población de 65 años o más


Año 2001

Población Percepción de jubilación o pensión


Provincia total de 65 Percibe No Percibe No percibe
años o más (total) (total) (%)
Tucumán 99.766 64.969 34.797 34,88
Santiago del Estero 56.841 34.831 22.010 38,72
Salta 65.024 41.147 23.877 36,72
Misiones 52.288 28.979 23.309 44,58
Formosa 27.099 15.205 11.894 43,89
Corrientes 64.002 36.124 27.878 43,56
Chaco 60.416 32.995 27.421 45,39
Catamarca 24.128 19.282 4.846 20,08
Jujuy 36.317 21.260 15.057 41,46
Total NG 485.881 294.792 191.089 39,33
Total país 3.587.620 2.528.477 1.059.143 29,52
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Educación

Respecto del análisis del máximo nivel educativo alcanzado por la población
de 15 años o más, en el NG se observa que tanto el porcentaje sin
instrucción como el correspondiente a las personas con primario incompleto
se ubican por encima del promedio nacional.
Los datos muestran que el 5,95% de la población del NG no posee
instrucción, mientras que el 20,76% no completó el nivel primario. Los
promedios nacionales para ambos indicadores son 3,70% sin instrucción y
14.21% con primaria incompleta.

60
En el seno del NG, Chaco y Formosa son las provincias con mayor
porcentaje de población sin instrucción (8,65% y 7,1%, respectivamente),
mientras que en el otro extremo se encuentran Catamarca y Tucumán, con
un 3,18% y 3,89% de la población sin instrucción.

Cuadro 6. Máximo nivel de instrucción alcanzado por la población de 15 años o más


Año 2001

Máximo nivel de instrucción alcanzado


Población de
Provincia 15 años o más Sin Sin Primario Primario
(total) instrucción instrucción incompleto completo
(total) (%) (%) (%)

Tucumán 912.383 35.531 3,89 15,71 31,18


Santiago del Estero 517.546 31.625 6,11 24,63 28,77
Salta 692.017 38.250 5,53 16,91 23,25
Misiones 600.695 38.054 6,33 27,44 26,12
Formosa 303.145 21.525 7,10 21,80 26,44
Corrientes 609.408 40.414 6,63 22,72 24,73
Chaco 629.455 54.471 8,65 25,05 24,62
Catamarca 221.152 7.035 3,18 15,35 26,97
Jujuy 400.224 23.856 5,96 16,41 22,74
Total NG 4.886.025 290.761 5,95 20,76 26,35
Total país 26.012.435 961.632 3,70 14,21 27,98
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Indicadores de la provincia de Jujuy

El producto bruto geográfico (PBG) y la participación en el producto


bruto interno (PBI) nacional
La provincia de Jujuy se ubica en el puesto 17 si se consideran todos los
PBG per cápita de la Argentina, según datos del año 2003, con 5.201,79
pesos. En términos de PBG total esta provincia representa el 0,91% del
total nacional y se ubica en el lugar 19 del ranking5.

Composición del PBG


La provincia de Jujuy estructuró históricamente su perfil productivo
alrededor de pocas actividades basadas en el aprovechamiento de los
recursos naturales.
5
Tiene una extensión territorial de 53.219 m2, el 1,9% del territorio continental argentino (Secretaría de
Agricultura, Ganadería y Pesca, SAGyP, 2005) y una población de 611.888 personas (INDEC, Censo
2001), lo que equivale a algo menos de 2% del total nacional.

61
El sector primario representa el 10% del PBG; el secundario, el 26%, y los
servicios, el 64%. La participación del sector primario se ubica por encima
de la media nacional6. Estos datos se mantuvieron más o menos constantes
entre 1993 y 2003.
Los complejos agroindustriales tradicionales de la provincia —a excepción
del azucarero— están relativamente poco estructurados e integrados como
tales en el territorio provincial, y presentan baja potencialidad para la
agregación de valor.
La actividad siderúrgica no llega a configurar un complejo, ya que nunca
logró impulsar, sino muy tímidamente, los eslabonamientos
metalmecánicos. En relación con el desarrollo de la minería, si bien Jujuy es
el tercer productor metalífero del país después de Catamarca y Santa Cruz,
y presenta gran potencialidad en la producción de no metalíferos, la
actividad desarrollada en territorio provincial no llega a conformarse como
un complejo ya que solo involucra el primer eslabón.
Si se analizan las participaciones en términos de puestos de trabajo, las
actividades primarias (minería y agricultura) y agroindustriales (azúcar,
tabaco, cítricos) generan mucho menos empleo que el sector público, con
un 33% de importancia relativa, superior al 24% de la media nacional.
En el sector público hay 54 mil trabajadores, de los cuales el 50%
corresponde al Poder Ejecutivo y el 25,3% a la Educación 7. La actividad
productiva que más empleo genera es el tabaco.

Agricultura

Según datos parciales del Censo Nacional Agropecuario (CNA) de 2008 8, el


número de explotaciones agropecuarias (EAP) en la provincia de Jujuy es de
8.933, de las cuales 5.025 tienen límites definidos, ocupando una superficie
total de 1.323.726,40 hectáreas, un 3,25% mayor a las 1.282.062,50
registradas en el CNA 2002, pero muy inferior a las 1.883.856 registradas
en el de 1988.
Según el CNA 2002 existía una alta concentración de la tierra en pocas
manos, ya que solo el 1,7% de las EAP manejaban el 51,23% de la
superficie, mientras que el 60% de las explotaciones, no mayores a las 25
hectáreas, solo disponían del 1,1% de la tierra.

6
DNPR, 2006.
7
INDEC, 2003.
8
Datos provisorios.

62
Cuadro 7. Cantidad de EAP por tipo de delimitación, por departamento

EAP Hectáreas
Departamento/Región
S/límites C/límites % del
Total Total % del total
definidos definidos total
Cochinoca 983 630 353 11,00 186.032,50 14,05
Rinconada 365 245 120 4,09 177.725,50 13,43
Santa Catalina 428 366 62 4,79 50.953,20 3,85
Susques 452 452 0 5,06 - -
Yavi 780 728 52 8,73 16.528,70 1,25
Total Puna 3.008 2.421 587 33,67 431.239,90 32,58
Humahuaca 1.116 475 641 12,49 11.455,60 0,87
Tilcara 606 54 552 6,78 28.917,90 2,18
Tumbaya 484 281 203 5,42 16.259,20 1,23
Total Quebrada 2.206 810 1.396 24,69 56632,70 4,28
Ledesma 870 32 838 9,74 194.069,50 14,66
San Pedro 248 13 235 2,78 161.431,10 12,20
Santa Bárbara 521 30 491 5,83 197.468,50 14,92
Valle Grande 366 112 254 4,10 78.384,10 5,92
Total Ramal 2.005 187 1.818 22,44 631353,20 47,70
Dr. M. Belgrano 567 356 211 6,35 64.203,50 4,85
El Carmen 819 26 793 9,17 57.796,40 4,37
Palpalá 166 75 91 1,86 52.091,20 3,94
San Antonio 162 33 129 1,81 30.409,50 2,30
Total Valles 1.714 490 1.224 19,19 204500,60 15,45
1.323.726,4
Total 8.933 3.908 5.025 100,00 0 100
Fuentes: Dirección Provincial de Planeamiento, Estadística y Censos (DiPPEC). INDEC, CNA
2008, datos provisorios.

63
Tomando los datos preliminares del CNA 2008, se observa que el porcentaje
de megaestablecimientos productivos aumentó moderadamente,
acentuando la concentración anteriormente mencionada. En este caso, el
1,7 de las EAP detentan el 56,10% del total. El grado de concentración de la
tierra puede apreciarse en el gráfico 1.

Cuadro 8. Cantidad y superficie del total de EAP, por escala de extensión


En porcentajes

Escala de extensión
Cantidad de
de EAP Superficie
EAP
(ha)
Hasta 5 46,60 0,37
5,1 - 10 8,00 0,24
10,1 - 25 9,60 0,64
25,1 - 50 7,70 1,10
50,1 - 100 6,50 1,85
100,1 - 200 5,50 3,16
200,1 - 500 7,80 9,87
500,1 - 1.000 3,90 10,92
1.000,1 - 2.500 2,70 15,75
2.500,1 - 5.000 1,00 13,82
5.000,1 - 10.000 0,40 11,32
Más de 10.000 0,20 30,96
Total 100,00 100,00
Fuentes: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

64
Gráfico 1. Cantidad y superficie del total de EAP, por escala de extensión
En porcentajes

Cantidad de EAP's

2.500 2.000 1.500 1.000 500 0

Más de 20.000
10.000,1 - 20.000
7.500,1 - 10.000
5.000,1 - 7.500
2.500,1 - 5.000
1.000,1 - 2.500
500,1 - 1.000
200,1 - 500
100,1 - 200
50,1 - 100
25,1 - 50
10,1 - 25
5,1 - 10
Hasta 5 has

0 100.000 200.000 300.000 400.000

Superficie (has)

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Esta concentración de tierras en menos manos y con escalas de extensión


más elevadas fue consecuencia de la aparición de nuevos actores en el
mundo agrario, no solo en Jujuy sino en todo el país.
En primer lugar, surgieron nuevas relaciones contractuales, destacándose el
creciente uso de los contratos de arrendamiento, donde los que productores
medianos y grandes arriendan pequeños campos para ampliar su escala de
producción. Junto a estas relaciones contractuales surgieron nuevos
modelos de negocio y actores. El más destacado es el de la figura de los
fideicomisos agropecuarios, más conocidos como pools de siembra. Se trata
fondos comunes de inversión que realizan inversiones agropecuarias,
generalmente arrendando la tierra por campañas determinadas. En general,
diversifican el riesgo sembrando más de un cultivo en distintas zonas
geográficas, con el objetivo de reducir dos tipos de riesgo: el de caídas de
precios de un determinado comodity agropecuario y el vinculado con
siniestros meteorológicos, como heladas o granizo.
Los pools de siembra son uno de los elementos responsables de la
concentración, ya que desplazan a pequeños y medianos productores
mediante contratos de arrendamiento, y suelen abusar de su poder de
mercado al producir y comercializar los cultivos, y se los suele acusar de
empobrecer la calidad de la tierra, ya que no realizan la rotación de cultivos
necesaria para abonar el suelo.

65
Respecto de la superficie implantada, se observa que los cultivos
industriales, con 77.861,70 hectáreas en 2008, representan casi el 50% de
la provincia, y han crecido un 12,8% respecto a las 69.026,80 has
implantadas en 2002. Entre estos cultivos se destacan principalmente el
tabaco y la caña de azúcar, aunque también tienen relevancia otros como
las legumbres. Es de destacar, además, el gran crecimiento que han tenido
las oleaginosas, en particular la soja.

Cuadro 9. Superficie implantada del total de EAP, por grupo de cultivos

Superficie
Cultivos Implantada %
(has)
Cereales para grano 4.891,60 3,13
Oleaginosas 6.149,00 3,93
Industriales 77.861,70 49,78
Cultivos para semillas 363,20 0,23
Legumbres 17.821,80 11,39
Forrajeras anuales 4.007,30 2,56
Forrajeras perennes 2.663,20 1,70
Hortalizas 5.947,30 3,80
Flores de corte 137,00 0,09
Aromáticas, medicinales y condimentarias 1,70 0,00
Frutales 6.586,90 4,21
Bosques y montes 29.906,40 19,12
Viveros 89,40 0,06
Total 156.426,50 100,00
Fuentes: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

En el gráfico 2 se pueden apreciar los porcentajes de variación de la


superficie implantada intercensal por tipo de cultivos que tuvieron lugar en
Jujuy.

66
Gráfico 2. Superficie implantada del total de EAP, por grupo de cultivos

Viveros: 84,33

Bosques y montes: 82,96


Frutales: -22,50

Aromáticas: -58,54
Flores de corte: 0,59
Hortalizas: -20,03

Forrajeras perennes: -57,65


Forrajeras anuales: 75,46

Legumbres: -28,19
Cultivos para semillas: 63,09

Industriales: 12,80
Oleaginosas: 191,70

Cereales: -27,16

-80 -30 20 70 120 170


Porcentajes

Fuente: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Cultivos industriales
La producción de este tipo de cultivos, fuertemente dominada por el azúcar
y el tabaco, ha crecido en forma moderada en estos seis años: de
69.026,80 hectáreas implantadas en 2002 a 77.861,70 en 2008, lo que
significa un aumento del 12,8%. Esta actividad está fuertemente
concentrada. El municipio de Fraile Pintado (departamento de Ledesma)
concentra el 54% de la producción, tomando como referencia CNA 2008. Le
siguen en importancia los municipios de Rodeito, La Esperanza
(departamento de San Pedro) y Monterrico (departamento de El Carmen),
con el 10,4%, 9,8% y 6,9% de participación sobre el total,
respectivamente.
• Tabaco. Según el CNA 2008, el total de hectáreas implantadas
asciendía ese año a 15.758,80, un valor bastante superior a las
14.271,90 de 2002. Del total de la superficie implantada, el 89,23%
se encuentra en el departamento de El Carmen, seguido en
importancia por los de Palpalá, con el 5,51%; San Pedro, con el
2,3%, y San Antonio, con el 2,05%.
• Azúcar. El 65,78% del total de las 62.205,30 hectáreas a nivel
provincial están en Ledesma. También es relevante la participación
de San Pedro, donde se encuentra el 29,55% de la superficie
implantada.

67
Cuadro 10. Superficie implantada de azúcar en EAP con límites definidos
Por departamento

Departamento/Región Hectáreas %

Ledesma 41.181,70 65,78


San Pedro 18.502,60 29,55
Santa Bárbara 637,00 1,02
Valle Grande - -
Total Ramal 60.321,30 96,35
Dr. Manuel Belgrano - -
El Carmen 1.609,00 2,57
Palpalá 275,00 0,44
San Antonio - -
Total Valles 1.884,00 3,01
Total Jujuy 62.605,30 100,00
Fuentes: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Legumbres
A pesar de su destacada producción, su importancia se ha visto mermada
notoriamente. Así, mientras en el CNA 2002 se relevaron 24.816,60
hectáreas implantadas, en 2008 esta superficie se redujo a 17.821,80, lo
que significa una caída del orden del 28,19%. De acuerdo a los datos del
CNA 2008, se ve claramente que las distintas variedades de porotos son las
especies predominantes de este tipo de cultivo, particularmente el poroto
blanco (73,55%), el negro (8,57%) y el colorado (6,85%), que suman el
89% del total.

Cuadro 11. Superficie implantada de legumbres por especie

Legumbre Hectáreas %

Arveja 170,30 0,96


Poroto blanco 13.108,60 73,55
Poroto carioca 27,00 0,15
Poroto colorado 1.221,00 6,85
Poroto negro 1.528,00 8,57
Otros porotos 1.766,00 9,91
Otras legumbres 0,80 0,00
Total 17.821,80 100,00
Fuentes: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

68
Respecto de la ubicación, casi la totalidad de la superficie destinada a las
legumbres se encuentra en la región Valles-Ramal, destacándose sobre el
resto los departamentos de Santa Bárbara (39,88%), San Pedro (37,82 %)
y El Carmen (20,27%).

Cuadro 12. Superficie implantada de legumbres en EAP con límites definidos,


por departamento

Departamento/Región Legumbres % del total

Cochinoca - -
Rinconada - -
Santa Catalina - -
Susques - -
Yavi 0,10 0,00
Total Puna 0,10 0,00
Humahuaca 57,20 0,32
Tilcara 5,40 0,03
Tumbaya 2,10 0,01
Total Quebrada 64,70 0,36
Ledesma - -
San Pedro 6.741,00 37,82
Santa Bárbara 7.107,50 39,88
Valle Grande 2,00 0,01
Total Ramal 13.850,50 77,72
Dr. M. Belgrano 0,50 0,00
El Carmen 3.612,00 20,27
Palpalá 47,00 0,26
San Antonio 247,00 1,39
Total Valles 3.906,50 21,92
Total 17.821,80 100,00
Fuentes: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Cítricos
• Limoneros. En 2002 se relevaron 1.239,50 hectáreas, mientras que
en 2008 la superficie implantada se redujo en un 54,7%, a 561,80
hectáreas. Del relevamiento de 2008 se observa que esta es una
producción muy concentrada, ya que solo cuatro municipios producen
el 84% del total: Fraile Pintado (34,10%), Santa Clara (22,20%),
Palma Sola (20,10%) y El Carmen (8,00%). Del mismo relevamiento
surge que la producción de limones se realiza tanto en grandes
extensiones como en pequeñas y medianas.
• Mandarino. En el censo de 2008 se relevaron 967,80 hectáreas de
superficie implantadas, un 20,60% menos que las 1.218,88 de 2002.

69
El cultivo de mandarinos está aún más concentrado que el de
limoneros, ya que tan solo dos municipios producen el 81,2% del
total provincial: Yuto (52,50%) y Palma Sola (28,70%). A diferencia
de la producción de limones, la de mandarino es claramente más
atomizada, realizándose en EAP de pequeña y mediana extensión.
• Naranjo. Este es el cítrico más importante en la estructura
agropecuaria de la provincia de Jujuy, y el que menos redujo su
producción entre 2002 y 2008. En el primero de esos CNA se
relevaron 3.730,10 hectáreas de superficie implantadas con naranjos,
mientras en 2008 se relevó un 9,30% menos, 3.382,50 hectáreas. Al
igual que en el caso de mandarinos, la concentración geográfica de
naranjos es muy alta, con tres municipios que producen el 83,80%
del total: Fraile Pintado (50,50%), Yuto (21,30%) y Palma Sola
(12,00%). La escala de producción de naranjos se realiza en EAP de
mediana a gran extensión, a diferencia de lo que ocurre en los casos
de los limones y los mandarinos, característica que es más visible en
el departamento de Ledesma.
• Pomelo. La producción de este cítrico también ha mermado
significativamente entre ambos censos. En 2008 se relevaron 326,30
hectáreas implantadas, un 34,80% menos que las 500,80 del CNA
2002. La concentración de la producción en términos geográficos es
alta, pero no tanto como en el caso de los mandarinos o y los
naranjos. Cuatro municipios producen el 88,75% del total: Fraile
Pintado (47,47%), Santa Clara (18,39%), El Piquete (11,65%) y Yuto
(11,25%). El patrón de concentración del cultivo de pomelos se
asemeja al de los limones. En general, la producción se realiza en
EAP medianas a grandes, por lo que se ubica en un punto intermedio
entre la producción de mandarinos (escala pequeña a mediana) y
naranjos (escala mediana a grande).

Frutales
Todos los cultivos frutales, sin excepción, han disminuido entre 2002 y
2008, pero al no tratarse de cultivos importantes en la provincia 9, dicha
reducción tiene un impacto muy poco significativo en el agro jujeño.
• Manzano. En 2002 se relevaron solamente 31,40 hectáreas,
mientras que en 2008 esa superficie se redujo a 27,90, lo que
equivale a un 11,1% menos. Actualmente los municipios que lideran
la implantación de este cultivo son Tilcara (18,64%), Abralaite
(17,92%), Humahuaca (16,85%) y Purmamarca (10,75%), en
porcentajes del total provincial.
• Membrillo. Es un cultivo totalmente insignificante: 2,00 hectáreas
implantadas relevadas por el CNA 2008, un 31% menos que las 2,90
registradas en 2002. Tampoco es un cultivo demasiado concentrado:
los principales municipios que lo producen son Yala (50%),
Purmamarca (15%), Huacalera (15%) y Volcán (15%).
9
Queda claro, no obstante, que las escalas de producción de los frutales suelen ser más pequeñas, por
las propias características del cultivo, que la de los cultivos industriales o las oleaginosas.

70
• Peral. La producción de este cultivo también es poco significativa. En
2002 se relevaron solo 12,10 hectáreas, y en 2008 7,80, un 35,50%
menos. Como en el caso de los manzanos, los municipios más
importantes son Purmamarca (28,21%), Yala (24,36%), Huacalera
(14,19%), Humahuaca (14,19%) y Tilcara (10,26%).
• Ciruelo. Este es uno de los frutales que mayor caída ha registrado:
de 39,90 hectáreas en 2002 a 21,20 en 2008, lo que significa una
disminución del 46,90%. A diferencia de los anteriores frutales, el
ciruelo está notoriamente más concentrado en términos geográficos,
ya que tres municipios producen el 97% del total provincial: Yala
(71,23%), Tilcara (18,40%) y San Salvador de Jujuy (6,55%).
• Damasco. Este es el cultivo que más mermó en el período
intercensal: un 80,70%. De las 8,30 hectáreas relevadas en 2002 se
pasó a 1,60 en 2008. La poca cantidad de superficie implantada
conlleva, naturalmente, a una importante concentración productiva:
solo los municipios de Monterrico 62,5%) y Purmamarca (31,25%)
concentran el 93,75% del total provincial.
• Duraznero-Early Grand. Este es el cultivo cuya producción
disminuyó menos entre todos los frutales: tan solo un 6,40%. En
2002 se relevaron 46,70 hectáreas, mientras que en 2008, 43,70. No
es un cultivo concentrado, ya que existen participaciones
significativas (de alrededor del 5%) en ocho municipios. Los más
importantes son El Piquete (21,74%), El Carmen (16,25%), Palma
Sola (16,02%), Pampa Blanca (13,73%) y Yala (11,21%).
• Duraznero–Flordaking. Este frutal tiene una gran relevancia en el
agro jujeño. En 2002 se registraron 334,40 hectáreas implantadas,
mientras que el CNA 2008 mostró que esa superficie se redujo a
222,50 hectáreas, un 33,50% menos. Tampoco es un cultivo
particularmente concentrado, siendo los municipios más importantes
en su implantación Perico (22,61%), Puesto Viejo (18,20%), Palma
Sola (14,92%), Monterrico (13,48%), Pampa Blanca (13,03%) y San
Antonio (9,44%).
• Duraznero (otras variedades). Al igual que en el caso anterior,
este frutal se ha reducido significativamente: de las 226,10 hectáreas
relevadas en 2002, se registraron en 2008 un 42,90% menos, es
decir 129,00 hectáreas. Los municipios más importantes son El
Carmen (17,91%), Tilcara (15,27%), Huacalera (13,95%), Tumbaya
(10,31%) y Purmamarca (9,61%).

Oleaginosas
Este es uno de los cultivos que más ha incrementado su producción entre
ambos censos. Las 2.108 hectáreas implantadas que se relevaron en 2002,
aumentaron el 191,70% en los siguientes seis años, llegando a 6.149 en
2008. Es evidente que la variedad que ha motorizado este aumento fue la
soja. Palma Sola, El Carmen, Santa Clara y San Pedro de Jujuy son los
municipios que lideran la producción de oleaginosas en general, en ese

71
orden, concentrando entre los cuatro más del 74% del total provincial, con
3.386 hectáreas implantadas.

Hortalizas
Al comparar los dos censos agropecuarios, se observa que en seis años la
producción de hortalizas se redujo notablemente, un 20,03%. De las 7.436,70
hectáreas implantadas entre el 1º de julio de 2001 y el 30 de junio de 2002
(período de referencia del CNA 2002), se pasó a 5.947,30 en 2008.

Forrajeras perennes
Entre los relevamientos de 2002 y 2008 hubo una notable reducción de
producción de forrajeras perennes: un 57,65%. En el primer CNA de
referencia se registraron 6.289,10 hectáreas implantadas, mientras que en
2008 ese número descendió a 2.663,20. Este es uno de los cultivos más
dispersos y menos concentrados de la economía jujeña, producido en 41 de
los 60 municipios de la provincia. El productor líder es el municipio de La
Quiaca, que concentra el 19,90% del total, seguido por Cangrejillos
(9,72%), San Antonio (9,41%) y Barrios (7,93%).

Forrajeras anuales
Mientras que el CNA 2002 registró 2.283,90 hectáreas implantadas, el
relevamiento de 2008 relevó 4.007,30, lo cual implica un aumento del 75,46%.
Más de tres cuartas partes de la producción de estas forrajeras se realiza en tres
municipios: Perico (32,30%), San Antonio (25%) y Monterrico (19,10%). La
participación geográfica no ha variado, ya que en 2002 El Carmen también fue
el departamento con mayor superficie implantada.

Cereales para granos


La producción de estos cultivos ha decaído un 27,16% entre ambos
relevamientos: las 6.715,50 hectáreas registradas en 2002 cayeron a
4.891,60 seis años después. De todos estos cereales, el más importante es
el maíz, representando más del 80% del total. Los municipios productores
de cereales para granos más importantes son San Pedro de Jujuy
(24,77%), Palma Sola (19,65%), El Piquete (11,74%), San Antonio
(7,99%) y Rodeito (7,20%). En 2002, los departamentos más importantes
en cantidad de superficie implantada eran El Carmen y San Pedro.

Producción comercial de semillas


La de semillas para cultivos es otra de las producciones que aumentaron
entre ambos censos: de 222,70 hectáreas relevadas en 2002 se pasó a
363,20 en 2008, lo que equivale a un aumento del 63,10%. Esta actividad

72
está sumamente concentrada: más del 82% se produce en el municipio de
San Pedro de Jujuy.

Ganadería

En lo referente a la actividad ganadera, ésta se realiza en la provincia con


un esquema tradicional y de baja eficiencia productiva. El ganado bovino se
concentra en el subespacio Valles-Ramal, mientras que en la Puna y la
Quebrada se concentra la mayoría del ganado lanar y la cría de caprinos. La
región Puna posee casi la totalidad de los camélidos de la provincia.
Uno de los problemas críticos que afectan el desarrollo de la producción
ganadera, especialmente en la Quebrada y la Puna, son las irregularidades
en la tenencia de la tierra y la falta de titularización. Otras limitantes se
hallan en los sistemas tradicionales de manejo, en la escasa información y
conocimiento de instancias comerciales por parte de los empresarios, como
también el alto costo del transporte y su baja frecuencia y calidad.

Cuadro 13. Número de cabezas por especie, por departamento

Bovinos Ovinos Caprinos Llamas


Departamento/Región
Cabezas % Cabezas % Cabezas % Cabezas %
Cochinoca 9.588 11,60 64.079 17,00 30.689 21,80 36.164 25,70
Rinconada 207 0,30 53.077 14,10 7.995 5,70 27.278 19,40
Santa Catalina 41 0,00 67.802 18,00 9.670 6,90 24.087 17,10
Susques 455 0,60 14.071 3,70 26.969 19,20 22.100 15,70
Yavi 2.775 3,40 85.427 22,70 3.758 2,70 27.903 19,80
Total Puna 13.066 15,80 284.456 75,50 79.081 56,30 137.532 97,60
Humahuaca 3.734 4,50 49.535 13,20 25.651 18,30 2.137 1,50
Tilcara 3.607 4,40 7.391 2,00 6.242 4,40 7 0,00
Tumbaya 4.859 5,90 16.444 4,40 15.437 11,00 1.156 0,80
Total Quebrada 12.200 14,80 73.370 19,50 47.330 33,70 3.300 2,30
Ledesma 2.738 3,30 308 0,10 132 0,10 - 0,00
San Pedro 5.382 6,50 657 0,20 2.251 1,60 - 0,00
Santa Bárbara 12.029 14,60 598 0,20 1.367 1,00 - 0,00
Valle Grande 9.594 11,60 3.483 0,90 148 0,10 - 0,00
Total Ramal 29.743 36,10 5.046 1,30 3.898 2,80 0,00
Dr. M. Belgrano 10.771 13,10 11.694 3,10 8.725 6,20 47 0,00
El Carmen 4.533 5,50 599 0,20 509 0,40 3 0,00
Palpalá 4.513 5,50 741 0,20 277 0,20 - 0,00
San Antonio 7.648 9,30 717 0,20 647 0,50 - 0,00
Total Valles 27.465 33,30 13.751 3,70 10.158 7,20 50 0,00
Total 82.474 100,00 376.623 100,00 140.467 100,00 140.882 100,00
Fuentes: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

73
Bovinos
El ganado bovino se concentra en el subespacio Valles-Ramal, donde se
encuentra casi el 70% del total de las cabezas, especialmente en los
departamentos de Santa Bárbara, Dr. Manuel Belgrano, Valle Grande y San
Antonio, ya que allí están las zonas húmedas con pasturas adecuadas.
Las existencias de ganado bovino para ambos tipos de EAP en 2002 eran de
86.496 cabezas, mientras que en 2008 esa cifra se redujo a 82.474, un
4,6% menos. Las mermas más importantes se dieron en el ámbito de las
EAP con límites no definidos, pasando de 44.276 cabezas en 2002 a tan solo
28.571 en 2008, un 35,5% menos. Las EAP con límites definidos, en
cambio, aumentaron su producción: de las 42.220 cabezas en 2002 se pasó
a 53.903 en 2008, un 27,7% más.
San Antonio, Palma Sola, San Salvador de Jujuy, Abra Pampa, Yala, Palpalá,
son los principales municipios productores, su participación en cada uno de
estos casos es medianamente baja: 9,27%, 7,51%, 7,16%, 5,95%, 5,90%
y 5,47%, respectivamente.

Ovinos
La mayoría del ganado lanar se concentra en las regiones Puna y Quebrada,
que conjuntamente poseen el 95% del total de cabezas de Jujuy (2008).
Los ovinos se usan con un doble propósito, para carne y lana, aunque los
rendimientos de lana por animal son bajos. Comparando la cantidad de EAP
en ambos censos, se observa que en el período se ha dado un proceso de
relativa concentración: de los 1.075 EAP con límites definidos relevados en
2002, se pasó a 937 en 2008, lo que significa un 12,8% menos. En cabezas
de ganado la caída es aún mayor: 453.515 en 2002 versus 376.623 en
2008, equivalente a un 16,95 % menos. Los municipios más importantes en
cantidad de cabezas (en EAP con y sin límites definidos) son Rinconada
(12,28%), Cieneguillas (10,37%), Abra Pampa (10,12%), La Quiaca
(9,49%) y Humahuaca (7,98%). Entre todos, suman el 50,24% del total
provincial. Estos números confirman que la Puna y la Quebrada son las
zonas más importantes en la cría de ganado ovino.

Caprinos
En cuanto a los caprinos, en el año 2008 la Puna y la Quebrada
concentraron en conjunto el 90% del total de cabezas de la provincia. No
obstante, comparando ambos censos agropecuarios, se verifica una
disminución importante, de 152.952 cabezas en 2002 a 140.467 en 2008.
Los municipios más importantes en cantidad de cabezas son Abra Pampa
(13,75%), Humahuaca (13,30%), Coranzulí (8,53%), Susques (8,04%),
Purmamarca (5,81% ) y Yala (5,29%).
Con excepción de los seis mencionados, existe una importante cantidad de
municipios que poseen una producción pareja, hacia las partes medias de la
distribución.

74
Llamas
En toda la provincia de Jujuy, la cantidad de EAP con límites definidos que
se dedican a la cría de llamas se ha visto prácticamente inalterada en los
seis años que mediaron entre ambos censos: 483 registradas en 2002 y
479 en 2008, tan solo un 0,8% menos. En cambio ha habido un aumento
importante en cabezas, lo que indica que los EAP relevados han
intensificado la producción: mientras que en 2002 se registraron 108.413,
en 2008 la cifra número ascendió a 140.882, un 29,95% más.
Los municipios más importantes en cantidad de cabezas producidas
pertenecen todos a la región Puna (en EAP con y sin límites definidos): Abra
Pampa (14,48%), Rinconada (9,64%), La Quiaca (9,26%) y Coranzulí
(7,83%).

Porcinos
El ganado porcino tiene poca relevancia en toda la provincia. El número
total de cabezas asciende a 9.745, según datos provisorios del CNA 2008.
Es una actividad con muy poca concentración, diversificada en muchos
municipios. Los más importantes son La Esperanza (12,12%), Palpalá
(10,12%), San Salvador de Jujuy (8,85%), Monterrico (8,62%), Vinalito
(7,14%) y San Pedro de Jujuy (6,71%).

Exportaciones

Según datos provisorios proporcionados por el INDEC, en el año 2008 las


exportaciones de la provincia de Jujuy alcanzaron aproximadamente los 332
millones de dólares, un 20% más que los 276 millones registrados en 2007.
Analizando los últimos cinco años, se advierte un aumento pronunciado de
los valores exportados, pasando de 138 millones en 2004 a los
mencionados 332 de 2008.

75
Gráfico 3. Evolución de las exportaciones de la provincia de Jujuy
(2004-2008)

350
286
300
332
250
276
Mill. de200
U$S 206
FOB 150
138
100

50

0
2004 2005 2006 2007 2008

Año

Fuente: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Si se analiza la composición de las exportaciones por grandes rubros, para


el año 2008 se destacan las ventas de productos primarios (PP), con el
58,4% del total, seguidos por manufacturas de origen industrial (MOI), con
el 23,5%, y por manufacturas de origen agropecuario (MOA), con el 18,1%.

Cuadro 14. Exportaciones de la provincia de Jujuy por grandes rubros


(2004-2008)

Total general (millones de u$s FOB)


Rubro
2004 2005 2006 2007 2008
Productos primarios (PP) 87 94 125 163 194
Manufacturas de origen agropecuario (MOA) 30 77 113 49 60
Manufacturas de origen industrial (MOI) 21 35 48 64 78
Combustibles y energía - - - - -
Total Jujuy 138 206 286 276 332
Fuente: INDEC.

De la observación por complejos exportadores para el año 2008, el primer


lugar en importancia es ocupado por el tabacalero, con el 30% del total
exportado, seguido del hortícola (13%), frutícola (8%), celulósico-papelero
(5%) y siderúrgico (4%).

76
Cuadro 15. Exportaciones de la provincia de Jujuy por complejos
Año 2008

Miles de Participación
Complejo
dólares (%)
Resto exportaciones 129.770 39,00
Tabaco 98.811 30,00
Hortícola 41.965 13,00
Frutícola 26.220 8,00
Celulósico-papelero 16.621 5,00
Siderúrgico 13.952 4,00
Otras exportaciones forestales 4.877 1,00
Maderero 110 -
Triguero 14 -
Aceite de algodón 9 -
Lanero, cueros y pieles 3 -
Petróleo y gas - -
Total Jujuy 332.352 100,00
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Gráfico 4. Exportaciones de la provincia de Jujuy por complejos


Año 2008
En porcentajes

5 4 1
8
39
13

30

Resto exportaciones Tabaco


Hortícola Frutícola
Celulósico-papelero Siderúrgico
Otras exportaciones forestales

Fuente: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

77
Sobre los destinos de las exportaciones, según datos de 2007, el comprador
más relevante es la Unión Europea, con el 31% del total de las
exportaciones jujeñas. Le siguen Brasil (17%), resto de América (10%),
resto del Mercosur (10%), EE.UU. (8%) y Chile (7%). Con una importancia
menor se ubican el resto de los países del mundo (5%), Rusia (4%), África
(3%) y China (3%).

Gráfico 5. Exportaciones de la provincia de Jujuy por destino


Año 2007
En porcentajes

África: 3

Rusia: 4

Resto del mundo: 5 China: 3


UE: 3
Chile: 7

EE.UU.: 8

Brasil: 17
Resto del Mercosur: 10

Resto de América: 10

Fuente: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Especialización10

De acuerdo a la metodología utilizada para la elaboración del presente


relevamiento, se puede afirmar que la provincia de Jujuy posee una
especialización superior a la media nacional en términos absolutos.
Los resultados de la aplicación de los índices de especialización relativa
utilizados (IERK, IEPR11) arrojaron conclusiones similares, por lo que se
puede aseverar que Jujuy se especializa fundamentalmente en actividades
del sector primario de la economía y en los sectores industriales de escasa

10
En la elaboración del presente mapa de desarrollo de la provincia de Jujuy, se trabajó con información
de empleo proveniente del Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) en base al SIJP,
para el año 2008. Los indicadores de especialización analizados son tres: índice de especialización
absoluta de Herfindahl (IEAH), el índice de especialización relativa de Krugman (IERK) y el coeficiente de
localización o índice de especialización productiva relativa (IEPR). (Ver Anexo I).

11
Ver Anexo I.

78
complejidad (agricultura y ganadería, alimentos, minería y cultivos
industriales, como tabaco y azúcar).
Esta especialización se comprueba tanto al comparar la provincia de Jujuy
con el promedio del país como con la región del Norte Grande. Sin embargo,
al cotejar el resultado del IERK de Jujuy respecto del NG con el obtenido
respecto del país, se advierte que el primero toma un valor más bajo: 0,41
contra 0,61.
Esto indica que la provincia de Jujuy tiene un nivel más bajo de
diferenciación en su estructura productiva respecto del NG que a nivel
nacional, lo que puede explicarse debido a que muchas de las provincias del
norte comparten algunas características —como el clima, la topografía, etc.
— que condicionan su estructura productiva y las hace similares.

Variables poblacionales

La población total de la provincia de Jujuy, según el censo nacional de


2001, es de 611.888 habitantes, lo que representa el 1,69% del total del
país. La densidad demográfica en la provincia es de 11,5 hab/km²,
levemente inferior al promedio nacional (9,92 hab/km²), aunque con
notorias diferencias sub-regionales. La población urbana asciende al 85%
del total.
El Censo 2001 refleja también que Jujuy es la provincia del país con mayor
cantidad de pobladores originarios: en 14.935 de los hogares (10,5% del
total) vive al menos una persona aborigen o descendiente de ellos, siendo
dicho porcentaje casi cuatro veces superior a la media del país.
Como se mencionó, la población se distribuye de manera poco uniforme en
el territorio: solamente cuatro de sus 16 departamentos, Dr. Manuel
Belgrano, San Pedro, Palpalá y Ledesma, concentran el 76,72% de la
población total.
Como se observa en el cuadro 16, San Salvador (capital provincial y
cabecera del departamento Dr. Manuel Belgrano) y Palpalá conforman el
aglomerado urbano más importante, que suma el 46,78% de la población
de la provincia12, además de concentrar las principales funciones político-
administrativas públicas y privadas.
El crecimiento demográfico ha tenido un ritmo superior al del conjunto del
país, principalmente a consecuencia de una tasa de natalidad superior al
promedio nacional y una tasa de mortalidad relativamente baja.
El análisis del crecimiento intercensal de la población total muestra una
interesante distribución en todo el territorio de departamentos, con un
crecimiento superior al 15%.
Las excepciones al crecimiento poblacional son algunos pocos
departamentos, como Rinconada, que perdió casi el 24% de su población a

12
El Gran San salvador incluye no solo la ciudad Capital y Palpalá sino hasta la población de Yala, que se
encuentran a 10 km de San Salvador.

79
causa de la pérdida y fuerte disminución de su principal fuente laboral,
Minas Pirquitas.
Si se restringe el análisis al crecimiento de la población urbana intercensal
1991-2001, se observa que este fue en promedio del 24,37%, donde se
destacan Santa Bárbara y Tilcara con un crecimiento de 135,11% y
121,71%, respectivamente.

Cuadro 16. Población de Jujuy, por departamentos y regiones


Año 2001

Población
Departamento/Región
% de la
Total % del país
provincia
Yavi 18.160 2,97 0,05
Cochinoca 12.111 1,98 0,03
Santa Catalina 3.140 0,51 0,01
Rinconada 2.298 0,38 0,01
Susques 3.628 0,59 0,01
Total Puna 39.337 6,43 0,11
Humahuaca 16.765 2,74 0,05
Tilcara 10.403 1,70 0,03
Tumbaya 4.553 0,74 0,01
Total Quebrada 31.721 5,18 0,09
Ledesma 75.716 12,37 0,21
San Pedro 71.037 11,61 0,20
Santa Bárbara 17.115 2,80 0,05
Valle Grande 2.386 0,39 0,01
Total Ramal 166.254 27,17 0,46
Dr. Manuel Belgrano 238.012 38,90 0,66
El Carmen 84.667 13,84 0,23
Palpalá 48.199 7,88 0,13
San Antonio 3.698 0,60 0,01
Total Valles 374.576 61,22 1,03
Total Jujuy 611.888 100,00 1,69
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

80
Cuadro 17. Crecimiento de la población urbana, por departamentos
Período 1991-2001

Población Variación
urbana relativa
Departamento total 1991/2001
1991 2001 (%)
Cochinoca 5.398 7.496 38,87
El Carmen 40.647 57.782 42,16
Dr. Manuel Belgrano 180.102 233.152 29,46
Humahuaca 12.326 11.140 -9,62
Ledesma 64.826 71.976 11,03
Palpalá 39.822 45.184 13,46
Rinconada - - -
San Antonio - - -
San Pedro 55.538 61.184 10,17
Santa Bárbara 5.019 11.800 135,11
Santa Catalina - - -
Susques - - -
Tilcara 2.976 6.598 121,71
Tumbaya - - -
Valle Grande - - -
Yavi 11.499 13.761 19,67
Total provincia 418.153 520.073 24,37
Fuente: INDEC, Censos de población 1991 y 2001.

81
Figura 2. Crecimiento de la población urbana, por departamentos
Período 1991-2001

Fuentes: DiPPEC. INDEC, censos poblacionales 1991 y 2001.

Empleo

La información de empleo por departamento corresponde al Censo 2001,


por lo que resulta desactualizada. No obstante, más allá de los valores
concretos, la tendencia actual parece ser la misma. Los departamentos de
la Puna son los que peores condiciones enfrentan.

82
Figura 3. Tasa de empleo, por departamentos
Año 2001

Fuentes: DiPPEC. INDEC, censos poblacionales 1991 y 2001.

Los datos actualizados sobre el mercado de trabajo solo existen para el


conglomerado Jujuy-Palpalá, el principal de la provincia.
Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC, la tasa de
actividad durante el tercer trimestre de 2009 llegó a 40,5%, levemente
superior al 40,4% registrado en igual período de 2008, pero muy inferior si
se la compara al 42,1% del segundo trimestre de 2009.
Una tendencia similar muestra la tasa de empleo, que llegó a 38,1% en el
tercer trimestre de 2009, por encima del 37,5% del mismo período de 2008
e inferior al 39,2% registrado en 2009.
Contrariamente a la tendencia nacional, donde la tasa de desocupación pasó
del 8,8% al 9,1%, en Jujuy-Palpalá la desocupación mostró una tasa del 6%
en la última medición, 0,8 puntos porcentuales menos que la registrada en
el segundo trimestre de 2009, cuando había alcanzado el 6,8%.

83
En cuanto a la subocupación, viene registrando un importante aumento
desde el tercer trimestre de 2008, cuando se ubicaba en el 10,6%, hasta
llegar al 14,6% de la última medición, en el tercer trimestre de 2009.

Cuadro 18. Principales tasas de situación laboral


Conglomerado San Salvador-Palpalá

Actividad Empleo Desocupación Subocupación


Año
2.o trim. 3.er trim. 2.o trim. 3.er trim. 2.o trim. 3.er trim. 2.o trim. 3.er trim.

2008 40,50 40,40 37,20 37,50 8,00 7,10 14,40 10,60


2009 42,10 40,50 39,20 38,10 6,80 6,00 11,60 14,60
Fuente: INDEC, EPH.

Respecto de la informalidad, si bien no existen datos oficiales, se estima


que el PBG generado por la economía informal sería equivalente al PBG
formal (Plan Estratégico Territorial, PET, Jujuy)13.

Hogares en situación de precariedad

El 28,8% de la población de la provincia de Jujuy tiene alguna necesidad


básica insatisfecha14. Al tomar las mediciones de los hogares, ese
porcentaje es algo menor: 26,1%.

13
El presente proyecto incluye un documento dedicado especialmente a este aspecto.
14
En argentina, se considera una población con necesidades básicas insatisfechas (NBI) a la que
presenta alguna de las siguientes condiciones: 1) Más de tres personas viviendo en una misma
habitación; 2) alojamiento en viviendas precarias o de inquilinato; 3) falta en la vivienda de retrete con
descarga de agua, y 4) existencia en la familia de algún niño entre 6 a 12 años que no vaya a la escuela.

84
Cuadro 19. Hogares y población con NBI, por departamentos
Año 2001

Hogares con Población con


Departamento/Región
NBI (%) NBI (%)
Yavi 28,70 29,00
Cochinoca 33,30 36,40
Santa Catalina 38,80 38,60
Rinconada 44,10 46,10
Susques 42,00 41,60
Total Puna 32,90 34,20
Humahuaca 29,30 30,20
Tilcara 30,90 33,40
Tumbaya 31,80 34,00
Total Quebrada 30,20 31,80
Ledesma 30,10 33,40
San Pedro 27,70 30,90
Santa Bárbara 42,00 46,20
Valle Grande 46,50 47,20
Total Ramal 30,50 33,90
Dr. Manuel Belgrano 18,90 20,90
El Carmen 35,50 38,80
Palpalá 23,60 25,50
San Antonio 34,60 37,40
Total Valles 23,20 25,70
Total Jujuy 26,10 28,80
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

85
Figura 4. Hogares y población con NBI, por departamentos
Año 2001

Fuentes: DiPPEC. INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Las situaciones de precariedad habitacional más frecuentes en los hogares


son el hacinamiento y la irregularidad en la tenencia de la propiedad 15.
El 10,48% de los hogares jujeños se encuentra en condición de
hacinamiento, un porcentaje muy superior al promedio nacional de 4,78%.
Los departamentos que más sufren la precariedad son Santa Bárbara
(17,03%), El Carmen (15,8%) y Susques (15,47%). En el otro extremo, los
mejores indicadores se dan en Yavi (6,89%) y Dr. Manuel Belgrano
(8,07%).
En cuanto a la irregularidad en la tenencia de la vivienda, el porcentaje
promedio de Jujuy (34,03%) no difiere demasiado del promedio registrado
para Argentina (29,36%).
15
Por hacinamiento se entiende la existencia de más de tres personas por cuarto, mientras que se
considera tenencia irregular si se es únicamente propietario de la vivienda, ocupante por préstamo,
cesión o permiso, de hecho y otros.

86
Cuadro 20. Hogares particulares con hacinamiento crítico, por departamentos
Año 2001

Hogares con hacinamiento crítico


Departamento Total de hogares
Cantidad %

Yavi 4.398 303 6,89


Cochinoca 2.754 340 12,35
Santa Catalina 742 75 10,11
Rinconada 562 66 11,74
Susques 724 112 15,47
Humahuaca 3.848 334 8,68
Tilcara 2.412 258 10,70
Tumbaya 1.077 88 8,17
Ledesma 16.895 2.191 12,97
San Pedro 16.993 1.796 10,57
Santa Bárbara 3.776 643 17,03
Valle Grande 649 67 10,32
Dr. Manuel Belgrano 56.648 4.573 8,07
El Carmen 18.509 2.924 15,80
Palpalá 10.654 963 9,04
San Antonio 918 98 10,68
Total Jujuy 141.559 14.831 10,48
Total país 10.073.625 481.620 4,78
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

87
Cuadro 21. Hogares particulares con situaciones irregulares
de tenencia de vivienda
Año 2001

Hogares con situaciones irregulares de tenencia


Total de hogares
Cantidad %
Jujuy 141.559 48.175 34,03
Argentina 10.073.625 2.958.117 29,36
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

A la mencionada precariedad debe sumarse la alta carencia de servicios


básicos: cloacas, electricidad, agua por red y gas natural. En concreto, el
36,8% del total de los hogares no tiene acceso a cloacas, siendo este
porcentaje crítico en los departamentos de la región Puna (79,6%) y menos
grave aunque elevado en los departamentos más ricos y poblados, como
Palpalá (15%), Ledesma (23%) y Dr. Manuel Belgrano (24,8%).
En cuanto a la provisión de energía eléctrica y agua corriente, el 9,2% y el
7,2% de los hogares carecen de las mismas, respectivamente. La condición
de ruralidad existente en la Puna y en departamentos como Valle Grande es
compatible con la falta de estos servicios en la mayoría de los
departamentos de la región (con excepción de Yavi, por ser allí muy
importante el turismo). En contraposición, las áreas urbanas como las de la
región Valles, Yavi y la industrial Ledesma cuentan con estos servicios casi
en su totalidad. En cuando al servicio de gas natural, la mayoría de los
departamentos no lo recibe, y el porcentaje promedio de hogares que
carecen de este combustible para la provincia es elevado (49,4%). La única
excepción es el departamento de Dr. Manuel Belgrano, donde el porcentaje
de carencia es relativamente bajo (26,1%) comparado al resto de la
provincia. Una de las consecuencias de estas deficiencias es que los
pobladores están expuestos a altos y permanentes riesgos de contraer
enfermedades de todo tipo.

88
Cuadro 22. Provisión de cloacas, electricidad, agua y gas, por departamentos
Año 2001
En porcentajes

Hogares Hogares
Hogares sin Hogares sin
Departamento/Región sin agua sin gas
cloacas electricidad
corriente natural

Yavi 51,20 0,20 12,90 100,00


Cochinoca 83,40 33,00 23,50 100,00
Santa Catalina 100,00 46,90 45,70 100,00
Rinconada 100,00 62,40 49,70 100,00
Susques 100,00 38,40 30,80 100,00
Total Puna 79,60 30,30 23,00 100,00
Humahuaca 52,70 24,70 23,40 70,50
Tilcara 82,00 18,00 14,60 100,00
Tumbaya 73,50 36,40 33,00 100,00
Total Quebrada 65,10 24,30 21,90 84,20
Ledesma 23,00 7,80 2,60 53,10
San Pedro 32,60 11,00 11,20 48,10
Santa Bárbara 70,70 13,20 10,70 100,00
Valle Grande 100,00 52,90 50,80 100,00
Total Ramal 33,90 11,00 8,50 56,70
Dr. Manuel Belgrano 24,80 3,20 1,50 26,10
El Carmen 52,00 4,90 4,40 46,10
Palpalá 15,00 2,90 2,10 54,70
San Antonio 68,50 12,90 34,40 100,00
Total Valles 29,70 3,60 2,60 34,60
Total 36,80 9,20 7,20 49,40
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

89
Figura 5. Provisión de cloacas, energía eléctrica, agua corriente y gas natural,
por departamentos
Año 2001

Fuentes: DiPPEC. INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

90
Variables educativas

En la provincia de Jujuy, las unidades educativas de educación formal


pasaron de 988 en el año 2000 a 1.084 en 2004, lo que significó un
incremento del 9,72%. En tanto, en la década transcurrida entre 1995 y
2004, el personal docente se incrementó en un 35,4%, pasando de 12.352
a 16.722 (INDEC).
En cuanto al rendimiento del sistema educativo, las tasas de promoción
efectiva de los niveles primario y EGB 1 y 2 era en 2005 del 94,7 %,
mientras que para el EGB 3 era de 78,6% y de solo el 71,5% para el nivel
medio/polimodal.

Cuadro 23. Tasa de promoción efectiva, por departamento y nivel educativo


Año 2005
En porcentajes

Departamento Primario EGB 1 y 2 EGB 3 Polimodal Medio

Yavi 93,50 93,20 83,50 80,20 80,70


Cochinoca 93,20 93,50 82,20 67,20 66,40
Santa Catalina 88,90 89,20 66,90 75,40 60,70
Rinconada 88,80 88,90 79,20 70,30 59,40
Susques 96,30 97,10 79,10 87,80 79,70
Humahuaca 96,90 97,00 75,90 71,40 69,80
Tilcara 95,50 94,80 85,90 68,00 70,60
Tumbaya 96,20 950 68,60 74,40 75,50
Ledesma 93,00 92,50 76,30 72,70 71,10
San Pedro 93,20 93,40 75,50 64,50 65,90
Santa Bárbara 89,90 89,50 81,50 68,70 71,30
Valle Grande 90,20 91,10 55,80 80,50 81,50
Dr. Manuel Belgrano 95,90 96,00 79,30 72,70 73,00
El Carmen 95,20 95,10 81,30 78,00 75,90
Palpalá 96,90 96,40 77,20 64,50 66,10
San Antonio 93,60 93,10 60,40 64,30 65,60
Total 94,70 94,70 78,60 71,50 71,50

Fuente: Dirección de Estadísticas Sectoriales, sobre datos de la Dirección Nacional de


Información y Evaluación de la calidad Educativa, Ministerio de Educación de la Nación
(2006).

91
Figura 6. Población total con secundario incompleto / Establecimientos educativos

Fuentes: DiPPEC. INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

92
Figura 7. Población total sin instrucción / Establecimientos educativos

Fuentes: DiPPEC. INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

El deterioro y la gravedad del estado del sistema educativo de Jujuy no es


nuevo sino consecuencia de largos años de precariedad y falta de inversión.
Esto queda reflejado en la cantidad de habitantes mayores de 15 años que
no poseen ningún tipo de instrucción que, según el Censo Nacional 2001,
ascendía a 23.856 personas (casi el 6% del total de las 400.224 personas
de ese grupo etario), a los que deben sumarse las 65.691 personas
(16,4%) que no habían concluido el nivel primario, lo que hace un total de
casi 90.000 habitantes mayores de 15 años (22,37%) con escasa
formación.
Analizando en detalle los datos, hay que destacar que la Puna presenta los
peores indicadores educativos. En esta región, el 65,4% del total de los
habitantes mayores de 15 años ni siquiera empezó el nivel secundario. Este
porcentaje surge de sumar las personas sin instrucción (10,3% del total),
las que, como máximo, abandonaron el primario antes de terminar (28,2%)
y las que llegaron como máximo a culminar la escuela primaria pero no

93
empezaron el nivel medio (26,9%). Los departamentos puneños que
enfrentan las peores condiciones en este aspecto son Rinconada y Santa
Catalina.
En el otro extremo, los mejores indicadores se presentan en los Valles,
debido a la presencia de ciudades con mejor nivel de desarrollo, como San
Salvador y Palpalá. En esta región, el total de los habitantes mayores de 15
años que ni siquiera empezó el nivel secundario asciende al 40,2% (5% de
personas sin instrucción, más 21,5% que no completaron el primario más
13,6% que llegaron culminaron la escuela primaria pero no empezaron el
nivel medio alto). Dichos porcentajes son elevados, pero muy inferiores a
los registrados en el resto de la provincia.

Cuadro 24. Niveles de instrucción, por departamento


Año 2001

Máximo nivel de instrucción alcanzado


Población
total de Sin Primario
Departamento/Región
15 años instrucción Incompleto Completo
o más
Total % Total % Total %
Yavi 11.135 1.321 11,9 2.363 21,20 2.613 23,50
Cochinoca 6.854 524 7,60 1.992 29,10 2.105 30,70
Santa Catalina 1.623 275 16,90 666 41,00 443 27,30
Rinconada 1.256 148 11,80 545 43,40 406 32,30
Susques 1.889 81 4,30 550 29,10 843 44,60
Total Puna 22.757 2.349 10,30 6.116 26,90 6.410 28,20
Humahuaca 10.117 1.043 10,30 2.019 20,00 2.620 25,90
Tilcara 6.589 645 9,80 1.357 20,60 1.609 24,40
Tumbaya 2.863 251 8,80 800 27,90 797 27,80
Total Quebrada 19.569 1.939 9,90 4.176 21,30 5.026 25,70
Ledesma 49.246 3.114 6,30 9.504 19,30 11.932 24,20
San Pedro 47.090 2.597 5,50 8.227 17,50 10.915 23,20
Santa Bárbara 10.038 1.051 10,50 3.168 31,60 2.391 23,80
Valle Grande 1.367 207 15,10 406 29,70 503 36,80
Total Ramal 107.741 6.969 6,50 21.305 19,80 25.741 23,90
Dr. Manuel Belgrano 161.990 5.540 3,40 17.288 10,70 33.253 20,50
El Carmen 53.564 5.059 9,40 11.745 21,90 13.051 24,40
Palpalá 32.270 1.834 5,70 4.505 14,00 6.877 21,30
San Antonio 2.333 166 7,10 556 23,80 653 28,00
Total Valles 250.157 12.599 5,00 34.094 13,60 53.834 21,50
Total 400.224 23.856 6,00 65.691 16,40 91.011 22,70
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

94
Salud

La población no cubierta por obras sociales demanda los servicios sanitarios


del Estado, prestados a través de su red de hospitales públicos, centros y
puestos de salud esparcidos por todo el territorio provincial. En el cuadro 25
se muestran los establecimientos hospitalarios con internación, y el
promedio de camas disponibles para todos los departamentos de Jujuy, al
año 2000.

Cuadro 25. Establecimientos hospitalarios con internación


y promedio de camas disponibles, por departamento
Año 2000

Camas disponibles
Departamento Establecimientos
(promedio diario)

Yavi 1 88
Cochinoca 1 37
Santa Catalina - -
Rinconada - -
Susques 1 16
Humahuaca 2 82
Tilcara 2 78
Tumbaya - -
Ledesma 4 239
San Pedro 2 202
Santa Bárbara 2 51
Valle Grande - -
Dr. Manuel Belgrano 4 791
El Carmen 2 170
Palpalá 1 36
San Antonio - -
Fuente: DiPPEC. Establecimientos Hospitalarios con internación y promedio de camas disponibles, según
departamento. Provincia de Jujuy. Años 1999-2000.

Al observar los datos del 26, se advierte que en el año 2001 (Censo INDEC)
el 54,16% de la población (331.408 habitantes) no tenía cobertura de obra
social, plan de salud privado o mutual. En el caso de la población rural, casi
sus dos terceras partes (65,10%) carecían de esta cobertura.
En cuanto a la distribución geográfica, las regiones de la Puna, con el
72,38%, y de la Quebrada, con el 62,31%, presentan las situaciones más
deficitarias: los departamentos de Rinconada y Santa Catalina, con más del
80% de la población sin cobertura, son los casos más críticos. Por el
contrario, los mejores indicadores aparecen en la región Valles, con un
51,81% de carencia, con el departamento de Dr. Manuel Belgrano con los

95
valores más bajos de la provincia, un 49,24 %, casi 5 puntos porcentuales
por debajo del promedio provincial.

Cuadro 26. Cobertura de obra social, plan de salud privado o mutual,


por departamentos
Año 2001

Población Población
Población sin cobertura
Departamento/Región con
total
cobertura Cantidad %
Yavi 18.160 5.912 12.248 67,44
Cochinoca 12.111 2.891 9.220 76,13
Santa Catalina 3.140 631 2.509 79,90
Rinconada 2.298 419 1.879 81,77
Susques 3.628 1.012 2.616 72,11
Total Puna 39.337 10.865 28.472 72,38
Humahuaca 16.765 7.022 9.743 58,12
Tilcara 10.403 3.433 6.970 67,00
Tumbaya 4.553 1.502 3.051 67,01
Total Quebrada 31.721 11.957 19.764 62,31
Ledesma 75.716 34.664 41.052 54,22
San Pedro 71.037 35.542 35.495 49,97
Santa Bárbara 17.115 6.221 10.894 63,65
Valle Grande 2.386 735 1.651 69,20
Total Ramal 166.254 77.162 89.092 53,59
Dr. Manuel Belgrano 238.012 120.821 117.191 49,24
El Carmen 84.667 36.373 48.294 57,04
Palpalá 48.199 21.652 26.547 55,08
San Antonio 3.698 1.650 2.048 55,38
Total Valles 374.576 180.496 194.080 51,81
Total 611.888 280.480 331.408 54,16
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.

Situación ambiental

La Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación provee


información mediante el Mapa de Áreas Protegidas, en miles de hectáreas,
por ecorregión, a través de la Administracion de Parques Nacionales.
Además de mostrar las áreas protegidas de cada provincia y cada zona
geográfica del país, se referencia con colores las distintas ecorregiones
nacionales. Para el caso jujeño, se encuentran:
• Altos Andes
• Puna

96
• Montes de sierras y bolsones
• Selvas de las yungas

Condiciones hidrológicas
La hidrografía de Jujuy está constituida por tres cuencas16:
1. Cuenca del Bermejo. Colector de alta cuenca del río Bermejo en
territorio jujeño es el río San Francisco, formado por la confluencia de
los ríos Grande y Lavayén. Sus principales afluentes son los de la
margen izquierda: Río Negro, Ledesma, San Lorenzo, Zora y de las
Piedras (sur a Norte). En el Río Lavayén confluyen los ríos Mojotoro y
de Las Pavas. El río más importante es el Grande, que nace en la
localidad de Tres Cruces, corre encajonado por la Quebrada de
Humahuaca y recibe numerosos afluentes (arroyo de la Cueva y los
ríos Quebrada de Calete, León, Yacoraite, Reyes, Chico o Xibi Xibi y
Perico). El Perico pasa por la capital provincial, además de otras
localidades importantes; gira hacia el este, recibiendo los aportes del
San Pedro y el Lavayén, formando el río San Francisco, que atraviesa
todo el sistema subandino y desemboca en el río Bermejo.
2. Cuenca del Pilcomayo. A esta cuenca incumben los ríos Grande de
San Juan, La Quiaca, Yavi y Sansana.
3. Cuenca endorreica (o puneña). De los ríos sin salida al mar, los
principales son el Miraflores, el de las Burras y el Pizcuno, que
desaguan en la laguna de Guayatayoc; los ríos Cincel y Santa
Catalina, que desaguan en la laguna de Pozuelos, y el Rosario, que
desagua en el Salar de Olaroz–Cauchari.
Sobre las tres cuencas mencionadas existe buena información, con series
largas respecto de los caudales medidos por año, a partir de 1970, aunque
con algunos períodos omitidos17.
En la provincia de Jujuy hay cuatro presas hídricas 18: La Ciénaga y Las
Maderas, ambas en el departamento de El Carmen, que aprovechan los ríos
Grande y Perico, con capacidades de retención de 26.000 m 3 y 300.000 m3,
respectivamente; Los Alisos, en el departamento Dr. Manuel Belgrano, con
una capacidad de embalse de 19.000.000 m 3, y la del Río Grande, en Los
Molinos, al norte de San Salvador de Jujuy. El agua se destina a irrigación,
generación de energía eléctrica y regulación de crecientes.

16
Ministerio de Producción y Medio Ambiente. Gobierno de Jujuy.
17
Subsecretaría de Recursos Hídricos. Secretaría de Obras Públicas. Ministerio de Planificación Federal.
Inversión Pública y Servicios.
18
Se cuenta con información sobre volumen de presa, volumen/área embalse, usos de la presa, tipo de
vertido, propietario y origen del proyecto (institución interviniente).

97
Figura 8. Hidrografía de la provincia de Jujuy

Fuente: Ministerio de Producción y Medio Ambiente. Gobierno de Jujuy

Suelo
En el territorio jujeño existen solo dos clasificaciones de suelo:
• Alfisoles. Suelo con horizonte superficial claro y subsuelo arcilloso.
• Roca aflorante.
Según datos de INDEC-MEcon, en el caso de la explotación de la riqueza
geológica, en el año 2003 se registraron en la provincia 38 establecimientos
mineros activos y uno inactivo.
Por último, el Sistema Federal de Áreas Protegidas, el Sistema de
Información Ambiental Nacional y el Grupo de Trabajos Recursos Acuáticos
proveen un mapa georreferenciado de los humedales en Argentina según el
sistema RAMSAR. En el caso de la provincia de Jujuy, destacan la Reserva
Provincial Lagunas de Vilama y la Laguna de Pozuelos, ambas en la zona de
la Puna.

98
Figura 9. Humedales en la provincia de Jujuy

Fuente: Elaboración propia.

Problemáticas ambientales
Una de las principales problemáticas de la provincia radica en el estímulo
que desde el gobierno se le está dando a la actividad minera. La modalidad
de megaemprendimientos mineros a cielo abierto ha generado gran
controversia en la sociedad jujeña, en particular entre los principales
damnificados por estas prácticas: las comunidades rurales e indígenas
aledañas a las zonas de explotación.
Actualmente en la zona de la Puna se encuentran en proceso de explotación
a cielo abierto dos emprendimientos: Mina Pirquitas y Mina Aguilar.
Fuertemente defendidos por los empresarios del sector y los medios de
comunicación, ambos establecimientos son resistidos por las comunidades
campesinas y movimientos sociales y políticos locales.
Otra de las problemáticas de esta provincia radica en la deforestación que
están sufriendo los montes y bosques naturales, sobre todo como
consecuencia de la actividad petrolífera y del aprovechamiento de las
hectáreas del chaco jujeño para cultivos agrícolas.
Por último, preocupa el crecimiento sin límites de la actividad turística. Por
ejemplo, desde que la Quebrada de Humahuaca fue declarada Paisaje
Natura y Cultural de la Humanidad (UNESCO, 2003), se ha producido un

99
aumento voraz de la compra de tierra, la ambición, las construcciones
desordenadas, la falta de agua y la acumulación de basura, problemas que
requieren soluciones rápidas por parte de las administraciones.
El Programa Estratégico de Acción (PEA) para la Cuenca Binacional del Río
Bermejo realizó un estudio en Jujuy, Salta y Chaco, relevando la opinión de
los pobladores de estas provincias sobre desarrollo sustentable. Los
resultados arrojaron que los problemas ambientales son considerados como
“muy importantes” (61%) e “importantes” (36 %). En conjunto, estas dos
opciones llegan al 97% del total, lo que demuestra claramente que existe
una fuerte conciencia en la población sobre la importancia de la
conservación y el cuidado del medio ambiente.

ESTRUCTURA DEL TERRITORIO

Ocupación del territorio: lógica, hitos históricos y explicación


conceptual

Para la realización del presente trabajo, se definieron en Jujuy dos regiones


funcionales:
• Subespacio Quebrada-Puna. Se despliega en tierras altas, sobre la
Quebrada de Humahuaca y la Puna jujeña, cuya altitud va desde los
1.600 hasta los 4.200 m.s.n.m., de clima seco y templado, con una
elevada amplitud térmica entre el día y la noche.
• Subespacio Valles-Ramal. Se extiende sobre la región de los valles
templados del sudoeste hasta las yungas del sudeste, zona de
montes subtropicales y de altas temperaturas y niveles de humedad
ambiental. En este subespacio se ubica el principal conglomerado de
la provincia: San Salvador-Palpalá.
Esta diferenciación no es solo geográfica sino que además se vincula con la
división regional del trabajo, que derivó en que las “tierras bajas” se fueran
conformando como un ámbito de expansión de las relaciones de producción
modernas, con empresas agroindustriales y mano de obra asalariada,
mientras que las “tierras altas” conservaron a lo largo del siglo XX una
economía de subsistencia con eje en pequeños productores, con algunos
enclaves mineros y turísticos19.

19
Benedetti, 2002.

100
En la era precolonial, el territorio jujeño consistía en un corredor formado
por el valle del río Grande y su continuación en el río San Francisco, desde
el altiplano andino hasta los valles subtropicales, con centro en lo que
actualmente es la ciudad de San Salvador de Jujuy —llamada así porque era
territorio de los jujuy o juguéis, pertenecientes al pueblo originario de los
omaguacas—. El control del Estado provincial sobre el territorio fue tenue,
por lo menos durante la primera mitad del siglo XIX, debido a las dificultades
generadas por las guerras de la Independencia que tuvieron en las tierras
altas de Jujuy uno de sus principales escenarios. El poder estaba en manos
de unos pocos terratenientes, y hasta la década de 1880 las tierras bajas
ubicadas hacia el este de la provincia constituían aún una zona de conflicto
con las comunidades indígenas del Chaco.
La ocupación histórica del actual territorio jujeño estuvo marcada por
procesos distintos, fuera en las tierras altas o en las bajas. En las primeras,
en la Quebrada y la Puna, se constituyó la red de ciudades más dinámica de
la provincia, debido al rol que jugaba la minería de Potosí 20. San Salvador
de Jujuy, en las tierras bajas, había sido fundada en 1593.
Durante todo el siglo XIX, la economía jujeña se mantuvo sobre la base de la
demanda de ganado en pie por parte de los centros mineros del sur
boliviano.
Desde la década de 1880 se sumó la demanda de la pampa salitrera de
Chile, que reactivó antiguos circuitos de comercialización que conectaban a
Salta y Jujuy con el Océano Pacífico, sobre todo por su papel como postas
de viajantes y comerciantes que se trasladaban desde Buenos Aires hasta
Lima. Existía entonces un camino escalonado por un conjunto de postas,
implementadas desde 1771, muchas de las cuales se transformaron luego
en lugares poblados.
La ciudad de Jujuy constituía un punto significativo en el camino, porque
era allí donde se producía el cambio de los carruajes por mulas para iniciar
el ascenso al altiplano andino21.
La expansión del ferrocarril en las primeras dos décadas del siglo XX —en
Valles y Yungas, y desde San Salvador hasta La Quiaca, ciudad fronteriza
con Bolivia— desplazó hacia el este el eje de circulación comercial y
poblacional, provocando la declinación de la importancia de las primeras
ciudades coloniales, la emigración de su población y la posterior
dependencia económica con las actividades productivas desarrolladas en las
tierras bajas.

20
Durante el período colonial, la zona del altiplano andino constituía un ámbito geográfico con una cierta
homogeneidad étnica y cultural, articulado por una importante red de intercambios comerciales y de
transporte entre el centro minero de Potosí, cuyo papel fue central en la economía virreynal, por
senderos de la Quebrada de Humahuaca hacia Buenos Aires. Las guerras de Independencia que llevaron
a la creación de los actuales Estados latinoamericanos durante el siglo XIX fragmentaron ese espacio, que
hoy se encuentra repartido entre Bolivia, Chile y Argentina.
21
En 1834 Jujuy consiguió efectivamente su autonomía. Hasta entonces era parte de la intendencia de
Salta. La incorporación de la región Puna al territorio argentino se concretó en el año 1930, cuando el
Estado nacional obtuvo el control efectivo sobre la Puna jujeña en la frontera con Chile y Bolivia.

101
Es por estos años cuando, promovida fundamentalmente con la expansión
del ramal del Ferrocarril Belgrano 22, se desarrolló la red de ciudades de las
Yungas, hasta entonces una zona menos poblada que sostenía una “frontera
con el indio”. Por ello, San Pedro, Ledesma y Santa Clara son antiguos
fortines que se transformaron, a partir del gran desarrollo de la industria
azucarera primero y la tabacalera después, en ciudades de residencia de los
trabajadores temporarios provenientes de la Quebrada, la Puna y otras
regiones.
Este espacio territorial antes poblado por comunidades guaraníes y
relacionado a San Salvador en forma periférica, se posicionó a partir de
1920 como el centro productivo más desarrollado de la provincia. En la
actualidad, sus ciudades concentran más de la mitad de la población de
Jujuy.
En este proceso, es interesante observar que el cultivo de la caña se inició
en la zona de las Yungas cerca del 1600 23, y que en 1880 el ferrocarril a
Tucumán le dio un gran impulso al azúcar, que determinó que la zona se
conectara a los grandes centros de consumo. Al mismo tiempo, la ley 4.288
de 1904 estableció la exigencia de exportar más del 25% de la producción.
En 1920, al producirse el llamado “boom azucarero” se afianzó el poder de
los ingenios.
También para la actividad minera el ferrocarril constituyó un factor de
desarrollo, estimulando el crecimiento de enclaves. La gran expansión del
sector minero se registró desde la década de 1930 con la apertura de Mina
Pirquitas, El Aguilar, Pan de Azúcar y otros establecimientos. Desde
entonces, esta actividad comenzó a competir con la agroindustria azucarera
en la captación de la mano de obra temporal.
Este subespacio central se consolidó como proyecto con la instalación en
1940 de Altos Hornos Zapla, en el departamento de Palpalá, que cinco años
después se convirtió en la primera planta productora y exportadora de
acero, bajo la órbita del Ejército nacional, llegando a emplear a 5.000
trabajadores24.
Estas actividades se consolidaron como soporte primario del modelo
productivo de sustitución de importaciones en la posguerra (1945-1976) y
acompañaron la configuración urbana de ciudades como San Salvador y,
fundamentalmente, Palpalá.

22
Entre 1864 y 1882 se establecieron las compañías ferroviarias más importantes, como el Ferrocarril
Central Argentino o el Gran Ferrocarril al Sud de Buenos Aires, de capitales británicos. La red ferroviaria
construida en la provincia de Jujuy constaba de dos ramales que confluían en la localidad de Perico.
23
Durante las primeras décadas del 1600 se estableció el fuerte Ledesma donde hoy se encuentra la
ciudad de Libertador Gral. San Martín, cabecera del actual departamento de ese nombre. En sus
proximidades comenzó el cultivo de caña dulce y la elaboración de azúcar hacia fines del siglo XVIII,
aunque la fundación oficial del pueblo se llevó a cabo recién en 1901. El lugar donde hoy se encuentra
San Pedro de Jujuy era, hacia mediados del siglo XIX, la finca Río Negro. Hacia 1870 comenzó allí la
fabricación de azúcar, y algunos años después se fundó el Ingenio La Esperanza, primer establecimiento
de este tipo en la región. El pueblo de San Pedro se fundó oficialmente en 1883. El despoblamiento de la
región sur debido a la eliminación del indio es un factor clave en la configuración espacial de Jujuy y la
dependencia económica de la zona de las tierras altas.
24
Actualmente solo mantiene a 700 y atraviesa un concurso de acreedores.

102
En la Puna, al contrario de lo sucedido en las Yungas y Valles, el ferrocarril
profundizó la crisis del circuito de transporte y comercialización hacia
Potosí; y, por ende, del sistema productivo basado en la cría y cuidado de
animales de carga. Se mantuvo siempre una estructura de subsistencia y
actualmente estas actividades están siendo promovidas por el Estado a
partir de experiencias colectivas autogestionadas, con el objeto de ofrecer
alternativas en los meses en los que no se trabaja en la zafra o la minería.
La ruptura de circuitos de comercialización tradicionales y la migración de la
mano de obra provocaron además el declive de las ciudades y de sus
actividades artesanales tradicionales de subsistencia, como la elaboración
artesanal de ropa y telares, y la cría y cuidado de animales de carga. Desde
entonces, la Quebrada y la Puna ocupan una posición periférica, aunque
actualmente revitalizada por el turismo y por la inmigración proveniente de
otras provincias y países, aunque esto genera algunas tensiones en cuanto
al uso de escasos recursos, como la tierra productiva y el agua.

Matriz de especialización socio-productiva subespacial y


atractividad

Si bien la conformación regional es un hecho histórico, se ha procedido a su


determinación actual mediante el modelo gravitacional a nivel Norte Grande
con una metodología que permitió en primer lugar identificar las zonas
atractoras y las atraídas. Luego se procedió a crear los espacios regionales
a partir de su conceptualización como áreas de mercado, afectando todas
las zonas atraídas a las zonas atractoras y descartando la división político-
administrativa provincial. Se verificó la creencia que postula que a mayor
valor del índice de terciarización mayor sería la capacidad de atracción y
mayor extensión geográfica tendría el área resultante.
La principal configuración de área de mercado se sostiene a partir del área
atractora que encabeza el departamento Dr. Manuel Belgrano, a través de su
cabecera, San Salvador. Por su parte, los departamentos de menor importancia
económica se corresponden con el área definida por Salta Capital. Una vez
definidos los polos y calculados los índices de interacción, se procedió a
intentar una regionalización. Si bien hay diferencias importantes, se ha
decidido unir en una misma sub-región los Valles y el Ramal, por un lado, y
la Quebrada y la Puna, por el otro.

Subespacio funcional Valles-Ramal

Este subespacio representa el polo de atracción del resto de las regiones


provinciales, a las que puede brindar los bienes y servicios que no poseen,

103
dada su baja complejización. Aquí se encuentran las ciudades de San
Salvador, Palpalá, Perico y Lib. Gral. San Martín, alrededor de las cuales se
estructura buena parte del entramado productivo industrial y de servicios de
la región. Se observan desarrollos de la industria alimenticia (tabaco,
azúcar, jugos), industria de papel y siderurgia, entre otras. Al contar la
región con un polo de atracción regional representado por San Salvador, el
sector comercial tiene un rol destacado (en especial, el comercio
mayorista).

Subespacio funcional Quebrada-Puna

El subespacio Quebrada-Puna es una región escasamente poblada y


dedicada principalmente a la producción minera, el turismo y la producción
agrícologanadera. De esta última actividad, solamente la ganadería tiene un
peso relativo de importancia a nivel provincial (sobre todo los camélidos).
La región observa un cierto aislamiento del resto de la provincia. Su nivel de
complejidad es bajo y el tamaño de sus explotaciones es pequeño. Dada la
baja complejización de la región, la industria tiene escaso desarrollo.
El empleo público tiene aquí menos peso en la generación de ingresos que
en el subespacio central, ya que solo hay cargos municipales, policiales y
del sector educativo. Debido a la escasa demanda laboral en el mercado
formal, esta economía se basa fundamentalmente en la resolución de
necesidades cotidianas con formas domésticas. La mayoría de la población
originaria del norte se asienta en ámbitos periurbanos y rurales, de las
principales ciudades comerciales y turísticas: Purmamarca, Maimará, Tilcara
y Humahuaca en la Quebrada, y Abrapampa y La Quiaca, en la Puna.
Esta región en su mayor parte se encuentra atraída por el departamento Dr.
Manuel Belgrano. No obstante, si se tienen en cuenta otras provincias de la
región se observa que su parte oeste se encuentra en mayor intensidad
atraída por la provincia de Salta (Yavi, Humahuaca, Cochinoca, Susques,
Santa Catalina y Rinconada)25.
En la quebrada, si bien se observa que la actividad agrícola ganadera tiene
mayor importancia en las economías, en dicha región también se destaca el
desarrollo de la actividad turística y la explotación de minas y canteras. En
torno a dichas actividades se desarrollan otras vinculadas, que fortalecen la
estructura productiva regional.

25
Gonzalo Peña. Nueva configuración regional del Norte Grande y su geografía económica.

104
ESTRUCTURA DE LOS SUBESPACIOS

Subespacio funcional Valles-Ramal

Relaciones funcionales de la ciudad y la red dentro de la sub-región

Características generales

En este subespacio funcional se ubican los eslabones provinciales de las


cadenas de los complejos del azúcar, tabaco, cítricos, siderurgia y forestal.
Como veremos luego, los centros urbanos de mayor peso político
institucional en la provincia, más allá de la capital, son aquellos que se han
desarrollado en torno a las actividades económicas tradicionales, en función
de la lógica territorial que hemos analizado en los apartados anteriores. Se
concentran, además de las actividades mencionadas, el turismo, las
principales funciones administrativas e institucionales públicas y privadas, el
consumo y los servicios urbanos de infraestructura para el transporte y el
comercio regional e internacional.
Dentro de este espacio, la red de ciudades tiene como cabecera a la capital
provincial, San Salvador de Jujuy, del departamento Dr. Manuel Belgrano,
donde naturalmente se concentran las principales actividades
administrativas públicas y privadas, y los mayores centros de
comercialización y consumo.
En este territorio se asientan los tres ingenios azucareros —el mayor de los
cuales, Ledesma, es responsable del 73% de la producción azucarera de la
provincia y el 16% de la del país—, la industria siderúrgica y la totalidad de
las plantaciones de tabaco.
Este es el subespacio funcional de mayor peso en la provincia. Está
atravesado por las tres rutas nacionales (la 9, la 68 y la 34) y las
provinciales (1, 3, 6, 23 y 56), uniendo las principales ciudades de los Valles
y el Ramal. Asimismo, aquí tienen sede el tren de cargas del Ferrocarril
Gral. Belgrano; la terminal de ómnibus principal, en San Salvador; las
secundarias de Palpalá y Perico, y el aeropuerto internacional.
Se concentran también los principales servicios educativos (sedes de la
Universidad de Jujuy y otras universidades, principales institutos terciarios y
profesorados), y de salud (el 70% de las camas de internación).

105
Figura 10. Principales ciudades del subespacio funcional Valles -Ramal

Fuente: Elaboración propia.

Jujuy es una provincia con una fuerte tendencia a profundizar su perfil


urbano. En el principal subespacio funcional Valles-Ramal vive el 88% de la
población, y el 46,78% reside en el Gran San Salvador, que incluye la
capital provincial, Palpalá y Yala.
Las principales ciudades secundarias del subespacio son, en cuanto a
cantidad de habitantes, San Pedro (55.220 hab.), Palpalá (45.184 hab.), El
Carmen (36.320 hab.) y Libertador Gral. San Martín (43.701 hab.). Las
ciudades que más crecieron entre los censos de 1991 y el 2001 fueron
Santa Clara (departamento de Santa Bárbara, con el 55,75%), El Carmen
(43,94) y Perico (41,5%)26. Casi todas han tenido un aumento poblacional
superior a la media de urbanización de la provincia, lo que permite inferir
que la concentración aumenta.

Los complejos que dinamizan la especialización sub-regional

El presente enfoque propone analizar los encadenamientos,


territorializarlos, describir las capacidades competitivas y de sobrevivencia,
los cuellos de botella y las potencialidades, tratando de entender las lógicas
productivas, describiendo los actores y las relaciones que las hacen posibles
y las explican, y mostrando cómo inciden dichas actividades en el territorio
bajo análisis.

26
La población dispersa en la provincia es mayor a la cantidad de habitantes de la ciudad de Palpalá.

106
Tabaco

Importancia del complejo


El complejo tabacalero jujeño adquiere relevancia en los niveles regional,
provincial y nacional.
En efecto, Jujuy es la segunda provincia productora de tabaco del país,
después de Misiones y seguida de Salta. En la campaña 2005/06 entre las
tres provincias produjeron el 87% del total nacional. El resto es producido
en Tucumán, Corrientes, Chaco y Catamarca. En cuanto al tabaco Virginia,
Jujuy es la primera productora nacional.

Gráfico 6. Superficie implantada de tabaco, por departamento


En porcentajes

2,3 2,05 0,79 0,12


5,51

89,23

El Carmen Palpalá San Pedro


San Antonio Dr. Manuel Belgrano Santa Bárbara

Fuente: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

El tabaco tiene una participación importante en la economía jujeña, tanto en


términos de producción, exportaciones y empleo. Según el CNA 2008, el
total de hectáreas implantadas asciende a 15.758,80, de las cuales el
89,23% se encuentran en el departamento de El Carmen, seguido en
importancia por Palpalá, con el 5,51 %, y San Antonio, con el 2,05 %.
El tabaco representa más de un tercio del producto bruto interno provincial.
De la observación por complejos exportadores, para el año 2008, el primer
lugar en importancia es ocupado por el complejo tabacalero, con el 30% del
total exportado.
El tabaco se caracteriza por ser una actividad intensiva en mano de obra,
dado que la siembra, el transplante y la cosecha son manuales.

107
El sector productivo tabacalero es el primer empleador privado en la
provincia de Jujuy: genera 13.700 puestos de trabajo directos 27.

Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados


El tabaco se cultiva en aproximadamente cien países, diseminados por todo
el mundo. En términos generales, se trata de economías en desarrollo,
donde este cultivo juega un importante rol, tanto en el ámbito económico
como en el social, por su alto nivel de demanda de mano de obra.
China es el principal productor, con el 38,45%. Le siguen India (10,29%),
Brasil (8,91%), EE.UU. (6,28%), Indonesia (2,50%) y Turquía (2,46%). En
conjunto, estos seis países concentran el 68,89% de la producción mundial.
Del total producido, el 75,88% corresponde a tabaco Virginia; el 16,45%, a
tabaco Burley, y el 7,66%, a tabaco oriental28.
Un 36,10% del tabaco producido en el mundo se comercializa en el
mercado internacional, siendo Brasil el principal exportador, con
aproximadamente el 21,91% del mercado, seguido por EE.UU., India y
Malawi.
Argentina participa con el 2% de la producción mundial y representa el 4%
del comercio internacional.
Es importante destacar que China, a pesar de ser uno de los principales
productores, participa marginalmente del comercio mundial debido a su
elevado nivel de consumo interno.
En la actualidad, la demanda se concentra en los tabacos claros. Este hecho
se explica por la internacionalización del denominado “gusto
norteamericano” y por el ingreso masivo de la mujer al consumo de
cigarrillos.
En casi todos los lugares donde se produce, el modo de comercialización es
a través de contratos o venta en subastas, donde hay un solo comprador:
las tabacaleras. Esto ha llevado a que los agricultores reciban precios bajos
por su producto y, en algunos casos extremos, como Zimbabwe y Malawi, lo
obtenido no alcance para cubrir el salario mínimo familiar invertido en la
producción.
El comercio mundial de tabaco se estructura en forma de oligopolio, como
consecuencia de la privatización de las compañías nacionales que han sido
adquiridas por las grandes multinacionales del tabaco.
Actualmente, cuatro empresas dominan el mercado mundial: Phillip Morris,
con el 17%; British American Tobacco (BAT), con el 16%; Japan Tobacco,
con el 16%, y, finalmente, el monopolio estatal chino, China National
Tobacco Co. (CHIT), que produce el 30% de los cigarrillos de todo el
mundo29.

27
Según la Cámara de Tabaco de Jujuy.
28
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación de la Nación (Sagpya), 2003.
29
Covaleda y otros, 2005.

108
Respecto de los potenciales mercados tabacaleros, se presenta una
situación dual: mientras en los países desarrollados se fuma cada vez
menos, en las naciones en desarrollo aumenta el consumo. En los primeros,
la población es cada vez más consciente de los efectos nocivos que el hábito
de fumar provoca en la salud, a lo que hay que añadir las medidas tomadas
por los gobiernos, como la intensificación de las campañas antitabaco, la
prohibición de la publicidad y el aumento de los impuestos.
Por su parte, en los países menos desarrollados el crecimiento de la
demanda se fundamenta en las tendencias de crecimiento de la población y
de los ingresos. La mayor parte del aumento previsto en la demanda
corresponderá al Extremo Oriente, en particular a China e India, lo cual
manifiesta una excelente oportunidad. También se prevén aumentos
importantes en África30.

La cadena de valor
El proceso productivo del tabaco comprende cuatro grandes etapas:
producción primaria, acopio, primera industrialización y elaboración de
productos finales.
1. Producción primaria. Está compuesta por una gran cantidad de
actividades. Las principales son la preparación del suelo (fertilización
y fumigación), la fabricación de los almácigos, el trasplante, el
desflore, la cosecha y el riego permanente (dada las características
climáticas de la región).
2. Primera industrialización. Por primera industrialización se entiende
una actividad que es realizada dentro de la finca por el productor
agropecuario. En esta instancia de trabajo el asalariado rural procede
a clasificar y mezclar las hojas, previamente curadas, trabajadas y
transformadas en picadura que es vendida para la fabricación de
cigarrillos o pipa.
3. Acopio. En esta etapa, los acopiadores —cooperativas, dealers e
industrias ligadas a la fabricación de cigarrillos— compran y acumulan
producción para luego realizar la industrialización. El sistema de
comercialización utilizado en Argentina es el de compra directa al
productor. Los productores llevan sus camiones cargados de tabaco a
las bocas o estaciones de acopio en fardos de hojas sueltas de
aproximadamente 50 kg, con una clase y peso definido, siendo los
precios diferentes según cada clase. La clase es asignada por un
representante del acopiador en presencia del productor (vendedor),
quien tiene el derecho de rechazar la oferta y retirar su tabaco antes
del registro de la compra del fardo. Se considera que el productor da
el consentimiento a la venta y al precio establecido una vez que se ha
clasificado, pesado y transportado el fardo hacia el interior del
galpón. La Cooperativa Tabacalera de Jujuy acopió, en 2005, 27.719
toneladas, participando con el 64% del total provincial. Le siguen en

30
FAO.

109
importancia Massalin Particulares (16,9%) y Standard Tobacco
(13,5%), mientras que el pequeño porcentaje restante es cubierto
por otras cinco firmas, entre ellas la Cooperativa Tabacalera de Salta.
4. Segunda industrialización. Esta etapa es llevada adelante por las
empresas cigarreras y no es otra cosa que la elaboración del producto
final.

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


El escenario productivo de la provincia de Jujuy se caracteriza por la
existencia de un modelo de acumulación orientado a la exportación y la
implementación de imperativos de eficiencia económica, lo cual ha exigido
profundas transformaciones en los modos y formas de producción.
Se complejizaron las labores del cultivo y también hubo importantes
modificaciones en las formas de comercialización, con una creciente
integración en el complejo agroindustrial, con diferentes grados de
subordinación según los tipos de productores involucrados.
La cadena agroindustrial tabacalera presenta actualmente diversos actores
en cada una de sus etapas, constituyendo dos empresas trasnacionales el
núcleo de la misma, es decir, los actores que tienen capacidad para
organizar las distintas etapas, aunque no sean ellos los ejecutores directos.
Los actores más importantes de la cadena de tabaco y la articulación de los
mismos se describen a continuación31.
El sector productor. Abarca desde los productores más pequeños hasta
los empresariales. El departamento de El Carmen concentra la gran mayoría
de los productores, seguido muy de lejos por Palpalá, San Antonio, Dr.
Manuel Belgrano, San Pedro y Santa Bárbara.
De acuerdo al CNA 2002, las explotaciones pequeñas (menores a 10
hectáreas) se encuentran representadas por el 28% de los productores, y
cuentan con casi el 6% de la superficie implantada 32. Dentro de este rango,
los productores más chicos cuentan con superficies que rondan las 2
hectáreas o menos, y constituyen el extremo más débil y, por lo tanto, el de
mayor subordinación dentro de la cadena, recurriendo a la producción con
mano de obra familiar, muy escaso capital y pocas superficies de tierra. En
ocasiones, recurren a ayuda para la cosecha. Todas las tareas se realizan
con implementos de tracción a sangre o, eventualmente, contratando el
servicio de un tractor para roturar la tierra.
Los productores que poseen entre 3 y 10 hectáreas, por su parte, requieren
generalmente de alguna mano de obra externa para la cosecha. Este tipo de
productor puede caracterizarse como un agricultor por contrato.
Generalmente, es la agroindustria, el futuro comprador de la producción, la
que le anticipa insumos y supervisa y asesora en las distintas labores
culturales. Cuando los insumos dependen del propio productor, ocurren
31
Esta sección está basada en el documento «Trabajo, mercado de trabajo y cultura en Jujuy», Susana
Teresa Aparicio, UBA.
32
Según datos preliminares del CNA 2008, habrían reducido su participación al 2,3%.

110
diversas situaciones: o no los usa por falta de dinero para su compra, o
compra otros más baratos para evitar plagas, hongos o malezas.
En cuanto a los estratos medios (explotaciones de entre 10 y 50 hectáreas),
en 2002 concentraban el 57% de los productores y contaban con el 47% de
las hectáreas implantadas con tabaco. Según el CNA 2008, habrían reducido
su participación al 28,3% del total de la superficie implantada.
En cambio, las grandes explotaciones, de más de 50 hectáreas, son las que
presentan el mayor crecimiento en las últimas décadas, pasando del 7% en
1988 a casi el 15% en 2002, y del 28% al 47% de la superficie implantada
con tabaco en el mismo período. De acuerdo al CNA 2008, se ha extremado
la concentración, ya que en la actualidad contarían con el 69,4% de la
superficie implantada. Estas explotaciones suelen estar diversificadas con
otras producciones, inclusive cereales y/o oleaginosas, teniendo también
inversiones fuera del sector. Su organización del trabajo es compleja,
combinando personal permanente, transitorio y servicios contratados a
otras empresas. Disponen de la maquinaria necesaria y realizan las labores
culturales recurriendo a los paquetes de agroquímicos y tecnologías de
organización de la producción, asesorados por organismos públicos e incluso
por profesionales propios. Al momento de vender, tienden a diversificar el
comprador. Y tienen también sus propias organizaciones cooperativas
ligadas a la preindustrialización y a las ventas al mercado externo.
De los datos censales, por tanto, se desprende una importante
concentración en los estratos más grandes.

Gráfico 7. Superficie implantada de tabaco, por tamaño de establecimiento


En porcentajes

2,30
Hasta 10 ha.
5,50

28,30 2008
De 10,1 a 50 ha.
47,50 2002

69,40
Más de 50 ha.
46,90

0 10 20 30 40 50 60 70 80

Porcentaje

Fuente DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

El sector industrial. Este sector practica una agricultura de contrato,


induciendo las formas de producir, asesorando y comprando el producto,

111
por lo que genera fuertes mecanismos de dependencia. La forma oligopólica
la imprimen al mercado las dos empresas principales: Nobleza Piccardo y
Massalin Particulares. La concentración de este cultivo en productores de
medianos a grandes suele explicarse por el hecho de que para producir
tabaco Virginia es necesario un mayor grado de tecnificación en relación a
otras variedades. Las diferencias entre los distintos establecimientos
radican, principalmente, en la capacidad de procesamiento, ya que, en
general, todos disponen de similar tecnología. Se trata de empresas
tabacaleras medianas a grandes, asociadas en la Cámara del Tabaco,
creada en 1967.
El sector cooperativo y gremial. El complejo tabacalero jujeño tiene una
característica distintiva respecto del nacional. La Cooperativa de
Tabacaleros de Jujuy Ltda., situada en la ciudad de Perico, nuclea a la
mayoría de los productores, y ha tenido una fuerte presencia —junto con la
Cámara del Tabaco— no solo en aspectos productivos y comerciales sino
que ha incorporado procesos de pre-industrialización, ha sido una
importante difusora de la diversificación de actividades y ha dedicado
tiempo y cursos de formación para los trabajadores. Además, creó
instituciones como la aseguradora de riesgos del trabajo (ART) y dispone de
un campo experimental desde el que se difunden tecnologías a los
productores. Estos hechos la constituyen en un actor importante dentro del
complejo.
La oferta de trabajo. En lo referente al mercado laboral, se ha
generalizado la contratación de asalariados calificados, tanto permanentes
como transitorios. Si bien en todos los casos se registra trabajo familiar,
este se concentra generalmente en las tareas de supervisión y dirección.
Los requerimientos de mano de obra, tomando en cuenta el trabajo
permanente y el transitorio, se estiman para las explotaciones menores de
5 hectáreas, en 140 jornales/ha; para aquellas con una superficie de entre
5 y 10 hectáreas, 135 jornales/ha; de 10 a 20 hectáreas, 130 jornales/ha, y
para las mayores de 20 hectáreas se estiman 120 jornales/ha.
En explotaciones medianas y grandes, el cultivo se lleva a cabo sobre la
base del trabajo asalariado, mientras que los pequeños productores utillizan
mano de obra familiar y solo ocasionalmente contratan trabajadores
transitorios.
Por otro lado, si bien se han producido cambios significativos en los últimos
años —entre los que se destaca la generalización del uso de agrotóxicos y
tecnologías ahorradoras de mano de obra—, se puede afirmar que el tabaco
sigue siendo, en comparación con otras producciones del país, un cultivo
intensivo altamente demandante de mano de obra asalariada.
Los trabajadores provienen de zonas de pobreza cercanas al área
productora y de asentamientos periurbanos, ubicados en los principales
poblados de la zona productora. En el caso de Jujuy, aún llegan algunos
migrantes de países limítrofes, sobre todo bolivianos, para las etapas de
mayor necesidad de trabajo 33. Sin embargo, algunas políticas públicas,
33
Salas, G. 1995.

112
como la construcción de viviendas, han favorecido que estos inmigrantes se
establezcan, aunque suelen permanecer indocumentados, con lo que se
acrecienta su vulnerabilidad laboral al carecer de los requisitos que
estipulan las normas vigentes.

Competitividad
En los últimos tiempos, se avanzó en la incorporación e implementación de
tecnología en las distintas etapas del cultivo bajo normas de calidad y
curado de tabaco, en explotaciones mayores a 30 hectáreas. De este modo,
la brecha tecnológica disminuyó, lográndose mayor productividad.
En la provincia se desarrollan los primeros eslabones de la cadena, el
cultivo, el procesamiento inicial de la hoja de tabaco para su posterior
exportación o venta a nivel nacional y, en un escaso porcentaje para la
fabricación de cigarrillos.
Hay cuatro firmas que realizan el proceso de acondicionamiento
preindustrial, que requiere de mayor tecnificación. Asimismo, la Cooperativa
de Tabacaleros de Jujuy se ocupa del acopio, procesamiento y
comercialización. La planta industrial está ubicada en Monterrico,
departamento de El Carmen.
En la etapa posterior a la cosecha, el uso de estufas bulk curing y de gas en
lugar de leña, también tuvieron impacto positivo en los rindes y en la
calidad del producto obtenido. También se produjo una disminución en la
demanda laboral para esta etapa, ya que al utilizar las estufas bulk curing
es posible prescindir del encañado tradicional de las hojas, tarea esta que
necesitaba de una cantidad importante de mano de obra.
Al analizar las condiciones del sector primario, se advierten las siguientes
debilidades:
• El tabaco es un cultivo muy vulnerable a las adversidades climáticas,
en particular las precipitaciones. Muchos productores están sufriendo
por las pocas lluvias que se dan en algunos veranos.
• Escasea la mano de obra en épocas de cosecha.
• Los productores más pequeños necesitan tecnologías apropiadas,
pues son los más débiles y, por lo tanto, el de mayor subordinación
dentro de la cadena.
• La estacionalidad de la demanda de gas, su alto costo y falta de
oferta.
En el ámbito del acopio y la primera industrialización, existe un alto poder
de mercado de las tabacaleras. Año tras año los productores son sometidos
por el oligopolio conformado por la voracidad de la industria, por un lado, y
la presión de los dealers, por otro, que conlleva en una falta de acuerdo en
el precio con los compradores. Por ejemplo, en 2010 los compradores no
aumentaron el precio del tabaco fundamentándose en la baja de los
insumos en sus costos, la mayor productividad y la actualización del Fondo
Especial del Tabaco, además de la inseguridad jurídica y la falta de

113
institucionalidad en la Argentina, todos elementos que supuestamente
predisponen negativamente.

Problemas socioambientales y culturales


• Existe un mercado de trabajo estacional basado en asalariados puros,
semiurbanos, con vínculos muy inestables.
• Está generalizado el uso de ciertos agroquímicos contaminantes y
perjudiciales para la salud; en particular, el bromuro de metilo —cuya
utilización está prohibida por las normas vigentes por ser altamente
contaminante— para la desinfección de los almácigos en tabaco. Esto
sucede porque es insuficiente el control que deberían llevar adelante
los organismos provinciales de inspección del trabajo. Por otra parte,
la situación de pobreza y la necesidad de obtener ingresos por parte
de la población lleva a la resignación respecto de la defensa de sus
derechos y, finalmente, a naturalizar malas prácticas. De acuerdo al
CNA 2002, en las 480 explotaciones censadas con tabaco, el 98,3%
utiliza fertilizantes químicos, igual porcentaje emplea insecticidas y
acaricidas, el 84,9% utiliza herbicidas y el 40,2% fungicidas. Si se
analizan las superficies tratadas se observa que cada una de estas
prácticas se realiza hasta más de tres veces, ya que las superficies
aplicadas triplican la implantada, en especial en la utilización de
insecticidas y acaricidas.

Fortalezas y debilidades estructurales


Fortalezas:
• Madurez del actual proceso de producción y alto conocimiento por
parte de los productores.
• Recursos humanos capacitados en grandes explotaciones.
• Instalaciones y maquinaria adecuadas al nivel de producción.
• Producto curado y terminado de muy buena calidad. El tabaco jujeño
tiene cierto prestigio que hace que los compradores lo elijan a pesar de la
poca producción; algunos de ellos lo compran desde hace muchos años.
• Buenas condiciones agroecológicas. Por su origen tropical, el tabaco
se adapta mejor a las zonas cálidas. La temperatura óptima para su
desarrollo está comprendida entre los 20º y 30º centígrados,
progresando deficientemente con temperaturas menores. La
humedad tiene una clara influencia en la calidad de la hoja producida,
siendo favorable poca humedad atmosférica, tanto durante el cultivo
como en el proceso de curado o secado. Por estos motivos, la zona
de los Valles donde se encuentra el departamento de El Carmen, es la
que mejor responde a las exigencias biológicas del tabaco.
• El tabaco, en promedio, requiere unos 130 jornales por hectárea, de
ahí la enorme implicancia social que esta actividad tiene en las zonas
donde se desarrolla, ya que ni siquiera en otros cultivos de empleo
intensivo de mano de obra se alcanza este nivel de demanda

114
Debilidades:
• En los años noventa se produjo una fuerte merma de cantidad de
productores y una notable concentración de la oferta.
• La demanda está altamente concentrada, siendo un mercado
claramente oligopsónico, lo que se refleja en constantes conflictos en
torno al precio del tabaco.
• Es escasa la participación del Estado en la fijación del precio para
atemperar la acción oligopólica.
• El precio internacional no acompaña el fuerte incremento de los
costos internos.
• Se utilizan agrotóxicos que contaminan el medio ambiente y generan
graves problemas de salud a los trabajadores.

Posibles estrategias
Respecto del uso de agrotóxicos en la actividad tabacalera, es necesario que
el Estado provincial lleve adelante inspecciones frecuentes y con
capacitaciones adecuadas, en las que no solo se evalúen las condiciones de
trabajo sino también, y especialmente, las condiciones de seguridad e
higiene en cuanto al manejo de esas sustancias.
Según los especialistas, una de las formas de erradicar el bromuro de metilo
es a través de un cambio tecnológico que consiste en reemplazar la forma
tradicional de preparación de los almácigos —en la cual se utiliza dicha
sustancia— por otra denominada “flotante”, que consiste en colocar los
plantines en un sustrato de agua hasta que se forme la plántula, que es
luego transplantada a tierra. Así, los plantines crecen libres de bacterias y/o
virus (Proyecto PROZONO). Sin embargo, según las declaraciones de los
entrevistados, los almácigos flotantes no se utilizan por diversos motivos,
aunque el principal es el económico. Existen también sustancias alternativas
al bromuro, como el Metam Na, o técnicas diferentes, como la utilización de
vapor o calor para la eliminación de plagas.
Sobre los conflictos en torno al precio, es importante tener en cuanta que: el
tabaco jujeño, por su alta calidad, por ser un producto de primicia, merece un
precio justo y seguro que propicie la seguridad que necesita el sector. Para
evitar la reiteración del conflicto entre compradores y productores, que se
repite cada año, hay proyectos de creación de una comisión arbitral que, antes
del comienzo del acopio, trabaje para unificar criterios y compatibilizar
diferencias. Esta comisión estaría integrada por los productores tabacaleros,
representantes de la industria y compradores, y funcionarios con poder de
decisión de las secretarías de Comercio Interior y de Agricultura de la Nación.
De esta manera, se podría llegar al comienzo del acopio con cifras acordadas
y, de ese modo, evitar la inseguridad que perjudica a los productores del
sector y, consecuentemente, a toda la provincia.
Otro problema a resolver es el de la escasez de trabajo en época de
cosecha. En este sentido, la Cooperativa de Tabacaleros ha presentado a las

115
autoridades provinciales un pedido para que este trabajo sea realizado por
los beneficiarios de planes sociales.
Finalmente, es preciso materializar un acuerdo que permita profundizar las
relaciones de la provincia con China, no solo a través del aumento de las
exportaciones hacia dicho país sino además adquiriendo insumos e
implementos tecnológicos a empresas de ese gigante asiático a un bajo
costo, lo que servirá al productor jujeño para mejorar el rendimiento y la
calidad de su tabaco.

Azúcar

Importancia del complejo


Este es un complejo muy importante, en particular en este subespacio y en
general en toda la provincia. Jujuy aporta el 24% de la producción
azucarera del país, ocupando el segundo lugar después de la provincia de
Tucumán, que aporta el 62%. Del Censo Nacional Agropecuario 2008 surge
que la producción asciende a 4.810.276,5 de toneladas.
Esta actividad tiene un impacto económico fundamental en los
departamentos de Ledesma, San Pedro, El Carmen, Santa Bárbara y
Palpalá, generando puestos de trabajo directos e indirectos, con grandes
posibilidades de aumentar dicha tasa si se pusiera en marcha la ley de
fomento a la producción de biocombustibles.

Gráfico 8. Superficie de azúcar implantada, por departamento


En porcentajes

2,57 0,44
1,02

29,55

65,78

Ledesma San Pedro Santa Bárbara El Carmen Palpalá

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

116
Figura 11. Desarrollo Agrícola y forestal en la provincia de Jujuy

Fuente: Ministerio de Producción y Medio Ambiente de Jujuy, sobre datos del INDEC, CNA
2002.

Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados


El azúcar es uno de los cultivos alimenticios más extendidos a nivel global,
con una producción aproximada de 155 millones de toneladas. Brasil es el
principal productor, con casi el 20% de la producción mundial, que sumado
a la India y la UE alcanza el 47%. Argentina participa con el 2,3 % del total
mundial34.
Una característica del mercado internacional del azúcar es su marcada
distorsión y volatilidad en los precios internacionales, causada por la
intervención de algunos gobiernos a través de políticas públicas como el
otorgamiento de subsidios a la producción. Este constituye un problema
para la inserción de la producción jujeña al exterior.

34
UIA, Zafra 2006-2007.

117
Un posible mercado a potenciar es el chino, ya que el gobierno de ese país
ha implementado políticas de incentivo al consumo de azúcar en sustitución
de la sacarina, lo cual tendrá un impacto positivo en la demanda mundial.
Por otra parte, debería aprovecharse el incremento de demanda de azúcar
por parte de países emergentes.
También se vislumbra un incremento de la demanda de etanol para la
obtención de biocombustibles, lo cual debería ser aprovechado.

La cadena de valor
La cadena productiva del azúcar abarca principalmente tres eslabones:
1. Sector primario. Incluye la producción primaria y la zafra.
La producción de azúcar en la Argentina proviene exclusivamente de
la caña de azúcar35. En general, los cultivos son plurianuales y duran
aproximadamente unos cinco años. Durante la zafra se realiza el
corte, despunte y deshoje, y la cosecha suele estar mecanizada;
luego la caña es transportada al ingenio para su industrialización.
Una de las transformaciones más importantes en el sector durante la
última década es el manejo del campo. La cosecha manual y la
quema de los cañaverales para levantar la caña son consideradas
cuestiones del pasado. La llamada “cosecha en verde” es utilizada en
los ingenios más grandes que integran la producción primaria, y
lentamente empieza a ser utilizada en la totalidad de las fábricas.
Esto favorece el cuidado del medio ambiente, ya que evita la quema
de caña, pero requiere más consumo de combustible. En el manejo a
campo, la costumbre es diversificar las especies, para tener un mix
adecuado de alto tonelaje con elevado contenido de azúcar.
2. Industrialización de la caña de azúcar. Comprende la elaboración
de azúcar crudo, refinación y sus derivados. En la etapa de
industrialización se distinguen dos procesos:
- El proceso de elaboración de azúcar crudo, durante el cual se
obtienen como subproductos la fibra de azúcar, llamada bagazo —que
surge al inicio cuando se comprime la caña para extraerle el jugo
azucarado— y las mieles, denominadas melaza —que aparecen al
final del proceso cuando se centrifuga la masa cocida—. El azúcar
crudo obtenido puede ser enviado a la refinación o destinado a la
exportación.
- En la refinería, el azúcar crudo es diluido en agua y luego filtrado,
evaporado y centrifugado nuevamente. El producto obtenido en este
proceso es el azúcar blanco, que según la intensidad de su proceso
de refiltrado puede ser “común tipo a” o “blanco refinado”. El azúcar
blanco es secado y colocado en bolsas de 50 kg, o fraccionado en
paquetes de un kg o en sachets.

35
En otros lugares del mundo se obtiene también de la remolacha.

118
El uso principal de la caña es la extracción de azúcar, pero además se
obtienen varios subproductos, de usos diferentes. El bagazo (la fibra
de caña sobrante de la extracción de jugo), se utiliza como
combustible sustituto del gas y constituye el insumo básico para la
producción de papel. Este es otro de los eslabones derivados del
azúcar, producido por una única firma, Ledesma. Para esto, destina
un 40% del bagazo resultante de la producción azucarera (200 mil
toneladas), y con el agregado de fibra de pino o eucalipto produce
120 mil toneladas de papel por año, ya sea bajo la forma de resmas o
bien como cuadernos y repuestos escolares. La empresa invirtió 50
millones de dólares desde principios de la última década para mejorar
la calidad y duplicar su producción, pasando de 60 mil a 120 mil
toneladas anuales de papel.
Alcohol medicinal. La melaza se emplea para extraer alcohol etílico
y como suplemento de la alimentación animal. La mayoría de los
ingenios azucareros cuentan con destilerías para la producción de
alcohol. La mayor parte de esta producción se destina al mercado
interno: industria farmacológica, licorera, química, etc. El resto se
exporta, principalmente a Chile y Estados Unidos, y en menor
proporción a la Unión Europea y Uruguay.
Bebidas alcohólicas, no alcohólicas y aguas gaseosas, y
productos de confitería. Entre los usos del azúcar blanco se
encuentra la elaboración de bebidas gaseosas, golosinas, repostería,
helados, mermeladas, lácteos y frutas en conserva. Los consumidores
industriales que producen bienes con altos contenidos de azúcar,
como las bebidas gaseosas y las golosinas, son parte constituyente
del complejo, pues consumen el 80% del azúcar con destino
industrial.
El complejo de azúcar puede considerarse como proveedor de
insumos de otros complejos cuyos productos contienen azúcar como
ingrediente minoritario, como el que se utiliza en la repostería.
3. Comercialización. abarca la comercialización y distribución en cada
uno de sus eslabones y las ventas al mercado interno y exportación.
La producción total de azúcar se destina en un 70% al mercado
interno, y el 30% restante se exporta.
Alrededor del 40% del azúcar destinado al mercado interno se
consume domésticamente, mientras que el otro 60% es utilizado
como insumo para la industria.
En el complejo azucarero juegan un papel importante en el ámbito
regional actores institucionales como el Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA), que a través de sus estaciones
experimentales en las provincias de Jujuy, Salta y Tucumán brinda
asistencia técnica a la actividad agroindustrial. En este sentido,
juegan un rol importante en los avances en productividad del sector.

119
Las variedades de cultivo de caña que se usan actualmente en la
industria son en parte el resultado de las investigaciones de las
estaciones experimentales dedicadas al estudio del cultivo. Éstas son
la Estación Experimental Agroindustrial Obispo Colombres, INTA
Famaillá y la Estación Experimental Chacra Santa Rosa.
Finalmente, la comercialización en el mercado interno de Jujuy está
en manos del sector industrial (ingenios con sus propias marcas).

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


Los principales actores productivos del sector azucarero en la provincia son
tres ingenios: Ledesma, La Mendieta y La Esperanza. Por otro lado se
encuentra la Unión de Cañeros Independientes de Jujuy y Salta (UCIJS),
con sede en la localidad jujeña de San Pedro, que agrupa a unos 50
pequeños productores cañeros independientes que desarrollan su actividad
en alrededor de 10 mil hectáreas.

Cuadro 27. Superficie de implantada azúcar, por escala de extensión

Escala de Superficie
extensión de EAP implantada % del total
(ha) (ha)
Hasta 5 4,0 0,01
5,1 - 10 8,0 0,01
10,1 - 25 11,0 0,02
25,1 - 50 219,0 0,35
50,1 - 100 165,0 0,27
100,1 - 200 882,0 1,42
200,1 - 500 1.199,0 1,93
500,1 - 1.000 1.995,0 3,21
1000,1 - 2.500 3.082,0 4,95
2500,1 - 5.000 941,0 1,51
5000,1 - 7.500 0,0 0,00
7500,1 - 10.000 250,0 0,40
10000,1 - 20.000 536,7 0,86
Más de 20.000 52.912,6 85,06
Total 62.205,3 100,00
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

La distribución de la tierra y del poder en la cadena está altamente


concentrada en el ingenio Ledesma, que cuenta con más de la mitad de la
superficie total dedicada al azúcar en la provincia (33 mil hectáreas) y
aplica tecnología de punta. Luego se ubican los otros dos ingenios, que
apenas superan las 10 mil hectáreas cada uno.
Los pequeños productores venden la caña a los ingenios, y estos les
devuelven el valor del producto en azúcar, que luego comercializan
individualmente.

120
En Jujuy el sector se encuentra fuertemente concentrado e integrado
verticalmente, caracterizándose por una tecnificación y unos rendimientos
superiores al promedio nacional. Si bien la provincia con mayor producción
es Tucumán, tanto el rendimiento de azúcar por hectárea como la relación
producción/ingenio favorecen claramente a Jujuy y a Salta. Este hecho se
relaciona con la existencia de ingenios de gran dimensión y la integración
de grandes productores primarios, lo que facilita el manejo del cultivo con
tecnologías de avanzada.
A esta mayor escala de la actividad se suman las condiciones agroecológicas
y climáticas de las dos provincias fronterizas, que resultan más aptas para
el cultivo que en Tucumán.
Por otro lado, la competitividad es explicada por la regulación, que brinda
una alta protección al sector a través del Decreto 797/92 mediante el cual
la Argentina impone al azúcar importado —tanto de países intrazona como
extrazona— un arancel fijo del 20% más un arancel móvil. Con esta
medida, Argentina protege su complejo azucarero del brasilero.

Competitividad
En el sector primario existen los siguientes inconvenientes:
• Mal estado de los caminos internos, lo cual dificulta el traslado de la
caña de azúcar.
• La posibilidad de ampliar el área de la producción de caña de azúcar
se encuentra limitada a determinados suelos que poseen
características específicas de temperatura y agua. En tal sentido, la
capacidad de extender los cañaverales está acotada, ya que las
mejores áreas se ubican en las cercanías de los ingenios que
actualmente se encuentran en explotación por parte de productores
de otros cultivos, como cítricos y tabaco.
• Problemas de riego, fundamentalmente en plantaciones medianas y
chicas.
En la etapa de industrialización, se pueden identificar los siguientes
problemas:
• Limitaciones en la provisión de energía, ya que los ingenios de la
provincia de Jujuy no poseen interconexión al Sistema Eléctrico
Nacional.
• Ausencia de financiación, que perjudica particularmente al sector
azucarero, pues mientras la zafra se realiza durante en seis meses es
preciso sostener la empresa durante todo el año. Sobre todo los
productores chicos y medianos, que no tienen otra manera de
obtener recursos, venden el azúcar al precio que pueden cuando
necesitan financiación, con lo cual bajan el precio del mercado en
general.
Finalmente, en la etapa de comercialización se observa que los valores a los
que se vende el azúcar del NOA en el mercado interno son insuficientes
para hacer frente a los crecientes costos en la actividad.

121
Problemas socioambientales y culturales
Las inversiones realizadas por Ledesma en los años noventa en las distintas
fases de producción, si bien aumentaron la producción y la productividad,
también redundaron en la disminución de la ocupación de mano de obra.
Otro problema importante es la contaminación ambiental que se genera por
falta de inversión en tratamiento de los efluentes que genera la producción
de alcohol medicinal.
Asimismo, la utilización del bagazo tiene efectos negativos si no se toman
las precauciones y cuidados necesarios. En los trabajadores, si el bagazo
manipulado es viejo y está seco y enmohecido, puede provocar
enfermedades tóxicas respiratorias, como la bagazosis, dolencia que
también puede aparecer en quienes habitan o trabajan en zonas próximas a
las instalaciones de las empresas que utilizan el bagazo.

Fortalezas y debilidades
Fortalezas:
• En los últimos años se ha producido un gran avance en el manejo
agronómico, cultivo y plantación de la caña de azúcar.
• Se ha incorporado además tecnología en todas las etapas, tanto la
primaria como la industrial, que redundó en un aumento de
productividad.
• La producción de etanol a partir de la caña de azúcar es más eficiente
que la proveniente del maíz.
• Existen buenas condiciones agroecológicas en la región.
• Se ha dado un importante grado de integración de la cadena en
materia comercial.
• Producción de papel a partir de bagazo.

Debilidades:
• Dificultad para ajustarse a las cambiantes condiciones en materia de
precios y demanda, dado el carácter plurianual del cultivo de caña de
azúcar.
• Alto costo del transporte, por la distancia a los centros de consumo.
• Escaso tratamiento de efluentes industriales.
• Alta incidencia de la mano de obra en los costos.
• Alta incidencia del costo de transporte en relación al volumen de
materia prima.
• A partir de la desregulación del sector a principios de la década del
noventa, avanzó el proceso de concentración de la producción
primaria.
• Existe un déficit de energía para el consumo de los ingenios.
Posibles estrategias
A partir del diagnóstico realizado, se puede establecer que existe la
necesidad de generar energía tanto para el consumo propio de los ingenios

122
como para abastecer a la red pública. Algunas medidas recomendadas
podrían ser incorporar calderas de mayor eficiencia, presión y temperatura
de vapor y turbos generadores de mayor potencia; utilizar secaderos de
bagazo de transporte neumático, e impulsar contratos a largo plazo con
precio de referencia/sostén.
Por otra parte, es preciso estimular el uso de riego presurizado para
plantaciones pequeñas y medianas.
En el ámbito medioambiental, es recomendable que se evalúen y
desarrollen alternativas de reutilización de efluentes, a través de, por
ejemplo, la implementación de proyectos de generación de biogás a partir
de la vinaza; la disminución del uso de fertilizantes de tipo químico, y el
desarrollo de otros usos de la vinaza a nivel industrial (agrícola, medio de
cultivo, suplementos alimenticio, construcción y combustible, entre otros).
Es aconsejable también considerar la posibilidad de que la matriz energética
de la caña de azúcar incluya la co-generación de energía eléctrica a través
del bagazo; la producción de biogás y proteínas unicelulares a través de la
vinaza, y la producción de fertilizantes orgánicos a partir de efluentes
líquidos y sólidos
Otras estrategias a tener en cuenta son el desarrollo del negocio de
bioetanol a partir de la caña y el financiamiento adecuado para una
actividad con acentuada estacionalidad.

Cítricos

Importancia del complejo


La producción citrícola de Jujuy presenta buenas condiciones de desarrollo,
debido a las características climáticas de la región.
La producción de la provincia se estructura fundamentalmente de la
siguiente manera: naranjas (63,6%), mandarina (18,2%), pomelo (6,1%) y
limón (10,6%), otros (1,5%)36.
En cuanto a la participación en la producción citrícola nacional, Jujuy se
encuentra en cuarto lugar. En lo que hace a la producción de naranjas, se
ubica tercera, detrás de Entre Ríos y Corrientes, aportando el 13% 37. En
pomelos ocupa el segundo lugar, detrás de salta (73%), contribuyendo con
casi el 9 % del total nacional.
Aproximadamente el 91% de la superficie implantada de la provincia está
en los departamentos de Ledesma (65,4%) y Santa Bárbara (25,7 %) 38.

36
INDEC, CNA 2008.
37
SAGPYA, 2005.
38
INDEC, CNA 2008.

123
Cuadro 28. Superficie implantada de cítricos, por departamento

Superficie
Departamento implantada % del total
(ha)
El Carmen 178,50 3,36
Dr. Manuel Belgrano 1,00 0,02
Ledesma 3.476,80 65,39
Palpalá 153,00 2,88
San Pedro 140,70 2,65
Santa Bárbara 1.367,00 25,70
Tilcara 0,20 0,00

Total 5.317,20 100,00


Fuentes: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Figura 12. Superficie implantada de cítricos en el Norte Grande

Fuente: Dirección Nacional de Programación Económica Regional (DNPER) 39

39
Mapa no publicado correspondiente a material de trabajo, no actualizado al Censo 2008.

124
Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados
Actualmente, Argentina se ubica en el séptimo lugar como productor
mundial de cítricos40, habiendo subido un puesto en la última década. China
lidera la producción global, seguido por Brasil, EE.UU., México y España.
Observando los datos referentes a cada cultivo en particular, se advierte
que Argentina es el principal exportador de limones, destinando a ese fin el
30% de lo producido. En el caso de las naranjas, las exportaciones
representan el 16%; en mandarinas, el 25%, y en pomelos, el 16%.
En cuanto a los mercados, la política de mayor diversificación del origen de
las importaciones de cítricos que se ha encarado en Japón ha permitido el
acceso de la fruta cítrica argentina a esa plaza.
Otro dato alentador es la reapertura del mercado estadounidense para fruta
fresca argentina.

La cadena de valor
1. Etapa primaria. Comienza con el desarrollo y cuidado de los
plantines en los viveros; luego se los transporta a las plantaciones, y
por último se realiza la cosecha, que en general suele ser manual. Es
por ello que este eslabón es intensivo en mano de obra, en especial
de carácter temporario.
2. Etapa industrial. El segundo eslabón de la cadena se relaciona con
la actividad industrial y la transformación de los citrus. La fruta
proveniente de las fincas tiene dos destinos: puede destinarse
directamente a la etapa de empaque, como fruta fresca, o a la
elaboración de productos como jugos concentrados, pictina y aceites
esenciales.

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


Los actores dominantes en la cadena son los grandes productores (con más
de 500 hectáreas), quienes poseen aproximadamente el 50% de la
superficie implantada. En su mayoría, utilizan tecnología de punta y
destinan la mayoría de su producción a la exportación.
En cuanto a la producción industrial existe una alta concentración, ya que
solo la empresa Ledesma se dedica al procesamiento de cítricos,
principalmente jugo de naranja.
Por otro lado, existen numerosos pequeños y medianos productores que
abastecen el 100% del mercado interno, con tecnología muy rudimentaria,
y suelen enfrentar a compradores de gran poder de mercado, como
hipermercados o industrializadores.

40
United Status Department of Agriculture, USDA.

125
Cuadro 29. Superficie implantada de cítricos, por escala de extensión

Superficie
Escala de extensión de
implantada % del total
EAP (ha)
(ha)
Hasta 5 50,7 0,95
5,1 - 10 171,4 3,22
10,1 - 25 326,2 6,13
25,1 - 50 405,4 7,62
50,1 - 100 440,0 8,28
100,1 - 200 638,5 12,01
200,1 - 500 584,0 10,98
500,1 - 1.000 149,0 2,80
1000,1 - 2.500 345,0 6,49
2500,1 - 5.000 32,0 0,60
5000,1 - 7.500 0,0 0,00
7500,1 - 10.000 0,0 0,00
10000,1 - 20.000 0,0 0,00
Más de 20.000 2.175,0 40,90
Total 5.317,2 100,00
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Competitividad
La producción citrícola de Jujuy presenta buenas condiciones de desarrollo,
debido a las características climáticas de la región.
Por otra parte, se orienta fundamentalmente a la exportación de fruta
fresca, una práctica que se ve favorecida por la contra estación respecto de
los países productores ubicados en el hemisferio Norte. Esta orientación a la
producción de fruta en fresco se explica porque los precios que se obtienen
por la exportación son más atractivos que los que se reciben de la
industrialización, aun cuando el volumen exportado es menor que el que se
industrializa.
Al observar las características de la etapa primaria de la producción de
cítricos, se advierten los siguientes problemas:
• El suelo jujeño tiene una gran variedad de situaciones
edafoclimáticas, lo que genera una multiplicidad de condiciones para
el cultivo. Por lo tanto, la demanda de variedades y portainjertos es
muy diversa y es necesario contar con información detallada para
realizar las indicaciones correctas para cada caso. Sin embargo, hasta
el presente, la evaluación varietal y de portainjertos para cítricos ha
sido puntual y ocasional.
• Existen carencias en materia de riego que inciden fuertemente sobre
el cultivo, particularmente en naranjas y mandarinas. Esto genera
pérdidas de alrededor del 30% de la producción.
• Presencia de plagas: existen enfermedades cuarentenarias, como la

126
cancrosis, y la mosca negra. Recientemente Jujuy fue declarada en
emergencia fitosanitaria con respecto al Huanglongbing (HLB), que es
una de las plagas más graves que pueden afectar la citricultura,
pudiendo ocasionar daños muy severos debido a la alta mortalidad de
las plantas afectadas
En la etapa industrial, se observa que existe una alta concentración, ya que
solo la empresa Ledesma se dedica al procesamiento de cítricos,
principalmente en la producción de jugo de naranja.
Ya en la comercialización, las dificultades son varias:
• Existe riesgo de sobreoferta de los principales países productores
(actualmente, España), lo que genera una abrupta caída de precios.
• La región ha perdido el estatus de zona libre de plagas y enfermedades,
lo cual constituye una debilidad del sector en cuanto a las condiciones de
negociación en los mercados de exportación de fruta fresca.
• Bajo consumo interno de cítricos.
• Altos costos de flete marítimo, lejanía de puertos y altos costos de
transporte terrestre. Además, la cosecha se concentra en las mismas
épocas de cosecha gruesa, lo que reduce la disponibilidad de
camiones y bodegas de buques. Finalmente, falta infraestructura
portuaria para el uso de containers.

Problemas socio ambientales y culturales


El eslabón primario y el empaque requieren de mano de obra de carácter
temporario, por lo que suele haber ausencia de regulación y malas
condiciones laborales, especialmente de los trabajadores de la zafra.

Fortalezas y debilidades
Fortalezas:
• Dada la estacionalidad que afecta fuertemente la producción y
comercialización de los cítricos, dando lugar a períodos de estación y
contra-estación, Argentina se ha constituido en proveedor de fruta
cítrica fresca para diversas regiones del mundo.
• Buenas condiciones de desarrollo, debido a las características
climáticas de la región.
• Posibilidad de crecimiento de los precios, por ejemplo de los pomelos,
que ayuden a hacer tentador al mercado.
Debilidades:
• La producción de naranjas y mandarinas presentan oscilaciones
pronunciadas, asociadas generalmente a particularidades climáticas y
a la dependencia central del mercado interno.
• Presencia de plagas y enfermedades cuaternarias.
• Escasez de mano de obra calificada en épocas de cosecha, momento

127
en el que se concentra la mayor demanda del sector, y ausencia de
mecanismos que regulen la contratación del personal temporario para
la etapa de cosecha.
• Escasez de agua para riego, ya que existen deficiencias en la
utilización del recurso y en el estado de los sistemas de riego.
• Problemas logísticos serios y altos costos de transporte.

Posibles estrategias
A partir del diagnóstico planteado, es posible identificar algunas estrategias
posibles para el mejoramiento de la actividad.
Aparece así la necesidad de desarrollar una planificación coordinada del
sector para la oferta de fruta fresca en el mercado externo e interno, para
lo cual se propone la creación de planes de promoción para aumentar el
consumo en el mercado interno y fortalecer la relación entre los distintos
sectores ligados a la exportación, entre otros objetivos.
Es también necesaria la apertura de nuevos mercados. En este sentido, se
recomienda la renegociación de estatus sanitario con la USDA; el ingreso a
mercados como India y otros, y la renegociación del protocolo sanitario para
la mosca de la fruta con Japón y China.
Es recomendable además que se mejore la oferta de fruta fresca, a través de
una solución biotecnológica de variedad resistente a enfermedades
cuarentenarias, y la mejora general de la sanidad y el manejo de los cultivos.
La reducción de costos aparece también como un camino a seguir, sobre
todo mediante el mejoramiento del transporte, de la oferta ferroviaria y de
la infraestructura de puertos para exportación por containers.
En el ámbito normativo, es preciso brindar marcos regulatorios de
protección a los pequeños y medianos productores, que enfrentan
generalmente a compradores como hipermercados o industrializadores de
gran poder de mercado. En este sentido, es central la presencia de canales
de comercialización abiertos y transparentes, que determinen precios justos
y criterios de calidad. También es recomendable el otorgamiento de
subsidios a la producción.
Finalmente, para solucionar el problema de escasez de agua, se debe propiciar
el plan maestro de recursos hídricos, integrado con las otras líneas de
producción agropecuaria según territorios, para un uso racional del recurso.

Porotos

Importancia del complejo


Dentro del conjunto de legumbres secas, el poroto constituye el principal
cultivo que se siembra en el NOA argentino en condiciones de secano y en
forma extensiva.

128
A nivel regional, y teniendo en cuenta que prácticamente la totalidad del
poroto recolectado tiene como destino final la exportación, su producción
adquiere una gran relevancia, dado que constituye la mayor fuente de
ingresos de divisas agroindustriales que genera dicho destino, superando a
la soja y a los cítricos.
Jujuy es el segundo productor de poroto alubia a nivel nacional (9%), luego
de Salta (85%). En poroto negro, su aporte es de alrededor del 10% del
total nacional.
La provincia representa además el 10,3% del total de producción del NOA
(campaña 2006/2007), con 25.880 hectáreas implantadas en dicha
campaña.
La variedad alubia representa el 50% de la producción Jujeña, seguida en
importancia por el poroto negro, con el 35% del total, mientras que el
poroto colorado y otros representan el 15% restante.

Gráfico 9. Superficie implantada de porotos, por departamento


En porcentaje del total provincial

0,27 1,30 0,01 40,11


20,12

38,19
Santa Bárbara San Pedro
El Carmen Palpalá
San Antonio Humahuaca/V. Grande/Dr. M. Belgrano

Fuente: DiPPEC. INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

129
En cuanto a superficie implantada, en Jujuy se dedican al poroto 17.650,6
hectáreas, siendo la variedad blanca la de mayor importancia, con casi el
75% del total.

Gráfico 10. Superficie implantada de porotos, por variedad


En porcentajes

0,15 6,92 8,66


10,01

74,27

Blanco Carioca Colorado Negro Otros

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

130
Figura 13. Principales cultivos en el Norte Grande

Fuente: DNPER.41

Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados


En cuanto a la producción mundial de porotos, en los últimos 40 años se ha
verificado una tendencia creciente, gradual, teniendo en cuenta el
incremento de las dos variables que intervienen en la producción: el área
cosechada y el rendimiento
En los últimos años, sin embargo, la producción mundial de porotos ha
permanecido relativamente constante. El continente asiático es el principal
productor del mundo, con una participación en el mercado global cercana al
50%. Solo entre el 10% y el 15% de la producción mundial se comercializa
internacionalmente. Los principales exportadores son Myanmar, China y
EE.UU., seguidos de Argentina y Canadá.

41
Mapa no publicado correspondiente a material de trabajo, no actualizado al censo 2008

131
Argentina participa con menos del 2% de la producción mundial, siendo sin
embargo el principal exportador mundial de la variedad alubia. Los
principales importadores de poroto seco son Japón, México, Reino Unido y
Brasil. En América, Venezuela y Colombia también son importantes
compradores de poroto de color.
En el caso de Argentina, la demanda externa de porotos secos puede
resumirse en dos mercados principales:
• El europeo, que demanda porotos blancos de alta calidad. Los
principales países son España, Italia y Portugal. En este mercado se
compite con EE.UU. y Canadá.
• El latinoamericano, demandante de porotos de color. Brasil es el
principal mercado de porotos negros, demanda que depende del
resultado de sus cosechas (tres en el año), por lo cual es variable año
a año.
Al analizar los posibles mercados de exportación, se ve que en el caso del
poroto negro es necesaria la apertura de nuevos mercados consumidores
para contrarrestar la dependencia especialmente con Brasil y también con
Venezuela. Uno de esos mercados podría ser México, que actualmente
compra la mayor cantidad a EE.UU. y completa su provisión con porotos
argentinos. Otros interesantes mercados potenciales se encuentran en
varios países de África que tienen un consumo per cápita anual de
veinticinco a treinta kilogramos

La cadena de valor
1. Siembra. En esta etapa resulta fundamental la calidad de la semilla;
sin embargo, es muy poca o casi nula la concientización entre los
productores acerca de las ventajas de utilizar semilla y no grano. La
baja calidad de la semilla se observa en las características del
proceso de siembra: reducción de la germinación, escaso vigor,
disminución de la habilidad de emergencia, anormalidades en la
plántula, transmisión de enfermedades (el 50% de las enfermedades
provienen de la semilla), rotura del tegumento y rotura transversal
de los cotiledones.
2. Cosecha. Este producto no requiere tareas de labranza excesivas,
pero el proceso de cosecha presenta elevados requerimientos de
mano de obra (alrededor de 4 jornales por hectárea) en las
explotaciones pequeñas que no cuentan con siembra y cosecha
mecanizada.
El sistema tradicional de cosecha favorece el ataque de gorgojos y
patógenos que deterioran la calidad de la semilla. Una rápida cosecha
reduce al mínimo ese deterioro, la infestación de insectos y las
pérdidas por daños físicos. Resulta por tanto importante reducir los
daños mecánicos que actúan en detrimento de la calidad.

132
El sistema de recolección convencional, que es utilizado en
extensiones que van de las 50 a las 200 hectáreas, permite obtener
un producto de excelente calidad y con pérdidas que no superan el
3% o 4% del rinde total.
Por su parte, el sistema de recolección mecánica directa se utiliza en
poblaciones de 180.000 plantas/ha. Las labores mecánicas de
remoción de suelos entre surcos son necesarias para el control de
malezas y mejorar la aireación de suelos, y deben complementarse
con la aplicación de herbicidas de pre y postemergencia.
3. Procesamiento. Esta etapa es muy simple: los porotos al natural
arriban a la planta empacadora, donde se limpian, se tamañan, se
tipifican por color, se lustran y se embolsan. La producción
comprende las etapas de calibrado, selección, desmanchado y, en
algunos casos, abrillantado del producto. En Jujuy funcionan cinco
plantas industrializadoras que realizan un proceso de limpieza,
clasificación y envasado de legumbres.
4. Comercialización. Los eslabones comercializadores se dividen en:
- No integrados, que venden la totalidad de su cosecha a los
exportadores.
- Integrados, que intervienen en la comercialización externa.
- Procesadores, que en la mayoría de los casos son los medianos y
grandes productores.
- Exportadores, que en general intervienen en la producción y
procesamiento de porotos.

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


Al analizar las etapas de siembra, cosecha y procesamiento, se advierte que
aproximadamente el 75% tanto de la superficie implantada como de la
producción se concentra en productores grandes, generalmente con
haciendas de más de 1.000 hectáreas. En general son productores que
producen, procesan y exportan su producción; aprovechan la escala y el
volumen producido para tener una participación relativa en el mercado;
diversifican la producción —en especial con soja—, y, en ciertos casos, han
comenzado a criar ganado para hacer rotación con maíz y suplementación
de ganado.
También existen pequeños productores (entre 100 y 1.000 hectáreas) que
realizan una agricultura de subsistencia. Estos venden su producción sin
procesar a los exportadores; padecen tienen problemas financieros; usan
tecnologías que imposibilitan la rotación de cultivo, y deben vender luego de
la cosecha para pagar sus gastos, o sea cuando comienza el ciclo comercial
entre mayo-junio.
Esta forma tradicional de cultivo tiene el problema de favorecer el ataque de
gorgojos y patógenos que deterioran la calidad de la semilla. Además

133
cuenta con inconvenientes por salinidad y contaminación del agua y suelo
por boro.

Cuadro 30. Superficie implantada de porotos y producción por escala de extensión

Escala de extensión Superficie


Producción
de las EAP implantada
(ha) Hectáreas % Toneladas %
Hasta 5 1,00 0,01 2,00 0,01
5,1 - 10 14,00 0,08 15,00 0,07
10,1 - 25 27,30 0,15 27,50 0,13
25,1 - 50 48,00 0,27 47,50 0,22
50,1 - 100 65,00 0,37 78,00 0,36
100,1 - 200 649,00 3,68 692,90 3,17
200,1 - 500 2.993,00 16,96 3.325,80 15,23
500,1 – 1.000 590,00 3,34 1.225,00 5,61
1000,1 – 2.500 4.038,50 22,88 5.971,80 27,34
2500,1 – 5.000 3.594,00 20,36 4.551,90 20,84
5000,1 – 7.500 150,00 0,85 360,00 1,65
7500,1 – 10.000 5.150,00 29,18 5.150,00 23,58
10000,1 – 20.000 0,00 0,00 0,00 0,00
Más de 20.000 330,00 1,87 396,00 1,81
Total 17.649,80 100,00 21843,40 100,00
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

En la etapa de comercialización, este mercado tiene una fuerte


concentración: no más de 10 empresas exportadoras. A la vez, se evidencia
un proceso de integración vertical en el cual muchas de estas firmas están
comenzando a operar como productoras.

Competitividad
La producción mundial de porotos ha permanecido relativamente constante en
los últimos años. El dinamismo del cultivo está fuertemente relacionado con la
evolución de las colocaciones externas. Debido a las variaciones de las distintas
especies, ha ganado posición el poroto negro en desmedro del colorado.
El poroto es una buena alternativa para realizar rotaciones de cultivo: los
productores sojeros suelen utilizarlo para rotar la tierra. Los rindes
promedios del continente americano ascienden a 800 kg/ha, estando un
14% por encima del promedio mundial. EE.UU. y Canadá registraron
rendimientos superiores a 1.700 kg/ha; Brasil, de 705 kg/ha, y Argentina ,
de 1.050 kg/ha. El principal destino de esta leguminosa es la exportación,

134
ya que en el mercado interno el consumo es muy bajo, llegando a los 120
gramos per cápita.
Respecto de la competitividad, se detectan algunos problemas:
• En general hay poco uso de semillas seleccionadas, lo que redunda
en menor productividad y calidad.
• Se ha producido una caída de precios internacionales de porotos de
calidad, como la variedad alubia. Esta situación se produce por el
aumento del consumo de porotos enlatados (donde importa menos la
calidad) y la ausencia de certificaciones para este producto.
• Hay falta de transparencia del mercado de porotos, no hay precios de
pizarra y existe una marcada dificultad para la obtención de precios
de referencia confiables. Usualmente, los precios se fijan en las
mismas fincas al realizarse las transacciones. Al finalizar la cosecha,
muchos productores se encuentran asediados por compromisos
financieros y, por tanto, se ven obligados a realizar operaciones a
precios extremadamente bajos. El gran perjuicio de esas ventas
realizadas a valores desventajosos no termina en una mala
transacción sino en la fijación de un precio de referencia ficticio y
bajo, que arrastra de ahí en más a las restantes operaciones.
• Falta de asociación de los productores.
• Muy bajo consumo interno.
• La poca disponibilidad de agua constituye la principal limitante para la
incorporación de nuevas zonas al cultivo.

Problemáticas socioambientales y culturales


Los pequeños productores suelen enfrentar grandes problemas financieros,
y sufren recurrentemente por las oscilaciones de precios, dado que no
existen precios de referencia del poroto. Por otra parte, son significativos
los niveles de evasión previsional y fiscal.

Fortalezas y debilidades estructurales


Fortalezas:
• Buen rinde del suelo argentino en relación al resto del mundo (por
encima del promedio mundial), incluso usando tecnología un tanto
atrasada.
• Las perspectivas de este cultivo son alentadoras, ya que hay un
sostenido aumento de las demandas brasileña y mexicana, tendencia
que no parece que vaya a modificarse en el mediano plazo.
• La oferta exportable está favorecida porque no coincide
estacionalmente con la de los principales competidores
(especialmente de alubia), que están ubicados en el hemisferio norte.
Debilidades:
• Poco uso de semillas seleccionadas.

135
• Altos fletes a los puertos de embarque.
• Graves problemas de enfermedades que provocan fuertes mermas en
la producción.
• Muy bajo consumo interno. El consumo per cápita está en el orden de
los 120 gramos anuales, mientras que los países africanos tienen un
consumo per cápita anual de 30 kilogramos.
• No hay muchas zonas aptas disponibles para extender la producción
de alubias, por la poca disponibilidad de agua .

Posibles estrategias
En las etapas de siembra y cosecha, es importante que se encaren políticas
sanitarias sobre el sector en producción primaria, y dotar a los productores
más chicos de capacitación y tecnologías que posibiliten la rotación de sus
cultivos y el uso de semillas seleccionadas.
Por otra parte, es necesario que los productores, especialmente a los
pequeños y medianos, puedan acceder a créditos blandos para encarar el
desmonte de otras zonas y proveer de riego a las nuevas zonas que lo
necesiten, con lo que se podría aumentar la superficie sembrada y, por
consiguiente la producción, teniendo en cuenta la importancia que esta
actividad económica tiene para las economías regionales del NOA argentino.
En la etapa de comercialización, es preciso desarrollar actividades de
capacitación en las áreas de comercialización y marketing. Debe también
implementarse una vinculación entre los sectores público y privado que
armonice y profundice una fuerte política de exportaciones, a través de, por
ejemplo, agresivas campañas de difusión del producto local en otros países,
como los de África.
El poroto posee muchas proteínas que reemplazan a las de origen animal.
No obstante, en la Argentina el consumo es bajísimo debido a que el
consumo de carne está instalado desde siempre. Pero en la actualidad, dado
el elevado precio de la carne, deberían hacerse fuertes esfuerzos de
promoción del consumo de legumbres.

Siderurgia

Importancia del complejo


La actividad siderúrgica en la provincia es importante, centrada
fundamentalmente en la empresa Aceros Zapla S.A.
Luego de sufrir un profundo proceso de reconversión, los niveles
productivos de este establecimiento se recobraron, y actualmente se ha
convertido en la principal empresa proveedora de aceros especiales del
país.
La imagen de la fábrica es lejana a la de sus comienzos y apogeo, cuando
era propiedad de Fabricaciones Militares, empleaba a 5.000 trabajadores y
la ciudad de Palpalá giraba en torno de sus altos hornos. La acería Zapla

136
ocupa ahora 600 trabajadores, algunos de sus galpones están cerrados, y
gran parte de sus máquinas son de la década del 1960. No obstante, Aceros
Zapla produce 5.000 toneladas de aceros especiales por mes, y se prevé
que en 2010 duplique su producción, tras la instalación de un nuevo horno.
Zapla hoy provee a las industrias petrolera, gasífera y automotriz, entre
otras. El acero para los elásticos de Toyota y Scania, por ejemplo, salen de
la fábrica ubicada en Palpalá. En Zapla se fabrica el 90% de las variedades
de acero que se consumen dentro de la Argentina.

Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados


La producción mundial de acero está dominada por China. De los 107,5
millones de toneladas métricas producidas en noviembre de 2009, 47,3
millones (el 44% del total) provinieron de ese país. Le siguen Japón, con
8,9 millones de toneladas métricas (8,3%); EE.UU., con 6 millones (5,6%);
Rusia, con 5,3 millones (4,9%), y Corea del Sur, con 4,3 millones (4%).
En el último tiempo, la caída de demanda consecuencia de la crisis mundial,
ha dejado al mundo con una sobre-producción alarmante, focalizada sobre
todo en regiones netamente exportadoras de acero, como China y los países
de la ex Unión Soviética, situación que podría originar un serio desbalance
en los flujos de comercio mundial.
Respecto de los posibles mercados, el Gobierno nacional está requiriendo
miles de kilómetros de rieles para abastecer su plan de reactivación del
tendido férreo nacional. Actualmente, el Estado argentino se provee en
España, a un costo elevado. La provincia de Jujuy planifica producir en
Palpalá rieles a gran escala para satisfacer esa demanda.
Existe un importante mercado potencial para la exportación de este
producto, ya que en Sudamérica solo Brasil produce rieles, y son de menor
calidad.

La cadena de valor
La cadena siderúrgica comprende la obtención del acero y la fabricación de
artículos de acería laminados en caliente —como barras, varillas, láminas y
alambrón, utilizados en obras de infraestructura—, artículos laminados en
frío —usados en metalmecánica para la fabricación de electrodomésticos—,
planos revestidos —para la fabricación de cubiertas y envases— y tubería
con costura. Estos productos son obtenidos a partir de procesos de
fundición, laminación y forjado, entre otros.
En la etapa de obtención del acero, la forma más común en el mundo es a
través de la siderurgia semi-integrada, que es un conjunto de procesos que
utilizan como materia prima la chatarra de hierro o acero, las
ferroaleaciones, el coque y la cal.
Luego del proceso productivo, el producto intermedio resultante en esta
etapa es la palanquilla, que es el primer producto de la siderurgia y

137
constituye el insumo para elaborar las diferentes manufacturas de acero de
la cadena.
Para la obtención de productos siderúrgicos, la palanquilla se somete a un
proceso de calentamiento y luego de reducción de su espesor mediante
laminación. En esta etapa se fabrican productos redondos, ángulos, barras,
varillas, perfiles y alambrón.
En un proceso diferente (hot roller) el llantón o planchón se calienta y se
pasa por el tren de laminación, lo que da lugar a los productos planos en
forma de rollos que, al ser cortados, se transforman en chapa de acero
laminada en caliente, que es el principal insumo de los laminados en frío y
de parte de la tubería.

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


El principal actor de este mercado es Aceros Zapla S.A, que ganó la
licitación privatizadora en 1992. La importancia de esta empresa no radica
solamente en la importante cantidad de empleo directo que demanda, sino
en las numerosas pequeñas y medianas empresas metalúrgicas que
surgieron a su alrededor y que conforman un polo de especialización.
La producción de Aceros Zapla se orienta a los aceros especiales de alta
gama destinados a las industrias de avanzada, entre las que se destacan la
automotriz, la petroquímica y los proveedores de máquinas herramientas.
Fabrica palanquilla, barras redondas y cuadradas, perfiles, alambrón, piezas
en fundición, en acero moldeado, rodillos y bujes centrifugados en fundición
o en aceros aleados.
La fábrica incluye una planta de arrabio, acería, laminación, forja e
instalaciones complementarias

Competitividad
La industria siderúrgica se caracteriza por la existencia de altos costos fijos
—por tanto, altas economías de escala—, alta intensidad en capital,
requerimientos de personal con alto nivel de calificación e impacto
ambiental significativo. Su importancia radica en su relación con otras
industrias.
A partir de 1998, la firma obtuvo la certificación del sistema de calidad bajo
la norma ISO 9002.
Desde su privatización se ha cambiado por la elección de los insumos más
económicos. En la gestión anterior, los altos hornos generaban 20.000
toneladas de acero por mes, pero consumían más de 6.000 toneladas de
carbón vegetal, un combustible que actualmente ya no está disponible, por
distancia, costo y consecuencias negativas para el medio ambiente.

138
Para resolver este problema, la empresa utiliza gas natural —que compra a
Bolivia— y coque, que será extraído de una mina boliviana que acaba de ser
adquirida por la empresa.
En cuanto a la materia prima para elaborar acero, las opciones son dos:
mineral de hierro tiene un costo de 300 dólares la tonelada, o chatarra, a
100 dólares la tonelada. Aceros Zapla, previsiblemente, utiliza la segunda
alternativa, en el marco de una estrategia productiva orientada a los aceros
de mayor calidad y precio.
Por una cuestión de escala y ubicación geográfica, la empresa no podría
competir en el mercado del hierro para construcción u otro tipo de aceros
comunes, pero sí está muy bien posicionada respecto de series cortas de
productos especiales.
En esta gama, Zapla redujo su producción de 70 variedades a unas 50.
Al analizar la situación de competitividad de Jujuy respecto de este
complejo, se detectan las siguientes debilidades:
• El futuro de Aceros Zapla no se vincula solamente con las condiciones
en que opera el mercado del acero. Si bien a partir de la devaluación
se abrieron perspectivas positivas por la necesidad de empresas
locales de sustituir importaciones, la continuidad de la firma parece
depender de los planes del grupo propietario, cuyo ámbito de
negocios excede el sector siderúrgico.
• Se ha producido una disminución de la demanda de acero,
principalmente de la industria automovilística doméstica, provocada
por la actual crisis económica.
• El Centro de Industriales Siderúrgicos tiene como principal
preocupación en estos días el constante aumento de la importación
de productos metalmecánicos, principalmente de China.
• Frente a la crisis económico-financiera global, los países desarrollados
están implementando medidas (dumpings, mayores controles
aduaneros, etc.) tendientes a frenar importaciones en condiciones de
competencia desleal, con el objetivo de favorecer el uso de acero
local, como por ejemplo el programa Buy American.
• Además de otorgar subsidios a su industria del acero, el Gobierno
chino recientemente implementó ciertas medidas para impulsar sus
exportaciones de acero y de productos de la cadena de valor, como la
eliminación de impuestos a la exportación, la anulación del sistema
de licencias y el aumento de reembolsos (todos referidos a productos
siderúrgicos).

Problemas socioambientales y culturales


En Palpalá se pasó de un modelo en el que el Estado ejercía un rol tutelar a
otro donde el sector privado recibió el control de la actividad local
dominante. Esto implicó consecuencias en la vida cotidiana de los
palpaleños, que debieron hacer frente no solo al desempleo y la

139
generalizada crisis socioeconómica, sino también al quiebre de su identidad
y la desestructuración de un imaginario común.
Luego de la privatización, Altos Hornos Zapla redujo profundamente su
planta laboral, pasando de ser una generadora muy importante de empleo a
ocupar solo el 10% del trabajo masculino de Palpalá. Esto implicó que
muchos trabajadores perdieran su fuente principal de ingresos y debieran
readaptarse en un mercado laboral en el que su presencia como obreros
siderúrgicos ya no era requerida.
Se produjeron entonces cambios profundos en la situación económico-
social, de los cuales los más obvios fueron el aumento del desempleo y el
subempleo, que trajo como consecuencia que la comunidad (a través de su
organización civil)42 y las familias (a través del cuentapropismo y la
generación de microempresas) se hiciera cargo de responsabilidades que
antes eran cubiertas por la fábrica pero siempre con una fuerte presencia
del Estado (a través de créditos, capacitación y otros).
Por otro lado, trabajadores de la acería han denunciado que no se han
cumplido todas las obligaciones estipuladas en el contrato de privatización,
en particular el Programa de Propiedad Participada. También reclaman que
no se cumplen las normas mínimas de seguridad e higiene.

Fortalezas y debilidades estructurales


Fortalezas:
• En Palpalá existe mano de obra calificada, lo que permitiría la
reestructuración exitosa de inversiones.
• Hay un mercado para la exportación de rieles, teniendo en cuenta
que en Sudamérica el único país que elabora rieles es Brasil, y son de
menor calidad.
Debilidades:
• La industria siderúrgica local, y también la internacional, está siendo
particularmente afectada por la crisis, que impactó directamente en los
sectores intensivos en el consumo de acero, como la industria
automotriz, la construcción, los artículos del hogar y los bienes de capital.
La caída de la demanda ha dejado al mundo con una sobre-
producción alarmante, focalizada principalmente en regiones
netamente exportadoras de acero, como China y los países de la ex
Unión Soviética, lo que podría originar un serio desbalance en los
flujos de comercio mundial.
• Aceros Zapla remite sus excedentes fuera de la región, sin contribuir
al circuito productivo local.
• La planta se encuentra en mal estado; solo funcionan partes de lo
que fue un complejo industrial siderúrgico integral.
• Las 17.000 hectáreas que servían para producir carbón terminaron en
manos de Celulosa Argentina S.A.

42
Bergesio y Pereyra 2000.

140
Ganadería

Importancia del complejo


La ganadería no es de las actividades más importantes de la región que
estamos analizando. Si bien Jujuy concentra una importante ganadería caprina
y camélida, esta se ubica en la Quebrada de Humahuaca y en la Puna.
En la región Valles-Ramal se desarrolla fundamentalmente la ganadería
bovina, con 57.208 cabezas de bovinos, el 69,36% del total provincial, que
asciende a 82.474 cabezas). En este subespacio también existe producción
de equinos, pero es totalmente marginal.

Figura 14. Ganado bovino por departamento


Años 2002-2008

Fuentes: DiPPEC. INDEC, CNA 2002 y 2008.

141
Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados
En términos de cabezas de ganado, los principales países productores son
India (331 millones de cabezas), Brasil (180), China (144), EE.UU. (99) y la
Unión Europea (85)1. Argentina, con un stock de 54 millones de cabezas, se
ubica en el sexto lugar, pero en términos de toneladas (3,1 millones) se
ubica en el cuarto2.
El consumo mundial de carne fue en 2007 de 52 millones de toneladas,
mostrando en el período 2004-2007 un crecimiento promedio anual del
1,8%, por debajo del crecimiento de la producción. El mayor consumidor
mundial en términos absolutos es China, seguido de EE.UU. Pero si se
considera el consumo anual por habitante, Argentina encabeza la lista con
65 kg/hab/año, seguida de EE.UU. (43 kg/hab/año) y Uruguay (41
kg/hab/año).

La cadena de valor
En la provincia de Jujuy existen zonas húmedas con buenas pasturas. Por lo
general, los vacunos se hallan sujetos a un régimen de trashumancia.
La cadena bovina está conformada por los sectores primario, industrial
(frigoríficos) y comercial.
1. Producción primaria. En Jujuy existen dos maneras de producción:
los sistemas ganaderos pastoriles, que nuclean a las producciones de
cría, ciclo completo e invernada, y, aunque en mucha menor medida,
los sistemas ganaderos a corral, frecuentemente llamados feed lots.
- Sistemas ganaderos pastoriles:
a) Sistemas de cría. Son aquellos establecimientos que producen y
venden terneros. Aunque su finalidad es la producción de
terneros, son estos los que se transfieren a los sistemas de
engorde (invernada o feed lots) como primera actividad en los
rodeos de cría.
b) Sistemas de ciclo completo. Se caracterizan por producir
novillitos, novillos, vaquillonas y vacas gordas obtenidos en el
mismo establecimiento. El porcentaje, desarrollo y grado de
terminación de los terneros de propia producción —así como la
incorporación de terneros no producidos en el establecimiento—
dan lugar a diferentes modalidades. Los sistemas de ciclo
completo conceptualmente se encuentran dentro de una posición
que va desde los recriadores hasta los invernadores. En Jujuy solo
adquiere importancia la recría.
c) Sistemas de invernada. Son aquellos que realizan esta labor
como única actividad ganadera. La invernada se define como el
proceso productivo que, partiendo de un determinado tipo de
1
En el período 2001-2007.
2
UIA.

142
animal no producido en el establecimiento (ternero de destete,
novillito, novillo, vaquillona, vaca, etc.) da como producto un
animal terminado para faena. Este sistema en Jujuy es de baja
proporción en relación a la cría y recría. Ello se debe a que en esta
provincia es inviable el desarrollo de esta práctica por las
condiciones climáticas.
- Sistemas ganaderos a corral o feed lots:
En los sistemas de producción definidos como feed lots se utiliza
el encierre de la hacienda en corrales para el engorde más rápido
e intensivo de las distintas categorías de animales.
Esta es una actividad que brinda un servicio a los pequeños
productores ganaderos de la región, por cuanto ellos pueden
enviar sus terneros al feed lot cuando los animales son todavía
chicos, lo que permite liberar a la madre y producir así un
beneficio a la cría.
La actividad es aún muy reducida pero está en crecimiento, ya
que el feed lot ha sido bien recibido por los productores de cría, ya
que lo tradicional en la región era exportar el ternero hacia otras
provincias donde se hacía su terminación. El aporte importante de
esta actividad es que incorpora valor agregado, ya que ocupa una
cantidad considerable de mano de obra.

Gráfico 11. Composición del rodeo de la provincia de Jujuy

0,90
0,40

4,20
6,10 12,90
7,40 10,10

39,60 18,30

Terneras Terneros Vaquillonas


Vacas Novillitos Novillos
Toros Bueyes y torunos Sin discriminar

Fuente: INDEC, CNA 2002.

El rodeo de la provincia está compuesto por casi un 40% de vacas,


contra un 13,5% de novillos + novillitos3.

3
CNA 2002.

143
En Jujuy la gran mayoría del ganado corresponde a rodeo de cría y
recría (20%), y solo un pequeño porcentaje a invernada (6%). En
tanto, la ganadería sin especificar es muy elevada.
La marcada preponderancia del rodeo de cría y recría se vincula con
las menores exigencias relativas sobre los sistemas —tanto de
recursos humanos como naturales—, en relación a los mayores
requerimientos de la invernada en términos de cantidad y calidad de
la alimentación del ganado y de infraestructura para una adecuada
terminación del producto.

Cuadro 31. Bovinos en EAP con límites definidos, por tipo de rodeo

Tipo de Rodeo Cabezas %

Cría 7.031 16,65


Recría 1.463 3,47
Invernada a campo 2.344 5,55
Invernada a corral (feed lots) 200 0,47
Tambo 986 2,34
Cabaña 34 0,08
Ganadería no especializada 30.153 71,42
Otros 9 0,02
Total Jujuy 42.220 100
Fuente: INDEC, CNA 2002.

2. Industrialización. Esta etapa se inicia con la faena. Como resultado


de este proceso se obtienen cortes de carne para consumo y, como
subproducto principal, el cuero, que se utiliza como insumo en otras
industrias (calzado, prendas de vestir, etc.), iniciando una cadena
distinta.
La faena promedio en Jujuy es baja, puesto que se observa la
presencia de mataderos municipales que abastecen comunidades
locales.
Se debe tener en cuenta que las cifras representan la faena
registrada, en tanto existe un importante circuito informal que no
cumple con la legislación fiscal, previsional ni sanitaria, por el cual se
canaliza la hacienda proveniente del abigeato, práctica muy
extendida en la región.
En lo respectivo a los frigoríficos, según la clasificación de
establecimientos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad
Agroalimentaria (SENASA), se puede decir que la tecnología utilizada
por las empresas de la provincia está relacionada con la escala de
trabajo que posea. En este sentido, aquellas plantas que poseen una
habilitación de Clase A, siguen en sus instalaciones los patrones de
eficiencia e higiene de los países líderes. Por otra parte, si se

144
considera el sector en general, existe una marcada heterogeneidad,
donde conviven empresas de punta con otras rudimentarias.
En Argentina en general y sobre todo en Jujuy, la primera
transformación industrial se conforma a partir de dos tipologías de
actores claves: los frigoríficos, los matarifes y los abastecedores.

Cuadro 32. Cantidad de establecimientos y operadores bovinos en Jujuy


Al 31/11/2008

Tipo de establecimiento Cantidad

Matadero - frigorífico Bovino 2


Matadero municipal 3
Matadero rural (c/usuarios) 0
Matadero Rural (s/usuarios) 0
Matarifre abastecedor 6
Cámara frigorífica (uso propio) 3
Carnicería 4
Fuente: Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (ONCCA).

3. Comercialización. El eslabón comercial en el mercado cárnico está


definido en dos grandes grupos: los abastecedores, que cumplen una
función de distribución mayorista de medias reses y de los cortes de
la carne, y el comercio minorista, que actúa como nexo directo con el
consumidor local. Los comercios que ofrecen los productos cárnicos
se diferencian en hipermercados, supermercados y carnicerías.

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


Los actores de la cadena bovina se pueden agrupar en cuatro bloques, los
cuales se articulan de la siguiente manera:
1. Sector primario. La actividad predominante en la región es la cría de
ganado realizada con escasa tecnología, lo que determina bajos niveles
de productividad. En Jujuy existen esquemas duales, apenas integrados
entre sí, con un mayoritario segmento de pequeños productores
tradicionales (familiares descapitalizados o de subsistencia) y un reducido
núcleo de grandes productores que lideran el complejo. Las haciendas
criadoras de bovinos están fuertemente concentradas: el 6,1% de los
establecimientos cría el 49,1% de bovinos. El resto se reparte según se
detalla en el cuadro 33.

145
Cuadro 33. Porcentaje y cantidad de cabezas por escala de extensión

Cabezas
Escala de extensión
Cantidad %
Hasta 5 277 11,60
6 - 10 715 11,30
11 - 15 1.149 11,10
16 - 20 1.875 13,30
21 - 25 1.316 7,40
26 - 30 1.442 6,50
31 - 40 2.687 9,70
41 - 50 2.996 8,40
51 - 75 3.836 8,10
76 - 100 2.259 3,30
101 - 150 2.937 3,10
151 - 200 2.782 2,00
201 - 500 7.531 3,20
501 - 1.000 2.029 0,40
1.001 - 2.000 5.018 0,40
Más de 2.000 3.371 0,10
Fuente: INDEC, CNA 2002.

2. Bloque de elaboración. Tiene como actor principal a los frigoríficos,


asistidos por proveedores de insumos para industria y el transporte
en frío.
3. Bloque de comercialización o intermediación. Está integrado por
remates, ferias, consignatarios y comisionistas. En Jujuy la
comercialización se caracteriza por la escasa presencia de remates-
feria, por lo cual las transacciones se realizan en forma directa. Los
pocos grandes agentes se articulan directamente con la industria a
partir de contratos relativamente estables y formales. En tanto, los
pequeños productores de animales terminados suelen circunscribir
sus operaciones a mercados locales o regionales, articulándose
directamente con carnicerías que faenan en mataderos y frigoríficos
municipales, con comisionistas que amplían y homogenizan los lotes
de animales, o con remates en ferias regionales o locales. Por último,
los pequeños y medianos productores que no completan el ciclo
venden directamente a invernadores o comisionistas.

Competitividad
En el sector primario:
• Existe competencia con la agricultura, la cual registra un importante
avance, fundamentalmente en las tierras con mejores condiciones
agroecológicas.
• Se observan inadecuadas tecnologías de manejo del rodeo que
redundan en bajos niveles de productividad.
• Existen de titularización de las tierras, una pequeña escala de

146
producción y dificultades para la incorporación de nuevas tecnologías
en productores minifundistas.
En la etapa de industrialización:
• Hay un gran número de mataderos que operan en condiciones
precarias de sanidad, afectando la producción de carnes y de los
subproductos.
• Es insuficiente el desarrollo de los eslabones de transformación,
básicamente faena y conservación.
• El peso de los subproductos en el valor de la faena es relativamente
bajo.
En la etapa de comercialización:
• La infraestructura vial es inadecuada, ciertos servicios
complementarios para la producción ganadera resultan insuficientes y
los recursos humanos suficientemente capacitados son escasos.
• Hay poca presencia de remates-feria, por lo cual las transacciones se
realizan en forma directa.

Problemas socioambientales y culturales


La incorporación de nuevas tierras a la ganadería por medio del desmonte
plantea graves problemas sociales y ambientales. En este sentido, vale
apuntar que en las fincas ganaderas localizadas en el zona de las Yungas la
cubierta vegetal ha sido reemplaza casi por completo por pasturas (gatton
panic).
Por otra parte, los pequeños productores deben enfrentar a compradores
con un amplio poder de mercado, o actúan en sistemas duales de
comercialización. Finalmente, es de considerar la alta informalidad en el
actividad.

Fortalezas y debilidades estructurales


Fortalezas:
• Pese a la competencia con la agricultura, hay existencia de tierras
disponibles que favorecen la posibilidad de extender la frontera
ganadera.
• Actualmente, la provincia importa alrededor del 90% de la carne
vacuna que consume, lo que significa una salida de recursos del
orden de los 120 a 150 millones de pesos anuales, lo cual da un gran
margen para la sustitución.
• En algunas regiones de la provincia hay buenas pasturas.
Debilidades:
• El ganado bovino viene sufriendo un fuerte desplazamiento a causa
de la expansión de la frontera agrícola.
• Son insuficientes la capacidad y los desarrollos para completar tareas

147
de sanidad. Por esta razón, las provincias del Norte Grande sufren
problemas sanitarios, como epidemias de aftosa u otras
enfermedades.
• Es deficiente la infraestructura predial.
• Las instalaciones de faena no cumplen con normas de certificación de
calidad y/o deficiencia de tecnología moderna.
• Los pequeños productores deben enfrentar a compradores con un
amplio poder de mercado, o actúan en sistemas duales de
comercialización.

Posibles estrategias
En la etapa primaria se podrían desarrollar centros de vacunación móviles
para así mejorar el aspecto sanitario.
Por otro lado, es necesario actuar sobre medidas que permitan cambiar el
esquema de producción hacia uno más intensivo, e incrementar la
receptividad de los campos.
También, buscar el equilibrio de la balanza comercial del sector, mejorando
el abastecimiento con producción cárnica y lechera local a la población.
En la etapa de industrialización, se deberá estimular la inversión de la
industria frigorífica e instalar nuevos frigoríficos y mataderos.
Finalmente, en la comercialización, se hace necesario concretar convenios
de cooperación mutua con instituciones públicas y privadas para el
desarrollo e incremento de la actividad ganadera bovina. Para lograr el
acceso a mercados exigentes, resulta indispensable desarrollar e
implementar un eficiente sistema de trazabilidad.

Especialización por departamento y condiciones socioeconómicas

El territorio provincial muestra una creciente tendencia a la concentración,


tanto demográfica como económica, en la zona de los valles templados de
la provincia (área de mediana diversificación de las actividades
productivas). Esta es la zona con mayor densidad de población, con
producción agropecuaria que abarca el cultivo del tabaco Virginia, la
producción hortícola y frutícola de estación y una restringida actividad
ganadera. Es zona rica en hierro, calizas y arcilla.
La actividad industrial es de relevancia en la capital provincial, y en las
cercanías de Palpalá se desarrolla producción siderúrgica, papel y cartón, y
actividades de fundición de metales no ferrosos. En Perico se concentra el
procesamiento de tabaco y de legumbres.
Por su parte, el Ramal es una zona preferentemente agropecuaria con
plantaciones sobre todo de caña de azúcar, legumbres y tabaco. Cuenta con
tierras propicias para el cultivo de cítricos, plantas frutales (chirimoyas,

148
mangos, paltas, bananas), hortalizas y verduras, y para la ganadería
bovina. Funcionan en la zona algunos aserraderos que se proveen de
especies arbóreas nativas e implantadas, y una fábrica de concentrado de
jugos cítricos.

Dr. Manuel Belgrano - Cabecera: San Salvador de Jujuy

Especialización y estructura productiva


Según el índice de especialización absoluta, Dr. Manuel Belgrano, con un
IEH4 de 0,080, es el segundo departamento menos especializado de la
provincia, luego de Palpalá. Este hecho se debe a que forma parte de la
región más rica de Jujuy y cuenta con una importante diversificación de la
actividad productiva: ningún rubro en particular representa más del 25%
del total del IEH. El IERK5 arroja un valor entre los cinco más bajos, con
0,3766, por lo que se asemeja al promedio provincial. Esto se debe a que
por su importancia y por el tamaño de su economía, este departamento
determina la estructura productiva provincial, juntamente con Palpalá, Yavi,
San Pedro y Ledesma.
De los IEPR surge que el departamento Dr. Manuel Belgrano presenta
especialización en el sector servicios, que entre todas las actividades que lo
componen emplea al 90,6% de los trabajadores, el más alto a nivel
provincial. En tanto, el sector primario ocupa solo el 2,3% del empleo en el
departamento, siendo el más bajo a nivel provincial. Esto es así por su
importancia como centro urbano y porque incluye la ciudad de San
Salvador, que actúa como punto de atracción de buena parte de los
municipios provinciales.
Este departamento es el centro de las actividades económicas con sede en
el resto de la provincia, y conecta las diversas sub-regiones. En virtud de
ello, concentra los principales bancos y financieras, concesionarias
automotrices, comercios y los principales centros de venta de productos
alimenticios y artículos del hogar, tanto formales como informales (en las
múltiples galerías y puestos callejeros de la zona de la Terminal de
ómnibus, en el Barrio Gorriti).
La participación Dr. Manuel Belgrano en la ganadería provincial no es de
relevancia. No obstante, entre 2002 y 2008 ha tenido importantes avances
cuantitativos en caprinos y ovinos (la actividad ganadera menos
importante), pero también moderados retrocesos en bovinos, que es la
principal.
La ganadería bovina cayó muy poco, un 0,81%, pasando de 10.859 cabezas
en 2002 a 10.771 en 2008. Por el contrario, la ovina aumentó un 9,33%:
10.696 cabezas relevadas en el CNA 2002 llegaron a 11.694 en 2008. Aun
mayor fue el incremento de la ganadería caprina: 7.337 cabezas en 2002 a

4
Índice de Especialización de Herfindhal (ver Anexo I).
5
Índice de Especialización Relativa de Krugman (ver Anexo I).
6
El IERK tiene un rango de 0 a 2.

149
8.725 en 2008, equivalente a un 18,92%. La cría de llamas es sumamente
marginal: 82 cabezas en 2002 y 47 en 2008.
Este tampoco es un departamento con peso en el agro jujeño. Es uno de los
de menor superficie cultivable, y dado que alberga la capital (y por ende el
área de mayor densidad poblacional de la provincia) el costo de la tierra es
mucho mayor y las extensiones suelen ser más pequeñas. Por lo tanto, no
es esperable que se encuentren grandes extensiones (o cultivos intensivos
en tierra), sino más bien pequeños cultivos con mayor componente
industrial.
No obstante todo lo dicho, se nota en este caso el avance de la soja. En
2002 no se relevaron hectáreas implantadas con oleaginosas, mientras que
en 2008 existían 340, el 100% de ellas dedicadas al cultivo de soja,
concentradas en una sola hacienda.
También se observa que ha mermado el implante de cultivos industriales.
En 2002 existían 182 hectáreas implantadas con tabaco Virginia, cantidad
que se redujo a 125 en 2002, un 31% menos.
No solo las oleaginosas (específicamente la soja) han aumentado en este
departamento. También las forrajeras anuales han tenido un importante
avance entre 2002 y 2008: de 40,9 hectáreas se pasó a 94,9, un 137%
más. Este aumento estuvo motorizado principalmente por el maíz, aunque
en ambos años fue la avena el cultivo principal de este capítulo. Por el
contrario, las forrajeras perennes han caído notablemente: de 61,4
hectáreas implantadas en 2002 a solo 17 en 2008, un 72,3% menos.
Actualmente la producción de forrajeras perennes se reduce a alfalfa pura y
consociada.
En resumen, en este departamento se evidencia un avance de la soja, pero
no tanto una merma de otros cultivos más tradicionales, ya que con
excepción del tabaco (variedad virginia) y las forrajeras anuales, en general
ha habido un avance del uso de la tierra.
En cuanto al sector secundario, se encuentra la Hilandería y Tejeduría
Jujeña, una fábrica de hilados y tejidos con modernas maquinarias, por lo
que el IEPR del rubro Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido
de pieles es 1,29 y el de Curtido y terminación de cueros; fabricación de
productos de cuero y calzado arroja un valor de 1,37.

150
Situación socio-demográfica
La dinámica poblacional de Jujuy muestra una fuerte tendencia a su
concentración. Solamente el departamento Dr. Manuel Belgrano, con
238.012 personas en el año 2001, reunía una cantidad equivalente al
38,9% del total de habitantes de la provincia.
Dr. Manuel Belgrano presenta una situación económica y socio-demográfica
sensiblemente mejor al promedio de los departamentos jujeños. En cuanto
a las NBI, solo este departamento y Palpalá presentaban porcentajes algo
menores al promedio provincial, pero no inferiores al 20,9%. Dr. Manuel
Belgrano es uno de los departamentos que se destacan por sus altas tasas
de enfermedades prevalentes típicas de la región, tales como dengue,
hepatitis, leishmaniasis, hanta, paludismo y chagas.
La ciudad principal del departamento es San Salvador, donde la oferta
educativa pública está compuesta por 15 colegios privados, 25 escuelas
públicas de nivel primario, 11 escuelas de enseñanza media y 6 de
enseñanza superior no universitaria. Sin embargo, según datos del año
2001, presentaba un 14,3% de personas sin instrucción o con primaria
incompleta, un porcentaje un poco inferior al total departamental (18,42%)
pero elevado debido en parte a la alta tasa de deserción escolar de los
jóvenes, sobre todo en los barrios populares. La oferta en educación
superior es baja, lo que obliga a la mayoría de los jóvenes con posibilidades
de cursar estudios de grado a emigrar a otras ciudades (Córdoba, Tucumán,
Salta y, en menor medida, Buenos Aires y el Litoral). En San Salvador se
encuentran las únicas sedes universitarias nacionales de la Universidad
Nacional de Jujuy (UNJU), con una oferta en formación en Humanidades,
Ingeniería, Agronomía y Biología.
En cuanto a la salud, en San Salvador se encuentran los cuatro principales
hospitales públicos de la provincia: el Pablo Soria, el San Roque, el de Niños
Héctor Quintana (ubicados los tres en el centro de la ciudad), el Psiquiátrico
Néstor Sequeiros y unos 36 puestos de salud barriales.
Según el INDEC, en el primer trimestre de 2009 en el conglomerado San
Salvador de Jujuy- Palpalá crecieron la actividad económica y el empleo,
con la consecuente disminución de la desocupación y la subocupación. En
ese período, la tasa de actividad creció del 38,7% al 43,1% y el empleo, del
35,4% al 40,2%. La desocupación, en tanto, habría bajado del 8,6% al
6,7%, y la subocupación demandante y no demandante, del 12,7% al
9,2%.

San Antonio - Ciudad principal: San Antonio

Especialización y estructura productiva


Este departamento cuenta con un solo municipio homónimo, y es uno de los
más pequeños de la geografía jujeña. Sin embargo, tiene una buena
cantidad de cultivos y, en muchos casos, cantidades no despreciables de
hectáreas cultivadas, en relación a su tamaño.

151
Según se deriva del IEPR, San Antonio se especializa en la actividad
primaria, la cual explica el 48,7% del empleo, un valor que resulta elevado
a nivel provincial. Para el rubro Agricultura, ganadería, caza y silvicultura,
San Antonio muestra un IEPR igual a 2,86.
El cultivo más importante son las forrajeras anuales, que aumentaron
notoriamente entre 2002 y 2008: de 347,5 hectáreas implantadas en 2002
a 1.002,5 en 2008, lo que equivale a un 188,49% de incremento. Los
cultivos más importantes dentro de este tipo son el sorgo forrajero y la
avena, que entre ambos representan el 52% del total de forrajeras anuales
según el CNA 2008 pero más del 84% en 2002.
Estas cifras muestran que este departamento ha atravesado una importante
diversificación, y que el aumento está explicado por la incorporación de
nuevos tipos de forrajeras anuales más que por el aumento cuantitativo de
las tradicionales.
El segundo cultivo en importancia son los cereales para grano, con 391
hectáreas implantadas en 2008, un 28,1% menos que en 2002, cuando la
superficie había sido de 543,5 hectáreas. Según el CNA 2002, el 100% de
los cereales para grano lo representaba el maíz, pero ese porcentaje se
redujo drásticamente en 2008 a un 52%, apareciendo cultivos como el
trigo, en primer lugar, y la avena.
El tercer cultivo en importancia son los cultivos industriales. El más
importante es el tabaco variedad Virginia. En San Antonio se cultiva
aproximadamente el 2,05% del tabaco provincial, siendo el cuarto
departamento en importancia detrás de El Carmen, Palpalá y San Pedro.
Este cultivo, al igual que los cereales para grano, descendió en los seis años
intercensales, de 539,1 hectáreas relevadas en 2002 a 322,5 en 2008, lo
que equivale un 40,18% menos.
Respecto de la actividad ganadera, San Antonio aporta el 9,3% del rodeo
provincial, gracias a sus zonas húmedas con buenas pasturas. En ovinos y
caprinos tiene un escaso número de animales (menor al 1%). En este
departamento se aprovecha la leche de vaca para elaborar quesos, y
también se crían pollos y gallinas ponedoras.

Situación socio-demográfica
San Antonio tiene una escasa población, 3.698 habitantes, estando muy por
debajo del promedio del subespacio Valles. La densidad poblacional es de
5,4 hab/km2, también muy por debajo del resto de los departamentos de la
región.
En cuanto a las NBI, tiene un porcentaje muy superior al del subespacio del
que forma parte, ya que el 34,6% de sus hogares y el 37,4% de sus
habitantes vivía en 2001 en esa situación, mientras que los promedios de la
región Valles eran 23,2% y 25,7% respectivamente. En el año 2006, la tasa
de mortalidad infantil se ubicaba en 15,2%.

152
En cuanto a cobertura de salud, el 55,38% de la población no tenía en 2001
obra social y/o plan de salud privado o mutual, y de la población de 65 años
o más, el 44,2 % no percibía jubilación o pensión.
En materia de servicios en los hogares presenta los índices más altos de
carencia: el 68% de los hogares carecía de cloacas; el 12,90% no poseía
electricidad, y el 100 % de los hogares no tenía acceso a gas natural.
En materia educativa, el 24,28% de la población total carece de
instrucción, mientras que el 88,45% de la población total no completó el
nivel secundario. Ambos indicadores son los más altos de la región Valles.

El Carmen - Principales ciudades: Perico y El Carmen

Especialización y estructura productiva


El IEPR para este departamento muestra que se especializa en Elaboración
de productos de tabaco, con un valor de 4,86, y en el rubro Agricultura,
ganadería, caza y silvicultura, con 2,81. Esto se debe a que en este
subespacio el cultivo del tabaco representa más del 89% de las extensiones
de la provincia.
El tabaco que se cultiva es del tipo virginia, y solo se desarrollan aquí los
primeros eslabones de la actividad, el procesamiento inicial de la hoja de
tabaco, para su posterior exportación (70%) o venta a nivel nacional (20%)
y, en un escaso porcentaje (10%), para la fabricación de cigarrillos.
Se destaca la ciudad de Perico, cabecera del complejo tabacalero, la cual se
encuentra a menos de 100 kilómetros de El Carmen. Con esta localidad,
comparte la referencia en el territorio con la actividad tabacalera y
comercial, por su ubicación estratégica respecto de las rutas 9 y 34, en la
red del Corredor Bioceánico y hacia el centro del país.
En Perico se encuentran la sede principal de la Cooperativa de Tabacaleros
de Jujuy Ltda. y el gremio que nuclea a los obreros del tabaco (OSPIT).
El Carmen posee una buena infraestructura hídrica, tanto para el tabaco
como para la horticultura.
En cuanto a la agricultura, El Carmen realiza un importante aporte
provincial, con el 29,26% de la superficie total del área hortícola sembrada,
el 20,27% de los cultivos de legumbres y el 24% de las oleaginosas,
además de porcentajes menores de plantaciones forestales, de cítricos y de
caña de azúcar.
Este es un departamento paradigmático en la evolución reciente del agro
jujeño, pues aquí se observa claramente cómo se sustituyeron cultivos
tradicionales por soja. Los números que arrojan los censos son más que
contundentes: un 14,4% menos de cultivos para granos (3.139,20
hectáreas en 2008 frente a 3.668 en 2002), un 85% menos para la
producción comercial de semillas (20 hectáreas en 2008 y 134,4 en 2008) y

153
un impresionante 58% menos en legumbres (8.655,9 hectáreas en 2002
frente a 3.612 en 2008).
Las oleaginosas, por el contrario, tuvieron un incremento tal que no dejan
lugar a suspicacias: mientras en 2002 se relevaron 340,2 hectáreas
destinadas a tal fin, en 2008 esa superficie ascendió a 1.475 hectáreas, un
extraordinario aumento del 334% en tan solo seis años.
La actividad pecuaria de El Carmen se basa principalmente en ganado
bovino, ya que el caprino y el ovino son de pequeña escala. No obstante,
hay una característica común en toda la actividad del sector: un notable —y
relativamente parejo— descenso en los seis años del período intercensal. En
el caso de ganado bovino, los datos muestran que se pasó de 7.371 cabezas
en 2002 a 4.533 en 2008, lo que equivale a un 38,50% menos.
El ganado ovino tuvo un performance muy similar: de 1.220 cabezas en
2002 a 599 en 2008, un 50,90% menos. El ganado caprino tuvo un
descenso aun más impresionante, del 67,58% entre 2002 y 2008: pasó de
1.570 cabezas a tan solo 509.
En el caso de los porcinos, hay 1.940 cabezas (CNA, 2008), lo que
representa el 19,7% a nivel provincial, aunque vale aclarar que esta
actividad tiene escasa importancia en todo el territorio de Jujuy.

Situación socio-demográfica
El departamento de El Carmen tiene una población de 84.667 habitantes, lo
que lo convierte en el segundo distrito más poblado de Jujuy. La densidad
es 92,8 hab/km2, la tercera más alta de la provincia, después de Dr. Manuel
Belgrano y Palpalá, ambos pertenecientes a la misma región.
El 35,5% de los hogares y el 38,8% de las personas se encuentran en
situación de NBI, siendo estos porcentajes los más altos de la región, muy
por encima del promedio de la misma (23,2% y 25,7%, respectivamente).
Para el año 2006, la tasa de mortalidad infantil se ubicaba en 15 por cada
mil nacidos vivos.
El 57,04% de la población no tiene cobertura de obra social y/o plan de
salud privado o mutual, que es el porcentaje más alto del subespacio. Lo
mismo sucede con la población de 65 años o más que no percibe jubilación
o pensión, que alcanza al 53,5%.
Respecto de los servicios en los hogares, el 51,99% no tiene acceso a
cloacas; el 4,88% no está conectado a la red eléctrica, el 46,11% no tiene
acceso a gas Natural y el 4,38% no tiene agua corriente.
Los datos sobre la situación educativa muestran un 25,95% de personas sin
instrucción y un 87,23% con secundaria incompleta, lo que ubica al
departamento en paridad con San Antonio y muy por encima de Dr. Manuel
Belgrano y Palpalá.

154
Palpalá - Ciudad principal: Palpalá

Especialización y estructura productiva


Según surge del IEH7 de empleo, Palpalá es la localidad donde se observa
menor especialización absoluta, debido a que presenta cierta diversificación
de su economía, a pesar de la importancia de la industria manufacturera.
Si se analiza el IRK, se advierte que Palpalá es el departamento que
presenta una estructura productiva más cercana a la provincial, ya que
presenta el valor más bajo de todos, de 0,18.
De la observación del IEPR surge que Palpalá se especializa en la actividad
manufacturera y, en menor medida, en servicios, que conjuntamente
representan el 89,7% del empleo en el departamento.
Palpalá es la ciudad industrial de Jujuy, con más de 30 establecimientos,
medianos y grandes, solo comparables en sus dimensiones con los
existentes en Lib. Gral. San Martín, en el complejo agroindustrial Ledesma.
Existen en este departamento dos parques industriales: el Ingeniero Carlos
Snopek y el Alto La Torre.
Las industrias de Palpalá son fundamentalmente plantas de acero (en
Aceros Zapla) y otras pequeñas y medianas industrias como fundiciones,
briqueteras, aserraderos, cementeras y mosaiqueras.
A 5 kilómetros de la ciudad, en la localidad de Río Blanco, hay una
importante planta de producción celulósico-papelera.
Por la ubicación estratégica de Palpalá y por su conexión con las principales
industrias de la provincia, su rol en el desarrollo productivo de Jujuy está
ligado también al transporte y la logística. En la ciudad se encuentra la sede
de la Cámara de Transporte de Cargas de la provincia.
El IEPR de la industria manufacturera es de 1,49. Dentro de este rubro se
destacan las actividades como Fabricación de metales comunes (11,29),
Fabricación de sustancias y productos químicos (3,17), Industria del papel
(1,56), Fabricación de equipos y aparatos de radio, televisión y
comunicaciones (14,05) y Fabricación de maquinaria y equipo (3,07).
En cuanto a la producción agropecuaria, las principales actividades son la
producción de tabaco y poroto, la frutihorticultura y la ganadería bovina,
con 4.513 cabezas. Respecto del tabaco, el 5,51% de las extensiones del
cultivo provincial está en Palpalá, lo cual lo convierte en el segundo
municipio en importancia, después de El Carmen.
El departamento Palpalá tiene relevancia en términos de plantaciones
forestales, siendo el primer municipio a nivel provincial. Juntamente con Dr.
Manuel Belgrano, concentran casi el 90% de la superficie implantada.

7
Índice de Herfindhal (ver Anexo I).

155
Situación socio-demográfica
A pesar de que cuenta con la superficie más chica de toda la provincia (467
km2, el 0,9% del total), posee la segunda densidad más alta, de 103,2
hab/km2, luego de Dr. Manuel Belgrano.
En cuanto a los indicadores sociales, el 23,6% de los hogares y el 25,5% de
los habitantes del departamento presentan situación de NBI. En tanto,
sobre las condiciones sanitarias y de salud, hay que decir que el 14,97% de
los hogares no tenía en 2001 acceso a cloacas; el 2,95% carecía de servicio
de electricidad; el 55,08% no tenía obra social y/o plan de salud privado o
mutual, y el 38,0% de la población de 65 años o más no percibía jubilación
o pensión.
Respecto de la educación, el 20,45% de la población carece de instrucción,
y el 80,43% no terminó el nivel secundario.

San Pedro - Ciudad principal: San Pedro

Especialización y estructura productiva


Analizando el IEPR, se advierte que el departamento de San Pedro se
especializa en la actividad manufacturera y, en menor medida, en servicios.
En conjunto, ambas representan el 87,6% del empleo del departamento.
La ciudad de San Pedro, con 55.000 habitantes, es la segunda en la
provincia, lo que es muy importante en términos políticos. En general es
una ciudad baja, con comercios para el abastecimiento local y donde prima
sobre todo la actividad municipal y los servicios vinculados al complejo
azucarero. También existen actividades hortícolas en la periferia.
En la zona del Ramal los veranos son cálidos y lluviosos; por este motivo se
ha sido favorecido el cultivo de caña de azúcar y, más recientemente, de
frutas tropicales para uso industrial.
En cuanto a la actividad azucarera, hay que notar que el IEPR para el rubro
Elaboración de productos alimenticios y bebidas es igual a 2,75, lo que se
debe en gran parte a la actividad de los ingenios que rodean al
departamento, que aportan aproximadamente el 30% del total de la
superficie implantada de azúcar.
El Ingenio La Esperanza está ubicado en este departamento, en la localidad
de La Esperanza. Este establecimiento estuvo en manos de las empresas
familiares Jorge y Figueroa, luego de la Compañía Argentina de Alcoholes
S.A. y, en el año 2002, entró en concurso de acreedores. Desde entonces,
es administrada por un grupo de síndicos designados por la intervención
judicial, y su producción es prácticamente autogestionada por los
trabajadores.
La caña se procesa en otros ingenios de Jujuy y de la provincia vecina de
Tucumán. En diciembre del 2006 se decretó la quiebra, pero aún no se
concretó la venta.

156
El ingenio ocupa con 14 mil hectáreas, de las cuales hoy solo están
productivas 6 mil. Trabajan allí alrededor de 1.000 cañeros y otros tantos
en la fábrica donde se producen anualmente unas 70 mil toneladas. Lo que
diferencia a este ingenio de los otros existentes en Jujuy (Ledesma y La
Mendieta) es su proceso totalmente artesanal, sin tecnificación en las
labores de campo y con un equipo antiguo en la planta.
En cuanto a la actividad agrícola se destacan las frutas tropicales y los
cítricos, específicamente naranjos, mandarinos, limoneros y pomelos, cuyos
frutos alcanzaron un gran prestigio en el país y en el exterior.
Las naranjas, sobre todo, son de excelente calidad. Se cultivan en San
Pedro y en otros departamentos, como Ledesma y Santa Bárbara.
Al analizar la evolución de los cultivos hay que mencionar que los
industriales han aumentado en forma moderada: de 1.310 hectáreas en
2002 a 1.682,3 en 2008, lo que significa un 28,4% más. Las oleaginosas
tuvieron un extraordinario aumento, un 80,9%, de 635 hectáreas
implantadas en 2002 a 1.149 en 2008.
Indagando un poco en los datos se observan dos resultados muy
interesantes, que evidencian los cambios en Jujuy. En 2002, el 100% de las
oleaginosas eran “otras oleaginosas”, mientras que en 2008 el 100% de
este capítulo fueron implantaciones de soja. Esto indica que si bien el
aumento no fue tan importante como en otras regiones, hubo una
importantísima sustitución inter-cultivo.
Al igual que en el caso de Ledesma, el avance de la soja no ha sustituido los
cultivos tradicionales de este departamento, donde la caña de azúcar
también es el principal y, como en Ledesma ha permanecido. Sin embargo,
lo que diferencia a San Pedro es que el aumento del azúcar ha sido mucho
más moderado, de 17.448,5 hectáreas en 2002 a 18.867,6 en 2008, lo que
equivale un 8,1%.
Respecto de la actividad agropecuaria, San Pedro tiene una importancia
media en la actividad pecuaria, más que en la agricultura, particularmente
en bovinos y caprinos, con participaciones del 6,5% y el 1,6% del total
provincial, respectivamente. En ambos casos hubo un comportamiento
dispar en el período intercensal.
La producción de caprinos ha tenido un aumento del 25,06% (1.800
cabezas en 2002 frente a 2.251 en 208), mientras que en bovinos se
observó una reducción del 25,05% (7.181 en 2002 y 5.382 en 2008).

Situación socio-demográfica
El departamento de San Pedro de Jujuy contaba en 2001 con una población
de 71.037 habitantes, siendo el cuarto distrito de mayor población de la
provincia. Presentaba una densidad de 33,0 hab/km 2, un porcentaje muy
por encima del promedio del subespacio del que forma parte.
En lo referido a los indicadores sociales, un 27,7% de hogares y un 30,9%
de sus habitantes estaba en situación de NBI, siendo estos los porcentajes

157
más bajos de la región. En el año 2006, la tasa de mortalidad infantil se
ubicaba en 10,2%.
Respecto de la cobertura, tiene el porcentaje más bajo de carencia de obra
social y/o plan de salud privado o mutual de la población del subespacio,
49,97%, y el segundo mejor a nivel provincial, solo superado por Dr.
Manuel Belgrano. Al año 2001, el 42,1% de la población de 65 años o más
no percibía jubilación o pensión.
En cuanto a los servicios básicos de los hogares, el 32,61% no está
conectado a la red cloacal, el 11,03% no tiene electricidad, el 11,23% no
tiene agua corriente y el 48,05% no posee gas natural.
Si analizamos el nivel educativo, el 20,81% del total de la población carece
de instrucción, y el 82,37% no terminó la secundaria.

Santa Bárbara - Ciudad principal: Santa Clara

Especialización y estructura productiva


Este es un departamento de mediana importancia en el agro jujeño. Según
surge del CNA 2008, no tiene un peso relevante en los cultivos más
importantes de la provincia, los industriales, pero en cambio cuenta con una
estructura agraria muy diversificada y con implantaciones significativas en
muchos cultivos, básicamente legumbres, oleaginosas, cítricos, hortalizas y
cereales para grano.
Según se desprende del IEPR, el departamento de Santa Bárbara se
especializa en la actividad primaria, la cual explica el 51,6% del empleo. Es
por ello que para el rubro Agricultura, ganadería, caza y silvicultura cuenta
con un IEPR igual a 3,03.
El cultivo más importante es las legumbres. En 2002 se relevaron 5.141,3
hectáreas, cantidad que ascendió a 7107,5 en 2008, lo que equivale a un
38,2% de aumento. En particular, el municipio de Santa Clara es el más
relevante, con 6.185 hectáreas.
Las plantaciones citrícolas de Santa Bárbara también son importantes, ya
que representan el 25,7% del total provincial, solo superadas por Ledesma.
Las oleaginosas, por su parte, han tenido un aumento muy importante:
177% en los seis años intercensales: de 1.131,7 hectáreas en 2008 a 3.135
en 2008. En el último caso, el mayor porcentaje corresponde a la
implantación de porotos de soja.
Por el contrario, los cultivos industriales han tenido una notable caída.
Mientras en 2002 se relevaron 1.548,8 hectáreas, en 2008 esta cantidad
descendió a 655, lo que significa un 57,7% menos. En ambos casos, el
cultivo más importante es el de la caña de azúcar, que representa más del
95% del total.
En cuanto al ganado, adquiere relevancia el vacuno. Santa Bárbara es uno
de los departamentos con mayor número de cabezas (14,6% del total

158
provincial según el CNA 2008), ubicados principalmente en los municipios
de Palma Sola (6.195 cabezas), El Piquete (2.685) y El Fuerte (1.766).
La producción de bovinos, en tanto, ha tenido un importante descenso:
mientras que en 2002 se relevaron 15.650 cabezas, en 2008 este número
decreció a 12.029, un 23,14% menos. La cría de caprinos ha tenido
también un descenso moderado: de 1.886 cabezas en 2002 a 1.367 en
2008, un 27,52 % menos. En el caso de la cría de ovinos, el descenso
alcanzó el 56,25%: de 1.367 cabezas en 2002 a 598 en 2008. En cuanto al
ganado porcino, de acuerdo al CNA 2008 posee 2.106 cabezas, el 21,4 %
del total provincial.
El sector secundario representa solo el 8,8 % del empleo, siendo uno de los
más bajos a nivel provincial.
Según el IRK, Santa Bárbara es uno de los tres departamentos que
presentan mayor diferenciación en su estructura productiva respecto al
promedio de Jujuy, con un valor igual a 0,818.
Por otra parte, de acuerdo al IEH, es el segundo departamento con mayor
especialización absoluta, con un valor de 0,284.

Situación socio-demográfica
Santa Bárbara cuenta con la mayor superficie del subespacio, con 4.448
km2, lo que representa el 8,4 % de la población jujeña. La densidad es de
3,8 hab/km2, muy por debajo del promedio de la región.
Luego de Valle Grande, este departamento presenta los peores indicadores
sociales, en comparación con el resto de la región. La situación de NBI
alcanza al 42% de los hogares y al 46,2% de la población.
Con un 63,65%, tiene el segundo porcentaje más alto de carencia de obra
social y/o plan de salud privado o mutual del subespacio, mientras que el
63,7% de la población de 65 años o más no percibe jubilación o pensión,
porcentaje más alto del subespacio.
Respecto de los servicios, el 70,72% de los hogares no tiene acceso a
cloacas, el 7,76% no tiene electricidad y el 10,69% no posee agua
corriente. Adicionalmente, el 100% de los hogares no tiene gas natural,
siendo el más alto, situación que comparte con Valle Grande y San Antonio.
En cuanto al nivel educativo, el 28,02% del total de la población carece de
instrucción, y el 93,02% no terminó la secundaria.

Ledesma - Ciudades principales: Lib. Gral. San Martín y Fraile


Pintado
Especialización y estructura productiva
El IEPR de Ledesma muestra que se especializa en el sector manufacturero.
Dentro del departamento se encuentra la ciudad cabecera, Lib. General San
Martín, ubicada a 119 km. de San Salvador y a 50 km. de San Pedro. En

159
esta ciudad tienen sede las principales plantas industriales de
procesamiento de caña de azúcar y cítricos.
Este es un departamento muy importante en relación a la agricultura
jujeña, en particular en lo que respecta a cultivos industriales,
particularmente la caña de azúcar. En efecto, el total de hectáreas
implantadas con azúcar en este departamento, según el CNA 2008, son
41.181,7, el 65,78% del total de Jujuy.
Otra característica importante de este departamento se vincula con ciertos
fenómenos en relación a tenencia de la tierra y monoproducción a gran
escala. En este sentido, vale la pena detenerse en un dato más que
sorprendente y revelador: de la totalidad de la superficie implantada con
cultivos industriales, el 100% se ubica en la misma localidad: Fraile
Pintado; y aun más destacable es el hecho de que toda esa producción se
concentra en un solo establecimiento: el ingenio Ledesma.
En los municipios de Fraile Pintado y Yuto y en otras fértiles zonas de la
provincia de Jujuy también existen miles de hectáreas con plantaciones de
naranja, mandarina, pomelo, limón y palta. La fruta se procesa en una
moderna planta y en una fábrica de jugos concentrados y aceites
esenciales. Actualmente, produce miles de toneladas de jugos concentrados
de naranja, pomelo y limón por año, y abastece a las principales empresas
de gaseosas y jugos, tanto en el mercado interno como en el externo. Con
una producción de 75.400 toneladas en 2007, Ledesma es el primer
productor y exportador de naranjas de la Argentina, lo que representa entre
el 7% y el 8% del total nacional (unas 940.000 toneladas en 2006). Este
total se destina luego a fruta embalada para el mercado interno, a la
exportación o a jugos concentrados. El IEPR para Elaboración de productos
alimenticios y bebidas es igual a 2,60, mostrando la importancia del azúcar
y los cítricos.
Otro cultivo de importancia de la región son las hortalizas, aunque ha
sufrido un notorio descenso: las 1.930,7 hectáreas implantadas relevadas
en 2002 cayeron a 1.762,9 en 2008, lo que representa un 8,7% menos.
En ninguno de los dos CNA se registró implantación de oleaginosas.
La actividad pecuaria de Ledesma, a diferencia de la agraria, tiene muy
poco peso en la estructura ganadera jujeña. Esto es particularmente así en
caprinos y ovinos, mientras que el ganado bovino tiene un poco más de
importancia, sobre todo en el municipio Fraile Pintado, que dispone del
78,81% del total de cabezas del departamento.
El ganado bovino ha disminuido un 29,54 %, de 3.886 cabezas en 2002 a
2.738 en 2008. La evolución de caprinos ha evidenciado un tímido
aumento: en 2002 solo se relevaron 116 cabezas, mientras que en 2008
ese número ascendió a 132. En cuanto al ganado ovino, se relevaron 546
cabezas en 2002 y 308 en 2008, lo que equivale un 43,59% de
decrecimiento.
Por otra parte, se destaca el IEPR de la actividad Industria del papel, con un
valor de 6,53. Esto se debe a que la caña de azúcar se utiliza también para

160
la producción de celulosa y papel. Con la mayor parte de la fibra de caña de
azúcar obtenida se produce celulosa y, con la restante, energía en calderas.
A la celulosa, a su vez, se le agrega valor produciendo papel, que luego da
diferentes conversiones papeleras.
La empresa Ledesma creció hasta convertirse en el principal productor de
papel obra para impresión y escritura del país. Sus fábricas de papel y de
cuadernos y repuestos se encuentran certificadas bajo normas ISO.
Por último, se ilustra la importancia de la producción de Ledesma sobre el
total de la producción nacional de papel. La participación promedio de
Ledesma, en el período 1999-2007, alcanzó alrededor del 3%; mientras
que, si se estima la participación media de la empresa sobre el papel no
estucado, la misma fue del 33%.
En cuanto a la participación de la empresa sobre todo tipo de papel, se
puede apreciar un leve pero claro aumento, pasando de 2,8% en el año
1999 a un 3,3% en 2007. Y en lo que respecta a papel no estucado,
Ledesma es uno de los líderes, sobre todo en el mercado de resmas de
papel blanco y de color para uso comercial.

Situación socio-demográfica
El departamento de Ledesma, según el Censo 2001, contaba con una
población de 75.716 habitantes, el 12,37% de la población de Jujuy, siendo
este porcentaje el tercero más alto del subespacio Valles-Ramal. La
densidad poblacional era de 23,3 hab/km2.
En lo respectivo a los indicadores sociales, el índice de NBI alcanzaba al
30,1% de la población y al 33,4% de los hogares. En el año 2006, la tasa
de mortalidad infantil se ubicaba en torno al 11,8 por cada mil nacidos
vivos.
El 54,22% de la población de Ledesma no tenía obra social y/o plan de
salud privado o mutual, y el 42,8% de la población de 65 años o más no
percibía jubilación o pensión.
En cuanto a los servicios, el 23% de los hogares no tiene cloacas, el 7,76%
no posee electricidad y solo el 2,6% no tenían acceso a agua corriente.
Estos tres porcentajes son los más bajos de la región. Adicionalmente, el
53,10% de los hogares no tenía gas natural.
Del total de la población, el 21,92% no poseía instrucción y el 84,94% no
terminó la secundaria.

Valle Grande - Ciudad Principal: Valle Grande

Especialización y estructura productiva


Según se deriva del IEPR, el departamento de Valle Grande se especializa
en el sector primario, donde el rubro Agricultura, ganadería, caza y

161
silvicultura tiene un IEPR igual a 2,11. Este sector, además, concentra el
36% de los puestos de trabajo.
Como se mencionó, la agricultura y la ganadería a pequeña escala son los
pilares de la economía del lugar. En cuanto a la primera, los cultivos más
importantes son el maíz, con 66,1 hectáreas, y las hortalizas, con 45. Sin
embargo, este departamento no tiene gran relevancia a nivel provincial.
Respecto de la ganadería, tiene cierta importancia el ganado bovino (11,6%
del total) y en mucha menor medida el ovino. El primero ha tenido un
importante crecimiento, pasando de 7.300 cabezas en 2002 a 9.594 en
2008.
El clima es propicio para el turismo, pero para su fomento se requieren
buenos caminos. Actualmente se realizan caminatas, cabalgatas y avistajes
de fauna, en un marco de excepcionales paisajes. Las montañas y los
bosques de Valle Grande son un lugar ideal para acampar, practicar
trekking y senderismo. También se pueden realizar cabalgatas a pueblos
como El Infiernillo, Cuevas y Valle Colorado, entre otros, en recorridos de
aproximadamente dos horas. Además, desde Valle Grande se accede por
sendero (trekking o a lomo de burro) a la Quebrada de Humahuaca. Otros
lugares a conocer en los alrededores son un antiguo molino, las cascadas de
la Loza, Valle Colorado, las ruinas arqueológicas del Alto Calilegua, minas y
cuevas de Santa Ana. El IEPR para Hotelería y expendio de comidas y
bebidas sin especificar es de 1,87.
En Valle Grande, debido a la presencia de tierras vírgenes, las reservas
mineras se suponen abundantes y variadas. Se constató la existencia de
yacimientos de plomo, carbón de piedra, mantos de cal y yeso, y hay
indicios de que es posible hallar oro, plata y estaño.
La vegetación es variada y frondosa, importantes recursos forestales que
podrían ser explotados.

Situación socio-demográfica
Valle Grande es el segundo departamento menos poblado de la provincia,
con 2.386 habitantes (Censo 2001). La densidad es de 2,5 hab/km 2, la más
pequeña de la región ramal. Con una superficie de 962 km 2, es el cuarto
más pequeño de la región.
En general, presenta los peores indicadores socio-demográficos del
subespacio. Las NBI alcanzan al 46,5% los hogares y al 47,2% de las
personas, los más altos porcentajes de la región Valles-Ramal. En el año
2006, la tasa de mortalidad infantil se ubicaba en 45,5 por cada mil nacidos
vivos, representando el indicador más alto de la provincia, casi el triple del
16,2 promedio de la provincia.
En lo referido a la cobertura, el 69,20% de la población no tiene obra social
y/o plan de salud privado o mutual, representando el más alto de la región.
De la población de 65 años o más, el 50,0% no percibía jubilación o
pensión.

162
En lo referente al acceso a los servicios, el 100% de los hogares carece de
cloacas, el 52,92% no posee electricidad (el valor más alto del Ramal) y el
100% de los hogares no posee acceso a gas natural.
Respecto de la educación, el 33,61% de los habitantes carece de
instrucción, y el 96,40% no terminó el nivel secundario, siendo ambos
porcentajes los más elevados de la región.

Conectividad urbana y suburbana

Ya se ha mencionado la infraestructura que conecta a San Salvador con el


resto de las provincias vecinas. Por la ubicación estratégica de la provincia
en el Corredor Bioceánico y hacia la frontera con Bolivia, la provincia y la
municipalidad de la capital han realizado varias obras públicas para mejorar
las rutas de acceso a Palpalá y San Salvador, con apoyo del Ministerio de
Infraestructura de la Nación. Entre las principales obras encaradas se deben
mencionar la de la nueva Terminal de Ómnibus y la ampliación de la Ruta
Nacional 9 a lo largo de 5 kilómetros en el acceso sur a la ciudad,
convirtiendo la Avenida Gral. Savio en una amplia autopista, con conexiones
a la RN 9 al sur (El Carmen) y las rutas provinciales 65 y 34 hacia Perico,
San Pedro y Gral. San Martín.
Sin embargo, existe un problema de servicios insuficientes de transporte
público. Existen tres empresas que cubren el recorrido hacia la Quebrada y
la Puna, tanto para el turismo como para la población local que viaja
diariamente a la capital, por lo que las condiciones y horarios de viaje son
incómodas y de mala calidad.
En Jujuy se evidencia un insuficiente desarrollo de actores e infraestructura
que fortalezcan los canales de transporte, tanto de personas como para la
distribución y consumo de la producción local. Esto es particularmente serio,
si se tiene en cuenta que Jujuy es una provincia de paso y comercializadora
de productos elaborados en otros lugares, y con una alta concentración e
informalidad en los medios existentes.
Algunos avances se han realizado en los últimos años, explicitados en el
Plan Estratégico Territorial (PET), sobre todo en obras de infraestructura
vial. Inclusive se están realizando estudios de viabilidad para volver a poner
en marcha el tren que unía la capital con la ciudad fronteriza de La Quiaca.
Dentro de la ciudad de San Salvador, los principales problemas de
infraestructura se relacionan con los medios de transporte públicos que
conectan algunos barrios periféricos, la Terminal (barrio Gorriti) y el centro,
alrededor del Parque San Martín y los hospitales Pablo Soria y San Roque.
Actualmente se están adoquinando calles céntricas y algunas aledañas,
aunque la mayoría de los barrios periféricos tienen calles de tierra.
La oferta educativa pública en la ciudad principal está compuesta por 15
colegios privados, 25 escuelas públicas de nivel primario, 11 escuelas
públicas de enseñanza media y 6 de enseñanza superior no universitaria. En
2001, sin embargo, en San Salvador se registró un 14,3% de personas sin

163
instrucción o con primaria incompleta, debido en parte a una alta tasa de
deserción escolar de los jóvenes, sobre todo en los barrios populares.
La oferta educativa en educación superior es baja, lo que obliga a la
mayoría de los estudiantes con posibilidades de cursar estudios de grado a
emigrar a otras ciudades (Córdoba, Tucumán y Salta y, en menor medida,
Buenos Aires y el Litoral). En San Salvador se encuentran las únicas sedes
universitarias nacionales de la Universidad Nacional de Jujuy (UNJU), con
facultades de Humanidades, Ingeniería, Agronomía y Biología. Amplían la
oferta sedes de universidades privadas de otras provincias, como la de
Santiago del Estero (USE) y la Universidad Católica de Salta. Sí hay una
amplia oferta de carreras terciarias, profesorados y tecnicaturas.
Otras instituciones de peso en la formación y oferta laboral de la provincia
son las fuerzas de seguridad. La principal es Gendarmería Nacional, por ser
Jujuy una ciudad fronteriza, seguida por la Penitenciaria, la policía provincial
y los regimientos 20 y 5 de Infantería del Ejército Argentino.
En cuanto a la salud, en San Salvador se encuentran los cuatro principales
hospitales públicos de la provincia: el Pablo Soria, el San Roque, el de Niños
Héctor Quintana (los tres ubicados en el centro) y el Psiquiátrico Néstor
Sequeiros, además de 36 puestos de salud barriales.

Subespacio funcional Quebrada-Puna

Análisis de las relaciones funcionales de la ciudad y la red, dentro


de la sub-región

Características generales

Este subespacio se ubica a los lados de la Ruta Nacional 9 entre los Valles,
la Quebrada y la Puna. En él se desarrollan algunos eslabones de las
cadenas productivas minera y de cría de ganado, sobre todo camélidos, con
mayor peso en la actividad turística en la Quebrada de Humahuaca (en las
ciudades de Tilcara, Purmamarca y Humahuaca) y la agricultura familiar y
comunitaria. Estas ciudades están relacionadas además con la comunicación
con Bolivia y Chile, a través de la Ruta 9, que atraviesa desde los valles del
sur (El Carmen) cruzando la Quebrada de Humahuaca (Volcán, Tumbaya,
Maimará, Tilcara, Humahuaca) hasta la Puna (Abra Pampa, La Quiaca), en
el límite con ese país.
Este subespacio incluye la Quebrada de Humahuaca, que en 2003 fue
declarada Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad por la UNESCO.

164
En este subespacio se encuentra solo el 11,61% de la población de la
provincia (INDEC, Censo 2001). Los departamentos de mayor extensión son
los de Susques, Cochinoca y Rinconada, en la región de la Puna, pero todos
ellos tienen una densidad de población muy baja. El mayor de ellos,
Susques, en el límite con Chile, cuenta con menos de 10 mil habitantes y
tiene una densidad de 0,4 hab/km 2. Es una zona eminentemente
especializada en la actividad agropecuaria familiar, representada por las
principales organizaciones de campesinos: la Red Puna, la Cooperativa
Cauqueva, la Asociación de Productores de la Puna y Quebrada y la
Cooperativa Agroganadera La Intermedia Ltda.
La principal actividad económica de este subespacio no es de relevancia a
nivel provincial, pero en cambio se desarrolla aquí el flujo de transporte
comercial y turístico. No obstante, es importante mencionar que
actualmente se proyecta la construcción de un parque industrial y una zona
franca en La Quiaca. Una excepción a la lógica general descripta es la
minería. En la zona de la Puna se encuentran cuatro de las cinco empresas
mineras en actividad (la quinta, la empresa Minetti de materiales de
construcción, opera en los Valles), y hay un proyecto de parque industrial
vinculado a los eslabones del complejo minero en Susques.

Figura 15. Subespacio funcional Quebrada - Puna. Principales ciudades

Fuente: Elaboración propia.

165
En la Quebrada y la Puna se desarrolla territorialmente la mayor parte de
las actividades turística, agrícola y minera, complementadas con la cría de
ganado (camélidos) y la elaboración de productos artesanales. El empleo
público tiene menos peso en la generación de ingresos que en el subespacio
central, ya que solo hay cargos municipales, policiales y educativos. Debido
a la escasa demanda laboral en el mercado formal, esta economía se basa
fundamentalmente en la resolución de necesidades cotidianas con formas
domésticas. La mayoría de la población originaria del norte se asienta en
ámbitos periurbanos y rurales de las principales ciudades comerciales y
turísticas: Purmamarca, Maimará, Tilcara y Humahuaca, en la Quebrada, y
Abra Pampa y La Quiaca, en la Puna.
Entre los dos últimos censos nacionales de Población, Hogares y Viviendas,
llevados a cabo en 1991 y 2001, el subespacio Quebrada-Puna presentó un
crecimiento poblacional del 27,8%, menor al del otro subespacio funcional,
que fue del 72,3% para San Salvador-Palpalá y del 31,27 para el resto de
las ciudades de los Valles y el Ramal. Se puede afirmar, de acuerdo a los
datos, que las ciudades de Quebrada-Puna han sido expulsoras de población
hacia la ciudad capital y otros centros urbanos de provincias vecinas y urbes
como Córdoba, Rosario y Buenos Aires. En San Salvador de Jujuy, las
actividades comerciales informales y el empleo doméstico, que en 2001 ya
registraba un 9,5%, son las principales estrategias laborales elegidas por la
población de la Quebrada y la Puna. En los últimos años, las políticas de
desarrollo local y autoempleo productivo, comercial y turístico han
provocado una tendencia en baja de este tipo de movilidad poblacional,
aunque no ha sido aún acabadamente cuantificada.
La población en Quebrada-Puna se dedica a actividades económicas que
antes eran de mera subsistencia y que hoy se insertan en el mercado
regional y nacional, como la producción hortícola y la cría y comercialización
de camélidos y otros ganados como cabras y ovejas.
El peso de estas unidades productivas de agricultura familiar o comunitaria 8
en el empleo y en el producto bruto geográfico no se conoce con precisión.
Se estima que la pequeña agricultura familiar jujeña (concentrada en este
subespacio) representa el 22,7% de la producción y el 31% de la superficie
cultivada de la provincia, con una participación del 10% (unos 70 mil
puestos de trabajo) en el empleo informal en el sector agrícola-ganadero 9.
Sus principales canales de comercialización son los mercados informales del
centro de la ciudad de San Salvador de Jujuy y “la ruta 9”. Por contar con
una escasa infraestructura y una pobre logística, muy pocos productores
logran acceder a otros mercados.
Una parte significativa de estas unidades productivas familiares están
asociadas en organizaciones como la Red Puna, la Asociación de
Productores de la Puna y Quebrada, la Cooperativa Agropecuaria Artesanal
Unión Quebrada y Valles (CAUQueVA) y la Cooperativa Agroganadera La
8
La producción agrícola y agropecuaria (el INTA utiliza directamente “producción agrícola” para referirse
a este tipo de actividad, que incluye la ganadería en pequeña escala) en esta zona está a cargo de
pequeños productores familiares, cuyo peso es muy significativo en la explotación de tierra. El Censo
Nacional Agropecuario denomina esta modalidad como Explotaciones Agropecuarias (EAP).
9
Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA)-Argentina, 2002.

166
Intermedia Ltda., entre otras, que con distinto grado de desarrollo y perfil
organizativo buscan resolver los desafíos de la inserción comercial individual
en el mercado.
Específicamente en la Quebrada, como ya se dijo, destacan las ciudades de
Purmamarca, Maimará, Tilcara y Humahuaca. La más dinámica de esta red
es Tilcara, debido al interés turístico que despierta, inclusive más que
Humahuaca, y por la instalación de una mayor cantidad de servicios
hoteleros, gastronómicos y de transporte. La infraestructura y conectividad
de este subespacio ha sido revitalizado en parte gracias a la actividad
turística, pero ha sido insuficiente el desarrollo de servicios para la
población de residencia permanente.
En Tilcara, mediante la articulación con una organización no gubernamental
cubana permitió que en 2005 fuera declarado como el primer municipio del
país libre de analfabetismo por el Instituto Pedagógico Latinoamericano del
Caribe (IPLAC). La iniciativa, que fue llevada adelante por el Municipio y la
ONG local Juanita Moro, aplicando el programa cubano Yo sí puedo, logró
reducir del analfabetismo del 13% al 1,6% en tres años, entre 2003 y 2006.
Uno de los principales problemas de este subespacio reside en la
distribución y acceso a la tenencia de la tierra, y los deficientes servicios de
agua y gas, que progresivamente están siendo orientados a los complejos
hoteleros y nuevos residentes. Como ejemplo, vale mencionar que entre
1991 y 2001 la ciudad de Tilcara creció un 45,5%. Este crecimiento ha sido
acompañado de un cambio en la conformación de la población, que se dio
también en las otras principales ciudades del subespacio, debido a que las
familias residentes se han ido trasladando hacia otras localidades o han ido
poblando pequeños pueblos cercanos. La venta de terrenos y viviendas en
los cascos céntricos de Tilcara y Purmamarca ha llegado a valores por m 2
comparables a los de las principales ciudades del país. Por otro lado, la
dinámica de estas ciudades ha variado de la mano de nuevas costumbres.
Una estrategia posible para el subespacio gira en torno de la
compatibilización entre los intereses del turismo y los de los habitantes
permanentes.
La Puna es el subespacio que se encuentra entre el último centro turístico
de importancia de la Quebrada —Humahuaca— y la frontera con Bolivia. Es
costumbre en la zona cruzar a Villazón, ya del lado boliviano, para realizar
compras de productos artesanales y electrodomésticos a bajo precio.
Los departamentos de mayor extensión son Susques, Cochinoca, Rinconada
y Yavi. En estos la densidad de población es muy baja: el mayor de ellos,
Susques, en el límite con Chile, cuenta con menos de 10 mil habitantes y
una densidad de 0,4 hab/km2). Las dos ciudades principales de la Puna son
Abra Pampa, en Cochinoca, y La Quiaca, en Yavi.
Abra Pampa es la capital del departamento de Cochinoca, y en 2001 tenía
7.500 habitantes. Ciudad umbral de la Puna, su municipio ha desarrollado
un perfil productivo en torno a los camélidos, centralmente la llama,
realizando ferias y encuentros periódicos de promoción de su cría y
comercialización.

167
Abra Pampa Cuenta tiene un hospital, el Nuestra Señora del Rosario, y una
oferta educativa pública centrada en la Escuela Normal Superior Sargento
Juan Bautista Cabral, que tiene nivel inicial, secundario y terciario en tres
turnos, con 1.300 alumnos y 106 docentes, y la Escuela Primaria 245.
La Quiaca, cabecera del departamento de Yavi, es la ciudad fronteriza con
Bolivia. Tiene casi 14.000 habitantes. Hacia el norte, se encuentra el Puente
Internacional que cruza la frontera hacia la ciudad boliviana de Villazón.
La Ruta Provincial 5 parte hacia el este hacia el pueblo de Yavi, distante a
17 kilómetros pavimentados, cruzando el cordón montañoso Siete
Hermanos. Esa misma ruta comunica hacia el este con el norte de la
provincia de Salta, y hacia el oeste con el departamento jujeño de Santa
Catalina.
La actividad principal de La Quiaca es comercial y turística, en estrecha
relación con la frontera. También es receptora de turismo cultural, aunque
en menor medida que la zona de la Quebrada. Su casco céntrico tiene 15
cuadras de largo por 10 de ancho, hay edificios de la era colonial (Cabildo)
y mercados de productos artesanales como atractivos turísticos.

Los complejos que dinamizan la especialización sub-regional

Minería

Importancia del complejo


La importancia del complejo minero es elevada a nivel subespacio y media-
baja a nivel nacional. Se estima que los empleos registrados en la minería
provincial serían aproximadamente 4.000, alrededor del 10% del total
nacional y algo más del 40% del Norte Grande. Se extraen principalmente
estaño, plata, plomo, zinc, boratos, baritina, ónix, laja y sal.

168
Figura 16. Yacimientos mineros en la provincia de Jujuy

Fuente: Ministerio de Producción y Medio Ambiente. Gobierno de Jujuy

Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados


A nivel global, la minería muestra una tendencia creciente en los últimos
años debido a la confluencia de varios factores, como el alza de los precios
internacionales y el incremento de los presupuestos de exploración.
América Latina es la principal destinataria mundial de gastos en exploración
e inversión.
El proceso de fusiones y adquisiciones que se dio en la industria minera
mundial en la segunda mitad de la década de 1990 contribuyó a la
concentración de la propiedad de las empresas que caracteriza el mercado
en la actualidad.
En la provincia de Jujuy, específicamente en Susques, existen reservas de
litio de gran calidad que aún no son explotadas. El litio es un mineral

169
utilizado en la fabricación de pilas y baterías recargables. Es considerado el
combustible del futuro, por su bajo impacto ambiental y porque permite
reemplazar otros sistemas, como el cadmio, porque tiene la propiedad de
recuperar su antiguo estado. De aquí su radical importancia para el futuro
de la región.
Actualmente existe un proyecto de Toyota Motor Corp., asociada a la
compañía australiana Orocobre Ltd., para desarrollar en Jujuy la explotación
minera que proveerá las materias primas para los vehículos híbridos y
eléctricos alimentados por baterías de iones de litio.
La empresa australiana espera que la etapa de construcción de la mina
termine a principios de 2011 y que el yacimiento esté operativo a finales de
ese año. La iniciativa ha despertado críticas sobre todo porque el plan solo
incluye la extracción del mineral.
Los sectores que se oponen al proyecto reclaman que no solamente se
extraigan las sales de litio sino que además se radique al menos alguna
industria con tecnología de punta para la fabricación de acumuladores, o
incuso de automóviles.
Por otro lado, existen dudas sobre la manera en que el emprendimiento
obtendrá el agua necesaria para su actividad, y sobre el impacto ambiental
que provocaría el emprendimiento en la Reserva de Fauna y Flora Olaroz-
Cauchari, ubicada en el departamento de Susques10.
En la medida en que la demanda de autos eléctricos amigables para el
medio ambiente continúe creciendo, Jujuy tendrá la oportunidad de
convertirse en un espacio fundamental. Se estima que el mercado mundial
de baterías de ion de litio para autos, que movió 32 millones de dólares en
2009, aumentará en 2015 a 21.800 millones, y a 74.100 millones en
202011.

La cadena de valor
En general, los principales eslabones de la cadena del complejo minero son:
1. Exploración. Está en manos de empresas privadas, e implican
fuertes inversiones de capital. Actualmente, el proyecto de inversión
más importante de la Puna en minería metalífera es Mina Pirquitas,
en Rinconada.
2. Extracción. Se realiza en los distintos yacimientos. En la actualidad
se permite la extracción a cielo abierto. En el pasado, el proceso se
realizaba en la profundidad de las minas, lo que implicaba mayores
costos para las empresas (entubamientos profundos, sistemas de
ventilación y transportes verticales de personal y maquinaria, seguros
por riesgos, etc.). La modalidad a cielo abierto, si bien significa una
disminución de los costos, enfrenta fuertes críticas por su impacto
negativo sobre el medio ambiente y la salud de la población.
10
Reserva creada en 1981, de 180.000 hectáreas de extensión. Forma parte del Sistema Federal de
Áreas Protegidas (2005).
11
Según la consultora A. T. Kearney.

170
3. Procesamiento. Los eslabones que integran esta etapa no tienen un
gran desarrollo en Jujuy, sino que se concretan en otras provincias o
en los países de origen de las empresas que realizan la extracción, ya
que se trata de procesos de mayor valor agregado. Por ejemplo, en la
cadena del bórax la extracción se realiza en yacimientos de la puna
salteña y jujeña, pero las procesadoras principales se concentran en
un 80% su producción en la provincia de Salta.
4. Transporte y comercialización. En el mercado interno, la
comercialización tiene muy poca significación. En cambio, la mayor
parte de la producción de minerales industriales, como los boratos, se
destina al mercado externo (exportación).

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


La minería se estructura en torno a muy pocos agentes dinámicos,
medianos y grandes, y un grupo más numeroso de pequeños productores.
En la zona de la Puna se encuentran cuatro de las cinco empresas mineras
en actividad, de las cuales Mina Pirquitas (Rinconada) y Loma Blanca
(Susques) son las más relevantes.
Hay también empresas medianas y chicas que se dedican a la explotación y
extracción de minerales, que luego venden a los establecimientos grandes.
También existen pequeños productores de subsistencia, como es el caso de
las comunidades indígenas de la Puna que se dedican a la manufactura del
ónix y lajas y a la extracción de sal.

Competitividad
La minería en la provincia de Jujuy muestra características particulares
respecto de la competitividad. Por una parte, se presume que hay grandes
yacimientos que aún no han sido descubiertos, lo que permite pensar en
fuertes posibilidades de expansión y crecimiento de la actividad.
Por otra parte, existe una fuerte tradición minera, lo que supone además un
gran conocimiento de los pobladores sobre el oficio.
Del otro lado, es pertinente destacar que en el año 2009 la Legislatura
provincial sancionó una resolución por la que se ordenó la paralización de
nuevos emprendimientos mineros. Como consecuencia de esta medida,
varias empresas abandonaron sus proyectos. Además, debido a la crisis
internacional y a la inseguridad jurídica reinante en la provincia,
recientemente Mina El Aguilar despidió a unos 600 trabajadores
contratados.

Problemas socioambientales y culturales

171
En algunos de los departamentos que integran el subespacio, como Susques
y Rinconada, las aguas no son aptas para uno o más de los usos aplicables,
y sus poblaciones consumen agua con arsénico, flúor y boro. Esto se asocia
a la actividad minera. Por tanto, un mayor desarrollo de la actividad minera
podría profundizar las condiciones de deterioro en la calidad de las aguas
destinadas al consumo humano, en todas sus formas.
Por otra parte, la minería a gran escala consume cantidades enormes de
agua, lo cual implica la utilización irracional de un recurso que es escaso en
las zonas desérticas y semidesérticas de la provincia, con los consecuentes
daños para la agricultura y la ganadería.
Entre los impactos ambientales, sociales y económicos, se destacan los
posibles agotamientos de napas, pérdidas de vertientes y caídas de nivel del
agua en pozos, con lo cual pueden afectarse consumos potables, tanto para
animales de cría y para la vida silvestre nativa, así como para los usos
municipales y domésticos del agua.
Además hay que tener en cuenta la contaminación ya existente, producto
de la actividad minera actual y pasada en la Puna. Sobran ejemplos, de los
cuales mencionaremos solamente dos: Mina El Aguilar, y la contaminación
provocada en los ríos Casa Grande, Yacoraite y Río Grande, y la ex Mina
Pan de Azúcar, que generó una importante polución en el Río Cincel, que
desemboca en la Laguna de Pozuelos. Por otro lado, es aún preocupante la
situación en la ciudad de Abra Pampa. Allí, durante años funcionó la
fundidora de plomo Metal Huasi, que repentinamente cerró sus puertas y se
retiró —más de 20 años atrás—, dejando una montaña de residuos
contaminantes. Hoy la mayoría de los pobladores de Abra Pampa —incluso
los niños que nacieron cuando Metal Huasi ya estaba inactiva— sufren de
saturnismo, una enfermedad que se produce por el contacto con plomo. Los
estudios realizados mostraron que un alto porcentaje de la población
abrapampeña, cerca del 80%, tiene un alto contenido de plomo en sangre.

Fortalezas y debilidades
Fortalezas:
• Desconocimiento de las reservas mineras de la región. Se presume
que hay grandes yacimientos que esperan ser descubiertos.
• Ley minera que fomenta la exploración.
• Recursos naturales de piedras de aplicación de fácil acceso y manejo
de herramientas para extracción.
• Tradición minera y mano de obra calificada.
Debilidades:
• Exploración:
- Falta de financiamiento, en particular a pymes.
- Falta de control ambiental.
- Falta de infraestructura vial y ferroviaria.
- Alto costo de la energía y del agua.
• Explotación:

172
- Falta crédito para capital de trabajo.
- Desconocimiento de la población sobre el impacto ambiental.
- Falta de infraestructura vial y ferroviaria.
- Alto costo de la energía y del agua.
• Procesamiento:
- Degradación de recursos hídricos.
- No hay insumos mineros de origen doméstico.
- Falta de escala de pequeños procesadores.
- Falta de infraestructura vial y ferroviaria.
- Alto costo y escasez de energía.
• Transporte y comercialización:
- Débil infraestructura férrea y vial.
- En cuanto al comercio exterior, un limitante son las retenciones en
la Puna.

Posibles estrategias
El manejo ambiental de proyectos mineros presenta un doble desafío. En
primer lugar, se debe asegurar que los costos ambientales, sociales y de
salud sean tenidos en cuenta en la determinación de la viabilidad
económica.
En segundo lugar, es preciso incorporar las medidas adecuadas de
protección, mitigación y control en el diseño del proyecto y los planes tanto
de implementación como de cierre y abandono. Al respecto existe un
proyecto que propone un organismo de participación, consulta y
asesoramiento, con total independencia funcional de otros estamentos de
Gobierno, compuesto por representantes de la Legislatura, el Poder
Ejecutivo, la UNJU, Gendarmería Nacional, el Consejo Profesional de
Agrimensores, ingenieros agrónomos y técnicos, una asociación de geólogos
y de ONG cuyo cometido estatutario principal sea la protección del medio
ambiente.
También es necesario promover la explotación responsable de los recursos
minerales en emprendimientos de baja intensidad, que generen empleo y
capacitación para la población desocupada o subocupada de la Puna,
favoreciendo la integración de aquellos sectores con mayores problemas de
inserción laboral, como las comunidades indígenas, las mujeres y los
jóvenes. Otra política prioritaria y recomendable es la de mejorar la red de
infraestructura vial y energética.

Turismo

Importancia del complejo


La actividad turística tiene una alta importancia, tanto en este subespacio
como en toda en la provincia, en tanto su participación a nivel nacional es
media-baja. El impacto económico del turismo debe medirse no solo a partir
de su participación en el PBG y de los datos sobre hotelería y gastronomía,

173
sino también por lo que produce en otros sectores de la economía, como
comercio, transporte y servicios, sobre los que tiene un efecto transversal.
La industria del turismo representa el 7,48% del PBG de Jujuy (2005), lo
que significa 138,117 millones de pesos a precios constantes del año 1993 o
191,026 millones si se toma la estimación del INDEC que incluye en algún
grado la informalidad.
La actividad presenta una gran expansión, aunque aún tiene un desarrollo
intermedio en relación al resto de las provincias del NG, sobre todo en
cuanto a la oferta hotelera. La industria del turismo participa con 11.933
personas en el empleo total de la provincia, tomando como base el año
200112.

Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados


En la actualidad existe una positiva evolución del nivel de actividad de la
industria turística a nivel internacional. Los bienes y servicios consumidos
por turistas como porcentaje del total de los servicios de exportación
pasaron del 39,9% en 1990 al 50,6% en 2004.
Entre 1970 y 2005, la cantidad de turistas internacionales en todo el mundo
ha crecido en promedio un 7,7%, mientras que el gasto aplicado se
incrementó un 19,3%. Para el año 2005, el 28,3% del total de arribos
internacionales tuvieron como destino a Francia, España, EE.UU. y China.
México es el único destino latinoamericano dentro de los primeros 10
destinos a nivel mundial.
Por su parte, Argentina representa el 0,48% del total de arribos mundiales
y 0,45% del total de ingresos percibidos por turismo internacional.
Dentro del bloque americano, Argentina tiene el 2,9% del total de llegadas
y el 1,9% del total de ingresos13.

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


Los actores de este mercado son múltiples y muy variados. Por un lado
están las agencias de turismo, que promocionan y actúan como principales
intermediarias entre oferentes y demandantes. La mayoría de las agencias
no necesariamente se ubican en la provincia de Jujuy, y casi con seguridad
no están en la zona de la Quebrada.
Luego están los oferentes de servicios de estadía, de diversas
características: hoteles con gran cantidad de empleados; microempresas de
dos o tres trabajadores, de pocas habitaciones, y pymes de entre 10 y 20
empleados con medianas prestaciones. Lo mismo sucede con la oferta de
campings y la gastronómica.

12
Fundación Jujeña para el Desarrollo Sustentable (FUJUDES).
13
UIA.

174
En la Quebrada predominan los establecimientos y plazas para-hoteleras
(hosterías, albergues, cabañas y estancias). Según datos de 2004,
representan el 67% y el 60% de la región, respectivamente 14.
Los hoteles representan solo el 6% de los establecimientos de la Quebrada,
y el 16% del total de plazas. Como dato adicional, cabe señalar que no
existen hoteles 5 estrellas.

Competitividad
El principal circuito turístico en la provincia de Jujuy es la Quebrada de
Humahuaca, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en
2003. Este circuito presenta numerosos atractivos naturales —como el
Cerro de los Siete Colores en Purmamarca—, arquitectónicos e históricos;
sitios arqueológicos; museos, y numerosos atractivos culturales, como las
fiestas populares, las artesanías, la gastronomía y la vestimenta típica. En
sus diferentes ambientes se pueden desarrollar además actividades de
turismo aventura, ecoturismo y turismo rural.
La modalidad más difundida es la de visitas de un día, saliendo desde las
ciudades de San Salvador de Jujuy o Salta. El circuito turístico constituido
por la Quebrada de Humahuaca es usualmente vendido desde la ciudad de
Salta.
Existen obstáculos a la actividad en todos los ejes de la cadena:
• Infraestructura de servicios y transporte. Hay problemas de
accesibilidad por la degradación vial y férrea de la región. También
debe mencionarse la baja frecuencia de vuelos y la inexistencia de
servicios aéreos transversales interregionales. Por otro lado, existe
una dura problemática en relación a los servicios de infraestructura
(cloacales, agua, gas natural), que en las épocas de mayor demanda
resultan insuficientes en los principales destinos.
• Alojamiento. Aquí se observa que es casi nula la hotelería de alta
calidad para satisfacer la demanda internacional. Por otro lado, existe
una escasa homologación de las categorías.
• Promoción de la actividad turística. Es baja la presencia de la
provincia en ferias internacionales, y mala la articulación entre las
diferentes ofertas turísticas regionales. Por otra parte, el personal de
contacto carece en general de capacitación adecuada.

Problemáticas socioambientales y culturales


Uno de los principales problemas de este subespacio reside en la deficiente
distribución y acceso a la tenencia de la tierra y los servicios de agua y gas,
que progresivamente están siendo orientados preferentemente a los
complejos hoteleros y nuevos residentes, en desmedro de los lugareños y
pueblos autóctonos.

14
Secretaría de Turismo y Cultura de la Provincia de Jujuy.

175
Adicionalmente, en la Quebrada de Humahuaca preocupa el crecimiento sin
límites del turismo, que incluso podría hacer peligrar su condición de
Patrimonio de la Humanidad. Esto se debe a la falta de ordenamiento
territorial, que no puede dar respuestas al gran flujo de visitantes, que va
en aumento, y a las obras viales, como por ejemplo el Paso de Jama.

Fortalezas y debilidades
Fortalezas:
• Tras la crisis del año 2001, pero sobre todo a partir del 2003, el
turismo receptivo tuvo un gran impulso en la Argentina, y por
consiguiente en la Quebrada, de forma sustantiva al punto de ser
considerado en la actualidad como un pilar de la recuperación
económica que del país. La recuperación se debe en gran parte a la
política de tipo de cambio alto.
• Existencia de productos turísticos atractivos y auténticos. Jujuy
presenta una oferta cultural diversa y de grandes contrastes.
• Positiva evolución del nivel de actividad de la industria turística tanto
a nivel internacional como doméstico.
• Lejanía de los centros mundiales con riesgos a nivel internacional.
Debilidades:
• Problemas de accesibilidad por deficiencias en el sistema de
transporte.
• Actividad fuertemente estacional.
• Insuficiencia de servicios acordes con la exigencia de la demanda
(hotelería, cloacas, etc.).
• Capacitación insuficiente del personal de contacto.
• Escasa promoción y articulación de la actividad turística.
• Ausencia de una buena gestión del patrimonio natural y cultural.

Posibles estrategias
En relación a la gestión del patrimonio natural y cultural, es fundamental
buscar la compatibilización entre los intereses del turismo y los de los
habitantes originales, impulsando políticas y acciones de protección,
preservación y recuperación patrimonial y áreas naturales.
En el área de servicios y transporte, es necesario mejorar la infraestructura
y la red; por ejemplo, fomentando fomentar la creación de empresas y/o
cooperativas de transporte para el traslado de pasajeros a las cuatro
regiones de la provincia con fines turísticos y laborales
Para fortalecer la promoción turística de la región, se podrían desarrollar
circuitos, módulos turísticos (como por ejemplo Las Yungas o la Ruta 40).
Es necesario segmentar la demanda para identificar los perfiles de turistas
buscados.

176
Finalmente, se hace preciso capacitar y profesionalizar a los RR.HH. de la
industria para mejorar la calidad de servicio.

Ganadería - Caprinos

Importancia del complejo

Cuadro 34. Ganado caprino, por departamento

%
del total
Departamento Cabezas provincial
Cochinoca 30.689 21,80
Rinconada 7.995 5,70
Santa Catalina 9.670 6,90
Susques 26.969 19,20
Yavi 3.758 2,70
Total Puna 79.081 56,30
Humahuaca 25.651 18,30
Tilcara 6.242 4,40
Tumbaya 15.437 11,00
Total Quebrada 47.330 33,70
Total Quebrada-Puna 126.411 90,00
Total Jujuy 140.467 100,00
Fuente: Elaboración propia sobre datos de la DiPPEC - INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

En el subespacio Quebrada-Puna, la actividad ganadera está centrada en la


cría de caprinos. Aquí, esa actividad concentra el 90% del total de la
provincia de Jujuy.

Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados


La producción de cabras se da en su mayoría en países con altos índices de
pobreza, siendo su principal destino el autoconsumo y la venta doméstica.
En particular se destacan, en orden de importancia, India, China, Pakistán,
Sudán, Bangladesh, Nigeria e Irán. El grado de comercialización
internacional es poco significativo, siendo la fibra el principal producto,
seguido por la carne15.
Es posible detectar potenciales mercados en los países asiáticos de mayor
poder adquisitivo, que en los últimos años están demandando quesos de
cabra refinados. Otros posibles mercados a ingresar en el mediano plazo lo
constituyen los principales demandantes de productos lácteos caprinos a
nivel mundial, que son EE.UU., Canadá, México y Japón.

15
UIA.

177
En cuanto a la fibra, es necesario realizar esfuerzos para ingresar al
mercado internacional de fibra mohair en forma directa.

La cadena de valor
La cadena caprina comprende tres eslabones:
1. Sector primario. Se trata mayormente de pequeños productores
artesanales, y unos pocos establecimientos de mayor tamaño. El
sistema tradicional de cría, que es el más difundido, se caracteriza
por ser una producción de subsistencia, extensiva sobre pasturas
naturales en ambientes frágiles, con predominio de la raza criolla y
escasos controles sanitarios, basada en la mano de obra familiar y de
baja productividad.
2. Sector industrial. En esta etapa se diferencian la cadena cárnica, la
lechera y la de venta de fibras.
3. Sector comercial. Comprende las ventas en el mercado interno, y en
mucha menor medida la exportación. Aun así, el consumo interno,
tanto de carne como de leche y quesos, es muy bajo, por lo que las
ventas se restringen a puntos de venta de delicatessen, catering e
hipermercados.

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


Como fue dicho, el sector del ganado caprino se desarrolla en general a
través de numerosos pequeños productores de subsistencia, cuya
producción se destina preferentemente al autoconsumo vendiendo algunos
excedentes. Existe una alta concentración en la comercialización de fibra y
lana, que se da a través de acopiadores.

Competitividad
En todas las etapas que corresponden a este complejo, se detectan
problemas que influyen en la competitividad.
Sector primario:
• Bajos índices productivos.
• Baja tecnología en materia genética, nutrición, ordeñe y sanidad.
• Escaso grado de asociatividad, tanto horizontal como vertical.
• Predominio de pequeños productores de autosubsistencia.
Sector industrial:
• Deficiente o inadecuado grado de transformación y diversificación de
productos, como por ejemplo quesos blandos, quesos con cepas
autóctonas, leche en polvo, etcétera.
• Limitada infraestructura productiva (ausencia de frigoríficos).
Comercialización:

178
• Bajo y discontinuo acceso al mercado internacional.
• Exiguos esfuerzos de promoción de la carne y los derivados.
• Bajo desarrollo comercial, donde un importante volumen de la
producción de carne, leche y quesos se destina al autoconsumo,
generando bajos ingresos y restringiendo la oferta. Existe además
escasa presencia de los productos en los canales comerciales
relevantes (supermercados/ hipermercados).
• Alta concentración de la comercialización, especialmente en fibra.

Fortalezas y debilidades estructurales


Fortalezas:
• Cultura arraigada a nivel familiar.
• Condiciones agroecológicas adecuadas para la producción caprina.
• Existencia de instituciones (oficiales y privadas) y programas técnicos
radicados en las zonas productoras.
• Vigencia de la ley caprina.
Debilidades:
• Deficiente productividad y eficiencia tanto en la producción primaria
como en la etapa industrial.
• Incipiente desarrollo comercial.
• Ausencia de datos actualizados a nivel provincial y nacional.
• Bajo grado de articulación entre los integrantes de la cadena, con
elevada atomización de productores.
• Estacionalidad de la oferta.
• Escasos esfuerzos de promoción.

Posibles estrategias
En la etapa primaria, se hace necesario incentivar o subsidiar a los
pequeños productores para que incorporen tecnología de manejo, sanidad y
alimentación, y de ese modo mejoren sus índices productivos. El acceso a
fuentes de financiamiento acordes a sus posibilidades les permitiría realizar
inversiones en infraestructura, mejoramiento, alimentación, etc., y encarar
acciones para desestacionalizar la producción y así ampliar el período de
oferta de cabritos.
En la etapa industrial, es preciso impulsar la diversificación de productos
derivados. Es recomendable desarrollar esquemas asociativos para mejorar
el poder de negociación ante los acopiadores de fibra y lana, y generar un
sistema de información cuantitativo de la cadena.
Por otro lado, sería importante impulsar la instalación de frigoríficos para
mejorar la limitada infraestructura productiva con la que se cuenta.
Finalmente, en el ámbito comercial, es necesario lograr una expansión de la
actividad, desarrollar más el mercado doméstico —altamente consumidor de
carnes rojas— y aprovechar la complementariedad de esta actividad con el

179
agroturismo, mejorando los canales comerciales y tratando de lograr una
mayor estabilidad en la oferta.
También resulta necesario desarrollar canales de comercialización
interprovinciales, nacionales e internacionales.

Camélidos

Importancia del complejo

Cuadro 35. Camélidos (llamas y vicuñas), por departamento

Llamas Vicuñas
Departamento % del % del
Cabezas total Cabezas total
provincial provincial
Cochinoca 36.164 25,70 1.196 87,24
Rinconada 27.278 19,40 93 6,78
Santa Catalina 24.087 17,10 -- --
Susques 22.100 15,70 -- --
Yavi 27.903 19,80 37 2,70
Total Puna 137.532 97,60 1326 96,72
Humahuaca 2.137 1,50 43 3,14
Tilcara 7 -- -- --
Tumbaya 1.156 0,80 1 0,07
Total Quebrada 3.300 2,30 44 3,21
Total Jujuy 140.882 100,00 1.371 100,00
Fuente: Elaboración propia sobre datos de la DiPPEC - INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

La ganadería de ovinos, caprinos y camélidos es una de las principales


actividades de los pobladores del subespacio Quebrada-Puna.
Particularmente en el caso de los camélidos, la región Puna posee 137.532
cabezas, lo que equivale al 97,6% del total de la provincia.

180
Figura 17. Llamas, por departamento
Años 2002-2008

Fuente: DiPPEC.

Situación mundial, competencia internacional y posibles mercados


El potencial de los camélidos proviene, por un lado, del importante aumento
de demanda de fibra y carne, y por el otro del atractivo que constituyen en
el ámbito turístico, en un contexto de fuerte incremento del turismo
regional y de revalorización de lo autóctono.
En el caso de las vicuñas existe un mercado internacional firme y estable
con precios elevados, que puede ser aprovechado en un contexto de
crecimiento de la producción, merced a las condiciones favorables para la
cría, la tradición y la experiencia ganadera de los criadores potenciales.
La carne de llama posee características propias que la diferencian de otras.
El sistema de pastoreo marginal genera una carne magra, característica que
facilita su difusión como un producto saludable. En su composición, posee

181
un 20,3% de proteínas totales, contra un 19% de la bovina y un 16,5% del
porcino magro.
A lo anterior hay que sumar que en los últimos años la carne de llama fue
ganándose un lugar, incorporándose a la cocina gourmet corno una rareza,
junto con los cultivos andinos como los papines y la quínoa, entre otros.

La cadena de valor16
La cría de camélidos es una actividad que, como cadena productiva, está
comenzando a dar sus primeras señales de existencia, debido a que
tradicionalmente su producción fue para el autoconsumo.
Es necesario aquí diferenciar a los camélidos silvestres (vicuñas) de los
domésticos (llamas), ya que presentan diferentes características y
particularidades.
1. Sistemas de producción:
- Silvestres. En el caso de las vicuñas, existen dos sistemas de
producción que se perfilan como aplicables en Argentina, cada uno
con sus ventajas y desventajas: el criadero intensivo y la captura
organizada con esquila de animales en vivo. Con el primero, a partir
1994 se han establecido en las provincias de Salta y Jujuy 25
criaderos de vicuñas. En la Puna, este emprendimiento es llevado
adelante por el Campo Experimental de Altura del INTA Abra Pampa,
que cede en calidad de préstamo entre 12 y 36 vicuñas. Los criadores
construyen en su campo un potrero de 10 hectáreas, proveen la
mano de obra para la esquila y brindan asistencia veterinaria y
cuidado a los animales. Los productores se comprometen a devolver
en crías igual número de animales que los recibidos en un período no
mayor a 12 años. Este sistema tiene financiamiento de algunas
firmas textiles que compran la fibra17.
El sistema de captura organizada con esquila de animales en vivo es
potencial, porque solo se ha probado experimentalmente en la
cuenca de Pozuelos (Jujuy). Consiste en el manejo en silvestría y a
través de técnicas de captura y esquila con bajo estrés y mortalidad.
Esta captura organizada de grupos de vicuñas que son esquiladas y
liberadas nuevamente, controlando el bienestar del animal, no afecta
mayormente su subsistencia ni su comportamiento normal.
El sistema de cría en cautiverio tiende a simplificar el
aprovechamiento de la especie, pero crea una producción demasiado
intensiva para el productor ganadero puneño, más habituado a las
producciones extensivas de ovejas y llamas. No obstante, le concede
la propiedad de los animales que establece en su criadero y no
genera conflicto en la distribución de los ingresos. Por otra parte, la
cría intensiva requiere de una inversión inicial alta en alambrados y
16
Esta sección está basada en el documento «Situación actual de los camélidos sudamericanos en
argentina», FAO, 2005.
17
Lichtenstein, 2004.

182
en alimentos suplementarios, así como un manejo sanitario más
costoso. Por supuesto, el alto valor de la fibra de la vicuña ofrece la
posibilidad de brindar un beneficio económico que compensa esos
costos altos.
El sistema de captura y esquila en vivo es un sistema de explotación
más complejo, porque requiere de una inversión intelectual y un
entrenamiento de los actores de la captura y esquila, siendo aun así
menos oneroso que el de cría intensiva. Si el precio de la fibra y la
productividad de los animales fueran iguales en ambos sistemas, este
sería obviamente el más rentable. Pero es importante tener en
cuenta que tiene sus inconvenientes. El primero y fundamental es la
forma de redistribución de los ingresos obtenidos por la venta de la
fibra en la comunidad donde se hace la captura, porque aquí no se
puede reclamar propiedad sobre los animales. Por otra parte, la
necesidad de capacitación y experiencia para que la faena sea exitosa
son también problemas a resolver.
- Domésticos. La producción llamas en Argentina es básicamente una
actividad de subsistencia y, salvo escasas excepciones, no ha recibido
apoyo económico y técnico al nivel de las otras producciones
animales más desarrolladas. Esto ha determinado una situación de
baja productividad, debido fundamentalmente a problemas
ambientales y de manejo18. La gran variedad de animales presentes
en las tropas y la escasa selección por tipo, por otra parte, implican
una gran variabilidad de los rasgos productivos de las tropas
actuales19.
Los sistemas de producción son dos: el fibra-carne, que representa el
80% de la producción total de fibra del país y por debajo del 10% de
la carne que se comercializa, ya que la mayor parte es carne de
autoconsumo, y el carne-fibra, que aporta el 15% de la fibra y el
90% de la carne que entra a los mercados formales e informales y
últimamente sistemas extrapuneños, que solo aportan un 5% de la
producción total de fibra del país y no tiene prácticamente
explotación de carne. El primer sistema se aplica en áreas donde el
aislamiento y la falta prolongada de pastos para engorde durante el
año hacen que no sea posible producir carne en cantidad suficiente
como para abastecer un puesto de venta en alguna ciudad cercana.
En este caso, la producción de fibra es la única fuente de ingreso
constante que tiene el criador, y la obtiene mayoritariamente de la
esquila periódica. En el segundo sistema, la situación agroecológica
permite un abastecimiento de pastos de calidad una buena parte del
año, y la cercanía o la accesibilidad del establecimiento del productor
a los mercados de venta de carne le permite asumir compromisos de
abastecimiento con carnicerías o mercados locales en centros
poblados. En este caso la fibra se obtiene de esquilar el animal antes
de sacrificarlo o de extraerla directamente del cuero secado del

18
García Fernandez, Tecchi y Rabey.
19
Frank, 2005.

183
animal faenado.
La mayor parte de la fibra que se produce dentro del sistema fibra-
carne se vende a fábricas textiles y a exportadores, mientras que la
fibra proveniente de cueros o de animales antes del sacrificio (carne-
fibra), se usa como producto artesanal para la confección de hilo de
diversa calidad y para tejidos pesados y normalmente de baja
calidad. Esto implica una consideración importante, ya que la
industria y la exportación tienen requisitos de calidad elevados para
con el producto que se les ofrece en el caso del sistema fibra-carne,
definiendo obviamente su rentabilidad. No obstante, los productores
con tropas pequeñas (menos de 40 animales) tratan de agregar valor
a su producción realizando artesanías que les permiten obtener un
ingreso extra.
2. Mercado de fibra: Estos últimos años, y a partir de la instalación de
criaderos y del cambio de apéndice en CITES, se empieza a exportar
como fibra en bruto, no alcanzando grandes volúmenes.
- Domésticos. El comercio de la fibra es bastante activo en el altiplano
jujeño. Cada año, la actividad se inicia en coincidencia con un evento
tradicional muy antiguo, la Manca Fiesta, que se desarrolla durante el
tercer fin de semana de octubre (el Día de la Madre en Argentina). En
este encuentro, donde se fijan los precios que luego se sostienen en
la temporada, operan firmas locales que compran para terceros o son
representantes directos de la industria local o de la exportación.
Desde 1995 se viene implementando un nuevo sistema de
comercialización basado en el acopio comunal, con clasificación de
fibra y venta por licitación, que comprende cuatro organizaciones de
productores de la puna jujeña. A través de este sistema se
comercializaron entre 7.000 y 10.000 kg de fibra según los años,
duplicándose el precio promedio la mayoría de las veces 20.
3. Carne:
- Condiciones de sacrificio. Si bien la carne de llama está incluida en
la Ley Federal de Carnes, no se poseen aún plantas faenadoras
habilitadas específicamente para tal fin. La mayor parte de la faena
se realiza en condiciones precarias, en el propio establecimiento, y en
algunos casos en mataderos municipales con inspección
bromatológica, pero esta última modalidad alcanza a un pequeño
volumen del total.
Los proyectos SUPREME y DECAMA (del sistema INCO, UE) han
demostrado la factibilidad de la faena de la Llama en plantas
frigoríficas diseñadas para bovinos, realizando los mismos
procedimientos (incluidos los cortes minoristas) que se realizan con
éstos.
Los cortes envasados al vacío pueden ser comercializados en los
centros de consumo de carnes de alta calidad de las grandes
20
Lamas, 2004; Lamas, 2005.

184
ciudades, e incluso exportarse a los mercados de ultramar.
- Fabricación de productos cárnicos. Tradicionalmente solo se
producía charque como una único subproducto cárnico. Este producto
estaba muy relacionado con la operación de saca forzada que se
realizaba a la salida del invierno, en la cual se sacrificaban animales
en muy malas condiciones (chalaco). Esto generaba una importante
partida de charque para consumo familiar y, en los últimos años,
también se exportaban pequeñas cantidades a las grandes ciudades y
obrajes extrapuneños, donde había habitantes del altiplano
emigrantes, temporarios o permanentes. Incluso se desarrolló una
técnica mejorada para obtener el charque con túneles de desecado y
controlando las condiciones de higiene. Sin embargo, el alto precio de
la carne fresca y la falta de hábito de consumir charque por parte de
los sectores de mayor poder adquisitivo deprimió esta actividad.
Es indudable que la carne de llama proveniente de animales jóvenes
y en buen estado de terminación (gordura) es una carne de buena
calidad (incluso en Argentina), pero no siempre son esas las
condiciones en las cuales se faenan los animales.
- Consumo. En los distritos más alejados de las áreas de consumo
masivo y donde viven pequeños productores con no más de 50
llamas, la carne producida es solo para autoconsumo. Esto se explica
por dos razones: por un lado, no existe abastecimiento externo de
carne de esas áreas y, por otro, los costos de los fletes a la zona de
venta llevan a igualar el ingreso obtenido por la carne vendida.
- Mercados locales. Los mercados más importantes para la carne de
llama del altiplano son las ciudades asentadas en esta región. Así, en
la puna jujeña son La Quiaca y Abra Pampa; en la salteña, San
Antonio de los Cobres, y en Catamarca, Antofagasta de la Sierra.
Aquí se comercializa en puestos de ferias (arquitos) o en carnicerías
precarias. En segunda instancia, la carne llega a las ciudades de los
valles bajos, como San Salvador de Jujuy, Salta, Belén y Andalgalá
(las dos últimas en Catamarca). Se trata de carnicerías especializadas
en carne de llama o puestos de mercados municipales con igual
especialización.
Los servicios de bromatología controlan toda la carne que se vende
en el Mercado Municipal de La Quiaca. Luego de un convenio entre la
Municipalidad y los productores, los controles sanitarios realizados
sobre llamas son sin costo (se cobran únicamente los controles que
se efectúan sobre los ovinos). Por lo tanto, no existiría un mercado
paralelo o en negro de carne de llama, ya que cumplir con los
controles bromatológicos no supone un aumento de los costos.
- Mercados extrapuneños. La comercialización y consumo de carne
de llama en Argentina se encuentra limitada a la provincia de Jujuy.
Si bien la legislación contempla el tránsito federal, la carencia de
frigoríficos habilitados (Tipo A) no permite cubrir las demandas reales
del producto en otros distritos, como la Ciudad Autónoma de Buenos

185
Aires y Córdoba21. Por otra parte, cualquier mercado, tanto dentro de
Argentina y como con más razón en países europeos, requiere alta
calidad de la carne.

Elementos centrales del poder en la cadena de valor


La totalidad de las llamas y no menos del 90% de las alpacas pertenecen a
pequeños productores, generalmente carentes de recursos, que trabajan
unidades productivas familiares o comunitarias, la gran mayoría de carácter
informal.
El modo de producción de llamas es tradicional, y está a cargo de
productores cuyo objetivo es el autoconsumo; en algunos casos,
complementan la explotación de llamas con otras actividades. Solo
puntualmente puede haber algún productor que tiene una producción
significativa, pero esto no es de ninguna manera la regla.
En el caso de la vicuña, se trata de pequeños productores que se benefician
en principio de dos situaciones diferentes: los criaderos intensivos
promovidos por el INTA Abra Pampa, por un lado, y las capturas que
implementan programas en los campos de esos productores, por el otro. En
todos los casos, se los puede caracterizar como pequeños productores con
escasa capacidad de desarrollo, que necesitan créditos para iniciar y
continuar su producción22.
Otros actores principales de la cadena son las organizaciones de campesinos
(Red Puna, Cooperativa Cauqueva, Asociación de Productores de la Puna y
Quebrada y Cooperativa Agroganadera La Intermedia Ltda.). Las unidades
productivas familiares están asociadas en su mayoría a estas
organizaciones, que con distinto grado de desarrollo y perfil buscan resolver
mejor los desafíos de la inserción comercial de las familias en el mercado
regional.
En el caso de la vicuña, el sistema de producción organizado por el INTA
está integrado por 20 criaderos de Jujuy y Salta, pertenecientes a pequeños
productores, en general de origen coya. Los minifundistas reciben por
contrato, de parte del INTA Abra Pampa, animales y materiales para
alambrados y corrales, que son aportados por una empresa privada
comercializadora de fibras. El valor de los materiales se reintegra al final del
proceso, con fibra. Y los animales se devuelven en 12 años.

Competitividad
La cadena agroalimentaria de la carne de llama en Jujuy presenta ciertas
particularidades. Aunque existen mataderos habilitados a nivel municipal y
provincial, la faena suele ser efectuada a campo, y el transporte hasta el
centro de venta lo realiza el mismo productor.

21
Zogbi, 2004.
22
Lichtenstein, 2004.

186
En los mercados de la Puna, los puestos de venta de esta carne suelen
carecer de heladeras y cuentan solamente con una mesada donde se ofrece
el producto. Por lo tanto, el control bromatológico se realiza solo en algunas
partes de la cadena y apenas con una fracción del volumen total.
Existen además irregularidades en la tenencia y titularización de la tierra.
Otras limitantes se hallan en los sistemas tradicionales de manejo, la escasa
información y el desconocimiento de instancias comerciales por parte de los
empresarios, como también el alto costo de transporte y su baja frecuencia
y calidad.
Históricamente, la carne de llama ha sido desvalorizada y rechazada,
privilegiándose el consumo de la carne de vaca y oveja. Entre otros
argumentos, porque se aseguraba que transmitía enfermedades, como la
triquinosis, o que era “carne de pobres”.

Problemas socioambientales y culturales


Al igual que otras actividades productivas, el sector agrícola-ganadero
presenta niveles elevados de empleo informal.
Por otra parte, existen cuestiones culturales que deben ser tenidas en
cuenta al analizar esta actividad. En general, las pequeñas comunidades de
la Puna están habituadas a funcionar a través de mecanismos de
reciprocidad. Por tanto, la comercialización de sus productos implica para
los productores entrar en un sistema y un mercado que en cierta medida
colisiona con sus costumbres ancestrales. Sin embargo, es importante
destacar que esta situación está cambiando, lo que puede ser un factor
potenciador de la actividad.
Respecto de la cuestión ambiental, la Puna no posee la suficiente elasticidad
para abastecer una demanda excesiva de productos derivados de la
ganadería. En este sentido, si un productor se viera tentado a aumentar la
carga animal, se provocaría un deterioro en todo el sistema de producción,
que se balancea en un delicado equilibrio agravado por la situación de
extrema pobreza en la que están inmersos los productores. El riesgo es
grande, dado que la carne de llama representa una importante fuente de
proteínas para los habitantes de la Puna. Y en algunos casos, la única.

Posibles estrategias
A partir del diagnóstico de la situación de la actividad, se advierte la
necesidad de mejorar la red para interconectar poblaciones y regiones
productivas en desarrollo y/o aisladas. La actual conexión vial con Bolivia (a
través de La Quiaca) debe ser mejorada.
Aparece también con claridad la importancia de instaurar políticas de
desarrollo local y profundizar la asociatividad productiva y comercial.
En el sector de la carne, surge como un desafío llegar a la comercialización
directa entre ganaderos de la puna jujeña y empresas y distribuidoras de

187
Buenos Aires y otras grandes ciudades, lo que permitiría mejorar los
ingresos del sector campesino y posicionar la carne de llama en los centros
de consumo como un producto de alta calidad .
Si bien es cierto que en el corto plazo la exportación se ve dificultada por el
escaso volumen faenado, es posible pensar en el aprovechamiento de un
nicho del mercado interno con gustos sofisticados, como así también el
turismo internacional. En este sentido, se destaca la utilización de
herramientas innovadoras de marketing para productos agroalimentarios,
tales como las denominaciones de origen y las indicaciones de procedencia.
Esto es importante, porque la promoción de la carne de llama debe
centrarse en el valor cultural del producto, para que el consumidor conozca
la importancia que tiene la majada para el pastor de llamas, tanto como el
cerro y la Pachamama.

Agricultura familiar - Hortalizas

Importancia del complejo


A nivel subespacio, la importancia de la agricultura familiar es media/alta;
media a nivel provincial y exigua a escala nacional.
En el subespacio Quebrada-Puna, se destacan solamente las hortalizas.

La cadena de valor
En la Quebrada coexisten dos sistemas agrarios:
1. Hortícola comercial de fondo del Río Grande. Su producción se
destina al mercado regional (verduras de verano), con poco
componente de autoconsumo.
2. Agro de autoconsumo, ubicado en quebradas laterales del Río
Grande. Su producción se destina en mayor medida al autoconsumo,
y consiste sobre todo en papa andina, haba, maíz y frutales de carozo
y pepa.
Tomando ambos sistemas en conjunto, se trata de numerosos pequeños
productores cuya producción se destina tanto al autoconsumo como al
abastecimiento del mercado provincial.
En la región existen 1.236 EAP con límites definidos, de los cuales el 93%
son menores a 25 hectáreas23.

Competitividad
En los valles de la Quebrada, sobre terrazas aluviales con disponibilidad de
agua de riego, se desarrolla una producción que abastece al mercado
provincial, sobre todo de hortalizas y en mucha menor medida flores y
frutas de verano.
23
CNA, 2002.

188
La diferencia entre los cultivos de este subespacio y los del resto de la
provincia está en la casi nula aplicación de agroquímicos, lo cual los ubica
en una situación importante de ventaja.
Los problemas que cabe destacar se relacionan con las características
climáticas de la zona, que es un tanto árida para la producción de frutas, y
con la fragilidad de los sistemas de producción quebradeños, dependientes
de un mercado formador de precios, lo que a menudo perjudica a los
productores, que obtienen poco de su venta.

Problemas socioambientales y culturales


La expansión sin control de la actividad turística provoca que la provisión de
agua se oriente preferentemente a los complejos hoteleros y nuevos
residentes, en desmedro de los lugareños y las comunidades autóctonas,
perjudicando notoriamente al área destinada a los cultivos.

Fortalezas y debilidades
Fortalezas:
• Los cultivos andinos, especialmente los tubérculos, han logrado
abrirse espacio en mercados de alto valor adquisitivo.
• Hay una baja o casi nula aplicación de agroquímicos.
• Existe un fuerte conocimiento de la actividad por parte de los
pobladores originarios.
Debilidades:
• Los productos hortícolas son perecederos, pero en la Quebrada no se
utilizan técnicas de conservación que permitan comercializarlo a
mediano plazo y a precios razonables.
• La productividad promedio es baja.
• Hay pocas posibilidades de extender la frontera de tierras aptas para
cultivos, debido a la escasez de agua.

Posibles estrategias
Para compensar la falta de sistemas de conservación, es aconsejable que se
estimule el deshidratado de verduras y frutas, tanto de los excedentes
como de las piezas de segunda clase, o cuando al momento de la venta los
precios estén muy bajos.
El deshidratado tiene varias ventajas: es no perecedero; agrega valor; está
disponible para el autoconsumo familiar en épocas no productivas, y mejora
la calidad para obtener mejores precios.
Por otra parte, para poder comercializar las hortalizas regionales en puntos
de consumo lejanos, es necesario desarrollar la elaboración en origen,
incluidos la conservación y el empaque.

189
Respecto de la provisión de agua, es preciso encarar obras de encauce del
Río Grande y sus afluentes.
También aparece como necesaria la mejora de los caminos de acceso a las
comunidades, a fin de lograr una mejor movilización de las producciones.

Especialización por departamento y condiciones socioeconómicas

Los principales complejos que explican la especialización en la Puna son las


actividades tradicionales de agricultura y cría de ganado, minería y, más
recientemente, turismo.
La vegetación es pobre, debido fundamentalmente a los rigores del clima
frío y la falta de agua. En cuanto a la caracterización social y demográfica,
esta región presenta los peores indicadores provinciales.
En la Quebrada se desarrolla una producción hortícola que abastece al
mercado provincial, incluidas flores y frutas de verano. La ganadería se
restringe a las zonas más altas, y se centra en la cría de cabras y ovejas.
Hay también producción minera de caliza, dolomita, arcilla, baritina, sal,
plata y zinc, y producción industrial con cal hidratada y baritina petrolera.
Las artesanías y el turismo también contribuyen a los ingresos en esta zona.

Yavi – Cabecera: La Quiaca

Especialización y estructura productiva


El departamento de Yavi posee una estructura productiva cercana a la
provincial, ya que cuenta con un IERK de 0,261, solo por encima de San
Pedro y Palpalá. Según surge de los IEPR, el departamento tiene una
especialización en el sector servicios, que genera el 76,5% de los puestos
de trabajo. Entre las actividades que explican este fenómeno, la principal es
el turismo. Los IEPR de los rubros vinculados a este son: Hoteles y
restaurantes, 1,71, y Transporte, almacenamiento y comunicaciones, 1,38.
Dentro de este último, el de Actividades complementarias del transporte;
agencias de viaje destaca con un valor de 4,50.
La ciudad principal de Yavi es La Quiaca, cabecera del departamento y
ciudad fronteriza con Bolivia. Tiene casi 14 mil habitantes y sus actividades
principales son la comercial y la turística, en estrecha relación con la
frontera La Quiaca-Villazón. Tiene un hospital, una clínica privada, dos
bancos y varios hoteles y restaurantes.
En lo respectivo a la actividad ganadera, en Yavi adquiere gran relevancia el
aporte del ganado ovino, con 85.427 cabezas 24, el más alto a nivel
provincial: el 22,7% de Jujuy. También se destacan las llamas, con 27.903

24
CNA 2008.

190
cabezas, el 19,8% del total provincial. En cuanto a la disposición geográfica
de las llamas, el 46,75 % del total departamental se ubica en La Quiaca.
Yavi es un departamento de poco peso en el agro jujeño. Su producción se
limita a tres cultivos: forrajeras perennes, forrajeras anuales y hortalizas.
No obstante, es uno de los departamentos que mayor crecimiento ha tenido
en el período intercensal 2002-2008. Con 278,3 hectáreas, las forrajeras
perennes fueron el cultivo más importante de este departamento en 2002,
que seis años después cubrió 1.331,3 hectáreas, lo que equivale a un
incremento del 378,4%. En 2002, el 95% correspondía a pasto llorón,
mientras que el 5% restante comprendía el cultivo de alfalfa pura. En 2008
la situación se mostró muy similar: 97,3% de pasto llorón y el restante
2,7% dividido entre alfalfa pura y pasto pangola.
El segundo cultivo en importancia son las hortalizas. En 2002 se relevaron
18,9 hectáreas, cantidad que en 2008 ascendió a 146, un 672,5% más. Los
cultivos más importantes de este rubro son las habas, la papa y la cebolla
de bulbo, fundamentalmente en los municipios de Yavi y La Quiaca.
Las forrajeras anuales han registrado un crecimiento muy notorio. Mientras
que en 2002 se relevaron solo 4,7 hectáreas de forrajeras anuales
(únicamente cebada forrajera y avena), en 2008 esta cantidad ascendió a
40,7 hectáreas, un 766% más. Lo que motorizó este incremento fue la
cebada forrajera, ya que la avena se mantuvo prácticamente inalterada. El
resto de las forrajeras anuales tiene un cultivo nulo o prácticamente
insignificante. Así, la cebada representa el 88% de las forrajeras.

Situación socio-demográfica
En 2001, Yavi contaba con una población de 18.160 habitantes, siendo el
departamento más poblado y con la mayor densidad del subespacio
Quebrada-Puna, de 6,2 hab/km2. Del total de la población, el 52,67% eran
mujeres y el 48,53 %, hombres.
Sus indicadores muestran una realidad sensiblemente mejor al promedio de
los departamentos puneños. En cuanto a NBI, esta situación alcanza al
28,7% de los hogares yaveños, y el 29% de sus habitantes no cumple los
requisitos mínimos de subsistencia.
En materia de salud e indicadores sanitarios, el 51,20% de los hogares no
poseía acceso a cloacas, y solo el 0,19% carecía de electricidad, siendo este
el índice más bajo a nivel provincial. Esto se explica por el enorme peso que
tiene La Quiaca, la ciudad cabecera del departamento, que cuenta con todos
los servicios de una ciudad moderna (agua potable, luz, cloacas, gas natural
e internet). Esta ciudad es una de las del norte puneño que posee todos los
servicios básicos, debido a la cantidad de turistas que recibe, siendo uno de
los asentamientos urbanos más importantes del NOA.
En materia educativa, si bien presenta los mejores números de la Puna,
Yavi no escapa a la paupérrima situación general. En 2001 se registró un

191
26,44% de personas sin instrucción y un 87,38% con secundaria
incompleta.

Santa Catalina - Cabecera: Santa Catalina

Especialización y estructura productiva


El IERK para empleo muestra que Santa Catalina es uno de los
departamentos que presenta mayor diferenciación en su estructura
productiva respecto del promedio de Jujuy, con un valor de 0,89.
Del análisis del IEPR surge que este departamento se especializa en la
actividad primaria, la cual genera el 43,3% del empleo, mientras que para
el rubro Agricultura, ganadería, caza y silvicultura ese índice es de 2,53,
explicado fundamentalmente por el ganado.
Como ya fue dicho, el 97% de los camélidos se concentra en los cinco
departamentos de la Puna. En efecto, Santa Catalina, Yavi, Cochinoca,
Rinconada y Susques son las zonas con mayor actividad de cría y
producción de camélidos domésticos de la provincia y del país. De acuerdo
al CNA 2008, Santa Catalina poseía ese año 24.087 llamas (el 17,1% del
total de Jujuy) y 9.670 cabras (el 6,9 % del total provincial). Por su parte,
el ganado ovino también se destaca, siendo este el segundo departamento
de la provincia en cantidad de cabezas, con 67.802 en el año 2002, lo que
representa el 18% del total provincial.
En cambio, este departamento no tiene peso respecto del agro jujeño: solo
una hectárea de cultivos industriales en Cusi Cusi; 8,4 hectáreas de
forrajeras anuales en Santa Catalina; 66 de forrajeras perennes en
Cieneguillas, y 4,5 en el municipio de Santa Catalina, donde además se
registraron solo 3,7 hectáreas de hortalizas.

Situación socio-demográfica
La población de Santa Catalina se dedica, además de lavar oro, a la cría de
llamas, ovejas y cabras, al tiempo que encara otras actividades como el
cultivo de duraznos, manzanas y ciruelas.
En 2001, este departamento contaba con una población de 3.140
habitantes, representando el 0,51% de la provincia. La composición era de
un 51,78% de mujeres y un 48,22% de hombres.
La situación social presenta indicadores preocupantes: la situación de NBI
llega al 38,8% de sus hogares y el 38,6% de la población.
Las condiciones sanitarias también muestran una importante deficiencia. El
100% de los hogares no poseía acceso a cloacas, y el 46,9% carecía de
electricidad. En cuanto a las viviendas, conviven las construcciones
coloniales con las andinas.

192
En Santa Catalina, la tasa de mortalidad infantil triplica la media nacional,
ubicándose en 30 por cada mil nacidos, según datos del Ministerio de Salud
del año 2006.
En materia de accesibilidad al sistema de salud, el 80% de la población
carece de cobertura de obra social, plan de salud privado o mutual,
mostrando uno de los casos más críticos de la provincia de Jujuy.
La situación educativa es grave. En 2001 se registró el porcentaje más alto
a nivel provincial de personas sin instrucción, un 34,49%, y el segundo más
elevado con secundaria incompleta, un 97,6%. Solo el 0,06% de las
personas tenía estudios universitarios completos.

Rinconada – Cabecera: Rinconada

Especialización y estructura productiva


A partir del IEH de empleo, se advierte que Rinconada es el departamento
con mayor especialización absoluta, debido al gran peso de las actividades
primarias y, en menor medida, los servicios de media o baja complejidad.
En efecto, el 93% del índice de especialización absoluta se explica por el
rubro Agricultura, ganadería, caza y silvicultura, que toma un valor de
0,349 sobre un total de 0,376. El otro 7% es explicado en su mayoría por
los rubros Construcción, con un 5% del total, y Enseñanza, con un 1,26%
del total.
Según se deriva del IEPR, el departamento se especializa en la actividad
primaria, la cual explica el 61% del empleo, siendo el más alto a nivel
provincial.
Respecto de la actividad agrícola-ganadera, Rinconada hace un importante
aporte a la ganadería provincial: el IEPR para el rubro Agricultura,
ganadería, caza y silvicultura es de 3,47.
Con una participación de 14,1% sobre el total, este departamento es el
cuarto en cría de ganado ovino, luego de Yavi, Santa Catalina y Cochinoca.
No obstante, su producción ha descendido notoriamente: de 60.023 cabezas
en 2002 a 53.077 en 2008, un 11,57 % menos.
Aun más importante es la participación relativa en llamas: el 19,4% del
total provincial. A diferencia de los ovinos, la cría de llamas ha evolucionado
muy positivamente: de 22.263 cabezas relevadas en 2002 se pasó a 27.278
en 2008, lo que significa un 22,53% de incremento.
Los caprinos, cría medianamente importante en el departamento, han
sufrido un notable descenso: de 10.138 cabezas en 2002 a tan solo 7.995
en 2008, lo que equivale a una disminución del 21,14%.
La producción de bovinos es sumamente marginal, más aun si se toman en
cuenta los datos de 2008: solo 207 cabezas, un 14,11% más que las 241
relevadas en 2002.

193
En cuanto al agro, este departamento es el menos importante de Jujuy. En
el CNA 2008 solo se relevaron 1,1 hectáreas de forrajeras anuales en el
municipio de Rinconada; 40,2 de forrajeras perennes en el mismo
municipio, y 5,5 hectáreas de hortalizas en Nuevo Pirquitas.
El IEPR del rubro Explotación de minas y canteras es de 2,59, lo cual se
explica porque en este departamento se encuentra la Mina Pirquitas,
dedicada a la explotación de minerales metalíferos, distante 346 kilómetros
al noroeste de San Salvador de Jujuy y a 4.200 metros de altura. Desde
1936 y hasta su cierre en 1989, extrajo unas 20 mil toneladas de estaño y
25 millones de onzas de plata, en la modalidad de explotación en
socavones.
Desde 1995, diversas empresas evalúan la posibilidad de explotar el
yacimiento con la modalidad de a cielo abierto, con la explosión y trituración
de 6.600 toneladas de roca por día, y extrayendo estaño, plata y zinc. La
empresa canadiense Silver Standar Resources es propietaria del proyecto.
Actualmente se está construyendo en la zona un gasoducto (que parte de
una válvula instalada al efecto sobre el gasoducto internacional Norandino),
se está mejorando una red secundaria de caminos y capacitando al personal
de la zona en el empleo de maquinarias.

Situación socio-demográfica
En este departamento, los habitantes se dedican a la ganadería de altura
(ovejas, cabras y llamas), al trabajo en las minas y, en menor escala, a la
alfarería. Las casas son precarias, de adobe con techos de paja.
Del Censo Nacional de 2001 se desprende que Rinconada era el
departamento menos poblado de Jujuy, con un total de 2.298 habitantes, el
52,26% mujeres y el 47,74%, hombres. Junto a Susques, presenta la
densidad más baja de la provincia, con 0,4 hab/km2. Este dato se vincula
directamente con las cifras comparativas de los censos 1991 y 2001, según
las cuales el departamento perdió en ese período casi un 24% de su
población. Esta singular dinámica encuentra su explicación en la pérdida de
su principal fuente laboral: la Mina Pirquitas.
Rinconada presenta en varios aspectos los peores indicadores socio-
demográficos de la provincia. En cuanto a las NBI, la situación es crítica: el
44,1% de sus hogares y el 46,1% de sus habitantes se encontraba en dicha
situación en 2001, un porcentaje mayor incluso que el promedio de La
Puna.
En cuanto a las condiciones sanitarias, hay que admitir que son alarmantes:
el 100% de los hogares no poseía acceso a cloacas, y el 62,38% carecía de
electricidad, siendo estos los porcentajes más altos a nivel provincial. En
cuanto a la cobertura de salud, el censo muestra que casi el 82% de la
población no tiene obra social, plan de salud privado o mutual.

194
En materia educativa, el 30,50% de los habitantes de Rinconada no tienen
instrucción, y el 98,74% no terminó el nivel secundario, siendo este el
porcentaje más alto a nivel provincial.

Cochinoca - Cabecera: Abra Pampa

Especialización y estructura productiva


Según se deriva del IEPR, este departamento se especializa en el sector
primario, donde la actividad agrícola-ganadera y la explotación de minas y
canteras explican conjuntamente el 32,8% del empleo. En Cochinoca
existen yacimientos de bórax, cal, yeso y sal. Esta última es extraída en
bloques que son comercializados por los pobladores, de aquí que el IEPR
para el rubro Explotación de minas y canteras es de 3,33.
A diferencia de la agraria, la actividad pecuaria de Cochinoca es sumamente
importante en relación a los valores provinciales. Este departamento ha
desarrollado un perfil productivo en torno a los camélidos, sobre todo la
llama, a través de ferias y encuentros periódicos de promoción de su cría y
comercialización. Datos del CNA 2008 indican que cuenta con 36.164
llamas, lo que equivale al 25,7% del total provincial. También tienen
importancia los caprinos, con 30.689 cabezas, el 1,8% del total provincial, y
los ovinos, con 64.079 cabezas, el 17 % del total de Jujuy. De aquí que el
IEPR para el rubro Agricultura, ganadería, caza y silvicultura es de 1,79.
La actividad ovina ha sufrido un notable descenso entre 2002 y 2008: de
87.385 cabezas pasó a 64.079, un 26,67% menos. Similar suerte corrió el
ganado caprino, con un descenso del 11,51%. Por el contrario, la actividad
bovina experimentó un crecimiento: de 7.979 cabezas en 2002 pasó a
9.588 en 2008, un 20,17% más. Pero mucho más espectacular fue el
aumento de auquénidos, particularmente de llamas: de 25.039 cabezas
pasó a 36.164, un 44,43% más.
A causa de su clima frío y seco, con temperaturas mínimas de hasta 20
grados bajo cero en invierno y escasas lluvias, con una pobre red
hidrográfica, este departamento presenta una producción agrícola exigua.
Uno de sus principales cultivos son las forrajeras perennes, que de todos
modos han descendido notablemente entre los censos: de 711,6 hectáreas
a tan solo 63, todas estas ubicadas sobre todo en el municipio de Abra
Pampa.
Otros de los cultivos que ha descendido notoriamente son las hortalizas: de
55,9 hectáreas en 2002 a 8,4 en 2008.
A contramano de los resultados anteriores, la producción de frutales se
incrementó, aunque no es un cultivo de relevancia. De todos modos, vale
citar que de las 0,1 hectáreas relevadas en 2002 se pasó en 2008 a 5,3,
casi todas ubicadas en el municipio de Abralaite.
Por otro lado se destaca el IEPR del rubro Investigación y desarrollo, que
toma un valor de 7,13, lo cual se explica por la presencia de una sede
experimental del INTA y por una política municipal claramente orientada al

195
desarrollo local y rural, con fuerte vinculación con las comunidades
originarias cercanas.

Situación socio-demográfica
Según datos del censo 2001, este departamento contaba con una población
de 12.111 habitantes, de los cuales el 52,16% eran mujeres y el 47,84%,
hombres.
En cuanto a las NBI, en el departamento de Cochinoca —como en casi la
totalidad del territorio jujeño— la situación es crítica: el 33,3% de sus
hogares y el 36,4% de sus habitantes vivía en ese momento en dicha
situación.
En materia de salud, los indicadores muestran condiciones deficitarias: el
83,42% de los hogares no tenía cloacas, y el 33% carecía de electricidad.
Por otro lado, Cochinoca es el tercer peor departamento en cuanto a
mortalidad infantil, con una tasa del 35,7 por mil en el año 2006.
Abra Pampa, la ciudad cabecera del departamento, enfrenta actualmente un
grave problema ambiental provocado por Metal Huasi, una mina productora
de plata y plomo, ubicada al costado de la ciudad, que dejó de funcionar en
1985, dejando escorias y sobrantes abandonados, provocando así la
dispersión de partículas de plomo. La contaminación resultante es tan
alarmante que la mayoría de la población local presenta niveles de plomo en
sangre cercanos a 30 mcg/dl, cuando el máximo permitido por la ley es de
10 mcg/dl.
Actualmente, el Gobierno nacional implementa en la zona un Plan de
Remediación (2008-2010), en conjunto con la administración provincial, que
prevé trasladar esos residuos para su tratamiento a la mina El Aguilar,
limpiar el antiguo establecimiento de Metal Huasi y brindar tratamiento a las
personas afectadas. A pesar de que las actividades ya se han iniciado, los
pobladores denuncian incumplimientos y demoras en las tareas.
En materia educativa, Cochinoca registra un 27,6% de personas sin
instrucción y un 93,2% con secundaria incompleta. Solo el 0,12% poseía en
2001 estudios universitarios completos.
En materia laboral, los índices de desocupación son elevados, tanto en la
zona urbana como en la rural, donde las familias sobreviven con escasos
animales y algunos ingresos extra obtenidos en trabajos temporarios en las
zonas bajas de cultivo o ganadería intensiva, y en algunos pocos casos en
minería y empleo público. En 2001, la tasa de desocupación se ubicaba en
torno al 26,2%, por encima de 24,9% provincial. Si bien hoy es un hecho
que la tasa ha bajado sensiblemente, se presume que aún sigue estando
por encima del promedio de Jujuy.

Susques - Cabecera: Susques

Especialización y estructura productiva

196
Según se deriva del IEPR, el departamento de Susques, ubicado al este de
la provincia de Jujuy, en el límite con Chile y Salta, se especializa en el
sector primario, donde se destaca la actividad Explotación de minas y
canteras, con un IEPR igual a 20,89. Las minas destacadas en este
departamento son Loma Blanca y Bórax, que se dedican a no metalíferos.
En la actualidad se promueve la implementación en el departamento de
Susques de un área de radicación minero-industrial. Para ello, se proyecta
garantizar la provisión de infraestructura y servicios básicos a las empresas
que se radiquen, priorizando el apoyo a aquellas que industrialicen en la
provincia los minerales extraídos.
El sector agropecuario en Susques gira en torno a los camélidos, que con
22.100 cabezas de llamas aporta el 15,7% del total de Jujuy, y con 26.969
cabezas de cabras concentra el 19,2% del total provincial. El IEPR para el
rubro Agricultura, ganadería, caza y silvicultura es de 1,37.
En cuanto a la actividad agrícola, este departamento no registra ninguna
implantación.
Una actividad que ha tomado relevancia en Susques es el turismo. Este
poblado es atravesado por un bulevar central de unos 350 metros de
longitud, que desemboca frente a un interesante vestigio del período
colonial español: la capilla, llamada Iglesia de Nuestra Señora de Belén de
Susques, una antigua y pequeña construcción edificada en adobe en el siglo
XVI. Este templo, consagrado en 1598, es considerado el más antiguo
santuario cristiano de la provincia de Jujuy, por lo que constituye un gran
atractivo para los visitantes.
Otros puntos de gran interés son la cercana Quebrada del Taire, cuyo
acceso se encuentra unos 15 kilómetros al noroeste de Susques, a través de
la Ruta Provincial 16, y las Salinas Grandes del Noroeste, a las que se
accede por la Ruta Nacional 52.
En cuanto al sector secundario, en este pequeño poblado se tejen ponchos,
se elaboran algunas artesanías en piedra y cerámica, por lo que el rubro
Fabricación de prendas de vestir; terminación y teñido de pieles tiene un
IEPR igual a 2,38.

Situación socio-demográfica
Susques es el departamento más grande de Jujuy, con una superficie de
9.199 km2, que representa el 17,3% del total provincial. Debido a sus
condiciones de clima y geografía, tiene una densidad poblacional de 0,4 hab
/km2, la más baja de Jujuy, junto a la de Rinconada. Según datos del Censo
Nacional 2001, Susques contaba con una población de 3.628 habitantes, de
los cuales el 51,46% eran mujeres y el 48,54%, hombres. El 70% de la
población se encuentra en la capital departamental, la pequeña aunque
antiquísima localidad de Susques.
En cuanto a los indicadores sociales, el índice de NBI es del 42,0% para los
hogares, y del 41.6 % para los habitantes.

197
Respecto de las condiciones sanitarias y de salud, hay que decir que son
muy deficientes. El 100% de los hogares no poseía acceso a cloacas, y el
38,36% carecía de servicio de electricidad. La tasa de mortalidad infantil es
la segunda más alta de Jujuy, luego de Santa Catalina, con 40,8 por mil
(2006).
El 28,17% de los habitantes de Susques carece de instrucción, y el 95,31%
no terminó el nivel secundario.

Humahuaca - Cabecera: Humahuaca

Especialización y estructura productiva


Según se deriva del IEPR, el departamento de Humahuaca se especializa en
la actividad primaria y servicios, los que conjuntamente explican el 95,5%
del empleo departamental. Esto se debe al gran impulso del turismo y del
sector minero. El sector secundario, en tanto, solo genera el 4,5% de los
puestos de trabajo.
Desde que la Quebrada de Humahuaca fue declarada Patrimonio Cultural y
Natural de la Humanidad por la UNESCO en 2003, se percibe un aumento y
crecimiento en el servicio hotelero, restaurantes, y otras actividades
vinculadas al turismo. De hecho, en los últimos años se abrieron una
veintena de establecimientos hoteleros de diversas características que
apuntalan esta estrategia. La oferta abarca hospedajes dirigidos al turista
de clase media hasta otros enfocados a la venta de exotismo, en medio de
una naturaleza poco transformada. Además, se incrementó el desarrollo de
circuitos turísticos de aventura y culturales, como consecuencia de la
afluencia de turismo nacional y extranjero, que no solo se da en la
temporada de verano sino durante todo el año.
Se destaca también el tradicional hotel provincial de mediados de siglo
pasado y una importante oferta cultural y gastronómica. Humahuaca es
además la sede principal del Carnaval de la Quebrada, y cada febrero es
visitada por miles de turistas. Todo lo dicho se refleja en el rubro Hoteles y
restaurantes, que tiene un IEPR igual a 1,45.
En cuanto a la actividad minera, Jujuy cuenta con importantes reservas de
recursos minerales muy variados en tres zonas de la Red Quebrada: las Sierras
Sub-andinas, la Cordillera Oriental y la Puna. Como efecto del proceso que en
geología se conoce como vulcanismo andino, la región de la Puna es la que
presenta mayores recursos minerales, y existen allí zonas relacionadas a
yacimientos de Bolivia y Chile. Las minas más importantes están en
Humahuaca, Quebrada, Rinconada y Susques. Se encuentran en la provincia
unos 38 establecimientos mineros activos 25 y unas 20 empresas extractivas 26.
Una de las más importantes y con mayor trayectoria se encuentra en este
departamento y es la Mina El Aguilar, dedicada a la producción de concentrados
de cinc (Zn), plomo y plata (Pb-Ag). Es propiedad de la empresa Suiza
25
INDEC, 2003.
26
Ministerio de la Producción y Medio Ambiente de la Provincia de Jujuy, 2006.

198
Glencore, que también explora en la Mina La Esperanza, y tiene experiencia en
este tipo de yacimientos mineros en Bolivia.
La Mina El Aguilar se encuentra a 51 kilómetros al sudeste de la localidad de
Tres Cruces, a unos 4.600 m.s.n.m., con puntos que alcanzan los 5.000
metros de altitud. Las reservas medias de mineral estimadas son cercanas a
los 6.000.000 de toneladas. Su sede administrativa está en la ciudad de
San Salvador de Jujuy.
El rubro Explotación de minas y canteras presenta un IEPR elevado, igual a
23,80, evidenciando la especialización.
Este departamento no se tiene una economía basada en el agro, aunque
incluye una importante cantidad de EAP, tanto con límites definidos como
sin ellos. En su mayoría se trata de EAP pequeñas, dedicadas
principalmente al cultivo de hortalizas que abastecen en temporada al
mercado provincial, cereales para grano y, en menor medida, forrajeras
perennes y legumbres. Las forrajeras anuales y frutales tienen una
participación menos importante. Alrededor del 80% de las EAP se localizan
en la localidad de Humahuaca.
Resulta imposible realizar un análisis de la situación de las oleaginosas y
otros cultivos industriales, debido a que estos capítulos no han sido
relevados en ninguno de los CNA. No obstante, se puede ver lo sucedido
con los principales cultivos de este departamento. Las hortalizas, el cultivo
más importante de la región, ha tenido un moderado aumento: un 18,6%
en los seis años intercensales. De las 393,5 hectáreas relevadas en 2002 se
pasó a 466,6 en 2008, lo que equivale al 7,84 % del total de Jujuy. Muy por
el contrario, las forrajeras perennes han tenido un notable descenso: de
197,9 hectáreas en 2002 a 77 en 2008, un 61,1% menos.
Los cereales para grano han tenido un extraordinario avance: de 17,2
hectáreas relevadas en 2002 a 122 en 2008, lo que representa un
importantísimo 609,3% de variación.
En cuanto a la ganadería, la de Humahuaca se basa principalmente en
caprinos y, en menor medida, en ovinos. Esto se refleja en los datos del
CNA 2008, ya que los de 2002 son bien distintos. El IEPR para el rubro
Agricultura, ganadería, caza y silvicultura es 1,52.
En 2008, la participación de ovinos y caprinos era muy pareja, no así en
2002. En el primer caso hubo un pequeño descenso, del 7,12%, (de 53.333
cabezas a 49.535), mientras que en el segundo hubo un modesto aumento,
del 4,05% (de 24.653 cabezas a 25.651).
Esto ha configurado una concentración de este tipo de ganado muy fuerte
en la provincia, ya que el departamento de Humahuaca cuenta con más del
18,3% de la ganadería caprina jujeña.

Situación socio-demográfica
Humahuaca contaba en 2001 con un total de 16.765 habitantes, el 51,19%
mujeres y el 48,81%, hombres.

199
En cuanto al índice de NBI, el 29,3% de sus hogares y el 30,2% de sus
habitantes vivía en dicha situación, un porcentaje bastante similar al de los
otros dos departamentos de la Quebrada.
Respecto de los indicadores sanitarios, el 52,73% de los hogares no poseía
acceso a cloacas, un porcentaje que, a pesar de ser elevado, se encuentra
muy por debajo de los presentados por Tumbaya y Tilcara. En tanto, el
24,73% de los hogares carecía de electricidad.
En cuanto a la tasa de mortalidad materna, la tasa promedio de toda la
provincia de Jujuy para el período 1998-2003 se ubicó en 13,09, un nivel
más de tres veces superior al promedio nacional, que es 4. Humahuaca
tiene una tasa que supera en más del 25% la media provincial. La tasa de
mortalidad infantil también es alta, de 23,3 por mil, aunque es el porcentaje
más bajo de la Quebrada.
En materia educativa, registraba un 25,58% de personas sin instrucción y
un 88,80% con secundaria incompleta.

Tilcara - Cabecera: Tilcara

Especialización y estructura productiva


De la observación del IEPR surge que Tilcara se especializa en la actividad
primaria y servicios, especialmente los vinculados al sector turístico, los que
conjuntamente explican el 94,8% del empleo departamental. El sector
secundario no adquiere gran relevancia, ya que solo representa el 5,2% de
los puestos de trabajo.
Tilcara es una ciudad dinámica de la red de la Quebrada, debido al interés
turístico que despierta y por la instalación de una gran cantidad de servicios
hoteleros y gastronómicos. El índice IEPR para el rubro Hoteles y
restaurantes toma un valor igual a 2,67.
En este sentido, se produjo una aparente segmentación del mercado
turístico en la región, en la que Purmamarca recibe a sectores de mayores
ingresos y Tilcara a jóvenes y familias de clase media.
La infraestructura y conectividad de este departamento ha sido revitalizada
en parte gracias a la actividad turística, pero sin embargo aún cuenta con
un insuficiente desarrollo de servicios para la población de residencia
permanente.
Respecto del agro, los principales cultivos son las hortalizas y las forrajeras
perennes. Si nos referimos a hortalizas, este departamento —con-
juntamente con Humahuaca y Tumbaya—, desarrolla una interesante
producción que abastece en temporada al mercado provincial. La superficie
implantada ha registrado un moderado aumento: en 2008 ascendió a
1.059,9 hectáreas (el 17,82% del total de Jujuy), un 31,6% más que las
805,5 registradas en 2002. Las variedades más importantes son choclo,
acelga y ajo, en ese orden.

200
Las forrajeras perennes, por su parte, han tenido un avance de moderado a
alto (64,8%), pasando de 46,9 hectáreas relevadas en 2002 a 77,3 en
2008. En la primera de las dos mediciones, el 99,4% de este tipo de
forrajeras eran alfalfa pura, pero en 2008 este porcentaje se redujo
notoriamente, al 47%, siendo el cultivo de otras perennes consociadas el
que ganó mucho terreno, representando el 44,1% del total.
La ganadería, por su parte, está centrada principalmente en la explotación
de ovinos (7.391 cabezas) y caprinos (6.242 cabezas). El IEPR para el rubro
Agricultura, ganadería, caza y silvicultura toma un valor igual a 2,51.
En Tilcara, el mencionado auge del turismo y la tendencia de ciertos
mercados a valorar los productos culturales tradicionales está ocasionando
una reactivación de la producción artesanal, en especial del tejido y la
alfarería, a través del empleo de técnicas antiguas, como el teñido tintes
naturales, el hilado a mano y el tejido en telares.
El IEPR para el rubro Curtido y terminación de cueros; fabricación de
productos de cuero y calzado es de 6,22.

Situación socio-demográfica
El departamento de Tilcara contaba en 2001 con 10.403 habitantes, y su
densidad de población era de 5,6 hab/km², constituyendo el valor más alto
para los departamentos del subespacio Quebrada. Entre las actividades que
ocupan a más personas están la artesanía, la horticultura, la cría de ganado
ovino y los servicios vinculados a la actividad turística. La mayoría de las
casas de la zona son de adobe.
Si nos remitimos a los indicadores sociales, la situación de NBI alcanza
abarca al 30,9% de los hogares y al 33,4 % de los habitantes.
Por otro lado, el 81,95% de los hogares no poseía acceso a cloacas, y el
18,05% no tenía electricidad. Este último es el menor porcentaje de la
provincia en este rubro.
La tasa de mortalidad infantil de Tilcara es la más alta de la Qubrada, ya
que ronda el doble del promedio de la provincia (30,2 contra 16,2 por mil,
respectivamente).
La situación educativa registraba un 25,31% de personas sin instrucción y
un 87% con secundaria incompleta

Tumbaya - Cabecera: Tumbaya - Ciudad destacada: Purmamarca

Especialización y estructura productiva


De la observación del IEPR, surge que el departamento de Tumbaya se
especializa en la actividad primaria y servicios, especialmente los vinculados
al sector turístico, que conjuntamente explican el 93,7% del empleo
departamental.

201
En las zonas bajas, el clima es templado y seco, y muy frío en las altas
cumbres. Las precipitaciones son frecuentes en el este del departamento,
donde dominan las altas sierras.
Los cultivos más importantes pasan por la implantación de forrajeras,
perennes, hortalizas (128,6 hectáreas), frutales como duraznos, peras y
manzanas (50 hectáreas) y en menor medida forrajeras anuales y cereales
para grano.
Con respecto a las forrajeras perennes, han tenido un pequeño aumento en
los seis años intercensales. Mientras que en 2002 se relevaron 116,8
hectáreas, en 2008 esa cantidad ascendió a 133,7, un 14,5% más. En 2002
los cultivos más importantes eran la alfalfa pura y la coasociada, y otras
perennes consociadas. En 2008 esto se redujo, casi en partes iguales, a dos
cultivos: alfalfa pura y alfalfa consociada.
Las forrajeras anuales, por el contrario, han aumentado notoriamente: un
44,3%. De las 17,4 hectáreas implantadas en 2002 se pasó a 25,1 en 2008.
En 2002 los más importantes eran cebada forrajera y avena; en 2008,
avena y otras anuales puras.
Además se registraron 2,7 hectáreas de cereales para grano en Volcán, y
1,6 hectáreas de legumbres entre los tres municipios que conforman el
departamento.
Según resultados preliminares del CNA 2008, tanto el ganado ovino como el
caprino tienen un importante desarrollo, con 16.444 y 15.437 cabezas
respectivamente. En tanto, el ganado vacuno adquiere menor importancia,
con 4.859 cabezas. El IEPR del rubro Agricultura, ganadería, caza y
silvicultura muestra la mencionada especialización, ya que toma un valor de
2,25.
En cuanto al turismo, hay que decir que la ciudad de Tumbaya es parte del
circuito de la Quebrada de Humahuaca, presenta un clima semitemplado y
seco, con cerros de deslumbrantes colores. Sus principales atractivos son su
histórica iglesia, de 1796, con pinturas de la Escuela Cusqueña y piezas de
orfebrería, declarada Monumento Histórico Nacional; la celebración de la
Virgen de la Candelaria, cada 2 de febrero; la feria popular por Nuestra
Señora de los Dolores, cada 15 de septiembre, y el Domingo de Ramos,
cuando los peregrinos bajan la imagen de la Virgen de Copacabana del Abra
de Punta Corral, distante a 23 kilómetros del pueblo.
En este departamento también se destaca la localidad de Purmamarca, cuya
zona tomó hace unos años un modesto impulso económico a raíz de dos
acontecimientos distintos aunque vinculados.
Por un lado, el pueblo ha quedado integrado en el llamado “eje
Capricornio”, parte del Corredor Bioceánico del Mercosur. La quebrada
donde se asienta Purmamarca es zona de tránsito al Paso de Jama, único
paso a Chile del eje completamente asfaltado y transitable todo el año. Si
bien esta situación no ha generado actividades económicas de servicio
vinculadas en el pueblo, ha abierto una ruta al turismo trasandino.

202
Por otro lado, la declaración de la Quebrada de Humahuaca como
Patrimonio de la Humanidad ha aumentado también la actividad turística en
la zona. Al respecto, tanto las características de los habitantes del pueblo,
conservadores respecto de su tradicional y tranquilo estilo de vida y del
estilo arquitectónico como las bellezas naturales de su entorno (el pueblo se
halla al pie del Cerro de los Siete Colores y desde él parte el Paseo de los
Colorados), convierten a la villa en un magnífico lugar de descanso y
contemplación.
Vinculadas a este movimiento turístico, las actividades económicas del
pueblo son la confección y venta de artesanías, la pequeña hostelería y el
alquiler de tours a las regiones cercanas, sobre todo a las Salinas Grandes y
la Laguna de Guayatayoc. El IEPR para la actividad Hoteles, campamentos y
otros tipos de hospedaje temporal es de 3,02 mostrando la importancia del
turismo.
Por último, hay que destacar que en la localidad de Volcán, perteneciente
también al departamento de Tumbaya, la sal que se extrae de las Salinas
Grandes representa una importante fuente de recursos para sus habitantes,
al igual que la explotación de las borateras (borato de cal) del distrito del
Moreno. En las faldas del Chañi aún se mantienen las vetas de plata, cobre,
hierro y plomo que hallaron los conquistadores españoles. De aquí que el
IEPR para Explotación de minas y canteras tome un valor de 3,15.

Situación socio-demográfica
El departamento de Tumbaya contaba en 2001 con una población de 4.553
habitantes, constituyendo el menos poblado y con menor densidad (1,3
hab/km2) del subespacio del que forma parte. Del total de la población, el
50, 14% eran mujeres y el 49,86%, hombres.
Tumbaya presenta los peores indicadores socio-demográficos de la región
Quebrada. La situación de NBI alcanzaba al 31,8% de sus hogares y el 34%
de sus habitantes. El 73,48% de los hogares no poseía acceso a cloacas, y
el 36,36% carecía de electricidad.
Si se tiene en cuenta al bajo peso al nacer como indicador del estado
nutricional de la madre y el niño y del cuidado del embarazo, Tumbaya casi
duplica la media provincial. En 2006, la tasa de mortalidad infantil en Jujuy
fue del 16,2 por mil, bastante mayor al promedio nacional, mientras que en
Tumbaya ese valor llegó al 28,2 por mil.
La situación educativa registraba un 25,19% de personas sin instrucción y
un 89,68% con secundaria incompleta.

203
ESPECIALIZACIÓN EN LA PROVINCIA DE JUJUY

Introducción

Para el estudio de la realidad socioeconómica de la provincia de Jujuy es


necesario un análisis de la especialización de sus estructuras productivas.
Para ello, se ofrece en este capítulo una explicación de la metodología
utilizada, los distintos índices de especialización, sus características y las
divergencias que existen entre ellos, tanto en términos de su cálculo como
también en los resultados que se obtienen de su aplicación.
Luego se analiza la especialización de Jujuy respecto del promedio nacional,
a través de distintos indicadores de especialización absoluta y relativa: el
índice de especialización absoluta de Herfindahl (IEH), el índice de
especialización relativa de Krugman (IERK) y el coeficiente de localización o
índice de especialización productiva relativa (IEPR).
Posteriormente, siguiendo la misma metodología, se analiza la estructura
productiva jujeña respecto de la región del Norte Grande, para cerrar el
trabajo con las conclusiones.

Metodología e índice utilizados

El estudio de especialización en la provincia de Jujuy se realizó mediante la


construcción de una serie de indicadores a partir de los cuales se caracteriza
la estructura económica provincial.
Los indicadores de especialización en los que se basa el estudio son tres; en
uno de ellos se caracteriza la especialización absoluta de las diferentes
actividades provinciales, mientras que en los dos restantes se caracteriza la
especialización en términos relativos.
La diferencia entre estos dos últimos está en que uno toma en cuenta cada
estructura provincial respecto de la estructura promedio del país, mientras
que el otro toma el cociente entre el empleo de una actividad respecto del
empleo total provincial, y el cociente entre el nivel de empleo en esa misma
actividad en el país y el total de empleo nacional.

Índice de especialización absoluta de Herfindahl

Para identificar la existencia de especialización productiva en Jujuy se


recurrió al índice de especialización absoluta de Herfindahl (IEAH).

204
Es el índice más conocido, que en este caso es usado para medir cómo se
encuentra distribuido el empleo de las distintas actividades, en la provincia
o en cada departamento, sin tener en cuenta la distribución del empleo
existente en el resto de las provincias o departamentos del país. Se trata,
por tanto, de un índice de especialización absoluta27.
El índice toma valores de entre 0 y 1. Cuanto mayor es el número de
empleados en una rama de actividad respecto del total provincial, más
especializada resulta la provincia en dicho rubro.
El cálculo del índice de especialización absoluta se puede realizar con
diferentes variables, como por ejemplo el valor bruto de producción, el valor
agregado o el empleo.

Índice de especialización relativa de Krugman

Con la idea de comparar la estructura productiva departamental y provincial


con la observada a nivel provincial, regional y nacional, respectivamente, se
recurre al índice de especialización relativa de Krugman (IERK), que surge
de la sumatoria de las diferencias absolutas en la participación en el empleo
de los distintos rubros28.
Silas dos regiones comparadas tienen la misma estructura productiva, el
IERK es igual a cero. Su valor está correlacionado en forma positiva con el
grado de especialización, ya que cuanto mayor es la proporción de empleos
en una rama productiva en relación a la proporción de empleos del área o
región tomada como referencia, más especializada o diferenciada en esa
actividad se encuentra la región.
El valor máximo que puede tomar es 2, número que significa que en las dos
regiones analizadas no se desarrollan actividades productivas comunes.

27
Así, dado un departamento y su empleo por actividades, el índice de Herfindahl se expresa como:

donde Ssij es la proporción de empleo de la actividad i en la provincia j, en relación al total de empleo


de la provincia j.

28
La fórmula de cálculo del IERK es la siguiente:

En donde sik es la proporción de empleo de la actividad i en el departamento o provincia k, y sil es la


proporción del empleo de la actividad i en la provincia, región o país l respecto al total del empleo
provincial, regional o nacional, según el caso.

205
Coeficiente de localización o índice de especialización productiva
relativa
El último indicador usado en el análisis de la especialización en Jujuy es el
coeficiente de localización, mediante el cual se establece la comparación de
la estructura productiva provincial jujeña y la nacional, tanto por rubro
como por rama productiva29.
La interpretación del indicador es sencilla: si su valor es mayor que 1 para
la actividad tomada como referencia, significa que la provincia se especializa
en esa actividad. Por otro lado, valores menores a la unidad muestran que
la provincia no se especializa en la actividad evaluada.

Análisis de especialización en Jujuy respecto de la nación

Para profundizar la comprensión de las características de la economía jujeña


en relación a la estructura económica nacional, resulta conveniente trabajar
con un alto nivel de desagregación. Por ello, además de recurrir al análisis
visual de los datos, se pueden utilizar los indicadores estadísticos absolutos
y relativos definidos anteriormente, que generan un aporte a la
identificación de la orientación en la especialización provincial.
En el presente análisis, y para todos los indicadores calculados de esta
sección, se trabajó con información de empleo proveniente del Observatorio
de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) en base al Sistema Integrado de
Jubilaciones y Pensiones (SIJP), para el año 2008.

Índice de Herfindahl (IEH)

El IEH permite analizar dos características a partir de las actividades


desarrolladas en Jujuy y en las demás provincias. Por un lado, brinda
información acerca del estado de sus estructuras productivas y los
consiguientes grados de especialización; por otro, proporciona un
instrumento para estudiar la semejanza de las configuraciones productivas
entre el conjunto de las provincias argentinas.

29
Su fórmula de cálculo es la siguiente:

Xij
Xj
Especialización =
Xi
X

Donde Xij es el empleo en la rama de actividad i en la provincia j; Xj es el empleo total en la provincia


j; Xi es el empleo de la rama de actividad i a nivel nacional y X es el total de empleo a nivel nacional.

206
Como primer paso, para tener información sobre el posicionamiento de
Jujuy a nivel nacional, se presenta el cálculo del IEH para las provincias
argentinas en relación al promedio del país.

Cuadro 36. IEH por provincia, en relación al promedio nacional

Provincia IEH
Formosa 0,10
Jujuy 0,09
Santa Cruz 0,09
Río Negro 0,08
Salta 0,08
Chaco 0,08
Neuquén 0,08
Tucumán 0,08
La Pampa 0,08
Corrientes 0,07
Entre Ríos 0,07
Santiago del Estero 0,07
La Rioja 0,07
Chubut 0,07
San Juan 0,07
Catamarca 0,07
Mendoza 0,06
Misiones 0,06
Tierra del Fuego 0,06
Córdoba 0,05
Resto de Buenos Aires 0,05
Capital Federal 0,05
San Luis 0,05
Santa Fe 0,05
Partidos de GBA 0,05

De estos datos se observa que Jujuy tiene un valor bajo. Sin embargo, al
comparar con las demás provincias, surge que Jujuy ocupa el segundo lugar
detrás de Formosa30. Para tener una visión más detallada, se presenta en el
siguiente cuadro las distintas actividades productivas que componen el IEH
de Jujuy.

30
Este resultado difiere del análisis hecho por G. Peña, donde la serie nacional presenta mayor
variabilidad y Jujuy aparece con un IEH mucho más bajo, cercano al 0,02, siendo uno de los menores a
nivel nacional. (Especialización provincial y complejidad productiva. Un Estudio para Argentina. Gonzalo
Peña, 2007).

207
Cuadro 37. Actividades que componen el IEH de la provincia de Jujuy

Rama Empleados Sij S2ij

Agricultura y ganadería 8.331 0,17 0,03


Silvicultura, extracción de madera 202 0,00 0,00
Pesca y actividades relacionadas con la pesca 2 0,00 0,00
Extracción de petróleo crudo y gas natural 37 0,00 0,00
Extracción de minerales metalíferos 1.547 0,03 0,00
Explotación de otras minas y canteras 306 0,01 0,00
Alimentos 8.464 0,17 0,03
Tabaco 747 0,02 0,00
Productos textiles 30 0,00 0,00
Confecciones 15 0,00 0,00
Cuero 26 0,00 0,00
Madera 186 0,00 0,00
Papel 292 0,01 0,00
Edición 207 0,00 0,00
Productos de petróleo 23 0,00 0,00
Productos químicos 131 0,00 0,00
Productos de caucho y plástico 48 0,00 0,00
Otros minerales no metálicos 281 0,01 0,00
Metales comunes 764 0,02 0,00
Otros productos de metal 142 0,00 0,00
Maquinaria y equipo 74 0,00 0,00
Maquinaria de oficina 8 0,00 0,00
Aparatos eléctricos 4 0,00 0,00
Radio y televisión 0 0,00 0,00
Instrumentos médicos 0 0,00 0,00
Automotores 14 0,00 0,00
Otros equipo de transporte 0 0,00 0,00
Muebles 35 0,00 0,00
Reciclamiento de desperdicios y desechos 80 0,00 0,00
Electricidad, gas y agua 410 0,01 0,00
Captación, depuración y distribución de agua 8 0,00 0,00
Construcción 3.342 0,07 0,00
Vta. y reparación de vehículos. vta. por
menor de combustible 1.139 0,02 0,00
Comercio al por mayor 1.246 0,03 0,00
Comercio al por menor 4.441 0,09 0,01
Servicios de hotelería y restaurantes 1.073 0,02 0,00
Transporte ferroviario y automotor y por
tuberías 2.897 0,06 0,00
Transporte marítimo y fluvial 0 0,00 0,00

208
Cuadro 37. Continuación

Transporte aéreo de cargas y de pasajeros 12 0,00 0,00


Manipulación de carga, almacenamiento y
depósito 204 0,00 0,00
Correos y telecomunicaciones 642 0,01 0,00
Intermediación financiera y otros servicios
financieros 784 0,02 0,00
Seguros y AFJP 199 0,00 0,00
Servicios auxiliares a la actividad financiera 21 0,00 0,00
Servicios inmobiliarios 159 0,00 0,00
Alquiler de equipo de transporte y de
maquinaria 7 0,00 0,00
Actividades de informática 73 0,00 0,00
Investigación y desarrollo 1 0,00 0,00
Servicios jurídicos, contables y otros servicios
a empresas 2.280 0,05 0,00
Agencias de empleo temporario 550 0,01 0,00
Enseñanza 3.463 0,07 0,00
Servicios sociales y de salud 1.749 0,04 0,00
Eliminación de desperdicios 204 0,00 0,00
Servicios de organizaciones empresariales 1.286 0,03 0,00
Cinematografía, radio y televisión 272 0,01 0,00
Servicios n.c.p. 852 0,02 0,00

Total 49.304

IEH de Jujuy 0,09

Del cuadro se observa que destacan los rubros Agricultura y ganadería y


Alimentos, ambos con un S2ij de 0,03, que explican conjuntamente el 66%
del valor total del índice.

Índice de especialización relativa de Krugman (IERK)

El índice de Krugman (IERK) es usado para realizar un análisis detallado de


la economía jujeña a partir de los índices de especialización relativa. Con el
IERK se comparan en primer término las diferencias de las estructuras
productivas provinciales respecto al promedio nacional.
Cuantos más altos sean los valores del índice, más se diferencia una
provincia en relación a la estructura industrial promedio del país. Los
valores hallados muestran que la especialización relativa en general es alta,
ya que existen 12 provincias con coeficientes que superan 0,5 31.
31
Este valor es el que toma como referencia Bosco (2004), en European integration, regional structural
change and cohesión in Italy.

209
Cuadro 38. IERK por provincia, en relación al total nacional
Año 2008

Provincia IERK

Santa Cruz 0,77


Tierra del Fuego 0,70
La Rioja 0,67
Chubut 0,62
Jujuy 0,61
Formosa 0,60
Catamarca 0,57
Misiones 0,55
Chaco 0,54
Neuquén 0,53
Corrientes 0,53
Santiago del Estero 0,51
Río Negro 0,48
Promedio Nacional 0,48
La Pampa 0,48
Salta 0,45
San Luis 0,44
San Juan 0,44
Entre Ríos 0,43
Capital Federal 0,42
Tucumán 0,37
Partidos del GBA 0,35
Mendoza 0,35
Santa Fe 0,26
Córdoba 0,22
Resto de Buenos Aires 0,20

El promedio de especialización relativa del total de las provincias asciende a


0,48.
La provincia de Jujuy posee una especialización superior a la media
provincial, con un IERK de 0,61, ocupando el quinto lugar en el ranking
nacional. Mirando el cuadro en forma agregada, se nota que los valores de
especialización relativa oscilan entre 0,20 (provincia de Buenos Aires sin el
conurbano) y 0,77 (Santa Cruz). Por otro lado, la provincia de Buenos Aires
(excluyendo al conurbano), Santa Fe y Córdoba conforman el grupo con

210
menor diferenciación de la estructura productiva promedio; este hecho
puede relacionarse con que son estas tres provincias las que se posicionan
entre las primeras con mayores niveles de PBG, captan altos niveles de
inversión y tienen una estructura productiva más compleja.
Los mayores índices de especialización relativa de Krugman lo poseen Santa
Cruz y Tierra del Fuego. En esta última provincia los valores se encuentran
justificados por la fuerte presencia de actividades industriales demandantes
de altos niveles tecnológicos (basados en el régimen de promoción
industrial) y de los servicios de mediana (enseñanza y turismo) y
media/baja complejidad (comercio y construcción). En Santa cruz, por su
parte, se presenta una gran especialización en el sector primario (pesca,
extracción de petróleo y minerales metalíferos) y en los servicios de
complejidad media (enseñanza y servicios de salud y sociales) y media/baja
(construcción).
El resultado del análisis y el ranking de las provincias argentinas, en cuanto
al IERK, arroja resultados muy similares a los obtenidos por Peña (2007).
A continuación, se estudia en detalle la composición del IERK de Jujuy a
través de la observación sobre la composición de las distintas actividades
productivas y sus niveles de complejidad.
La información que surge del cuadro que se presenta a continuación, da
cuenta que la provincia de Jujuy tiene un nivel medio/alto de diferenciación
en su estructura productiva (el valor del IERK es 0,61, con límites entre 0 y
2) respecto de la observada a nivel nacional, considerando la información de
empleo. Los rubros que presentan mayor diferenciación respecto de la
estructura productiva nacional son Agricultura y ganadería, Alimentos,
Extracción de minerales metalíferos y Tabaco, de lo que se deduce que
Jujuy se especializa fundamentalmente en actividades del sector primario
de la economía y en los sectores industriales de escasa complejidad, lo cual
surge de seguir la taxonomía de la OCDE. Todos estos rubros suman 0,33,
lo que explica el 53,78% del índice de especialización de Krugman.

211
Cuadro 39. IERK de Jujuy por actividad
Año 2008
Participación en el empleo total
Rama Jujuy Total Sik - SiI
Agricultura y ganadería 0,17 0,06 0,11
Silvicultura, extracción de madera 0,00 0,00 0,00
Pesca y actividades relacionadas con la pesca 0,00 0,00 0,00
Extracción de petróleo crudo y gas natural 0,00 0,01 0,01
Extracción de minerales metalíferos 0,03 0,00 0,03
Explotación de otras minas y canteras 0,01 0,00 0,00
Alimentos 0,17 0,06 0,12
Tabaco 0,02 0,00 0,01
Productos textiles 0,00 0,01 0,01
Confecciones 0,00 0,01 0,01
Cuero 0,00 0,01 0,01
Madera 0,00 0,01 0,00
Papel 0,01 0,01 0,00
Edición 0,00 0,01 0,00
Productos de petróleo 0,00 0,00 0,00
Productos químicos 0,00 0,02 0,01
Productos de caucho y plástico 0,00 0,01 0,01
Otros minerales no metálicos 0,01 0,01 0,00
Metales comunes 0,02 0,01 0,01
Otros productos de metal 0,00 0,02 0,01
Maquinaria y equipo 0,00 0,01 0,01
Maquinaria de oficina 0,00 0,00 0,00
Aparatos eléctricos 0,00 0,00 0,00
Radio y televisión 0,00 0,00 0,00
Instrumentos médicos 0,00 0,00 0,00
Automotores 0,00 0,01 0,01
Otros equipo de transporte 0,00 0,00 0,00
Muebles 0,00 0,01 0,01
Reciclamiento de desperdicios y desechos 0,00 0,00 0,00
Electricidad, gas y agua 0,01 0,01 0,00
Captación, depuración y distribución de agua 0,00 0,00 0,00
Construcción 0,07 0,08 0,01
Venta y reparación de vehículos / venta por
menor de combustible 0,02 0,02 0,00
Comercio al por mayor 0,03 0,06 0,03
Comercio al por menor 0,09 0,09 0,00
Servicios de hotelería y restaurantes 0,02 0,04 0,02
Transporte ferroviario y automotor y por
tuberías 0,06 0,05 0,01

212
Cuadro 39. Continuación

Transporte marítimo y fluvial 0,00 0,00 0,00


Transporte aéreo de cargas y de pasajeros 0,00 0,00 0,00
Manipulación de carga, almacenamiento y
depósito 0,00 0,01 0,01
Correos y telecomunicaciones 0,01 0,02 0,01
Intermediación financiera y otros servicios
financieros 0,02 0,02 0,00
Seguros y AFJP 0,00 0,01 0,01
Servicios auxiliares a la actividad financiera 0,00 0,00 0,00
Servicios inmobiliarios 0,00 0,01 0,01
Alquiler de equipo de transporte y de
maquinaria 0,00 0,00 0,00
Actividades de informática 0,00 0,01 0,01
Investigación y desarrollo 0,00 0,00 0,00
Servicios jurídicos, contables y otros servicios a
empresas 0,05 0,09 0,05
Agencias de empleo temporario 0,01 0,02 0,01
Enseñanza 0,07 0,06 0,01
Servicios sociales y de salud 0,04 0,04 0,00
Eliminación de desperdicios 0,00 0,00 0,00
Servicios de organizaciones empresariales 0,03 0,03 0,00
Cinematografía, radio y televisión 0,01 0,02 0,01
Servicios n.c.p. 0,02 0,02 0,01
IERK total 0,61

Coeficiente de localización o índice de especialización productiva


relativa (IEPR)
Para completar el estudio sobre la comparación de la estructura productiva
jujeña y la nacional, el último indicador usado para calcular el nivel de
especialización es el índice de especialización productiva relativa (IEPR). Si
este indicador es mayor que 1 para la actividad tomada como referencia,
entonces la provincia analizada se especializa en esa actividad.

213
Cuadro 40. IEPR de Jujuy por actividad
Año 2008

Ratio entre empleo sectorial y total


Rama Jujuy Total Sik/Sk/Sil/SiI
Agricultura y ganadería 0,17 0,06 2,98
Silvicultura, extracción de madera 0,00 0,00 1,92
Pesca y actividades relacionadas con la pesca 0,00 0,00 0,02
Extracción de petróleo crudo y gas natural 0,00 0,01 0,11
Extracción de minerales metalíferos 0,03 0,00 24,40
Explotación de otras minas y canteras 0,01 0,00 2,67
Alimentos 0,17 0,06 3,07
Tabaco 0,02 0,00 12,44
Productos textiles 0,00 0,01 0,05
Confecciones 0,00 0,01 0,03
Cuero 0,00 0,01 0,07
Madera 0,00 0,01 0,64
Papel 0,01 0,01 1,02
Edición 0,00 0,01 0,49
Productos de petróleo 0,00 0,00 0,26
Productos químicos 0,00 0,02 0,16
Productos de caucho y plástico 0,00 0,01 0,09
Otros minerales no metálicos 0,01 0,01 0,76
Metales comunes 0,02 0,01 2,18
Otros productos de metal 0,00 0,02 0,18
Maquinaria y equipo 0,00 0,01 0,13
Maquinaria de oficina 0,00 0,00 0,36
Aparatos eléctricos 0,00 0,00 0,02
Radio y televisión 0,00 0,00 0,00
Instrumentos médicos 0,00 0,00 0,00
Automotores 0,00 0,01 0,02
Otros equipo de transporte 0,00 0,00 0,00
Muebles 0,00 0,01 0,11
Reciclamiento de desperdicios y desechos 0,00 0,00 3,09
Electricidad, gas y agua 0,01 0,01 1,15
Captación, depuración y distribución de agua 0,00 0,00 0,07
Construcción 0,07 0,08 0,90
Venta y reparación de vehículos / venta por
menor de combustible 0,02 0,02 0,94
Comercio al por mayor 0,03 0,06 0,44
Comercio al por menor 0,09 0,09 0,96
Servicios de hotelería y restaurantes 0,02 0,04 0,58
Transporte ferroviario y automotor y por
tuberías 0,06 0,05 1,15

214
Cuadro 40. Continuación

Transporte marítimo y fluvial 0,00 0,00 0,00


Transporte aéreo de cargas y de pasajeros 0,00 0,00 0,13
Manipulación de carga, almacenamiento y dep. 0,00 0,01 0,30
Correos y telecomunicaciones 0,01 0,02 0,71
Intermediación financiera y otros servicios
financieros 0,02 0,02 1,01
Seguros y AFJP 0,00 0,01 0,42
Servicios auxiliares a la actividad financiera 0,00 0,00 0,17
Servicios inmobiliarios 0,00 0,01 0,24
Alquiler de equipo de transporte y de maquinaria 0,00 0,00 0,10
Actividades de informática 0,00 0,01 0,13
Investigación y desarrollo 0,00 0,00 0,02
Servicios jurídicos, contables y otros servicios a
empresas 0,05 0,09 0,50
Agencias de empleo temporario 0,01 0,02 0,65
Enseñanza 0,07 0,06 1,11
Servicios sociales y de salud 0,04 0,04 0,89
Eliminación de desperdicios 0,00 0,00 0,95
Servicios de organizaciones empresariales 0,03 0,03 1,00
Cinematografía, radio y televisión 0,01 0,02 0,34
Servicios n.c.p. 0,02 0,02 0,71

De la observación de los datos del cuadro se puede deducir que, en relación


al promedio nacional, Jujuy se especializa fuertemente en actividades del
sector primario de la economía y sectores industriales de escasa
complejidad.
En cuanto al sector primario, se destacan los IEPR de los rubros Extracción
de minerales metalíferos (24,40), Agricultura y ganadería (2,98),
Explotación de minas y canteras (2,67) y Metales comunes (2,18).
En lo referente a la minería, los IEPR se explican con el hecho que la
provincia de Jujuy participa con el 3% de la producción minera nacional, de
acuerdo a los valores de producción del año 2007 (medido en pesos de
1992). Esta producción está conformada por un 62% de minerales
metalíferos, un 24% de no metalíferos y un 14% de piedras de aplicación.
Se estima que los empleos registrados en la minería provincial
representarían aproximadamente el 10% del total nacional.
El marco regulatorio de la provincia promueve la radicación en su territorio
de empresas mineras, ofreciendo incentivos, reduciendo el porcentaje de
regalías que deben pagar a la provincia (reduciendo en total del 3% al 1%)
la inversiones nacionales y extranjeras de alta complejidad que no sean
meramente extractivas y que generen valor agregado y empleo en la

215
provincia. También se establece a nivel provincial una garantía de
estabilidad e invariabilidad fiscal por treinta años.
Si hablamos de los sectores industriales de escasa complejidad, los rubros
que presentan IEPR altos son Tabaco (12,44), Reciclamiento de
desperdicios y desechos (3,09) y Alimentos (3,07).
Los resultados obtenidos para el rubro Tabaco pueden explicarse debido a
que Jujuy se ubica en el segundo lugar como productora de la variedad
virginia, y en la tercera posición entre las provincias tabacaleras, después
de Misiones y Salta. El valor de la producción primaria de tabaco fue de 207
millones de pesos para la campaña 2004/05, contribuyendo con el 27% del
valor de producción nacional.
En cuanto al rubro Alimentos, el IEPR alto se debe a que Jujuy se destaca
en el sector azucarero. Los principales actores productivos del sector en la
provincia son tres ingenios, que en el año 2007 produjeron en conjunto
483.621 toneladas de azúcar, aportando el 24% de la producción azucarera
del país y ocupando el segundo lugar después de la provincia de Tucumán,
que aporta el 62%.

Análisis de la estructura productiva jujeña respecto de la


región del Norte Grande

En esta sección se replica el análisis realizado en el apartado anterior, pero


en esta ocasión se compara la economía jujeña con la de la región del Norte
Grande (Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, Formosa,
Chaco, Misiones y Corrientes).

Índice de especialización relativa de Krugman (IERK)

Con el objetivo de lograr una comparación de la estructura productiva de


Jujuy respecto de la región del Norte Grande, se calcula el IERK.

216
Cuadro 41. IERK de Jujuy por actividad
Año 2008

Participación en el empleo total


Rama Norte
Jujuy Sik - SiI
Grande
Agricultura y ganadería 0,17 0,15 0,02
Silvicultura, extracción de madera 0,00 0,02 0,01
Pesca y actividades relacionadas con la pesca 0,00 0,00 0,00
Extracción de petróleo crudo y gas natural 0,00 0,00 0,00
Extracción de minerales metalíferos 0,03 0,00 0,03
Explotación de otras minas y canteras 0,01 0,00 0,00
Alimentos 0,17 0,07 0,10
Tabaco 0,02 0,01 0,01
Productos textiles 0,00 0,01 0,01
Confecciones 0,00 0,00 0,00
Cuero 0,00 0,00 0,00
Madera 0,00 0,02 0,02
Papel 0,01 0,01 0,00
Edición 0,00 0,00 0,00
Productos de petróleo 0,00 0,00 0,00
Productos químicos 0,00 0,01 0,00
Productos de caucho y plástico 0,00 0,00 0,00
Otros minerales no metálicos 0,01 0,01 0,00
Metales comunes 0,02 0,00 0,01
Otros productos de metal 0,00 0,01 0,00
Maquinaria y equipo 0,00 0,00 0,00
Maquinaria de oficina 0,00 0,00 0,00
Aparatos eléctricos 0,00 0,00 0,00
Radio y televisión 0,00 0,00 0,00
Instrumentos médicos 0,00 0,00 0,00
Automotores 0,00 0,00 0,00
Otros equipo de transporte 0,00 0,00 0,00
Muebles 0,00 0,00 0,00
Reciclamiento de desperdicios y desechos 0,00 0,00 0,00
Electricidad, gas y agua 0,01 0,01 0,00
Captación, depuración y distribución de agua 0,00 0,01 0,00
Construcción 0,07 0,11 0,04
Venta y reparación de vehículos / venta por
menor de combustible 0,02 0,03 0,01
Comercio al por mayor 0,03 0,05 0,03
Comercio al por menor 0,09 0,11 0,02
Servicios de hotelería y restaurantes 0,02 0,03 0,01
Transporte ferroviario y automotor y por tuberías 0,06 0,05 0,01

217
Cuadro 41. Continuación

Transporte marítimo y fluvial 0,00 0,00 0,00


Transporte aéreo de cargas y de pasajeros 0,00 0,00 0,00
Manipulación de carga, almacenamiento y
depósito 0,00 0,01 0,00
Correos y telecomunicaciones 0,01 0,01 0,00
Intermediación financiera y otros servicios
financieros 0,02 0,02 0,00
Seguros y AFJP 0,00 0,01 0,00
Servicios auxiliares a la actividad financiera 0,00 0,00 0,00
Servicios inmobiliarios 0,00 0,00 0,00
Alquiler de equipo de transporte y de maquinaria 0,00 0,00 0,00
Actividades de informática 0,00 0,00 0,00
Investigación y desarrollo 0,00 0,00 0,00
Servicios jurídicos, contables y otros servicios a
empresas 0,05 0,07 0,02
Agencias de empleo temporario 0,01 0,01 0,00
Enseñanza 0,07 0,06 0,01
Servicios sociales y de salud 0,04 0,03 0,00
Eliminación de desperdicios 0,00 0,00 0,00
Servicios de organizaciones empresariales 0,03 0,03 0,00
Cinematografía, radio y televisión 0,01 0,01 0,01
Servicios n.c.p. 0,02 0,02 0,00

IERK 0,41

De la observación del cuadro surge que la provincia de Jujuy, con un IERK


igual a 0,41, tiene un nivel medio de diferenciación en su estructura
productiva respecto de la observada en la región del Norte Grande.
Los rubros que presentan mayor especialización son Alimentos, Agricultura
y ganadería, Extracción de minerales metalíferos y Construcción,
pertenecientes al sector primario de la economía y a los sectores
industriales de baja tecnología. Al sumar los índices de esos rubros,
siguiendo la metodología definida por la OCDE, se obtiene un valor igual a
0,21, que representa aproximadamente el 51,6% del total del IERK.
Si comparamos el IERK de Jujuy respecto del Norte Grande con el mismo
índice provincial respecto del país, se advierte que el primero toma un valor
más bajo (0,41 contra 0,61). Esto indica que la provincia de Jujuy tiene un
nivel más bajo de diferenciación en su estructura productiva respecto del
Norte Grande que del país. Esto puede explicarse porque muchas de las
provincias del norte comparten características como el clima y la topografía,
entre otras, que condicionan sus estructuras productivas y las hace más
similares.

218
Coeficiente de localización o índice de especialización productiva
relativa (IEPR)

En el cuadro se presenta el cálculo de los IEPR para la provincia de Jujuy en


relación a la región del Norte Grande.

Cuadro 42. IEPR de Jujuy


Año 2008
Ratio entre empleo sectorial y total
Rama Norte
Jujuy
Grande Sik/Sk/Sil/SiI
(Sik/Sk)
(Sil/SiI)
Agricultura y ganadería 0,17 0,15 1,16
Silvicultura, extracción de madera 0,00 0,02 0,27
Pesca y actividades relacionadas con la pesca 0,00 0,00 0,62
Extracción de petróleo crudo y gas natural 0,00 0,00 0,41
Extracción de minerales metalíferos 0,03 0,00 6,47
Explotación de otras minas y canteras 0,01 0,00 1,34
Alimentos 0,17 0,07 2,42
Tabaco 0,02 0,01 2,27
Productos textiles 0,00 0,01 0,05
Confecciones 0,00 0,00 0,10
Cuero 0,00 0,00 0,11
Madera 0,00 0,02 0,19
Papel 0,01 0,01 1,18
Edición 0,00 0,00 0,91
Productos de petróleo 0,00 0,00 0,41
Productos químicos 0,00 0,01 0,49
Productos de caucho y plástico 0,00 0,00 0,39
Otros minerales no metálicos 0,01 0,01 0,82
Metales comunes 0,02 0,00 6,23
Otros productos de metal 0,00 0,01 0,53
Maquinaria y equipo 0,00 0,00 0,76
Maquinaria de oficina 0,00 0,00 3,36
Aparatos eléctricos 0,00 0,00 0,11
Radio y televisión 0,00 0,00 0,00
Instrumentos médicos 0,00 0,00 0,00
Automotores 0,00 0,00 0,17
Otros equipo de transporte 0,00 0,00 0,00
Muebles 0,00 0,00 0,29

219
Cuadro 42. Continuación

Reciclamiento de desperdicios y desechos 0,00 0,00 8,41


Electricidad, gas y agua 0,01 0,01 1,27
Captación, depuración y distribución de agua 0,00 0,01 0,03
Construcción 0,07 0,11 0,64
Venta y reparación de vehículos / venta por
menor de combustible 0,02 0,03 0,77
Comercio al por mayor 0,03 0,05 0,50
Comercio al por menor 0,09 0,11 0,81
Servicios de hotelería y restaurantes 0,02 0,03 0,75
Transporte ferroviario y automotor y por
tuberías 0,06 0,05 1,14
Transporte marítimo y fluvial 0,00 0,00 0,00
Transporte aéreo de cargas y de pasajeros 0,00 0,00 0,70
Manipulación de carga, almacenamiento y
depósito 0,00 0,01 0,64
Correos y telecomunicaciones 0,01 0,01 1,10
Intermediación financiera y otros servicios
financieros 0,02 0,02 1,02
Seguros y AFJP 0,00 0,01 0,74
Servicios auxiliares a la actividad financiera 0,00 0,00 0,41
Servicios inmobiliarios 0,00 0,00 0,76
Alquiler de equipo de transporte y de
maquinaria 0,00 0,00 0,18
Actividades de informática 0,00 0,00 0,53
Investigación y desarrollo 0,00 0,00 0,05
Servicios jurídicos, contables y otros servicios
a empresas 0,05 0,07 0,71
Agencias de empleo temporario 0,01 0,01 1,31
Enseñanza 0,07 0,06 1,17
Servicios sociales y de salud 0,04 0,03 1,04
Eliminación de desperdicios 0,00 0,00 2,56
Servicios de organizaciones empresariales 0,03 0,03 0,98
Cinematografía, radio y televisión 0,01 0,01 0,40
Servicios n.c.p. 0,02 0,02 0,88

De los datos del cuadro anterior se desprende que Jujuy, respecto del Norte
Grande, se especializa fuertemente actividades mineras. También arrojan
coeficientes moderadamente altos los cultivos industriales, representados
en los rubros Alimentos (2,42) y Tabaco (2,27). A continuación se analizan
dichos sectores en relación a las demás provincias de la región.

220
Minería

En Jujuy y algunas provincias del NOA, pertenecientes al Norte Grande, la


actividad de explotación de minas y canteras adquiere gran relevancia. En
efecto, esta región es una de las principales a nivel nacional en cuanto a
producción minera, con el 38% del total (2007). La principal explotación de
la región es la de minerales metalíferos y de rocas de aplicación. Le siguen
en importancia la explotación de minerales no metalíferos y piedras
semipreciosas, cuya participación es creciente.
El complejo minero metalífero se concentra fuertemente en Catamarca, lo
cual está determinado por la producción y exportación de concentrados de
cobre, oro y plata.
Como se ve en el cuadro, la producción minera de Catamarca representa
más del 81% de la minería del Norte Grande. Le sigue en importancia, con
casi un 7%, la provincia de Jujuy, donde se destaca la extracción de
minerales no metaliferos, dada por los boratos y sus derivados.

Cuadro 43. Complejo minero del Norte Grande


Participación en el valor de producción medio, en pesos constantes de 1992
Año 2007

Participación
Provincia (%)
Catamarca 81,50
Jujuy 6,90
Santiago del Estero 3,10
Misiones 2,30
Tucumán 2,10
Corrientes 2,00
Salta 1,70
Chaco 0,30
Formosa 0,20
Total Norte Grande 100,00
Fuente: Secretaría de Minería de la Nación

En el cuadro que sigue se presentan los IEPR de las provincias del Norte
Grande, y a través de sus datos confirma la aseveración anterior.
Catamarca y Jujuy, en ese orden de importancia, aparecen como las
provincias más especializadas de la región en minería.
También hay que destacar a Salta, donde adquiere importancia la
explotación de minerales no metalíferos.

221
Cuadro 44. IEPR de las provincias del NG respecto de la región

IEPR
Provincias Extracción Explotación
de minerales de otras minas
metalíferos y canteras
Jujuy 6,467 1,3428
Catamarca 9,000 3,217
Corrientes 0,000 0,418
Chaco 0,000 0,364
Formosa 0,000 0,334
Misiones 0,000 0,436
Salta 0,029 2,331
Santiago del Estero 0,043 1,119
Tucumán 0,048 0,451

La figura siguiente ofrece una visión del complejo minero en la región del
Norte Grande. Allí se observa que en cuanto a los metalíferos, el cobre y oro
se destacan en Catamarca; las sales de litio, también en Catamarca y en
Salta, y plomo, plata metálica y concentrados de cinc, en Jujuy. La
producción de minerales no metalíferos de uso industrial está dada
fundamentalmente por los boratos y sus derivados, que son extraídos en
Salta y Jujuy. En Jujuy, los yacimientos se ubican al oeste y centro
(Quebrada y Puna).

222
Figura 18. Complejo minero en la región del Norte Grande 32

Fuente: DNPER sobre datos de la Secretaría de Minería de la Nación (2006).

32
Mapa no publicado, correspondiente a material de trabajo.

223
Cultivos industriales

Tabaco
La producción argentina de tabaco se concentra en la región del Norte
Grande, en particular en las provincias de Jujuy, Salta y Misiones, que
concentran el 88% de la producción total. Los IEPR de empleo de las
distintas provincias que componen el Norte Grande corroboran tal situación,
ya que las únicas que presentan especialización son Salta (2,4), Jujuy
(2,272), y Misiones (1,981).

Cuadro 45. IEPR en tabaco, provincias del NG

Provincia IEPR
Salta 2,400
Jujuy 2,272
Misiones 1,981
Corrientes 1,000
Tucumán 0,130
Chaco 0,072
Santiago del Estero 0,000
Formosa 0,000
Catamarca 0,000

En Jujuy, dicha especialización se atribuye a la importancia de los tabacos


claros, en particular por las variedades virginia, que representan casi del
50% del total nacional.

Azúcar
Dentro del rubro alimentos, Jujuy se destaca a nivel regional principalmente
en la producción de azúcar, y en menor medida en hortalizas y jugos
cítricos. Así, como se ve en el cuadro, Jujuy presenta el mayor IEPR de las
provincias del Norte Grande, con un valor igual a 2,42.

224
Cuadro 46. IEPR en alimentos, provincias del NG

Provincia IEPR
Jujuy 2,421
Tucumán 1,048
Misiones 1,041
Salta 0,947
Catamarca 0,937
Corrientes 0,872
Santiago del Estero 0,501
Chaco 0,466
Formosa 0,435

La producción de azúcar es una de las actividades tradicionales del Norte


Grande, principalmente en el NOA. El desarrollo de la producción de caña de
azúcar y su industrialización dieron lugar a la aparición de nuevas
actividades y la consolidación de empresas que han diversificado su
producción. El complejo adquiere gran significación en la generación de
empleo e ingresos en las provincias de Tucumán, Jujuy y Salta, provincias
en las que se concentra casi en su totalidad la producción de caña de
azúcar, con el 66%, el 23% y el 11% del total nacional, respectivamente
(2006).
En estas provincias se pueden distinguir dos cuencas o áreas con
características diferenciales. Por un lado, la cuenca de Tucumán, que
desarrolla su actividad en el pedemonte, y por otro lado, la cuenca norte,
comprendida por las provincias de Jujuy y Salta, que desarrolla su actividad
en la zona de las yungas.
En la Provincia de Jujuy se elabora el 23% de la producción nacional en tres
ingenios distribuidos en los departamentos de Ledesma y San Pedro.
La figura que sigue muestra la importancia de Jujuy en cuanto a los cultivos
industriales, de los cuales el azúcar y el tabaco son de los más importantes.

225
Figura 19. Cultivos industriales en la región del Norte Grande 33

Fuente: DNPER

Jugos concentrados
Respecto de los cítricos, se destaca la producción de jugo concentrado
congelado de naranja. El 60% de la naranja nacional se produce en el NEA,
correspondiendo a Entre Ríos el 43% y a Corrientes (Bella Vista y Monte
Caseros) el 15% del total nacional.
Esta región reúne condiciones agroclimáticas ideales para este cultivo. El
resto de la fruta se origina en Jujuy (13%), Salta (12%), Tucumán (6%),
Buenos Aires (6%) y Misiones (2%), entre las provincias más relevantes 34.

33
Mapa no publicado correspondiente a material de trabajo, no actualizado al CNA 2008.
34
Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos.

226
Las principales elaboradoras de jugo concentrado en la región del Norte
Grande son Litoral Citrus S.A., Mager S.A. y E.C.A. S.A., las tres ubicadas
en Bella Vista, Corrientes; el Ingenio y Refinería San Martín del Tabacal,
que se halla localizada en Salta pero elabora jugo de naranja a través de
terceros en Entre Ríos; Ledesma S.A., en Jujuy, y la Cooperativa Tabacalera
de Misiones.

CONCLUSIONES

El trabajo consistió en la generación de una nueva estructura de


configuración regional, dejando de lado la tradicional división político-
administrativa y focalizando el análisis en el poder de atracción basado en la
capacidad de oferta de bienes (en especial de servicios) y en las distancias
que separan los espacios.
Para ello se tomó como referencia el modelo gravitacional y se ideó una
metodología que permitió, en primer lugar, detectar las zonas atractoras y
las zonas atraídas.
Luego se procedió a crear los espacios regionales, conceptualizándolos
como áreas de mercado, afectando todas las zonas atraídas a las zonas
atractoras y descartando la división político-administrativa provincial. Se
verificó así la creencia que postula que a mayor valor del índice de
terciarización mayor sería la capacidad de atracción y mayor extensión
geográfica tendría el área resultante.
La principal configuración de área de mercado se sostiene a partir de la
zona atractora que encabeza Dr. Manuel Belgrano, a través de su cabecera,
San Salvador. Por su parte, las de menor importancia ecónomica, los
departamentos de la Puna, se corresponden con el área definida por Salta
Capital.
La idea de establecer una metodología alternativa con base en la geografía
económica y en la aplicación de modelos de la física resulta un aporte
significativo para futuros trabajos.
El hecho de dejar a un lado la división político-administrativa y tener en
cuenta en cambio la capacidad de ofertar servicios y bienes, y la
consideración de los costos de transporte entre las zonas, provee una
mejora cualitativa al acervo de información existente y propicia futuras
investigaciones con eje en las capacidades productivas de los diferentes
subespacios regionales.

227
BIBLIOGRAFÍA

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distintos subespacios regionales: provincia de Jujuy». Documento de trabajo.
Subsecretaría de Política Económica, Ministerio de Economía y Producción de la
Nación.
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Cohesion in Italy. Workpackage N.° 2. EURECO.
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Departamento de Estudios Económicos. Universidad de Nápoles.
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Regional Structural Change and Cohesion». Informe final.
GIL, M.; GORDO, E. y PÉREZ, M. (2003). Los efectos de la integración económica sobre
la especialización y distribución geográfica de la actividad industrial en los
países de la UE. Banco de España.
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Universidad de Barcelona.
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Observatorio de Empleo y Dinámica Empresarial (OEDE) (2008). Estadísticas
laborales en base al SIJP.
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PALUZIE, E.; PONS, J. y TIRADO, D. (2006). «Los cambios en la localización de la
actividad industrial en España, 1850-1936. Un análisis desde la Nueva Geografía
Económica». Universidad de Barcelona.
PEÑA, G. (2007). «Especialización provincial y complejidad productiva: un estudio
para Argentina». Documento de trabajo de la Secretaría de Política Económica,
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación.
Secretaría de Agricultura, Ganadería Pesca y Alimentación (SAGPyA) (2005).
«Informe productivo regional. Noroeste argentino».
Subsecretaría de Programación Económica (2008). «Norte Grande. Mapa Productivo
Regional». Ministerio de Economía y Finanzas Públicas de la Nación.
— (2006). «Panorama Económico Provincial, Jujuy». Ministerio de Economía y
Finanzas Públicas de la Nación.

228
ANEXO I. ANÁLISIS DE ESPECIALIZACIÓN DEPARTAMENTAL EN JUJUY

Para la realización de este análisis, se calculan en primer término tres


indicadores de especialización, con el objetivo de realizar una comparación
entre los niveles de especialización productiva departamental y provincial.
De acuerdo a los indicadores y los datos económicos departamentales, se
procede luego a analizar la especialización de los 16 departamentos que
componen la provincia. A partir de este análisis, surge un agrupamiento en
dos regiones claramente diferenciadas por sus condiciones topográficas,
climáticas, de densidad poblacional, socio-demográficas y de especialización
de las actividades económicas.
Debido a la actual falta de datos departamentales, se recurrió a la
suministrada por el Censo Nacional 2001 (INDEC), sobre empleo y
condiciones económicas y sanitarias por localidad.

Índices de especialización de Herfindhal (IEH)

IEH de empleo por departamento

Departamento IEH
Rinconada 0,376
Santa Bárbara 0,284
San Antonio 0,266
El Carmen 0,255
Santa Catalina 0,240
Tilcara 0,210
Valle Grande 0,190
Tumbaya 0,184
Cochinoca 0,143
Humahuaca 0,133
Susques 0,125
Yavi 0,100
Ledesma 0,081
San Pedro 0,080
Dr. Manuel Belgrano 0,080
Palpalá 0,073

229
Según surge del IEH de empleo, Rinconada, Santa Bárbara, San Antonio y
El Carmen son los departamentos donde se observa una mayor
especialización absoluta, y una característica común: el gran peso de las
actividades primarias y, en menor medida, de los servicios de media/baja
complejidad.
Los departamentos menos especializados son Palpalá (0,073) y Dr. Manuel
Belgrano (0,080). Ambos pertenecen a la región de los valles templados, la
más rica de la provincia, que cuenta con una mediana diversificación de las
actividades productivas. Tanto en Palpalá como en Dr. Manuel Belgrano,
ningún rubro de su estructura productiva representa más del 30% del total
del IEH.

Índices de especialización de Krugman (IERK)

IERK por departamento

Departamento IERK
Rinconada 1,027
Santa Catalina 0,890
Santa Bárbara 0,818
Susques 0,808
Valle Grande 0,757
Tumbaya 0,713
San Antonio 0,669
El Carmen 0,626
Tilcara 0,606
Humahuaca 0,556
Cochinoca 0,492
Dr. Manuel Belgrano 0,376
Ledesma 0,268
Yavi 0,261
San Pedro 0,255
Palpalá 0,236

Según los IERK departamentales, Rinconada, Santa Catalina y Santa


Bárbara son los distritos con mayor diferenciación en su estructura
productiva respecto del promedio de Jujuy. En estos departamentos, las
actividades primarias adquieren gran relevancia y son la base de sus
economías.
Los departamentos de Palpalá, San Pedro, Yavi, Ledesma y Dr. Manuel
Belgrano son los que poseen una estructura productiva más cercana a la
provincial. Este hecho puede explicarse por el hecho de que estos cinco

230
departamentos son los que se posicionan entre los de mayor nivel de PBG, y
tienen una estructura productiva más compleja.

231
ANEXO II. CONFIGURACIÓN REGIONAL DE JUJUY

El objetivo principal de este apartado consiste en identificar una


configuración regional para la provincia de Jujuy.
La perspectiva que se adopta para tal fin es la de considerar la provincia
desde un punto de vista funcional, teniendo en cuenta la
complementariedad y cohesión de los espacios. Para ello, se propone
cambiar el concepto usual de delimitación regional, pasando del criterio
natural al criterio humano. Así, el espacio es entendido ya no como un
conjunto de áreas yuxtapuestas, de mayor o menor tamaño, sino como el
campo de acción de flujos de diverso orden; y es delimitado por sus centros
y sus redes, en logar de por sus límites político-administrativos. Es la
nodalidad y no la uniformidad la que permite la organización espacial.
El trabajo incorpora una metodología específica, basada en la aplicación del
modelo gravitacional, comúnmente usado en estudios espaciales. Este
modelo permite definir un esquema de interacción que lleva a la
jerarquización del nodo a través de la definición de áreas atractoras y
atraídas, cercana a la idea de área de mercado, a través de la utilización de
ciertos índices, que permitirán vincular tales zonas y otorgar los insumos
para configurar así la regionalización.
El aporte más importante de este capítulo es el de otorgar un lineamiento e
instrumento adicional y alternativo para el debate del ordenamiento
territorial con el cual posibilitar un desarrollo provincial mas equilibrado 35.

Regionalización resultante

Una vez definidos los polos y calculados los índices de interacción, se


procede a establecer una regionalización.
La provincia de Jujuy se divide en 16 departamentos que se pueden
agrupar, en función del análisis previo, en dos regiones claramente
diferenciadas por sus condiciones: la región Valles–Ramal, que comprende
los departamentos Dr. Manuel Belgrano, San Antonio, El Carmen, Palpalá,
San Pedro, Santa Bárbara, Ledesma y Valle Grande, y la región Quebrada–
Puna, constituida por Humahuaca, Tilcara, Tumbaya, Yavi, Santa Catalina,
Rinconada, Cochinoca y Susques.

35
Ver en Anexo III Marco teórico y metodología de estudio.

232
Subespacio funcional Valles-Ramal

En este subespacio funcional se concentra el 88% de la población de la


provincia y se ubican los eslabones provinciales de las cadenas de los
principales complejos.
Es una región predominantemente de servicios, que cuenta con el mayor
nivel de desarrollo del sector industrial de la provincia. Representa además
el polo de atracción del resto de las regiones provinciales, de baja
complejización, a las que brinda los bienes y servicios que no poseen.
Aquí se encuentran las ciudades de San Salvador, Palpalá, Perico y Lib.
Gral. San Martín, alrededor de las cuales se estructura buena parte del
entramado productivo industrial y de servicios de la región. En este sentido,
se observan desarrollos de las industrias alimenticia (tabaco, azúcar,
jugos), del papel y siderúrgica, entre otras. Al contar con un polo de
atracción como San Salvador, el sector comercial de esta región tiene un rol
destacado (en especial, el mayorista).

Subespacio funcional Quebrada-Puna

El subespacio Quebrada-Puna es una región escasamente poblada, dedicada


principalmente a la minería, el turismo y la producción agrícola ganadera.
De esta última actividad, solamente la ganadería tiene un peso relativo de
importancia a nivel provincial, sobre todo los camélidos.
La región presenta un cierto aislamiento del resto de la provincia. Su nivel
de complejidad es bajo y el tamaño de sus explotaciones es pequeño. Dada
la baja complejización de la región, la industria tiene escaso desarrollo.
El empleo público tiene menos peso en la generación de ingresos que en el
subespacio central, ya que solo hay cargos municipales, policiales y del
ámbito educativo. Debido a la escasa demanda laboral en el mercado
formal, esta economía se basa fundamentalmente en la resolución de
necesidades cotidianas mediante formas domésticas de organización. La
mayoría de la población originaria se asienta en ámbitos periurbanos y
rurales de las principales ciudades comerciales y turísticas: Purmamarca,
Maimará, Tilcara y Humahuaca (Quebrada) y Abra Pampa y La Quiaca
(Puna).
En su mayor parte, esta región se encuentra atraída por el municipio Dr.
Manuel Belgrano, pero si se tienen en cuenta otras provincias de la región
se observa que su parte oeste (Yavi, Humahuaca, Cochinoca, Susques,
Santa Catalina y Rinconada) se encuentra mayormente atraída por la
provincia de Salta36.
En la Quebrada, si bien se observa que la actividad agrícola ganadera tiene
una importancia relevante, también se destaca el desarrollo de la actividad
turística y la explotación de minas y canteras. En torno a dichas actividades
36
Nueva Configuración Regional del Norte Grande y su Geografía Económica. Gonzalo Peña.

233
se desarrollan otras vinculadas, que fortalecen la estructura productiva
regional.

234
ANEXO III. MARCO TEÓRICO Y METODOLOGÍA DE ESTUDIO

Como punto de partida es preciso hacer una breve reseña de la génesis de


la metodología adoptada. Para ello es necesario conocer la Ley de
gravitación universal, planteada por el físico y matemático inglés Isaac
Newton, quien descubrió en 1684 que todos los cuerpos en el universo
están sujetos a fuerzas de atracción y demostró que dos cuerpos se atraen
entre sí con una fuerza directamente proporcional al producto de sus masas
e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que los separa.
Muchos investigadores notaron que dicha ley se puede establecer como
marco de referencia para el estudio de diversos temas, entre los cuales
figuran el espacial y regional, notando por analogía que en la sociedad
humana existe la gravitación tal como en cualquier otra parte del mundo
físico-material; es decir, en relación directa a la masa de una región y en
relación inversa a la distancia.
Visto de otra manera, este principio considera la región como un todo
estructurado de acuerdo a ciertas reglas comunes que tutelan el
comportamiento de las agentes, paralizando o estimulando su acción, o sea
que gobiernan la frecuencia e ímpetu de sus interacciones entre sí o con
otras regiones.
Estas interacciones de los individuos al nivel urbano o interurbano pueden
ser sondeadas según el objetivo de análisis mediante flujos de comercio,
flujos monetarios, llamadas telefónicas, transportes, migraciones, índices de
ventas al por menor, tasas de empleo, unidades institucionales, número de
viajes atraídos, etc. No obstante, la unidad de masa originalmente
empleada para formular esta especie de modelos fue la población, por ser
un mejor símil de la masa en la física.
Inspirado en esta célebre Ley de gravitación universal, Isard observa que el
principio puede ser usado para la obtención o demarcación del área de
influencia de un polo económico geográficamente localizado. El modelo
gravitacional propuesto por él permite una definición de la idea de área de
interacción de un centro, próximo a la idea de área de mercado, teniendo
en cuenta que el poder de atracción está determinado positivamente por la
intensidad del comercio entre regiones y negativamente por la distancia
geográfica.
Partiendo de esta metodología usada por Isard, y teniendo también como
marco de referencia las teorías de lugar central y de área de mercado
originalmente desarrolladas por Christaller y Losch, este trabajo intenta
definir una nueva regionalización para Jujuy.

235
Primera etapa - Definición de polos

Como primer paso, hay que definir el criterio para la obtención de los polos
económicos y su jerarquización. Para tal fin se torna necesario determinar a
las zonas atractoras.
La teoría del lugar central de Losch muestra claramente la explicación de un
área polarizada por el centro urbano de mayor población y densidad en la
oferta de servicios. Al adquirir un determinado tamaño, el lugar de mayor
densidad urbana se constituye en centro de consumo colectivo, que tiende a
atraer un flujo inmigratorio que busca actividades especializadas en bienes
no exportables, caracterizadas por su intransportabilidad. Ese flujo
migratorio proviene de lugares de menor escala, que se constituyen en
áreas de influencia o entorno del lugar central.
La atracción se relaciona así con la dinámica del sector terciario, y su
influencia hacia las zonas atraídas se vincula con las interconexiones, que se
expresan a través de flujos de población, de intercambio de bienes y
servicios, etc. Se acentúa así la interdependencia que existe entre las
distintas áreas heterogéneas. De aquí que tanto en este trabajo como en los
desarrollados por autores como Lemos, Peña y Bielza se sostiene que son
las actividades del sector terciario las que atribuyen jerarquía al territorio,
las que generan las relaciones de dominio e influencia y, por lo tanto, las
que delimitan un área de mercado, que es aquella que se halla unida social
y económicamente al grupo urbano. Estas relaciones no se establecen solo
entre la ciudad y su entorno sino también entre unos lugares centrales y
otros, configurándose flujos y relaciones definidos por la situación jerárquica
de cada núcleo. Estas áreas de influencia son delimitadas a partir de la
centralidad de cada municipio, lo que permite establecer una jerarquía
funcional de los mismos.
Para captar la centralidad expuesta arriba existen varios caminos que son
usados por distintos autores. Para el estudio de Jujuy se utiliza un índice de
terciarización ajustado por la capacidad productiva, el cual se utilizará para
diferenciar las áreas con poder de atracción de las atraídas. Para ello se
usan como unidad de análisis los 16 departamentos de Jujuy, más los 23
departamentos de la provincia de Salta, debido a su proximidad y a la gran
influencia que ejerce sobre Jujuy y toda la región del Norte Grande. Luego
se calculan dichos índices sobre la base de la capacidad de oferta de los
sectores agropecuario, industrial y de servicios.
Según Lemos (1991), el índice de terciarización puede definirse así:

236
Donde:
Ms: capacidad de oferta de servicios
Ma: capacidad de oferta del sector agropecuario
Mi: capacidad de oferta del sector industrial
Mn: capacidad de oferta “no clasificada”

La capacidad de oferta de los tres sectores de la economía usada en este


trabajo fue calculada a través del PBG sectorial a nivel provincial, disponible
en la DiPPEC Jujuy y la Dirección de Estadística de Salta. De dichos PBG
provinciales sectoriales se derivaron los PBG sectoriales municipales,
considerando la composición del empleo por localidad que surge del Censo
Poblacional 2001 (INDEC).
Analizando el índice de terciarización (It), se observa que, por un lado,
indica la capacidad de atracción del conjunto de actividades económicas de
una región hacia los servicios ofertados específicamente por una localidad;
y por otro, es un índice que representa la capacidad de trasbordo de la
oferta de esos servicios hacia otras localidades, que son atraídas por el
lugar central de orden superior. Es decir, la primera mide la capacidad de la
oferta de sustentar la demanda regional, mientras que la segunda computa
la capacidad de atraer la demanda hacia ese espacio (Lemos, 2001).
Mediante el cálculo del It para todos los departamentos provinciales, se
posibilita el establecimiento de una jerarquía funcional interregional basada
en la escala urbana de esas áreas, dada por la doble capacidad de envío y
trasbordo de sus servicios.
La jerarquía resultante indicó distorsiones, debido a la presencia de
regiones con escasas actividades productoras de bienes industriales y
agrícolas, lo que derivó en un pequeño denominador del It. Para subsanar
estos inconvenientes, se ajusta el índice de terciarización con ponderadores
para la producción primaria e industrial, es decir que se considera no solo
los servicios sino también el sector manufacturero y las actividades
agropecuarias y extractivas. En particular, se utiliza el siguiente ajuste:

Donde:
Mct: la capacidad de oferta total ajustada
Mreft: la capacidad de oferta total de referencia
Mti: la capacidad de oferta total de la provincia i.

237
Dado Mct, el It ajustado queda definido de la siguiente forma:

Antes de proceder al cálculo del índice, se consideró un factor que resulta


importante explicar para evitar el sesgo en los resultados. Se tuvo en
cuenta una restricción de contigüedad entre las ciudades polos, y se
estableció un umbral de 30 kilómetros entre ellos. De esta manera, se evita
por ejemplo considerar un departamento como polo por el solo hecho de
encontrarse próximo a otra zona atractora; es decir, se lo considera dentro
de esta zona porque su capacidad de oferta se deriva de la cercanía a una
zona superior.
Para determinar las características de cada departamento a partir del
cálculo de los valores del índice de terciarización ajustado, se dividió el
segmento de posibles resultados del I*t, en tres partes. Se estableció un
piso de 0,15 para seleccionar los departamentos que se clasificarán como
municipios atractores (lo serán todos aquellos que posean un I* t superior a
dicho valor).
Los resultados de las estimaciones han sido los siguientes:

238
Atractividad Provincia Departamento I*t

Salta Capital 0,536


Polos
Jujuy Dr. Manuel Belgrano 0,292
Salta Gral. José de San Martín 0,137
Zonas Salta Orán 0,113
atractoras Jujuy San Pedro 0,075
de segundo Jujuy El Carmen 0,066
nivel Jujuy Ledesma 0,066
Jujuy Palpalá 0,050
Salta Metán 0,043
Salta Anta 0,040
Salta Gral. Güemes 0,039
Salta Rosario de Lerma 0,032
Salta Rosario de la Frontera 0,031
Salta Cerrillos 0,025
Jujuy Yavi 0,018
Salta Rivadavia 0,017
Salta Cafayate 0,016
Salta Chicoana 0,015
Jujuy Humahuaca 0,012
Jujuy Santa Bárbara 0,010
Jujuy Cochinoca 0,008
Salta La Caldera 0,008
Jujuy Tilcara 0,008
Zonas
Salta La Viña 0,007
atraídas
Salta Cachi 0,006
Salta Los Andes 0,005
Salta Santa Victoria 0,005
Salta San Carlos 0,004
Salta Iruya 0,004
Salta Molinos 0,004
Salta La Candelaria 0,004
Jujuy Tumbaya 0,003
Jujuy San Antonio 0,003
Salta Guachipas 0,002
Jujuy Susques 0,002
Jujuy Santa Catalina 0,001
Salta La Poma 0,001
Jujuy Valle Grande 0,001
Jujuy Rinconada 0,001

Salta Capital y la ciudad de San Salvador de Jujuy, capital provincial y


cabecera del departamento Dr. Manuel Belgrano, son los dos municipios que
surgen como atractores o polos a nivel regional.
Segunda etapa - Índice potencial de interacción espacial

239
Hasta ahora, la metodología propuesta ha proporcionado la definición de las
ciudades polo. El proceso de regionalización se completa cuando, desde los
dos polos elegidos, se definen los límites de cada uno; es decir, se debe
decidir qué ciudades, más allá del polo, componen cada región.
La definición de los límites se desarrolla en dos fases. La primera, de
carácter formal, es la aplicación directa del modelo gravitacional a través
del cálculo del índice de interacción. En la segunda fase se hacen pequeños
cambios a fin de ajustar los resultados matemáticos obtenidos en el primer
paso, de acuerdo a cuestiones que no pueden ser capturadas por el modelo
formal: históricas, culturales, geográficas, tareas administrativas, etcétera.
De acuerdo al mencionado modelo gravitacional propuesto por Isard, se
sigue la metodología de Lemos (2001) y se calculan los índices de
interacción, que pueden ser expresados a través de la siguiente fórmula:

Donde:
Mtij: es la sumatoria de las capacidades de oferta totales de las regiones i y
j
dij: medida de distancia entre el departamento i y el j

Este índice será creciente respecto de la capacidad de oferta conjunta de los


departamentos y decreciente en el cuadrado de la distancia. Con relación a
esta última, para el presente estudio se eligió tomar como referencia para
su cálculo las ciudades con mayor población pertenecientes a los distintos
departamentos provinciales. Estas fueron medidas a partir de los kilómetros
que las separan, considerando la distancia por rutas nacionales y
provinciales, caminos y autopistas. Es decir, se aproximaron los costos de
transporte de las producciones en base a distancias reales a partir de la
infraestructura vial existente.
Respecto del numerador de la fórmula del índice de interacción, existe el
problema de que no se cuenta con información cuantitativa referente al
flujo de intercambio; para resolver esto, se aplicó el modelo gravitacional
teniendo como numerador a una variable de stock como sustituta de la
variable de flujo, creando un índice potencial de interacción, ya que no
medimos intercambios efectivos vía flujo de bienes y factores. Se utilizan
para ello las capacidades de oferta totales utilizados en el índice de
terciarización y en la conformación de la jerarquía.
El procedimiento para la identificación de las áreas de influencia sigue un
criterio de jerarquía económica espacial; es decir, cada zona atractora crea

240
su propia región o zona de mercado a partir de la atracción de un conjunto
de zonas atraídas.
A continuación se presentan los resultados de los índices de interacción de
ambos polos con las ciudades más importantes y representativas de los 16
departamentos de la provincia de Jujuy.

Localidad San Salvador Salta Capital


Palpalá 1838,27 90,24
San Antonio 368,63 267,39
Perico (El Carmen) 374,26 155,03
Tumbaya 124,94 45,79
San Pedro 92,47 61,38
Tilcara 37,74 23,95
Lib. Gral. San Martín 33,28 34,21
Humahuaca 17,87 16,32
Valle Grande 7,56 -
Susques 7,17 9,38
Abra Pampa (Cochinoca) 6,21 8,47
Rinconada 3,74 6,51
La Quiaca (Yavi) 3,58 5,68
Santa Catalina 2,59 4,54
San Salvador - 111,05
Santa Clara (Sta. Bárbara) 46,93 43,87

De la aplicación del índice de interacción espacial encontramos que el


departamento Dr. Manuel Belgrano, a través de su cabecera (San Salvador)
ejerce una dominancia y consecuente atracción sobre la mayor parte de los
departamentos más importantes, configurando una gran área de mercado,
principalmente sobre los distritos de la región Valles, Quebrada y Ramal.
El polo Salta Capital atrae a la totalidad de las localidades de la Puna jujeña.
Por su parte, también atrae a Ledesma (Lib. Gral. San Martín).

241
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242
243
244
SEGUNDA PARTE

245
246
EL MERCADO INFORMAL EN JUJUY

Mg. Liliana Bergesio


Dra. Laura Golovanevsky

Introducción

El concepto de informalidad tiene una larga trayectoria en las ciencias


sociales. A través del mismo se ha intentado explicar, a la vez que
comprender, las características de la inserción ocupacional de importantes
sectores de la población que, al quedar fuera de los mercados formales de
trabajo, desarrollan distintos tipos de actividades productivas para obtener
su diaria subsistencia.
Sin embargo, el debate sobre el concepto de sector informal estuvo
limitado durante mucho tiempo a un nivel teórico, en gran parte por la
relativa ausencia de datos empíricos representativos.
La dificultad se presenta en la apelación a la dicotomía sector formal e
informal de la economía, que constituyó un intento por interpretar las
diferentes formas de organización del trabajo dentro de la estructura
socioeconómica, pero no logró reflejar la diversidad de la misma 1. Esto se
tradujo en dificultades de medición con respecto al llamado sector
informal, que se percibe como el de mayor crecimiento.
Actualmente, las discusiones se han reorientado hacia reflexiones de
metodología y de definición estadística que podrían muy bien provocar un
cambio respecto de las polémicas entabladas durante las dos últimas
décadas en América Latina.
Es que la noción de sector informal genera contradicciones. Por un lado, a
partir de una definición cuya robustez se cuestiona, resulta muy difícil
generar indicadores que salden las distintas posiciones en el debate. Por
otro lado, cuando se desecha la noción de informalidad, aparecen
vendedores ambulantes, lustrabotas y otros similares, y se vuelve a hablar,
casi como un inevitable sino, de la informalidad.
A partir del reconocimiento de la ambigüedad de base de la definición de
informalidad y las dificultades para la medición que ello conlleva, pero
frente también a lo que consideramos su innegable presencia en las calles,
puestos de trabajo y ferias, entre muchos otros espacios y situaciones, en
este trabajo se ensayan diversas aproximaciones a la descripción, tanto
cuali como cuantitativa, del mercado informal de la provincia de Jujuy en la
actualidad.

1
Bergesio, 2004ª.

247
Se busca así sistematizar y ampliar el conocimiento sobre este sector en
Jujuy, con el objetivo de elaborar argumentos que faciliten la construcción
de propuestas y colaboren en los fundamentos para la toma de decisiones
que impactan en dicho sector, por parte de organismos estatales.

BREVE REVISIÓN TEÓRICA SOBRE LA INFORMALIDAD

En América Latina, la primera conceptualización que intentó dar cuenta


de este fenómeno, que luego tomaría el nombre de informalidad, es la
desarrollada por el Centro para el Desarrollo Económico y Social de
América Latina (DESAL) 2, que se inserta dentro de la teoría de la
modernización. La propuesta de DESAL, conocida como “teoría de la
marginalidad”, propone identificar a los individuos marginales sobre la
base de un conjunto de indicadores de naturaleza ecológica, económica,
social, política, psicológica y cultural. A esta se le opone la “ teoría de la
dependencia” 3, con raíces marxistas, que señala que existen “actividades
centrales” y “actividades marginales”, en relación con la acumulación del
polo capitalista dominante.
En un segundo momento, dentro del marco institucional de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) surgió, a partir del informe de Kenia 4, el
concepto de “sector informal urbano” (SIU), acuñado por el antropólogo
económico Keith Hart. Para operativizar este concepto, la OIT, a través de
su oficina del Programa Regional de Empleo para América Latina y el Caribe
(PREALC), propone distinguir en las actividades económicas dimensiones a
observar: utilización de tecnologías simples; mano de obra con bajos
niveles de calificación; localización en mercados competitivos y en algunos
segmentos de mercados oligopólicos concentrados 5. Se trata de una noción
que ha nacido de la observación empírica del fenómeno, cuyas unidades de
análisis, de borrosos límites, son las actividades económicas que se realizan
al margen de la ley, en comparación con otras que sí la cumplen.
A partir de estos trabajos pioneros se pueden señalar tres grandes
corrientes que analizan la informalidad, las cuales presentan diferencias
marcadas respecto de las teorías generales en que se sustentan y al
programa político que proponen6:
• El diagnóstico neoliberal del Instituto Libertad y Democracia (ILD) 7,
de carácter netamente superestructural, que afirma que los países de
América Latina están en la etapa mercantilista, definida por un

2
Vekemans y Venegas, 1969.
3
Nun, 1969 y 1999. Quijano, 1971.
4
OIT, 1972. Hart, 1973.
5
Tokman y Klein, 1980.
6
Bergesio, 2004a.
7
De Soto, 1986.

248
Estado que oprime a la iniciativa privada, en manos de una elite que
gobierna para su propio beneficio. En consecuencia, el programa
político consiste en disminuir el papel económico del Estado.
• OIT-PREALC8, cuyo diagnóstico privilegia los aspectos estructurales de
la sociedad y visualiza el problema como falta de dinamismo en el
sector capitalista para conducir por el camino del desarrollo al resto de
los sectores, y provocar por esta vía el pleno empleo. Su propuesta
política hace descansar el desarrollo en el papel económico del Estado.
Por ello, la superación de las restricciones que enfrenta el capital en las
sociedades de América Latina pasa por la intervención económica
estatal.
• Para el marxismo latinoamericano9, la persistencia en América Latina
de las actividades informales —que forman parte de la economía
popular— se debe a que la sociedad está conformada por la
articulación de modos de producción, en la que el capitalismo es el
dominante. Para esta perspectiva, el problema no sería de desarrollo
sino más bien de cambio sistemático que depende, entre otras cosas,
de la organización política de la sociedad civil y de la construcción del
sujeto social popular10.
Los tres enfoques mencionados, pese a sus diferencias, tienen en común el
reconocimiento del elevado grado de vulnerabilidad al que están expuestos
quienes viven en la informalidad.
En este sentido, en todos los casos se reconoce la centralidad de la
inserción laboral para la integración social, por lo que aquellos individuos
con inserciones laborales endebles o precarias —que suelen tener también
escasa participación social y política, poniendo en duda el ejercicio de una
ciudadanía plena— se constituyen en una población especialmente
vulnerable, con riesgo de exclusión.
Más allá de las diferencias ya señaladas entre las distintas perspectivas,
todas han aportado al desarrollo del concepto de informalidad. La
OIT/PREALC ha multiplicado los estudios en distintos países, posibilitando
los análisis comparativos. De Soto ha difundido el concepto a través del
éxito de su libro y ha instalado la discusión sobre la legislación referida al
sector informal de la economía en América Latina. Y, finalmente, el menos
difundido planteo de la economía popular ha reformulado los términos de la
discusión buscando superar las dicotomías.
Los autores analizados emplean el concepto de informalidad definiéndolo
por la vía negativa y en función de un listado de características propias del
sector formal que no estarían presentes en el sector informal 11. Pero la
simple enumeración de rasgos no permite una clara distinción entre ambos
sectores, dado que el informal no estaría caracterizado por elementos
específicos substancialmente diferentes a los del formal, sino por el modo
en que esos elementos se relacionan entre sí y con el sistema en su
conjunto.
8
OIT, 1990.
9
Castells y Portes, 1986. Quijano 1998 y 2000.
10
Bergesio, 2004b.
11
Tokman, 1987.

249
Sin embargo, tanto la propuesta neoliberal como la estructural se han
efectuado sin ahondar en la naturaleza de las relaciones que unen a ambos
sectores de la economía. Por la vía que proponen, si bien es posible distinguir
la gran empresa de la pequeña empresa, se pasa por alto que tanto unas
como otras pueden tener características que se encuentran en ambos
sectores; por ejemplo, el funcionar sin cumplir las normas legales vigentes, ya
sea esto en forma total o parcial.
Otra característica central que en estos planteos se le atribuye a la
informalidad es una alta concentración de pobreza. Sin embargo, no todo el
sector informal se caracteriza por la pobreza, ni todo el sector formal está
exento de ella. Es decir, ilegalidad y pobreza no bastan para diferenciar un
sector del otro, porque se basan en supuestos teóricos que no han sido
debidamente comprobados en estudios empíricos comparativos.
Quizás la crítica más importante que puede hacerse al concepto de
informalidad, desde los trabajos iniciales de Hart, es que en la
enumeración de rasgos contrastantes nada se dice respecto de las
relaciones de producción mediante las que opera el sector informal, ni
sobre las relaciones que lo ligan con el denominado sector formal; incluso
tampoco se distinguen claramente las esferas de producción y circulación
de bienes y servicios.
Además, y volviendo al origen del concepto, Hart afirma que la distinción
entre oportunidades de ingreso formal e informal se basa esencialmente
en la distinción entre asalariado y autoempleado. Sin embargo, esta
distinción no contempla la posibilidad de que existan trabajadores
remunerados por propietarios de pequeños emprendimientos, como un
quiosco con un empleado, ni tampoco provee los criterios para distinguir
a los autoempleados de una empresa legal con mediana o alta inversión
de capital, como un asesor internacional. Esta falta de precisión en la
definición de la informalidad y las dificultades, cuando no la
imposibilidad, de diferenciar al sector informal del formal, se han
convertido en una constante 12.
En síntesis, la informalidad no resulta claramente discriminada, dado que el
listado de rasgos que la caracterizan no es ni exhaustivo ni excluyente vis a
vis del sector formal. Lo que lleva a que la especificidad del sector informal
deba ser definida, más bien, por el modo en que ese listado de rasgos se
combina en un contexto determinado. Lo que deviene en la necesidad de
plantear un mayor rigor teórico-metodológico en su definición.

12
Bergesio 2004a.

250
LA MEDICIÓN DE LA INFORMALIDAD

Obtener una estimación confiable de la magnitud relativa de las


denominadas actividades informales dentro de las economías nacionales, ha
resultado ser una tarea sumamente compleja y difícil de lograr. Se han
intentado diversos métodos estimativos, ninguno de los cuales resulta
completamente satisfactorio debido, sobre todo, a la ambigüedad de base
que implica el no contar con un significado teórico estricto. Situación
paradójica que lleva a que, al carecer de cifras confiables, los gobiernos
siguen adelante como si la llamada economía informal no existiera13. Por
ejemplo, según un informe de 1997 del Centro Interamericano de
Enseñanza de la Estadística de la Organización de Estados Americanos
(OEA)14, solo siete países de América efectuaban regularmente
relevamientos sobre empleo informal en 199515.
Pero poner en evidencia las dificultades no significa desconocer los
importantes esfuerzos realizados por muchos investigadores, en
instituciones públicas y privadas, para profundizar y esclarecer el tema y
por despertar conciencia de su magnitud y crecimiento. Una revisión de
estos métodos da cuenta de múltiples fuentes y criterios16.
Para el caso específico de Argentina, las estadísticas laborales son en
general escasas. Esta situación, que es de larga data, no ha mostrado una
evolución satisfactoria en los últimos años, y la ausencia de información,
tanto pública como privada, es realmente notable17. No existen datos
comprensivos sobre la evolución del empleo, más allá de la información que
surge de los Censos de Población y Vivienda y de la Encuesta Permanente
de Hogares (EPH)18, que solo se refiere al empleo urbano del conglomerado
más grande de cada provincia.
Esto último trae como obvia consecuencia que la información disponible
sobre la situación ocupacional rural es menos completa, regular y
actualizada que la que se dispone para las áreas urbanas 19. Periódicamente
se cuenta con la información de los censos económicos, que se elaboran
cada diez años, cuya publicación llega con notorio retraso —entre tres y
cuatro años más tarde, al menos—, lo que relativiza, y en algunos casos
anula, su valor de diagnóstico.

13
Bergesio, 2000.
14
Lema, 2001.
15
Es necesario enfatizar esta observación, ya que la Estadística es la ciencia del Estado por
antonomasia. Esta coincidencia, mucho más que etimológica, lleva a indagar sobre los mecanismos de
constitución y representación de comunidades políticas tanto como de los actores sociales
comprometidos en la tarea de ponerla en acción.
16
Bergesio, 2004a.
17
Bour, 1995.
18
Son notablemente más numerosos los estudios que toman como fuente a la EPH que los que
consideran los datos de los Censos, y la mayoría de ellos analizan el caso del Área Metropolitana
(Buenos Aires).
19
Monza, 1993.

251
En el campo específico de la informalidad, existe un reducido pero nutrido
número de experiencias de medición que se vienen sucediendo con dispares
resultados desde la década de 1970, que se pueden resumir en cuatro
enfoques20:
• Enfoque del mercado laboral. Los estudios de mercado laboral de
la economía informal son liderados por la OIT y sus afiliados, tales
como el PREALC. Estos estudios se basan en censos y encuestas
familiares para estimar la proporción de la fuerza laboral informal. La
medición consiste en la combinación entre categorías de ocupación,
grupos de ocupación —que dan información sobre la calificación del
puesto de trabajo— y tamaño del establecimiento. A este esquema
básico, en ocasiones se han incorporado otros indicadores, como por
ejemplo la situación prevaleciente en términos del nivel de
productividad y capacidad de acumulación; los ingresos personales;
las dotaciones de capital o las relaciones capital-producto, e incluso la
condición de pobreza familiar.
Dentro de este enfoque, pero fuera de la OIT/PREALC, otra postura
define como informales a todos los trabajadores que no están
cubiertos por el sistema de seguridad social legal, con independencia
del tamaño de la empresa. Estas estimaciones constantemente
producen cifras más altas que las de la OIT/PREALC, y sugieren la
existencia de prácticas laborales no reguladas que son significativas
dentro de las grandes empresas formales, pero este abordaje se
puede realizar de manera específica recurriendo al concepto de
precariedad laboral.
También dentro de este enfoque, a partir de la 17.ª Conferencia
Internacional de Estadísticas de Trabajo de 2003 (OIT) se plantea la
cuestión del “empleo informal” como independiente del “empleo en el
sector informal”, destacándose que para fines estadísticos los dos
conceptos son útiles y se deben conservar por separado. La diferencia
básica parte del hecho de que el concepto de “sector informal” se
refiere a unidades de producción como unidades de observación,
mientras que el concepto de “empleo informal” se refiere a los
empleos como unidades de observación, es decir, la diferencia es
metodológica.
• Enfoque de las empresas muy pequeñas. Este enfoque se basa
en la evolución del número y la proporción de emprendimientos muy
pequeños (EMP) —o microempresas— como indicador de cambio en
las actividades informales. Las EMP son definidas como aquellas que
emplean menos de cinco o diez trabajadores, según el país. El
supuesto básico es que la mayor parte de las actividades definidas
como informales son llevadas a cabo por empresas pequeñas, debido
a su menor visibilidad, su mayor flexibilidad y mejores chances de
eludir los controles estatales.
• Enfoque del consumo familiar. Este método está basado en el
consumo de bienes y servicios abastecidos informalmente que
podría registrarse en los hogares, definiendo la actividad informal
20
Portes, 2000.

252
como las transacciones de mercado que deberían ser registradas o
imponibles pero que no lo son. Los encuestados deben calcular la
suma gastada el año anterior en bienes y servicios no registrados o
latentes. Este método tiene el mérito de basarse en medidas
estadísticamente representativas y brinda una estimación confiable
del consumo hogareño. Como indicador del alcance de la
informalidad dentro de la economía nacional, tiene el efecto de que
pasa por alto las entradas producidas informalmente en las
grandes empresas y las prácticas laborales irregulares dentro de
ellas.
• Enfoque de la discrepancia macroeconómica. En este caso, se
intenta medir la magnitud de toda la economía informal y la
economía subterránea —consideradas en conjunto— como proporción
del Producto Bruto Nacional (PBN). Este método se basa en la
existencia de al menos dos medidas diferentes pero comparables de
algún aspecto de una economía nacional. La discrepancia entre estas
mediciones se atribuye entonces a las actividades informales y
subterráneas. Inevitablemente, estos estudios descansan en una
serie de supuestos de comportamiento de los agentes económicos, a
partir de los cuales es posible inferir las actividades informales y
ocultas a través de su relación con otras actividades directamente
observables.
El análisis de estos ejemplos, entre otros posibles, deja al descubierto, una
vez más, la debilidad de base de su definición, que deriva en problemas de
medición.
Pese a ello, resulta difícil pensar en abandonar el uso de esta categoría, que
tan bien parece ajustarse a lo que observamos simplemente saliendo a la
calle, como ya se dijo.
Por eso, por su gran potencial explicativo, consideramos que vale la pena
seguir discutiendo en torno a la informalidad, buscando alternativas que
colaboren en una mayor comprensión de las complejidades del sector.
En este sentido una posible alternativa es la planteada en Bergesio y
Golovanevsky (2008), donde se intenta una aproximación a la informalidad sin
partir de un indicador único sino apelando a las dimensiones sobre las que
existe un acuerdo generalizado que caracterizan a las actividades informales21.
En el trabajo antes citado se sigue, básicamente, a Pok y Lorenzetti (2007),
en cuanto a su planteo acerca de las distintas categorías de informalidad,
que se sintetizan a continuación:
• Trabajadores independientes que desarrollan una actividad económica
por su cuenta, de complejidad mediana o baja. Corresponde
operacionalmente a trabajadores por cuenta propia en ocupaciones de
calificación técnica, operativa o no calificada.
21
Para ello se utiliza el análisis de componentes principales (ACP), metodología que permite resumir un
conjunto de variables de interés en un número pequeño de variables sintéticas, llamadas “componentes
principales”. El ACP permite así resumir las características de un conjunto de variables que se considera,
a priori, que constituyen atributos de la informalidad, en una cantidad reducida de variables
sintetizadoras de la esencia del fenómeno que se estudia.

253
• Trabajadores independientes que contratan fuerza de trabajo, en
unidades económicas pequeñas, salvo aquellos cuya actividad es de alta
complejidad. Corresponde operacionalmente a patrones en ocupaciones
que no sean de calificación profesional.
• Trabajadores familiares que desarrollan una actividad económica en
unidades económicas pequeñas, excluyendo aquellos cuya actividad
es de alta complejidad. Corresponde operacionalmente a trabajadores
familiares de calificación técnica, operativa o no calificada.
• Trabajadores asalariados que se desempeñan en unidades
económicas pequeñas, en condiciones de precariedad laboral desde el
punto de vista de su registro formal.
• Trabajadores asalariados que se desempeñan en unidades
económicas medianas o grandes, en condiciones de precariedad
laboral desde el punto de vista de su registro formal. Corresponde
operacionalmente a asalariados que se desempeñan en
establecimientos de más de cinco ocupados, y a los que no se les
efectúa descuento jubilatorio.
• Trabajadores asalariados que se desempeñan en carácter de
registrados, pero en condiciones de precariedad laboral desde el
punto de vista de la continuidad de su inserción. Corresponde
operacionalmente a asalariados a quienes se les efectúa descuento
jubilatorio y tienen un acuerdo laboral no permanente, es decir que
desarrollan un trabajo temporario (por plazo fijo o por tarea u obra),
una “changa” o un trabajo inestable, de duración desconocida.
Este tipo de abordaje busca superar las limitaciones recuperando la
perspectiva de la precariedad laboral, que amplía la frontera conceptual, y
rescata “todas las modalidades de inserción informal —no forzosamente
ligadas al sector informal—, pero que —sin diluir las diferencias—,
comparten algunas de sus características” 22.
Por último, es necesario continuar enfatizando que la propia heterogeneidad
de la categoría dificulta su análisis y estudio. Sin embargo, consideramos
necesario avanzar en la búsqueda de alternativas metodológicas que
aporten a la identificación de los diversos tipos o sectores que conforman
ese universo diverso que es la informalidad y, en particular, poder
reconocer a quienes se incluye dentro de la categoría de informales pobres
(informalidad de subsistencia), para que puedan ser beneficiarios de
políticas, sin desconocer que hay otros sectores que se alejan
sustancialmente de ese grupo (informalidad de acumulación).

22
Pok y Lorenzetti, 2007, p.9.

254
LA INFORMALIDAD EN JUJUY

En el apartado sobre medición de la informalidad se recuperó la


sistematización de perspectivas que desarrolla Portes. Recordemos que este
autor resume los intentos de medición de la informalidad en cuatro
enfoques: mercado laboral; empresas muy pequeñas o microempresas;
consumo familiar y discrepancia macroeconómica. Las dos últimas
orientaciones, en especial la tercera, requieren relevamientos específicos
que no se realizan en la provincia de Jujuy. Pero sobre los dos primeros sí
se cuenta con información secundaria que permite un acercamiento,
siempre parcial, a esas expresiones o definiciones específicas de
informalidad. Dichas fuentes de datos son los Censo Nacionales que realiza
cada diez años el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) cada
diez años.
Es así que, a través del último de ellos, el Censo Nacional de Población y
Vivienda del año 2001 (CNPV 2001), se puede abordar la temática de la
informalidad, aunque no con la amplitud discutida en la revisión teórica
sobre la informalidad de este trabajo. Así, para poder aproximarnos a la
informalidad en base a datos censales, nos vemos en la necesidad de
restringir su definición. Para ello, se optó por seguir la propuesta de
Martínez y Medina (2008), único intento de medición con esta fuente para el
caso específico de la provincia Jujuy23.
Por tanto, en este apartado se consideran como pertenecientes al sector
informal a aquellos ocupados que no tuvieron descuentos jubilatorios (en el
caso de ser obreros o empleados en relación de dependencia) o no hicieron
aportes para la jubilación (en el caso de tratarse de patrones, trabajadores
por cuenta propia o trabajadores familiares)24.
En términos generales, el CNPV 2001 muestra, para Jujuy, un total de
611.888 habitantes 25 (ver cuadro 1), de los cuales el 37% corresponde a
población económicamente activa (PEA, lo que resulta de sumar
ocupados y desocupados 26, siempre dentro del grupo de 14 años y más, y
dividir dicha suma por la población total). Dentro de esta población
23
A nivel nacional puede citarse a Roca y Moreno (2000) y, con cálculos por provincia (que incluye
Jujuy), a Golovanevsky (2008).
24
En la mayoría de los casos, a la carencia de aportes y/o descuentos jubilatorios se la designa como
“precariedad laboral” y no como informalidad.
25
Representa el 1,7% del total de la población argentina.
26
Se define como “población ocupada” a quienes trabajaron aunque sea una hora en la semana
inmediata anterior al relevamiento, percibiendo un pago en dinero o en especie por la tarea que
realizaron. También a quienes realizan tareas regulares de ayuda en la actividad de un familiar, reciban
o no una remuneración por ello, y a quienes se hallan en uso de licencia por cualquier motivo (EPH
2000).
Se define como “población desocupada” estrictamente a personas que, no teniendo ocupación, están
buscando activamente trabajo. No incluye por lo tanto otras formas de precariedad laboral (también
relevadas por la EPH), tales como las referidas a las personas que realizan trabajos transitorios mientras
buscan activamente una ocupación, a aquellas que trabajan jornadas involuntariamente por debajo de lo
normal, a los desocupados que han suspendido la búsqueda por falta de oportunidades visibles de
empleo, a los ocupados en puestos por debajo de la remuneración mínima o en puestos por debajo de
su calificación, etc. (EPH 2000).

255
ocupada, una franja trabaja en las condiciones que definimos en el
párrafo anterior como de “informalidad”.
Dentro de la población total hay un leve predominio de mujeres (51%).
En cambio, los varones son mayoría dentro de la población
económicamente activa (59%) y dentro de los ocupados (62%). En el
caso de los desocupados, la distribución por género es muy pareja. Por lo
tanto, los varones tienen una mayor presencia que las mujeres en el
mercado laboral, especialmente entre los ocupados.
En la distribución por categorías ocupacionales, casi un 70% de los
ocupados revisten como obreros o empleados, un 22% como
cuentapropistas, un 5% como patrones y un 3% como trabajadores
familiares.

Cuadro 1. Población total, de 14 y más años,


por sexo y condición de actividad económica
Jujuy - 2001

Población Condición de actividad económica


Población de 14 PEA
Sexo Total
total años o
más Total PEA Ocupados Desocupados no PEA
Varones 301.508 201.349 135.265 106.236 29.029 66.084
Mujeres 310.380 212.438 93.547 65.591 27.956 118.891
Total 611.888 413.787 228.812 171.827 56.985 184.975
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda 2001 (Martínez y Medina,
2008).

La informalidad según categoría ocupacional

Según datos del CNPV 2001, la mitad de los ocupados se encontraba en


condición de informalidad (sin aportes y/o descuentos jubilatorios) (ver cuadro
2). Esto representaba el 49% de los varones ocupados y el 52% de las mujeres
en esa situación. Entre los trabajadores en relación de dependencia, el
porcentaje de informales resultó del 36%; 32% para los varones y 41%
para las mujeres. En este caso, el mayor grado de informalidad entre las
mujeres obedece a la inclusión del servicio doméstico en ese grupo de
trabajadores en relación de dependencia, actividad que históricamente se
ha caracterizado por su bajo grado de cobertura de la seguridad social 27. Al
respecto, cabe destacar que las mujeres ocupadas en el servicio doméstico

27
En el año 2005 se incorporó la posibilidad de deducir montos del impuesto a las Ganancias para los
contribuyentes que tuvieran servicio doméstico registrado, lo que se supone tuvo un efecto positivo para
incrementar la registración. Obviamente, este cambio se verá reflejado al comparar el CNPV 2001 con el
de 2010.

256
(11.445 en el total de las categorías ocupacionales) representan una tercera
parte de las mujeres ocupadas en condición de informalidad (34.258).

Cuadro 2. Ocupados formales e informales por categoría ocupacional y sexo


Jujuy - 2001

Sector y Valores absolutos % fila % columna


formalidad Total Varones Mujeres Total Varones Mujeres Total Varones Mujeres
Total 171.827 106.236 65.591 100 62 38 100 100 100
Formal 85.384 54.051 31.333 100 63 37 50 51 48
Informal 86.443 52.185 34.258 100 60 40 50 49 52
Obreros 120.905 71.744 49.161 100 59 41 100 100 100
Formal 77.622 48.639 28.983 100 63 37 64 68 59
Informal (a) 43.283 23.105 20.178 100 53 47 36 32 41
S. Público 51.302 26.334 24.968 100 51 49 100 100 100
Formal 44.091 22.249 21.842 100 50 50 86 84 87
Informal 7.211 4.085 3.126 100 57 43 14 16 13
S. Privado 69.603 45.410 24.193 100 65 35 100 100 100
Formal 33.531 26.390 7.141 100 79 21 48 58 30
Informal 36.072 19.020 17.052 100 53 47 52 42 70
Ctaprop. 38.246 26.721 11.525 100 70 30 100 100 100
Formal 5.182 3.511 1.671 100 68 32 14 13 14
Informal (b) 33.064 23.210 9.854 100 70 30 86 87 86
Patrones 4.864 3.385 1.479 100 70 30 100 100 100
Formal 2.398 1.757 641 100 73 27 49 52 43
Informal (c) 2.466 1.628 838 100 66 34 51 48 57
Trab. fliar. 7.812 4.386 3.426 100 56 44 100 100 100
Formal 182 144 38 100 79 21 2 3 1
Informal (d) 7.630 4.242 3.388 100 56 44 98 97 99
Serv. dom. 12.208 763 11.445 100 6 94 100 100 100
Formal 730 56 674 100 8 92 6 7 6
Informal
11.478 707 10.771 100 6 94 94 93 94
(e)
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.
a) Obreros y empleados a los que no les efectúan descuentos jubilatorios. / b) Trabajadores
por cuenta propia que no realizan aportes jubilatorios. / c) Patrones que no realizan aportes
jubilatorios. / d) Trabajadores familiares con y sin remuneración que no realizan aportes
jubilatorios. / e) Trabajadores del servicio doméstico de hogares privados a los que no se les
efectúan descuentos jubilatorios ni realizan aportes para la jubilación.

De los 171.827 ocupados en relación de dependencia, 51.302 pertenecían al


sector público, lo que representaba el 30% del total de ocupados y el 42%
del total de obreros o empleados. Los casos de informalidad entre obreros y

257
empleados del sector público rondan el 14% 28, por lo que la informalidad
correspondiente a obreros y empleados se asigna en mucha mayor
proporción a los del sector privado. Descontando a los empleados públicos,
el no registro entre los obreros y empleados del sector privado es del 52%,
valor mucho más preocupante que el inicialmente señalado del 36%.
Entre los trabajadores por cuenta propia, la informalidad alcanzó el
86%, sin mayores diferencias entre varones y mujeres. Estos
elevados valores muestran que este sector sería uno de los más
vulnerables en cuanto a la falta de cobertura de la seguridad social, y
hacia el que deberían apuntar futuras medidas que pretendan mejorar
la situación en ese sentido. Cabe destacar, además, que los
cuentapropistas no solo realizan aportes jubilatorios en muchísima
menor proporción, sino que su aporte suele ser más elevado que el de
un trabajador en relación de dependencia, en términos relativos a las
bajas jubilaciones que perciben (comparándolas con los empleados) al
momento de retirarse de la actividad. Todo esto cobra más relevancia
si se observa que es el segundo grupo en importancia después del de
trabajadores en relación de dependencia.
Entre los patrones, cerca de la mitad no realiza aportes jubilatorios,
mientras que entre los trabajadores familiares el 98% no lo hace. En ambos
casos, especialmente en el último, estos guarismos denotan una situación
de vulnerabilidad, pero son menos preocupantes por la menor importancia
relativa de ambas categorías en el total de ocupados.
Como conclusión, por su importancia en términos cuantitativos, la franja de
trabajadores cuentapropistas es la que muestra la situación la más
preocupante en cuanto a falta de cobertura jubilatoria, tanto en varones
como en mujeres. Entre estas últimas, si bien la cuestión del servicio
doméstico sigue siendo central en cuanto a actividad altamente
desprotegida, en los últimos tiempos se han dado pasos en ese sentido. El
empleo en relación de dependencia en el sector privado sería la segunda
preocupación, mientras que patrones y trabajadores familiares serían
menos relevantes por ser categorías con mucha menor incidencia en el total
de ocupados.

La informalidad según rama de actividad

Las ramas de actividad con mayor proporción de informalidad son


construcción (76%) y hotelería y restaurantes (75%), seguidas por
comercio (70%). En todos los casos se trata de sectores tradicionalmente

28
En el sector público, sería esperable una no registración nula, o casi nula; pero no es así. Con los
sucesivos ajustes y el permanente argumento de la reducción del gasto público han proliferado las
contrataciones del tipo de locación de obra, por las que los trabajadores, en realidad, cumplen tareas
como asalariados, lo cual se termina reflejando en un porcentaje relativamente elevado de informalidad
(trabajo en negro) entre los empleados del sector público.

258
caracterizados por la precariedad laboral de sus empleados, siendo
emblemático en ese sentido el caso de la construcción (ver cuadro 3). En
términos de su importancia, el comercio es el que tiene mayor peso de los
tres, tanto en el total de ocupados (15%) como en el conjunto de los
ocupados informales (21%).
En la franja siguiente, en cuanto a peso de la informalidad dentro de la
propia rama, se ubican los sectores de agricultura, ganadería y silvicultura
(63%), y transporte, almacenamiento y comunicaciones (63%), seguidos
por servicios comunitarios, sociales y personales (no clasificados
previamente), con un 60% de “informales”, actividades no bien
especificadas (53%) e industria manufacturera (49%).

Cuadro 3. Ocupados formales e informales por rama de actividad


Jujuy - 2001

Valores absolutos %
Actividad Total Formal Informal Formal Informal
Total 171.827 85.384 86.443 50 50
1 25.283 9.362 15.921 37 63
2 1.064 911 153 86 14
3 14.610 7.395 7.215 51 49
4 1.442 1.169 273 81 19
5 13.453 3.245 10.208 24 76
6 25.508 7.603 17.905 30 70
7 3.859 960 2.899 25 75
8 8.145 2.993 5.152 37 63
9 6.187 3.748 2.439 61 39
10 23.426 19.833 3.593 85 15
11 17.242 15.857 1.385 92 8
12 8.619 6.880 1.739 80 20
13 4.768 1.891 2.877 40 60
14 12.208 730 11.478 6 94
15 6013 2.807 3.206 47 53
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.
1) Agricultura, ganadería, caza y silvicultura y pesca. / 2) Explotación de minas y canteras. / 3)
Industria manufacturera. / 4) Electricidad, gas y agua. / 5) Construcción. / 6) Comercio al por mayor y
menor; reparación de vehículos y enseres domésticos. / 7) Servicios de hotelería y restaurantes. / 8)
Transporte, almacenamiento y comunicaciones. / 9) Servicios financieros, inmobiliarios, empresariales y
de alquiler. / 10) Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria. / 11) Enseñanza. / 12)
Servicios sociales y de salud. / 13) Servicios comunitarios, sociales y personales no clasificados
previamente. / 14) Servicio doméstico. / 15) Actividades no bien especificadas y servicios de organismos
extraterritoriales.

Entre las ramas con muy baja proporción de informalidad —en relación al
promedio para Jujuy— se encuentran la minería (14%) y la administración
pública (15%), seguidos por electricidad, gas y agua (19%) y servicios

259
sociales y de salud (20%). En una zona intermedia estarían los servicios
financieros (39%) y la industria manufacturera (49%). La menor incidencia
relativa de la informalidad en estas ramas puede deberse al predominio de
grandes empresas, que tienden a tener mayor proporción de registración,
por diversos motivos, entre ellos un mayor control por parte del Estado.
Al tener en cuenta la rama de actividad y la categoría ocupacional (ver cuadro
4) se observa, como ya se había señalado, que los mayores porcentajes de
informalidad corresponden a los trabajadores familiares, pero este grupo es
muy poco significativo en el total. Su representatividad es algo mayor dentro de
la rama agropecuaria, hotelería y restaurantes y de comercio, en los tres casos
con porcentajes de informalidad que van entre el 97% y el 98%.
En el caso de los patrones sucede algo similar. Si bien su peso en el total es algo
mayor, no alcanza una cifra significativa. Al igual que en los trabajadores
familiares, la mayor incidencia de los patrones se da en los rubros de hotelería y
restaurantes y comercio, en los cuales la informalidad ronda el 50%.
En el caso de los trabajadores cuentapropistas, su mayor importancia se
encuentra en la construcción (55%) y en el comercio (48%). En la
construcción, el 96% de los cuentapropistas ocupados reviste como
informal, mientras que en comercio la informalidad alcanza al 84% de
quienes trabajan por su cuenta.
Entre los obreros o empleados la informalidad alcanza un máximo en el
servicio doméstico (94%). Muy lejos de este valor, con el 63% de
informales, se encuentra la rama correspondiente a hoteles y restaurantes.
De todas maneras, casi una quinta parte de los obreros o empleados
pertenecen a la administración pública, donde el grado de informalidad es
relativamente bajo (15%). Un 14% de los obreros o empleados pertenecen
a la rama de enseñanza, con 6% de informalidad, y otro 14% pertenece a
la rama agropecuaria, con 49% de informalidad.
En síntesis, las actividades con mayor grado de informalidad, en el
sentido de no tener los ocupados descuentos o aportes jubilatorios,
según el caso, siguen siendo las tradicionalmente conocidas: el servicio
doméstico entre las mujeres, la construcción y el agro entre los
varones, el comercio en el caso de los cuentapropistas, y restaurantes y
hoteles como un rubro a observar.

260
Cuadro 4. Ocupados informales por rama de actividad y categoría ocupacional
Año 2001

Trabajadores Trabajadores
Obreros o empleados Patrones
por cuenta propia familiares
Actividad
Form Inf Form Inf Form Inf Form Inf
Total Total Total Total
% % % % % % % %
Total 120.905 64 36 38.246 14 86 4.864 49 51 7.812 2 98
1 17.120 51 49 4.083 6 94 846 48 52 3.234 2 98
2 976 92 8 75 9 91 5 60 40 8 13 88
3 9.763 70 30 3.793 8 92 416 45 55 638 3 97
4 1.326 85 15 91 26 74 21 57 43 4 0 100
5 5.471 52 48 7.385 4 96 232 36 64 365 4 96
6 9.307 50 50 12.307 16 84 1.875 50 50 2.019 2 98
7 1.908 37 63 1.298 10 90 253 46 54 400 3 97
8 5.311 47 53 2.362 15 85 261 52 48 211 4 96
9 4.084 68 32 1727 44 56 268 73 27 108 11 89
10 23.143 85 15 283 24 76 0 0 0 0 0 0
11 16.681 94 6 450 13 87 70 54 46 41 12 88
12 7.611 82 18 786 62 38 152 77 23 70 6 94
13 2.900 55 45 1.583 15 85 147 43 57 138 5 95
14 11.359 6 94 649 2 98 104 3 97 96 1 99
15 3.945 64 36 1.374 13 87 214 49 51 480 3 98
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.
1) Agricultura, ganadería, caza y silvicultura y pesca. / 2) Explotación de minas y canteras. / 3)
Industria manufacturera. / 4) Electricidad, gas y agua. / 5) Construcción. / 6) Comercio al por mayor y
menor; reparación de vehículos y enseres domésticos. / 7) Servicios de hotelería y restaurantes. / 8)
Transporte, almacenamiento y comunicaciones. / 9) Servicios financieros, inmobiliarios, empresariales y
de alquiler. / 10) Administración pública, defensa y seguridad social obligatoria. / 11) Enseñanza. / 12)
Servicios sociales y de salud. / 13) Servicios comunitarios, sociales y personales no clasificados
previamente. / 14) Servicio doméstico. / 15) Actividades no bien especificadas y servicios de organismos
extraterritoriales.

La informalidad por departamento y localidad

Teniendo en cuenta la población de 14 años y más en la provincia de Jujuy


en el año 2001, prácticamente la mitad se concentraba en el Gran San
Salvador de Jujuy (integrado por San Salvador de Jujuy, Palpalá y Yala),
mayoritariamente en la ciudad capital. Le siguen en importancia las
ciudades de San Pedro de Jujuy, Lib. Gral. San Martín y Perico, que en
conjunto reunían el 22% de la población de 14 años y más. Así, el Gran San
Salvador de Jujuy más las tres localidades mencionadas concentraban
prácticamente el 70% de la población en edad de trabajar. Le seguían en
importancia La Quiaca, El Carmen, Fraile Pintado, Monterrico, Humahuaca y
Abra Pampa. Los habitantes en zonas rurales alcanzaron alrededor del 8%
del total.

261
EL Gran San Salvador concentra el 48% de la población ocupada de la provincia.
La ciudad que le sigue en importancia, San Pedro, tiene el 9% de los ocupados
de la provincia, seguida por Lib. Gral. San Martín y Perico (7% cada una de
ellas). El resto de las localidades, de manera individual, no supera el 3% de la
población ocupada total. En conjunto, el Gran San Salvador, San Pedro, Lib.
Gral. San Martín y Perico agrupan el 70% de la población ocupada de toda la
provincia. La mitad del restante 30% corresponde 10% a población rural
dispersa y 5% a localidades de menos de 2000 habitantes.
La distribución de la población por localidad y categoría ocupacional
muestra que en el Gran San Salvador hay mayor concentración de
empleados públicos, representando el 53% del total provincial. También
están sobre-representados en este aglomerado los patrones (56%) y los
trabajadores por cuenta propia (53%), mientras que la incidencia de los
trabajadores familiares y los empleados en el sector privado es
proporcionalmente más baja, lo que permite deducir que estos últimos se
concentran en el interior de la provincia.
A nivel provincial, los obreros o empleados representan el 71% del total de
ocupados (el 30% pertenecientes al sector público y el 41% al sector
privado). Pero esta distribución no es pareja. En general, se observa que en
la región de la Puna el empleo público tiene una muy alta incidencia, con el
40% del total de ocupados de la región.
En las zonas del Ramal y los Valles muchos de los municipios tienen valores
cercanos a un tercio de empleados públicos (Gran San Salvador, San Pedro,
El Carmen, Calilegua, Palma Sola y El Piquete). Con valores por debajo del
30% de empleados públicos, fluctuando entre el 15% (caso extremo de El
Aguilar, pueblo minero) y el 29% (Lib. Gral. San Martín), se encuentran
mayoritariamente localidades del Ramal (Fraile Pintado, Yuto, Caimancito,
Santa Clara) y también Perico. Con valores extremadamente altos se
destacan La Mendieta (54% de ocupados que son empleados públicos), El
Talar (55%) y La Esperanza (41%).
Habría que asociar los ciclos productivos de las zonas agrícolas (Ramal y
Valles) con el momento en que se llevó a cabo el operativo censal, para
poder analizar con mayor precisión lo sucedido. Podría pensarse —de hecho
se sabe que esto es así en algunos casos— en políticas municipales que
intentan compensar los períodos de inter-zafra o inter-cosecha con empleo
público transitorio, a los fines de evitar los efectos del desempleo masivo.
En las tierras altas se trataría, en cambio, de una política más de fondo y
permanente, ante la ausencia de alternativas ocupacionales, al menos en el
año 2001, época en la que se llevó a cabo el censo de población.
En las zonas de la Quebrada y la Puna el empleo público parece combinarse
con cuentapropismo, ya que frente a 22% del total de ocupados en esa
categoría, en los departamentos quebradeños y puneños se observa un piso
de 27% de trabajadores por cuenta propia. En el resto de la provincia, en
general, el cuentapropismo tiene menor peso que en el conjunto de la
población, excepción hecha del Gran San Salvador (24%) y de Perico
(25%), localidad reconocida por sus ferias minoristas y mayoristas.

262
El empleo como obrero del sector privado se concentra en las zonas
agrícolas e industriales del Ramal y los Valles, con una incidencia que
fluctúa entre el 49% del total de ocupados en Yuto y el 65% en Santa Clara.
Como caso excepcional se encuentra El Aguilar, con el 73% de ocupados en
la categoría de obreros o empleados del sector privado. En cualquier caso,
lo que se observa es que las zonas frutihortícola, tabacalera y azucarera
tienen una alta proporción de ocupados como empleados en el sector
privado. En tanto, las localidades de la Quebrada y la Puna tienen una muy
baja proporción de empleo de este tipo.
La participación de los trabajadores familiares (5% del total de ocupados en
la provincia) fue en general bastante pareja entre las localidades, con una
incidencia levemente mayor en Tilcara y Humahuaca (y en las zonas de
Quebrada y Puna en general), y un fuerte peso (16%) entre la población
rural dispersa. Esto se asocia a la conocida idea acerca del trabajo familiar
en las explotaciones campesinas.
Considerando la ocupación por jurisdicción y rama de actividad (cuyos
cuadros no se incluyen por razones de espacio) se observa que en el
departamento capital los servicios fueron los que más cantidad de
ocupados concentraron (82% del total del departamento), mientras que
en Palpalá casi el 70% de los ocupados se dedicaban a los servicios (con
el resto dedicándose en su mayoría a la industria manufacturera y la
construcción).
En el departamento El Carmen, en tanto, prevaleció la ocupación en la
producción de bienes, con 54% de la población ocupada. Finalmente, en
el departamento San Pedro los servicios ocupaban a más del 70% de los
ocupados 29.
En cuanto a los niveles de informalidad (definida como carencia de
descuentos y/o aportes jubilatorios), afectaba, como ya se señaló, al 50%
de los ocupados en la provincia. Las regiones de la Quebrada y la Puna
mostraban niveles mucho más elevados, 61% y 64% respectivamente,
resaltando el mayor grado de vulnerabilidad de estas poblaciones. También
la población rural dispersa exhibe altos grados de no cobertura de la
seguridad social (67%). En todos los casos se trata de situaciones
preocupantes, pues plantean serios interrogantes acerca del futuro de la
población involucrada, cuando gran parte de los hoy informales alcancen la
edad jubilatoria.
Los niveles de informalidad son por lo general mucho menores entre los
empleados del sector público (aunque distan mucho de ser nulos en ese
grupo, como, por definición debería ocurrir) y en las empresas de mayor
tamaño. Entonces, en aquellas regiones donde predominan grandes
empresas, con mayores niveles de control y cumplimiento de
reglamentaciones laborales, la informalidad disminuye, como en los casos
de El Aguilar, Ledesma o La Mendieta. En cambio, donde prevalecen
actividades agropecuarias, sean o no de tipo familiar, los niveles de
informalidad crecen de manera alarmante, como en Perico, Monterrico,

29
Martínez y Medina, 2008.

263
Palma Sola, El Piquete, Santa Clara, Yuto, Caimancito, Calilegua y Fraile
Pintado.

Microempresas

Al inicio de este apartado recordábamos que Portes (2000), en su sistematización


de los diversos enfoques desarrollados para la medición de la informalidad,
recupera el basado en las empresas muy pequeñas o microempresas. Para el
caso de la provincia de Jujuy, Martínez y Medina (2008) realizan un acercamiento
a la informalidad a través de este enfoque, bajo el supuesto de que “la mayoría
de las actividades definidas como informales se producen en las empresas más
pequeñas porque son menos visibles, más flexibles y tienen más posibilidades de
evitar los controles del Estado”. Esta perspectiva también supone que “las
empresas más grandes son menos propensas a eludir la regulación oficial y a
arriesgarse a ser sancionadas. Por lo tanto, es más improbable que realicen
actividades informales en forma directa, aunque pueden subcontratar a empresas
más pequeñas que sí las realizan”30. Por lo tanto, el número de ocupados en
empresas muy pequeñas se considera un indicador de informalidad.
Tomando el total de obreros o empleados del sector privado, se observó
que el 46% de los mismos se desempeñaban en establecimientos con entre
uno y cinco empleados; el 32% en establecimientos de seis a 39
empleados, y el 22% en establecimientos de 40 empleados y más. En el
primer grupo, el 77% no tenía descuentos o aportes jubilatorios, mientras
que ese porcentaje bajaba a 40% para obreros en establecimientos con seis
a 39 empleados y a 17% para obreros en establecimientos de 40 o más
ocupados (ver cuadro 5).
Las empresas de menor tamaño (hasta cinco empleados) se concentraron
mayoritariamente en el sector de servicios, especialmente en comercio, con
alrededor del 18% de los ocupados de esa franja de establecimientos. En la
producción de bienes, las empresas de menor tamaño ocuparon cerca de un
13% de sus empleados en agricultura, seguida por industria manufacturera
y construcción. De manera complementaria, puede señalarse que los
sectores en los cuales la incidencia de establecimientos de menor tamaño
era más relevante fueron la construcción, el comercio, los hoteles y
restaurantes y los servicios inmobiliarios, empresariales y de alquiler. Por el
contrario, los sectores con la menor incidencia del empleo en pequeños
establecimientos fueron la minería y la enseñanza31.

30
Martínez y Medina, op. cit, pp. 17-18.
31
Martínez y Medina, 2008.

264
Cuadro 5. Obreros o empleados (registrados y no registrados) del sector privado
por tamaño del establecimiento
Jujuy - 2001

Tamaño del establecimiento


(en cant. de obreros o empleados)
Descuento Total 1a5
o aporte 6 a 39 40 o más
jubilatorio
Cant. % Cant. % Cant. % Cant. %

Total 69.603 100 31.804 22.558 15.241

Le descuentan o
33.531 48 7.355 23 13.550 60 12.626 83
aporta
No le descuentan
36.072 52 24.449 77 9.008 40 2.615 17
ni aporta
Fuente: INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Vivienda, 2001.

LA SITUACIÓN EN SAN SALVADOR Y PALPALÁ

En este apartado se ensaya una medición del empleo en el sector informal en el


conglomerado capital de la provincia de Jujuy para los primeros años de la
presente década, a partir de datos de la EPH, en base al trabajo de Ramírez y
Cornell (2008), que sigue lo planteado por Beccaria (2006), quien, teniendo en
cuenta tanto las características del establecimiento como las del puesto de
trabajo, diferencia entre:
• Empleo en el sector informal (ESI). Son quienes están ocupados en
unidades productivas pequeñas, no registradas legalmente como
empresas, propiedad de individuos u hogares y cuyos ingresos o
patrimonio no se pueden diferenciar de los correspondientes a los de sus
dueños.
• Empleo informal (EI). Es aquella relación laboral que no cumple con
las normas legales de trabajo establecidas. El EI solo se puede estimar
para los asalariados, y no para el resto de las categorías ocupacionales.
Combinando ambos criterios, se tiene una clasificación para los sectores, en
formal e informal, y otra para los asalariados, no importa el sector en el que
trabajan. De esto resulta un esquema como el que se muestra a continuación.

265
Formales
No asalariados

Informales

Empleo formal

Asalariados del sector formal


Empleo informal

Empleo formal

Asalariados del sector informal Empleo informal

Servicio doméstico
y trabajadores familiares auxiliares

Esta alternativa de medición es la que utilizan Ramírez y Cornell, usando como


fuente de datos la EPH para el conglomerado San Salvador de Jujuy - Palpalá, y
modificando levemente la propuesta de Beccaria en dos sentidos: tomando
servicio doméstico y trabajadores familiares por separado e incluyendo otra
categoría, la correspondiente a los beneficiarios de planes de empleo.
De esta manera, el agregado del ESI sería la suma de las categorías 2, 5 y 6,
mientras que el EI surgiría de sumar las categorías 2, 4,6 y 7. A quienes son
beneficiarios de un plan de empleo y realizan una contraprestación laboral se los
incluye, a diferencia de Beccaria, dentro de ESI.
Por lo tanto, para Ramírez y Cornell la variable por la cual se define la
pertenencia al sector formal o informal es, en el caso de los asalariados,
el tamaño del establecimiento (tomando como punto de corte los cinco
empleados) y en patrones y cuentapropistas la calificación (definiendo
como pertenecientes al sector formal a quienes respondan a la
calificación profesional). Finalmente, a todos los trabajadores familiares
sin remuneración se los incluye como pertenecientes al sector informal. 32
32
Cabe acotar que todas las clasificaciones que tomen como base las características del puesto de
trabajo se refieren a la ocupación principal, que es aquella cuyos rasgos más importantes refleja la EPH.

266
Entonces, de acuerdo a lo señalado, Ramírez y Cornell aplican la
metodología para las ondas de los segundos semestres de 2003 y de 2006,
a fin de establecer una comparación correspondiente a la post-devaluación.
Como puede verse en el cuadro 6, el empleo en el sector informal parece
haber disminuido levemente, alrededor de tres puntos porcentuales. Esta
reducción se basa sobre todo en la caída del peso en los cuentapropistas no
profesionales y los planes de empleo.
En el sector formal, por oposición, el incremento está claramente centrado
en el grupo de asalariados (en establecimientos de más de cinco
empleados) pero sin descuentos jubilatorios.
Es decir, la reactivación del período 2003-2006 en el empleo en el
conglomerado San Salvador - Palpalá parece haberse asociado a un
corrimiento de las actividades no calificadas por cuenta propia y los planes
de empleo hacia la asalarización en el denominado sector formal, pero en
situación de desprotección por falta de aportes a la seguridad social.

267
Cuadro 6. Estimación del empleo en el sector informal
Conglomerado San Salvador - Palpalá
2003-2006

2do. semestre 2003 2do. semestre 2006


% del % del % del % del
Cant. Cant.
sector total sector total

Empleo en el sector informal 60.479 59,50 62.014 56,70


Asalariados en establecimientos
11.291 18,70 11,10 16.164 26,10 14,80
con 5 o menos empleados
Con descuento jubilatorio 1.349 2,20 1,30 3.144 5,10 2,90

Sin descuento jubilatorio 9.942 16,40 9,80 13.020 21,00 11,90


Cuentapropistas no
25.244 41,70 24,80 23.538 38,00 21,50
profesionales
Patrones no profesionales 1.030 1,70 1,00 1.614 2,60 1,50
Trabajadores familiares sin
1.650 2,70 1,60 4.120 6,60 3,80
remuneración
Servicio doméstico 4.439 7,30 4,40 6.034 9,70 5,50

Planes de empleo 16.825 27,80 16,50 10.544 17,00 9,60

Empleo en el sector formal 41.233 40,50 47.375 43,30


Asalariados en establecimientos
38.628 93,70 38,00 44.196 93,30 40,40
con más de 5 empleados
Con descuento jubilatorio 32.083 77,80 31,50 33.647 71,00 30,80

Sin descuento jubilatorio 6.545 15,90 6,40 10.549 22,30 9,60

Cuentapropistas profesionales 1.906 4,60 1,90 1.156 2,40 1,10

Patrones profesionales 699 1,70 0,70 2.023 4,30 1,80

TOTAL 101.712 100,00 109.389 100,00


Fuente: Ramírez y Cornell (2008), sobre microdatos de la EPH.

En el cuadro 7 se excluyen el servicio doméstico y los planes de empleo. En este


nuevo cálculo, el empleo en el sector informal prácticamente se mantiene, pero
con cambios hacia el interior de la propia categoría: más asalariados (en
establecimientos de hasta cinco empleados), tanto con descuentos como sin
descuentos jubilatorios, más trabajadores familiares no remunerados y menos
cuentapropistas (no profesionales).
Dentro del sector formal también se observan cambios, especialmente el
aumento en la incidencia de los asalariados sin descuentos jubilatorios,
confirmando lo observado en el cuadro 6.

268
Cuadro 7. Estimación del empleo en el sector informal
(sin planes de empleo y servicio doméstico)
Conglomerado San Salvador - Palpalá
2003-2006

2do. semestre 2003 2do. semestre 2006


% del % del % del % del
Cant. Cant.
sector total sector total

Empleo en el sector informal 39.215 48,70 45.436 49,00


Asalariados en establecimientos
11.291 28,80 14,00 16.164 35,60 17,40
con 5 o menos empleados
Con descuento jubilatorio 1.349 3,40 1,70 3.144 6,90 3,40

Sin descuento jubilatorio 9.942 25,40 12,40 13.020 28,70 14,00


Cuentapropistas no
25.244 64,40 31,40 23.538 51,80 25,40
profesionales
Patrones no profesionales 1.030 2,60 1,30 1.614 3,60 1,70
Trabajadores familiares sin
1.650 4,20 2,10 4.120 9,10 4,40
remuneración
Empleo en el sector formal 41.233 51,30 47.375 51,00
Asalariados en establecimientos
38.628 93,70 48,00 44.196 93,30 47,60
con más de 5 empleados
Con descuento jubilatorio 32.083 77,80 39,90 33.647 71,00 36,30

Sin descuento jubilatorio 6.545 15,90 8,10 10.549 22,30 11,40

Cuentapropistas profesionales 1.906 4,60 2,40 1.156 2,40 1,20

Patrones profesionales 699 1,70 0,90 2.023 4,30 2,20

TOTAL 80.448 100,00 92.811 100,00


Fuente: Ramírez y Cornell (2008), sobre microdatos de la EPH.

El crecimiento del empleo informal se confirma también a través de los


datos del cuadro 8, donde se observa que los asalariados sin descuentos
jubilatorios incrementan su peso de 33% a 39% entre el segundo semestre
de 2003 y el segundo semestre de 2006.
En el mismo sentido, Beccaria encuentra que, considerando el país en su
conjunto, la mayor participación de los empleos informales en la estructura
ocupacional correspondía a las regiones del noroeste y noreste del país.
Este autor sugiere que esta diferencia estaría explicada por una mayor
presencia de planes de empleo y también por una mayor participación de no
asalariados informales (patrones y cuentapropistas no profesionales).
En cualquier caso, debe aceptarse que, al menos en el conglomerado San
Salvador - Palpalá, la incidencia de los planes de empleo es importante,
puesto que en el segundo semestre de 2003 estos daban cuenta del 27,8%

269
del empleo en el sector informal y del 16,5% del empleo total (es decir, de
cada cien ocupados, alrededor de 16 tenían un plan de empleo). Tres años
más tarde la situación había cambiado, aunque la incidencia de los planes
de empleo se mantenía en el 17% del informal y el 9,6% del empleo total.

Cuadro 8. Estimación del empleo informal


(sin planes de empleo y servicio doméstico)
Conglomerado San Salvador - Palpalá
2003-2006

2do. semestre 2003 2do. semestre 2006

Cant. % del total Cant. % del total

Empleo formal 33.432 67 36.791 61

Empleo informal 16.487 33 23.569 39

Total 49.919 100 60.360 100


Fuente: Ramírez y Cornell (2008), sobre microdatos de la EPH.

Este ejercicio de medición del empleo en el sector informal, si bien se trata


de una aplicación sencilla, permite dar cuenta de algunos de los procesos
concomitantes en este período de recuperación económica.
Fundamentalmente, se observa un corrimiento desde el cuentapropismo no
calificado hacia posiciones asalariadas desprotegidas en empresas de menor
tamaño.
Esto podría deberse a que el crecimiento de la actividad ha impulsado la
captación de mano de obra que estaba ocupada en “actividades de refugio”
y la ha llevado a convertirse en asalariada. Pero esta fuerza no ha sido
suficiente para generar empleos de calidad. En conclusión, se puede decir
que en el caso del conglomerado San Sal
vador - Palpalá, en los años posteriores a la devaluación, el modelo
económico, si bien permitió reducir de manera sustancial el desempleo, no
parece haber sido capaz de garantizar la generación de empleos de calidad.

270
LAS FERIAS Y LA INFORMALIDAD

Las ferias, en la percepción de los pobladores de la provincia de Jujuy, están


fuertemente vinculadas con la informalidad. La creencia generalizada es que
quienes instalan sus puestos en las ferias no cuentan con la inscripción
correspondiente en los organismos reguladores de la actividad, que sus
empleados están “en negro”, que no registran ni sus compras ni sus ventas
con facturas reglamentarias y que venden productos que fueron elaborados
de acuerdo a las normas o no pasaron por los controles formales.
Es común ver en diarios y revistas locales titulares que así lo puntualizan:
“Una forma de comercializar que se multiplicó en los últimos veinte años.
Las ferias sin ley crecen en Jujuy”33 y “Crece el comercio ilegal en la zona de
la Terminal. Los feriantes dicen que es una alternativa ante la falta de
trabajo genuino”34. Sin embargo, son muy pocos los estudios que se han
realizado sobre estos puntos de venta, y hay una importante ausencia de
información sobre la cantidad de ferias existentes en la provincia y sus
características (cantidad de puestos de venta y de ocupados; relaciones
laborales que se dan en su interior; modalidades de intercambios, etc.).
Proponemos ahora un acercamiento a este complejo, heterogéneo y
caleidoscópico mundo de las ferias en Jujuy. Para ello se presentan dos
estimaciones cuantitativas, una realizada entre marzo y abril de 2010 (de
elaboración propia) y otra que recupera un trabajo de Martínez y Medina
(2008). Luego se expone un panorama amplio de las ferias rurales anuales de
Jujuy recurriendo a descripciones de tipo etnográfico (con relevamiento de datos
cuali y cuantitativos), en base a informes redactados para el Proyecto Cultivos
Andinos (2007)35, que posibilitarán una estimación proxy de la cantidad y
características generales de estas ferias, en lo referente a cantidad de puestos
de venta y de personas ocupadas en ellos.

Ferias urbanas

Con el objetivo de aproximar una cuantificación de los locales y personas


ocupadas en las ferias urbanas al aire libre de Jujuy, entre el 21 de marzo y
el 17 de abril de 2010 se realizó un relevamiento, en el marco de la
elaboración del presente estudio de base. Las ferias seleccionadas fueron:
1. Feria Grande y zona aledaña, en el Barrio Alto Comedero de San
Salvador (fecha de relevamiento: 21 de marzo de 2010).

33
Titular de tapa del periódico Lea, año II, N.º 168; 23 al 24 de abril de 2008.
34
Titular de tapa del periódico Lea, año IV, N.º 636; 23 de abril de 2010.
35
Dichos informes estuvieron a cargo, en la Coordinación General, de Liliana Bergesio.

271
2. Feria Comodín, del Barrio Alto Comedero de San Salvador (fecha de
relevamiento: 24 de marzo de 2010, feriado nacional, donde el
número de puestos no se altera pero sí el de visitantes).
3. Feria San Cayetano, del Barrio San Cayetano de San Salvador de Jujuy
(fecha de relevamiento: 28 de marzo de 2010).
4. Puestos callejeros de la zona de la Terminal de Ómnibus de San
Salvador. Se consideró el área comprendida entre la calle 19 de Abril,
el Puente Necochea, calle Santiago del Estero, calle Dorrego y Puente
Lavalle, incluyendo la subida al Barrio Mariano Moreno por la calle Dr.
Horacio Guzmán hasta la calle Perú (fecha de relevamiento: 26 de
marzo de 2010 por la mañana).
5. Feria San Pedrito y zona aledaña, en el Barrio San Pedrito de San
Salvador (fecha de relevamiento: 11 de abril de 2010).
6. Feria Palpalá y zona aledaña, en la localidad de Palpalá (fecha de
relevamiento: 16 de abril de 2010).
7. Feria Perico y zona aledaña a la misma, en la localidad de Perico
(fecha de relevamiento: 17 de abril de 2010).
El relevamiento consistió en un conteo de los puestos y los vendedores
ambulantes que se podían observar circulando por la feria. Cada lugar se
relevó en general en una misma jornada, para el caso de las ferias, entre
las 15 y las 18 horas, en días no festivos ni de especial movimiento (como
pueden ser los días previos a Navidad, Día del Niño, etc.).
Para la cuantificación se distinguieron tres categorías:
• Puestos semi-fijos tipo A. Son puestos ubicados en lugares fijos
dentro del predio de la feria, que se instalan los días que esta
funciona, cuentan con un espacio definido, con una estructura donde
se exhiben los productos (mesas, tablones, etc.) y con un techo (de
metal, lona o plástico) y al menos dos paredes divisorias (de metal,
lona o plástico).
• Puestos semi-fijos tipo B. Son puestos ubicados en lugares fijos
dentro del predio de la feria, que se instalan los días que esta
funciona, cuentan con un espacio definido, con o sin una estructura
donde se exhiben los productos, sin techo ni paredes divisorias.
• Ambulantes. Son los que no tienen un lugar fijo en la feria, sino
que deambulan por su predio. En este caso, para evitar la
repetición en el conteo, no solo se contabilizó el caso sino que
además se registró alguna característica (producto ofrecido,
vestimenta del vendedor, etc.).
Con la finalidad de estimar la cantidad de personas ocupadas en cada feria
se calculó, a partir de la observación, la cantidad de dos trabajadores en
cada puesto semi-fijo de tipo A o B, y un trabajador por cada ambulante.
Estas cifras pueden subestimar la cantidad de trabajadores por puesto, pero
se seleccionó este criterio por considerar que esto representa el número
mínimo posible en cada caso. En el cuadro 9 se presentan los resultados del
relevamiento.

272
Cuadro 9. Cantidad de puestos y trabajadores en ferias urbanas de Jujuy
Abril de 2010

Puestos Puestos Ambulante Ocupados


Feria Puestos
semi-fijos A semi-fijos B s (estimados)
Grande 720 316 376 28 1.412
Comodín 452 232 204 16 888
San Cayetano 285 84 192 9 561
Zona Terminal 322 96 *
212 14 630
San Pedrito 276 83 181 12 540
Palpalá 689 273 395 21 689
Perico 636 285 325 26 1.246
TOTAL 3.380 1.369 1.885 126 5.966
Fuente: elaboración propia en base a relevamiento de Ferias.
(*) En este caso los puestos pueden considerarse “fijos”, ya que por lo general tienen una
estructura metálica cerrada (cuatro paredes y un techo) y no se quitan del lugar luego de la
actividad sino que quedan armados de forma permanente.

Este relevamiento muestra que el total de puestos en todas estas ferias es


cercano a los 3.400, lo cual equivale a una cantidad mínima aproximada de
6.000 ocupados; donde el mayor número de puestos son de tipo semi-fijo A
o B, lo cual expresa cierta continuidad de la actividad. En todos los casos es
reducido el número de ambulantes.
Otro relevamiento realizado en la provincia de Jujuy es el de Martínez y
Medina, quienes contabilizaron los empleos en las principales ferias de la
provincia de Jujuy. La decisión de esta modalidad se origina en la importancia
de las ferias en los principales centros urbanos y turísticos, por lo cual las
localidades seleccionadas fueron los departamentos de El Carmen, Dr. Manuel
Belgrano, Humahuaca, Ledesma, Palpalá, San Pedro, Tilcara y Tumbaya, que
en conjunto reúnen cerca del 80% de la población total de la provincia.
Ese estudio, mediante una visita a alrededor de 50 ferias36 durante el año
2008, contabilizó 2.972 locales, en los que desempeñaban tareas unas
4.000 personas, con un promedio de entre una y dos personas por local
(ver cuadro 10).

36
El trabajo de campo se focalizó en los principales espacios dedicados a esta intensa actividad
comercial. La elegibilidad para el testeo estuvo relacionada con la envergadura y permanencia en el
tiempo de la ocupación física en lugares destinados a tal efecto. En ese sentido, se prestó especial
atención a las ferias que son desmontables y se rearman en varias localidades.

273
Cuadro 10. Cantidad de locales y trabajadores en ferias de Jujuy,
por departamento
2008

Departamento Locales Trabajadores

Dr. Manuel Belgrano 1.164 1 .454


Palpalá 342 622
Ledesma 319 407
Humahuaca 102 102
Tilcara 67 67
Tumbaya 47 47
San Pedro 399 469
El Carmen 429 755
Total 2.869 3.923

Fuente: FUJUDES, en Martínez y Medina (2008).

El trabajo de Martínez y Medina distingue dos tipos de ferias: las cerradas,


que corresponden básicamente a galerías comerciales con puestos
identificados por ellos mismos como informales37, y las abiertas, que se
corresponderían con la descripción de “ferias urbanas al aire libre” antes
planteada.

Ferias rurales anuales

Las ferias rurales o agroganaderas de Jujuy no son puntos de mero


intercambio de mercancías, sino también sitios de interacción social,
cultural y económica.
A partir de ese reconocimiento, durante el año 2007 el Proyecto Cultivos
Andinos38 realizó un relevamiento de tipo etnográfico de algunas de las
principales ferias agroganaderas de las regiones de la Quebrada de
Humahuaca y la Puna con el fin de identificar sus principales características
y cuantificar la cantidad de puestos, feriantes, visitantes y productos.
En el cuadro 11 se presenta la información surgida de dicho trabajo, con la
intención de realizar una aproximación a la cantidad de ferias
agroindustriales, puestos y feriantes de la provincia, partiendo del supuesto
de que estos eventos tienen una frecuencia anual (en todos los casos, con
una antigüedad superior a los cinco años para el año 2010) y que en ellos
37
En muchos casos esta noción puede ser discutible, dado que una cantidad importante de estos puntos
de venta cuenta con habilitación municipal e inscripción impositiva, aunque sí es posible que sus
empleados no tengan cobertura social en un porcentaje considerable.
38
PNUD ARG 05/G 42.

274
se exponen y venden productos no registrados formalmente pero que
encuentran en estos eventos un importante espacio para su
comercialización, lo cual lograría explicar, al menos en parte, su
multiplicación.

Cuadro 11. Ferias rurales de Jujuy


2007

Puestos Feriantes
Feria Localidad
(estimados) (estimados)
Coctaca Coctaca 40 120
Papa andina Tumbaya 35 240
Yacón Bárcena 18 45
Manka Fiesta La Quiaca 800 1.600
Pascua Abra Pampa 200 500
Durazno Huella 25 60
Cambalache Yavi 60 150
Cayote Tilcara 18 40

Fuente: Elaboración propia sobre datos del Proyecto Cultivos Andinos (2007).

Se puede afirmar, entonces, que las ferias de Pascua (Abra Pampa),


Cambalache (Yavi) y sobre todo la Manka Fiesta (La Quiaca) son, con sus
variantes, tradicionales en la provincia de Jujuy, por tener una
antigüedad superior a los 20 años. Si bien todas ellas se localizan en la
Puna, sus dimensiones son notablemente superiores a las que se han
generado más recientemente, sobre todo en la última década, y que
están representadas en las demás citadas en el cuadro 11. A su vez,
estas últimas ferias pueden servir de ejemplos de muchas otras que se
llevan a cabo durante todo el año en las diversas regiones de la
provincia39.
Así, en una estimación amplia, se puede señalar que cada año hay en Jujuy
un número aproximado de 40 pequeñas ferias locales, en las cuatro
regiones de la provincia. Cada una de estas ferias cuenta con un promedio
de 30 puestos y un total aproximado de 70 feriantes. Por tanto, los
resultados totales anuales son de 40 ferias rurales, 1.200 puestos y 2.800
feriantes. Si a estas cifras les sumamos la cantidad de puestos y feriantes
de las tres primeras ferias mencionadas, se infiere que en la provincia de
Jujuy hay (siempre en el plano de una aproximación) 43 ferias rurales
anuales, que reúnen un total de 2.260 puestos y ocupan a 4.850 personas.

39
Si bien las cifras que se presentan en el cuadro 11 corresponden al año 2007, la observación muestra
que las ferias rurales provinciales han crecido en número y tamaño.

275
Estas cifras representan un número mínimo estimado que puede ser una
aproximación al número de ferias rurales anuales, puestos y feriantes para
el año 2010 en la provincia de Jujuy.
El estudio de las ferias en la provincia de Jujuy nos parece un punto muy
importante para un análisis exhaustivo de la informalidad. Una primera
aproximación en base a las estimaciones expuestas en detalle en las
restantes secciones de este apartado nos permite arribar al resumen
planteado en el cuadro 12.

Cuadro 12. Resumen: ferias de Jujuy


2007

Ferias Puestos/locales Trabajadores


Urbanas
2.869 3.923
(Estimación a 2008)
Urbanas
3.380 5.966
(Estimación a 2010)
Rurales
2.260 4.850
(Estimación a 2010)
Total estimado para 2010 5.640 10.816

Los relevamientos no son comparables, por su metodología, alcance y


momento de realización, pero igualmente nos dan una idea de que estamos
hablando de al menos diez mil trabajadores, entre ferias urbanas y rurales.

CONCLUSIONES

En las últimas cuatro décadas se ha difundido de una forma notable el


concepto de informalidad, lo cual ha contribuido, paradójicamente, a
generalizar una visión confusa y heteróclita del mismo. Estas visiones, en su
afán por resolver los principales problemas del sector informal, abrieron
paso a un gran pragmatismo en el uso del concepto, que aparece confuso
en los programas destinados a su promoción, lo cual redunda en medidas
poco efectivas por no estar orientadas a una población claramente
identificada.

276
Sin embargo, no hay que perder de vista que los estudios del sector
informal han producido algunos resultados destacables que ayudaron a
reorientar las corrientes de pensamiento sobre el desarrollo, haciendo un
aporte importante en las siguientes cuestiones:
• Se propiciaron estudios socioeconómicos que mostraron, entre
otras cosas, la necesidad de adecuar la teoría económica a fin de
interpretar este tipo de fenómenos sobre los que, con anterioridad,
no se reconocía siquiera su existencia.
• A diferencia de los estudios de la década de 1960, que consideraban
únicamente los aspectos negativos y consideraban a esta franja como
una “población problema” no integrada al espacio de la ciudad, desde
la conceptualización del sector informal este comenzó a verse como
una alternativa laboral con posibilidades de contribuir al desarrollo.
• Empezaron a considerarse los aspectos positivos de la economía
informal: su producción de bienes y servicios, el ahorro de divisas, su
función capacitadota y el apoyo que los migrantes urbanos ofrecían a
sus familiares rurales pobres, entre otros40.
• Se han llevado a cabo importantes trabajos empíricos destinados a
conocer las condiciones específicas de funcionamiento de los
mercados urbanos de trabajo de diferentes países de América, Asia,
África y Europa.
Para el caso específico de Argentina, se hizo mención a una estrategia
conceptual-metodológica, el ACP, con el fin de mapear la informalidad sobre
la base de las particularidades que el fenómeno asume en este país
(desarrollada en Bergesio y Golovanevsky, 2008), para poder así diseñar
políticas que puedan llegar a los sectores con necesidades más urgentes.
Al recurrir a esta metodología, se obtuvo que el nivel de ingresos, la pobreza, el
nivel de calificación y el nivel de instrucción parecen ser, de alguna manera,
variables sintetizadoras de los mayores porcentajes de informalidad.
Si bien sostenemos que es necesario enfatizar que la propia heterogeneidad
de la categoría “informalidad” dificulta su análisis y estudio, consideramos
imprescindible perseverar en la búsqueda y el ensayo de estrategias
metodológicas que contribuyan a la identificación de los sectores que la
conforman, ya que se requiere conocer a quiénes se incluye dentro de, por
ejemplo, la categoría de “informales pobres”, para que sean sujetos de
políticas. Por ello, a partir de las caracterizaciones que hemos obtenido,
planteamos que, mayoritariamente, se corresponden con lo que llamamos
“informalidad de subsistencia” (que a su vez involucra a buena parte de las
actividades informales), lo que no implica desconocer la existencia de zonas
dentro del sector informal que poco tienen que ver con la supervivencia y más
con la maximización de ganancias.

40
Este cambio se relaciona con el paso desde un encuadre funcionalista, que enfatiza el dualismo de las
estructuras y la disfuncionalidad del sector tradicional, hacia un encuadre más estructural, que resalta la
articulación de los sectores y su carácter complementario. En el plano pragmático, se asocia con el
surgimiento de los modelos de desarrollo alternativo, que apoyan cambios a microescala con escasa
inversión de recursos, propiciando la participación popular, la conformación de grupos primarios, la
autogestión y las formas cooperativas de organización.

277
De esta conclusión se desprende que, si queremos hacer política para
disminuir la informalidad en Argentina, un factor que aparece como
central es la necesidad de mejorar los ingresos y las calificaciones de la
población. Esta afirmación puede parecer una verdad de Perogrullo, pero
no olvidemos que las medidas políticas actuales tendientes a reducir o
eliminar, por ejemplo, el comercio callejero, se limitan al control y la
persecución, siempre insuficiente y en algunos casos con presencia de
elementos de corrupción.
En este sentido, acordamos con lo que plantea Narodowski (2008), cuando
afirma: “Resulta evidente que el problema de la economía oculta 41 es la
estructura productiva. Del lado de la demanda, es imprescindible ampliar las
franjas de población de mayor poder adquisitivo, es decir, ampliar el mercado
de alta calidad y precio. Del lado de la oferta, las empresas deben tener una
mayor actitud innovadora, deben producir bienes complejos y lograr que la
tercerización deje de ser una fórmula de flexibilidad y se convierta en una
estrategia de trabajo de red de alto nivel cognitivo”.
Para el caso de Jujuy, y según datos del CNPV 2001, se pudo realizar una
aproximación a la informalidad en la provincia, definiendo a la población
informal como aquella población ocupada que no tuvo descuentos
jubilatorios (en el caso de ser obreros o empleados en relación de
dependencia) o no hizo aportes para la jubilación (en el caso de tratarse de
patrones, trabajadores por cuenta propia y trabajadores familiares).
Como resultado de esta definición, se obtuvo que los informales ocupados
son el 50% de la PEA, de los cuales el 49% son varones y el 52%, mujeres.
Los trabajadores cuentapropistas constituyen el grupo más preocupante en
términos de su falta de cobertura jubilatoria, tanto para hombres como para
mujeres. Entre estas últimas, el empleo en el servicio doméstico sigue
siendo una ocupación con un alto grado de desprotección.
La segunda preocupación vendría dada por el empleo en relación de
dependencia en el sector privado, no solo por los niveles de no registración
sino también por su peso en el conjunto de los ocupados. Las ramas de
actividad en las que la informalidad tiene mayor incidencia son
construcción, hotelería y restaurantes y comercio (todas ellas con valores
superiores al 70%). De estos tres sectores, el comercio es el que mayor
importancia tiene por el número de ocupados que corresponden a él.
Un segundo grupo de ramas de actividad, en cuanto a la incidencia de la
informalidad dentro de cada una, es el de agricultura y ganadería;
transporte, almacenamiento y comunicaciones; servicios comunitarios,
sociales y personales, e industria manufacturera: todas muestran valores de
informalidad de entre el 49% y el 63%. Una aproximación con
desagregación territorial muestra que las regiones de la Quebrada y la Puna
son las de mayores niveles de informalidad, al igual que la población rural
dispersa.

41
Definida como la economía formada por empresas que subdeclaran una parte sustancial de sus
operaciones y/o del personal (Narodowski, 2008).

278
Es importante destacar que, además de los inconvenientes que esto plantea
para la vida cotidiana (falta de cobertura médica, no cobro de asignaciones
familiares —aunque esta situación está modificándose— y falta de acceso al
crédito o a planes de vivienda, entre otros), la mayor preocupación radica
en el futuro de la población que integra la franja de informales. Cuando este
grupo llegue a la edad jubilatoria y no logre acceder a ese derecho, se
encontrará en una situación de total desprotección, sobre todo si carece de
apoyo familiar o si, teniéndolo, este no alcanza a cubrir sus necesidades
básicas y/o está por debajo de la línea de la pobreza. Pero la situación de
informalidad también tiene consecuencias negativas en el presente de esa
población. En caso de enfermedad o accidente, las personas quedan
desprotegidas e incapacitadas para el trabajo diario, y si ocurre el
fallecimiento del trabajador, la desprotección afecta a quienes dependen de
él y no pueden procurarse un sustento por sus propios medios, como es el
caso de los menores, los ancianos y los discapacitados, entre otros.
Al medir el empleo en el sector informal para el conglomerado San Salvador
- Palpalá en la etapa post-convertibilidad, se logra dar cuenta de algunos de
los procesos concomitantes en este período de recuperación económica.
Fundamentalmente, hay un corrimiento desde el cuentapropismo no
calificado hacia posiciones asalariadas desprotegidas en empresas de menor
tamaño. Esto podría deberse a que el crecimiento de la actividad ha
impulsado a la captación de mano de obra que estaba ocupada en
“actividades de refugio” y la ha llevado a convertirse en asalariada, aunque
esta fuerza no ha sido suficiente para generar empleos de calidad.
Esto lleva a la vinculación entre informalidad y pobreza, pero no solamente
en relación a quienes ejercen una actividad económica o laboral de tipo
informal, sino en términos de los consumidores. Así planteada la cuestión,
se puede decir que en una provincia con un número importante de
población con carencias económicas, las ferias urbanas (en sus distintas
versiones) constituyen lugares donde se pueden adquirir productos de la
canasta básica a menor precio, y comprar artículos baratos que imitan a las
grandes marcas globales y copias de películas y música a menos de una
décima parte del precio del producto original. Se trata de una población que
no puede acceder a artículos originales por su alto precio, pero sí a las
copias gemelas que se encuentran en las ferias.
Las ferias son, entonces, espacios donde los sectores populares pueden
satisfacer sus necesidades, que son generadas y promovidas por la
sociedad de consumo tan característica de nuestro tiempo 42,
retroalimentando la informalidad a través de los consumidores.
Las ferias en Jujuy representan un mojón relevante de informalidad, en sus
diversas expresiones, aunque no se puede pasar por alto la complejidad que
implica conocer de manera fidedigna las dimensiones de este fenómeno,
que muta continuamente, alberga situaciones diversas y, además, parece
formar parte constitutiva de la cultura jujeña (y andina en sentido amplio).

42
Barman, 2008.

279
El importante rol que juegan las ferias, no solo en términos de empleo sino,
básicamente, como proveedoras de buena parte de los bienes que se
consumen en la provincia, plantea la necesidad de conocer mejor cuántas
ferias hay y a cuánta gente ocupan. Para ello se debería contar con
métodos de relevamiento bien definidos, con categorías claramente
formuladas y con operativos sistemáticos y a intervalos regulares, teniendo
conciencia además de que los resultados de tales relevamientos tendrían
una validez temporal, puesto que las ferias cambian todo el tiempo.
Esto implica también definir con la mayor exactitud posible qué es una feria y
qué no lo es, qué tipos de ocupaciones se desarrollan en ellas (trabajadores
por cuenta propia, trabajadores familiares, empleados “en negro”, a destajo,
patrones, etc.) y si el trabajo en la feria constituye la ocupación principal para
la mayoría de los involucrados o es una actividad secundaria que se realiza en
el tiempo libre o en situaciones financieras críticas puntuales.
Asociar las ferias con la informalidad parece más bien basarse en la
creencia subyacente de que “los feriantes tienen una alta probabilidad de no
cumplimentar los requisitos mínimos de inscripción en los registros del
sistema de seguridad social, y carecen de seguros médicos u otras
coberturas sociales” (Martínez y Medina, 2008).
En nuestra perspectiva, sostenemos que si se pretende asociar las ferias a
la informalidad se debería en primer lugar definir de qué tipo de
informalidad se está hablando. Por ejemplo, para el caso de las ferias
urbanas, y según las descripciones planteadas en este apartado, podemos
hablar de al menos dos grandes grupos de feriantes. Por un lado están los
que concurren a las ferias como mera estrategia de supervivencia, llegando
a vender inclusive objetos usados de su pertenencia, muy deteriorados y de
escaso valor en el mercado, y en este grupo podríamos incluir también a
quienes comercian productos alimenticios de fabricación casera (tortas,
pochoclo, etc.). Por otro lado, existe otro segmento de feriantes, con locales
de mejor calidad y más superficie, con variedad de productos a la venta y,
en muchos casos, con empleados asalariados a su cargo. Inclusive no son
escasos los feriantes que cuentan con puestos en más de una feria (al aire
libre y cubiertas). Mientras que los primeros se pueden identificar
claramente con una informalidad de subsistencia, los segundos parecen
encajar mejor en una informalidad de acumulación.
Si bien no podemos cuantificar con certeza estos dos fenómenos, podríamos,
basándonos en nuestra estimación del año 2010 para las ferias urbanas al aire
libre, tomar el tipo de puesto como una variable proxy, y asociar los puestos
semi-fijos de tipo A con una informalidad de acumulación y los de tipo B y los
ambulantes con una informalidad de subsistencia. Esto nos daría que casi una
cuarta parte de los puestos correspondería a la informalidad de acumulación y
unas tres cuartas partes a la de subsistencia.
El caso de las ferias rurales es algo diferente, porque en la región andina
latinoamericana (de la cual Jujuy forma parte) no se limitan a la esfera de
intercambio económico sino que constituyen un espacio donde, además, se

280
reproducen y actualizan valores socioculturales 43. Por ello, estas ferias no
deberían ser, y por lo general no lo son, enfocadas por el tema de la
informalidad sino como parte de expresiones culturalmente vigentes de
intercambios materiales y simbólicos en los cuales participan, sobre todo,
pequeños productores rurales, que en su mayoría no están “formalmente
registrados” y cuyas prácticas económicas se vinculan fuertemente con lo
que dimos en llamar “informalidad de subsistencia”.
En ambos casos, conocer en profundidad las ferias permitirá tomar
decisiones de política informadas, no arbitrarias ni caprichosas, para el
mejor desarrollo de la economía de Jujuy y, lo que es más importante, para
mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.

43
Bergesio y Montial, 2010.

281
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284
285
286
LOS MICROEMPRENDIMIENTOS EN JUJUY

Alfredo Simón

Introducción

Los cambios económicos ocurridos en la Argentina a partir de la década


de 1990 han incidido en Jujuy, produciendo importantes
transformaciones en todo el territorio provincial. Como resultado de
dichas transformaciones, se ha observado una disminución sostenida de
los puestos de trabajo productivos, provocada por la expulsión de
trabajadores por parte de las grandes empresas privatizadas (del sector
siderúrgico, entre otros), la retracción de la minería y la sustitución de
mano de obra por la incorporación de equipamiento y tecnología.
A estos fenómenos se suma la migración interna de personas desde todo el
territorio provincial hacia las ciudades, que en consecuencia concentran mayor
población, y la gran cantidad de jóvenes que se incorporan al mercado laboral al
finalizar sus estudios. Así, se ha constituido un complejo de población activa
muy diverso:
• Mano de obra expulsada de alta calificación que, como alternativa de
autoempleo, comenzó a generar pequeños emprendimientos
productivos, tomando como base los conocimientos técnicos adquiridos
durante su trayectoria laboral. Este es el caso de buena parte de los
microemprendimientos de Palpalá.
• Mano de obra originada por desplazamientos de población, que
abandonó su actividad rural para emplearse en su mayoría en el sector
de la construcción, el tabaco y la caña de azúcar.
• Nuevas generaciones que buscan su primer empleo en la administración
pública, como la gran cantidad de varones jóvenes que se inscriben
para ingresar como cadetes a la policía provincial y mujeres que inician
la carrera docente.
• También es necesario destacar la abundancia de programas sociales
canalizados por los municipios y las organizaciones sociales.
En los últimos diez años se desarrolló en todo el territorio provincial una gran
cantidad de microemprendimientos que sorprenden por la diversidad de
actividades que abarcan.
La intención del presente estudio es hacer visible el ámbito de las
microempresas en Jujuy, mediante el análisis de los sectores sobre los
que existe información cuantitativa relevante, determinando el mercado
que satisfacen, y revisar las acciones implementadas por parte del
sector público y privado y las organizaciones intermedias para incentivar
su promoción y desarrollo.

287
Para la elaboración del presente estudio de base, se ha considerado la
información existente sobre las instituciones públicas y privadas vinculadas con
la temática de los microemprendedores.
Estas son:
• Consejo de la Microempresa (CME)
• Programa MicroSol
• Censo de Artesanos
• Red de Economía Solidaria
• Programas nacionales de asistencia San Salvador de Jujuy y Palpalá

CARACTERÍSTICAS DISTINTIVAS DE LAS MICROEMPRESAS

Definición

No existe en Jujuy una definición precisa y consensuada sobre el tamaño de las


microempresas. En general, se toman como parámetro la cantidad de mano de
obra que emplean o la facturación.
El Consejo de la Microempresa de Jujuy, creado por Ley 4513/90 y sus
modificatorias Ley 4563/91 y Ley 4985/97, de Promoción de la Microempresa,
establece para la asistencia técnica y financiera un límite de hasta 15 personas
empleadas1. Este rango incorpora también a las pymes y cooperativas, por lo
cual no resulta clara la definición misma de microempresa.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera microempresas a
aquellas organizaciones que:
• Tienen un máximo diez empleados, tanto remunerados como no
remunerados, incluyendo al propio microempresario y los familiares que
trabajen con él. En algunos casos el umbral de número de empleados se
disminuye a cinco.
• El microempresario tiene una escolaridad menor a los doce años (es
decir, tiene un máximo de educación media completa).
• No constituye una sociedad completamente formal. Es decir, la
microempresa presenta algún grado de informalidad en alguno de los
distintos ámbitos considerados, ya sea ante el servicio de impuestos
internos, la Municipalidad o el área oficial del Trabajo.
Para el caso de la provincia de Jujuy, se pueden definir como microempresas o
microemprendimientos a las empresas operadas por una persona natural o
jurídica bajo cualquier forma de organización, que desarrolla actividades de

1
Decreto 3524 E- 97.

288
producción, servicios y/o comercialización de bienes, con las siguientes
características:
• Unipersonal, o con un máximo de cinco empleados, tanto remunerados
como no remunerados, incluyendo al propio microempresario y sus
familiares.
• Pueden tener un grado de informalidad respecto de leyes laborales y
contribuciones impositivas.
De esta manera se puede abarcar toda la realidad social y económica y la
diversidad de actividades en la provincia, tanto en el ámbito urbano como rural.

Características

Los microemprendimientos son encabezados en su gran mayoría en forma


unipersonal, por empresas de familia o pequeñas sociedades de hecho que
tienen como objetivo principal la obtención de utilidades basada en la
explotación de las habilidades personales de sus integrantes.
En su gran mayoría, los microemprendedores toman al negocio como una
oportunidad de mercado, sin una planificación a largo plazo, atendiendo
intuitivamente a una necesidad insatisfecha de sus clientes, como sucede con
muchos de los vendedores del mercado informal urbano.
En otros casos, los emprendedores explotan una actividad propia de la región a
la que pertenecen, lo que les sirve como motivo de arraigo a sus localidades de
origen, como ocurre con algunos artesanos, productores de camélidos y
pequeños agricultores, entre otros. La gran falencia de estos emprendedores es
su aislamiento, por lo que no tienen posibilidad de negociación, perdiendo así
frente a la intermediación que vende sus productos en los mercados urbanos.
En algunos casos estos procesos se revierten por la complementación y el
trabajo asociado, como por ejemplo la Red de Economía Solidaria.
En algunas localidades, como Palpalá, Libertador Gral. San Martín, San Pedro,
Caimancito y Perico, existen muchos microemprendimientos orientados a las
actividades industriales, ya sea para el mantenimiento y maquinado de piezas
para la siderurgia, la minería, la metalmecánica y las actividades tabacalera y
azucarera, como para la producción de maderas y muebles. Estos manejan
grandes conocimientos técnicos y especialización, pero no crecen en la medida
de sus posibilidades por no incorporase definitivamente a las cadenas de valor.
Existe una informalidad creciente en las grandes ciudades de la provincia donde
participan los emprendedores, en especial en la actividad comercial y de
servicios, tanto en las calles de la capital como en las ferias de Alto Comedero,
Palpalá y Perico.

289
EL CONSEJO DE LA MICROEMPRESA

El Consejo de la Microempresa (CME) de Jujuy es una institución creada por


ley provincial con la función de asistir financieramente a emprendedores de
actividades productivas o de prestación de servicios.
Mediante convenios con organismos nacionales, el CME administra los
programas Fonapyme, Bonificación de Tasas, Complejos Productivos,
Crédito Fiscal de Capacitación, Garantías Reciprocas y Programa Global de
Créditos.
Actualmente, la operatoria del CEM tiene las siguientes características:
• Créditos de hasta 50 mil pesos para proyectos de servicios y
productivos (agricultura, ganadería, manufacturas, industrias, artesanías y
otros).
• Créditos de hasta 75 mil pesos para proyectos de servicios turísticos
y construcciones civiles.
• Condiciones:
- Tres meses de gracia y un máximo de 18 meses de devolución.
- 18 meses de gracia y un máximo de 5 años de devolución.
• Garantía: Personal, con cesión de haberes titular y/o terceros
(administración pública), hasta 25 mil pesos. Prendaria y/o hipotecaria.
• Tasa de interés vigente: 9% anual fija.

El CME tiene ventanillas de atención en San Salvador de Jujuy, San Pedro,


Libertador Gral. San Martín, Perico, Palpalá, Monterrico y Abra Pampa.
Brinda asistencia técnica y capacitación, y asesora en formulación y
seguimiento de proyectos.
El directorio del CME está compuesto por nueve miembros, que son quienes
aprueban los créditos con integrantes de la Legislatura, cámaras
empresarias, la Universidad Nacional de Jujuy, las secretaría de la Pequeña
y Media Empresa e Integración Regional, de Desarrollo Económico Social y
de Turismo de la Nación, y el Banco de Acción Social.
El CME, a 10 años de su creación, ha reunido información acerca de más de
800 solicitudes de créditos para emprendimientos en toda la provincia de
Jujuy.
A continuación, se presenta un análisis basado en la información disponible
en el CME sobre los emprendedores que solicitaron asistencia técnica y
financiera.
Respecto de la localización, el gráfico 1 muestra que la mayoría de los
emprendedores pertenece a San Salvador de Jujuy y Palpalá, aunque cabe
destacar que en la actualidad se advierte una distribución más equitativa
respecto de las otras regiones de la provincia, debido a la creación de
ventanillas de atención en las ciudades cabeceras de cada departamento.

290
Gráfico 1. Expedientes tramitados en el CME, por localización
Años 1999 a 2009
En porcentajes del total (632 expedientes)

13,10

10,90 40,80

7,80

6,30
1,60
4,70 4,70 7,40
2,70

San Salvador Palpalá Ledesma San Pedro


Santa Bárbara Valle Grande El Carmen Quebrada
Puna Otros

Fuente: Consejo de la Microempresa.

Gráfico 2. Expedientes tramitados en el CME, por rubro


Años 1999 a 2009
En porcentajes del total (632 expedientes)

6,10 0,20 4,20

0,30
26,90
6,60

11,00

7,70
16,60
4,80
9,10 6,40

Agropecuario Turismo Comercio Servicios


Gastronomía Alimentos Industria Artesanías
Profesional Textil Otros Sin determinar

Fuente: Consejo de la Microempresa.

291
Evolución de los créditos aprobados

Cuadro 1. Evolución de créditos aprobados por el CME, por rubro


Años 1999 a 2009
En porcentajes

Promedio
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 1999/2009
Agropecuario 26,10 58,00 41,20 47,80 26,40 22,20 28,90 8,10 7,80 13,20 16,70 26,90
Turismo 4,30 9,10 5,90 4,30 11,30 25,40 21,10 27,40 29,70 27,60 16,70 16,60
Comercio 8,70 3,40 - 8,70 3,80 - 5,30 9,70 17,20 7,90 6,00 6,40
Servicios 26,10 3,40 11,80 4,30 3,80 3,20 2,60 9,70 9,40 10,50 15,50 9,10
Gastronomía 8,70 4,50 5,90 - 3,80 3,20 7,90 3,20 6,30 5,30 3,60 4,80
Alimentos 26,10 3,40 11,80 - 5,70 3,20 5,30 8,10 9,40 1,30 10,70 7,70
Industria - 11,40 14,70 26,10 1,90 12,70 13,20 9,70 6,30 13,20 11,90 11,00
Artesanías - 1,10 - 4,30 17,00 15,90 10,50 4,80 7,80 5,30 6,00 6,60
Profesional - - - - - - - - - 1,30 2,40 0,30
Textil - 4,50 5,90 2,20 11,30 14,30 5,30 6,50 6,30 6,60 4,80 6,10
Otros - - - - - - - - - - 2,40 0,20
Sin determinar - 1,10 2,90 2,20 15,10 - - 12,90 - 7,90 3,60 4,20
Fuente: Consejo de la Microempresa.

En los más de 10 años de trabajo del CME se fue dando un cambio en las
actividades elegidas por los emprendedores. En la actualidad, las principales son
las agropecuarias, las turísticas, las de alimentos y las de servicios. La mayoría
de los créditos otorgados en todo este período pertenecen al sector formal.

Gráfico 3. Evolución de créditos aprobados por el CME


Rubros agropecuario, turístico, de servicios e industrial
Años 1999 a 2009

70

60

50

40

30

20

10

0
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Agropecuario Turístico Servicios Industrial

Fuente: Consejo de la Microempresa.

292
Sector agropecuario
En el período 1999-2009, la cantidad de solicitudes de créditos para
emprendimientos agropecuarios ha tenido una variación promedio del
26,90%. Este importante sector de la economía provincial presenta una
gran diversificación, en las cuatro regiones (Quebrada, Puna, Valles y
Ramal). De acuerdo a los datos (que se presentan en el cuadro 1), la
solicitud de créditos para este sector ha disminuido notablemente en los
últimos 10 años: de más del 50% a apenas el 16% del total de los pedidos.

Cuadro 2. Créditos aprobados por el CME para el sector agropecuario


Por actividad - En porcentajes

Actividad Porcentaje

Apicultura 28,00
Carnes 13,00
Productor 11,00
Floricultura y viveros 11,00
Avicultura y otros 8,00
Tambos de leche 4,00
Pasturas y otros 2,00
Otros 23,00
Total sector agropecuario 100,00

Fuente: Consejo de la Microempresa.

Turismo
La cantidad de créditos otorgados por el CME para actividades turísticas en
el período 1999-2009, tuvo una variación promedio del 16,60%. Los datos
del cuadro 1 muestran que este sector ha experimentado un fuerte
incremento en la participación de solicitudes de asistencia financiera a partir
de la declaración de la Quebrada de Humahuaca como Patrimonio de la
Humanidad (UNESCO, 2003): en el año 2000 recibió el 5% de los
otrorgamientos, mientras que ese porcentaje trepó al 17% en 2009,
pasando por un máximo del 29,70% en 2007.
Los emprendedores de este sector se radican en primer término en San
Salvador de Jujuy, luego en la Quebrada y en el Ramal. La principal
actividad a la que se dedican es hospedaje y alojamiento, aunque otras de
importancia son el turismo alternativo y el transporte asociado al turismo.

293
Cuadro 3. Créditos aprobados por el CME para el sector turístico
Por actividad - En porcentajes

Actividad Porcentaje

Alojamiento 78,00
Turismo alternativo 10,00
Transporte 5,00
Otros 7,00
Total sector turístico 100,00

Fuente: Consejo de la Microempresa.

Industria
En el período 1999-2009, la cantidad de solicitudes de créditos para
emprendimientos industriales tuvo ha tenido una variación promedio del
11%. Casi el 50% de las solicitudes de este sector está concentrado en dos
actividades: carpinterías, aserraderos y fabricación de muebles, por un lado,
y pequeños talleres metalúrgicos y herrerías. El resto de los créditos
otorgados por el CME están diversificadas en industrias de sal, calzados y
agua mineral, entre otras.

Cuadro 4. Créditos aprobados por el CME para el sector industrial


Por actividad - En porcentajes

Actividad Porcentaje

Madera y muebles 38,00


Construcción 17,00
Talleres metalúrgicos 10,00
Curtiembres 7,00
Fábrica de alimentos 5,00
Otros 23,00
Total sector industrial 100,00

Fuente: Consejo de la Microempresa.

Servicios
La cantidad de créditos otorgados por el CME al sector servicios en el
período 1999-2009, tuvo una variación promedio del 9,1%. Este sector
integra talleres del automotor, recreación (entretenimientos, infantiles),
productoras de filmaciones, fotografía, TV, jardines y enseñanza particular.

Cuadro 5. Créditos aprobados por el CME para el sector de servicios

294
Por actividad - En porcentajes

Actividad Porcentaje

Taller automotor 30,00


Reparaciones hogar 14,00
Recreación 11,00
TV cable / telefonía 11,00
Enseñanza 6,00
Otros 28,00
Total sector servicios 100,00

Fuente: Consejo de la Microempresa.

Gastronomía, alimentos, artesanías y textil


Estos cuatro rubros, en conjunto, representan un promedio del 25,20% de
la totalidad de los créditos otorgados por el CME entre 1999 y 2009.

Gráfico 4. Evolución de créditos aprobados por el CME


Rubros gastronómico, de alimentos, de artesanías y textil
Años 1999 a 2009

30

25

20

15

10

0
1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009

Gastronómico Alimentos Artesanías Textil

Fuente: Consejo de la Microempresa.

En el rubro alimentos destacan los emprendimientos dedicados a la


Elaboración de encurtidos, dulces y panificación casera, mientras que en el
artesanal se observa una gran cantidad de variantes. En tanto, el rubro
textil comprende fabricación de indumentaria deportiva, tejidos y
guardapolvos, y el gastronómico, comidas, repostería y pequeños bares y
confiterías.

295
Cuadro 6. Distribución de créditos otorgados por el CMA
Por rubro - En porcentajes

Rubro Porcentaje

Alimentos 7,70
Artesanías 6,60
Textil 6,10
Gastronomía 4,80
Total 25,20

Fuente: Consejo de la Microempresa.

La economía informal: MicroSol

El Consejo de la Microempresa de Jujuy desarrolla desde hace cuatro años el


Programa MicroSol, cuyo objetivo básico es la asistencia financiera a
microemprendedores productivos y de servicios que se vean imposibiltados de
otorgar garantías formales, como recibos de sueldos, prendas y/o hipotecas.
Se trata de la adopción del esquema de microcréditos para grupos
solidarios, conocido como el banco de los pobres 2, cuya modalidad en
Latinoamérica fue adoptada primero en Bolivia, desde donde se estudió y se
replicó luego en Jujuy.
A pesar de su tasa de interés elevada, el programa tiene gran aceptación en
las pequeñas empresas familiares y unipersonales que trabajan en el
mercado informal.
Los microcréditos se constituyen en un capital de trabajo mínimo que se
renueva constantemente y brinda la oportunidad a los emprendedores de
financiar sus compras semanales y/o quincenales. Los préstamos se aplican
a actividades cuyo destinatario es el consumidor final.
La operatoria tiene las siguientes características:
• Beneficiarios. Los emprendedores deben conformar grupos de tres
personas, mayores de edad. Cada uno de ellos debe acreditar la
existencia de un emprendimiento independiente que tenga una
antigüedad no menor a 6 meses.
• Garantías. Son de tipo solidaria, es decir que las personas
conforman grupos a su elección. Cada uno de los integrantes deben
firmar un contrato y un compromiso de pago de pago, de manera que
se obligan solidariamente a la devolución de la totalidad del crédito.
• Montos. Cada uno de los miembros puede acceder inicialmente a 500
pesos, que se incrementan en 100 pesos en cada renovación, hasta los
2
El Banco Grameen, fundado en 1976 por el hindú Muhamad Yunus, es un banco social que otorga
microcréditos a grupos de cinco individuos que reciben el dinero con muy pocos requisitos.

296
1.000 pesos. Luego, la renovación es de 500 pesos, hasta llegar a un
máximo de 3.000 mil, que puede solicitarse hasta en dos oportunidades.
Tomando el grupo, el monto inicial es entonces de 1.500 pesos, con un
tope de 9.000 pesos como máximo renovable por dos veces.
• Devolución. El crédito se devuelve en 12 cuotas semanales, es decir
que se cancela en tres meses.
• Los emprendedores registran su inscripción al monotributo social.
En la actualidad, el comportamiento de los emprendedores beneficiados por
el Programa MicroSol respecto de la devolución es superior al de todas las
otras líneas de crédito ofrecidas por el CME, a pesar de que la mayoría de
los beneficiarios son cuentapropistas de muy bajos o nulos ingresos.
En cuatro años de trabajo, se formaron alrededor de 350 grupos solidarios.
La mayoría son de San Salvador de Jujuy, y el mayor porcentaje están
sobre las avenidas y los barrios con más movimiento comercial de la ciudad.

Cuadro 7. Beneficiarios del Programa MicroSol, por localización


En porcentajes del total de grupos solidarios (350)

Localización Porcentaje

Av. Alte. Brown 24,50


Barrio San Pedrito 11,50
Centro de San Salvador 8,80
Barrio Cnel. Arias 7,00
Barrio M. Moreno 6,90
Barrio Cuyaya 5,90
Alto Comedero 5,80
Barrio Alto Gorriti 5,50
Ciudad de Palpalá 5,00
Barrio I. Malvinas 4,30
Barrio Chijra 3,40
Barrio Ciudad de Nieva 2,60
Otros 8,80
Total 100,00
Fuente: Consejo de la Microempresa.

Si bien los emprendimientos que promueve el Programa Microsol están


orientados a la producción y servicios (artesanías, textiles, madera y
servicios), la mayoría está dedicada al comercio.

297
Cuadro 8. Beneficiarios del Programa MicroSol, por actividad
Años 2005-2009
En porcentajes

Cantidad de
Actividad Porcentaje
emprendimientos
Comercio 448 56,00
Gastronomía 126 15,60
Servicios 78 9,60
Artesanías 55 6,80
Textil 45 5,60
Fabricación 40 4,90
Sin determinar 12 1,50
Total 804 100,00
Fuente: Consejo de la Microempresa.

De los emprendimientos beneficiarios dedicados al comercio, la mayoría se trata


de compra-venta de mercaderías que son comercializadas en ferias o en la vía
pública, como ropa por catálogo, cosméticos y golosinas, entre otras.

Cuadro 9. Beneficiarios del Programa MicroSol - Rubro Comercio, por actividad


Años 2005 a 2009
En porcentajes del total del rubro (448)

Actividad Porcentaje

Telas, indumentaria 32,00


Polirrubro 20,00
Cosméticos, perfumería 13,00
Granjas, despensas, minimercados 6,00
Verdulerías 4,00
Venta de diarios y revistas 4,00
Farmacia, hierbas medicinales 3,00
Joyas, bijouterie, relojes 3,00
Librería, útiles escolares 2,00
Kioscos, cigarrillos, golosinas 2,00
Otros 12,00
Total 100,00
Fuente: Consejo de la Microempresa.

La venta de ropas es la actividad mayoritaria, mientras seguida por el


polirrubro, que comprende la compra y venta de artículos vinculados con
cada época del año, como por ejemplo juguetes para el Día del Niño;

298
pirotecnia para Navidad y Año Nuevo; útiles y ropa de gimnasia frente al
comienzo de las clases, etcétera.
En el rubro de gastronomía, que ocupa el segundo lugar después del
comercio, se trata de pequeños establecimientos en los barrios de la ciudad,
vendedores ambulantes y, en menor proporción, ventas a domicilio

Cuadro 10. Programa MicroSol - Rubro Gastronomía, por actividad


Años 2005 a 2009
En porcentajes del total del rubro (126)

Actividad Porcentaje

Sándwiches, empanadas, pizzas 41,00


Repostería 16,00
Comidas regionales 14,00
Elaboración de comidas 14,00
Confiterías, restaurantes, bares 11,00
Otros 14,00
Total 100,00
Fuente: Consejo de la Microempresa.

En tercer lugar se ubican los emprendimientos dedicados a los servicios,


rubro en el que las actividades más representativas son los salones de
belleza, las peluquerías de barrio y los servicios para el hogar.

Cuadro 11. Programa MicroSol - Rubro Servicios, por actividad


Años 2005 a 2009
En porcentajes del total (78)

Actividad Porcentaje

Salón de belleza, mujer 52,00


Electricistas, gasistas, albañiles 23,00
Lavandería 5,00
Cyber 4,00
Telecabinas 4,00
Otros 12,00
Total 100,00
Fuente: Consejo de la Microempresa.

299
En el caso de las artesanías, se trata en general de emprendimientos
unipersonales, de artesanos aficionados, en su mayoría jóvenes, que
venden su producción en las calles del centro de la ciudad.

Cuadro 12. Programa MicroSol - Rubro Artesanías, por actividad


Años 2005 a 2009
En porcentajes del total (55)

Actividad Porcentaje

Cuero 31,00
Alambre 29,00
Cerámica, porcelana, yeso 18,00
Madera 13,00
Otros 9,00
Total 91,00
Fuente: Consejo de la Microempresa.

ARTESANÍAS

Los artesanos constituyen un sector de gran relevancia, en especial porque


se distribuyen en toda la geografía de la provincia. Son una forma de
autoempleo genuinamente productivo que, por su propia naturaleza,
pertenece al sector microempresario.
La Secretaría de Turismo y Cultura de Jujuy está realizando un Censo
Provincial de Artesanos, según lo establecido en la Ley Provincial N.º 5.122,
a fin de relevar los emprendedores de este sector para poder aplicar
políticas específicas.
La artesanía es una de las manifestaciones más visible de la diversidad
cultural de una región: en ella se reflejan el arte y la creatividad, la cultura
y el patrimonio de Jujuy, y además se eslabona en la cadena de valor del
sector turístico, de gran crecimiento en los últimos años. Por todo esto es
impostergable el reconocimiento de las artesanías como un valor que debe
ser conservado, enriquecido y proyectado a futuro como generador de
empleo.
Más del 70% de los artesanos censados se encuentran en las regiones
Quebrada y Puna, las que a su vez registran las menores densidades
poblaciones, por lo que esta se puede considerar una de las principales
actividades de sus economías.

300
Cuadro 13. Cantidad de artesanos, por región
En porcentajes del total (860)

Región Porcentaje

Puna 48,40
Quebrada de Humahuaca 25,20
Valles 14,30
Ramal 12,10
Total 100,00
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

Región Puna

Casi la mitad de los emprendimientos de este tipo se concentran en la Puna,


y tal como reflejan los datos del cuadro 14 su presencia se acentúa en los
departamentos y localidades fronterizos con Bolivia.

Cuadro 14. Cantidad de artesanos en la Puna, por departamento

Cantidad
Departamento Porcentaje
de artesanos
Yavi 28,00 116
Santa Catalina 23,50 97
Cochinoca 20,00 83
Susques 19,40 80
Rinconada 10,10 37
Total 100,00 413
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

301
Cuadro 15. Cantidad de artesanos en la Puna, por localidad
En porcentajes

Porcentaje
Localidad del total
La Quiaca 21,50
Abra Pampa 14,30
Barrancas 5,60
Casira 7,00
Cusi Cusi 5,80
Susques 4,80
Paicone 4,10
Huancar 3,90
Puesto Sey 3,60
Yavi 2,90
Pastos Chicos 3,10
Lagunillas del Farallón 2,70
Santa Catalina 2,20
El Toro 2,20
Otros 16,30
Total 100,00
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

Se destacan claramente dos aspectos:


• La migración de los artesanos a las ciudades más pobladas, como La
Quiaca y Abra Pampa, se debe a que existe allí un mejor mercado
para la venta de sus productos y una infraestructura más adecuada
para el desarrollo de la vida de los emprendedores.
• Las localidades con gran concentración de artesanos, como
Barrancas, Casira y Cusi Cusi, se pueden considerar verdaderas
comunidades de artesanos.
Respecto de los tipos de artesanías, se advierte que la mayoría de estos
emprendimientos están dedicados a los tejidos, como se refleja en el cuadro
16.

302
Cuadro 16. Tipo de artesanías en la Puna
En porcentajes

Actividad Porcentaje

Tejidos 78,50
Alfarería 10,20
Tejidos e hilados 4,10
Artesanías en lajas y piedra 2,70
Otros 4,50
Total 100,00

Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores


preliminares.

En particular, la mayor cantidad de hilados y tejidos son de fibra de


camélidos, especialmente llamas y, en menor proporción, de lana de oveja.
Por otra parte, el censo revela que la totalidad de los artesanos de
Barrancas son tejedores, mientras que los de Casira son alfareros.

Cuadro 17. Distribución de artesanos de la Puna por edades

Porcentaje
Rango de edad Cantidad
del total
60 años o más 5,33 22
50 años o más 14,77 61
40 años o más 27,60 114
30 años o más 29,54 122
menos de 30 años 22,76 94
Total 100,00 413
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

Al analizar la distribución por edades de los artesanos, se observa que casi


el 30% de ellos tienen entre 30 y 40 años.
Es necesario destacar que los resultados preliminares del censo indican que
el 42,6% de los artesanos de la Puna tiene otra actividad remunerativa.

303
Región Quebrada

Tal como se advierte en el cuadro 13, la cuarta parte de los artesanos de la


provincia están establecidos en la Quebrada, que se constituye así en la
segunda región de importancia para el sector, muy asociada al turismo,
fortalecido luego de la declaración de la Quebrada de Humahuaca como
Patrimonio de la Humanidad, en 2003.

Cuadro 18. Cantidad de artesanos en la Quebrada


Por departamento

Departamento Porcentaje Cantidad

Humahuaca 45,00 97
Tilcara 32,00 70
Tumbaya 23,00 50
Total 100,00 217
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

La distribución por localidades muestra que se destacan las ciudades de


Humahuaca, Tilcara, Maimará y Purmamarca como centros donde se
concentran las artesanías de la región, lo cual se explica por la fuerte
presencia de los turistas, lo que las convierte en puntos de venta clave.

Cuadro 19. Cantidad de artesanos en la Quebrada, por localidades


En porcentajes

Localidad Porcentaje

Humahuaca 28,00
Tilcara 19,00
Maimará 12,00
Purmamarca 10,00
Tumbaya 6,00
Santa Ana 5,00
Volcán 6,00
Uquía 4,00
Caspalá 3,00
Otros 7,00
Total 100,00
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

304
Un comentario que se debe tener en cuenta es la presencia de artesanías de
Bolivia y otros lugares inclusive Bs. As que se mezclan con las locales sin
poder distinguir el origen y la calidad de las mismas.
Respecto a los rubros destacados dentro de las artesanías es mas
diversificada por ser la Quebrada la zona más visitadas por los turistas que
recorren la provincia y aparecen otras especialidades como la Orfebrería y
Platería, la Madera especialmente las de la región como el cardón y las
artesanías de Cuero. Así mismo prevalece la Cerámica (propia de los
Hornos) por encima de la Alfarería.

Cuadro 20. Tipo de artesanías en la Quebrada


En porcentajes

Rubro Porcentaje

Tejidos 42,90
Cerámica 19,80
Madera 6,50
Orfebrería y Platería 3,70
Cueros 6,00
Alfarería 3,70
Indumentaria y Confección 4,60
Luthería 2,30
Tejidos e Hilados 2,80
Telares 2,30
Sombrerería 0,90
Otros 4,50
Total 100,00
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

Las edades de los artesanos quebradeños son similares a las de los de la Puna.

Cuadro 21. Distribución de artesanos de la Quebrada por edades

Rango de edad Porcentaje Cantidad

60 años o más 5,00 11


50 años o más 17,10 37
40 años o más 24,00 52
30 años o más 35,90 78
menos de 30 años 18,00 39
Total 100,00 217
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

305
De acuerdo a los resultados preliminares del censo, el 48,4% de los
artesanos de la Quebrada tiene otra actividad remunerativa.

Región Valles

En la región Valles, donde se encuentra más de la mitad de la población de


la provincia, la presencia de artesanos es relativamente mucho menor,
concentrados en la capital.

Cuadro 22. Cantidad de artesanos en los Valles


Por departamento

Departamento Porcentaje Cantidad

Dr. Manuel Belgrano 61,00 75


El Carmen 26,00 32
San Antonio 5,00 6
Palpalá 8,00 10
Total 100,00 123
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

Cuadro 23. Cantidad de artesanos en los Valles, por localidades


En porcentajes

Localidad Porcentaje

San Salvador de Jujuy 53,00


Perico 14,00
El Carmen 11,00
Palpalá 8,00
San Antonio 5,00
Lozano 2,00
Villa Jardín de Reyes 2,00
Otros 5,00
Total 100,00
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

Por otra parte, los artesanos de los Valles abarcan todas las especialidades, lo
que se explica por la migración de emprendedores a la capital provincial.

306
Cuadro 24. Tipo de artesanías en los Valles
En porcentajes

Rubro Porcentaje Cantidad

Tejidos 23,60 29
Cueros 17,90 22
Madera 12,20 15
Cerámica 6,50 8
Tejidos e hilados 5,70 7
Indumentaria, confección 4,10 5
Orfebrería y platería 3,30 4
Caña, cestería, mimbrería 3,30 4
Telares 3,30 4
Reciclado 1,60 2
Luthería 1,60 2
Otros 16,9 21
Total 100,00 123

Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores


preliminares.

Los artesanos de San salvador de Jujuy se concentran en su gran mayoría


en lugares habilitados para este fin, como el Paseo de los Artesanos, la
Recova de la Catedral y la Plaza Belgrano. También funcionan talleres de
artesanos con puntos de exposición y ventas, y parte de la producción se
encuentra en comercios de la ciudad.
La distribución por edades de los artesanos quebradeños es similar a las
que se encuentran en las regiones Puna y Quebrada.

Cuadro 25. Distribución de artesanos de los Valles por edades

Rango de edad Porcentaje Cantidad

60 años o más 14,60 18


50 años o más 24,40 30
40 años o más 31,70 39
30 años o más 19,50 24
menos de 30 años 9,80 12
Total 100,00 123

Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores


preliminares.

Finalmente, el 48% los artesanos de los Valles tiene otra actividad


remunerativa.

307
Región Ramal

La zona del Ramal es la que tiene menor presencia de artesanos en toda la


provincia. Estos emprendedores se concentran en las ciudades cabecera de
departamento.

Cuadro 26. Cantidad de artesanos en la región Ramal


Por departamento

Departamento Porcentaje Cantidad

Ledesma 54,00 56
San Pedro 18,00 19
Santa Bárbara 27,00 28
Valle Grande 1,00 1
Total 100,00 104
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

Cuadro 27. Cantidad de artesanos en la región Ramal, por localidades


En porcentajes

Localidad Porcentaje

Lib. Gral. San Martín 24,00


San Pedro 16,30
Santa Clara 14,40
Sauzalito 13,50
El Fuerte 9,60
Fraile Pintado 6,70
Calilegua 7,70
Yuto 1,90
Palma Sola 1,90
Otras 4,00
Total 100,00
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

En el caso de los rubros por tipo de artesanías en el Ramal aparecen otras


especialidades propias de la región como la Mimbrería y Cestería, Maderas y
Mueblería y Cueros y prácticamente desaparecen la Alfarería y la Cerámica
propias de la Quebrada y Puna.

308
Cuadro 28. Tipo de artesanías en la región Ramal
En porcentajes

Rubro Porcentaje
Tejidos 38,50
Caña, cestería, mimbrería 18,30
Madera 14,40
Cueros 13,50
Máscaras 2,90
Cerámica 1,90
Sombrerería 1,90
Otros 8,60
Total 100,00
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

A diferencia de lo que se observa en las otras regiones de la provincia, en el


Ramal la mayor cantidad de artesanos tienen entre 40 y 60 años.

Cuadro 29. Distribución de artesanos de los Valles por edades

Rango de edad Porcentaje Cantidad

60 años o más 11,50 12


50 años o más 26,00 27
40 años o más 25,00 26
30 años o más 20,20 21
menos de 30 años 17,30 18
Total 100,00 104
Fuente: Censo Provincial de Artesanos 2010, Secretaría de Turismo y Cultura, valores
preliminares.

Para terminar, destaca el hecho de que el 53% de los artesanos del Ramal
tienen otra actividad remunerativa.

309
RED DE ECONOMÍA SOLIDARIA

La Red Puna es una organización de segundo grado integrada por


comunidades aborígenes, centros vecinales, cooperativas, asociaciones
campesinas y de pequeños productores. De acuerdo a su propia definición,
“hace 12 años inició un camino de construcción colectivo, de luchas
cotidianas, con el objetivo de unir fuerzas para enfrentar problemas y
cambiar la realidad y así encarar proyectos comunes que permitan vivir con
dignidad en sus territorios”.
La Red Puna nuclea más de 36 organizaciones, que involucran a unas 1.500
familias, cerca de 5.000 mujeres, hombres, niños y jóvenes implicados en el
desarrollo de la región y orientados por la necesidad de optimizar los
aspectos productivos y comerciales y mejorar sus condiciones de vida.
Inicialmente, la Red se formó en las regiones Quebrada y Puna, y luego
extendió su trabajo a localidades del Ramal, los Pericos, Santa Ana e
inclusive algunas pequeñas comunidades de la Puna salteña.
Su propuesta de trabajo está basada en la economía solidaria. Con el apoyo
de equipos de las distintas organizaciones y programas de asistencia técnica
y financiera ha promovido a unos 800 emprendedores. La Red desarrolla su
tarea no solo con la lógica de la economía predominante sino también sobre
la base de prácticas como el trueque y las compras conjuntas, para reducir
costos.
En sus propias palabras, los valores compartidos en la Red de Economía
Solidaria son la solidaridad, la redistribución y la reciprocidad, sin renunciar
a la competencia en el mercado tradicional. Por otra parte, plantea que “las
necesidades se construyen socialmente”, que responde “de manera no
excluyente a un modelo excluyente”, construyendo “una economía
diferente, lo que implica participación en la toma de decisiones, solidaridad,
rescate y reivindicación de la cultura”. Más adelante afirma: “Existe un
intento de acercar a sectores excluidos a la economía de mercado”,
promoviendo “formas alternativas de movilizar recursos y resolver
necesidades”. Para la Red, la propiedad privada es en forma comunitaria, la
tierra no es una mercancía y el dinero no es el único medio de pago
instituido, ya que utiliza el trueque y un sistema de créditos sólido como los
fondos rotatorios. Finalmente, expresa que “existe economía de mercado y
economía social en la fijación de precios y una revalorización del trabajo
comunitario”, considerando que la mano de obra no es una mercancía.
Entre las tareas que desarrolla la Red se destacan:
• La promoción del desarrollo sustentable de la Puna y la Quebrada a
través del fortalecimiento de las organizaciones de base, potenciando
su participación en la definición de las políticas públicas de la región y
el país.
• El fortalecimiento dentro del ámbito de la Red, construcción de
relaciones democráticas, solidarias, con equidad de género y de

310
respeto por la diversidad, creando lazos de afectos y reconocimiento
mutuo.
• La consolidación de espacios de trabajo y de articulación de
estrategias y políticas con diferentes sectores, a nivel regional,
provincial y nacional.
• La promoción y revalorización de la identidad cultural, costumbres y
tradiciones.
• La mejora de los sistemas productivos: ganaderos, agrícolas y
artesanales, y su comercialización.
Específicamente en el ámbito de los microemprendedores, la Red trabaja en
las siguientes líneas de acción:
• Microcréditos para incorporar tecnología a los sistemas productivos.
• Comercialización de artesanías textiles, carne, fibra, lana y
producción fruti-hortícola.
• Cambalaches para impulsar la práctica tradicional del trueque o
intercambio de productos de la zona, como verduras, carnes,
artesanías, etcétera.
• Formación permanente en los aspectos técnicos y gestión.

Cuadro 30. Emprendimientos de la Red de Economía Solidaria


Por región
En porcentajes del total (750)

Red Departamentos Porcentaje


Yavi
Puna Norte 7,50
Santa Catalina
Tilcara 25,90
Quebrada Tumbaya 22,50
Humahuaca 17,20
Ramal 6,70
Otros 20,20
Total 100,00
Fuente: Red de Economía Solidaria.

La gran mayoría de los emprendedores de la Red de Economía Solidaria


revisten las características de microemprendedores, pero con la
particularidad de trabajar con un enfoque social y comunitario afianzando
básicamente las actividades propias de cada región. En general, se trata de
personas que no tienen otro trabajo remunerativo, tanto en el Estado como
en el sector privado.
En síntesis, estos microemprendedores son asistidos en su propio territorio,
donde desarrollan su actividad, que se constituye así en una forma genuina
de autoempleo, llegando a incrementar sus rentas gracias a su inclusión en
la Red y la comercialización conjunta.

311
Cuadro 31. Emprendimientos de la Red de Economía Solidaría, por rubro
En porcentajes

Rubro Porcentaje Cantidad

Agricultura 23,50 141


Artesanías 19,30 116
Turismo 14,30 86
Comercio 10,40 61
Servicios 12,30 74
Ganadería 6,80 41
Gastronomía 5,80 35
Productivo 5,80 35
Otros 1,80 11
Total 100,00 600
Fuente: Red de Economía Solidaria.

ANÁLISIS FODA

Es preciso distinguir en este análisis las problemáticas de los


microemprendimientos, sobre todo las relacionadas con el mercado del que
participan, ya sea formal o informal, y con las actividades que desarrollan,
sin desatender a la situación del sector en el que se desarrollan, a fin de
determinar su posibilidad de crecimiento.
En líneas generales, la actividad microempresaria es muy vulnerable, por la
imposibilidad de mejorar su competitividad por la carencia de conocimiento
organizacional y de gestión, y por el temor que los emprendedores suelen
tener respecto del medio, tanto en relación con sus obligaciones tributarias
y laborales así como con los aspectos como el financiamiento y el acceso al
capital de trabajo.
Otra de sus debilidades reside en su gran dependencia a la informalidad,
que coloca a los emprendedores en una situación de desventaja al manejar
precios significativamente menores a los de mercado. Esto los imposibilita a
aumentar la reducida escala de sus actividades y su baja productividad.
Asimismo, es nula o muy reducida la incorporación de tecnología, que es
reemplazada por el uso intensivo de mano de obra de baja remuneración.
A partir de una serie de entrevistas se ha recabado información a fin de
establecer un análisis FODA de los Microemprendimientos en Jujuy:

312
Fortalezas:
• Importancia de la microempresa como generadora de autoempleo.
• Existencia de una institución provincial como el Consejo de la
Microempresa, que atiende a estos emprendedores.
• Diversidad de ONG que se dedican al tema.
• Experiencia de trabajo por más de una década.
• Legislación provincial específica para la asistencia financiera a las
microempresas.
• Existencia de una cultura de emprendedores asociada a las
producciones locales y las artesanías.
• Experiencia de buenos resultados socioeconómicos en la reducción de
la pobreza y la incorporación de mano de obra.
• Ejemplos de asociativismo microempresarial en redes de
complementación, trueque y asistencia.

Oportunidades:
• Apoyo gubernamental y de la población en general.
• Mayor conocimiento y conciencia sobre la importancia de los
microemprendedores.
• Significativo aumento de la demanda de microcréditos.
• Crecimiento de algunos sectores de la economía, como el turismo y
los servicios.
• Aceptación de algunos de sus productos por su gran calidad,
originalidad y valores intangibles incorporados, como las artesanías y
los cultivos andinos.
• Creación de asociaciones de microempresas por actividades y rubros,
a fin de desarrollar una comercialización conjunta en el mercado
nacional, con la eventual posibilidad de exportación.

Debilidades:
• Desconocimiento de las instituciones de financiamiento y asistencia
técnica.
• Trabajo escasamente remunerado.
• En la mayoría de los casos, falta de un plan de negocios, lo que
impide el crecimiento y la estabilidad del emprendedor.
• En muchos casos, dificultades de organización y puesta en marcha
del emprendimiento.
• Forma de gestión de la microempresa a través de la intuición, por
carecer de las herramientas adecuadas para la toma de decisiones.
• Falta de interés en la incorporación de los recursos tecnológicos, lo
que en muchos casos genera baja productividad.

Amenazas:
• Afianzamiento de una cultura del asistencialismo y el clientelismo

313
político.
• Inadecuados programas de promoción a nivel nacional.
• Precariedad en el trabajo de los microemprendedores y sus
empleados.
• Falta de incorporación de los microemprendedores a las cadenas de
valor propias de cada una de sus actividades, constituyéndose en un
mercado aislado.
• Inestabilidad económica del país.

CONCLUSIONES

Las microempresas de Jujuy contribuyen significativamente a la


dinamización de la economía de la provincia. Este sector representa un
mecanismo eficiente para la creación de nuevos empleos y autoempleo;
mejora notablemente la distribución del ingreso, en especial en sectores de
la población muy vulnerables, y contribuye a la producción de bienes y
servicios necesarios de manera accesible a toda la población.
Por otra parte, en algunos casos la totalidad de los actores económicos del
sector son microemprendedores, como ocurre con los artesanos y los
productores frutihortícolas y de cultivos andinos de la Quebrada, entre
otros.
Finalmente, a fin de aprovechar plenamente el potencial de los
microemprendimientos como dinamizadores de la economía y el empleo,
sería de gran importancia eliminar los obstáculos que dificultan su
supervivencia, particularmente durante sus primeros años de
funcionamiento. Así, resulta necesario que se siga facilitando el acceso a las
fuentes de financiación existentes y promover nuevas líneas de financiación
acordes a las posibilidades del sector, no solo desde el ámbito
gubernamental sino también desde las cámaras empresarias, para su
vinculación y asistencia técnica.
Si se considera a los microemprendedores como un sector prioritario de la
economía jujeña, debería elaborarse un plan estratégico participativo, a fin
de diseñar una adecuada política laboral y tributaria, mejorando las líneas
de promoción crediticia y, especialmente, de asistencia técnica, capacitación
y asesoramiento permanente.

314
315
316
SEGURIDAD ALIMENTARIA, BALANZA COMERCIAL DE ALIMENTOS

Fernando Medina

Introducción

El fortalecimiento institucional de la Dirección Provincial de Planeamiento,


Estadística y Censos (DIPPEC) tiene entre sus componentes una serie de
estudios de base que serán los insumos para la implementación de políticas
de planificación y desarrollo, con muestras a sistematizar las
potencialidades y limitaciones estructurales del desarrollo en la provincia,
identificando las demandas en aspectos de planificación de obras del
gobierno y aspectos informativos a encarar, para que en etapas posteriores
se profundicen aspectos productivos, económicos y sociales, en las diversas
regiones de la provincia.
Dentro de este marco se pretende conocer, desde el punto de vista de la
seguridad alimentaria, la oferta y la demanda y el balance comercial
provincial de una canasta representativa de alimentos del consumo jujeño.
Por lo general, se considera que existe seguridad alimentaria cuando todas
las personas tienen, en todo momento, acceso físico, social y económico a
alimentos suficientes, inocuos y nutritivos, para satisfacer sus necesidades
alimentarias y sus preferencias, a fin de llevar una vida activa y sana.
Por otro lado, es importante tener en cuenta el aspecto cultural, ya que la
canasta de la DIPPEC no incluye algunos bienes de consumo local que están
muy vinculados a la cultura regional. Por ello, se trabajará también en el
relevamiento de este tipo de bienes.
Se acepta ahora ampliamente que la mayor parte de la malnutrición en los
países en desarrollo se debe al consumo insuficiente de proteínas y energía,
lo que a menudo se asocia con enfermedades infecciosas. Satisfacer las
necesidades de energía de la población debería ser la meta fundamental de
una buena política alimentaria; sin embargo, este punto ha sido
relativamente descuidado, razón por la cual se aborda aquí esta temática.
En este sentido, es muy importante también generar políticas locales que
fortalezcan a los productores locales de estos bienes, para garantizar el
acceso a los mismos y mejorar la macroeconomía local y regional.
Para nutrir de manera adecuada a una población, debe haber —a nivel nacional
y provincial— una suficiente cantidad y variedad de alimentos inocuos y de
buena calidad. Por lo tanto, en la mayoría de los países que tienen bajos
ingresos y déficit alimentario, una estrategia fundamental de una política
alimentaria consiste en mejorar y aumentar la producción de los alimentos,
campo pertinente para expertos en agricultura. Claramente, quienes toman
decisiones en el sector agrícola necesitan tener conciencia sobre las necesidades

317
nutricionales de la población y entender las implicaciones nutricionales de sus
acciones.
El mundo produce al año aproximadamente 2.000 millones de toneladas de
cereales, 600 millones de toneladas de cosechas de raíces y 60 millones de
toneladas de legumbres, además de 85 millones de toneladas de grasas y
aceites y 180 millones de toneladas de azúcares. Los países en desarrollo
producen más cantidad de todos estos artículos que los países
industrializados, mientras que, en contraste, los países industrializados
producen más alimentos de origen animal, como carne, leche y huevos.
El promedio de la producción mundial de alimentos ha mantenido o
levemente aumentado su ritmo en relación al crecimiento de la población
mundial. En cifras redondas, a nivel global se dispone de 2.700 kcal diarias
por persona, pero las cifras varían entre regiones: la media para los países
industrializados es de alrededor de 3.400 kcal, mientras que para los países
en desarrollo es de unas 2.500 kcal. Por supuesto, las cifras de
disponibilidad promedio de cada país enmascaran las grandes diferencias
entre grupos de la población.
Para mejorar la nutrición, los planificadores agrícolas deberían tratar de
aumentar la producción de los principales cereales y leguminosas que se
cultivan actualmente, y promover el consumo de frutas, hortalizas, semillas
oleaginosas y productos de ganado o cría de animales pequeños. Donde la
presión de la tierra es una restricción, habría que dar atención especial para
mantener un equilibrio adecuado entre las cosechas y el ganado. Para poder
dar respuestas a todo este tipo de políticas es necesario el enfoque del
estudio que se está abordando.
Por otro lado, el ingreso per cápita y los precios de los alimentos son
determinantes importantes de la demanda alimentaria. Como las
poblaciones empobrecidas son las más vulnerables a los déficit alimentarios
y la malnutrición, las políticas que permiten que aumente su capacidad de
compra les dará el potencial necesario para mejorar su nutrición. Por lo
tanto, mayor empleo y mejores salarios son los principales componentes de
políticas y programas que apunten a mejorar la nutrición.
En muchos países pobres, la minoría de la población trabajadora depende
de salarios, mientras que la mayoría son auto empleados en el área de la
agricultura. Cerca del 65 por ciento de la población de Asia y África y
alrededor del 35 por ciento en América Latina viven en áreas rurales y
dependen de la agricultura, la pesca, la producción animal y la explotación
de bosques, para obtener tanto sus alimentos como los recursos para
comprar otros productos y satisfacer necesidades. La asistencia para ayudar
a este grupo de campesinos pobres y trabajadores rurales a aumentar sus
ingresos y productividad alimentaria, tendrá un efecto semejante al de
aumentar los salarios de los pobres urbanos.
El precio de los alimentos afecta tanto al suministro como a la demanda. Si
los precios son bajos, los agricultores reciben menos por sus productos, y si
caen demasiado no podrán producir o vender. Por otro lado los precios
bajos favorecen la capacidad de compra del consumidor, de modo que, por

318
ejemplo, la reducción del precio de un alimento básico como el maíz o el
arroz conlleva un aumento del ingreso de todos los que compran esos
alimentos. De este modo, subir el precio (una medida frecuente) equivale a
reducir el ingreso de quienes lo compran.
La demanda alimentaria se ve también alterada por las preferencias de
los consumidores, que pueden ser motivados por prácticas y creencias
culturales o por la asignación de los alimentos dentro del hogar. Una
eficiente infraestructura que incluya carreteras, ferrocarriles, puentes e
instalaciones para comercialización es un factor determinante de la
cantidad y el éxito de la distribución de los alimentos a los diferentes
grupos sociales.
En el mundo en desarrollo, y también en algunos países industrializados, las
familias que viven cerca de los mercados tienen un acceso permanente y fácil
a alimentos más económicos, lo que les permite también seguir una dieta más
diversificada, mientras que las personas que viven lejos de los mercados por lo
general tienen menos posibilidades para elegir sus alimentos.
En los siguientes capítulos se tratará de establecer las posibilidades de
Jujuy para satisfacer estas necesidades y estructurar políticas públicas
tendientes a avanzar en la resolución de estos inconvenientes.

OFERTA Y DEMANDA ALIMENTARIA

Para poder analizar la oferta y la demanda alimentaria en la provincia de


Jujuy se hicieron algunas simplificaciones técnicas 1, ya que el objetivo de
este trabajo no es realizar un censo de productores y consumidores sino
identificar la oferta y la demanda de los productos que consume el jujeño
promedio y la potencialidad de la producción local.
En función de esta conceptualización, se tomaron los siguientes criterios:
• Accesibilidad a la información. Se tomaron como base los elementos
que releva la DIPPEC para el cálculo del índice de precios detallados en
el Anexo I. A partir de estos elementos se relevó la información de los
mismos teniendo en cuenta la posibilidad de contar con la información
de los consumidores y de los productores.
• Importancia relativa. También se tomó como criterio la
importancia relativa en el consumo de estos bienes, es decir que
no se consideraron aquellos productos de la canasta de la DIPPEC
que no revisten importancia.
• Cultura culinaria. Existen bienes que por su importancia cultural
deberían tenerse en cuenta para el estudio, pero que no figuran en la
1
Toda la metodología usada para cada producto esta descripta en el Anexo II.

319
lista de los productos de la canasta básica que toma la DIPPEC. Por
ello se incluyeron varios bienes de consumo “cultural” que son muy
importantes.

Los bienes seleccionados en función la clasificación anterior fueron:

Zapallito Zanahoria
Cebolla Tomate
Banana Manzana
Naranja Lechuga
Acelga Batata
Mandarina Zapallo
Papa Papa andina
Huevos Carne de llama
Carne de vaca Queso de cabra

En primer lugar se presenta la estimación de la demanda de cada uno de los


productos seleccionados. Para ello se trabajó sobre una base de una encuesta
estructurada en pocas preguntas, vinculada sobre todo al precio de venta y al
volumen de venta en un momento del tiempo (mensual) del producto en
cuestión. Luego se realizaron las estimaciones de volumen en función del
tamaño y la ubicación de los locales comerciales para cada uno de ellos.
Las encuestas fueron realizadas en el Mercado Central, el Mercado de
Abasto y el Mercado Gorriti de San Salvador de Jujuy, y en los de Alto
Comedero y Perico, que son los puntos de venta concentrada más
importantes de la provincia, referentes en cuanto a precio y volumen, que
cubren el consumo de unas 423.000 personas 2 o, lo que es lo mismo, el
61% de la población total. Para los restantes departamentos se trabajó a
partir de la estimación del volumen en función de la cantidad de locales
comerciales en las principales ciudades. Como el precio es conocido y
derivado de los precios de los locales comerciales mencionados, solo se
necesita conocer el volumen para poder estimar la demanda de estos
productos, y así se determina de manera indirecta el volumen vendido en
esos locales.
A continuación presentamos, para cada uno de los alimentos seleccionados,
sus características principales como productos de consumo, y aspectos
relacionados con la demanda, la oferta y el balance comercial encada caso.

2
Según estimaciones de la DIPPEC, para el año 2010 la población de Jujuy alcanzaría unas 698.000
personas. Los departamentos de San Salvador, El Carmen y Palpalá suman la cifra mencionada.

320
Zapallitos
En general, los zapallitos se consumen como acompañamiento o
complemento de otras comidas. Así, por ser un producto secundario, sus
consumidores no son muy exigentes con respecto a su calidad. Es utilizado
hervido, al horno o frito, y sus formas más tiernas y flores pueden
consumirse en ensaladas. La demanda de este producto no ha sufrido
grandes variaciones.
Pertenece a la misma familia botánica que la calabaza, aunque presenta
algunas diferencias con ella, en cuanto a su composición. De hecho, aporta
cantidades inferiores de hidratos de carbono, fibra y beta-carotenos, y una
proporción ligeramente superior de agua. Su consumo contribuye a cubrir
las necesidades de vitaminas y minerales, especialmente las de vitamina C,
vitamina B1 y potasio.
El consumo per capita nacional de zapallitos gira alrededor de los 9,5 kg por
año. En Jujuy, la demanda de zapallitos, en función de las inferencias
realizadas por el presente estudio, es de 1.287 toneladas.
El destino principal del zapallito argentino es para consumo interno. Según
el CNA 2002, a nivel nacional, para la producción a campo de zapallito, se
utilizaron 10.340 hectáreas, es decir el 4,6% de la superficie nacional. Siete
provincias concentran el 65,2% de la producción total.
Jujuy es la sexta provincia de relevancia en cuanto a la producción de
zapallitos3. Cuatro departamentos concentran el 95,5% de la producción
provincial: Ledesma (366 hectáreas), Santa Bárbara (13 hectáreas), El
Carmen (102 hectáreas) y San Pedro (18 hectáreas).
Se cultiva de noviembre a marzo, habiendo escasez entre los meses de abril
y octubre. La extensión en hectáreas de los productores es en su gran
mayoría inferior a las 50 hectáreas, superando esa cantidad solo muy pocos
productores.
La oferta total de zapallitos, calculada según datos del CNA 2008, es de
7.770 toneladas. El balance comercial de este producto es ampliamente
positivo: 6.483 toneladas, lo que equivale a un ingreso de poco más de 11
millones de pesos, tomando un precio conservador del producto.

Zanahoria
La demanda de zanahorias en Jujuy se caracteriza por un consumo estable
durante todo el año.
La zanahoria contiene una cantidad apreciable de hidratos de carbono y
un alto contenido en fibra, tanto soluble como insoluble, que normaliza
el tránsito intestinal y protege del cáncer de colon y enfermedades
cardiovasculares, aunque quizás el aspecto más destacable de este
alimento desde el punto de vista nutricional sea su contenido de
vitaminas y minerales.

3
La más importante es Buenos Aires, seguida por Santiago del Estero.

321
En cuanto al aporte vitamínico, la zanahoria contiene una gran cantidad de
carotenoides con actividad provitamínica A, que una vez en el organismo se
transforman en vitamina A, necesaria para el buen funcionamiento de la
retina y especialmente para la visión nocturna o con poca luz y para el buen
estado de la piel y mucosas.
El consumo per cápita nacional es de 6 kg por año, lo que la ubica en el
sexto lugar entre las hortalizas. En el caso de Jujuy, la demanda de
zanahorias asciende a 1.271 toneladas anuales.
En Argentina se producen por año alrededor de 220.000 toneladas de raíces
de zanahoria, en una superficie total de entre 7.000 y 10.000 hectáreas.
Las principales provincias productoras son Mendoza (35% de la superficie
total cultivada en el país), Santiago del Estero (26%), Buenos aires (17%),
Santa Fe (8%) y Córdoba (8%).
El mayor porcentaje de la producción se destina al consumo en fresco y una
pequeña porción a la industria del deshidratado y otros procesos.
En las temporadas 2007-2008 y 2008-2009 se cultivaron en Mendoza 3.000
y 2.500 hectáreas de zanahorias respectivamente, casi el 7% de la
superficie cultivada con hortalizas en esa provincia. La producción oscila
entre 75.000 y 95.000 toneladas de raíces. La cadena zanahoria en
Mendoza emplea alrededor de 240.000 jornales/año.
Tanto Mendoza como San Juan presentan buenas condiciones para esta
actividad, por poseer inviernos fríos que inducen una floración abundante y
uniforme, una estación estival seca que favorece la completa maduración de
las semillas y una reducida humedad ambiental, mínimas precipitaciones,
buena luminosidad y temperaturas favorables que reducen la difusión de
enfermedades.
En Jujuy, el período de cosecha es de noviembre a abril, y el resto del año
se importan zanahorias de provincias como Mendoza y San Juan. En función
de los datos del CNA 2008 se puede inferir que la oferta total de zanahorias
es de 3.900 toneladas.
El balance comercial arroja un excedente de 2.629 toneladas, lo que
equivale unos 5,2 millones de pesos.

Cebolla
Argentina está ubicada entre los países que consideran el consumo de esta
hortaliza como de nivel medio. Las cebollas son ricas en flavonoides y en
compuestos azufrados (sulfóxido alkyl cisteina), responsables de su aroma.
Entre los flavonoides, las antocianinas son las responsables del color rosado
o violáceo de determinadas variedades, pero sobre todo destaca el
contenido en quercetina (300 mg/100g) de importante función antioxidante.
Este producto es usado para guisados o para ensaladas y su uso está muy
arraigado en la cultura de la comida jujeña.

322
El consumo en Argentina es de 11,6 kg/ha/año, representado casi en su
totalidad por producto fresco. El consumo en Jujuy, según los cálculos
realizados, asciende a 1.112 toneladas anuales.
La producción nacional se estima en 700.000 toneladas, en una
superficie total cultivada de entre 15.000 y 20.000 hectáreas. Las
principales áreas productoras se hallan en las provincias de Buenos
Aires (36%), Mendoza (18%), Santiago del Estero (14%) y San Juan
(12 %). También producen cebolla Córdoba, Salta y Río Negro, con
volúmenes menos significativos.
En su mayoría, la producción de cebolla se destina al mercado en fresco,
aunque una muy baja proporción es destinada a la industria del deshidratado.
La principal región productora se encuentra en el sur de la provincia de
Buenos Aires y el este de Río Negro, sobre todo en el área bajo riego del
Valle del Río Colorado (Pedro Luro, Mayor Buratovich, Hilario Ascasubi,
Pradere, Villalonga y otras más de 10 localidades que se dedican en menor
medida a este cultivo). La cosecha se extiende desde fines de enero hasta
fines de marzo.
Buenos Aires participa con un 48% en los ingresos anuales al Mercado
Central de Buenos Aires, sin embargo, se estima que la producción de esta
zona alcanza el 65% del total nacional, debido a que una buena parte se
destina directamente a exportación, mientras que las restantes zonas
productivas se limitan en general a abastecer el mercado interno.
La región de Cuyo se ubica en segundo lugar, con mayor participación de la
provincia de Mendoza pero con una importante colaboración de San Juan.
La cosecha se realiza en los últimos meses del año.
En otoño e invierno llega a Jujuy cebolla proveniente de Mendoza, Cachi
(Cafayate, Salta) y La Plata (Buenos Aires). Así, se dispone de cebolla
durante todo el año, con cierta escasez de la variedad criolla en los
meses de otoño e invierno.
La oferta de cebolla jujeña en función de los datos relevados llega a 4.350
toneladas. Las extensiones no superan las 25 hectáreas y en la mayoría de
los casos son de menos de 10 hectáreas.
El balance comercial de este producto es de 3.238 toneladas, lo que
equivale a 5,5 millones de pesos.

Tomate
El tomate aporta nutrientes esenciales para el organismo y beneficiosos
para la salud. Contiene provitamina A (beta-carotenos) y es rico en
vitaminas C y E. Además, los tomates y sus derivados contienen licopeno,
un carotenoide sin actividad provitamínica A de un alto poder antioxidante,
y que es responsable del color rojo brillante del fruto.
El consumo per cápita de tomates en Argentina es de 26 kg anuales por
habitante. El tomate es muy consumido en ensaladas y salsas, y en general

323
es un elemento de alta demanda en la provincia. Las variedades que se
consumen en Jujuy son el redondo y el perita.
La demanda de tomate en Jujuy es de 1.570 toneladas. La mayor cantidad se
comercia en la feria de Perico y en menor cantidad en los otros mercados.
El destino principal del tomate argentino es para consumo interno. Entre el
35% y el 40% se industrializa. Dada la facilidad de producir tomate en
diferentes épocas del año según la zona, y sumado a esto la difusión de su
cultivo en invernáculo, la oferta se adecua bastante bien a la estacionalidad
de la demanda. Sin embargo, algunos años, al finalizar el invierno y al
comenzar la primavera, existe escasez de tomate; en estas circunstancias
se hace necesario la importación de países limítrofes como Brasil, Uruguay,
Paraguay y Chile.
Jujuy es la tercera provincia de relevancia en cuanto a la superficie
destinada a esta actividad. Cuatro departamentos concentran el 97,5% de
la producción provincial: Ledesma (1236 hectáreas), El Carmen (342
hectáreas), Santa Bárbara (176 hectáreas) y San Pedro (135 hectáreas).
Cuando no hay producción local por razones estacionales, el tomate llega a
Jujuy desde Mendoza y Salta, especialmente de Cachi.
La participación relativa de Jujuy en el tomate para consumo fresco en la
oferta del Mercado Central de Buenos Aires fue en 2005 del 16%.
Según datos del CNA 2008, se puede deducir la cantidad de tomates
producidos en la provincia, teniendo en cuenta que existen dos variedades,
redondo y perita. La producción en toneladas para el año 2010, suponiendo
una situación similar a la de 2008, ascendería a 67.830 toneladas. La
mayoría de los productores se ubican en extensiones de entre 5 y 10
hectáreas, y muy pocos superan ese máximo.
Como se puede apreciar, Jujuy tiene un superávit comercial en tomate, que
es uno de los productos hortícolas más importantes de la provincia. El
mismo es de 66.261 toneladas, lo que equivale a casi 132 millones. De
todos los productos analizados en este estudio, el tomate es el producto que
mayor superávit comercial le aporta a la provincia de Jujuy.

Banana
Las principales variedades comerciales de banano pertenecen al género Musa.
Las primeras especies introducidas en América fueron la Musa paradisíaca y la
Musa sapientum.
La banana contiene cantidades apreciables de provitamina A y vitaminas del
grupo B, como tiamina (B1), riboflavina (B2), niacina y piridoxina (B6), y es
una buena fuente de ácido fólico y vitamina C . La banana es una de las
frutas con mayor contenido de potasio y magnesio, y provee una cantidad
de sodio muy baja. Es por lo tanto un alimento nutritivo y energético.
Es una fruta suave y bastante digerible siempre que esté madura. Este
hecho, sumado a su riqueza en potasio, la hace recomendable para
patologías gastrointestinales como las úlceras. En su forma no madura,

324
contiene importantes cantidades de almidón, por lo que resulta indigesta y
provoca flatulencias y dispepsia (mala digestión).
El consumo de banana per cápita en Argentina ronda los 13 kg por año. En
Jujuy, se la consume básicamente fresca y en el ámbito familiar.
La demanda de bananas en función de los datos relevados es de 1.113
toneladas anuales.
La producción de bananas en Argentina se desarrolla en áreas subtropicales
con baja probabilidad de ocurrencia de heladas, estando localizadas
las principales zonas productoras en las provincias de Salta (47,7%), Jujuy
(1,8%) y Formosa (50,5%).
En la provincia de Salta, la producción de banano se halla concentrada en la
zona septentrional, correspondiente al departamento de Orán, con una
superficie cercana a las 3.500 hectáreas. En la provincia de Jujuy, las
principales plantaciones se encuentran ubicadas en el departamento de
Ledesma, en las localidades de Yuto, Fraile Pintado, El Bananal y Calilegua.
Tanto en Salta como en Jujuy existen fincas bananeras de superficies
considerables (desde 7 hasta 380 hectáreas, con una superficie promedio
de 68 hectáreas), con posibilidades de incorporación de tecnología y muy
buena capacidad de gerenciamiento.
En la provincia de Formosa, las plantaciones tienen un tamaño que fluctúa
entre la fracción de hectárea hasta las 60 hectáreas, con predominio de las
superficies de 2 hectáreas. La principal zona productora de la provincia se
encuentra ubicada principalmente en el departamento de Pilcomayo, en la
localidad de Laguna Naineck y alrededores, abarcando parte del
departamento de Pilagás.
La oferta jujeña, según datos del CNA 2008, es de 13.861 toneladas.
La balanza comercial es de 12.784 toneladas, equivalentes a 11,47 millones
de pesos.

Manzana
La manzana aporta hidratos de carbono, sobre todo en forma de azúcares
como fructosa, glucosa y sacarosa, y contiene cantidades apreciables de
fibra, tanto soluble como insoluble, siendo esta última la más abundante,
que hace de este alimento un eficaz regulador de enfermedades del
intestino grueso (estreñimiento/diarrea). La fibra soluble (pectina) tiene,
por su parte, actividad hipocolesterolémica. De hecho, estudios llevados a
cabo en animales de experimentación han demostrado que una dieta a base
de pectina de manzana es capaz de disminuir los niveles de colesterol en
sangre. Las manzanas son además una importante fuente de antioxidantes.
El consumo per cápita en Argentina es de aproximadamente 7,5 kilos por
habitante por año. La demanda anual de manzanas jujeñas es de 569
toneladas.

325
La producción argentina de manzanas es de 1,3 millones de toneladas
anuales, con una región de marcada tradición productiva en el Alto Valle del
Río Negro, donde se concentra el 80% del volumen total. Sin embargo, el
promedio nacional no ocupa una posición relevante en el mercado mundial.
Las variedades más requeridas por los compradores internacionales son
escasas en la producción local, mientras que cada vez son mayores las
exigencias de calidad de la fruta fresca. Por tanto, más de la mitad de la
cosecha se destina a la industria, un sector de alta eficiencia productiva. El
95% del jugo concentrado se exporta, por un valor de 80 millones de
pesos, abasteciendo el 30% del mercado de los Estados Unidos.
La superficie total cultivada es de 71.000 hectáreas. La región productora
de manzana se localiza en el Alto Valle del Río Negro (Neuquén y Río Negro
suman el 80% de la superficie implantada) y en el valle de Uco, (Mendoza).
El período de cosecha se extiende desde fines de enero hasta mediados de
marzo. Primero entra al mercado la producción del Valle Medio, luego la del
Alto Valle y, por último, la de Mendoza.
Las principales variedades de manzana que se cultivan son Red Delicious
(80%) y Granny Smith (15%), y el restante 5% se reparte entre Goleen
Delicious, Gala y otras.
En Jujuy hay un solo proveedor mayorista que almacena en Perico los
productos que trae de las provincias del sur. Por esta razón es que todo el
año hay oferta de manzanas, originarias de Mendoza, Neuquén y Río Negro.
Según estimaciones del CNA 2008, Jujuy tiene una oferta de 17,3 toneladas
de manzanas por año, que se concentra en el norte de la provincia, a partir
de la localidad de Volcán. Si bien hay producción en Yala y San Salvador de
Jujuy, su volumen es insignificante a los fines del presente trabajo.
La balanza comercial respecto de las manzanas en Jujuy es negativa en 552
toneladas, equivalentes a 1,55 millones de pesos.

Naranja
La naranja tiene una elevada cantidad de ácido ascórbico o vitamina C, así
como cantidades apreciables de ácido fólico, minerales y fibra, con un
aporte interesante de fibra soluble (pectinas), cuyas principales propiedades
se relacionan con disminución de colesterol y glucosa en sangre, así como
con el desarrollo de la flora intestinal.
La vitamina C está implicada en la producción del colágeno, el cual es
necesario para el crecimiento y reparación de células, tejidos, encías, vasos
sanguíneos y huesos. Además, tiene la propiedad de mejorar la cicatrización
y la función del sistema inmunológico, fortaleciendo las defensas generales
del organismo. Su capacidad antioxidante, con los carotenoides, ayuda a
neutralizar sustancias cancerígenas como las nitrosaminas, por lo que
parece ejercer un papel importante en la prevención del cáncer.

326
El consumo de naranjas per cápita en Argentina es de 15 kg por año por
habitante. En Jujuy, la demanda es de 1.323 toneladas. El consumo en la
provincia es en fresco y para jugos.
La Argentina es el octavo productor mundial de cítricos y el primer productor
mundial de limón. Exporta frutas cítricas frescas, jugos y aceites esenciales
desde 1970. La producción total nacional de cítricos es de 2,5 millones de
toneladas. Las plantaciones abarcan 150.000 hectáreas y se obtiene una fruta
de excelente calidad y sanidad.
La producción nacional de naranjas fue de 938.494 toneladas para el año
20064. De este total, 88.750 toneladas corresponden a la provincia de
Jujuy, lo que representa el 9,4% del total la producción nacional.
El más importante productor de naranjas es Entre Ríos, que produce
435.378 toneladas, el 46,3% de total nacional.
Un 50% de los cítricos producidos en el país se destina a la industria, un
29% al consumo interno y un 21% a la exportación en fresco. En el caso de
la naranja, se consume internamente un 57% y se exporta un 29%.
Según datos del CNA 2008, la superficie implantada de naranja en la
provincia de Jujuy asciende a 3.382 hectáreas. Las variedades que se
implantan son Valencia y Hamlin, sobre todo en San Pedro, Ledesma,
Santa Bárbara y El Carmen. La disponibilidad en naranjas de la zona es
de marzo a noviembre. También se consumen en la provincia naranjas
provenientes de Colonia Santa Rosa, Salta.
La oferta es de 59.576 toneladas solo para el segmento fresco ya que en
este cálculo no se toma en cuenta la producción destinada a industria.
En el caso de las naranjas, la balanza comercial es muy positiva. De hecho,
es uno de los bienes que más dinero le aporta a la provincia en el
intercambio comercial: 58.253 toneladas, equivalentes a 52,3 millones de
pesos.

Lechuga
La lechuga contiene una gran proporción de agua (95% de su peso), por lo
que su aporte calórico es muy bajo.
Entre sus vitaminas destacan el ácido fólico, la vitamina C y la provitamina
A (beta-carotenos), mientras que la niacina, tiamina (vitamina B1) y
riboflavina (vitamina B2) se encuentran en menores proporciones. Además,
al consumirse generalmente en forma cruda (ensalada) se evitan las
pérdidas de nutrientes durante el cocinado.
El consumo per cápita de lechuga en Argentina es de 17 kilos por año por
habitante. La lechuga es consumida por el jujeño casi con exclusividad en
ensaladas.
La demanda de lechugas en la provincia es de 1.785 toneladas, y la oferta,
según el CNA 2008, es de 2.016 toneladas por año.
4
Según datos de la Federación Argentina del Citrus (Federcitrus).

327
La lechuga de la zona escasea en octubre y noviembre. El período de
cosecha en Jujuy es de octubre a mayo. En el verano proviene del norte de
la provincia (Uquía) y en invierno de la zona del Ramal.
La variedad morada no se vende mucho por ser muy delicada para su
conservación.
La balanza comercial de la lechuga es positiva en 231 toneladas, lo que
equivale a 416 mil pesos. Como se puede apreciar, este superávit es muy
pequeño o prácticamente nulo.
Como estamos describiendo situaciones que tienen varios supuestos, esta
condición puede cambiar, ya sea que se torne negativo o técnicamente
nulo. De todos modos lo más importante del análisis realizado, es que el
balance comercial es insignificante.

Batata
La batata es un tubérculo que ha experimentado un franco descenso
durante las últimas décadas. El consumo per cápita nacional es de 3 kg por
año, lo que contrasta con los 20 kg/habitante que se consumían al inicio de
la década de 1970 y los 10 kg/habitante en la de 1990.
La demanda de batata en Jujuy es igual 301 toneladas anuales.
La producción nacional es de unas 120.000 toneladas anuales. La región
pampeana (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) y el NEA concentran el 83%
de la superficie plantada, con 43% para la primera y 40% para la segunda.
El NOA posee el 15%, y el restante 2% corresponde a Cuyo 5. En la zona
pampeana y en Cuyo se plantan cultivares de piel morada y pulpa amarilla,
como Morada INTA y Arapey.
En el NEA predominan materiales de piel y pulpa blanca, como Okinawa 100
en Corrientes, o pulpa anaranjada, como Gem en Entre Ríos. La producción
del NEA, salvo la de Formosa, es en su mayoría para mercados regionales y
autoconsumo. En el NOA coexisten cultivares locales de pulpa blanca con
materiales de piel morada y pulpa amarilla.
El Mercado Central de Buenos Aires comercializa aproximadamente 18.000
toneladas de batata al año. Los ingresos se incrementan entre enero y
junio-julio, que es la época de mayor consumo, y comienzan a declinar a
medida que avanza el invierno y vienen los meses más cálidos.
La mayor producción de batata se da en la localidad jujeña de Aguas Calientes.
También existen pequeños productores en Uquía.
La oferta total de batatas es igual 408 toneladas, y el balance comercial es
positivo en 107 toneladas, lo que equivale a 160 mil pesos.
Con este producto ocurre lo mismo que con la lechuga: el balance es
técnicamente nulo.

5
SAGPyA, 2008.

328
Mandarina
El consumo de mandarinas frescas continúa siendo el principal destino de
esta fruta, no solo a nivel nacional sino también en la provincia de Jujuy, y
se da sobre todo en la estación en la que se produce, para ser luego
prácticamente nulo.
La mandarina aporta cantidades importantes de vitamina C y de
provitamina A, y tiene un contenido apreciable de otras vitaminas,
minerales y fibra. Es destacable su composición en criptoxantina
(carotenoide), un compuesto que además de transformarse en vitamina A
en el organismo, tiene propiedades antioxidantes, por lo que se le
atribuye una acción preventiva del cáncer y las enfermedades
cardiovasculares.
La demanda de mandarinas en Jujuy es de 978 toneladas por año.
En 2006, el volumen producido de mandarinas en Argentina fue de 432.000
toneladas. En Jujuy, este fruto se cultiva en Yuto entre marzo y septiembre,
y también ingresan a la provincia mandarinas provenientes Colonia Santa
Rosa, Salta.
Según el CNA 2008, la oferta de mandarinas es de 14.675 toneladas, y el
balance comercial es de 13.697 toneladas, equivalentes a 16,44 millones de
pesos.
Este es el tercer superávit comercial en importancia de los estudiados en
este documento.

Zapallo
En la composición del zapallo destaca su elevado contenido en
carotenoides con actividad provitaminínica A, sobre todo en beta-
carotenos, que además de transformarse en vitamina A en el organismo
son responsables de muchos de los efectos saludables de este alimento,
ya que se ha sugerido que actúan como antioxidantes y potenciadores
del sistema inmune, asociándose su ingesta elevada con un menor
riesgo de cáncer y enfermedades cardiovasculares.
La demanda de zapallo es de 976 toneladas, y la oferta es igual a 846
toneladas por año.
El zapallo solo se produce en pequeñas cantidades en la zona de Fraile
Pintado. El zapallo consumido en la provincia proviene sobre todo de
Santiago del Estero, Catamarca y Tucumán. San Juan de Dios es uno de los
principales referentes en la oferta local.
Se observa escasez del producto en invierno, según los vendedores
entrevistados, lo que se explica por un aumento de consumo local.
El balance comercial es negativo: 130 toneladas, equivalentes a 390.000
pesos. Para este producto se aplican los mismos comentarios referentes al
balance comercial equilibrado como el de la lechuga.

329
Papa y papa andina
La de papa es la mayor demanda de hortalizas en la provincia de Jujuy.
Presenta un consumo sostenido durante todo el año, y se uso sobre todo en
guisados, para acompañar otras comidas o para ensaladas.
En la composición de la papa destaca la cantidad de hidratos de carbono,
mayoritariamente en forma de almidón, y una pequeña proporción como
glucosa, fructosa y sacarosa, además de un aporte importante de fibra.
La papa es una buena fuente de vitamina C, si bien una buena parte de la
misma puede perderse durante el proceso de cocción. Para preservar su
contenido, es recomendable cocinarlas al vapor o al horno (envueltas en
papel de aluminio). Además, dado que la vitamina C se localiza debajo de la
piel, el pelado de la papa, y aun más un pelado profundo, puede
representar una pérdida importante de la cantidad de este nutriente.
En lo que se refiere a la papa andina, en los últimos años ha aumentado
notablemente la demanda de este producto por estar relacionado a la
declaración de la Quebrada de Humahuaca como Patrimonio de la
Humanidad y por ser considerado un producto delicatessen en hoteles y
restaurantes, tanto en la Argentina como en Europa. También destaca la
valorización creciente de las culturas originarias, la constitución de fondos
para proyectos de promoción, investigación y desarrollo que contemplen la
biodiversidad y las economías regionales, y la creciente industria turística
que demanda estos productos.
Lo particular de la papa andina es que se puede consumir con cáscara,
siendo además atractiva por la variedad de colores que presenta. Tiene una
piel muy fina y nutritiva, admitiendo muy diversas formas de preparación:
salteada con ajo y perejil, con crema, al horno, guisada
La demanda total de papas asciende a 9.565 toneladas por año, 626 de las
cuales corresponden a papas andinas.
Córdoba es la provincia más importante del país en cuanto a las hectáreas
producidas de papas, con el 43% del total nacional, seguida por Buenos
Aires (35%), Mendoza (11%) y Tucumán (7,2%). Estas tres provincias
suman el 95% de la superficie implantada en todo el país. Buenos Aires
pasó de concentrar el 62% del área sembrada en la década de 1980 al 35%
entre las temporadas 1994/95 y 1999/2000. En los mismos períodos, la
participación de Córdoba aumentó del 13% al 43%.
En el transcurso del desarrollo comercial del cultivo, la producción fue
desplazándose geográficamente, cambiando la importancia relativa de cada
región. Mientras entre 1988/89 y 1994/95, la superficie en Buenos Aires se
retrajo a casi 26.000 hectáreas, en Córdoba aumentó a 36.000 hectáreas.
La superficie sembrada en Córdoba corresponde a tres épocas de cosecha:
tardía, semitemprana y, con mucha menor importancia, semitardía. Los
departamentos más relevantes son Córdoba Capital, San Javier y San
Alberto, que concentran más del 80% del total provincial. En estos

330
departamentos se ubican el cinturón verde de la ciudad de Córdoba y las
zonas bajo riego de Villa Dolores y localidades cercanas (San Javier y San
Alberto).
En Buenos Aires, donde la plantación se concentra en la primavera (papa
semitardía), la principal zona papera se ubica en la región sudeste,
abarcando los partidos de Balcarce, Gral. Pueyrredón, Gral. Alvarado,
Lobería y Tandil, representando más del 90% de la superficie sembrada
provincialmente con papa.
La plantación en la provincia de Jujuy se produce en junio y julio, y la
cosecha en septiembre y octubre. También hay existencia de papas
provenientes de las provincias de Mendoza, Córdoba y, en menor medida,
Tucumán.
Los productores jujeños apuntan a cubrir el mercado fresco, y no compiten
en otros mercados, como por ejemplo el sector industrial. En general son
pequeños productores que no tiene poder de negociación y que
comercializan sus productos a través de intermediarios que a su vez venden
en los mercados más organizados.
La papa andina es un cultivo originario de la región Andina de América del
Sur que ha sido domesticado por los habitantes de la zona durante milenios.
En general, se da en pequeñas producciones individuales, aunque existen
distintos tipos de asociaciones que potencian la producción a escala,
brindando a los productores mejores condiciones de competitividad.
Son tubérculos de tamaño mediano, de hasta 9 cm de longitud, con piel de
diferentes colores, pudiendo ser verde, rojo y hasta negro. Existen
poblaciones de color uniforme, manchadas en uno de los extremos o
coloreadas en los bordes de las yemas.
A lo largo de la Quebrada y la Puna de Jujuy se organizaron diferentes
formas asociativas, entre las que destacan las cooperativas. Ejemplos de
esto son la Cooperativa Agrícola de Maimará Ltda., la Cooperativa
CAUQueVa —que nuclea a unos 120 productores a lo largo de más de 100
kilómetros— y la Cooperativa de Productores de Humahuaca, de reciente
constitución, con su personería jurídica aún en trámite.
Los productores gerencian las cooperativas. En algunos casos, estas
organizaciones fueron acompañadas en sus primeros pasos por
instituciones, pero luego, por razones de gestión, no supieron elaborar sus
propias estrategias de continuidad, por lo que al perder el apoyo tienen
dificultades para sostenerse en el tiempo. Por esta razón, han surgido
especialistas técnicos que centralizan la gestión de cooperativas por encima
de los productores.
En el año 2006 se obtuvo una producción de aproximadamente 400 mil kg,
con rendimientos que van los 10.000 a 16.000 kg por hectárea.
En la actualidad la comercialización se realiza mediante intermediarios, con
destino a mercados locales y regionales, de manera sostenida, y también en
forma espontánea, individual y no formal. También destaca el trueque como

331
una práctica ancestral de intercambio. Existen experiencias de
comercialización en Buenos Aires, donde se advierte una demanda creciente
a partir de la incorporación de este producto en mercados diferenciados.
La cosecha de papa andina solo llega hasta mayo. En comparación, se
vende mucho menos que la papa proveniente de otras provincias,
principalmente por su precio elevado. Se cultiva sobre todo en toda la zona
de la Quebrada y la Puna jujeña, aunque también existen plantaciones en
los Valles Calchaquíes.
Existe un ingreso importante de papa andina proveniente de Villazón,
Bolivia. Si bien la cantidad no puede ser determinada, los productores
afirman que ingresa en cantidad suficiente como para modificar los precios
y las condiciones de comercialización locales.
La oferta total de papa en la provincia es de 9.200 toneladas anuales, de las
cuales 420 corresponden a papa andina.
El balance comercial de la papa es negativo, de 365 toneladas, lo que
equivale a 522.000 pesos. Para la papa andina el resultado también es
negativo: 206 toneladas, 411.000 pesos.
Como se puede apreciar, en los dos casos se evidencia que en estos productos
se está muy cerca de tener una balanza técnicamente equilibrada. En la papa
andina, la balanza tiende a ser negativa por el ingreso de producto del sur de
Bolivia, pero en términos macroeconómicos no tiene una participación
significativa en las hortalizas.

Huevos
Existen diversas fuentes para conocer el consumo por habitante de huevos.
Este varía de 192 huevos por año por habitante, en su versión más
optimista, a 164 en su versión mas conservadora. El consumo en 2002 fue
de 125 huevos por habitante por año, por lo que claramente, en cualquiera
de los dos casos se puede apreciar claramente un aumento significativo.
Debido a la poca información disponible, para apreciar la demanda de
huevos se toma en cuenta las estimaciones más conservadoras, llegando a
la conclusión de que la misma es de un poco más de 130.560 mil cajas de
huevos6.
La producción nacional de huevos fue en 2007 de 8.000 millones de
unidades, observándose un aumento del 100% en la producción desde
1993. El 89% de la misma se destinó al consumo directo, mientras que el
11% se industrializó.
Casi el 50% de la producción se realiza en galpones de vieja tecnología, con
pocas posibilidades de mantener la producción durante todo el año y una
gran informalidad fiscal y sanitaria. Este tipo de productores venden sus
huevos a mayoristas, distribuidores, pequeños supermercados y almacenes,
y al consumidor final.

6
Cada caja contiene 12 maples de 30 unidades cada uno.

332
El 50% restante de la producción se realiza con mayor tecnología, muchas
veces importada, y con genética de calidad. En este caso se obtiene un
producto de mejor calidad, que se destina a canales minoristas, super e
hipermercados y la industria procesadora.
Según datos del CNA 2008, la oferta de huevos en Jujuy es de 116.180
cajas anuales. Más del 95% de la producción se concentra en los
departamentos de San Salvador de Jujuy, San Antonio y el Carmen.
La balanza comercial en este producto es negativa: 14.380 cajones,
equivalente a 1,43 millones de pesos.

Carne de llama
En los últimos años se descubrieron las bondades de la carne de estos
camélidos, que tiempo atrás solo era ingerida por pobladores de las zonas
donde estas habitaban. Este proceso de revalorización de la carne de llama
se va extendiendo por el mundo entero.
La carne de llama tiene aspecto, sabor y aroma semejantes a la vacuna. No
obstante, estudios recientes determinaron que posee niveles de colesterol
diez veces menores que la carne de cordero o vaca, por lo que su consumo
sería recomendable.
En los últimos años se han realizado estudios de mercado, destacándose su
enorme potencial de expansión, sobre todo como producto de exportación
hacia los mercados europeos y asiáticos, y de especial interés en
supermercados y comercios dedicados a la gastronomía étnica. Los cortes
más requeridos son lomo, pulpa y cuartos traseros completos.
El de San Salvador de Jujuy es uno de los mercados que viene creciendo
paulatinamente en la comercialización de la carne de llama. Sin embargo,
según las encuestas realizadas, todavía no presenta valores muy
significativos en el consumo global de la provincia.
Para determinar la demanda de carne de llama no se tomaron los valores
obtenidos en los locales comerciales relevados, ya que estos resultan poco
relevantes para determinar la demanda de toda la provincia. Por tanto, en
este caso se siguió el criterio de expertos, que cotejado con el consumo
histórico permite determinar esa demanda en unas 480 toneladas anuales.
Las 2.346 explotaciones agropecuarias dedicadas a la llama en la provincia
producen carne y fibra con un alto porcentaje de finura. Además de su
potencial en estos dos productos, la llama es la única especie animal que
garantiza la seguridad alimentaria de los pobladores, pues vive en zonas
marginales, en altitudes donde ningún otro animal puede instalarse.
Según el CNA 2002, las existencias de llamas en la provincia de Jujuy
superan las de Catamarca, La Rioja y Salta, con un total de 108.413
cabezas, lo que equivale al 67% del total nacional (161.402 cabezas). De
acuerdo a datos del CNA 2008, en ese período se produjo un aumento del
30%, alcanzando la provincia un total de 140.882 cabezas.

333
El 97% de las existencias de Jujuy se concentra en los cinco departamentos
de la Puna: Santa Catalina, Yavi, Cochinoca, Rinconada y Susques, que
constituye la región con mayor actividad de cría y producción de camélidos
domésticos del país. Por otra parte, los municipios de Abra Pampa, La
Quiaca, Rinconada y Coranzulí concentran algo más del 40% de las cabezas
de la provincia.
La faena se realiza en mataderos regionales (principalmente en La Quiaca y
Abra Pampa), que son habilitados con inspección bromatológica o
veterinaria y certificación de las Comisiones Municipales. En general, las
condiciones de higiene son deficientes, los procedimientos resultan
inadecuados y el control sanitario no tiene continuidad.
Las animales que llegan al mercado de la ciudad de Jujuy tienen entre 1 año
y medio y 2 años, con 30 kg de peso. Estos ejemplares jóvenes tienen
mejor salida y precio, por su terneza. Los animales mayores, de descarte,
están destinados al autoconsumo en los mismos establecimientos
ganaderos, se comercializan en la zona productiva o se utilizan para la
elaboración de charqui o fiambres, que luego se comercializan tanto en las
zonas de producción como en los mercados de la capital provincial.
En los últimos tiempos se ha observado un aumento del consumo de carne
de llama en la San Salvador de Jujuy, destacando además una mayor
demanda de cortes diferenciados. En la actualidad, el precio sigue siendo
menor al promedio de otras carnes, diferencia que aparece más acentuada
en los pueblos de la provincia y en la zona de producción de camélidos.
Según el CNA 2008 y las estimaciones de producción de carne por animal,
se puede establecer que la demanda de carne de llama es cercana a las 480
toneladas por año, aunque es preciso aclarar que esta cifra surge de un
análisis estimativo, ya que no existen registros oficiales del volumen
faenado7.
Por todo lo anterior, se puede considerar que la balanza comercial de este
producto se mantiene en equilibrio, mas allá de la pequeña diferencia que
pudiera existir entre oferta y demanda. Al trabajar con estimaciones y al no
contar con datos oficiales, es muy difícil extraer conclusiones categóricas,
sobre todo teniendo en cuenta que existe una gran porcentaje de carne de
llama que se destina al autoconsumo. Sin embargo, por esta razón y al no
existir “exportaciones”, se puede inferir que la demanda sería igual a la
oferta.

Carne de vaca
El consumo nacional per cápita de carne vacuna ha mantenido una
tendencia descendente en los últimos 10 años, período en el que pasó de 81
kg por habitante por año a 60 kg. Esta disminución ha venido acompañada
del aumento de consumo de otras proteínas cárnicas, fundamentalmente la
carne de pollo. Esta situación se debe a una mayor oferta y variedad de
productos en góndola, donde se puede encontrar no solo el tradicional pollo
7
Las estimaciones son tomadas de Vila Melo.

334
entero sino también bandejas con presas, empanados, líneas de
congelados, pollo ecológico, de granja, etc. Además, se produjo una mejora
del precio del pollo en relación al de la carne vacuna. A principios de la
década de 1990, cada habitante de la Argentina consumía 10 kg de carne
de pollo, y en la actualidad esa cifra ha llegado a 27 kg.
A nivel nacional, la carne de vaca representa cerca del 68% del consumo
total de carnes país, y el 7,1% del gasto total en alimentos por habitante.
Al no existir una muestra lo suficientemente grande para determinar la
demanda de este alimento, se trabajó sobre el consumo per cápita nacional
aplicado a Jujuy, lo que arroja la cifra de 38.080 toneladas por año.
En el año 2008, la faena a nivel nacional fue de 1,4 millones de cabezas, y
la producción de carne superó las 21.000 toneladas. El 98% de la faena
registrada en el país se concentra entre la zona central y la región
patagónica.
La industria frigorífica comprende 120 establecimientos vigentes. En el año
2008, la distribución de la faena ovina en Argentina se centró en trece
provincias, distribuidas en cinco regiones: la región Centro, con cerca de un
27% del total faenado, concentrada principalmente en la provincia de
Buenos Aires; la región Patagónica, que contribuye con algo más del 71%, y
las regiones NOA, NEA y el Oeste, que suman el 2% restante de la faena
total.
En la provincia de Jujuy, entre el 70% y el 80% de la actividad ganadera
está en manos de pequeños productores que viven en la explotación,
utilizan modos de trabajo familiares y venden una parte de su producción
en los mercados locales, destinando el resto al autoconsumo. Las
explotaciones usan escasa tecnología y son gestionadas de forma
elemental. En general, estos productores han alcanzado apenas un nivel
educativo básico.
Existe un pequeño grupo de productores, cerca del 20% del total, que pueden
considerarse “medianos”. A diferencia de los pequeños productores, estos
tienen un nivel educativo mas alto, no viven en el lugar de explotación,
manejan ciertos conocimientos de gestión empresarial y utilizan una tecnología
algo superior. Algunos son incluso profesionales que tienen en la actividad
ganadera una ocupación secundaria. y tiene otra actividad principal.
Por último, el grupo más pequeño de los productores ganaderos de la
provincia de Jujuy es el de los “grandes”, integrado por empresarios del
sector que dedican importantes extensiones a la cría de gran cantidad de
animales. Tienen un nivel sociocultural alto, viven en la ciudad y tienen
acceso al crédito, a la tecnología y al asesoramiento profesional. Algunos de
ellos se dedican a la ganadería, mientras otros la desarrollan como actividad
secundaria. Este grupo está inscripto en la Administración Federal de
Ingresos Públicos (Afip) y en la Dirección Provincial de Rentas y cumple con
el pago de aportes que corresponden a toda empresa legalmente
constituida.

335
La producción de ganado vacuno se desarrolla, en mayor medida, en los
Valles y las Yungas. Es una explotación extensiva con algunas deficiencias,
ya que la mayoría de los establecimientos carecen de instalaciones
mínimas, como cerramiento perimetral, potreros, corrales de encierre y
manga.
Por esta razón, las condiciones sanitarias y reproductivas no son las
adecuadas, y es inviable la implantación de pasturas y un manejo racional
de la oferta forrajera que haga más eficiente la producción.
Según datos del CNA 2008, la oferta de carne vacuna es de 3.786
toneladas. El departamento de San Antonio es el distrito que concentra la
mayor cantidad de cabezas, seguido por Palma Sola, San Salvador de Jujuy
y Abra Pampa.
El balance comercial de la carne vacuna es negativo: 34.294 toneladas, 205
millones de pesos.

Carne de pollo
Como se mencionó anteriormente, el consumo per cápita de carne de pollo
se incrementó entre los años 1992 y 1997 en un 50%, pasando de 26 a 32
kg. Las proyecciones indican que esta tendencia se mantendrá en los
próximos años, respondiendo a la creciente sustitución de carne vacuna a
favor de la de pollo.
Como en el caso de carne vacuna, la demanda de carne de pollo se calculó
en función de los promedios nacionales, ya que la cantidad de locales
relevados no es suficiente para realizar una inferencia. Así, la demanda se
estimó en 19.720 toneladas al año.
En 2008, la faena de carne de pollo fue de 533,1 millones cabezas, lo que
marcó un incremento del 9,3% respecto del período anterior (487,6
millones de cabezas), mientras que la producción fue de casi 1,386 millones
de toneladas, lo que significó un crecimiento del 11,5% respecto del año
anterior (1,243 millones de toneladas).
En el año 2005 existían en Argentina 45 establecimientos en actividad,
habilitados por el Servicio Nacional de Sanidad Animal y Calidad
Agroalimentaria (SENASA). Diez de estos establecimientos faenaron ese año
el 65,76% del total nacional; seis de ellos, localizados en la provincia de
Entre Ríos y los cuatro restantes, en Buenos Aires.
Entre Ríos y Santa Fe concentraron el 90,41% de la producción. Como el
principal insumo de esta actividad el alimento balanceado, se explica que la
zona de mayor producción coincida con la región cerealera.
En la provincia de Jujuy, según datos del CNA 2008, la oferta de carne de
pollo asciende a 921 toneladas. El balance comercial es negativo en 18.799
toneladas, equivalentes a 112 millones de pesos. Este déficit comercial es el
segundo en importancia después de la carne de vaca.

336
Queso de cabra
Los quesos elaborados a partir de leche cabra son productos de elevado
valor agregado que se enmarcan dentro de los llamados “quesos gourmet”.
Para su comercialización, este tipo de productos requieren de canales
especiales, pues están dirigidos a un segmento del mercado de mayor
capacidad adquisitiva. Sin embargo, las estrategias de comercialización
utilizadas no siempre están alineadas con estas características, lo cual
constituye uno de los factores que hace a esa etapa un cuello de botella.
Los principales puntos de venta de estos quesos son locales de delicatessen
y super e hipermercados de los grandes centro de consumo.
En San Salvador de Jujuy se pueden encontrar algunas variedades en los
supermercados, pero los consumidores acostumbran comprar el queso de
cabra fresco en locales especializados en la venta de estos productos. Hay
también puestos callejeros que los ofrecen, pero sin los controles
bromatológicos adecuados. En la provincia, el queso de cabra se consume
como sustituto de otros tipos de queso o para acompañar ciertos platos.
El relevamiento realizado en locales permite inferir el volumen de la
demanda de este producto, pero es preciso además tener en cuenta la
comercialización en el circuito informal y la porción destinada al
autoconsumo. En función de estos criterios, se puede deducir que la
demanda de quesos de cabra en la provincia de Jujuy asciende a 110
toneladas por año.
Según el CNA 2002, el principal distrito criador de cabras de país es la
provincia de Santiago del Estero, con el 17,4% del total nacional, seguida
por Neuquén y Mendoza (16,7% y 17,6%, respectivamente). De acuerdo al
mismo censo, Jujuy representaba en 2002 casi el 4% del total nacional, con
152.952 cabezas de ganado caprino. Al comparar estas cifras con las del
CNA 2008, se advierte para Jujuy un crecimiento del 9%, habiendo
alcanzado un total de 140.267 cabezas. En la provincia, la cría de cabras se
concentra en el departamento puneño de Cochinoca, con un poco más de
30.000 ejemplares. Otros distritos de importancia son Susques, también en
la Puna, y Humahuaca, en la región Quebrada. Si bien en algunos
departamentos ha decrecido el número de cabezas, Dr. Manuel Belgrano
aumentó en el período intercensal en un 25%, llegando en 2008 a casi
9.000 ejemplares.
En Argentina funcionan unos 100 establecimientos caprinos lecheros con
distintos grados de avance e inversión, ubicados, principalmente en Buenos
Aires, Córdoba, Corrientes, Catamarca, Salta, San Juan, Jujuy, San Luis,
Santiago del Estero, Formosa, Neuquén y Río Negro.
En el país de comercializa el queso en tres presentaciones: de pasta blanda,
semigraso a graso; de pasta dura, y de pasta semidura.
La leche de cabra tiene más cantidad de grasa que la de vaca: con 10 litros
de leche de vaca se elabora 1 kg de queso, mientras que para obtener la
misma cantidad de queso de cabra son necesarios apenas 6 litros de leche.

337
En promedio, con un buen manejo del proceso, se pueden obtener 400
litros de leche anuales. Sin embargo, una cabra criolla criada en forma
salvaje da medio litro por día; si está bien alimentada, da un litro y medio,
y un buen ejemplar puede llegar a los tres litros.
De acuerdo a datos del CNA 2008 y los relevamientos y análisis de la
situación local, se puede inferir que la oferta de queso de cabra en la
provincia de Jujuy se ubica en el orden de las 156 toneladas.
El balance comercial es positivo en 45 toneladas, un equivalente a 1,18
millones de pesos.

Balance general de los productos seleccionados

En función de los datos relavados para el presente estudio, se puede


establecer un balance comercial general de los productos seleccionados en
la provincia de Jujuy.
Tal como reflejan los datos del cuadro 1, de la provincia de Jujuy salen
todos los años 81 millones de pesos, tomando en cuenta los productos
considerados para el presente estudio. Este cuadro es muy orientador para
poder apreciar cuáles son los sectores, que desde el punto de vista
macroeconómico, se deberían apoyar para que ese dinero circule en la
provincia.
Uno de los sectores que sin dudas explica gran parte del déficit es la carne
vacuna, seguida en importancia por la carne de pollo. En el otro extremo, el
balance comercial general se ve compensado por el aporte de productos
como tomate y naranja.
De los datos se desprende además que, en términos macroeconómicos,
productos como lechuga, papa, batata, zapallo y papa andina no revisten
importancia. De todos modos, la papa andina viene creciendo, y aunque
todavía no alcanzó una maduración como mercado para que sea
considerada clave, es el único producto jujeño que puede tener una
diferencial de precios.

338
Cuadro 1. Balance comercial de los productos seleccionados

Balanza Balanza
Producto Demanda Oferta comercial comercial
(volumen) (pesos)
Acelga 497 1.164 667 1.134.441
Lechuga 1.785 2.016 231 416.420
Papa 8.939 8.780 -159 -111.311
Batata 301 408 107 160.052
Cebolla 1.112 4.350 3.238 5.504.555
Tomate 1.569 67.830 66.261 132.521.272
Zanahoria 1.271 3.900 2.629 5.257.630
Zapallito 1.287 9.436 8.149 14.668.419
Banana 1.113 13.861 12.748 11.472.943
Mandarina 978 14.675 13.697 16.436.565
Manzana 569 17 -552 -1.545.370
Naranja 1.323 59.576 58.253 52.427.921
Zapallo 976 846 -130 -390.393
Papa Andina 626 420 -206 -411.462
Huevo 130.560 116.180 -14.380 -1.438.000
Carne de vaca 38.080 3.786 -34.294 -205.766.660
Carne de llama 480 480 0 0
Queso de cabra 110 156 46 1.177.546
Carne de pollo 19.720 921 -18.799 -112.793.100
Total -81.278.533
Fuente: Elaboración propia.

Finalmente, si a este análisis se adicionaran productos como limón o palta,


la balanza comercial quedaría virtualmente en equilibrio, ya que estos
productos aportarían al ingreso de dinero a la provincia. Así, es posible
deducir que todo el dinero que ingresa por frutas y hortalizas se va en la
compra de carnes, afirmación útil para elaborar una hipótesis de trabajo
para una futura investigación, complementaria del presente trabajo.

Posibilidades de desarrollo de productos

Tomate
El tomate es uno de los productos estrella de la producción hortícola, con un
crecimiento sostenido en los últimos años, según datos del CNA 2008. Sin
embargo, la participación de Jujuy en la producción nacional de tomate ha
experimentado una disminución, causada por el predominio de los

339
invernaderos y la incorporación de modernas tecnologías de riego,
condiciones que permiten obtener mejores rindes.
Las perspectivas son muy buenas, ya que el consumo nacional mantiene su
tendencia positiva, en relación directa con el aumento de la población. Del
otro lado, la variación de precios que año a año sufre este producto reduce
la rentabilidad del negocio, generando problemas adicionales sobre todo
para los pequeños productores, que ven así perjudicada su estabilidad
financiera.
Hay varios caminos para mejorar la rentabilidad de este sector, pero sin
duda uno de ellos es la incorporación de tecnología que permita un mejor
rendimiento por hectárea. El riego por goteo, por ejemplo, es empleado por
algunos productores con muy buenos resultados.
También es muy interesante la producción de tomate para conserva o
pulpa, pero por las particularidades de este mercado los productores
jujeños prefieren concentrar sus esfuerzos en mejorar la calidad del tomate
fresco, incorporando nuevas variedades o híbridos a las ya existentes.
Sería provechoso integrar la cadena productiva con una planta de pulpa de
tomate. En Jujuy existe un pequeño mercado, pero no es manejado por los
productores de tomate, que quedan fuera de los beneficios que provee.
Entre los años 1994 y 1998 funcionó en el Ramal una cooperativa de
productores hortícolas que integró un grupo muy importante de
productores hortícolas. Esta organización tuvo éxito en sus primeros
años, sobre todos cuando el precio del tomate, principal producto que
comercializaba, alcanzó muy buenos precios. Sin embargo, en los años
siguientes el precio del tomate cayó abruptamente, lo que provocó
diferencias entre los cooperativistas y la consiguiente disolución del
grupo.
Esta experiencia revela las dificultades que tiene los productores para
sostener acuerdos a largo plazo en negocios en los cuales las
rentabilidades son muy variables de un año a otro.

Banana
Respecto de la banana, existen dos inconvenientes al momento de analizar un
aumento en la cantidad producida. Uno está vinculado a la competencia
extranjera, que en algunos períodos compite con el fruto local, imposibilitando
el desarrollo de nuevas inversiones, ya que estas aperturas al comercio
internacional vulneran la rentabilidad de los productores. Por otro lado, existe
un problema con la conservación de la banana, lo que genera un serio
inconveniente para algunos productores que no pueden hacer la inversión
necesaria para refrigerar y conservar por más tiempo el producto.
Otra de las dificultades que enfrentan los productores de este fruto está
relacionada con el costo de del embalaje, que impacta de manera crucial
en el valor final del producto.

340
Existen programas que lleva adelante el INTA con el objetivo de mejorar el
rendimiento por hectárea, a través de distintos instrumentos.

Acelga y lechuga
La acelga y la lechuga, por ser productos muy delicados, deben cultivarse
cerca de los centros de distribución, para conservar sus propiedades y
frescura. Esto es una característica normal en los cinturones verdes de
las ciudades. Las condiciones agroecológicas de la cuidad de San
Salvador y sus alrededores son apropiadas para el desarrollo de la
mayoría de las especies, no solamente para el abastecimiento local sino
también para acceder al mercado nacional. Las oportunidades y
perspectivas de estos cultivos, al igual que del resto de las hortalizas,
están vinculadas con la posibilidad de satisfacer dichas demandas
potenciales. Dos posibles caminos serían aumentar la superficie bajo
cubierta o aumentar la productividad. Al respecto, se avanzará mas
adelante.

Cítricos
En lo referente a los cítricos, Jujuy tiene la posibilidad de incrementar su
participación en el mercado nacional e internacional, pero debe afrontar
algunos aspectos que deben resolverse para mejorar la productividad y la
rentabilidad de los empresarios. Dos de esos aspectos son el control de
plagas y la cadena de frío para los mercados internacionales. En este último
caso, una práctica muy común para prolongar la resistencia es la cosecha
extratemprana y el envío de esta fruta al mercado en estado “verde” o
inmaduro. En general, los productores optan por esta modalidad cuando el
precio sube, por lo que se ven beneficiados, pero genera disconformidad en
el consumidor. Otra técnica utilizada a la conservación en frío, pero el
sector citrícola local no tiene suficiente capacidad para almacenar la cosecha
tardía con el objetivo de exportar en contraestación.
En este sentido, la escasez de frío en las plantas de empaque genera
inconvenientes en la conservación de la fruta desde que se embala hasta
que llega a destino, fundamentalmente los mercados externos. Además, el
mal manejo de la cosecha y poscosecha también influye en las condiciones
en las que llega la fruta a los galpones de empaque.
Para resolver esto habría que trabajar en dos líneas: mejorar la cadena
de frío, en general o en las variedades más resistentes a las inclemencias
del tiempo o las necesidades de tiempo entre la cosecha y el consumo, y
superar los problemas generados por la falta de mano de obra calificada,
sobre todo en épocas de cosecha, producción y mayor demanda. Por otro
lado, la falta de mecanismos ágiles y sencillos para contratar personal
temporario para las plantaciones genera problemas en la organización del
sector y hace que los empresarios tengan elevados costos de producción.
Por tanto, sería aconsejable trabajar en capacitaciones desde la
plantación hasta la cosecha.

341
Existen programas del INTA que apuntan a mejorar todos estos aspectos
con la participación de los gobiernos provinciales y municipales, que se
detallarán más adelante.

Papa andina
En lo que respecta a la papa andina, los productores han detectado la
necesidad de trabajar en el diseño de cursos de capacitación en temas
relacionados con la incorporación de prácticas ecológicas y la formación
de recursos humanos en las áreas de comercialización, créditos,
administración, capacitación y comunicación.
Particularmente, se generó un programa de capacitación con el apoyo de la
Embajada de Canadá para los productores de CAUQueVa en áreas como
manejo de cultivos y maquinaria agrícola, gestión en proyectos, cultivos de
papas andinas y computación, entre otros. Con financiamiento del BID, esta
misma cooperativa cuenta con cinco líneas de crédito propias para
responder a los intereses y necesidades de sus asociados. Dentro de los
trabajos de comercialización, la cooperativa realiza ventas directas en
mercados de concentración de distintos lugares del país, ventas con
entregas domiciliarias en Buenos Aires y ha abierto puntos de venta en
algunas localidades quebradeñas. También trabaja en el desarrollo y
promoción de los productos originarios: alrededor de 40 variedades de
papas, otros tubérculos andinos como la oca, la papa lisa y diversos maíces
de la zona. En octubre de 2004, CAUQueVa realizó la primera exportación
piloto de papas andinas a Italia, puesto que uno de los objetivos principales
es lograr ubicar estos productos en el exterior.
En 2006, la Dirección Nacional de Alimentos, junto con el Instituto de la
Calidad de Jujuy, llevó adelante un proyecto de Implementación de Buenas
Prácticas Agrícolas en Productores de Papa Andina de la Provincia de Jujuy.

Llama
Respecto de la llama, existe la necesidad planteada por los productores de
acceder a créditos blandos y lograr una rebaja de impuestos, para así
mejorar la competitividad de la producción y avanzar hacia la
industrialización de la fibra. Los productores podrían tener acceso a
maquinarias, carpas, guantes, vehículos de transporte, entre otras cosas.
Sería importante continuar con los programas de capacitación como los que
viene realizando la Secretaría de Desarrollo Ganadero a través del Programa
Camélidos, que demostró su eficacia en la conformación y organización de
nuevas asociaciones y/o cooperativas, y en la capacitación permanente para
mejorar la calidad de los productos, especialmente la fibra.
Otra línea aconsejable es la de capacitar también a los productores en el
preparado de chacinados y otros subproductos que pueden tener buena
ubicación en mercados de Buenos Aires y otras ciudades del país

342
Los programas de asistencia técnica e investigación tanto del INTA-Abra
Pampa como del Consejo Federal de Inversiones siguen siendo relevantes, y
deberían ser profundizados para lograr una mejora en la productividad de la
carne de llama. Sobre todo, teniendo en cuenta que el consumo continúa en
aumento, lo que genera nuevas oportunidades de desarrollo para los
productores la Quebrada y la Puna.

Cabras
El desarrollo caprino es una posibilidad cierta para la provincia de Jujuy, no
solo porque existen las condiciones naturales para que así sea, sino también
por el potencial, la cultura y las habilidades que adquirieron los productores
durante todos estos años.
Sobre todo el queso de cabra tiene un potencial enorme, por los altos
precios que este tipo de productos tienen en el mercado nacional e
internacional. En este sentido, se está trabajando con el Programa Caprino
Provincial, de fomento a la producción caprina, que pone el acento en la
capacitación en temas como elaboración de quesos y otros derivados
lácteos, aprovechamiento integral de la carne de cabras viejas y sanidad
animal. Además, la iniciativa fomenta las ferias de productores y eventos
similares. Existe también una mesa regional de la lechería caprina, en
donde participan Jujuy, Salta, Tucumán y Catamarca, trabajando en
comisiones con el objetivo de incluir el queso fresco de la zona en el Código
Alimentario Argentino, con identificación de origen.
También se trabajó sobre el mejoramiento de las razas, realizando cruzas
para optimizar la producción lechera. Por último, se diseñó una sala de
elaboración artesanal de quesos con materiales y tecnologías adaptadas a
las regiones Quebrada y Puna.
Es importante también la vigencia de la Ley Caprina (ley nacional N.°
26.141), que apunta al fomento de la actividad para mejorar la calidad de
vida del productor, a través del establecimiento de beneficios como créditos
y subsidios.

PROPUESTA DE ALTERNATIVAS DE POLÍTICAS PÚBLICAS

A modo de síntesis y conclusión, se presentan aquí las líneas de trabajo o


proyectos que serían adecuados para generar un mejor desempeño de los
sectores productivos abordados en el presente trabajo.
• Sistema de información. Del estudio realizado, se desprende la
importancia y necesidad de crear un sistema de información de
precios y costos que permita a los productores realizar proyecciones

343
de sus negocios. Esta información es vital, ya que muchas veces los
productores toman decisiones a ciegas, sin poder establecer
comparaciones con sus competidores. Este sistema también debería
contar con información de los canales de comercialización, para
apoyar al productor en la negociación final de sus productos.
• Calidad. Si bien ya se está trabajando en algunos aspectos de
calidad, sería vital definir sistemas de calidad y denominación de
origen, como algunas empresa ya están empezando a hacer. La tarea
sería generar los protocolos básicos para el desarrollo de una política
diferenciada en calidad y origen, que permita la generación de una
normativa de denominación de origen.
• Investigación y desarrollo. Si bien en muchos aspectos ya se está
trabajando en estas áreas, para consolidar estos sectores, ser
pioneros y poder competir a nivel nacional e internacional es
necesario seguir invirtiendo, y generar programas específicos en
temas como el manejo de plagas y enfermedades, el control y
manejo de los suelos, el estudio de la aplicación de fertilizantes, el
mejoramiento genético, etc. Sin duda, la articulación entre el INTA, la
UNJU y el Gobierno provincial puede ser un motor clave en la
búsqueda de una mayor competitividad de los sectores analizados en
este trabajo, pero sería interesante ir más allá y proyectar un ente
público-privado que se ocupe de este tipo de investigación.
• Capacitación. Actualmente, la capacitación se lleva adelante en
diversos niveles y productos. Por esta razón, sería beneficioso
articular los programas vigentes y consolidarlos. También, generar
nuevos programas sobre temas como preparación del suelo, selección
de semilla, siembra, control de malezas y plagas, labores culturales,
cosecha, manejo de enfermedades y plagas, manejo de cosecha y
poscosecha, manejo de rodeo, manipulación de la leche, etcétera.

344
ANEXO I. PRODUCTOS RELEVADOS POR LA DIPPEC
PARA EL CÁLCULO DEL ÍNDICE DE PRECIOS

Canasta básica de alimentos (DiPPEC)

Pan Dulces
Galletitas (saladas y dulces) de Leche
Arroz de Batata
Harina de trigo Mermeladas
Otras harinas (maíz)
Fideos
Papa, batata
Azúcar
Legumbres secas (lentejas, porotos, Carnes (asado, carnaza, carne
arvejas) picada, cuadril, falda con hueso,
nalga, paleta)
Pollo
Huevos
Leche
Hortalizas (acelga, cebolla, lechuga) Frutas (banana, mandarina,
Tomate manzana, naranja)
Zanahoria
Zapallo
Tomate en lata
Quesos (fresco, crema, cuartirolo, Aceite mezcla
de rallar) Bebidas edulcoradas
Jugos para diluir / gaseosas
Bebidas gaseosas sin edulcorar
Soda
Sal (fina y gruesa)
Vinagre
Café, té, yerba

345
ANEXO II. METODOLOGÍA PARA DETERMINAR
LA DEMANDA Y OFERTA DE LOS PRODUCTOS SELECCIONADOS

Como se mencionó en la introducción, la demanda de los productos


analizados se determinó a partir de una encuesta en distintos mercados de
la provincia de Jujuy, cuya metodología se detalla en este Anexo.
La encuesta se realizó en los siguientes puntos de venta:
• Mercado Central de San Salvador de Jujuy
• Mercado de Abasto de San Salvador de Jujuy
• Mercado de Gorriti de San Salvador de Jujuy
• Mercado de Alto Comedero
• Mercado de Perico (el mercado más importante de frutas y hortalizas
de Jujuy y Salta)
En primer lugar, se contabilizó la cantidad de locales en cada uno de los
mercados, aunque sin las características de un censo, como se explica mas
adelante.
Luego se realizó la primera clasificación, según el producto correspondiente.
En este sentido, se verificó que las hortalizas y frutas, el queso de cabra y
los huevos están presentes en todos los mercados, mientras que las carnes
se ofrecen solo en el Mercado Central.

Punto Frutas y Carne Carne Carne Queso


Huevos
de venta hortalizas de vaca de llama de pollo de cabra
Mercado Central
3 5 2 6
(San Salvador)
Mercado Gorriti
17 Sí Sí
(San Salvador)
Mercado de
Sí Sí
Abasto Sí
(amb.) (amb.)
(San Salvador)
52
Mercado de
(sábados y Sí
Alto Comedero
domingos)
248
Mercado de (lunes,
Sí Sí
Perico miércoles y
viernes)

En el Mercado de Abasto hay 71 locales, 61 bajo techo y 10 en la vereda.


Existe una marcada diferencia entre el perfil del Mercado de Perico y los
otros: mientras que en Perico en general las ventas son a revendedores,
en los otros mercados proveen más a la demanda personal o familiar.
Las planillas usadas para el relevamiento de los datos tuvieron en cuenta
los siguientes campos:
• Producto

346
• Precio de venta
• Cantidad vendida
• Observaciones
En el Mercado de Perico se relevaron 63 locales de 249, ya que por distintos
motivos no todos los puestos quisieron brindar información, y algunos
directamente se negaron a participar. De todos modos, al tener una
muestra representativa por la variedad y la cantidad de los productos de los
locales relevados (casi 25% de la totalidad), se pudo inferir el volumen
total. En el Mercado de Abasto se relevaron 38 locales de los 71 (53% del
total), con el mismo procedimiento. En el Mercado de Alto Comedero se
relevaron 23 locales de los 53 (44% del total), con el mismo criterio de los
anteriores. En los otros casos se pudo completar la información gracias a la
mayor predisposición y participación de las personas a cargo.
El relevamiento se realizó durante un mes, con las estimaciones para todo el
año teniendo en cuenta la estacionalidad y disponibilidad de cada producto.
Se tomó en cuenta el consumo de una población cercana a las 423.000
personas o, lo que es lo mismo, un 61% de la población total estimada para
el año 2010. Para los restantes departamentos, se trabajó con la estimación
del volumen, en función de la cantidad de locales comerciales en las
principales ciudades del interior.
Para el caso específico de la carne de vaca, la información obtenida del
relevamiento no permitió realizar proyecciones o inferencias, por ser una
muestra muy pequeña, por lo que se optó por tomar fuentes alternativas.
En el caso de la oferta, se recurrió a información del CNA 2008. En el caso
de las frutas estos datos brindan cifras exactas del nivel de producción, pero
para las hortalizas solo se conoce la cantidad de hectáreas plantadas, sin
especificar el volumen producido. En este caso se tomaron fuentes diversas
para establecer el rendimiento promedio y determinar así el volumen
producido de cada bien.
Para el caso de las carnes se tomaron las cifras de cabezas de ganado del
CNA 2008 y los estudios de cada uno de ellos para establecer cada oferta.
Para los huevos, se realizaron inferencias a partir de los datos de las
gallinas ponedoras del mencionado censo.
Los casos más difíciles para establecer una oferta fueron el queso de cabra
y la papa andina, por tratarse de productos sobre los cuales hay muy poca
información y de mercado muy reducido.

347
ANEXO III. ASPECTOS TECNOLÓGICOS E INSTITUCIONALES
VINCULADOS A LOS PRODUCTOS SELECCIONADOS

Aspectos tecnológicos

La tecnología implementada en el sector frutihortícola es en general muy


buena, sobre todo en el caso de los grandes productores, que pueden
acceder a ella y la aplican, por ejemplo, tanto en el uso de semillas
resistentes a las heladas como en la utilización de maquinaria para limpiar
la fruta. El uso de maquinarías para la siembra y la cosecha es usual, salvo
en los pequeños productores.
La calidad de la frutihorticultura en general también es muy buena. El
tomate de Jujuy, por ejemplo, es reconocido a nivel nacional, aunque
debido a los precios irregulares en algunas ocasiones la inversión realizada
en calidad no tiene el retorno esperado.
Se observa además un mal manejo de cosecha y poscosecha, sobre todo en
el uso de agroquímicos y fertilizantes, que provoca pérdidas de producto.
Si bien el riego por goteo es aplicado en las explotaciones frutihortícolas,
en la mayoría de los casos hay un mal uso del agua de riego, lo que
genera un bajo rendimiento.
En el aspecto socioeconómico coexisten en la zona productores empresarios
y de subsistencia, con una variada gama de situaciones intermedias y, por
tanto, distintas demandas de tecnología.
En la carne vacuna, la tecnología depende del tamaño del productor, ya que
no es de simple acceso. En general, supone la contratación de un
asesoramiento profesional. Los establecimientos más grandes pueden
contratar a un veterinario para que observe y controle el rodeo, sobre todo
en época de parición; a un nutricionista, para que diseñe una dieta que
permita el buen desarrollo de los animales, e incluso a un ingeniero
zootecnista, para que evalúe mejoras más complejas. El esfuerzo que hace
el productor tiene su recompensa en mejores precios para los animales.
Los productores más grandes incluso pueden hacer silos, lo que les permite
un mejor manejo de los alimentos necesarios para las vacas, como el maíz.
Si bien hay productores que aplican técnicas de reproducción artificial de
gran impacto genético, esta práctica no está generalizada. Muy poco
productores sistematizan la selección y los cruzamientos de animales.
Respecto de los controles de calidad, en la mayoría de los casos es muy
difícil realizar un control estricto de la actividad, porque esta se realiza a
campo abierto, en montes naturales o en zonas serranas de terreno
quebrado. En consecuencia, el ganado recibe normalmente atención
sanitaria pocas veces o una vez por año.

348
El sector productivo de las llamas no cuenta con tecnología de punta que
permita mejorar la calidad de los productos. Para una esquila más eficiente,
se deberían reemplazar las tijeras manuales que se usan en la mayoría de
los casos por máquinas esquiladoras. En lo que hace a la infraestructura
edilicia, hacen falta galpones donde realizar las actividades de esquila y
acopio. Por otra parte, en muchas zonas de la Puna los caminos están en
mal estado, lo que dificulta la comunicación y la comercialización, y no
existe servicio de Internet ni está generalizado el uso de computadoras. Si
bien hay electricidad y telefonía, la situación de aislamiento de algunos
productores hace que les resulte difícil acceder a ellos. Incluso existen
productores con serias dificultades para producir por la escasez de agua.
Para la leche de cabra, existen tecnologías y equipo disponibles para la
pasteurización y el procesamiento a pequeña escala, que permiten
aumentar significativamente los ingresos de los productores caprinos.

Aspectos institucionales

Los productos relevados en el presente estudio tienen en términos


generales vinculación con las instituciones descriptas en este apartado. La
enumeración que sigue no pretende cubrir exhaustivamente este aspecto,
sino que considera algunas de las más importantes.

Ministerio de Producción. Plan Nacional de de Desarrollo


Agroalimentario y Agroindustrial
Como parte del Plan Estratégico Nacional de Desarrollo Agroalimentario y
Agroindustrial, se está formulando en Jujuy una iniciativa de similares
características para implementar en la provincia. Para ello se conformó una
suerte de Consejo de Ciencia y Tecnología integrado por la Facultad de
Ciencias Agrarias de la UNJu, el INTA-SENASA, el Programa Social
Agropecuario y dependencias del Ministerio de la Producción vinculadas al
sector de la ganadería y desarrollo agrícola.

Dirección de Desarrollo Agrícola y Forestal


Programa Citrícola
Este programa promueve la creación de una Cámara de Cítricos de la
Provincia de Jujuy; recomienda la puesta en marcha de un protocolo de
calidad que asegure una exportación acorde a la demanda internacional;
propicia el Plan Maestro de Recursos Hídricos, integrado con las otras
líneas de producción agropecuaria según territorios, para un uso
racional del recurso; promueve el mejoramiento de las plantaciones a
través de la erradicación de plantaciones viejas, las que actúan como

349
focos de transmisión de enfermedades; busca desarrollar políticas de
inversión que permitan superar la actual obsolescencia de la maquinaria
agrícola disponible; promueve la regularización y consolidación de los
circuitos laborales, para la disponibilidad de mano de obra,
especialmente en los períodos de cosecha, y establece acciones de
capacitación para todo el proceso de producción agrícola, con
especialización de la mano de obra que se contrate.

Programa Frutihortícola
Este programa incluye las actividades más relevantes presentadas en un
proyecto integrador que atiende a todo el sector en su conjunto, y en los
casos puntuales que tienen mayor preponderancia productiva y con visión
estratégica, con ejecución de programas específicos como Papa Andina, Ajo,
Tomate, Higo y Durazno.
Entre sus objetivos generales se pueden mencionar los de incrementar la
competitividad del sector mejorando sus indicadores, mediante el
fortalecimiento del vínculo público-privado, y mejorar y diversificar la dieta
alimentaria de las familias de los productores, tendiendo a un equilibrio anual
de la misma.

Dirección Provincial de Desarrollo Ganadero


El Plan Ganadero de Jujuy incluye las actividades pecuarias más relevantes:
producción de vacunos, camélidos, caprinos y ovinos, más el área en
creación especializada en granjas, incluida en “productos no tradicionales”.
Se identificaron y respetaron ejes transversales comunes y específicos en
cada uno de los programas encuadrados en el Plan, los que se concentran
en las siguientes líneas:
• Sanidad: controles fito-zoo-sanitarios, planes sanitarios.
• Mejora genética.
• Capacitación a productores.
• Inversión en infraestructura articulada con establecimientos pecuarios.
• Extensión y transferencia.
• Emergencia agropecuaria.
• Pasturas y manejo de rodeos.

Programa Bovinos de Jujuy


Tiene como objetivos generales: generar condiciones adecuadas para el
crecimiento de la actividad ganadera en toda su cadena de valor, y aumentar la
producción y la oferta de carne vacuna a partir de los recursos naturales y
tecnológicos que posee la provincia, para mantener la sustentabilidad del
sistema.

350
Programa Camélidos de Jujuy
Sus objetivos son: aumentar los volúmenes de producción a fin de negociar
mejor precio de los lotes de fibra ante el sector industrial, semi-industrial o
en el mercado internacional; impartir los conocimientos básicos para la
ejecución de un ejercicio de acopio a productores, clasificadoras y
dirigentes, donde se priorice la calidad y la gestión directa de los
campesinos ante los agentes de la demanda; capacitar en y promocionar el
acopio comunal, fortalecer los procesos de acondicionamiento, clasificación
y tipificación de fibra de llama en dos nuevos centros de acopio; promover
la comercialización de fibra acopiada en forma comunal bajo la forma de
fibra acondicionada, clasificada y tipificada; fortalecer el desarrollo de
actitudes que conlleven al trabajo cooperativo y solidario en la construcción
del conocimiento y al fortalecimiento del sentido de pertenencia regional;
incorporar valor agregado con el lavadero y procesamiento industrial;
promover el consumo de carne de llama a nivel nacional y sensibilizar a las
autoridades nacionales para que den seguimiento al consumo de carne y
fibra, y aumentar los volúmenes de rodeo en pie y asegurar la preservación
de la especie, operando como reemplazo de rodeo ovino, a través del plan
canje.

Programa Caprinos de Jujuy


Este programa tiene como objetivo aumentar la rentabilidad de la
producción mediante un manejo racional de los animales y la tierra, la
inserción de mejora genética o introducción de razas o biotipos y la
aplicación de tecnologías adecuadas, respetando la calidad productiva a lo
largo de la cadena de valor.

Facultad de Ciencias Agrarias (UNJu)


Si bien la Universidad Nacional de Jujuy (UNJu) posee la Facultad de
Ciencias Agrarias, esta tiene muy poco contacto con el mundo productivo-
empresarial. Realiza una investigación de base, de muy buen nivel, que
suele presentarse en congresos nacionales con muy buenas críticas, pero
tiene poca aplicación en el mundo del campo.
A continuación se presentan las investigaciones que actualmente está
desarrollando la Facultad de Ciencias Agrarias en relación con estos
productos.
• «Manejo de las principales plagas y enfermedades en cultivos de
papa andina de las zonas productivas de Jujuy y Salta.» Director:
Alberto René Vigiani.
• «Mejora de la calidad de aplicación de plaguicidas en cítricos de Jujuy
y Salta.» Director: Alberto René Vigiani.
• «Enfermedades presentes en los montes cítricos de Jujuy y Salta: su
diagnostico, distribución y prevalencia.» Directores: Néstor José
Alcoba y Estela Beatriz Agostini.

351
• «Tecnologías agrarias apropiadas: transferencia, adopción e impacto
entre pequeños productores agroganaderos de la Provincia de Jujuy.»
Director: Juan Alfredo Barbarich.
• «Estudios de prácticas tendientes a mitigar el riesgo de la difusión de
enfermedades cuarentenarias asociadas a frutos cítricos.» Directora:
Noemí del Valle Bejarano.
• «Desarrollo de diseños productivos hortícolas con eficiencia económica,
social y ambiental.» Director: Mario César Bonillo.
• «Biofisicoquímica de los perfiles metabólicos de fósforo, calcio y
magnesio de las especies bovinas, ovinas y caprinas de la zona de la
provincia de Jujuy.» Director: Fermín De Vega.
• «Mejoramiento del manejo ganadero sustentable para la
transferencia a los sistemas agrosilvopastoriles semiáridos.» Director:
Marcelo Sánchez Mera.

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)


Programa «Desarrollo de tecnologías para el manejo integrado de cultivos
hortícolas en la región subtropical de Salta y Jujuy»
El INTA Yuto está llevando a cabo este programa, cuyos objetivos principales
son: ajustar técnicas de manejo de cultivo, conocer la dinámica poblacional de
las principales plagas y enemigos naturales en tomate y pimiento; identificar
las patologías que afectan los cultivos de tomate y pimiento en invernadero, su
relación con estadios fenológicos y su intensidad de daño; disminuir el impacto
negativo producido por la inadecuada utilización de los pesticidas; identificar
alternativas productivas viables para pequeños y medianos productores
hortícola; generar información sobre la superficie cultivada con tomate en la
región subtropical de Salta y Jujuy mediante relevamiento satelital, y
promover y fortalecer la organización de pequeños y medianos productores
para mejorar la articulación con los mercados y la participación en la cadena
de valores.

Programa «Adaptación y difusión de tecnologías para mejorar los procesos


de producción de frutales tropicales y subtropicales de la región Salta y
Jujuy Ajustar tecnologías de manejo de cultivo en citrus y frutales
tropicales»
También desarrollado por el INTA Yuto, este programa tiene entre sus
objetivos: conocer el comportamiento fenológico y agronómico de citrus y
frutales tropicales; profundizar el conocimiento bio ecológico y contribuir al
manejo integrado de plagas y enfermedades de citrus y frutales tropicales;
promover y contribuir a la implementación de BPA y BPM en empresas
frutícolas; implementar unidades demostrativas de experimentación y
capacitación, coordinadas con municipios de la zona; promover la adopción,
por parte de los productores, de las tecnologías generadas por el proyecto y
las ya validadas, y producir yemas de especies cítricas dulces libres de virus a
través de la implementación de un sistema de producción forzado.

352
BIBLIOGRAFÍA

COLOMBO, M. y OBREGÓN, V. (2008). «Horticultura general: consideraciones de cultivo y


manejo». INTA, Estación Experimental Agropecuaria Bella Vista.
Dirección de Comercio Interior y Exterior de La Pampa (2005). «Informe de
Mercado quesos de cabra». Ministerio de la Producción de la provincia de La
Pampa.
GAVIOLA, J. (2009). «Cultivo de la zanahoria en Cuyo». INTA, Centro Regional
Mendoza-San Juan.
LAMAS, H. (2007). «La producción de Llamas en la provincia de Jujuy». Dirección
Provincial de Desarrollo Ganadero, Ministerio de Producción y Medioambiente de
Jujuy.
MELCORP Argentina (2006). «Consumo y futuro de la carne caprina local».
Ministerio de Producción y Medio Ambiente de Jujuy (2006). «Plan ganadero
provincial». Secretaría de Desarrollo Productivo.
MOSCIARO, M. (2009). «Caracterización de la producción y comercialización de papa
en Argentina». Área de Economía y Sociología Rural EEA, INTA Balcarce.
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OTTONE, M. (2008). «Situación de mercado de cebollas frescas». Dirección de
mercados agroalimentarios, Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
SAGPyA (2004a). «Producción de cítricos de la Argentina». Secretaría de Agricultura
Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación.
— (2004b). «Escenario de la carne ovina argentina».
— (2005a). «Cultivo de la papa en Argentina».
— (2005b). «Zonas de producción de tomate en Argentina».
— (2005c). «Principales zonas de abastecimiento del Mercado Central de Buenos
Aires de Hortalizas».

353
354
IMPORTANCIA ACTUAL E HISTÓRICA DE LA GANADERÍA DE ALTURA

Ing. Agr. Hugo E. Lamas

Descripción de la región

La Puna es una extensa planicie de altura que se prolonga a través del


sector noroeste de Argentina, hacia Bolivia, Chile y Perú. En ella se
encuentra un entorno natural muy hostil y particular, por la altura en un
contexto fuertemente andino, con cumbres de hasta 6.000 m.s.n.m.,
temperaturas extremas, gran amplitud térmica y precipitaciones escasas
concentradas en verano. Gran parte del año, el cielo se presenta limpio, sin
nubes, lo que produce una atmósfera sumamente seca.
Como resultado de todas estas condiciones, los sueños son muy secos,
casi desérticos, sensibles a la erosión de los vientos en invierno pero
sobre todo a la de las fuertes lluvias en verano. Estos suelos están
cubiertos por una vegetación escasa, adaptada a las condiciones
extremas, constituida por pequeñas plantas bajas y con alto nivel de
fibra seca y casi sin árboles.
La mayoría de la población que habita la Puna jujeña tiene en la ganadería
su fuente de alimentación, abrigo y recursos económicos. En efecto, unas
40.000 personas habitan los cinco departamentos comprendidos por la
región, Cochinoca, Santa Catalina, Rinconada, Yavi y Susques. A pesar de
que estos cinco distritos comprenden una superficie que representa el
55,14% del territorio provincial1, albergan en conjunto apenas al 6,37% de
la población de Jujuy.
El número y composición de la población ganadera de las tierras altas de la
provincia ha ido cambiando durante los últimos siglos. Antes del siglo XVI
estuvo constituida únicamente por la crianza de llamas y de vicuñas. A
partir de la llegada de los europeos a este continente, se produjo un gran
cambio con la introducción de los ovinos, caprinos, vacunos, asnales y
caballares por parte de los españoles. En un principio, ciertamente, se
implementó una fuerte política de imposición de estos ganados exóticos,
hasta que finalmente fueron adoptados, constituyendo hoy un recurso más
en la economía campesina pastoril local, cuya erradicación tendría fuertes
consecuencias en la población.
A pesar de esto, las llamas y las vicuñas nunca perdieron para el hombre de
las alturas su significación, no solo económica sino tradicional, cultural e
histórica.
En efecto, desde tiempos ancestrales la vida del hombre andino, en los
inhóspitos parajes de las cordilleras, ha estado acompañada por este noble
1
29.345 km2 sobre un total de 611.159 km2.

355
animal, fuente de alimento por su carne y de abrigo por su fibra, y medio de
transporte irremplazable en sus largas travesías por el altiplano.
Ligada a la economía y la historia del altiplano de Argentina, Bolivia y Perú,
desde la formación de los primeros asentamientos humanos la
domesticación de camélidos fue la principal actividad ganadera, que tuvo su
mayor evolución durante el imperio Inca, en el Tawantinsuyu.
Si bien este ganado ha sido siempre la base del intercambio y autoconsumo
para el hombre andino, a la década de 1980 la llama y la vicuña
comenzaron a ser promovidas como alternativas de desarrollo económico en
la región.
En la primera década de este siglo, sin dejar el reconocer la importancia de
la cabra y oveja, la llama y la vicuña han vuelto a encontrar un lugar
trascendental en el sistema productivo de la Puna, lo que se refleja en la
tendencia creciente de su población.

ASPECTOS GENERALES

Contexto y descripción geográfica de la zona de cría en Jujuy

La provincia de Jujuy se sitúa en el ángulo noroeste de la República


Argentina. Limita al sur y al este con la provincia de Salta, al norte con la
República de Bolivia y al oeste con la República de Chile.
Debido a razones geográficas, su continentalidad y la incidencia del relieve
sobre las variaciones de los elementos del clima, la provincia de Jujuy
presenta una gran diversidad ambiental. Tal es así que podemos reconocer
cuatro zonas agro-ecológicas: la Puna, la Quebrada, las Valles, y el Ramal.
En la Puna, planicie de altura que se prolonga a través del sector noroeste
de Argentina, Bolivia, Chile y Perú, se encuentra un entorno natural muy
hostil y particular, con las siguientes características:
• La altura está contenida entre 3.500 y 4.500 m.s.n.m. (con un
promedio de 3.800 metros), en un contexto fuertemente andino con
cumbres de hasta 6.000 ms.n.m. La Puna se puede definir como un
altiplanicie adonde se mezcla una serie de cuencas encerradas por
cordones montañosos.
• El clima puneño es extremo, debido a la altura. La temperatura
media del año no supera los 10º C, con una gran amplitud térmica:
los valores pueden variar entre 25º C en el día y -15º C por la noche.

356
Suele helar2 casi la mitad de las noches del año, y a menudo nieva en
invierno.
• Las lluvias son bastante escasas, con un máximo de 350 mm por año
y concentradas prácticamente en su totalidad en verano, sin casi
precipitaciones de mayo a octubre. Esta situación, sumada a la casi
permanente limpieza del cielo, sin ninguna nube, hace que la
atmósfera sea sumamente seca grande parte del año. Los valores de
precipitación anual tiene un gradiente decreciente de nor-este a sud-
oeste. Es así como en La Quiaca los valores de precipitación son más
altos, y decaen hacia zona de Susques o los perímetros del desierto
de Atacama. Este es un aspecto muy importante, porque define una
división de la región en Puna húmeda y Puna seca, con la
consecuente influencia sobre la especie ganadera que se cría en cada
zona.
• De todo esto resultan suelos muy secos, casi desérticos, sensibles a
la erosión de los vientos en invierno y sobre todo a las fuertes lluvias
en verano. Estos suelos están cubiertos por una vegetación escasa,
adaptada a las condiciones extremas, constituida por pequeñas
plantas bajas, un alto nivel de fibra seca y casi sin árboles. El suelo
se encuentra entonces sin materia orgánica, muy fino y pobre, pero
con minerales.
Por todo lo dicho, se comprende que los recursos naturales utilizados sean
escasos, limitándose a los minerales y las llamas, ovejas y cabras.
Los campesinos puneños se dedican fundamentalmente a la ganadería. Las
extremas condiciones ambientales limitan la agricultura de muchas de las
especies más comunes y productivas, y permiten solo explotar especies
adaptadas desde miles de años atrás.
La ganadería se desarrolla en explotaciones de grandes dimensiones,
muchas sin limites definidos, que utilizan mano de obra familiar.
La población es de raíces kollas y mantiene los rasgos culturales
tradicionales. Este pueblo propio de la cultura andina ha tenido una
adaptación plena al difícil medio de la montaña, manteniendo un complicado
equilibrio mediante el uso cuidadoso de los recursos naturales. Sin
embargo, la escasez de recursos y el aislamiento geográfico han marginado
a la gente del desarrollo económico que se da a nivel nacional.
Así, algunos emigran a la Quebrada o los Valles, a centros poblados más
grandes (Abra Pampa, La Quiaca, San Salvador Jujuy o San Antonio de los
Cobres), atraídos por el trabajo (zafra, construcción, minería) o por las
posibilidades de educación y mejores servicios.

2
Helada: ocurrencia de temperatura igual o menor a 0º C a un nivel de entre 1,5 y 2 metros sobre el
suelo.

357
Descripción de las especies ganaderas de altura en Jujuy

Ovinos

Actualmente las razas de mayor importancia numérica en Argentina son la


Corridale (Buenos Aires, Corrientes, Santa Cruz, Tierra del Fuego), Merino
(Chubut), Romney Marsh (Corrientes y zonas bajas de la provincia de
Buenos Aires) y Criolla (noroeste).
El ganado ovino que se cría en la Puna es por tanto el criollo, una
deformación de los primeros merinos que trajeron los españoles. Este
animal es más bien pequeño, de carnes magras aunque muy sabrosas, y su
rendimiento en lana es muy bajo (de 0,5 a 0,75 kg), al igual que el de su
carne. Como contrapartida, la oveja criolla es capaz de soportar las
rigurosas condiciones de la zona.
Cada familia cuenta con su rebaño, que pueden llegar hasta 400 cabezas los
más importantes y unos 15 o 20 animales los más pequeños. La magnitud
de los rebaños está en relación directa con la disponibilidad de pastos, y
estos a su vez están supeditados al agua.
En la década de 1970, a través del Programa Andino, se introdujo en la
región ovino Corridale. Esta raza es la expresión más acabada de una
variedad doble propósito, pues es un excelente productor de lana y de carne
de calidad; un ovino de gran rusticidad que se adapta a los más variados
sistemas de manejo y explotación, sin que se resienta su producción y con
una enorme capacidad de respuesta.
Se obtienen de su servicio animales tipo “cruza”, muy demandados en la
Puna por la calidad de su carne. En Jujuy los más conocidos por la calidad
de su carne y de su lana son los que provienen de la zona de la Cuenca de
Pozuelos y de Cochinoca.

Caprinos

Hay evidencias de que el ganado del noroeste argentino proviene de las


cabras que los conquistadores españoles trajeron del Perú en el siglo XVI.
Desde entonces y hasta la introducción de cabras de Angora del Tíbet, en
1826, durante el gobierno de Rivadavia, y las subsiguientes en este siglo de
las razas toggenburg, saanen y nubia, ese ganado fue modelando su
estructura y adaptándose al riguroso ambiente del chaco árido argentino,
hasta lograr la extraordinaria rusticidad de la que hace gala el actual “pie de
cría criollo”.
Existen ejemplares de distinto tamaño, conformación y pelaje, aunque
generalmente se trata de animales alargados, de mediana alzada y
mayoritariamente blancos. Las zonas productoras de Argentina se

358
concentran principalmente en las provincias del noroeste, aunque también
pueden encontrarse en la precordillera patagónica.
Las cabras nativas no tienen una raza definida, sino un ecotipo, ya que son
el resultado de un proceso de selección natural y no de una realizada por el
hombre.

Bovinos
Es un animal bien adaptado a las extremas condiciones ambientales de la
Puna. De un porte relativamente pequeño, su desarrollo ha sido extenso
para la zona de los departamentos de la Puna húmeda, y estuvo ligado a la
percepción del hombre andino de que se trataba de un ganado que le daba
un estatus social superior al de sus vecinos. En la Puna tiene menor
desarrollo corporal que su semejante de las zonas tropicales de la provincia.

Llamas
En general se puede reconocer la existencia de dos variedades fenotípicas
de llama: la Ch'aku, o lanuda, y la Q'ara (K’ara), o pelada.
Las llamas lanudas presentan mayor cobertura de fibras en todo el cuerpo,
incluyendo el cuello y las extremidades; su vellón contiene una cantidad
considerable de fibra de regular finura y de buena longitud, con pocas fibras
gruesas o pelos; el vellón es uniforme y suave al lacio 3. Puede haber
también tipos intermedios.
Las karas poseen el cuello y las extremidades escasamente cubiertos, con
fibras gruesas que emergen agrupadas en mechas puntiagudas, formando
una capa rala que en conjunto da al vellón un aspecto no uniforme; produce
poca fibra fina, gran cantidad de pelo y normalmente no se esquila. Es
posible encontrar diferencias de entre 2 y 3,4 micras a favor de la lanuda,
con respecto a la kara.
La coloración del pelaje de la llama varía del blanco a negro y marrón,
pasando por toda la gama de colores intermedios, con tendencia a manchas
de varios colores en un mismo animal. No hay uniformidad de fenotipo, y a
veces aparecen llamas puras con coloración del pelaje idéntico al guanaco.
El período de gestación es de 348 a 368 días en la llama, y el peso de la
cría al nacimiento de la llama es 8 a 16 kg4.
El tipo intermedio no presenta mechones de fibra ni en las orejas ni cabeza.
Muestran una menor cobertura de vellón en la mitad superior del cuello,
dándole a este una apariencia piramidal en su base, que puede exhibir en
su cara dorsal pelos gruesos (cerdas) que sobresalen de las fibras finas
simulando una crin, no observada en karas ni en lanudas. Asimismo, el
cuerpo presenta menor cobertura de fibra que las lanudas pero mayor que
las karas, con gran cantidad de pelos sobresalientes5.
3
Cardozo, 1954; Calle, 1982; Bustinza y Sucapuca, 1986, y Vidal, 1967.
4
Franklin, 1982.
5
Maquen, 1991.

359
En Argentina, a diferencia de lo que sucede en Bolivia y Perú, no se puede
hablar de dos tipos de animales bien definidos, tampullis y karas. El tipo
argentino corresponde a una cruza de animales, no muy lejana en el
tiempo, que en algunos lugares de la Puna ha destacado ciertos caracteres
de la alpaca. El animal que ha resultado, y que puede verse en la mayor
parte de la Puna de Jujuy, posee caracteres de un mayor desarrollo
corporal, apto para la producción de carne de excelente calidad.
En efecto, el doble propósito (fibra y carne) ha sido el objetivo de la
producción de estos animales en el norte argentino.

Sistemas de producción actuales, tipos de manejo

La producción del poblador andino gira casi exclusivamente alrededor de la


ganadería y sus derivados, ya que por las extremas condiciones
ambientales, la agricultura se encuentra restringida a muy escasas parcelas
o chacras. Generalmente las prácticas agrícolas se dan en forma relacionada
con la ganadería, ya que la falta de pasturas naturales se suple con alfalfa,
rastrojos de maíz o de habas y algún otro cereal que almacenan en calchas.
En general, la ganadería conserva sus aspectos pastoriles tradicionales,
pero se observan zonas de mayor desarrollo que van adquiriendo
características particulares con la introducción de tecnología, siembra de
pasturas, utilización de créditos y mano de obra asalariada. Tal es la
situación de los departamentos de Cochinoca, Santa Catalina y Yavi,
correspondientes a la Puna húmeda.
El sistema de cría de las especies ganaderas de altura es anual, estacional,
cíclico y trashumante. En efecto, el pastor se traslada junto con su rebaño
de un lugar a otro de su territorio a través de diferentes pisos altitudinales,
según las distintas estaciones del año, cumpliendo un ciclo de pastoreo.
Tal movimiento tiene por finalidad obtener el mayor beneficio de la escasa
oferta forrajera del lugar a través de tres sectores:
• Zona de “bajo”. Coincidente por lo general con las comunidades
vegetales de ríos o torrentes de agua, chillagual o ciénago, y típico
del pastoreo entre mayo y noviembre
• Zona “media” o “de campo”. Coincidente con los tolares.
• Zona de “alto” o de “serranías”. De vegetación rala y pobre, añagua,
canjlia, etc., y típica de la época de verano entre diciembre a abril.
Las principales actividades se concentran en el período estival, con la monta
o servicio, la esquila y la parición. El servicio está condicionado por el
estímulo ambiental, dado que no existe medida de manejo adecuada al
respecto: los machos conviven con las hembras a lo largo del año.

360
La parición se concentra en los meses de noviembre a marzo. En el caso del
ovino hay dos “puntas” de parición: una en verano y otra de invierno 6. La
esquila es del tipo bianual o plurianual, y se realiza en pobres condiciones,
ya que no se toman los recaudos necesarios para obtener un producto de
buena calidad: se hace sobre el piso, incluso sobre huano, la mayoría de las
veces con una “rutuna” (chapa de hojalata o latón, afilada).
La esquila a máquina, que ha sido adoptada en la Puna húmeda y casi
exclusivamente en la explotación ovina, es rechazada en las zonas de
altura, por la creencia de que los animales mueren al tener el vellón corto,
por estar a merced del frío, el granizo, las nevadas o la misma radiación.
Entre las principales innovaciones tecnológicas adoptadas por el sector
campesino desde la década de 1970 está el uso e implantación de pasto
llorón (Eragrostis curvula), resistente a la rigidez climática de la Puna, al
diente y pisoteo, que a pesar de no ser muy palatable 7 para ovinos resuelve
el problema de la escasez de forraje en el período invernal.

Existencias ganaderas en la provincia de Jujuy

Cuadro 1. Cabezas de ganado en la provincia de Jujuy, por especie


Año 2008

Porcentaje del total


Especie Número de cabezas
provincial (%)
Bovinos 82.474 11,05
Ovinos 376.623 50,47
Caprinos 140.467 18,82
Asnales y mulares 5.811 0,78
Llamas 140.882 18,88
Total 746.257 100,00
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

6
La invernal es conocida como “parición de San Juan”.
7
Palatabilidad: Conjunto de características organolépticas de un alimento, independientemente de su
valor nutritivo, que hacen que para un determinado individuo dicho alimento sea más o menos
placentero.

361
Gráfico 1. Cabezas de ganado en la provincia de Jujuy, por especie
Año 2008

Llamas 140.882

Asnales 5.811
y mulares

Caprinos 140.467

Ovinos 376.623

Bovinos 82.474

0 400.000

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Según el CNA del año 2008, en la provincia de Jujuy el ovino ocupa el


primer lugar en número, con 376.623 cabezas (el 50,47% de las especies
de importancia en la ganadería de altura). Le siguen los camélidos, con
140.882 llamas (18,88%) y los caprinos, con 140.467 cabezas (18,82%), y
en último lugar se ubican los bovinos, con 82.474 cabezas (11,05%). Si
bien sería poco apropiado definir a esta última especie como “ganadería de
altura”, se debe tener en cuenta que la raza criolla ha sido fuertemente
desarrollada y hoy ocupa un lugar de importancia en el sistema productivo
de la Puna.
Un dato particular es la presencia todavía importante de los asnales y
mulares, con una existencia de 5.811 cabezas (0,78%). Estos son aún
utilizados como animales de carga, aunque cada vez son más desplazados
por el uso de vehículos (autos, camionetas, camiones). Las existencias
actuales muestran mayor concentración de la especie en aquellos lugares
donde la accesibilidad vehicular es escasa o restringida. Es frecuente que en
el mes de abril las comunidades organicen “arreos” en los que juntan todos
los burros y se reconocen los propietarios. Aquellos animales orejanos o sin
dueño son vendidos a empresas de Córdoba y Santa Fe, que los procesan
para elaborar fiambres y salchichas. También es frecuente la venta de
asnales a la vecina República de Bolivia.

Existencias ganaderas en la región Puna


En la Puna, si bien el orden se mantiene igual que a nivel provincial, las
proporciones cambian. El primer lugar es ocupado por los ovinos, con 284.456
cabezas (55,04%), seguido por las llamas, con 137.532 cabezas (26,61%), los

362
caprinos, con 79.081 cabezas (15,30%), y en último lugar los bovinos, con
13.066 cabezas (2,53%). Los asnales y mulares suman unas 2.711 cabezas, lo
que significa el 0,52% del total del ganado de altura en la Puna.

Cuadro 2. Cabezas de ganado en la Puna, por especie


Año 2008

Porcentaje del total


Especie Número de cabezas
provincial (%)
Bovinos 13.066 2,53
Ovinos 284.456 55,04
Caprinos 79.081 15,30
Asnales y mulares 2.711 0,52
Llamas 137.532 26,61
Total 516.846 100,00
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Gráfico 2. Cabezas de ganado en la Puna, por especie


Año 2008

Llamas 137.532

Asnales 2.711
y mulares

Caprinos 79.081

Ovinos 284.456

Bovinos 13.066

0 300.000

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

363
Gráfico 3. Cabezas de ganado en la Puna, por especie
En porcentajes del total de la región
Año 2008

2,53
26,61

0,52
55,04

15,30

Bovinos Ovinos Caprinos Asnales y mulares Llamas

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Al analizar la cantidad de cabezas de ganado por especie existentes en la


Puna en relación a la cantidad de cabezas en el territorio provincial, se
advierte que esta región concentra el 97,62% de las existencias provinciales
de llamas, mientras que los ovinos representan el 75,53%; los caprinos, el
56,30%; los asnales y mulares, el 46,65%, y los bovinos, el 15,84%.
De acuerdo a estos datos, se puede ver que la Puna resulta el hábitat ideal
para la cría y explotación de llamas, ovinos y caprinos, lo que se refleja en
que este territorio reúne más del 50% de las existencias provinciales.
Asimismo se infiere la importancia que estas especies tienen como recurso
productivo y económico para el hombre de la Puna. El 15,84%
correspondiente a los bovinos muestra claramente que su mayor
concentración en número se encuentra en otros sectores del territorio
provincial.
Para un análisis más completo, en el cuadro 3 se presentan los valores del
CNA 20088 para la cantidad de cabezas de bovinos, ovinos, caprinos,
asnales/mulares y llamas en el territorio provincial, por región agro-
ecológica.

8
Datos provisorios a abril de 2010.

364
Cuadro 3. Cabezas de ganado, por especie y por región

Total
Puna Quebrada Valles Ramal
especie
Bovinos 13.066 12.200 27.465 29.743 82.474
Ovinos 284.456 73.370 13.751 5.046 376.623
Caprinos 79.081 47.330 10.158 3.898 140.467
Asnales y mulares 2.711 2.194 512 394 5.811
Llamas 137.532 3.300 50 0 140.882
Total región 516.846 138.394 51.936 39.081 746.257
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

La primera observación es que el total de cabezas de todas las especies,


salvo los bovinos, disminuye a medida que se pasa de la Puna a la
Quebrada, a los Valles y al Ramal. Esto permite inferir que en general la
actividad ganadera es de menor importancia, debido a que la actividad
industrial y agrícola toman relevancia ante condiciones ambientales más
favorables.

Gráfico 4. Cabezas de ganado, por especie y por región

Llamas

Asnales
y mulares
Caprinos

Ovinos

Bovinos

0 50.000 100.000 150.000 200.000 250.000 300.000

Puna Quebrada Valles Ramal

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

En el gráfico se observa que las columnas con mayor caída son las de
ovinos y camélidos, y que las correspondientes a los bovinos presentan un
ascenso, suave pero claro.
Nuevos aspectos surgen al analizar la distribución de las existencias de
estas especies a lo largo de los cinco departamentos que conforman la Puna

365
jujeña. En este punto toma especial relevancia la distribución de
precipitaciones que presenta esta región agro-ecológica.
Como fue dicho anteriormente, la Puna presenta un gradiente descendente
de precipitaciones desde de nor-este a sud-oeste. Es así como en La Quiaca
los valores de precipitación son más altos, y decaen hacia la zona de
Susques o los perímetros del desierto de Atacama. Este es un aspecto muy
importante porque define una Puna húmeda y una Puna seca, con la
consecuente influencia sobre la especie ganadera que se va a criar en cada
zona.

Cuadro 4. Cantidad de cabezas por especie y por departamento de la región Puna

Santa Total
Yavi Cochinoca Rinconada Susques
Catalina especie
Bovinos 2.775 41 9.588 207 455 13.066

Ovinos 85.427 67.802 64.079 53.077 14.071 284.456

Caprinos 3.758 9.670 30.689 7.995 26.969 79.081


Asnales y
429 142 801 541 798 2.711
mulares
Llamas 27.903 24.087 36.164 27.278 22.100 137.532
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Gráfico 5. Cantidad de cabezas por especie y por departamento de la región Puna


F

Llamas

Asnales
y mulares

Caprinos

Ovinos

Bovinos

0 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000 70.000 80.000 90.000

Yavi Santa Catalina Cochinoca Rinconada Susques

uente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

366
En el cuadro 4 y el gráfico 5 los departamentos están ordenados de NE a
SO, para visualizar la tendencia descripta. Los departamentos más húmedos
(Yavi, sector Este de Santa Catalina, y Cochinoca) preceden a los
departamentos más secos, como Rinconada y Susques (este último, ubicado
en el perímetro del desierto de Atacama).
En efecto, la especie que se encuentra más condicionada es la ovina, que
pasa de 85.427 cabezas en Yavi a tan solo 14.071 en Susques. Los bovinos,
por su parte, pasan de 12.404 cabezas (la suma de las existencias de Yavi,
el sector Este de Santa Catalina y Cochinoca) a 662 cabezas (la suma de las
existencias de Rinconada y Susques).
Los caprinos presentan valores crecientes a medida que disminuyen las
precipitaciones; no obstante esto, marcan un pico de existencias en
Cochinoca. En el caso de las llamas, los valores son parejos (entre 22.000 y
27.000 cabezas), con un pico en el departamento de Cochinoca (36.000).
Cochinoca, particularmente, el departamento que presenta la mayor
cantidad existencias ganaderas para tres especies: bovinos, caprinos y
llamas.
Probablemente esto sea consecuencia de tres aspectos:
• Población humana. Es el segundo departamento, después de Yavi,
con el mayor número de pobladores, lo cual significa mayor
requerimiento de alimentos.
• Superficie. Ocupa el segundo lugar en importancia en cuanto a la
extensión de su territorio. Con unos 7.837 km 2 solo es superado por
Susques (9.199 km2), pero cuenta con condiciones de precipitación
muy superiores, lo cual lo favorece notablemente en cuanto a sus
potencialidades productivas.
• Acceso a los mercados. Este es el departamento que rodea y tiene
acceso directo a los distritos de los Valles y el Ramal. En tal sentido,
cuenta con ventajas inmejorables de acceso a los mercados de mayor
consumo, con un menor costo de transporte. Vale recordar aquí que
los departamentos de los Valles y el Ramal concentran cerca del 93%
de la población del territorio provincial.
Destaca asimismo las existencias parejas en el número de cabezas de
llamas lo que permitiría inferir que estamos ante un recurso similar en todos
los departamentos, con una gran adaptación a las distintas situaciones,
sectores y ambientes.

Evolución reciente de las existencias de ganados de altura


En el cuadro 5 se presentan los datos sobre cantidad de cabezas de ganado,
según los CNA 1988, 2002 y 2008, con el fin de analizar la evolución de las
existencias.
A nivel provincial, las cifras muestran con claridad una notable caída, en
todas las especias. En efecto, a lo largo de 20 años, la existencia ganadera

367
total en Jujuy pasó de 938.791 a 746.257 cabezas (192.534 animales
menos), lo que representa una disminución del 20,5%.

Cuadro 5. Cantidad de cabezas por especie


Años 1988-2002-2008

Asnales y
Bovinos Ovinos Caprinos Llamas Total
mulares
1988 83.068 601.297 139.273 18.038 97.115 938.791
2002 86.496 453.515 152.952 12.249 108.413 813.625
2008 82.474 376.623 140.467 5.811 140.882 746.257
Fuente: INDEC, CNA 1988, 2002 y datos provisorios de 2008.

Gráfico 6. Cantidad de cabezas por especie


Años 1988-2002-2008

Llamas

Asnales
y mulares
Caprinos

Ovinos

Bovinos

0 100.000 200.000 300.000 400.000 500.000 600.000

1988 2002 2008

Fuente: INDEC, CNA 1988, 2002 y datos provisorios de 2008.

Entre los dos primeros censos comparados, aumentó el número de cabezas


de bovinos en un 4,12%, pero entre 2002 y 2008 las existencias de esta
especie cayeron a un nivel aun inferior que el inicial: un 2,33% menos que
en 1988.
Los ovinos son la especie que sufrió la caída más marcada. Entre 1988 y
2002 perdió el 24,57%; y entre 2002 y 2008, el 16,95%. En los 20 años
estudiados, los ovinos perdieron un total de 376.623 cabezas.
En el caso de los caprinos, en el primer período intercensal se observa un
incremento de población del 9,82%. Sin embargo, entre 2002 y 2008,
perdió un 8,16% de cabezas.
Las llamas muestran un crecimiento continuo de población. Entre 2002 y
2008 la existencia se incrementó en un 11,63%, y en un 29,94 % entre

368
2002 y 2008. En total, esto significa un incremento de 43.767 cabezas en
20 años.
En el cuadro 6 se detallan las existencias por especie y por departamento 9
(CNA 2008). En primer lugar se han ubicado los departamentos
correspondientes a la Puna. Luego los de Quebrada y finalmente Valles y
Ramal.

Cuadro 6. Cantidad de cabezas por especie y por departamento


Año 2008

Región
Cód.
agro- Departamento Bovinos Ovinos Caprinos Llamas
Depto.
ecológica
Yavi YA 2.775 85.427 3.758 27.903
Santa Catalina SC 41 67.802 9.670 24.087
Puna Cochinoca CO 9.588 64.079 30.689 36.164
Rinconada RI 207 53.077 7.995 27.278
Susques SU 455 14.071 26.969 22.100
Humahuaca HU 3.734 49.535 25.651 2.137
Quebrada Tilcara TI 3.607 7.391 6.242 7
Tumbaya TU 4.859 16.444 15.437 1.156
El carmen EC 4.533 599 509 3
Belgrano BE 10.771 11.694 8.725 47
Valles Palpalá PA 4.513 741 277 0
San Antonio SA 7.648 717 647 0
Ledesma LE 2.738 308 132 0
San Pedro SP 5.382 657 2.251 0
Ramal Santa Bárbara SB 12.029 598 1.367 0
Valle Grande VG 9.594 3.483 148 0
Total 82.474 376.623 140.467 140.882
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

9
Para un mejor entendimiento, los departamentos han sido ordenados según región agro-ecológica.

369
Gráfico 7. Cantidad de cabezas por especie y por departamento
Año 2008

VG
SB
SP
LE
SA
PA
BE
EC
TU
TI
HU
SU
RI
CO
SC
YA

0 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000 70.000 80.000 90.000

Bovinos Ovinos Caprinos Llamas

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

En el gráfico 7 se observa con claridad la alta concentración de animales en


los departamentos de la Puna, y cómo las existencias caen a través de los
departamentos de la Quebrada, los Valles y el Ramal.
Como ya fue mencionado, es muy probable que esta disminución se deba a
un incremento de la actividad industrial y agrícola, ya que en ese recorrido
se ingresa a ecosistemas más benignos, con suelos más ricos y aptos para
el desarrollo de cultivos. Por otra parte, y en paralelo a estos cultivos, se ha
desarrollado la industria para el procesamiento fundamentalmente de
tabaco y caña de azúcar.

370
Gráfico 8. Cantidad de llamas por departamento
Año 2008

VG
SB
SP
LE
SA
PA
BE
EC
TU
TI
HU
SU
RI
CO
SC
YA

0 5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000 35.000 40.000

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Tomando los datos de llamas por departamento, se advierte que, en efecto,


los departamentos de Yavi, Santa Catalina, Cochinoca, Rinconada y Susques
concentran la mayor cantidad de cabezas, mientras que a partir de
Humahuaca los valores caen notablemente, llegando a cero a partir de
Palpalá.
Si bien los departamentos de Humahuaca, Tilcara y Tumbaya presentan
estadísticas muy importantes en el campo agrícola, poseen una pequeña
franja de territorio de Puna hacia el oeste, lugar de pastoreo de las llamas.

371
Gráfico 9. Cantidad de ovinos por departamento
Año 2008

VG

SB

SP

LE

SA

PA

BE

EC

TU

TI

HU

SU

RI

CO

SC

YA

0 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000 70.000 80.000 90.000

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Al igual que en el caso de las llamas, la mayor cantidad de cabezas de


ovinos se concentra en los departamentos de la Puna. Sin embargo esta
situación no es exclusiva de este ambiente, ya que, a diferencia del caso de
los llamas, existe un número importante de ejemplares en la Quebrada. Por
otra parte, en ningún departamento las existencias llegan a ser cero.

372
Gráfico 10. Cantidad de caprinos por departamento
Año 2008

VG

SB

SP

LE

SA

PA

BE

EC

TU

TI

HU

SU

RI

CO

SC

YA

0 5.000 10.000 15.000 20.000 25.000 30.000 35.000

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Los caprinos tienen una alta concentración de cabezas, tanto en la Puna


(principalmente por los departamentos de Cochinoca y Susques) como en la
Quebrada (departamentos de Humahuaca y Tumbaya). No hay
departamento de Jujuy que no posea en su territorio existencias caprinas.
En Susques es la especie más numerosa, superando a las llamas. Sin
embargo, es nuevamente Cochinoca quien concentra la mayor cantidad de
cabras, relegando a Susques al segundo lugar.

373
Gráfico 11. Cantidad de bovinos por departamento
Año 2008

VG

SB

SP

LE

SA

PA

BE

EC

TU

TI

HU

SU

RI

CO

SC

YA

0 2.000 4.000 6.000 8.000 10.000 12.000 14.000

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

El mayor número de cabezas de bovinos aparece entre los Valles y el


Ramal, sobre todo en los departamentos de Dr. Gral. Manuel Belgrano,
Santa Bárbara y Valle Grande. En la Puna destaca Cochinoca, con un
número casi similar de cabezas al de Belgrano. Sorprende Susques por sus
valores, lo cual se debe a la influencia de Coranzulí.

Composición ganadera de los hatos múltiples

Las tropas de la Puna no están formadas por una sola especie animal. Por el
contrario, un mismo productor ganadero cuenta con ovinos, bovinos, llamas
y caprinos. Por este motivo se habla de “hatos múltiples”.
En promedio, un poblador de la Puna cuenta con un hato múltiple formado
por un 61,36% de ovinos, un 26,46% de llamas, un 11,08% de caprinos y
un 1,11% de ovinos10.

10
Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina). Raúl Paz y otros
(2010).

374
Cuadro 7. Composición ganadera por especie y grupo
En porcentajes

Grupo N.º Ovinos Caprinos Bovinos Camélidos Total

1 30,00 7,00 0,00 63,00 100


2 40,00 10,00 0,00 50,00 100
3 32,00 41,00 1,00 26,00 100
4 68,00 6,00 2,00 24,00 100
5 61,00 15,00 2,00 22,00 100
6 80,00 1,00 1,00 18,00 100
Promedio 61,36 11,08 1,11 26,46 100
Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).
Raúl Paz y otros (2010).

Gráfico 12. Composición ganadera por especie y grupo


En porcentajes

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90

Ovinos Caprinos Bovinos Camélidos

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Esta composición está condicionada por varios factores, como el nivel de


producción, la ubicación geográfica, las condiciones ambientales y la cercanía a
los mercados. Con condiciones ambientales más favorables y una menor
distancia a los principales centros poblados, la producción se vuelca a los ovinos
(en promedio: ovinos, 588; llamas, 133; caprinos, 9, y bovinos, 5).
El trabajo de Paz (2010) define una tipología de productores en función de estas
variables. Se trataría de productores de la Puna húmeda con buen capital
pecuario y buena infraestructura de trabajo, y correspondería a los grupos 1 y 2
de la topología de dicho estudio. En cambio, a medida que se ingresa al sector
de transición entre la Puna seca y la húmeda, se observa una mayor

375
importancia de otras especies, según algunos recursos e inversiones son
menores. En efecto, en el caso de productores del grupo 3, las cabras son más
numerosas, con 112 cabezas (les siguen los ovinos, con 89 ejemplares; las
llamas, con 72, y los bovinos, con 2), mientras que al ingresar al sector oeste, la
Puna seca, los camélidos toman principal importancia, con unas 53 llamas,
seguidas por 25 ovinos y 6 caprinos. En esta región, que corresponde a
productores de los grupos 5 y 6, la carga animal es baja y el sistema de
explotación es más extensivo.
Por otra parte, al considerar el producto obtenido se verifica que la carne es
siempre la producción mas importante, con valores de entre el 86% y el 89%.
Le sigue la producción de fibra/lana (7% - 9%) y el cuero (4% - 5%).

Cuadro 8. Importancia de cada producto por grupo


En porcentajes

Grupo
Producto
1 2 3 4 5 6
Carne 89 88 85 88 86 86
Fibra/lana 7 7 10 7 8 8
Cuero 4 5 5 5 6 6
Total 100 100 100 100 100 100
Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).
Raúl Paz y otros (2010).

Gráfico 13. Importancia de cada producto por grupo


En porcentajes

0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100

Carne Cuero Fibra/lana

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

376
En este punto vale aclarar que la importancia de cada especie en la
producción de carne, fibra/lana y cuero es diferente según la región de la
Puna de que se trate.
Es así como, tomando los valores promedios, en la Puna húmeda el ovino
tiene una importancia en la producción del 55% al 60%, seguido por las
llamas (31% - 35%) y los bovinos (4% - 5%). En la Puna seca, en cambio,
la mayor importancia en la producción está en las llamas (78% - 71%),
seguidas de los ovinos (18% - 22%) y los caprinos (4% - 6%).
En la Puna de transición, la situación se presenta más pareja, con una
importancia similar para la producción de ovinos (37%) y llamas (34%), un
pico de valor para los caprinos (28%) y un 1% para los bovinos.
Respecto de la relevancia de la ganadería en los ingresos familiares, el
mismo estudio muestra que esta actividad tiene una importancia del 31%
en el total (promedio) de los ingresos familiares anuales.
En primer lugar se encuentran los ingresos extra-prediales (62%), seguidos
por la actividad ganadera (31%), la venta de artesanías (5,82%) y la
producción agrícola (0,83%).

Cuadro 9. Distribución de los ingresos familiares por actividad

Extra- Producción Producción Venta de Total de la


predial agrícola ganadera artesanías familia
Promedio 62 1 31 6 100,00
Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).
Raúl Paz y otros (2010).

ASPECTOS INSTITUCIONALES

A partir de la década de 1990, diversos programas y organizaciones


gubernamentales y no gubernamentales se dedicaron a apoyar al sector
ganadero de altura en la provincia de Jujuy.
En este apartado se presentan las principales instituciones, sus
características y su perfil de labor. Muchos de estos programas se
encuentran vigentes, mientras que otros ya han finalizado su periodo de
ejecución.

377
Organizaciones gubernamentales

Servicio Nacional de Sanidad Animal (SENASA)

El SENASA es el organismo del Estado argentino encargado de ejecutar las


políticas nacionales en materia de sanidad y calidad animal y vegetal, y
verificar el cumplimiento de la normativa vigente en la materia.
Es responsable asimismo de la fiscalización de la calidad agroalimentaria,
asegurando la aplicación del Código Alimentario Argentino para los
productos de su área. También es de su competencia el control del tráfico
federal, y de las importaciones y exportaciones de los productos,
subproductos y derivados de origen animal y vegetal, productos
agroalimentarios, fármaco-veterinarios y agroquímicos, fertilizantes y
enmiendas.
En síntesis, el SENASA planifica, organiza y ejecuta programas y planes
específicos que reglamentan la producción, orientándola hacia la obtención
de alimentos inocuos para el consumo humano y animal.
Específicamente en relación a la sanidad animal, el SENASA es el organismo
nacional encargado de llevar adelante las políticas de prevención, control y
erradicación de las enfermedades de los animales.
Su función primordial es la coordinación y evaluación de los programas de lucha
contra las enfermedades de los animales y la investigación acerca de las
distintas enfermedades, así como también la revisión de la legislación del área.

Programa Social Agropecuario (PSA)

El PSA fue un programa dirigido a pequeños productores minifundistas


exclusivamente rurales. En la Puna de Jujuy ejecutó proyectos asociativos
para apoyar actividades de autoconsumo y de mercado. A través de este
programa se brindó asistencia financiera y crediticia, asistencia técnica y
capacitación.
Sus objetivos fueron incrementar los ingresos de los productores
minifundistas y promover su participación organizada en las decisiones de
políticas, programas y proyectos.
Un capítulo especial del PSA es la línea de acción iniciada en la Puna jujeña
a partir del año 2007. El nuevo enfoque se dirigió al desarrollo a nivel socio-
territorial; es decir, a la consolidación de las organizaciones existentes y la
formación de nuevas, y no solo al trabajo con la “finca” campesina.
En un principio se llevó a cabo una experiencia piloto que comenzó a
desarrollarse en Jujuy con el objetivo de atender la integralidad de las
problemáticas del campesino y del poblador aborigen. Para el cumplimiento
de tal objetivo se conformó una mesa de coordinación integrada por el PSA
Jujuy, la Red Puna, el IPAF-NOA (Instituto para la Pequeña Agricultura

378
Familiar - Región Noroeste del INTA) y la Administración de Parques
Nacionales.
El territorio propuesto por la organización fue la denominada Micro Red
Puna Oeste, comprendida por 12 organizaciones de base (organizaciones
aborígenes, asociaciones de artesanos y centros vecinales) de distintas
comunidades aborígenes del departamento Rinconada: Casa Colorada, Pan
de Azúcar, Pozuelos, Lagunilla de Pozuelos, Rinconada, Santo Domingo,
Ciénega Grande, Lagunilla de Farallón, Cincel y Laguna Larga.
A partir de 2008, este Programa pasó a llamarse Subsecretaría de
Desarrollo Rural y Agricultura Familiar (SsDRyAF). Bajo esta denominación,
continúa su actividad de apoyo al sector campesino de la provincia de Jujuy,
promoviendo experiencias de acopios comunales, organización campesina,
emprendimientos experimentales de hilado artesanal y campañas sanitarias,
entre otras actividades.

Programa Camélidos de la provincia de Jujuy

El Programa Camélidos, puesto en marcha por el Gobierno de la provincia


de Jujuy en 2006, se ejecuta desde la Dirección de Desarrollo Ganadero de
la Secretaria de Desarrollo Productivo del Ministerio de la Producción de la
Provincia de Jujuy.
Este Programa se creó teniendo en cuenta que el recurso de las llamas es
clave en la economía regional de la provincia en general y de la Puna en
particular, por el valor exclusivo de su fibra, carne y cuero, y por su
importancia cultural y social para el hombre de la Puna, aspectos que
fueron reconocidos por el Gobierno de la provincia.
El objetivo del programa es el de fomentar el desarrollo sustentable de
la cría y producción de fibra, carne y cuero, como así también proteger
el patrimonio genético del recurso camélidos, promoviendo la
conservación de la población de llamas y la mejora genética de las
tropas de la Puna jujeña.
Al mismo tiempo, pretende la recuperación de una alternativa productiva
sustentable, por medio del aprovechamiento integral de los camélidos
autóctonos, para el desarrollo humano, social y económico de las
comunidades de la Puna de Jujuy. El Programa comprende actividades de
asistencia técnica y apoyo económico financiero para las organizaciones
campesinas.

Consejo Federal de Inversiones (CFI)

El CFI es un organismo de desarrollo cuyo instrumento es la asistencia


técnica y financiera. Su gestión está compuesta por la Asamblea, la
Junta Permanente y la Secretaría General. La conducción del organismo
es ejercida por la Asamblea, constituida por los gobernadores de las

379
veintitrés provincias y el jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de
Buenos Aires.
Para brindar asistencia financiera a través de créditos, ejecuta sus
acciones por medio del Fondo Federal de Inversiones (FFI), instrumento
financiero del CFI, que está destinado a cooperar —mediante el crédito
— con el sector privado en la implementación de proyectos o programas
específicos en los niveles de preinversión e inversión.
Si bien es un organismo federal, el CFI depende de las provincias que lo
financian con un porcentaje de la coparticipación federal, por lo que
responde a los pedidos de ayuda que le hacen los delegados
provinciales, generalmente los ministros de Economía o Hacienda
provinciales.
En Jujuy ejecuta tareas de asistencia a ganaderos criadores de
camélidos de la Puna jujeña desde 1990. A partir del año 2004, el CFI
apoya económica y técnicamente en la línea de acción camélidos la
ejecución de las distintas ediciones de la Feria Andina de la Llama
realizadas en Abra Pampa con la organización del Gobierno de la
provincia de Jujuy. Apoyó así a las Ferias Andinas de la Llama I (agosto
2004), II (octubre 2005) y III (octubre 2007), y al Seminario
Internacional Camélidos (julio 2005).

Universidad Nacional de Jujuy (UNJu)

En la Provincia de Jujuy destaca la actividad que llevó adelante la UNJu en


el área de la investigación, a través de las cátedras de Producción Animal I
y II de la Facultad de Ciencias Agrarias, el Centro Integral de Tecnología de
los Alimentos (CITA) de la Facultad de Ingeniería y el Programa de Ecología
Regional del Instituto de Biología de la Altura. Este último, desarrollado
entre los años 1991 y 2007, articuló diversos proyectos relacionados con los
camélidos domésticos y silvestres, como DECAMA, SUPREME, ELANEM y
MACS, todos ellos de la Unión Europea.
A partir del año 2003 las autoridades de la Universidad comenzaron a
desarticular el Programa de Ecología Regional, finalizando con su labor en
abril de 2007. Actualmente siguen vigentes las líneas de acción de la Facultad
de Ciencias Agrarias y de la Facultad de Ingeniería.

Programa de Sustentabilidad Productiva de Pequeños Rumiantes en Áreas


Desfavorecidas (SUPPRAD)
Este Programa, ejecutado desde la cátedra de Producción Animal de la
Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Católica de Córdoba,
tiene como finalidad identificar objetivos de mejoramiento de las cualidades
de sustentabilidad para la producción de pequeños rumiantes y camélidos
en áreas desfavorecidas; establecer indicadores de sustentabilidad,
descriptores del problema y recomendaciones para evitar la degradación de
los recursos naturales; permitir soslayar problemas de pobreza,

380
marginalidad, emigración y desarraigo; dar respaldo a intervenciones en
proyectos de desarrollo y promoción humana, y difundir las cualidades de
sustentabilidad para avalar comercialmente los productos obtenidos. El
programa es fundamentalmente de investigación y asistencia técnica.

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)

El objetivo central del INTA es contribuir a la competitividad del sector


agropecuario, forestal y agroindustrial en todo el territorio nacional, en un
marco de sostenibilidad ecológica y social. Prioriza entre sus acciones la
generación de información y tecnologías para procesos y productos de este
vasto sector, poniendo los mismos al servicio del productor rural a través de
su sistema de extensión.
Promueve la innovación tecnológica y organizacional, el desarrollo de las
capacidades de los actores del sistema y el fortalecimiento de la
competitividad regional en un ámbito de equidad social.
El INTA, en sus estaciones experimentales de Abra Pampa, Bariloche y
Trelew, viene realizando trabajos de investigación y extensión en ganadería
de altura desde la década de 1960. Fundamentalmente, ejecuta trabajos y
programas relacionados con camélidos domésticos y silvestres a través de
la Estación Experimental de Altura de Abra Pampa y de sus seis agencias de
extensión coordinadas: Abra Pampa, Hornillos, La Quiaca, Santa Victoria,
San Antonio de los Cobres y Susques.
Cuenta con 16 profesionales de las ramas de ciencias veterinarias,
agronómicas y biológicas.

Programa Mi Pueblo

El Programa Mi Pueblo constituyó una iniciativa conjunta de los ministerios


de Desarrollo Social y de Interior, con el objetivo de identificar y resolver
los factores que obstaculizan el crecimiento y el bienestar de las pequeñas
comunidades del interior del país, a través de un accionar público, multi-
jurisdiccional y temático.
Su objetivo fue de mejorar las condiciones de vida de los pequeños pueblos,
sin perder de vista sus valores, creencias, tradiciones, lengua, forma de
trabajo, organización social, política, conocimiento y habilidades. Pretende
definir políticas públicas que tiendan a fortalecer el desarrollo regional y
local, mediante acciones concretas de revalorización del territorio y plena
inclusión de sus habitantes.
En la provincia de Jujuy, al Programa apoyó la creación de un equipo de
Promotores de Desarrollo Rural (PDR) que asistieron técnicamente en
sanidad animal a las comunidades de la Puna de Jujuy. Para ello se dotó a
cada uno de los PDR de un equipamiento veterinario, un botiquín sanitario y
movilidad. Del mismo modo financió toda la capacitación de este personal.
Los temas sobre los cuales fueron instruidos fueron: manejo reproductivo,

381
manejo alimenticio (parte I y II), mejoramiento genético, marco legal de la
producción de carne, producción de leche y quesos, calidad de agua para
bebida animal, suelo (importancia productiva), henificación, alambrados
tradicionales, cadenas de comercialización, cría de animales (dinámica e
importancia), invernada (engorde a pasto y a corral), cabañas (cría de
reproductores), calidad de agua para consumo humano, enfermedades
parasitarias, desarrollo agropecuario, situación actual de conservación y
aprovechamiento de la vicuña, clasificación de fibra de llama, heridas, plan
sanitario y enfermedades parasitarias.

Ley Ovina

Este programa, dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y


Pesca de la Nación, está destinado a promover el desarrollo y cría de los
ovinos, logrando la adecuación y modernización de los sistemas productivos
de la especie que permita la sostenibilidad a través del tiempo y, en
consecuencia, permita mantener las fuentes de trabajo y la radicación rural.
Esta Ley comprende la explotación de la hacienda ovina que tenga el
objetivo final de lograr una producción comerciable, ya sea de animales en
pie como de lana, carne, cuero, leche, grasa, semen, embriones u otro
producto derivado, que se realice en cualquier parte del territorio nacional,
en tierras y en condiciones agro-ecológicas adecuadas. Se impulsa la
adopción de modernas tecnologías para incrementar los porcentajes de
corderos logrados, aumentar la productividad por hectárea y mejorar la
calidad de la lana.
Jujuy adhiere al programa mediante la ley de adhesión provincial 5.304,
siendo la autoridad de aplicación la Secretaría de Desarrollo Productivo.
Una de las características importantes del programa es que su beneficio se
extiende a la cría y desarrollo de las llamas, lo cual lo convierte en un
recurso estratégico para la provincia de Jujuy.
Dentro de sus actividades está la de financiar proyectos de pre-
financiamiento comercial, mejoras de infraestructura y de los planteles
mediante créditos, implantación de pasturas, mejora en las condiciones
sanitarias de las majadas y la asistencia técnica al sector campesino.

Programa Caprino de la provincia de Jujuy y Ley Caprina

Este Programa tiene como objetivos la recuperación, el fomento y el


desarrollo de la actividad caprina nacional, facilitando el acceso a créditos a
pequeños productores no organizados o en vías de organización, que
legalmente aún no constituyen una agrupación. Además, incluye la creación
de subprogramas nacionales de fibras (mohair y cashemere), leche y carne.
Los beneficiarios de la ley son personas físicas o jurídicas y las sucesiones
indivisas, programas y organizaciones gubernamentales y no gubernamentales.
Pone el énfasis en el fomento de emprendimientos asociativos en un marco de

382
sustentabilidad económica, social y ecológica, y en el apoyo a productores en
situación de desastre, crisis o por debajo de la línea de pobreza.
Entre los beneficios, se contemplan planes de apoyo económico
reintegrables a baja tasa y a tasa cero; aportes no reintegrables;
financiamientos totales o parciales a proyectos productivos, comerciales e
industriales, de apoyo técnico, de capacitación, de gerenciamiento y
promoción comercial, de estudios de mercado y de asesoramiento y
desarrollo socio-productivo11.

Organizaciones no gubernamentales

Si bien en forma no tan marcada como en Bolivia o en Perú, existen en


Argentina organizaciones no gubernamentales (ONG) dedicadas a apoyar la
cría y el desarrollo de la ganadería de altura. Muchas de ellas son
organizaciones campesinas desarrolladas a partir del inicio de la crisis social
de la década de 199012.

Asociación WARMI

La creación de la Asociación Warmi se remonta al año 1995, y surge de la


decisión de organizarse para superar la pobreza y el aislamiento de las
comunidades campesinas de la Puna de Jujuy. A partir del año 1999
comenzó un trabajo conjunto con la Fundación AVINA, fortaleciendo su
organización desde el año 2000 con la labor en red con 54 comunidades,
con 2000 familias asociadas.
En la Puna de Jujuy promovió la cría y producción de especies ganaderas,
abrió una barraca para acopiar fibra y lana, gestionó microcréditos
campesinos y la comercialización de hilo de oveja y llama, entre otras
numerosas actividades.

Red Puna

Esta organización representa un encuentro de productores y campesinos


aborígenes de la Puna y la Quebrada que comparten trabajos, experiencias
y afectos, aunando criterios para construir políticas integradoras hacia una
mejor calidad de vida de los hombres y mujeres de la región. Las familias
involucradas en esta Red llegaron a superar las 1.500.

11
Ver http://mpyma.jujuy.gov.ar:85/index.php?option=com_content&task=view&id=83&Itemid=82.
12
Además de las descriptas en este informe, el listado de ONG incluye otras instituciones entre las que
se destacan FUCASUD, FUCEMA, FUNDANDES, SEDOM, API y Fundación Habitat (Frank, 2005). La lista
puede ser aun más extensa, y seguramente se han generado algunas ONG recientes que no figuran en
este informe.

383
Las principales acciones entre 1996 y 1999 fueron: trabajos en sanidad
animal, con la creación de botiquines en cada comunidad; promoción de la
lucha contra la falta de agua, mediante la instalación de tanques
australianos, paneles solares y bomba solar (se experimentó con la
instalación de molinos); distribución en comunidades agricultoras de
herramientas e insumos; realización de cursos de teñido e hilado; acciones
para la mejora de las razas de ovinos de las tropas de la Puna; actividades
de clasificación del ganado y fibra de llama, y la promoción de la
construcción de refugios para la época de la parición.
La Red Puna llegó a integrar el trabajo conjunto de numerosas
organizaciones campesinas locales, entre las que podemos citar las
organizaciones comunitarias aborígenes El Colorado; El Morado, San Roque;
La Candelaria, Cieneguillas; Sol de Mayo, El Moreno; Flor de Lampazo,
Tinate, y Santa Clara, La Quiaca, además de las siguientes entidades:
Asociación Las Vicuñitas, Rinconada; Asociación de Mujeres Artesanas de la
Quiaca; Central de Comedores de Abra Pampa; Asociación Padres de la
Escuela de Alternancia El Moreno; Asociación de Agricultores de San
Cayetano de Juella; Centro Vecinal de Ocumazo; Asociación para la
Promoción Integral (API); Centro Vecinal Provincias Argentinas (CeVePa);
Asociación Agroganadera Aborigen Quebradeña (AAQue); Cooperativa
CAUQueVa; Centro de Desarrollo Aborigen (CEDEA); Asociación de
Pequeños productores de la Puna (APPP); Asociación de Básquet
Abrapampeña (ABA); Cooperativa PUNHA, Abra Pampa; Asociación de
Promotores en Desarrollo de Comunidades Aborígenes (AProDeCA); Ayuda a
la Familia Colla (AyFaCo); Bachillerato a Distancia; Artesanos de Tilcara, y
Centro Vecinal Lagunillas de Pozuelos.

Cooperativa Agroganadera Río Grande de San Juan Ltda.

Creada el 22 de marzo de 1996, en la actualidad reúne a unos 40 socios. El


centro de su área de acción es la localidad de Cusi Cusi, en el extremo
noroeste de la provincia de Jujuy, a 150 km al oeste de La Quiaca y 150 km
al oeste de Abra Pampa.
Su área de cobertura comprende las comunidades de Cusi Cusi, Lagunillas
del Farallón, Ciénega de Paicone, Paicone y Misa Rumi (Cuenca del Río
Grande de San Juan), región que tiene una existencia cercana a las 15.000
llamas.
Esta Cooperativa posee una gran experiencia en acopio comunal con
acondicionamiento, clasificación y tipificación de la fibra de llama. Su record
de producción han sido 3.000 kg de fibra, con una producción potencial de
10.000 kg bajo las condiciones actuales (esquila del 30% de su población
de llamas), y de 15.000 si se esquilara el 50% de su población.
Posee todos los elementos, insumos y espacios para aumentar la cantidad
de producción.
En el año 2004 comenzó a implementar estudios de factibilidad de
comercialización de carne de llama, en conjunto con personal técnico del

384
Proyecto DECAMA de la Unión Europea. También ha iniciado estudios y
censos para poder acceder a los permisos de captura y aprovechamiento
racional de la vicuña en silvestría.
En el campo artesanal, su especialidad es el hilo de llama (fino y superfino)
y la confección de “chulos”, medias y guantes de hilo de oveja. Ha
trabajado con contratos exclusivos con la empresa Hijas de la Luna.
Su estatuto contempla un sinnúmero de actividades, fundamentalmente en
el desarrollo de los camélidos, tanto domésticos como silvestres.
Posee una alianza estratégica de comercialización conjunta con la
Cooperativa Agroganadera Altiplano Catua Ltda., la Cooperativa
Agroganadera El Toro Ltda. y la Asociación Los Pioneros de Cieneguillas.

Cooperativa Agroganadera El Toro Ltda.


Fundada el 22 de julio de 2004, tiene en la actualidad 30 socios activos. Su
área de trabajo se encuentra a 270 km al sudoeste de la localidad de Abra
Pampa y a 80 km al noroeste de la localidad de Susques, y comprende los
distritos de Linalari, El Toro, Rosario, Vilama, Olaroz Chico y Pairique. Entre
todos sus socios, reúne un total de 4.000 llamas
Tiene una producción de fibra de llama excepcional por su calidad, que
comercializa bajo el sistema de acopio comunal con acondicionamiento,
clasificación y tipificación. Su record de producción han sido 2.000 kg de
fibra, con una producción potencial de 3.000 kg bajo las condiciones
actuales (esquila del 30% de su población de llamas) y de 4.000 si se
esquilara el 50% de su población. Posee todos los elementos, insumos y
espacios para aumentar la cantidad de producción.
Su trabajo se fundamenta en un estatuto muy amplio desde el punto de
vista del fomento de la ganadería de llamas, similar al de la Cooperativa
Agroganadera Río Grande de San Juan Ltda. Prevé iniciar trabajos de
tratamiento y producción de cueros de llamas con curtido al tanino.

LANA Y FIBRA

La fibra de llama ocupa el segundo lugar en la producción. En efecto la


producción de carne representa un 88% de importancia en valores económicos
generados, seguido por la fibra con el 7,3% y finalmente los cueros con el
4,4%.

385
Gráfico 14. Producción de derivados de llamas, por importancia
En porcentajes

4,4 7,3

88,3

Carne Cuero Fibra/lana

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

La lana ocupa también el segundo lugar en importancia en cuanto a la


producción de los ovinos. En primer lugar esta la carne con un 83%,
seguido por la lana con un 11% y finalmente el cuero con el 6%.

Gráfico 15. Producción de derivados de ovinos, por importancia


En porcentajes

11
6

83

Carne Cuero Fibra/lana

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

386
Calidad, cantidad y potencialidad

La provincia de Jujuy, con sus 376.623 ovinos y 140.882 llamas 13 genera un


ingreso significativo al sector campesino por la producción y
comercialización de lana (ovinos) y fibra (llamas). Esta actividad se torna
más importante si se considera la región Puna, donde 284.456 ovinos y
137.532 llamas aportan al sustento familiar.
No hay datos oficiales sobre la cantidad de lana y fibra producida por año.
Sin embargo, si se considera que se esquila un tercio de la tropas de
ovejas, se puede estimar, para un rendimiento de 1 kg (ejemplares criollos)
y 2 kg (ejemplares cruza) de lana por animal, que la producción anual de la
provincia estaría entre 130 y 250 toneladas por año, de las cuales la Puna
aportaría de 100 a 190 toneladas.
Para conocer la importancia que la producción de Jujuy tiene en el contexto
nacional, en el cuadro 10 se comparan la producción de lana de la Puna
jujeña y de todos los departamentos de Jujuy con la producción nacional.

Cuadro 10. Producción de lana en la Puna, en la provincia de Jujuy y en el país


Años 2002-2008

Región Puna Provincia de Jujuy Total país

2002 2008 2002 2008 2002 2008


Cantidad
349.963 284.456 453.515 376.623 125.000.000 17.000.000
de cabezas
Promedio
comercializado 174 135 220 190 46.000 65.000
(toneladas)
Participación
en el mercado 0,370 0,2 0,46782 0,3
argentino (%)
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

13
CNA 2008.

387
Gráfico 16. Producción de lana en la Puna, en la provincia de Jujuy y en el país
Años 2002-2008

65.000
Total país 46.000

190
Provincia de Jujuy 220

135
Región Puna 174

0 10.000 20.000 30.000 40.000 50.000 60.000 70.000

2002 2008

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

En ambos casos se observa que la participación en el mercado es insignificante,


ya que la Provincia participó en 2002 del total nacional con el 0,46% (220 de
46.000 toneladas). La Puna, por su parte, se encuentra más condicionada, con
el 0,37% (174 toneladas). En el año 2008 se observa una situación aun más
desfavorable, con una disminución en el número de cabezas de ovinos en Jujuy
frente a un aumento de las existencias nacionales: la participó con un 0,3%,
mientras que la Puna lo hizo con solo un 0,2%.
Esto muestra la poca significancia que tiene el producto jujeño a nivel
nacional. Si consideramos que mucha de esta fibra está calificada como de
segunda, con más de 27 micrones de diámetro medio, vemos las pocas
posibilidades que tiene el sector de competir y generar buenas condiciones
para negociar.
Distinta es la situación de la comercialización de fibra de llama. Con
108.413 sobre 161.402 cabezas del territorio nacional, Jujuy es la provincia
con la más importante producción de fibra de llama. En efecto, en 2002 la
provincia aportó el 67,29% (72 toneladas) de la producción nacional
comercializada, mientras que la Puna produjo un 65,42% (70 toneladas).

388
Cuadro 11. Producción de fibra en la Puna, en la provincia de Jujuy y en el país
Años 2002-2008

Región Puna Provincia de Jujuy Total país

2002 2008 2002 2008 2002 2008


Cantidad
de cabezas 105.177 137.532 108.413 140.882 161.402 199.400
Promedio
comercializado
(toneladas) 70 91 72 93 107 133
Participación
en el mercado
argentino (%) 65,42 68,42 67,29 70
Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Gráfico 17. Producción de fibra en la Puna, en la provincia de Jujuy y en el país


Años 2002-2008

133
Total país
107

93
Provincia de Jujuy
72

91
Región Puna
70

0 20 40 60 80 100 120 140

2002 2008

Fuente: INDEC, CNA 2008, datos provisorios.

Para el año 2008, con un incremento en el número total de cabezas, Jujuy


produjo y comercializó cerca del 70% del total nacional (90 de 133
toneladas), mientras que la Puna ocupó una posición estratégica,
produciendo el 68,42% (91 toneladas).

389
Sin duda la posición estratégica que tiene Jujuy por el número de cabezas de
llamas crea ventajas competitivas y comparativas inigualables en el comercio de
fibra de llamas. Si se suma a esto la alta calidad del producto, la provincia está
sin dudas excelentes condiciones de negociación.

Gráfico 18. Fibra de llama, por tipo


En porcentajes

35 60
32,05
48,05
30 50
27,3
25 23,5
40
20,3 35,81
20
30
15
20
10 13,57

5 10
2,56
0 0
Superfina Fina Mediana Gruesa
(<20,9) (21,0 /24,9) (25,0 / 29,9) (>30)

Diámetro (µm) Frec. (%)

Fuente: Los camélidos Sudamericanos en Argentina. Estado actual, acciones de fomento y


desarrollo y perspectivas futuras. Frank, E.N., 2006.

En cuanto a la calidad de fibra, se puede clasificar bajo dos criterios: por finura y
por color. El gráfico 18 muestra la particular característica de la fibra de llama
de Jujuy, claramente inclinada hacia los tipos fino y súper fino, y el gráfico 19
presenta las distribuciones de diámetros medios y finuras, tipos de vellón y
colores.

390
Gráfico 19. Fibra de llama, por colores obtenidos
En porcentajes

Negro 5
Pintado 6
Tostado 8
Café 9
Castaño 14
Gris 14
Marrón 14
Blanco 30

0 5 10 15 20 25 30 35

Fuente: Los camélidos Sudamericanos en Argentina. Estado actual, acciones de fomento y


desarrollo y perspectivas futuras. Frank, E.N., 2006.

La producción de lana de oveja es de aproximadamente unas 200 a 250


toneladas por año. Se trata de un producto de calidad baja, si se lo compara
con otras producciones del país. Esto no solo se debe a una cuestión de
raza sino también a ventajas ambientales de otras zonas. Esta lana es
caracterizada como de segunda clase, con una finura mayor a las 27 micras.
Generalmente es de color blanco, aunque es posible encontrar también
lanas negras. No existe un sistema de clasificación desarrollado para las
lanas producidas en la Puna de Jujuy. El vellón de las ovejas criollas es
pobre, de poco peso a la esquila. Cubre el tronco y el cuello de los animales,
dejando la cara, la barriga y las patas descubiertas. Las mechas son de
forma cónica, y están compuestas por fibras de diversas longitudes. Tiene
un elevado porcentaje de fibras meduladas. Son generalmente blancas o
moteadas con negro o marrón.
La calidad del producto obtenido mejora cuando se trata de cruzas de ovino
Criollo con Corridale. Claro ejemplo es la lana obtenida en la Cuenca de
Pozuelos y algunos distritos del departamento de Cochinoca. Sin embargo,
esta lana está en desventaja frente a la calidad del producto comercializado
en otras regiones del país como la Patagonia y el Litoral.

Comercialización

La producción de fibra y lana se encuentra altamente atomizada, en


pequeños lotes altamente dispersos, lo que ha favorecido a lo largo de los
años la acción de los “rescatistas” o “acopiadores”, quienes operan con un
importante poder negociador frente a los productores locales. Su acción es

391
la de reunir estos lotes dispersos, realizar su acopio y revender a las
grandes empresas de Jujuy, Catamarca o el sur del país. Estas grandes
empresas compradoras son las que luego elaboran la manufactura que
venden en mercados internacionales.
La ubicación geográfica de las tropas de llamas en la extensa planicie de
altura de la Puna argentina, la poca información, la complicada y limitada
accesibilidad, la fuerte dependencia financiera, económica y social, y la
lejanía de esta región de los centros urbanos, han llevado a que el en
sistema de comercialización de la fibra de llama el productor sea el menos
beneficiado, de acuerdo a la distribución de los márgenes según el precio
final del producto.
En su mayor parte, la fibra se comercializa bajo la modalidad “en brosa”, es
decir, con un sistema que prioriza la cantidad por sobre la calidad.
En general, la falta de cuidado al realizar la esquila y el modo en que la
fibra es recogida, en lienzos o bolsas, provoca una alta proporción de
sobrecortes que desvaloriza el valor del producto; y al mezclar luego la
producción de fibra obtenida de patas, rabo, cogote, panza, etc., con los
vellones del lomo (de buena calidad), se desmerece aun más el valor de
todo el conjunto. Si a ello se agrega que existen impurezas (tierras, ramas,
piedras, etc.), provenientes del esquilado sobre tierra, más las frecuentes
“picardías” de corto plazo de los productores (mojar los lienzos o agregar
piedras o tierra para aumentar el peso) o de los acopiadores, se puede
deducir que la calidad del producto ofrecido para la venta no es la ideal.
Con una esquila en condiciones de alta contaminación, con un producto sin
clasificar, acondicionar y mucho menos tipificar, la presentación no es la
mejor. Todo esto le da argumentos al acopiador para no mejorar el precio, y
el ganadero tampoco está motivado para cambiar.
En cuanto a la demanda, esta está encabezada por los acopiadores o
barraqueros, que poseen uno o varios galpones de depósito de tamaños y
condiciones adecuadas para recibir toda la lana que comercializan. Poseen
además enfardadoras, para prensar y enfardar la lana suelta que reciben,
aunque casi en ningún caso clasifican y mucho menos tipifican el producto.
Todos tienen más de un camión de su propiedad, con los cuales, además de
transportar el producto hacia su destino final (Buenos Aires o Santa María, en
Catamarca), realizan periódicos recorridos por la Puna para comprar o trocar
lana por mercadería, o retiran la lana y la fibra de las propiedades de los
criadores, que la vendieron directamente en barraca o galpón del acopiador.
Este mecanismo de comercialización, que se remonta a varios años atrás,
ha privilegiado la cantidad sobre la calidad: el pago se efectúa bajo el
sistema de "trueque" por la fibra al barrer, con el clásico intercambio de
bolsas de harina por el fardo de fibra en brosa.
Los modelos actuales más avanzados en lo que hace a la explotación de fibra
en forma organizada, en cooperativa, han incidido positivamente en los
ingresos de los productores y negativamente en los de los intermediarios,
que históricamente los aventajaron y aprovecharon su poder financiero para
pagar precios viles. En efecto, desde mediados de la década de 1990 las

392
comunidades de la Puna jujeña se han organizado en cooperativas,
practicando así el acopio comunal con el agregado de un proceso de
acondicionamiento, clasificación y tipificación de las fibras. estas
organizaciones trabajan con centros de acopios que están distribuidos por
toda la Puna. El resultado final es la comercialización conjunta y directa hacia
el sector industrial textil nacional. En la actualidad, sobre las 60 o 70
toneladas que produce la provincia de Jujuy, esta modalidad de
comercialización reúne unas 15 toneladas de fibra anuales, lo que representa
el 21,46% del total provincial.

Importancia del autoconsumo

Tomando valores promedio para toda la Puna de Jujuy, el 71% de la fibra


de llama obtenida en una zafra tiene como destino la venta, mientras que el
29% restante es destinado a la elaboración de prendas para abrigo de los
miembros del grupo familiar o para su comercialización como artesanías.
En cambio para la lana de oveja, el 88% tiene por destino la venta y solo el
12% está comprometido con el autoconsumo.

Gráfico 20. Destino de la fibra de llama


En porcentajes

29

71

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

393
Gráfico 21. Destino de la lana ovina
En porcentajes

12

88

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Relación de precios

Para la fibra de llama, se consideran dos sistemas de comercialización:


• Al “barrer”, también llamado “al montón”. No se discriminan
calidades, se compra por cantidad y los precios suelen ser bajos.
• Acopio comunal con acondicionamiento, clasificación y tipificación. Se
compra diferenciando calidades, lo que determina los distintos precios.

Cuadro 12. Comparación de precios de fibra de llamas,


según sistema de comercialización

Precio de Precio de
compra de las venta de las Precio referencia en brosa. Compra
Fibra cooperativas cooperativas de los mayoristas. Fibra sin
al productor a los textiles clasificación.
($/kg) ($/kg)

Súper fina 7 18 3 $/kg, sin diferenciar calidades de


fibras.
Fina 6 14 Se adquiere todo sin separar clases.
Gruesa 4 8 Los datos relevados señalan una venta
de los mayoristas a los textiles con
Bordel 3 6 precios de entre 8$/kg y 9 $/kg.
Fuente: Elaboración propia, sobre datos de la temporada de acopio 2009-2010.

En el caso de los ovinos, existe actualmente un único sistema de


comercialización, en brosa. El precio de pago a los productores es de 2,50

394
$/kg, y la venta posterior del intermediario a los textiles estaría entre 4,50
y 5 $/kg (valores para la temporada de acopio 2009-2010).

CARNE Y CUEROS

La carne ocupa el primer lugar en importancia en valores económicos


dentro de los sistemas ganaderos de altura. En efecto, la producción de
carne de llama representa el 88,3% de los valores económicos generados,
seguida por la fibra, con el 7,3%, y los cueros, con el 4,4% (ver gráfico 14).
Para los ovinos, la carne representa el 83%; la lana, el 11%, y el cuero, el
6%.

Gráfico 22. Producción de derivados de caprinos, por importancia


En porcentajes

13

87

Cuero Carne

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

395
Gráfico 23. Producción de derivados de bovinos, por importancia
En porcentajes

91
Cuero Carne

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

En los caprinos, la carne concentra el 87% y el cuero, el 13%. Finalmente,


para los bovinos la producción de carne representa el 91%, y el restante
9% corresponde a la producción de cuero.

Calidad, cantidad y potencialidad

La faena es una actividad que involucra a toda la familia campesina. Es


ejecutada por el hombre de la casa, pero la mujer es quien efectúa la
selección.
En el año, existen dos tipos de faena: la mayor y la forzada.
• La faena mayor se efectúa entre marzo y julio, coincidiendo con el
final de las lluvias y el inicio de la escasez de pastos. Los animales
suelen presentar su mejor condición. Los mejores ejemplares suelen
ser vendidos en pie, mientras que el resto se faena y su carne se
destina a la venta en cortes frescos o para la elaboración de
charqui14.
• La faena forzada se realiza durante el resto del año para hacer frente
a las necesidades de la familia o a los compromisos sociales o de la
comunidad, y para abastecer a los comedores municipales e infantiles
de la localidad.
En el contexto de la estrategia de vida y subsistencia del hombre de la
Puna, la carne de llama tiene una significación diferencial: mientras la
carne ovina representa la “caja chica” en la economía de una unidad
productiva —ya que con ella la familia afronta los gastos diarios—, la
carne de llama es el “plazo fijo”, pues con ella afronta las emergencias,
las crisis, algún largo viaje, los costos de enfrentar algún problema de

14
Carne seca salada.

396
salud, etc. Tal es la relación económica y financiera de los distintos
ganados criados en la zona.
Las llamas y ovinos tienen un rendimiento de canal aproximadamente
del 50%.
No existen estadísticas o registros sobre la faena de animales. Una
estimación hecha sobre datos de cantidad de carne de llama consumida
y comercializada señala que por año se estarían produciendo unos
840.000 kg. En el caso del cuero, se obtendrían unos 24.000 anuales.
Aquí vale mencionar que, en el caso de las llamas, el productor suele
elegir “encalarla” o “asolearla”, para extraer y vender su fibra, por lo
que el cuero se pierde y, por tanto, su comercialización resulta casi
insignificante.
En el caso de los ovinos, las estimaciones indican que, por año, se
consumen entre 800.000 y 900.000 kg de carne, con dos momentos de
mayor consumo: Semana Santa y las fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Si bien no hay cifras oficiales, serían de 80.000 a 90.000 los ejemplares
de esta especie que son faenados, lo que significaría una producción
anual de cantidades similares de cueros, que son adquiridos al barrer y
pagados por kilo.
A la hora de evaluar los valores potenciales de producción que podrían
alcanzar estas especies, se deben manejar los datos con mucha cautela,
pues una faena y un consumo masivo de estas carnes podrían debilitar
en gran medida las existencias poblacionales, especialmente en el caso
de las llamas.
La carne de llama es reconocida por ser muy rica en proteínas, sana y
con bajo contenido de colesterol, lo cual la hace recomendada para el
consumo de personas con problemas coronarios. Por otra parte, ha
dejado de ser solo base del sustento diario de las comunidades de
altura, ya que hoy tiene un sitio de privilegio dentro de la gastronomía
mundial. Su producción, en este sentido, se ha orientado hacia un nicho
de mercado interno y hacia el turismo internacional, como un producto
de tipo gourmet. Sin embargo, se debe tener especial atención en
mantener un equilibrio entre la producción y la demanda, ya que un
aumento de esta última por encima del umbral crítico podría poner en
riesgo a la población de llamas.
El cuero de llama no es aprovechado en la actualidad. El de oveja tiene
escaso valor, según los acopiadores, en gran medida como resultado de
la vente del mismo bajo la forma de “secado al sol”. Sin embargo, se
está desarrollando un sistema de agregado de valor del producto a
través del secado a la sombra, el salado y el conservado. Este producto
ha obtenido una mayor cotización en el mercado y constituye el primer
paso para ingresar en la actividad de marroquinería.

397
Comercialización

El pequeño productor participa en tres procesos económicos en relación con


la carne ovina, de llama y de cabras a través del autoconsumo, el trueque y
la compra-venta. Los dos primeros involucran solo productos, mientras que
el último supone el intercambio de dinero y la transacción de valores
económicos. Para el caso de los vacunos, el sistema actual es únicamente el
de venta.
En general se puede decir que en el caso de las carnes los sistemas
productivos de la Puna están orientados en primer lugar a la subsistencia, y
luego al mercado. Por este motivo, el autoconsumo y el trueque juegan un
papel muy importante en el soporte de la economía familiar campesina.
Además, otra parte la carne aporta tantos o más ingresos que la fibra.
A nivel de unidad de producción, la faena puede ser ofertada por el
productor como carne fresca o seca, o como animales en pie.
La venta que hace el productor está sujeta a tres factores condicionantes:
su propio sistema de pequeña crianza, las necesidades familiares y los
precios de mercado. Generalmente, estos precios son bajos y su oferta
corresponde a cantidades muy reducidas, por lo que no tiene posibilidades
de influir en los precios.
Las carnes se venden generalmente a comerciantes mayoristas
(intermediarios), que acuden al lugar de producción y compran
directamente, pagando adelantos monetarios o enviando al productor
alimentos a cambio.
Cualquiera sea la modalidad, en el momento de realizar la operación, los
precios son fijados por el mayorista (intermediario) de acuerdo a su
parecer, quedando de esta manera como dueño de carnes frescas y secas
de ovinos, llamas y caprinos.
Cuando se oferta un gran número de animales, una demanda menor reduce
la capacidad de negociación de los productores, con la consecuente
disminución de los precios. Los mayoristas llevan los animales a los pueblos
y los sacrifican, en mataderos locales o fuera de ellos.
En la provincia de Jujuy pueden reconocerse diferentes zonas de
producción, estando muy bien separados los lugares orientados hacia la
comercialización de la carne de aquellos orientados hacia el autoconsumo.
Existen entonces sectores de producción de “excedentes comercializables”,
que corresponden a los más beneficiados en cuanto a clima y condiciones
ambientales. En efecto, en la Puna de Jujuy existe un gradiente decreciente
de precipitaciones desde el noreste hacia el sudoeste. Se definen así tres
grandes zonas: la Puna húmeda (Yavi–La Quiaca), la seca y la de Atacama
(Susques). Los sectores más importantes desde el punto de vista de
excedentes comercializables en carne son la zona de Pozuelos y las cuencas
de la Intermedia y Miraflores.

398
Sin bien los otros sectores producen también carne, no lo hacen con la
misma importancia en cantidad. En estos sectores operan estratégicamente
los intermediarios, cuyo número ha aumentado considerablemente en los
últimos años en correspondencia con el crecimiento de la demanda de carne
de llama. Al igual que la lana y fibra, esta cadena de intermediación surge
en gran medida por la atomización de la producción y el aislamiento y la
dispersión geográfica de estas unidades productivas.
Todos estos factores promueven la participación de agentes de
intermediación, que reúnen la producción y la comercializan en mayores
volúmenes a los centros de consumo.

Principales centros de consumo

Las reses o medias reses son transportadas —en vehículos generalmente no


habilitados— a la zona de los Valles, a las ciudades de Perico, San Pedro de
Jujuy, Palpalá y, fundamentalmente, San Salvador de Jujuy, donde se
venden en puestos no oficiales o feriales que carecen de las condiciones
sanitarias adecuadas. La venta es por cantidad de reses o medias reses.
Casos especiales son los de emprendedores particulares (como Fernando
Maidana), que tienen puestos especiales para la venta de carne de llama,
vendiendo el producto por cortes y por calidad. Del mismo modo, por vías
oficialmente no reconocidas, salen cortes de carne a Córdoba y Buenos
Aires. Una iniciativa surgida a principios de 2010 promueve la salida de
ovinos en pie para su faena en la provincia de Córdoba.

Importancia del autoconsumo

Si bien el destino del producto varía mucho según la región de la Puna


considerada, se puede afirmar que, en promedio, el 60% de la carne de
llama va a la venta, mientras que el 40% restante se destina al
autoconsumo. Para los ovinos, las cifras respectivas son 69% y 31%.
En este punto, es muy importante aclarar que determinadas zonas de la
Puna húmeda tienen un gran peso en la comercialización de carne, en tal
magnitud que distorsionan los porcentajes de autoconsumo de la Puna en
general. En efecto, en la mayor parte de la región el porcentaje de producto
destinado al autoconsumo es más alto que el correspondiente a la venta,
tanto para ovinos como para llamas. En el caso de los primeros, sin
considerar las zonas generadoras de excedente comercializable, el 59% se
destina al autoconsumo y el 41%, para la venta.

399
Gráfico 24. Destino de la carne de llama
En porcentajes

40

60

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Gráfico 25. Destino de la carne de ovinos


En porcentajes

31

69

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Para la carne de llama, y dejando de lado las zonas con fuerte generación
de excedentes comercializables, los valores reales de autoconsumo van del
52% al 77%, mientras que los de venta oscilan entre el 48% al 23%.
Para el caso de los caprinos, las cifras promedio son 80% para el
autoconsumo y 20% para la venta, aunque en muchos de los casos el 100%
se destina a la venta. En bovinos, el 83% de la producción tiene por destino
la venta y el 17%, el autoconsumo.

400
Gráfico 26. Destino de la carne de caprinos
En porcentajes

20

80

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Gráfico 27. Destino de la carne de bovinos


En porcentajes

17

83

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

En cueros, el mercado está estructurado para los productos de ovinos,


caprinos y bovinos, no así para llamas. En el caso de estas últimas, el 73%
representa en realidad la “no venta”, más que el autoconsumo, y la venta
es únicamente como cuero fresco a las barracas o a Bolivia.

401
Gráfico 28. Destino del cuero de llamas
En porcentajes

27

73

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Gráfico 29. Destino del cuero de ovinos


En porcentajes

16

84

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Para los caprinos, el 95% tiene por destino la venta y el 5%, el


autoconsumo. Para los bovinos, las cifras respectivas son 99% y 1%.

402
Gráfico 30. Destino del cuero de caprinos
En porcentajes

96

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Gráfico 31. Destino del cuero de bovinos


En porcentajes

99

Autoconsumo Venta

Fuente: Diversidad, mercantilización y potencial productivo de la Puna jujeña (Argentina).


Raúl Paz y otros (2010).

Relación de precios15

En primer lugar, analizaremos el precio que se le paga al productor en


puerta de finca. Para la temporada 2008-2009, este estaba fijado en 5$/kg,
tanto para la llama como para la oveja.
En el cuadro 13 destaca la gran diferencia de precio de la carne de llama
entre el mercado de Abra Pampa (8 pesos) y los mercados de la Quebrada
de Humahuaca (12 pesos).
15
Los precios varían según el momento del año y el lugar.

403
Cuadro 13. Precios de las carnes de llama, vaca y cordero en carnicerías de la Puna
Enero / abril 2009 - En pesos

Carne La Quiaca Abra Pampa San Salvador

Costeleta 7,00 8,00 17,00


Llama Lomo 7,00 8,00 27,00
Cogote 7,00 8,00 8,50
Lomo y filete 19,0 17,00 18,40
Puchero común 5,00 4,00 1,50
Vaca Puchero
9,00 7,00 3,50
especial
Costeleta 15,00 15,00 12,40
Cordero 7,50 9,50 15,00
Fuente: Análisis de los precios encontrados en los restaurantes y carnicerías de La Quiaca,
Abra Pampa, Humahuaca, Tilcara, Purmamarca, San Salvador de Jujuy y Salta. Cerles, A. y
Gimaret, M.S., 2009.

Por otra parte, se advierte que las carnicerías de La Quiaca proponen los
menores precios por las carnes de llama y cordero. No obstante, en esa
localidad la carne de vaca es más cara que en Abra Pampa y San Salvador
de Jujuy.
En el mercado de la capital provincial, en tanto, las carnes de llama y de
cordero se venden al doble o el triple que en la Puna, mientras que las
carnicerías de San Salvador de Jujuy tienen precios muy bajos para la carne
de vaca.
Estos datos dejan abierta la discusión acerca de la comisión que toman los
intermediarios para los diferentes negocios entre distintas ciudades. Los
dueños de restaurantes afirman que en Jujuy pagan por la carne de llama
entre 8,5 y 27 pesos el kilo, mientras que en Salta deben abonar entre 12 y
33 pesos, según los cortes.
A continuación, analizaremos la situación de los precios en los restaurantes
de Jujuy y Salta.

404
Cuadro 14. Restaurantes que sirven carne de llama

Localidad Restaurantes

Humahuaca 9
Tilcara 14
Purmamarca 8
San Salvador de Jujuy 6
Salta 7
Fuente: Análisis de los precios encontrados en los restaurantes y carnicerías de La Quiaca,
Abra Pampa, Humahuaca, Tilcara, Purmamarca, San Salvador de Jujuy y Salta. Cerles, A. y
Gimaret, M.S., 2009.

Al observar los datos del cuadro 14, se advierte que, en general, el número de
restaurantes que ofrece platos elaborados con carne de llama decrece a medida
que aumenta la distancia a la zona de producción. Por otra parte, es notoria la
cantidad de establecimientos gastronómicos de la Quebrada de Humahuaca que
sirven este tipo de platos, lo cual se explica por el gran desarrollo de la actividad
turística en esa zona. En todos los casos, además, las cifras deben ser
analizadas en función del número de habitantes en cada ciudad.
En las grandes ciudades de Jujuy y Salta, los precios de compra de la carne de
llama son más altos. Así por ejemplo, en esta última ciudad, las diferencias de
precios entre la carne de llama y las de vaca o cabrito son muy grandes. Esta
gran diferencia de precios se observa también en los restaurantes de la
Quebrada de Humahuaca.

Cuadro 15. Comparación de precios de carnes de llama, cordero y vaca


en restaurantes - En pesos

San Salvador
Humahuaca Tilcara Purmamarca Salta
de Jujuy
Corte Precios Precios Precios Precios Precios
máx. Promedio máx. Promedio máx. Promedio máx. Promedio máx. Promedio
y mín. y mín. y mín. y mín. y mín.
Chorizo 16-21 18,50 20-33 27,20 12-30 24,00 19-45 30,50 33-42 35,80
Bife
Llama 18-40 28,33 25 25,00 18 18,00 40-42 40,60

Vaca 18-31 22,33 22-36 30,25 20 20,00 19,36 27,00 27-45 32,20
Lomo
Llama 18-34 27,75 20-33 27,00 24-38 33,30 14-41 27,00 32-48 37,40

Milanes Ternera 15-24 18,70 17-25 18,60 12-31 21,20 15-25 20,31 19-27 23,50
a Llama 16-19 17,50 15-22 17,80 20 20,00 27 27,00

Cazuela Cabrito 12-20 16,33 26-28 23,50 12-31 22,30 22 22,00


regional Llama 12-18 15,00 18-28 24,75 12-31 22,60 25 25,00 38 38,00

Fuente: Análisis de los precios encontrados en los restaurantes y carnicerías de La Quiaca,


Abra Pampa, Humahuaca, Tilcara, Purmamarca, San Salvador de Jujuy y Salta. Cerles, A. y
Gimaret, M.S., 2009.

Es fácil ver que hay una diferencia de precios entre las regiones según la
distancia entre las zonas de producción y de consumo. La mayoría de la carne

405
es centralizada en Abra Pampa. Luego, los intermediarios compran la carne y
reúnen stock para su posterior traslado a los centros de consumo. Como la
mayoría de la carne viene de Abra Pampa, que está a una distancia considerable
de los restaurantes, la carne es más cara. El transporte tiene un costo, por esto
los negocios que compran la carne en las carnicerías de Abra Pampa retienen
una comisión. Por otra parte, como los restaurantes trabajan con pequeñas
cantidades, es difícil para ellos tener una buena capacidad de negociación a fin
de obtener precios más bajos.

Gráfico 32. Precio de las carnes en restaurantes


de la Quebrada de Humahuaca16 y Salta

regional Llama
Cazuela
Cabrito
sa
ne
Llama
la

Ternera
Mi

Llama
o
m

Vaca
Lo

fe Llama
Bi
Chorizo

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

Quebrada Salta

Fuente: Análisis de los precios encontrados en los restaurantes y carnicerías de La Quiaca,


Abra Pampa, Humahuaca, Tilcara, Purmamarca, San Salvador de Jujuy y Salta. Cerles, A. y
Gimaret, M.S., 2009.

Los precios varían también de acuerdo a la disponibilidad de carne. En invierno,


cuando las pasturas están más pobres y por consiguiente los animales están
más flacos, es muy difícil venderlos. Entonces, los precios bajan. En este
sentido, se puede afirmar que existen una temporada alta y una temporada
baja, que influyen en los precios por la relación oferta / demanda. La temporada
turística también influye mucho en los precios: cuando la demanda es más baja,
los restaurantes proponen menos cortes o incluso eliminan la carne de llama de
sus cartas. Por último, es destacable el hecho de que la diferencia de precios
entre los platos con carne de vaca, de llama o de cabrito es muy débil en los
restaurantes de la Quebrada de Humahuaca. Sin embargo, en la ciudad de Salta
todos los platos con carne de llama son más caros en relación a los otros tipos
de carne. La diferencia de precios, en este caso, es de 5 pesos o más.

16
Para la elaboración del gráfico, se tomaron los promedios de los precios de las carnes en restaurantes
de Humahuaca, Tilcara y Pumamarca.

406
En el gráfico 32 se advierte que en Salta, por todo tipo de carne, los precios
son más elevados, y que, por otro lado, la carne de llama es mucho más
cara que los otros tipos de carne.

ANÁLISIS FODA

Volumen y características

Al comparar las existencias de llamas, ovinos, caprinos y bovinos en la Puna


de Jujuy con las de otras regiones andinas, se observa que el peso relativo
es muy bajo, sobre todo respecto de las regiones de altura de Bolivia y
Perú. Sin embargo, la ganadería de altura tiene en la Puna jujeña una
significación clave, ya que representa la base de sustento económico de las
comunidades campesinas del altiplano de la provincia.
De todo el país, Jujuy es la provincia con la mayor cantidad de cabezas de
llamas, lo cual la ubica en un puesto privilegiado frente a las
potencialidades económicas comerciales de la especie.
La población de llamas existente se ubica en el oeste y noroeste de la
provincia. Las unidades productivas están dispersas, aisladas y numerosas,
con pequeñas cantidades de cabezas por unidad, lo que refleja la alta
atomización de los productores. Pero esta característica es propia no solo de
las llamas sino de todas las especies, ovinos, caprinos u bovinos. En este
contexto, la producción presenta una importante atomización, lo que hace
que los procesos comerciales estén condicionados por la intermediación de
agentes mayoristas, que son los que finalmente se quedan con la mayor
ganancia.
Respecto de otras explotaciones pecuarias del resto del país, en la Puna
jujeña las condiciones de producción son desfavorables. También existe una
situación de desventaja al comparar la Puna con otras regiones de la
provincia, en las que caprinos, ovinos y fundamentalmente bovinos son
criados en ambientes más benignos y propicios, en mayor cantidad, con
mayor cercanía a los mercados y con menores costos de producción y
comercialización.
Sin embargo, al centrar el análisis en el caso de las llamas, cuya cría es
favorable al ambiente puneño (hábitat natural, bajo costo y por un
conocimiento natural sobre su cría y producción), es posible perfilar una
posición estratégica de esta ganadería. Por otra parte, la llama cumple con

407
las tres reglas de comercialización de cualquier producto: calidad, cantidad
y la continuidad.
Esta posición ventajosa de la llama no significa de ningún modo que se
deba descuidar el apoyo al desarrollo de las otras especies,
fundamentalmente caprinos y ovinos, por su importancia en la economía y
su peso dentro del autoconsumo. La diferencia reside en que en estas
especies es necesario desarrollar tecnología de comercialización,
clasificación, tipificación y de agregado de valor, a fin de maximizar los
beneficios.

El factor organizativo

En todos los casos, es muy importante el componente de organización de


las comunidades. Por ejemplo, las organizaciones mencionadas, como las
cooperativas Agroganadera Río Grande de San Juan Ltda., Agroganadera
Altiplano Catua Ltda. y Agroganadera El Toro Ltda., lograron grandes
avances en materia de la venta de fibra de llama acondicionada, clasificada
y tipificada. Estos procesos organizativos han sido la base para alcanzar
calidad, cantidad y continuidad en la producción, venciendo la atomización y
la consecuente intervención de agentes intermediarios y mayoristas.
Por otra parte, a través de la organización se ha fortalecido el accionar de
otros dos pilares del desarrollo de la Puna: el acceso al crédito y la
capacitación o acceso a la información.
El crédito ha sido el medio para incorporar infraestructura a las unidades
productivas e implementar algunas estrategias de mejora genética, pero
sobre todo ha permitido que las cooperativas de comercialización dispongan
de efectivo para los procesos de acopio y rompan así la dependencia
económica con la que trabajaban los intermediarios y mayoristas. Esta
dependencia fue la que condicionó por años a los ganaderos, quienes debían
entregar el producto a los agentes de la intermediación a valores muchos
menores, presionados por la necesidad de dinero en efectivo.
El acceso a la capacitación e información ha estado históricamente limitado
también por la dispersión geográfica y el aislamiento de las unidades
productivas del altiplano jujeño. Fue a través de las organizaciones
campesinas (asociaciones aborígenes, cooperativas, corporaciones, etc.)
que ha sido posible la incorporación de conocimientos, nuevas tecnologías,
sistemas de comercialización y producción de fibra, carne y cueros acordes
a las características de los mercados actuales. La ejecución de las
capacitaciones y la vehiculización de información ha permitido que estas
organizaciones se constituyeran en el canal adecuado para que los
ganaderos se incorporen a dichos mercados.
Este conocimiento incluye información sobre precios, tipos de productos
demandados, condiciones de venta y cotización de animales, aspectos que

408
impusieron nuevos canales de comercialización y diversificaron las
posibilidades de venta del sector campesino.
La formación de cooperativas ha sido también el vehículo por el cual el
productor andino se ha incorporado al sistema formal de comercialización,
cumpliendo con todos los requisitos de facturación y tributarios. De manera
individual, por el nivel de ingresos generados por año, un productor tiene
serias limitaciones para ingresar al sistema tributario nacional. Sin
embargo, las cooperativas de las cuales estos productores forman parte
como socios, sí se encuentran registradas y tributan por los impuestos
generados de las ventas de fibra, lana, carne y cueros de llamas y ovinos.
Esto ha sido un gran avance en cuanto a la incorporación del sector
campesino al mundo capitalizado actual. Este proceso no es exclusivo de
Argentina, sino que se ha dado también en los Andes de Bolivia, Chile y
Perú desde mediados de la década de 1990. Experiencias como las de la
Central de Cooperativas Alpaqueras Puno Ltda. (CECOALP), la Asociación
Regional Integral de Ganaderos en Camélidos Alto Andinos del Norte de La
Paz (ISQANI), la Asociación Zonal de Criadores de Camélidos (AZCCA) y las
Asociaciones Regionales de Criadores de Camélidos (ARCCA), son iniciativas
de referencia que se deben tener en cuenta.

Componentes del ingreso

Algunos de los escasos estudios económicos sobre la realidad de los


criadores de ganado de altura de la Puna de Jujuy muestran la importancia
de la migración, del trabajo extrapredial y del subsidio social en la economía
campesina familiar. Considerando los dos componentes de este ingreso —el
generado por el trabajo fuera del predio y el producido por los planes
sociales asistenciales— es necesario reflexionar sobre la importancia
económica que hoy tienen estos planes sociales y la dependencia que ellos
han creado.
Dentro de la actividad ganadera se observa la gran importancia que posee
principalmente la producción y comercialización en ovinos y llamas. En
efecto, la producción de lana, carne y cuero de ovino y la producción de
fibra, carne y cuero de llama representan los ingresos más importantes de
la práctica ganadera. Si bien los caprinos ocupan el tercer lugar en
importancia, este valor tiene un marcado protagonismo dentro de la
seguridad en alimento de las familias campesinas.
Queda claro que los tres productos que mayor aporte realizan a los ingresos
familiares anuales son la carne, la fibra y la lana, en ese orden.
Se observa la importancia del componente del autoconsumo dentro del
sistema económico familiar. Asimismo, se ha determinado que la cantidad
de carne destinada al autoconsumo es significativa, y debe ser tenida en
cuenta en las estimaciones oficiales de oferta comercializable. En este

409
sentido, toma especial importancia el concepto de las “zonas generadoras
de excedentes comercializables”.

Debilidades

Aun tomando con cautela las cifras de cantidad de animales que pueden
faenarse por año, se puede decir que el principal cuello de botella que tiene
la comercialización de carne es la falta de infraestructura oficialmente
autorizada para dicha faena. En efecto, se puede señalar que la carencia de
un matadero frigorífico para la Puna es el principal problema detectado,
aunque no el único. Se observa también la falta de equipamiento para el
transporte adecuado de las reses, respetando la cadena de frío; de un
sistema de tipificación de las reses; de un buen estado sanitario de los
animales; de mayores conocimiento sobre determinadas parasitosis y
enfermedades que provocan la pérdida de calidad de las carnes (como por
ejemplo la sarcocistiosis), y de bocas de expendio para la venta de estas
carnes. Por sobre todo, la posibilidad de colocar la carne fuera de los límites
de la Puna y de la misma provincia de Jujuy está completamente limitada
por la falta de acceso al Tráfico Federal de Carnes, lo cual depende en
forma directa de la disponibilidad de un matadero frigorífico.
Para el caso de la fibra, la principal limitante es la falta de posibilidades de
generar valor agregado. Al igual que en el caso de la lana, la producción
está altamente atomizada, como consecuencia de la dispersión geográfica,
el aislamiento y la dificultosa accesibilidad. Sin embargo, en el caso de la
fibra se observa ya el trabajo organizado del sector campesino en acopios
comunales con un sistema de fibra acondicionada, clasificada y tipificada,
que representa una alternativa para el productor ganadero y un
reconocimiento a la calidad del producto entregado, duplicando y triplicando
el precio en relación del valor de la fibra con el sistema tradicional al barrer.
En el caso de la lana, no existe un sistema de acondicionamiento,
clasificación y tipificación, ni tampoco iniciativas asociativas comerciales
identificadas que hayan demostrado sustentabilidad e independencia de los
sistemas de subsidios. Por tanto, es preciso que se desarrolle un sistema de
comercialización con acopios comunales por calidad para las lanas y que se
promueva la organización campesina. También aparece como necesaria la
implementación de un muestreo de calidades, con el fin de conocer y
caracterizar la calidad de las lanas de Jujuy, lo cual permitiría incorporar la
actividad a un mercado de mayores ingresos.
De todos modos, es pertinente advertir que el ingreso generado a través del
desarrollo de estos sistemas tendrá un “techo”, a menos que se favorezca
una articulación con el sector textil o se promuevan experiencias piloto de
producción de hilo por parte de las cooperativas de mayor experiencia y
disciplina administrativa de los recursos. Esto permitiría al campesino, a
través de su organización local, acceder a los mejores precios de

410
comercialización de hilo, rompiendo la dependencia de las fluctuaciones de
precios de la fibra en bruto.
Otra limitante detectada es la falta de un mercado para los cueros de llama,
a pesar de la escasa información disponible sobre el destino y
procesamiento de los cueros de ovinos y caprinos, que sí tienen una
demanda en la Puna de Jujuy. En todo caso, no hay un sistema de
tipificación de cueros, de técnicas de conocimiento popular sobre el secado
y salado de los mismos y de una tecnología adecuada para su
procesamiento. En suma, no se ha desarrollado el mercado para el cuero de
llama, mientras que para los ovinos y caprinos, aunque sí poseen una
cadena de comercialización, esta se rige por cantidad y no por calidad. Esto
mantiene bajos los ingresos por la venta de estos productos y, por tanto,
constituye un obstáculo para que los productores mejoren su economía
familiar.

Proyecciones

En la economía campesina andina aparece como clave el desarrollo de una


estrategia de diversificación productiva, a partir de los siguientes aspectos:
• Diversidad de actividades: ingresos por trabajos fuera del predio, por
planes sociales, por actividad artesanal, por actividad ganadera y por
actividad agrícola.
• Diversificación de los productos agrícolas trabajados: papa andina,
quinoa, pequeñas parcelas de hortalizas y/o cereales.
• Variedad de especies ganaderas criadas: ovinos, llamas, caprinos y
bovinos.
• Variedad de productos obtenidos del ganado: carne, cuero, fibra y
lana. Consecuentemente las comunidades de la Puna trabajan con
una fuerte diversificación del riesgo y nunca vuelcan su trabajo a una
sola actividad o producción.
Se observa la formación de incipientes procesos organizativos que permiten
a zonas donde predominan los pequeños productores ingresar a los
mercados nacionales de fibras al mismo nivel y con la misma capacidad de
negociación que el grupo 5. Este proceso organizativo que se observa en
algunos sectores (cuencas de El Toro, Catua y Río Grande de San Juan)
requiere de un apoyo en recursos económicos que son muy limitados para
los mismos ganaderos, para quienes son escasas las posibilidades de
realizar inversiones en dinero. Por tanto, es necesario mantener el apoyo
crediticio a estos procesos.
Una vez más, en este punto, el otro componente clave es el acceso a la
información y capacitación, lo que podría establecerse con mayor precisión
en otro censo o encuesta.

411
La zonificación de la producción según el ambiente determina zonas de
“generación de excedentes comercializables” o de “economía de
subsistencia”, o la especialización de la producción agrícola. Por lo anterior,
no se debe caer en el error de tratar los problemas o definir soluciones para
la Puna jujeña sin considerar las distintas realidades y contextos. Esta es
una consideración clave en la definición de futuras políticas de desarrollo.
Tampoco debe dejarse de lado el aporte de cada una de las actividades
ganaderas a la economía familiar, que cada una de las especies animales
tiene una razón que justifica la cantidad de cabezas en el hato y que su
aporte en producto es clave para la venta o para el autoconsumo. En tal
sentido, las explotaciones serían complementarias y no sustitutivas, por lo
que, de acuerdo a lo observado, no es posible la eliminación de cualquiera
de ellas. Lo más probable es que las existencias ganaderas se modifiquen
según las condiciones del mercado en procesos largos, de varios años, pero
difícilmente desaparezca alguna de ellas.
Puede observarse una fuerte relación “ovinos-camélidos” en todos los
grupos identificados. Asimismo, por sus valores pecuarios y por su sistema
de faena y registro de ingresos, se podría afirmar que funcionan
conjuntamente con una estructura del tipo “ovinos = caja chica” y “llamas =
plazo fijo”.
Si bien la producción de carne y fibra-lana se manifiesta como principal, hay
grupos de productores que dependen en gran medida de otras actividades,
como artesanías y agricultura, por lo que surge como necesaria la
generación de estrategias y tecnología adecuadas.
Los caprinos, a pesar de que realizan un aporte menor a la producción
ganadera total, tienen un papel muy importante en lo referido a la
seguridad alimentaria del núcleo familiar. Con el 56% de las existencias
provinciales (85.833 de un total de 153.402 cabezas) y siendo el tercer
ganado en importancia en la Puna de Jujuy (el 16% del total de la región),
su rol debe ser altamente estratégico para la economía familiar. Estudios
más profundos, mediante encuestas incorporadas al análisis, podrá realizar
aportes que permitan cuantificar con más claridad la contribución de esta
especie a la economía andina.
En relación a los registros y datos estadísticos, la provincia de Jujuy no
dispone de datos procesados sobre cantidades de fibra, carne y cuero
comercializados. Si bien todo envío de animales en pie, fibra, lana, carne y
cueros deben registrarse en el Departamento de Marcas y Señales de la
Dirección de Desarrollo Ganadero, estos datos no están procesados, por lo
que no se conoce la evolución histórica de estos movimientos.
Por otra parte, sería muy importante que todos los integrantes de la cadena
de producción y comercialización se deban inscribir en esta repartición, de
acuerdo al papel que desempeña (productor, mayorista, transformador o
consumidor final). Esta inscripción, que es obligatoria en otras cadenas de
otras especies pecuarias (por ejemplo en la cadena lechera o la de carne
bovina), permitiría conocer la cantidad, el nombre y la acción de cada uno
de los actores de la cadena. Además, al no haber un departamento que

412
contraste las declaraciones que se presentan en Marcas y Señales con las
que se deben registrar en reparticiones como la Administración Federal de
Ingresos Públicos (AFIP) y la Dirección Provincial de Rentas, no es posible
detectar coincidencias o diferencias en las declaraciones realizadas por los
actores de estas cadenas.
En conclusión, lo sugerido anteriormente permitiría generar datos sobre
comercialización y sentar las bases del conocimiento para la definición de
políticas de desarrollo, además de contar con indicadores del impacto
generado por ellas.
Los únicos datos disponibles en la actualidad son los aportados por el Canso
Nacional Agropecuario (CNA), pero no se dispone de estudios económicos
sobre los procesos de comercialización de las cadenas fibra, lana, carne y
cuero.
A nivel municipal existen datos sin procesar sobre la cantidad de animales
faenados que pasan a través de La Quiaca y Abra Pampa. Estos registros
surgen del pago de un canon por inspección municipal para la venta de esta
carne en el ejido municipal o el traslado a San Salvador de Jujuy. Sin
embargo, se sabe que no todos los intermediarios cumplen con este paso.
Del mismo modo, todo lote de fibra o lana que sale de la provincia debe ser
declarado en la Dirección de Desarrollo Ganadero, aunque no se realiza
verificación del peso de los lotes al momento de su traslado.
El desconocimiento que la Policía de la Provincia de Jujuy y el personal de
Gendarmería Nacional sobre las distintas fibras especiales (llamas, vicuña,
guanaco y alpacas) y las lanas (ovino), hace que la actividad de contralor
por parte del Estado se vea seriamente limitada. Bajo las condiciones
actuales, es muy difícil verificar las declaraciones de los acopiadores y
mayoristas, que sacan productos de la ganadería de altura fuera de la
Provincia. Surge entonces la necesidad de encarar un programa de
capacitación dirigido a este personal para diferenciar estas fibras y lanas, y
mantener este programa permanentemente abierto. Este conocimiento
debe ser extensivo a los agentes de contralor de la Provincia, el SENASA y
la Dirección Provincial de Rentas.
Asimismo, estudios económicos sobre la lógica campesina, la utilización de
los recursos, sus necesidades, la relación autoconsumo/venta, el uso de los
espacios, los ejes económicos por región, y la relación entre el ambiente y
la especialización de la producción, deberían ser líneas a profundizar por
parte las instituciones de investigación y desarrollo en la Puna de Jujuy.
Si bien las perspectivas del sector son alentadoras por los cambios ocurridos
en los últimos 15 años, existen debilidades y amenazas que deben ser
consideradas.
Por un lado, hay una gran promoción e interés por los camélidos, tanto de
llamas como de vicuñas, especies muy demandadas por empresas privadas
de otras regiones. Es de público conocimiento la masiva compra de
animales que afectó a la Puna desde mediados de la década de 1990, que
provocó una pérdida de capital genético podría potenciarse si las

413
comunidades no asumen la posición de detener estas ventas, que
representan unos pocos pesos de ganancia al día pero una pérdida
importante a largo plazo. En efecto, la aparición de asociaciones de
criadores de camélidos en la Pampa húmeda, con un acceso directo a los
centros de poder y decisión política, ha priorizado el tratamiento de
problemáticas que poco tienen que ver con la realidad del sector productivo
de la Puna de Jujuy. Estas mismas organizaciones se están posicionando
como referentes en el tratamiento de las políticas y en la canalización de
fondos para el desarrollo.
Esto también se ha traducido en la generación de leyes poco favorables a
los intereses de la Puna, pero muy buenas para los intereses foráneos.
En tal sentido, es necesario que el productor ganadero andino asuma su rol
protagónico en el proceso de desarrollo del sector, y participe en los
procesos organizativos, lo cual resulta fundamental para fortalecer las
cooperativas de comercialización.
En este sentido, se debe aumentar el número de cooperativas y
asociaciones, y profundizar el diálogo, los acuerdos y el trabajo conjunto
entre ellas. A través de este proceso participativo, la Puna podrá definir su
propio destino y desarrollo.
Este paso es fundamental, pues haría posible un mayor acceso a la
información, una adecuada capacitación, la integración al sistema capitalista
de demanda y el acceso directo de los campesinos a los mercados de
consumo.
A modo de arrastre, se podrían implementar mejoras genéticas, planes
sanitarios y mejoras en el manejo, aunque sin abandonar —e incluso
recuperando—los viejos esquemas de organización y de trabajo conjunto
propias de la Puna.
En la actualidad, los desafíos del sector campesino son muy grandes; pero
está en sus manos alcanzar su desarrollo, y es misión y compromiso de las
instituciones del Estado acompañar este proceso.

414
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416
417
418
LOS CULTIVOS ANDINOS EN LA QUEBRADA DE HUMAHUACA Y VALLES DE
ALTURA

Andrés Longoni
María Inés González de Prada
Radek Alexis Sánchez Patzy

Introducción

Este informe presenta un resumen de los resultados de la consultoría


«Agricultura andina en la Quebrada de Humahuaca, Puna y Valles de Altura de
Jujuy», realizada en el marco del proyecto Fortalecimiento de la Dirección
Provincial de Planeamiento, Estadísticas y Censos (DiPPEC) de la provincia de
Jujuy.
El proyecto macro indaga sobre diversas actividades productivas secundarias de
la provincia, y constituye una vía de análisis del desempleo y los índices de
pobreza incentivados por la ausencia de propuestas socio-productivas dirigidas a
los sectores populares. Con esta consultoría, se pretende aportar información
pertinente para la planificación y el delineamiento de políticas de desarrollo en
torno a los cultivos andinos (CA), en apoyo a la agricultura familiar y en el
marco de la economía social.
Mediante el relevamiento y el análisis de la información disponible, el estudio de
base reúne datos de la cadena productiva de la papa (junto con oca y ulluco), la
quinoa y el yacón, producidos en la Quebrada de Humahuaca, la Puna y los
Valles de Altura de la provincia de Jujuy. La elección de dichos cultivos está
vinculada al hecho de que durante los últimos años han tenido un marcado
desarrollo con respecto a otros cultivos andinos de la zona.
Por otra parte, más allá de las particularidades que los hacen atractivos, las
características de la región y el conocimiento ancestral sobre la actividad
agrícola, los cultivos de origen andino se encuentran en muy baja escala y con
serias dificultades para erigirse como una alternativa productiva regional.
El trabajo parte de la localización de las zonas de producción, y repasa aspectos
históricos de los sistemas agrícolas que se conservan gracias a una alta
racionalidad campesina andina, dentro de un proceso coevolutivo 1 que articula
sociedad, cultura y ambiente, que en la actualidad se encuentra tensionado por
la cada vez más omnipresente economía de mercado. Luego se desagrega el
perfil sectorial de los cultivos nombrados sobre el análisis de la producción, los
procesos, la comercialización y el consumo, a modo de cadena productiva.

1
La idea de coevolución sintetiza las relaciones sociales humanas, su desarrollo y sus diversas formas,
en combinación con la apropiación, uso y experiencias en las que el hombre se vincula con su ambiente
y genera formas equilibradas de reproducción social, como lo han hecho muchos pueblos campesinos y
originarios.

419
ANTECEDENTES

El objetivo de esta consultoría es realizar un diagnóstico del sector


interviniente en la cadena productiva de los cultivos de origen andino más
relevantes en la provincia de Jujuy.
En este sentido, se busca conocer sucintamente las potencialidades y las
limitaciones estructurales (sociales, culturales, productivas, de mercado)
de los cultivos en la provincia; analizar las prácticas de interacción entre el
sector gubernamental y el sector productivo e identificar las tradiciones en
juego; describir los dispositivos de implementación de los programas
sociales y productivos orientados a la economía social y la conservación de
los cultivos de origen andino; analizar la dinámica de construcción de
ofertas y demandas, las modalidades de negociación y disputa en torno a
estos cultivos; relevar los antecedentes de evolución de los cultivos, y
proponer lineamientos para el desarrollo del sector en apoyo a la
agricultura familiar y en el marco de la economía social.
En el transcurso del diagnóstico se realizaron comparaciones con otras
realidades similares, sobre todo de la provincia de Salta, pero también de Perú
y Bolivia, que pueden iluminar otros aspectos relevantes de la producción de
estos cultivos y generar, por momentos, una mirada más abarcativa sobre la
situación regional en la que se enmarca la provincia.
Además, se parte del supuesto de que todas estas regiones están
estrechamente vinculadas por relaciones sociales y económicas desde hace
siglos.
En este estudio se consultaron fuentes de segunda mano (estadísticas,
censos, informes e investigaciones previas, etc.) de diverso origen,
destacándose las gubernamentales y, en algunos casos, no
gubernamentales. Se contó también con el aporte de actores sociales
vinculados a la temática (técnicos de extensión, investigadores,
productores, comerciantes y agentes del estado, entre otros) 2 que, a través
de entrevistas personales han actualizado y contextualizado la información
cuantitativa surgida de censos e investigaciones.

2
Estos informantes fueron centrales para el análisis de los datos estadísticos, ya que los ”bajaron a
terreno”, y permitieron acceder a información significativa, lo que dejó de manifiesto la necesidad de
generar mayor conocimiento y mayor cantidad de datos. Además, destacaron la potencialidad que posee
la información en esta actividad, en el marco de fuertes tensiones.

420
Definición de cultivos andinos

La denominación de cultivos andinos (CA) comprende a los productos


alimenticios (granos, leguminosas, tubérculos, raíces y frutas) que han
tenido su origen o han sido domesticados en la Quebrada de
Humahuaca, la Puna y los Valles de Altura (en contexto de la
macrorregión de los Andes meridionales), y constituyen un importante
repositorio de material fitogenético de gran valor.
Son parte de las variedades sembradas ancestralmente por las
sociedades prehispánicas en el proceso de conformación de los
agroecosistemas de altura, caracterizados por sus particulares
condiciones geográficas y su alta variabilidad climática.
Se trata de cultivos que se desarrollaron históricamente con una alta
racionalidad campesina andina, y deben ser interpretados dentro de un
proceso coevolutivo entre el sistema sociocultural y el sistema
ambiental. Estos cultivos se fortalecen con la legitimidad que les otorga
el conocimiento cultural y experimental de los agricultores, debido a que
las personas y sus formas de pensar se encuentran dentro de este
proceso coevolutivo.
Para este análisis se tomarán los cultivos que se encuentran en mayores
variedades, los más comunes y tradicionales, que tienen mayor
porcentaje de producción, venta y/o procesamiento. A estos productos
andinos se los denomina destacados, ya que reúnen alguna
característica que ha determinado que sean de atención prioritaria,
como la papa (junto a la oca y el ulluco), la quinoa, el yacón y el maíz 3.
Dentro de los CA destacados producidos localmente, la papa y el maíz
son los que mayor preponderancia han tenido históricamente, debido a
la superficie que ocupan, a su uso, su consumo y a su vínculo con
patrones culturales locales. Tal es así que aún hoy están presentes, de
una forma u otra, en la mayor parte de las festividades, y constituyen la
base de la alimentación tradicional de la población nativa.
No obstante, desde la década de 1940, otras actividades fueron
avanzando y desplazando a la producción de estos cultivos, sobre todo
la horticultura. Este proceso se incrementó en la década de 1990 y
entró en crisis juntamente con el resto de la economía del país, a inicios
del nuevo milenio.

3
Siguiendo las categorías analíticas del Proyecto Cultivos Andinos, los CA pueden dividirse en
emergentes, potenciales, generales y destacados. En este trabajo se analizará la cadena de tres cultivos
andinos destacados (papa, quinoa y yacón), dejando de lado el maíz, que más allá de su importancia en
el comercio y autoconsumo local y del hecho de ser el más difundido de todos, no ha entrado en un
proceso de revalorización por parte de los mercados que haya movilizado su cadena durante estos
últimos años.

421
Localización e historia

El área abordada por este estudio está integrada por tres ambientes,
definidos fundamentalmente por sus aspectos agro-ecológicos: la Puna, la
Quebrada de Humahuaca y los Valles de Altura, muy ligados entre sí por su
historia, su economía y su cultura. Mientras la Quebrada de Humahuaca se
encuentra localizada en la provincia de Jujuy, la Puna y los Valles de Altura
se extienden en Jujuy y Salta.
La Quebrada de Humahuaca funciona como límite occidental de toda la
región de los Valles de Altura, y limita además hacia el norte y el oeste con
el altiplano (Puna). Comprende todas las adyacencias al este y al oeste del
Río Grande, y es parte central de los departamentos de Tumbaya, Tilcara y
Humahuaca.
Los Valles de Altura comienzan en la zona de Ocloyas, cercana a la ciudad
de San Salvador de Jujuy. Se extienden como una franja ubicada al este de
los departamentos de Tumbaya y Tilcara, y continúa hacia el norte
atravesando el límite oeste de los departamentos de Valle Grande, Iruya y
Santa Victoria, estos dos últimos en la provincia de Salta. Los Valles están
estrechamente vinculados con el estrato superior de la selva tucumano-
oranense (yunga), que presenta una importante diversidad de cultivos
autóctonos. Esta región selvática se ubica en los departamentos Ledesma,
Valle Grande, Iruya y Santa Victoria, pero no pertenece al área de influencia
de la Quebrada de Humahuaca.
Por último, la región Puna comprende los departamentos de mayor superficie
pero menor densidad de población —Yavi, Susques, Rinconada, Cochinoca y
Santa Catalina—, y cubre cerca del 60% del territorio jujeño. Está caracterizada
por la rigurosidad del clima, basado en una gran amplitud térmica, sequedad y
altitud, lo que condiciona de forma severa la vida animal y vegetal, y los
asentamientos humanos.
Las tres regiones bajo análisis presentan una gran diversidad de CA, debido
a la multiplicidad de ambientes. Se pueden encontrar cultivos en alturas
que oscilan desde los 1.800 m.s.n.m. hasta los 3.600 m.s.n.m y regímenes
de lluvias muy diversos. Estos contrastes fortalecen la diferenciación entre
las regiones y han sido además uno de los motivos, junto con la tarea
domesticadora del hombre, por los cuales la región es un importante centro
de origen de numerosos cultivos andinos.
La Quebrada de Humahuaca constituye una zona de transición entre los
valles templados del sur, los de altura subtropicales del este y la Puna.
Esta característica posibilitó, por un lado, las condiciones apropiadas para
la progresiva adaptación de diversos cultivos en poblados dispersos,
tanto de papas y tubérculos microtérmicos, como de diversos tipos de
maíz que representaron la principal base alimentaria, contribuyendo, en
el caso de este último, a la aglomeración de la población debido a la
posibilidad de almacenar granos 4.
4
Seca, 1989, p.31.

422
El espacio quebradeño funcionó como ruta de intercambio entre las tierras
altas y las tierras bajas, llegando incluso al Océano Pacífico; y de norte a
sur, entre la región de Lípez en la actual Bolivia con las regiones de llanuras
del sur5. Los habitantes de la Puna iniciaron, hace al menos mil años, un
sistema alimentario basado en la explotación agropastoril en archipiélagos y
vegas de altura, con cereales (quinoa y kiwicha, sobre todo), papa y
camélidos autóctonos como las llamas6. Su subsistencia se basó en la caza
de vizcachas, vicuñas y guanacos, y en la recolección de plantas y semillas
silvestres, y realizaron un fluido intercambio con los agricultores de la
Quebrada, obteniendo maíz y otras especies vegetales a cambio de la carne
y la lana de sus llamas7.

Caracterización de los sistemas productivos de cada zona

Los sistemas productivos en consideración se constituyen básicamente a partir


de los ambientes diferenciados, pero además influyen aspectos históricos y
culturales, en una suerte de imbricación o superposición de prácticas culturales
locales y otras vinculadas a prácticas agropecuarias monetarizadas. En este
sentido, de la yuxtaposición de sus componentes surgió un sistema de
producción denominado tradicional, altamente flexible y adaptable a los
medios, que presenta prácticas agropecuarias distintivas cuyo conocimiento es
importante para entender los cambios y las continuidades. Este sistema
productivo tradicional8 entra en tensión con otros sistemas vinculados
fuertemente con las economías de mercado que son de menor data.
La variabilidad de ambientes que presentan estas regiones se traduce en la
existencia de una gran diversidad de sistemas productivos, que se describe
a continuación.

Quebrada de Humahuaca

Presenta un planteo productivo agropastoril, con mayor incidencia de la


actividad agrícola sobre la pecuaria según la distancia a la Ruta Nacional N.º 9,
por un lado, y la altura sobre el nivel del mar en la que se ubica cada área de
cultivo, por el otro.
La zona central baja (en las cercanías de las localidades de Maimará,
Tilcara, Huacalera y Uquía) se caracteriza por una producción hortícola
5
Reboratti y otros, 2003; Bergesio y otros, 2007.
6
Santoni y Torres, en Alvarez y Pinotti, 2000, p.96.
7
Seca, op.cit.
8
Entre las características de los sistemas tradicionales se destacan la siembra de una importante
variabilidad de cultivos, que es el fundamento de la biodiversidad andina; la independencia de recursos
externos en los sistemas productivos; la fuerte vinculación entre lo comunitario y la producción de
alimentos; la toma de decisiones basada en la capacidad de observación de la naturaleza y en la
valoración de los calendarios festivo religiosos; la relativización en la búsqueda de la maximización de la
producción, y la menor dependencia de las economías de mercado.

423
comercial con algunas explotaciones dedicadas a la fruticultura y
floricultura. Es un sistema de producción altamente flexible, adaptable a los
cambios y transformaciones del entorno. En esta zona se aplica un paquete
tecnológico que incluye mecanización y aplicación de agroquímicos.
Las zonas productivas más alejadas de la Ruta Nacional N.º 9 se
caracterizan por preservar formas tradicionales de cultivo, mientras que las
zonas centrales se encuentran insertas en formas más comerciales de
producción.

Valles de Altura

Presentan diferentes sistemas según la accesibilidad de cada zona. La


producción preponderante es la cría de ganado mayor y menor, y en la
mayoría de las comunidades se produce papa, maíz y otros tubérculos,
como oca y ulluco.
En algunos valles, como los de la zona de Iruya, en Salta, existe una
significativa extensión destinada a la horticultura comercial de los
cultivos de arveja y haba.
La producción de papa andina y otros tubérculos presenta, en estos valles,
una importante cantidad de variedades y una progresiva actividad
comercial. Mientras que en valles más aislados, como los del departamento
de Tilcara, la producción de tubérculos andinos se destina sobre todo al
autoconsumo, siendo la actividad comercial central la cría de ganado mayor.
En estas zonas el uso de agroquímicos es ínfimo y en algunos lugares
inexistente.

Puna

La producción preponderante es la cría de ganado menor, seguida por la


cría de camélidos. La agricultura, que consiste en la producción de papas
andinas, actualmente quinoa y, en menor medida, hortalizas para
autoconsumo, está muy condicionada por la disponibilidad de agua para
riego y la rigurosidad del clima. Por ello, si bien esta es el área más extensa
de la región, la superficie con capacidad para la producción de cultivos
andinos es muy reducida.
La agricultura en esta zona se realiza con baja aplicación de agroquímicos y
muy pocos productores utilizan la tracción mecánica en sus labranzas.

424
Situación actual de los cultivos andinos de Jujuy

Los CA que se producen en las regiones abordadas por el presente estudio


no son ajenos a los procesos socio-históricos generales. Entre fines de la
década de 1980 y los primeros años del nuevo milenio se produjeron
grandes cambios a nivel nacional e internacional que impactaron en el
sector agropecuario, en particular en el de la agricultura familiar. Estos
cambios giraron en torno al avance de los procesos globalizadores a nivel
económico, fenómeno caracterizado por la ampliación de los mercados a
nivel mundial y la generalización de los modelos económicos liberales. Este
proceso estuvo acompañado por la expansión de actividades económicas y
financieras por parte de empresas transnacionales, el crecimiento de la
inversión extranjera directa, y los avances en los sistemas de comunicación
y transporte, que han producido un grado de competencia sin antecedentes
en la historia de la humanidad entre empresas de distintos países.
Este fenómeno se basó en un proceso de transformación de la estructura
social agropecuaria y de nuevas dinámicas productivas que se sostuvieron
en una importante concentración de la tierra (aumentó un 25% el valor
promedio de la superficie productiva), el control de la tierra por parte de
grandes grupos económicos y la extranjerización de la misma, la
concentración de los medios de producción (semillas, fertilizantes,
maquinarias, etc.) y la concentración de la comercialización de los
productos agropecuarios9.
Esta alteración de los mercados tiene un doble efecto negativo para los
países en desarrollo: por una parte, la presión por debajo de los precios por
una oferta mayor de la que se hubiera obtenido sin la protección; por otra,
y quizás más grave por su efecto estructural, el desarrollo tecnológico y
empresarial que estas políticas permitieron en los países que las mantienen,
estableciendo una brecha tecnológica creciente en la agricultura a favor de
ellos mismos10.
Más allá de esta serie de transformaciones, Argentina no modificó su rol de
país agroexportador y en vías de desarrollo. La producción agropecuaria es
uno de los pilares fundamentales de la economía nacional; genera enormes
riquezas, dado que para el año 2005 el 51% de las exportaciones
provinieron del sector rural11.
Esta situación provoca un récord de producción de granos, de exportación y
de recaudación, pero al mismo tiempo genera que los índices de pobreza e
9
Entre los cambios se encuentra la integración económica de los países en bloques regionales. Los
resultados fueron una ampliación del mercado, la competencia entre productos de los países miembros y
la posibilidad de beneficiarse con una demanda ampliada. Si bien en un principio Argentina aumentó en
cinco veces las exportaciones al bloque, desde 2002 las disminuye drásticamente, por las asimetrías en
las políticas cambiarias. Otro fenómeno de carácter agrícola de gran importancia, iniciado a mediados de
la década del ’90, es la difusión de la soja transgénica y el modelo de laboreo de siembra directa, que
fueron corriendo las fronteras agrícolas a tierras utilizadas anteriormente por sectores rurales
empobrecidos, desplazando a pequeños productores y actividades económico-productivas, como a la
ganadería y a otros cultivos claves en las economías regionales de ese momento.
10
Obschatko y otros, 2006.
11
Martínez, 2006.

425
indigencia sigan siendo elevados y que la brecha distributiva alcance
porcentajes nunca antes vistos.
En Jujuy, las exportaciones según grandes rubros para 2008 muestran que
los primarios constituyen el principal tipo de producto exportable,
ubicándose muy por detrás las manufacturas de origen industrial y,
finalmente, las manufacturas de origen agropecuario 12.

La agricultura familiar y los cultivos andinos

Tanto los productores “más tradicionales” como los que destinan su


producción al mercado se ven afectados por aspectos sociales y económicos
que los atraviesan fuertemente. Entre los efectos sobre el sector rural
empobrecido se distinguen claramente la emigración de zonas rurales a
urbanas dentro de una misma región y hacia otras regiones del país; el avance
y desplazamiento sobre poblaciones campesinas, junto a la usurpación de
tierras y degradación de los sistemas de conservación, y la desvalorización de
la vida como consecuencia de la valoración de los capitales especulativos (la
contaminación de aguas y suelos o la fumigación de poblados cercanos a
explotaciones agrícolas).
Esto no solo provoca una disminución en la calidad de vida del sector, sino
que produce la descomposición de los sistemas sociales regionales y una
pérdida de las identidades locales sobre las que se sustenta la agricultura
familiar.
El desarrollo de los agronegocios13 genera transformaciones en las
estrategias de reproducción cotidianas de los pequeños productores
(migraciones, dependencia de planes sociales, cambio de actividad
económica hacia el sector de servicios y pequeños comercios, incapacidad
para asegurar el autoabastecimiento, agricultura ocasional, etc.), ya que va
expulsando a todos aquellos que carecen de capital, escala y tecnología,
entre otros factores, que le otorgarían capacidad de negociación.
El corrimiento de las fronteras agrícolas, un proceso que se inició en la
década de 1990 con la irrupción de la soja transgénica resistente al
herbicida glifosato, se aceleró en los últimos años a punto tal que en la
última campaña esta oleaginosa ha ocupado cerca del 70% de la superficie
agrícola total. El avance de los modelos agrícolas intensivos a áreas
marginales (en especial en las provincias de Salta, Santiago del Estero,
Chaco y Formosa) es fuente de conflictos permanentes entre las empresas
del agronegocio y la agricultura familiar14.

12
Narodowski, 2010, pp.24-25.
13
En las décadas pasadas, pero sobre todo en los últimos años, se fue profundizando el modelo
capitalista en la actividad agropecuaria lo que generó una tendencia denominada “agronegocios”, que
fortalece la idea de una agricultura sin agricultores, llevada adelante por nuevos empresarios, y la
expansión de soja transgénica como centro de estos negocios (Hernández, 2007).

426
La precaria situación de los pequeños y medianos productores respecto de
la titularidad de sus predios ha provocado crecientes conflictos, en algunos
casos violentos, sin que mediara la necesaria intervención de las
autoridades provinciales encargadas de la administración de los territorios.
Paradójicamente, el único límite al fuerte avance de planteos agropecuarios
intensivos ha sido la sanción de una ley de protección ambiental, la
denominada Ley de Bosques, más que una normativa que tenga como
objetivo la defensa de las comunidades campesinas15.
En esta región, además de notarse un proceso de concentración de tierras,
se observa una tensión importante a partir de la escasa titularización de
los terrenos pertenecientes a comunidades aborígenes, que son parte del
entrelazado productivo regional. En la zona de la Puna este aspecto cobra
especial relevancia, ya que existen cientos de comunidades que tramitan
los títulos de tierras, y muy pocas de ellas los obtienen 16.
El debilitamiento de la agricultura familiar se relaciona directamente con
todo lo antes dicho, y además con la ausencia de políticas reguladoras y
específicas dirigidas a los pequeños productores. Esta ausencia de políticas
fue profundizando ciertas problemáticas que atraviesan las condiciones de
vida del sector17.
La necesidad de articular políticas que diferencien a los pequeños y
medianos productores de las empresas agropecuarias más grandes ha
crecido sustancialmente en los últimos años. El productor primario
queda sometido a las arbitrariedades de una cadena industrial y
14
La sojización de la agricultura argentina ha tenido como segunda consecuencia otro corrimiento de las
fronteras productivas, bastante más reciente: la ganadería bovina, expulsada de la región pampeana, ha
experimentado en los últimos años un fuerte crecimiento en áreas que antes eran consideradas
marginales, ubicadas básicamente en las provincias del norte del país, Cuyo y la Mesopotamia. En la
mayoría de los casos, quienes invierten en esta nueva ganadería son empresarios de gran porte, que
realizan grandes desmontes y también entran en colisión frecuente con las comunidades campesinas
locales.
15
Investigaciones realizadas en 2002 por profesionales de la Facultad de Agronomía de la Universidad de
Buenos Aires dan cuenta de que no menos de 70.000 explotaciones rurales registraban en ese entonces
problemas con los títulos de propiedad de sus predios, pues o bien se ubicaban sobre terrenos fiscales o
bien formaban parte de comunidades campesinas que, aun teniendo derecho a reclamar la propiedad de
las tierras privadas que ocupaban desde hace décadas, no lo habían hecho. No existe una actualización
de este informe, pero es más que evidente que no se ha aplicado todavía una política pública para
regularizar la situación catastral de los pequeños y medianos productores. Por el contrario, hay evidencia
suficiente de que los gobiernos provinciales —que tienen potestad constitucional sobre el asunto— son
más proclives a apoyar la radicación en sus territorios de grandes proyectos productivos que a hacer
respetar los derechos a la propiedad de los productores tradicionales.
16
En la provincia de Jujuy, el Programa PRATPAJ iniciado en 1995 ya finalizó sus acciones. Hace un corto
tiempo comenzó un Relevamiento Territorial de las Comunidades Aborígenes (RETECI) a partir de la
aplicación de la Ley 26.160. Este relevamiento pretende aportar datos sobre las comunidades aborígenes
que no se asientan ni reclaman por tierras fiscales en la provincia.
17
En el NOA, los problemas más acuciantes están relacionados, según la identificación realizada por
diversos actores de la agricultura familiar de esta región, en primer lugar, a la escasez, aptitud,
almacenamiento y manejo del agua (81%), a aspectos vinculados a la producción animal (76%), a la
comercialización (67%), a las problemáticas socio-organizativas, como viviendas dignas, violencia
familiar, organización para el uso del agua y la comercialización, el fortalecimiento organizacional
(62%), los recursos humanos y la capacitación (57%), la tenencia de la tierra (52%) y las políticas y
legislación (52%), entre las más importantes. Todos estos aspectos dificultan el crecimiento de este
sector. En este contexto, los cultivos andinos son difícilmente mantenidos en las parcelas de los
pequeños productores, ingresan a los circuitos comerciales con una fuerte dependencia de las reglas que
imponen las economías de mercado y no tienen un apoyo adecuado desde estamentos gubernamentales
o agencias de cooperación y, como si fuera poco, no tiene una representación unificada que los
fortalezca.

427
comercial que se apropia de buena parte de su rentabilidad y,
finalmente, comercializa los productos de la agricultura familiar a
valores varias veces superiores a los pagados al productor.

Características y cadenas productivas de los cultivos andinos

En este apartado se abordarán las generalidades del sector, haciendo foco


en los eslabones que conforman las cadenas productivas de tres cultivos
andinos dentro del territorio provincial.

Quinoa

La quinoa18 es un grano apto para la alimentación que pertenece al género


Chenopodium. Lorenzo Parodi en 1938 propuso una distinción entre los
cereales pertenecientes a las gramíneas de alto contenido harinoso y otros,
las legumbres o los pseudocereales 19 como la quinoa o el amaranto que, a
pesar de tener usos similares, son dicotiledóneas.
Algunas organizaciones y proyectos locales de la región intentan que se
deje de lado esta propuesta clasificatoria y se le otorgue a la quinoa el
carácter de cereal, ya que entienden que el término pseudo tienen
connotaciones despreciativas y desdeñosas. Sostienen que este cultivo es
de gran importancia, no solo por su pasado vinculado al desarrollo de
muchas sociedades americanas20 sino por la actual valoración internacional,
que va en crecimiento por su contenido balanceado en proteínas y
aminoácidos esenciales, más cercano al ideal para el ser humano que
cualquier otro alimento21.

Perfil sectorial

Cierto es que “el cultivo de la quinoa fue perdiendo importancia, en forma


paulatina, en las provincias andinas del noroeste argentino desde la llegada
de los españoles, tal como sucedió en otros países de la región y también
con otros cultivos andinos”22. Más allá de esto, en la actualidad los países
18
También se la suele denominar quinoa, quinua o quínua.
19
En el último Congreso Mundial de Quinoa realizado en Oruro y Potosí (Bolivia, marzo de 2010), se
pidió expresamente que este grano andino deje de ser descripto como un “pseudocereal”.
20
Trabajos arqueológicos y etnohistóricos dan cuenta de que la quinoa era utilizada en la alimentación
humana desde hace unos 7.000 años. Se le otorga una función sagrada y alimenticia relevante para las
diversas poblaciones que ocuparon los Andes Centrales
21
Hoy se lo reconoce como un cultivo “cargado de futuro”, ya que puede, por su alto valor nutricional,
ayudar a la lucha contra el hambre en el mundo. Más allá de las virtudes del cultivo, los procesos de
alimentación humana y crisis son mucho más complejos, abarcando aspectos materiales y simbólicos
que además se dan en esferas tanto locales como globales, que exceden la simple promoción del
producto para dar respuesta al flagelo del hambre.
22
Golsberg y otros, 2010.

428
andinos no se encuentran en similar situación con respecto a la producción
de este y otros cultivos de origen andino. Un informe de 2007 del Centro de
Promoción Bolivia sostiene que ese país es el mayor productor de quinoa,
con cerca del 46% de la producción mundial, seguido por Perú (42%) y
Estados Unidos (6,3%).
Los estudios dejan afuera a Argentina como un país importante en la
producción de quinoa, más allá de la presencia histórica y actual del grano,
la diversidad de climas y disponibilidad de suelos aptos.
En el país existen diversas plantaciones de quinoa en las provincias de
Buenos Aires y Córdoba y en la Patagonia, impulsadas por el Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el programa ProHuerta, las
facultades de Agronomía de la UBA y la Universidad Nacional de La Pampa,
el Instituto Argentino de Permacultura y diversos emprendimientos
privados.
A partir de consultas realizadas en el marco de este estudio, no se
corrobora que en Argentina existan producciones de quinoa que hayan
tenido como destino el mercado exterior.
En las provincias de Jujuy y Salta algunas pocas familias han conservado
este grano en muy pequeña escala, destinado principalmente al
autoconsumo, pero en la mayoría de las regiones este cultivo fue
desapareciendo junto a la memoria vinculada a él que tenían los pobladores
campesinos23.
En la actualidad, la Puna jujeña lidera el proceso productivo y comercial a
partir de dos experiencias productivas y organizativas relevantes, una en la
localidad de Cusi Cusi y otra en el departamento de Yavi.
Con respecto a la comercialización, más allá de uno o dos emprendimientos
empresariales importantes, la quinoa que se vende en los mercados locales de
Jujuy y Salta, y en diversos nichos de mercado del resto de país. La quinoa
que se comercializa en este circuito proviene sobre todo del contrabando
hormiga que llega desde Bolivia y, en mucha menor medida, de lo producido
en la región. La habilidad de los “pasadores” de quinoa en la frontera, los
escasos controles en las rutas, el bajo costo de la quinoa boliviana que ingresa
por este medio, la discontinuidad en la oferta de quinoa argentina y las
condiciones para importar quinoa legalmente desde Bolivia, entre otros
puntos, hacen que la mayoría de los compradores prefieran la opción del
contrabando.
Según algunas cotizaciones de finales de 2009 sobre importación de quinoa
orgánica desde Bolivia, se advierte que la cantidad mínima de compra es la
de un container (de 18 a 20 toneladas), con un valor que rondaría los
300.000 pesos (sin incluir impuestos).

23
Santoni y Torres comentan que en los Valles Calchaquíes la quinoa está presente en la memoria de los
ancianos de más de 70 años, que recuerdan su uso frecuente hasta la década de 1940, momento en que
se produjo un cambio en el modelo económico de los valles, de cultivos de subsistencia a cultivos para el
mercado (Pinotti y Álvarez, p.96 y p.137).

429
Producción

La producción de quinoa y otros cultivos andinos está siendo impulsada por


instituciones y programas muy diversos. En la actualidad, la mayoría articula
sus acciones en la Puna, promocionando el cultivo de quinoa como una
alternativa productiva para esta región extrema del país. Esas acciones están
centradas en la producción, la asistencia técnica, la distribución de insumos y
los contactos comerciales, aunque también se llevan a cabo ensayos
adaptativos, ya que el desconocimiento sobre el comportamiento local del
cultivo sigue siendo alto.
En general, se propone la mecanización (en los distintos puntos de la
cadena) para solucionar cuellos de botella que incrementan el costo final del
producto. Como existe el convencimiento de que el cultivo debe ser
extensivo para que sea rentable, en la actualidad se piensa en las tierras
“sin uso” de la Puna. La propuesta es atendible, aunque se analiza el ajuste
de variables que la hagan rentable y respete el medio ambiente 24.
La cosecha de quinoa es, a las claras, un cuello de botella en el proceso
productivo. El grano buscado se presenta junto a otros miles, dentro de una
panoja (según la variedad, la planta puede tener una panoja o varias). No
todas las panojas maduran al mismo tiempo, lo que dificulta la toma de
decisión sobre el momento indicado de cosecha. Para resolver este
problema, muchos productores van realizando cosechas parciales.
En ninguna de las experiencias citadas se aplica un protocolo de Buenas
Prácticas Agrícolas. En general, el productor conoce las labores culturales,
pero carece de información sobre plagas o enfermedades que pueden
afectar su cultivo.
El bajo volumen de producción actual puede ser visto como un
problema, no solo por la creciente demanda mundial y el bajo
abastecimiento del mercado interno.
Las escasas experiencias de producción de quinoa en el país traen
aparejada una serie de faltantes que dificultan la producción. En la
actualidad, no hay precisión sobre las mejores variedades para cada
región, el piso ecológico ni sus requerimientos. Tampoco se conoce
localmente qué variedad es mejor para el uso que se le pretende dar al
grano (panificados, pastas, consumo en comidas, etc.), aunque algo de
información sobre este punto se obtiene de clasificaciones realizadas en
Perú y Bolivia.

24
Es interesante aquí citar un trabajo de la Fundación AUTAPO (Bolivia), que cuenta que en ese país “la
extensión de los cultivos se realizó de forma inadecuada, esto no solo por la falta de conocimiento de los
productores sino también por la ausencia de planes de manejo y ordenamiento territorial de los
municipios. Ocasionando que los ecosistemas frágiles característicos del altiplano sean afectados
negativamente en los últimos años (…). Una zona representativa de esta problemática es el altiplano
sur, ubicado en los departamentos de Oruro y Potosí, donde se desforestaron extensas superficies de
tholares (Baccharis dracunculifolia DC.) y zonas de pastoreo para ser cultivadas con quinoa, realizando
prácticas agrícolas inadecuadas como el monocultivo, disminución de los años de descanso, uso de
productos químicos e incremento en el uso de maquinaria. Todo esto conlleva a un incremento de la
superficie sembrada y a la disminución del rendimiento aun cuando la producción total haya
aumentado”.

430
Según datos de diversas fuentes, la producción de quinoa en Jujuy en 2009
habría rondado las 25 hectáreas, con rindes cercanos a los 2.000 kg/ha. Sin
embargo, en la región se constatan otras realidades. En conversaciones
personales con productores mantenidas durante visitas a algunas
experiencias de siembra, es posible inferir que el rendimiento real estaría en
los 800 kg/ha25.
Otra de las dificultades detectadas se vincula con el modo en que surgen las
propuestas que promocionan el cultivo de quinoa, ya que la producción de
este grano no ha surgido a partir de una demanda explícita y trabajada en
las comunidades, sino que en la mayoría de los casos surge por una
oportunidad de mercado, la posibilidad de obtener financiamiento o recursos
materiales, etc.
De este modo se fomenta una actitud pasiva o de espera por parte de
algunos productores, que en otros casos llega al distanciamiento. Es decir,
no existe aún una organización e integración de los productores para el
desarrollo conjunto de la propuesta.
En otro orden, se puede mencionar como otra limitante la falta de semillas de
variedades adaptadas a la zona, por no existir producción local para escalas un
poco mayores. Es así como en muchos casos se debe importar semilla desde
Bolivia (formal o informalmente). El INTA-Abra Pampa, el programa ProHuerta
y el Instituto de Promoción de la Agricultura Familiar (IPAF)-NOA están
sembrando unas quince variedades para estudiar la adaptación de cada una a
las zonas Quebrada y Puna.

Procesos

Al igual que la producción, que se encuentra poco desarrollada, los procesos


poscosecha se encuentran muy por debajo de otras experiencias, como las
de Bolivia y Salta.
La industria de la quinoa en Bolivia otorga al consumidor innumerables
subproductos alimenticios, con empaques atractivos. En Salta, la empresa
AMG S.A., luego de un trabajo previo con otros cultivos y en su importante
planta de procesos con certificaciones de calidad, desarrolló unas barras de
quinoa que se comercializan en el mercado interno y externo.
En Jujuy la mayoría de los procesos son artesanales y de baja escala. El
mayor trabajo concreto de desarrollo de un producto comercial es la quinoa
perlada del Centro Vecinal de Cusi Cusi, que se comercializa en cajitas de
250 gramos.
Uno de los principales obstáculos para el desarrollo de subproductos de la
quinoa es su sabor amargo, causado por la saponina. Desde antiguo, los
pobladores de la región solucionan este problema con lavados sucesivos del
grano, a fin de eliminarla, una práctica que resulta impensable en un
proceso más sofisticado, que involucre mayores volúmenes.
25
Armando Álvarez, de la cooperativa PIRCA, especialista regional del cultivo, sostiene que los datos de
altos rendimientos surgen de la medición de la producción de parcelas experimentales pequeñas (con
cuidados especiales) y su posterior extrapolación a valores por hectárea.

431
En cuanto a los aspectos técnicos a superar en el corto plazo, es clave
disponer de maquinaria adaptada y validada para los trabajos de
poscosecha y desamarrado, lo que permitiría obtener un grano de mayor
calidad. También es clave contar con espacios para el acopio,
procesamiento y almacenaje de las producciones colectivas.
Mediante el proyecto del INTA ya citado, se gestionó en la provincia de
Jujuy la importación desde Bolivia de una trilladora, una venteadora y una
desaponificadora, para comenzar con estos trabajos de poscosecha.

Comercialización

La quinoa que se comercializa en Argentina proviene en su mayoría de


Bolivia, sobre todo a través del contrabando hormiga. Apenas un pequeño
porcentaje ingresa legalmente (50.000 kg/año), a un valor promedio de
2,70 dólares el kilo.

Cuadro 1. Comparación del precio del grano de quinoa semi-lavada (a dos aguas)
En pesos por kilo

Punto de venta Precio

Villazón 12,00
San Salvador 15,00 / 18,00
Mercado Municipal de Tilcara 15,00 / 18,00
Comercios de Tilcara y Purmamarca 24,00
Fuente: Elaboración propia.

Los subproductos de quinoa que se comercializan en la región son sobre


todo harina, quinoa inflada, sopas deshidratadas y hojuelas. En Villazón, la
quinoa inflada se vende a 14 pesos el kilo, mientras que por la harina de
quinoa se piden 15 pesos por kilo.
La quinoa de Cusi Cusi, que es comercializada por la Cooperativa Pro Sol, es
la de mayor calidad en el mercado, pues es sometida a un proceso de
lavado de nueve aguas. Esta quinoa no se encuentra en los mercados
municipales locales, pero es la que se sirve en la mayoría de los
restaurantes de la zona.
Algunas comercializadoras importantes de Buenos Aires pagan cerca de 7,60
pesos por kilo de quinoa, puesta en esa ciudad y lavada. Estas acopiadoras
compran volúmenes significativos. El valor de venta a dietéticas menores y
restaurantes de esa ciudad alcanza los 12 pesos, cerca de 3 dólares, que es el
precio de referencia internacional.

Yacón

432
El yacón pertenece al género Smallanthus sonchifolius y a la familia de las
Asteráceas. Sus raíces comestibles poseen una pulpa amarilla anaranjada y
sabor dulce, son ricas en agua y su aspecto exterior es similar al de la
batata.
Algunos trabajos plantean que hasta no hace mucho tiempo el yacón se
cultivaba solo en jardines y huertos, para autoconsumo, y que luego, a
partir de una serie de descubrimientos sobre sus propiedades, se ha
generado un creciente interés por este producto 26.
El primer registro del consumo de yacón en Argentina data de los primeros
años de la era cristiana hasta los 1.000 años d.C., en el seno de la cultura
Candelaria, en el NOA27. En otros países andinos también existen hallazgos
arqueológicos que dan cuenta del uso del yacón en diversas culturas
precolombinas que se desarrollaron en el actual suelo peruano 28.
El cultivo de yacón está fomentado, tanto en Argentina como en otros
países del mundo, a partir de diferentes motivaciones: lo nutricional, la
salud, lo ecológico conservacionista y lo económico comercial.
La primera motivación es constatable, ya que el yacón contiene
fructooligosacáridos29 (FOS), una clase particular de hidratos de carbono
que no son digeribles por el organismo humano y por ende no aportan
calorías en cantidad significativa, manteniendo el nivel de glucemia en la
sangre y que, junto a esto, promueve el desarrollo de bacterias probióticas.
En segundo término, en lo referido a la salud, el yacón posee una
funcionalidad dietética alternativa para enfermedades como la diabetes y la
obesidad, ya que es un alimento hipocalórico natural.
La motivación ecológica conservacionista se enraíza en la aún vigente
biodiversidad que presentan los sistemas agroecológicos andinos, que
mantienen la conservación y rotación del cultivo, en complejos sistemas y
prácticas tradicionales locales.
Por último, en los incipientes mercados de frutas y verduras especializados,
de productos naturales, medicinales y/o funcionales, regionales y/o exóticos
que surgen en Argentina, y de forma un poco más desarrollada en otros
países, el yacón es progresivamente insertado, constituyéndose en una
alternativa para diversos actores de esa cadena.
En Argentina y otros países del mundo la siembra de yacón se ha
incrementado en los últimos años. El yacón se cultiva tradicionalmente en
las laderas húmedas de los Andes, desde América Central hasta el noroeste
de Argentina. De toda esta vasta región, es en las zonas andinas de Perú y
Bolivia donde se encuentran las mayores superficies sembradas. Otro tanto
se cultiva en Ecuador y Colombia, y en mucha menor medida en el noroeste
de Argentina, sobre todo en Jujuy y Salta. Países como Brasil, China, Corea,
26
Seminario y otros, 2003. Pardo, 2006.
27
Zardini, 1991.
28
Seminario, op. cit.
29
La evidencia científica disponible sustenta el reconocimiento de los FOS como fibra dietética y
prebiótico. Un prebiótico se define como un alimento no digerible que afecta favorablemente la salud del
consumidor al estimular selectivamente la proliferación de un grupo de bacterias benéficas en el tracto
digestivo, mejorando así el balance intestinal (Seminario y otros, 2003; Carvhalo, 2002).

433
Estados Unidos, Italia, Japón, Nueva Zelanda, República Checa, Rusia y
Taiwán comenzaron su cultivo en los últimos años.

Perfil sectorial

La producción de yacón en Argentina se circunscribe a las provincias de Jujuy y


Salta, donde se observa una cierta tendencia a la recuperación de cultivos
tradicionales, que se lleva a cabo en el marco de proyectos de promoción y
asistencia técnica que apuntalan la producción y la comercialización.
En Jujuy, “cuando se habla de yacón en la Quebrada de Humahuaca,
debemos remitirnos al sector sur de la misma, a las comunidades de
Chorrillos-Bárcena y de Volcán, principal localización de este cultivo” 30.
En esa localidad se encontraron por lo menos tres morfotipos o variedades
de yacón, que se pueden diferenciar por la coloración de la parte interna de
la cáscara y de la pulpa de las raíces. Los productores en general reconocen
las variedades morada, blanca o amarilla, y anaranjada.
La comunidad de Chorrillos-Bárcena posee características agroecológicas que
se adaptan muy bien a los requerimientos del cultivo31. En esta localidad existe
una memoria comunitaria vinculada al yacón. Según Pardo (op. cit.), se ha
cultivado el yacón desde tiempos inmemoriales, habiendo sido fuente de
prosperidad para sus habitantes, hasta que, en las últimas décadas del siglo
XX, el cultivo entró en decadencia por diversas razones, destacándose entre
ellas la menor presencia y posterior cierre del ramal ferroviario que unía la
Puna con la capital provincial y que constituía uno de los principales espacios
de comercialización (venta e intercambio) de productos frescos.
A fines de la década de 1990, la existencia de yacón quedó reducida a unas
pocas plantas mantenidas por tradición y destinadas al autoconsumo de
algunas familias locales.
A partir del esfuerzo conjunto de muchas de sus instituciones locales, en los
últimos diez años se dio un sostenido crecimiento de la superficie cultivada
de yacón, como así también de su consumo, la elaboración de subproductos
y la comercialización. Este proceso ha recibido mayor impulso con la puesta
en funcionamiento de la Cooperativa de Productores de Yacón de Chorrillos-
Bárcena, que en el año 2005 inauguró sus instalaciones y actualmente
elabora escabeche, jalea, caramelos y té de yacón, bajo la marca comercial
Muñakuy, que significa “abrazo dulce”32.

Producción

Además de este proceso de revaloración surgido en Chorrillos-Bárcena, que


hizo de esta localidad el punto de producción más importante de Jujuy, en
la provincia se pueden encontrar pequeñas plantaciones en las localidades
30
Gómez, 2008.
31
Reboratti, 2003.
32
Gómez, op. cit.

434
de Tiraxi, Valle Grande, San Bernardo, Juella y Queñoal. En Cianzo,
departamento de Humahuaca, existe un pequeño cultivo de yacón bajo
cobertura.
En la actualidad, la producción total de yacón en Jujuy está concentrada en unos
40 productores, con cosechas cercanas a las 25 toneladas anuales, en conjunto.
Se estima que en 2007 la superficie sembrada alcanzó las 2 hectáreas, valor
que se mantiene en la actualidad con leves aumentos progresivos. Es
interesante observar que cerca del 75% de esta superficie implantada está en
manos de dos o tres productores, mientras que el 25% restante se distribuye
entre los demás, lo que muestra que, en su mayoría, es aún un cultivo de
escasa superficie y poca relevancia económica.
Para la siembra y labores culturales (preparación de la tierra, desmalezado,
aporque y riego), que se realizan de forma manual, se utiliza sobre todo
mano de obra familiar.
Según los relevamientos realizados entre productores locales, no se
registran pérdidas significativas por enfermedades.
La cosecha se realiza en forma manual, con un pico. Los productores
afirman que esta tarea no puede mecanizarse, pues las raíces son muy
vulnerables a cualquier daño físico 33.
En la mayoría de los casos, las raíces se cosechan entre junio y julio (entre
9 y 11 meses después de la siembra), cuando la parte aérea de la planta se
halla totalmente seca. Algunos productores adelantan el inicio de la cosecha
al mes de mayo o la retrasan hasta agosto.
La cosecha se realiza escalonadamente, primero extrayendo las raíces que
el productor calcula consumirá o comercializará. El resto queda en el suelo,
a la espera de sucesivas cosechas, hasta que se retira la totalidad del
volumen producido. Los excedentes se pueden conservar en lugares frescos
y ventilados.
El relevamiento mostró que los productores tienen la expectativa de
rendimientos de raíces de hasta 5 kilos por planta. Sin embargo, el 75% de
ellos señaló que obtiene entre 1,5 y 2 kilos de raíces frescas por planta,
como promedio.
La cosecha de hojas es una práctica que comenzó a darse en los últimos
años. En la actualidad, la practican cerca del 30% de los productores,
aunque no existe conocimiento local acerca del rendimiento.

Procesos

Los procesos que se aplican al yacón son muy variados , dependiendo


del subproducto que se espera obtener. La mayor estructura para
procesar esta raíz, que se encuentra en la misma localidad y es parte de
la cooperativa local, posee cocinas industriales y autoclaves, entre otras

33
Pardo, op. cit.

435
maquinarias menores. El resto de los procesos se desarrollan en los
hogares de los productores.
El proceso principal es el deshidratado, realizado mediante la exposición
solar de la pulpa en estructuras aireadas como encañizados. Según Pardo,
el deshidratado es el método de transformación más difundido, ya que el
80% de los productores que procesan el yacón lo utilizan. El producto
obtenido se denomina caramelo de yacón.
Otras formas comunes son la elaboración de escabeche o encurtido de
yacón, como derivados salados, y de mermelada, jarabe o jalea y yacón en
almíbar, como productos dulces. También se preparan diversos platos de
consumo inmediato y, en menor medida, bebidas y licores.
Solo algunos pocos productores realizan el secado de hojas, las que
disponen colgadas de un hilo o en camas construidas con cañas o telas
mosquiteras. A este respecto, se concretó una experiencia tercerizada de
envasado de hojas secas en saquitos de 1,5 gramos cada uno, empacados
en cajas de cartón, a la manera de otros tés, obteniéndose un producto
muy atractivo.

Comercialización

En el pasado, las raíces de yacón de Chorrillos-Bárcena se


comercializaban en la misma localidad, sobre todo a los pasajeros del
tren que pasaba en su trayecto hacia y desde la Quebrada de
Humahuaca. También se intercambiaba por otros productos
complementarios de la dieta familiar, a través de los arrieros que
recorrían la zona, y se vendía directamente a consumidores o minoristas
de la capital jujeña y otros pueblos de la Quebrada y de la Puna.

436
Cuadro 2. Comparación del precio del yacón fresco
En pesos por kilo

Punto de venta Precio

Chorrillos-Bárcena (Feria Anual del Yacón) 3,00 / 4,00


San Salvador 2,00 / 2,50
Mercado Municipal de Tilcara 3,00 / 4,00
Puestos sobre la ruta 3,00
Fuente: Elaboración propia.

En la actualidad, la comercialización está orientada a distintos tipos de


consumidores finales, como otros productores, turistas, pobladores
capitalinos, etc., ya que el cierre del ramal del ferrocarril y la merma en el
paso de los arrieros han eliminado aquellas prácticas.

Es de destacar la importancia de la Feria del Yacón, donde los productores


más pequeños tienen su única oportunidad de comercialización ya que no
pueden acceder a los mercados de la capital provincial o de localidades de
la Quebrada.
Al igual que con los demás cultivos de origen andino, en algunos mercados
hay una presencia relativa de raíces provenientes de Bolivia, que puede
alcanzar un porcentaje alto de las ventas.
Según estudios sobre el mercado de yacón fuera de la región productora,
existe un importante desconocimiento sobre la existencia de esta raíz.
Como contrapartida, los que sí tienen ese conocimiento se muestran muy
ávidos por conseguirlo y comercializarlo. No obstante, la baja producción
local y la falta de estructura para procesos que ayuden en la
comercialización hacen que este mercado sea aún inaccesible.

Papas andinas

A los fines del presente estudio, se considerará la papa andina (Solanum


tuberosum andigena), pero se incluirán también datos de otros tubérculos
diferenciados, de menor relevancia productiva. Entre estos están las ocas y
los ullucos, que son tubérculos microtérmicos cultural y productivamente
asociados a las solanáceas.
Las papas andinas —o criollas, como son denominadas por los productores
locales— son tubérculos aptos para la alimentación humana y animal. Estas
papas (solanáceas), las ocas (Oxalis tuberosa) y los ullucos o papa lisa
(Ullucus tuberosus) conforman entonces el grupo de papas andinas
propuesto para el análisis.
La producción de papas andinas en esta región se desarrolla en dos
campañas:

437
• Campaña grande. Comienza con la llegada de las lluvias, de octubre
a diciembre, aunque varía según la zona, y termina con la cosecha,
entre marzo y abril.
• Campaña chica. Prosigue a la grande, y está restringida a zonas con
mayores niveles de humedad, menores inclemencias climáticas y
buen acceso a la irrigación. Esta segunda campaña puede terminar
en el mes de mayo.
El centro de origen de la papa (solanum sp.) y sus parientes cercanos se
encuentra en América, se supone en la región del lago Titicaca (Perú y
Bolivia). Estudios indican que las papas cultivadas fueron difundidas por
Sudamérica a través de las interconexiones de los diferentes pueblos
andinos.
La mayor variabilidad de especies se ubica en los Andes peruanos y
bolivianos, donde la papa fue tempranamente utilizada para la alimentación.
En Perú, se estima que este uso se daba ya hace unos 8.000 años. A partir
de allí, habrían evolucionado otros tipos de papas, algunas de ellas que se
encuentran actualmente en el NOA.
En Argentina, la zona tradicional de estos cultivos se circunscribe a tres
ambientes, distribuidos sobre todo en las provincias de Jujuy, Catamarca y
Salta. Pero en la actualidad existen cultivos experimentales, adaptativos y
comerciales de papas andinas en otras regiones del país.
El cultivo de papa andina, como el de la mayoría de los cultivos andinos, no
está exento de los cambios que se producen en los sistemas productivos
llegados con la profundización de la economía de mercado, el avance de las
tecnologías y los cambios políticos nacionales y regionales acaecidos en
estas últimas décadas.

Perfil sectorial

Aunque muchas poblaciones de papas andinas han logrado la supervivencia


y se encuentran hoy en las parcelas de los productores y en los mercados,
lo cierto es que se han ido perdiendo.
Al igual que con otros cultivos de origen andino, países como Perú o Bolivia
tienen ventajas comparativas respecto de la producción en Argentina. Solo
a modo de ejemplo, con respecto a la biodiversidad 34, Perú siendo uno de
los países de menor disponibilidad de tierra agrícola en el mundo, aporta el
60% de las variedades conocidas de papas y tiene la más alta concentración
de parientes silvestres. Ese país, además, posee el mayor número de
variedades de papa en el mundo, llegando a más de 3.000 debidamente
registradas por el Centro Internacional de la Papa CIP35.

34
Argentina produce sensiblemente más papa que países como Perú, pero son pocas variedades
producidas en grandes extensiones y no tienen un valor cultural tan importante como en otros países
andinos.
35
Ver www.cipotato.org.

438
La producción de papas andinas en Jujuy
En Jujuy las regiones tradicionales de producción de papas andinas son: la
Quebrada de Humahuaca, los Valles de Altura y la Puna, desarrollándose en
los valles bajos y templados y las zonas cálidas de la provincia el resto de la
producción papera no andina. En el CNA del 2008 se puede observar una
baja en la tendencia de producción si se toman las cifras del censo de 2002,
ya que se reconocen 404,4 hectáreas a campo y 0,135 hectáreas bajo
cubierta.
Los cinco departamentos de la Puna producen papa andina en 73,3
hectáreas, la Quebrada produce en 159,6 hectáreas y los Valles lo hacen
sobre una superficie de 29,4 hectáreas. Esto permitiría deducir que Jujuy
tiene un poco más de 262 hectáreas de papa andina y que, esta producción
es notablemente mayor a las de “otras papas” que alcanzarían unas 142
hectáreas ubicada en el resto de los departamentos de la provincia.
Aquí es interesante observar otras fuentes de información que pueden
ratificar o poner en discusión, al menos, parte de la información volcada por
el censo36.
En un trabajo inédito para la provincia, el Ministerio de la Producción y la
Dirección de Cultivos Andinos, junto con el INTA, la Universidad Nacional de
Jujuy (UNJu) y el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria
(SENASA) de la provincia, está realizando un relevamiento de productores
de papa, en particular en los departamentos de la Puna, que otorgan datos
de considerable relevancia37. Este relevamiento se inició en el año 2008, y a
la fecha de publicación del presente estudio se está finalizando el del año
2010. De acuerdo a los datos de 2008, 30 comunidades y una cooperativa
suman superficies mayores a las 180 hectáreas, superando en más de 107
hectáreas lo relevado por el CNA de ese mismo año.
Lamentablemente, este relevamiento solo se realizó en la región de la Puna,
por lo que no aporta información sobre la realidad productiva en la
Quebrada de Humahuaca, sin duda otra zona importante de producción.
Se podría tomar como un período de análisis interesante el comprendido
entre 2003 y 2008. En esos años se generó una especie de efervescencia en
torno de los cultivos andinos, en particular la papa. Esto no quiere decir que
antes de ese período fuera un cultivo desconocido, sino todo lo contrario, lo
cual se verifica a través de experiencias previas que forjaron la posición de
las papas andinas como una alternativa regional en el inicio de la crisis
económica de 2001/2002. Sin embargo, la gran cantidad de programas,
instituciones y organizaciones involucradas provocó que hubiera muy pocos
puntos de encuentro y sinergias, se polarizaran las posiciones y no se
lograran articulaciones con la fuerza suficiente como para beneficiar al
sector ni mucho menos posicionar a las papas andinas como una alternativa
productivo-comercial frente a la crisis.
Son interesantes en ese período —e incluso en la actualidad— las
discusiones en torno a la propiedad del material genético que proviene de
36
Los datos del Censo Agropecuario 2008 son provisorios.
37
Se agradece al Ing. Esteban Morales por facilitar esta información.

439
las papas originarias, la gestión de los recursos genéticos por parte del
INTA con la Red de Bancos de Germoplasma, los modelos de
conservación (in situ / ex situ); el desarrollo de estructuras de
comercialización para el mercado nacional e internacional, en
contraposición al apoyo de los circuitos locales de autoconsumo y venta;
los estudios sobre enfermedades que presentan estos tubérculos y los
modos de abordar esta problemática; el ingreso de proyectos financiados
por la Fundación Monsanto, como el Propapa, y las estrategias locales
ante el tradicional y creciente contrabando desde Bolivia, entre otros
temas. Estas cuestiones transversalizaron las discusiones en años
pasados, sin que se haya podido llegar a posiciones y propuestas
comunes entre los actores del sector, ya que, en definitiva, lo que se
estaba discutiendo eran modelos diferentes para la agricultura familiar.
Algunos elementos previos también tuvieron relevancia para que las papas
sean el producto más impulsado entre los cultivos andinos locales. El más
importante es la existencia previa, en volúmenes y variedades, que permitió
realizar análisis de factibilidad económica con datos reales, que arrojaron
resultados positivos. Las papas se encontraban en las ferias de los
municipios y en los mercados informales de la Quebrada y la Puna, se
consumían en los hogares de la capital de la provincia y en otras localidades
y eran base de los intercambios entre comunidades en cambalaches,
caravanas y trueques.
Hasta ese momento la producción más importante se encontraba en las
zonas altas de la Quebrada de Humahuaca, sobre todo en el departamento
de Humahuaca (zona del Zenta) y los valles de altura de Salta. Parte de la
producción de los valles altos de Jujuy se vio afectada por la escasez de
agua y por los conflictos por la propiedad de la tierra. Por otro lado, durante
las campañas 04/05 y 06/07, las zonas bajas de la Quebrada incrementaron
la superficie productiva de papas con un perfil estrechamente comercial,
que luego se vio afectado por las pérdidas ocasionadas por diversas plagas
y enfermedades del cultivo.
En la actualidad la región de la Puna lidera la producción regional. La misma
se realizada fundamentalmente a secano y es muy sensible a las
inclemencias climáticas. En la campaña 2010 se han registrado heladas
tempranas, acompañadas de fuertes granizos y sequías previas a la
cosecha, que provocaron pérdidas de cerca del 40% sobre las proyecciones
técnicas realizadas.

Estructura de la cadena productiva


Las papas andinas son productos diferenciados por sus características
organolépticas, que han cobrado notoriedad a partir de los primeros años de
esta década y fueron rápidamente absorbidas por la economía de mercado,
posicionándolas en nichos de alto poder adquisitivo.
Este proceso fue fortalecido por su difusión por parte de los medios de
comunicación especializados, que se interesaron en este cultivo como
un producto novedoso. Sin embargo, en los últimos años la demanda en

440
los canales que atienden los sectores de mayor poder adquisitivo está
disminuyendo. Más allá de esto, es un producto que no agotó las
posibles demandas de su público potencial.
Junto a la demanda y explosión productiva de las papas andinas se
profundizaron algunos proyectos de investigación, experimentación y usos
industriales, como así también para el desarrollo de tecnologías en la
producción primaria. Estos proyectos aún cuentan con pocos recursos en
comparación a otras producciones de otras regiones del país.

Perfil productivo
Las papas andinas fueron desde antiguo producidas para el autoconsumo, el
intercambio y la venta de los excedentes. Es a partir de la última década, ya
entrado el nuevo milenio, que algunos productores y organizaciones
comenzaron a realizar explotaciones del cultivo con pleno carácter
comercial. Este proceso se observó en un primer momento en las zonas
bajas de la Quebrada de Humahuaca y actualmente se da también en zonas
de la Puna. No obstante, el grueso de los productores —sobre todo en zonas
altas de la Quebrada y en los Valles— sigue cosechando sus papas para el
autoconsumo, el intercambio y la eventual venta de excedentes en ferias
locales.
Estas zonas de producción, con excepción de la Puna, poseen características
ambientales especiales y favorables para la agricultura, sobre todo para los
cultivos andinos. Allí se encuentran productores que preservan una cultura
agrícola ancestral con amplio conocimiento local en el manejo de estos
cultivos.
Asimismo se encuentran en la zona organizaciones productoras que trabajan
hace muchos años con estos cultivos, lo que representa numerosos aprendizajes
en relación a la producción, el manejo poscosecha y la comercialización. Estas
organizaciones se encuentran emplazadas en distintos pisos ecológicos, lo que
podría reforzar las acciones productivas complementarias que en la actualidad
se dan en muy baja proporción.
La mayoría de los trabajos que hacen mención a las técnicas de producción
local sostienen que, más allá de los avances generados por las
organizaciones productoras, las técnicas tradicionales de cultivo no
favorecen la obtención de productos con demanda comercial. Estos trabajos
hacen base en exigencias comerciales del mercado que requerirían un
producto de alta calidad y desestiman otros posibles mercados o circuitos
de intercambio y autoconsumo a los que las técnicas tradicionales de
producción se adecuan perfectamente. Por otra parte, esos análisis dejan
entrever que las técnicas tradicionales son menos desarrolladas y menos
aptas que las actuales formas hegemónicas de producción de alimentos,
idea que desvaloriza a los sistemas andinos de producción fundados en
siglos de domesticación de cultivos. Esta situación aporta a la tensión
existente entre las tendencias de mercado y las pautas culturales de cultivo.

441
Es frecuente establecer que los agricultores de papa de estas regiones
desarrollan su cultivo en unidades de producción con mano de obra familiar,
en pequeñas escalas, en general con poco uso de insumos externos.
Las papas andinas poseen cierta rotación territorial entre los pisos
ecológicos altos y bajos de la región andina. También, las variedades de
papas poseen una dinámica propia entre pisos, debido a la adaptabilidad
que presentan. Las zonas altas son preferidas entre los campesinos para
producir papa “sana” apta para semilla, mientras que en las zonas bajas
realizan rotaciones entre papas y otros cultivos hortícolas.

Procesos

La estructura poscosecha de la región se logra fundamentalmente en el


período de mayor efervescencia de las papas andinas, entre 2003 y 2008.
Una parte se logra a partir de la propia comercialización del producto pero,
fundamentalmente, se da a través de financiamientos libres de devolución
por parte de diversos organismos de desarrollo.
En la provincia de Jujuy el SENASA habilitó dos galpones para el
procesamiento, clasificación y envase de papas andinas en fresco: uno en
Humahuaca, de la Red Puna y Quebrada, y el otro en Maimará, de la
cooperativa CAUQueVa en la localidad de Maimará, ambos en la Quebrada de
Humahuaca.
En 2004, la ya disuelta Mesa Provincial de Papa Andina —conformada por
organizaciones de productores e instituciones de los gobiernos nacional y
provincial— ante las presiones de los sectores paperos del centro y sur
del país, que veían peligrar la sanidad de su producción papera, resolvió
en acta celebrar un protocolo de selección y proceso poscosecha que,
entre otras normas, incorporaba el uso de galpones habilitados por el
SENASA; el fraccionamiento en bolsas de un máximo de 5 kilos; el uso de
guías especiales para el trasporte fuera de la región, y la identificación y
clasificación por calidad.
Existen en la actualidad algunas instituciones que sostienen que lo estratégico
sería generar una comercialización de productos en circuitos más pequeños,
donde el productor tendría más participación y conocimiento y mayor poder de
decisión sobre los aspectos que hacen a ese circuito.

Comercialización

La comercialización de este cultivo por parte de actores locales es un


complejo difícil de desentrañar, ya que no se obtiene información clara
sobre esta parte de la cadena.
Las papas andinas que se comercializan, tanto en la zona como en el resto
del país, provienen en su mayoría de Bolivia, en forma de contrabando.
Estos productos ocupan rápidamente los mercados generados por las

442
organizaciones productoras y las comercializadoras, que no pueden
competir con los precios de las papas bolivianas que ingresan ilegalmente.
Hoy se puede conseguir un kilo de papa andina (en cualquiera de sus
variedades, junto con ullucos y ocas) a entre 3,50 y 4 pesos. Este precio
corre tanto para las papas andinas de los productores locales como para la
papa ingresada desde Bolivia. Se estima que un productor boliviano recibe
una cuarta parte de lo que percibe uno de esta región por el mismo
producto. En los mercados minoristas de Villazón se oferta oca a 6 pesos
por quintilla (casi 3 kilos), y papa a entre 5 y 6 pesos la quintilla, o sea 2
pesos por kilo.
Algunas organizaciones comercializadoras ofrecen al productor 4 pesos por
un kilo de papa de alta calidad. Este precio baja según la clasificación que
se haga de la papa acopiada. Esas papas se ofrecen al mercado del centro
del país y llegan al consumidor final, a través de supermercados y
verdulerías, a un precio que oscila entre los 13 y los 15 pesos por kilo, lo
que las convierte en un producto de costo elevado.

Miradas sobre las papas andinas

A partir de que este producto comenzó a ser promocionado fuera de la


región, surgió la demanda por parte de los mercados. Tanto en la
Quebrada como en la Puna, algunas organizaciones de pequeños
productores encontraron una oportunidad comercial para colocar su
producto, que hasta entonces se había mantenido al margen de la
dinámica de precios que sí afectaba a otros cultivos hortícolas.
Acompañando este juego de mercado, la papa boliviana ingresada de
contrabando ocupaba progresivamente los nichos de mercado generados.
Esta situación se mantuvo hasta las campañas 06/07 y 07/08, cuando la
demanda pareció llegar a un límite, pues los precios eran elevados, la
calidad no estaba asegurada y esta suerte de moda en torno de la papa
andina comenzó a decaer. En las campañas siguientes se vio que en los
mercados donde se comercializa papa de Bolivia (por ejemplo el de Liniers,
en Buenos Aires) el producto mejoraba notablemente en calidad y
presentación, aunque solo se ofertaban unas pocas variedades.
Las organizaciones de productores se adaptaron a esta nueva situación,
disminuyendo los volúmenes acopiados, manteniendo los clientes más fieles
y proyectando la diversificación de la comercialización con otros productos
de la zona, como hortalizas, carne de llama, artesanías, etc., en un proceso
de reacomodamiento.

443
CONCLUSIONES

Lo expuesto en este trabajo da cuenta de la implicancia que tienen las


articulaciones entre todos los actores involucrados en el sector, de una
manera u otra, para dinamizar o poner en riesgo a los CA, sus economías,
su conservación y otros aspectos socioculturales relacionados.
El enfoque necesario para dinamizar una producción adecuada a las
características regionales debería contemplar aspectos por un lado
económicos y, por otro, socio-organizativos. En este sentido, el Estado
no puede estar ausente.
El neoliberalismo en su versión omnipresente y totalizadora de las
relaciones humanas fue dejando a innumerables poblaciones rurales,
campesinas y aborígenes en manos de las economías de mercado y las
prácticas clientelistas del Estado, lo que provocó una importante tensión
entre los sistemas tradicionales locales de reproducción de la vida y un
modelo monetarizado e individualista de las relaciones humanas. Este
sistema liberal promueve y otorga ventajas para el actor más eficiente en
términos de mercado, generando desigualdades insoslayables para los
pequeños productores, quienes cuentan con muchos menos recursos. Así se
sigue rezagando a regiones enteras en situaciones de (sub)desarrollo
humano inadmisibles.
La acumulación histórica de prácticas estatales (poca regulación frente al
mercado, mala asignación de recursos, corrupción, generación de
dependencia, falta de políticas y legislaciones diferenciadas y adecuadas,
entre otros factores), no solo afectan a las poblaciones inhibiendo que
desarrollen de sus potencialidades, sino que además provocan un “sin
retorno” sobre las posibilidades que tienen esas regiones empobrecidas para
mejorar su situación (contaminación ambiental, problemas crónicos de
salud, pérdida de biodiversidad, etc.). Un nuevo rol del Estado es clave en
este complejo.
En los últimos años se observó una tendencia progresiva que, a la hora de
pensar el desarrollo, considera el marco territorial: un espacio donde
percibir las especificidades territoriales, las que pueden entenderse como
una activa resistencia a los procesos globalizadores.
La región que estamos considerando es predominantemente rural, y se
encuentra en peor situación que otras regiones del país. Las actividades
productivas de la agricultura familiar requieren en el corto plazo políticas
diferenciadas, el diseño de espacios que incluyan progresivamente a los sectores
más vulnerables (como la modificación de las rentas provinciales o
departamentales o diversas reglamentaciones diferenciadas) para mejorar las
condiciones de vida de la población rural de la región.
Los intereses particulares de las organizaciones de productores y los ya
instalados modos de construcción política local no han permitido que se
construya una representación unificada para el sector, que hubiera
permitido alcanzar un mayor poder de negociación frente al Estado, el
mercado y el contrabando. No se logró siquiera una diferenciación de los

444
productos (sellos de calidad y origen) que estos ambientes preservados —
naturales, biodiversos y culturales— ofrecen. Tampoco se logró justificar las
tareas de investigación y experimentación que permitan implementar
nuevas prácticas productivas que complementen y respeten las ancestrales.
En el marco de la actual tendencia de los mercados, la Quebrada de
Humahuaca, la Puna y los Valles, con sus condiciones de ambientes
preservados, naturales y biodiversos, siguen ofreciendo oportunidades
interesantes para el desarrollo y la diferenciación de productos, lo que
justificaría la implementación de más tareas (y más profundas) de
investigación y experimentación. Estas particularidades regionales, además,
permitirían la obtención de sellos de calidad y de denominación de origen, lo
que fortalecería las estrategias locales de comercialización.
También se debe destacar que estas zonas son de una reducida actividad
económica, lo que genera una escasa oferta local de servicios, con el
consecuente aumento de los costos productivos, de procesos, de transporte
y de comercialización. Estos costos elevados, junto a otros como los de
promoción, organización y comunicación, restan competitividad. Ejemplo de
ello es que no hay ningún transporte de productos hortícolas que recorra la
Ruta Nacional N.º 9, conectando la ciudad fronteriza de La Quiaca con las
grandes ciudades del sur, mientras sigue ausente el ferrocarril.
Existe una posición interesante para el desarrollo rural denominada
“enfoque socio territorial”, como alternativa a los enfoques implementados
con anterioridad. Esta idea propone una mirada más integral, que
contemple todos los aspectos de un territorio, haciendo centro en los
conflictos y las relaciones de poder que existen en su seno.
Este enfoque plantea una clara definición respecto de la puja de intereses
en un territorio, provocada ya sea por actores “transterritorializados” 38 o por
los propios habitantes que viven y permanecen en el territorio, intentando
reflejar los conflictos y los procesos sociales que se generan. Se considera
que este enfoque puede contribuir a formular una mirada alternativa a los
modelos desarrollistas tradicionales, ya que busca la paridad entre los
saberes científicos y los otros saberes39 de poblaciones indígenas /
campesinas que pueblan el espacio rural.
En ese sentido, recupera la noción de cultura popular ya referida, y
devuelve a los sujetos involucrados en los procesos hegemónicos una
capacidad de actuación y de negociación que los otros enfoques negaban o
minimizaban. Entiende el desarrollo como una acción emprendida en un
ámbito de la práctica social y donde la realización social de los pobladores
rurales no sea elaborada por idóneos en el tema sino que sea un proceso de
construcción colectiva de creciente horizontalidad y promoción de derechos.
En un sentido similar, Souza Santos (2002) formula una propuesta de
desarrollo a partir de diferentes supuestos teóricos que es tomada por este
enfoque socio territorial. Estos supuestos plantean que el desarrollo solo se
38
Actores que no se responsabilizan de las acciones que conducen en un territorio emancipándose de las
determinaciones territoriales.
39
Véase una breve síntesis de este enfoque en Continuidad/discontinuidad en el uso de conceptos en
Antropología Social, Menéndez, 1998.

445
produce si el cambio contempla la totalidad de una sociedad o, al menos,
trae mejoras efectivas a una evidente mayoría; la estrategia de trabajo
debe ser crítica de la racionalidad económica que inspiró al pensamiento
económico y las políticas de desarrollo dominantes; por ende, debe
abandonar el principio por el cual se vincula bienestar con crecimiento
económico; debe ser una estrategia que remarque la necesidad de
considerar la economía como parte integrante y dependiente de la sociedad
y de subordinar los fines económicos a la protección de los bienes, valores y
de las personas; debe perseguir la inclusión plena de los sectores
marginados en la producción y en el disfrute de los resultados del
desarrollo, y debe favorecer las estrategias económicas autónomas.
Claramente existe, como sostiene Coraggio, “otro desarrollo” posible, un
“desarrollo intergeneracional”40, proyectando en el futuro de las próximas
generaciones los cambios del presente, que contemple lo económico sin
disociarlo de lo social y lo cultural, operando desde lo político, incorporando el
conflicto y la puja de intereses como una parte necesaria del proceso. Es
fundamental pensar el desarrollo para todos, con una mirada crítica sobre la
actual racionalidad económica que permanentemente necesita de excluidos e
incluidos, de dominantes y dominados; entendiendo este “otro desarrollo” no
solo equilibrado sino incluyente de los sectores más relegados o marginados,
focalizando en estrategias económicas endógenas y autónomas.

40
Ponencia presentada en el panel «Construcción de poder político y gestión pública participativa en el
ámbito local», en el II Seminario Nacional Fortaleciendo las relaciones Estado – sociedad civil para el
desarrollo local, CENOC – CEDES – UNGS, 2003.

446
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449
450
LAJAS Y TOBAS PARA LA CONSTRUCCIÓN

Ing. Walter Cabezas

Introducción

El objetivo de este estudio es describir y evaluar la situación actual y el


potencial de la actividad minera de rocas y piedras para la construcción en
la provincia de Jujuy, especialmente la piedra laja y toba, mediante un
análisis de las estructuras productivas, las políticas de promoción y las
características socioeconómicas de los actores involucrados.
Del análisis surge que, a pesar de los problemas y obstáculos, el sector presenta
una clara oportunidad de incentivar el desarrollo local de las comunidades, pero
siempre teniendo en cuenta que la mejor estrategia para mejorar su nivel de
vida es no atentar contra su cultura y su ambiente.
El trabajo comienza con una descripción general del sector. Se presentan
sus principales características; las aplicaciones y usos de las piedras en
cuestión; las regulaciones sobre la explotación y comercialización; la
totalidad del proceso productivo en zonas con mayor capacidad para la
explotación, y el mercado en Argentina.
En la segunda parte, se analiza específicamente la laja en el territorio
jujeño, comparándola con zonas de mayor capacidad, a través del
relevamiento y estudio de las características de las principales canteras, del
mercado, la mano de obra, etcétera. Posteriormente se describen las
políticas públicas dirigidas al sector, y se analiza la propuesta y la reacción
de los mineros, los principales resultados, las potencialidades y los
problemas de los planes.
En la siguiente parte, a partir del diagnóstico realizado, se desarrolla el
análisis FODA, que servirá como modelo para esquematizar la situación de
la actividad de lajas en la provincia de Jujuy y como guía para la
elaboración de nuevas políticas y la readecuación de las actuales, si fuera
necesario. Para cerrar el trabajo, se ofrece una reflexión final.

Metodología e información considerada en la investigación

• Para la realización del presente trabajo fue necesaria una fuerte


actividad de campo, que permitió entender el contexto y convivir
con los actores. Se visitaron los principales polos (El Carmen,

451
Abra Pampa y Tilcara), en cuyas canteras se entrevistó a una
infinidad de mineros y operadores. También se visitaron las
instituciones públicas, privadas y empresariales relacionadas con
la minería de lajas, y se realizaron entrevistas con dirigentes.
• Por otro lado se recopiló la normativa, los formularios y otros
documentos relativos a los programas, a fin de analizar el marco
contextual, los objetivos, las principales actividades, las
exigencias y beneficios, los sistemas de control, etcétera.

DESCRIPCIÓN DEL SECTOR

Piedra laja y toba: características, aplicaciones y usos

Bajo la denominación de “piedra laja” se designa al material cuyas


características físico-mecánicas, de origen metamórfico, permiten cortar,
recuadrar o no, para aplicarlo en la construcción como revestimiento de
pisos, paredes, paseos, etcétera.
Actualmente existe una tendencia marcada hacia el empleo de distintos
tipos de piedra laja en arquitectura y decoración. Por sus características
geológicas, Argentina posee yacimientos con buenas perspectivas.
La “toba”, por su parte, es una roca compuesta de cenizas volcánicas
compactadas. Si bien es una roca blanda, se endurece por las impurezas
que absorbe en su compactación, volviéndose inalterable a la acción de los
agentes atmosféricos. Se utiliza como mampuesto en construcción y
ornamentación. Es de fácil aserrado y tallado, y posee excelentes
propiedades como aislante térmico, lo que la hace particularmente
adecuada en zonas con bruscas y amplias variaciones de temperatura,
como las que se producen en la Puna.
Los bloques de tobas reemplazan al adobe y los ladrillos; además, es un
tercio más liviana que otras rocas, lo que beneficia su trabajabilidad y
transporte. Adicionalmente, cuando está bien trabajada, es impactante
desde el punto de vista estético.

452
Las regulaciones sobre la explotación y comercialización de
lajas y tobas

Marco legal
La Ley Nacional N.° 1.919, Código de Minería, establece tres categorías
para las minas: primera, segunda y tercera:

ARTÍCULO 2:
Con relación a los derechos que este Código reconoce y acuerda, las
minas se dividen en tres categorías.
1. Minas de las que el suelo es un accesorio, que pertenecen
exclusivamente al Estado, y que solo pueden explotarse en virtud de
concesión legal otorgada por autoridad competente.
2. Minas que, por razón de su importancia, se conceden
preferentemente al dueño del suelo; y minas que, por las condiciones
de su yacimiento, se destinan al aprovechamiento común.
3. Minas que pertenecen únicamente al propietario, y que nadie puede
explotar sin su consentimiento, salvo por motivos de utilidad pública.
ARTÍCULO 5:
Componen la tercera categoría las producciones minerales de
naturaleza pétrea o terrosa, y en general todas las que sirven para
materiales de construcción y ornamento, cuyo conjunto forma las
canteras.

Al analizar la ley mencionada, se advierte que las explotaciones de lajas y


tobas corresponden a la tercera categoría; por tanto, pertenecen al
propietario o dueño del suelo en que se encuentran. Es así que para
explotarlas es necesario contar con la correspondiente autorización del
dueño del terreno o, en muchos casos, de la comunidad aborigen
correspondiente.
En el ámbito provincial, existen tres normas relacionadas con la actividad
que nos ocupa:
• Código de procedimientos mineros de la provincia de Jujuy. Es la Ley
Provincial N.° 5.186 (2000), que establece como requisito
indispensable para la concesión el registro minero y el cumplimiento
de la ley impositiva vigente (tasa de servicio y tasa de actuación).
• Ley de fomento a las producciones mineras de naturaleza pétrea o
terrosa que se realicen en la Provincia de Jujuy. Ley Provincial N.°
5.591 (2008).
• Ley Provincial N.° 5.185 de Compre Jujeño.

453
El proceso productivo

Las etapas por las que pasa una piedra laja, desde el yacimiento en que se
encuentra hasta que se puede contemplar en una construcción, constituyen
un proceso que, en esencia, abarca las fases de extracción en cantera, corte
y dimensionado de piezas y labra o terminación superficial, a las que se
podría añadir la comercialización y colocación.

Extracción
En primer lugar, se realiza un sondeo para conocer las características del
yacimiento así como las del material a extraer, requisitos necesarios para
poder planificar la cantera. El tipo de cantera y su rendimiento dependen de
varios factores: ubicación del yacimiento (en una ladera de montaña o en
zona llana), recubrimientos, discontinuidades (red de fracturas, diques,
cambios de textura o color, etc.), potencia de las capas, maquinaria que se
puede emplear, etcétera.
Una vez hecho el sondeo de la cantera, se realiza el desmonte, que es la
actividad mediante la cual se retira la tierra, los escombros y todo el material
inservible, con el fin de dejar al descubierto la veta de laja. En algunos casos
las canteras están sobre la tierra, por lo que este trabajo se simplifica.
Uno de los principales inconvenientes del desmonte es la gran cantidad de
movimientos de tierras que deben hacerse para descubrir la veta, que
implican a una gran cantidad de recursos humanos y técnicos, por lo que el
costo de esta operación resulta elevado. Asimismo produce una cantidad de
escombros y estériles que se deben tratar de forma diferenciada, con los
costos y complicaciones adicionales que esto significa.
Una vez que se dispone de la laja al descubierto, se procede a la extracción
de la roca.
Actualmente la piedra laja se extrae por medio de un sistema de explotación a
cielo abierto, ya sea de manera artesanal, semimecanizada o mecanizada. El
empleo de una u otra técnica influye en la productividad y la calidad del material
extraído.
La extracción manual y artesanal se realiza mediante barretas
improvisadas, puntas y masas, y deriva en la destrucción de las planchas
grandes.
Para separar los grandes bloques de planchas de lajas, en general se
utilizan las siguientes técnicas:
- Voladura. Fue muy utilizada en el pasado, y luego desplazada por
técnicas más eficientes. Es una técnica económica y rápida, que
consiste en destruir con dinamita las enormes paredes de la
cantera y dividir luego los bloques presionando con barretas, hasta
extraer infinidad de trozos chicos que luego se usarán en las obras.
Los principales inconvenientes de este método son la irregularidad

454
de forma y tamaño de las rocas obtenidas, la pobre calidad del
material, los bajos ratios de aprovechamiento, el aumento del
trabajo de desescombro y el peligro que conlleva el uso de
explosivos, además de otros problemas relacionados con la
seguridad e higiene en el trabajo. Mediante este sistema, la laja
sufre golpes y manipulaciones que merman su calidad debido a la
aparición de roturas. Estas roturas reducen el aprovechamiento de
la laja, ya que no superarán los controles de calidad del proceso de
elaboración.
- Cemento expansivo. Este procedimiento consiste en realizar
perforaciones, por lo general a espacios de 25 centímetros, sobre
la superficie de las rocas. En esas oquedades se vuelca una
preparación del cemento expansivo —constituido por carbonatos y
óxidos triturados, de donde se forma una mezcla normalmente
con 25% de agua—, que al fraguar se expande y produce un
agrietamiento en línea recta, uniendo de las perforaciones, sin
producir dispersión de partículas, gases ni polvos. El uso de
cemento expansivo para agilizar y obtener bloques de laja sin
lastimar la estructura de la roca aumenta el rendimiento y la
calidad de la producción. Esta técnica no necesita permiso de
utilización de ninguna autoridad, ni conlleva riesgo de accidentes
por la manipulaciçon de los productos, siendo de fácil
implementación y bajo costo.
- Corte superficial. En este caso, la laja se obtiene mediante el corte
de la roca con elementos como discos diamantados o espadas, entre
otros, que se ubican sobre máquinas móviles con el fin de realizar el
trabajo en distintas localizaciones. El material obtenido con esta
técnica es de mayor calidad que en la voladura, y genera menor
cantidad de escombros y estériles. Las rocas obtenidas son más
regulares y adaptadas a los procesos posteriores.
- Corte con hilo. Esta es una de las últimas técnicas incorporadas en
las canteras de laja, y la que mejor resultados aporta en la
extracción. Consiste en cortar los bloques de piedra con un hilo que
tiene “perlas” o inclusiones de diamante. Con este método se
obtienen bloques de material muy uniformes, con lo que el
aprovechamiento es muy alto y la generación de estériles es mínima.
El empleo de esta técnica de corte permite obtener bloques muy
grandes, de varias toneladas de peso. El material, además de ser
muy regular, se adapta perfectamente al resto del proceso
productivo.

Depósito
Luego de la extracción, las lajas obtenidas se apilan en un depósito
primario, clasificadas por tamaños, grosores, colores o calidades.
La carga y transporte de la laja termina el proceso de extracción de
material y cede lugar a la etapa de procesamiento. Las lajas son

455
trasladadas generalmente en carretillas o camiones a los talleres y
aserraderos para su corte, pulido y comercialización. Además del
transporte de la laja, también se recomienda transportar de escombros
y tierras desalojadas por el desmonte.
Debido a que las canteras se encuentran en zonas de difícil acceso (las
huellas mineras sufren año tras año deterioros significativos que impiden el
transporte hacia las rutas troncales), los talleres de elaboración suelen estar
situados lejos de las explotaciones, en zonas más practicables y con mejor
acceso a las vías de comunicación.

Proceso
El proceso de retrabajo de los bloques de piedra provenientes de la
cantera puede hacerse en aserraderos o en talleres. La tecnología de
elaboración y transformación disponible en el mundo permite la
fabricación de una gran gama de productos capaz de atender cualquier
exigencia del mercado.
En los talleres, o al menos en muchos de ellos, conviven métodos
masivos de producción y métodos artesanales. Las herramientas
tradicionales de las canteras (marras, macetas, bujardas, buriles,
cinceles, etc.) se suplementan con moderna maquinaria, como
cortabloques y otras máquinas rotativas de discos diamantados, capaces
de cortar piezas de variadas dimensiones y grosores, a partir de un
bloque rocoso, en cualquier dirección.
Generalmente en las empresas consolidadas se utilizan telares multilama de
muchos flejes, en los que éstos, mediante el roce y empuje, van
desgastando la roca y abriendo una hendidura, ligeramente más ancha que
el grosor de los flejes (unos pocos milímetros), hasta atravesar el bloque y
convertirlo en un conjunto de tablas.
A continuación, las tablas pueden ser comercializadas sin otro tratamiento
superficial o sometidas a un acabado más elaborado, como el pulido. La
operación de pulido aporta valor agregado y permite obtener una superficie
lisa y brillante, resistente a agresiones externas.
De todas formas, sigue siendo el saber del cantero, mitad artesano y mitad
artista, lo que consiga llevar a feliz término la ejecución de la pieza de
labra. El desarrollo en los últimos años de moderna tecnología en este
campo ha permitido la existencia de maquinaria de corte cada vez más
capaz, rápida y precisa.

Comercialización
Esta fase es quizás la menos desarrollada en la actualidad. La laja se puede
comercializar tal como sale de la montaña o puede dársele un valor
agregado mediante el corte y el pulido.

456
Hay que mencionar que en Argentina en general el proceso productivo se
encuentra poco integrado en sus etapas, estando la comercialización en
muchos casos monopolizada por intermediarios que solo revenden la
producción de los pequeños productores, que carecen de conocimiento de
los canales de venta y no poseen medios de transporte propios. En otros
casos son las mismas empresas las que llevan a cabo todo el proceso.
Los principales mercados demandantes de laja son:
- Comercios de proximidad. La industria de la construcción regional
constituye la demanda de lajas más importante, como así también el
sector público.
- Gran distribución. Atiende otros destinos importantes, como los
grandes conglomerados urbanos como Buenos Aires y Rosario, donde
la laja está de moda y se usa para construcciones de casas de clase
media-alta y con fines decorativos.
- Exportación. Provincias como San Juan y San Luis aprovechan una
incipiente exportación de piedras lajas a Chile, EE.UU. y Europa. La
producción de Jujuy, en cambio, se destina solamente al mercado
regional y, en menor medida, a Buenos Aires.

El mercado en Argentina

La década de 1970 fue, para las lajas, la época de mayor producción,


siguiendo luego un notable descenso. Actualmente en San Juan, Mendoza,
San Luis, La Rioja, Buenos Aires y Rosario existe una clara tendencia hacia
el uso arquitectónico de piedra natural en la construcción de viviendas
familiares de nivel medio a alto. En el resto del país, el uso de la piedra en
general se limita a edificios públicos, bancos, plazas y monumentos.
En general, solo algunas empresas con espaldas suficientes para invertir en
tecnología logran un producto con la terminación exigida, mientras que el
resto son pequeños productores locales que trabajan sus canteras casi
artesanalmente y obtienen lajas para revestimiento, de menor valor y con
un alto porcentaje de desperdicio.
La demanda es estacionaria. La época de más trabajo es la primavera,
cuando se activa la construcción. La mayoría de la producción va a parar a
Buenos Aires, y una menor parte se exporta a Chile, EE.UU. y Europa.
La creciente demanda de piedra laja, tanto en el mercado nacional como en
el internacional, hace que las expectativas sean cada vez mayores. Los
nuevos estilos arquitectónicos y las tendencias decorativas colaboran en la
demanda de las rocas ornamentales.

457
EL CONTEXTO GEOGRÁFICO DE LA LAJA EN JUJUY

En la provincia de Jujuy no existen mega proyectos mineros para la


explotación de lajas. El bloque de empresas existente está integrado por
pequeñas cooperativas, en general de carácter familiar, formadas
recientemente mediante el impulso del gobierno, conjuntamente con
microproductores que desarrollan desde antaño la actividad de forma
familiar con un sistema de autoempleo. Estas se hallan poco integradas en
la explotación primaria (extracción en canteras), junto con el procesamiento
y la comercialización de los productos extraídos.
En casi la totalidad de las canteras, el trabajo se realiza sin grandes
máquinas y solo a fuerza de brazos de los obreros.
En lo que respecta a la calidad del producto, la laja de Jujuy presenta
texturas y colores que no se repiten en ninguna otra zona de Argentina, y
por sus características técnicas posee un lugar destacado entre este tipo de
rocas en todo el país. No obstante esto, no se ha logrado ocupar una
posición ventajosa, por los métodos artesanales de extracción y
procesamiento, la pequeña escala y las limitaciones ambientales para su
laboreo, considerando que en época estival el crecimiento de los ríos
dificulta o impide el acceso a las canteras y la extracción y transporte del
material.

La historia del sector en la provincia

La minería, como la metalurgia, está enraizada en la cultura de los antiguos


aborígenes prehispánicos de la región, tras miles de años de actividad.
Las lajas de la provincia de Jujuy se utilizaron durante años en la
construcción de obras públicas y particulares, como la Escuela Belgrano, el
monumento al canónigo Juan Ignacio Gorriti y los bancos Nación e
Hipotecario, en San Salvador de Jujuy; la iglesia de La Quiaca, en el
departamento Yavi, y el Monumento a la Independencia de Humahuaca,
fueron construidos hace más de 60 años y aún se conservan en excelente
estado, confiriendo un toque arquitectónico distintivo donde se destaca la
laja como material de revestimiento.
La Plaza Belgrano, los paseos a través de los ríos Grande y Chico, y gran
cantidad de veredas céntricas de la ciudad de San Salvador y de los barrios
aledaños también fueron realizados con lajas de la provincia, sobre todo con
laja roja proveniente de El Carmen.

458
Figura 1. Algunas construcciones títpicas de Jujuy realizadas con lajas locales

Monumento a la Independencia. Humahuaca Iglesia de La Quiaca

Empedrado sin tomar juntas . Prueba de método de pavimentación en Abra Pampa

Pocos de los que día a día transitan estos lugares conocen sus procesos
tectónicos y su origen. Estas lajas se formaron hace cientos de miles de
años, como el fondo de un océano en tiempos que los continentes no tenían
la forma que conocemos hoy, mientras que otras nacieron como sedimentos
depositados en el fondo de un antiguo lago que cubría parte del norte de
Argentina, Chile, Bolivia y Perú, la región conocida como Puna de Atacama.
Respecto a las tobas, la provincia de Jujuy tiene una amplia área de distribución
en la región de la Puna, donde se destacan los yacimientos de Susques, Paso de
Jama, Collaguayma, Coranzulí, Castro Tolay, Catua y Lagunillas de Farallón.

459
A la fecha, solo existen antecedentes puntuales de la utilización de este
recurso natural, en forma artesanal, en el complejo aduanero internacional
de Paso de Jama y en el revestimiento y cerramiento perimetral de la
Capilla de Catua, sumamente rústico. Hasta ahora no se ha analizado la real
importancia y las implicaciones técnicas, económicas y sociales que
generaría su integral y racional aprovechamiento.

Figura 2. Piedra toba en la capilla de Catua

La utilización de esta roca volcánica se debe plantear desde la perspectiva


del aprovechamiento de la materia prima de la región y la utilización de
mano de obra intensiva para la fabricación de bloques. Estos bloques
pueden ser destinados a la construcción de edificios públicos y viviendas de
las comunidades próximas a los yacimientos, mejorando así su calidad
estética y el confort, debido a sus características de aislamiento térmico.

Ubicación geográfica y descripción de las principales canteras

En la provincia de Jujuy están reconocidas numerosas canteras de lajas en


inmediaciones de Yavi, Abra Pampa, Perchel, Humahuaca, Tilcara y El
Carmen, de las cuales no todas se encuentran en actividad comercial y
muchas han sido abandonadas, por diversos motivos.
En función de las canteras que son los blancos geológicos que se van
poniendo en marcha, se pueden establecer tres polos de desarrollo:
• Polo Abra Pampa
• Polo Tilcara

460
• Polo El Carmen

Polo Abra Pampa

Cantera Ella es
La cantera Ella es se encuentra dentro de un grupo de pedimentos de
extracción de lajas y piedras en la zona denominada Cerro Blanco, en el
área de Cerro Ramada (Abra Pampa, departamento Cochinoca). El Cerro
Ramada es uno de los afloramientos que emergen en la altiplanicie de Abra
Pampa, en el faldeo oriental de los cerros Chumarte y Piscachami, donde
afloran los sedimentos mesozoicos del subgrupo Pirgua (grupo Salta-
creático).
Esta cantera es una de las de mayor producción dentro del conjunto de
canteras productivas de la provincia. Su producido se puede observar en
muchas veredas y frentes de viviendas de la localidad de Abra Pampa.
También se utilizaron con éxito en cuadras de prueba de pavimento
empedrado.
Para acceder a la cantera desde Abra Pampa, se debe tomar la RN 9 hasta
la ex RN 40, por la que se transitan 3.300 metros hasta un desvío que lleva
a la cantera por una huella de 3 kilómetros de longitud. Los frentes de
trabajo se encuentran aproximadamente a 3.600 m.s.n.m.
Aquí, la producción de lajas y piedras es de características variadas. En
general las lajas tienen más de 0,50 m2. Se destaca la posibilidad de extraer
planchas de entre 1 y 2 m2, que son generalmente utilizadas para mesadas.
Estas piedras también fueron adquiridas por el Estado para la construcción
de los nuevos edificios de la Estación Experimental Agropecuaria INTA y la
remodelación de canteros y paseos de la plaza central.

Cantera Petrona
Esta cantera se ubica en el faldeo Norte del Cerro Catari (Abra Pampa,
departamento Cochinoca). Una superficie de figura alongada fue concedida
a la Cooperativa Flor de Airampo Ltda., dentro de la porción perteneciente a
la comunidad de Tabladita. Se trata de un yacimiento de areniscas rojas,
perteneciente al subgrupo Pirgua (grupo Salta-cretácico).
En este caso se presenta como un cuerpo de gran espesor, con bloques
irregulares prácticamente sueltos y por ello muy fácilmente recuperables
para confeccionar trozos para empedrado, que son poco susceptibles a la
exfoliación en lajas.
En cuanto al acceso, la cantera tiene un camino que va desde la base del
cerro, siguiendo todo el pedimento, hasta una altura de 70 metros. Esto
brinda la posibilidad de explotación en forma inmediata, ya que los caminos

461
tienen una pendiente de aproximadamente un 12%, permitiendo el ascenso
hasta la cima y la apertura de varios frentes.

Cantera Cara Cara


Ubicada en el caserío de Cara Cara, 6 km al este de la localidad de
Pumahuasi, esta cantera se encuentra enclavada en las estribaciones del
Cerro Pumahuasi.
La laja se obtiene de un frente improvisado de trabajo. Debido en gran
parte del vistoso color y texturado que posee, se la puede ver en
numerosas obras en la ciudad de San Salvador de Jujuy.

Polo el Carmen

Cantera Miranda
Esta cantera de encuentra en el departamento El Carmen, en el paraje Las
Pircas, a 3 kilómetros al sur de la localidad El Carmen y a 30 al sur de la
ciudad de San Salvador de Jujuy.
Ubicada en el faldeo Este de los afloramientos de rocas sedimentarias
ordovícicas, donde se observan pequeñas elevaciones del relieve del sector,
en un anticlinal de dirección NO-SSE, presenta bancos de areniscas
micáceas y también cuarcíticas, con intercalaciones de escasos y delgados
niveles conglomerádicos, que son objeto de exploración en dos frentes de
canteras: los que tienen coloraciones pardas rojizas a rojizas muy fuertes
en algunos sectores, debido a la presencia de óxido de hierro, y otros de
0,50 a 0,60 metros de espesor, que están muy quebrantados y son
descartados, utilizándose solo los niveles con estratificación fina.
El diaclasamiento principal tiene dirección E-O y NO-SE e inclinación
subvertical, mostrando en general un espaciamiento que facilita la
obtención de lajas.
Este material fue empleado tiempo atrás en la construcción del Dique La
Ciénaga, en un volumen significativo.
La cantera posee dos frentes de explotación en actividad, uno superior y
uno inferior. La producción se realiza según demanda, y su capacidad de
extracción es de aproximadamente 10 m2/persona en jornales de 8 horas.
El frente superior tiene 20 metros de frente de producción, la que se realiza
a una profundidad de 1,50 metros del nivel del suelo vegetal. Por lo tanto,
las placas a extraer están mezcladas con raíces y en zonas de bloques muy
fracturados, que no son comercialmente aptos, por lo que en una primera
etapa se descartan. Luego se realiza el acomodado en despachos de 1 m 3.
En esta etapa de trabajo se requiere más tiempo para la limpieza del frente.
El frente inferior de esta cantera se encuentra en un estado más
avanzado de trabajo y preparación. Con un frente de explotación de 40

462
metros, la extracción se realiza a una profundidad de más de 3 metros de
la capa vegetal originaria, lo que permite encontrar los niveles más
parejos de lajas de mayor dureza y tamaño.
Dispone de una muy buena playa de acopio y terraza para realizar la carga
de lajas a la altura del camión, lo que aumenta el rendimiento,
disminuyendo el esfuerzo y el tiempo de carga. El material extraído tiene en
promedio 0,60 m2 por unidad y con grandes cantidades de extracciones de
placas que rondan el metro cuadrado, lo que facilita la preparación de
mesas y banquetas. El titular de este frente es un hábil artesano que
elabora mosaicos de laja de 0,40 metros por largo libre, canteando a mano,
utilizando solo punta y maza.

Cantera La Rosita (Almenar)


se encuentra ubicada en cercanías de la ciudad de El Carmen, en el paraje
Las Lajitas. Esta cantera tiene el mismo tipo de materiales y de geología
que la cantera Miranda.
La cantera La Rosita se encuentra en producción. A pesar de ser un
emprendimiento joven, ya produce materiales con valor agregado de lajas
irregulares para piso, revestimientos, lajas lustradas, mesas, mesones,
bachas de distintas medidas, etcétera.
Esta cooperativa familiar cuenta con buen nivel de desarrollo y cierto interés
en ampliar el mercado, con planes de instalación en Buenos Aires, con
página web, folletos de muestra, desarrollo propio de máquinas, personal
especializado en corte, etc. La particularidad que la distingue de las demás
es que sus miembros son finqueros que diversifican su producción entre
tabaco y arrendamiento de sus tierras a otros cultivos.

463
Figura 3. Canteras de laja en la provincia de Jujuy
Año 2010

Fuente: División Topografía DPMyRE.

464
Reseña geológica y petrográfica

Los yacimientos y canteras que están en actividad, como así también los
que están en proceso de reactivación y los nuevos emprendimientos
previstos, se encuentran fundamentalmente en dos provincias geológicas: la
Cordillera Oriental y la Puna.
En general, sobre el basamento precámbrico yace una columna de depósitos
cambro-silúricos y cretácicos-cuaternarios, predominantemente separados por
sendas discordancias en la base de las entidades.
En el cuadro estratigráfico regional destacan la ausencia de
sedimentación entre el silúrico y el cretácico, en la Cordillera Oriental, y
anterior al ordovícico y entre el ordovícico y el cretácico, en la Puna; el
mayor número de formaciones que integran la Cordillera Oriental, y las
demostraciones de una actividad magmática más intensas y difundidas
en esta última.
El Precámbrico está integrado por la Formación Puncoviscana, representada
por esquistos cuarcíticos, filitas, y pizarras, y la Formación Cañani, un
cuerpo intrusivo constituido por una granodiorita gris claro.
En el Paleozoico participan las rocas cámbricas del grupo Mesón, que se
distribuyen en la Formación Lizoite, integrada por un conglomerado basal y
a continuación areniscas silurificadas blancas y grises, a veces con
intercalaciones del lutitas cuarzosas; la Formación Campanario, compuesta
de areniscas rojizas y moradas, en alternancia con lutitas verdes oscuras, y
la Formación Chagualmayoc, formada por areniscas silicificadas blancas con
intercalaciones de lutitas verdes oscuras.
En discordancia con la entidad descripta yacen los sedimentos ordovícicos
del grupo Santa Victoria, que está constituido por las rocas
predominantemente lutitas grises oscuras de la Formación Santa Rosita,
sobre los que yacen las lutitas, limolitas y areniscas lutiticas, con
intercalaciones de areniscas silicificadas, de la Formación Acoite.
Al silúrico se asigna el conjunto de rocas eruptivas —intrusivas e hipabisales
— que han afectado a las rocas de los grupos Santa Victoria y Mesón y de la
Formación Puscoviscana. De esta misma edad son los sedimentos
areniscosos de la Formación Mecoyita y las areniscas finas micáceas grises
verdosas y lutitas grises oscuras de la Formación Lipeón.
Al Mesozoico se asignan los sedimentos cretácicos del grupo Salta,
constituido por el subgrupo Pirgua, en el que predominan areniscas finas,
rojas parduscas, y el subgrupo Balbuena, integrado por las areniscas grises
blanquecinas y amarillentas de la Formación Lecho y las calizas de la
Formación Yacoraite.
A continuación se halla el grupo Santa Bárbara, que es un conjunto de
margas rojizas con intercalaciones de areniscas silicificadas, sobre las que
aparecen areniscas finas rojas que pasan hacia arriba a arcillas grises
verdosas.

465
En el Cenozoico cabe distinguir:
• El Terciario (Plioceno), representado por una dacita gris clara a gris
oscura por meteorización. Además, la Formación Tafna, integrada por
tobas cineríticas blancas a grises blanquecinas y la Formación
Tuctuca, en la que la roca es una toba fina gris clara, pobremente
estratificada.
• El Curtárico (Pleistoceno) se divide en Pleistoceno Inferior y
Pleistoceno Superior. El primero está constituido por sedimentos muy
pocos consolidados, entre los que predominan las areniscas pardas
rojizas; en la parte norte de la región se intercalan bancos
blanquecinos de tobas y tufitas. Sobre esa serie se apoya en
discordancia erosiva el Pleistoceno Superior, formado principalmente
por bancos areniscosos sobre los que se apoyan sedimentos arenosos
y arcillosos alternantes, de color gris claro. Finalmente se hallan los
sedimentos holocenos que, en líneas generales, son depósitos
fluviales y eólicos y capas de rodados y arenas gruesas.
Esta somera descripción sirve para destacar la materia prima rocosa,
estratigráficamente situada, de la cual proceden las piedras para la
construcción.

Propiedad de las canteras

En general las canteras a explotar se encuentran en terrenos particulares o


pertenecientes a comunidades aborígenes. Por ello se debe tener en cuenta
que las canteras de laja —y en general de piedras— para la construcción
corresponden a los minerales de tercera categoría, que según el Código de
Minería de la Nacional son propiedad del dueño del terreno. Por lo tanto,
para poder explotarlas es necesario contar con la autorización de la
comunidad involucrada. La tenencia de los yacimientos es precaria y hay
superposición de doble y triple titularidad.

Reservas de material

Pese a que no existen estudios científicos oficiales, se presume en general


que existen grandes reservas de lajas en la provincia de Jujuy. Las
estimaciones de recursos y/o reservas están en su mayoría referidas a lo
que usualmente se denomina “mineral a la vista”, que constituye un método
empírico, sin muestreo sistemático y basado principalmente en la capacidad
de identificar o aproximar visualmente la calidad del material, una habilidad
adquirida por medio del trabajo continuo en este oficio.

466
Proceso productivo en Jujuy

Explotación
La explotación de piedra laja en Jujuy es llevada a cabo por pequeños
productores, y se realiza en su totalidad a cielo abierto.
El acceso a las canteras y el transporte del material se dificulta durante el
período de lluvias, por el incremento del caudal de los ríos. La labor está regida
por las horas de luz y la temperatura: entre abril y fines de septiembre las
jornadas se acortan a causa del frío, comenzando en general entre las 8 y 10
de la mañana y finalizando a las 16. Ya que la temperatura de la noche suele
ser en promedio de -5° C, se hace imposible un laboreo continuo.

Cuadro 1. Temperaturas y amplitudes medias en la provincia de Jujuy, por región

Amplitudes
Máximas medias Mínimas medias
Región medias anuales
(º C) (ºC)
(ºC)
Puna 18,9 0,9 18,0
Quebrada 22,5 2,9 19,6
Valle 24,7 11,7 13,0
Ramal 34,4 15,5 14,9
Fuente: El clima de la provincia de Jujuy, Ing. Luis G. Buitrago, Universidad Nacional de
Jujuy, 2000.

Figura 4. Extracción a barreta en frente de canteras

La extracción en todos los casos es manual y artesanal, llevada a cabo con


barretas improvisadas, puntas y masas. La mayoría de los productores
desconocen métodos alternativos de extracción.

467
Los trabajos son desordenados, sin sondeo previo que permitiría conocer las
características del yacimiento y del material a extraer, para planificar la
extracción en la cantera.
La aplicación de la técnica de la barreta sin orden ni previsión provoca la
destrucción de las planchas grandes. El efecto palanca y la destrucción a
golpes de maza hace que se inutilice la mayoría de las piezas, dando como
resultado la acumulación en el lugar de restos de lajas que ocupan gran
superficie. Estas piezas, de dimensiones reducidas, no son apropiadas para
la mayoría de los usos corrientes de la piedra, y solo resultan útiles para el
relleno de los antiguos rajos abiertos.
En algunas muy pocas canteras, se está empezando a utilizar el cemento
expansivo para agilizar y obtener bloques de laja sin lastimar la estructura de la
roca, aumentando así el rendimiento y la calidad de la producción. Los métodos
más avanzados utilizados en el mundo y en algunas provincias argentinas, como
los de corte superficial y corte con hilo, no se realizan en Jujuy.

Figura 5. Ejemplos del método artesanal de extracción

Perforaciones hechas para vertido Rotura sobre línea de corte, tras 24 horas
del cemento expansivo. del vertido del cemento expansivo.

Procesamiento

En las canteras se selecciona manualmente la piedra que se va extrayendo,


descartándose la masa rocosa que presenta deficiencias de color, espesor,
etc. Luego se procede a la separación en capas (foliación), proceso que
tiene una notable incidencia en la rentabilidad de la operación, ya que

468
generalmente se realiza de forma artesanal, lo que depende en alto grado
de la experiencia del operario.
En muchas canteras la laja se comercializa tal como sale de la montaña, sin
darle un valor agregado mediante el corte. Ello se debe a que muchas de
las explotaciones no cuentan con electricidad, por lo cual pocas cuentan con
maquinaria para corte. Por esta razón, venden su producción sin cortar a
intermediarios que luego la revenden en San Salvador o en Buenos Aires.
En general los productores no poseen un stock adecuado de mercadería.
Para la fabricación de adoquines se utiliza la roca del tipo arenisca
silicificada, de excelentes características. Esta laja de mayor espesor se
encuentra ampliamente distribuida en todo el ámbito de la Puna y Quebrada
(geológicamente pertenecientes a la Formación Acoyte). La roca se extrae
de la cantera mediante el uso de herramientas simples como picos, palas,
barretas, etc., evitando el uso de explosivos por el perjuicio de fracturar
completamente la roca y debilitar su resistencia al esfuerzo y desgaste. El
material extraído se traslada desde la cantera hasta el lugar de
procesamiento.
Su fabricación se realiza a mano, con martillo, maza y cincel, con el fin de
dar la mejor forma geométrica regular. Los tamaños promedio considerados
de los adoquines son de aproximadamente 25 cm x 25 cm x 10 cm.
Por ser un trabajo artesanal y de explotación manual, es generador de
mano de obra intensiva. La implementación del adoquinado mejora las
características técnicas de las calles y a la vez incorpora la obra al paisaje
urbanístico. No obstante, la producción de adoquines no ha sido una
actividad muy desarrollada, debido a la fuerte demanda de lajas para
revestimiento, pisos y ornamentación en general.

Comercialización

La venta de la mercadería obtenida generalmente se realiza por encargo.


Los compradores usuales son de la región, artesanos, constructores y el
gobierno, que se acercan a la cantera por conocimiento previo. Los
productores no manejan en general métodos alternativos de venta, y
carecen de escala suficiente para vender en grandes cantidades.
También venden a intermediarios que luego colocan la mercadería a precios
mucho mayores en San Salvador y otros mercados masivos, constituyendo
estos los únicos clientes medianamente fijos que tienen los pequeños
productores.
La piedra laja producida en la provincia de Jujuy debe competir,
principalmente, con la de San Luis, San Juan, La Rioja y Salta, y con la
importada desde Brasil. Al analizar el posicionamiento de la producción local
en el ámbito de la competitividad, se observan algunas dificultades que
contribuyen en la formación del precio final del producto:

469
• Las mayores distancias entre los yacimientos jujeños y los grandes
centros de consumo elevan el gasto de flete, que es el ítem que más
influye en el precio final del producto. Este costo es relevante debido
en gran parte a la eliminación del ferrocarril como medio de
transporte y a que los productores carecen de transporte propio.
• La infraestructura es inadecuada en la mayoría de las canteras, y el
desarrollo se ve obstaculizado por la dificultad para acceder a los
yacimientos a través de las huellas mineras, y por falta y/o
restricción en la provisión de energía (gas, electricidad, etc.)
• Existe una importante falta de familiaridad de los actores y las
empresas con la tecnología. La mayoría de los productores
desconocen métodos alternativos de extracción, procesamiento y
comercialización, lo que redunda en precios mayores a los de los
competidores de otras provincias.
• La mayoría de las empresas no posee plantas de industrialización con
depósito propio. El transporte de la piedra natural se realiza en camiones
alquilados medianos de las canteras a las plantas de transformación.
En los cuadros 2 y 3 se presentan los precios de los distintos tipos de lajas,
tanto en cantera como a la recepción por parte de los revendedores. Los
datos reflejan el margen existente entre un nivel y otro y la consecuente
explotación a la que son sometidos los pequeños productores. Otro hecho
de relevancia es la notable diferencia entre los valores irregulares con los
trabajados o recuadrados, lo cual muestra una gran potencialidad a
aprovechar para agregar valor si los productores tuvieran mejores procesos
y máquinas adecuadas.

Cuadro 2. Precios de lajas en cantera

Canteras
Tipo de laja (dimensiones en cm) Miranda La Rosita Joel
Salomon (Almenar) (Cara Cara)
Laja irregular para pared (de 1,5 a 2,5 de espesor) 14/m2 18/m2 10/m2
Laja irregular para piso (5 cm de espesor) 12/m2 18/m2 8/m2
Laja recuadrada
0,20 x 0,20 45/m2 30/m2
0,30 x 0,40 45/m 2

0,40 x 0,40 o 0, 45 x 0, 45 40/m 2


40/m2
Laja lustrada 50/m2
0,04 x 1 x 0,3 100/ml
0,07 x 1 x 0,3 más de 100/ml
0,15 x 1 x 0,3 (trabajado al frente y
300/ml
costados)

Fuente: Elaboración propia a partir de relevamientos.

470
Cuadro 3. Precios de lajas en revendedores
Abril-junio de 2010

Procedencia
Precio
Tipo de laja (dimensiones en cm)
($/m2) Abra Joel
El Carmen
Pampa (Cara Cara)
Laja irregular para pared
Roja Arenisca (1 a 2) 25 x x
Irregular amarilla (1 a 2) 25 x
Piedra arenisca cuarcitita (2 a 3) 25 X y Salta
Irregular verde óxido 25 x x
Laja irregular para piso
Roja Arenisca (2 a 6) 18 x x
Irregular amarilla 25 x
Piedra arenisca cuarcitita (6) 25 X
Laja recuadrada
Verde óxido 40 x
Fuente: Elaboración propia a partir de relevamientos.

471
Figura 6. Diagrama de flujo del proceso de explotación y procesamiento
de la piedra laja en la provincia de Jujuy

472
Características de la mano de obra

La extracción de la laja se lleva a cabo como un emprendimiento familiar,


donde la distribución de las ganancias se realiza en función de los metros
cuadrados recolectados. Cuando la demanda aumenta, los productores
recurren a la contratación de ayudantes, en general parientes que viven en
otras localidades o conocidos a los que les pagan por jornada de trabajo
(“jornal”) o por cantidad producida (“por tanto”).
De las entrevistas realizadas surge que la mayoría de los trabajadores han
cumplido como máximo el nivel primario de instrucción, y tienen otras
actividades, dada la inconstancia y la estacionalidad de la demanda, por lo
cual no es posible determinar el sueldo promedio en la mayoría de los
casos. En el caso de los trabajadores fijos que cobran una suma mensual,
que se dedican con exclusividad a esta actividad, en general totalizan
$1.200, llegando a $1.600 en el caso de los pocos cortadores
especializados.
El trabajo en negro es una característica de esta actividad, como así
también las condiciones marginales de habitabilidad de los campamentos.
Esta situación hace que se esté trabajando con una mano de obra poco
capacitada, desincentivada y con una alta exposición al riesgo, ya que en
general no se utilizan elementos de seguridad como antiparras, botines,
guantes, ropa de trabajo adecuada, etcétera.
La época de frío incide directamente en la productividad, disminuyendo casi
a la mitad la cantidad de laja extraída por cada trabajador. En general, en
períodos normales se extraen en los frentes de cantera 8 a 12 metros
cuadrados de lajas por persona por día, lo que disminuye a 6 metros
cuadrados en época invernal.

Capacidad empresaria

Una de las falencias que presenta esta actividad, es sin duda la falta de
profesionalidad o capacidad empresaria de una gran parte de los
productores mineros. Muy pocas empresas del sector escapan a esta
realidad.
Existe una marcada falta de conexión de los actores y empresas con la
tecnología. La mayoría de los productores desconocen métodos alternativos
de extracción, procesamiento y comercialización.
Por otro lado, se verificaron casos en los que, a pesar de haber recibido
ayuda a través de la entrega de máquinas cortadoras en comodato por
parte de la dirección de minería, estas no eran usadas.
Solo una cooperativa mostró cierto interés en ampliar el mercado, a través
de la instalación en Buenos Aires, con página web, folletos de muestra,
desarrollo de máquinas, etc. Se trata de la cantera Almenar.

473
Las políticas públicas

Desde el año 2005, el Gobierno provincial, por intermedio de la Dirección


Provincial de Minería y Recursos Energéticos, conjuntamente con el CFI,
viene trabajando sobre la disponibilidad de rocas donde sea factible la
producción de piedras para la construcción, a través de las canteras
ubicadas en todo el territorio de la provincia de Jujuy. En este marco, las
principales acciones llevadas a cabo son las siguientes:
• Ley de fomento a la producción minera de naturaleza pétrea
o terrosa. El Gobierno provincial sostiene en los últimos años una
política a favor del desarrollo de la laja y las rocas de aplicación en
general. Así, se sancionó recientemente la Ley 5.591 de fomento a
la producción minera de naturaleza pétrea o terrosa, que obliga al
Estado provincial a adquirir rocas de aplicación para la
construcción. La norma estipula que el Poder Ejecutivo deberá
difundir las cualidades y ventajas de estos productos, y además lo
faculta a realizar sistemas, instrumentos o procedimientos que
tiendan a generar nuevas producciones y/o a facilitar la
comercialización de las producciones.
• Programa Lajas y Tobas para la Construcción. Este programa,
ejecutado por la provincia conjuntamente con el CFI y el Servicio
Geológico Minero Argentino (SeGeMAr), tiene como objetivo el
estudio de los materiales rocosos de Jujuy y su aprovechamiento en
la construcción de planes de viviendas, obras públicas (plazas,
senderos, veredas), hoteles, cabañas y viviendas particulares. A
través de este programa se pretende además fortalecer y promover
las asociaciones de productores mineros de lajas y tobas en el
territorio provincial, optimizando el proceso productivo en sus
diferentes etapas. En este sentido, se realizaron las siguientes
actividades:
- Relevamiento de canteras de lajas que se encontraban inactivas.
- Identificación de nuevas canteras, evaluación preliminar de las
reservas a la vista y caracterización técnica de los materiales.
- Aplicación de nuevas técnicas de explotación artesanal.
- Evaluación técnica de los materiales mediante ensayos tecnológicos
que determinaron su aptitud de uso como revestimiento para pared,
pisos, adoquines, etcétera.
- Apertura de nuevos caminos y mejoramiento de las huellas mineras
de acceso a canteras de piedras.
- Asesoramiento a particulares y cooperativas mineras para la
tramitación legal de las canteras y la inscripción en los registros
mineros catastrales.
- Apoyo técnico para la elaboración de los Estudios de Impacto Ambiental

474
de acuerdo a las exigencias que establece el Código de Minería.
- Fomento del trabajo comunitario mediante la conformación de
cooperativas mineras de productores de lajas y otras formas
asociativas, con la participación de los pobladores de las comunidades
involucradas en el programa.
- En carácter de comodato, se remitieron a algunas explotaciones
máquinas cortadoras de roca; motores eléctricos trifásicos; picos de
punta y pala; palas punta corazón con mango; mazas de 1, 2, 4 y 8
kilogramos; carretillas de chapa; barretas de acero; discos
segmentados; guantes de descarne, corta fríos, botines y cascos de
seguridad; delantales; protectores auditivos; puntas chatas, y
redondas, entre otros elementos. En tal sentido, se aclaró que
mediante convenio se utilizarán todos estos insumos por un plazo
inicial de 180 días, con la posibilidad de renovación si se verifica el
cumplimiento satisfactorio de las labores productivas.
- Difusión de los materiales mediante la confección de catálogos y
folletos, y la participación en ferias y exposiciones en ámbitos
vinculados a la construcción.

Figura 7. Herramientas y elementos de seguridad entregados


por el Estado provincial

• Programa Huellas Minera. La Dirección Provincial de Minería y


Recursos Energéticos de Jujuy implementa este programa con la
Secretaría de Minería de la Nación, mediante el cual realiza
construcciones viales destinadas a proporcionar accesibilidad en
canteras. El precio de las lajas recibe un fuerte impacto por el
costo de “transporte”, el cual aumenta de manera directamente
proporcional a la dificultad de acceso a la cantera. Al mismo
tiempo, las huellas resultan habitualmente vínculo de caseríos y
ciertos poblados de la Puna, donde la explotación de estos
recursos naturales es la única actividad productiva posible. Se han

475
ejecutado huellas mineras en las siguientes canteras:
- Apacheta Azul, Humahuaca.
- Canteras varias en el departamento Yavi.
- Almenar, El Carmen.
- Cara Cara, Yavi.
- El Diamante, Cochinoca.
- Coraya I, Humahuaca.
- El Diamante, Cochinoca.
- Solomonte, Yavi.
- Yerba Buena, Tilcara.
- Puerta de Potrero, Cochinoca.
- Ella es, Cochinoca.

Resultados de las políticas: potencialidades y problemas

El objetivo de las políticas públicas llevadas a cabo en el ámbito de esta


actividad es bien intencionado, ya que apunta a que las comunidades de
cada zona aprendan a valorar sus propios recursos y sean quienes lo
extraigan, lo trabajen y lo vendan. Se intenta así promover la generación de
cooperativas y darle un carácter industrial al sector, mediante la explotación
de la cantera, el procesamiento en planta de los materiales para darle valor
agregado y la colocación o puesta en obra de los productos obtenidos.
Según este objetivo, la mayor utilización de estos materiales pétreos
incrementará la demanda, y este incremento impactará directamente en los
productores primarios y en sus economías, generando nuevos puestos de
trabajo en zonas con una economía deprimida y, por sobre todas las cosas,
con escasas posibilidades de alternativas productivas.
No obstante, a pesar de los esfuerzos realizados, salvo en muy pocos casos,
el asociativismo no existe, pero se visualiza como una alternativa viable a
mediano plazo el desarrollo de bienes de uso común (por ejemplo un telar,
un tren de lustre, equipos de corte, etc.). Actualmente existe escasa
cooperación informal entre las empresas y productores, no hacen
desarrollos formales en conjunto, como compras o ventas comunitarias.
Existe una falta de conexión de los actores y empresas con la tecnología. La
mayoría de los productores desconoce métodos alternativos de extracción,
procesamiento y comercialización del que realizan. Se verificaron casos en
los que a pesar de haber recibido máquinas cortadoras en comodato por
parte de la dirección de minería, no eran usadas.
A pesar de todo lo dicho antes existen potencialidades, como la posibilidad
de mejorar los métodos de extracción a partir del cemento expansivo para

476
demoliciones o cortes de roca, producto que se adapta perfectamente a las
necesidades de los productores de lajas y que fue bien aceptado por los
pocos productores a los que se les enseño el método. Adicionalmente,
permite obtener piedras de mayor tamaño, que tienen un valor alto en el
mercado.
Otra potencialidad se encuentra en la variedad de colores y calidad de la
laja, lo que posibilita ampliar el mercado para este material, en particular
en la zona de la Puna.
Por otro lado, el mejoramiento del acopio permitiría producir mayores
volúmenes, lo cual generaría mayor cantidad de clientes y más variedad de
producto (piedra laja), con la consecuente incorporación de capital de
trabajo y más mano de obra.

ANÁLISIS FODA

A partir de lo analizado precedentemente y de las entrevistas realizadas a


productores, trabajadores, expertos en minería y funcionarios públicos, y
numerosas consultas a documentos existentes, se construye el análisis
FODA, que sirve como modelo para esquematizar una situación compleja
como el análisis de un sector económico, en este caso la actividad de lajas
de la provincia de Jujuy.
Este modelo sintetiza las condiciones macro-ambiente (o ambiente externo)
de la cadena a través de las amenazas y oportunidades identificadas, y las
condiciones o ambiente interno mediante la determinación de las fortalezas
y debilidades.
Del análisis sistémico de esos cuatro componentes aparecen, entre otras
cosas, las prioridades de inversión privada y pública que permitan
aprovechar las oportunidades y eliminar o minimizar las amenazas.

Fortalezas:
• Existencia de grandes yacimientos accesibles de calidad. Pese
a que no existen aún estudios científicos al respecto, las estimaciones
de recursos y/o reservas, en su mayoría referidos a lo que
usualmente se denomina “mineral a la vista”, han identificado y
aproximado visualmente buena cantidad y calidad del material.
• Políticas públicas a favor del desarrollo minero. En la gestión
del Gobierno provincial, es de destacar que Jujuy cuenta con la Ley
5.591 de fomento a la producción minera de naturaleza pétrea o

477
terrosa, que obliga al Estado a adquirir rocas de aplicación para la
construcción. La norma estipula que el Poder Ejecutivo deberá
difundir las cualidades y ventajas de estos productos, y lo faculta a
realizar sistemas, instrumentos o procedimientos que tiendan a
generar nuevas producciones y/o a facilitar la comercialización de las
producciones.
• Tradición minera. La historia minera en Jujuy proviene de la época
preincaica, mientras que la Puna se ha especializado como una región
minera y salitrera.
• Buena calidad de producto. Se destaca la variedad de colores, lo
que posibilita ampliar el espectro del mercado para este material, en
particular en la zona de la Puna.
• Hábito creciente de uso. Los profesionales de la construcción,
tanto arquitectos como ingenieros, están comenzando a usar el
material, a lo que se suma el hecho de que la piedra está de moda, lo
que constituye una situación para aprovechar en la promoción y
comercialización de esta producción jujeña.

Debilidades:
• Infraestructura inadecuada. Esta situación se presenta en la
mayoría de las canteras, y es obstáculo para el desarrollo, tanto por
la dificultad para acceder a los yacimientos como por la falta y/o
restricción en la provisión de energía (gas, electricidad, etc.).
• Falta de contexto en gestiones públicas. Las restricciones del
crecimiento también aparecen por la falta de armonización de
políticas mineras en los niveles provinciales y nacionales. Como
ejemplo, vale citar que no existen normativas diferenciales para la
micro y la pequeña minería.
• Problemas de transporte. En este aspecto, la disponibilidad es
escasa, el costo de los fletes es elevado y las distancias a los
mercados de destino son grandes. En general, los bienes finales
actuales de la minería son flete intensivos. Ninguno de los
productores posee medios propios para comercializar directamente su
producción.
• Falta de cultura asociativa. Los mecanismos de reciprocidad están
presentes en el sistema económico de las pequeñas comunidades
puneñas. Comercializar sus productos implica entrar en un sistema
de competitividad que en cierta medida colisiona con las costumbres
de algunos pobladores. No obstante, esta situación está cambiando,
lo que puede ser un factor potenciador.
• Falta de conexión de los actores y empresas con la tecnología.
La mayoría de los productores desconocen métodos alternativos de
extracción, procesamiento y comercialización del que realizan.
• Competencia. Otras zonas competidoras están más tecnificadas y
tienen más apoyo.
• Titularidad. La tenencia de los yacimientos es precaria, y hay casos
de doble y triple titularidad.

478
• Falta de mano de obra. El crecimiento de la industria en un futuro
puede enfrentar la falta de profesionales y de trabajadores
calificados, lo cual debe ser encarado a partir de la formación de
recursos humanos, incorporando a la Escuela de Minas.

Oportunidades:
• Los productores jujeños de lajas avanzaron firmemente en la
posibilidad de ingresar al mercado italiano con ese tipo de piedra
ornamental, dado el concreto interés mostrado por la delegación de
aquel país.
• Existen posibilidades de mejorar los métodos de extracción a partir
del cemento expansivo para demoliciones o cortes de roca, producto
que se adapta perfectamente a las necesidades de los productores de
lajas y que suplanta al uso riesgoso de los explosivos.
Adicionalmente, permite obtener piedras de mayor tamaño, de un
valor alto en el mercado.
• La paridad cambiaria actual todavía favorece a la producción local y a
las posibles exportaciones.
• Mantener la decisión política de desarrollo de la minería local puede
atraer inversores que ayuden a desarrollar la minería no metalífera.
• Las rocas de aplicación de Jujuy todavía no son suficientemente
conocidas a nivel local e internacional.
• Hay oportunidades crecientes de diversificación de la producción y de
los servicios.

Amenazas:
• Existe una cierta reprobación social hacia la minería, además de la
posición adversa de sectores ambientalistas, lo cual se identifica
como una amenaza al crecimiento del sector.
• No se está mano de obra especializada sobre la base de carreras
cortas o en el nivel medio.
• El ineficaz ordenamiento territorial y la irregular tenencia y
titularización de propiedades pueden generar futuros conflictos y
divisiones.
• Respecto del factor financiero, se identifica la falta de crédito y de
instrumentos financieros adecuados para la minería, al tiempo que
las empresas en actividad no están preparadas para cumplir con las
exigencias bancarias para acceder a los producto financieros actuales.

479
CONCLUSIONES

A través del Programa Lajas y Tobas, el Estado pretende fortalecer y


promover las asociaciones de productores mineros de lajas en el territorio
jujeño, optimizando el proceso productivo en sus diferentes etapas. El
objetivo es mejorar la producción de laja para que alcance un rango
industrial, ya que estarían dadas las condiciones.
Las principales beneficiarias del programa son las comunidades de la Puna,
la Quebrada y los Valles.
Como se mencionó, uno de los pilares del programa es fomentar el trabajo
comunitario mediante la conformación de cooperativas mineras de
productores de lajas, con la participación de los pobladores de las
comunidades involucradas.
El Gobierno ofrece el marco, pero son los productores los artífices del
emprendimiento. Así, la mejor voluntad no es suficiente: ellos deben
involucrarse, disponerse a aceptar cambios. De otro modo, el proyecto no
logrará los resultados esperados.
De la experiencia vivida se desprende que el factor humano es muy
importante. La gente del lugar está identificada con las labores, que forman
parte de su cultura originaria, y con las formas de subsistencia. Desde antes
de la llegada de los españoles, estos pueblos eran agricultores, ganaderos y
mineros. No obstante, se verificó que solo en contadas ocasiones la
cooperativa ya se encontraba en funcionamiento. De hecho, los pobladores
y productores desconocen de qué se trata una cooperativa, y muchas de las
comunidades originarias no están dispuestos a aceptar formas de
producción diferentes a las que poseen, ni a contratar trabajadores
adicionales o fuera del ámbito familiar. El asociativismo no existe.
Se observa que los mecanismos de reciprocidad están presentes en el
sistema económico de las pequeñas comunidades puneñas. La imposición
de políticas exógenas implica comercializar sus productos y cambiar sus
formas tradicionales de producción y su consiguiente estilo de vida, lo cual
lleva a las poblaciones autóctonas a entrar en un sistema de competitividad
que en cierta medida colisiona con sus costumbres.
Es importante mencionar las posibilidades de desarrollo y de capacidades
locales, dado que son pocos los artesanos hábiles y colocadores
experimentados. Es un oficio prácticamente perdido. En este sentido, es
clave encarar la formación de técnicos para el trabajo en las explotaciones,
como también su difusión entre ingenieros, arquitectos y colocadores para
su utilización en el sector de la construcción.

480
481
482
DESCRIPCIÓN DE LA ZONA DEL RAMAL

Rosana Patricia Virgili

Introducción

La zona productiva conocida como el Ramal comprende los departamentos


de San Pedro, Ledesma, Santa Bárbara y Valle Grande, con una superficie
total de 10.809 km2, lo que representa el 20,3% de la superficie provincial.
En el Ramal habitan 175.746 personas 1, lo que equivale al 26,9% del total
de la provincia de Jujuy, con una densidad poblacional de 16,3 hab/km 2. La
superficie potencial con suelos con aptitud agrícola en el Ramal hacen un
total 345.924 hectáreas, lo que representa el 6,5% de la superficie total de
Jujuy2.
Históricamente, la actividad agropecuaria de esta zona se sustentó en la
producción de caña de azúcar. En los últimos 60 años, las producciones
alternativas han sido los cítricos y las hortalizas, aunque con el transcurrir
de los años se fueron incorporando nuevos cultivos y procesos productivos
alternativos dentro de cada grupo. En la década de 1980, con la expansión
de la frontera agropecuaria, se instaló el cultivo de poroto.
El aprovechamiento productivo de las tierras de esta región es realizado
mediante cultivos intensivos bajo riego.

Caracterización de la zona

El relieve de la zona de mayor productividad agrícola del ramal ocupa una


franja alargada de norte a sur al pie de las serranías mayores de las sierras
subandinas. Los pedemontes húmedos están formados por planos inclinados
adosados a las sierras que se proyectan desde el relieve montañoso con
gradiente del 10% hasta el desagüe fluvial. La formación vegetal
sobresaliente corresponde al bosque de transición. El clima de la zona
pedemonte con cultivos subtropicales y de primicia se caracteriza por la
baja frecuencia de heladas, existiendo algunos lugares en donde este
fenómeno no tiene incidencia agrícola. Esta particularidad y las
relativamente favorables temperaturas permite una agricultura de
contraestación o primicia.
1
INDEC, Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2001.
2
INDEC, CNA 2002.

483
La región ubicada el pie de las serranías se ve favorecida por el efecto
orográfico que aquellas producen sobre las precipitaciones, las que alcanzan
los 1.000 mm anuales. La temperatura del mes más cálido llega a 27,7º C,
y la del mes más frío se ubica en 14,8º C3.
Los departamentos que conforman la región del Ramal son San Pedro,
Ledesma, Santa Bárbara y Valle Grande.
La zona en estudio presenta varias zonas agroeconómicas homogéneas
(ZAH) con una amplia gama de condiciones ambientales, económicas y
sociales que posibilitan o condicionan el desarrollo de diversos sistemas de
producción. Se distinguen las siguientes ZAH:
• Pedemontes con cultivos subtropicales. Es la zona de mayor
importancia, pues allí se asientan los centros poblados (San Pedro, La
Mendieta, La Esperanza, Lib. Gral. San Martín, Fraile Pintado, Yuto,
Santa Clara, El Piquete y Palma Sola), industrias y complejos
agroindustriales cañeros. Están presentes sistemas productivos
trascendentes para la economía provincial, como la producción de
caña de azúcar, cítricos (naranjas y pomelos), frutales tropicales
(banano, palto, mango y papaya) y hortalizas en contraestación
(tomate y pimiento, entre otras).
• Laderas orientales y sierras subandinas con ganadería y
forestales. Ocupan una porción importante del territorio. Por su
relieve escarpado, la zona no es apta para la producción agrícola sino
que se destina a la producción y explotación forestal y a la ganadería
de monte. Dentro de esta ZAH se encuentra el Parque Nacional
Calilegua.
• Valles templados con cultivos intensivos. En el extremo sur del
departamento San Pedro se observa la introducción de una cuña de
esta ZAH. Este espacio no dispone de infraestructura para riego para
la producción de cultivos intensivos. Por este motivo, se destina a la
producción de cultivos extensivos de verano “a secano”, como granos
(maíz y sorgo), oleaginosas (soja) y principalmente legumbres
(porotos).
• Chaco semiárido con ganadería y forestales. Se detecta una
pequeña porción de la ZAH Chaco semiárido en el extremo noreste
del departamento de Santa Bárbara. Por su limitante hídrica y falta
de infraestructura para riego, esta porción de territorio se destina a
ganadería de monte y explotación forestal4.
Las principales producciones, pertenecientes a los sectores más dinámicos
de la economía regional (caña de azúcar, hortalizas de primicia y legumbres
de verano), se caracterizan por la incorporación al proceso productivo de
modernas tecnologías, basadas en el uso de nuevos materiales genéticos,
maquinarias, infraestructura de riego y de producción (invernaderos) y, en
el caso de la caña de azúcar, procesos integrados por un importante
agregado de valor.
3
Piccolo, Giorgetti y Chavez, 2008.
4
Plan tecnológico regional 2009-2011. INTA, Centro Regional Salta-Jujuy.

484
Las otras actividades productivas son cítricos (50% de naranjas, 20% de
limones, 20% de mandarinas y 10% de pomelos), hortalizas de
contraestación, basada fundamentalmente en solanáceas (tomates,
pimientos, berenjenas) y maíz para choclo, frutas tropicales (mango, palta,
papaya y chirimoya) y frutales de carozo de bajo requerimientos de horas
de frío.
Respecto de la radicación de empresas agroindustriales en el área, se
destaca la actividad citrícola. La empresa Ledesma, instala en la ciudad de
Lib. Gral. San Martín posee una planta industrial de extracción de jugos
concentrados y aceites esenciales. En este territorio se asientan los tres
Ingenios azucareros. El mayor de ellos, Ledesma, concentra el 73% de la
producción azucarera de la provincia y el 16% del total nacional. La
industria está representada fundamentalmente por los derivados de la caña
de azúcar; existen tres complejos agroindustriales que producen caña de
azúcar y también alcohol y papel.
Otras de las actividades industriales es la producción de maderas aserradas,
fabricación de muebles, cajones para la producción frutihortícola y pallets
para exportación.
En San Pedro de Jujuy se encuentra la empresa Otito, en cuya planta
industrial se procesan frutas y hortalizas. En Palma Sola, El Piquete y Yuto
existen plantas de procesamiento de triturado de tomate con una tecnología
media.

Departamento de San Pedro de Jujuy

Caracterización

El departamento de San Pedro se especializa en la actividad


manufacturera y, en menor medida, en servicios, actividades que en
conjunto representan el 87,6% del empleo del departamento.
La ciudad de San Pedro, cabecera del departamento, tiene 55.000
habitantes y es la segunda de la provincia.
El comercio es principalmente para el abastecimiento local. Destacan la
actividad municipal y los servicios vinculados al complejo azucarero.
Existe también actividad hortícola en la periferia de la ciudad.
Por las condiciones agroecológicas favorables, la caña de azúcar aporta
aproximadamente el 30% de la superficie implantada del cultivo.
En cuanto a la actividad agrícola se destacan las frutas tropicales y los
cítricos (naranjas, mandarinas y pomelos), cuyos frutos alcanzan un
gran prestigio. Se cultivan también en los departamentos Ledesma y
Santa Bárbara.

485
Situación sociodemográfica

El departamento San Pedro contaba con una población de 71.037 habitantes


al 2001, siendo el cuarto de mayor población de la provincia, y presentaba
una densidad de 33,34 hab/km2. Los indicadores sociales muestran un
27,7% de hogares y un 30,9% de personas con necesidades básicas
insatisfechas (NBI), los porcentajes más bajos de la región del Ramal.
Respecto de la cobertura social, el 49,9% de la población dispone de obra
social y/o plan de salud privado o mutual, lo que ubica al departamento en
el segundo lugar a nivel provincial. El 42,1% de la población mayor de 65
años no percibía jubilación o pensión.
En cuanto a los servicios básicos de los hogares, el 32,6% no posee cloacas,
el 11% no posee electricidad, el 11,2% no tiene acceso al agua corriente y
el 48% no posee gas natural.
Los datos sobre situación educativa muestran que el 20,8% de la población
carece de instrucción y el 82,37% no completó la secundaria.

Departamento de Santa Bárbara

Caracterización

El departamento de Santa Bárbara se especializa en la actividad primaria


(agricultura, ganadería, casa y silvicultura), la cual explica el 51,6% del
empleo. El sector secundario representa el 8,8%, uno de los más bajos a
nivel provincial.
En referencia a la actividad agrícola y ganadera se destaca la producción de
caña de azúcar, cítricos, hortalizas y legumbres. Las plantaciones citrícolas
representan el 25,7% del total provincial. Este es uno de los departamentos
con mayor número de cabezas de ganado vacuno, con 12.129 ejemplares,
el 14,6% del total provincial, mientras que el porcino reúne 2.106 cabezas,
el 21,4% del total de Jujuy5.

Situación sociodemográfica

Este departamento reúne el 8,4% de la población jujeña, con una densidad


de 3,8 hab/km2, muy por debajo del promedio del Ramal.
Después de Valle Grande, tiene los indicadores sociales más bajos de la
región. El 42% de los hogares y el 46,2% de la población están en situación
de NBI; el 63,6% no tiene cobertura social, y el 63,7% de los mayores de
65 años no perciben jubilación o pensión, porcentaje que es el más alto de
la zona del Ramal.

5
INDEC, CNA 2008, datos provisorios a abril de 2010.

486
Respecto de los servicios, el 70,7% de los hogares no tiene cloacas, el 7,7%
no dispone de electricidad y el 10,7% no posee agua corriente.
Adicionalmente, el 100% de los hogares no poseen gas natural.
En cuanto al nivel educativo, el 20% de la población carece de instrucción y
el 93% no finalizó la secundaria.

Departamento de Ledesma

Caracterización

El departamento de Ledesma muestra una especialización en el sector


manufacturero. En su cabecera, Lib. Gral. San Martín, excede de las principales
plantas industriales de procesamiento de caña de azúcar y cítricos del complejo
agroindustrial Ledesma, principal actor del sector. El total de hectáreas
implantadas con caña de azúcar alcanza las 41.181,7, que representan el
65,78% del total de Jujuy.
En Calilegua y otras zonas fértiles hay plantaciones de naranja, mandarina,
pomelo, limón y palta. La fruta es procesada en una planta moderna y en una
fábrica de jugos concentrados y aceites esenciales que abastecen al mercado
interno y externo. Con una producción de 75.400 toneladas en 2007, Ledesma
es el primer productor y exportador de naranjas de la Argentina, con el 8% del
total nacional.
El bagazo de la caña de azúcar se utiliza para la producción de celulosa y papel.
La empresa Ledesma creció hasta convertirse en el principal productor del papel
obra y de escritura del país.

Situación sociodemográfica

Este departamento tiene 75.716 habitantes, lo que equivale al 12,37% de la


población de Jujuy, y su la densidad poblacional es de 23,3 hab/km 2.
Con respecto a los indicadores sociales, el índice de NBI alcanza al 30,1%
de la población y al 33,4% de los hogares.
El 54,2% de la población no tiene obra social y/o plan de salud privado o
mutual, y el 42,8% de los mayores de 65 años no perciben jubilación o
pensión. Respecto de los servicios, el 23% de los hogares no posee cloacas,
el 7,7% no dispone de electricidad y solo el 2,6% no tiene acceso a agua
corriente. Adicionalmente, el 53,1% de los hogares no posee gas natural.
Del total de la población, el 21,92% no posee instrucción, y el 84,94% no
finalizó la secundaria.

Departamento de Valle Grande

Caracterización

487
El departamento de Valle Grande se especializa en la actividad primaria
(agricultura, ganadería, casa y silvicultura), la cual explica el 36% de los
puestos de trabajo.
La agricultura y la ganadería a pequeña escala son los pilares de la
economía del lugar. En cuanto a la agricultura, el cultivo más importante
son las hortalizas, aunque sin relevancia a nivel provincial. Respecto de la
ganadería, tiene cierta importancia el ganado bovino, con un 11,6% del
total provincial, y en mucha menor medida el ganado ovino.
El clima es propicio para el desarrollo del turismo, pero para ello sería
necesario mejorar la infraestructura existente.
En Valle Grande se constató la existencia de reservas mineras, como
yacimientos de plomo, carbón de piedra, mantos de cal y yeso, con indicios
de que es posible hallar oro, plata y estaño.
La vegetación es variada y frondosa, importantes recursos forestales para
ser explotados.

Situación sociodemográfica

Este es el segundo departamento menos poblado de la provincia, con 2.386


habitantes y una densidad de 2,5 hab/km2.
Los indicadores sociales son los más bajos de la región. Las NBI alcanzan al
46,5% de los hogares y el 47,2% de la población. El 69,20% no tiene obra
social y/o plan de salud privado o mutual, y el 50% de los mayores de 65
años no percibe jubilación o pensión.
En cuanto a los servicios, el 100% de los hogares no tienen cloacas, el
52,92% no dispone de electricidad y no existe el agua corriente ni el gas
natural.
En el aspecto educativo, el 33,61% de la población carece de instrucción y
el 96,4% no terminó la secundaria.

SITUACIÓN LOCAL

La incorporación de nuevas alternativas productivas se caracteriza por su


discontinuidad y por las dificultades inherentes al inicio de los diferentes
procesos de la producción (disponibilidad de información técnica de base,
insumos, infraestructura, canales de comercialización). Esto último hace que

488
muchas de las alternativas no lleguen a consolidarse, debido al escaso o
incipiente desarrollo de los eslabones de los diversos procesos productivos.
Los productores buscan alternativas productivas cuando se produce una
desestabilización de la rentabilidad de la producción de los cultivos
tradicionales, y una vez superada esta restricción se vuelve a ellos.
Desde el punto de vista socioeconómico, se busca desarrollar un
encadenamiento productivo en toda la etapa de la cadena de valor que
amortigüe el desequilibrio temporal que genera la estacionalidad de las
producciones primarias6.

Actividad agrícola y ganadera7

Sistemas productivos, según actividad predominante 8

• Hortícola. Comprende 264 fincas que dedican más del 80% de la


superficie al cultivo de hortalizas, siendo esta su principal actividad
económica. Estas explotaciones poseen un promedio de 10 hectáreas.
En su mayoría en propiedad y arriendo, la orientación productiva es
la horticultura de primicia con destino al mercado regional y nacional.
El principal cultivo es el tomate perita y redondo, seguido en
importancia por el pimiento fresco, el choclo, la berenjena, la papa, el
zapallito y la chaucha. La mano de obra es familiar, con contratación
eventual de trabajadores asalariados en las fincas de mayor tamaño.
La mayor producción se presenta en los departamentos de San Pedro
y Santa Bárbara.
• Porotera. Esta actividad totaliza 34 fincas de más de 100 hectáreas
cada una, que dedican más del 80% de su superficie al cultivo de
legumbres, principalmente poroto blanco y negro. Utilizan mano de
obra familiar combinada con la asalariada.
• Frutícola. Comprende 41 fincas que dedican más del 80% de su
superficie al cultivo de frutales, especialmente cítricos y duraznos,
siendo esta su principal actividad económica. Estas explotaciones
poseen un promedio de 50 hectáreas. Utilizan mano de obra
asalariada en una mayor proporción que la familiar. Las principales
frutas son naranjas, pomelos, limones y duraznos.
• Frutihortícola. Comprende 55 fincas que dedican más del 80% de su
superficie al cultivo conjunto de frutales y hortalizas, siendo esta
combinación su principal actividad económica. Poseen entre 10 y 15
hectáreas en producción en propiedad y arriendo, y utilizan mano de obra
familiar y asalariada. Las principales producciones frutales son naranja,
6
Regazzoni y otros, 2010.
7
Los datos presentados a continuación se basan en el Censo Nacional Agropecuario 2002 (INDEC).
8
Piccolo, Giorgetti y Chávez, 2008. INTA Salta-Jujuy.

489
pomelo y mandarina, y en hortalizas, tomate, pimiento, papa y
berenjena.
• Cañera. Se contabilizan 32 establecimientos que dedican más del
80% de su superficie al cultivo de la caña de azúcar, siendo esta su
principal actividad económica. Estas fincas poseen entre 200 y 500
hectáreas, y predomina la mano de obra de obra asalariada.
• Maicera diversificada. Se contabilizan 25 fincas que dedican más
del 80% de su superficie al cultivo conjunto, de maíz y/u hortalizas
y/o legumbres y/o frutales y/o caña de azúcar, siendo esta
combinación de cultivos su principal actividad económica. Poseen en
promedio 3 hectáreas, y predomina la mano de obra familiar con
contrato de mano de obra asalariada de manera eventual.
• Ganadería bovina. Totaliza 36 explotaciones que dedican más del 80%
de su superficie a la cría de ganado mayor, su principal actividad. Estas
fincas poseen más de 500 hectáreas, la mayoría en propiedad y con
rodeos de 100 animales. Combina la mano de obra familiar y asalariada.
La actividad ganadera se orienta a la cría y recría de animales.
• Ganadería mayor y menor. Totaliza 12 fincas que dedican más del
80% de superficie a la cría de ganado vacuno, ovino y caprino, siendo
esta su principal actividad económica. Estas explotaciones poseen en
promedio más de 150 hectáreas en propiedad y arriendo, y rodeos de
130 animales, compuestos principalmente de ganado bovino.
Combinan mano de obra familiar y asalariada. La ganadería bovina se
orienta a la cría y recría de animales, y el ganado menor se orienta al
mercado y autoconsumo.
• Ganadería mayor / hortícola. Se contabilizan 11 fincas que
dedican más del 50% de superficie a la cría de ganado bovino y el
resto la destinan al cultivo de hortalizas, siendo esta combinación su
principal actividad económica. Estas explotaciones poseen en
promedio 10 hectáreas y 20 cabezas de ganado.
• Maicera / porotera / ganadería mayor y menor. Se contabilizan
5 fincas que dedican más del 50% de su superficie al cultivo de maíz
y/o poroto y el resto de su superficie a la cría de vacuno y ovinos,
ovinos y/o caprinos, siendo esta combinación su principal actividad
económica. Estas explotaciones poseen 400 un promedio de
hectáreas y los rodeos 20 cabezas en promedio.

Sistemas productivos, según superficie y nivel tecnológico

Esta tipificación fue desarrollada para actividades productivas que requieren


de riego y se asientan en la zona agroeconómica homogénea del

490
pedemonte9. Se pueden definir seis modelos básicos10, que se describen a
continuación.
• Pequeños productores hortícolas. Son productores que tienen
entre 1 y 10 hectáreas de superficie cultivada, con la horticultura
como actividad económica dominante. Esta clasificación
comprende a productores de los sistemas de riego de Santa Clara,
Acheral, Palma Sola y Fraile Pintado, la mayoría de los cuales son
arrendatarios (“arrenderos” y/o “medieros”, según la
denominación local). Solo una pequeña parte de ellos poseen
tractor, el que generalmente es de escasa potencia (50 a 60 HP) y
de más de 20 años de antigüedad.
• Pequeños productores fruticultores y/o mixtos. Este modelo
incluye a productores del estrato de entre 1 y 10 hectáreas que son
propietarios de la tierra y combinan cultivos perennes, especialmente
citrícolas (algunos también durazno) con alguna producción anual
como hortalizas y/o tabaco.
• Medianos productores fruticultores, horticultores o mixtos.
Son explotaciones con una superficie cultivada de entre 10,1 y 25
hectáreas. Los productores hortícolas tienen una superficie
promedio de 15 hectáreas, en tanto que los frutícolas presentan
una superficie promedio de 20 hectáreas plantadas con cultivos
perennes (citrus) y se caracterizan por no estar integrados al
circuito empacador-exportador. En todos los casos, son
propietarios de la tierra y disponen de un equipamiento en
infraestructura y maquinaria, a veces obsoleto pero suficiente
para llevar a cabo la explotación de la tierra en las condiciones
tecnológicas predominantes de la zona.
• Medianos productores cañeros. Estas explotaciones son
exclusivamente de caña de azúcar. La forma de tenencia
predominante es la propiedad o el arriendo plurianual, y la superficie
promedio oscila entre las 40 y las 100 hectáreas cultivadas.
• Grandes productores integrados. Están incluidas aquí las
explotaciones con aproximadamente 40 hectáreas de cultivos
hortícolas, o con más de 100 de producción frutícola (especialmente
citrícolas) o mixta (hortícolas y frutales). Si bien la variable
superficie es importante en la clasificación, la principal característica
de estos productores es que se encuentran integrados al circuito
comercial (producción, cosecha, post-cosecha, procesamiento y
comercialización nacional y/o internacional). Poseen galpones de
packing y procesan su propia producción y la de terceros.
• Grandes productores cañeros. Son productores exclusivamente
cañeros, propietarios o arrendatarios plurianuales, con una superficie
promedio superior a las 200 hectáreas con cultivos de caña de
azúcar.
9
Según clasificación del INTA.
10
Alvarado, 2006.

491
Potencialidades de mercado de las producciones del Ramal

Desde 1999, la provincia de Jujuy conforma junto a otras provincias del


NOA y NEA la llamada región Norte Grande Argentino (NGA), que reúne a
7.536.005 habitantes, el 20,78% de la población total del país 11.
Si analizamos los diferentes productos que propone la zona del Ramal, se
infiere que hortalizas, citrus y azúcar presentan perspectivas favorables en
mercados tradicionales. Para estos y otros productos existen canales
comerciales activos para su colocación. Los problemas comerciales
existentes aparecen más vinculados con las estrategias que asumen los
productores y operadores para acceder a los mercados y obtener mejores
precios.
Las hortalizas de primicia, como el tomate, son de las principales especies
producidas y comercializadas, seguidas por el maíz para choclo, el zapallito
de tronco, los pimientos, el poroto, la chaucha y las berenjenas, entre otros,
siendo una actividad muy importante como generadora de trabajo.
La comercialización está dirigida esencialmente al mercado nacional de
consumo en fresco. La oferta se caracteriza por un producto de calidad y
por su atomización. Los pequeños productores suelen vender en las ferias
locales, regionales y a intermediarios. Los productores que obtienen
volúmenes importantes venden mediante contratos o a consignación para
mercados regionales y nacionales.
La citricultura es también una de las actividades importante de la zona. El
principal producto es la naranja, seguida por la mandarina y actualmente el
limón, debido a los buenos precios internacionales.
Para poder exportar, los productores deben cumplimentar con las normas
del SENASA. La producción de azúcar se destina al mercado externo e
interno. La provincia de Jujuy cuenta con rendimientos y un grado de
tecnificación que la colocan en situación de competitividad favorable
respecto a otras provincias e incluso con la producción del Mercosur.

Comercialización en el mercado interno

La comercialización dirigida al mercado local no tiene mayores exigencias y


maneja precios inferiores a otros competidores.
El mercado interno posee características particulares, pues la oferta
atomizada encarece los costos del intermediario, quien se cubre con
descuentos excesivos en el precio que paga al productor. La marginalidad
impositiva impide el acceso a algunos canales formales de comercialización,
por lo que se hace indispensable la presencia de un actor que legalice la
comercialización, el intermediario, que tiene poder sobre el productor.
11
INDEC, Censo 2001.

492
En términos generales, la producción de primicia va perdiendo
posicionamiento relativo como oferta en los mercados por la aparición de
invernaderos en los cinturones hortícolas de las grandes ciudades.
El nivel organizativo del sector es incipiente, dificultando la planificación, el
diseño y la ejecución de un plan de comercialización que dé origen a una
estrategia de diferenciación positiva.

Comercialización en el mercado externo

La ubicación geopolítica de esta región es equidistante en aproximadamente


1.000 kilómetros de los centros consumidores más importantes de
Argentina y países limítrofes, poblaciones que superan el millón de
habitantes. como Buenos Aires, Córdoba y Rosario en Argentina, Santa Cruz
de La Sierra en Bolivia, Asunción en Paraguay e Iquique, Calama y
Antofagasta, en el norte de Chile. Sin embargo, el desconocimiento de las
reglas y normas de los distintos mercados y de los productos demandados
son limitaciones para el desarrollo del mercado externo.

Aspectos socioculturales

Datos poblacionales

Según el Censo Poblacional 2001, los tres departamentos de la región,


cuentan con un total de 163.868 habitantes, de los que 82.061 (50,1%) son
varones y 81.807 (49,9 %) son mujeres.
La población de los departamentos de San Pedro, Ledesma y Santa Bárbara
representa el 24,0 % de la población provincial (611.888 habitantes).
Los datos muestran un crecimiento de la población urbana y rural agrupada
en el período 1991-2001. La población urbana supera ampliamente a la
rural: 94,55% frente al 5,50%.

493
Cuadro 1. Distribución de la población total, urbana y rural

Participación relativa
Población
de la población (%)
Departamento
Urbana Rural Urbana Rural

Ledesma 73.726 1.990 97,40 2,60


San Pedro 67.910 3.127 95,60 4,40
Santa Bárbara 13.234 3.881 77,30 22,70
Totales 154.870 8.998 94,55 5,50
Fuente: INDEC, Censo 2001.

En el análisis de las necesidades básicas insatisfechas del Ramal, se observa


que el departamento de Santa Bárbara tiene índices de hogares y población
con NBI12 que superan al provincial y regional: 46,2% de los habitantes y
42% de los hogares. Le siguen Ledesma y San Pedro, que también superan
siempre los niveles provinciales. En promedio, la región del Ramal
representa un 33% de hogares de la provincia con NBI y un 36,8% con
respecto al provincial.

Cuadro 2. Hogares y población con NBI

Hogares Población

Departamentos Total NBI (2) % Total NBI (2) %

Ledesma 16.906 5.087 30,10 75.515 25.250 33,40


San Pedro 17.002 4.711 27,70 70.851 21.889 30,90
Sta. Bárbara 3.782 1.588 42,00 17.086 7.890 46,20
Total 141.631 37.028 26,10 608.402 175.179 28,80
Fuente: INDEC, Censo 2001.

12
Las necesidades básicas insatisfechas (NBI) están definidas según la metodología utilizada en «La
pobreza en la Argentina», Serie Estudios INDEC N.° 1, Buenos Aires, 1984. Los hogares con NBI son los
que presentan al menos uno de los siguientes indicadores de privación: Hacinamiento: hogares que
tuvieran más de tres personas por cuarto. Vivienda: hogares en una vivienda de tipo inconveniente
(pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo, lo que excluye casa, departamento y rancho).
Condiciones sanitarias: hogares que no tuvieran ningún tipo de retrete. Asistencia escolar: hogares que
tuvieran algún niño en edad escolar (6 a 12 años) que no asistiera a la escuela. Capacidad de
subsistencia: hogares que tuvieran cuatro o más personas por miembro ocupado y, además, cuyo jefe
no haya completado tercer grado de escolaridad primaria.

494
Educación

En el Ramal, el 36,33% de la población mayor de tres años asiste a la


escuela, porcentaje que desciende al 29,6% entre los jóvenes de 18 a 24
años. Por otra parte, apenas el 6,96% de los mayores de 18 reciben
educación superior o universitaria.
En cuanto a los niveles de instrucción alcanzados en la población mayor de
15 años, se advierte que en Santa Bárbara, el 10% no posee instrucción (el
53% son mujeres); en San Pedro el 6% no tiene instrucción (el 61% son
mujeres), y en Ledesma, el 6% no tiene instrucción (el 63% son mujeres).
La instrucción de la población mayor a 15 años es inferior a la provincial en
todos los niveles, con excepción del terciario completo o universitario, que
comparte la media de Jujuy.

Fuerza laboral13

En el ramal la fuerza laboral está constituida por mano de obra no


calificada, informal (corresponde a países limítrofes, sobre todo Bolivia) y
familiar, donde no solo las personas adultas del grupo trabajan sino que
también los niños desempeñan tareas en el predio.
Los actuales sistemas productivos se caracterizan por una alta demanda de
mano de obra, de la cual proviene una proporción importante de Bolivia y
de zonas poco desarrolladas de Argentina, como el Chaco. Ciertas
organizaciones sociales conformadas por personas carenciadas de origen
rural generan estrategias asociativas que presionan sobre el Estado para
acceder a tierras productivas fiscales. Una vez logrado esto, estas
organizaciones se transforman en otras que sustentan intereses de los
pueblos originarios, para así disponer de la ayuda económica ofertada por
planes estatales provinciales y/o nacionales.
Se detectan los siguientes inconvenientes: escasez de mano de obra,
competencia con los planes asistenciales, bajos salarios, baja calificación y
alto costo de movilidad. Además, las actividades agropecuarias tienen alta
absorción de mano de obra y escasas posibilidades de acceso a alternativas
de mecanización.

13
Elaboración propia a partir de encuestas, Regazzoni, 2010.

495
Características de la producción y los productores del Ramal

Descripción de las explotaciones agropecuarias (EAP)

En la zona del ramal existe un total de 1.639 EAP, de las cuales 1.564 son con
límite definido y 75 sin límite definido. Sin embargo, estos datos resultan útiles
solo a título informativo, ya que el Censo Nacional Agropecuario no define el uso
de las explotaciones. De modo que solo es posible inferir la superficie
implantada en todas y cada una de las localidades del Ramal, pero no la
cantidad de EAP con esas dimensiones.

Cuadro 3. Cantidad de EAP y superficies implantadas


en el ramal y la provincia de Jujuy
Años 2002-2008

Cantidad Superficie (ha)

CNA 2002 CNA 2008 CNA 2002 CNA 2008

Ramal 3.202 3.278 593.987,40 552.969,10


Total provincial 8.983 s/d 1.282.062,50 s/d
Fuente: INDEC, CNA 2002 y CNA 2008, datos provisorios a abril de 2010.

Según el CNA 2002, en la provincia de Jujuy hay un total de 8.983 EAP, de las
cuales el 35,54% corresponden al Ramal. En superficie, esta región ocupa el
46,33% del total de hectáreas ocupadas por todas las EAP de la provincia.
En el período comprendido entre los dos CNA, se observa un incremento del
número de EAP en un 2,31%, pero no en la superficie, en donde se observa una
disminución de hectáreas implantadas del 6,9% en el Ramal.
El incremento de número de EAP en el Ramal corresponde sobre todo a los
departamentos de Ledesma (Fraile Pintado) y Santa Bárbara.

496
Cuadro 4. Cantidad y superficies de EAP en el Ramal, por departamento

EAP

Departamento Localidad Cantidad Superficie (ha)

2002 2008 2002 2008


Ledesma 397 870 206.042,7 194.069,5
Caimancito 64 61 511,9 143,6
Calilegua 3 0 6,6 0,0
Fraile Pintado 198 731 50.665,2 190.666,1
Lib. Gral. San Martín 2 1 149.944,6 1.000,0
Yuto 130 77 4.914,4 2.259,8
San Pedro 279 248 187.942,9 161.431,1
La Esperanza 51 25 74.333,5 69.521,5
La Mendieta 32 13 28.476,6 30,0
San Pedro de Jujuy 147 110 74.706,4 46.068,9
Arrayanal 13 5 --- 2.362,0
Rodeito 2 50 3.573,0 39.843,1
Rosario de Río Grande 34 45 6.853,4 3.605,6
Santa Bárbara 481 521 133.174,0 197.468,5
El Talar 1 16 --- 41,0
Palma Sola 213 240 36.674,1 115.180,0
Santa Clara 56 69 22.771,2 21.590,5
El Fuerte 36 52 --- 21.792,0
El Piquete 39 52 22.635,0 36.230,0
Vinalito 136 92 51.093,7 2.635,0
Valle Grande 444 66.827,8 ---
Caspalaá 96 16.954,8 ---
Pampichuela 116 12.940,0 ---
San Francisco 80 1.890,4 ---
Santa Ana 90 24.821,1 ---
Valle Grande 62 10.221,5 ---
Total 3.202 3.278 593.987,4 552.969,1
Fuente: INDEC, CNA 2002 y CNA 2008, datos provisorios a abril de 2010.

497
Sector hortícola

La diversificación de especies dentro del sector hortícola del Ramal se


caracteriza por su alta movilidad y rotación, siendo la planificación de las
actividades productivas basada generalmente en la expectativa generada
por los precios alcanzados durante la campaña anterior, formados en el
mercado por el libre juego de la oferta y demanda. Es así que no se puede
hablar de diversificación contemplando solo rubros productivos que
conforman el grupo de hortalizas al comparar guarismos entre censos.

Cuadro 5. Superficie de hortalizas implantadas


En hectáreas

Provincia
Hortalizas Ramal
de Jujuy
Acelga 9,4 97,5
Achicoria 0,3 1,6
Ají 19,5 27,5
Ajo 0,4 121,5
Alcaucil 0,0 0,3
Apio 2,9 22,8
Batata 11,3 24,2
Berenjena 21,4 22,8
Brócoli 0,2 10,0
Calabaza 0,5 0,9
Cebolla 10,0 145,3
Cebolla de verdeo 3,9 48,1
Chaucha 143,8 167,5
Choclo 154,5 761,9
Coliflor 1,7 5,3
Espinaca 0,1 32,9
Frutilla 0,7 78,0
Haba 3,2 192,6
Lechuga 6,0 168,8
Melón 0,7 4,9
Papa 104,6 404,4
Pepino 1,6 5,2
Perejil 0,4 43,1
Pimiento 168,1 197,6
Remolacha 1,2 37,0
Repollo 1,0 10,5
Sandia 3,3 5,7
Tomate perita 1.126,6 1.245,4
Tomate redondo 421,8 692,8

498
Cuadro 5. Continuación

Zanahoria 15,1 195,9


Zapallito de tronco 458,2 555,8
Zapallito redondo 74,2 118,3
Zapallo anco corianito 26,3 65,3
Otros zapallos 29,9 41,9
Otras hortalizas 22,4 122,5
Total 2.845,2 5.675,8
Fuente: INDEC, CNA 2002 y CNA 2008, datos provisorios a abril de 2010.

En el cuadro 6 se observa el grado de importancia relativa, en función al


mayor grado de superficie implantada, en relación al total provincial.

Cuadro 6. Superficie de las principales hortalizas implantadas en la zona del Ramal


En porcentajes del total provincial

Hortalizas %

Berenjena 93,80
Tomate perita 90,46
Chaucha 85,85
Pimiento 85,07
Zapallito de tronco 82,43
Otros zapallos 71,36
Ají 70,90
Zapallito redondo 62,72
Tomate redondo 60,88
Sandia 57,89
Batata 46,70
Zapallo anco corianito 40,27
Pepino 30,76
Papa 25,86
Choclo 20,27

Fuente: INDEC, CNA 2002 y CNA 2008, datos provisorios a abril de 2010.

499
Cuadro 7. Superficie de hortalizas implantadas en la zona del Ramal,
por departamento

Primera ocupación Segunda ocupación


Departamento % del % del
Ha total Ha total
provincial provincial
Ledesma 1.760,9 33,93 2,0
San Pedro 292,5 5,63 23,5
Santa Bárbara 473,7 9,12 10,7
Valle Grande 44,9 0,86 ---
Total Ramal 2.572 49,55 36,2 4,78
Total provincial 5.190,20 100,00 757,1 100,00

Fuente: Elaboración propia sobre datos del INDEC, CNA 2002 y CNA 2008, datos provisorios
a abril de 2010.

El 69,68% de las hortalizas se cultivan en el departamento de Ledesma,


especialmente en la localidad de Fraile Pintado, que produce el 91,54% del
total departamental y el 63,79% del total producido en la región del Ramal.
Hubo una disminución del 23,35% de la superficie cultivada con hortalizas entre
ambos censos, tendencia que se dio en todos los departamentos y no puede ser
atribuida a la alta movilidad existente en el sector; prueba de ello es que ha
aumentado el número de EAP en las zonas tradicionales de producción.

Cuadro 8. Superficie de hortalizas implantadas en la zona del Ramal,


por departamento
En hectáreas
Años 2002 - 2008

Superficie
Departamento
2002 2008

Ledesma 1.832,5 1.762,9


San Pedro 549,0 316,0
Santa Bárbara 962,4 484,4
Valle Grande 59,0 44,9
Total 3.402,9 2.608,2
Fuente: INDEC, CNA 2002 y CNA 2008, datos provisorios a abril de 2010.

Ledesma
Es en el municipio de Fraile Pintado donde se encuentra la mayor superficie
implantada con hortalizas del departamento de Ledesma, y también la mayor en
comparación al resto del Ramal. El 50% se trata de con extensiones pequeñas,
de hasta 5 hectáreas. A nivel provincial, es el 34% de superficie.

500
San Pedro
Es en el municipio de San Pedro de Jujuy en donde se encuentra la mayor
superficie implantada con hortalizas, cerca del 40%, con extensiones de EAP en
todos los rangos.
Santa Bárbara
Es en el municipio de Palma Sola en donde se concentra la mayor cantidad de
superficie, distribuida en todos los estratos: el 48,1% de la superficie
implantada con hortalizas en primera ocupación, seguido en importancia por la
localidad de Santa Clara, con el 33,6%.
Valle Grande
Los datos de superficie implantada son insignificantes con relación a los
correspondientes a otros municipios. Con datos más representativos, sin
embargo, es importante rescatar que se encuentran extensiones de EAP de
todos los rangos. Se trata de pequeñas explotaciones familiares distribuidas a lo
largo de un relieve de montaña.

Sector frutícola

La zona del Ramal produce el 86,67% de los frutales de la provincia. En algunos


casos, como los de la banana, el mango y la papaya (frutas subtropicales), se
cultivan solo en esta región.
Un caso aparte de ser analizado por su relevancia y trascendencia son los
cítricos, que representan el 88,39% de los frutales que se producen en el
Ramal.

Cuadro 9. Superficie implantada de frutales


En hectáreas

Provincia
Frutales Ramal
de Jujuy
Cítricos 4.971,5 5.317,2
Manzano 0,6 27,9
Durazno 61,2 395,2
Banano 283,3 283,3
Higuera 0,8 28,8
Mango 25,6 25,6
Palto 206,9 269,4
Papayo 68,5 68,5
Tuna 0,1 11,4
Vid de mesa 4,0 56,7
Otros 1,9 5,4
Total 5.624,4 6.489,4
Fuente: CNA 2008, datos provisorios a abril de 2010.

501
Cuadro 10. Superficie implantada de cítricos
En hectáreas

Zona Provincia
Cítricos
del Ramal de Jujuy
Limón 468,3 561,8
Mandarino 895,3 967,8
Naranjo 3.215,5 3.382,5
Pomelo 313,8 326,3
Otros 78,6 78,8
Total 4.971,5 5.317,2
Fuente: CNA 2008, datos provisorios a abril de 2010.

Entre ambos CNA, se observa una disminución del 19,17% en los frutales,
que en el caso de los cítricos alcanza el 21,32%.

Cuadro 11. Superficie implantada de frutales implantadas en la zona del Ramal,


por departamento
En hectáreas

Departamento Superficie

Ledesma 4.067,9
San Pedro 228,0
Santa Bárbara 2.649,6
Valle Grande 13,3
Total 6.958,8
Fuente: INDEC, CNA 2002.

Ante las reducciones de superficie de las producciones de hortalizas y


frutales detectadas entre ambos censos, surge la pregunta sobre cuál fue el
destino de estas superficies que tienen la cualidad de disponer de agua de
riego. A partir de ello se analiza las superficies de otras actividades
productivas que demanden riego para su desarrollo y se comparan los datos
del principal cultivo de la región, la caña de azúcar, que experimentó un
incremento de 7.683,8 hectáreas entre ambos censos, lo que sugiere que
las áreas destinadas antes a frutales y hortalizas se volcaron hacia este
cultivo.

502
Producciones alternativas

Entre los cultivos tropicales tradicionales como banana, palta y mango, se


está trabajando en la incorporación de cultivos tropicales menores
(alternativos), como papaya, guayaba, chirimoya, macadamia, maracuyá y
nuez de pecán. Se estima que existen 100 hectáreas de papaya entre los
departamentos de Orán, San Martín y el Ramal, dentro de la región
subtropical. En relación a los otros cultivos mencionados, aún se encuentran
en faz experimental, desarrollándose en las fincas de productores que ceden
sus tierras para tal fin.
Entre los frutales están los de carozo (duraznos y pelones), cultivos que se
enmarcan en el Proyecto Nacional de Fruticultura, Frutales de Carozo, del
INTA.
Entre los cultivos hortícolas que se están trabajando de manera
experimental en el Ramal están el tomate árbol, la acerola (para jugos) y el
maracuyá (para dulces).
Entre las forrajeras anuales, desde hace 5 años varios productores de San
Pedro nestá desarrollando el cultivo de sorgo para escoba.
También hay nuevas propuestas en cuanto a especies aromáticas y
edulcorantes, como orégano, lavanda, menta y stevia.
En los municipios de Vinalito y El Talar se desarrolla producción de maní,
cultivo en el que existe un cierto grado de industrialización, ya que de
manera experimental y con algunas prácticas en campos de productores se
utilizan máquinas de separación y para el tostado. Estos trabajos datan de
una antigüedad de 5 años, con lo cual se puede hablar de una
industrialización primaria en su etapa inicial.
La apicultura tuvo su auge hace 5 años, pero hoy es una alternativa que
exige de técnicas de manejo para evitar enfermedades. Existen algunos
proyectos llevados a cabo por el Consejo de la Microempresa, el gobierno
provincial y el Proyecto Nacional de Apicultura del INTA. Este último
organismo, a través de su Proyecto Nacional de Legumbres, impulsa
también la producción de garbanzos y lentejas.
Existen ensayos relacionados con la producción de especies nativas
forestales, y otro rubro que está creciendo es el de los animales de granja
(conejos y gallinas ponedoras).
Entre los cultivos alternativos, pero como un cambio en el manejo en la
producción de los tradicionales, se encuentra la agricultura orgánica de
frutales y hortalizas, y la producción orgánica de animales de granja.

503
Cuadro 12. Análisis de restricciones de las producciones alternativas para el Ramal

inviernoLegumbres de

Animales de granja
Frutas subtropicales
Tomate árbol

Aromáticas

Forestales
Apicultura
Stevia sp.
Duraznos
Restricciones

Necesidad de superficie + + + ++ ++ + +++ +++ +


Disponibilidad local de insumos ++ ++ ++ +++ +++ + + ++ ++
Apoyo técnico de instituciones del medio ++ + + ++ ++ + + ++ +
Nivel tecnológico requerido + +++ +++ ++ + ++ ++ + ++
Necesidad de mano de obra especializada + +++ +++ ++ + ++ + + ++
Necesidad de inversiones + +++ +++ ++ ++ + + ++ +
Necesidad de infraestructura + ++ ++ ++ ++ ++ + + ++
Acceso a canales de comercialización +++ + + ++ +++ ++ + ++ +
Nivel de exigencia del mercado + +++ +++ ++ + ++ + ++ ++
Necesidad de cadena de frío + +++ +++ + + + + + ++
Nivel de riesgo económico + ++ ++ ++ ++ + + + +
Fuente: Elaboración propia a partir de encuestas (Regazzoni, 2010).
Referencias: + menor restricción / ++++ mayor restricción.

La cadena de valor

La etapa de comercialización se caracteriza por la alta rotación de capital en


un corto plazo, lo que le genera un poder trascendente frente a otros
eslabones de la cadena. En contraposición, la máxima vulnerabilidad
económica se observa durante la etapa de producción a campo, por los
altos riesgos de factores bióticos y abióticos.
Otros inconvenientes son los precios poco atractivos para el productor, las
pocas opciones en el aumento del valor, la baja complejidad en la etapa de
transformación y las dificultades de acceso al apoyo financiero. Además
existe una tendencia marcada de reducción, en términos relativos, en la
participación del precio final del producto por parte del sector primario.

504
Procesos de transformación

Identificación
Sector primario de posibles innovaciones
y potenciales líneas de acción
Implementación: -Promover espacios de intercambio de saberes.
Facilitadores: -Promover el uso compartido de maquinaria y
-Condiciones agroecológicas adecuadas. compra de insumos.
-Trayectoria y saberes en la producción. -Desarrollo de estrategias de en la distribución
-Disponibilidad de maquinaria e insumos de tierras fiscales, mejoras en la conducción,
adecuados. almacenamiento y aplicación sobre el agua de
Retardadores: riego.
-Escasa disponibilidad de tierra y agua (en -Generar ámbitos de capacitación.
disponibilidad del sector azucarero). -Desarrollar estrategias de continuidad temporal
-Mano de obra de baja calificación. dentro del mismo sector.
-Mercado laboral del tipo estacional. -Preveer anticipadamente los recursos para el
-Datos técnicos con deficiente aval científico. sector.
-Dificultades para acceder a la financiación en -Promover la instalación de empresas que
tiempo y forma. provean material semilla.
-Material de propagación de origen -Participación activa en la cadena de valor a
extrarregional y de baja calidad. través de cooperativas.
-Dependencia de comisionistas.
Producción: -Aprovechamiento de la ventaja comparativa del
Facilitadores: sector.
-Posibilidades de primicia o contraestación. -Generar ámbitos de capacitación y participación
Retardadores: de actores del sector a partir de organismos de
-Desconocimiento de plagas y enfermedades. ciencia y tecnología.
-Desconocimiento de necesidades de
fertilización.
-Desconocimiento del momento oportuno de
cosecha.
-Clima: heladas.
Identificación
Industrialización de posibles innovaciones
y potenciales líneas de acción
Embalaje: -Realizar capacitación e inversión en la mejora
Facilitadores: de la presentación sectorizado por las
-Predisposición para realizar cambios en la necesidades de cada producto con logo de
presentación de sus productos. certificación de origen.
Retardadores: -Construcción de una planta de empaque con
-Déficit en cantidad y especificidad en plantas mano de obra perteneciente a la misma unidad
procesadoras. productiva.
-Deficiencia en la presentación
del producto.

Almacenamiento: -Facilitar el acceso financiero para la


Facilitadores: construcción de infraestructura de
-Predisposición para conformarse en grupos almacenamiento.
asociativos.
Retardadores:
-Inexistencia de packing en la unidad
productiva.

505
Identificación
Comercialización de posibles innovaciones
y potenciales líneas de acción
Venta primaria: -Generar mano de obra calificada para la
Facilitadores: actividad.
-El comprador accede al lugar de producción.
Retardadores:
-Deficiencia en la tipificación del producto.
Transporte: -Generar otras vías de comercialización
Facilitadores: alternativas (terrestres, aéreas y fluviales).
-Existencia de rutas asfaltadas. -Contar con transporte térmicos.
-Unidades de transporte en buen estado y
cantidad suficiente
Retardadores:
-Transporte ilegal.
-Caminos comuneros e internos de difícil
acceso.
Venta secundaria: -Cumplimentar con las normativas existentes y
Facilitadores: fortalecer una distribución y cantidad adecuada
-Mejor distribución de ingresos. de inspectores de control.
-Venta en mercado local/regional. -Regulación del mercado.
Retardadores: -Encontrar nuevos nichos de comercialización,
-El productor es tomador de precio. tendientes a incrementar los ingresos del
-Mercado poco transparente productor.
-Oligopolio.

Venta terciaria: -Tratar de evitar el incremento de mercados


Facilitadores: poco transparentes a partir del cumplimiento de
-Venta a distribuidores minoristas. las normativas existentes.
-Organizar pool de ventas, fomentando el
consumo de productos frutihortícolas
alternativos.

506
Cadenas productivas

En el trabajo Propuesta del Programa de Desarrollo Rural de la Provincia de


Jujuy, se realizó una evaluación de diferentes cadenas productivas de
interés en la provincia. Inicialmente, y sobre la base de información provista
por el Gobierno de la provincia, se identificaron productos y cadenas
agroalimentarias de interés con potencial de aumento de eficiencia,
volumen y calidad.
Para el proceso de selección de los productos se usaron cinco criterios y 24
parámetros, de acuerdo al modelo desarrollado en la Tabla de Puntuación y
Asignación del Valor Final del Programa de Competitividad del Agro 2000
(SAGPyA), adaptados a la realidad provincial.
Las cadenas seleccionadas en virtud de su elevado puntaje y de la
priorización política realizada son las detalladas en el cuadro 13.

Cuadro 13. Cadenas seleccionadas para evaluación, por puntaje

Producto Puntaje

Forestal 95
Llama 87
Vicuña 84
Ovino 83
Ajo 81
Bovino 73
Papa Andina 72
Higo fresco 70
Hortalizas deshidratadas 68

Del estudio de diagnóstico de las cadenas descriptas surge claramente una


conjunción de los siguientes déficit:
• Pequeñas unidades productivas, baja escala de producción individual,
imposibilidad de abastecer la demanda de mercado en forma
individual.
• Baja tecnificación, problemas de sanidad y calidad que exige el
mercado.
• Falta de información de mercado (precios, volúmenes transados,
calidades exigidas, packaging adecuado, características del sistema
comercial, canales, etc.).
• Ausencia del Estado provincial en la planificación de políticas
comerciales.
• Falta de capacitación en técnicas comerciales.

507
• Falta de inversiones para aumentar la capacidad de procesamiento,
con el consiguiente aumento de valor agregado de los productos y
mayores posibilidades de empleo en el sector formal.
La consecuencia de estas limitantes es la debilidad de las cadenas
productivas y comerciales, situación que se agrava con la cultura
empresarial Estado-dependiente y poco exportadora.

Actores relevantes

Organismos gubernamentales

• Municipios (San Pedro, Lib. Gral. San Martín, Palma Sola, Fraile Pintado,
Yuto, El Talar, La Esperanza, Caimancito, El Piquete y Santa Clara).
• Comisiones Municipales (Rodeíto, Arrayanal, San Juan de Dios, Vinalito y
Arroyo Colorado).
• Ministerio de la Producción de la Provincia de Jujuy.
• Secretarías de Agricultura de los municipios de Fraile Pintado, Palma Sola
y Yuto.
• Subsecretaría provincial de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar
(SSDRyAF).
• Consejo Federal de Inversiones (CFI).
• Consejo de la Microempresa, Agencia de Desarrollo Productivo, Oficina de
Microcréditos.
• Dirección Provincial de Planeamiento de Estadísticas y Censos. (DiPPEC).
• Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA),
Centro regional NOA Norte.

Organismos no gubernamentales

• Cooperativa Frutihortícola de Fraile Pintado Ltda. (Ledesma y Vinalito,


departamento de Santa Bárbara).
• Asociación de Pequeños Productores de la Media Luna (El Talar).
• Asociación de Pequeños Productores de Hortalizas de Fraile Pintado.
• Cooperativa Agrícola Ganadera de Palma Sola (Santa Bárbara).
• Cooperativa Frutihortícola Santa Rita (Vinalito, Santa Bárbara).
• Vida Verde.

508
• Consorcios de riego (Arroyo Santa Rita, Palma Sola; Yuto; Fuente
Santa de Murcia; El Chaguaral).

Fuentes de financiamiento

Provinciales
• Proyectos productivos o de desarrollo rural y local financiados por el
Banco Social de la provincia de Jujuy.
• CFI.

Nacionales
• Programa de Modernización de los Servicios Agropecuarios
Provinciales (ProSAP).
• Programa de Calidad Alimentos Argentinos (ProCAl).
• Programa de Desarrollo Rural del Noroeste Argentino (ProDeRNOA).
• Programa de Institucionalización del Desarrollo Rural (ProInDeR).
• Manos a la Obra (Programa de Desarrollo Social).
• Mi Pueblo (Programa del Ministerio del Interior articulador de los
recursos financieros para asistencia local).
• Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación (SsAF), alineada
con el ex Programa Social Agropecuario (PSA).

Instituciones de apoyo provinciales

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria


El INTA dispone en la región Ramal de una unidad de investigación y
experimentación agrícola denominada Estación Experimental de Cultivos
Tropicales (EECT-Yuto), ubicada en el departamento Ledesma, paraje
Bananal, a la vera de la Ruta Nacional N.º 34 y su cruce con la Provincial
N.º 83, localidad de Yuto.
Asimismo, el Instituto dispone de una Agencia de Extensión Rural en San
Pedro, cuya área de influencia comprende a los departamentos San Pedro,
Ledesma y Santa Bárbara.

• EECT-Yuto. La potencialidad productiva del área de influencia de


la EECT-Yuto hace que los cultivos tropicales y subtropicales que se
producen presenten ventajas en cuanto a rendimientos y calidad de
productos, como citrus, palta, mango, banano, hortalizas de

509
primicia y especies forestales valiosas nativas y exóticas.
El Grupo de Trabajo Frutihortícola se dedica a difundir y transferir
tecnologías de manejo de cultivo en los frutales tropicales de
mayor demanda en el mercado interno y externo. Sus objetivos se
centran en evaluar el comportamiento agronómico de nuevas
variedades y combinaciones pie-copa en la colección existente en
la EECT-Yuto y mejorar el manejo sanitario y la calidad de los
productos en mercados nacionales e internacionales. Respecto de
las hortalizas, se busca mejorar el manejo de la producción
hortícola de primicia.
El Grupo Forestal busca generar tecnologías silvícolas para la
producción de madera en un marco compatible con la conservación
del medio ambiente. Desarrolla técnicas de producción seminal y
macro y micropropagación vegetativa de especies de alto valor
económico y tecnológico.
Otro grupo de trabajo de importancia es el de Protección Vegetal,
cuyo objetivo es identificar, caracterizar y manejar patologías
vegetales, proponiendo el control integrado y el uso racional de
pesticidas en los cultivos, además del estudio y manejo de los
organismos de origen animal, perjudiciales y benéficos en los
sistemas agrícolas de la región.
• Agencia de Extensión Rural San Pedro. Tiene por misión
mejorar el nivel de vida de los productores y su familias,
contribuyendo al desarrollo rural territorial a través de fortalecer la
capacidad de innovación, la adaptación permanente a los cambios
del contexto y la inserción competitiva en los mercados; contribuir
al fortalecimiento de la organización local; concertar con actores
locales la gestión de redes de innovación; adaptar tecnologías
acordes a la diversidad de situaciones productivas; difundir
información, y transferir conocimiento y tecnología.
Dentro del marco institucional, se operativizan dos programas nacionales
relacionados al desarrollo rural y la seguridad alimentaria: el Programa
Cambio Rural de SAGPyA y el programa ProHuerta, dependiente de la
Secretaría de Desarrollo Social de la Nación.

ProSAP
El ProSAP es el instrumento de inversión pública del Ministerio de
Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (MAGyP). Para su operatoria
cuenta con recursos del Estado nacional, de los Estados provinciales y de
préstamos concedidos por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el
Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF).
Se dedica a desarrollar proyectos de inversión pública social y ambientalmente
sustentables, mejorando la cobertura y la calidad de la infraestructura rural
(rehabilitación de sistemas de riego, mejoramiento de caminos terciarios y
electrificación rural, entre otros) y de los servicios agroalimentarios. En el

510
ámbito de la inversión privada, de proyectos que propician el incremento del
valor agregado de las cadenas productivas a nivel de pequeños y medianos
productores agropecuarios y de las Mipymes (micro, pequeñas y medianas
empresas) agroindustriales y de servicios.
La provincia de Jujuy dispone de dos proyectos en etapa de formulación: el
Sistema de Riego Arroyo Colorado, en Santa Clara, departamento de Santa
Bárbara, y el Sistema de Riego San José del Bordo, en el departamento de
San Pedro.

Subsecretaría de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar


Bajo la órbita de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de la Nación
(SsAF), se alineó el ex Programa Social Agropecuario (PSA). La propuesta
del programa es la promoción dirigida a los pequeños productores
minifundistas, tendiente a superar las restricciones financieras, productivas
y sociales y lograr, a través de una estrategia organizativa grupal, una
inserción social más plena y equitativa de los mismos.
Su trabajo se enmarca en una estrategia de trabajo socioterritorial, que
promueve el desarrollo rural con justicia y equidad, a través del
acompañamiento técnico permanente, el apoyo económico y el trabajo
conjunto con las organizaciones del sector de la agricultura familiar. Lo
realiza mediante la asistencia técnica y financiera y la capacitación, y
facilitando la organización de los productores con el fin de que puedan
asumir su propia representación y desarrollar su capacidad de gestión.
La SsAF también entrega subsidios a través del Proyecto de Desarrollo de
Pequeños Productores Agropecuarios, cuyos beneficiarios son familias
rurales y comunidades originarias, con quienes implementa proyectos de
infraestructura para uso comunitario. Actualmente, la SsAF gestiona dos
modalidades de proyectos: los que pueden considerarse como
“tradicionales” y los denominados “proyectos ProInDer. También existen los
“combinados”, cofinanciados por ambas modalidades.
Es así que en el departamento de Ledesma se desarrollan ocho proyectos,
cuatro del ProInDer y cuatro combinados, que asisten las necesidades de
unas 80 familias. En el departamento de Santa Bárbara existen catorce
proyectos, once tradicionales, dos ProInDer y uno combinado, que se
ocupan de las necesidades de 170 familias. En el departamento de Valle
Grande se ejecutan diez proyectos, todos combinados, que involucran a 120
familias. En el departamento de San Pedro se encuentran en etapa de
formulación cuatro proyectos. Es de destacar que apoyan con asistencia
técnica también a otros sectores que por su condición no son sujetos de
crédito.

511
Aspectos tecnológicos

En el Ramal se distingue la presencia de todo el espectro socioproductivo, lo


cual es observable en la topología descripta: desde pequeños productores
de subsistencia en explotaciones sin límites definidos a grandes empresas
integradas al complejo agroindustrial. Es evidente que se aplican distintos
paquetes tecnológicos, técnicas y practicas convencionales de producción
junto a tecnologías de insumo de reciente disposición, que conviven aperos
traccionados por animales de trabajo a la par de tractores de alta potencia
equipados con orugas de goma de última generación.
Cabe destacar que el factor tecnológico de mayor adopción en los últimos
tiempos, y en todas las actividades agrícolas, es el empleo de la mejora
genética de los materiales de propagación.
En otro orden, se observa una tendencia creciente en la producción bajo
cubierta (invernaderos) de hortalizas de primicia. Esto facilita la aplicación
de otras tecnologías de punta, como el riego presurizado (por goteo) y la
fertilización localizada y parcializada a través de la combinación de ambas
tecnologías, denominada “fertiirrigación”.

Proyectos de investigación

Dos instituciones publicas, el INTA y la Facultad de Ciencias Agrarias de la


UNJu, desarrollan actividades de investigación en la región del Ramal.
La intervención del INTA se basa en proyectos de ámbito local, regional y
nacional, a través de generación de tecnologías, desarrollo y transferencia
de las mismas. Se desarrollan los siguientes proyectos, enmarcados en el
Programa Federal de Apoyo al Desarrollo Rural Sustentable (Proceder):
• Proyecto de Desarrollo Rural Sustentable para productores
minifundistas de Valle Grande.
• Proyecto de Desarrollo Rural Sustentable para productores
minifundistas de Vinalito-Talar, departamento de Santa Bárbara.
• Apoyo al desarrollo local de productores de Fraile Pintado-Chalicán.
• Proyecto de Desarrollo Rural Sustentable para productores de Palma
Sola, departamento de Santa Bárbara.
En el ámbito universitario, los proyectos de investigación se canalizan a
través de la Secretaría de Ciencia, Técnica y Estudios Regionales (SeCTER)
de la UNJu. Se ejecutan los siguientes proyectos:
• Estudios de prácticas tendientes a mitigar el riesgo de la difusión de
enfermedades cuarentenarias asociadas a frutos cítricos.
• Desarrollo de diseños productivos hortícolas con eficiencia económica,
social y ambiental.

512
• Gestión y coordinación de una red meteorológica en la provincia de
Jujuy.
• Microbiota de la rizósfera de caña de azúcar.
• Crecimiento de rodales coetáneos de especies nativas forestales de
los bosques de Jujuy.
• Respuesta a la fertilización con fósforo y azufre en cultivos de soja en
condiciones climatológicas y edáficas de los valles templados y
subtropicales de la provincia de Jujuy.
• Relevamiento de las comunidades vegetales del Parque Nacional
Calilegua.
• Mejora de la calidad de aplicaciones de plaguicidas en cítricos de
Jujuy y Salta.

ANÁLISIS FODA

Se presenta una matriz FODA que facilita el diagnóstico y la obtención de


conclusiones para una agenda estratégica de propuestas viables para el
sector frutihorticola en el ramal.

Fortalezas:
• Disponibilidad y predisposición de recursos humanos para realizar
nuevos emprendimientos.
• Existencias de ejemplos concretos, en el agregado de valor en la zona
a los productos.
• Existencia de organizaciones cooperativistas.
• Condiciones agroecológicas favorables.
• Infraestructura (vial, transporte, etc.) adecuada.
• Existencia de un Plan Director de Ordenamiento Territorial.
• valoración en la clasificación y estandarización de productos.
• Existencia y aplicación de normas fitosanitarias.

Debilidades:
• Información desactualizada, dispersa, con escasa sistematización.
• Escaso desarrollo en bienes y servicios relacionados a las alternativas.

513
• Lejanía a los grandes mercados, por lo que el flete tiene una alta
incidencia en el precio de venta.
• Fragilidad ambiental ante manejos desaprensivos o inadecuados.
• Especulación de los productores que pretenden vender lo de
mejor calidad al intermediario y, lo que queda de menor calidad, a
su cooperativa o asociación.
• Dificultad de acceso al financiamiento bancario (altas tasas de interés
y exigencias de garantías reales).
• Escasos conocimientos y manejo tecnológico de alternativas
productivas (falta de validación de entidades públicas).
• Evasión impositiva, con incidencia en mercados formales.
• Ausencia de control de residuos tóxicos en la producción.
• Dificultad en el acceso a información sobre superficie sembrada e
intención de siembra, en tiempo y forma.

Oportunidades:
• Decisión gubernamental de disponer de herramientas que faciliten
delinear políticas para el desarrollo del sector agropecuario y su conjunto
en el ramal jujeño.
• Equidistancia a grandes centros consumidores: Córdoba, Asunción, Santa
Cruz de la Sierra, norte de Chile.

Amenazas:
• Vulnerabilidad del sistema productivo agropecuario ante situaciones
imprevistas.
• Desconocimiento de las consecuencias que puede ocasionar el cambio
climático.
• Cultura individualista de los actores.

Limitaciones

Para el estudio de cualquier producción es importante tener en cuenta las


dimensiones ecológica, social y económica, que involucran decisiones
políticas, tratando de mejorar los sistemas productivos locales.
La provincia de Jujuy cuenta con un gran variabilidad ambiental. En
particular, la zona del Ramal se encuentra rodeada por importantes cadenas
de serranías que obligan a desarrollar las producciones agropecuarias en las

514
zonas bajas, por lo que en términos relativos la superficie productiva
aprovechable es escasa en relación a la superficie total, lo que conlleva a
que los volúmenes de producción por departamentos sean poco relevantes.
Las principales limitantes de la zona en estudio son:
• Ambientales. Existencia de una percepción general de un cambio en
el clima, a nivel de temperaturas, precipitaciones, aumento del riesgo
de heladas, sequías atemporales.
• Económicas. Por un lado, hay una marcada dificultad y disparidad
en el acceso al crédito. Desde un análisis de los estratos
socioproductivos se observa que el productor pequeño tiene acceso a
fuentes de financiación, mientras que, en el otro extremo, los
grandes productores acceden a través de entidades privadas,
pagando altas tasas de interés, lo que pone en alto riesgo la
innovación e inversión. En el caso particular de los medianos
productores, además del inconveniente mencionado se le debe sumar
la escasa capacidad de garantía real. Por otra parte, se observa que
en el área de la inversión, los productores reinvierten las ganancias
generadas en su explotación traduciéndolas en mejoras.
• Sociales. La presencia de mano de obra marginal de países
limítrofes, con su idiosincrasia, no permite en algunos caso
agruparse, privando el individualismo. La mano de obra informal,
tanto la llegada desde Bolivia como la familiar, está conformada no
solo por personas adultas sino también por niños.
• Idiosincrasia del productor. Por una parte, el productor acepta la
utilización de mano de obra informal. Por otra, las estrategias de
ciertas organizaciones sociales conformadas por personas carenciadas
de origen rural consiste en presionar sobre el Estado para acceder a
tierras productivas fiscales. Estas organizaciones se transforman en
otras que sustentan intereses de los pueblos originarios, para así
disponer de la ayuda económica ofertada por planes estatales
provinciales y/o nacionales.
• Manejo productivo. Existe una escasa valoración de la calidad de
material de propagación y un considerable desconocimiento de las
enfermedades transmisibles a través de este material. Además, se da
la incorporación de algunos cultivos alternativos que se adaptan
fácilmente a los eslabones productivos existentes, pero también de
otros que provocan cambios trascendentes que requieren de mano de
obra especializada, máquinas y productos específicos, tecnología
adecuada, modalidad de comercialización, etcétera.

515
CONCLUSIONES

El presente documento pretende ser un aporte que facilite la promoción del


desarrollo del Ramal jujeño.
Los productores de esta zona se caracterizan en su gran mayoría por la falta
de agrupación, un área en la que se deberá trabajar para fomentar un
mayor asociativismo entre actores productivos de perfiles similares.
Las actividades agropecuarias del Ramal tienen alta absorción de mano de
obra y escasas posibilidades de acceso a la mecanización, por lo que se
podrían implementar instrumentos flexibles de financiación para la compra
de insumos y maquinaria a través de préstamos blandos, en los que los
productores no arriesguen la titularidad de sus propiedades.
Es necesario también encarar una línea de capacitación de recursos
humanos en producciones alternativas para zonas subtropicales, y fomentar
su consumo. Por otra parte, implementar tecnologías de mayor eficiencia en
el sector fruti hortícola del ramal.
Es preciso además que se profundice la colaboración entre los Estados
provincial y nacional para la construcción de infraestructuras de acopio en
zonas estratégicas para su uso comunitario.
Finalmente, aparece como necesario también facilitar el acceso a la
certificación de la calidad de los productos, a través de la inspección de
agentes de control a nivel nacional de los productos alimentarios.

516
BIBLIOGRAFÍA

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diseño del plan operativo de desarrollo rural, región subtropical de Jujuy.»
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Escribanía de Gobierno de la Provincia de Jujuy (2007). Escritura N.º 60. Cesión
gratuita mediante título comunitario del Estado provincial a favor de la
Comunidad Aborigen Penti Caradai. 21 de agosto.
— (2008). Escritura N.º 61. Cesión gratuita mediante título comunitario del Estado
provincial a favor de la población aborigen de la provincia de Jujuy. 12 Agosto.
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agroalimentario y agroindustrial. Buenos Aires.
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provincia de Jujuy. Financiado por SAGPyA, PROSAP e IICA. Buenos airesA
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desarrollo. Universidad la Gran Colombia.
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Salta y Jujuy. Estudios agroeconómicos de la sustentabilidad de los sistemas de
producción de los sistemas de producción y recursos naturales.» En Boletín N.º
7. INTA.
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Secretaría de Planificación de la Provincia de Jujuy. Ministerio de Infraestructura
y Planificación-Gobierno de Jujuy.
VIRGILI, R. (2010). Encuestas realizadas a informantes clave pertenecientes al sector
frutihortícola del ramal jujeño. Abril-mayo.

517
La sustentabilidad del proceso de desarrollo jujeño depende, entre otros facto-
res, de la percepción de las heterogéneas realidades que se manifiestan en
diversas escalas y espacios geográficos.
Este libro reúne una serie de resultados del fortalecimiento de la DiPPEC, en los
aspectos de planificación, como de generación y análisis de la información, y se
presenta como un aporte a las discusiones sobre el desarrollo en la provincia
de Jujuy.
La primera parte caracteriza la Provincia a partir de un conjunto actualizado de
indicadores, y analiza desde el punto de vista histórico y socioeconómico, con
una mirada multi-escalar y multi-espacial, las dimensiones que definen los sub-
espacios, las lógicas de ocupación, sus historias, geografías, infraestructuras,
sus trayectorias socio-demográficas, institucionales, políticas y sus funcionali-
dades económicas.
Es una herramienta útil para la definición de estrategias de desarrollo en las
regiones y para esclarecer las posibilidades de mejorar su competitividad y
desarrollo, la que deberá actualizarse en la medida que surjan nuevos resulta-
dos de los indicadores. El cambio de escenario depende de las prioridades esta-
blecidas para lograr esa estrategia y un conjunto de cursos de acción concretos.
La segunda parte se compone de siete estudios sobre sectores y situaciones de
la provincia, sobre los que existe poca información: El mercado informal; las
políticas de apoyo a microemprendimientos; Seguridad alimentaria, diversi-
ficación productiva del Ramal.
Los estudios sectoriales incluyen la evolución, perspectivas y limitaciones en la
agricultura andina en la Quebrada de Huamahuaca, la minería artesanal de
rocas de aplicación (lajas y tobas), asociada principalmente a comunidades
aborígenes, y el desarrollo de la Ganadería de altura, tradicional en la Puna
Jujeña.
El “Mapa de Desarrollo de Jujuy” no ofrece respuestas contundentes sobre el
camino a seguir. Por el contrario, abre una variedad de estrategias y acciones
posibles; es por ello que su lectura resulta un aporte ineludible para quienes de
algún modo alientan y vislumbran el desarrollo como un proceso de mejora de
la calidad de vida de la población.

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