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Toda la vida sobre la Tierra podría clasificarse en función de las fuentes de carbono y

energía de las que depende cada organismo: la energía puede obtenerse de reacciones
luminosas (fotótrofos) o de oxidaciones químicas (a partir de compuestos orgánicos o
inorgánicos); el carbono para la síntesis celular puede obtenerse del CO 2 (autótrofos) o
de compuestos orgánicos preformados (heterótrofos). Combinando estas categorías
tendremos las cuatro estrategias básicas de los seres vivos: fotoautótrofos (plantas),
quimioheterótrofos (animales, hongos), fotoheterótrofos y quimioautótrofos. Sólo entre
las bacterias se pueden encontrar estas cuatro estrategias básicas de la vida.

La columna de Winogradsky es una demostración clásica de cómo los microorganismos


ocupan "microespacios" altamente específicos de acuerdo con sus tolerancias
medioambientales y sus necesidades vitales (requerimientos de carbono y energía) y
que, además, ilustra cómo diferentes microorganismos desarrollan sus ciclos, y la
interdependencia que llega a existir entre ellos (las actividades de un microorganismo
permite crecer a otro y viceversa). Esta columna es un sistema completo y autónomo
de reciclamiento, mantenido sólo por la energía de la luz.

La columna aquí descrita se enfoca sobre todo al ciclo del azufre, pero se podría
desarrollar igualmente la reproducción de otros ciclos biogeoquímicos equivalentes para
nitrógeno, carbono y otros elementos.

En la zona inferior de lodos se desarrollan organismos que desarrollan procesos


fermentativos que producen alcohol y ácidos grasos como subproductos de su
metabolismo. Estos productos de "desecho" son a su vez el sustrato para el desarrollo
de bacterias reductoras de sulfato. Como resultado se liberan sulfuros que difunden a
la zona superior oxigenada creando un gradiente en el que se desarrollan bacterias
fotosintéticas que utilizan el azufre.

Por encima de esta zona pueden desarrollarse las bacterias púrpura que no utilizan el
azufre.

Cianobacterias y algas crecen en la parte superior y liberan oxígeno que mantiene


aerobia esta zona.

Zona anaerobia (sin Oxígeno)

Hay dos tipos de organismos que pueden crecer en condiciones anaerobias: los que
fermentan la materia orgánica o los que realizan la respiración anaerobia. La
fermentación es un proceso en el que los compuestos orgánicos son degradados de
forma incompleta (por ejemplo, las levaduras fermentan los azúcares a alcohol). La
respiración anaeróbica es un proceso en el que los sustratos orgánicos son
completamente degradados a CO2, pero usando una substancia distinta del oxígeno
como aceptor terminal de electrones (Algunas bacterias, por ejemplo, utilizan nitratos
o iones sulfato en vez del oxígeno).

En el nivel más bajo de la columna, en un ambiente con alta concentración de SH 2,


aparecen varios grupos diferentes de bacterias:

En el fondo de la columna, dependiendo del tipo de barro utilizado, puede aparecer una
capa de color rosado formada por bacterias púrpura del azufre portadoras de vesículas
de gas. Una especie característica es Amoebobacter.

En esta misma zona, en condiciones estrictamente anaerobias al cabo de unas semanas,


y utilizando la carga de celulosa aportada por los restos de papel incorporados en el
sedimento como fuente primaria para su metabolismo, aparecen las bacterias del
género Clostridium.

Todas las especies de este género son anaerobias estrictas porque, aunque sus
esporas pueden sobrevivir en condiciones aerobias, las células vegetativas mueren si
están expuestas al oxígeno. Por eso no empiezan a crecer hasta que éste desaparece
del sedimento. Estas bacterias degradan la celulosa a glucosa y, a continuación,
fermenta la glucosa para obtener la energía que necesitan, produciendo una serie de
compuestos orgánicos simples (etanol, ácido acético, ácido succinico, etc) como
productos finales de esa fermentación.

Un poco por encima, las bacterias reductoras del azufre, que se visualizan como una
profunda capa negra y están representadas por Desulfovibrio, pueden utilizar estos
subproductos de la fermentación para su respiración anaerobia, usando sulfato, u otras
formas parcialmente oxidadas de azufre como el tiosulfato, generando grandes
cantidades de SH2 en el proceso. Este SH2 reaccionará con cualquier hierro presente en
el sedimento, produciendo sulfuro ferroso, que da color negro. Es por esto que los
sedimentos acuáticos son frecuentemente negros.

Sin embargo, no todo el SH2 es utilizado. Como veremos un poco más adelante, ciertas
cantidades difunde hacia arriba a lo largo de la columna de agua y son utilizados por
otros organismos que crecen en las zonas superiores.

Este crecimiento se visualiza bajo la forma de dos bandas estrechas, brillantemente


coloreadas, inmediatamente por encima del sedimento: en una primera franja, las
bacterias verdes del azufre (como Chlorobium) procesan los sulfatos a azufre y
aparecen en una franja verdosa. En otras zonas cercanas, bacterias como Gallionella
procesan el Hierro formando una capa negra que se forma justamente por debajo de la
anterior. Un poco más arriba, algo más alejadas por tanto de las altas concentraciones
de sulfídrico se desarrolla una zona de bacterias púrpuras del azufre, como Chromatium,
caracterizada por su color rojo-púrpura.

Estas bacterias del azufre, verdes y púrpuras, obtienen energía de las reacciones
luminosas y producen sus materiales celulares a partir de CO2. En gran medida, de
manera muy similar a cómo lo hacen las plantas aunque, sin embargo, hay una
diferencia esencial: no producen oxígeno durante la fotosíntesis porque no utilizan H 2O
como elemento reductor sino SH2. Las ecuaciones simplificadas que siguen muestran el
paralelismo de ambos procesos:

6 CO2 + 6 H20 C6H12O6 + 6 O2 (fotosíntesis de las


plantas)
6 CO2 + 6 SH2 C6H12O6 + 6 S (fotosíntesis de las
bacterias anaerobias)

Un poco por encima de esta zona nos encontramos una franja de bacterias púrpuras no
del azufre, como Rhodospirillum y Rhodopseudomonas, que adquiere un color rojo-
anaranjado. Su mayor o menor abundancia dependerá de la cantidad de sulfhídrico que
se haya producido y de la cantidad que, no utilizada por otros organismos, difunda hacia
arriba, ya que su presencia inhibe a estas bacterias. Son anaerobios fotoorganotrofos
que sólo pueden realizar la fotosíntesis en presencia de una fuente de carbono orgánico.

Zona aerobia (rica en Oxígeno)

La parte superior de la columna de agua puede contener abundantes poblaciones de


bacterias de diferentes tipos. Son organismos aerobios que se encuentran
habitualmente en los hábitats acuáticos ricos en materia orgánica (estanques poco
profundos, arroyos contaminados, etc). Suelen ser flagelados, lo que les permite
moverse y establecerse en nuevas áreas. Puede desarrollarse también microorganismos
fototróficos variados procedentes directamente del agua o del barro utilizados
originalmente en el montaje de la columna. La superficie del barro puede presentar en
esta zona un ligero color castaño. Esta es la parte de la columna más rica en oxígeno y
más pobre en azufre.

Sin embargo, también aquí llegarán por difusión, procedentes del barro de zonas
inferiores, ciertas cantidades de SH2 que será oxidado a sulfato por bacterias que oxidan
azufre (como Beggiatoa y Thiobacillus). Estas bacterias obtienen energía oxidando el
SH2 a azufre elemental y sintetizan su propia materia orgánica a partir de CO2. Por esto
se les llama quimoautótrofas.

En las zonas superiores pueden crecer también cianobacterias fotosintéticas, lo que se


visualizaría cómo un tapete de césped de color verde. Éstas bacterias se caracterizan
por ser las únicas que realizan una fotosíntesis similar a la de las plantas. De hecho,
hay poderosas evidencias de que los cloroplastos de las plantas proceden de
cianobacterias ancestrales que se establecieron como simbiontes dentro de células de
algún eucariota primitivo. De forma paralela hay también evidencias igualmente fuertes
de que las mitocondrias de los eucariotas actuales se derivaron de bacterias púrpuras
ancestrales por un similar sistema de endosimbiosis.

https://bteduc.com/guias_es/28_Analisis_de_la_columna_de_Winogradsky.pdf

Todas las plantas en su ciclo vegetativo requieren de elementos nutritivos para un desarrollo
favorable y una buena producción, algunos de estos elementos se encuentran en el suelo
accesible para las raices, mientras que otros deben ser proporcionados.

Tanto los macro elementos como los micro elementos son importantes y necesarios para las
plantas, aunque algunos se requieren en grandes cantidades (como es el caso de los
macroelementos primarios). Al final todos intervienen en la fabricación de los Alimentos,
Vitaminas, Proteínas, Carbohidratos, Aminoácidos, etc.
Funciones de los macro elementos y los micro elementos
Para lograr una adecuada nutrición vegetal y determinar los elementos que intervienen en las
etapas fenológicas de las plantas y las funciones que desempeñan, describiremos brevemente
cada uno de los elementos que al final nos proporcionarán buenas cosechas:

NITRÓGENO (N) : Esencial para el crecimiento y el desarrollo vigoroso de la planta (tallos,


hojas, brotes y frutos) proporciona el color verde intenso a la hoja; e incrementa los niveles de
proteínas, importante durante todo el ciclo del cultivo.
FÓSFORO (P): Desempeña un papel importante en el desarrollo del sistema radicular,
interviene en la formación del tejido leñoso y además en la fructificación, formación y
maduración del fruto, esencial en la formación de semillas.
POTASIO (K): Importante para el metabolismo del nitrógeno, el transporte, formación de
azúcares y almidones, regula la apertura de los estomas haciéndolo importante en las relaciones
hídricas, interviene en la constitución de tejidos dando así resistencia a la planta contra
enfermedades.
AZUFRE (S): Importante en la metabolización del Nitrógeno y el Fósforo, interviene en la
formación de clorofila, necesario para la síntesis de Proteínas y vitaminas, también interviene en
la formación de semillas.
CALCIO (Ca): Requerido por todas las plantas, actúa como regulador del crecimiento,
responsable en la constitución de tejidos, trabaja muy bien junto al Boro.
MAGNESIO (Mg): Es el principal componente de la molécula de clorofila de allí el color verde
de la hoja y su importancia en el proceso fotosintético, indispensable en la absorción y
metabolismo del fósforo, interviene en el aprovechamiento del potasio y la acumulación de
azúcares.
BORO (B): Micronutriente importante en la actividad de crecimiento y producción,
indispensable en el pegue de fruto, útil en la división celular y la traslocación de azúcar y almidón,
importante en la absorción del fósforo y cloruros y actúa como regulador en la relación Potasio -
Calcio.
COBRE (Cu): Activador de varias enzimas, ayuda a un buen forzamiento de tejidos, necesario
para la formación de clorofila. Vía foliar es la mejor forma de suministrarlo.
HIERRO (Fe): Actúa en zonas de crecimiento, relacionado con la formación de clorofila y actúa
como aportador de oxígeno, es el encargado del proceso de extracción de energía a partir de los
azúcares.
MANGANESO (Mn): Interviene en el metabolismo del fósforo y el nitrógeno, aumenta la
disponibilidad del fósforo y calcio, desarrolla un papel directo en la fotosíntesis y ayuda a la
síntesis de la clorofila, acelera la germinación y la madurez, importantísimo en la calidad de
frutos.
ZINC (Zn): Importante en el crecimiento y producción, ayuda mucho en el tamaño de los
entrenudos, fácilmente absorbido vía foliar.

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