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vances de la Ingeniería en

Colombia
Una ciencia que ha tenido nuevos enfoques y evoluciones significativas a lo largo
de la historia.
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Según el Snies, los programas activos en Ingeniería poseen 110 denominaciones


distintas.
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iStock
Por: REDACCIÓN + CONTENIDO

26 de febrero 2019 , 09:51 a.m.


¿Qué sería del mundo sin la Ingeniería o sin los avances que este conocimiento le
ha aportado a la humanidad? Esta podría ser una de las preguntas que cuestionaría
hoy, si estuviera vivo, el célebre Francisco José de Caldas, a propósito de cuyo
natalicio, el 4 de octubre de 1768, se celebra el Día del ingeniero militar.

Vale la pena resaltar esta mención, si se tiene en cuenta que la primera Ingeniería
que se conoció en Colombia fue la Ingeniería Militar. Precisamente, Alfonso Reyes,
decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad de los Andes, comenta que
fue Napoleón quien decidió, al final de sus guerras, desarrollar las más antigua
variante de esta disciplina: la ingeniería civil.

“Su objetivo, crear las tecnologías y los procesos necesarios para construir la
infraestructura de un país, como son las vías, los puentes, los edificios y las demás
obras de este tipo”, dijo.

Con el tiempo fueron surgiendo otras especializaciones, como la eléctrica,


mecánica, industrial, electrónica, química, de sistemas y ambiental. Incluso, se ha
llegado al punto de contar con más variantes como consecuencia de las
intersecciones con otras disciplinas, como por ejemplo la Ingeniería Biomédica y la
Financiera.

En cuanto a sus variantes más tradicionales o comunes, estas dependen de la


demanda y necesidades de los planes de desarrollo de cada país. Los
requerimientos
del tercer mundo, como el caso de Colombia, suelen requerir bastantes ingenieros
industriales y civiles. En principio –señaló Reyes–, “debería existir una relación
intencional entre los planes de inversión a largo plazo de las naciones y el
fomento de este tipo de programas académicos”.

Por su parte, Juan Pablo Caballero, director de la Maestría en Ingeniería Industrial


de la Universidad Javeriana, explica que el desarrollo de la civilización ha hecho
que se generen diferentes problemas que, gracias a la Ingeniería, se han podido
resolver
de manera eficaz.

“La civil inicialmente atendió la necesidad de tener un resguardo, abrir caminos y


cruzar ríos, la industrial permitió aumentar la eficiencia en los procesos y mejorar la
gestión de las organizaciones, la electrónica hizo aportes fundamentales para poder
comunicarse, y la de sistemas ayudó a organizar y analizar adecuadamente,
mediante el uso de los computadores, grandes cantidades de información
generadas a partir del desarrollo económico e industrial”, aseguró Caballero.

Sumadas a estos avances científicos y tecnológicos, fueron apareciendo con el


tiempo más disciplinas, entre ellas la ingeniería ambiental.

“Esta nació a mediados del siglo XX como respuesta a la profunda preocupación


por la conservación del medioambiente y los recursos naturales”, comentó Martha
Rubiano, decana de la facultad de Ingeniería de la Universidad Libre.

Indicadores y tendencia

Según el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (Snies), los


programas académicos de ingeniería activos actualmente tienen 110 titulaciones
o denominaciones distintas.

“Este número se ha dado de acuerdo con las tendencias y necesidades del mundo
globalizado, por la exigencia de incluir otros tipos de conocimientos que le permitan
al ingeniero aportar soluciones siendo consciente del impacto económico, social,
ambiental, cultural y de seguridad que rodea al entorno”, señaló Argelino Durán,
presidente de la Sociedad Colombiana de Ingenieros (SCI).

En total, las Instituciones de Educación Superior ofrecen 981 programas de este


tipo, entre presenciales, virtuales y a distancia, de los cuales al menos el 30 por
ciento, es decir, unos 300, cuentan con acreditación de alta calidad.

Por carreras, Sistemas, Industrial, Electrónica, Civil, Ambiental y Mecánica,


equivalentes a seis titulaciones, concentran el 59 por ciento de los programas de
ingeniería en Colombia.

“Cuando se llega a las 18 titulaciones con mayor número de programas, este valor
asciende al 80 por ciento, es decir que 78 titulaciones representan el 20 por ciento
del total de las carreras de ingeniería que hay en el país”, explicó Durán.

En el caso de Ingeniería de Sistemas, este número se eleva al 22 por ciento si se


tienen en cuenta las titulaciones afines. En relación con la cantidad de
ingenieros existentes en todo el país, pese a que no se ha realizado un censo formal
al respecto, datos del Consejo Profesional Nacional de Ingeniería (Copnia)
evidencian que se han expedido, de 1937 a 2017, un total de 429.460 tarjetas
profesionales.
La Ingeniería y el desarrollo sostenible del país
El país ha tenido importantes avances en la definición de la política pública
respecto al desarrollo sostenible. El 16 de marzo de 2018 se aprobó el Conpes
3918, el cual establece la hoja de ruta para el cumplimiento de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) 2030.

Directriz que permitirá reglamentar en los diferentes sectores los lineamientos


de desarrollo que deben incluirse dentro de los procesos de licitación, contratación,
construcción y puesta en marcha de los proyectos de infraestructura.

La sostenibilidad debe exigirse, implementarse y evaluarse desde las tres


perspectivas de desarrollo: ambiental, social y económica. Los proyectos de
infraestructura deben caracterizarse por ir más allá de un cierre financiero. Si bien
el componente económico es indispensable, las demás variables tienen un papel
relevante, pues pueden poner en riesgo la sostenibilidad de la infraestructura en el
futuro, ya sea por temas de seguridad para la población o por fenómenos como el
cambio climático, grave problema ambiental al que nos enfrentamos en la
actualidad.

Indudablemente, se ha avanzado en establecer criterios de sostenibilidad


promoviendo el uso de nuevos materiales, especificaciones técnicas de diseño
más eficiente y nuevas tecnologías de iluminación, entre otros.

Por ejemplo, desde la Vicepresidencia de la República, el Ministerio de Ambiente,


el Instituto Nacional de Vías (Invías) y la Agencia Nacional de Infraestructura
(ANI), se impulsó el uso de mezcla asfáltica modificada con gránulo de caucho
reciclado (GCR) en la pavimentación de los corredores viales denominados 4G.

Esta directriz permite que un problema ambiental, como es el almacenamiento


de llantas usadas, se convierta en una solución para la mezcla asfáltica que se
aplica en los pavimentos en vías nacionales y secundarias. Adicionalmente, se ha
incentivado a los constructores que participen en licitaciones a hacer uso de esta
alternativa dando puntajes adicionales que ofrezcan su aplicación en la construcción
de la vía.

Otro ejemplo notable de sostenibilidad es la construcción del viaducto de la Ciénaga


de la Virgen, en Cartagena, una obra que incorporó tecnologías de última
generación que permitieron reducir al mínimo la interferencia con las coberturas de
manglar, e
igualmente en varios sectores de la capa de rodadura se aplicaron mezclas
modificadas con caucho para reducir el impacto sonoro por la fricción de las
llantas, y de esta manera proteger las zonas de cría y reproducción de las aves
migratorias presentes en la ciénaga.

Lo anterior es un buen ejemplo de una obra exitosa, realizada con calidad y con un
decidido enfoque de respeto al ambiente y a las comunidades donde fue
desarrollada.

En nuestro gremio hay una clara conciencia por desarrollar obras de calidad,
pensadas en la sostenibilidad de largo plazo y bajo criterios de eficiencia ambiental
y social, pero se requiere un desarrollo técnico y normativo que permita difundir
estas prácticas y las convierta en actividades habituales en el ciclo de los proyectos.

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