Si te cuidamos, Señora
pronto estarás aliviada
Estaba la flaca Muerte
una mañana de octubre
preparando sus festejos
pues así era su costumbre.
Mas de pronto y sin aviso
cayó en cama “desguanzada”,
con vómitos y diarrea
y la osamenta cansada.
¿Qué tendré?, pensó La Parca
preocupada por su fiesta.
Su salud no le importaba,
así que tomó una siesta.
Cuando despertó, sudaba,
tenía fiebre y cefalea,
medio inconsciente gritaba:
¡un médico, que me vea!
De Medicina vinieron
de blanco muy vestiditos
cuatro chicos de primero
con unos electrolitos.
¡Llévense esas fregaderas,
yo no estoy deshidratada!
A mi tráiganme tequila,
dijo La Muerte enojada.
Solícitas y veloces
las enfermeras llegaron
y por la vía intravenosa
tequila le administraron.
y podrás acompañarnos
a una que otra “pollada”.
¡Qué fiestas ni qué ocho cuartos!
Ustedes son muy sociales.
Mejor pónganse a estudiar
que ya vienen las parciales.
¿Me estaré volviendo loca?
Pensó La Catrina a solas;
ya no me gustan las fiestas,
ni la mota, ni las rolas.
De Psicología vinieron
y muchos tests le aplicaron
“de tu madre fue la culpa”
al final le revelaron.
Tu patología no es seria
mintieron los psicoLOCOS;
mejor vete pa’ la feria
y te tomas unos cocos.
Después de tanta visita
y al finalizar el día,
La Muerte ya deliraba
y su expediente decía:
CUADRO CLÍNICO: Jodido
ANTECEDENTES: Fatales
DIAGNÓSTICO: “¡la hemos perdido!”
TRATAMIENTO: Funerales
¡Llévenme a la Biblioteca,
quiero morir entre libros,
envuelta en conocimiento
por los siglos de los siglos!
¡Ya se nos murió la muerte!
Pobrecita, pobre ingrata.
¿Qué será de nuestra suerte
cuando estiremos la pata?