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Karl Jaspers comienza su texto haciendo una aclaración distintiva entre la Imagen del
Mundo sensitivo-espacial que trata con mayor exactitud el el parágrafo A. Dice que la
imagen del mundo sensitivo-espacial es representable sin lo anímico, pero que no
sucede de manera inversa.
Para él, el mundo anímico no es una cuestión efímera, es más bien concreto, intuible,
real. Similar a aquel mundo sensitivo-espacial, pero no esta ahí desprendido, aislado
junto a este, sino que esta dado por sus objetivaciones en el mundo sensitivo-espacial:
Como si de una brisa sobre las hojas de los arboles se tratase.
Diferenciandolo de este otro mundo hace dos acotaciones sobre su esencia, en primer
lugar, dice que posee en todas sus partes una cara de la “naturaleza”; es decir, esta
incluido siempre en todo lugar con esta cara dentro de las imágenes del mundo. No
puede por tanto, este mundo anímico, separarse del mundo natural porque
precisamente nosotros como seres sensibles estamos colocados ahí, en el mundo
sensitivo-espacial.
Si bien tiene esta relación, la cara de este mundo que le da la virtud de ser un mundo
especial, es lo comprensible: Lo cual, según Jaspers, nos permite ver lo interior en
contraposición a lo exterior de la naturaleza; visto desde dentro y sin embargo,
intuitivamente, como un fenómeno y relación; lo comprensible como sentido, como
motivo y tendencia. Con él, visto aisladamente, nos formamos Tipos: Modelos ideales
que reúnen características esenciales de todos los seres con igual naturaleza. Y en
cierta manera construimos estos tipos en función a la realidad, en un espacio de una
manera irreal, esto siempre con el fin de producir medios de conocimiento de la
realidad.
Con lo anterior podemos concluir que cada vez que contemplamos imágenes de este
mundo anímico-cultural, estamos al mismo tiempo en una imagen del mundo sensitivo-
espacial. Encontramos en nuestro mundo anímico que siempre estamos influidos por
algo externo a nosotros, saltamos de lo sensitivo a un mundo anímico-cultural.
Entramos de un mundo a otro, como por ejemplo; cuando vemos un paisaje natural o
un paisaje cultural, geografía física o antropogeografía, cuando practicamos fisiología
de la vida orgánica y también del cerebro, etc.
Es así como podemos considerar que todos los Tipos de las imágenes del mundo
anímico-cultural pueden ser considerados como miembros del mundo mecánico-natural,
o como miembros de mundos internos específicamente comprensibles.
Ahora bien, las imágenes del mundo desde la sociología, la psicología, la política, etc
son imágenes del mundo anímico vistas desde sus formas naturales; y en buscan algo
característico, por ejemplo: elementos, leyes, síntesis de los elementos, teorías,
explicaciones.
Desde aquí se origina una imagen del mundo articulador de los contenidos
comprensibles; de las obras espirituales y de las almas.
Aquí, en este mundo, el individuo se da cuenta de la existencia de algo distinto a sus
organizaciones y vivencias, emerge un interés por conocer al otro sin perderse a si
mismo.
El espíritu inmediato que asimila lo extraño se abre a ello, para verlo y ampliar su
imagen del mundo mas allá de la propia realidad y experiencia, conservándose a si
misma. Aquí se desplaza un poco mas allá de su inmediatez, permite al sujeto ver lo
que no veía sin la conciencia de la comprensión de las cosas.
Encontramos en este mundo una visión simplona e ingenua ante el otro, es actitud de
asombro, si, pero es indistinta. Jaspers nos pone el ejemplo de los Griegos quienes
objetivaron a los pueblas y culturas extranjeras en su existencia y singularidad para
hacerlos propios de estudio y conocimiento. Es en este comparar donde se estructura la
imagen del mundo.
En adelante Jaspers hace una diferencia de las imágenes del mundo correspondientes
a esta objetivación y a la propia vivencia del hombre, dos modos de ver la historia si así
se quiere, pues no son simplemente perspectivas que se confrontan en el modo de ver
el mundo.
Imagen del mundo de la cultura objetiva: postura que tiende a objetivar en su totalidad,
correspondiente a las ciencias duras e incluso se puede ver en ello un ejemplo de lo
que hicieron los griegos con las culturas extranjeras; también podría verse en ello una
historia vista desde la causalidad y paradigmas que se objetivan con tal de obtener
verdades duras.
Encontramos en ello una tendencia a la acumulación de conocimiento, caracteristicas
de ver lo externo, lo racional y el abandono de la personalidad en pos de su proposito.
Pero estas dos formas dice Jaspers, no pueden estar separadas, sino que conviven
juntas, no pueden ser separadas, aunque si pueden ejercer una mas fuerza que las
otra.
Esta forma de acotar la historia nos lleva a las representaciones limite de la imagen del
mundo que divide en tres: Culturas, personalidades y mitos anímicos. Que están
conformados por tipos, son generalizaciones de cada cuestión que son resultados de su
preciso momento concreto.