Para entender el proceso del reciclaje de aluminio, ARZYZ nos comparte los 5 pasos que siguen a

fin de dar nueva vida a la chatarra que proviene de este metal. El reciclaje es el proceso que
permite reintroducir al ciclo de producción los desechos industriales y domésticos en el mundo.
Este proceso contribuye al cuidado del medio ambiente al evitar la contaminación del suelo, agua
y aire; además evita el uso desmedido de recursos naturales, reduce el uso de energía en plantas
productoras y disminuye el desperdicio en el planeta. Uno de los materiales que más tarda en
degradarse es el aluminio, una lata se desintegra en 100 años aproximadamente. ¿Cómo se recicla
el aluminio?

1. Recolección: Es la etapa fundamental para la recuperación de desechos, el material se

recolecta, comprime y se transporta a la planta de reciclado.
2. Trituración: Al llegar a la planta, el producto comprimido se coloca en un molino para
triturarse, reduciendo el volumen y facilitando el proceso de fusión.
3. Fundición: Se calienta a 750 °C ± 1000 °C para fundirlo y así transformarlo en productos de
diferentes pesos.
4. Colado: El material se vacía en distintos moldes según los requerimientos del comprador.
5. Comercio: El aluminio se comercializa de dos formas: En estado líquido se transporta en
termos especiales. En su estado sólido se entrega en forma de lingotes, sows, T-Bar, cono,
granalla, etc. Actualmente en México se consumen cerca de 1 millón de toneladas de aluminio
al año, esta cifra aumenta entre un 10% y 12% anualmente, lo cual significa una oportunidad
de negocio sustentable para el país, ya que es un metal 100% reciclable y se puede reutilizar
indefinidamente al no modificar sus características durante el proceso de reciclado