La industria minero-energética es una de las principales áreas de desarrollo
económico en el país. Hay que darle un valor agregado al sector minero energético, pasamos de ser exportadores de bienes carbón, esmeraldas, ferroníquel, oro, petróleo, a ser exportadores de servicios. La mayor parte de los servicios especializados son importados asesores, consultores, equipos y tecnología. El deber del sector es invertir en el recurso humano, evitar los sindicatos, proteger las regalías de la corrupción y la interferencia de grupos armados, la inversión social es una prioridad. Entre las oportunidades de mejora, se evidencia que no hay calidad en la información ni acceso a ella, es necesaria la intervención gubernamental en la creación de políticas que busquen la transparencia y rendición de cuentas en el proceso de extracción de los recursos. La falta de presencia de las instituciones del gobierno crea violencia entre grupos armados, por ende es indispensable el diseño de políticas publicas para la prevención de relaciones entre recursos y conflictos, evitando así los desplazamientos forzados en los lugares donde se pueden explotar los recursos. La falta de garantías para los contratos y de controles de calidad y las condiciones de trabajo inseguras o insalubres son un caldo de cultivo para las interrupciones en la producción y la demanda inestable de los productos, lo cual lleva a la incertidumbre en términos de ingresos para los productores. El sector minero-energético presenta dificultades, no hay suficiente inversión extranjera, tienen grandes retos ambientales, y existen diferencias con las comunidades. Para llegar a un acuerdo el gobierno debe plantear estrategias, tales como lograr el relacionamiento con el territorio y dialogar con los actores involucrados sobre los temas que causan mayor preocupación, explicar de manera correcta lo que significa la llegada de una nueva empresa minera, con transparencia y trazabilidad de todos los procesos, debe existir una coexistencia entre mineros grandes, medianos y pequeños. Si el gobierno plantea en su agenda el tema minero- energético, tiene muchas ventajas en cuanto a los actores armados, el proceso de paz, las disidencias de las farc, bacrim entre otros. Tener el tema al día y generar acuerdos evitaría los ataques, atentados, extorsiones, secuestros, en contra de la infraestructura minero energética, lo que permitiría reducir los gastos en materia de seguridad y reorientar los esfuerzos hacia otras prioridades. La seguridad del sector atrae mas empresas, inversión extranjera, regalías para el gobierno. El sector minero tiene nuevas necesidades, nuevos retos ya que es un sector muy cambiante, presenta una reciente caída en los precios de los minerales , especialmente del carbón, causando afectaciones en los costos de operación, lo que se suma a las regalías de la nación, se debe hacer un recorte en la operación, originando la caída de las exportaciones , y su producción en el territorio nacional, nos encontramos una disminución en los noveles de inversión extranjera , la extracción ilícita, la informalidad, innumerables fallos judiciales que generan inestabilidad jurídica, los conflictos sociales en las regiones y problemas ambientales, llevan al Estado a definir estrategias orientadas al crecimiento, competitividad y productividad de esta industria. Estas estrategias deben contribuir a extraer los minerales bajo parámetros técnicos, ambientales, laborales, sociales y económicos correctos, y por medio de una fuerte articulación institucional y el compromiso de las empresas y trabajadores mineros con la rigurosa aplicación de las normas, se mejore tanto la gobernabilidad y gobernanza del sector, como la administración de los recursos mineros del país. Es primordial su contribución en la generación del desarrollo regional y nacional. El acceso de a la información, la calidad de esta debe estar acorde a la formalización de mercados e instituciones. La información sobre el café y el petróleo ha sido ampliamente estudiada, pero no la de otros recursos. Es necesario acceder a la información para mejorar la calidad, crear políticas, y poder analizarlos. Gran parte de los recursos son cultivados o extraídos cerca o en medio de cultivos ilegales (esmeraldas, café, petróleo, ferroníquel), absorben mano de obra asociada con cultivos ilícitos (esmeraldas, petróleo, café, flores), han sido financiados con dineros ilícitos (palma de aceite, banano, esmeraldas) o han servido para lavar capitales ilícitos (esmeraldas, banano, palma de aceite). Esto ilustra cómo el insuficiente e inadecuado desarrollo institucional ha facilitado el desarrollo de una economía ilegal y cómo la economía formal y legal está permeada por capitales ilegales u opera en asociación con éstos. Entre los recursos minero-energéticos, la energía es un insumo clave para la economía de un país, sin energía no hay crecimiento económico, es el pilar de desarrollo de los procesos productivos y elemento fundamental del avance tecnológico a nivel mundial. Uno de los sectores que más influye en la industria , es el sector eléctrico ya que esta en función de la cotidianidad de los seres humanos. En la última década, el Producto Interno Bruto (PIB) colombiano ha sido significativamente influido por el desarrollo e incremento de los servicios públicos nacionales, de forma muy particular por el relativo al sector energético, de tal manera que se ha constituido como uno de los ejes rectores de la economía nacional. Colombia es uno de los países con mayor número de recursos hídricos en el mundo y posee gran potencial de recurso geológico, lo que hace posible la explotación de carbón (cuarto mayor exportador mundial), metales, piedras preciosas (oro, plata, platino y esmeraldas) y minerales . Entre los años 2012 y 2020 se es pera una tasa media de crecimiento de 3,5 % y de 3,4 % en el periodo 2021 a 2027. La Figura 6 muestra los escenarios posibles en cuanto al crecimiento de la demanda de energía eléctrica, que oscilan entre los 90.000 y 105.000 GWh para el año 2027 .
Colombia debe seguir creciendo y creando proyectos energéticos, ya que se busca
posicionar al país como líder en sustentabilidad energética La fuente primaria de producción de energía en Colombia es el carbón mineral. El sector energético es un avariable que impulsa el nivel de vida de de las sociedades pero si no se gestiona puede ser un factor de conflictos. El petróleo es sin lugar a dudas el principal energético del mundo dado sus condiciones como combustible , lo que proporciona poder económico en los países productores llegando inclusive en algunas economías a establecer gran parte de sus ingresos en este rubro, es uno de los recursos naturales más importantes en la economía de cualquier país. Los indicadores de productividad representan un elemento clave para la creación de riquezas dentro de una empresa por permitir la realización de inversiones en mejores recursos productivos como nuevas tecnologías; esta situación se traduce en una ventaja competitiva e incremento de los sueldos, lo que acrecentará el volumen de la demanda agregada, que resulta de la dinamización de la economía. La generación de riqueza tiene que ir acompañada de desarrollo social, y cuando se trata de dineros que se producen con la explotación de recursos naturales no renovables, la gente y el medio ambiente siempre tienen que estar en el primer lugar de las prioridades. Los grandes flujos de dólares han desestabilizado nuestra situación cambiaria, andamos bajo el miedo a la “enfermedad holandesa” y quedamos a las puertas de que el remedio sea peor que la enfermedad. En ese contexto, Colombia está urgida de un gobierno más responsable social y ambientalmente, así como de la presencia de unas empresas nacionales y transnacionales que hagan eco al cumplimiento cabal de una legislación que las obliga a generar desarrollo humano y a proteger la vida. Sin discursos retóricos sino con realidades tangibles.