Antes rico en especies como tortugas, lagartos, aves y peces, entre ellos la
mojarra, el bobo, el mulul y el pejelagarto, el pulmón de la capital tabasqueña
sufre ahora grave contaminación y deterioro. Algunas de sus partes tienen ya un
proceso de putrefacción.
Sus aguas rodean también una gran zona hotelera, el parque museo La Venta, de
los principales atractivos turísticos de la entidad, y la Universidad Juárez
Autónoma de Tabasco.
En un islote de la laguna se levanta majestuosa la esfinge de la Mujer Ceiba,
escultura del arquitecto Ventura Marín Azcuaga, que muestra la belleza de la
mujer tabasqueña.
Sin embargo, esa mezcla colorida de paisajes con cantos de pájaros se ha ido
deteriorando al paso de los años y por el crecimiento de la mancha urbana. Lo
gritan diversas voces.
Hoy existe el riego de que esta belleza natural, enclavada en el trópico húmedo,
fenezca irremediablemente.
Empresas contaminantes
Otros aspectos que plantean son "la instalación de una planta para tratar el agua;
rehabilitar su superficie acuática por medio de dragados pequeños; trasplantar
especies de vegetales y animales para su nueva generación, entre ellas musgos,
helechos y peces de la región, así como reforestar árboles frutales, ya que éstos
atraen a la fauna".
María Victoria Ramírez Vichel, presidenta estatal del PVEM, dice que desde 1995
propusieron a la Sedespa un proyecto ecoturístico, cuyos recursos podrían ser
destinados para rehabilitar a la laguna. "En varias ocasiones mostramos a las
autoridades con fotografías cómo los vecinos arrojan a la laguna llantas, tapetes y
basura. Además se permitió que las bardas de las residencias dieran a la laguna,
y ahora se quejan de que los lagartos se suben a los techos de sus casas. No
tienen la conciencia de reconocer que están usurpando una área de hábitat
natural de diversas especies."
Para el grupo ecologista del PVEM se está a tiempo para rescatar este entorno.
Dijeron que las primeras medidas para salvar a la laguna son desazolvarla y
poner en marcha un operativo de vigilancia con guardias ecológicos, señala
Ramírez Vichel.
Así, los gritos de alerta, las denuncias de contaminación, al mismo tiempo que las
propuestas de rescate, suben y bajan en torno a la Laguna de las Ilusiones, que
a Pepe del Rivero, uno de los mejores exponentes de la música tabasqueña,
inspiró su famosa melodía Amanecer de mi tierra, allá por la década de los
sesenta.