Está en la página 1de 36
Tadhclin y revison etaiee TLaricia Meno PERED tes ELINOR OSTROM El gobierno de los bienes comunes LA EVOLUCION DE LAS INSTITUCIONES DE ACCION COLECTIVA est INSTITUTO DE INVESTIGACIONES SOCIALES UNIVERSIDAD NACIONAL AUTONOMA DE MEXICO FONDO DE CULTURA ECONOMICA Prenton ing, 198 cad Fier ecionen pati, 1900 ees me 3 nage Binor El gobierno de os beer communes. La evlucin de la naiicones de scien sire ee Oust ad yowese de tanea Memon Pad Mons Ti 1dcen—(Ceiee Eeonemla Cntemportoes) reins Goneming tbe Commons Toe Eveictcn of insoes fee ISBN sTB-807-TecoIT 1 Recursos macuraies — Aministncien 2 Recurs colesuiod — Auispaitioa 1 Sterno Peres. Leven te yee Le wD: Dewey 303.20" Disrabucie medi Loa sitcom agatecen el apovo dewntersiado det Corse Cmni Mericano para la Sivieutura Sosenite Tyrso anginal: Govern the Comomors The Bvolaon of israacins or Colscrot Acton Pubicade por Tae Pren Sundicate of the Leaves of Cambridge E Camesicge Univesity Prat 1796 Ispy osztsosied ‘Duseto de porn: Pacia Alvarez Baie pe rsa Nacional Ausdnora de Mésiod ‘Casiad Universtata Delegacion Govoncam: OW30, Mec, DE Courdinacién edict: erenise Heraiate Edsde dep icion Harteane Morar ‘Fipueratay farmacion: Eat Fir’ Magasin Luis L BR © 2011, Fondo de Culzsra Eeontrata Cametera Poche Ajasca 227, 14718, Menoo, BF, comeztarion: ear tfondodeculrurassonomisa.csm tear fontodand-nrmeconotna £3 Jel (ssyszaraer2 Factss237 4800 (Express cervicada 150 9001 2988 ‘Se prose ta reproucitin tual 9 pars deca bea. sex sual fore lena. sin a Anvencia por esc=ta el giular de fot derechos ISBN 972-6076-KIT4 limpreso eu Mexico » Ponca ox Mesico PREFACIO A LA EDICION EN INGLES En este libro pionero, Elinor Ostrom aborda una de las cusstio~ nes mas perdurables y polémicas de [a economia politica chési- ‘gx: sles posible @ no organizar el estudio delos recursos de uso ‘comin de manera que se eviten tantoel consumo excesivo como los castos administratives. Con frecuencia los economistas s0s- tienen que enestos casos, en los que muchos individuos poseen un recurso en comin —es decir donde no hay derechos indivi- duales de propiedad bien definidos—, el recurso se puede explotar solo cuando se resuelve el problema de I2 sobrexplotacisa me- diante la privatizacion ola imposiciOn de reglas a ravésde una fuerza externa. Por el contrario, Ostrom argumenta de manera convincente que existe otra solucién, ¥ que se pueden crear ins- toruciones stables de autogestidn sise resuelven ciertos problemas de provisién, credibilidad y supervisién. Para ello proporciona tun detallado estudio de una cifra excepcionalmenie exiensa de casos, entre los que se incluyen praderas de alta montafia cn Jar pony Suiza, proyectos de agua en Filipinas y California. y pes quetias en Canada y Turquia, Algunos de estos casos se referen a instinuciones estables: en otros, las instinscignes eran frAgites y fracasaron. Basando sus conclusiones en somparaciones entre fuentes de éxtoy fracaso en ta autogestiin, Ostrom descmbe al- gunas de las caracteristicas fundamentales de tos esquems #xi- toses de administracién en comdin, y concluye planteando a otros sientificos sociales ¢! desafio de continuar su original trabajo tesrico. : i a a a ae a a a a PREFACIO A LA SEGUNDA EBICION EN ESPANOL Eseribo con enorme placer este prefacio para In scgunda eifiesn ‘en espanol de £f gobierno de tos Bienes camtuines, wraducida tan cuidadosamente por Leticia Mering, Es un gran privilegio para mf que uno de mis libros, que vio ln luz das décadas alrs, sea fetmaducide y publieade por una editorial mexicana de gran ‘prestigio. Algunos académicos se preguntaran por qué hacia fblta una aueva versién, Un motivo és que los ejemplarcs de la primera edicién en espafol se han agotado hace ticmpo. Pero MMemds, muchos de los problesas discutidos eneste libre tienen Felevancia directa para los lectoresde México y América Latina. ‘Mis colegas y yo. en la Universidad de Indiana, hemos tenido el privilegio de trabajar con colegas de Bolivia. Chile, Colombia, Ecuador, Guatemals, Honduras, México y Espafa, y aprendemos mucho de nucstros colaboradores. Dada la histona y la ecologia demuchos paises de habla hispana, diversos recursos e institucio~ heade propiedad coman tenen enorme importancia. En México, por ejemplo, las instituciones de propicdad comin desempefian Ge importante papel en la gestion contemporanea de recursos: mas de 80% de los bosques que quedan en ese pals son propiedad de miles de ejidos y comunidades agrarias (Bray. Merino y Barry, 2003; Carabias et al, 1994), Alcom y Toledo (1998) sc refiegen a gstas instnuciones de propiedad comin coro “sistemas de pro- piedad” y subrayan la importancia de su anidamiento dentro de tin sistema legal que ler ha dado reconocimlente formal. Rivera (1998) examine como las acequias (sistemas de irrigacién orgu- nlzados porlos agricultores), una tradicin espaivala compartida con el sur-orste de Estados Unidos, continGan presentes en la Sida moderna de los estados de Colorado y Nuevo México. Cox (2010) ha concluido-un estudio sobre el valle de Tacs. en Nuevo México, donde demuestra que las acequias fueron vigorosas en elcontexto de una regién donde las Huvias eran muy irregulares, s © PREFACIO ALA SEGUNDA EDICION EN ESPAROL, mente enfrentan graves probleifi@¥ch la medida en ‘que familias ricas compran la tierra de Inbranza y construyen. Jujosas casas de descanso en medio de um sistema deirrigacién. ‘Tenemes mucho qué aprender de la cuidadosa investigacion, ‘que ha sido conducida para examinay los esfuerzos exitosos 0 fallidos para gestionarlos recursos ylas instituciones de propie- dad comin (Merino, 1997, 2008; Toledo, 199%; Chapela, 1994: ‘Sarukhan y Larson, 2001; Trawick, 2003). A partir de la publicacién de Gaverning the Commons, el ‘estudio de las instituciones y los recursos de propiedad comin ha florecido. Desde 1990 se ha publicada una enorme cantidad de libros que describen las instituciones de propiedad comin, (Acheson, 2003; Agrawal, 1999; Baland y Flatteau, 1996; Berkes y Folke, 1998; Blomquist, 1992; Bromley et al, 1992; Dolsak y Ostrom, 2003; Ghate, 2004; Gibson, McKean y Ostrom, 2000; Hanna, Folkey Miler, 1996, Keohaney Ostrom, 1995; Lam, 1998; McCay, 1998; Ostrom, Gardner y Walker, 1994; Potecte,Janssen, y Ostrom, 2010; Tang, 1982). La Asociacisn Internacianal para, el Estudio delos Bienes Comunes (1isc por cus siglas en inglés) se ha convertido en una vibrante organizaci6n interdisciplinaria que realiza encuentros en Durham (Carolina del Norte). Winni- peg (Manitoba), Manila (Filipinas), Bodd (Noruega), Berkeley (California), Vancouver (Columbia Briténica}, Bloomington, Zimbabwe, Oaxaca (México), Bali, Indonesia, Cheltenham (Rei- no Unido) y Hyderabad (India) (wwwisse-commons.org), Lateorfa convencional sobre los recursos de propiedadcolec- iva quese criticaen El gobierno de los Bienes comunes es todavia, aceptada por muchos académicos y se usa atin como fundarnento, de politicas pablicas sustantivas. La tearfa convencional supone que cuando los individuos se enfrentan a un dilema debido a externalidades creadas por las acciones de otros, reslizardn s6lo cdlculos estrechos y de corte plazo que llevardin a todos los in- dividuos a dafiarse a s{ mismes y alos otres sin poder encontrar maneras de cooperar para superar el problema, 4 la luz de los hhallazgos presentados en este libro y en al trabajo de otros aca démicos que desafian la generalidad de la tearfa convencicnal, mis colegas Roy Gardner, James Walter y yo, hemos levado a ‘cabo una serie de experimentos de laboratorio para examinar con precisidn las condiciones bajo lascuales los individuos eooperan, -PREFACIO ALA SEGUNDA EDICION EN ESPAXOL i en ln apropiaci6n (cosecha) den recursoite propiedad colectiva creado en un laboratorio experimental, cuyas condiciones fue~ ran fas previstas si la teorfa convencional fuese correcta (wéase Ostrom, Gardner y Walker, 1994). Nuestros hallazgos a partir de luna gran cantidad de experimentos desarrollados durante varios afios pueden ser resumidos como sigue: 1.Cuando no st permite alos apropiadores comunicarse en- tne sf, tienden a sobreaproplarse del recurso en niveles agregados que se acercan al nivel predicho por la teoria convencional, 2, Cuando se permite a los apropiadores comunicarse, con- siguen ganancias sustancialmente mds alias que cuando no pueden comunicarse. 3.Cuando las inversiones son rélativamente bajas, la comu- nicacién cara a cara permite a los apropiadores lograr y sostener acuerdos que s€ acercan a niveles optimos de spropiacién, 4.Cuando las inversiones son mas altas, algunos partici- pantes estan tentados a incumplir los acuerdos, y las ga- rhancias son menores que en los escenarios de inversiow ines bajas. 5.En una oportunidad dada, los apropiadores estin dispues+ 103 @ pagar cuotas para multara otros cuando éstos sobre= uutilizan el recurso, lo cual conduce a una reduceién en Tos niveles de cosccha, pero noen los beneficios netos, pues toque hay una tendencia a ejercer represalias y abusar de Jas multas 6. Cuando los apropiaderes discuten y acuerdan abiectamen- te sabre sus propios nivcles de apropiacin y sus propios sistemas de sanciones, las viclaciones de las acuerdos se mantienen en un nivel muy baja, se Fequicren pocos cas- tigos y st llega a resultados cercanos a los dptimos. iSélo el primer hallazge es consistente con la teuria convencio- pall! Los otros descubrimientas son éiconsistentas con la teoria convencional, pero consistentes con la teoria presentada en el capitulo v1. Experimentos recientes de aboratorio que utilizan un ambiente mas complejo, que se relaciona con descubrimien- n PREFACIO ALA SEGUNDA EDICION EN ESPAROL, 05 esokigicos igualmente mas compléfasrT@i encontrado que la comunicaci6n es esencial para lograrjresultados netos mas altos con 6 sin la oportunidad de castigar a quienes cosechan de amas (Janssen et al, 2010). Juan-Camilo Cardenas ha reproducido nuestros descubri- mientos con experimentos de campo en multiples pueblos de diferentes regiones de Colombis, donde los participantes se han enfrentado a problemas de gestion de bosques y recursos pes- queros (Cardenas, 2000; 2003). Todas les hallazgos mencienados se cumplieron‘euando estos experimentos s¢ condujeron con sujetos profundamente famniliarizados con los problemas del gobiernode los bienes comunes, Adems, Cardenas encontré que la imposicin de reglas por parve de autortdades externas, impet- fectamente monitoreadas (como sucede en la realidad), tenia un impacto negativo en el nivel de cooperacidn obtenido cuando se comparaba con la cooperacién lograda mediante la discusidn y el] acuerdo enddgeno (Cardenas, Stanlund y Willis, 2000). Vivimos tiempos dificiles. Porun lado, la pérdida de biodiver= sidad y bosques y el incremento de emisiones de efecto inverna- dero desafian la sustentabilidad de la vida human en la Tierra Necesitarnos pensar mucho sobre nuestro Futura y sabre lo que ¢ factible para sostener a las sociedades a lo largo de! mundaa través del tiempo. Las ideas de acadé micas. funcionarias y ciuda- danos, que se usan para percibir el mundo, afectan lo que se ve, las mejoras que se cree son factibles y los medios que se supone pueden ser usados para reformarlo, Las ideas parécen efimeras, pero sus resultades son los arrefactos del mundo: las citistades, los monumentos, las guerras, el sufrimiento y todas las actividades de losseres huirmanos conforme transcurren en su vida cotidiana, ‘Lo que se presenta en este libro no cx una panacea para resolver todos nuestros problemas ambientales o sociales. Mas bien es el resultado de un largo esfuerzo por analiear estudios de caso extensivos sobre sistemas de recursos de pequeiios & niedianos de wariados niveles de sustentabilidad, En 1988, pas en Biclefckd (Alemania) un ano sabatico pugnanda por entender por qué alyunossisteinias ati1o-orgsmnizadas sobrevivian durante laryas €pocas (varies siglos en algunos ¢asos) y otros se colap- saban cuande apenas se hablan iniciado. Despugs de muchos esfuerzos tratando de eacontrar "las" reglas que hactan ln dife, TREFACIO ALA SEGUNDA EDICION EN ESPAROL reneia bésica en la sustentabilidad de largo plaza, finalmente me di cuenta de que no era una regla especifica la que hacia} diferencia, sino mas bien los principios generales que subyacian a las reglas particulares. Por ejemplo, por s{ mismas, ninguna de jas muchas reglas de definicidn de limites de pereenenciausadas ‘enla prictica—como la adscripcién dela ciudadania, pasar una ppeueba, ser nieto de un. propietario original, poseer un atraca- dero {enel caso de las pesquerfas costeras), los lazos étnicos, #1 sgénero o la inversién en la propicdad de una parte del recurso tal como un sistema de irrigacién}—se asocia uniformemente con un sistema de regulacién vigoroso que hays sobrevivide Jargos periodos, Un grupo aute-arganizado de usuarios de un teeing que tiene una 9 mas regias de defnicién de limites de ppertenencia ¢laramente comprendidas por los miembros y los ho miembros del grupo tiene mayores prababilidades de sobre- ‘vivir durante mucho tiempo. Cuando los usuarios no tienen an acuerdo comiin sobre las reglas particulares ni sobre quiénes pueden 6 fo usar un recurso, se involucran frecuentemente tn conflicios interminables sobre este problema y no pueden “dodicarse de leno a sostener su sistema. De forma similar, no importa qué tipo de mecanismos de resolucién de conilictos se utilice, ode qué manera especifica se haga el monitarea, o-qué tipo de sanciones graduales esté vigente. El hecho importante es que los usuarios locales tengan acuerdos sobre las reglas de definicioa de limites, los mecanismos de solucién de conilictos, Jos planes de monitoreo, las sanciones graduadas apropiadas y sus propias reglas relacionadas con otros principios de diseto. ‘Tengo el gusto de inforinar que Michiel Cox, Gwendolyn Amold y Scrgio Villa: Mayor Thomashan trabajado extensivamen- te durante varios afios en leer y codificar mas de 90 estudios de investigadores de todas partes del mundo qué han examinado silos principios de disefioexplican la sustentabilidad.en sisterttas deinigacién, pesquerfas, bosques y otros recursos. Encontraran lun nivel may alto de evidencia empfrica de que los sistemas autogobernados vigorosos tienden a ser gestionados de manera consistente con estos principios de disefto y que aquellos que fracasan tienden ano ser consistentes. Cox et al. (2010) re» definieron, adernas, tres de los principios, de modo que ahora son ohichd més claros que en mi-earacterizacion inictal, “ PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION EN ESPAROL También es muy halagador que el Gott del Premio Nobel Feconesiera mi tabajo —con una espesial mencién a El go- diemo de los Bienes comunes— coma presea Sveriges Riksbank en Ciencias Econémicas a la memoria de Alfred Nobel en di- ciembre de 2009, Esto ha producido una atencida creciente en mi trabajo, pero a veces también una interpretacién equi- vocada, Algunos lectores han interpretado que los principios de disetio se refieren a una determinacién de cuiles comunida- des en un primer momento titnen mayores probabilidades de ‘organizarse. No s esto Jo que yo afirmé. Las variables que afec+ tan las posibilidades de que un grupo que cosecha un recur 40 recurra a clerta forma de autoorganizacién son otro tema. Las presento y discuto en mi articulo en Science (2009) citada mis abajo. Espero-que los lectores encuentren este libro, originalmente publicadoen 1950, relevante pars el escenario contemporaneo. Demuestra que los humanos som capaces de autoorganizarse y crear iniciativas de cooperacién que puedan sobrevivie du- ante largos periodos (aunque ne todos estos sistemas auto- organizados sobrevivan), Resulta que muchas corporaciones auto-organizadas y privadas también sobreviven durante largo tiempo. De modo que necesitamos entender factibilidad, pero nol inevitabilidad, de los sistemas vigorosos auto-organizados. En wer de confiar por completo en los gobiernos nacionales 0 ena propiedad privada pera prateger nuestros recursos —pues a veces pueden hacerlo, pero a menuido fracasan—, necesita- mos abrir espacio para que los usuarios locales se goblernen ast mismos. Ademds, necesitamos praveer entornos donde los sistemas auto-organizados puedan aprender, unos de omro3 y a partir de estudios cuidadosos, mejores mancras de adaptarse a través del tiempo. Espero que muchos académicos de habla hispana continden activos en el esfuerzo por comprender céme estos atributos in- dividuales se combinan con una cantidad enorme de variables estructurales —como las dimensiones del grupo, la heterage- neidad de sus integrantes y el tipo de problemas ambientales a que secnfrentan— para permitir que les individues, en muchas situaciones de propiedad colectiva y en otros dilemas sociales, superen las tentaeiones a que se enirentan para lograr mejores PREFACIO ALA SEGUNDA EDICION EN ESPANOL as resultado¢ eonjuntos. Se trata de un desafio.que ataite al ridcleo de las ciencias sociales modernas. ELINOR OSTROM BIBLIOGRAFIA ‘Acheson, James M. 2003. Capturing the Commons, Devising Tnstitations to Manage the Maine Lobster Industry. Hana- ver: University Press of New England. ‘Agrawal, Arun, 1999. Greener Pastures: Politics, Markets, and Community amonga Migrant Pastoral People. Durham, NC: Duke University Press. ‘Alcorn, Janis B. y Victor M. Toledo. 1998, “Resilient Resource ‘Management in Mexico's Forest Ecosystems: The Con- tribution of Property Rights". En Linking Social and Eeo- logical Systems, Management Practices, ed. Fikret Beskes y Carol Folke, 216-49. Cambridge: Cambridge University Press. Baland, Jean-Marie y Jean-Philippe Platteau, 1996, Halting De- gradation: of Natural Resources: Is There a Role for Rural ‘Communities? Oxford: Clarendon Press. Berkes, Fikret y Carl Falke, eds, 1998, Linking Social and Ecot- gical Systems, Management Practices and Social Mecka~ isms for Building Resilience. Cambridge: Cambridge Uni- versity Press. Blomquist, William. 1992, Dividing the Waters: Governing Groundwater in Southert California. San Francisco, Ca: ICS. Press. Bray, David Barton, Leticia Merina-Perer y Deborah Bary. 2005. The Community Forests of Mexico / Managing for Sus- tainable Landscapes. Austin: University of Texas Press. Bromley, Daniel W, David Feeny, Margaret McKean, Paul- ine Peters, Jere Gilles, Ronald Oakerson, C. Ford Runge y James Thomson, eds. 1992. Making the Commons Work: Theory, Practice, arid Policy. San Francisco, CA: 1¢S Press. Carabias, Julia, Enrique Provencio, Carlose Toledo y Pedro Al- varez [eaza. 1994, Manejo de Recwrsos Narurates y Pobreca te PREFACIO ALASEGUNDA EDICION EN ESPASOL Rial México: Universidad NacictaPtptSnoma de México yFondods Cultura EcoaSmica, ‘Cardenas, Juan-Camilo. 2000. "How Do Groups Solve Local Commons Dilemmas? Lessons from Experimental Econ comics in the Field”, Ersironnumt, Development Fy 2: 305.22 Cardenas, Juan-Camile. 2003, “Real Wealth and Experimental ‘Cooperation: Evidence from Field Experiments”. Journal of Develop mient Economics 10. 263-89. Cardenas, Juan-Camillo, John K. Stranlund y Cleve E, Willis, 2000. “Local Environmental Control and Institutional Crowding-Out", World Development 28(10): 1719-33. Chapela, Gonzalo, 1994, Aprovechamienta de los recursos foress tales e+ Ua Sierra Purérecha. Méxice: Universidad AutSco- ma Metropolitana. Nechimilco. Cox, Michael, Gwendolyn Amold y Sergio Villa. Mayor Tomas. 2010, A Review of Design Principles for Community-based ‘Natural Resource Management. Ecology cmd Soctery 15(4): 38.fenlinea] URL:http:thwww ccologvandsociety org voll 5! isstar38i nides, Leda y John Tooby. 1992, “Cognitive Adaptations for Social Exchange”. En The Adirved Mund: Evolutionary Paycholosy and the Generation of Culture, ed. Jerome H. Barkow, Leda Cosmides y John Tooby. 163-223. Nueva York: Oxford University Press. Cox, Michael. 2010. Exploring the Dynamics of Social-Ecol- ogical Systems: The Case of the Taos Valley Acequias. Bloom ington, In; Indiana University Press, Doliak, Nives y Elinor Ostrom, eds. 2003, The Comings in the New Milleonizom. Challenges and Adagtation. Cambridge, Mass: MIT Press. Ghate, Rucha. 2004. Uncormmons in the Commons. Comamuonity initiated Forest Resource Management. Nueva Delhi, Indi Concept Publishing Company. Gibson, Clark, Margaret McKean y Elinor Gstrom. eds. 2000 People and Forests: Communities, Institutions, and the Go- vernance of Forests. Cambridge, MA: MIT Press. Hanna, Susan, Carl Folkey Karl Géran Maler, eds. 1996, Rights to Nature, Washington, D.C.: Island Press. Coss PREFACIO A LA SEGUNDA EDICION EN ESPANOL fy Janssen, Marco, Robert Holahan, Allen Lee y Elinor Ostrom, 2010, “Lab Experirments for the Study of Social-Ecological Systems”, Sctenee 328(5978) (April 30): 613-617. Keohane, Robert 0. y Elinor Ostrom, eds. 1995. Local Com: mons and Global Interdependence: Hetcrogencity and Coo peration in Two Domains. Londres: Sage. - Lam, Wai Fung. 1998, Governang [rigution Systems int Nepal: Insitutions, Infrastructure, and Collective Action. Oakland: ICS Press McCay, Bonnie J. 1998. Oyster Wars and the Public Trust; Pro- perty, Law, and Ecology in New Jersey History. Tucson Unt- versity of Arizona Press, Merino, Leticia, ed, 1997. El manejo forestal comunttario en ‘Mexico y sus perspectivas de ststentabilidad. Cuernavaca, Mexico: Universidad Nacional Auténoma de México. Merino, Leticia. 2004. Conservacién o deteriora, El impacto de las politicas priblicas en las insiituciones comunttaras y en las uso de fos bosques en Méxica, México, Insticuto Nacio~ nal de Ecologia, Ostrom, Elinor 1998, “A Behavioral Approach to the Ration- ‘al Choice Theory of Collective Action”. American Political Science Review 92(1) (March): 1-22. Ostrom, Elinor. 2003. "A General Framework for Analyzing Sustainability of Social-Ecological Systems”. Science 325 (5938) (26 julio): 419-422. Ostram, Elinor, Roy Gardner y James M. Walker. 1994, Rules, Games, and Common-Pool Resources, Ana Arbor: Univer sity of Michigan Press, Poteete, Amy, Marco Janssen y Elinor Ostrom. 2010, Wirking Tgether: Collective Action, the Carmons, and Multiple ‘Methods in Practice. Princeton: Princeton University Press. Rivera, José A. 1998, Aceguia Culture; Water, Land, avd Cam- munity in Oke Southwest, Albuquerque: University of New Mexico Press Sarukhan, José y Jorge Larson. 2001. “When the Commons Become Less Tragic: Land Tenure, Social Organization, and Fair Trade in Mexico". En Prowecting the Corimons. A Framework for Resource Management in the Americas, ed. Joanna Burger, Elinor Ostrom, Richard Norgaard, David 8 PREFACIO ALA SEGUNDA EINCION EX ESPAROL, Rolisanchy y Remand Gallitcin, Ss-Pe Washington, DC: land Pree ‘ Tang, Shad Van W99E, decetesioas and Oh Goversanie be bmgahow San Byarctase: ICS Press, fos Vict Manual 1991, “Patzcuaro’ Lesson, Nature, Bad wetion, and Cuhure in an Indigenous Region af Mexico" Ba Biadiessn Chdhore Cotaenanonan! Favlenelapment, so. Margniy Ohifichd and Jaws Bo Alcorn, 147-71, Bullen, CO. Westview Press Trawick, Paul B. 2003, The Stale for Witter ex Pose, Cote and Thagady om the Andaae Commnsas, Palo Alto, CA: Slat Ford Caiversity Press. acne Aston Sh ADVERTENCIA esuilta dificil decat cudndo empecd a trabajar en este estintio, Sie pregutaran cndtno comence aestuliar lox problemas bev colectiva a.que se enifrentan lex individuos que wilizan recuitwos de tise comin, seria mas fell identificar el cons go. A paneipios sé la década de 1960 cursé un seuinatio de grado con Vinvett Osthom, quien habsia de converticse en mi colega tnds cercane ¥ despues en mi mando. El seminarto se eentraba en el desarrolle de las institueiones relacionadas eon los recursos hidraulicos en el surde California. Inicié ani tesis doctoral conventrandome en la gestion empresarial implicada fen el desarrollo de empresas puiblicas para detener el proceso de intmusion de agua salina en ua manto acuifero subterréneo eneel érea metropolitana de Los Angeles. Louis Weschler, come patero de estudios de posgrado, dinigis un estudio paralelo en unmanto acuifero subterrineo adyacente, manejacio mediante arreglos institucionales diferentes ¥ que se enfrentaba a pro- biemas similares. Cuando Weschle? y yo concluimos nuestros eshidios, ambes arreglos institucionales habian tenido éxito al Permitir que los productores de agua évitaran la catastrofica pérdida econdmiea que habria ecurrido si el océano Pacifico hubiera imundade ambos mantos acuiferos (E. Ostrom, 1965 ‘Weschler, 1568) ‘A fines dela década de 1960, Vincent y yo participamos en el Programa de Investigacidn de los Grandes Lagos iniciade. por el Batelle Memorial Insthtuze (V. Ostrom y E. Ostrom, 1977), pcro la mayor parte de mi trabaja como joven integrante del cuerpo dacente se centré en problemas de pravisiGn de servir cios urbanos y economias piblicas en reas metropolitanas, En 1981, Paul Sabatier, colega por un afc en el Centro para la Investigacién Interdisciplinaria en la Universidad de Bielefeld, me pidié que expusiera en un seminario sobre “aprendizaje organizacional"; para ello 19 » ADVERTENCIA reqlas dessrrollads por os prodtucsnrls dmwe. ubterrines en Jos mentos aculleros del sur de California. Adernds, Paul queria Saber por qué tenfa yo tanta confianza en que los sistemas que habla estudiado 15 afes atrés segufan funcionanda bien. En 12 momenta la Gnica respuesta disponible era que las insti- tueiones hablan sido muy bien disefadas para ajustarse a las circunstancias locales, por lo que daba por seatado que hsblan sobrevivide y prosperade, Cuando regrese de Bielefeld sugerta William Blomauist, uno dde mis estudiantes de doctorado, que respondiera ala pregunta de Sabatier como tema de su tesis doctoral. Blomguist (19875) encantré que las instituciones disetadas por los propios pro- ductores de agua seguian funcionando de manera efectiva, Las ‘condiciones dé los mantos aculferos hablan mejorado de mancra sustancial. El “éxito” implicado en estos casos nos condujo a ‘emprender un estudio, fnanciado porel U.S, Geological Survey (nim. 14-08-0001-G1476), sobre un conjunto mas amplio de ‘suencas subterréneasenel sur de California, y otro ins limitado ‘enel norte del mismo estado, a fin de indagar qué factores esta- bban asociados con la evoluciénexitosade nuevas instituciones y su eficiencia y equidad, Con el tiempo terminaremos un estudio comparativo sobre los cambios institucionales, econémicos y fisicos ocurrides en un perioda de 30.2 50 afios en 12 cuencas subterraneas, A pesar de mi enrusiasmo porlo que puede aprenderse allestu- dlar una docena de evencas subterréneas y fas instinuciones que se han desarrolledo para gestionarlas y administrarlasa través del tiempo, tales estudios por sf solos no son suficientes para! desarrollo de una tearia mas amplia sobre arreglos instituciona- Jes relacionados con ta gestién y administraci6n efectiva de los recursos de uso comin (RUC). Se requiere informacisn similar sobre muchos otres escenarios que permita empezar a adquirir Ja base empfrica necesaria para mejorar nuestra comprensién \edriea del funcionamiento de las institueiones y de como los individuos las modifica ‘Mi eerteza sobre Ia posibilidad de utilizar estudios de caso detallades escrites por otras autores para obtener una base empirica lo suficientemente rica para la comprensidn de los uc deriva de mi incorporacién al "Panel sobre el manejo de ster ti fos recursos de propiedad conntet dels Katlonal Academy of Sciences en 1985. Cusnda me invisaron a unirine al pene, sus mismberr hablen sncargado diverse ensayos « inventigndoxet ide casnpo. Asimiano, ve les pidi6 a los autores organizer was ena 08 utllizando un marco de trabajs prepared pr Ronald ‘Osicerson (1986), lo que significala que tons estarian enfocados ny solo en las propiedades Iisicus de Joy sistemas de recursos sino tambien en los tips de reylas usados pare regulas 9 9c cexo y uso, las clases de interacciones que se entablaban y 1s resultados que se obtenfan. Los ensayos se preseniaron en una conferencia internacional en Annspatis y fueraa publicados por la National Academy Press (National Research Council, 1926), Ciervas trabajos y algunos capiwulos nuevos se recopilaron en un nuevo volumen (Bromley. en prensa). La lectura de esos estudios, asf como de algunos de los trabajos citados por ess autores, me hicieron consciente de dos hechos de gran importancia: primero, que existia ya una bibliografia extraordinariamente rica de estudios dé caso, £8 rita por investigadores de campo que hablan invertido de esfuerzo en la obtencién de informacion detallada. estrategias adoptadas por quienes se apropian, las que uuiizaban. Segundo, esa biblioge por autores de distintos campos diseiplin hablan aparecidoen publicaciones bia emprendido ninguna sintesis de Un, compilador de la bibliografia result casi 1000 casos. Mas uarde ef mimero, (Martin, 1989). Las disciplinas repres incluyen la sociologia rural, la antrop nomfa, la clencia politica, las cienci: de Ia irrigacién y la ecologia humanae areas de investigacién como los cstuid euroccidentales y muchos mds. Lose findamentalmente estudios realis disciplinas y quizas otros referentes gevgrdlica, Pocas citas provenian 2 ADMERTENC consectiencia, s¢ habla acumulado fraMMinudad de conoct: iente sumamente especializado sin que se hiciera una sintesis © aplicacidn a problemas de politicas pablicas. Dada la importancia de comprender ome ayudan las insti- tuctones a los usuarios a manejar los problemas de las RUC ¥ gracias a la-variada bibliogvafia acerea de esos problemas, me parecid esencial usar estos extudios de caso comoun base em pirica para aprender mas sobre los efectos de las instituciones enos comportamientos y sus resultados en distintas contextos ‘Con el apoyo de un financiamiento de la National Science Foun- dation de Estados Unidos (niim, se5:8619498), varios colegas y yo logramos reunir muchos de estos casos, y examindndolos de ‘manera minuciosa, Seleccionamos un subconjunto mucho me- nor para una iavestigacién, eodificaciOny andlisis mds amplios. Nuestros eriterios de selecci6n requerian que el case hubiera sido ‘escrito como resultado de un extenso trabajo decampo y que se propercionara informacion sobre J) la estructura del siscema de recursos, 2) los atributos y comportamientos de quienes se apropian de los recursos, 3) las reglas usadas por dichas personas 14) los resultados que se desprendian de sus comportamientos, Hemos desarrollads una forma de codificacién estructurada ‘que nos permite transformar los datos cualitatives en una base estructurada de datos susceptibles de andlisis cuantitativo El desarrollo de las formas de codificacién fue en sf un ejer cicio de desarrollo te6rico. Utilizamos un método de andlisis {nstinicfonal que habia surgido de nuestro trabajo anterior {E. Os- trom, 1986a, b) como el marco organizador para el disefio de esas formas. Ademds, prestamos cuidadosa atencién a las hi- potesis enunciadas por investigadores de campa que hablan dirigido miiiples-estudios o que se encontraban revisando los numerosos hallazgos de estudios (0 trabajos). Tratamos de in- cluir formas de medir sus conceptas y propusimos relaciones en nuestras formas de cedificacién, En virtud de que trabajs- ‘bamos con datos cuslitativos, la mayoriade nuestros eonceptos tenfan que formularse como variables con valores ordinales © nominales. Se requirieroa varios afios de arduo trabajo tan solo para leer una cantidad suficiente de easos, estudiar los esfuerzos realizados para sintetizar hallazgas de campo especializados y desarrollar formas de codificacién, ADWERTENCIA 2 Alo largo de este proceso etcribimos varios ensayos con a nalidd de clucidar una teorta que nos ayudara a comprender s patrones que empezabamos a vislumbrar al leer estos mate- pales (Gardner y E. Ostrom, 1990; Gardner, E, Ostrom y Walker, 1990; E, Ostrom, 1985b, 1987, 1989, Schlager y E, Ostrom, 1987; Walker, Gardnery E, Ostrom, 1990). Estoy convencida de que el conocimiento se incremenia a través del continuo ir y venir de La abservacidn empirica a esfuerzos serios de formulacion teérica; asi, este libro puede verse como un “informe de los avances” del desarrollo de una investigacién en curso, Dada la complejidad de Jos fendmenos empiricos estudiades y el tipo de teorfa que se requiere para explicarlas, el esfuerzo bien puede continuar por ova década mis El estimulo para escribir este volumen provino de James Alt y Douglass North después de que impard una confereneia en ia Universidad de Washington en St. Louls, durante el otofie de 1986. En virtud de que el proyecto sobre los RUC todavia estaba “en proceso”, nunca hubiera softado con escribir un libro sin su continua aliento. Cuando Kenneth Shepsle y James Alt me pidieron dar conferenciasen la Universidad de Harvard durante mi semestre sabitico, la suerte estaba echada, El verdadero trabajo sobre ef manuscritoempez6 en enero de 1958, cuando una vez mas tuve la suerte de pasar un semestre sabatico en el Centro de Investigacion Interdisciplinaria de Ia Universidad de Bielefeld. Durante mi estancia participé en un grupo de investigacion sobre teoria de juegos y ciencias de la Conducta organizado por el doctor Reinhard Selten, del De- partamento de Economia de la Universidad de Bonn, del que obtuve grandes beneficios. A pesar de que en este libro solo se utilizan unos cuantos ejemplos de la teuria de juegos, la manera en que los tedricos del juego piensan sobre las posibilidades estratégicas en Ambitos sociales ha influide notablemente en la manera en que analizo las cuesuiones centrules aquf abor dadas, El trabajo con Roy Gardner y Franz Weissing en dos andlisis de teoria de juegos de situaciones sobre los RUC elevs de manera importante mi opinion sobre el poder ylautilidad de la teorfa de juiegos como herramienta tebrica general para los investigadores interesados en estudiar las consecuencias de distintas instituciones, ” ADVERTESCIA La redacciénde este librosellevé a tstbtun la participacién de la Agencia Estadunidense para el Desarrollo Internacional para el “Proyecto sobre descentralizaciéi: finanzas y adminis tracién’, auspiciado por la Oficina de Desarrollo Rural e Insti- tucional de la Agencia para la Ciencia y la Tecnologia (st&an), Elreto de que las ideas tedricas fueran relevantes para su apli- eacién, el apoyo pars el trabajo de campo en Nepal, Bangladesh y Pakistan, y la oportunidad de discutir esas ideas con Larry Schroeder, Susan Wynne, Jamie Thomson, Louis Siegel, James Wunsch, Ed Coanerley, Jerry Miner, Ken Kornher y Eric Chet- wend, asf como-con el personal dela misién y con funcionarios del gobierno, tienen un inmenso valor para mi, porlo que espero que este volumen sea valioso para el proyecto, Laoportunidad de:impartir conferencias basadas cn partes de este trabajo, mientras el manuscrito se encontraba en proceso, también me favorecié ampliamente, Ademds de las conferencias en Harvard en abril de 1988, he ofrecide otras basadas en uno © més capitulos en los siguientes lugares: e] Departamento de Sociologia de la Universidad de Bielefeld, la primera catedra Udall en Ia Universidad de Arizona, unaconferencia sobre “De> mocracia y desarrollo” organizada por el Instituto Sequoia, una serie de verano Liberty Fund en Victoria, Columbia Briténica, del 15 al 20 de mayo de 1989, y en diversas ocasiones en el Ta ller de Teoria Politica y Analisis de Politicas en la Universidad de Indiana Muchas personas han comentado versiones aateriores 0 borradores de este libro: aprecio profindamente sus criticas Francas y tiles. Espero haber respondido a sus sugerencias de manera adecuads. Los lectores detodo e! manusento incluyen a ‘Arun Agrawal, James Alt, Oliver Avens, Fikret Beries, Elizabeth Case, David Feeny, Roy Gardner, Larry Kiser, Hartmut Kliemt, Robert Netting, Douglass C. North, Vincent Ostrom, Christine Picht, Russell Roberts, Edella Schlager, Jane Sell, Michael Taylor, Norman Uphoff, James Walker, Franz Weissing y Rick Wilson. Los lectores de algunos capitulos individuales, basados en propias investigaciones son Paul Alexander, Fikret Berkes, Wil Jian Blomguist, Peter Bogason, Thomas F. Glick, Arthur Mass, Robert Netting y Norman Uphoff. Los lectores de ensayos rea- lzados antes de la preparacién del manuscrita incluyen a Wulf ADVERTENCIA 2 Albers, Christi Barbour, William Blomquist, James Coleman, James Cooper, David Feeny, Margaret McKean, Fritz Scharf, Kenneth Shepsle, Rick Wilson y Jemes Wunsch, Extierdo un agradecimiento especial a aquellos colegas asociados desde el principio con el proyecto de los RUC: William Blomauist, Roy Gardnex, Edella Schlager. S. ¥. Tan y James Walker, quienes han ocupado muckas horas en refinar conceptos, desarrollar modelos, disefiar instrumentos y experimentos y discutic cual era la mejor manera de descubrir variables en lo que estéba- mos leyendo y recolectando. Expreso mi reconocimiento a la ayuda de Elizabeth Case, editora asociada de esta coleccién, a Sophia Prybylski en la Cambridge University Press y a Emily Loose, editora de la Cambridge University Press. Patty Dalecki proporcioné, como siempre, ayuda editorial y de produccién profesional que mejoré mucho la calidad del manuscrito. Su espiritu jovial ativié la tensiGn en numerosas ocasioncs. PRGLOGO Lapetici6n de escribir el préslogo para esta edicin en espanol de El gobierno de los bienes comunes de Elinor Ostrom ha repre- sentado para mf no s6le un gran honor, sino especialmente un. gran reto, Un honor, por loque Lynn Ostrom ha representadoa. fo largo de muchas décadas en-el campo de los estudios socio- ccondmicos de las acciones cofectivas de quienes aprovechan recursos comunitarios y que culming, hace poco, en-el recond- cimiento por partedel Comité del Premio Nobel al otorgarle en. €1 2009 el galardon en el Area de Economia. Un reto porque no resulta faci] redactar un prélogo a un libro, escrito por quien mis conoce del tema, sin que ese intento se torne en una narra- ion redundante del contenido de l2 obra en una infructuosa pretension deemitir ideas originales acerca del tema y que estéa a [a altura del contenido del libro. Ademas, solo puedo justificar mt cercanfa con el tema por el interés de encontrar formas de uso de nuestro capital natural en México, queal tiempo que conserven la diversidad biolégica, ayuden a asegurar la subsistencia econémica de los duefios de ese capital. En un pais como el nuestro, donde entre des tercios y tres cuartas partes de los bosques templados y tropicales son propiedad comunal, estudiar las formas de uso y manejo de los recursos naturales implica que uno quede situadoen elcampo que la doctora Ostrom ha estudiado durante las tiltimas cuatro ‘cinco décadas. El premio Nobel le fue concedide por “su andlisis de la go- ‘bernanza econémica”, especialmente de los “bienes comunes" y porque sus investigaciones ham tratado de establecer por ‘qué una serie de fuerzas, mas ella de las del mercado, pueden aportarnas una cooperacién organizada de grupos que utilizan recursos cotectivos. Los estudios de Ostrorm han mantenido que es necesario llegara soluciones alternativas a las planteadas por Jos teéricos del Estado-o dela privatizacién, pues estas solucio- a 28 PROLOGO nes no son las tnicas vias para resol#te [problemas a los que se enfrentan quienes se apropian de *rgcurses de uso comun”, Sus investigaciones son particularmente relevantes a la luz de lox muy actuales problemas ambientales que afectan al mundo comoun tote yde los esfuerzos en curso para alcanzar acuérdas gubernamentales de naturaleza mundial. Pero también lo son por varias otras razones importantes: a) el tipo de tenencia de Ia ticrra en México y algunos otros lugares del mundo y de los sistemas de gobernanza ligados a él; &) sus propias resultantes cullurales, yc) las caractertsticas ecoldgicas del territorio de muchos paises megadiversos y le aptitud de uso de los ecosis- temas naturalesen esos lugares. Adicionalmente, las aporiacio- nes conceptuales de Elinor Ostrom adquieren nueva relevancia por el reciente acuerdo internacional en la COP 16 de Canciin para Ia atencién alos problemas ambientales globales, lizados ala reduccién de emisiones de gases de efecto invernadero par medio dela reduccién dela deforestacion y la degradacién de los bosques (la resolucién de Canciin sobre fa implantacién de un mecanismo-denominado REDD). Dentro de ese escenario, los palses que, como Méxica, tienen la posibilidad de impulsar formas exitosas de mancjo comanita- rio de los bosques y que, siendo sustentables en el largo plazo, se conviertan al mismo tiempo-en vias de desarrollo econdmico auténomo para las comunidades ducias de los bosques ne deberfan desperdiciar esta oportunidad. Este es especialmente el caso si se cuenta con una eficaz capacidad de estimacion, verificacién y monitoreo de los cambios de eobertura vegetal del territorio. ‘Sin embargo, la base en la que descansan todas estas posibili- dades de aprovechamiento de los recursos internacionales, que podrian dedicarse a la instrumentaci6n del programa REDD+, Teside en las comunidades, en su cohesién social y sistemas de gobernanza, y en las oportunidades y apoyos que reciban para establecer 0 consolidar sus empresas forestales. La cohesion ‘social de las comunidades es un elemento esencial que ha sido asediada por diversas causas externas, de manipulaeién politica o de limitaciones de tipa econdmico y demografico. La capacidad de communicaci6n ha sido el motor dela profun- da transtormacidn o evolucién de nuestra especie, en el proceso PRoLaco » de su diferenciacién de los hominidos de los que se origina y con los que comparte casi ls totalidad de sus genes. La vida social, tan caracterfstica del Momo Sapiens, ciertamente noes exclusiva de nuestra especie: existe en otros primates ¢ incluse ef al gun1Os grupos de inveriebrados, como las abejss y las hormigas. Sin embargo, a diferencia de estas especies. en la nucstra el tejide social obedece no sélo a reglas de convivencia que maximizan Ja adecuacién biolégica de Jos individuos, sina a valores que surgen de la cohesién social y que le dan a la organizacion social un sentido mucho mas profundo y amplia. El ser social, en toda su amplitud, es slo atribuible a nuestra especie y se mantiene fundamentalmente por las diversas expresiones de la cohesién social ‘La exclusién social es una importante causa de laexistencia de sociedades duales, profundamente desiguales. Otros conceptos, como los de desintegracién social y depauperacion, son resul- tantes directos 6 indirectos de una economna que, en palabras de Riccardo Petrella, economista y socidlogo italiana estudioso de los recursos hidrices, ba estado motivada, guiada y dirigida por un propésito que ha tomade precedencia sobre todos las demas, y que ¢s el de la competitividad cortoplacista de tipo comercial, la cual se ha convertido en “el nico y verdadero objetivo —ven- dido, propagado y defendido— de la economia de los Nortes del planeta’. El final del siglo XX se caracteriz6 por el triunfo de las fnamzas sobre la produccisn y el bienestar social ‘La tendencia economicista, el manejo del planeta de acuerdo con el eriterio exclusivo del rendimiento econémico de las cor poractones y Ia monetarizacién de todas las empresas humanas estan acrinconande la humanidad en un callején sin saltda. Esto ha llevado a desestimar las necesidades colectivas no ligadas al mercads, al desperdicio de enormes cantidades de recursos initos yalaexclusion de los beneficios dal crecimiento de cada vez més grandes parciones de la poblacién mundial, La selecci6ém de un modelo durable de desarrollo modificaria profundamente estilos de vida dominantes y formas de consumme. De hecho, tal modelo implica un reforzamiento de redes ciudadanas y de solidaridad, la elaboracian de nuevos enfaques al trabajo capaces de satisfas cer necesidades que el mertade, por si solo, no puede atender o atiende de manera muy limitada, Obviamente, tal modelo de so PROLOGO desarrollo no es Eécilmente aceptabléstrembargo, también es clara que solamente el desarrollo sustentgble es eapazde prevenit el llamado “apartheid social” y los desastres ecologicos que, de seguir las actuales tendencias, amenazan seriamente al mundo, _En los pafses que poseen una considerable y ampliamente distribuida poblacién rural —poblaci6n que adems es sirmul- taneamenté dueiia y dependiente para su subsistencia de los recursos de los écosistcrnasnaturales—, la estrategia deconser- vacién de la biodiversidad “sin tocarla", representada por los diferenics tipos de areas naturales protegidas, que es sin duda fundamental y de grap importancia, constituye un enfoque muy limitado para la conservacién de la biodiversidad que, en su gran mayorfa, se encuentra fuera de esas dreas protegidas y esta ubiceda.en zonas que son propiedad de las comunidades rurales. Esto es en especial pertinente para las regions montafiosas, con paisajes de considerable pendiente, donde la agriculturaesmuy poco eficiente. Existe suficiente evidencia empirica para afirmar que los procesos diversificados y sustentables de extracciém de componentes de los ecosistemnas son, alapar quenecesarios para dotar de alternativas de sostenimiento econémicoa los duefios de esos recursos, alternativas de conservacién de las caracieris- tieas estructurales y funcionales de los ecosistemas, que son los factores determinantes de Ia provisién de los servicios ambienta- les que recibimos de los ecosistemas, perfectamente aceptables. La versién en idioma expafial dela obra de la doctora Ostrom debe ser tin impulso para los estudiantes y profesionales de eco- logfa, ambiente forestal, econem/a, desarrollo social y rural, etcétera. Un estimulo para pensar en formas de relacién con nuestros recursos naturales renovables que no estén limitadas a 5u conservacién no consunttiva, sing que incluyan de manera central su utilizacién racional y sustentable, No solamente lograriamos dos cambios absolutamente centrales para el fu- turo: conservar el patrimonio natural de cada pais y resolver, por lo menos en una parte importante, la sevcra marginacién econémica y social de la poblacién rural. Se lograrfa un cam- bio adicional con profundas consecuencias para el futuro de muchas naciones en desarrollo: la conversion de una pablacién rural, que ensu gran mayorla no tiene opciones de desarrollo y depende de subsidios de diversa indole para permanecer en el PROLOG uM estade de marginacion que poseen ahora, en empresarios, ea duefios de su futuro, Este constituiria un cambio psicolégicode dimensiones enormes y de consecuencias impredecibles para ‘bien de la cobesién y la igualdad sociales del planeta, ‘ JOSE SARUKHAN lnvestigador Emerita del Instituto de Eoologis de la uream ‘Coordinador Nacional de a Comisién Nacional para el Conccimiente y Uso de la Biodiversided (Conabio) NOTA DE LA TRADUCTORA Hace 20 aftos, Oxford University Press public la primera ediciin de Governing the Commons, The Evolution of the Institutions for Collective Action de Elinor Ostrom. Rapidamente cate texto se canvirti6 en un eldsieo que en el campo acadérnico de las tlencias sociales en lengua inglesa marcé un verdadera partes guas. Gaverning the Commons cuestiona y refermula algunos de los paradigmas adn vigentes en este campo: la dicotorn{a mercado-cstado considerada como jjanacea de la politica pabli- ca; la vigencia universal de la "clecci6n ractonal” basada en ta concepciéndelos individuos como meros optimizadores econd- ‘micas ajenos en todos los casos al bien comiin; fn consecuente preeminencla de fa econorafa sobre el resto de Jas ciencias so- Ciwviones pablisasy privacdas con frecuencia estan entretejidas y dependen ana de a otra Una solvicisn alternariva Con el fin de absir In discusién sobie opciones institucionales para resolver dilemas de los bienes comunes, quiero presentar tan quinto juego en el que los pastores mismos pueden estable+ er un conirato vinculante para comprometerse con ura estrate: inde cooperacidn que ellos mismos forjacsn. Sirepresentamos este arroglo én cl litetior de un marco no cooperative, debe incluirse ablertamente jugndas adicionales en la estructura del juego. En In teoria de juegos no cooperatives, un eontratavineu- lante se interpreta como aquel que se hace cumptir de manera infalible por un actor exterior, del mismo modo coma interpre+ tamos que la penalizacién anteriormeate postulada se hace cumplir de manera infalible por la autoridad central, Una forma sensilla de representar esto #3 aftadiendo win parémetro mds a los beneficis y una estrategia al eonjunto estratégico de los dos pastores.” El parimetro es el costo de hacer eumplir un acuerdo. y esta representado por ta letra e, Los pastores en el juego 5 deben ahora negociar antes de leviar us animales a la pradera, Durante las negociaciones divcuten varias estrategiaa para compartir la capacidad de carga del pastizal y los costas de hacer eumplir este acuerdo, Sin em- Tbargo, los conteatos na se pueden hacer cumplir a menos que haya un acuessto unanicne entre todos los pastures, Cualysier propuesta hecha por un pastor que no impliquie compartir por gual los costes de la capacidad de carga y del ew cocrenivo seria vetala poe el alts paator et sis tsk wap leacy on yee ids Fa Whom ey hl esos dl Ie lar wan Wetesg, gun i we veo Shad lias tag alsoaria Bala gata os but ie al aegis WPL XE ELPA Len annie Coat 0 Frauen 13, Juego 5; Juego ste sjeccaclin autofinanciuda del comsnaco .) MMM MK WW AA Beet Por tanto, eltinicoacuerdo viable ~y elequilibrio resultante en ste jurgo—es que ambos pastores compartan equitativamente log niveles de rendimiente sustentable del pastizal y los costos de hacer cumplir sts acuerda, siempre que la cuota del costo del curmplimiento coercitive de casa pastor sea menor de 10 Adicionalmente, en el juego 5 los jugadores sfempre pueden garantizar que el peor resultado que pueden lograr ey el de “drsertas, desertar" del juego 1. No dependen de la exacted de la informacién obtenida por ua lejano funcionario publica Fespecié A Sus estrategias, Si un pigadlor sugiere um co basado en tuformacion incaripleta o ter olor paecle rechaarls; se ests imatiera ¢ ata telvsa el otra fi mina $4 prapin ene al excreta ke Aha y Rls (1), estan purple afoot it shee EW Tessin ai a al pn fe rowet be vain Eats ho al ae eb head yan esas hpcatae 8 REFLEXIONES SOBRE LOS BIENES COMUNES contrato y piden al encargado de Aacrte cumplir que atienda solo aquello que han acordado. Si este tltime decidiera cobrar demasiado por sus servicios [cualquier mimero igual » mayor que? (C. O)-P,(D, D),i=1, 2}ningiin jugador estaria de acuerdo con dicho contrato. La“solucién” de un juego de dilema de los bienes comunes mediante instrumentos similares # los del juego Sno se presenta como la “tinica via" para resolver un dilema de los biencs comu- nes. Se trate meramente de las vias posibles, pero ella ha sido casi totalmente ignorada tanto en la bibliografia de andlisis de politicas pGblicas come en lade teria formal. Laconsideracion de esta opcidn suscita numerosas pregumtas. Primero, ¢seria posible que los pastores contraten a un agente privade para hacer cumplir el contrato? Elle no es tan desmesurada como: parece a primera vista, Muchos delos intercambios comerciales Henen Ia estructura de un dilemadel prisionero." Las empresas, dudan en aceptar pramesas de rendimientosa futuroen luger de contratos que deben cumplirse, en particular cuandas¢ inician. nuevas relaciones empresariales. Sin embargo, una prdctica frecuente para reducir los costos de hacer cumphr el contrato: consiste en utilizar un arbitro privado en lugar de un tribunal civil como mecanismo para garantizar el cumplimiento."*Como: ejemplo de situaciones donde participan N personas, todas las ligas atléticas prafesionales enfrentan problemas similares 2 los aquf expuestos, Durante el desarmoilo de un juego profesional. la tentacién de hacer tampa y romper las reglas sicmpre ¢st& presente, Ademas, pueden ocurrir accidertes y las reglis ser potas ineluso por jugadores que pretendian seguirlas. Las ligas deportivas comdnmente emplean rbitros privados para hacer cumplir sus reglas.” Sin embarg, Willamsin (1983) argumenta que ba cantidad de sitvasior pee de dilema de! pisionero ne resuelias en relackones ernpresarales de fargo Plrao ba. ada enagerada, 4 qe lon economistas ho han prestnke atenc\a {los coneratos que las empresas negacian para esmblar Ia extrucura de Yow ‘com eontratin de largo plas. la ews tradi iin dela economia in tucinnal subeays ‘de repilacianes peivadas ef la direceion de ntraton prvvadia a large plane (Canter, 1961; Willarason, 1979. 1783) "undo existe una eompetencla considerable entre artis warm tbajodesupermar yhacer evil Ios acuerdos y las repas, pus auprinerse que REFLEXIONES SOBRE LOS BIENES COMUNES. 2 ‘Tan pronto come permitimos que un particular asuma el pa) pelde encargado externo de hacer cumplirel contrato, la natu- faleza de la “solucién” ofrecida en el juego 3 al dilema de los bienes comunes empieza a generarun valioso conjunto de aplica- ciones alternativas, Un juego de ejecucien autofinanciada del con- rato permite que los partieipantes ejerzan un mayor control én lasdecisiones sobre quién tendré permiso de pastat y qué limites se impondran al numero de animales, en comparaci6n con jacgo2 0 con el juego 3. El hecho de que las partes utilicen un drbitro privado no significa que permitan que éste les imponga lun acuerdo, Elarbitro simplemente ayuda alas partes a encontrar métodos para resolver Las disputas que surzen del conjunto de regias en uso acordadas por las propias partes. Lot 4rbitros, los tribunales y otras instancias para hacer cumplis los acuerdos y resolver los conflictos permiten alos individuos iniciar arreglos de largo plaze que de otra manera no podrian llevar a cabo."* Por otra parte, cuanda se piensa en una “solucién” como la del jue- go 5. s6lo hay un: paso para pensar en Ia posibilided de varios {Srbitros ofreciendo hacer cumplir el contrato.a precios variables ‘durante la etapa de negociacién. Elequilibcio de ganancias domi- nantees acordar que el Arbitro hard cumplir el contrata al valor de parimetro e mis bajo. La dhfcrencia clave entre el juego Sy lus jueges 2 y 3.63 que en el juego 5 las participantes mismos disefian sus propios contratos a la uz de la informacién que tienen ala mano. Los pastores, que unlizan el mismo pastizal afc tras ano, cuentan Con.una informacion detallada y relativamente exacia wore su capacidad de carga. Observan el comportamiento de otros pas- ‘ores bern incentivas para reporiar infracciones alos contraios. Ii brras tienen Ferten mevtivor para mae es sinccs batas ns Bay cum petencua euponer que lax declaionet san junta roa enfrenta el reamn pelea ve hay en un despacto publeee moncpAlica, "La aungle repenicion del jucgo del ur een wi via garaceada pare sal el dlema El fama “teorema pela” wegcn of cull la oocperacson un resultado de ecuiibnse perfecto potible, algunas veces se uerpversa como ws ‘inane que tncoupersciin ex a ancien. dias petitions Ade mis del equiliis dl ipo “wd cenpetan tala repeat’, machen se ‘squllbrins son pasties La sunple repencain sun a uershas de hacer camp! el ‘eonarata no prcduce un reaiada cata (uth, La Siephan, 1940, 0 REFLEXIONES SOBRE LOS BIENES COMUNES Los frbitros pueden no requerir [céMtratacion de monitores para observar las actividades de las partes. El interés propio de Jos quenegociaron el contrato los condueird a supervisarse mu (uamente ya reportar las infracciones observadas, a modo de hacer cumplir elcontrato, Por otra parte, una agencia reguladora siempre se ver obligada a contratar a sus propios monitores, enfrentandoastel problema del “agente-director”: cOmo asegu- rar que Sus supervisores cumplan con su trabajo. Los defensores de Ja “sclucién” de la autoridad central su~ ponen que tales organismos poseen una informacin exacta y son-capaces de cambiar los incentivos para producir algo similar al juego 2. Resulta dificil para una autoridad central tener suficiente informacién sabre el tiempo y lugar para esti- mar de manera exacta tanto Ia capacidad de carga de un RUC como las multas adecuadas para inducir un comportamiento cooperative. Creo que situaciones como las del juega 3, en las que una informacion incompleta conduce a sancionar crores, son mas frecuentes de lo que suele suponerse en la bibliografia sobre politicas publicas. La necesided de monitores externos y de encargados de hacer cumplir las reglas es particularmente aguda cuando lo que se quiere hacer cumplir es una decision tomada por un agente externe, que puede imponer costs ex- cesives a los panticipantes Ouro problema que debe considerarse es.que los analistas y los agentes piiblicas pueden confundir los juegos en los que se decide quignes harin cumplir las reglas mediante un acuerdo: fmotuo con juégos en los que no hubo acuerdos sobre céme cooperar y hacer cumplir los acuerdos, En otras palabras, pue: Gen confundir algunas ejemplos de un juego 5 con los de un juego 1.” Talas situaciones pueden interpretarse como “infor- taales’ en el supuesto de que no son legales. Esto vale tanto para los supuestas fundamentales sobre la naturaleza de los gobiernos como para las autoridades externas que gobiernan nuestras sociedades. gan frecuencia s¢ confurden las digposictones privadas con una loesis: tencla de repulacida, dabide a la auseacia Ge wna decraiOn legislasiva 0 deun febural formal y afcial Vease Galancer (1931) para una revista dels extenss bibliografia ache disposicionas 0 regia privadas REFLEXIONES SOBRE LOS BIENES COMUNES at Comoseverd en ladiscusin decasos empiricos, losusuariosde los RUC han desarrollada una ampli dsversiclad de acuerdos pro- pios, los cuales se hacen respetar a través de muchos meca. nismos. Algunos son organismos gubernamentales extemos: (Otros incluyen la participacién de miembros de la comunidad de usuarios, empleados como monitores y encargados de ha- cer cumplir los acuerdos. Cuando dicho mecanismo no es un organismo gubernamental externo, algunos analistas suponen que no se hacen cumplir estos acuerdas, Es decir, se confunde el juego 5 con el juego I. ‘Un juego de ejecucién autofinanciada de} contrato no es una nacea. Los arveglos institucionales de este tipo adolecen dé muchas debiidades en diversas situaeiones. Los pastores pueden, sobrestimar 9 subestimar la eapacidad de carga del pastizal. ‘Su propie sistema de supervisidn pucde fallar. El encargado de ‘hacer cumplir los acuerdos puede ser incaparde hacer cumplir 2x post, después de haber prometido hacerlo ex anie. Innume- tables pcoblemas pueden acurrir en condiciones naturales, al igual que sucede en las condiciones idealiradas de la regulacién central o en instiuuciones de propiedad privada. La estructura de los arveglos institucionales que se encuen- wra en las condiciones naturales ¢s, desde luego, mucho més compleja que la de cualquiera de los juegos extremadamente simples que aqui se han discutido. Lo que pretendo acer al ‘exponer estos juegos simples es promover distintas maneras de pensar sobre los mecanismos que los individuos pueden ‘usar para solucionar los dilemas de los bienes comunes; dife- rentes de las que se encuentran en gran parte de la bibliogra- fia sobre politices publicas. Para cuestionar esta forma de pensar se requieren solamente mecanismos simples que ilus- tren alsernativas 2 las que normalmente se presentan como las soluciones dominantes Une alcernarivesempérica El juego 5 ilustraba una alternative tedrica a la centralizaciéa oa la privatizacién como farmas de resolver los problemas de uc, Consideremos ahora brevemente una solucién ideada por a REPLENIOS SS SOWRE LOS MENES COMUNES tos participantes en una situncidMatneretd «en Alanya, Tan quia-=que no puicde caracterizarse ql como reyulacion central nucomo privatizacién, La pesqueriia contera cn Alanya, tal como la describe Fikret Betkes (1936), constituye una operacida relativamente menor Muchos de los aproximadamente 100) pescadores locales opetan ei batsos para das 0 ues personas y utihzan varios tipos de tedes, La mitad de los pescadores per tenece a uta conperativa local de productores, Sein erkes, Jos primeros afios de la década de 1970 fucron la “Edad de las tinicblas” para Alanya, La viabilidad econémica de la pesca estaba amenazada por dos factores: primero, su ejereicto sin limitaciones condujo ala hostilidad y, algunas veces, aconflictos ‘violentos, Segundo, la competencia entre los pescadores por las mijares freas elev6 los costos de procuccidn, ast como e! nivel de incertidumbre en relacidncon el potencial de renditmientode algin barce determinado. "Ab inicio de la década de 1970, algunos miembros dela coope- rativalocal empezaron aexperimentar con un ingenioso sistema para repartr éreas de pesca entrelos pescadores locales. Después de una década deesfuerzas de ensayo yervor las regias utilizadss por los pescadores costeras de Alanya son las siguientes: + Cada aio, em el mes de septizmbre, se prepara una lista en la. que aparecen todos los pescadores con licencia en ‘Alanya, sin importarsi son miembros o no de la coopera- tia + Seelaborauuna lista de todas las Sreas de pesca utilizables incluidas en el érea normalmente wtilizada por los pesca- dores de Alanya. Seseparanestossitios de modo tal que las redes colocadas en un areano bloqueena los peces que de- berian obtenerse en sitios adyacentes. # Estos ugaresde peseay susasignaciones funcionandesep- Membre a mayo, + En septiemibit los pescadores son asignados a los tagas res de pesca por sorteo. De septiemive a enero cada pescador se mucve diariae nents hacia el este de su lugarcorrespondiente Después de enero, los pescadores se mueven hacia el oeste. Esto ‘propurciona a todos iguales opartunidades sobve las re> 5H CAMEL an nigian dle ute a orate enire p> ‘# (nutorton sun mleraciia a través det nayo (Betkes, L9A6b, pp, THI), ibe y ever fren de enero a (Con este sinteria ne consigue que los pescudines estén sefi- eientemente separados unvs de otros ent lis areas de presen, de fuaneraqite se opsiiniran tas caps idles de prealucetén de come sitio. Asimismo, los barcos pesqueros tienen iguates-aportuniida- ides de pescar en los mejores lugares y no desperdlician recursos Ywuscando un lugar o peleande par él" No hay ninguna seal aparente de sobrecapitalizacién. La lista de las Sreas de pesca la aprueba cada pescador y se deposita con el alcalde y con ls policfa local una ver al afto en tel momento del sorteo, Sin efnbargo, el proceso para supervisar y hacer cumplir el sistema lo Hevan a cabo Jos propias pesca~ Sores camo un resultado derivado del incentive creado por el sistema de rotacidn. El dia que se le asigna a cualquiera de los pescadores uno de los sitios mas productivos, con seguridad sjerceré esa opcién (sin considerar las averias del equipo de ‘ilttmo momento). El resto de los pescadores puede confiar en que el pescador asignado estard en ese sitio desde la madnuga- da. En consecuencia, el esfuerze de hacer trampa viajando a un buen sitio cuando en realidad se le asigné uno mala tiene pocas probabilidades de pasar inadvertido, Las trampas ser:in detectadas por los propios pescadores que estan en los me- jores lugares y estarian dispuesios a defender sus derechos a ‘cualquier costo} ademas de que sendin apoyades por cualquier tro pestador del sistema. El resto buscard asegurar que no se lisurpensus propios detechs en los dias en que se les asignen ‘buenos sitios, Las escasas infracciones que han ocurride han sido ficilmente manejadas par los pescadores en el caf local (Berkes, 19866, p. 79) A pesar de que éste no es win sistema de propiedad peivads, los derechos para utilizar dreas de pesca y las obligactones para respetarlas estdin bien definidos. A pesar de que no se trata de Las exaructutas y hos cena ‘tins tes cortanton le orga pa an en Garter y E-Oxtiom (2950) os focmales Ue juegi tates de eae 9 de a aandicaciin de dsvae fe pesca ee all 6 REFLEXIONES SODRE LOS BIENES COMUNES un sistema centralizado, los funefntios locales aplican la le- sislacién nacional. quectorgaa dichas cooperativas jurisdiccién, solire “arreglos locales" para legitimar el papel que desempeaien apoyando la ereacién deun conjunta de reslas viables. Elhecho de que los funcionarios locales acepten cada atic los acuerdos firmados incrementa su legitimidad Sin embargo, la supervision de las reglas yas acciones para haterlas cumplir se dejan en manos de los pescadores. Los funcisnarios del gobierno central no podrian haher cons- truido semejante conjunto de reglas sin designar un equipo de trabajo de lernpo completo para laborar en el area (en realidad. pescar) durante un periado prolongado. Las areas de pesca con valor econémico variable generalmente estén asociadas & pesquerias costeras (Christy, 1982; Forman. 1967), aunquees casi imposible trazar un mapa sin una prolongada experiencia en el lugar. Planificar este conjunto de areas de pesca de manera que las actividades de un barcono redujeran la migracin de los peces hacia otros sitios habria sido un reto de enormes propor Clones sin la extensa informacion ds tiempo y lugar proporciona- da por los pescadares,asi como por su voluntad de experimentar durante una década con varios mapas y sistemas, Alanya brinda lun ejemplo de un arregio de autogestion de la propiedad en co- iin, en el que las reglas fueron eresdas y modificadas por los propios participantesy ellos mismos las supervisam y las hacen cumplir. El casa de Ia pesqueria costera de Alanya es sélo un ejem- plo empirico de los muchos arreglos institucionales que han Fido ereados, modificados, supervisados y sustentados por Ios usuarios de los RUC Feaovables con el fin de constrefir el comportamiente individual que, de otro moda, reduciria los rendimientos conjuntos de la comunidad de usuarios. Ades de los estudios de casos analizados en los capitulos ML IV ¥ ¥, muchos sistemas de irrigacién administradas por agricultores, bosques comunsles, pesquertas costeras y territorios de pastoreo y de caza documentan arteglos institucionales productivos de recursos de uso comin "vest, por empl, os casos nel Naional Research Counc (0856), MeChy y Acheson (1987), Farunann y Bruce (1588, Betkes (1989), Pinker (198% REFLEXIONES SOBRE LOS BIENES COMUNES 6 El juego 5 y los casos empiricos de ruc exitosamente admi- nistrados proporcionan alternativas teoricas y empiricas 2 la ‘esis de que los participantes [en el usa de un ruc] no pueden aludir e! problema al que se enfrentan cuando muchos indivi- ‘duos utilizan un mismo recurso, La clave de mi argumiento es ‘que algunos individuos han fogrado superar la trampa inherente ‘il dilema de los bienes comunes, mientras que otros siguen ‘mplacablemente atrapados en la destruceién de sus propios recursos.” Esto me llevé a preguntarme sobre las diferencias ‘que existen entre quienes han roto las ataduras de un dilema de los bienes comunes y aquellos que no Jo han logrado. Tal vez jas diferencias tengan que ver cen factores internos de un grupo determinada, Puede ser que los participantes simplemente ca- rezcan de la capacidad de comunicarse entre sf, que mo sepan como tenerve confianza y que ignoren que deben compartir un futtaro comun. De manera alcernativa, individuos con mayor po- der que buscan sacar provecho de la situacién actual (mientras que otros pierden) pueden bloquear los esfuerzos de los me- nos fueries por cambiar las reglas del juego, Tales grupos pue- den requerir algin tipo de ayuda exterior para dejar atrés esta situaci6n negative. La diferencia entre quienes consiguicron superar al dileraa de los bienes communes y los que no han podido hacerlo tam- bién puede estar relacionado con factores fuera del control de log aftetados. Algunos participantes no poseen la autonomia para cambiar ni sus propias estructuras instituctonales nia sus Ruddle y Aksmicha (1964), Coward (1980) y Uphoff (1986c). Adernas de estas co Iselones wears amin at cat en F Mare (198) parla exes a8 ‘a coment eo brn, monoyrafenarcloe © infrrne de menage Shrine tec oes de pried eowin Gow Ge romeo sata ot ver efor por un crsento may ipo dela pact o por cambioe rela rots cele procctserpctaee pr los hoe Sen otarg Caron sua cheap vase oped anno tras fries cuando natn rccncidoe polos viens polos frmales ‘de que forman parte. = = ES (1975 pH seal que noes implacable inherent wos igus Barons gor tet ta toad sgl "here used Stunt olocon so puede encontwe demo on patos del proba, fei taes in anoc th 96 pond suontiate tte iso varion pare {dl probmsycorandoel milo gorcaco en ugar e esata” “ REFLEXIONES SOHRE LOS BIENES COMUNES: autoridades que, indiferentes a la erversion del dilema de los bienes comunes, o incluso dispuestas & sacar provecho de ello, tes impiden llevar a cabo cambios constructivos. Existe también la posibilidad dé que ocurran ¢ambias externos demasiado rapida, impidiende que el grupo cuente con Uempo suficiente para ajustar sus estructuras internas a fin de evitar resultades subdptimos. Algunos grupos padecen sistemas deincentivos per- ‘versos que son resultado de polfticas piblicas impuestas por las autoridades centrales, Muchas respuestas potericiales vienen & Ja mente en relacién con Ia cuestién del por qué algunes indi- luos no logran obtener beneficios colectivos para sf mismos y otros sf. Sin embargo, mientras Jos analistas supongan que los individuos no pueden cambiar por sf mismos una situaci6n, no se preguntarén qu variables internas o externas pueden po- tenciar o frenar los esfuerzos de las comunidades para resolver problemas como el de Ia tragedia de los comunes de manera ereativa y consinuctiva Prescrigciones de politicas como metdfaras ‘Los analistas politicos que recomiendan una sela prescripcién para los problemas de Is bienes comunes han prestado poce Stenein a las diversas maneras en que operan los arreglos jnstitucioneles en Is préctiea. Los centrallstas suponen que las autoridades wnificadas operaran en el terreno tal ycomo en la ‘peéetica se concibe en los libros de texto: determinando las me- jJores politieas publicas que deben adoptarse para cl manejo de tun recurso-con base en teorias cientifices vilidas ¢ informacién adecuada. Se asumela puesta en practica de estas politicas sin ninglin error. La supervisiGn y la penalizacién de actividades son vistas como nutinariss y no problemstiess. Los que sostienenel enfogue dela propiedad privada suponen ‘quelos patrones de use mis eficientes para los RUC se obtienten al dividir los derechos de acces y control de tales recursos. Los studios empiricos sistematicos muestran que la erganizacién privada de empresas que trabajan con bienes como la électriei- dad, el wansporte y los servicios médicos, tienden a ser mas efi- cientes en esos campos que las organizaciones gubernamentales; REFLEXIONES SOURE LOS BIENES COMUNES. ca para una resofia de esta bibliografia, véase De Alessi (1980). Si Jas empresas privadas o pablicas son © no son mAs eficientes 0 no en la gestién de las industrias de las que no puede eacluirse a ciertiss beneficlarios potenciales es una cuestidndiferente. Nos interesan los tipos de instituciones que son mds eficientes pars gestionsry manejar distintos ucde los que no pueden excluirse al menos algunos beneficiarios potenciales. Privatizar la propic~ dad de los AUC no tiene necesariamente los mismas resultados positivos que privatizar la propiedad de una aerolinea, Ademss, fa privatizacidn no necesariamente significa “dividir", también puede implicar asignara una sola empresa.oa unsolo individu lderecho exclusivade explatar un sistema de recursos, ‘Muchas prescripciones de paliticas no son en si mismas mas que metéforas, Tanto los centralizadores como los privatizadores ddefieaden con frecuencia instituciones idealizadas, excesivam te simplificadas (de manera paraddjica, easi instituciones instituci6n”), La afirmacion de que la regulacién central es ne- ‘cesaria no nos dice nada acerca de cdmo debe estar constitui- da una entidad ceatral, qué autoridad debe tener, cémo debe mantenerse los limites a su autoridad, cémo obtendra infor- macién o cémo deben seleccionarse sus agentes, cémo s¢ les debe motivar paraque hagan su trabajo y cdmo debe ser super: ‘visado, premiado o sancionado su desempeiio, Por otra parte, 1a tesis de que es necesaria la imposicin de derechos. de propie« dad privada no dice nada acerca de cémo se definird ese haz de derechos, cémo se mediran los distintos acributos de los bienes implicados, quién pagard los costos de impedir el acceso a los fo Propietarios, émo se edjudicardn los conflictos sobre dere- ‘shot @ cémo se organizardn los intereses residuales de los d rechobsbi io sk és = ohabientes en ef propio sistema de recursos. {Una letcion importante del estudio cuidadoso del mimero creciente de investigaciones sistematicas de acad instivucionales” san importantes.” Si ciertos equilibries son an posiblesyy si un equilibtio significarfa ono una mejara pura los Participantes (0 para otros que a su vez son afectados por ellos) Néase Shepsle (1979, 19894), Shepaley We ae ( ingast (1987), Williamson (197 4985), North y Weingass (1989) y North (1981), ree). Wi OTS, cy REFLEXIONES SOBRE LOS BIENES COMU!

También podría gustarte