Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El mundo no podrá enfrentar los grandes desafíos de desarrollo del siglo XXI
(acceso a agua potable y saneamiento para todos, ciudades habitables,
seguridad alimentaria y energética, empleos generados gracias al crecimiento
económico y ecosistemas saludables) si los países no gestionan mejor sus
recursos hídricos. El crecimiento demográfico y económico y la mayor
variabilidad climática, exacerbarán aún más la actual presión sobre el agua. El
Banco Mundial, como uno de los financistas externos clave de la gestión de los
recursos hídricos, trabaja activamente para responder a estos retos a través de
enfoques intersectoriales que incluyen desarrollo de infraestructura,
fortalecimiento institucional y atención especial en los pobres. El apoyo que
entrega el Grupo del Banco Mundial (GBM) a este sector en los países clientes
contribuye a sus dos objetivos de terminar con la pobreza extrema en 2030 y
promover la prosperidad compartida para el 40 % más pobre de la población en
todas las naciones.
Desafío
Los asuntos relacionados con la gestión de los recursos hídricos se han vuelto tan
apremiantes que el Foro Económico Mundial ha destacado el tema del agua
durante dos años consecutivos (en 2013 y 2014) como uno de sus máximos
desafíos. En el actual cambiante entorno físico y socioeconómico, las prácticas del
pasado ya no son útiles. Los países no pueden crecer de manera sostenible o
fortalecer su capacidad de adaptación al cambio climático sin una gestión que
considere las mermas sostenidas en materia de disponibilidad, calidad y
distribución del agua y su asignación a través de un proceso deliberativo sobre la
base de necesidades económicas, sociales y medioambientales.
Los desafíos que enfrenta el mundo respecto del agua requieren soluciones
multisectoriales:
Solución
Miles de agricultores en Marruecos son ahora capaces de diversificar sus cultivos y aumentar sus
ingresos a través de un nuevo sistema de riego. Vea el video inglés.
Resultados
Entre los resultados en terreno en relación con las actividades financiadas por la
Asociación Internacional de Fomento (AIF) y el Banco Internacional de
Reconstrucción y Fomento (BIRF), se pueden destacar las siguientes áreas
principales.
Los proyectos de gestión de los recursos hídricos financiados por el Banco Mundial
apuntan a mejorar el estado de preparación de los países para responder al
cambio climático. En 2012, por ejemplo, la institución apoyó la finalización de una
metodología de priorización de las medidas de adaptación en Viet Nam que se
usaría en la formulación del Plan Nacional de Adaptación (PNA) conforme a la
Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Esto es especialmente importante dada la existencia en esta nación de diversos
ecosistemas frágiles, como el delta del río Mekong, el que proporciona alimentos y
medios de sustento a millones de personas.
En China, el Proyecto de Gestión Integrada del Agua y del Manejo del Medio
Ambiente en la Cuenca del río Hai (finalizado en 2011) promovió un enfoque
integrado de manejo de los recursos hídricos y el control de la contaminación en la
zona, y contribuyó a la recuperación y protección del ambiente marino, el
ecosistema y la biodiversidad en el mar de Bohai. El proyecto se implementó en 16
condados del norte del país y benefició a más de 20 millones de personas. La
mayor eficiencia en el uso del agua y el control de la polución en la cuenca mejoró
la calidad de vida y salud de los habitantes y las condiciones estéticas y
recreativas y eliminó los malos olores. Los agricultores se vieron favorecidos,
además, por una gestión más eficiente del riego sobre la base del consumo, el cual
aumentó la productividad del agua, la producción de los cultivos y el ingreso
familiar. A más largo plazo, los logros también llegarán a pescadores y habitantes
costeros del mar de Bohai al mejorar la calidad del agua y aumentar las
poblaciones de peces y la biodiversidad.
En el mundo, existen 263 ríos internacionales. Por este motivo, apoyar su gestión
conjunta es un aporte importante para promover los beneficios que se obtienen del
uso de los recursos hídricos y contribuir así a aliviar la pobreza. El Banco Mundial
respalda de diversos modos el manejo compartido de los cursos de agua
transfronterizos, en especial en África. En la cuenca del río Senegal[MIS8] ,
proyectos financiados por la AIF contribuyeron a gestionar más eficientemente los
caudales de este curso de agua y a incorporar a Guinea en la organización a cargo
de dicho manejo, lo que permitió administrar toda la cuenca en forma integrada. La
iniciativa de Cooperación en Aguas Internacionales en África, (i) apoyada por
donantes, fomentó programas transfronterizos en el Nilo y también en África
meridional y occidental. Por ejemplo, se espera completar en 2016 el Proyecto
Hidroeléctrico en las Cataratas de Rusumo[MIS9] , un emprendimiento conjunto
entre Burundi, Rwanda y Tanzanía que representa un importante hito de
cooperación transfronteriza en el Nilo y los países participantes. En la cuenca del
río Mekong, (i) el Banco está apoyando a los Estados ribereños con el fin de
fortalecer sus capacidades de manejo integrado de los recursos hídricos y de
gestión del riesgo de desastres, en estrecha cooperación con la Comisión del Río
Mekong que administra la cuenca.
Asociados
El Programa de Asociación para el Agua (WPP, por sus siglas en inglés) (i) del
Banco es un fondo fiduciario de múltiples donantes que contribuye a los esfuerzos
de reducción de la pobreza a través del fomento del trabajo operacional y analítico.
Para este fin, incorpora enfoques pragmáticos en la gestión de los recursos
hídricos, el abastecimiento de agua y la prestación de servicios de saneamiento.
En su primera fase (2009-2012), el programa ayudó a la movilización de casi
US$11 700 millones en financiamiento del Banco y aseguró el acceso de más de
50 millones de personas a servicios mejorados de agua y saneamiento. En el
marco de la segunda fase del WPP (2013-16), se comprometerán recursos por
más de US$40 millones para enfrentar los desafíos en este ámbito, abordando las
interconexiones entre seguridad alimentaria, energética e hídrica y apoyando las
sendas hacia el crecimiento ecológico y resiliente frente al clima.
La Iniciativa sobre el Agua de Asia Meridional (SAWI, por sus siglas en inglés), (i)
es una asociación de múltiples donantes establecida en 2009 entre el Banco
Mundial y los Gobiernos del Reino Unido, Australia y Noruega. Su principal objetivo
es intensificar la cooperación regional en la ordenación de los principales sistemas
fluviales del Himalaya en Asia meridional y lograr capacidad de adaptación al clima
y desarrollo sostenible, equitativo e inclusivo. SAWI apoya actividades
relacionadas con la gestión de los sistemas hídricos transfronterizos del Gran
Himalaya de Afganistán, Bangladesh, Bhután, China, India, Nepal y Pakistán. El
fundamento clave de esta participación es demostrar y luego ayudar a materializar
los beneficios mutuos que genera la cooperación a lo largo de las cuencas fluviales
compartidas.
Próximos pasos
Beneficiarios
Es algo que Arwa Mohamed recuerda bien. Cuando llovía, las calles de su
vecindario en Taiz, Yemen, se inundaban tanto que las personas quedaban
aisladas durante días. “Cuando llovía y los niños estaban en la escuela, teníamos
miedo, porque el agua subía y cortaba las calles; quienes estaban en casa,
normalmente las madres, esperaban a los niños mirando por la ventana para
gritarles: ‘¡no traten de cruzar, es peligroso!’. Una vez las aguas incluso se llevaron
a una anciana y su nieto”. Por fin, comenta Arwa, “el vecindario es seguro. Sigue
lloviendo, pero el agua ahora corre por debajo del vecindario (a través de un canal
cubierto) y no sobre él. Ahora contamos con estas calles bien pavimentadas y
podemos cruzar incluso cuando hay inundaciones; antes, quedábamos
completamente aislados cuando llovía, ¿entiende a lo que me refiero?”.
Shawki Ahmed Hayel Saeed, comerciante y miembro del Consejo Local de Taiz,
señala: “En estos últimos años, Taiz no solo mejoró porque se solucionó el
problema de las inundaciones, sino que además hubo contratos adicionales para
implementar estos proyectos, para pavimentar y asfaltar muchas calles de la
ciudad, lo que dio empleo a muchas personas y ayudó al consejo local a capacitar
y mejorar los ingresos de la población que participó en el proyecto”.
La región de Taiz, en las tierras altas de Yemen finalmente se recupera de las inundaciones estacionales.
Un nuevo proyecto está construyendo estructuras de protección. Vea video en inglés.
Próximos pasos
Beneficiarios
Es algo que Arwa Mohamed recuerda bien. Cuando llovía, las calles de su
vecindario en Taiz, República del Yemen, se inundaban tanto que las personas
quedaban aisladas durante días. “Cuando llovía y los niños estaban en la escuela,
teníamos miedo, porque el agua subía y cortaba las calles; quienes estaban en
casa, normalmente las madres, esperaban a los niños mirando por la ventana para
gritarles: ‘¡no crucen, es peligroso!’. Una vez las aguas se llevaron a una anciana
y a su nieto”. Por fin, comenta Arwa, “el vecindario es seguro. Sigue lloviendo, pero
el agua ahora corre por debajo del vecindario (a través de un canal cubierto) y no
por encima de él. Ahora contamos con estas calles bien pavimentadas y podemos
cruzar incluso cuando hay inundaciones; antes, quedábamos completamente
desconectados cuando llovía, ¿me comprende?”.