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BENEFICIOS PENITENCIARIOS EN EL PERU

1. CONCEPTO
La fundamentación jurídica de los beneficios penitenciarios en la Constitución Política
del Perú tenemos el articulo 139 Administración de Justicia, Decreto legislativo 654
promulgó el 31 de julio de 1991, publicado el 02 de agosto de1991.

La ejecución de las penas en el Perú se encuentra regulada en el Código de Ejecución


Penal- Decreto Legislativo 654, así como en el Reglamento de dicho Código, publicado
mediante Decreto Supremo 015-2003- JUS, así como otros dispositivos legales.

Dichas normas se encuentran inspiradas en los avances de las investigaciones


criminológicas y la Ciencia Penitenciaria, así como en las reglas mínimas para el
tratamiento de los reclusos aprobadas por el I Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, y de las diversas normas que las
modifican, también recibe influencias de las Reglas Mínimas adoptadas por el Consejo
de Europa el 19 de Enero de 1973; por otro lado también toma en cuenta al precedente
nacional, esto es al Decreto Ley Nº 17581, el mismo que a sus vez ha tenido como
principales fuentes legislativas a la Ley Orgánica Penitenciaria de España de 1979, la Ley
Penitenciaria Alemana del 16 de Marzo de 1976 y la Ley Penitenciaria Sueca de 1974,
tal como se aprecia en los antecedentes de su exposición de motivos del Código de
Ejecución Penal vigente.

El objetivo primordial de la regulación de la ejecución de la pena, es pues lograr la


reeducación, resocialización y reincorporación del penado a la sociedad; objetivo que
responde a lo normado por nuestra carta magna y que se encuentra específicamente
señalado en su artículo 139 numeral 2, y que es congruente con el artículo 10, numeral 3,
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en el que se señala claramente
que el régimen penitenciario consistirá en un tratamiento cuya finalidad esencial será la
reforma y readaptación social de los penados; es sí que inspirados además en la institución
de la prevención especial que destaca como fin de la pena la resocialización y
reincorporación del penado en la sociedad, es que dentro de nuestras legislaciones, que
regulan la ejecución de la pena se han desarrollado instituciones que contribuyan con
dicho objetivo, como es el caso de los beneficios penitenciarios.

Hay que tener en cuenta además que el interno de un establecimiento penitenciario, no es


una persona eliminada, excluida o separada de la sociedad, sino que por el contrario, sigue
siendo parte de ella, tal es así que incluso la ley, no le impide el goce de los mismos
derechos que el ciudadano en libertad, sino que sólo no podrá ejercerlo plenamente en
algunos casos, cuando la misma ley le restringa o cuando la sentencia que lo condena, así
lo señale. Tal como reza el artículo primero del Código de Ejecución Penal vigente.

Siendo esto así y estando además que el tema de beneficios penitenciarios es un muy poco
desarrollado, he considerado importante desarrollar dentro de éstos los beneficios
referidos a la redención de la pena por el interno, a través del trabajo y la educación,
detallando en forma clara y ordenada las diferentes normativas vigentes para la aplicación
de éstos beneficios de acuerdo al delito por el cual ha sido sentenciado el interno.

Estos beneficios penitenciarios no son derechos, son garantías estos beneficios forman
parte de la resocialización del interno así como las exigencias de individualización de
dichas penas para cada interno, considerando de esta manera el beneficio para la persona
humana como el deseo de superación y progreso para el individuo así como la percusión
en el medio que lo rodea y la sociedad evolucionando de forma positiva logrando de esta
manera la educación social en un mejor nivel y una reinserción social, estos constituyen
una política criminal mediante las leyes del estado este le concede, regula, incentiva a un
condenado con fines de resocialización.

Este beneficio se convierte en una herramienta de vulneración de la ley, por lo tanto


resulta necesario siempre ser administrada por buenos operadores de justicia, los mismos
que aplicaran de forma razonable y bajo criterio propio, este último será de gran vitalidad
ya que afecta a la sociedad y al interno siendo técnicamente aceptable siempre y cuando
se aplique en los casos de forma correcta.

El sistema penitenciario de nuestro país debe llamarnos a reflexión sobre lo que hacemos
como futuros operadores de justicia con los centros penitenciarios de nuestro territorio,
los centros de reclusión deben de ser lugares de rehabilitación y no espacios de encierro
sin objetivos ni resultados en cambiar a los internos. Tenemos que agotar los medios y
esfuerzos posibles para lograr que la finalidad de la pena sea renovadora y la sociedad se
vea restaurada, pero hay una esperanza de lograrlo esperanza que está en manos de los
operadores de justicia.

Los derechos humanos y el sistema de justicia peruano, los beneficios penitenciarios son
instrumentos que promueven la resocialización del privado de su libertad mediante la
realización de labores, trabajos y actividades educativas así como servicios legales,
psicológicos y sociales, estos mecanismos son ofrecidos por la administración de
penitenciaria que rige en nuestro país, cabe indicar que estas actividades tienen una
finalidad resocializarlo, a estos beneficios también se les denomina, instrumentos,
mecanismos jurídicos toda vez que permiten reducir la permanencia en prisión de un
condenado a pena privativa de la libertad efectiva, así como a mejorar sus condiciones
de detención. Los beneficios penitenciarios se fundamentan en los principios de
reeducación y reinserción social.

2. LOS BENEFICIOS PENITENCIARIOS Y SUS EFECTOS EN EL TIEMPO

Iván Meini[7]manifiesta que la postura que se adopte tiene que asumir como punto de
partida, y de manera ineludible, el Art. 103 de la Constitución Política del Perú. En él se
establece que "ninguna ley tiene fuerza ni efecto retroactivos, salvo en materia penal,
cuando favorece al reo". La claridad del citado precepto constitucional no deja, en
principio, lugar a dudas: sólo en materia penal y sólo cuando beneficie al reo se puede
aplicar retroactivamente una Ley

Ahora bien la prohibición de retroactividad, refiere Roxín, goza de una permanente


actualidad político jurídico por el hecho de que todo legislador puede caer en la tentación
de introducir o agravar a posteriori las previsiones de pena bajo la impresión de hechos
especialmente escandalosos, para aplacar estados de alarma y políticamente
indeseables[8]

3. EN LO REFERENTE A LAS NORMAS PENALES MATERIALES

Señala Zugaldía Espinar, el punto de partida para solucionar estos problemas viene dado
por el principio "tempos regit actum", esto es por la regla general de que los hechos se
enjuician con arreglo a la ley que estaba en vigor en el momento de su realización (lo que
comporta irretroactividad de las leyes penales). La regla "tempus regit actum" se eleva de
este modo a exigencia básica del principio de legalidad, íntimamente relacionado con el
principio de seguridad jurídica: toda persona tiene derecho a poder calcular la
trascendencia jurídica de sus actos en el momento en que los realiza, sin tener que contar
con los cambios de valoración que de esos mismos hechos pueda hacer posteriormente el
legislador.

4. EN LO REFERENTE A LAS LEYES PROCESALES PENALES


Dada la generalidad con que la norma constitucional se refiere a la "ley en materia penal"
(Art. 103), sin distinguir su naturaleza material, procesal o penitenciaria, cabe, como bien
sostiene Muñoz Conde, hacer cierto tipo de "matizaciones" en cuanto se trata del estudio
de la problemática de la irretroactividad de la ley procesal. En principio señala el profesor
español, la ley procesal se aplica al desenvolvimiento de los actos procesales en el
momento en que éstos están teniendo lugar; por tanto, no siempre es trasladable aquí el
concepto de retroactividad de la ley, tal y como hemos venido usando para leyes penales.

Como apreciamos, ello corresponde a la aplicación de la regla tempus regit actum, en


virtud de la cual, la ley procesal aplicable será la vigente en el momento de cado uno de
los actos procesales, no pudiéndose concluir que de ello pueda derivarse una aplicación
retroactiva de la ley. San Martín Castro, por su parte considera que la aplicación inmediata
de una norma procesal está en función a la fecha de comisión del delito, siempre que la
variación de los trámites de procedimiento no altere el sentido del proceso. Por
consiguiente, si el proceso está en trámite y la nueva norma no modifica el sentido político
criminal del mismo ni introduce normas desfavorables en comparación con la ley procesal
vigente al momento de la comisión del delito imputado, la norma modificatoria será de
aplicación inmediata.

5. EN LO REFERENTE A LAS LEYES PENITENCIARIAS

Por su naturaleza, no corresponde a enunciados propios del derecho material, pues su


acción positiva se centra en reglamentar las condiciones necesarias para la ejecución de
la sanción impuesta, el régimen penitenciario, el tratamiento penitenciario y demás
condiciones necesarias para lograr los efectos de reeducación, rehabilitación y
reincorporación del penado a la sociedad (conforme el postulado principista contenido en
el Art. II del T.P. del CEP).

En tal sentido, la norma penitenciaria también se ve influenciada por el principio de


temporalidad, ya que ella no puede ser eterna no menos inmutable, y más bien, tiende a
caracterizarse por una constante mutación, ya que con ella se buscan las mejores
condiciones que la técnica y la ciencia pueden ofrecer a la política criminal, para lograr
los fines de readaptación deseados por el ordenamiento.
En este contexto, surge aquí también la problemática de la vigencia del principio de
irretroactividad, que si bien es cierto es de aceptación general, no puede aplicarse
irrestrictamente, debiendo ser matizado bajo los postulados del principio de favorablidad.
Así el Art. VII del Título Preliminar del CEP, establece que: "La retroactividad y la
interpretación de este Código se resuelven en lo más favorable al interno".

En opinión de Hurtado Pozo[9]la naturaleza especial del derecho de ejecución y cuya


finalidad es el logro del mejor resultado en la ejecución de la sanción penal, hace
particularmente difícil y delicada la aplicación absoluta de esta regla. Por ejemplo, sin
con posterioridad al hecho delictivo la nueva ley impone condiciones más severas en el
tratamiento penitenciario, no se podría aceptar que el interno sea tratado con la ley que
estuvo vigente cuando cometió el delito. Ello podría traer como consecuencia una
distorsión en el sistema, ya que cada interno podría exigir el tratamiento que le resulte
más beneficioso, pudiéndose llegar al extremo de tenerse que aceptar una multiplicidad
de tratamientos, que incluso generaría desigualdades entre los internos.

Así, al igual que para el caso de la ley procesal penal, la aplicación inmediata de una
norma penitenciaria, está matizada en función a los lineamientos de política criminal que
esbozan una determinada meta los fines resocializadores del Estado, debiéndose atender
además, a criterios de favorabilidad.

Particular es el caso de las leyes que otorgan beneficios penitenciarios, que en el


transcurso del tiempo pueden mutar, determinando condiciones mas severas o gravosas
para el interno solicitante. Siendo estas normas de naturaleza eminentemente
procedimental, se encuentran regidas también por el principio del debido proceso,
conforme al cual se expresa la prohibición de ser sometido a procedimiento distinto del
previamente establecido en la ley (Art. 139. 3 Co.). En este sentido, la nueva norma, que
se entiende aplicable de inmediato, no puede ser aplicada al caso concreto, en cuanto ya
se haya iniciado el respectivo trámite en el que se solicita el beneficio. Aceptar lo
contrario sería fundamentar una forma de retroactividad "maligna", que afectaría la
seguridad jurídica y los derechos del interno.

6. POSICIÓN DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

El Tribunal Constitucional, ha dado pautas constitucionales ha seguirse en supuestos de


conflictos en el tiempo de normas penitenciarias. Así tenemos en la sentencia recaída en
el Exp. N° 2196-2006-HC/TC (06.02.2002). considera la máxima instancia que cuando
se presenta una sucesión de leyes penales aplicables a un determinado supuesto de hecho
en el lapso que va desde la comisión del delito hasta su enjuiciamiento, y , más allá hasta
la finalización de la condena impuesta surge la cuestión relativa a la selección de una de
ellas para la resolución del conflicto plateado. Específicamente, en el ámbito del Sistema
Jurídico penal, el problema de la Ley aplicable en el tiempo está supeditado a si la
disposición se deriva del derecho penal material, del derecho procesal penal, o del derecho
de ejecución penal. Al respecto, cabe afirmar que nuestro ordenamiento jurídico reconoce
como principio general que la ley no tiene efectos retroactivos, conforme lo proclama el
Art. 103.3 de la Constitución, sin embargo esta cláusula constitucional se encuentra
matizada por el principio de favorabilidad, que establece una importante excepción en el
vaso de que la nueva ley sea más favorable al reo. Ello precisamente por que la
prohibición de retroactividad es una prohibición garantista, y establece una referencia a
las leyes que despenaliza una conducta o que reducen la penalidad. De igual modo, el
alcance de este principio se manifiesta en la aplicación de la Ley más favorable al
procesado en caso de duda o conflicto entre leyes penales, como así lo consagra el Art.
139.11 de la Constitución.

Precisada esta regla general, el Tribunal Constitucional indica que debe aclararse que
tratándose de normas de derecho penal material rige para ellas el principio "Tempus
delicti comissi", que establece que la ley aplicable es aquella vigente al momento de
cometerse el delito, lo que es acorde con el Art. 2. literal "d", numeral 24° de la
Constitución, que prescribe que nadie será procesado ni condenado por acto u omisión
que al tiempo de cometerse no este previamente calificado en la ley, de manera expresa e
inequívoca, como infracción punible, ni sancionado con pena no prevista en la ley.

En el caso de las normas procesales rige el principio "Tempus regis actum"", cuyo
enunciado es que la ley procesal aplicable en el tiempo es la que se encuentra vigente al
momento de resolverse el acto. Ello supone la aplicación inmediata de la ley procesal,
mas no que a través de ella se regulen actos procesales ya cumplidos con la legislación
anterior.

Señala por último el Tribunal Constitucional que en el caso de las normas de ejecución
penal, específicamente en lo que a la aplicación de determinados beneficios
penitenciarios, sus normas deben considerarse como normas procedimentales, por cuanto
a través de ellas se establecen los presupuestos que fijan su ámbito de aplicación, la
prohibición de beneficios penales y la recepción de beneficios penitenciarios aplicables a
los condenados. En otras palabras las leyes penitenciarias se resuelven bajo los alcances
del principio "Tempus regis actum". Así entonces, el Tribunal Constitucional considera
que el momento que ha de marcar la legislación aplicable para resolver un determinado
acto procedimental, como el que atañe a los beneficios penitenciarios, está representado
por la fecha en el cual se inicia el procedimiento destinado a obtener el beneficio, esto es
el momento de la presentación de la solicitud de acogerse a éste.

7. NATURALEZA JURIDICA

Es importante esclarecer claramente la naturaleza jurídica de los beneficios


penitenciarios, toda vez que existe una gran controversia sobre si deben ser considerados
como derechos o como incentivos, al respecto se tiene que Small Arana en su libro
Situación carcelaria en el Perú y beneficios penitenciarios, señala: “…los beneficios
penitenciarios son verdaderos incentivos, concebidos como derechos expectativos del
interno, que le permitirán observar las normas de conducta en el campo penitenciario,
tendientes a lograr menor permanencia en el establecimiento penitenciario mediante los
mecanismos de la redención de la pena por el trabajo y la educación para luego alcanzar
la semi libertad y la libertad condicional, accediendo paulatinamente a la libertad” . Así
también tenemos la definición dada por el Diccionario de la Real Academia Española,
quien señala que “…son medidas que, articuladas como derechos en el marco
penitenciario y con el fin de facilitar la reeducación y la reinserción social del recluso,
permiten la reducción de la duración de la condena o el adelantamiento de la libertad
condicional”. Por otro lado tenemos la definición dada por el Tribunal Constitucional
Peruano que señala en la sentencia expedida en el expediente 2700-2006-PHC lo
siguiente: “… en estricto los beneficios penitenciarios no son derecho fundamentales,
sino garantías previstas por el derecho de ejecución penal, cuyo fin es concretizar el
principio constitucional de resocialización y reeducación del interno. En efecto a
diferencia de los derechos fundamentales, las garantías no engendran derechos subjetivos,
de ahí que puedan ser limitadas. Las garantías persiguen el aseguramiento de
determinadas instituciones jurídicas y no engendran derechos fundamentales a favor de
las personas. Por otro lado no cabe duda de que aun cuando los beneficios penitenciarios
no constituyen derechos, su denegación, revocación o restricción de acceso a los mismos,
debe obedecer a motivos objetivos y razonables, por lo que la resolución judicial que se
pronuncia al respecto debe cumplir con la exigencia de la motivación de las resoluciones
judiciales”.
Así pues con la última definición dada por el máximo intérprete de la constitución, se
tiene que los beneficios penitenciarios, no son derechos, sino que son incentivos a los que
pueden acceder los internos que se encuentran recluidos en los establecimientos
penitenciarios cumpliendo una pena privativa de la libertad, a efectos de que puedan salir
del establecimiento penitenciario antes de que cumplan su pena efectiva, siempre y
cuando observen los requisitos que se encuentran bien definidas en las leyes pertinentes,
debiéndose tener en cuenta además la naturaleza del delito cometido, ya que existe la
prohibición del goce de estos beneficios por lo internos que han cometido determinados
delitos, por otro lado es necesario considerar la conducta del interno dentro del penal, esto
es, si éste ha cumplido con las reglas de disciplina que señala el Código de Ejecución
Penal, aplicables dentro de los establecimiento penitenciarios y que facilitan la
convivencia entre todos los recluidos; así también es necesario evaluar la personalidad
del agente, esto es si se trata de un habitual, de un reincidente, de un primario, y otros
aspectos relevantes a tener en cuenta, ya que según el criterio adoptado por el Tribunal
Constitucional en la sentencia recaída en el caso de Máximo Llarajuna Sare, se señaló
que “…la determinación de si corresponde o no otorgar a un interno un determinado
beneficios penitenciario, en realidad no puede ni debe reducirse a verificar si éste cumplió
o no con los supuesto formales que la normativa contempla…”

Nuestra legislación de ejecución penal en su artículo 42º señala 5 beneficios


penitenciarios: Permiso de salida, redención de la pena por el trabajo y la educación, semi-
libertad, liberación condicional, visita íntima y otros que se encuentran regulados en el
artículo 59º del mismo Código de Ejecución Penal y son consideradas como recompensas:
autorización para trabajar en horas extraordinarias, desempeñar labores auxiliares de la
Administración Penitenciaria, que no impliquen funciones autoritativas, concesión
extraordinaria de comunicaciones y visitas y otras que determine el Reglamento. Pero en
el presente trabajo nos ocuparemos sobre el beneficio de la redención de la pena por
trabajo y educación.

8. TRABAJO

El trabajo dentro de los establecimiento penitenciarios, es considerado como un derecho


deber que tiene los internos, y es parte del tratamiento penitenciario que además
contribuye con el proceso de rehabilitación de los internos, siendo que el mismo tiene el
carácter de voluntario, “El trabajo es un derecho y un deber del interno, contribuye a su
rehabilitación, se organiza y planifica atendiendo a su aptitud y calificación laboral
compatible con la seguridad del establecimiento penitenciario. El trabajo que realicen los
internos procesados tiene carácter voluntario.

Esta labor tiene además como finalidad propiciar un carácter creador o conservador de
hábitos laborales, productivos y terapéuticos, a efectos de procurar al interno una opción
laboral competitiva en libertad. Reconociéndosele además las siguientes características:
“No tendrá carácter aflictivo, no será aplicado como medida disciplinaria, no atentará
contra la dignidad del interno”. Por otro lado también se reconoce el trabajo ad honorem
con derecho a redimir su pena por trabajo, siempre que realicen las siguientes actividades:
de cocina, enfermería, lavandería, panadería, almacén, limpieza, biblioteca, jardinería y
otros similares.

La organización del trabajo del interno dentro del penal, se rige de acuerdo a su
reglamento y teniendo en cuenta además la legislación laboral, en lo que le sea pertinente.
Por otro lado hay que tener en cuenta que el trabajo que se realiza dentro de los
establecimientos penitenciarios es remunerado, pero el 10% de esta remuneración, deberá
ser abonado obligatoriamente a favor del Instituto Nacional Penitenciario y servirá para
costear los gastos que genera la actividad laboral del interno y el 90% para gastos propios
del interno y su familia. En el caso de que el interno se atrase en los pagos, está prohibido
que se cobre por este concepto intereses, moras u otros derechos.

Cuando el interno cumple con su actividad laboral y además de esto no se encuentra


atrasado en sus cuotas, está en pleno derecho de solicitar la entrega de un certificado de
cómputo laboral, debiendo pagar para tal efecto una tasa señalada por el Instituto
Nacional Penitenciario, dicho documento servirá al interno como documento probatorio
a efectos de hacerse merecedor de una redención de la pena, en caso le corresponda.

En el caso del establecimiento penal de Pucallpa los internos pueden acceder a diferentes
tipos de trabajo, existiendo talleres con las maquinarias necesarias, tales como el de
carpintería dentro de los cuales los internos realizan trabajos con madera, como son
tallado, lijado de madera, elaboración de diversas clases de muebles de madera; taller de
zapatería, en el que se enseña la elaboración de zapatos, taller de industrias metálicas,
dentro de los cuales por ejemplo en la época de navidad se realizan adornos navideños
con iluminación, muebles de mimbre con armazón de fierro, y otros más, bienes que
generan ingresos a los internos que se dedican a este tipo de trabajos, llegando incluso
algunos de ellos a participar y colaborar con el sostenimiento de sus familias. Trabajos
que evidencias que los internos en algunos de los casos han logrado rehabilitarse, ya que
han aprendido un oficio, que le permitirá reintegrarse a la sociedad con mayor facilidad.

9. EDUCACION.

La promoción de la ejecución en los establecimientos penitenciarios, obedece a un


objetivo común que es según el artículo 69º del Código de Ejecución Penal: “la formación
profesional o capacitación ocupacional del interno”.

En el caso de los internos analfabetos la educación es obligatoria: “El interno analfabeto


participa obligatoriamente en los programas de alfabetización y educación primaria para
adultos”.

Esto debido a que la educación es un derecho inherente a la persona, ya que mejora su


calidad de vida, el interno que obligatoriamente es sometido a aprender a leer y escribir
va a salir con otra perspectiva sobre su proyecto de vida, permitiendo de esta manera que
su proceso de reeducación, rehabilitación y resocialización, sea más efectivo. Además
hay que tener en cuenta que según el código de ejecución penal, se mantiene el derecho
del interno a disponer de libros, periódicos y revistas y a ser informado a través de
audiciones radiofónicas, televisivas y otras, permitiendo que mantenga vinculación con
el exterior, factor que va a influir positivamente en el proceso de su resocialización.

La labor educativa dentro del establecimiento penitenciario de Pucallpa, se da a nivel


primaria, de lunes a viernes, en los meses de abril a diciembre, siendo que los internos
que intervienen en dicho proceso, pueden solicitar, la constancia de estudios respectiva a
efectos de poder gozar de la redención de la pena por educación.

10. REDENCION DE LA PENA POR TRABAJO Y EDUCACION.

En realidad el trabajo y la educación se encuentran legislados en el código de ejecución


penal como parte del tratamiento penitenciario, en el título III, Capitulo II y III, dentro
del cual se le define y se establece los presupuestos para su goce, y también se encuentra
regulado en título II, capítulo IV, en lo que corresponde a beneficios penitenciarios,
sección II: Redención de la Pena por trabajo y educación, de la misma forma se encuentra
regulado en el Reglamento del Código de Ejecución en la parte pertinente..

Es así que según los artículos 44 y 45 del Código de Ejecución Penal se tiene que el
interno redime un día de pena por dos días de trabajo o de educación, pero hay que tener
en cuenta que éstos no son acumulables cuando se realiza en forma simultánea.
En el texto del artículo 46 del mismo código mencionado, nos señala que existen casos
especiales de redención y dentro de éstos menciona a los delitos tipificados en los
artículos 129, 173, 173 A, 200, segunda parte, 325 a 332 y 346 del Código Penal, en los
cuales el interno redime la pena mediante el trabajo o la educación a razón de un día de
pena por cinco días de labor efectiva o de estudio, según sea el caso; y según el artículo
47 del mismo cuerpo legal, señala que para los delitos tipificados en los artículos 296,
297, 301, 302 y 319 a 323 del Código Penal, el beneficio de la redención de la pena por
el trabajo o la educación no es aplicable a los agentes sentenciados por estos delitos.

AL respecto cabe destacar que el Código de Ejecución Penal es del año 1991, y el código
Penal ha sufrido varias modificaciones, sustituciones y derogaciones en algunos de sus
artículos, después de la dación del Código de Ejecución Penal. Es por este motivo que en
la mayoría de los casos, los artículos del Código Penal, que se hacen mención en los 46º
y 47º del Código de Ejecución, han sido derogados tácitamente por la dación de otra ley,
o en otros casos modificados o sustituidos por otros.

Es importante resaltar que muchas veces los operadores de justicia, toman en cuenta antes
de evaluar los beneficios penitenciarios se semi libertad y liberación condicional, la labor
realizada por el interno en el establecimiento penitenciario donde se encuentra recluido,
esto es que valora si es que el interno se ha dedicado a trabajar o a estudiar durante su
estancia en el penal, y el tiempo que viene trabajando y estudiando, ya que esto es un
indicador de que el interno, está cumpliendo con el tratamiento penitenciario, y además
está colaborando con su rehabilitación.

Redención de la pena por trabajo y educación para el artículo 129º del Código Penal,
señalado en el artículo 46º del Código de Ejecución Penal.-

Tal es el caso del artículo 129º del Código Penal, se tiene que éste en el año de 1991
correspondía al delito de genocidio, pero el 21 de febrero de 1998, éste artículo fue
sustituido según el artículo 3º de la ley 26926, el mismo que quedó redactado de la
siguiente manera:

"Artículo 129.- En los casos de los Artículos 125 y 128, si resulta lesión grave o muerte
y éstas pudieron ser previstas, la pena será privativa de libertad no menor de tres ni mayor
de seis años en caso de lesión grave y no menor de cuatro ni mayor de ocho en caso de
muerte.
Por lo que al haberse sustituido el artículo 129º del Código Penal del año 1991 que
correspondía a genocidio, por otro que actualmente corresponde a las formas agravadas
del delito de exposición a peligro o abandono de persona en peligro, dicho requisito
especial no es aplicable a este artículo, por lo que la redención de la pena por trabajo y la
educación en este tipo de delito es el de dos días de trabajo o educación por un día de
pena.

11. CLASIFICACIÓN DE LOS BENEFICIOS PENITENCIARIOS

Beneficios que mejoran los beneficios del interno:

Aquí encontramos a los que se encuentran dentro del instituto penitenciario teniendo
como beneficios o garantías el permiso de salida, visita íntima, varios incentivos como
trabajar (ganar dinero) estudiar, estos beneficios son facultad de la autoridad penitenciaria
a estos mecanismos denominaremos “intramuros”

12. BENEFICIOS QUE PERMITEN UNA LIBERTAD ANTICIPADA:

Aquí encontramos a los que permiten cumplir una parte de la condena en libertad este es
el caso de la “semilibertad y la libertad condicional” que también se denomina
“extramuros” lográndose de esta manera la libertad del beneficiado, este beneficio
depende de la autoridad judicial.

- EL PERMISO DE SALIDA

El Permiso de Salida es un beneficio penitenciario que permite al interno una salida

temporal del establecimiento penal, hasta por un máximo de 72 horas, acompañado por un

custodio que garantice su retorno. El beneficio puede ser concedido en los siguientes casos:

 Enfermedad grave debidamente comprobada con certificación médica oficial o muerte

del cónyuge o concubino, padres, hijos o hermanos del interno;

 Nacimiento de hijos del interno;

 Realizar gestiones personales de carácter extraordinario que demanden la presencia

del interno en el lugar de la gestión; y,

 Realizar gestiones para la obtención de trabajo y alojamiento ante la proximidad de su


liberación.

Atendiendo a las razones extraordinarias de su concesión, el beneficio de Permiso de

Salida puede concederse incluso cuando el interno se encuentre sancionado por una falta grave,

en caso de que se fundamente en la muerte de un familiar o en una enfermedad grave. En estos

casos, el interés humanitario prevalece sobre el régimen disciplinario.

El interno que desee acceder al beneficio de Permiso de Salida, deberá presentar una solicitud

ante el Director del establecimiento penal donde se encuentra recluido, explicando las

razones por las cuales solicita el beneficio; y, de ser posible, adjuntando un documento que

acredite su dicho.

El Director del penal, dependiendo de la naturaleza o urgencia de la causa invocada en la

solicitud, podrá conceder de manera inmediata el beneficio o disponer que el servicio social

del penal verifique la causa invocada antes de expresar su decisión.

Si el Director del establecimiento penitenciario concede el beneficio, deberá dar cuenta al

representante del Ministerio Público en caso de que el beneficiado sea una persona

sentenciada (Fiscalía Penal de Turno). Cuando se trate de un inculpado, informará al Juez que

conoce su proceso. El Director deberá adoptar todas las medidas necesarias de custodia, bajo

responsabilidad.

El interno a quien se le deniega este beneficio, tiene la posibilidad de impugnar dicha decisión,

en cuyo caso corresponderá resolver al Director Regional correspondiente.

El interno que incumple las reglas de conducta durante su permiso de salida, agrede al

personal de seguridad o intenta fugarse, será pasible de la sanción que corresponda.

- LA REDENCIÓN DE LA PENA POR EL TRABAJO Y LA EDUCACIÓN

La redención de la pena es un beneficio penitenciario que permite a un privado de libertad

reducir su permanencia en un establecimiento penitenciario por realizar una actividad


laboral o educativa, que previamente ha sido registrada por la autoridad penitenciaria.

Pueden redimir pena por trabajo o educación, los internos procesados o sentenciados en

la forma y límites establecidos por Ley para cada uno de los delitos. El tiempo de

redención de pena que acumulen los internos que tienen la condición jurídica de

procesados, será reconocido en el cómputo de la redención cuando lo soliciten en calidad

de sentenciados.

Pueden redimir pena también las personas que, habiendo obtenido el beneficio de Semi-

libertad, realizan alguna actividad laboral o educativa, previo informe del centro donde

desarrollan sus actividades, con la supervisión de la autoridad penitenciaria. En este caso,

el tiempo de redención de pena acumulado por el sentenciado liberado podrá aplicarse al

cumplimiento de su condena restante. El tiempo acumulado por redención de pena por

trabajo o educación se expresa en días, los cuales pueden ser deducidos de la condena.

Por ello, el beneficio de la redención de pena podrá servir para acceder anticipadamente

a lo siguiente: La Semilibertad; la Liberación Condicional; la libertad por cumplimiento

de la pena; y, la libertad bajo vigilancia otorgada en audiencia pública extraordinaria

conforme al Decreto Ley N.° 25476.

Ahora bien, como veremos más adelante, por razones de política criminal la Ley ha

establecido cómputos diferenciados por redención de pena para algunos delitos, y en otros

casos, lo ha prohibido totalmente.

 Cómputo de la redención de pena dos por uno (2x1): La mayoría de los delitos tiene

previsto la redención de pena a razón de dos días de trabajo o educación, por uno de

condena. Es decir, el interno que realice una de esas actividades en el establecimiento

penitenciario podrá redimir o descontar de su condena un día de pena privativa de libertad,

por cada dos días de actividad laboral o educativa (2x1).


 Cómputo de Redención de pena cinco por uno (5x1): Los internos procesados o

condenados por los delitos que a continuación se indican, pueden redimir su pena por

trabajo o educación a razón de cinco días de actividad por uno de pena privativa de

libertad (5x1), El artículo 2° de la Ley N.° 29604, publicada el 22 de octubre de 2010,

modificó el artículo 46° del Código de Ejecución Penal, introduciendo un nuevo régimen

de redención de pena del 5x1 para internos primarios, siempre que hayan cometido el

delito a partir de 2010.

 Cómputo de Redención de Pena del seis por uno (6x1) para internos reincidentes

y habituales a partir del 23 de octubre de 2010: Los reincidentes y habituales que

adquieran dicha condición, por la comisión de nuevo delito doloso a partir del 23 de

octubre de 2010, redimen su condena mediante el trabajo y la educación a razón de un

día de pena por seis días de labor efectiva o de estudio, según corresponda. Así lo dispone

el segundo párrafo del artículo 46° del Código de Ejecución Penal, modificado por la Ley

N.° 29604 del 22 de octubre de 2010.

 Cómputo de Redención de Pena siete por uno (7x1): Pueden redimir pena a razón

de siete días de trabajo o estudio por uno de prisión (7x1), los procesados o condenados

de los delitos que se indican a continuación:

Secuestro (artículo 152° del Código Penal);

Extorsión (artículo 200° del Código Penal); y,

Terrorismo hasta el 14 de octubre de 2009, fecha en que se suprimió el beneficio por

disposición de la Ley N.° 29423.

En el caso de los reincidentes y habituales, de conformidad con el tercer párrafo del

artículo 46° del Código de Ejecución Penal, modificado por la Ley N° 29604, podrán

redimir su pena mediante el trabajo y la educación a razón del 7x1, los autores y partícipes
que hayan adquirido tal condición, por incurrir en nuevo delito doloso a partir del 23 de

octubre del 2010.

- LA REDENCIÓN DE PENA PARA EL CUMPLIMIENTO DE LA

CONDENA

La redención de la pena por trabajo o educación permite reducir el tiempo que un

condenado debe permanecer en prisión como consecuencia de la pena impuesta, por

cuanto, puede acumular el tiempo de reclusión efectiva en el establecimiento penal, con

el período acumulado por redención de pena por trabajo y educación, y alcanzar el total

de la condena impuesta.

Así, una persona condenada a 6 años de pena privativa de libertad, que haya acumulado

365 días por redención de pena por trabajo o educación, podrá obtener su libertad por

cumplimiento de condena a los 5 años de reclusión, y, por tanto, egresar de manera

definitiva del establecimiento penitenciario.

- LA REDENCIÓN DE PENA DURANTE LA EJECUCIÓN DEL

BENEFICIO DE SEMILIBERTAD

La redención de pena por trabajo o educación no está limitada a las actividades que se

pueden realizar en el período de privación de libertad. El artículo 182° del Reglamento

del Código de Ejecución Penal, autoriza a redimir pena al sentenciado que se encuentra

en libertad en virtud de habérsele concedido el beneficio de Semilibertad, siempre que

realice alguna actividad laboral o educativa.

Para ello, será necesario un informe previo del centro laboral, escuela, instituto superior

o universidad, donde el liberado desarrolla sus actividades, bajo la supervisión de la

Oficina de Tratamiento en el Medio Libre y Penas Limitativas de Derechos.


El tiempo ganado en virtud de la redención de pena por quien se encuentra en Semi-

libertad, le servirá para acreditar el cumplimiento total de su pena privativa de libertad.

- LA SEMILIBERTAD

DEFINICIÓN: Es un beneficio penitenciario que va a permitir que un sujeto que se

encuentre internado en un centro penitenciario y que ha sido sentenciado, pueda egresar

del establecimiento penal para efectos de trabajo o educación, y así pueda cumplir en

libertad una de su condena, siendo condición el cumplir con ciertas reglas de conducta,

además de no tener proceso penal pendiente con mandato de detención.

- CONDICIONES PARA ACCEDER A LA SEMILIBERTAD

De acuerdo al Código de Ejecución Penal, las condiciones para acceder al beneficio son:

 El tiempo de carcelería que debe transcurrir para obtener la semilibertad, está en

función al delito por el cual el interno ha sido sentenciado.

 Ha sido suprimido para conceder la semilibertad, el acreditar una futura actividad

laboral o educativa, si fuese el caso de concederse este beneficio penitenciario.

- REQUISITOS PARA OBTENER LA SEMILIBERTAD

De acuerdo al artículo 49 del Código de Ejecución Penal, para el inicio del trámite del

beneficio de semilibertad, son necesarios los siguientes requisitos:

o Copia certificada de la sentencia, expedida por el Juzgado que la emitió.

o Certificado de conducta, expedida por el Instituto Nacional Penitenciario (INPE).

o Certificado de tener proceso pendiente que implique mandato de detención.

o Certificado de cómputo laboral o de estudio, en caso lo hubiere.

o Informe que indique el grado de readaptación de interno, en base a la evaluación del

Consejo Técnico Penitenciario.

o Certificado policial que acredite el domicilio o lugar de alojamiento.


- SEMILIBERTAD POR CUMPLIMIENTO DE UN TERCIO DE LA

CONDENA

También llamado plazo ordinario, de acuerdo al primer párrafo del artículo 48° del Có-

digo de Ejecución Penal, establece que la semilibertad puede ser concedida al sentencia-

do, que ha cumplido por lo menos una tercera parte de su condena, esto es aplicado a la

mayoría de delitos, excepto los tipificados en los artículos 125°; 128°; 129°, 153°; 317°;

325° al 332°; 346°; 382° al 386°; 387° al 392° y 393° al 401° del Código Penal.

Se precisa que para delitos de T.I.D. (artículos 296°; 298°; 300°; 301° y 302° del Códi-

go Penal), pueden acogerse a este beneficio, siempre y cuando se trate de la primera

condena del interno.

- SEMILIBERTAD POR CUMPLIMIENTO DE LAS DOS TERCIOS DE LA

CONDENA

De acuerdo a lo señalado por el segundo párrafo del artículo 48° del Código de Ejecución

Penal, establece que la semilibertad puede ser concedida al sentenciado, que ha cumplido

las dos terceras partes de su condena. Los delitos que cumplen este requisito son: 125°;

128°; 129°, 153°; 317°; 325° al 332°; 346°; 382° al 386°; 387° al 392° y 393° al 401° del

Código Penal.

- DELITOS EN LOS QUE NO PROCEDE LA SEMILIBERTAD

Los delitos a los cuales no procede el beneficio de la semilibertad, son los siguientes:

 Artículos 152°; 153° - A; 173°; 173° - A; 296° - A; 296° - B; 297°; 319°; 320°; 321°;

322°; 323° del Código Penal.

 Terrorismo (Ley N° 29423)

 Lavado de activos, delitos previstos en artículos 228° y 230° del Código Penal (pá-

rrafo final del art. 3° de la Ley N° 27765, modificada por la Ley N° 28355 y D.L. N°

986).
 Para reincidentes y habituales, los delitos tipificados en los artículos 108°; 121° - A;

121° - B; 152°; 153°; 153° - A; 173°; 173° - A; 186°; 189°; 200°; 297°; 319°; 320°; 321°;

325°; 326°; 327°; 328°; 329°; 330°; 331°; 332° y 346° del Código Penal).

- OBLIGACIONES DE UN BENEFICIADO CON LA SEMILIBERTAD

o Pernoctar en su domicilio, y estar sujeto a inspección de parte de la autoridad

penitenciaria, así como del representante del Ministerio Público.

o Cumplir con las reglas de conducta que el Juez establezca en la resolución que le

concedió el beneficio.

- LA LIBERACIÓN CONDICIONAL

CONCEPTO: Es un beneficio penitenciario que permite al interno ya sentenciado


cumplir parte de su condena en libertad, claro está cuando ha cumplido la mitad de su
pena. Este a diferencia de la semilibertad permite al beneficiado la discrecionalidad en el
uso de su tiempo cuando obtenga la libertad.

- REQUISITOS DE LA LIBERACIÓN CONDICIONAL

El artículo 54° del Código de Ejecución Penal señala que un expediente de Liberación
Condicional debe contar con los siguientes documentos:

- Testimonio de condena
- Certificado de conducta
- Certificado de no tener proceso pendiente con mandato de detención
- Certificado de cómputo laboral o estudio
- Informe sobre el grado de readaptación de interno de acuerdo con la evaluación
del Consejo Técnico Penitenciario.

El cumplimiento de estos requisitos permitirá el inicio del trámite judicial, pero no

supondrá la obligación de conceder el beneficio.


- LA LIBERACIÓN CONDICIONAL CON EL CUMPLIMIENTO DE LA

MITAD (1/2) DE LA CONDENA (PLAZO ORDINARIO)

Este beneficio puede ser concedido cuando el interno haya cumplido por lo menos la

mitad de su condena, ya sea con prisión efectiva o añadiendo el tiempo de condena que

el interno haya logrado redimir por trabajo o educación. En los casos de tráfico ilícito de

drogas, la liberación condicional con la mitad de la pena será posible siempre que se tra-

te de la primera condena a pena privativa de la libertad (plazo especial).

La Ley N° 26320 establece en su artículo 4° que los “sentenciado por delito de tráfico

ilícito de drogas previsto en los artículos 296, 298, 300, 301 y 302 del Código Penal,

podrán acogerse a los beneficios penitenciarios de redención de la pena por el trabajo y

la educación, semilibertad y libertad condicional, siempre que se trate de la primera

condena a pena privativa de la libertad”.

- LIBERACIÓN CONDICIONAL CON EL CUMPLIMIENTO DE LOS

TRES CUARTOS (3/4) DE LA PENA (PLAZO ESPECIAL)

El Código de Ejecución Penal exige para determinados delitos el cumplimiento de la pe-

na de por lo menos las tres cuartas partes de su condena, conforme se detalla a continua-

ción:

- Exposición o abandono de menor o persona incapaz, si resulta lesión grave o muerte y éstas
pudieran ser previstas; Exposición a peligro de persona dependiente, si resulta lesión grave
o muerte y éstas pudieron ser prevista;

- Secuestro; Trata de personas; Extorsión; Asociación ilícita para delinquir, cuando los hechos
materia de condena estén relacionados con atentados contra la Administración Pública,
contra el Estado y la Defensa Nacional o contra los poderes del Estado y el Orden
Constitucional; Atentado contra la seguridad nacional y traición a la Patria; Rebelión;

- Concusión en todas sus modalidades; Peculado en todas sus modalidades, excepto la forma
culposa; y, Corrupción de funcionarios. Todas las modalidades, incluidas las cometidas por
particulares.
- DELITOS EN LOS QUE NO PROCEDE LA LIBERACIÓN

CONDICIONAL

- Forma agravada de la trata de personas,; Violación de menor de edad; Violación de menor


de edad seguida de muerte o lesión grave; Comercialización y cultivo de amapola y
marihuana, así como la siembra compulsiva; Tráfico ilícito de insumos químicos y productos;
Formas agravadas de tráfico de droga; Genocidio; Desaparición forzada; Tortura; Tortura
cometida con participación de profesionales de la salud; Discriminación; Terrorismo;

- Lavado de activos cuando los recursos provengan del tráfico ilícito de drogas, terrorismo,
secuestro, extorsión, trata de personas o delitos contra el patrimonio cultural, previstos en los
artículos 228° y 230° del Código.

Para los reincidentes y habituales, de conformidad con el artículo 46°-B y 46°-C del
Código Penal, modificado por la Ley N.° 29604, tampoco procede la Liberación
Condicional en caso de que hubieren incurrido en los siguientes delitos:

Delito de homicidio calificado o asesinato, lesiones graves cuando la víctima sea menor de 14
años, y el agente sea el padre, madre, tutor, guardador o responsable (artículo 121°-A del Código
Penal); Delito de lesiones graves por violencia familiar, secuestro, trata de personas, formas
agravadas de trata de personas, violación de menor de edad, de menor de 14 años seguida de
muerte o lesión grave. Delito de hurto agravado, robo agravado, extorsión, tráfico ilícito de
drogas en modalidades agravadas, Delito de genocidio, Delito de desaparición forzada, tortura,
entre otros que la ley prohíbe.

- OBLIGACIONES DE UN BENEFICIADO CON LA LIBERACIÓN

CONDICIONAL

- Cumplir con las reglas de conducta que el juez impuso en la resolución que le con-

cedió el beneficio. El control de las reglas de conducta corresponde al Área de Medio

Libre de la Administración Penitenciaria, donde el beneficiado deberá apersonarse cada

30 días para dar cuenta de sus actividades y firmar el registro respectivo.

- Requisitos especiales como es el informe médico y psicológico para casos de

violación sexual, donde se pronuncie sobre la evolución de su tratamiento terapéutico

relacionado con su readaptación social, El pago del monto total de la reparación civil

y multa como requisito previo a la concesión de semilibertad y la liberación condicional

en algunos delitos como: Exposición o abandono de menor o persona incapaz, si resulta

lesión grave o muerte y éstas pudieron ser previstas (artículos 125° y 129° del Código

Penal; Exposición a peligro de persona dependiente, si resulta lesión grave o muerte y


éstas pudieron ser previstas, Secuestro (artículo 152° del Código Penal); Trata de

personas (artículo 153° del Código Penal); Extorsión, entre otros.

- TRÁMITE DEL EXPEDIENTE JUDICIAL DEL BENEFICIO DE

LIBERACIÓN CONDICIONAL

Una vez recibido el expediente de solicitud de beneficio de liberación condicional el juez

tiene 5 días para evaluar los requisitos de admisibilidad para dar trámite al inicio del

proceso de dicha solicitud. Cumplido los requisitos formales se notificará su admisorio a

las partes y en 10 días fijará fecha para audiencia con la presencia del fiscal, sentenciado,

defensa técnica y los profesionales que estime el magistrado. En el día o en el término de

dos días hábiles siguientes a la audiencia se pronunciará sobre el otorgamiento o no del

beneficio, si se otorga deberá cumplir reglas y si se declara improcedente, procede el

recurso de apelación que se hará en la misma audiencia o fundamentada en dos días

hábiles y se elevará en el día al superior, quien resolverá en cinco días.

- LA VISITA ÍNTIMA

• Artículo 58 del Código de Ejecución Penal

• Artículo 197 a 205 del Reglamento del CEP

Es un beneficio al que pueden acceder todas las personas privadas de libertad, procesadas

o sentenciadas, que tengan la condición de casadas o convivientes. Corresponde a la

administración penitenciaria calificar la situación de convivencia entre un interno o

interna y su pareja, que no siendo casados, tienen relaciones afectivas permanentes.

Usualmente, se entiende que la convivencia es una relación afectiva de carácter

permanente entre dos personas.


- REQUISITOS DE LA VISITA ÍNTIMA

Tal como dispone el artículo 198 del Reglamento del Código de Ejecución Penal, la visita

íntima la concede el Director del establecimiento penitenciario, siempre que el interno

cumpla con los siguientes requisitos:

a) Presentar una solicitud dirigida al Director del penal, en que se consigna los datos de

identidad de su pareja;

b) Adjuntar una copia simple de la partida de matrimonio civil o religioso o cualquier otro

documento que acredite la relación de convivencia (por ejemplo: partida de matrimonio

religioso, partida de nacimiento de hijos, boletas de compra de algún bien, cuenta bancaria

mancomunada, declaración jurada, etcétera)

c) Un informe médico que certifique que el interno no adolece de enfermedades de

transmisión sexual, que deberá ser expedido por el área de salud del penal. Este informe

deberá ser renovado cada seis meses; y,

d) Un certificado médico de fecha reciente expedido por el área de salud en el que se

indique que él o la cónyuge o conviviente del interno o interna no adolece de

enfermedades de transmisión sexual. Dicho certificado también deberá ser renovado cada

seis meses.

Recibida la solicitud, el Director debe remitirla al Órgano Técnico de Tratamiento, que

lo evaluará y verificará en un plazo no mayor de 10 días, para luego emitir una opinión.

Sobre la base de dicha opinión. El Director deberá resolver la petición en un plazo no

mayor de 3 días hábiles. En caso, que la solicitud fuera declarada improcedente, el interno

puede interponer recurso de apelación, debiendo el Consejo Técnico Penitenciario

resolverlo en un plazo no mayor de 5 días hábiles

Contra la decisión del Consejo Técnico Penitenciario procede un Recurso de Revisión,

que se interpondrá ante la misma autoridad, pero que deberá ser resuelto por el Director
Regional correspondiente, con cuya decisión se agotará la instancia administrativa. Si la

denegación del beneficio persiste y a juicio del interno dicha decisión carece de sustento,

podrá recurrir a la autoridad judicial en la vía contenciosa administrativa. Caso contrario,

podría optar lo que sería más recomendable por subsanar el error u omisión, y volver a

presentar la solicitud, pues las denegatorias en la vía administrativa, aun fueran sucesivas,

no generan cosa juzgada ni impiden ejercer el derecho de volver a solicitar el beneficio.

Si bien es deber de la Administración Penitenciaria difundir y promover la paternidad y

maternidad responsables, así como implementar programas de planificación familiar; sin

embargo, no tiene la facultad de obligar a una persona privada de libertad a utilizar un

método de anticoncepción.

Corresponde a la Administración Penitenciaria garantizar que la visita íntima se realice

en un ambiente adecuado y con la privacidad necesaria. El Consejo Técnico Penitenciario

es el responsable de señalar la periodicidad en la que deba realizarse la visita íntima,

ponderando para ello el número de beneficiarios y la infraestructura disponible.

Teniendo en consideración que es necesario proteger la salud y la seguridad en los

establecimientos penitenciarios, de conformidad con el artículo 203 del RCEP, existen

supuestos en los que la visita íntima puede ser suspendida temporalmente:

Cuando el interno o su pareja adquiera una enfermedad de transmisión sexual, hasta que

se recupere;

Por seis meses, cuando se compruebe que la pareja ejerce la prostitución dentro del

establecimiento penitenciario. Se prohibirá también el ingreso de la pareja por treinta días;

Cuando el interno haya sido objeto de la sanción de aislamiento, mientras dure esta

medida; y, Por 30 días, cuando el interno no observe las disposiciones de disciplina y

seguridad que regulan la visita íntima.


- OTROS BENEFICIOS PENITENCIARIOS

El artículo 59 del Código de Ejecución Penal autoriza a la Administración Penitenciaria

a conceder otros beneficios, como recompensa a los actos que evidencien en el interno

espíritu de solidaridad y sentido de responsabilidad, tanto en el comportamiento personal

como en las actividades organizadas en el establecimiento penitenciario.

Las recompensas mencionadas en la citada norma son: Autorización para trabajar en

horas extraordinarias; Desempeñar labores auxiliares de la Administración Penitencia-

ria, que no impliquen funciones autoritativas; y, Concesión extraordinaria de comuni-

caciones y visitas.

Además, el artículo 206 del RCEP dispone que por los mismos fundamentos se puedan

conceder los siguientes beneficios adicionales: Mención honorífica, que será entregada

en ceremonia pública por el Director del establecimiento penitenciario; Obsequio de

bienes al interno; Prioridad en la participación de actividades de carácter cultural, social

y deportiva en el establecimiento penitenciario; y, Otras que determine el Consejo

Técnico Penitenciario.

La concesión de los citados beneficios corresponde al Consejo Técnico Penitenciario de

cada establecimiento penal. Estimamos que, tratándose de un órgano colegiado, estas

recompensas podrán concederse con la aprobación de la mayoría simple de sus

integrantes, y a propuesta de cualquier autoridad, asociación o persona, incluso de los

propios privados de libertad.

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