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Tesis Ara (2) .Final PDF
Tesis Ara (2) .Final PDF
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
PRESENTA
DIRECTOR DE TESIS:
REVISORA:
1
Así mismo agradecer a mis amigos su amistad incondicional y los momentos de
alegría y de tristeza compartidos: mis padres a quienes los amo eternamente y mi
hermana a quien adoro con toda el alma.
2
DEDICATORIAS
Con gran dedicación por el gran apoyo que siempre ha estado sin titubear son mis
padres que solo tengo una palabra para describir lo que siento por ellos: “amor”,
gracias por los valores que me han inculcado hasta este momento, esa confianza
para la toma de decisiones; así mismo, el amor con el que crecí al lado de mi
hermana Jaki que adoro, no tienes idea del cariño que siento por ti, recuerda que
siempre estaré ahí para lo que necesites y sé que me respondes de la misma
manera.
Con gran emoción brindo el presente escrito, a esa niñez y ternura que me rodea,
por compartir y provocar una sonrisa en mi rostro, por brindarme esa linda
inocencia. Pero muy en especial dedicatoria con todo el amor de mi corazón para
Frida, ya que llegara tu momento y mejor aun el momento en el que puedas leer la
tesis de tu mami.
3
INTRODUCCIÓN
ÍNDICE
RESUMEN 6
INTRODUCCIÓN 8
CAPÍTULO 4: MÉTODO 49
4.1 Objetivo general 49
4.2 Objetivos específicos 49
4.3 Hipótesis conceptual 49
4.4 Variables 50
4.5 Población y muestra 52
4.6 Instrumento 54
4.7 Procedimiento 68
4.8 Análisis de datos 59
4
CAPÍTULO 5: RESULTADOS 61
5.1 Características sociodemográficas 61
5.2 Conductas antisociales y abuso de alcohol 64
BIBLIOGRAFÍA 78
APÉNDICES 84
1. Definición y clasificación de bebidas alcohólicas 85
2. Estrategias preventivas en el ambiente familiar 86
3. Estrategias preventivas en el grupo de estudiantes y pares 88
4. Cuestionario para estudiantes 89
5
RESUMEN
Se presenta la descripción del método utilizado, así como una visión general
acerca del consumo de alcohol (en nuestro país) en jóvenes estudiantes de nivel
medio superior y superior.
6
presencia de disciplina inconsistente, se relacionan notablemente para que los
estudiantes corran el riesgo de cometer actos antisociales, por la falta de
supervisión adecuada de los padres. Además de que los más propensos a tener el
riesgo de cometer dichos actos son los hombres.
7
INTRODUCCIÓN
La mayoría de los autores que han escrito acerca de las adicciones y sus causas
(Medina-Mora 2004, 2006; Villatoro 2003, Natera 2000, Rojas 1999) coinciden en
pensar que no existe un único motivo que pueda considerarse responsable de la
adicción a las drogas, sino que es la suma o interacción de diversos factores lo
que puede determinar la incidencia y prevalencia de consumo de sustancias
legales e ilegales, conducta que se inicia durante la adolescencia.
Rodríguez (1985) señala que las conductas humanas son, como la misma
naturaleza, algo que está en continuo cambio y sujeto a múltiples influjos. El uso
de drogas sería, por lo tanto, "el resultado de toda una constelación de elementos,
algunos de los cuales son incluso imprevisibles, y que gravitan sobre un sujeto o
grupo de individuos en un momento de su historia personal o social" (Sanz et al.,
2004).
8
una droga que estimula la sociabilidad ya que su consumo es permisible. Esto se
debe a que el alcohol tiene un efecto depresivo sobre los mecanismos inhibitorios
del cerebro, con lo cual se desinhiben las emociones (Moya, 2007).
9
llevar más tiempo haciéndolo, ha incrementado la probabilidad de consumir
drogas, aún y cuando el adolescente se encuentre estudiando (Villatoro, 2005).
Si bien se requiere un análisis más detallado sobre el abuso del alcohol y las
conductas que siguen los estudiantes, ya que investigaciones anteriores muestran
que el consumo y abuso de drogas legales e ilegales está vinculadas con
conductas antisociales tanto en los hombres como en las mujeres; y lo
10
relacionaremos con la relación parental que tengan estos estudiantes. En este
sentido la presente investigación, lejos de aspirar a crear un modelo teórico que
explique íntegramente el consumo alcohol, pretende confirmar la existencia de
factores de riesgo y factores de protección que afectan y actúan sobre la conducta
antisocial. Se trata de una contribución al conocimiento científico que, desde una
realidad basada en datos epidemiológicos, contribuya de distintas maneras y se
sume al planteamiento de hipótesis sobre las interacciones entre los factores de
riesgo y los factores de protección dentro del contexto de las influencias
ambientales, todo ello guiado por un marco teórico que dé sentido a los
fenómenos observados y los resultados obtenidos en el cuestionario como parte
de una encuesta de estudiantes.
11
CAPITULO I. EL CONSUMO DE ALCOHOL
En este apartado conoceremos el origen e historia del alcohol, así como sus
mecanismos de acción; además de las repercusiones a la salud en el corto y
largo plazo que trae consigo el uso y abuso de esta sustancia.
Los problemas derivados del alcohol surgen cuando el consumo de esta sustancia
llega a ser excesivo, registrándose situaciones que resultan perjudiciales para el
individuo y su entorno social y familiar. En este sentido, se alude al síndrome del
alcoholismo, enfermedad caracterizada por un consumo elevado de alcohol, una
dependencia del mismo y un conjunto de patologías derivadas de la ingesta
abusiva y constante (Gil, 2008).
Parte de los estudios sobre el consumo de alcohol por los jóvenes estudiantes se
ha centrado en identificar variables relacionadas con este fenómeno. Algunas de
estas variables aparecen como factores de riesgo, es decir situaciones objetivas o
disposiciones subjetivas que propician o refuerzan el consumo de alcohol,
mientras otras son estudiadas como factores de protección, o variables que
contribuyen a prevenir, reducir o modular el consumo y que hacen a los individuos
menos vulnerables ante los factores de riesgo (Félix, 1992 como se citó en Gil,
2008).
12
y de esta manera, prevenir problemas posteriores que hacen más difícil su
tratamiento.
13
y duración de sus efectos farmacológicos. Esta velocidad depende de muchos
factores. Así, es más rápida si se administra en ayunas o con el estómago vacío
(concentración máxima a los 30-60 minutos) y más lenta en presencia de
alimentos. La concentración de alcohol en la bebida también influye, siendo la
absorción más veloz cuando tiene una graduación alcohólica del 20-30% en
comparación con bebidas del 3-10%. Si se administran bebidas del 40% o más el
vaciamiento gástrico disminuye. Las bebidas alcohólicas que contienen gas
carbónico (por ejemplo el cava) o mezcladas con bebidas carbónicas (soda)
presentan una absorción más rápida. Los alimentos retrasan la absorción,
produciendo concentraciones mucho menores de etanol en sangre que cuando se
toma en ayunas. En cuanto a la distribución del alcohol, es una molécula
altamente hidrosoluble y por ello se esparce por toda el agua corporal, siendo las
concentraciones similares a las de la sangre en la mayoría de tejidos y órganos.
Debido a su pobre liposolubilidad no difunde bien en la grasa. Tras administrar una
misma dosis ajustada al peso, las concentraciones sanguíneas de alcohol son
mayores en las mujeres que en los hombres (Moya, 2007).
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La creciente demanda y la diversidad de usos, obligó a buscar esta sustancia en
los más variados productos vegetales y hoy ocupa primerísimo lugar el alcohol de
cereales y de caña o melaza de azúcar.
De acuerdo con la literatura, entre los años 4000 y 3500 a .c. Y se utilizaban las
bebidas (cerveza y el vino) en las civilizaciones de Egipto, China y en la cultura
Mesopotámica, adquiriendo el uso de sustancias en la mayoría de los casos un
carácter ritual, mágico – religioso (Barnato, 2002 como se citó en Labal, 2005).
Esta misma tendencia por el pueblo griego, quienes identificaron a las bebidas
alcohólicas con figuras mitológicas.
15
observado en investigaciones pasadas entre la etapa de la adolescencia en la
sociedad (Medina-Mora, 2005).
16
se podía beber, en quién podía hacerlo y menos en cuánto se consumía. En
ocasiones rituales, en las que estaba permitido el consumo de alcohol, los
hombres adultos aparentemente podían beber hasta el estupor sin vergüenza.
Este mismo autor identifica dos patrones de consumo primordiales: consumo sólo
por parte de la nobleza, con fuertes penas para los transgresores, y consumo
popular en ocasiones rituales asociadas con la agricultura, la religión y los ciclos
de la vida, como el nacimiento, el matrimonio y la muerte, con penas menores a
quienes violaban estas disposiciones.
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cantidad de personas que bebían y se intoxicaban se incrementó. De acuerdo con
Berruecos esto se asoció con tres factores: 1) la inclusión de una proporción
mayor de aquéllos que formaban parte del grupo social de estrato social menor,
esto es, los más pobres, llamados "macehuales", en el grupo de bebedores; 2) el
ajuste de la intoxicación ritual a las numerosas festividades del calendario
cristiano, y 3) a la comercialización del pulque. Otras razones pudieron estar
relacionadas con la ausencia de normas que restringían el uso con la disminución
de la autoridad de los líderes indígenas y de la ausencia de una normatividad
efectiva de las nuevas autoridades (Medina-Mora, 1998 y Berruecos, 2002).
Aun cuando existen reportes de estudios médicos enfocados a los efectos del
consumo en el organismo humano que datan de finales del siglo XIX, la
investigación psicosocial y cultural sobre este problema se remonta apenas a los
años setenta con el surgimiento del Instituto Nacional de Psiquiatría y su División
de Investigaciones Epidemiológicas y Sociales, sin dejar atrás los estudios y los
cuadernillos de Centro Mexicano de estudios en Salud Mental (CEMESAM) en la
década de los sesentas, instancia que más estudios realizado en el tema.
19
En México, a partir de la década de los años 70, se establece el estudio continuo
del uso y abuso de drogas, iniciándose las primeras encuestas en hogares, así
como los estudios periódicos en población estudiantil y grupos vulnerables;
posteriormente, en la década de los 80, se amplía el Sistema de Registro de
Información en Drogas (SRID) en Ciudad de México, para incluir los casos
detectados en instituciones de salud y de procuración de justicia. Durante los años
90 se establece el Sistema de Vigilancia Epidemiológica de las Adicciones
(SISVEA) y se lleva a cabo un estudio de menores trabajadores en espacios
abiertos en 100 ciudades. Finalmente, al iniciar la primera década de este siglo, se
plantea la necesidad de disponer de información actualizada, sistematizada y
obtenida con métodos comparables, por lo que se crea el Observatorio
Epidemiológico en Drogas (CONADIC, 2002).
20
El proceso de la adicción al alcohol aparece tras el consumo crónico de
cantidades abusivas de alcohol y, al igual que el resto de las adicciones a drogas,
es el resultado de la interacción entre las características farmacológicas de la
sustancia (en este caso el alcohol), el individuo que la consume (variables
individuales, como por ejemplo características genéticas) y la sociedad (hábitos de
consumo de alcohol, disponibilidad y accesibilidad a las bebidas alcohólicas, etc.).
(Moya, 2007).
En los párrafos anteriores se dio una visión general de los orígenes del consumo
de alcohol en distintas épocas. Estos son algunos de los antecedentes remotos
del consumo de alcohol y a partir del siguiente apartado se analiza el problema del
consumo que se tiene constantemente o permanente. Además, se señalan los
criterios definidos sobre lo que se entiende por abuso y dependencia al alcohol.
21
1.3 Definición de abuso y dependencia al alcohol
22
En conjunto con lo anterior, el síndrome de dependencia es definido como el
conjunto de fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos que se
desarrollarían después del uso repetido de una sustancia. Usualmente estos
fenómenos incluyen un fuerte deseo de tomar la sustancia, pérdida de control
sobre su uso, consumo persistente a pesar de sus consecuencias perjudiciales,
priorización del uso de drogas por encima de otras actividades y obligaciones,
tolerancia incrementada y síndrome de abstinencia cuando el uso de la droga es
interrumpido(OMS, 1994). La dependencia que el consumo de etanol produce, es
tanto de habituación psíquica como física, las cuales tienen relación con los
diferente patrones de consumo que van desde la ingestión regular diaria de
grandes cantidades de alcohol, hasta largos intervalos de sobriedad mezclados
con periodos de embriaguez cotidiana (liberaddictus.org).
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en la salud física y mental, además de las consecuencias familiares y sociales
negativas.
Cabe mencionar que el alcohol es considerado como una droga legal, o sea que
es permitida por las leyes (pero a partir de los 18 años), por lo que su uso no
amerita un castigo. Su consumo es aceptado en negocios que de dedican a
permitir el consumo, como bares, discotecas, restaurantes, por lo cual se ha
llegado a asociar con la falsa idea de que “si su uso está permitido y es
socialmente aceptado, entonces no hace daño”. El consumo de esta droga legal
es promovido en los medios de comunicación relacionándolo con valores
deseables como el poder, el dinero, la juventud, la elegancia, etc. (Medina-Mora,
Natera y Borges, 2002).
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patrón de consumo más característico es imprevisto y en cada ocasión se ingieren
grandes cantidades de alcohol (Medina-Mora, 2002).
b) Bebedor: Aquella persona que ha consumido por lo menos en una ocasión una
copa completa de alcohol.
c) Abuso: Aquella persona que por lo menos en una sola ocasión en el último mes
ha tomado 5 ó más copas de cualquier bebida alcohólica (Villatoro et al., 2001).
b) Bebedores poco frecuentes de bajo nivel: son las personas que reportaron
consumir en el último año, pero nunca 5 copas o más por ocasión.
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c) Bebedores poco frecuentes de alto nivel: son las personas que han consumido
en el último año, en alguna ocasión bebieron 5 copas o más, pero no en el último
mes.
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destacando como principales drogas de consumo entre los estudiantes las de tipo
legal: alcohol y tabaco.
De acuerdo con la encuesta en hogares del 2002, existen en nuestro país poco
más de 32.3 millones de personas que consumen bebidas con alcohol; de éstos,
22.7 millones reportan que la cerveza es su bebida de preferencia, 14.7 millones
los destilados, 7.3 millones los vinos de mesa, 3.8 las bebidas preparadas como
los “coolers” y una proporción menor que es 2.4 millones bebidas como los
aguardientes, el pulque o el alcohol de 96° ingerido como bebida alcohólica que
son consumidos con más frecuencia en poblaciones rurales (SSA, CONADIC, INP,
DGE, INEGI, 2004).
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Así mismo, siguiendo los hallazgos de esta encuesta, se menciona que los
adolescentes parecen estar desarrollándose en un ambiente en donde se tolera y
hasta podría decirse, se promueve el consumo de alcohol, desde pequeños, en su
ambiente. Los datos de la encuesta reportan un incremento en el índice de
consumo entre los adolescentes, de 27% en 1998 a 35% en 2002 entre los
varones y de 18% a 25% respectivamente en las mujeres. En su mayoría, el
patrón de consumo es poco frecuente e ingieren de una a dos copas por ocasión;
sin embargo, 10.5% de los varones reportan consumir altas cantidades de alcohol
(5 copas o más por ocasión de consumo en el último mes) (INEGI, 2004).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Juventud 2005, más del 60% de los
jóvenes admiten consumir actualmente algún tipo de bebida alcohólica, el 42% de
ellos reporta que ha bebido alguna vez en su vida, y que en casi el 20% consume
de 6 a 10 copas por semana (Webmaster, 2009).
28
Otro indicador elocuente es el de la organización denominada Centros de
Integración Juvenil (CIJ). De enero de 2007 a junio de 2008, 82.4% de los niños
que acudieron a tratamiento por adicciones en sus servicios de rehabilitación,
consumieron alcohol alguna vez, mientras que 30.4% llegó ahí específicamente
por alcoholismo. De estos últimos, 29.5% provienen del Distrito Federal.
De esta manera, nos podemos dar cuenta con las encuestas que se han realizado
paulatinamente, que a lo largo de la historia el consumo del alcohol de ha ido
incrementando a tempranas edades y en diferentes niveles estudiantiles. Por lo
que es necesario buscar las estrategias pertinentes para la prevención del
consumo a edades tempranas.
Así mismo, se busca la reducción de las grandes estadísticas en nuestro país, con
el fin de mejorar la calidad de vida en los estudiantes y sus familias.
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CAPÍTULO 2. ENTORNO FAMILIAR Y PARENTALIDAD
La familia desempeña, entre otras, una función psicológica esencial para el ser
humano (en este caso para el adolecente estudiante): la socialización. A través de
la socialización, las personas se integran a la sociedad, interiorizan las normas
que regulan las relaciones sociales y se forman una imagen de lo que son y del
mundo que les rodea. La familia propicia en el niño las bases de su identidad y le
enseña a apreciarse a sí mismo, es decir, desarrolla su autoconcepto y su
autoestima (Lila y Marchetti, 1995, Amador, 2003). En términos generales, los
estilos parentales apoyadores y afectivos, al contrario que los cohercitivos y
reprobadores, desarrollarán en los hijos confianza en sí mismos, alta autoestima y
capacidad de autocontrol. Cuando, con la llegada de la adolescencia, se
incremente la importancia del juicio de los iguales para valorarse a uno mismo, el
adolescente educado en los términos anteriores podrá ser menos vulnerable a la
presión grupal, variable que ha sido ampliamente relacionada con el consumo de
alcohol (Parra, 1994, como se citó en Pons, 1997). El sistema familiar, por otro
lado, juega un papel fundamental para explicar la aparición de numerosas
conductas “desadaptativas” que causan una inestabilidad en los hijos. Los padres,
intencionadamente o no, son la fuerza primordial en la vida de sus hijos, además
de la influencia de otros contextos sociales (medios de comunicación, grupo de
iguales, escuela).
30
En efecto, se observa que la calidad de las relaciones familiares puede operar en
un doble sentido: potenciando la capacidad del adolescente para desarrollar
relaciones de apoyo dentro y fuera de la familia cuando las relaciones familiares
son positivas, o bien inhibiendo esas capacidades cuando las relaciones son
problemáticas. En este sentido, de acuerdo con otros autores (Sanz, 2004), unas
relaciones positivas en la familia se relacionan con un mayor desarrollo de
recursos personales y sociales del adolescente.
31
de alcohol y tabaco. Probablemente, los hijos entienden que las drogas legales
son menos peligrosas o menos dañinas para la salud, al no ser expresamente
rechazadas por los padres (Muñoz-Rivas y Graña, 2001).
2.1 La familia
De las diversas influencias socializadoras, los padres o tutores ejercen los efectos
más poderosos sobre la mayor parte del desarrollo social de los niños. Para bien o
para mal, actúan como modelos, articulan actitudes y creencias, y comunican y
aplican demandas conductuales. De esta forma, los niños adquieren muchas de
sus actitudes y valores que con el paso del tiempo se han ido arraigando. Además,
las creencias y prácticas paternas de crianza de los niños ejercen efectos de largo
alcance en el desarrollo social de los niños (Good y Brophy, 1996).
32
La familia ha ido teniendo cambios drásticos. En la actualidad, el niño desde
pequeño comienza su “educación” asistiendo a la guardería. La convivencia entre
padres e hijos es mínima y ya no es obligatorio que los hijos participen en los
cultos familiares, además, de que la pareja tiene que trabajar y permanece mayor
tiempo fuera de casa, y esto lleva a que en general, se vayan perdiendo las
tradiciones (Vieyra, 2007).
Para López (2001), en México existe una larga tradición de estudios sobre familia
desde distintas disciplinas y enfoques teórico-metodológicos, lo que ha permitido
contar con información sobre el tamaño y estructura de los grupos familiares; ésta
proviene tradicionalmente del análisis que la demografía hace de censos y
encuestas de hogares. Sin embargo, pese a su enorme potencialidad, estos
33
análisis no permiten estudiar a la familia como una estructura social
cualitativamente diferente y más compleja que la simple adición de sus miembros
individuales.
2.3 Parentalidad
A este respecto, Baumrind (en Santrock., 2002) sostiene que los padres no deben
ser punitivos ni huraños, más bien, deben desarrollar reglas para que los niños las
cumplan, siendo al mismo tiempo apoyadores y nutridores. Baumrind (Amador y
Cavero, 2004) opina que los estilos de crianza pueden clasificarse en cuatro tipos
principales:
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estos padres a menudo se comportan de maneras socialmente incompetentes.
Tienden a mostrarse ansiosos ante las comparaciones sociales, fracasan al iniciar
una actividad y cuentan con destrezas pobres de comunicación.
• El estilo paternal autoritativo impulsa a los niños a ser independientes, pero aún
impone límites y controles sobre sus acciones, se permite la negociación verbal y
los padres son cálidos y apoyan a los hijos. Los hijos de estos padres tienden a
comportarse socialmente de forma adecuada, tienden a ser independientes, saben
posponer la gratificación, se llevan bien con sus compañeros y muestran una alta
autoestima.
El estilo paternal autoritario está asociado con prohibición, más de cerca con la
poca confianza de las habilidades y un bajo autoestima y orientación del niño
hacia los demás, poco competente. En tanto que el estilo paternal autoritativo,
está relacionado más de cerca con el desarrollo de iniciativa, autonomía y
aceptación en los niños. Las combinaciones de estas conductas paternas
predisponen a los niños hacia patrones de desarrollo social diferentes.
Así mismo, cabe mencionar que éste ultimo estilo de parentalidad, son padres que
responden a las demandas y preguntas de sus hijos mostrando atención e interés,
explican las razones de las normas que establecen, reconocen y respetan su
independencia, negocian con ellos y toman decisiones en conjunto. Ponen límites
a sus hijos de manera racional, haciéndoles entender la utilidad de un cierto
control y las consecuencias de la conducta, este estilo fomenta el intercambio
verbal y utiliza como disciplina básicamente la inducción y algún uso de la fuerza.
La meta es conseguir que el joven acepte las reglas de los demás sin perder su
independencia.
35
a tener un pobre autocontrol, limitan la independencia y no están motivados hacia
el logro.
Retomando los dos últimos estilos de parentalidad, se puede decir que la mayoría
de los padres no son extremos en ambas dimensiones, de modo que ejercen
influencias menos extremas, aunque en las direcciones indicadas. Determinar cual
patrón de conducta es óptimo requiere hacer juicios de valor respecto a los
resultados deseados en el niño. Para obtener un óptimo desarrollo infantil es
necesario un equilibrio entre la restricción y la permisividad. De esta manera evitar
el desarrollo los niños egocéntricos e indisciplinados.
Por otro lado, la dinámica no es la misma en todas las familias, ya que esta se
encuentra diferenciada por el número y tipo de componentes, nivel cultural y
económico; Dulanto (2000, como se citó en Alvarado y Cruz, 2004) considera que
la familia tiene muchos problemas y dificultades relacionados con la educación y
formación familiar lo que lleva a que atraviese por graves conflictos que suelen
orillarla a crisis. La primera dificultad que se presenta en las familias con
estudiantes es el reajuste emocional en el que obligadamente entran los hijos por
el proceso de maduración emocional, que los transforma y les separa
gradualmente de la familia, como la única fuente de convivencia e intercambio
afectivo.
36
A este respecto, Conger (1980, como se citó en Alvarado y Cruz, 2004) señala
que es durante esta etapa cuando los padres y los hijos adolescentes deben
aprender a establecer nuevas clases de relaciones mutuas. La adaptación a esta
nueva clase de relación será más difícil para algunos padres – y adolescentes -
que para otros. Es importante recordar que en esta etapa, la autoestima es
trastocada por los ajustes globales propios del estudiante.
Prácticas de parentalidad
López (como se citó en Juárez, 1999), afirma que el papel de los padres, durante
la adolescencia, es el de estar ahí para que el hijo pueda cuestionar las actitudes
de los padres y para servir de punto de referencia en la búsqueda para encontrar
sus valores y ambiente propio. Los padres ejercen cierto control, pero en realidad
la conducta del adolescente dependerá de qué tan bien fueron incluidas normas y
valores en su repertorio conductual durante los primeros años de vida, es casi
imposible enseñarle esas pautas de comportamiento de manera tardía o
espaciados, después de la pubertad.
Hemos visto, que el consumo de alcohol así como el ambiente social y familiar
influyen en la conducta del estudiante. Se observó que los ambientes
problemáticos pueden generar conductas problemáticas, concretamente el riesgo
de presentar actos antisocial, la cual ha sido definida desde diferentes
perspectivas teóricas. Algunas de ellas serán definidas en el siguiente capítulo.
37
CAPÍTULO 3. CONDUCTA ANTISOCIAL DEL ESTUDIANTE
38
“anormal” a un hijo ante cualquier desviación de los valores parentales, aun que
en algunas familias sí se toleran.
Los trastornos en los que las conductas antisociales forman los síntomas
predominantes son el Trastorno Disocial y el Trastorno Antisocial de la
Personalidad. El primero se diagnostica durante la infancia y, sobre todo, a
principios de la adolescencia; el segundo, por definición, corresponde a la edad
adulta. Sin embargo, ambos comparten un cuadro sintomático que varía poco;
incluso, se asegura que los niños que han padecido un Trastorno Disocial, es muy
probable que evolucionen a un Trastorno Antisocial de la Personalidad. Parece ser
que el Trastorno Negativista Desafiante, antecede a la aparición de un Trastorno
Disocial en la adolescencia (Alvarado y Cruz, 2004).
Cabe mencionar que Muñoz (2002) da tres grupos de teorías acerca del trastorno
de carácter antisocial: las psicogenéticas, las orgánicas, las ambientales mismas
que pueden superponerse y asociarse.
39
Las paternidades adolescentes, las familias grandes, los hogares deshechos e
incluso la pobreza u otros, influyen negativamente más por las situaciones de
discordia, depresivas o conflictivas que generan, que por la situación en sí misma.
La crianza es el factor crítico de riesgo. La hostilidad, el maltrato, la falta de
atención, entre otros, tienen un efecto importante sobre los vínculos y sobre el
proceso conductual del estudiantes. El padre está ausente o fuertemente
desvalorado, no aparece en ningún caso como representante de la autoridad, ni
de la ley. La madre es una figura ambivalente, pasa de la sumisión a la
agresividad, del afecto a la indiferencia, de la rigidez moral a la complicidad.
Genera una situación caótica que impregna la vida del niño desde muy pequeño.
40
Sugiriendo que presentar conductas antisociales en la niñez y adolescencia puede
ser un factor de predisposición para una mayor inadaptación social en la adultez,
resaltando la importancia de identificar la conducta antisocial precozmente en las
primeras etapas tempranas de desarrollo, a fin de prevenir problemas como el
consumo de drogas.
En México, a finales de los 90´s se estima, que en uno de cada tres ingresos de
los adolescentes a las agencias del Ministerio Público, había estado involucrado el
alcohol durante el acto de violencia. El riesgo de que una persona con patrón de
consumo frecuente ingrese por lesiones a hospitales de urgencias, es cuatro
veces mayor comparada con la probabilidad de que sea detenido (Natera y López,
2000).
Si bien se requiere un análisis más detallado sobre los senderos que estas
conductas siguen en los adolescentes, los datos muestran que el consumo de
drogas está altamente vinculado con conductas antisociales (Villatoro et al., 2004).
41
amplia gama de manifestaciones conductuales que incluye robar, mentir, vagar,
desafiar a la autoridad, actuar agresivamente, conductas que violan principios,
normas y expectativas sociales. Por ende, se define como la conducta que atenta
contra el orden social establecido (Quiroz, 2006).
42
Varios estudios realizados a partir de 1985, como la escala de actos antisociales
en el nivel medio superior, que reporta que los hechos delictivos más frecuentes:
la participación de riñas, seguido por golpear y dañar cosas que no le pertenecían,
golpear o herir a personas y tomar un auto sin permiso del dueño, en un rango de
5.5% a 13.9% de alumnos que los cometieron en el año previo a la aplicación del
instrumento (Castro, 1990 como se citó en Juárez, 1999); hacer evidente cómo va
en aumento la conducta delictiva.
Se ha visto que son muchos los orígenes de la conducta antisocial y por lo tanto la
idea de que una sola disciplina o un solo modelo teórico es suficiente para
comprenderla y tratarla, resulta ilusorio. Dicha conducta puede ser multicausal.
Para comprender al joven estudiante violento hay que tener en cuenta el área
cognitiva, emocional, conductual y social, de acuerdo con los hallazgos de las
investigaciones presentadas.
43
La etapa de la adolescencia es un periodo de profundos cambios psicológicos. En
definitiva, una etapa de incertidumbre a la espera de alcanzar la identidad en que
el “yo” frágil e inseguro teme quedar “pegado” a la situación infantil y achaca al
entorno sus dificultades para progresar. El adolescente ataca buscando unos
límites externos que lo contengan. Otras veces por miedo anticipado al fracaso,
busca como identidad una posición donde no hay exigencias, ni peligro de
fracasar, porque es la identidad del fracaso mismo (fracaso escolar, adicciones,
marginalidad, violencia). Así, la conducta violenta (podríamos decir antisocial) es
una defensa ante amenazas externas e internas. Estos procesos forman parte de
la adolescencia considerada normal. Es inevitable el conflicto generacional. Pero
lo inquietante es la posibilidad de que este proceso derive, por una combinación
de factores, hacia el trastorno antisocial y la psicopatía, de acuerdo con perfiles
clínicos.
De acuerdo con Juárez (1999), existen variables que facilitan que un joven se
involucre en ese tipo de conductas. Los precursores de los problemas han sido
descritos como factores de riesgo, ocurren antes de que aparezca la conducta y
están estadísticamente asociados con un aumento en la probabilidad de su
ocurrencia, una aproximación basada en su riesgo busca prevenir conductas
problema través de una eliminación, reducción o mitigación de sus antecesoras.
Por otro lado, los factores protectores median o moderan los efectos de la
exposición al riesgo, ya que ésta afecta a la vulnerabilidad del individuo mientras
que la presencia de factores de protección aumenta su resistencia. Entonces, será
menos probable que el favor que se vea involucrado en conductas problemáticas
aun cuando esté expuesto a ellas. La presencia de factores de protección
explicaría la diferencia en los logros de los sujetos involucrados en los mismos
riesgos y en este sentido, la conceptuación del factor protección es mucho más
amplia que la simple ausencia de riesgo.
44
En este contexto, la conducta antisocial resulta cuando:
Las características relacionadas con las prácticas educativas de los padres se han
centrado particularmente en las prácticas de crianza que ejercen los padres,
especialmente con estilos excesivamente permisivos y basados en la amenaza y
en la hostilidad, además del poco apego entre padres e hijos con un menor grado
de supervisión de los padres hacia los hijos (Bartolo, como se citó en Quiroz
2006). Finalmente, los modelos de conducta que se observan en el ambiente
familiar ejercen cierta influencia en la conducta problemática del adolescente.
Diversos investigadores han sugerido que la práctica de conductas violentas, los
antecedentes de conducta delictiva y el consumo de alcohol y drogas entre
miembros de la familia (padres y hermanos) se asocia a conductas problemáticas
en los estudiantes, principalmente con las conductas agresivas, autodestructivas y
adictivas (Farrington como se citó en Bartolo 2002). Los hermanos, especialmente
los hermanos mayores y aquellos con patrones de conducta problemática, pueden
actuar como modelos reales para el reforzamiento de ciertas actitudes y
conductas, como el uso de sustancias y la delincuencia (Bartolo, como se citó en
Quiroz 2006).
45
interactúan personas de distintos sexos y generaciones, los individuos le atribuyen
distintos significados e importancia, los cuales se evocan en un conjunto de
imágenes y representaciones que se expresan cotidianamente a través de los
sentidos (Quiroz, 2006). Es decir, cada individuo posee una imagen o percepción
particular de la familia y particularmente, de la forma en que interactúa el sujeto
con cada uno de los miembros de ella.
46
ØFactores relacionados con la escuela: fallas académicas, bajas aptitudes
académicas, ausentismo, no creer ni cumplir las reglas, conductas agresivas, débil
de apego hacia los maestros, bajas aspiraciones y metas, asociación con pares
problemáticos, desorganización escolar, falta de adaptación a la escuela -
evidenciada por castigos y expulsiones-, asignación a grupos especiales, rechazo
a la escuela, falta de esfuerzo y castigo.
47
Asimismo, el abuso de drogas legales e ilegales está relacionado con
delincuencia, embarazo adolescente, problemas de conducta escolar y deserción,
entre otros conflictos.
48
CAPÍTULO 4. MÉTODO
Planteamiento del problema
¿Qué tanto influye el abuso de alcohol que tienen los estudiantes de nivel medio
superior y superior sobre sus actos antisociales y la relación parental?
De esta forma la hipótesis central del presente estudio es que a mayor interés
parental (monitoreo), los estudiantes tendrán menor consumo excesivo de alcohol,
además de que se tendrá mejoría en la conducta y disminuirán los actos
antisociales. Así mismo el estudiar es un factor protector ante el consumo de
alcohol.1
Los datos obtenidos y analizados para este estudio, provienen de la base de datos de la encuesta
“El Consumo de alcohol, Tabaco y otras drogas en población de enseñanza media superior y
superior” (Villatoro et. al 2007).
49
4.4 Variables
Estilos de parentalidad
Involucramiento parental: los padres se interesan por los gustos y
actividades de sus hijos/as, los apoyan y ayudan en cualquier cosa que
ellos/as requieran (Shelton, Frick y Wootton como se citó en Doménech,
2005; Lira 1999; Villatoro, 2006).
Aliento parental: los padres mantienen relaciones afectuosas con sus hijos,
motivándolos en todas sus actividades y halagan cuando hacen las cosas
bien (Shelton, Frick y Wootton como se citó en Doménech, 2005; Lira 1999;
Villatoro, 2006).
50
Educación parental inconsistente: los padres utilizan la amenaza verbal y
las privaciones dirigidas hacia los menores para mantener la disciplina al
interior de la familia, sin cumplir los castigos o premios que les prometen a
sus hijos (Shelton, Frick y Wootton como se citó en Doménech, 2005; Lira
1999; Villatoro, 2006).
Abuso de alcohol
Cuando en una sola ocasión en el último mes, la persona ha tomado 5 ó más
copas de cualquier bebida alcohólica (Villatoro et al., 2001).
Conductas antisociales
Conductas que se alejan de las expectativas normativas de un grupo y que
provocan reacciones interpersonales o colectivas dirigidas a aislar, corregir o
castigar a los individuos involucrados en dichas conductas (Schur, como se citó en
Juárez 1999).
51
Variable Criterio:
Consumo de alcohol
Se analiza el consumo de alcohol alguna vez en la vida, la edad de inicio en el
consumo, frecuencia de abuso (tomar 5 o más copas por ocasión) (Villatoro et al.,
2001).
Conductas antisociales
Conjunto de actos antisociales y/o delictivos cometidos en los últimos 12 meses
por parte de los estudiantes de nivel medio superior y superior participantes. La
escala original de conducta antisocial fue elaborada por la Addiction Research
Fundation de Canadá (como se citó en Castro et al., 1988) y consta de 13
preguntas.
El marco muestral se elaboró con base en los registros oficiales de los estudiantes
inscritos en enseñanza media superior y superior del ciclo escolar 2008 en
escuelas de Distrito Federal y Área Metropolitana. Fue sometido a validaciones y
depuraciones, para lo cual, se obtuvo una muestra aleatoria en todas las escuelas,
en las que se validó la información del marco muestral, con la finalidad de
52
disponer de información lo más confiable posible para evitar inconsistencias en las
estimaciones.
53
Debido a que la selección de la muestra parte de un esquema ponderado de
grupos y alumnos/as, se estableció lo siguiente:
4.6 Instrumento
De esta manera, las secciones que se mantienen iguales para todos los sujetos y
contienen las variables señaladas en el modelo son:
54
a) Datos Sociodemográficos: incluye preguntas sobre sexo, edad, año que cursa,
tiempo dedicado al estudio, si ha tenido trabajo remunerado y el nivel de
escolaridad del jefe de familia.
55
g) Ámbito Interpersonal: sobre la familia: composición familiar del sujeto y los
estilos de parentalidad presentes en la familia. En cuanto al grupo de pares,
se incluyen preguntas sobre el consumo de drogas y alcohol de los amigos
del entrevistado, en diferentes contextos. Se pregunta sobre la asertividad
con la que resuelven problemas y toman decisiones y la satisfacción con la
calidad de su vida.
56
Para el presente estudio, se utilizaron las siguientes secciones:
Sección de abuso de alcohol: la cual abarca desde que edad tomaron la primera
copa, la frecuencia en que toman 5 o más copas, con qué frecuencia se ha
emborrachado, la frecuencia de tomar en el último año, último mes, en donde y
cómo compran sus bebidas. Sección de actos antisociales, en la que toma
aspectos delictivos. Sección de monitoreo de los padres. En la presente
Investigación, se trabaja solo con consumo de alcohol en su uso alguna vez en la
vida.
a) actos graves, en los cuales se contemplan tomar dinero o cosas con valor de
más de $500, forzar cerraduras, atacar a alguien usando algún objeto como
cuchillo, arma, etc., vender drogas y usar un cuchillo o pistola para obtener algún
objeto de otra persona;
b) actos leves, en los que se incluye tomar dinero con valor de $50 pesos o
menos, tomar mercancía de una tienda sin pagarla y sin causar daños, golpear o
dañar algo, golpear o herir a alguien a propósito, tomar parte en riñas o peleas y
prender fuego a propósito a objetos.
57
Se utilizó la escala adaptada de parentalidad de Alabama, la escala original consta
de 42 reactivos los cuales miden las prácticas de crianza de los padres,
involucramiento paterno, aliento, monitoreo y supervisión, y prácticas
inconsistentes y evasivas (Shelton, Frick y Wootton, citado por Doménech, 2005).
La escala muestra buena consistencia interna y validez (medida usando múltiples
informantes y métodos), especialmente cuando se consideran los reportes de los
padres sobre sus prácticas de crianza (Shelton,Frick y Wootton, citado por
Doménech, 2005). Para fines de esta investigación se utilizaron únicamente 17
reactivos de la versión en español y se adaptó para ser contestada por los
estudiantes en forma autoaplicada.
4.7 Procedimiento
58
Después de la aplicación, para fines de codificación, el grupo de codificación
crítica hizo una verificación adicional con el fin de:
i) clasificar las sustancias reportadas por los estudiantes,
ii) verificar que se trataba de una droga y que se usara con motivos de
intoxicación y
iii) detectar, corregir, o en su caso, eliminar cuestionarios inconsistentes.
59
En cuarto lugar, para hacer la comparación de los estilos de parentalidad entre los
que cometen actos antisociales y los que no los cometen, se utilizó la prueba t de
Student (p<0.05), esto se hizo tomando en cuenta el nivel educativo y sexo del
sujeto.
Por último, se realizaron dos regresiones logísticas (una para actos antisociales
leves y otra para actos graves), con la finalidad de conocer el impacto de las
variables de estudio (parentalidad y abuso de alcohol) y variables
sociodemográficas como sexo y nivel educativo en la presencia de conducta
antisocial.
60
CAPÍTULO 5. RESULTADOS
5.1 Características sociodemográficas
61
Tabla 1 Características de los estudiantes que cometen actos antisociales
N % X2 p N % X2 P
Sexo
Hombres 7027 6.0 38438 32.9
411.536< 0.001 1764.785< 0.001
Mujeres 2598 2.1 18775 15.5
Nivel escolar
Bachillerato 4950 4.7 28284 27.1
41.738 < 0.001 168.924 < 0.001
Licenciatura 4675 3.5 28929 21.7
Convive con papá
5 o más horas 1629 3.1 10280 19.6
3-4 horas 2105 3.0 16514 23.6
118.319< 0.001 166.110 < 0.001
1-2 horas 2986 4.8 16576 26.9
No convive o no tiene 2699 5.4 12879 25.8
Convive con mamá
5 o más horas 4030 3.2 26932 21.4
3-4 horas 2667 4.4 15985 26.1
1-2 horas 1738 5.5 113.128< 0.001 9173 29.0 212.212 < 0.001
Al interior del nivel escolar de bachillerato, las mujeres cometen menos actos
antisociales leves (17.9%), que los hombres (36.3%). De hecho, hay poco más de
dos hombres por cada mujer que comete algún acto antisocial leve. De la misma
62
manera, para los actos antisociales graves, las mujeres presentan porcentajes
más bajos (2.3%), en comparación con los hombres (7.1%), se puede decir que
por cada mujer hay tres hombres que cometen este tipo de actos (Tabla 2).
En la tabla 3, se muestran los datos de los estudiantes que han cometido actos
antisociales y abusan en el consumo de alcohol (5 copas o más por ocasión de
consumo). En este análisis se encontró que las mujeres de bachillerato que
cometen actos leves tienen un abuso de alcohol mayor (44.1%), que las que no
cometen este tipo de actos (23.7%, X2 = 292.74, p < 0.001).
Asimismo, aquellas que cometen actos graves, tienen un abuso mayor (54.0%),
que aquellas que no cometen este tipo de actos (26.7%, X2 = 80.07, p < 0.001). En
el caso de los hombres que cursan el bachillerato, se encuentra un resultado
similar, de manera que el abuso de alcohol es mayor en los que cometen actos
leves (48.2%) que en los que no los cometen (26.6%, X2 = 452.69, p < 0.001).De
63
igual forma, los hombres que cometen actos graves tienen un abuso mayor
(58.0%) que aquellos que no cometen este tipo de actos (32.6%, X2 = 178.50, p <
0.001).
De la misma manera sucede con aquellos que cometen actos graves ya que
tienen un abuso de alcohol mayor (66.9%), que aquellos que no cometen este tipo
de actos (53.7%, X2 = 39.47, p < 0.001).
64
Una representación gráfica de lo anterior, se muestra en la figura 1, donde se
presentan los datos en bachillerato de abuso de alcohol de acuerdo con los tipos
de actos antisociales según sexo. Y se puede observar que quienes cometen
actos graves, abusan más del consumo de alcohol que quienes no cometen estos
actos; esto ocurre tanto en hombres como en mujeres. En los actos leves, también
quienes no cometen actos leves abusan menos del alcohol, esto en ambos sexos.
Hombres Mujeres
58.0
60 54.0
48.2
50 44.1
40
32.6
26.6 26.7
30
% 23.7
20
10
0
Actos graves No actos graves Actos leves No actos leves
65
Figura 2 Diferencias de actos y abuso de alcohol por sexo en licenciatura
Hombres Mujeres
66.9 68.6
70
60 56.0
53.7
48.2 50.5
50
40 36.0
34.2
%
30
20
10
Actos Leves
En este análisis, se encontró que los hombres tienen 100% más riesgo de cometer
actos leves en comparación con las mujeres y, que lo estudiantes que cursan el
bachillerato presentan 72% más riesgo de cometer este tipo de actos antisociales
que los que están en licenciatura. Asimismo, se observó que los que presentan
abuso de alcohol, tienen 97% más riesgo de cometer actos antisociales leves en
comparación con los que no abusan del alcohol.
66
Así también, la falta de aliento parental aumenta en 15% el riesgo de cometer
actos leves. Cabe mencionar que en este modelo, una educación evasiva en los
estudiantes, no resultó significativa para cometer actos antisociales leves (tabla 4).
Actos Graves
En este análisis, se encontró que los hombres tienen 100% más riesgo de cometer
actos antisociales graves con relación a las mujeres. Asimismo, se observó que
los/as jóvenes que cursan el bachillerato presentan un riesgo 77% más alto de
cometer actos antisociales graves.
67
Tabla 5 Regresión logística de los factores asociados a los actos
antisociales graves
Actos Graves Razón de Momios P IC95%
Finalmente, los datos del estudio señalan una comparación de los niveles tanto
de consumo de alcohol como la relación parental, se puede decir los estilos de
parentalidad positiva son factores que protegen en forma importante ante el
consumo de alcohol, aun cuando haya exposición a la oportunidad de su
consumo.
Esta política social debe considerar que en muchos hogares ambos padres
trabajan y que un alto porcentaje son monoparentales, lo que complica el que
haya una con-vivencia armoniosa y mejores oportunidades para la mayor parte de
la población.
68
CAPÍTULO 6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES.
Al comparar los resultados por sexo, con otros estudios anteriores se encuentra
que los índices de actos cometidos van en aumento para ambos sexos (Villatoro y
cols., 2001, 2006; Amador y Cavero, 2004).
En lo que concierne a las diferencias encontradas entre el grupo que comete actos
antisociales y los que no lo hacen, los resultados son claros y sustentan las
hipótesis planteadas al inicio de esta investigación, donde los grupos que
presentan actos antisociales, tienen menor presencia de estilos parentales
saludables. La concordancia con diversos trabajos empíricos que han sostenido la
69
idea de que el entorno familiar ejerce gran influencia en el desarrollo de la
conducta antisocial es amplia (Alvarado y Cruz, 2004; Moya, 2007;Villatoro, cols.
2006).
También los datos nos muestran que el grupo que comete actos antisociales (ya
sea leves o graves), convive menos tiempo con su madre o su padre. Cabe
destacar que de acuerdo con los resultados, a los jóvenes que no conviven con la
madre, les afecta más en su comportamiento, a diferencia de los que no conviven
con su padre.
Baumrind (en Santrock., 2002) sostiene que los padres no deben ser huraños,
sino todo lo contrario, deben desarrollar reglas y límites para sus hijos, siendo al
mismo tiempo apoyadores y curtidores en su desarrollo físico y mental.
Los aspectos familiares afectan en forma más directa a las mujeres, tanto las
cuestiones positivas como las negativas: valores, costumbres, reglas y todo tipo
de obligaciones que se transmiten de padres a hijos (Silva, 2003).
70
panorama amplio sobre la relación parental como el que se tiene en la práctica
clínica y, por otro lado, este es un estudio transversal que por su diseño, no nos
permite ver las trayectorias de los probables problemas de salud mental en los
estudiantes tanto de bachillerato como de licenciatura.
Aún con ello, los resultados de esta tesis, son acordes a los descritos en la teoría,
enfatizando a la familia como el principal agente socializador y como el agente
principal de enseñanza de los aspectos de interacción social, valores, costumbres,
etc.
Por otro lado, también hay que resaltar que el simple hecho de vivir en un
ambiente hostil o ambiente parental negativo, no es la causa directa para
presentar conductas antisociales, sino que les da mayores posibilidades de
relacionarse con amistades problemáticas. Sin embargo, es importante señalar
que existen algunos aspectos claros en el ambiente familiar los cuales están
constantemente asociados a la aparición de la conducta antisocial en estudiantes:
la falta de monitoreo, falta de involucramiento, educación evasiva, falta de aliento y
la inconsistencia por parte de los padres (Shelton, Frick y Wootton citado por
Doménech, 2005; Lira 1999); por ende, que se deben de considerar para mejorar
el ambiente familiar o parental.
Hoy en día se debe de hacer mucho para que las familias establezcan ambientes
favorecedores para sus miembros. Debemos crear conciencia de las
consecuencias que puede llegar a tener un ambiente familiar poco favorable, ya
que, como se ha ido mencionando los problemas de parentalidad, aunado a un
71
entorno poco favorable como el abuso de alcohol (adicciones), otorga mayores
posibilidades de cometer actos antisociales.
La conducta antisocial está también muy relacionada con el uso de drogas, por
esto hay que empezar a trabajar para mejorar el ambiente familiar y el entorno
general de nuestros adolescentes. Por lo tanto hay que trabajar en investigaciones
futuras para mejorar las relaciones familiares y las interacciones que se dan dentro
del núcleo familiar, para mejorar la interacción y la calidad de ésta.
72
jóvenes. Sin dejar al olvido a los pares con los que se desarrollan los jóvenes,
ayudarles y enseñarles a convivir con redes sociales que les brinden aspectos
positivos para su desarrollo, que la influencia de estos sea sana (Juárez, 1999 y
2002).
Estos elementos llevarían, entre otras cosas, a desarrollar campañas para evitar el
abuso en el consumo del alcohol y promover diferentes estilos de vida saludable
entre los jóvenes.
73
Asimismo, se pueden retomar algunas estrategias muy concretas, como incluir en
la educación básica programas de prevención para que más adelante, al momento
de enfrentarse a estos acontecimientos en la etapa de la adolescencia, y se tenga
desarrolle una óptima toma de decisiones, que puede ser de utilidad para la
creación de acciones que sean instrumentadas por los programas preventivos ya
existentes en el ámbito educativo y, de esta manera ir difundiéndolos en diversas
instituciones, al igual que el interés en el impulso de la capacitación profesional, la
investigación y el desarrollo de nuevos modelos terapéuticos.
Hoy en día se debe y puede hacer mucho para que las familias establezcan
ambientes favorecedores para sus miembros. Debemos crear conciencia de las
consecuencias que puede llegar a tener un ambiente familiar poco favorable, ya
que, como se ha ido mencionando los problemas como el consumo de alcohol en
los estudiantes, aunado a un entorno negativo (drogas, pares antisociales, etc),
otorga mayores posibilidades de cometer actos antisociales.
De alguna manera, para llegar a esto se debe enfrentar para delimitar las
necesidades que causan mayor conflicto para atacarlas y realizar programas de
ellos y para ello se han realizado gran cantidad encuestas por lo que se tiene
conocimientos de las necesidades claras que se deben cubrir, y de esta manera
tener una transformación en todos los sentidos dentro de nuestro país tanto
económicos, sociales y culturales (Nieves y Cols, 2007), ya que en los últimos
74
años ha disminuido la percepción del riesgo asociado al consumo de bebidas
alcohólicas.
Por otro lado, la dinámica no es la misma en todas las familias, ya que esta se
encuentra diferenciada por el número y tipo de componentes, nivel cultural y
económico (Dulanto, 2000 como se citó en Alvarado y Cruz., 2004); después de
consultar y comparar, se puede decir que la familia tiene muchos problemas y
dificultades relacionados con la educación y formación parental lo que lleva a que
atraviese por graves conflictos que suelen orillarla a crisis o desintegración. La
primera dificultad que se presenta en las familias con adolescentes es el reajuste
emocional necesario, entran los hijos por el proceso de maduración emocional,
que los transforma y les separa gradualmente de la familia, como la única fuente
de convivencia e intercambio afectivo.
También es necesario identificar conductas muy concretas que está asociado con
de la mayor parte de costos sociales y familiares que pueden ser englobadas
dentro del concepto de conductas de abuso de alcohol.
75
Por esto, otro objetivo final de la prevención consiste en reducir estas conductas
de riesgo, interviniendo para ello desde diferentes entorno, en los distintos niveles
académicos. Ayudar a crear una cultura preventiva genérica y por lo tanto, a
conseguir mayor efectividad de reducción del consumo.
76
elementos de prevención para disminuir y controlar estas conductas, situación que
debe ser retomado y mejorado por las autoridades y tomadores de decisiones en
la política de salud y educación nacional.
Estos elementos, como las sugeridas en apéndice 2, deben ser pautas para el
desarrollo de acciones preventivas que conlleven a una calidad de vida mejor de la
población de nuestro país.
77
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83
APÉNDICES
84
Apéndice 1
Definición y clasificación de bebidas alcohólicas
Fermentadas Destiladas
Las bebidas fermentadas son las Las bebidas destiladas se consiguen
procedentes de frutas o de cereales eliminando mediante calor se separa al
que, por acción de ciertas condiciones alcohol de otros componentes menos
como humedad, temperatura y tiempo. volátiles, a través de la destilación, una
Estas sustancias microscópicas parte del agua contenida en las bebidas
(levaduras), el azúcar que contienen fermentadas. El principio básico de esta
se convierten en alcohol. Las bebidas acción reside en que el alcohol se
fermentadas más comunes son el evapora a 78 grados y el agua a 100
vino, la cerveza, el pulque y la sidra. grados, por consiguiente tienen más
alcohol que las bebidas fermentadas,
entre 30-50 grados.
Las bebidas destiladas más comunes
producidas son el brandy, el ron, el
tequila y el mezcal.
Otro tipo de bebidas son los licores que se producen a partir de bebidas con
alcohol destiladas, a las que posteriormente se añaden aroma o sabor con
diversos ingredientes y aditivos, resultando por ejemplo, licores de café, de
naranja, de cereza, de almendra o de anís.
También han incrementado en México los cocteles, que son bebidas cuya base es
un destilado o un fermentado y que se mezcla con jugos, refrescos o agua
mineral. Hay cocteles ya envasados que se conocen como coolers y tienen como
base un fermentado natural de manzana, durazno, uva u otras frutas, mezclado
con agua y bióxido de carbono o agua carbonatada (Valdez, 2005).
85
Apéndice 2
ESTRATEGIAS PREVENTIVAS EN EL AMBIENTE FAMILIAR
COMUNICACIÓN
• Establecer al menos un momento de convivencia familiar
• Escuchar respetuosamente a cada miembro.
• Evitar calificar las opiniones como buenas o malas.
• Evitar las interpretaciones y expresar cualquier duda sobre el tema.
• Comunicar abiertamente los desacuerdos en un ambiente cordial y empático.
• Animar a los adolescentes a pensar de forma independiente y a expresar sus
puntos de vista.
MANEJO DE AFECTOS
• Favorecer la expresión de emociones negativas y de forma asertiva.
• Ser congruentes al expresar nuestras emociones.
• Enseñar a expresar y nombrar sus diversas emociones y sentimientos.
• Demostrar frecuentemente de forma verbal y física el amor a toda la familia.
• Procura no reprobar a la persona, sino ser solidario.
• Reconocer los logros académicos, personales y sociales de todos los miembros
de la familia.
MEDIDAS DISCIPLINARIAS
• Establecer normas y límites claros de forma conjunta con los hijos (incluido el
consumo de drogas).
• Establecer previamente las consecuencias de transgredir las normas y límites.
• Discutir las consecuencias positivas y negativas de ciertas decisiones.
• Evitar el castigo físico y las agresiones verbales para sancionar.
• Premiar con elogios o concesiones las conductas positivas o favorables de los
hijos.
• Señalar y discutir las conductas negativas para evitar su repetición.
• Fomentar la responsabilidad en los hijos.
86
APOYO FAMILIAR
• Permitir que los hijos encuentren por sí mismos alternativas viables a los
problemas.
• Involucrarse de manera general en las actividades e intereses de los miembros
de la familia sin transgredir la individualidad.
• Incluir a los hijos en la toma de decisiones familiares.
• Facilitar la participación de cada uno de los miembros de la familia en actividades
cotidianas.
87
ESTRATEGIAS PREVENTIVAS EN EL GRUPO DE ESTUDIANTES Y
PARES
Procurar conocer a los amigos de los hijos (tener sus números telefónicos y
direcciones).
Proporcionar alternativas de actividades recreativas que favorezcan su
desarrollo físico y mental.
De ser posible orientar o buscar ayuda para los amigos de los hijos que
consuman alguna droga, ya sea legal o ilegal con el fin evitar el consumo.
Fomentar la realización de foros de discusión en los que los jóvenes
expongan y discutan problemas o vivencias propias de su edad.
Involucrar a los jóvenes en actividades para otros jóvenes que promuevan
estilos de vida saludables.
Resaltar la importancia de convivir con los adultos en un ambiente de
intercambio y aprendizaje mutuo.
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Apéndice 3: Secciones específicas del Instrumento
1. Datos sociodemográficos.
1. Eres Hombre............................................................………………….1
Mujer...............................................................………………….2
2. ¿Qué edad tienes? Años..................................................…………………….
ACTOS ANTISOCIALES.
La escala cuenta con doce reactivos, los cuales evalúan dos tipos de actos
antisociales: robos y violencia (reactivos b, e, f, i, j, k), y actos antisociales graves
(c, d,g, h, l). Cada reactivo tiene un nivel de medición nominal; sin embargo, al
sumar los diferentes reactivos de la escala, para saber cuántos diferentes actos ha
cometido, tenemos una variable intervalar. Para fines del análisis de regresión
logística, este trabajo consideró únicamente si el sujeto había cometido actos tipo
robos, actos tipo graves, o cualquier tipo de actos.
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CONSUMO DE ALCOHOL
34. ¿Alguna vez en tu vida has tomado una copa completa de alguna bebida Si………..1
alcohólica, como cerveza, vino, ron, “coolers”, brandy, vodka, o bebidas preparadas
con este tipo de licores, como “piña colada”, o “medias de seda”?
No………2
35. ¿De cuál de las siguientes bebidas alcohólicas has tomado una copa Si No Nunca he
completa? (Marca una respuesta para cada inciso). bebido
alcohol
a) Vino (blanco, tinto, rosado) 1 2 3
b) Bebidas como “coolers”, “viña real”, etc. 1 2 3
c) Cerveza 1 2 3
d) Brandy, vodka, tequila, ron, whisky, etc. 1 2 3
e) Bebidas preparadas en lata como “Presidencola”, “Q-bitas” 1 2 3
f) Pulque 1 2 3
g) Alcohol puro o aguardiente 1 2 3
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