Está en la página 1de 1

En Ley y Clima del mes de mayo de 2010, pasé a comentar, o mejor, a enunciar sin espacio para

desarrollarlas más en profundidad, cuáles eran las variables del cambio climático de origen natural,
y ya advertí que podían ser más de las enunciadas.
Lo que no advertí es que no era posible hablar de variables del clima y variables del cambio
climático de manera diferenciada, sobre todo por estar instalados, de lleno, en esta última
definición y porque la primera solo explica la teoría y no la realidad en la que vivimos.
Las variables del clima o del cambio climático real, aquellas que lo determinan, no son pocas y
actúan interconectadas, de tal forma que ninguna de ellas puede entenderse por si sola aunque en
determinadas ocasiones tengan más protagonismo unas que otras. La dificultad se agudiza porque
la rivalidad entre ellas tampoco se somete a ninguna regla; a veces pasan periodos donde unas
tienen más influencia que otras y, en ocasiones, las que parecían tener mayor importancia quedan
subordinadas o rebajadas frente a las demás.
El comportamiento individual de todas esas variables no obedece a patrones fijos ni suele ser el
mismo a lo largo del año, ni tampoco si tomamos como referencia otras medidas de tiempo. Hay
una gran dosis de aletoriedad en todas ellas, aunque las Matemáticas y otras ciencias intenten
determinar si puede haber una explicación que tenga un fundamento comprensible y lógico aún
siendo aleatorio. Sí se conocen, no obstante, sus efectos y cómo su presencia e intensidad
condiciona a las demás variables, aunque los estudios son recientes y quedan muchos aspectos
que averiguar. La Climatología sigue siendo una ciencia interdisciplinar, muy joven y, de momento,
sin suficiente personalidad para que pueda ser tratada con autonomía respecto de las ciencias
tradicionales y “respetables” como las Matemáticas, la Física, la Biología, la Geografía, etc…
Termino enumerando cuáles pueden ser (al menos de momento): el mar y la circulación de los
océanos, los regímenes o circulación de los vientos (aquí podríamos incluir a la Meteorología en
sentido amplio), el Sol, la Luna (quizás debamos incluir los Planetas), el Vulcanismo y la
Sismología y la rotación de la Tierra, sin olvidar, como no, la intervención del Hombre. Trataremos
todas ellas.
Ley y Clima

También podría gustarte