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Ánodos de sacrificio en la protección de superficies metálicas

La protección de los metales siempre ha sido una premisa a nivel


industrial, muchos de los componentes de equipos, maquinarias y piezas
utilizadas en empresas, están sometidas a condiciones ambientales
corrosivas. La humedad, altas temperaturas, salinidad y la presencia de
sustancias que actúan como oxidantes, son algunas de las principales
causas de la degeneración de los metales producto de la corrosión.
La corrosión es el principal enemigo de los metales

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Es por ello que cada vez es más necesario que los metales con los que se
fabrican estos componentes sean blindados a estos factores, con la
finalidad de garantizar su protección contra estos procesos degenerativos
y alargar su vida útil. Por tal razón se emplea un proceso electroquímico
conocido como electrodeposición o galvanizado electroquímico, el cual
fue descubierto por el italiano Luigi Galvani al percatarse que cada metal
posee una carga eléctrica distinta, y que dichas diferencias de carga podían
aprovecharse para producir cambios físicos en ellos.
Luigi Galvani, nació en Bolonia Italia el 9 de septiembre de 1737, es
considerado uno de los padres de la electroquímica.
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En esta publicación les describiré brevemente los fundamentos de dicho
proceso y los beneficios de su aplicación para el recubrimiento de
superficies metálicas.

Electrodeposición
Se define como un proceso electroquímico mediante el cual se logra el
recubrimiento de un metal con una capa o película de otro, para que esto
pueda llevarse a cabo es necesario que ocurra un flujo electrónico desde
un ánodo que en este caso estaría representado por el metal con el que se
realiza el recubrimiento, a un cátodo que vendría a ser la pieza o superficie
metálica a recubrir, el empleo de la electricidad producirá que los cationes
metálicos del ánodo pasen a una solución acuosa donde posteriormente se
reducirán y terminaran precipitando sobre la superficie del cátodo
formando una película, el metal de recubrimiento siempre presentara una
carga eléctrica mayor al metal donde ocurre la deposición catiónica.
El sistema acuoso para la realización de este proceso debe poseer la
conductividad suficiente para facilitar el flujo electrónico, además de
poseer los iones metálicos del material con el cual se desea realizar el
recubrimiento, por ello que es habitual el uso de sus sales en un medio
acido.
Recubrimiento de un metal por electrodeposición del cobre
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En la electrodeposición del cobre como se muestra en la imagen anterior,


se lleva acabó en una solución acuosa que contiene sulfato de cobre, el
ánodo al ser sometido a un flujo eléctrico se oxida liberando más
cationes de cobre que al saturar la solución terminan precipitando sobre
el cátodo, dónde nuevamente se reducirán producto de las cargas
negativas suministradas de la fuente de energía, volviendo a su estado
metálico en forma de película sobre la superficie catódica.

Reacciones involucradas en la electrodeposición del cobre


Imagen de elaboración propia
La electrodeposición parte de una reacción Redox, en donde por medio de
la aplicación de energía eléctrica se forzara la oxidación del metal de
recubrimiento para que aporte sus cationes a la solución acuosa, al
encontrarse sumergida en esta la pieza metálica a recubrir y a su vez
sometida a una carga eléctrica negativa, todos los cationes liberados por
el metal de recubrimiento serán atraídos hacia esta y por ende se
depositaran de manera uniforme a lo largo de su superficie.
En este proceso casi siempre el material a recubrir presentara un costo de
inferior al que se utiliza para realizar el recubrimiento, siendo a su vez es
más proclive a la oxidación o corrosión, esto se hace con la finalidad de
mejorar sus propiedades fisicoquímicas, ejemplo de ello lo son los
recubrimientos de piezas de hierro con zinc o la aplicación de baños de
oro o plata en la joyería.

Metales usados en la electrodeposición o


galvanizado electroquímico
Los principales metales utilizados para el recubrimiento contra la
corrosión de piezas de hierro y acero son: el aluminio, el cromo, el zinc y
el cadmio. Ya que estos además de protegerlo de los factores externos
actúan como ánodos de sacrificio.
La plata, níquel, estaño, cobre y oro son muy utilizados cuando además de
protección contra la corrosión, se requiere mejorar las propiedades de
conducción eléctrica y decorativa de los metales a recubrir.

Beneficios que ofrece la electrodeposición en


piezas o superficies metálicas
A continuación se presentan los principales beneficios del empleo de esta
herramienta electroquímica en la preservación de piezas y superficies
metálicas.
 Protege y mejora la resistencia de los metales recubiertos contra la
corrosión, ya estos estarán aislados de las condiciones externas del
entorno por la capa o película de formada a lo largo de su
superficie.
 Favorece la conductividad eléctrica en superficies metálicas,
dependiendo de las fuerzas electromotrices de los metales usados
para el recubrimiento electroquímico.
 Mejora propiedades fisicoquímicas del metal protegido,
confiriéndole una mayor resistencia mecánica al desgaste, a su vez
aporta rigidez y dureza a las piezas sometidas a este proceso.

 Estos recubrimientos electroquímicos también pueden mejorar la


resistencia y conductividad térmica de los metales, dependiendo
de la capacidad calorífica que estos posean.
 Sus aplicaciones en la industria de la joyería mejoran la estética de
muchas piezas.

El crecimiento industrial solo es posible en función del desarrollo de las


tecnologías que permitan sostenerlo, por todas estas razones, la
electrodeposición es hoy en día ampliamente utilizada para la protección
de metales, lo que ha permitido mantener el dinamismo de muchos
procesos industriales, metales más resistentes generan procesos más
eficientes.

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