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Desde el inicio de los tiempos, los seres humanos nos hemos visto cautivados por la
idea de perfección, siendo ésta, la inspiración o la fuerza imparable de algunos de los actos
más bellos e importantes hasta de los más terribles del desarrollo histórico de la humanidad.
Según el diccionario, la Real Academia Española (RAE) define la perfección como la acción
de perfeccionar algo que tiene el mayor grado de posible bondad o excelencia en su línea;
completa ausencia de error o defecto, es decir, todo aquello es totalmente libre de taras. Pero,
¿Cómo sabemos qué es perfecto y qué no lo es? ¿Cómo la idea de perfección influye en la
mentalidad de los seres humanos? Bien, buscando dar respuesta a lo anterior, Zuleta (1980)
plantea una serie de consideraciones relacionadas con la realidad actual en el contexto social:
la concepción de una ‘’vida feliz’’ sin existencia de riegos, adversidades o necesidades,
acudiendo al facilismo, olvidando lo que el mundo real ofrece, estableciendo así un
pensamiento facilista y erróneo a el que actualmente nos encontramos como sociedad.
Para concluir, siguiendo la invitación realizada por el autor en su obra, como seres
humanos debemos ponernos en la tarea de aprender de nuestros errores para no volver a
cometerlos, saliendo un poco de la zona de confort y dejando a un lado las ideas de
conformismo, fortaleciendo nuestro actuar con acciones de justicia, respeto y tolerancia. Para
mí no hay nada que resulte más gratificante que recibir con sacrificio y esfuerzo lo que tanto
se desea y se ama. El camino nunca va a ser fácil, sin embargo, cada vez que nos enfrentemos
a la toma de decisiones, debemos ser conscientes de que salir de nuestra zona de confort
siempre va a representar una oportunidad de aprendizaje, lo cual debe llevarnos a pensar no
solo de forma individual, sino colectiva, entendiendo que mi actuar puede afectar a otros, que
si obro bien puedo motivar a alguien más a hacerlo y que, si somos muchos los buenos,
podemos construir un país en paz. Debemos darnos cuenta de que el mundo nos brinda
diferentes capacidades y posibilidades de cambiar nuestra forma de pensar y de actuar, razón
por la cual debemos dar el primer paso: aprovecharlas.
Referencias: