Está en la página 1de 5

2.1.

1 Diferencia creatividad de innovación:

El presente proyecto tiene por finalidad la instalación de un taller de diseño de vestuario DIY
en un sector de vulnerabilidad socioeconómica.

Entendemos por DIY la nueva tendencia “Do it Yourself” nacida en Estados Unidos y
desarrollada principalmente por redes sociales. Esta consiste en la auto-confección y diseño de
productos a partir de tutoriales que impulsan la autonomía personal de cada usuario. Con ello,
esta tendencia fomenta no solo la autosuficiencia y la creatividad personal, sino que también
en la satisfacción que obtiene el usuario al producir algo para sí mismo y en la posibilidad de
reutilizar materiales antiguos y reciclados, por lo que los costos de cada confección son
mínimos.

Pese a que el DIY se enfoca en un gran espectro de productos, desde desarrollos


gastronómicos hasta mueblería, el presente proyecto se concentrará únicamente en la
confección de vestuario. Ahora bien, este se sustenta en la pretensión de ejercer un impacto
social, debido a que al basarse en las herramientas ahorrativas que constituye el movimiento
DIY, representa una oportunidad única para la confección gratuita de vestuario.

Por otro lado, consideramos relevante la modalidad de “taller” que pretende el presente
proyecto. Dicho formato apunta a lograr generar la constitución de un espacio protegido en un
sector vulnerable de la población. Este espacio protegido tendrá las características de:

1. Presentar consistencia en el tiempo: se realizará con una frecuencia establecida en


pos de establecerse como un dispositivo significativo y constante con el cual los
usuarios puedan relacionarse sin incredulidad o desesperanza.
2. Fomentar los vínculos positivos: por ser un espacio protegido y con tutores, se velará
por fomentar modelos positivos de relacionarse. Consideramos que estableciendo
relaciones interpersonales afectivas y respetuosas entre los usuarios dentro de este
espacio, se constituye la posibilidad de generar un aprendizaje que se sostenga más
allá de los límites de este proyecto.
3. Potenciar las capacidades cognitivas y creativas de sus usuarios: el diseño
personalizado de cada uno de los usuarios implicará que deban utilizar sus
capacidades para aprovechar al máximo materiales limitados y, con ellos, refaccionar
de modo creativo un producto que será único y exclusivo
4. Dirigirse a un público entre x a x años: este espacio será dirigido a este público
específico debido a que consideramos que, en este periodo vital, los vínculos que se
desarrolla influyen de manera definitiva en el posterior modo de enfrentarse al mundo
de cada individuo. Por ello, potenciando vínculos tempranos positivos, los usuarios
desarrollarán pautas que conservarán a futuro.
5. Fomentar el valor de la utilización de materiales reciclados: El taller se centrará de
modo exclusivo en la refacción a partir de prendas usadas y materiales reciclados. Con
ello se enseñará el valor de reutilizar elementos que se pensaban inutilizables y la
capacidad de obtener productos de valor sin la necesaria utilización de medios
adquisitivos.
La creatividad del taller, por tanto, radica en sus características. Esto es, la utilización del
diseño y las tendencias para la posibilidad de realizar trabajos que contribuyan a la sociedad y
a sus miembros más vulnerables, aprovechando de valorizar la reutilización del material y la
capacidad personal para generar productos de valor personal. Además, si consideramos el
aumento en el valor social que han adquirido los diseños exclusivos y personalizados,
consideramos que el DIY se presenta como un marco ideal para abarcar el interés de cada uno
de los participantes del taller, con el cual obtendrá una gratificación y un beneficio personal.

Como corolario comprendemos que la relevancia del proyecto radica en la posibilidad de


tomar una tendencia en moda, el DIY, y aprovechar las herramientas de diseño que ella
presenta. Esto, sin embargo, con un objetivo que excede las pretensiones del diseño de
vestuario, sino que apunta a algo que consideramos igual, o incluso, más relevante: la
capacidad de generar conciencia de cómo el diseño puede encontrar espacios de utilidad
social, haciendo explicita su capacidad de influir en el modo de vincularse de cada región social
y generando herramientas creativas para abordar preocupaciones cotidianas.

Considerando lo anteriormente expuesto, la misión de este proyecto se va desdibujando en


sus propias características. Sin embargo, podemos expresarla así:

Visión:

Utilizar las herramientas que brinda el diseño como plan de intervención social, buscando
generar un aprendizaje permanente en sus usuarios.

Misión:

Realizar un aporte significativo a una comunidad de niños con escasos recursos, contribuyendo
creativamente en su calidad de vida.

Considerando la misión y visión de nuestro proyecto, la meta mínima esperada es que cada
usuario logre involucrarse con el taller y desarrollar al menos un producto que le brinde
beneficio personal. Además, se presenta como objetivo adicional, y de mayor profundidad, el
desarrollo de habilidades de confección duraderas en cada participante, posibilitándole
replicar esta experiencia fuera de la instancia del taller.

Definición del público objetivo:

Para la caracterización del público objetivo al cual se dirigirán las actividades del taller
nos basaremos en los elementos destacados en la misión y visión que encuadran el proyecto.
Esto quiere decir que el público objetivo no se caracterizará por adherir a un encuadre
específico de tendencias o modas, ni tampoco por su relación a un patrón de consumo
específico de productos. La característica esencial que busca el presente proyecto concierne a
un sector específico de la población chilena que se ciñe a un medio socioeconómico en el cual
rige la vulnerabilidad y precariedad material. Esta precariedad material, creemos, se presenta
como un criterio de riesgo para dicha población, debido a que queda expuesta a situaciones de
falta de recursos para subsistir, produciendo situaciones de riesgo, como la violencia constante
en los vínculos sociales o la exposición a consumo de alcohol, drogas u otras sustancias.
Creemos que estas situaciones de riesgo influyen de modo permanente en la vida de dichos
sujetos, produciendo modos de vida antisociales y pautas de relaciones interpersonales
violentas y dañinas, tanto para cada individuo como para la relación que este tiene con su
medio y la sociedad en general.

Por otro lado, creemos que estas conductas se aprenden de modo temprano en los individuos,
por lo que una intervención temprana podría ser de gran utilidad para prevenir de modo
efectivo este tipo de aprendizaje. Por ello, para la correcta selección de un público objetivo,
nos basaremos en la teoría de Erik Erikson, quién estudio desde la psicología los diversos
momentos (estadios) de la vida humana, con sus correspondientes asociadas a cada periodo.

Cada uno de los estadios definidos por Erikson dan cuenta de cuál es la dificultad principal que
se juega en el individuo, en conjunto con la relación de mayor significancia para abordar dicho
conflicto y, posteriormente, da cuenta de la virtud esperada que se obtiene con la solución de
dicho conflicto. El correcto enfrentamiento de tal crisis y la adquisición de estas virtudes serían
esenciales para el desarrollo integro de un individuo con capacidad de auto-realización. Cabe
mencionar que en una situación de escasez de recursos, por las deficiencias tanto materiales
como afectivas que aparecen, la superación de las crisis se ve dificultada en gran medida, por
lo que se levanta una gran barrera para el desarrollo de la auto-realización.

Para el proyecto de taller, queremos abordar el trabajo con niños, debido a que una
contribución temprana podría ayudarlos a enfrentar de mejor manera las dificultades de la
vida adulta, evitando construir relaciones a partir de patrones negativos de consumo de
sustancias o conductas antisociales que trunquen el desarrollo futuro.

Consideramos importante establecer una edad mínima para el público objetivo, debido a que,
como apreciamos en la tabla adjunta, los tres primeros estadios se caracterizan por la guía del
núcleo familiar. La relación de los padres y familiares serán los vínculos de mayor significancia,
y, también, requeriremos de un desarrollo cognitivo suficiente para abordar las tareas
planteadas en el taller. Por lo tanto, consideramos que el mínimo de edad en el que podemos
trabajar se establece a partir de los 6 años.

Específicamente abordaremos los estadios 4 y 5, debido a que sus características nos parece
idóneas para realizar una intervención significativa:

1) Grupo 4 (6-12 años): La crisis que se desarrolla es de laboriosidad vs inferioridad. La


laboriosidad implica el mostrar un interés genuino por el funcionamiento de las cosas,
produciendo con esfuerzo actividades y proyectos que ayudan a desarrollar sus
conocimientos y habilidades. Por esa razón los grupos cercanos de vecinos, amigos o
compañeros de escuela ejercen una importante influencia en este periodo. Ellos
acompañaran al niño en el desarrollo de las actividades (sean juegos, clases o desafíos)
y las harán más interesantes, ayudando en el desarrollo de motivación para
desarrollarse tanto personalmente como en su relación con los demás. En el caso de
no desarrollar bien este aspecto el niño puede desarrollar problemas de inferioridad
en relación a los demás, por lo que enfrentará con desesperanza los desafíos
posteriores y se le hará difícil validar su posición en relación a los demás. Por otro lado,
si enfrenta bien este periodo podrá desarrollar la competencia necesaria para
enfrentar desafíos y actividades de importancia vital. Este público, por tanto, se
presenta idóneo para enfrentarse a los desafíos y objetivos que plantea el taller.
2) Grupo 5 (12 a 18/20 años): La crisis que se presenta es la identidad y repudio vs la
difusión de identidad. En este estadio se pretende la búsqueda de una identidad
específica para encontrar un modelo de enfrentar el mundo. Las imágenes paternas en
este periodo dejan de ser tan influyentes debido a que el adolescente quiere
desarrollar una identidad social más allá de lo familiar, por lo tanto cierto repudio a la
familia es esperable en este periodo. En este periodo las relaciones con los grupos
sociales (otros adolescentes reunidos por intereses o estilos) o los modelos de rol
(como profesores, artistas o famosos) por los que se genera admiración son de
importancia fundamental, debido a que el adolescente puede identificarse a ellos y
comenzar a desarrollar una imagen individual. Por estas características el taller se
presenta como una situación ideal para reunir un grupo etario similar con quien se
relacionarían los individuos y también las tutoras se presentarán como modelos de rol
con los que los participantes pueden interactuar y aprender de ellos. Con el correcto
abordaje de este periodo el niño puede desarrollar la fidelidad y la lealtad como virtud
para vincularse con los demás, siendo capaz de generar respeto y confianza con y para
los demás. Por otro lado, en caso de verse afectado este proceso el niño puede
desarrollar crisis profundas de identidad, sin poder construirse como un individuo con
características personales que lo definen, lo cual puede traer consecuencias negativas
a futuro.

También podría gustarte