Se da el nombre de persona, a todo ente capaz de tener facultades y deberes. Las
personas jurídicas divídanse en dos grupos: físicas y morales. El primer término corresponde al sujeto jurídico individual, es decir, al hombre, en cuanto tiene obligaciones y derechos; se otorga el segundo a las asociaciones dotadas de personalidad. Como ambas designaciones son ambiguas, se prefiere decir persona jurídica individual y persona jurídica colectiva.
Se da el nombre de personas físicas a los hombres, en cuanto a sujetos de
derecho. De acuerdo con la concepción tradicional, el ser humano, por el simple hecho de serlo posee personalidad jurídica, si bien bajo ciertas limitaciones impuestas por la ley (como lo son: la edad, una persona alcohólica, personas con enfermedades mentales, sordomudos, etc.). Ahora bien, como ente moral, el hombre obra en relación consigo mismo; como persona jurídica, su conducta hállese referida, en forma de facultades o deberes, a la actividad de los demás. Además, la circunstancia de que no puedan ejercitar por sí los derechos que poseen, no les quita su carácter de personas, porque sus facultades jurídicas son ejercitadas por sus representantes. La persona mora posee derechos subjetivos y tiene obligaciones, aun cuando no pueda, por sí misma, ejercitar los primeros ni dar cumplimiento a las segundas. En su naturaleza jurídica encontramos las características que tienen estas dos figuras son: nacionalidad, domicilio, nombre, capacidad y patrimonio, cuando hablamos de la teoría de la ficción decimos que la persona moral es un organismo el cual es representado por otro o por otros, en este caso -al final-personas físicas.
Para entender mejor las características de ambas personalidades, existen la
Teoría de la ficción la cual habla de que sólo el hombre es sujeto de derechos, ya que fuera de él no hay organismo alguno, dotados de razón y voluntad, por eso para conceder capacidad a un conjunto de hombres o bienes es necesario fingir que constituyen una persona. Y la tesis de Francisco Ferrara, en la cual se menciona a la persona moral como un procedimiento técnico, la traducción jurídica de un fenómeno de la realidad social, que toma en términos del derecho, una idea ya elaborada en la sociedad.