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Qué es el repudio de la herencia.

El repudio es una manifestación de un heredero o asignatario de no aceptar la


parte de los bienes dejados por el causante que le fueron asignados por él, en
su testamento, o aquellos que por derecho sucesoral le corresponden.
De acuerdo con lo establecido en el código civil el repudio puede efectuarse
después de la muerte del causante, no antes.

Por qué repudiar o renunciar a una herencia.


No siempre recibir una herencia suele ser positivo, pues algunas herencias
llegan con problemas como deudas, litigios, enemistades, etc., y el heredero
prefiere no aceptar esa herencia porque no lo sale a cuentas.
Recibir una herencia puede significar pagar deudas, impuestos, hacer
interminables papeleos y para algunas personas no se justifica tanto esfuerzo
así que la ley permite la posibilidad de que el heredero la repudie, renuncie a
ella.

El derecho a repudiar la herencia.


La ley no puede obligar a una persona a que acepte una herencia, así que el
artículo 1282 el código civil faculta a toda persona por decisión propia la
repudie, renuncia a ella.
Esta facultad no le está dada a las personas que no pueden disponer de sus
bienes por sí mismas como lo señala el inciso segundo del artículo 1282 del
código civil:
«Exceptúanse las personas que no tuvieren la libre administración de sus
bienes, las cuales no podrán aceptar o repudiar, sino por medio o con el
consentimiento de sus representantes legales.»

El repudio de la herencia además de ser posible es necesario, porque ello abre


paso para que la masa sucesoral repudiada pueda ser distribuida entre los
otros herederos, lo que permite que los herederos aceptantes incrementen su
herencia en la parte que ha sido repudiada.
Tiempo establecido en la ley para repudiar o aceptar la herencia.
El código civil establece que todo asignatario puede repudiar o aceptar de
manera libre la herencia, sin embargo como toda regla general trae su
excepción las personas que no tienen libre administración de sus bienes como
los impúberes o personas con discapacidad mental, no es válida la
manifestación de estos de aceptar o repudiar la herencia, ya que el
consentimiento en este caso debe ser expresado por su representante legal.
Pero, ¿Cuándo se debe aceptar o repudiar la herencia? ¿Cuál es el término
establecido en la ley para efectuar dicha aceptación o repudio?
Bajo los parámetros de la ley civil las asignaciones solo pueden ser aceptadas
después de haber sido deferida la herencia, en cuanto al repudio este puede
efectuarse después de la muerte de la persona de cuya sucesión se trata en
virtud de lo establecido en el artículo 1283 del código civil el cual establece lo
siguiente:
«No se puede aceptar asignación alguna sino después que se ha deferido.
Pero después de la muerte de la persona de cuya sucesión se trata, se podrá
repudiar toda asignación, aunque sea condicional y esté pendiente la
condición.
Se mirará como repudiación intempestiva, y no tendrá valor alguno, el permiso
concedido por un legitimario al que le debe la legítima para que pueda testar
sin consideración a ella.»

El hecho de manifestar si se repudia o se acepta la herencia debe ser


incondicional, es decir, que no se admite aceptación o repudio con condición
alguna, tampoco puede ser parcial, pero si es admisible simultáneamente
aceptar una asignación y repudiar otra.

¿Cuándo es obligado el asignatario a manifestar si acepta o repudia la


herencia?
La sucesión no se puede paralizar porque un heredero decida no aceptar la
herencia pero tampoco repudiarla, de modo que puede ser obligado a
manifestar su decisión.
En virtud de una demanda instaurada por cualquier persona interesada en la
sucesión, el asignatario es obligado a manifestar si acepta o repudia la
herencia para lo cual se le otorga un término de cuarenta días los cuales se
cuentan a partir de la interposición de la demanda.
Si por cualquier circunstancia el asignatario no puede en este término
manifestar su aceptación o repudio, el juez podrá prorrogar este plazo, prorroga
no podrá exceder de un año. Es menester aclarar que este plazo (cuarenta
días) solo podrá extenderse cuando el asignatario se encuentre ausente,
cuando lo bienes estén ubicados en lugares distantes o cuando por cualquier
motivo grave no pueda este manifestar la aceptación o el repudio.

No se puede repudiar o renunciar parcialmente la herencia.


La herencia, en la pare que le toca a cada heredero, se recibe o no ser recibe,
pues la ley no permite aceptación parcial ni repudio parcial, ni con condiciones.
Así lo señalan los artículos 1284 y 1285 del código civil.
Lo anterior para evitar que una persona repudie solamente la parte que no le
conviene, que genera problemas.
No obstante, puede coexistir el repudio y aceptación de la herencia en los
términos del artículo 1286 del código civil:
«Se puede aceptar una asignación y repudiar otra; pero no se podrá repudiar la
asignación gravada y aceptar las otras, a menos que se difiera separadamente,
por derecho de acrecimiento o de transmisión o de sustitución vulgar o
fideicomisaria, o a menos que se haya concedido al asignatario la facultad de
repudiarla separadamente.»

Esta norma busca en todo caso que el heredero acepte sólo la parte
beneficiosa de la herencia y repudie la que le perjudica.

¿Un acreedor puede aceptar la herencia repudiada por el deudor?


Una persona con muchas deudas quizás pensará que si recibe una herencia lo
recibido le puede ser embargado por sus acreedores, así que puede optar por
repudiar la herencia, lo que puede hacer en un pacto oculto con los otros
herederos para defraudar a los acreedores.
Pues bien, cuando una persona repudia una herencia o un legado en perjuicio
de los derechos de los acreedores estos podrán aceptar por quien repudio, sin
embargo es necesario que medie autorización del juez para poder aceptar, es
decir, que a solicitud de los acreedores el juez debe autorizar que estos
acepten por quien repudio la herencia o legado.
¿Constituye una rescisión del repudio el hecho de que los acreedores
acepten por quien repudia?
En caso de aceptación de la herencia por los acreedores se entiende
rescindida la repudiación, pero solo respecto a los acreedores y solo hasta el
monto de las deudas, ósea que la rescisión solo aprovecha a los acreedores.

Oportunidad que tiene el acreedor para aceptar la herencia repudiada por


el deudor.
Se ha dicho que cuando el asignatario decide repudiar la herencia el acreedor
o acreedores de este la pueden aceptar por él.
El acreedor que pretenda aceptar la herencia cuando el asignatario deudor la
repudia deberá solicitarlo al juez y debe afirmar bajo la gravedad de juramento
que la repudiación de este le causa perjuicios, pero ¿hasta cuándo el acreedor
del asignatario que repudia la herencia puede solicitar la aceptación de esta?
Mientras no se haya proferido sentencia en el proceso de sucesión mediante la
cual se apruebe la partición o adjudicación de bienes, el acreedor del legatario
o heredero que haya repudiado la herencia podrá solicitar la autorización para
aceptarla por este hasta la concurrencia de su crédito; sin embargo para que el
juez autorice la aceptación por parte del acreedor es necesario que se den las
siguientes circunstancias:

 Como se había mencionado el acreedor debe demostrar que la


repudiación efectuada por su deudor le causa un perjuicio.
 Se debe aportar a la solicitud copia del título en el que consta la
obligación independientemente de que la condición o el plazo se
encuentren pendientes.

Es indispensable la prueba de la deuda que tiene el legatario o heredero que


repudia, pues este es el sustento para que la solicitud elevada por el acreedor
para aceptar sea concedida.
Son incapaces para heredar por las causas siguientes:
I. Falta de personalidad (Los que no son viables aun habiendo sido concebidos
antes de la muerte del autor de la sucesión y los que no son concebidos antes
de la muerte del autor de la sucesión)
II. Delito (en contra de su cónyuge, testador, concubino, ascendiente o
descendiente "debe ser delito intencional o dolo amerita pena de prisión, el
cónyuge haya sido declarado adultero judicialmente)
III. Presunción de influencia en la voluntad del testador o a la verdad o
integridad del testamento
IV. El que use violencia, dolo o mala fe para influir en la voluntad en la que
hace el testamento y obtener su modifi

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