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ES NECESARIO SALIR DE LAS CAVERNAS PARA

ENFRENTARNOS AL MUNDO REAL

El mito de la caverna es una alegoría filosófica que hace parte del VII libro de la
“República” escrito por el filósofo Platón, el cual brinda una explicación sobre la
manera como el ser humano concibe el conocimiento. Para ello, compara, a
través de un mito, el proceso que que vive el ser humano para llegar a obtener
el verdadero conocimiento, enfrentándose a dos mundos totalmente opuestos o
diferentes, donde la persona tiene que sufrir un proceso de adaptación y
transformación, el cual incluso, muchos no son capaces de soportar, pues como
afirma el filósofo “el proceso para llegar al conocimiento no es fácil” y deciden
estancarse en la caverna, viviendo del autoengaño que proporciona esta y que,
desde un punto de vista real y no metafórico, representa el mundo de apariencias
en el que viven las personas.

En el mito, cuando el hombre sale de las cavernas, prácticamente ve una


realidad diferente de la cual este estaba acostumbrado; así mismo pasa con el
ser humano. Las cavernas son lugares que se caracterizan por ser estrechos,
oscuros y alejados; y era en estos lugares donde vivía el hombre inicialmente
según el mito, es por ello que, se adaptó a un modo de vida sensorial, es decir,
concebía la realidad de las cosas desde los sentidos. Mientras que el mundo
exterior se podría decir, era la representación del verdadero mundo como tal,
solo que, estando el hombre preso en un mundo de tinieblas donde la oscuridad
le ocultaba la realidad de las cosas, sólo podía asimilar lo que para él era
supuestamente real, que en este caso eran las sombras de los objetos reflejados
en una alta pared gracias a la luz de una hoguera que se encontraba al final. Asi
tal cual se describió la vida del hombre, pasa en la sociedad actual, solo que, en
este caso, no se necesita de una caverna para dar cuenta del mundo superficial
y aparente que la sociedad brinda al hombre, pues este se representa en la
ignorancia, la falta de valores, la lujuria las vanidades y la plena satisfacción de
los placeres corporales. Mientras que el mundo exterior se representa en el
mundo inteligible, ese que una vez describió platón como el mundo de las ideas
donde se encuentra la verdadera realidad, el verdadero conocimiento, la razón
que le permite al hombre alcanzar una completa maduración de su ser y vivir de
manera plena y feliz.

Llegar al estado de apoderarse del conocimiento y vivir una vida correcta, no es


un proceso fácil, ello requiere de un cambio drástico en su forma de vida. Un
claro ejemplo que refleja esta situación es el proceso de crecimiento y
aprendizaje de la persona; se podría decir que, cuando nacemos, estamos
condicionados a vivir en las cavernas, es decir, podemos creer cierto cualquier
cosa que nos muestren porque somos niños aún, pero a medida que vamos
creciendo se nos debe volver una obligación salir de esa caverna, es decir,
encontrar el verdadero concomiendo con el cual estaremos exentos de caer en
los males y apariencias de la sociedad, pero ello implica un proceso complejo y
detallado. Así como en la caverna, que el hombre pasa de limitarse a ver solo la
sombra de los objetos en la pared o las imágenes de los hombres reflejadas en
el agua, a ver los objetos mismos, y después de esto, contemplar las cosas de
noche, hasta así llegar a contemplar como tal la luz del sol y todo lo que sus ojos
puedan ver, así mismo debe ser el proceso de maduración y transformación del
hombre, empezando desde lo más básico que es dejar a un lado el estado de
confort y la ignorancia hasta lo más complejo que es llegar a ser verdaderos
sabios en cualquier ámbito de la vida (tan evidente como empezar a realizar las
operaciones básicas matemáticas hasta saber resolver un problema complejo).
Pero aquel que decide quedarse en la caverna, se limita a vivir bajo mentiras y
los vicios de la sociedad común.

GOMEZ MEJÍA SEBASTIAN

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