Resolución: Nº 025-2015-OEFA/TFA-SEM del 21 de abril del 2015
(Considerandos del 37 al 44) Los días 9 y 10 de diciembre del 2010, la Dirección de Supervisión realizó una supervisión regular a una unidad minera ubicada en los distritos de Santa Ana y Castrovirreyna, provincia de Castrovirreyna, departamento de Huancavelica, en la que detectó el presunto incumplimiento de diversas obligaciones ambientales fiscalizables por parte de dicha empresa, de acuerdo con el Informe Nº 783- 2011-OEFA/DS. Esto motivó el inicio del procedimiento administrativo sancionador. Luego de la evaluación de los descargos formulados, la DFSAI emitió la Resolución Directoral Nº 072-2015-OEFA/DFSAI, a través de la cual declaró la existencia de responsabilidad administrativa de la empresa, conforme se detalla a continuación: Conducta infractora y base legal
La empresa interpuso un recurso de apelación señalando, entre otros puntos,
que en el momento de realizarse la supervisión “los trabajos de construcción de estructuras hidráulicas se encontraban en etapa de cotización y compra de materiales […]. Dichos trabajos se encontraban paralizados a consecuencia de la suspensión y reinicio de las actividades en la zona de Reliquias Nº 1”. Asimismo, alegó que durante la supervisión regular se debió tomar muestras y certificar las propiedades del agua de contacto con el material de desmonte para así comprobar si se generaba un drenaje ácido. Al respecto, la SEM señaló que el Artículo 4º de la Resolución de Consejo Directivo Nº 012-2012-OEFA/CD establece que la responsabilidad administrativa es objetiva. Indicó, además, que una vez verificado el hecho constitutivo de la infracción el administrado podrá eximirse de responsabilidad solo si logra acreditar la ruptura del nexo causal, ya sea por caso fortuito, fuerza mayor o hecho determinante de terceros. En tal sentido, a la fecha de la supervisión se comprobó que la empresa no había cumplido con la construcción de los canales de recepción en los depósitos de desmontes E-1 y E-23, los cuales se encontraban operativos al momento de la supervisión. Por tanto, al contrario de lo alegado por la administrada, la falta de implementación de los canales de recepción en los depósitos de desmontes E-1 y E-23 por encontrarse recién en construcción durante la supervisión no la exime de responsabilidad en cuanto al incumplimiento del compromiso ambiental asumido, puesto que antes del inicio de las actividades de explotación ya debía contar con los canales de recepción antes indicados. Sumado a ello, la sala recalcó que el estudio de impacto ambiental (EIA) de reinicio de labores mineras es un instrumento de gestión ambiental que incorpora compromisos de carácter obligatorio, y que tiene como propósito evitar o reducir a niveles tolerables el impacto al medioambiente generado por la actividad minera. Por ello, es deber del titular de la actividad de explotación cumplir con todas las obligaciones contenidas en el referido instrumento, en los mismos términos aprobados por la autoridad competente, tal como dispone el Artículo 6º del Decreto Supremo Nº 016-93-EM. Por otro lado, la sala señaló que la supervisora no estaba en la obligación de tomar muestras ni de certificar las propiedades del agua de contacto con el material de desmonte para comprobar si se generaba drenaje ácido, pues la conducta imputada al administrado es incumplir el compromiso contenido en el EIA de reinicio de labores mineras, que se refiere a la implementación de canales de recepción en los depósitos de desmonte. En ese sentido, se debe tener presente que la obligación ambiental fiscalizable contenida en el Artículo 6º del Decreto Supremo Nº 016-93-EM está relacionada con el deber del administrado de cumplir con los compromisos asumidos en los instrumentos de gestión ambiental, por lo que, para verificar el incumplimiento de dicho dispositivo, no es preciso acreditar la generación de un drenaje ácido proveniente de los desmontes. Así, la SEM confirmó la Resolución Directoral Nº 072-2015-OEFA/DFSAI, que determinaba la existencia de responsabilidad administrativa de la empresa, lo cual dio por agotada la vía administrativa.