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Constelaciones Universales:
Desde los órdenes hasta la multidimensionalidad
TIIU BOLZMANN
Buenos días a todos allí en Almería. Lamento mucho no poder estar con ustedes
personalmente. Tuve que escuchar la voz de mi cuerpo y la de mi médico que
coincidieron en que no debía volar por varios meses. Entendí que tengo que dar más
importancia a mi salud y menos a mi parte aventurera que me hace seguir los
llamados tan atractivos, como este, de ir a Almería y compartir allí con ustedes las
ricas experiencias que estas jornadas prometen.
Este año voy a viajar mucho menos y cumplir solamente con los compromisos que
tengo desde hace ya mucho tiempo. Empecé a dedicarme a la escritura, porque no
puedo quedarme totalmente inactiva. En los próximos meses sale mi libro sobre “Qué
son las Constelaciones Familiares” en la editorial Devas, y voy a seguir escribiendo.
Además tengo todavía mi Centro que necesita tiempo y dedicación. Así que aunque no
viaje tanto, no me voy a aburrir.
Ahora voy a estar con ustedes por este medio y con el tema “Constelaciones
Universales” – desde los Órdenes hasta la multidimensionalidad quiero dar una
reflexión acerca del tema de las jornadas, que es “la inclusión como oportunidad”.
Cuando me llegó la invitación de la organización para participar de las jornadas,
inmediatamente tuve una asociación con respecto al tema, pero después de un rato
comencé a dudar y me pregunté ¿Quién necesita incluirse en dónde?, o ¿Que hay
que incluir en qué?
Estos fueron mis pensamientos y sentí que este debe ser el tema, porque las
Constelaciones como Bert Hellinger las ha desarrollado ya desde el comienzo y
hasta ahora, han provocado tanto una división como también una integración en
muchas disciplinas. Es curioso que el primer libro sobre Constelaciones Familiares
lleve el título “Felicidad Dual”.
Quiero compartir con ustedes mis recuerdos de los años 1980 en Austria:
En mi primera formación en Psicoterapia Centrada en el Cliente, según Carl Rogers,
vivencié un trabajo llamado “Reconstrucción de familias”, que consistía en
reconstruir una escena que había sucedido en la familia. No lo llamábamos
Psicodrama porque no se trataba de dramatizar el conflicto ni de encontrarle una
solución. Era solamente echar una mirada a lo que había ocurrido.
Recuerdo el impacto que me causó entonces escuchar a una compañera de estudio
en el rol de mi abuela decir las mismas cosas que yo había escuchado de boca de
esta, en especial porque la compañera no conocía ni sabía nada sobre mi abuela.
Fue interesante lo que sucedió ahí aunque en verdad el método en sí no le aportó
nada a mi bienestar. Tampoco hubo explicación teórica alguna y nadie supo bien
cómo venía el asunto ni hacia dónde iba. Años más tarde, cuando conocí el trabajo
de Bert Hellinger, ya ni recordaba esta primera experiencia. Hoy puedo decir que
fue mi primera Constelación Familiar.
Fue él quien le dio a este trabajo un marco teórico al desarrollar estos “Órdenes del
Amor” para luego seguir investigando en las leyes sistémicas que rigen los
sistemas familiares y se dedicó a investigar el fenómeno de la representación. Por
eso lo considero el creador de las Constelaciones Familiares, aunque él mismo
haya recibido los impulsos de otros terapeutas. Desde entonces han pasado
muchos años y el trabajo se ha desarrollado de diferente manera.
Quiero hacer otro recorrido histórico y contarles cómo conocí a Bert y las
Constelaciones Familiares según él mismo.
Entré al grupo de “multiplicadores”, como Bert llamó a los estudiantes alrededor
de los años 1990. En esta época él estuvo experimentando. Me acuerdo que nos
permitió pedidos como “quiero saber si estoy implicada con mi tía que tiene
cáncer”, o “quisiera saber por qué mi padre odia a mi abuela”. Fueron preguntas
interesantes que permitieron profundizar los conceptos. Más adelante ya no los
permitió.
Me acuerdo que en esa época Bert estaba convencido de que el asesino ha perdido
su pertenencia y quitaba al representante del asesino mandándolo fuera de la sala.
Como anécdota les cuento que muchas veces olvidaba a esa persona y, después de
un tiempo largo, el representante golpeaba la puerta pidiendo entrada. Nos
reíamos todos, pero luego nos dimos cuenta que esa “falla” ya nos mostraba que así
no podía ser la solución.¡¡¡¡El excluido volvía a pedir entrada!!!!
Bert vio que ese concepto no alcanzaba para reconciliar las partes, que el asesino
pertenecía igual que la víctima a su sistema y que el acontecimiento implicaba a
ambas familias, tanto a la del perpetrador como también a la de la victima. Hay
muchos otros conceptos anteriores que necesitaron cambios en el transcurso del
tiempo.
Con el tiempo comenzó una “guerra” en contra de él. En una ciudad de Alemania
donde iba a trabajar con padres de hijos autistas, la cámara de médicos mandó una
prohibición con la policía argumentando que Bert Hellinger no contaba con una
licencia para trabajar con enfermos. Después de unos momentos de desesperación
(porque la sala estaba repleta), los organizadores cambiaron el tema del evento
diciendo que se trataba de una supervisión de psicoterapeutas y médicos, sus
pacientes autistas y sus familias. De esa manera salvaron el evento y Bert pudo
seguir con su trabajo. Aunque más tarde hubo más críticas porque tampoco
pertenecía a ninguna escuela de supervisores.
Bert había estudiado muchas técnicas psicoterapéuticas, algunas con los mismos
creadores y las aplicaba siempre por su propia cuenta y responsabilidad. Nunca
formó parte de ninguna de las escuelas.
Todos los sistemas son totalidades complejas y perfectas y nadie tiene la llave que
abre las puertas, pero con una Constelación podemos llegar a ver y a entender el
nudo que frena el fluir de la energía, no importa en qué contexto o disciplina y el
consultante puede encontrar una posibilidad de tomar otro rumbo que permite
que todo fluya de manera natural.
Esto vale para todos los sistemas, no solamente al sistema familiar. Por eso esta
herramienta no puede ser aplicada únicamente por psicoterapeutas o psicólogos.
Las Constelaciones se han desarrollado en diferentes ámbitos y llevan diferentes
nombres, como:
- Constelaciones Familiares,
- Constelaciones Sistémicas,
- Constelaciones organizacionales,
- Constelaciones de síntomas,
- Constelaciones pedagógicas
- Constelaciones estructurales,
- Constelaciones multidimensionales y muchos otros más que yo personalmente ni
conozco.
Además las Constelaciones se dejan realizar tanto en grupos como también en
consulta individual.
Con respecto al procedimiento se han establecido términos como:
- Constelaciones tradicionales
- Constelaciones con movimientos del alma y, últimamente:
- “Constelaciones caminando con el espíritu”, a las que Bert denomina “Las nuevas
constelaciones”.
Las Constelaciones son un método universal que puede aplicarse en todos los
ámbitos de la vida humana para revelar implicaciones y encontrar soluciones
duraderas.
En los Órdenes de la ayuda Bert dice que las Constelaciones son un arte y como en
todas las artes el instrumento es importante, pero con cada intérprete sale un
resultado diferente. A pesar de los conocimientos profesionales que cada uno de
los facilitadores trae, también aporta su personalidad, sus experiencias personales,
sus sensibilidades, su luz y también su sombra.
Hay tantas maneras de dirigir una constelación como hay facilitadores y esto
necesitamos entender cuando hablamos de la inclusión.
Esta fuente de vida que contiene la polaridad como todo lo que existe: el inhalar y
el exhalar. Son dos polos opuestos, pero ambos tienen el mismo valor. Si le damos a
ambos la misma importancia, nuestro cuerpo está bien alimentado. Cada uno de
nosotros tiene su propio ritmo de respiración. Ninguno es igual al otro.
Y la respiración de cada uno está bien, tal como es.
Ahora observa cómo entra y sale el aire, solo, sin que sea necesario hacer algo.
Y ahora mira hacia atrás, quizás hay otra persona más a la cual puedes mirar y le
dices: “Yo estoy aquí y tú estás allá. Respeto tu trayectoria y también respeto la
mía. Somos diferentes, pero en algo somos iguales: somos consteladores y lo que
nos une es el respeto ante el destino de la persona con la cual estamos trabajando.”
Quizás hay otra persona más a la cual puedes mirar. Quizás está un poco más lejos
y puede ser que no le llegue tu voz interior, entonces mírala y, conectándote otra
vez con la fuerza de tu círculo, le haces una reverencia. Una reverencia que
contiene todo esto que habías dicho antes.
Cuando dijo que las Constelaciones Familiares ya no “sirven” y que ahora viene
algo nuevo, yo también me indigné.
Me costó entender cómo podía haber llegado a despreciar lo que él mismo nos
había enseñado y no entendía la diferencia entre una y otra cosa, porque todo lo
que hacía era parecido a lo que siempre había hecho. Sí veía ciertas diferencias,
pero no me parecía tanto. Hasta que en mi primer entrenamiento intensivo en
México en 2008 comprendí de qué estaba hablando.
El conocimiento no termina aquí, todavía hay mucho para tomar de Bert y de todos
aquellos que colaboran en el desarrollo de esta hermosa herramienta. En este
sentido me parece importante incluir todo lo que nos ayude a avanzar. Por eso
podemos dejar de lado otros posibles motivos que no aportan nada para la calidad
del trabajo.
Hay que reconocer el esfuerzo de las asociaciones que se han armado en todo el
mundo, porque todas tienen la intención de hacer algo “bueno” para los
facilitadores, los consultantes y las Constelaciones mismas.
Bert con esta invitación entra en la tradición de los grandes maestros espirituales
como Laotse y Buddha. Aquí las Constelaciones rompen los límites científicamente
verificables. Bert dijo el año pasado en Chascomús: “los límites son importantes,
pero para avanzar necesitamos romperlos”.
En el trabajo con los Movimientos del Alma la verbalización está en segundo lugar
y la atención va más hacia los movimientos de los representantes, pero igual son
invitados a verbalizar lo que perciben. El facilitador explica las dinámicas que
ocurren en la constelación. Esta parte es muy importante para los participantes del
taller porque pueden entender las dinámicas que se muestran y deducirlas para
sus propios asuntos. La mezcla de esas dos formas es la más utilizada en el mundo
de las Constelaciones Familiares.
Podemos estar implicados de muchas maneras y a su vez pueden ser muchos los
acontecimientos que llevaron a una implicación. La alta complejidad del sistema no
podemos revelarla nunca, tampoco en una constelación familiar.
Los Movimientos del Alma nos muestran los vínculos inconscientes que nos llevan
a la desdicha, a la enfermedad y a la repetición de destinos ajenos. Muestran lo que
ya fue y lo que es. Son inconscientemente conocidos.
Los Movimientos del Espíritu son nuevos, son creados recién cuando se muestran
y en un nivel muy profundo y a su vez elevado unen lo que antes estaba separado.
La Hellinger Sciencia® incluye todas las formas de constelar y tiene la meta de
actualizar a los consteladores en el nuevo acercamiento que se logra al “Caminar
con el Espíritu”. Nos lleva más allá de lo que se puede lograr con las constelaciones
tradicionales y nos libera de la gran responsabilidad que tomamos cuando
pretendemos saber la solución para el consultante y su sistema.
Muchas gracias.