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FRANCISCO SIERRA GONZÁLEZ

Un servidor es una computadora que, formando parte de una red, provee servicios a otras
computadoras denominadas clientes. Cabe destacar que existen dos tipos de servidores,
dedicado y compartido. Se denomina servidor dedicado, aquel que dedica todos sus recursos
a atender solicitudes de los equipos cliente. Por otro lado, un servidor compartido es aquel
que no dedica todos sus recursos a servir las peticiones de los clientes, sino que también es
utilizado por un usuario para trabajar de forma local.
Existen gran cantidad de tipos de servidores entre las cuales se encuentran las más comunes
como; Web, FTP, DNS, DHCP, SMTP entre otros.
Para conocer ampliamente sobre la funcionalidad de cada uno de ellos, empecemos con el
servidor Web, para ello centrémonos en un navegador web como Google Chrome, Mozilla
Firefox, Opera o Internet Explorer, llamados así porque su funcionalidad es permitir cargar
páginas web y mostrarlas cuando una persona accede a ellos, donde su función principal es
almacenar archivos para suministrarlos a los usuarios cuando se conectan a internet. Un claro
ejemplo de cómo funciona es: Te conectas a internet - envías una petición al servidor web -
recibes los datos guardados en el servidor. Es decir, existe un enlace entre petición y
respuesta al servidor, básicamente, un servidor HTTP se encarga de enviar peticiones desde
la conexión del cliente hasta el sistema que se encarga de administrar cada tipo de petición,
de este modo se transmite la respuesta correspondiente de nuevo al cliente. El cliente Web
(normalmente un navegador o una aplicación cliente) y el servidor Web utilizan el protocolo
HTTP (Hyper Text Transfer Protocool) para comunicarse a través de una conexión TCP.
Recordemos que TCP permite garantizar la transferencia de datos confiable. Este protocolo
puede entenderse como un sistema petición/respuesta como el típico cliente/servidor, pero
que además puede correr sobre cualquier tipo de red, como LANs o WANs. En resumen, el
funcionamiento del servidor web es muy sencillo. Cuando introducimos una URL válida en
nuestro navegador, la petición de conexión se envía al Servidor Web para administrar la
petición. A partir de aquí, el servidor Web retorna la página inicial del dominio
correspondiente. Pero, ¿Cómo se lleva a cabo la transferencia de datos cuándo algún usuario
desea subir / descargar archivos? Para ello, se necesita un elemento muy importante, el
servidor FTP (por sus siglas en inglés de File Transfer Protocol, “Protocolo de Transferencia
de Archivos”), es un protocolo de red para la transferencia de archivos entre sistemas
interconectados o enlazados a Internet, basado en la arquitectura cliente-servidor.
Desde un equipo cliente se puede conectar a un servidor para descargar archivos desde él o
para enviarle archivos, independientemente del sistema operativo utilizado en cada equipo.
Como se ha mencionado anteriormente, se requieren de dos servicios, servidor FTP y cliente
FTP, las cuales tienen un rol diferente que desempeñan durante el proceso de la transferencia
de archivos, que a continuación se mencionan:
Un servidor FTP puede definirse como un programa especial que se ejecuta en un equipo
servidor normalmente conectado a Internet. Su función es permitir el intercambio de datos
entre diferentes servidores/computadores. Las aplicaciones más comunes de los servidores
FTP suelen ser el hosting, en el que los clientes utilizan el servicio para subir sus páginas
web y sus archivos correspondientes; o como servidor de backup (copia de seguridad) de los
archivos importantes que pueda tener una empresa. Para ello, existen protocolos de
comunicación FTP para que los datos se transmitan cifrados, como el SFTP (Secure File
Transfer Protocol).
Mientras que un cliente FTP es un programa que se instala en el computador del usuario, y
que emplea el protocolo FTP para conectarse a un servidor FTP y transferir archivos, ya sea
para descargarlos o para subirlos.
Es importante mencionar que existen dos versiones de servidores FTP, puede ser en modo
local o también en su forma online, depende en función de las necesidades. Cada uno se
puede utilizar para propósitos diferentes, pero hay que tener en cuenta que también cada uno
soportará cargas de trabajo diferentes. Si por ejemplo se creará una página web que no tiene
por qué apuntar a descarga de archivos, y va a soportar un tráfico intenso, entonces es
conveniente contratar un servidor FTP online. De lo contrario los servidores FTP locales
tienen sentido cuando lo que queremos es realizar una transferencia de archivos de forma
directa.

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