ESPARTACO
La novela, el cine, el teatro, el ballet, el arte y la politica han recreado mil
veces la peripecia del esclavo que levanté a los gladiadores de Capua e hizo
temblar a Roma. J. M. BLAzQuez y J. CABRERO sittian en la realidad el
desconocido perfil del personaje y las andanzas del ejército sublevado
ace 85 aos, el 15 de ene
0 de 1919, dos de los prin-
cipales dirigentes de la iz
quierda alemana, Rosa Lu-
xemburg y Karl Liebknecht fueron 4
sinados en Berlin, Su muerte sellaba el
principio del fin del partido esparta:
quista, que se haba unido al partido co-
munista dos semanas antes. Por qué ha
bia adoptaco semejante nombre una fac
cin desgajada del socialismo alem
wor qué, a partir de 1916, se hab
puesto a la Gran Guerta desde u
vista titulada Spartakus? Sencillamente
porque para los marxistas, aquel gla
diador esclavo que se levants en Capua
contra Roma constituia un prototipo de
la rebeli6n proletaria contra el capital
Hace tres anos, lt pelicula Gladiator
renové la actualidad de un tema sicm=
pre atrayente, ef mundo de los gladia
dores, del circo romano y de sus san:
_nfientos especticulos. Un tema rodeado
de cierto misterio y de un encanto has
ta cierto punto roméntico, A su estela
se montlron numerosas exposiciones
{que recreaban la vid a historia de es
tos luchadores; la primera de ellas la
inauguré el British Museum, de Londtes,
bajo el titulo Gladiators and Caesar; ki
rante el segundo semestre de 2001 se
abri6 la mas importante, en el marco in
comparable del Anfiteatro Flavio de Ro:
ma, con el titulo Sangue e Arena, En Es
pana, concretamente en Alcaki de He
nares, pudo visitas en el otofio del mis
‘mo ano, una interesante muestra titul
a Maxtmo, Expartaco y otras estrellas
del espectacuto, sobre la vida y la muer-
te de los ghadiacores.
4ose MY. BLazaue, de la Real Academia de la
Historia y Janer Caaneno, doctor en Historia
84
A los organizadores alcalainos les ocu-
Ti6 como a todos, que cuando pense
mos en un gladiador, de inmediato nos
viene a la mente el nombre del proto-
tipo, Espartaco, inspirador y maximo di-
rigente de una revuelta que puso en evi-
dencia la escasa preparacién de las le
giones romanas y la escasa capacidad de
los generales, que durante dos aitos fue
ron incapaces dle sofocarla, Gracias ito
do esto, durante los iltimos aos la fi
‘gura de Esparta
zada y son numerosos los especialistas
» se ha visto revitali
‘que se estin encargando de revisar el
significado de la rebelién de los gladia
dores, en el contexto de la crisis que en
vyolvi6 ala Repailica en el final de la pri-
mera mitad del siglo [a.c
EI paladin de la libertad
El creador del mito de Espartaco co-
‘mo paladin dle la libertad fue el teérico
del socialismo, Karl Marx, quien en una
carta dirigida a Federico Engels, el 27
de febrero de 1861,
que Espartaco era el genuino expo:
nente del proletariado antigua, El gla-
diador de Capua se convertiria en un
simbolo, en el indiscutible cabecilla de
aba afirmando
los oprimidos en su lucha contra los
‘opresores y, con el auge de la histo
riografia marxista, sobre todo en el dim
Dito soviético, en el perfecto proletario
cen su lucha contra la explotacién del
capitalismo. Estas ideas que fueron po-
tenciadas, sobre todo, por Lenin, y plas
:madas por escrito en la obra de Miulin,
Spartakorstoe vosstanie, de 1936.
Se trata esta ~no podia ser de otra ma-
ner de una vision un tanto sesgada y
parcial de la realidad! histérica. Espartico
y la mayoria de los que se unieron a €
eran proletarios, si, pero en el sentido 10-
ee a
de
eee ee
eed
one rere
eee etre tcmano del término, es decir, aquellos
‘miembros de la sociedad que no poset
an nada excepto la prole, la descenden-
Cia. La lucha de clases, en la que estarfa
implicado Espartaco, aplicada por la his
toriografia marxista al mundo antiguo, es
algo que difcilmente se puede sostener
cen la actualidad, y como bien sefiala Sa
Iustio, el historiador romano del siglo I
4.C., hablando de las revueltas de e
clavos: “Pocos queria la libertad, la
mayor parte de ellos lo que deseaban
fa un amo j
Datos controvertidos
En un lapso de tiempo de poco menos
de 70 afios, Roma tuvo que hacer fren.
te a tres revueltas servles, la de Arist
nico en Asia (132-130 a.C.), la de Euno
cen Sicilia (136-132 a.C.) y Ia ms peli-
Casco de gladiador, fun
grosa de todas, la de Espartaco (7:
a.C.) en Italia, pues en las dos prime
ras habfan sido simplemente esclavos
pero en esta, el foco principal de los su
blevados eran glaciadores, hombres per
fectamente adiestrados para luchar has-
ta la extenuacién y que se enfrentaban
con la muerte a diario, por lo que esta
bban acostumbrados a afromtarla
Pero cquién era este Espanaco, que pt
so en peligro la integriladl de Roma? Los
datos biogrificos proporcionados por los
autores antiguos son escasos y, en aca
siones, contradictorios. Segiin Plutar
co, era un tracio de la trib maida que
habia renunciado a sus raices barbaras
y estaba completamente helenizadc
Apiano bebe priicicamente en las mis
mus fuentes y sehala que era dle origenComo en nuestros espectacvlos deportves actuale, tra la competicién dentro del estado, los
‘espectadores romanos dirimian sus diferencias de opinion en el exterior (Naples, MAN),
‘manos, fue apresado y luego vendiddo co-
mo esclivo a un traficante de gladiado-
res de Capua, que lo habria convertido
‘en mirmillon, el tipo mas popular de los
luchadores en el citco. Floro simpatiza
poco con el personaje: le describe co-
‘mo un mercenario tracio, que se trans
form6 en sokdado, luego en desertor,la-
| «sido laculeurasovidtia la encargae
da de dar un mayor impulso al mito
se Espartaco. Aram Jachacurian compuso el
ballee Spartacus en 1956 y fe estenado con
coreografia de Y. Vamos; en 1968 se repee-
Seni en el Bolshoi de Moseé con coreogra
fia de Jacobson y la interpretacicn de Vassi-
Jey; el pasado verano fue representado por
Ballet Clisico de Moscti en el teatro Ro-
mano de Mérida, ero no solamente os m=
sicos soviticos se han ecupado de este mio;
en Viena, en 1726, se eseren6 un drama mua-
sical repeesentadoen el Halfthester, Ya en el
siglo XX el misico de Jazz, Bill Evans
(1929-1980), le dedie6 una de sus compo-
siciones, Spartacas Lave Theme
Los artistas plisticos también han re
creado la figura del mirmillén rebelde.
Feotlor Bronnikow (1827-1902) represen-
{6a Espartaco crucificado en el marco de
la Via Apia sembrada de esclavos en el pa
tibulo, tras su derrota. El escultor Exnest
| Barris (1841-1905), en su obra Brann
he Espartacy, le represents junto aun escla
vo gtiego herido,
‘Su mitificacién mis importante de cara al
san pblico fue la magica pelicula de San
ley Kubrick, Fytertacy, con un repatto enc
dion y esclavo gladiador, gracias a su ex:
traordinaria fuerza fisica. Varro, por el
contrario, muestra simpatia hacia él: su
paso de soldado a esclavo se produjo sin
que él hubiese cometido ninguna falta
Entre los historiadores més recientes,
‘como Theodor Mommsen (1817-1903),
acepta los datos de Floro, pero va mas
CULTURA Y POLITICA
bezado por Kirk Doug, Lawrence Oliver
y Jean Simons. Estrenada en 1960, ha aca-
prado la arencigin hasta noestos ds, hasta
el punto de que fe totalmente eestuurada en
lao 2000, por la magnifis recrecin am
Dental de los hechos,teaiendo en cuca lis
consabidaslicencias que habicualmente se -
ma este tipo de producciones,
‘Aunque son mumerosus las novelas his:
{ricas que se han centrado con cieta 0 nine
‘guna precision, recordaremes agus una que
‘merece comentario parte, porque Fie lb
se para el guién de la produccién de Ku-
brick: Spareakus, de Howard Fast,
Los radicales alemanes
El nombre cle Espartaco va indisolublemen-
‘ce unido a un grupo radical comunistades-
ajo del Partido Social Demécrata Alemén
(SPD)en 1916, que euvopordirigentes a Ro-
sa Luxemburg (1871-1919) y Kael Liebk-
recht (1871-1919), quien firme cone nom-
bre de Espartaco una serie de artculos en los
‘quese mostrabacontraio la | Guerra Mun-
dlialy en los que abogaba por la lucha con-
junea de los tabajadores para deebar el sis-
tema capitalista Tas el armistcio de la gue-
sa, en 1918, la abdicacién de Guillermo Il y
allay asegura que Espartaco probable-
‘mente pertenecia a la noble raza de los
Esparticidas, que habia sido un hom
bre ilustre en su patria y que incluso
egé a sentarse en el trono de Panti-
capea, en Crimea. Esta teoria fue adop-
tada por el antiguo catedritico de la
Complutense, Santiago Montero Diaz,
quien afadia de su cosecha que el
diador pretendia regresar a Tracia y una
rez alli proclamarse rey, tal y co
bia hecho Euno en el siglo Ma
la revuelta de esclavos de Sicilia.
Menos prestigio, mas sangre
ler cules Fueron los motivos
de la rebelion de los gladiadores, sin
descartar totalmente los ya enunciados,
deberiamos remontarnos al significado
de los munera gladiatorla, que fueron
introducidos por los etruscos en Roma,
(Wer La Aventura de la Historia, n° 23,
septiembre 2000: “Gladiador, la muerte
‘como especticulo”), Durante siglos, los
‘combates de gladiaclores formaron par-
te de los rtuales religiosos relacionados
ccon el culto a los difuntos, al igual que
en Etruria y en Grecia; aunque sola-
‘mente hay noticias de ellos a partir del
ato 264, cuando Marco y Decio Bruto
organizaron un combate para honrar la
Nota Spartakus!, Los espartanuistas
Dretendian eliminar la Replica de Weimar,
1a proclamacign de la Repablica de Weimar,
‘a noviembre-diciembre de 1918, los espar-
‘quis fandaron ef Partido ComnnistaAle-
mn (KPD) yen enero de 1919 ogganizan un
Jevantamientosemejante al bolchevique, que
‘vo su principal foo en Berlin, Las crops
_gubernamentales reptimieron daramente lt
revuelta,apresaron a Rosa Luxembuego, ya
‘Karl Lieblnech, y les jecutaron cuando eran
‘conducidos ala pris, Sin embargo os es-
partaquiseassobrevivieron a estos sucesos y |
su ides araigaron en numeroscs pues ein- |
cluso hoy en dia su idearo pervive en algu- |
‘os grupes politicos de extrema iquierda
JMB. Y LG,