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Las consecuencias de la Gran Depresión en España
Introducción
La crisis americana de 1929 tuvo una enorme capacidad destructora que afectó de diversas
maneras a prácticamente todos los países del mundo, entre ellos España. El objetivo de esta
investigación es averiguar cómo afecto el “crack” del 29 a los distintos sectores
económicos de España.
En primer lugar se van a investigar las características que hacían a la España de principios
del siglo XX peculiar, ya que “como país de la periferia europea y con un sinnúmero de
especialidades, la evolución española no fue típica de Europa, sino eminentemente
excéntrica”
En segundo lugar, se van a estudiar las cifras de cada sector de la economía de España, para
saber de qué formas y en qué partes afectó particularmente la crisis mundial. Los sectores
que se van a investigar son: la agricultura, la industria, el sector exterior (las relaciones
económicas del país con el resto del mundo) y la banca. Estos aspectos sólo se van a
estudiar hasta diciembre de 1935, porque en aquellas fechas España estaba sumida en un
gran conflicto nacional que desembocaría en una guerra civil. Por lo tanto, las
consecuencias de la crisis mundial poco tenían que ver con la crisis económica que sufriría
España comenzada la guerra civil.
Sin embargo, en el periódico “El Debate” se puede observar como algunos de los precios al
por mayor del sector se vieron disminuidos.
No se pueden achacar estas bajadas solamente a la crisis mundial, sino también a la crisis
española del 31, cuando se proclamó la Segunda República, que tuvo efectos negativos
sobre la agricultura española.
Una de las cuestiones de mayor urgencia del recién instalado gobierno republicano era la
Reforma Agraria de la República. La solución era muy compleja, ya que en las distintas
regiones del país había complicaciones dispares: en el Sur los problemas eran de latifundio,
en el Norte de minifundio, y en Cataluña era la plaga de filoxera (que atacaba a la vid). El
objetivo de la ley era asentar el mayor número posible de campesinos sin tierra, o con muy
poca, en parcelas públicas, confiscadas o expropiadas. Esto requería una considerable
inversión de capital, y el proceso de asentamientos fue mucho más lento de lo esperado.
Además, la aplicación de la ley quedó suspendida tras las elecciones de 1933. Por lo tanto,
aunque la Ley de la Reforma Agraria trató de resolver varios problemas, su efectividad fue
nula, por la complejidad de sus soluciones y por la brevedad del período en que estuvo
vigente.
Industria
España se encontraba en pleno proceso de industrialización, como se puede observar en la
Figura 3, pero los niveles de industrialización alcanzados por habitante en 1930 no se
volvieron a lograr hasta 1952.
La causa de este corte brusco (siempre antes del final de 1935), que es común a otros
países, es la Gran Depresión de los años Treinta y las posteriores restricciones del
comercio, que derivaron de ella. Según Albert Broder, este estancamiento se tiene que
“considerar como un éxito en el contexto internacional” y “no hizo peligrar los avances”
La debilidad y dependencia de los productos pesados (siderurgia, cemento, material
ferroviario) con respecto a la demanda pública provoca una fuerte caída después del 29.
Entre 1929 y 1932 la producción minera y metalúrgica registra una caída del 39% en el
volumen de producción. El descenso en la producción de bienes de equipo llegó al 39% y el
de material ferroviario quedó prácticamente paralizado (-97% entre 1929 y 1933).
Figura 3: Índices de producción industrial, total y por habitante (1913=1)
[IMAGEN]
FUENTE: Gabriel Tortella, Desarrollo de la España contemporánea. Historia económica de
los siglos XIX y XX. Página 268.
Comercio exterior
En la Figura 4, se puede observar que a partir de 1930, el comercio exterior como
porcentaje de la Renta Nacional disminuye rápidamente. Esta caída de los años Treinta se
debe, en gran parte, a la Gran Depresión, aunque también en mucho menor grado, se debe
al proteccionismo español.
Se ha investigado de antemano el comercio exterior tanto en la agricultura como en la
industria. Por lo tanto, la siguiente sección sólo trata del comercio exterior nacional total en
la época.
Dinero y banca
El verano de 1931 estuvo caracterizado por una profunda crisis financiera internacional que
derivó de la Gran Depresión de 1929. Hay varios orígenes de las dificultades del sistema
bancario español. El clima de incertidumbre creado por el cambio político del 14 de abril se
vio acentuado por las declaraciones amenazadoras de Indalecio Prieto, ministro de
Hacienda del Gobierno provisional de la recientemente proclamada Segunda República.
Pero según Pablo Martín Aceña “sería incorrecto pensar (...) que los acontecimientos
europeos no ejercieron ninguna influencia en el desarrollo de la crisis en España.”
Figura 4: Comercio exterior como % de la Renta Nacional.
[IMAGEN]
FUENTE: Gabriel Tortella. El desarrollo de la España contemporánea. Historia económica
de los siglos XIX y XX. Página 148.
Hubo un hecho peculiar en la crisis: la rápida reducción de las cuentas corrientes no trajo
consigo una cadena de cierre y quiebra de bancos. Las únicas suspensiones de pagos
destacables fueron las del Banco de Cataluña, realizada el 7 de julio de 1931; el Banco de
Reus y el Banco de Tortosa. Por lo tanto, es evidente que la mayor parte de los bancos
españoles obtuvieron suficientes recursos para cumplir con sus compromisos y
obligaciones.
Esto fue posible gracias a las autoridades y al Banco de España, con cuya ayuda, se facilitó
una solución rápida a la crisis. El 6 de mayo el Ministerio de Hacienda publicó un decreto
autorizando al Banco de España a aumentar la circulación de billetes sobre la cifra de 5.000
millones de pesetas. El 26 de noviembre de 1931 se dio una nueva ley bancaria que
estrechaba el control del Gobierno sobre el Banco.
Además de esto, España no había adoptado el patrón oro, a diferencia de casi todos los
demás países europeos, aunque a principio de 1929 se considerara la vuelta de la peseta al
patrón oro, aun reconociendo los inconvenientes derivados. Sin embargo, Gabriel Tortella
dice que “si España no implantó el patrón oro no fue por principio doctrinal, sino por el
temor que albergaban sus políticos, y sobre todo el Banco de España, de que los déficit
crónicos de balanza comercial y de presupuesto a la larga causarían una sangría de oro que
haría el proyecto inviable”.
Conclusión
Las principales características que hicieron a España uno de los países menos afectados, fue
el hecho de que la mayor parte de la población trabajaba en la agricultura, y ésta era de
subsistencia, por lo tanto, no existía mucho dinero —negocio- que perder. Aunque las
exportaciones de productos primarios se vieron muy reducidas durante los años Treinta.
“La industria salió bien parada de la depresión”17. Pero hay que tener en cuenta, que
algunos sectores dentro de la industria española (como el de equipo de bienes, o el
ferroviario), se paralizaron completamente.
El comercio exterior se ve notablemente afectado de forma negativa, ya que las principales
inversiones vienen del resto de Europa que se ve sumida en la Gran Depresión, y emplean
una política de proteccionismo para recuperarse apresuradamente. Hubo, en efecto, una
crisis financiera como resultado del “crack” del 29, pero no quebraron tantos bancos como
otros países del mundo, y esto se evitó gracias a la
colaboración entre las autoridades y el Banco de España.
Bibliografía
• Tortella, Gabriel. El desarrollo de la España contemporánea. Historia económica de
los siglos XIX y XX. Historia y Geografía, Alianza Editorial. Madrid, 2001.
• Broder, Albert. Historia económica de la España contemporánea. Historia y
Geografía, Alianza Editorial. Madrid, 2000.
• Morales Moya, Antonio, coordinador. Las claves de la España del siglo XX. Las
transformaciones económicas. España Nuevo Milenio. Madrid, 2001.
• García de Cortázar, F. y González Vesga, J. M. Breve Historia de España.
Círculo de Lectores. Barcelona, 1995.
• Tussell, Javier. Manual de Historia de España. Manual de Historia de España. Siglo
XX. Tomo 6. Historia 16. Madrid, 1994.
• Hemeroteca Nacional, Madrid:
- ABC. 12 enero de 1929, 7 mayo de 1931, 8 julio de 1931, 28 noviembre de 1931.
- El So1: 8 julio de 1931.
- El Debate: 11 mayo de 1930, 10 enero de 1931.
• Book Reviews by EH.NBT (www.eh.bet/bookreviews/library/0348.shtml).
• Historia y opinión sobre el periódico nacional ABC:
http://galeon.hispavista.com/razonespanola/re98-abc.htm.
Número de palabras: 1997
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