Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Módulo 4
Condiciones sociales de la niñez y adolescencia: violencia y
restitución de derechos
Contenidos
Diplomado
Derechos de las niñas, niños y adolescentes
con perspectiva de género
El contenido del Diplomado Derechos de niñas, niños y adolescentes con perspectiva de género
ha sido desarrollado en el marco del convenio firmado por la Universidad Abierta y a Distancia
de México, UnADM y Save the Children. Cabe señalar que el contenido de este módulo es
responsabilidad de los autores y no necesariamente refleja la opinión de la Universidad Abierta y
a Distancia de México.
Coordinación general
María Teresa Greta Trangay Vázquez
Autores
Nelia Mercedes Bojórquez Maza
Raquel Pastor Escobar
Fernando Gaál Rodríguez
José Miguel Macías Cruz
Anayantzin Romero Reyes
Gabriela Polo Herrera
Paula Ramírez España
Sara Franky Calvo
Índice
Introducción .............................................................................................................................................. 04
Eje temático 1. Violencia y sus manifestaciones sociales .............................................................. 06
Marco teórico y conceptual ............................................................................................................. 08
La violencia no es sólo lo que vemos y sentimos: violencia directa, cultural y estructural ............. 11
¿Y en la realidad...? ........................................................................................................................ 16
Eje temático 3. Marco general para la restitución de los Derechos Humanos frente a la
violencia contra niñas, niños y adolescentes .......................................................................................... 48
El interés superior del niño (niñez y adolescencia) como derecho humano .................................. 49
El interés superior del niño (niñez y adolescencia) como principio garantista ............................... 53
El interés superior del niño (niñez y adolescencia) como norma de procedimiento ...................... 55
¿Y en la realidad...? ........................................................................................................................ 61
Hasta ahora has revisado la importancia de los Derechos Humanos como parte de una ética universal,
un movimiento social con un marco legislativo internacional y nacional; y un referente para las políticas
públicas, las cuales pretenden que los seres humanos vivan con dignidad.
También conociste la Convención sobre los Derechos del Niño, el profundo cambio que representa para las
relaciones que se establecen con la niñez y la adolescencia, tanto de los Estados como de las instituciones
y las personas adultas; su diseño para favorecer la autonomía progresiva de NNA, los responsables de
garantizar sus derechos y algunos retos que impiden su ejercicio pleno.
En el eje temático 1 comenzaremos con un análisis y la conceptualización sobre la violencia, para lo cual
nos apoyaremos de diversos autores que han investigado el impacto que ésta tiene en contextos amplios,
tales como la cultura y las estructuras sociales.
En el eje temático 2, revisaremos los hitos e iniciativas más importantes que han sido creadas para frenar
la violencia contra la niñez y la adolescencia por parte de los organismos internacionales, tales como la
Alianza Global para poner fin a la Violencia contra NNA.
En el último eje temático, conocerás los mecanismos que el Estado Mexicano ha diseñado en los
últimos años para enfrentar esta problemática. Además, como una de las mejores prácticas en materia,
exploraremos el modelo para la restitución de derechos de las víctimas, implementado por del gobierno de
Coahuila.
Es así que este último módulo del Diplomado Derechos de niñas, niños y adolescentes con perspectiva
de género, te permitirá conocer el impacto que tiene la violencia en la niñez y la adolescencia, así como
las iniciativas que se han creado para protegerlos y garantizar su bienestar. Esto con la finalidad de que
puedas reforzar la aplicación de los mecanismos existentes y necesarios para salvaguardar los derechos
de NNA, sin pasar por alto la perspectiva de género, promoviendo así la inclusión e igualdad, libre de
estereotipos y violencia.
Al reflexionar en torno a estas interrogantes, podrás darte cuenta que, en general, nos encontramos
inmersos en una realidad estrechamente ligada a condiciones violentas, a las cuales nos hemos
acostumbrado o hemos normalizado; ignorar estos actos resulta peligroso ya que es aceptar la violencia
como parte de la cotidianidad y, por lo tanto, permitir que siga manifestándose como algo factible de
sostener.
En este eje temático, te proponemos una mirada hacia la violencia que te permita identificarla en tu
vida y cotidianidad, comprendiendo que hay dimensiones de la misma que no son fáciles de reconocer
inmediatamente. Como personas, tenemos la obligación y el deber para la transformación de la cultura de
la violencia hacia un marco de una cultura de paz.
Tal como revisaste en el módulo anterior, las situaciones de violencia y abuso en contra de NNA afectan el
pleno desarrollo de sus capacidades y obstaculizan su autonomía progresiva, de ahí la importancia de su
protección. Ante esta problemática, en este módulo profundizaremos sobre estos flagelos y qué podemos
hacer para enfrentarlos.
La composición de interiores, diseño y la producción digital de contenidos e integración en aula
6
virtual está a cargo de la Universidad Abierta y a Distancia de México (UnADM).
Módulo 4
Condiciones sociales de la niñez y adolescencia: violencia y restitución de derechos
¿Consideras que nuestro país es uno de los más violentos del mundo? Veamos algunos datos:
En el año 2016, el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos (IISS, por sus siglas
en inglés). a través de la Encuesta sobre Conflictos Armados, clasificó a México como
uno de los diez países más violentos, con 23 mil homicidos durante ese año (Milenio,
2017).
Los datos que ofrecen los diferentes estudios sobre la violencia, aportan mucho al análisis de la realidad
en la que vivimos y de la cual somos partícipes. Pensar y hablar sobre la violencia, se ha convertido en
un asunto ineludible para todas y todos, puesto que en algún momento hemos vivido o presenciado algún
acto que implique el uso de la fuerza o el enfrentamiento de personas. Sin embargo:
Comencemos con una revisión conceptual y teórica acerca de la violencia para esclarecer estas
interrogantes y comprender más acerca de este fenómeno.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en su Informe Nacional sobre Violencia y Salud, define a la
violencia como:
Por otro lado, la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), en su artículo 19, considera a la
violencia como “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o
explotación, incluido el abuso sexual” (UNICEF, 2004, p. 17).
Tal como revisaste en el recurso anterior, la violencia atañe únicamente al ser humano. No podemos
considerar como actos violentos a fenómenos naturales, por más destructivos que sean, o la fiereza que
muestran los animales al cazar a sus presas. En este sentido, Jean-Marie Domenach rechaza la idea de
considerar como violento la erupción de un volcán (1981, p. 35), puesto que al ser una manifestación de la
naturaleza no es posible encontrar algo más; asimismo, señala que la vida salvaje de los animales carece
de sentido de violencia, en la consideración de que sus acciones corresponden a un orden natural que
permite el equilibrio y, sobre todo, la supervivencia de la especie en cuestión. Agrega también que “sólo el
hombre es capaz de ejercer su fuerza contra sí mismo. Sólo la especie humana es capaz de destruirse,
precisamente porque ha perdido la capacidad de regularse” (Domenach, 1981, p. 36).
Por tanto, la violencia sólo puede ser ejercida por el ser humano, quien tiene su motivación en la
necesidad de poseer, por la fuerza, no sólo las propiedades materiales del otro, sino que busca ejercer una
hegemonía desde el propio ser, con una justificación sustentada en una posición de supremacía de unos
sobre otros, donde los superiores tienen el “derecho natural” de tomar libre posesión del otro y de todo
aquello que esté en el camino.
Bajo estas premisas se fundaron imperios sangrientos como el romano o el de la Alemania Nazi,
justificando actos genocidas que sólo evidencian la infamia de la que es capaz la humanidad; perpetuando
así ideas de menosprecio y discriminación en contra de las personas, violentadas con base en el género,
raza o religión a la que se adscriben.
Continuando con Domenach, precisa respecto a qué se puede considerar violencia y qué no:
La violencia es específicamente humana por cuanto es una libertad (real o supuesta) que
quiere forzar a otra. Llamaré violencia al uso de una fuerza, abierta u oculta, con el fin de
obtener de un individuo, o de un grupo, algo que no quiere consentir libremente. El robo
no es siempre violencia. La violación lo es siempre. Y si la violación es una forma eminente
y, por así decirlo, pura de violencia, es porque obtiene por la fuerza lo que normalmente se
obtiene por el consentimiento amoroso. Lo terrible y lo fascinante de la violencia es que ofrece
la posibilidad de instituir, en beneficio del más fuerte, relaciones ventajosas economizando
trabajo y palabras. En este sentido, el apogeo de la violencia no es el homicidio (que suprime
el objeto mismo de la violencia), sino la tortura, pues ésta asocia la víctima, a pesar suyo, a
su verdugo. Aparece aquí el enigma de la violencia que Jean-Paul Sartre ha escenificado tan
elocuentemente: la violencia “hace sociedad”, una sociedad que es la inmunda caricatura de
la sociedad de la razón y del amor. Ahora bien, esta caricatura posee una seducción particular
porque realiza, de manera fácil y rápida, lo que el individuo o el grupo espera alcanzar por
medio de la convicción, del diálogo, de la negociación (Domenach, 1981, p. 36).
Derivado de lo anterior, entonces, ¿significa que los humanos somos violentos por el simple hecho de
nuestra condición, como especie? Al respecto, Otto Klineberg opina que no. Este autor aporta interesantes
postulados acerca de las causas del comportamiento violento, desde una perspectiva socio-psicológica,
trayendo al análisis un concepto muy importante: la agresividad de las personas, que no necesariamente
es un sinónimo de violencia.
En este sentido, Klineberg se apoya de otros autores para realizar algunas precisiones en torno al
concepto de agresividad:
En el debate, se pone en juego la idea de que la agresividad puede ser parte de la condición humana, que
haría posible el aprendizaje de actitudes violentas. Desde su punto de vista, el ejercicio de la violencia se
aprende y, por tanto, también puede desaprenderse. En este sentido, el amor, la ternura, el buen trato,
entre otros, también son actitudes y comportamientos que pueden ser adoptados por el ser humano; lo que
da un sentido de esperanza en las posibilidades de transformar la cultura de la violencia hacia alternativas
más favorables para el desarrollo personal.
Tal como revisaste anteriormente, existen diversos enfoques que abordan el tema de la violencia. Para
fines de este diplomado, seguiremos con la línea propuesta por Otto Klineberg, quien considera que el
ser humano tiene la capacidad de construir civilizaciones pacíficas y vivir en paz. Otro teórico que apoya
esta premisa es el sociólogo Johan Galtung, quien, de acuerdo con Calderón (2009, p. 65), establece
que “el hombre es un ser con capacidad de paz”, y en contraposición con la idea romana de “si vis pacem
para bellum” (si buscas la paz, prepárate para la guerra), enarbola la máxima “si vis pacem para pacem”
(si buscas paz, prepárate para la paz), pensando la paz como un ideal, factible de conseguir mediante la
acción propia del ser humano y la colectividad.
El potencial para la violencia, así como para el amor, son propios de la naturaleza humana;
pero las circunstancias condicionan la realización de dicho potencial. La violencia no es como
la alimentación o el sexo, comunes en todo el mundo con pequeñas variaciones. Las grandes
variantes de la violencia pueden explicarse fácilmente en función de la cultura y estructura:
violencia cultural y estructural causan violencia directa, y emplean como instrumentos actores
violentos que se rebelan contra las estructuras y esgrimen la cultura para legitimar su uso de
la violencia. Obviamente, la paz también debe construirse desde la cultura y la estructura, y no
sólo en la mente humana (Galtung, 2004, p. 3).
En segundo término, Galtung, hace un análisis de la violencia a partir de la figura de un triángulo, mejor
conocido como el Triángulo de la violencia, a través del cual presenta las tres dimensiones anteriormente
mencionadas: violencia directa, violencia cultural y violencia estructural.
En este triángulo, cada vértice representa un tipo de violencia y uno de estos es visible y los otros dos
no lo son, muy parecido a un iceberg. La violencia directa se ubica en la punta, visible y por encima de
las escondidas: la violencia cultural y la violencia estructural. Estas violencias se alimentan, habilitan y
refuerzan mutuamente.
La Organización CreeSer ABP (2014), explica las tres dimensiones de la violencia, de una manera muy
resumida, para ello revisa el siguiente recurso:
Violencia directa
La violencia directa es aquella que tiene por objetivo lastimar o herir; es la manifestación más visible y
tangible. Se divide en:
La violencia directa es una reacción ante sistemas (violencia estructural), creencias y costumbres abusivas
(violencia cultural).
Violencia estructural
La violencia estructural es menos visible, se esconde debajo de la superficie y se arraiga en las estructuras
o sistemas injustos, afectando a grupos o sectores de la población desde la misma estructura política,
social o económica. Su ejercicio deja a las personas sin la posibilidad de satisfacer sus necesidades
(salud, empleo, educación, alimentación, vivienda, identidad, libertad, etcétera), manteniéndolos en la
marginación y/o exclusión.
Violencia cultural
La violencia cultural se apoya de elementos tales como ideas, creencias, valores, mitos y tradiciones para
legitimar y promover el uso de la violencia (Jiménez-Bautista, 2012). Esto se puede ver reflejado a través
de la discriminación por raza, género, edad, condición física, mental y social, nacionalidad, entre otros.
Asimismo, la violencia cultural ha sido naturalizada, en ocasiones creemos que es “normal” escuchar y
decir frases como: “eres muy inteligente para ser mujer”, “si te pega es porque te ama”, “los hombres no
deben llorar, eso es para mujeres”, “calladita te ves más bonita”, “tú que vas a saber si eres un niño”, “el
indio, aunque se esfuerce, siempre será indio”.
En conclusión, la violencia estructural y la violencia cultural son causas de la violencia directa, y, en una
misma situación, se pueden dar más de un tipo de violencia.
Ejemplo 1
Arturo es un niño de 3 años que vive con su mamá y su padrastro. Cuando Arturo llega a
orinarse en su cama, su padrastro se molesta mucho con él, al grado de bañarlo con agua fría,
insultarlo y golpearlo con su cinturón.
La acción que ejerce el padrastro de Arturo es un ejemplo de violencia directa puesto que ésta
se puede manifestar a través de golpes físicos, agresiones verbales y maltratos.
Ejemplo 2
Margarita y Carlos son hermanos, actualmente tienen 10 y 8 años respectivamente, y nunca han
ido a la escuela. Debido a que su madre falleció, su tía se hará cargo de ellos.
Hace unos días intentó inscribirlos en la escuela primaria pero, debido a que su madre nunca
los registró legalmente, fueron rechazados. La directora del colegio le comenta que el acta de
nacimiento es un requisito obligatorio, por lo que no puede ayudarle, además de que considera
que ese no es su problema sino más bien es resultado de la irresponsabilidad de la madre de los
menores.
Aquí se comete un daño a un sector de la sociedad, en este caso a los niños que no han sido
registrados legalmente, negándoles un derecho básico: la educación.
Ejemplo 3
Raúl y Laura son mellizos y tienen 12 años de edad. Sus padres hacen una clara distinción entre
ambos, la cual está basada en su género, por ejemplo: Laura tiene la obligación de poner la
mesa todos los días y lavar los platos de la comida; mientras que Raúl puede salir a jugar o ver
la televisión.
Hace unas semanas, los hermanos vieron una convocatoria para inscribirse a un equipo de
futbol. Sus padres aceptaron gustosos inscribir a Raúl, pero en el caso de Laura no estuvieron
de acuerdo, ya que consideran que los deportes no son para niñas y que ella no tiene la
capacidad, por lo que la inscribieron, contra su voluntad, a un taller de cocina.
La acción que ejercen los padres de Raúl y Laura es un ejemplo de violencia cultural, en
este caso, de desvaloración hacia la mujer, considerando que su papel debe ser de sumisión y
encasillado exclusivamente a tareas domésticas, a partir de una serie de prejuicios y creencias
sin fundamento.
¿Y en la realidad…?
El portal informativo Aristegui Noticias (2012) dio a conocer que, en el 2011, el INEGI manifestó la
inexistencia de un método eficaz para medir la violencia, pues hasta entonces, la manera más accesible
de hacerlo era mediante la contabilización de las boletas de defunción por asesinatos violentos; sin
embargo, el asesinato es tan sólo una forma de manifestación de la violencia y existen muchos otros
factores que debieran considerarse.
Por su parte, el portal de noticias Animal político (2018), publicó los resultados del Índice de Paz México
2018, emitidos por el IEP. Ahí se reveló que el costo del impacto de la violencia ascendió a 4.7 billones de
pesos, equivalente al 21% del Producto Interno Bruto (PIB), monto ocho veces mayor que la inversión en
salud y siete veces más alto que la inversión en educación. Además, en 25 de 32 estados de la República,
empeoraron los niveles de inseguridad.
Uno de los hallazgos más relevantes que se encontraron en este informe fue que, a pesar de que los
NNA son víctimas de múltiples y graves violaciones a sus derechos, son percibidos socialmente como
victimarios, incluso, causantes de la inseguridad:
Esto implica que el Estado ejerce una violencia estructural, al desatender a NNA, exponiéndolos a
ser reclutados por grupos delictivos, participar en situaciones de explotación sexual o laboral, trata de
menores, venta de drogas, tortura, secuestros y otros abusos. Desde este contexto es diferente analizar
su vinculación con grupos delictivos como resultado de una elección personal, cuando en realidad son
orillados por presión, engaños o amenazas en sus entornos familiar, escolar y comunitario.
Así, el informe destaca que se ha producido una progresiva militarización de la seguridad ciudadana
en estos países. Indica que es de gran relevancia llevar a cabo un cambio de paradigma para que se
transforme la visión de represión y coerción a la de inversión en políticas públicas integradoras que
involucren a todos los sectores: educativo, salud, jurídico, cultural, deportivo, entre otros. Cabe mencionar
que estas políticas deberán concentrarse más en las causas sociales, económicas y culturales que dan
sustento a la violencia.
Es así que la realidad evidencia escenarios complicados, especialmente para millones de niñas, niños y
adolescentes, la población más afectada por los efectos de la violencia. El contexto conflictivo en el que
se desenvuelven impide su desarrollo integral, alejándolos del amor, la educación, el juego, en fin, de una
vida digna; a pesar de que, en teoría, sus derechos están garantizados.
Así concluye el eje temático 1, dedicado a revisar el fenómeno de la violencia, con nuevos elementos de
análisis para aproximarte a los eventos que te rodean, con una mirada amplia y crítica.
Recursos
UnicefUK. (2014, octubre 20). A vaccine for violence [Archivo de video]. Recuperado
de https://youtu.be/35Ac7EnedPk UNICEF lanzó una campaña publicitaría que
impacta, en la que propone una “vacuna” para erradicar la violencia infantil. La
propuesta va dirigida para que diversas instituciones, especialmente el Estado,
generen las medidas necesarias para prevenir y erradicar esta problemática.
Anteriormente revisaste algunas definiciones en torno al término violencia y las posturas teóricas sobre
este fenómeno, prestando especial atención a la propuesta de Johan Galtung, a través del triángulo de la
violencia. Adicional, conociste algunos datos relevantes en cuanto al impacto que ha tenido la violencia
en México. A partir de lo anterior, te diste cuenta que, para erradicar este malestar de la sociedad, es
necesario atender las causas sociales, culturales, económicas y políticas de trasfondo.
Asimismo, se presentarán diversos hitos e iniciativas importantes, a nivel internacional, que han permitido
analizar y reflexionar en torno a los diferentes tipos de violencia que afectan a niñas, niños y adolescentes,
y de los contextos en los que se desenvuelven. Además, encontrarás propuestas para tomar acciones
específicas dirigidas a su erradicación.
Se revisará el estudio titulado Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños, elaborado por
Graça Machel en 1996, a solicitud del Secretario General de las Naciones Unidas (NNUU), a fin de
mejorar la protección y la atención de NNA en situaciones de conflicto.
De igual forma, se analizará algunas partes relevantes del Informe del experto independiente para el
estudio de la violencia contra los niños, de las Naciones Unidas, elaborado por Paulo Sergio Pinheiro,
en 2006, también a solicitud del Secretario General de las Naciones Unidas (NNUU). Este documento
confirma que la violencia afecta a la niñez y adolescencia en general, independientemente de las culturas,
clases sociales, niveles educativos, ingresos y origen étnico; presenta un panorama muy completo sobre
los diferentes tipos y entornos de violencia que viven NNA, y brinda una serie de recomendaciones y
orientaciones para erradicar este problema.
Finalmente, partiendo de las recomendaciones específicas que el Comité de los Derechos del Niño hizo
al país para hacer frente a la violencia contra NNA, se expondrá la iniciativa titulada Alianza Global para
poner fin a la Violencia contra las Niñas, Niños y Adolescentes, y la propuesta de trabajo presentada por
México en el marco de este informe. Del mismo modo, se reflexionará en torno a la realidad que enfrentan
miles de niñas, niños y adolescentes en el país, quienes diariamente viven expuestos y son víctimas de
diversas formas de violencia; además se analizarán algunos de los desafíos por cumplir con relación a los
Objetivos para el Desarrollo Sostenible, en materia de violencia.
En la actualidad, existen diversos tipos de violencia que afectan a niñas, niños y adolescentes; el impacto
que ésta tiene en sus vidas es diverso ya que dependerá en gran medida del entorno y de las prácticas
que se ejerzan.
En el módulo 2 de este diplomado, revisaste la forma en que se han tratado a NNA a lo largo de la historia,
te diste cuenta como en el pasado fueron sometidos a tratos crueles e inhumanos, llegando incluso
al infanticidio, con el agravante de que estas prácticas se llevaban a cabo bajo la aceptación social,
familiar e, incluso, legal. A partir de lo anterior, podrás darte cuenta que las diferentes manifestaciones
de la violencia que afectan a la niñez y a la adolescencia tienen un antecedente histórico, con patrones
culturales legitimados que impusieron y naturalizaron agresiones físicas, psicológicas, emocionales y otros
abusos.
Como muestra de lo anterior, UNICEF México señala que en el país 6 de cada 10 niñas, niños y
adolescentes, entre 1 a 14 años, han experimentado algún tipo de disciplina violenta (UNICEF México,
2018, p. 152). Si bien esto resulta preocupante, llama la atención datos que señalan que los adultos no
aprueban el ejercicio de los castigos físicos como métodos disciplinarios; a excepción de un 5 % de los
entrevistados, quienes consideran que estos castigos son necesarios (UNICEF México, 2018, p. 152).
Más adelante se revisarán los efectos de los distintos tipos de violencia en la vida de NNA. Por lo pronto
consultarás cuál es el marco jurídico internacional vigente que los protege; asimismo reflexionarás en
torno a algunos de los principales hitos internacionales que han permitido abordar y caracterizar la
violencia contra niñas, niños y adolescentes, como un acto que viola sus derechos, para plantear diversas
estrategias que combatan y erradiquen este problema.
Marco jurídico internacional para la protección de niñas, niños y adolescentes contra toda
forma de violencia
Como se mencionó en el eje anterior, el artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN),
establece la obligación de los Estados Partes de proteger a niñas, niños y adolescentes contra toda
forma de violencia, concibiéndola como “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato
negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual” (UNICEF, 2014, p. 19). Por su parte, el
artículo 37 de la misma Convención indica que ningún menor de edad deberá ser sometido a torturas ni a
otros tratos o penas crueles, inhumanas o degradantes (UNICEF, 2014, pp. 29-30).
Paralelamente a la CDN, existen tres Protocolos facultativos (UNICEF, 2014, pp. 44-88), los cuales
revisaremos a continuación:
Para entender mejor la acción que diversas instituciones y gobiernos, a nivel internacional han realizado
para frenar la violencia contra la niñez y adolescencia, se revisarán algunos de los hitos más importantes
en este proceso, en orden cronológico, los cuales han estudiado y analizado la forma en que este
fenómeno ha sido abordado y enfrentado en las últimas décadas.
Los resultados mostraron múltiples formas de afectación hacia la niñez en diferentes conflictos armados,
tales como:
Uno de los resultados más significativos de este informe ha sido la creación del Representante Especial
del Secretario General para la Cuestión de los Niños y los Conflictos Armados, quien tiene como misión
liderar, desde el marco de las Naciones Unidas, la protección y garantía de los derechos de la niñez y la
adolescencia afectados por los crímenes de guerra.
La figura del Representante, creada en 1997 por la Asamblea General, tiene la misión de reportar
anualmente información relevante sobre su campo de estudio para que así, gobiernos y el Consejo de
Seguridad de la ONU, puedan tomar decisiones estratégicas a favor de la protección y seguridad de NNA.
Si bien en México no vivimos en un contexto oficialmente reconocido como de conflicto armado, las
condiciones bajo las cuales viven miles de niñas, niños y adolescentes afectados por enfrentamientos
entre las fuerzas del Estado y los grupos del narcotráfico, implican situaciones de extrema afectación
contra este sector de la población.
Adicional, hace énfasis al indicar que no puede ser aceptada ninguna práctica o forma de violencia,
ni porque se considere una “tradición” o se conciba como un mecanismo de “disciplina”. Para esto, se
analizan los entornos en donde se desenvuelven NNA: la familia, la escuela, las instituciones alternativas
de acogida y los centros de detención, los lugares donde pueden llegar a trabajar y las comunidades
donde viven.
a) No existe ningún tipo de violencia contra la niñez y la adolescencia que sea justificable.
b) Toda violencia contra NNA se puede prevenir, para esto los Estados deberán invertir en
políticas y programas para abordar las causas de violencia en este sector de la población.
c) Los Estados tienen la responsabilidad de hacer que se respeten los derechos de la niñez y la
adolescencia en cuanto a protección, acceso a los servicios y prestar apoyo a sus familias para
proporcionar los cuidados necesarios, todo en un entorno seguro.
d) Los Estados tienen la obligación de garantizar que los sujetos que cometan actos de violencia
contra NNA, rindan cuentas.
f) NNA tienen derecho a expresar sus opiniones y ser tomados en cuenta en la aplicación de
políticas y programas (Pinheiro, 2006, pp. 26-27).
Cabe destacar que el estudio de Pinheiro (2006, pp. 9-10) señala un déficit de información debido a tres
factores:
El autor indica que existe una serie de factores que incrementan el riesgo de ser víctima de violencia:
Algunos estudios indican que los niños pequeños corren mayor riesgo de sufrir violencia física,
mientras que la violencia sexual afecta principalmente a los que han alcanzado la pubertad
o la adolescencia. Los chicos corren mayor riesgo de sufrir violencia física que las chicas,
mientras que las chicas están más expuestas a sufrir violencia sexual, abandono y prostitución
forzada. Los modelos socioculturales de conducta y los estereotipos de comportamiento, así
como factores socioeconómicos tales como el nivel de ingresos y el nivel educativo tienen
gran importancia (Pinheiro, 2006, p. 11).
Uno de los principales resultados del informe de Pinheiro fue el nombramiento del Representante Especial
sobre la Violencia contra los Niños, quien deberá difundir y promover acciones para prevenir y erradicar
todo tipo de violencia hacia niñas, niños y adolescentes, hablaremos de éste más adelante, antes veamos
cuáles son los entornos y consecuencias de la violencia contra la niñez y adolescencia que menciona
Pinheiro.
De acuerdo al informe de Pinheiro, existen cinco entornos en donde se pueden presentar diversas
expresiones de violencia contra la niñez y la adolescencia, revísalas en el siguiente recurso:
Violencia en la familia
Si bien se espera que la familia sea un espacio de protección para la niñez y la adolescencia, en ocasiones
resulta ser uno de los escenarios donde las pautas de crianza, de carácter impositivo, se valen de la
violencia para educar, aplicar disciplina o lograr la obediencia.
Asimismo, el informe señala que existen algunas culturas que realizan prácticas tradicionales nocivas,
impuestas por padres o dirigentes de la comunidad, tales como la mutilación genital femenina, las
ataduras, las quemaduras o marcas en la piel, ritos de iniciación violentos, el engorde, los matrimonios
forzados, los llamados delitos de “honor”; y la violencia relacionada con las dotes, el exorcismo o la
“brujería”.
Cabe señalar que, en el caso del matrimonio infantil, hay países en los que no existe una edad mínima
legal para llevar a cabo este acto, al igual que el consentimiento sexual, exponiendo así a NNA al trato
violento por parte de su pareja o de otros adultos involucrados.
Además de lo anterior, otra forma de violencia al interior de los hogares es la violencia doméstica entre los
padres y otros integrantes del núcleo familiar, en el que NNA quedan sometidos al estrés de ser testigos.
Cabe destacar que cuando se presenta violencia contra las mujeres también es frecuente el maltrato a los
hijos.
Violencia en la escuela
La escuela es el primer espacio de socialización y encuentro con el ámbito público. El reporte afirma que,
en muchos casos, no sólo NNA se ven afectados por la violencia al interior de estas instituciones, sino que
también terminan aprendiendo a relacionarse con violencia.
Cabe destacar que, en los últimos años, las escuelas se han visto involucradas en una serie de conflictos
donde la presencia territorial de grupos armados o delincuenciales ha permeado su interior, ya que estas
asociaciones han visto en las escuelas un espacio para ejercer control social.
Por otro lado, la violencia sexual y la violencia por motivos de género también están presentes en el
entorno escolar. De acuerdo a Pinheiro “[este] acoso entre compañeros a menudo está ligado a la
discriminación contra los estudiantes de familias pobres o de grupos marginados por su etnia, o que tienen
características personales especiales (por ejemplo, su aspecto, o alguna discapacidad física o mental)”
(2006, pp. 16-17).
El acoso y el abuso sexual se dan entre los actores del sistema educativo (profesores, alumnos y
directivos), a nivel vertical y entre pares. El poder que detentan los docentes frente a sus estudiantes ha
facilitado estas prácticas, sobretodo en modelos educativos autoritarios con poco nivel de empoderamiento
por parte de la comunidad estudiantil. A esto se suman imaginarios fincados en la cultura machista, como
suponer que las “colegialas” son un objeto fetiche sexual.
Con respecto a la violencia de género, la violencia afecta de forma diferenciada a niñas y niños. En el caso
de niñas y mujeres adolescentes, son quienes padecen en mayor medida agresiones sexuales; mientras
que los niños y hombres adolescentes sufren de ataques físicos o presión para integrarse a grupos
armados o delincuenciales. En ambos casos, la violencia trae consigo afectaciones en sus vidas, tales
como el abandono escolar.
Asimismo, el informe afirma que “[…] cada vez en mayor medida las personas jóvenes homosexuales,
bisexuales y transgenéricas” (Pinheiro, 2006, p. 17) son víctimas de violencia en las escuelas. Este tipo de
violencia va desde el estigma y la discriminación hasta la agresión física e incluso la muerte.
Millones de niños, en especial chicos, pasan considerables períodos de su vida bajo el control
y la supervisión de autoridades de atención social o de sistemas judiciales, y en instituciones
como orfanatos, hogares para niños, centros de acogida, calabozos, cárceles, centros de
detención de menores y reformatorios (Pinheiro, 2006, p. 17).
En estos espacios se dan diferentes tipos de violencia. Las personas adultas que detentan el poder
tienen un campo favorable para abusar y maltratar a NNA bajo su cargo, con el agravante de que en
estas instituciones son muy escasos los mecanismos de regulación de las y los funcionarios; y la falta de
formación especializada del personal, a diferencia del sistema escolar donde existe una profesionalización.
Por otra parte, está la violencia entre pares que se facilita por factores como el hacinamiento, la falta de
control, las precarias condiciones de las instalaciones y falta de personal.
En muchas ocasiones, los patrones o personas con un mayor cargo pueden llegar a abusar de niñas,
niños y adolescentes, considerando que les hacen un favor al brindarles la posibilidad de trabajar,
aprovechándose así de su condición de pobreza; lo anterior da pauta al desarrollo de condiciones de
servidumbre y esclavitud, incluso de abuso sexual. Un ejemplo común es el caso del trabajo doméstico,
donde NNA, especialmente niñas y mujeres adolescentes, son sometidas a tratos humillantes, jornadas
laborales extensas y poco precisas, violencia psicológica y física, y agresiones sexuales.
Violencia en la comunidad
En este contexto, se incluyen los espacios públicos por los cuales niñas, niños y adolescentes deben
transitar cotidianamente para ir a estudiar, realizar actividades recreativas o culturales, encontrarse con
sus pares o adquirir provisiones para el hogar (alimentos, agua, entre otros).
Desgraciadamente estos escenarios pueden presentar muchas formas de violencia que los afectan. Tal
como señala el informe:
Incluida la violencia entre compañeros, la relacionada con las pistolas y otras armas, la
violencia de las bandas, la violencia de la policía, la violencia física y sexual, los raptos
y la trata. La violencia también puede asociarse con los medios de difusión y las nuevas
tecnologías de la información y las comunicaciones. Los niños de mayor edad tienen más
riesgo de padecer violencia en la comunidad, y las niñas un creciente riesgo de violencia
sexual y por cuestión de género; […] investigaciones recientes muestran que la violencia es
frecuentemente una característica de las relaciones entre adolescentes, […] muestran niveles
significativos de violencia física entre las parejas de jóvenes (Pinheiro, 2006, pp. 21-22).
Un fenómeno más que menciona el informe y que, lamentablemente, también se presenta actualmente en
México, es la trata y la migración.
Este ejercicio de análisis del impacto de la violencia en la niñez y adolescencia, desde los contextos en los
cuales se desarrollan, permite elaborar diagnósticos respecto a su situación actual. Asimismo, ayuda en
el diseño de propuestas de trabajo, las cuales deberán incorporar estrategias acordes a cada escenario y
para los actores encargados de la garantía de sus derechos.
El informe elaborado por Pinheiro también aborda las afectaciones o efectos de la violencia en el
desarrollo de los NNA, haciendo hincapié en lo siguiente:
Estas consecuencias han sido estudiadas científicamente por diversos médicos e investigadores, una de
ellas es la doctora Nadine Burke Harris.
Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos aquí mencionados, la violencia aún representa un reto de
enormes proporciones. En su más reciente informe anual, a principios del 2018, la Representante Especial
señala que “cada cinco minutos muere un niño a causa de la violencia. Cada año, al menos mil millones
de niños, la mitad de los niños del mundo, son víctimas de la violencia” (2018, p. 5).
https://violenceagainstchildren.un.org/es/content/informes-de-la-representante-
especial
La Observación General No. 13 del Comité sobre los Derechos del Niño respecto al
Derecho del niño a no ser objeto de ninguna forma de violencia
El Comité de los Derechos del Niño (CDDN) publicó en abril del 2011 la Observación General sobre el
artículo 19 de la Convención sobre los Derechos del Niño (2014, pp. 228-257), considerando la alarmante
magnitud e intensidad de la violencia ejercida contra niñas, niños y adolescentes en todo el mundo. Esta
Observación General tiene como propósito reforzar y ampliar masivamente las medidas destinadas a
acabar con la violencia.
A través de esta observación, el CDDN realiza una interpretación amplia del artículo 19 de la CDN y
profundiza sobre las diferentes prácticas, tipos y entornos de violencia a los que están expuestos NNA;
sobre las obligaciones de los Estados, y las responsabilidades de las familias y otros agentes para
protegerlos.
Sus contenidos y orientaciones se basan en los exámenes previos realizados por el CDDN a los
informes de los Estados Partes y sus respectivas observaciones finales, así como en las observaciones
previamente emitidas por el mismo y el Informe de Pinheiro del 2006, antes referido.
a) Instruir a los Estados para que comprendan las obligaciones que les incumben, en virtud
del artículo 19 de la Convención, de prohibir, prevenir y combatir toda forma de perjuicio
o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación del niño,
incluido el abuso sexual, mientras este se encuentre bajo la custodia de los padres, de un
representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo, entre ellos los
agentes estatales;
b) Describir las medidas legislativas, judiciales, administrativas, sociales y educativas que los
Estados Partes deben adoptar;
e) Proporcionar a los Estados partes y demás interesados una base sobre la que articular un
marco de coordinación para la eliminación de la violencia mediante medidas integrales de
atención y protección basadas en los derechos del niño;
f) Hacer hincapié en la necesidad de que todos los Estados partes cumplan sin demora las
obligaciones que les incumben en virtud del artículo 19 (Comité de los Derechos del Niño,
2014, pp. 232-233).
En cuanto a los entornos de protección, reconoce la importancia de las familias, pero también destaca
que ese espacio es precisamente el de mayor riesgo, porque ahí se generan la mayor parte de los actos
de violencia en contra de su integridad como personas. No obstante lo anterior, resalta otros escenarios
donde sufren violencia generalizada: instituciones del Estado, tales como escuelas, guarderías, hogares,
establecimientos de la policía; instituciones judiciales, grupos armados y el ejército.
Otorga también un papel central a la prevención primaria de todas las formas de violencia en contra de
NNA, mediante servicios sociales, salud pública y educación.
Respecto a las medidas de atención y protección establece que deben basarse en su “integridad física
y psicológica como titulares de derechos” (Comité de los Derechos del Niño, 2014, p. 233). Destaca
la importancia de los principios del interés superior de la niñez y la adolescencia, y su derecho a la
participación, a ser escuchados y que sus opiniones sean tomadas en cuenta.
Los ODS son un llamado universal a la adopción de medidas para poner fin a la pobreza, proteger el
planeta y garantizar que todas las personas gocen de paz y prosperidad. Fueron pactados en septiembre
del 2015, por 193 estados miembros de la ONU, y son la síntesis de acuerdos básicos que la humanidad
ha establecido, como visión a mediano plazo, para avanzar a nivel global.
Los indicadores incluidos en los ODS pueden agruparse en cinco dimensiones de los derechos de la niñez
y la adolescencia: “el derecho a sobrevivir y prosperar, a aprender, a estar protegido contra la violencia, a
vivir en un entorno seguro y limpio, y a tener las mismas oportunidades de triunfar” (UNICEF, 2015, p. 4).
Al revisar la dimensión relacionada con la violencia, se pone en evidencia que es uno de los campos
donde existe menor información. De acuerdo al resumen ejecutivo presentado por UNICEF, señala que
“como promedio, entre el 75% y el 80% de los indicadores pertinentes para los [NNA] de cada país
carecen de datos suficientes o muestran un progreso insuficiente para alcanzar las metas mundiales de
los ODS en 2030” (UNICEF, 2015, p. 9). Este atraso en la medición también ilustra la violencia estructural
contra la niñez y la adolescencia.
La Alianza Global para poner fin a la Violencia Contra las Niñas, Niños y
Adolescentes
Frente a la violencia y su impacto en la vida de niñas, niños y adolescentes cabe preguntarse, ¿es posible
cambiar el rumbo de esta realidad tan abrumadora? Y la respuesta es sí, siempre y cuando se sumen y
multipliquen esfuerzos.
En palabras de Anthony Lake, ex Director Ejecutivo del UNICEF y miembro fundador y copresidente de la
Junta de la Alianza Global:
La Alianza Global pretende contribuir al logro del ODS número 16.2, poner fin al maltrato, la explotación,
la trata, la tortura y todas las formas de violencia contra los niños y otras metas de los Objetivos de
Desarrollo Sostenible pertinentes. Esto incluye las metas orientadas a poner fin a la violencia contra las
mujeres y niñas (en los ODS, números 5.2 y 5.3), a poner fin a la explotación económica de los niños
(ODS, 8.7) y las orientadas a proteger a los niños en las escuelas y comunidades y a promover la paz y la
no violencia (ODS, 4 a 4.7, 11.2 y 11.7).
De acuerdo a la Alianza Global (The Global Partnership, 2016, p. 10) existen cuatro tipos de violencia:
En síntesis, la Alianza Global identifica cuatro áreas de efectos de la violencia en contra de la niñez y
adolescencia (The Global Partnership, 2016, p. 5), conócelas en el siguiente recurso:
Cuerpo y cerebro
Desarrollo de relaciones
Conductas de riesgo
Pérdida de potencial
Pérdida de potencial
La Alianza proporcione una plataforma global para los países, y cuantos quieran trabajar
para poner fin a la violencia contra los niños, en la que compartir las lecciones aprendidas
y mejores prácticas, así como facilitar una mayor cooperación y coordinación de nuestras
iniciativas comunes. En el ámbito nacional, la Alianza Mundial actuará a través de sus
miembros para dar respaldo a las medidas nacionales que hagan de la eliminación de la
violencia contra los niños una prioridad política y programática. Esto incluirá: consolidar leyes
para prevenir y sancionar la violencia contra los niños; mejorar los métodos para combatir
la violencia contra los niños y reducir su impacto; identificar a las personas más vulnerables
a la violencia, facilitándoles información y apoyo; y, sobre todo, cambiar las mentalidades y
entender que la violencia es inadmisible en nuestras instituciones, comunidades y hogares
(The Global Partnership, 2016, p. 1).
The Global Partnership. (2017). Plan de Acción de México. Alianza Global para
poner fin a la Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes. México: Global
Partnership/Gobierno de la República/SEGOB/CNS/SIPINNA. Recuperado de
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/297032/PLAN_DE_ACCI_N_
DE_M_XICO_baja.pdf
Como te habrás dado cuenta, en el Plan de Acción de la Alianza en México existen acciones en las cuales
es posible participar o incidir. Cada persona, desde el rol que le corresponde en la sociedad, puede sumar
esfuerzos para fortalecer y acelerar las iniciativas de protección para la niñez y adolescencia, frente a los
diversos tipos de violencia que hoy les afectan.
En la realidad de México, las cifras sobre la violencia y su impacto en la niñez y adolescencia muestran un
preocupante panorama. En su informe Anual para México, la UNICEF hace los siguientes señalamientos
(UNICEF, 2017, pp. 4-6):
8 de cada 10 agresiones contra niñas, niños y adolescentes, de entre 10 y 17 años, se dan en la escuela
y la vía pública.
En la ECOPRED se estima que, durante 2014, se generaron 19.8 millones de delitos y actos
de maltrato asociados a 4.5 millones de víctimas de 12 a 29 años, en las 47 ciudades de
interés. Lo anterior representa una tasa de 4.4 delitos y maltratos por cada joven victimizado;
así como una tasa de prevalencia de 46,426 víctimas por cada cien mil jóvenes de 12 a 29
años durante 2014 (ECOPRED, 2014, p. 51).
Por otro lado, el Programa Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (PRONAPINNA) 2016-
2018, publicado en el Diario Oficial de la Federación, en 2017, ofrece indicadores por estados como los
que puedes observar en el siguiente recurso:
a) En cuanto a víctimas del delito, Tamaulipas tiene el mayor porcentaje entre personas de 0 y
19 años de edad, con un 49%, es decir casi la mitad de las víctimas pertenecen a este grupo;
mientras que en Campeche y Oaxaca tienen un porcentaje menor al 1% (SIPINNA, 2017, p.
45-46).
c) Los estados con el mayor número de casos de lesiones, en el periodo de 2010 a 2014,
fueron: Guanajuato (135 348), Estado de México (130 259), Michoacán (74 910) y Sonora (74
165). Los estados con menor cantidad de casos fueron: Zacatecas (3 751), Chiapas (3 712),
Yucatán (3 239) y Colima (3 024) (SIPINNA, 2017, p. 44).
Por otra parte, Save the Children presentó en 2017 una interesante herramienta para el análisis y
seguimiento de las diferentes manifestaciones y tipos de violencia que afectan a la niñez y adolescencia
de México.
Por su parte, el CDDN le compartió a México, en 2015, una serie de recomendaciones relacionadas
con el tema de la violencia. Dichas sugerencias van dirigidas al derecho a la vida, a la supervivencia
y al desarrollo; hasta un apartado específico sobre la violencia en diferentes ámbitos como el crimen
organizado, la explotación, el abuso sexual, entre otras.
En general, estas propuestas invitan a tomar acciones más decididas por parte del Estado, como garante
de los derechos de la niñez y la adolescencia, en particular sobre la problemática de la violencia.
Comité de los Derechos del Niño (CDDN). (2015). Observaciones finales sobre
los informes periódicos cuarto y quinto consolidados de México. Nueva York,
EUA: UNICEF (CRC/C/MEX/CO/4-5, 8 de junio de 2015). Recuperado de
https://www.unicef.org/mexico/spanish/CRC_C_MEX_CO_4-5.pdf
¿Y en la realidad…?
La carencia de datos a nivel nacional impide estimar los niveles de violencia que atentan a NNA, en sus
diferentes entornos; sin embargo, El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en México (UNICEF)
pone a disposición algunas cifras que permiten conocer la magnitud de los problemas planteados en este
eje temático (UNICEF México, 2018, pp. 152-153) para conocerlas te invitamos a descargar y consultar los
siguientes documentos:
Recursos
En el primer eje temático de este módulo revisaste el marco teórico y conceptual de la violencia, y las
dimensiones de ésta, a partir de la propuesta de Johan Galtung y su esquema titulado el Triángulo de la
violencia. Posteriormente, en el segundo eje temático, realizaste un recorrido de los diversos organismos
internacionales que han analizado la violencia contra la niñez y la adolescencia, y los mecanismos
necesarios para su protección.
Con la finalidad de que ubiques tu papel ante este flagelo, a partir de este eje temático te mostraremos, a
grandes rasgos, el marco de acción y los mecanismos con los cuales el Estado Mexicano ha impulsado y
debe impulsar la restitución de los derechos de NNA, ante la vulneración o violación de los mismos.
Como recordarás, en el módulo 2 de este diplomado se hizo una revisión de los principios rectores de la
Convención sobre los Derechos del Niño (CDN), entre ellos destaca el interés superior del niño (hoy
convencionalmente conocido como de la niñez y la adolescencia; y en la Ley General de los Derechos
de Niñas, Niños y Adolescentes, la cual abarca a las personas menores de 18 años). Este principio se
compone de tres dimensiones (Cillero, 2007, pp. 125-142):
Este principio, en sus tres dimensiones, será clave para determinar el rol de las y los funcionarios públicos
ante la violencia contra la niñez y la adolescencia, y otras violaciones a sus derechos. A manera de guía, te
proponemos consultar el siguiente mapa conceptual que hemos desarrollado para ti.
A continuación, se analizarán estas dimensiones desde una postura reflexiva, más que conceptual, en la
que todos, como garantes de sus derechos, estamos implicados ante una situación de vulnerabilidad.
Como derecho humano, el interés superior implica que todas las instituciones tengan
presente, prioritariamente, los derechos de niñas, niños y adolescentes para la toma
de decisiones. Este principio se expresa en el art. 17 de la LGDNNA, en el que se
establece que NNA tienen derecho a que se les asegure prioridad en el ejercicio de
todos sus derechos.
De acuerdo con Sergio García (2000, p. 269), “el Estado, los poderes de la Unión, las instituciones de la
República, sólo existen verdaderamente en la medida en que encarnan en personas concretas. Éstos son
los funcionarios, los empleados, los servidores públicos. En consecuencia, éstos son el Estado”. En ese
sentido, mujeres y hombres que conforman la Administración Pública son reconocidos, en la normatividad,
como personas servidoras públicas y se encuentran sujetas, en el ámbito federal, a las obligaciones que
establece la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos (LFRASP),
reglamentaria del Título Cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Las
entidades federativas se rigen por normatividad distinta, en caso de que la hayan emitido.
La LFRASP establece distintas obligaciones relacionadas con el uso de recursos públicos, administración
del personal, cumplimiento del servicio encomendado, entre otras. Su finalidad es sentar los criterios
mínimos necesarios para que las personas servidoras públicas se desenvuelvan con apego a la
normatividad.
Los derechos de niñas, niños y adolescentes están reconocidos en el marco jurídico mexicano como
Derechos Humanos, sin embargo, los instrumentos que les protegen son, como lo señala Cillero, un
“instrumento [en] contra [de] la discriminación y a favor del igual respeto y protección” (2007, p. 130). De
esta forma el interés superior del niño permite resolver conflictos entre derechos igualmente reconocidos,
poniéndole freno al paternalismo con el cual históricamente se habían dirimido las contradicciones.
Dado que, en general, la teoría de Derechos Humanos se ha desarrollado ampliamente debido a las
constantes violaciones a éstos, abordaremos las distintas formas en las que se vulnera un derecho
humano.
La acción u omisión de la autoridad, además de violentar uno o varios derechos, tiene responsabilidades
en el ámbito administrativo, laboral, incluso penal, siendo estos procedimientos complementarios y, en
ningún caso, excluyentes.
Fuente: Elaboración propia con base en Calderón (2013) y Congreso de la Unión (2016).
Tal como se revisó en los dos ejes temáticos anteriores, vivir en contextos de violencia afecta de diversas
formas la vida de NNA. Si consideramos la integralidad e interdependencia de los Derechos Humanos,
podemos constatar que cuando uno de ellos es vulnerado, se afectan muchos otros, por lo que los
mecanismos de restitución deben ser congruentes y razonables para garantizar todos los derechos de la
niñez y la adolescencia.
Diversas reformas constitucionales han sido impulsadas con la finalidad de fortalecer el marco jurídico
de los derechos de la niñez y la adolescencia. Como resultado de este proceso, contamos ahora con
la LGDNNA que entró en vigor el 5 de diciembre de 2014. Este instrumento jurídico establece las
obligaciones específicas de los distintos actores gubernamentales y sociales. Por tanto, es primordial
que las y los funcionarios públicos tomen en cuenta que, toda persona menor de 18 años es sujeto de
derechos.
Esto implica una distribución responsable de acciones entre autoridades federales, locales y municipales;
organizaciones de la sociedad civil, familias, niñas, niños y adolescentes, de manera que, dicha
responsabilidad no recae en una sola institución, sino que el Estado es el encargado de distribuir los
mecanismos que conllevan tareas y obligaciones para que estos derechos sean llevados a la práctica.
Cabe aclarar que el Estado tiene limitaciones, por eso el ejercicio pleno de los derechos es un proceso que
se conquista progresivamente.
Otras obligaciones que corresponden al Estado son prevenir, investigar y restablecer los derechos de NNA
que les han sido privados, por medio de mecanismos institucionales, lineamientos, programas y acciones
vinculadas a la protección de los mismos.
Esto implica realizar acciones para asegurar su ejercicio, con base en las necesidades. En este sentido, el
artículo 2, fracción 1 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESRCR,
por sus siglas en inglés), ratificado por México en 1981, establece la obligación de adoptar medidas
inmediatas; es decir, actos concretos deliberados y orientados a satisfacer lo más pronto posible los
derechos sociales, no condicionados a la progresividad, disponibilidad de recursos u otros factores (ONU
Asamblea, 1976, p. 2).
Por otro lado, la Observación General número 3 del Comité de Derechos Económicos, Sociales, Culturales
y Ambientales (ONU Asamblea, 2003), establece diversas acciones para garantizar los Derechos
Humanos:
Sin embargo, el perjuicio o daño no es condición necesaria para referirnos a la violación o vulneración de
derechos, pues es suficiente que haya una conducta contraria a una obligación, como servidora o servidor
público, para que la responsabilidad exista. Su fundamentación se encuentra en el derecho internacional
de los Derechos Humanos, en el principio pro persona.
La Corte IDH, a través de su jurisprudencia, ha establecido como medidas de reparación (Saavedra, 2013,
pp. 19-20):
• Cese de la violación
• Reparaciones materiales (daño emergente, lucro cesante o pérdida de ingresos, incluye el
reconocimiento y esclarecimiento de la verdad)
• Daño inmaterial o no patrimonial (daño moral, proyecto de vida)
• Restitución
• Satisfacción y garantías de no repetición
La aplicación del interés superior del niño, en materia de reparaciones, se ve claramente cuando se aborda
como norma de procedimiento, la cual se revisará a continuación.
Como norma de procedimiento, la aplicación del interés superior del niño indica que cualquier autoridad
que tome una resolución en su actuación e involucre a NNA, deberá considerar las posibles repercusiones,
tanto positivas como negativas, en la garantía de sus derechos; por lo que es indispensable que dicha
autoridad justifique su decisión, sustentando la consideración a todos y cada uno de los derechos
involucrados de NNA.
Para ilustrar cómo opera el interés superior como norma de procedimiento en procesos de restitución de
derechos, a continuación te planteamos el siguiente caso:
Para la restitución de los derechos violentados, existen mecanismos que están enmarcados en un sistema
jurisdiccional, es decir, en el cual se emiten sentencias; y otros no jurisdiccionales, por medio de los cuales
se puede restituir derechos, pero no se emite una sentencia, sino recomendaciones. Se puede acudir de
forma paralela a estos mecanismos, pues no son excluyentes.
Fuente: Elaboración propia con base en Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (2007).
La Observación General No. 14 (UNICEF México y DIF, 2013, p. 268) indica que, en los casos de
protección especial, se requiere una valoración de los elementos presentes en la violación o vulneración
de los derechos para tomar una decisión en determinadas situaciones, procurando siempre el interés
superior de la niñez y la adolescencia, entendiendo ésta como un proceso estructurado y con garantías
estrictas.
Este proceso, en nuestro país, lo realizan las Procuradurías de Protección Federal y Locales de los
Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, las cuales son garantes de la restitución de sus derechos.
Son las instancias responsables de crear una estructura que defina qué servicios se requieren y qué
instituciones deberán actuar en cada caso atendido para asegurar la restitución integral de derechos
vulnerados o restringidos de la niñez y la adolescencia. Así mismo, cómo señalan UNICEF México y el DIF
(2016, p. 25), la Procuraduría “coordina las acciones de las instituciones que realizan dichas acciones y da
seguimiento hasta constatar que, efectivamente, NNA tengan acceso y ejerzan todos sus derechos”.
Si bien las Procuradurías deben funcionar de esta forma, es importante que los municipios donde radican
NNA tengan claro la ruta de atención a seguir, no sólo para casos de violencia sino para toda vulneración
de derechos. Por ello, las atribuciones con las que cuenta un municipio para la protección especial, de
acuerdo al artículo 119 de la LGDNNA (2018, p. 44-45), son:
La LGDNNA, en su artículo 119, apartado V, indica que los municipios deberán cumplir con las siguientes
atribuciones: “Recibir quejas y denuncias por violaciones a los derechos contenidos en la presente Ley
y demás disposiciones aplicables, así́ como canalizarlas de forma inmediata a la Procuraduría Local de
Protección que corresponda, sin perjuicio que ésta pueda recibirla directamente” (2018, p. 45).
A continuación, te invitamos a revisar el siguiente diagrama, el cual muestra los pasos a seguir para
ejemplificar la ruta de atención a la violación de los derechos de niñas, niños y adolescentes que cualquier
autoridad debe conocer:
1. Detección y canalización
La autoridad de primer contacto detecta o recibe casos de restitución o vulneración de los derechos
de NNA. Los canaliza a la Procuraduría Local de Protección de NNA; en algunos municipios,
la instancia responsable de la restitución de derechos o la Procuraduría especial para NNA se
encuentra en el DIF.
2. Diagnóstico
Posteriormente, se forma un grupo de especialistas que se acercan a los actores que intervienen
en el caso, como la familia, profesores y NNA, para realizar la valoración o diagnóstico sobre las
restricciones o vulneraciones de Derechos Humanos.
3. Determinación
Se determina, en cada uno de los casos identificados, los Derechos Humanos que se encuentran
restringidos o vulnerados, basado en el diagnóstico sobre la situación de vulneración.
El siguiente diagrama muestra tanto las solicitudes del plan de restitución de derechos como la debida
articulación por parte de las instancias correspondientes, siendo la Procuraduría el eje rector para que se
restablezcan debidamente los Derechos Humanos de niñas, niños y adolescentes.
¿Y en la realidad…?
Antes de concluir el módulo, queremos destacar el problema de las violencias contra niñas y mujeres
adolescentes desde una perspectiva de género. Datos recientes exigen una búsqueda de soluciones
urgentes ante la creciente violencia contra este sector, para su prevención y restitución de derechos.
En diciembre del 2018, ONU Mujeres dio a conocer un informe preliminar sobre Violencia y feminicidio
de niñas y adolescentes en México. A continuación, presentamos la información que nos parece más
importante:
De acuerdo a la Secretaría de Salud, indica que atiende una mayor cantidad de casos por violencia hacia
niñas y mujeres adolescentes que a niños y hombres adolescentes. Por tipo de violencia, las diferencias
son abismales: se atienden más casos de violencia física en niños y adolescentes varones que en niñas
y adolescentes mujeres; en cuanto a la violencia psicológica, hay más casos de mujeres que hombres,
ambos grupos menores de 18 años. En lo que respecta a la violencia sexual, el número de casos de niñas
y mujeres adolescentes víctimas es siete veces mayor que los niños y hombres adolescentes; este último
tipo de violencia es el que más se reporta en los Ministerios Públicos y afecta por igual a niñas como niños
(ONU Mujeres, 2018, p. 38).
Fuente: Elaboración de ONU Mujeres a partir de Secretaría de Salud, DGIS. Base de datos del Subsistema Automatizado de
Lesiones y Causas de Violencia, 2010-2015. (ONU Mujeres, 2018, p. 38)
Cabe resaltar que en el periodo comprendido entre 2011 y 2017, “el porcentaje de niñas de 0 a 4 años
muertas a causa de agresiones por violencia familiar es el más alto registrado entre los grupos de edad
de las menores de 18 años” (ONU Mujeres, 2018, p. 41). Existe una excepción durante el 2016, donde el
mayor porcentaje de defunciones fue en niñas cuya edad oscila entre los 5 y 9 años (ONU Mujeres, 2018,
p. 42).
En tan solo 3 años, de 2015 a 2018, 194 niñas y mujeres adolescentes en México fueron víctimas
de feminicidio. Los medios utilizados para violentarlas fueron: arma de fuego, ahorcamiento,
estrangulamiento, sofocación, ahogamiento e inmersión y objetos cortantes (ONU Mujeres, 2018, p. 43,
47). Como señala el informe, las cifras “son alarmantes por la brutalidad con la que niñas y adolescentes
son asesinadas” (ONU Mujeres, 2018, p. 47).
Al respecto Belén Sanz, representante de ONU Mujeres en México, advierte que la violencia contra niñas
y mujeres es tanto causa como consecuencia de la desigualdad y la discriminación de género; además
es una de las violaciones de los Derechos Humanos “más graves, extendida, arraigada y tolerada en el
mundo” (ONU Mujeres, 2018, p. 6). Adicional a lo anterior señala que, si bien todas las niñas y mujeres
están en riesgo de padecer violencia, existen variables como “la situación de pobreza, la pertenencia
étnica, la condición de discapacidad y el estatus migratorio, entre otras” (ONU Mujeres, 2018, p. 6) que
incrementan su vulnerabilidad y las condicionan a enfrentar barreras que impiden su acceso a la justicia o
servicios de apoyo.
Policía Especializada para investigar posibles riesgos, amenazas o afectaciones a los derechos de
niños y niñas
Defensores especializados para asesorar, orientar y representar a niñas y niños ante instancias
judiciales y administrativas
Favorecen la adaptación de servicios para la atención de NNA para facilitar la denuncia de hechos
de violencia que sufran
A partir de esto podrás realizar un análisis más profundo de la vulneración de los derechos en términos de
violencia hacia NNA en tu municipio.
Como te habrás dado cuenta, existen muchos mecanismos y ofertas disponibles para la restitución de
los derechos de la niñez y adolescencia; sin embargo, aún persisten muchos aspectos por fortalecer. Las
barreras para la protección especial de NNA son diversas, desde el desconocimiento de los funcionarios
respecto a las leyes, normas y procedimientos, sin olvidar los vacíos que presentan; hasta el hecho
de que, por razones culturales o de creencias particulares, muchos agentes públicos actúen de forma
discrecional y sin ajustarse al marco de la CDN. La demanda individual y colectiva por mejorar esta oferta
estatal tiene un papel fundamental para lograr los cambios que se requieren.
Te invitamos a ser parte de los agentes de cambio, a favor de los derechos de niñas, niños y adolescentes.
Recursos
Comisión para poner fin a toda forma de Violencia contra niñas, niños y
adolescentes (COMPREVNNA). (2017). Plan de Acción de México. Alianza
Global para poner fin a la Violencia contra Niñas, niños y Adolescentes. Gobierno
de la República-Secretaria de Gobernación-Comisión Nacional de Seguridad-
Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes-The
Global Partnership. Recuperado de https://www.unicef.org/mexico/spanish/
PLAN_ACCION_FINAL.pdf
The Global Partnership. (2017). Alianza Global para poner fin a la Violencia
contra Niñas, Niños y Adolescentes. End Violence Against Children. Recuperado
de https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/253932/Brochure_Alianza_
End_Violence_310717a.pdf
Has concluido el módulo 4 titulado Condiciones sociales de la niñez y adolescencia: violencia y restitución
de derechos. A través de sus tres ejes temáticos, has logrado conocer más acerca de la violencia,
considerada como uno de los factores de mayor vulneración y violación de los derechos de niñas, niños y
adolescentes.
Tal como se revisó anteriormente, son muchos los riesgos que conlleva el aumento de la violencia en
todos los ámbitos. En este sentido, es importante resaltar que este fenómeno afecta en distinta medida a
mujeres y a hombres, es decir, la violencia tiene un componente de discriminación de género.
Si bien la violencia de género se refiere a las agresiones y a la desigualdad que viven tanto mujeres como
hombres, a partir de su género, podemos decir que, actualmente, el mayor porcentaje de víctimas tiene
rostro de mujer. El trasfondo de la violencia hacia las mujeres, las jóvenes y las niñas es el sexismo,
los estereotipos de género, la discriminación y su exclusión histórica. Desde el enfoque de género, es
necesario deconstruir la idea de que los hombres tienen un instinto natural de agresión que los orilla a ser
violentos. En pocas palabras, para prevenir la violencia de género es necesario fomentar el desarrollo de
la igualdad.
Profundizar en el marco teórico, conceptual y legal en torno a las violencias, te permitirá ser más crítico
e identificar cómo se manifiestan, incluso la violencia estructural y las diferencias por género. Asimismo,
podrás diseñar estrategias de acción para su prevención, atención y restitución de los derechos de las
víctimas, con el fin de lograr su erradicación definitiva.
Los Estados son los principales portadores de obligaciones en la garantía de los derechos de la niñez
y la adolescencia. Sin embargo, como revisaste anteriormente, cada uno de los actores sociales tiene
responsabilidades frente a su cumplimiento: la familia, las comunidades, la sociedad civil, los sectores
público y privado. Parte de la gravedad que ahora presenta el fenómeno de la violencia es el hecho de
que, quienes deberían prevenirla y avanzar hacia su erradicación, en muchas circunstancias son quienes
la ejercen sobre NNA.
Por ejemplo, la familia, que debería ser el primer entorno protector y garante de los derechos de la niñez
y la adolescencia, es frecuentemente el escenario donde se llevan a cabo prácticas como el castigo
corporal, la violencia psicológica, el abuso sexual hacia niñas y mujeres adolescentes, entre otras. En
el caso de las escuelas, las comunidades y los espacios públicos, con frecuencia son lugares donde
NNA sufren diversos tipos de violencia y, aunque existan muchas iniciativas y avances para convertirlos
en lugares de protección, es necesario acelerar e incrementar las acciones y presupuestos para lograr
mejores resultados.
Por su parte, el Estado, desde sus políticas, servicios, instituciones y funcionarios, con frecuencia es
fuente de violencia hacia la niñez y la adolescencia, desde la exclusión de este sector de la sociedad,
al no incorporarles para el diseño, ejecución y evaluación de políticas públicas y servicios, hasta actos
violentos practicados por los mismos funcionarios. Sólo desde el reconocimiento de este fenómeno como
un problema grave será posible un compromiso más decidido para su eliminación.
Uno de los factores centrales del cambio vendrá cuando, en nuestras sociedades, se desnaturalice su
existencia, se invaliden todas las excusas para ejercerla y se convierta innegociable la aplicación de
medidas para su supresión.
Lograr que la universalidad de los derechos alcance a NNA, implica construir mecanismos efectivos de
prevención de la violencia; pero para que los derechos cobren sentido, como establece la Observación
General No. 1 del Comité de los Derechos del Niño (UNICEF México y DIF, 2014), es indispensable contar
con los recursos para reparar los daños. Para realizarlo, retomemos las medidas identificadas por la Corte
IDH (2018, pp. 5-30):
Te invitamos a sumarte a una red de protección de los derechos de NNA al concluir este diplomado, la cual
te permitirá enfrentar las injusticias y superar la indiferencia.
Cierre del diplomado Derechos de niñas, niños y adolescentes con perspectiva de género
Autoras: Nelia Bojórquez y Raquel Pastor
A través de las lecturas, las discusiones en los foros, los intercambios con tu docente en línea y,
principalmente, el desarrollo de las actividades, has mostrado las siguientes capacidades:
A partir de ahora puedes comenzar o continuar abonando al cambio de paradigma de los derechos de
NNA, con un enfoque de género, en la vida cotidiana y en tu vida profesional.
Para lograr que niñas, niños y adolescentes ejerzan sus derechos en México, aún falta un largo camino por
construir. Necesitamos un profundo cambio cultural, jurídico, institucional y de inversión económica y social
para, con y por la niñez y la adolescencia.
Ya cuentas con elementos necesarios para formar parte de esta transformación, la cual implica sembrar
con igualdad de género y respeto un nuevo marco de convivencia entre adultos con niñas, niños y
adolescentes. De este modo, transversalizar el enfoque de derecho y de género está en tus manos.
Deseamos que este sea el primer paso para convertirte en un agente de cambio y garante de los derechos
de NNA, con perspectiva de género.
Tal como decía Bustelo (2007, pp. 185-186), la niñez es la posibilidad de “otro comienzo”, implica construir
nuevas formas de relacionamiento y convivencia; es una “solicitud de libertad”, es respetar y estimular
el desarrollo de su autonomía progresiva; es “desde donde podemos cambiar el mundo”; colocando a la
niñez y la adolescencia como prioridad para concebir un mundo mejor.
¡Enhorabuena!
Has concluido con el diplomado Derechos de niñas, niños y
adolescentes con perspectiva de género.
A continuación, se enlistan los recursos de apoyo que te servirán para profundizar en el estudio de los
ejes temáticos del Módulo 4. Condiciones sociales de la niñez y adolescencia: violencia y restitución de
derechos.
Para conocer más, desde el punto de vista filosófico e histórico sobre la violencia, revisa
el siguiente video, el cual presenta un recorrido por la teoría de la violencia.
Feinmann, J. P. [Complexus]. (2016, agosto 1). [55] Teoría de la violencia. Filosofía aquí
y ahora V con Pablo Feinmann [Archivo de video]. Recuperado de https://youtu.be/_fKW-
FntQ6A
Eje temático 2. Las violencias contra niñas, niños y adolescentes: hitos e instrumentos
La Alianza Global para poner fin a la Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes, es la única estrategia
de las Naciones Unidas que tiene sistematizada la experiencia de lo que funciona y no en la prevención
y atención a la violencia hacia NNA, agrupada en 7 ejes. Para conocer más al respecto, te sugerimos
consultar los siguientes documentos:
The Global Partnership, SIPINNA y UNICEF. (2017). Guía para la elaboración de planes
de acción estatales. Alianza Global para poner fin a la Violencia contra Niñas, Niños y
Adolescentes. México: Global Partnership/SIPINNA/UNICEF. Recuperado de https://www.
gob.mx/cms/uploads/attachment/file/411689/Gu_a_para_elaboraci_n_de_Planes_de_
Acci_n_estatales-.pdf
The Global Partnership, SIPINNA, CNS y UNICEF. (2017). Reporte preliminar de avances
del estado de implementación del Plan de Acción de México 2017 - 2018. Alianza
Global para poner fin a la Violencia contra Niñas, Niños y Adolescentes. México: Global
Partnership/SIPINNA/CNS/UNICEF. Recuperado de https://www.gob.mx/cms/uploads/
attachment/file/411924/Reporte_preliminar_de_avances_Plan_de_Acci_n.pdf
Eje temático 3. Marco general para la restitución de derechos humanos frente a la violencia contra
niñas, niños y adolescentes
En el siguiente documento, realizado por Save the Children, podrás encontrar cifras que
reflejan los principales problemas que enfrentan la niñez y la adolescencia en México.
Save the Children. (2017). Los peligros para la niñez. Indicadores para México. México:
Save the Children. Recuperado de https://www.savethechildren.mx/sci-mx/media/
documentos/310517-Los-peligros-para-la-Ninez-en-Mexico-Save-the-Children.pdf
Fuentes de consulta
Eje temático 1:
Animal Político. (10 de abril de 2018). La violencia cuesta a México 4 billones de pesos; 8 veces más
que lo invertido en salud: Índice de Paz Global. Recuperado de https://www.animalpolitico.com/2018/04/
violencia-cuesta-4-billones-de-pesos/
Aristegui Noticias. (21 de enero de 2018). En 2017, más de 29 mil asesinatos en México; 671 fueron
feminicidios. Recuperado de https://aristeguinoticias.com/2101/mexico/en-2017-mas-de-29-mil-asesinatos-
en-mexico-671-fueron-feminicidios/
Aristegui Noticias. (22 de agosto de 2012). La violencia no se mide por el número de homicidios: INEGI.
Recuperado de https://m.aristeguinoticias.com/2208/mexico/la-violencia-no-se-mide-por-el-numero-de-
homicidios-inegi/
Calderón, P. (2009). Teoría de conflictos de Johan Galtung (No. 2). (pp. 60-81). Revista de Paz y
Conflictos. Recuperado de http://www.redalyc.org/pdf/2050/205016389005.pdf
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. (2015). Violencia, niñez y crimen organizado. CIDH/
Organización de los Estados Americanos: Estados Unidos. Recuperado http://www.oas.org/es/cidh/
informes/pdfs/ViolenciaNinez2016.pdf
CreeSer ABP. (2014). Taller Cultura de paz: Conceptos y herramientas participativas para el
acompañamiento comunitario. Recuperado de https://goo.gl/c43nTz
Domenach, J. M. (1981). La violencia. En UNESCO. La violencia y sus causas (pp. 33-45). Francia:
UNESCO. Recuperado de https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000043086_spa
Fisher, S., Abdi, D. I., Ludin, J., Smith, R., Williams, S. y Williams, S. (2000). Working with conflict: skills
and strategies for action [Trabajando con el conflicto. Habilidades y Estrategias para la Acción]. Nueva
York, Estados Unidos: Recuperado de http://www.bibliotecavirtual.info/recursos/Trabajando-con-el-
Conflicto.pdf
Galtung, J. (2004). Violencia, guerra y su impacto. Sobre los efectos visibles e invisibles de la violencia.
Polylog. Recuperado de https://them.polylog.org/5/fgj-es.htm
Gutiérrez, L. (20 de junio de 2017). Índice de Paz México 2017.Consejo Mexicano de Ciencias Sociales
(COMECSO). Recuperado de https://www.comecso.com/publicaciones/indice-de-paz-mexico-2017
Instituto Nacional de Estadística y Geografía. (2018). Datos preliminares revelan que en 2016 se
registraron 23 mil 953 homicidios. INEGI México. Recuperado de https://goo.gl/Ue1bbu
Jiménez-Bautista, F. (2012). Conocer para comprender la violencia: origen, causas y realidad (Vol. 19,
No. 58). Convergencia, Revista de Ciencias Sociales. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.
php?script=sci_arttext&pid=S1405-14352012000100001
Klineberg, O. (1981). Las causas de la violencia desde una perspectiva socio-psicológica. En UNESCO.
La violencia y sus causas (pp. 123-137). Francia: UNESCO. Recuperado de https://unesdoc.unesco.org/
ark:/48223/pf0000043086_spa
Milenio digital. (24 de junio de 2017). Rectifican: México no es el segundo país más violento. Milenio.
Recuperado de https://www.milenio.com/policia/rectifican-mexico-no-es-el-segundo-pais-mas-violento
Secretaría de Salud. (2006). Informe Nacional sobre Violencia y Salud. Ciudad de México, México: SSA.
Recuperado de
https://www.unicef.org/mexico/spanish/Informe_Nacional-capitulo_II_y_III(2).pdf
UNICEF. (2006). Convención sobre los Derechos del Niño. UNICEF Comité Español. Recuperado de http://
www.un.org/es/events/childrenday/pdf/derechos.pdf
Eje temático 2:
Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM). (2017). Estudios sobre el cumplimiento e impacto de las recomendaciones generales, informes
especiales y pronunciamientos de la CNDH 2001-2017. Tomo I: Niños, Niñas y Adolescentes. México:
CNDH-UNAM. Recuperado de http://www.cndh.org.mx/sites/all/doc/Informes/Especiales/NNA-PUDH-
CNDH.pdf
Comité de los Derechos del Niño. (2011). Observación general No. 13. Derecho del niño a no ser objeto
de ninguna forma de violencia. Nueva York, Estados Unidos: ONU-Convención de los derechos del niño.
Recuperado de http://www.bienestaryproteccioninfantil.es/imagenes/tablaContenidos03SubSec/G1142390.
pdf
Comité de los Derechos del Niño. (2014). Observaciones Generales del Comité de los Derechos del Niño.
México: UNICEF-DIF. Recuperado de https://www.unicef.org/ecuador/UNICEF-ObservacionesGeneralesDe
lComiteDeLosDerechosDelNino-WEB.pdf
INEGI. (2015), Módulo sobre Ciberacoso. MOCIBA 2015 principales resultados (MOCIBA). México: INEGI.
Recuperado de http://www.beta.inegi.org.mx/contenidos/proyectos/investigacion/ciberacoso/2015/doc/
mociba2015_principales_resultados.pdf
INEGI. (2016). Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH)
Principales resultados. México: INEGI. Recuperado de http://www.beta.inegi.org.mx/contenidos/programas/
endireh/2016/doc/endireh2016_presentacion_ejecutiva.pdf
INEGI. (2017). Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los
Hogares (ENDUTIH) 2017. México: INEGI. Recuperado de http://www.beta.inegi.org.mx/contenidos/
saladeprensa/boletines/2018/OtrTemEcon/ENDUTIH2018_02.pdf
Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) y UNICEF. (2016). Encuesta Nacional de los Niños, Niñas y
Mujeres en México (ENIM). México: INSP/UNICEF. Recuperado de https://www.insp.mx/enim2015/informe-
resultados-2015.html
Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). (2012). Encuesta Nacional de Salud y Nutrición
2012 (ENSANUT). México: INSP. Recuperado de https://ensanut.insp.mx/informes/
ENSANUT2012ResultadosNacionales.pdf
Machel, Graça. (1996). Repercusiones de los conflictos armados sobre los niños. Nueva York, EUA:
Asamblea General de las Naciones Unidas (A/51/306, 26 de agosto de 1996). Recuperado de https://www.
acnur.org/fileadmin/Documentos/BDL/2008/6260.pdf?view=1
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Comisión Económica para América Latina y el Caribe
(CEPAL). (2016). Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Una oportunidad para América
Latina y el Caribe. Santiago, Chile: ONU-CEPAL. Recuperado de http://www.sela.org/media/2262361/
agenda-2030-y-los-objetivos-de-desarrollo-sostenible.pdf
Organización de las Naciones Unidas (ONU). (2015). Objetivos de Desarrollo del Milenio Informe de 2015.
Nueva York, EUA: ONU. Recuperado de http://www.un.org/es/millenniumgoals/pdf/2015/mdg-report-2015_
spanish.pdf
Pinheiro, P. S. (2006). Informe del experto independiente para el estudio de la violencia contra los niños, de
las Naciones Unidas. Nueva York, EUA: ONU-Asamblea General de Naciones Unidas (A/61/299, 29 agosto
2006). Recuperado de https://www.unicef.org/violencestudy/reports/SG_violencestudy_sp.pdf
Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia contra los Niños. (2018). Informe anual
de la Representante Especial del Secretario General sobre la Violencia contra los Niños. Nueva York, EUA:
ONU- Asamblea General (A/73/276, 30 julio 2018). Recuperado de http://undocs.org/es/A/73/276
Save the Children. (2017). Los peligros para la niñez. Indicadores para México. México: Save the Children.
Recuperado de https://www.savethechildren.mx/sci-mx/media/documentos/310517-Los-peligros-para-la-
Ninez-en-Mexico-Save-the-Children.pdf
Secretaría de Educación Pública (SEP) y UNICEF México. (2009). Informe nacional sobre violencia de
género en la educación básica en México. México: SEP/UNICEF México. Recuperado de https://www.
unicef.org/mexico/spanish/Estudio_violencia_genero_educacion_basica_Part1.pdf
Secretaría de Educación Pública (SEP). (2014). Tercera Encuesta Nacional sobre Exclusión, Intolerancia
y Violencia en las Escuelas de Educación Media Superior (ENEIVEMS). México: SEP. Recuperado
de http://www.sems.gob.mx/work/models/sems/Resource/11599/5/images/sems_encuesta_violencia_
reporte_130621_final.pdf
Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA). (2017). Programa Nacional
de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes 2016-2018 (PRONAPINNA). México: SEGOB/SIPINNA.
Publicado en Diario Oficial de la Federación (DOF) 16 agosto 2017. Recuperado de https://www.gob.mx/
cms/uploads/attachment/file/331413/PRONAPINNA_-.pdf
The Global Partnership for Education. (2016). End Violence Against Children. Washington D.C.: The Global
Partnership. Recuperado de https://resourcecentre.savethechildren.net/sites/default/files/documents/gp_
strategy_es.pdf
UNICEF. (2014). La Convención sobre los Derechos y sus tres Protocolos Facultativos. Buenos Aires,
Argentina: UNICEF Argentina. Recuperado de https://www.unicef.org/argentina/sites/unicef.org.argentina/
files/2018-03/CDN_2014.pdf
UNICEF. (2015). Progreso para todos los niños en la era de los ODS (resumen ejecutivo). Lima, Perú:
UNICEF. Recuperado de https://www.unicef.org/peru/spanish/Progeso_para_todos_los_ninos_en_la_era_
de_los_ODS_-_UNICEF_-_2018.pdf
UNICEF México. (2017). Informe Anual México 2017. México: UNICEF. Recuperado de https://www.unicef.
org/mexico/spanish/Informe-Anual-2017.pdf
UNICEF México. (2018). Los derechos de la infancia y la adolescencia en México. México: Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Recuperado de https://www.unicef.org/mexico/spanish/SITAN-
UNICEF2018.pdf
Bustelo, E. (2007). El recreo de la infancia. Argumentos para otro comienzo. Buenos Aires, Argentina:
Siglo XXI Editores. Recuperado de https://www.academia.edu/5911911/EL_RECREO_DE_LA_INFANCIA_
Argumentos_para_otro_comienzo
Cámara de Diputados. (2016). Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos. México:
Cámara de Diputados. Recuperado de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/115_180716.pdf
Cillero, M. (2007). El interés superior del niño en el marco de la Convención Internacional sobre los
Derechos del Niño. Revista Justicia y Derechos del Niño (No. 9). Santiago, Chile: UNICEF Chile.
Recuperado de http://www.unicef.cl/web/wp-content/uploads/doc_wp/justcia%20_y_derechos_9.pdf
Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF). (2007). Acceso a la justicia y derechos
humanos. México: Guía para la Educación en Derechos Humanos. Recuperado de https://piensadh.cdhdf.
org.mx/images/publicaciones/guia_para_la_educacion_en_derechos_humanos/2011_Acceso_justicia.pdf
Kant, E. (2003). Pedagogía, Chile: Escuela de Filosofía Universidad ARCIS. Recuperado de https://www.
ddooss.org/articulos/textos/kant_pedagogia.pdf
ONU Asamblea General. (1948). Declaración Universal de los Derechos Humanos. Paris, Francia: ONU.
Recuperado de http://www.un.org/es/documents/udhr/UDHR_booklet_SP_web.pdf
ONU Asamblea General. (1976). Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Nueva York, EUA: ONU. Recuperado de https://www.ohchr.org/Documents/ProfessionalInterest/cescr_
SP.pdf
ONU Asamblea General. (2003). Observaciones generales aprobadas por el Comité de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales. Nueva York, EUA: ONU. Recuperado de https://conf-dts1.unog.
ch/1%20spa/tradutek/derechos_hum_base/cescr/00_1_obs_grales_cte%20dchos%20ec%20soc%20cult.
html
ONU Comité de los Derechos del Niño. (2013). Observación general Nº 14 sobre el derecho del niño
a que su interés superior sea una consideración primordial (artículo 3, párrafo 1). Nueva York, EUA.:
ONU Convención sobre los Derechos del Niño. Recuperado de https://www.observatoriodelainfancia.es/
ficherosoia/documentos/3990_d_CRC.C.GC.14_sp.pdf
ONU Mujeres. (2018). Violencia y feminicidio de niñas y adolescentes en México. México: ONU
Mujeres. Recuperado de http://www2.unwomen.org/-/media/field%20office%20mexico/documentos/
publicaciones/2019/violencia%20y%20feminicidio%20de%20nias%20y%20adolescentes%20en%20mxico_
versin%20web.pdf?la=es&vs=5059
Organización Panamericana de la Salud. (2016). INSPIRE. Seven Strategies for Ending Violence Against
Children [Siete estrategias para poner fin a la violencia contra los niños y las niñas]. Washington, D.C.:
OPS. Recuperado de https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/253927/INSPIRE_Full_text_
SPANISH.PDF
Saavedra, Y. (2013) Teoría de las reparaciones a la luz de los derechos humanos. México: Suprema Corte
de Justicia de la Nación (SCJN)-Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para
los Derechos Humanos (OACNUDH)-Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
Recuperado de https://cdhdf.org.mx/wp-content/uploads/2015/05/7-Teor%C3%ADa-reparaciones.pdf
Senado de la República. (2018). Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes. México:
Cámara de Diputados. Recuperado de http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LGDNNA_200618.pdf
UNICEF México y DIF. (2014). Observaciones Generales del Comité de los Derechos del Niño. México:
UNICEF México-DIF. Recuperado de https://www.unicef.org/ecuador/UNICEF-ObservacionesGeneralesDel
ComiteDeLosDerechosDelNino-WEB.pdf
UNICEF México y DIF. (2016). Guía práctica para la protección y restitución de derechos de niñas, niños
y adolescentes. México: UNICEF México-DIF. Recuperado de https://www.unicef.org/mexico/spanish/
UNICEF_GuiaPractica_BAJA.pdf