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5. Escenario socioeconómico.

5.1 Definición de escenario socioeconómico.

Los escenarios socioeconómicos pueden hacer referencia a representaciones


creíbles y simplificadas de condiciones socioeconómicas futuras. Los escenarios
socioeconómicos son representaciones de posibles estados futuros de todas las
cosas que forman la sociedad y la economía a nivel mundial, regional o local.

Los escenarios socioeconómicos no constituyen previsiones ni estimaciones y no


pretenden predecir las condiciones del futuro. Un escenario también es distinto de
una proyección, que suele ser una simple extrapolación de tendencias históricas
según una o más variables. La razón para incorporar los escenarios socioeconómicos
a las evaluaciones y planes (e informes de las comunicaciones nacionales) de
vulnerabilidad y adaptación (VyA) es que la vulnerabilidad al cambio climático
depende de la naturaleza del sistema que está expuesto al cambio climático dentro
de un contexto socioeconómico.

5.2 Cómo afecta un escenario socioeconómico a la huella


ecológica.

El desarrollo socio-económico de los países tiene una influencia importante sobre el


medio ambiente. El volumen de tráfico comercial contribuye de varias maneras a
aumentar o paliar la contaminación, dos impactos diferentes que dependen, entre
otras cosas, de los ingresos del país en el que se desarrolla la actividad económica.

Un estudio realizado en 98 países del mundo analiza la relación entre tráfico comercial
y contaminación. Los autores indican que un aumento en la producción y
comercialización de bienes supone también un incremento en los índices de
contaminación. Aun así, esta afirmación debe matizarse ya que no siempre se puede
aplicar de la misma manera a todos los países. El informe demuestra que, a pesar de
que el aumento en la producción y comercialización de bienes se concibe también
como un incremento directo en la contaminación, en algunos países desarrollados se
puede revertir en efectos positivos. Por el contrario, los países desarrollados sufren
un empeoramiento de la calidad del entorno natural con un mayor del desarrollo
económico.

Cuanta más actividad económica se produzca, mayor será el consumo de energía y


de servicios como transporte, un hecho que implica más costes ambientales. Por lo
tanto, el estudio concluye que un tráfico comercial muy alto es más nocivo y tiene
peores consecuencias en la calidad medio ambiental.
Asimismo, los países desarrollados que tienen altos ingresos, probablemente adaptan
su producción a leyes, normas y reglamentos que regulan la contaminación. En
cambio, los estados en desarrollo no cuentan con normas tan severas para la
producción de sus bienes, por lo que la fabricación y comercialización de sus
productos deja peor huella en el medio ambiente que en los países ricos.

Cuando existe un tráfico comercial elevado en algún país, el consumo de energía


también es cuantioso. Este hecho puede suponer un aumento indiscriminado de la
degradación medioambiental según un estudio publicado en 2013 sobre “los efectos
del desarrollo económico, el crecimiento económico, el consumo de carbón y la
apertura comercial sobre las emisiones de CO2 en Sudáfrica”. Esta investigación
analiza la evolución de todos estos conceptos correlacionados desde 1965 hasta
2008 y concluye que el crecimiento económico va ligado de un aumento en el
consumo de energía. En el caso de Sudáfrica el carbón es la principal fuente de
energía, una de las más contaminantes.

El uso no moderado por parte de las empresas e incluso nuestra comunidad en la


medición excesiva de la huella ecológica (78% consumo de más de 6 planetas) nos
indica un desbalance no grato para las acciones tomadas para financiar un consumo
de energía excesivo en grandes ciudades.

EFECTOS POSITIVOS

Aun así, el informe anterior indica que existen indicios para pensar que una mayor
actividad económica puede tener un impacto positivo en el medio ambiente. Para
lograr un crecimiento económico sano y limpio y mantener una buena relación con
nuestro entorno, el crecimiento de los beneficios de la producción y comercialización
de productos deben ir acompañados de inversiones en constantes mejoras en todos
los procesos de la actividad comercial para reducir la contaminación al mínimo
posible. Esto se traduce en apoyo a la investigación, aplicación de las medidas
apropiadas, desarrollo y adaptación de nuevas tecnologías para la creación de
industrias limpias, etc.

La investigación de contaminación y crecimiento económico realizada en Sudáfrica


también añade que “un mayor grado de apertura económica y financiera refuerza el
marco institucional para la creación de incentivos a las empresas para reducir las
emisiones contaminantes”. Además, en el estudio subrayan los efectos de las
políticas económicas y políticas medioambientales, así como en el comportamiento
financiero de los países. “Un mayor grado de desarrollo del sistema financiero
dedicado a apuntalar las innovaciones tecnológicas y a aumentar el gasto en I+D+I
en la conservación de energía se traduce en la eficiencia energética y por lo tanto
puede reducir las emisiones”, reflejan los autores.

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