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Juan de Palafox y Mendoza, nacido en 1600 en Fitero (Navarra), fue una figura
perteneciente a la corriente de pensamiento místico y ascético, presente desde la Edad Media,
y que explicaba los ejercicios espirituales que un cristiano debía seguir para aspirar a la
perfección y a la imitación de Cristo.
Dentro de sus Varias poesías espirituales se encuentran los Diez grados de amor
divino, diez poemas, de distinta métrica cada uno, acompañados de textos en prosa en los
cuales Palafox describe el proceso para llegar a la unión del alma con Dios. Para llegar a
esta unión, Palafox sigue las vías que Bernardo Fontova describe en su Tratado espiritual de
las tres vías, y que él mismo desarrolla en el Varón de deseos (1786):
1. La vía purgativa, en donde “el principal empleo de las almas es llorar […] porque
con las lágrimas y el dolor de los pecados, se ban purgando las culpas, malos
hábitos, y otros ruines efectos, que los vicios dexáron en ella […]” (10);
2. la iluminativa, donde “la principal materia [de la Via Iluminativa] es el desear
amar a Dios, y irse exercitando el alma en las virtudes morales” (Ibid.: 118);
3. y la unitiva, donde la materia “es el amor, y hacer actos anagógicos de las Virtudes
Teologales, y en heroico grado exercitar las Morales, no arderá sin deseos este
amor, ni dexará de acompañar el dolor estas finezas” (Ibid.: 225).
En las poesías escritas por Palafox, uno de los tópicos utilizados para referirse a Dios
y al amor del alma por él es el de la luz y el fuego, respectivamente. El propósito del presente
trabajo es observar cómo utiliza estos recursos a lo largo de los diez grados para ilustrar el
camino del alma a la unión con Dios por medio del amor.
En este fragmento podemos ver esta contraposición de las tinieblas y las sombras, que
denotan la idea del mal y de Lucifer, con la luz, que es la presencia de Dios.
En este fragmento, la llama funciona como la representación del amor de Dios hacia
el alma, que se empieza a acercar a la perfección de Cristo y, por lo tanto, a su unión con él.
El alma, además, deja de observar cualquier otra cosa del mundo real para centrarse
en la contemplación divina:
El alma aquí habla a su amado, siguiendo con el juego de la vista y la luz divina, y se
ofrece como suya en cuerpo y alma; de ahí el atrevimiento que es movido por el amor, y que
olvida cualquier temor o pena:
Palafox, dentro de la prosa de Diez grados de amor divino hace referencia a diversos
pasajes de la Biblia que justifican su propio discurso sobre bases teológicas firmes. Dentro
de estas fuentes, también se encuentran múltiples alusiones a la luz y al fuego como
representaciones de Dios y del amor, como podemos observar en los siguientes fragmentos:
Donde se le apareció el Señor en una llama de fuego que salía de en
medio de una zarza; y veía que la zarza estaba ardiendo, y no se consumía
(Éxodo, III: 2).
Y miré, y he aquí que venía del norte un torbellino de viento, y una gran
nube, y un fuego que se revolvía dentro de la nube, y un resplandor alrededor de
ella; y en su centro, esto es, en medio del fuego, una imagen de un personaje,
tan brillante como de ámbar (Ezequiel, I: 4).
Palafox también hace referencia a Rusbroquio (a quien llama “autor grave” [1762:
552]), autor místico del siglo XIII que escribió también sobre las maneras de llegar al amor
divino en sus Bodas espirituales, y que utiliza también el tópico del fuego y de la luz:
[…] baxamos al mismo fondo, donde ade el fuego del Divino Espiritu;
de donde nace, que el fuego del Divino Amor arda, y hierva siempre, y que el
coracon en la acción de gracias, y alabanca de Dios con palabras, y obras
perpetuamente hierva, y bulla […] (1698, XVI: 243).
Finalmente, podemos concluir que Palafox utiliza los tópicos de la luz y el fuego para
ilustrar cada grado, y de esta manera aludir en sus poesías a Dios y a la unión del alma en la
perfección sagrada por medio del amor. Asimismo, se basa en la Biblia y en autores místicos
para sustentar la prosa que acompaña a cada poesía y para utilizar los tópicos antes
mencionados.
Fuentes utilizadas:
De Palafox y Mendoza, J. (1762). Diez Grados del Amor Divino. Obras del Ilustrissimo,
excelentissimo y venerable siervo de Dios, Don Juan de Palafox y Mendoza (Vol.
VII). Madrid: Imprenta de don Gabriel Ramírez.
De Palafox y Mendoza, J. (1786). Varon de deseos: En que se declaran las tres vias de la
vida espiritual. Madrid: Imprenta Benito Cano.
Rusbroquio, J. (1698). Traduccion de las obras del iluminado doctor y venerable padre D.
Juan Rusbroquio (Vol. II). Madrid: Oficina de la Viuda de Melchor Alvarez.