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LA COMPRENSIÓN Y LA TEORÍA DE LOS ESQUEMAS

La comprensión y sus implicaciones


"La preocupación acerca de cómo los humanos resuelven problemas tiene una larga tradición y
puede adscribirse a diversos campos de conocimientos. La complejidad de la tarea ha necesitado de
desarrollos interdisciplinares de modo que recién en los últimos cuarenta años se han producido
algunos avances significativos.

Durante las décadas 70-80, se producen desarrollos que permiten distinguir con claridad el
conocimiento y habilidades puestas en juego por sujetos en etapa de instrucción llamados "novatos"
-en la literatura- respecto al de sujetos con dominio en un área específica de conocimiento
denominados "expertos". El Learning Research and Development Center of University of Pittsburgh,
reporta en "Publications on the Nature of Skill and Expertise" más de 100 estudios desarrollados
entre 1985 y 1998"

En relación a ello, debemos analizar el concepto de "comprensión", debido que juega un papel
muy importante para la solución de problemas, y como las diversas teorías explican cómo los
individuos llegan a solucionar un problema.

Concepto
Según Emily Sigmund (2002) "Es un proceso de creación mental por el que, partiendo de ciertos
datos aportados por un emisor, el receptor crea una imagen del mensaje que se le quiere transmitir.
Para ello es necesario dar un significado a los datos que recibimos. Cuando utilizamos el término
"datos" nos estamos refiriendo a cualquier información que pueda ser utilizada para llegar a
comprender un mensaje. Los datos pueden ser de diferente tipo: palabras, conceptos, relaciones,
implicaciones, formatos, estructuras, pueden ser lingüísticos, culturales, sociales, etc."

La comprensión es un proceso", debido que todas las funciones orgánicas están reguladas por el
cerebro y hay un permanente flujo de información entre los órganos y el cerebro, en la comprensión
sucede de manera más evidente, debido que la parte mental interviene de manera activa,
indicándonos que comprender no es un proceso pasivo. Por el contrario, es un proceso que exige
por parte del receptor tanta o más actividad que el proceso de expresión. Básicamente, podríamos
decir que el proceso de comprensión consiste en aislar, identificar y unir de forma coherente
unos datos externos con los datos de que disponemos.

El proceso de comprensión en sí, es el mismo en todos los casos aunque variarán


los medios y los datos que tendremos que utilizar para llevarlo a cabo. Un ejemplo nos ayudará
a entender esta idea:

"cuando un mimo hace una representación somos capaces de comprender el mensaje que nos
quiere transmitir aunque no utilice palabras, cuando leemos una carta somos capaces de
comprenderla aunque no veamos la expresión de la cara del remitente, cuando un amigo nos
describe su lugar de vacaciones somos capaces de imaginarlo aunque no lo hayamos visto nunca."
Queda claro que si bien la labor que tenemos que realizar para comprender en cada una de las
situaciones es la misma, la diferencia estribará en los medios y los datos que tendremos que
manipular para poder llegar a hacerlo.

Ante cualquier mensaje o situación realizamos una interpretación, la más adecuada y acorde
posible a los datos disponibles en ese momento. Esto no quiere decir que sea la "correcta" pero
si es suficiente para saciar nuestra necesidad de interpretar la realidad que nos rodea. Es inevitable
e imposible no realizar interpretaciones. Todo es interpretado, aunque las interpretaciones estén
continuamente variando y completándose.

FUNDAMENTOS DE LA COMPRENSIÓN
La comprensión al ser un proceso mental muy complejo se fundamenta en, al menos, cinco
aspectos básicos: OBSERVAR, INTERPRETAR, RETENER, ORGANIZAR Y VALORAR, cada
uno de los cuales supone el desarrollo de habilidades diferentes, y que en un momento dado
pueden darse de manera no ordenada ni sistemática, y cuya demostración real del individuo es
cuando se es capaz de llevar a cabo una serie de acciones o "desempeños" que demuestran que
uno ha captado un tópico y que al mismo tiempo se progresa en el mismo, es decir, es ser capaz de
tomar el conocimiento y utilizarlo en formas diferentes. Esto refiere que muchas veces podemos
abordar un problema y resolverlo pero puede darse la circunstancia que no podamos dar una
explicación coherente a un conjunto de datos relacionados con el problema resuelto.

Una de las posturas en la cual se fundamentan los investigadores para explicar dicha relación
de procesos es:

.TEORÍA DE LOS ESQUEMAS


La Teoría de los Esquemas (Schema Theory) afirma que dentro de la memoria humana existen
esquemas o redes de información

En tal sentido, el concepto original de los Esquemas (Shemata) está relacionado con el de la
memoria reconstructiva como lo planteó y demostró Bartlett en 1932 en una serie de experimentos.
Bartlett estableció que los esquemas y estereotipos que tienen los individuos influencian no
solamente como interpretan ellos información nueva (esquema extraño o ajeno) sino también como
recordaban la información en el tiempo. De acuerdo con él, esta es una forma de organizar en la
memoria las experiencias pasadas de manera que al recordar uno construye o infiere los posibles
componentes de una memoria o recuerdo y el orden en el que ocurrieron. Otra explicación dice que
"esquema es un término utilizado en algunas teorías cognitivas para denominar las representaciones
mentales de eventos o situaciones.

Existen en la mente estructuras de datos para representar tanto conceptos genéricos como
específicos referentes al mundo exterior".

ESQUEMAS COGNITIVOS: FUNCIONES, CARACTERÍSTICAS Y TIPOS


Los esquemas cognitivos (o simplemente “esquemas”) son las unidades básicas con las cuales el
cerebro organiza la información que posee. Estos patrones permiten que se comprenda lo que se
percibe del entorno, de sí mismo o lo que se hace, al tiempo que permite que se sucedan la memoria
y el aprendizaje.
Un esquema es una estructura abstracta de conocimiento o "una estructura de datos para
representar conceptos genéricos almacenados en la memoria" (Rumelhart, 1984 p. 163). Con ello se
pretende explicar cómo el conocimiento previo de las personas afecta la comprensión
Algunos podrían confundir los esquemas con definiciones tipo diccionario o conceptos, pero los
esquemas cognitivos son más simples y a la vez más complejos. Mientras que no será fácil para
cualquier sujeto redactar una definición de un concepto tan sencillo como el de “silla”, todos tienen
un esquema mental con el que representan ese objeto.
Es esa representación del objeto la que va a permitir que se reconozca una silla al verla, que no se
confunda con otro tipo de objeto, que se pueda utilizar, dibujar, crear, etc. La silla que se tiene en
frente es real y única, mientras que el esquema es solo una representación general de todas las
sillas. O al menos de las conocidas.
Los seres humanos poseen esquemas cognitivos sobre prácticamente todo lo que han
experimentado en su vida y todo con lo que han interactuado. Estos esquemas no son estáticos, sino
que se comunican entre sí, se retroalimentan, cambian y se refinan. Queda claro que son estructuras
complejas y muy valiosas.

LOS ESQUEMAS COMO FACILITADORES DE LA COMPRENSIÒN


¿Por qué algunas personas comprenden mejor o más rápidamente que otras?

Para comprender un mensaje se necesita activar o construir un esquema que dé "buena"


cuenta de los objetos y sucesos descritos.

. La teoría del esquema destaca el hecho de que es posible más de una interpretación de un texto. El
esquema que se formulará con respecto a un texto depende de la edad, el sexo, la raza,
la religión, la nacionalidad y la ocupación del lector, pero sobretodo del conocimiento previo
del sujeto con respecto al tópico o dominio que se requiera.

EJEMPLO:

La comprensión de un texto no está garantizada por el simple procesamiento lingüístico; como


proceso cognitivo complejo, la comprensión va más allá del texto mismo y de la información que éste
contiene. Mucha de la información que permite entender un texto reside en el conocimiento previo
compartido entre autor y lector y no se puede construir la representación de los contenidos del texto
si el lector no pone el texto en relación con su conocimiento previo, sus creencias y actitudes (Just y.
Carpenter: 1987).

En el proceso de comprensión de lectura, entonces, el lector es tanto o más importante que el texto
mismo y el procesamiento del texto se logra sólo a partir de la relación interactiva y simultánea entre
los esquemas de conocimiento del lector y la información nueva provista por el texto. Es claro que el
significado no reside en el texto mismo, sino que éste es construido por el lector a partir de la
activación de sus esquemas de conocimiento apropiados, los cuales, en un procesamiento
descendente del texto, le permiten hacer predicciones cognitivas acerca de los contenidos.

Funciones de los esquemas cognitivos


1. Sirven de soporte cognitivo al procesamiento de la información
El centro de toda la actividad cognitiva es procesar la información que se recibe a cada segundo, ya
sea para darle una utilidad o descartarla.

Desde este punto de vista, los esquemas ofrecen un marco de referencia para asimilar toda la nueva
información. Lo que ya está esquematizado le da sentido y asidero a la nueva información a
procesar. Encarna una organización estructural de la información que representa

2. Ayudan a distinguir la información relevante de la no relevante

Procesar información es costoso a nivel energético para el cerebro. Por ello, hay que disponer de los
recursos cognitivos de la manera más eficiente posible.

Los esquemas con que cuenta cada persona le permiten clasificar la información nueva según su
relevancia, para dirigir la atención solo a lo que resulte útil. Un esquema dirige la focalización de
la atención. Se utiliza para juzgar la importancia y familiaridad de la información, y atender a lo más
importante o a lo menos familiar.

3. Permiten realizar inferencias y la comprensión contextual

No toda nueva información a la que se expone un sujeto cuenta con un sistema de referencias apto
para su comprensión. En muchas ocasiones, habrá vacíos de información o falta de contexto. Allí
entran en juego los esquemas, dándole un significado a lo implícito, al encontrar relaciones entre
distintas ideas o conceptos.

4. Orientan la búsqueda organizada de nueva información

En muchas ocasiones, la nueva información a la que accede una persona no le llega por azar, sino
que la busca de forma voluntaria.

Sin esquemas previos acerca de lo que se desea buscar, el proceso sería confuso, vago y
desorganizado en el mejor de los casos. Serán los esquemas relacionados los que guíen el proceso
de búsqueda de información. (memoria)
5. Ayudan a sintetizar la información recibida

Los esquemas son en sí mismos formas sintéticas de información. Se les concibe como las unidades
mínimas de información. Por ende, cuando se intenta procesar información compleja, los esquemas
cognitivos previos permitirán distinguir las ideas principales de las secundarias y las
complementarias, facilitando su jerarquización y resumen.

6. Colaboran con la reconstrucción de información perdida


(reconstrucción inferencial)

Es común que, cuando se intenta procesar información nueva, el sujeto se encuentre con lapsus en
su memoria u olvidos, que dificultan la comprensión y asimilación de dicha información.

La utilidad de los esquemas previos, en estos casos, es alta, dado que permiten poner a prueba
hipótesis que ayuden a generar o regenerar estos conceptos.

Sin profundizar mucho más en el tema, queda claro que los esquemas cognitivos son altamente
funcionales y están omnipresentes en todas las fases del procesamiento y almacenamiento de la
información.

Características de los esquemas cognitivos


Algunas de las características de los esquemas cognitivos se pueden comprender en función de lo


ya dicho en párrafos anteriores.

Por ejemplo, los esquemas se consideran unidades cognitivas de alto nivel, en tanto que son
entidades con gran grado de complejidad, compuestas a su vez por elementos mucho más simples.

Son multifuncionales

Tienen una función en cada uno de los procesos cognitivos: la sensopercepción, la atención, el
procesamiento de información, la memoria, el aprendizaje, la resolución de problemas, etc.

Se encajan o conectan entre sí


La teoría de los esquemas aclara que estos no están solos en el sistema cognitivo. Cada uno de
ellos forma parte de un complejo entramado, que es dinámico y le confiere a cada esquema una
utilidad mayor. Las redes con las que se conecta cada esquema van a cambiar de acuerdo a las
necesidades particulares de cada caso.

Así pues, para seguir con el mismo ejemplo, el esquema de silla está asociado a uno más general, el
de asiento, en tanto que las sillas son formas de asiento. Pero en un nivel más específico también
estará relacionado con el esquema de silla de bebé, en tanto que esta última es una forma particular
de silla.

De la misma forma, cada esquema de un tipo tendrá conexiones con otros tipos de esquemas. Por
ejemplo, el esquema de silla, que es de tipo visual, estará relacionado con el esquema de cómo
sentarse u otros más específicos (cómo sentarse en un restaurante de gala), que es un esquema de
tipo situacional.

Estas posibilidades de conexiones están latentes mientras no sean necesarias. Por ejemplo, si el
objetivo es solo distinguir una silla básica, bastará el esquema más sencillo; pero si alguien pide “una
silla o algo parecido” el esquema con sus asociaciones más complejas se activará inmediatamente.

Cuando un esquema es joven (es decir, que fue creado recientemente), no tendrá muchas
conexiones (como ocurre con los niños).

Sin embargo, a medida que se experimente más con este, surgirán más asociaciones, que refinarán
dicho esquema. Por ejemplo, cuando se aprende que una silla eléctrica es otro tipo de silla.

Tienen elementos variables y fijos

Como ya se vio en el punto pasado, un esquema general contiene a otros más específicos. Mientras
más general sea un esquema, más elementos variables tendrá; y mientras más específico, más
elementos fijos lo compondrán. De la misma forma, a medida que un esquema se refina, se van
cambiando sus elementos fijos por variables.

Cuando se es niño, por ejemplo, se puede creer que un elemento fijo de toda silla es que debe
poseer cuatro patas, pues eso dice el esquema.

Cuando se conocen más modelos de sillas, se descubrirá que este es un elemento variable, pues
algunas sillas tendrán más o menos patas, e incluso habrá sillas que no posean ninguna.
De la misma manera, el esquema de sentarse tendrá muchos elementos variables, por ser muy
general, mientras que sentarse en una postura ergonómicamente correcta, está compuesto casi
enteramente de componentes fijos, por ser un esquema muy específico. Por supuesto, que esto
variará entre culturas, tiempos y autores. He allí sus variables.

La premisa de que un esquema cognitivo tenga componentes variables y fijos es la que permite que
con muy pocos esquemas se representen la mayor cantidad de objetos, situaciones y aprendizajes
posibles.

Esta característica, sumada a la anterior, es la que vuelve a los esquemas recursos de bajo coste
energético para nuestro cerebro.

Tienen distintos niveles de abstracción

De lo anterior, se desprende que los esquemas tienen diversos niveles de abstracción. Esto tiene
que ver directamente con qué tan generales o específicos son, o cuántas conexiones tienen con
otros esquemas. Mientras menos conexiones tengan o mientras sea más general, será más
abstracto.

Dentro de esta característica de los esquemas, se entiende que para cada categoría de información
habrá un modelo primitivo o nuclear. Este sería el esquema sobre el que no se puede abstraer más.

Así pues, los asientos son tipos de muebles, las sillas y los bancos son formas de asientos, mientras
que las sillas plegables son formas de silla.

No obstante, todos los patrones anteriores se ajustarían al de “objeto”, que sería el esquema nuclear,
pues ya no hay otro más genérico o más abstracto.

Esta estructura jerárquica permite la organización de los esquemas cognitivos en una suerte de árbol
de esquemas, para su fácil interacción y utilización.

Permiten el aprendizaje
Como ya se ha explicado, los esquemas son representaciones de elementos de la realidad. Así
pues, un esquema no es lo mismo que una definición, pues representan más adecuadamente los
conocimientos que se tienen sobre un aspecto de la realidad que las definiciones mismas.

Es decir, un esquema es personal y tiene una conexión directa con la experiencia, mientras que las
definiciones se basan en convenciones colectivas.
Si bien los esquemas son transferibles y es posible que muchas personas tengan esquemas
similares para el mismo concepto, lo más probable es que cada cual sea perfectamente único.

Los procesos de aprendizaje siguen estos mismos principios. Se considera que algo se ha aprendido
cuando se ha hecho propio, no solo cuando se ha memorizado o repetido de acuerdo a un patrón.
Para que un contenido sea aprendido es necesario crear, alimentar, ajustar o reestructurar los
diferentes esquemas asociados.

Así pues, el primer mecanismo para el aprendizaje a partir de esquemas es el crecimiento. Esto se
refiere a la incorporación de nueva información que se ajusta a los modelos previos. Como cuando
alguien aprende que las sillas de rueda también son formas de sillas.

El segundo mecanismo para el aprendizaje sería el ajuste. Aquí el esquema se refina, modifica o
evoluciona en función de la nueva información.

De acuerdo al ejemplo anterior, el esquema de silla se ajusta de “objeto fijo sobre el suelo” a “objeto
fijo sobre el suelo o con elementos móviles”. Y ahora también serviría para trasladarse.

El último mecanismo para el aprendizaje sería la reestructuración y con este se formarían esquemas
nuevos sobre la base de los ya existentes. Por ejemplo, a partir de los esquemas de silla y cama,
una persona podría reestructurar su esquema de silla extensible de playa, cambiándolo al esquema
de cama, que se le ajusta más.

TIPOS DE ESQUEMAS COGNITIVOS


Ya conocidas las funciones y características de los esquemas cognitivos, faltaría comprender cuáles
son sus diferentes tipos, para tener la base completa y lograr entender este complejo componente.

En este apartado, se explicarán los cinco tipos de esquemas existentes, según las definiciones más
comunes:

Esquemas sensoriales o marcos

Son los esquemas que se tienen sobre los diferentes estímulos sensoriales. Siguiendo con el mismo
ejemplo de la silla, se tiene un esquema semántico de lo que es una silla; es decir, compuesto de
palabras. Pero este esquema tiene asociado también uno de tipo visual, donde se almacenan los
elementos visuales propios de una silla.

Con los demás sentidos ocurre lo mismo. Se tiene un esquema sobre lo que es un buen o mal olor o
sabor, un olor o sabor dulce, el olor o sabor de la manzana e incluso el olor o sabor de un plato
específico. También se tienen esquemas sobre los sonidos (graves, agudos, maullidos, la voz de un
cantante), texturas (lisa, rugosa, las sábanas propias).

Dentro de este tipo de esquemas, los visuales son los más comunes y los más fáciles de
sistematizar o verbalizar.

Es más difícil para el sujeto promedio, hacerle entender a otro cómo es su esquema de un sabor, un
olor o una textura, sobre todo mientras más genérica sea esta. Sea como sea, son incontables los
esquemas sensoriales que se tienen.
Esquemas situacionales o guiones

Estos son los esquemas relacionados a acciones concretas que se pueden realizar. Por ejemplo, se
puede tener un esquema de cómo se juega el fútbol, aunque solo se vea por televisión y nunca se
haya jugado.

De la misma manera, muchas personas tienen esquemas de cómo actuar ante ciertas catástrofes
naturales, aunque nunca hayan experimentado alguna. Todos son esquemas útiles para realizar
conductas específicas.

Por lo general, estos esquemas se estructuran en forma de diagramas de flujo o algoritmos. Para
acciones sencillas como cepillarse los dientes, su representación es fácilmente asimilable y
transferible.

Las más complejas, generalmente las sociales, por ejemplo cómo conseguir pareja, pueden llegar a
tener variables casi infinitas.

Esquemas de dominio

Este tipo de estructura mental se refiere a los conocimientos formales que se tienen sobre
determinados temas y permiten interactuar con sus elementos, establecer relaciones causales,
detectar errores y mucho más.

El ya citado ejemplo sobre qué es una silla sería un esquema de dominio. Pero hay muchos otros
casos de tipo más complejo.

Por ejemplo, el esquema sobre las fases del ciclo de la lluvia no se debería confundir con un
esquema situacional porque no es una acción que pueda realizar el hombre. En la misma línea,
saber cómo se fabrica un auto sería un esquema de dominio si solo se centra en el conocimiento
básico, y situacional si se basa en replicar el proceso.

Un escritor tiene esquemas situacionales sobre, por ejemplo, cómo se escribe un buen cuento. Este
patrón lo aplica cuando escribe. Pero cuando este escritor lee un cuento de otro autor, lo que le
permite distinguir si es un buen cuento o no son sus esquemas de dominio sobre el tema. Se
entiende que, para un contexto similar, los tipos de esquemas varían.

Una última diferencia entre este tipo de esquema y el situacional es que mientras el situacional
organiza y dirige el comportamiento humano, el esquema de dominio organiza y dirige su discurso.

Gracias a los esquemas de dominio, la persona puede expresar lo que sabe y cómo lo sabe de una
manera congruente y comprensible.

Esquemas sociales

Son los esquemas que se tienen sobre cada uno de los componentes de la vida social. También
podría confundirse con los esquemas situacionales, en tanto que muchas de las situaciones que se
esquematizan son de tipo social, pero ambos se refieren a piezas de información diferentes dentro
del contexto social.
En los esquemas sociales, por ejemplo, se almacena la información sobre cada persona conocida, e
incluso sobre los tipos de personas que se pueden conocer.

Así pues, se tiene un esquema sobre cada miembro de la familia, amigo o colega e incluso sobre
celebridades y figuras públicas, pero también sobre lo que es, por ejemplo, un avaro.

el ejemplo anterior sería de tipo social si se enfocara en cómo es una persona intolerante.
Finalmente, sería un esquema de dominio si se centrara en las bases sociológicas de la intolerancia.

Estos esquemas también almacenan la información sobre convencionalismos sociales (por ejemplo,
la gratitud como valor positivo), roles sociales (qué hace un policía, un abogado, un astrólogo), de
género (por ejemplo, qué es masculino), de edad, credo y mucho más; así como las metas sociales
(qué se entiende por vida plena).

Por último, permiten comprender temas sociales desde una perspectiva personal. Por ejemplo, qué
entiende cada cual por amor o amistad (cómo lo siente dentro de sí, en vez de cuánta teoría conoce
sobre el tema). Todo esto le permite al sujeto integrarse efectivamente en su sociedad, manteniendo
su salud mental.

Esquemas de autoconcepto

Para finalizar, están los esquemas de autoconcepto, que se refieren a toda la información que
maneja cada cual sobre sí mismo.

Algunos autores lo consideran un tipo más específico de esquema social, en tanto que el yo está
enmarcado en lo social, y lo que se es no se puede separar tan fácilmente del contexto social que lo
arropa.

Por ejemplo, en la teoría de la mente, se concibe que el sujeto crea esquemas sobre cómo funcionan
sus procesos mentales (por ejemplo, la tristeza), pero comprende que estos procesos mentales, si
bien únicos e intransferibles, funcionan de igual forma en los otros. Así, comprender la tristeza propia
permite comprender la del otro e interactuar.

De forma extensiva, cada sujeto tiene un esquema sobre cada uno de sus roles sociales, que le
permitirán comprender el de los otros.

Así pues, tendrá un esquema de género, de credo, de ideología, de función social, etc. De aquí se
desprenderán el autoconcepto, la autoestima, el sentido de pertenencia y más.

El humano tiene la capacidad de elaborar esquemas sobre sus procesos mentales. Desde esta
perspectiva, la metacognición (la cognición que se tiene de los procesos cognitivos) es un tipo de
esquema de autoconcepto. Gracias a esto la persona puede saber cómo aprende mejor, qué tan
buena memoria tiene, etc.

Estas serían, entonces, las bases del funcionamiento y tipificación de los esquemas cognitivos. No
se mencionó en este artículo cómo se crea desde cero un esquema cognitivo, ni qué pasa cuándo se
tienen esquemas incorrectos o distorsionados, o cómo se pueden eliminar o reparar dichos errores.

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