SALMO 27:10 “Aunque mi Padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá”
NUESTRO PADRE CELESTIAL NOS AMA TANTO:
Nos dio la vida
Nos perdonó, cuando desobedecemos Nos dio a su hijo, su único Hijo, para que muriera en una cruz por nuestros pecados. Nos ha sanado de todas nuestras enfermedades y de todos nuestros dolores Nos dio libertad, porque estábamos esclavos de nuestros pecados. Nos dio la paz, esa paz que el mundo pide y que nosotros la tenemos porque lo tenemos a él en nuestro corazón. Nos ha dado su Santo Espíritu, quien nos enseña, nos guía, nos consuela, nos ha dado dones y talentos. Me conforme todo lo que pido conforme a su Santa Voluntad. Cuando me desvió del camino, el deja a todos los demás por ir a buscarme. Cuando me equivoco; me exhorta, me corrige y me disciplina porque me ama. Envía a sus ángeles para que acampen alrededor mío y me protejan. No me deja avergonzado delante de mis enemigos. Él es mi torre fuerte, a él corro y me levanta en justicia. Cuando estoy cansado me da nuevas fuerzas. Me anima, y todo lo puedo hacer porque él es mi fortaleza. Y lo más maravilloso, está preparando para mí una morada celestial, viene por mí y nunca más nos separaremos.