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BREVE HISTORIA ECONÓMICA DEL ECUADOR.

EL PODER POLÍTICO EN EL ECUADOR

1.- La Hacienda.- (1820-1949) La Hacienda es la institución básica de la formación de la República. Siendo entendido por esta,
según palabras de Hurtado como: “…toda unidad de producción agrícola que usa mano de obra dependiente y que explota la tierra
y el trabajo de manera tradicional.”, que se conforma paulatinamente en la Colonia desde el Siglo XVIII y en el siglo XIX adquiere
sus características definitorias. La Hacienda se forma por la compra, el despojo, la herencia, matrimonio, donaciones y
mayorazgos. En la Sierra la hacienda se afianza por la falta de títulos de propiedad de los indígenas, cuyas tierras cayeron en
manos de criollos, que se apropian también de las tierras del Rey. En la costa, con el auge del cacao, se amplían con las tierras
colonizadas y la tierra de los pequeños labradores. Se produce una concentración de la tierra en pocas manos, siendo la mayoría
de hacendados, herederos de los encomenderos y la iglesia (jesuitas).

Junto a la construcción de la República y a la decadencia minera, desaparecen los obrajes y la industria textil serrana. Así, la única
fuente de riqueza es la tierra. La Hacienda entonces surge como la institución económica más importante. Luego de la crisis
económica causada por la Independencia, se produce una recuperación de la Sierra, de la mano de un aumento de la demanda
interna de alimentos y la exportación de cascarilla, paja toquilla, cereales y cueros; en la Costa, el cacao principalmente; pero
también arroz, café y la caña de azúcar. La importancia económica de la hacienda es trascendental, puesto que es la más
importante fuente de empleo, con el alrededor de 70-80% de la población viviendo de la agricultura. Así mismo, en las haciendas
de la Costa existen almacenes que proveen todos los bienes a los trabajadores, que reciben como pago, “bonos de adquisición”.
Como los hacendados viven en las ciudades, también la Hacienda se vuelve fuente de ingreso para el Sector Artesanal y
Profesional. Las Exportaciones del Ecuador son básicamente agrícolas. El Estado obtiene la mayor parte de sus ingresos, de los
impuestos aduaneros, y en menor manera de los impuestos a los indios, estanco de aguardiente y diezmos; todos estos
íntimamente relacionados con la agricultura, el motor de la economía de la República.

La ocupación de mano de obra de la hacienda en la Sierra, se basa en el concertaje, (Cédula Real 1601) según el cual “…se
autoriza que los indios concierten libremente su trabajo por semanas o por días. Con el tiempo por este contrato –ordinariamente
vitalicio- un campesino que carece de tierra se compromete a trabajar para un hacendado todo el año o la mayor parte de él. Estas
obligaciones se extienden a su familia que debe colaborar en ciertas faenas agrícolas y prestar periódicos servicios domésticos:

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sus hijas como servicias y él como huasicama.” A cambio el patrón le entrega dinero, granos o animales (suplido), un huasipungo o
pedazo de tierra para el sustento de su familia. Sin embargo, este sistema obliga a los indígenas a caer en deuda por el sistema de
los suplidos. Cada día de trabajo es acreditado a su deuda y esta puede ser heredada por su familia. Toda esta institución opresiva
estaba sustentada con “la prisión por deudas”, que permitía encarcelar a los campesinos que según el patrono no cumplía con sus
obligaciones. Otras formas de explotación de la mano de obra, fueron la sembraduría o finquería, por el cual un labrador consigue
un espacio en una hacienda mediante endeudamiento o crédito y planta cacao, café, arroz o algodón. Cuando se realiza la
cosecha es obligado a vender a venderle al patrono a un precio inferior del mercado, y con este dinero paga las deudas contraídas.
Están, de la misma manera, la aparcería o mediería, contrato por el cual un campesino aporta trabajo y semillas y el patrón la
tierra, y se divide la cosecha por partes iguales. El trabajo esclavo no es importante en la República. El trabajo asalariado existió
en algunas haciendas de la Costa, pero son sólo una forma embrionaria de capitalismo.

La explotación al indio, al campesino, al montubio; se basa en la propiedad de la tierra y la dependencia total del peón a la
hacienda; toda la sociedad se basa en la explotación de estas clases; y esta explotación y abuso ejercido por el hacendado es el
gamonalismo.

La Hacienda fue además de eje económico, el eje del poder político; siendo los hacendados quienes ejercieron el poder directa o
indirectamente. En la naciente República, los hacendados fueron los Presidentes, los Ministros, los diputados; es decir la élite
dominante. La estructura de la autoridad ejercida por este grupo, fue primero de carácter familiar; entendido esto como un jefe de
familia como principal y sus parientes como autoridades secundarias. Luego, el hacendado, es más que una autoridad laboral, sino
que actúa de Juez, de Policía y de Legislador. Regula además del trabajo, la vida privada de sus peones. Es la cabeza de una
sociedad paternalista, opresora, protectora y autocrática; donde su autoridad no es cuestionada por los campesinos que ven al
hacendado como un ser superior; y este lo considera natural por los beneficios que este entrega a los peones. El hacendado tiene
todo el poder, es una especie de cacique, que por la propiedad de la tierra, influencia en la vida económica y social tiene el poder
político; que es una especie de señor feudal con restricciones; que basa su poder para llegar a gobernar, en una “clientela política”
que no es más que su campo de influencia, el que utiliza para acumular más poder. Para el pueblo campesino, el interés de la
patria no es más que el interés de su patrono. Aquí están las bases del caudillismo político y la raíz de lo que sería el populismo.

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2.- El Ecuador entonces surge como República independiente en 1830, a partir de lo que fue la Real Audiencia de Quito, cargando
sobre sí los pesados rezagos coloniales; la ruina del sector obrajero y minero, conflictos territoriales y los costos de las guerras de
independencia, en especial de la liberación de Perú y Bolivia. Nace también junto con la Independencia la identidad regional de los
tres poderes básicos que marcarán hasta el día de hoy la historia nacional. Quito y la región sierra centro-norte que basará su
economía en el sistema hacendario y aglutinaría la población; Cuenca y la región centro-sur donde primará la pequeña propiedad
agrícola, la artesanía y estará rezagada respecto a las otras regiones y Guayaquil, con el gran latifundio siendo el centro de la
actividad agro-exportadora del Litoral ecuatoriano. A pesar de esto, se forma un Estado que se basa en la alianza entre los
terratenientes serranos y los exportadores costeños, que subordinan y utilizan el poder de la iglesia y el ejército; todo esto junto a
una lenta configuración hacia el modelo primario-exportador de “crecimiento hacia fuera” sustentada en la estructura colonial. En
estas condiciones no se formó un Estado Nación, por la exclusión de las masas y la falta de historia común entre los indígenas,
mestizos y el grupo gobernante ligado al mercantilismo colonial.
La mayoría de la población sobre todo indios, estaban atados a la hacienda por el concertaje, otros dependían de la pequeña
propiedad agrícola y de relaciones precarias o precapitalistas como los huasipungueros, yanaperos, arrendatarios, aparceros,
partidarios y huasicamas; también existió núcleos de esclavos hasta su manumisión en 1851 por el General José María Urbina.
Mediante el concertaje y el poder político de los terratenientes serranos se mantuvo atada a la mano de obra en esta región; así
surgen tensiones entre la Costa y la Sierra: por la mano de obra barata y por la adopción de políticas proteccionistas (favorecen a
la Sierra y su pequeña manufactura) o políticas de apertura que favorecían a los exportadores e importadores costeños. También
se ve un conflicto en la estructura tributaria, el diezmo fue el tributo base en la época de la predominancia serrana, pues se
cobraba sobre la producción cosa que afectaba a los grandes productores costeños; pero fue abolido años más tarde por la
presión de los productores de cacao del litoral, y reemplazado por un impuesto sobre la propiedad que afectaba más a los
latifundistas serranos. Otro importante fenómeno fue que mientras el sector agro-exportador iba creciendo en la Costa ecuatoriana,

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se produjo un trasvase de población de la sierra a la costa y la especialización interna de la economía; donde la sierra era
proveedora de alimentos baratos (algunas manufacturas-paños-) y mano de obra para la región del litoral; que era el sector
vinculado al mercado mundial, mediante la exportación primaria (cacao). Nace así, una clase “rentista y parasitaria”, en la costa,
que exportaba materias primas a los países centrales e importaba manufacturas de los mismos. Esta clase no podía ser la base
para una burguesía nacional, que consolide un capitalismo más autónomo. El problema radicaba en que la producción del principal
producto, el cacao, era extensivo, pero no requería de una gran inversión en capital, ni de invención tecnológica; y funcionaba con
una mano de obra barata que se explotaba con relaciones precapitalistas en su mayor parte. Es decir, que no podían generar
externalidades positivas de la innovación y peor aún un mercado interno basado en el salario de los campesinos que era más bien
decreciente. Hay que tomar en cuenta que su alta rentabilidad, no incentivó a los propietarios de los excedentes en ingresar en
actividades productivas alternativas. Finalmente, al basarse gran parte de la economía nacional en la producción y exportación de
un solo bien (cacao), nos ligó profundamente a los vaivenes de la economía mundial (europea y posteriormente la
norteamericana), he hizo que nuestra economía fuera tremendamente sensible a los shocks externos. El Estado político fue el
sostén para la débil integración de las fragmentadas economías regionales. El escaso financiamiento del Estado provino del tributo
indígena, de los estancos, de los diezmos y del endeudamiento interno; que se gastaba en mantener una onerosa burocracia (para
la época), un costoso ejército y al clero. La deuda interna se convierte tempranamente en una herramienta para el enriquecimiento
y aumento del poder de los comerciantes guayaquileños. Este proceso conspiró con el fortalecimiento fiscal, pues a mayor
endeudamiento, mayor enriquecimiento privado; dando así poder a grupos privados sobre el interés general; siendo esta relación
determinante en la vida política nacional.

3.- La debilidad de la integración nacional llega a su punto más bajo en el año 1859, donde se forma 4 gobiernos locales, en Quito,
Loja, Cuenca y Guayaquil, que sumados a una invasión peruana pone en riesgo la existencia del país mismo. De esta crisis surge
la figura de García Moreno (1860-875), quien toma el poder y consolida el Estado Terrateniente-Oligárquico; bajo una fuerte
represión, una ideología centralista y teocrática pero también, mediante una aglutinación histórica de las clases dominantes de
sierra y costa y una vinculación de los mismos mediante la inserción definitiva de la economía al mercado mundial. Esto no
terminó, sin embargo con las contradicciones de la oligarquía latifundista serrana apoyada por la Iglesia Católica que luchaba por
mantener el poder y las aspiraciones hegemónicas de los grandes exportadores, banqueros y comerciantes. Y aunque se
modernizó institucionalmente el Estado no se eliminaron las formas precapitalistas de explotación. Se creó el Banco del Ecuador
en 1868, que llegaría a ser el eje de la modernización financiera y mercantil en el S. XIX (además de la Casa Luzuraga) y con
estos el endeudamiento del Estado con la Banca Privada, proceso que culminaría en 1925 (Rev. Juliana). Surge también el Capital
Financiero Comercial que comprendía los banqueros individuales, los banqueros exportadores y los comerciantes importadores.

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Este proceso de integración fue apoyado también con la Revolución Liberal, que a pesar de ser contrario ideológicamente al
modelo Garciano (anti-clero); supo consolidar el creciente poder de hacendados, agro-exportadores y banqueros. El modelo de
“crecimiento hacia fuera” o basado en la demanda externa, fue la base del auge económico (llamado cacaotero) del Siglo XIX, que
permitió crecer a la economía ecuatoriana en algunos años más que ninguna otra en Suramérica. Este modelo se sustentó en el
aumento del ingreso real de los países industrializados, que permitió al Ecuador integrarse en la especialización internacional del
trabajo como proveedor de productos tropicales. Hay que destacar que las rentas estuvieron en manos nacionales a pesar del
creciente imperialismo de los países centrales y el crecimiento de los monopolios; pero estas rentas no fueron reinvertidas sino que
fugaron al exterior o fueron gastadas suntuariamente. Finalmente, a pesar de esta riqueza natural, la renta diferencial tan grande
que existía entre los grupos oligárquicos y las masas trabajadoras; lograron detener el desarrollo del capitalismo industrial y de un
mercado autónomo en el país; la economía nunca logró relacionarse o encadenarse para lograr reinvertir en procesos de mayor
valor agregado las rentas cacaoteras.

4.- La revolución liberal es entonces, en cierta medida, el cambio del polo de poder de la sierra conservadora latifundista a la costa
exportadora-importadora; junto a las reformas sociales (el laicismo) y la “ley de manos muertas”, fue crucial la terminación del
Ferrocarril Quito-Guayaquil, que se hizo con ayuda del norteamericano Harman, junto con una renegociación de la “deuda inglesa”
y la emisión de nuevos bonos y la obtención de nuevos créditos; esto bajo la constancia de Alfaro logró que el 25 de junio de 1908
el tren llegará a Quito desde Guayaquil, dinamizando el transporte interno y cambiando las relaciones económicas del país. A
pesar del mal manejo administrativo y del financiamiento que sucedió a este logro es innegable el efecto dinamizador de esta obra;
que fue la base de una integración aún más profunda del país al modelo de crecimiento hacia afuera, quitando inclusive las
barreras físicas proteccionistas de la sierra. También, los regímenes liberales dieron un mayor apoyo a las élites costeñas, entre
ellos a los banqueros que mediante la deuda interna y la emisión de moneda (muchas veces sin respaldo) logran cada vez mayor
poder. Esto en el contexto de una larga historia de problemas de oferta monetaria, básicamente por la inexistencia de una agencia
emisora estatal (luego del cierre de la Casa de la Moneda), de una moneda fuerte (el peso feble era una moneda débil) y de las
falsificaciones o la circulación de moneda extranjera. Funcionan como principales casas emisoras el Banco del Ecuador, la Casa
Luzuraga en una primera etapa y más tarde nace el “sucre” el 1 enero de 1895 emitido por el Banco Particular de Guayaquil, en un
país caotizado por los problemas antes mencionados, es bienvenido y ayuda a modernizar y a facilitar las relaciones comerciales y
económicas en el país. En 1890 se decreta que es la única moneda oficial. Funciona con patrón bi-metálico, hasta la crisis de la
plata en 1890-97, y luego por iniciativa de Alfaro se establece el patrón oro en 1898. Este último se configura en un verdadero

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poder político, y su presidente Francisco Urbina Jado es llamado el “gran elector”, por su capacidad influir en las elecciones
presidenciales (por imposición y fraude). Así luego de la muerte de Alfaro, surge con fuerza en el gobierno de Leonidas Plaza un
endeudamiento mayor con la Banca Privada, que anteriormente creció grandemente con pretexto de la revolución “Conchista” que
dura 4 años en Esmeraldas y Manabí y que en el contexto de la 1era Guerra Mundial en 1914 , llevan a que se dicte la Ley de
Moratoria, destinada supuestamente a salvar las reservas de oro del país, pero que salvaron a los Bancos (entre estos al
Comercial y Agrícola) que habían emitido moneda más allá del respaldo que poseían. Esta ley se prolongó, en lo que se llamó el
período Plutocrático, donde el verdadero poder radicó en los banqueros (con el ya mencionado Urvina Jado y Plaza como pilares).
Culminando este período con la Revolución Juliana en 1925, que sería el comienzo de la estatización de la emisión monetaria y la
institucionalización de la “cuestión social” (fundación Banco Central 1927).
La 1era Guerra Mundial en 1914 y el consecuente cierre y pérdida de los mercados Europeos, significó el inicio de la crisis del
cacao. Significó también el fortalecimiento de la presencia norteamericana y el desplazamiento de los capitales británicos por sus
capitales en América Latina. En 1920-1921 se agravó la crisis.
Aún finalizada la guerra, aparecieron nuevos países exportadores y bajó el precio por una sobre-oferta; cuando los precios se
recuperaron las plagas de la “monilla” y la “escoba de bruja” dieron el toque final. En estos años se recurrió a la devaluación para
mantener la competitividad ecuatoriana. En resumen el fin del auge cacaotero estuvo dado por situaciones producidas en el
mercado mundial. Los efectos de la crisis del cacao fueron el desempleo y la reaparición de formas precarias de producción y el
aumento de la miseria en las masas.

La Gran Depresión: (1930)


La Gran Depresión: (1930) Ha sido la debacle económica más catastrófica de la era moderna en los países desarrollados. Entre 1929 y 1932,
la producción industrial se desplomó en todo el mundo, cayendo casi a la mitad en los Estados Unidos, en alrededor de un 40% en Alemania,
en cerca del 30% en Francia y en un 10% en el Reino Unido, donde la caída había comenzado en los años veinte. Siendo estas las mayores
economías industrializadas del Globo. Los países industrializados también experimentaron una deflación sin precedentes, con bajas de precios
de cerca del 25% en el Reino Unido, algo más del 30% en Alemania y los Estados Unidos, y más del 40% en Francia. Sin embargo, el mayor
costo humano fue el desempleo, que llegó a niveles inusitados y trágicos. En Estados Unidos, en 1933, una cuarta parte de toda la fuerza
laboral del país estaba sin empleo. Alemania también sufrió un aumento catastrófico del desempleo durante los treinta. Fue un fenómeno
mundial, que se diseminó desde los países desarrollados hacia los países en desarrollo. A través de América La tina, África y Asia, las
economías se derrumbaban debido a que los precios de las materias primas cayeron en los mercados mundiales tras la violenta caída de la
demanda de los países industrializados. La inestabilidad política siguió al colapso económico. Surgieron dictaduras en varios países de

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Europa, Japón y el mundo en desarrollo, cuando las democracias fueron incapaces de manejar el caos de la economía. El ascenso de Hitler al
poder puede vincularse directamente a la profunda crisis económica de Alemania. Los principales países industrializados respondieron a la
crisis imponiendo barreras al comercio con otros países, con el objeto de aumentar la demanda interna y potenciar el empleo; sin embargo, la
política estuvo mal guiada y aumentó el desempleo en el exterior. El comercio internacional se desmoronó, rompiendo los lazos económicos
entre los países y al final se exacerbó el desempleo en todos lados y se preparó el terreno para la Segunda Guerra Mundial. Keynes con su
obra de 1936 “Teoría General sobre el Empleo, el Interés y el Dinero”; fue le primero en analizar con lucidez las causas de la Gran Depresión.
Para él, estuvo causada por una abrupta baja de las inversiones debido a las expectativas pesimistas de los inversores de obtener una menor
ganancia en el futuro; y propuso como medida compensatoria el papel activista del Gasto del Gobierno y política monetaria, para potenciar la
economía; naciendo así una economía del “lado de la demanda” y la Macroeconomía moderna. Mucho más tarde, Milton Friedman, el premio
Nobel, y su coautora Anna Schwartz, centraron su explicación de la Gran Depresión en la política monetaria contractiva aplicada por los
Estados Unidos durante el período que va de 1929 a 1933. Se subraya que la política monetaria fue totalmente incapaz de contrarrestar la ola
de quiebras bancarias que ocurrieron en los Estados Unidos en los primeros años de 1930 y, por tanto, no pudo evitar que una baja normal del
ciclo económico se transformara en la calamitosa depresión que ya es historia. Charles Kindleberger, un aclamado historiador económico, ha
argumentado a favor, de una interpretación más internacional. En su opinión, faltó un liderazgo mundial para evitar que la recesión se
transforme en depresión. Ni EEUU ni Gran Bretaña, propusieron una política para detener la espiral negativa, deteniendo la escalada
arancelaria, u otorgando créditos para la recuperación económica. La ley proteccionista Smoot-Hawley en 1930 fue de hecho uno de los
peores causantes de la depresión. Otra explicación propuesta por Meter Temin, quien afirma que la Gran Depresión fue el resultado retardado
de la Primera Guerra Mundial y los conflictos que le siguieron. Asegura también que el acuerdo monetario internacional de ese entonces, el
patrón oro, fue le principal responsable de que el colapso económico se propagara internacionalmente, pues impedía adoptar políticas
monetarias independientes, en especial políticas expansivas que podrían haber ayudado a revertir la Depresión. La salida fue lenta, pero en
EEUU surgió el New Deal siendo causa importante.

EL PODER POLÍTICO EN EL ECUADOR, Hurtado Oswaldo, Quinta Edición, Editorial Planeta Ariel, Quito Ecuador, 1981.

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