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COLOMBIA Y ESTADOS UNIDOS CASO MANUFACTURADOS

Sergio Lavado
Miguel Peña

Noviembre 2019

Fundación Universitaria los Libertadores


Facultad de ciencias administrativas, económicas y contables
Contaduría pública
Integración económica y acuerdos comerciales
Luego de tres años de vigencia del Tratado de Libre Comercio entre

Colombia y Estados Unidos, los resultados en las exportaciones no mineras

del país ratifican las facilidades que surgieron para hacer negocio con el país

norteamericano. De acuerdo con información del Ministerio de Comercio,

Industria y Turismo, con datos del Dane, las exportaciones del sector no

minero energético crecieron un 7,5% desde 2012 y el 11% en el último año.

Las ventas externas de manufacturas crecieron de manera importante

y lograron recuperar la tendencia creciente después de la vigencia del TLC.

Pasaron de exportaciones negativas desde 2010 hasta 2012 y, a partir de ese

año, registraron un crecimiento promedio por año del 2,3%. Entre los sectores

con mejores desempeños están el de envases y empaques (duplicó sus

exportaciones en el último año), la industria farmacéutica (registra un

crecimiento anual del 38%), el calzado (duplicó sus ventas), instrumentos y

aparatos y artículos industriales (crecen en promedio al año por encima del

10%).

En agroindustria, luego del TLC se aceleraron exportaciones de filetes

de pescado, frutas y hortalizas procesadas, productos de panadería y molinería

y derivados del cacao. En general este sector presentó un aumento del 10,8%

entre 2012 y 2014. En el último año, este indicador creció el 12,2%.


Según un análisis de ProColombia, la ciudad de Bogotá y los

departamentos de Antioquia, Atlántico fueron los departamentos que más han

exportado hacia Estados Unidos. Productos como flores, vidrio, aluminio

(materiales de construcción) son los mayores dinamizadores del crecimiento

de las ventas de estas regiones.

Los resultados han sido favorables, particularmente para las micro,

pequeñas y medianas empresas, que mostraron un crecimiento en las

exportaciones de valor agregado. De hecho, el 98,7% de las empresas que

exportaron por primera vez hacia mercado estadounidense son mipymes.

“Ninguna de las 1.908 empresas exportaba entre 2010 y 2012, lo cual

evidencia las nuevas oportunidades de negocio que abrió el TLC para aquellos

empresarios interesados en llevar sus productos al mercado estadounidense.

Mientras en 2010 se reportaron US$ 3.315 millones en exportaciones no

mineras, el 2014 cerró con US$3.796 millones, creciendo a una tasa anual

compuesta del 3,5%”, aseguró María Claudia Lacouture, presidenta de

ProColombia.
De igual forma, se exportaron 434 nuevos productos a Estados Unidos

entre los que se encuentran medicamentos con hormonas, acetatos de celulosa,

centrifugadoras, cisternas, frutas como pitahayas y hortalizas como cebolla

seca o procesada. Estos son 10 casos de empresarios que han aprovechado las

ventajas que ofrece el acuerdo comercial, cuya vigencia cumple tres años este

viernes 15 de mayo.

Los resultados antes expuestos pueden señalar dos cosas: Primero, que

las categorías en cuestión siguen presentando desventajas comparativas

recurrentes en el tiempo después de la entrada en vigor del TLC.

Los cuatro primeros años del TLC no han tenido los efectos esperados.

O según un punto de vista “optimista”, otros factores han contrarrestado

dichos efectos en términos de mejora en la capacidad de producir a menores

costos y/o con mayor diferenciación. Lo que queda claro es que la capacidad

de la economía colombiana de producir a menores costos y/o con mayor

diferenciación sigue siendo inferior a la de Estados Unidos.

En efecto, las categorías han alcanzado un nivel de ventajas

comparativas sostenibles en el tiempo o potencialmente sostenibles después

de la entrada en vigor del TLC. En este orden de ideas:


La mejora consiste principalmente en el caso “2 al 1”, es decir, cuando

un artículo pasa de tener ventajas comparativas potencialmente sostenibles

antes del TLC a ventajas comparativas sostenibles después de la entra en vigor

del TLC. Entre dichos artículos se destacan:

√ Algunos artículos manufacturados provenientes de recursos naturales

“agro”

√ Algunos artículos manufacturados provenientes de recursos naturales “otro”

√ Algunos artículos manufacturados de tecnología media “procesos”

Otro tipo de mejora consiste en los caso “4 al 2” y “5 al 2”

respectivamente, es decir, cuando un artículo muestra después de la entrada

en vigor del TLC ventajas comparativas potencialmente sostenibles cuando

antes disponía de ventajas comparativas potencialmente neutras o en el peor

de los casos desventajas potencialmente recurrentes. Entre dichos artículos se

destacan:

√ Algunos artículos manufacturados de baja tecnología “Otros productos”


Muestran una mejora sin que ésta resulte en ventajas comparativas

potencialmente sostenibles después de la entrada en vigor del TLC. Este es el

caso de una sola categoría, a saber, la categoría tabaco manufacturado, la cual

muestra desventajas neutras después de haber mostrado desventajas

potencialmente neutras antes del TLC.

En cuanto a los Artículos manufacturados colombianos de baja tecnología

“Textiles, vestidos y zapatos” estos parecen ser los que más han aprovechado

el TLC con Estados Unidos. En efecto, de las 20 categorías que conforman

este grupo, se constata una mejora en las ventajas comparativas en 7

categorías. Dichas categorías pasaron de disponer ventajas comparativas

potencialmente sostenibles antes del TLC a ventajas comparativas sostenibles

después de la entrada en vigor del TLC (caso “2 al 1”).

Sin embargo, lo anterior no debe esconder el hecho de que otras 7

categorías corresponden a los casos “3 al 6”, “4 al 6”, “5 al 6” y “5 al 6”.

Dicho en otros términos, estas 7 categorías pasaron en el mejor de los casos

de disponer de ventajas comparativas neutras antes del TLC a desventajas

comparativas recurrentes después de la entrada en vigor del TLC.


Las otras 6 categorías, no muestran un cambio significativo en sus

desventajas comparativas después de la entrada en vigor del TLC. No

obstante, se resalta que las categorías -Manufacturas de cuero natural o

sintético, artículos de talabartería y guarnicionería- y -Artículos

confeccionados total o parcialmente de materias textiles-, siguen presentando

ventajas comparativas sostenibles después de la implementación del TLC.

Por lo tanto, se constata que aún al interior de la rama textil, la más

favorecida en el marco del acuerdo, hay categorías, para las cuales el TLC no

ha tenido los efectos esperados después de cuatro de años de vigencia.

En definitiva, considerando tanto el textil como los otros grupos de

artículos manufacturados, se puede rechazar la afirmación según la cual, de

manera general, el TLC ha sido compatible con un mejoramiento de la

competitividad durante los cuatro primeros años de su existencia

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