Existen cinco casos especiales en los cuales es indispensable obtener
previa autorización para realizar el despido por parte del empleador aunque exista una justa causa para la terminación del contrato.
1. Trabajadora en estado de embarazo:
Para dar por terminado en el contrato de trabajo a una trabajadora con fuero de maternidad, el empleador deberá solicitar la autorización al inspector de trabajo, aduciendo alguna de las justas causas contempladas en el artículo 62 del código sustantivo del trabajo, pues el despido sin justa sin el cumplimiento de los requisitos expuestos, no produce ninguna consecuencia jurídica.
2. Trabajador amparado por el fuero sindical:
Un trabajador amparado por fuero sindical no podrá ser despedido con justa causa, necesita autorización de un juez laboral al igual que si los empleadores desean trasladarlo o desmejorarlo en sus condiciones laborales.
3. Incumplimiento de instrucciones sobre salud ocupacional.
El caso de un trabajador que incumpla gravemente con las instrucciones, reglamentos y determinación de prevención de riesgos adoptados en forma específica y que se encuentre dentro del programa de salud ocupacional de su respectiva empresa. Si tales instrucciones le fueron comunicadas por escrito y el trabajador falto gravemente a ellas puede el empleador dar por terminado el contrato de trabajo, obteniendo previamente autorización del inspector de trabajo. 4. Despidos colectivos. Cuando un empleador considere necesario hacer despido colectivo a trabajadores, debe solicitar autorización previa al inspector de trabajo, igualmente cuando el empleador por razones técnicas, económicas o por otras causas independientes de su voluntad, necesite suspensión laboral hasta por 120 días. 5. Trabajador con limitaciones. En ningún caso la limitación de una persona podrá ser motivo para obstaculizar su vinculación laboral, a menos que dicha limitación sea claramente demostrable como incompatible e insuperable en el cargo que se va a desempeñar, salvo que se autorice por la oficina de trabajo.