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Aproximaciones a (Reflexiones de) una antropología sonora.

Componentes
epistemológicos del sonido con base a la experiencia de campo en la comunidad de
Playa Blanca (Guainía-Colombia)

María José Patiño Criado


Monografía de grado
Departamento de Antropología de la Universidad de Los Andes

Director: Alejandro Castillejo Cuellar

Universidad de los Andes


Bogotá
El siguiente texto es el resultado de una serie de reflexiones en torno al sonido, las cuáles,
ejemplifico con diferentes situaciones vividas en el trabajo de campo realizado en la
comunidad de Playa Blanca (Guainía-Colombia) en los meses de junio y julio del 2017.
Para esto, a lo largo del texto, utilizo tres elementos; el primero son entradas de mi diario
de campo, las cuales, buscan situar al lector en las reflexiones que se hicieron en ese
momento de la investigación. Acompañadas de estas entradas, se encuentra el segundo
elemento; este consiste en cuatro obras electroacústicas1 con las cuáles busco despertar
en el lector/oyente preguntas entorno al sonido, no por medio del texto sino por medio de
la misma escucha. Por lo tanto, estas obras electroacústicas no sólo son expuestas en mi
trabajo con la intención de ubicar al lector en una situación etnográfica específica, sino
que me sirven como herramientas discursivas para generar en el lector/oyente preguntas
entorno a la relación entre el sonido y la investigación antropológica. El tercer elemento
trata de las reflexiones de cómo se puede abordar el sonido desde una perspectiva
antropológica, con énfasis en la experiencia de trabajo de campo anteriormente
mencionada.

Por lo tanto, esta búsqueda necesita de estos tres elementos, ya que entre ellos plantean
el cuerpo de la investigación. Si bien el primer elemento es de índole descriptivo, el
segundo de índole discursivo y el tercero de índole reflexivo, con los tres elementos busco
generar preguntas entorno a la relación de la antropología y el sonido. De esta manera, a
través del experimento de composición, invito a pensar sobre la creación de narrativas a
través del sonido y con esto, reflexionar por medio de la descripción textual, lo que implica
generar conocimiento por medio del mismo sonido.

Es importante resaltar que el sonido, en determinadas situaciones etnográficas en mi


experiencia de campo, se convirtió en un medio por el cual me relacionaba con el territorio
y las personas. Con la composición de estas piezas entonces busco, más allá de
reproducir una etnografía sonora, ofrecer una aproximación a mi experiencia, y
preguntarme sobre qué implica pensar desde lo sonoro en un contexto etnográfico. No
pensar entonces la reproducción del sonido (en las piezas electroacústicas) como un
instrumento, sino más bien, como una manera en que se construyen narrativas. En otras

1
Estas obras electroacústicas son el resultado de un proceso de composición por parte de la autora, las
cuales, tienen como base grabaciones hechas en campo y edición en el estudio de Música Electroacúsitica de
la Universidad de los Andes. Ambos procesos son hechos por la autora con asesoramiento del Maestro Jorge
Gregorio García Moncada.
palabras, con este ejercicio pretendo, explorar desde una experiencia concreta las
posibilidades semánticas que trae consigo la experiencia de lo sonoro.
TABLA DE CONTENIDO
1. INTRODUCCIÓN(ES) ..................................................................................................... 1
1.1 Sobre los estudios del sonido y la antropología sonora........................................... 1
Una mirada hacia lo auditivo. .................................................................................................................. 2
El carácter ontológico de lo sonoro ......................................................................................................... 5
El carácter social de lo sonoro ................................................................................................................ 6
1.2. Hacia una teoría multilocal, etnografías estratégicamente situadas. ..................... 9
1.3. Introducción y contextualización a la comunidad de Playa Blanca. ..................... 10
1.4. Yo como agente que escucha y que escuchó (posicionamiento). ........................ 15
2. MOMENTOS SONOROS .............................................................................................. 17
2.1. Momento José Lima ............................................................................................... 17
Sobre la lluvia ........................................................................................................................................ 18
Sobre Chaquita ..................................................................................................................................... 20
Sobre el ballet ....................................................................................................................................... 21
2.2. Momento Listening Walk ........................................................................................ 23
2.3. Momento culto ........................................................................................................ 25
3. CONCLUSIONES ......................................................................................................... 28
4. REFERENCIAS ............................................................................................................. 29
5. ANEXOS ....................................................................................................................... 33
INTRODUCCIÓN(ES)

1.1 Sobre los estudios del sonido y la antropología sonora

¿Es el sonido algo tan inexplorado? ¿Lo sonoro realmente me va a revelar algo?
¿Cómo estoy escuchando yo? ¿Qué estoy dejando de escuchar? ¿Acaso alguien
me enseñó a escuchar? ¿Son acaso estas preguntas una excusa que oculta mi
absurda admiración egoísta por los sonidos? 2

Invito al lector/oyente a escuchar la pieza No.1 Primer momento.3 Con esto, más allá de
contextualizarlos en un espacio, pretendo introducir y hacerle abrir los oídos hacia un
tema central en el texto: lo auditivo.

Para abordar el tema del sonido y mostrar cómo se realizan desde las situaciones
etnográficas específicas (que más tarde abordaré con más detalle) es necesario la
construcción de un breve marco teórico y la exposición de antecedentes a los llamados
estudios del sonido. Con lo anterior, pretendo justificar que mi investigación se encuentra
enmarcada en un paradigma actual, el cual, sigue en continua construcción y debate.
Presento entonces esta sección dividida en tres ejes característicos de los estudiantes del
sonido4 los cuales, valga aclarar, no son exclusivos entre si. La primera sección presenta

2
Fragmento diario de campo 16 de junio del 2017.

3
Descripción textual de Primer momento:
Me dispongo entonces a escuchar, en un primer momento me encuentro en la lancha, Río Inírida
arriba, preguntándome si lo que estoy escuchando es realmente cierto. Conversaciones estúpidas,
propias y de mis compañeros, el agua semi-rojiza golpeando contra el metal de la lancha, el motor
botando cantidades de armónicos, el viento pegando contra los micrófonos de mi grabadora, y un
desconocimiento de lo que va a seguir en el próximo mes, que se resume, en un ruido incierto dentro
de mi cabeza. Me estoy enfrentando entonces a mi primera gran experiencia en campo, con una
necesidad de encontrarme con el universo sonoro y de experienciar, en este caso en concreto, cómo
estas vibraciones me llevan a una construcción de un nuevo conocimiento.

El tiempo pasa, y los sonidos se van aglutinando en mi cabeza, mientras que a su vez, van quedando
guardados de manera física en mi grabadora. Alrededor de las 6 de la tarde del día 16 de junio del
2017 llegamos a Remanso, comunidad de la etnia Puinave. En la medida que nos vamos acercando
al puerto, se va reduciendo el fuerte sonido del motor, el golpe del agua es menos violento contra la
lancha y se empieza a escuchar cada vez más la densidad de sonidos que hay en el puerto. El
volumen de las voces de mis compañeros disminuye y nos encontramos con una temporalidad
demarcada por una amplia gama de sonidos de insectos.

4
Término designado por Sterne en su libro The Sound Studies Reader (2012) a los investigadores que se
interesan en el sonido. El estudiante, lo define el autor, como una persona apasionada y comprometida al
estudio de una materia, los cuáles se someten a cursos, están asociados a instituciones, tienen maestros y

1
el eje de aquellos investigadores que centran la atención de lo sonoro como una
alternativa al paradigma visual. La segunda sección muestra a aquellos investigadores
que atribuyen en la escucha una acción constitutiva del ser. De esta manera, estos
investigadores le otorgan carácter ontológico a la escucha. Por último, la tercera sección
plantea a aquellos investigadores que se posicionan desde un eje que le atribuye el
carácter social al sonido. Con esto me refiero a cómo los sonidos (los cuales al ser
escuchados en un mismo espacio y por un determinado grupo de personas) han de
constituir lo que llamo una práctica compartida históricamente orientada, la cual, al ser
analizada, experimentada y “evidentemente” escuchada, se llega a reflexiones sobre el
grupo de oyentes.5

Una mirada hacia lo auditivo.

En cuanto a la atención a lo audible, es importante rescatar varios puntos que hicieron


posible los estudios alrededor de lo auditivo.

El primer punto es que esta línea de investigación surge apenas en el Siglo XX. Muchos
teóricos tales como (Feld et. al 2004, Samuels et. al 2010) plantean en algunas secciones
cómo la invención del fonógrafo (finales del siglo XIX) y más adelante el desarrollo
tecnológico de la globalización, son generadores de una necesidad de investigación sobre
el sonido. La posibilidad de registrar, grabar, abstraer y modificar un sonido, genera la
disposición de un terreno o un campo de investigación, en el cual se establece un debate
en el que participan varios académicos de distintas disciplinas. Es por esto, que preguntas
en torno a la representación a través del sonido, el componente epistemológico de los
sonidos y la agencia de los sonidos en las sociedades 6 empiezan a cobrar sentido.

De la mano a lo anterior, preguntas sobre las nuevas formas de hacer etnografía y la


creciente investigación/producción en paisajes sonoros, hacen que se plantee un debate
en la forma de representación. Por lo anterior, se empieza a pensar en las características

siempre tienen más para aprender. El autor señala cómo los estudios del sonido están siendo investigados
por estudiantes de diversas profesiones.

5
Es válido aclarar que la división de estas tres secciones NO es algo fijo. Es una propuesta propia para más
tarde abordar a fondo estos puntos específicos con situaciones específicas de campo. En realidad, aunque los
argumentos de los autores que en este texto presento sí prevalece una postura de estas tres, utilizan a las
otras posiciones para justificar su postura. En otras palabras estos tres ejes no son excluyentes.

6
En este punto es importante aclarar que me refiero a sociedades humanas y no humanas.

2
discursivas del sonido, así mismo, en la capacidad narrativa del investigador y creador,
que desde el campo de la disciplina antropológica, plantea preguntas sobre el etnógrafo
como un agente que hace parte de un espacio acústico, que intercede tanto como
receptor como intercesor. Por lo tanto, se generan reflexiones en torno a las creaciones
de narrativas por medio del sonido que vienen del etnógrafo, que ha sido agente en el
espacio y agente creador 7. Lo anterior invita a pensar en que la estrategia en la cual se
va a representar, se esté reevaluando constantemente, no solo en términos
metodológicos, sino también en términos prácticos.8

Se empieza entonces a pensar en lo que implica escuchar con el argumento de que


históricamente se le ha dado la prevalencia al sentido de la visión. Es por esto, que
autores como Carlos Lenkersdor (2008) Murray Shaffer (2013) recurren a lo que se podría
denominar la prevalencia del paradigma visual.

“Otra dificultad es el énfasis en lo que se ve, lo visual en la publicidad, los medios,


la televisión en general, los videos y el cine. Todo esto prefiere el ver al escuchar.”
(Lenkersdor, 2008, p. 107)

"En Occidente el oído cedió ante el ojo como el más importante recopilador de
información en la época del Renacimiento, con el desarrollo de la imprenta y la
perspectiva en la pintura." (Shaffer, 2013, p.28)

Es en este punto donde se plantea la posibilidad de un estudio basado en el sentido de la


escucha, el cual necesita sus propias metodologías y sus propias lógicas dada la
diferencia que hay entre, por ejemplo, la manera en que es posible observar y la manera
en la que es posible escuchar. Sin embargo, como lo dice Sterne, es importante no caer

7
“Until the sound recorder is presented and taught as a technology of creative and analytic mediation, which
requires craft and editing and articulation just like writing, little will happen of an interesting sort in the
anthropology of sound. We take writing so deeply seriously—the anthropologist as author (Geertz 1988). Yet,
like film and video, which are still incredibly marginal, I think it is going to take considerable time before a more
sophisticated use of these sound technologies takes hold in ethnographic practice. Until then, the anthropology
of sound will continue to be mostly about words. “ (Feld, S & Brenneis, D, 2004, p. 471)

8
“What would a sounded anthropology be? How might the discipline of anthropology develop if its practitioners
stopped thinking of the field recording only as a source of data for the written work that then ensues and rather
thought of the recording itself as a meaningful form? What if discussions of recording moved beyond inquiries
about the state of the art in recording technology to how best to present and represent the sonorous
enculturated worlds inhabited by people?” (Samuels et. al, 2010, p. 330)

3
en el error de lo que él llama “Audiovisual Litany” 9 en la cual recaen algunos estudiosos
del sonido (como los antes mencionados). Estos plantean distinciones tangenciales entre
el sonido y la vista. Lo anterior, como dice Sterne, incide en distinciones absurdas que no
llevan a construcciones teóricas en particular, de hecho, argumenta Sterne, la separación
de los sentidos siempre ha sido un error en las investigaciones. La crítica a la letanía
audiovisual de Sterne inicia una generación de reformadores que han adoptado de
manera similar su posición desde una perspectiva más amplia, que no implique la
individualización del sentido.

Teniendo esto en cuenta, en contextos en donde los sujetos están siendo continuamente
expuestos a un sin número de sensaciones, y con esto, a un sin número de sonidos es
donde surgen preguntas por ¿cómo se están relacionando entre estos? ¿qué es lo que
está siendo escuchado y sentido? Esto, en mi opinión, es una cuestión etnografiable.

Pensar lo sonoro, o pensar en un giro auditivo, no es pensar exclusivamente en lo auditivo


como un sentido aislado. Como campo, los estudios de sonido no deberían cerrarse hacia
otras formas sensibles, ni mucho menos proponer el sonido como un objeto privilegiado
de investigación. Un estudio riguroso del sonido, debe buscar puntos de conexión y
reflexión, y no obsesionarse con la idea de la particularidad de lo sonoro.

Por lo tanto, la propuesta en torno a un giro auditivo, es pensar entonces en la


constitucionalidad del cuerpo sensiente, para esto escritores como García (2017), Nancy
(2007), Augoyard (1997), Feld (2013), entre otros, plantean al cuerpo como un objeto
resonante10. Con lo anterior, decir que somos cuerpos resonantes no sólo sugiere que
tenemos capacidad de vibrar, sino también, comparte la idea que presenta Maria llIdó-
Vicent en su texto A la escucha del argumento musical (2014). En éste explica cómo
diferentes autores plantean la posibilidad de un sentido, el cual no está basado en el

9
En su texto Sterne (2012) muestra cómo varios estudiosos del sonido basan sus investigaciones en
características del sonido diferenciándolo de lo visible, lo cuál para Sterne es un error: “hearing is spherical,
vision is directional; hearing immerses its subject, vision offers a perspective; sounds come to us, but vision
travels to its object; hearing is concerned with interiors, vision is concerned with surfaces; hearing involves
physical contact with the outside world, vision requires distance rom it; hearing places you inside an event,
seeing gives you a perspective on the event; hearing tends toward subjectivity, vision tends toward objectivity;
hearing brings us into the living world, sight moves us toward atrophy and death; hearing is about affect, vision
is about intellect; hearing is a primarily temporal sense, vision is a primarily spatial sense; hearing is a sense
that immerses us in the world, while vision removes us from it.” (Sterne, 2012, p. 9)

10
Idea originaria de Nancy en el siguiente eje característico del estudio del sonido “el carácter ontológico del
sonido” lo abarco con mayor profundidad.

4
orden lógico del discurso, sino que es entendido como un acontecimiento de carácter casi
táctil. “la sonoridad permite abrir un espacio de escucha en el umbral del sentido, de modo
que en este espacio se da una génesis distinta que posibilita la puesta en resonancia de
la comprensión entre sujeto y mundo.” (llIdó-Vicent, 2014, p. 503)

Antes de continuar con el carácter ontológico de los estudios del sonido, es importante
resaltar que con este texto no pretendo llegar a la exclusividad de un análisis de lo sonoro,
en la cual algunos autores se posicionan. Al contrario, soy consciente de que mostrar las
relaciones entre el sujeto que escucha con el objeto que escucha, obliga a la relación de
un cuerpo que resuena. Por lo tanto implica, en un siguiente paso, pensar en una
etnografía multisensorial11, para finalmente establecer esa red de sensaciones.

El carácter ontológico de lo sonoro

Llegando a este punto y siguiendo la línea planteada anteriormente expuesta, es


importante resaltar cómo algunos teóricos del sonido establecen en el acto de escucha
una acción constitutiva del ser. Para esto, es necesario señalar que la manera en la que
los autores indican una formación del ser a partir de la escucha, no se genera de una
manera lineal. En otras palabras, los autores a pesar de que sí dividen lo audible y el ser
que escucha, no proponen con esto un proceso lineal, en el cual el ser que escucha
interpreta de una manera subjetiva los sonidos. Los autores proponen más bien, que tanto
lo audible como la forma en que se es sujeto emergen del mundo social. Por lo anterior,
este “proceso” de la constitución del ser se da a partir de las relaciones entre los
diferentes sujetos (humanos y no humanos), las redes de cada contexto y las situaciones
históricas.
Más adelante en este texto, se podrá ejemplificar, y con esto entender más a fondo, cómo
las personas se crean una manera de ser en un espacio, la cual no se aleja de las
prácticas auditivas y performativas del sonido.

"El sonido emana de los cuerpos y también los penetra; esta reciprocidad de la reflexión y
la absorción constituye un creativo mecanismo de orientación que sintoniza los cuerpos
con los lugares y los momentos mediante su potencial sonoro. Así, la audición y la

11
En su texto Multisensorial Anthropology: A Retrofit Cracking Open of the Field Debra Spitulnik Vidali
plantea la importancia de una antropología multisensorial ya que es abrir un espacio más inclusivo en las
metodologías y en las propuestas etnográficas.

5
producción de sonido son competencias encarnadas o incorporadas (embodied
competences) que sitúan a los actores y su capacidad de acción en mundos históricos
determinados. Estas competencias contribuyen a la conformación de los modos
diferenciados y compartidos de ser humanos, y a la apertura de las posibilidades y
materializaciones efectivas de la autoridad, la comprensión, la reflexividad, la compasión y
la identidad." (Feld, 2013, p. 222)

Adentrarse entonces en un territorio y reconocer en el sonido una modalidad de obtenci ón


de conocimiento, es un ejercicio que invita a la apertura de la comprensión. Por lo tanto,
siguiendo el argumento de Feld, tanto escuchar cómo producir sonidos, son actos
incorporados que sitúan a los actores en espacios determinados. Lo anterior invita a la
importancia de la experiencia misma. Autores como Brandon LaBelle (2014) demuestran
cómo el sonido y la escucha invitan a una atención entre las formas en que se da la unión
entre habitantes de un mismo espacio y entre estos habitantes con el espacio, tomando
como base la condición compartida de lo cotidiano.

"It is my emphasis that sound reroutes the making of identity by creating a greater and
more suggestive weave between self and surrounding. As I tried to show in my earlier work,
Background Noise: Perspectives on Sound Art, the rich undulations of auditory materiality
do much to unfix delineations between the private and the public. Sound operates by
forming links, groupings, and conjunctions that accentuate individual identity as a relational
project. The flows of surrounding sonority can be heard to weave an individual into a larger
social fabric, filling relations with local sound, sonic culture, auditory memories, and the
noises that move between, contributing to the making of shared spaces. " (LaBelle, 2014,
p.xxi)

Podría decirse, que la forma en que conocemos y experienciamos el territorio se refleja en


la forma en que nos manifestamos y somos en el mundo. Lo anterior no se vive de
manera individual, esto está enmarcado en redes y estructuras sociales, las cuales, no
solo se comparten de manera sincrónica con los agentes presentes, sino que también
pertenecen a relaciones y estructuras que se han dado de manera diacrónica.

El carácter social de lo sonoro

Por último, en esta tercera sección, quiero mostrar a algunos de aquellos investigadores
que se posicionan desde un eje, el cual, atribuye un carácter social al sonido. Esto con la
intención de revelar la capacidad que tienen los sonidos de constituir, lo que llamo una
práctica compartida históricamente orientada. Dicha práctica, al ser analizada,
experimentada y para este caso, escuchada, saca a relucir distintas sensibilidades
humanas. Las cuales, en un sentido más amplio, invitan a una labor antropológica que se

6
piense maneras de evocar estos momentos de encuentros y de mundos de experiencia
más adecuadas y pertinentes para cada contexto.

Ya he mencionado antes que los estudios del sonido, han sido abordados por
investigadores de diferentes áreas: filósofos (Nancy, 2007) ecólogos acústicos (Pijanowski
et al., 2011) antropólogos (Feld, 2013), musicólogos (Marti, 1992) artistas (Kapchan,
2017) entre otros. Sin embargo, la mayoría de los investigadores concuerdan, que los
sonidos y el acto de escucha contienen, evocan y construyen mundos de experiencia.
Esto es dado por la relación íntima que se establece entre relaciones sociales y patrones
sonoros.

El término Acustemología es presentado por Steven Feld (2015) es resultado de su


investigación en Nueva Guinea con la tribu kaluli. Con dicho término el antropólogo
plantea la suma de la acústica y la epistemología, lo cual invita a pensar en el sonido
como una herramienta para conocer y estar en el mundo. "La Acustemología se trata de la
experiencia y la agencia de la historia de la escucha en los diferentes contextos,
entendiéndola relacional y contingentemente situada y reflexiva"12 (Feld, 2015, p.15)

De esta manera, esta perspectiva, tiene como objetivo darle valor a un tipo de realidad
que sale desde las distintas sensibilidades humanas. Otro ejemplo es lo que plantea el
filósofo Jean-Francois Augoyard:

"Paradigma de entendimiento de los fenómenos sonoros estudiados, el efecto sonoro es


una herramienta sonora interdisciplinar de análisis y de producción. Cuando es medible es
la relación de la variación de intensidad en función de la duración del fenómeno o incluso el
tiempo de reverberación. Es casi siempre reconocible en el entorno construido, pues los
caracteres morfológicos del espacio en el que se propaga son componentes esenciales de
su estructura audible. Su perceptibilidad, invita a investigaciones más amplias en
fisiología y en psicología de la percepción. Al ser un elemento estructurante de la
percepción de los territorios, invita a abordar con un nuevo enfoque la cuestión de
las formas de sociabilidad. Finalmente, se trata de un instrumento universal de la
composición musical, que recurre, ya sea a las nuevas orientaciones en el análisis
comparado, ya sea a un planteamiento estético estrictamente musical dentro de una más
amplia estetica de la experiencia sonora en general." 13 (Augoyard, 1997, p.217)

12
Traducción propia.
13
Resaltado propio.

7
Creo que la fragmentación de la escucha, como dije anteriormente, no debe ser exclusiva.
Sin embargo reconozco, como lo dice Augoyard, que la fijación a una forma de
sensibilidad revela, diferentes corporalidades. Estas diferentes formas de corporalizarse o
de ser sensiente en un espacio no son del todo subjetivo, se comparten de diferentes
maneras y son evidentes en las prácticas cotidianas. Esto se ve revelado en el caso
específico de Playa Blanca, ya que, en mi trabajo no sólo se está mostrando las diferentes
maneras en que los diferentes agentes se relacionan con un espacio y como esto se ve
reflejado en el acto de escuchar y en los sonidos. Mi trabajo, también incluye, reflexiones
desde mi propia experiencia 14, de ser cuerpo en otro espacio y de escuchar y transitar
entre nuevos agentes de sonido.

Siguiendo a Jean-François Augoyard, el ser humano en sociedad fabrica marcadores


sonoros, los cuales determinan explícitamente o implícitamente los espacios. Por lo tanto,
el sonido tiene la capacidad de agencia sobre las personas. "La señal sonora inaugura"
(ibídem, p.216) en Playa Blanca por ejemplo la campana o el silencio de las mujeres, en
ambos casos intencionados, o en otro caso; el sonido de las lanchas llegando a lo lejos o
la lluvia que se acerca, revelan una interrupción en las personas o invita a un accionar
determinado. Más adelante especificaré en estos casos para mostrar cómo estas
reflexiones se dan en el contexto de Playa Blanca. Lo que propongo entonces es en
prestar atención en la causalidad del sonido o lo que implica en la realidad social de las
personas determinados sonidos que llevan a determinadas acciones.

A esto es lo que llamo Prácticas compartidas históricamente orientadas, las cuales invitan
a pensar en diferentes mundos o concepciones del mundo, que a través de los sentidos o
de las formas de perceptibilidad se dan las diferentes relaciones que estructuran los
territorios. Con esto, invito a pensar en un enfoque y en la cuestión de cómo estas
relaciones de sociabilidad con el entorno, a través de los sentidos, se da también de una
manera compartida. Sumado, estas prácticas se dan tanto con los diferentes actores
contemporáneos, como con situaciones históricas.

De modo similar el antropólogo Miguel Alonso Cambrón plantea que el sonido es


información compartida, pero también invita a una reflexión conjunta e histórica. Es decir,

14
Ver Yo como agente que escucha y que escuchó (posicionamiento)

8
no sólo los sonidos se comparten en un presente inmediato, sino que también implican
una relación con situaciones y relaciones del pasado. Alonso Cambrón (2005) invita a
pensar el sonido como "estructuras estructurantes pero no estructuradas" (Cambrón,
2005, p.44) en el sentido en que existe una permanente ordenación, ya que, los diferentes
participantes (los que escuchan) se ven obligados casi siempre “a definir sobre la marcha
un vínculo entre posiciones estructurales no del todo clasificadas.” (ídem.)

Es importante recapitular que ya he señalado que no sólo un determinado tipo de


comportamiento el que invitan estas prácticas compartidas históricamente situadas, sino
también una forma en que se estructura el territorio y de relacionarse con este. Lo
anterior, considero yo, hace una invitación para que metodológicamente se piense una
forma de abstracción para llegar a cómo se dan estos procesos en las diferentes
realidades.

Los estudios del sonido desde un eje que designa un carácter social, invitan a pensar en
diferentes dimensiones, y en una metodología de la investigación social que se piense
desde lo local hasta lo multilocal. En este orden de ideas, los estudios del sonido, también
proponen una metodología que se piense el espacio y el tiempo en términos de relaciones
históricas y contemporáneas. Una metodología que se piense la construcción de lo
público15 y de lo privado a través del ente sensiente y el proceso de cómo se configura el
espacio con especial énfasis en lo sonoro (y algunos con énfasis a lo multisensorial). Lo
anterior no escapa de proyectos metodológicos como el que propone George Marcus
(2001), los estudiosos del sonido están constantemente construyendo un campo con
propuestas de investigación que parten de lo local para generar una apuesta
epistemológica multilocal.

1.2. Hacia una teoría multilocal, etnografías estratégicamente situadas.

Al entender los sonidos como lo hace Alonso Cambrón (2005) se invita a pensar en una
dimensión del método etnográfico a gran escala. En este punto pretendo señalar cómo la

15
El "espacio público es una composición sonora en transformación y es también un reflejo de los cambios
estructurales de la sociedad. Hay una identidad sonora en cada lugar, y ello configura la memoria sonora y el
subconsciente colectivo de sus habitantes." (Cerda, 2012, p.145)

9
propuesta de investigación de los estudiosos del sonido configura un cuerpo de
investigación multilocal partiendo de casos de etnografías estratégicamente situadas.

Es preciso decir, que lo anteriormente dicho, se encuentra bajo la posición de George


Marcus y su propuesta de la Etnografía Multilocal. Considero, que al ser los estudios del
sonido investigaciones que se centran en las relaciones construidas entre
sonidos/espacios/agentes este campo de estudio invita a una propuesta que abarque la
circulación, la percepción y la construcción de lo que implica escuchar y las relaciones que
se dan a partir de lo anterior. En mi opinión, el surgimiento de los estudiosos del sonido,
está construyendo una propuesta de investigación multilocal

"El objeto de estudio [de las etnografías multilocales] es en última instancia móvil y
múltiplemente situado. Cualquier etnografía de tal objeto tendrá una dimensión
comparativa que le es constitutiva en la forma de yuxtaposición de fenómenos que
convencionalmente han parecido como (o, conceptualmente, han sido mantenidos como)
“mundos aparte” (Marcus, 2001, pp. 115-116)”

"Las etnografías multilocales definen sus objetos de estudio partiendo de diferentes


modalidades o técnicas. Éstas pueden entenderse como prácticas de construcción a través
(de manera planeada u oportunista) del movimiento y rastreo en diferentes escenarios de
un complejo fenómeno cultural dado e inicial de una identidad conceptual, que resulta ser
contingente y maleable al momento de rastrearla." (Marcus, 2001, p.118)

Teniendo estas definiciones presentes, lo que propongo en este punto es que la formación
de un cuerpo académico encargado de los estudios del sonido, ha construido (tal vez de
manera inconsciente) un cuerpo de investigación multilocal. En este campo, se describe,
se escucha y se observan cómo se dan los procesos de construcción de la realidad
partiendo de la base la importancia de los sentidos. Lo anterior, apuesta a una
metodología etnográfica y una dimensión del método mucho más amplia, que se cumple
desde espacios específicos hacia una propuesta y formulación de una teoría en un marco
total. En otras palabras, se trata de validar desde una manera específica cómo los sonidos
cobran sentido a la vida cotidiana y a los cuerpos de los sujetos escuchantes.

1.3. Introducción y contextualización a la comunidad de Playa Blanca.

Considero que es importante para continuar con el desarrollo de este texto, poder situar
algunas de las reflexiones a las cuales los estudios del sonido han llegado, en un contexto
específico. Para esto, en la siguiente sección, pretendo describir brevemente la

10
comunidad de Playa Blanca. Con lo anterior, hacer que el lector se haga una idea del
contexto de la comunidad y después, en el siguiente capítulo Momentos sonoros, poder
señalar cómo estas reflexiones en torno al sonido se hacen posibles.

La comunidad de Playa Blanca se encuentra ubicada en el costado colombiano del Rio


Atabapo a unas dos horas en un motor 15 río arriba del pueblo venezolano San Fernando
de Atabapo o del caserío Amanabén (en el terreno colombiano). Este río se encuentra en
la frontera entre el departamento colombiano Guainía y el estado Amazonas de
Venezuela. La comunidad está conformada por nueve unidades familiares estables y un
aproximado de 50 personas. Es importante rescatar, en este punto, que la movilidad de
ciertas personas hacia adentro y hacia fuera de la comunidad es muy recurrente. Las
personas que habitan este terreno pertenecen (a excepción de dos mujeres: Priscila y
Nora) al pueblo indígena Curripaco.

Su territorio, se encuentra en el Resguardo Indígena Cacahual Rios Atabapo e Inírida No.


0082, el cual, fue constituido mediante la Resolución del 26 de septiembre de 1982. Se
podría diferenciar este territorio según las lógicas de uso del suelo de los habitantes de la
comunidad de Playa Blanca. Por un lado, están los ríos y los caños, por otro lado, está la
sabana, también podemos encontrar en este territorio lo que ellos llaman “monte o selva”,
los cuáles, son pedazos de tierra poco intervenidos. También, están los conucos:
espacios de tierra enfocados en la siembra de alimentos, especialmente en la siembra de
ciertos tipos de yuca brava. Por último el cacerio, o los “barrios” (como se refieren los
habitantes) en donde se encuentran las casas de las familias, la escuela, la caseta
comunitaria, la cancha de fútbol y la iglesia evangélica.

Es importante resaltar que el uso y la apropiación del territorio no se limita a lo dictado por
la Resolución 0082, ni con los acuerdos que se han hecho internamente para dividir las
comunidades que se encuentran a lo largo y a lo ancho de este resguardo. Es muy común
que los habitantes de Playa Blanca se movilicen al otro lado de la frontera (a Venezuela)
para conseguir alimentos (tanto en conucos, que quedan por fuera del territorio
designado, como ir a comprar alimentos a Amanabén o a el pueblo de San Fernando de
Atabapo, en el lado de Venezuela). Otro de los motivos por el cual las personas de la
comunidad se movilizan es para hacer visitas en otras comunidades, así como para asistir

11
a cultos evangélicos en comunidades vecinas, y comercializar los alimentos que han
fabricado o recolectado.

Imagen de cartografía realizada en conjunto con la mayoría de personas de la comunidad de Playa Blanca y
las estudiantes de Antropología de la Universidad de los Andes Natalia Cárdenas y María José Patiño.
Realizada en la caseta comunitaria el día martes 27 de junio del 2017.

12
La dieta alimentaria que es posible en este territorio se basa en el consumo de yuca
brava, procedente de los conucos que cada familia trabaja, y es procesada por las
mujeres en diferentes recetas (casabe, yucúta, almidón…) en las cocinas de yuca que
cada familia tiene a un costado de su casa. De forma complementaria, otro alimento
principal es el pescado, que es recolectado principalmente por los hombres de las familias
en los caños cercanos a la comunidad. Es importante resaltar que la obtención de cierto
tipo de pescado y la cantidad del mismo, responden a las lógicas del calendario ecológico
de la comunidad (tema que este texto no pretende abordar). Por otra parte, cuando les es
posible, consumen “alimentos de blancos” que lo obtienen cuando van a mercar a San
Fernando de Atabapo o cuando hacen cambio con los balseros/mineros que están
clandestinamente a lo largo del rio.

Soy consciente de que es importante describir y señalar los procesos históricos que se
han dado en el territorio Nororiental amazónico. Estos procesos, dan como resultado la
situación y el contexto actual de las personas de la comunidad de Playa Blanca, sin
embargo, es algo que excede los límites de este documento. Aun así, entre las historias
de vida de las personas, se puede hacer un recuento de la historia de la región nororiental
amazónica. En una conversación con Saul, un visitante (mas no habitante) que
permaneció durante la gran mayoría de tiempo en el que yo estuve haciendo campo salió
la siguiente frase de la cual se pueden establecer varios de estos procesos:

“los caucheros nos obligaron a pensar el esfuerzo y en trabajo asalariado, el evangelismo y


la señorita Sophia Muller nos hizo ponernos en un mismo espacio y ahora el oro está haciendo que
los jóvenes se vayan …” 16

De una manera muy resumida se puede plantear que a lo largo del S. XIX hasta el
momento actual, la región nororiental del Amazonas ha sido testigo de la llegada de
diferentes agentes que han transformado las relaciones de las personas que han habitado
este territorio. Por un lado, la incorporación de industrias de caucho a finales del S. XIX y
la formación de un mercado y la invención de ciertos tipos de trabajos y trabajadores,
continuando con la llegada de misiones evangélicas a cargo de la New Tribes Mission con
liderazgo de Sophie Muller en 1940, y con esto, la basta evangelización de las
comunidades. Seguidamente, con los momentos álgidos de la historia política de
Colombia, como el periodo de La Violencia y la formación de guerrillas, causando así, el

16
Conversación con Saul Rodriguez.

13
desplazamiento forzado de algunas comunidades, tanto colonos como grupos armados
como indígenas de diversos Pueblos.

Finalizando, con el paso del tiempo, la formación de un mercado extractivista del oro.
Estos agentes son los que han sido protagonistas y transformadores de las narrativas y de
los discursos predominantes en las personas que habitan este espacio, que en ninguno
de los casos escapa de una lógica de colonialidad. Para mayor profundidad de estos
procesos, recomiendo leer la disertación de grado de Esteban Rozo Remaking
Indigeneity: Conversion and Colonization in Northwest Amazonia (2013).

“ya tenemos por ahí unos 30 años por ahí [de casados con su esposa Cecilia], si ve que
ese mi hijo, ese capitán tiene como unos 28 años por ahí….yo salí de mi comunidad hace
como 8 años [se refiere a los 8 años de edad], yo salí trabajar, yo salí po´allá por los lados
del Vaupés con un colombiano, el venía a buscar gente pa´ trabajo, pa´ cocaína, esa
cocaína que viene a buscar todo eso vienen del Vaupés, entonces me llevó pa allí pa el
san josé del guaviare, salimos nosotros, puro jóven, fuimos a sembrar cocaína con un
señor colombiano, más arriba de Mitú, pa´ allá es que nosotros estábamos trabajando, yo
tenía 8 años. yo salí de mi familia, duramos casi un año trabajando, después me devolví y
vino otra vez el señor, duramos esa otra vez como dos años ”17

La Comunidad de Playa Blanca es formada en el año 2000 por cinco hermanos y sus
parejas que llegan de Pato Yurisal, que es en la cabecera del mismo río. Llegan a ese
pedazo de tierra siguiendo los consejos de Luciano, el padre de los hermanos, quien les
aconseja mudarse de Pato Yurisal. La gran mayoría de los habitantes dicen que se mudan
por cuestión de seguridad, ya que en la cabecera la situación estaba muy violenta. Otros
dicen que escogen ese terreno porque queda mucho más cerca al pueblo (Inírida). Con lo
anterior les queda mucho más fácil salir a vender los productos y también poder comprar
“el cafecito, el jabón y otras cositas”. Por lo menos el 70% de la comunidad han trabajado
en el oro, especialmente los más jóvenes y los hermanos menores.

17
Conversación con José Lima el día 07 de julio del 2017 durante la cena, alrededor de las 7:00 p.m. Se
puede sustentar con el texto de Rozo con respecto a la expansión de la coca y el trabajo“At the same time,
colonization and pressure over land increased during the 1970s in some parts of the Amazon region such as
Guaviare, where the expansion of coca crops drew a lot of population to the region from the interior” (Rozo,
2013, p. 263)

14
1.4. Yo como agente que escucha y que escuchó (posicionamiento).

Espero que en este punto ya el lector/oyente haya podido escuchar la pieza No.1 Primer
momento.

Quiero resaltar el argumento el cuál he mencionado anteriormente, sobre cómo cuando


escuchamos, estamos escuchando el sonido resonante, entre nuestros cuerpos. Con esto
quiero reflexionar sobre el posicionamiento del investigador. Este gran capítulo de
introducción(es) lo comencé con un fragmento del diario de campo en la cual me
preguntaba de manera introspectiva los sonidos. Así mismo la edición y la composición de
la primera pieza no se escapa de una experiencia introspectiva de lo audible a la llegada
al territorio.

Como investigadores, que tenemos el privilegio de estar en el sitio y de hacer una


experiencia de campo, lo audible no se escapa de una facticidad de nuestro cuerpo
estando presente. Es por esto que, siguiendo el argumento de Waltman (2017) somos
parte de esta resonancia, y al hacer nuestro sonido, estamos volviendo a sonar y
recibiendo nuestras propias transmisiones. Con este conjunto de piezas electroacústicas,
a las que llamo momentos sonoros, más allá de describir un momento específico quería
tomarme la tarea de intentar mostrar a través de lo sonoro cómo se puede experienciar
diferentes niveles de la realidad social a través de los procesos de la escucha.
“¿podríamos imaginar nuestra escucha como composición? ¿Escuchar como una forma
de pensar y de estar en el mundo que nos entrena para escuchar y reproducir el sonido
en conjunto, reposicionando así el acto crítico como un acto social de lectura sonado en el
momento de la actuación?" (Waltman, 2017)

Por lo tanto, la figura del lector/oyente al que le hablo en este texto, es alguien con quien
espero compartir estas reflexiones que se han dado por diferentes académicos en los
llamados estudios del sonido, y que de cierta manera (lo cual articulo en las siguientes
páginas de este texto) yo tuve la oportunidad de experienciar en esta inmersión en Playa
Blanca.

Las obras electroacústicas tienen la intención de complementar esa necesidad de estudiar


el sonido, no sólo a través de las palabras, sino a través del acto mismo de la escucha. Es

15
muy importante en este punto rescatar que tanto el acto de escucha, como el acto de
composición de las piezas, están siendo medidas por procesos que van mucho más allá
de la representación. Procesos que están siendo mediados por las relaciones de poder y
los choques discursivos que se dan en el encuentro entre el investigador y el investigado.
Es por esto, que mis piezas electroacústicas no están presentes en este documento con
la intención de representar al “orto” (por eso no las menciono como Paisajes Sonoros)
sino que están presentes con la intención de acercar al Lector/oyente e esas diferentes
relaciones de las sensaciones con las que me encontré dentro del universo cultural del
investigado. Sin embargo, considero que estas experiencias de choque, y esta obsesión
por lo audible y en una tercera etapa una representación, hace que se piense sobre el
carácter narrativo de la representación a través de la composición no textual, sino de
Paisajes Sonoros.

Con la anterior quiero argumentar que ser consciente de la capacidad discursiva de la


representación, invita a un primer paso para luego preguntarse sobre la autoridad
etnográfica y los tipos de relaciones que se están dando a través de la representación por
medio de los paisajes sonoros. Reflexiones que ya se han hecho en la escritura desde la
antropología, ver por ejemplo James Clifford (1988), que sin embargo no he podido
encontrar en los estudiosos del sonido, ni en compositores de paisajes sonoros.

No obstante, reconozco que los estudios del sonido, al ser consiente de los diferentes
procesos de escucha, hacen presentes esos choques entre el investigador y el
investigado y hacen de la escucha un escenario en dónde se hace posible esos procesos
de diálogo.

16
Momentos sonoros

2.1. Momento José Lima

En la comunidad de Playa Blanca, uno de los hombres, José Lima es sordo. En este
instante, invito al lector/oyente a escuchar la pieza No.2 Momento José Lima.

“Es que así como yo le dije, yo escucho más pa´ allá pa adentro, pa´ adentro suena mal.
Así como agua caída, así del caño TSHHH[imitación del sonido] ...yo escucho así... pero
pa allá pa´ adentro, eso es lo que no me deja escuchar. Bueno cuando empezó eso,
cuando me tapó ese oído, pues después de primero hijo que yo tengo ahí... ahí me dijo
José Paiva, "ustéd tiene que ayunar" me dijo, "tiene que ayunar unas... dos o tres
semanas”, dijo, “de pronto le entra" cómo le digo... Jupinay …. En el mes de abril, cuando
hay pescado me parece, yo puse una caña, entonces pescado ahí donde yo puse el
cacure, entonces pescado entraron bastante ahí, cuando nació este muchacho, entonces
yo aguantaba todavía unos tres días, como yo, me dio hambre, entonces yo le dije "yo voy
a matar pescado" yo le dije a mi señora, no, yo no aguanto más hambre, voy a mirar mi
cacure, voy a revisar, ahí yo foy.
Cuando yo llegué allá, zambulle en el cacure, habían bastantes pescados, puro payara, ahí
yo metí en el agua. Cuando yo metí en el agua, ahí me entró agua, de una, y me tapó un
oído, y yo metí ese pescado y saqué todo, y eso me duró casi un día que el agua estaba
adentro, y yo le hacía así, salió poquito, y después de eso yo no escuchaba así como
antes.
Pero no eso rápido, eso de hace años, va tapando poco a poco, así va, así empezó eso,
hace casi 10 años, yo estaba bien todavía, pero como esos muchachos de nosotros no
buscan comida, entonces yo tengo que zambullir para poder mantener los hijos que yo
tengo, entonces yo creo que el agua me va entrando poco a poco. Ahí él me llamaba, ese
señor [josé paiva] para andar pescando allá pa´ otro lado, por ahí, nada. Él me decía "será
que usted está tapado de oído o usted está bravo" ¿cómo? yo le dije "yo llamé usted de
allá y usted nada, tranquilo, yo creí que usted estaba bravo" no, yo le dije, yo creo que me
voy a estar tapado, "yo creo que sí" dijo él "Usted no me contestó". 18

María Inés Rey (2008) en su ponencia El cuerpo como lugar de identidad de los sordos
(cuestionando la biologización de identidades sociales) muestra cómo la identidad de los
sordos se ve mediada por una diferencia la cual es el vínculo para integrarse a la
sociedad. Con esto no quiero decir que aquella construcción y socialización de quienes
escuchan sea la ideal, ni tampoco, quiero caer con este texto en una posición

18
Conversación con José Lima en su casa. Como herramienta de grabación llevaba (yo) una grabadora
ZOOOM H6, la cual, en varias ocasiones la utilizaba para poder hablar con José Lima, lo que hacía era subir
el volumen de ganancia del micrófono frontal y el volumen de salida de los audífonos al máximo, los cuales
utilizaba José Lima para poder hablar con nosotros y escucharnos. Al final de una de estas conversaciones,
en el momento en que se levantó de la mesa, nos dijo a Natalia y a mi “muchas gracias, hace tiempo no me
sentaba con mi familia así” se quitó los audifonos, se paró y se fue.

17
discriminatoria, privilegiando a la escucha, (si es que de algún modo tengo que aclarar). Al
contrario, no entro en un debate de discriminación. Con este texto pretendo demostrar la
construcción de diferentes identidades por las diferencias sensibles. Claro que para la
lógica y el propósito de este ensayo lo hago con aquello que es audible. Por lo tanto, a
continuación, presento pequeños encuentros, entre el territorio (y) las personas, entre las
personas (y) yo, entre yo (y) el territorio. Todos estos (y) son conectores sonoros.

Sobre la lluvia

Pelamos yuca toda la tarde en la cocina de Omaira, hacía un calor picante, y pensaba que menos
mal estábamos bajo techo de palma, los hijos de Omaira iban de vez en cuando a molestar a
Natalia y a mi, Aliani [su única hija mujer] se quedó con nosotros la mayoría del tiempo. En un
momento de la tarde, Omaira suelta las yucas que estaba pelando y va a recoger los casabes y la
ropa que tenía extendida al sol, luego vuelve a su tarea, nosotras le preguntamos que qué pasó y
que por qué hizo eso, ella nos responde que si no escuchamos, que ahí viene la lluvia.
Aproximadamente 10 minutos más tarde nos acompaña un típico aguacero de invierno.19

Es válido aclarar que no me propongo entrar en el debate de la división naturaleza/cultura


y cómo este debate se ve en las narrativas de las personas de la comunidad de Playa
Blanca, pero sí quiero evidenciar cómo estos agentes (que de alguna u otra forma desde
mi occidentalidad no considero como sujetos) tienen agencia en el espacio, y en el
accionar de las personas. 20 Esto se puede evidenciar de muchas formas, es más, en este
caso específico se está expresando a través del lenguaje, a través de relaciones
históricas, a través de experiencias personales, pero es a través del sonido que se activa
todo este tipo de relaciones, por eso lo que llamo Prácticas compartidas históricamente
orientadas en donde todas las relaciones mencionadas anteriormente se activan a través
de un factor específico, en éste caso, el sonido.

19
Fragmento de diario de campo reconstruido, del día 1 de julio 2017.
20
“Thus entities that listen and entities that produce sounds are entangled in the relation between nature and
culture and mutually produce each other a theory of sound implies a listener, which in turn imagines a listener
and an idea of reception of sound. In the relation between each of these entities a listening subject, an object
that produces a sound, and a supposed listener of that sound object what is produced is an ontology of
relationships, an idea of how to think the interaction between entities that produce/hear sound. That is why
frequently hearing is a method that gives us the keys for how to think diferent ontologies of the human
and the nonhuman. But, in the West this tends to be confused with thinking that sound (or music) is an
eminenteld of transparent a ect and relationality. That is why in the West the expression “to have a voice,” to
“listen to one another,” and more recently, to feel a “resonance” or “vibrations” between people are o en
expressions used to invoke the idea of participation, the recognition of the “other,” and alternative forms of the
collective. The point is not to negate that the ear produces an ontology of the relation between the person and
the world, but rather not to confuse that with our own notion of relationality. What this implies is the need to
explore the richness of a multiplicity of variables among what different peoples consider the given and what
they consider the made that come together in the acoustic.” (Ochoa, 2014, p.22)

18
La lluvia, es un agente que a través del sonido se comunica e invitan a una acción. De
nuevo, pensando en los “Marcadores sonoros” señaladas por Augoyard (1997) el ser
humano en sociedad fabrica marcadores sonoros, los cuales determinan explícitamente o
implícitamente los espacios. En mi opinión, los espacios también hacen parte de esta
fabricación de sonidos, el espacio incide con su performatividad en el universo sonoro de
las personas, dándole y comunicando un cierto mensaje. Por lo tanto, invitando a accionar
de cierta manera.

Por otra parte, este momento me llevó a pensar sobre las temporalidades. Las personas
de Playa Blanca manejan el tiempo por ciclos, de acuerdo a lo que comúnmente se le
denomina el calendario ecológico. Sin embargo, mi estancia allá me llevó a pensar en un
presente constante (por diferentes aspectos que se escapan de la intención de este texto):
la falta de flexión en los verbos con respecto al tiempo en el curripaco 21, lo difícil para
comunicarnos con ellos en relación al componente del ¿qué queremos? o de una
planeación a participativa a futuro como componente del Plan de Vida 22, entre otros.
(Claramente los aspectos anteriormente mencionados no son exclusivos de la visión del
tiempo, sino que entran a jugar otros aspectos)

Recapitulando el argumento, la idea de lo sonoro me llevó a pensar sobre qué implica la


agencia de los diferentes agentes (lluvia/Chaquita) y el sonido, en la relación con el
espacio. Por lo tanto estas relaciones me hacen pensar en una suerte de performatividad
o de improvisación con el espacio, en donde las acciones como el oír que la lluvia viene
implica hacer ciertas acciones. Es un manejo no sólo del espacio al que invita el sonido,
sino también del tiempo:
“la temporalidad de la escucha difiere de nuestra concepción cotidiana del tiempo. Esto, en
parte, responde a que el oído capta siempre el devenir de sucesos en el tiempo, lo que
difiere de manera radical con lo que cognitivamente detonan los mecanismos de
representación y administración visual del tiempo (como son el reloj, el calendario y
dispositivos similares). La memoria, la duración, la densidad de acontecimientos que
podemos apreciar, operan de manera distinta cuando escuchamos que cuando activamos
otros mecanismos de percepción, lo que se relaciona estrechamente con la apreciación de
temporalidades no lineales, no distribuidas simétricamente y no supeditadas a la
administración productiva del trabajo." (García, 2017)

21
Lengua que se divide en cuatro dialectos, la mayoría de las personas de la comunidad de Playa
Blanca hablan el dialecto Kurri.
22
Paralelo a mi investigación, Natalia Cárdenas y yo nos encontrábamos en la construcción de un
Plan de Vida para la comunidad de Playa Blanca.

19
Sobre Chaquita

Fuimos entonces a bañarnos con los niños. Esta vez nos bañamos por la parte por la que entramos
la primera vez a la comunidad. (el muelle principal) Sigo impresionada con el color rojizo del agua y
cómo causa en las pieles morenas de los niños (y la mia) un brillo exquisito, las pieles brillan
debajo del agua. Jugamos un rato con los niños y un tarrito de Shampoo que teníamos para
lavarnos el pelo Natalia y yo. En un momento los niños se quedan quietos y se paran en el agua,
miran hacia el sur y se dicen entre ellos “Chaquita”, luego vuelven a jugar con nosotras. 23

Chaquita es una comunidad de aproximadamente 120 familias, a una hora


aproximadamente de Playa Blanca. Es una de las comunidades más grande del Río
Atabapo, en ese momento Natalia y yo no percibimos el sonido. Luego de salirnos de
bañar los niños nos contaron que era que estaban haciendo algo en Chaquita y se
alcanzaba a escuchar.

Este momento refiere al carácter socializador del sonido. Sobre todo, en cómo "el sonido
es una información compartida” (Cambrón, 2005, p.40) Cambrón, como lo menciono
anteriormente en este texto, nos muestra que una atención en el campo sonoro nos puede
llevar a pensar en cuál es la relación entre los espacios, las actividades, los materiales y
los sonidos asociados a esos espacios, generados como consecuencia de esas
actividades. Por lo tanto, nos invita a reflexionar sobre las relaciones que se establecen
entre las personas de cada territorio, el sentido de lejanía y cercanía, el sentido de
relación que hay con las otras comunidades.

Chaquita es una comunidad en donde varias personas de la comunidad de Playa Blanca


tienen familia, en donde van de manera recurrente al culto los Domingos, en donde se
encuentra el puesto de salud más cercano y más completo de todo el río, en donde
algunos de los niños también van al colegio. Es parte de la visión de territorio extendido
que tienen las personas de Playa Blanca, por lo tanto, los sonidos hacen parte de su
universo acústico.

23
Fragmento reconstruido de diario de campo el día 20 de Junio del 2017.

20
Sobre el ballet

ya estoy entendiendo cada vez más esa parte de aceptar la pérdida del lenguaje, me refiero a
pérdida como la pérdida de no entender el curripaco y de adentrarnos a los espacios en los que no
está el lenguaje verbal, porque a pesar de nuestro intento de aprender curripaco, no es algo
factible que salgamos comunicándonos en curripaco en un mes. Pero igual sí hay momentos,
sensaciones, silencios o espacios en los que se van entendiendo.... como maneras, actitudes en el
espacio que vamos aprendiendo y vamos haciendo nosotras, hoy en la cena estuvimos nosotras
atrás, no fuimos protagonistas, no estábamos en la mesa principal, como siempre lo hacemos. Nos
hicimos en el fogón, atrás, donde se hacen las mujeres. 24

En una experiencia de campo, yo como antropóloga, trato de explicarme a mí lo que


ocurre con las personas con las que comparto, de esta manera, entrar a las lógicas
compartidas en el territorio. El sonido no sólo me dio pistas de cómo se configuraban
estas relaciones, si no también me fue involucrando. El espacio y las relaciones poco a
poco me fueron callando y permitiendo hablar. Me dio una posición en el espacio el hecho
de ser externa, de ser mujer, de quedarme solo unas cuantas semanas, de no hablar la
lengua, así como me permitió ver otras cuantas cosas. Este momento lo llamo Ballet,
porque dentro de la cocina, ocupando un espacio, el cual no había ocupado antes, pude
ver cómo había una performatividad en el espacio. En la mesa, los hombres hablaban en
lengua, y esperaban a que las mujeres les pasaran la comida. Al fondo; el fogón prendido,
las mujeres sentadas en las butacas alrededor de este, los niños al lado de las mujeres,
nosotras al lado de las mujeres. De vez en cuando las mujeres hablaban entre ellas, con
un tono de voz baja y se reían, mientras que los hombres continuaban hablando entre
ellos. Nadie ocupaba el espacio del otro, todos sabían cuándo hablar y cómo hablar, como
ocupar el espacio tanto sonoro como físico.

En un estudio del sonido como lo dice Nancy (2007) “se escucha a quien emite un
discurso que uno quiere comprender, o bien se escucha lo que puede surgir del silencio y
proporcionar una señal o un signo, podemos decir, al menos para simplificar (si olvidamos
las voces, los timbres), que la escucha está tendida hacia un sentido presente más allá
del sonido (….) precisamente, la escucha se dirige a -o es suscitada por- aquello donde
el sonido y el sentido se mezclan y resuenan uno en otro o uno por otro. (Lo cual significa
que -de manera tendencial, otra vez-, si se busca sentido en el sonido, como contrapartida
también se busca sonido, resonancia, en el sen-tido.)" (Nancy, 2007, pp. 18-19)

24
Fragmento diario de campo, 01 de julio 2017.

21
Recapitulando, escuchar es estar en ese entramado de significados y de razones de
comportamiento en un espacio. El acto de escucha, por lo tanto, es un acto de
relacionarse que obliga a pensar en la manera en que uno se está situando en un espacio
y qué factores están determinando esa experiencia. ¿qué implica que haya silencio?
¿cómo me involucro en ese mundo de resonancia? El escuchar, el resonar, es también
una manera de posicionarse.

Para este momento espero que el lector/oyente haya terminado de escuchar la pieza No.2
Momento José Lima. Lo invito a pensar en este personaje Jose Lima, en los que algunos
de la comunidad se refieren a su lejanía “es que él se pone aparte, no viene a las
reuniones ni nada, uno lo ve por allá sólo en el conuco” 25 como una metáfora de las
posibilidades de la escucha. En los anteriores párrafos yo fui la sorda ante diferentes
agentes, agentes que son protagonistas en el día a día de las personas que habitan ese
espacio, que las construyen y que se construyen en conjunto con el sonido y las distintas
sensibilidades del cuerpo.

25
Conversación con Miguel

22
2.2. Momento Listening Walk26

Imagen del momento el cual seguidamente describo. Tomada por Natalia Cárdenas estudiante de
Antropología de la Universidad de los Andes. En el marco salen varias personas de la comunidad viendo una
película en la casa de Miguel, Jacobo, Cecilia y Omaira. El día martes 27 de junio del 2017.

En este instante invito al Lector/oyente a escuchar la pieza No.3 Momento Listening


Walk.

Era la noche del 27 de junio del 2017. Esa noche había planta eléctrica, en el espacio de
Miguel, Omaira, Jacobo y Cecilia se ponía el televisor (cuando había Gasoil) para que las
demás personas de la comunidad pudieran ver películas. Había cerca de quince personas
viendo una película coreana sin subtítulos con el volumen al máximo. En la casa de
Miguel el equipo de sonido estaba también a todo volumen, era el CD de música

26
Lo llamo momento Listening Walk, porque antes de irme a campo leí el texto de Järviluoma & Vikman, en el
cual exponen diferentes técnicas de grabación y de escucha, una de ellas es “Listening Walks” es un método
que estimula nuevas experienciales sobre el manejo de un entorno acusmático, sin importar si lo
consideramos agradable, desagradable o simplemente insignificante. Escuchar y moverse puede provocar
preguntas prácticas y a la vez brindar la oportunidad al participante de experimentar la conexión entre estos
sonidos y sus fuentes in situ. Esta pieza no fue mayormente modificada, es una sola toma y en el proceso de
edición principalmente lo que hice fue quitarle pequeños errores que tuve con la grabadora en el momento de
grabar.

23
evangélica, dentro de la casa no había nadie, estaba cerrada. Al fondo en la cocina,
Omaira y Cecilia preparaban tinto para ofrecerle a las personas que estaban viendo la
película y a su vez, hacían la cena para los niños, Natalia y para mí. Detrás de la casa de
Miguel estaba la planta eléctrica de la familia, que habíamos podido activar por que el día
anterior habíamos ido a Amanabén y a San Fernando de Atabapo a comprar algunas
cosas, dentro de esas Gasoil. Al fondo, el ruido de los animales.

En su texto But What of the Ethnographic Ear? Anthropology, Sound, and the Senses Veit
Erlmann (2004) sugiere que es posible conceptualizar nuevas formas de conocer una
cultura y obtener una comprensión más profunda de cómo se conocen los miembros de
una sociedad. Expone la atención en lo auditivo como una metodología que no sólo
acumula y menciona las relaciones y las tensiones que componen una sociedad. Sino que
también menciona las formas en que las personas se relacionan entre sí a través del
sentido del oído. En otras palabras, prestar atención a la escucha, proporcionan
información importante sobre una amplia gama de situaciones que enfrentan las
sociedades. Sin embargo, para Erlman es muy importante la visión de cómo a través del
sonido y del sentido de la escucha se puede experimentar estas formas de “lucha contra
los cambios masivos provocados por la modernización, la tecnificación y la globalización”
(Erlmann, 2004, p.3)

En mi opinión, los estudios del sonido no deberían preocuparse sobre la resistencia, ni la


preservación de ciertos sonidos, (como lo hace Murray Schafer con su término marca
sonora)27 eso se reduce a una propuesta conservacionista que no le es fiel a las
realidades de las comunidades que están inevitablemente metidas en la globalización.
Propongo entonces ver estas realidades como un cierto escenario de polifonías
discursivas, en donde distintos agentes van llegando y se van apropiando por las
personas en el territorio. Lo anterior, no sólo se escucha en las historias que las personas
cuentan, sino que se experimenta. Por ejemplo, se escucha a lo sumo un equipo de
sonido con cumbias evangélicas a todo volumen, al mismo tiempo una película en
coreano siendo vista, a su vez, las risas de las mujeres en la cocina, de fondo, el sonido

27
Diferente al de Augoyard (1997) “marcadores sonoros”. Schafer, como lo menciona en su libro, El paisaje
sonoro y la afinación del mundo. El término marca sonora (soundmark) deriva de la palabra inglesa landmark y
con esto el autor hace referencia a un “sonido de una comunidad que es único o que posee cualidades que
hacen que la gente de esa comunidad lo tenga en cuenta o lo perciba de una manera especial. Una vez que
una marca sonora ha sido identificada, merece ser protegida, pues las marcas sonoras hacen que la vida
acústica de una comunidad sea única” (Schafer, 2013. p.28)

24
de la planta que hace posible que haya luz y el sin fin de animales (insectos) anunciando
el fin del día.

Cada sonido de estos tiene una razón y una historia que lo hace posible estar ahí: la
llegada de las misiones evangélicas de mitades del S.XX al suroriente amazónico, los
comercios y el crecimiento de los pueblos por el desplazamiento de personas a causa de
la violencia en Colombia que trae consigo mercancías, la división de tareas de “trabajos
de género” por parte del estilo de vida de las comunidades, los programas de
“acompañamiento” a las comunidades, el dinero de las transferencias por parte del
gobierno y el surgimiento de labores como la minería, que hacen asequible ciertos
artículos (como la planta eléctrica y el televisor), y la biodiversidad del lugar. En otras
palabras, lo que propongo acá es ser consciente de los diferentes sonidos que se hacen
presentes, de esta manera, pensar cómo llegan a ser posibles en el escenario y pensar
qué implicaciones tienen en la realidad social de Playa Blanca.

2.3. Momento culto

En este instante invito al lector/oyente a escuchar la pieza No.4 Momento Culto.

Como lo mencioné en Introducción y contextualización a la comunidad de Playa Blanca, el


nororiente amazónico a mediados del S. XX vivió procesos de evangelización por parte de
misiones de The New Tribes Mission. La mayoría de personas de Playa Blanca, asisten a
cultos, los cuales son ofrecidos por los pastores de la comunidad (Miguel Pérez, Jacobo
Yavinape y Cesar González).

Los cultos se ofrecen miércoles y viernes a las 6 de la tarde y domingos dos veces al día.
En los cultos se recitan y discuten versículos de la biblia y se cantan, canciones
evangélicas. En lengua, Iglesia Evangélica se traduce a Lugar donde se canta.
[wapakantakaruda] Los Hombres se sientan en las sillas de la izquierda mirando el altar,
mientras que las mujeres se sientan a la derecha. Como toda ceremonia es un acto
protocolario, en donde cada quien pude recitar y cantar en un momento específico. Sin
embargo, esta situación me hizo pensar en cómo se da la cohesión sonora en el momento

25
de crear y generar un ambiente musical juntos. Es decir, cómo son las “reglas” de esa
performatividad, y cómo se hacen posibles en la realidad de Playa Blanca.

En su texto Niveles de coherencia musical. La aportación de la música a la construcción


de mundos, el etnomusicólogo Francisco Cruces (2002) se pregunta sobre cómo se hace
posible la coherencia musical y de esta forma cómo contribuye la música a dar
coherencia, consistencia, espesor, a nuestra experiencia del mundo social, para esto
presenta una perspectiva de análisis, la cual llama la Coherencia Sociocultural. En esta, el
antropólogo expone como esta coherencia consiste en entender los productos musicales
con su relación con el mundo social como un todo. “Pues el universo compartido de los
valores sonoros remite, de diversas (y enigmáticas) formas, a otro universo más amplio de
valores y experiencias que colabora a construir y recrear de forma decisiva” (Cruces,
2002) ¿qué es lo que hace posible que los cantos evangélicos se den de cierta manera en
Playa Blana? ¿cómo ha sido ese proceso de “apropiación” de los cantos en las personas,
que va más allá de una traducción literal de las palabras del castellano al curripaco?

En la misma línea, Chistopher Small propone que en un análisis desde la perspectiva


antropológica de la producción musical en un espacio específico no sólo debe tener en
cuenta lo que hacen los músicos y lo que se toca. Se debe pensar en la actuación musical
“como un encuentro entre seres humanos que tiene lugar por medio de sonidos
organizados” (Small, 1997, p.6). El cual, tiene lugar dentro de un entorno físico y social, lo
cual implica que estos entornos también incide en la construcción de los significados. Esto
es a lo que Small llama musicar, jugando con la palabra música como sustantivo,
convirtiéndolo en un verbo. De esta manera, argumentando que la música no son los
sonidos sino el actuar.

De esta manera, un análisis o una atención a las formas musicales, no sólo se centra en
los sonidos organizados, sino que invitan a pensar en las relaciones que hacen posible
que la performatividad sede de cierta forma. Lo anterior, se observa y se escucha en el
contexto del culto Curripaco. Por lo tanto, que esa música resuene entre las personas,
cumpliendo unos horarios, respetando cierto tipo de registros y ocupando determinados
espacios le es fiel a las relaciones históricas de las estrategias de evangelización por
parte de las misiones como la traducción de la biblia y de los cantos, la existencia de
libros y de algo escrito en lengua que sea únicamente lo religioso. En un sentido

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extendido, la prohibición de la música que no sea cristiana, la diferenciación entre sexos,
la voz a menor volumen de las mujeres y una excusa para formar un espacio de reunión.

Soy consciente de que este tema da para una investigación mucho más amplia, pero
valga aclarar que la intención de este documento no es indagar en esta situación
específica, sino demostrar cómo una aproximación a la antropología del sonido tiene
sentido. Con esto demostrar, que las investigaciones en torno al sonido causan varias
discusiones conceptuales que sirven tanto para la reafirmación de la formación de este
campo, como para seguir cuestionando la labor del investigador.

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CONCLUSIONES

En la primera parte de este texto, decidí poner un fragmento de mi diario de campo, en el


cuál, me preguntaba diferentes cuestiones alrededor de lo sonoro. Por lo tanto, a lo largo
de este texto, reseñé a varios estudiosos del sonido y mostré a partir de mi experiencia
cómo el sonido puede ser una herramienta para la aproximación a las diferentes
realidades.

Por una parte, esta tesis es una invitación a una forma de acercamiento a espacios y a
sensibilidades, las cuales deben ser objeto de análisis. De modo que, esta propuesta no
se aleja de la realidad de los sujetos y de las diferentes construcciones del mundo. Lo que
señala, es que cada contexto trae consigo una historia de los sonidos y una historia de la
escucha, que es parte de la realidad y del entramado de relaciones que se pueden
encontrar.

Por otra parte, con este texto invito a pensar sobre el posicionamiento del investigador.
Con esto, invito a una reflexión sobre la capacidad discursiva de que tienen nuestros
cuerpos, y cómo estas experiencias de choque son herramientas que finalmente nos
sirven para la investigación. Con lo anterior, espero mostrar cómo es posible que existan
diferentes sensibilidades, las cuales sean coherentes a la realidad y al contexto de cada
sujeto.

Quiero finalmente señalar la importancia de una reflexión que muestre los tipos de
relaciones que se están dando a través de la representación por medio de los paisajes
sonoros. Con esto, no caer en una representación que no tenga en cuenta los diferentes
discursos de poder, y tomar los paisajes sonoros como un totalizador de una manera
aislada.

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1.

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ANEXOS

Las piezas mencionadas las puede encontrar en el siguiente vínculo:

https://soundcloud.com/maria-jos-pati-o

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