Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
pecadores están dispuestos a ser justificados, cuando excitados y ayudados por la gracia, y
cuando creyendo en la palabra divina que oyen, se encaminan libremente hacia Dios,
creyendo que todo lo que le ha sido revelado y las promesas, son verdad” así pues, todo impío
que acoja estas palabras y promesas recibe la redención que da Dios por medio de Cristo. La
justificación también se da cuando se reconoce pecador y persevera a través del dolor, sin
renegar, al contrario, poniendo toda su confianza en Dios; llegando al punto de tomar esta
travesía del dolor a modo de purgación y penitencia antes del bautismo, que cuando lo recibe
Es necesario tener en claro que la justificación no es solo el perdón de los pecados, sino en
la santificación y renovación del alma. De lo contrario que de novedoso seria que nuestros
pecados sean perdonados y seguir en lo mismo; “nadie echa tampoco vino nuevo en pellejos
viejos; de otro modo, el vino reventaría los pellejos y se echaría a perder tanto el vino como
los pellejos” (Mc 2, 22). Por tanto “la fe es comienzo y raíz de la justificación y de la
intérpretes protestantes.
Por tanto, por pura misericordia y caridad, hemos sido justificados. Jesucristo, ha dado su
vida para que nosotros podamos tener parte en el cielo, y esto lo ha hecho por la gran caridad
que tenía y tiene hacia nosotros, para muestra de ello, padeció en la cruz, y este acto de amor
fue lo que le proporciono un amor tan grande a Dios padre, que somos hijos en Cristo. Sí
tomáramos conciencia de que esto significa, acogeríamos con más veracidad la cruz y
del reino.
2
Por tanto que hemos sido justificados por el amor, nuestro deber es perseverar en la fe, y si
llegáramos a caer nuevamente en pecado, por nuestra fragilidad, debemos regresar cuanto
que ya estamos en entre los justos; a menos que haya tenido una revelación particular, no debe
justificados, que es deber nuestro, no debemos ir por ese camino solo confiado de las fuerzas
y dotes humanos, pues en gran parte estamos dejando de lado la gracia, y confiando solo en
la gracia perdida, “a quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados; a quienes les
retengáis, les quedan retenidos” (Jn 20, 23) de este modo no encontramos escusa alguna para
decir que Dios no pensó en nuestra debilidad, o que tal vez no tiene piedad del hombre frágil.
Por el pecado mortal también podemos perder la justificación, y hasta la fe; por otro lado si
cosas que salen del entendimiento humano se trata, pues el intelecto del hombre llega hasta
cierto punto donde ya no puede ir más allá, y si quiere traspasar esas barreras, debe, por tanto
aceptar en don de la fe, regalo que Dios hace al hombre para que pueda entrar en lo
sobrenatural de las cosas. Dios en su infinita bondad revela al hombre las verdades no
comprensibles a la luz de la razón sola, pero no lo hace con un tinte de capricho, sino para que
el hombre pueda conocer de Dios, así como da estas verdades, también da la llave de acceso a
3
las mismas, que es la ‘fe’. Dios no puede engañar ni engañarse, y todo lo que conocemos por
Para que la fe no sea solo objeto de solo creencia ciega, dispuso Dios realizar milagros,
hechos divinos; con ellos pone en relación la fe y la razón como parte de entender lo que está
enfermedad” (Mc 5, 34) con estos signos, muestra su omnipotencia y su deseo para darse a
conocer en las cosas reales y concretas a la vista de todos, y que son de fácil comprensión de
la razón natural. Para que haya una certeza, (una experiencia), Jesús, el Hijo del Padre, obra
varios milagros, “hay muchas otras cosas que hizo Jesús…” (Jn 21, 25) que son señal de que
la verdad, os guiará hasta la verdad completa” (Jn 16, 13) sin este acompañamiento, por el
cual nos es más fácil aceptar y creer en la verdad, no llegaremos a la salvación. Debemos tene
en cuenta lo que dice San Pablo en la carta a los Hebreos “sin fe es imposible agradarle, pues
el que se acerca a Dios ha de creer que existe y que recompensa a los que lo buscan” (Hbr 11,
6) y esta recompensa es tener parte en el reino de Dios. Para perseverar en la fe, y nos
desfallecer, su Hijo unigénito, fundo la Iglesia y en ella ciertas guías, y paso a ser maestra y
La universalidad de la Iglesia es una verdad dicho por Jesús: “Id por todo el mundo y
proclamad la Buena Nueva a toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvara, y el que
no crea se condenara” (Mc 16, 15-16). Por tanto quienes permanecen en la fe católica
(universal) forman parte de una situación muy diferente a la que siguen una religión falsa,
4
El magisterio contra el fideísmo y el modernismo
Fideísmo
En la carta a los romanos “se trata de la justicia que Dios, mediante la fe en Jesucristo,
otorga a todos los que creen…” (Rm 3, 22) este pasaje puede ser uno por los cuales provocan
que la razón humana no puede alcanzar las verdades de Dios, ni tampoco conocer a Dios. La
fe así proclamada en este modo de pensamiento, no corresponde o parece tener cierto apego a
Las verdades de fe, con esta forma de ver la fe, pierden su sentido estricto, y pasan a ser
más un juicio subjetivo, uno individual, donde cada quien puede obtener una interpretación de
conocer la verdad” (Bautain, 1796-1867)1 esta idea va en contra de lo que dice San Pedro
“…siempre dispuestos a dar respuesta a quien pida razón vuestra esperanza” (1 P 3, 15) si
con lo cual no vamos a poder enfrentar las más crueles y duras situaciones que se nos
1
Izquierdo, C. 1998. Teología Fundamental. Pamplona: EUNSA
2
San Juan Pablo II. Fides et Ratio, 49
5
Modernismo
Dentro de este pensamiento, se plantea que hay dos límites: externo e interno; en
cualquiera de los dos, llegara a un punto que ya no pueda profundizar más, no podrá acceder a
lo que se le presente en esa trayectoria, y solo por un juicio pobre en razonamiento, termina
determinando que aquello a lo que no puede acceder tienes relación con Dios, o es Dios
mismo quien se manifiesta. Si no hay un juicio previo, también se puede optar que la persona
está pasando por un momento psicológico nada agradable, y que su necesidad por un
encuentro místico, religioso, le lleva a concluir que es Dios el autor de ese sentimiento. Que
Tomando estas consideraciones como válidas, muchas de las “religiones” vendrían a ser
un acto emotivo. Esta experiencia religiosa se da más como subjetivo, propio y privado. Lo
importante es que el sentimiento y quien cree estén de acuerdo con lo sucedido, sin importar
La obediencia de la fe, es la respuesta a la revelación que Dios por pura gracia quiere
hacer en nosotros. Este acto de fe, es confianza total en Él, donde le dedicamos nuestro
entendimiento, como signo de nuestra disposición. La profesar esta fe, es necesaria la gracia
de Dios, pues el hombre por decisión propia, no lo hará, y si lo hace estará incompleta, ya que
no tendrá los auxilios internos del Espíritu Santo, el cual motiva en lo más profundo de su ser,
6
Para profundizar esta revelación y aumentar nuestro conocimiento en la verdad, el Espíritu
Santo perfecciona nuestra fe por medio de los dones “a uno se le pueden conceder, por medio
del Espíritu, palabras de sabiduría; a otro palabras de ciencias…” (1 Co 12, 8-10) así no
daremos respuestas incompletas, o que tengas dudas, más aun, deberán ser respuestas y
7
Bibliografía
Pablo VI. Vaticano II. Constitución Dogmática sobre la Divina Revelación Dei Verbum. 1965
Linkografía
http://www.geocities.ws/magisterio_iglesia/pascendi-1.html#doctrina
http://www.clerus.org/clerus/dati/2005-02/04-13/02FERspa.htm