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Caracas, 15 de noviembre de 2019

Instituto Universitario de Gerencia y Tecnología


Gabriela Rivas CI. 24.663.511

Ensayo sobre la ‘‘Técnica de la Cuerda Floja’’

Las ventas son el motor de cualquier negocio, en todas las áreas es importante desarrollar
unas cualidades que le permitan “venderse” como una marca personal, mostrarse como uno
de los candidatos idóneos y saber que puede responder a las necesidades de una empresa.

En cualquier ambiente, cuando se tiene un negocio o emprendimiento, contar con esas


habilidades comerciales o el personal idóneo es algo que se debe analizar y decidir muy
cuidadosamente, porque no sólo se tratará de la imagen de la empresa, sino también de
cómo fidelizar un cliente y lograr ese “voz a voz” que permite alcanzar a más personas.

Más allá de una buena presentación personal y de ser carismático, se deben tener unas
cualidades de comunicación, empatía e intentar reconocer lo que realmente quiere un
cliente. Interesarse y la buena atención al cliente y es que si usted realmente no aparenta,
sino que de verdad muestra interés en las necesidades de su cliente, ya tendrá un primer
paso ganado.

Esto también se relaciona con la habilidad de ser “inquisitivo” y llegar a la profundidad


(incluso a temas emocionales que pueden incentivar o no una compra) de por qué se
requiere algún producto o servicio en específico. Claro, esto no significa ‘acosar’ a la persona,
pero sí tener el tacto para lograr obtener más información sobre esas necesidades.

Procurar ser más inteligente e identificar hacia dónde es que el cliente quiere ir con lo que
está diciendo o proponiendo.
Los buenos vendedores pueden hacer inferencias y deducciones lógicas, leyendo entre líneas
para entender los significados verdaderos y los deseos de sus clientes potenciales y ser
capaces de obtener los puntos importantes de manera estratégica. En esto se involucra
mucho la capacidad de comprender el tipo de adjetivos que los clientes usen, así como su
lenguaje corporal.

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