Bolivia en crisis y el tratamiento de la información

Tras las elecciones del pasado 20 de octubre, en Bolivia han ocurrido cambios administrativos y sociales
de enorme magnitud, una serie de protestas protagonizadas por distintos sectores sociales han derivado en
la renuncia del entonces presidente Evo Morales y cuando el escenario político-social parecía calmarse fue
cuando se puso más conflictivo. La polarización de la sociedad entre las personas a favor del Movimiento
al Socialismo (MAS) y las que están en contra, se ha visto agudizada por las manifestaciones y actos
violentos registrados en la ciudad, este hecho ha sido presentado por los medios masivos desde distintas
perspectivas, muchas de ellas cuestionables.

La población paceña ha sido testigo de actos violentos, saqueos y agresiones de los cuales todavía se
desconoce la responsabilidad directa y han sembrado zozobra en la sociedad en medio de un ambiente de
paranoia colectiva fuertemente alimentada por los medios locales y las redes sociales, que después han
generado una serie de cuestionantes y críticas de una parte de la población al manejo de la información en
los medios masivos nacionales por la clara parcialización y amarillismo en la entrega de noticias.

Se criticaba al gobierno de Morales por el uso y abuso de recursos económicos en publicidad a favor del
mismo y ese hecho es innegable, durante su gestión muchos medios se han visto inundados por publicidad
a favor del MAS disfrazada de socialización de proyectos. Tras la caída de Morales del poder y varios días
de incertidumbre e inseguridad, la sociedad paceña se ha visto sorprendida por la poca o nula cobertura que
los medios han realizado a hechos violentos de gran magnitud ocurridos en la ciudad de El Alto
principalmente, los medios se han concentrado en principio en mostrar las celebraciones en el oriente del
país y las declaraciones de los protagonistas de la renuncia de Morales, ahora están enfocados en alimentar
el morbo, mostrando detalles y el interior de la habitación presidencial, cuando el país está atravesando un
momento trascendental en su historia y la población necesita información objetiva.

Como sociedad es necesario exigir un tratamiento objetivo de las noticias, estamos saliendo de una etapa
mediática dominada por el poder estatal y no debemos permitir que se maneje la información con la misma
irresponsabilidad con la cual se ha venido haciéndolo durante el gobierno de Morales, tenemos el derecho
y la obligación de exigir objetividad a los medios ahora y en adelante.