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-Tatiana López
Integrantes:
El propósito antes mencionado, responde a una habilidad necesaria para potenciar el liderazgo
efectivo en los establecimientos educacionales, en la cual pone especial énfasis el Marco para
la Buena Dirección, y que se basa en aquella capacidad de los directivos de movilizar a los
profesores en el proceso de aprender a mejorar su práctica y, a la vez, aprender junto a ellos lo
que funciona y lo que no, para así tomar decisiones compartidas, en pro de los aprendizajes de
los estudiantes. Este aspecto se aborda en profundidad en la dimensión “Liderando y
monitoreando los procesos de enseñanza y aprendizaje”, en la cual se explicita que los equipos
directivos efectivos “Evalúan sistemáticamente a todos sus docentes mediante procesos de
observación de aula y retroalimentación formativa, entregando de esa manera apoyo y
acompañamiento pertinente a cada docente para el mejoramiento continuo de sus prácticas
pedagógicas”1.
1
Mineduc, (2015). “Marco para la Buena Dirección y Liderazgo Escolar”. Chile
FUNDAMENTACIÓN DEL DISEÑO
En torno a este ámbito de clima y cultura escolar favorable para el aprendizaje, el Marco para la
Buena Enseñanza plantea que “los aprendizajes son favorecidos cuando ocurren en un clima
de confianza, aceptación, equidad y respeto entre las personas y cuando se establecen y
mantienen normas constructivas de comportamiento”2. Esto, pone de manifiesto la importancia
de que una pauta de observación al aula con foco en el acompañamiento a los docentes
contemple esta dimensión, por una parte, para coincidir con la idea de la calidad del ambiente y
la calidad de las relaciones humanas propuesta por el PEI y, por otra parte, la necesidad de la
creación de un ambiente armónico que se ajuste al deseo por aprender, a través de un aula
valórica, democrática, integral e inclusiva; aspectos que adquieren especial relevancia en la
gestión de los procesos de enseñanza y aprendizaje de los estudiantes del siglo XXI.
De igual forma, el Marco para la Buena Dirección, aborda este ámbito, en tanto destaca la
relevancia de que en los establecimientos, los Equipos Directivos aseguren un clima propicio
para el aprendizaje en todos los espacios formativos de la escuela; fomentando el diálogo y la
colaboración tanto entre estudiantes como entre los profesores. Sobre lo anterior, cabe
destacar que “Esto se logra utilizando estrategias que mantengan la atención y la participación
de la diversidad de los alumnos. Para ello, el profesor chequea constantemente con sus
alumnos si están aprendiendo. Pregunta directamente, revisa sus apuntes y revisa sus trabajos.
Hace trabajar colectivamente al estudiante con guías y en lectura personal con preguntas, saca
al pizarrón y hace interrogaciones que resumen la lección”.3
2
Marco para la Buena Enseñanza (2008). Página 5.
3
Elgueta, S et all., (2015). Página 22.
destacando la importancia de “planificar, organizar, desarrollar y evaluar el proceso de
enseñanza-aprendizaje, que contribuya al desarrollo integral y armónico de todas las alumnas”.
Así, algunos aspectos pedagógicos relativos a esta dimensión y claves para conseguir este
propósito, enfocados en los momentos de la clase, se sustentan en la experiencia del Colegio
Juan XXIII de la ciudad de Osorno, el cual considera que el inicio de la clase es un momento
crucial para “dar a conocer el objetivo de la clase, empoderar a los niños de ese objetivo con
actividades, contextualizando la clase a su realidad”4. En cuanto al desarrollo de la clase,
señala que una de las claves ha sido “ensamblar el incremento progresivo del desafío de
aprendizaje (aumento de la dificultad) con el despliegue de diversas estrategias pedagógicas,
que incorporan información, aplicación y posterior profundización del conocimiento”.5
Finalmente, para el cierre de la clase, el establecimiento considera relevante realizar una
síntesis del trabajo realizado, así como también promover la metacognición de los aprendizajes
de los estudiantes, es decir, la reflexión de estos por medio de estrategias que permitan asociar
nuevos conocimientos y habilidades.
Surge además, la Teoría de Acción Conjunta en didáctica (TACD) donde los investigadores
observan la dinámica de la relación profesor-estudiantes-saber, lo que permite comprender y
acompañar a los docentes en la mejora al interior del aula. Dicha observación se lleva a cabo
como un “juego didáctico” el cual considera la co-construcción de saberes como si fuera un
4
Diez experiencias de Inclusión, desarrollo de habilidades y educación integral (2014). Página 6. Colegio Juan XXIII:
Osorno.
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Diez experiencias de Inclusión, desarrollo de habilidades y educación integral (2014). Página 6. Colegio Juan XXIII:
Osorno.
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Diez experiencias de Inclusión, desarrollo de habilidades y educación integral (2014). Página 5. Colegio Juan XXIII:
Osorno.
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Estudio de las Interacciones Pedagógicas dentro del Aula (2018). Santiago: Agencia de Calidad de la Educación.
juego de saber. En este juego nadie gana ni pierde: es necesario que las dos instancias que
participan (profesor y estudiantes) cooperen interactuando conjuntamente (Morales, G 2019).
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Estudio de las Interacciones Pedagógicas dentro del Aula (2018). Santiago: Agencia de Calidad de la Educación.
ÁMBITOS DE DESEMPEÑO
RECOGIDA Y TRATAMIENTO DE LA INFORMACIÓN
PRESENTACIÓN DE LA PAUTA DE OBSERVACIÓN
ANEXOS
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS