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La visita de los Arcontes/Alguien Cuidará de Mí/Un Sueño Postergado

Article · July 2017

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Juan Carlos Saravia


University of Costa Rica
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Revista de Lenguas Modernas, N.° 26, 2017 / 419-428 / ISSN: 1659-1933

La visita de los Arcontes

Juan Carlos Saravia Vargas

“Like an infection, the mental parasite Cual árbol abatido en el bosque por
would be detected by its symptoms.” (John leñadores, caí pesadamente sobre la
Lash, entrevista en Bruselas, junio de cama y, ya con la cobija, un escudo in-
2005) útil contra los escalofríos que salían de
mí mismo, traté de conciliar el sueño….

E
sa noche no me sentía bien. pero, ¿cómo se logra dormir cuando el
Había sido un día extrema- cuerpo tiembla y el estómago pareciera
damente caliente y, por algu- haberse convertido en una bomba?
na razón que aún no logro determinar, Las náuseas comenzaban a formar
me había estado doliendo el estómago. cortinas que vedaban mi juicio, una in-
Tal vez la súbita molestia que me dicación infalible de que pronto tendría
invadió lentamente, como una babosa que repetir mi visita al inodoro. Sin
que se arrastra, pero que fue crecien- embargo, contrario a la lógica, opté por
do rápidamente hasta convertirse en permanecer en mi lecho, cubierto con el
un malestar estomacal al cabo de una optimista pensamiento de que, tal vez,
hora, fue el producto de mi inocente el malestar desaparecería si esperaba
ingesta de una bebida hidratante, una un poco. No, el tiempo no lo cura todo:
medida en contra de la ardiente tempe- al cabo de unos tortuosos diez minutos,
ratura durante el Viernes Santo. O tal me encontraba otra vez vomitando en
vez se trató de un cuadro viral… no sé. el baño otras nueve veces.
Fuera lo que fuera, como un arre- No quiero ahondar en descripcio-
pentido feligrés, terminé de rodillas, nes repulsivas, pero yo he experimen-
postrado, pero no ante un altar consa- tado el sufrimiento continuo de una
grado, sino junto al inodoro. Atravesa- gastroenteritis y puedo decir con toda
do por fuertes espasmos, vomité copio- certeza que esto no se parecía en nada.
samente, nueve veces seguidas. Jamás había sido víctima de nada tan
Sin percibir ninguna mejoría, me intenso como este súbito malestar, que
levanté y me dirigí dando tumbos a mi escaló rápidamente hasta convertirse
habitación, ubicada a unos cuantos pa- en una batalla intolerable, primero en
sos del cuarto de baño. Me sentí como un mi estómago, luego en la cabeza.
enorme pingüino que se bamboleaba tor- Ignoro si la pérdida repentina de
pemente a lo largo de un interminable potasio ocasionó el fuerte dolor que ate-
corredor de hielo. nazó mi cabeza. De seguro, un invisible
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Beowulf presumía su fuerza sobrehu- ciudad en miniatura había resultado


mana apretando con ambas manos mis ser una perfecta versión de Chester’s
sienes. Crucé como pude y mi cuerpo, Mill, tomé la esfera y la olvidé dentro
reducido a un indefenso despojo acribi- de un armario, bajo la falsa promesa de
llado por punzadas inmisericordes en concluir mi proyecto apenas consiguie-
la cabeza y en el estómago, se desplo- ra las herramientas apropiadas para
mó sin energía sobre el colchón, como destruir el domo de plástico.
lo haría un desdichado que acaba de “Los anuramas quieren la llave,”
enfrentar un pelotón de fusilamiento. anunció una voz viperina y pausada,
Me encontraba en un estado de semi- la precisa representación vocal de una
inconsciencia: mientras mi mente gi- bruja desarreglada y cubierta de ve-
raba en un carrusel nefasto siguiendo rrugas.
la órbita de Saturno, el fardo inútil de “¡Sí, sí, los anuramas quieren la lla-
mi cuerpo se había disuelto en el más ve, quieren la llave!” coreó un centenar
completo agotamiento. de voces gangosas y sugerentes, como
Pasaba ya la medianoche. Lo que las zalameras invitaciones de un grupo
había empezado como pulsaciones en de prostitutas resfriadas.
mi cerebro, a modo de ruidos ininteligi- “¡Basta!”, retumbó una voz que so-
bles y lejanos, poco a poco se convirtió naba como los ladridos ahogados de un
en un enjambre de voces rasposas que mastín iracundo e hizo callar de inme-
explotaban con diabólicas risas y me diato al coro. “La llave será de los anu-
interpelaban dentro de la cabeza. ramas si así debe ser. Sept’ uf-mah.”
“Ya es hora de que traigas el paquete. “Sept’ uf-mah. Sept’ uf-mah en lee,”
No puedes mantenerlo oculto para siem- repitieron las voces del coro nasal con
pre”, dijo una voz profunda y metálica. mal disimulada sumisión.
“Sí, sí, ve por él. No se puede pos- Mi cabeza no podía procesar qué
poner por más tiempo,” secundó una estaba ocurriendo. La esfera parecía
vocecilla horrible y penetrante, como el flotar en el centro de la habitación
sonido de uñas rasgando una pizarra. mientras emitía un fantasmal brillo
Para mi sorpresa, tenía ante mí un verdoso.
juguete que había adquirido en una “Los anuramas, los niptoptriones.
tienda de antigüedades. Se trataba de La llave.”
una esfera de plástico transparente de “Sept’ uf-mah.”
unos veinte centímetros de diámetro. “Tienes que decidir. Debes otorgar
En el centro, se veía la maqueta de una la llave.”
ciudad antigua, tallada en madera con Una voz parecía envolverme con su
exquisita precisión y atención al deta- timbre rasposo y abismal. “Talabares
lle. Siempre se me antojó que era una pertenece a los niptoptriones por de-
representación de alguna ciudad eu- recho”, decía, resonando desde todas
ropea y la compré con la intención de direcciones al mismo tiempo. “Sept’ uf-
romper la esfera para sacar la maqueta mah en lee. Sabes que es así. Cede ya
y usarla como pisapapeles. No obstan- la llave”.
te, a pesar de mis intentos, la cubierta En ese momento, sin saber por
de plástico había resistido todo ataque qué recordé, una novela de Lovecraft
sin mostrar mella alguna. Dado que la en la que seres antiguos proyectaban
SARABIA. La visita de los arcontes. 421

sus mentes al futuro y secuestraban el Tengo que reconocer que las varas
cuerpo de un hombre. ¿Acaso no descri- voladoras parlantes me produjeron una
bía Lovecraft que la víctima sufría un sensación nefasta; el miedo recorría
descomunal dolor de cabeza y perdía la todo mi ser. Pero el verdadero terror
consciencia antes de que la mente in- que estrujaba mi corazón no venía del
vasora tomara posesión de su cuerpo? acoso de las voces, ni de su demencial
También recordé cómo, cuando niño, manifestación física, sino que emanaba
muchas de mis pesadillas se relaciona- de una convicción innegable: algo más
ban con un lugar llamado Talabares. quería hacerse paso por el agujero. Se
Mis recuerdos fueron violentamente trataba de un horror masivo e indes-
interrumpidos por las voces, que co- criptible que yo podía percibir no con
menzaban a sonar como el tañir de mis sentidos físicos, ya que mi cuerpo
campanas infernales y me presionaban no respondía, sino que sentía direc-
para que decidiera. tamente con mi espíritu, que parecía
agitarse y encogerse a medida que eso,
“Cede la llave.” fuera lo que fuese, se acercaba al agu-
“Sept’ uf-mah.” jero desde el otro lado.
“Anuramas, giro al lado interior” Para mi fortuna, justo en ese mo-
“¿Sabes cuál es el lado interior, nefesh?” mento desesperante, Inca, la gata que
“Sept’ uf-mah en lee. Cede a los niptop- adopté el diciembre pasado, se arrojó
triones, giro al nadir.” violentamente contra la puerta de mi
“Otorga la llave” cuarto mientras maullaba con toda su
“Ya, anuramas” fuerza. Inca es una gata bastante gran-
“¡Al nadir! Sept’ uf-mah.” de y pesa doce kilos, por lo que el im-
pacto fue equivalente al de un balón de
Sentí como si, en ese momento, la fútbol estrellándose con fuerza sobre la
esfera hubiera implosionado y hubiera madera. Ante el inesperado alboroto, el
abierto un boquete en las mismísimas enjambre de varas voladoras entró al
fibras del espacio-tiempo. Mi cuerpo se agujero, que se cerró con un sonido sor-
hallaba tendido, completamente despro- do y las voces se disiparon como humo.
visto de sensibilidad. Comencé a librar Con un recién, aunque torpe, recu-
una disputa con mis pulmones, que se perado dominio de mi cuerpo, miré el
negaban a inhalar, percance que tenía reloj. Eran casi las cuatro de la maña-
sin cuidado a las voces, pues éstas in- na. Descompuesto, me incorporé sobre
tensificaron su asedio. Paulatinamente, la cama y, sosteniéndome de las pare-
los embates sonoros dejaban de ser sólo des cual febril araña, avancé hasta la
ondas y comenzaban a materializarse puerta y la abrí. La gata estaba allí,
en formas difusas, como largas varas sentada, mirándome inquisitiva con sus
voladoras metálicas con aletas de an- enigmáticos ojos felinos. Luego se esti-
guila que salían del agujero y revolotea- ró, maulló y se refregó entre mis pier-
ban como abejas por toda la habitación nas. Casi podría jurar haber oído una
que se acercaban a mi cara, para alejar- voz dulce, como la de mi abuela cuando
se de ésta luego de haberme picado con me llamaba para darme un regalo, que
sus ponzoñosas exigencias, una danza me preguntó si me encontraba bien.
de aturdimiento interminable.
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Al cabo de unos días, cuando me la maldita esfera, me sería imposible


repuse de la debilidad causada por los otorgar la llave a cualquiera de los dos
vómitos y el dolor, busqué la esfera. grupos que esperaban recibirla, ¿o no?
La encontré dentro de una bolsa, toda “¿Cuál es el lado interior?” me dije
empolvada. La saqué de mi casa y la a mí mismo, mientras empujaba la
arrojé a la basura, decidido a no tener puerta, pensativo.
nada que ver más con ella. Inca, que me esperaba adentro, me
Al introducir la llave para abrir la miró con atención y sacudió su cola en
puerta principal, no pude evitar pen- un gesto de inconfundible reprobación.
sar en si había eludido el deseo de esas Luego, parsimoniosa, se dio media
extrañas manifestaciones voladoras. vuelta y se acostó en el sofá en silencio.
Después de todo, al deshacerme de

Alguien cuidará de mí

Juan Carlos Saravia Vargas

A
la gatita se le hizo un nudo a refugiarse en el caño de donde había
en la garganta. Su cora- salido. Sucia y empapada ahora, la pe-
zón latía aceleradamente al queña se veía como la cría del chupa-
escabullirse entre los barrotes del cabras. Temblando, miró a un grupo de
portón y aventurarse hacia la puer- personas esperando el autobús.
ta principal. Ya habían pasado tres “Alguien cuidará de mí”, se dijo y,
días desde que sus antiguos dueños desafiando a los automóviles, cruzó la
la habían abandonado en el centro calle para suplicarle a las personas que
de Curridabat y, sucia y hambrienta, tuvieran compasión y mostraran un
albergaba la esperanza de que las acto de humanidad para con ella.
personas que vivían en esa casa la Había cinco personas. La gata se
recibieran y le dieran algo de comer. acercó a cada una de ellas y, maullan-
Al verla, la dueña de la casa corrió al do con todo lo que le quedaba de fuerza,
interior a buscar algo. La gatita, cuyo imploró caridad. Sus súplicas fueron ig-
pelaje exhibía la suciedad recogida al noradas por todos los presentes. Algu-
esconderse en los caños, se alegró. nos la ahuyentaron con violentos pun-
Su alegría duró poco, pues le arro- tapiés; otros, con muecas exageradas de
jaron una cubeta de agua encima y la asco, se alejaron de ella.
pobre felina, saltando asustada, volvió
SARABIA. Alguien cuidará de mì.. 423

La gatita no se dio por vencida: ju- de él. Con todo, Lara, poco a poco, se
gándose la vida, se sentó prácticamente dio cuenta de que ya ella no era una in-
entre las piernas de un joven que había vitada, sino parte de la familia. Su for-
permanecido inmóvil todo el tiempo que ma de ronronear era el sello irrompible
ella imploró a las demás personas ayuda de la confianza que tenía en esa pareja.
y, con energía, suplicó: “¡Ayúdeme, por La pareja y la gata envejecían jun-
favor! Yo no hice nada y me abandona- tos, pero Lara lo hacía más rápido. Un
ron aquí. Tengo mucha hambre... Yo no día, en la casa, la felina escuchó un rui-
soy mala. No sé por qué me dejaron aquí, do que había oído hacía mucho tiempo.
pero estoy segura que usted va a cuidar Se trataba del llanto de un bebé.
de mí! ¿Verdad que sí?” El corazón de la gata latió con fuer-
El joven bajó su cabeza y la miró za al recordar que, cuando ella estaba
a los ojos. La gatita, consciente de su pequeña, la mujer con que vivía había
que estaba sucia y se veía horrible, se traído también un bebé a la casa y, jun-
encogió. El joven, sin embargo, pareció to con el llanto, ella oía muchas discu-
haber entendido su idioma gatuno y le siones entre la mujer y su esposo, don-
sonrió. Con prisa, el muchacho consul- de, entre gritos, resaltaba una palabra
tó su reloj. Se agachó con rapidez y, sin larga y fea: toxoplasmosis.
importarle el olor y el barro, tomó al La mujer rápidamente dejó de mi-
animalito entre sus brazos. Caminan- rarla con cariño. Repentinamente, la
do con prisa, llevó a la gata hasta su subieron en un auto y, después de un
casa, donde abrió una lata de atún, que confuso viaje, mientras el auto aún se
colocó en el suelo junto a un plato lleno movía, la arrojaron por la ventana.
de agua y la dejó sola para que calma- Pasaron acaso un par de semanas
ra su hambre y sed. Ese día, el joven desde que la nueva bebita hizo sonar
perdió el autobús, pero había valido la su llanto en la casa. Al igual que antes,
pena... Había ganado una amiga fiel. personas extrañas habían venido de vi-
El joven y su esposa adoptaron a sita y se había escuchado aquella pala-
la gatita, que, una vez bañada y bien bra larga y fea. El hombre y su esposa
alimentada, se veía linda. Le dieron habían cerrado el cuarto desde donde
un nombre extrañamente largo, pero provenía, cada dos horas, el sonido de
que reducían siempre a “Lara”. Lara se la bebita que lloraba. Lara sintió una
sintió bienvenida y prometió querer a angustia indescriptible al notar que la
esas dos personas que la salvaron de pareja, si bien era constante con su ra-
un triste destino. ción de alimento y agua, no se sentaba
La pareja humana y Lara se hicie- con ella en el sofá como antes.
ron muy buenos amigos. Por supues- Con ojos suplicantes, Lara lloró
to, como todos los buenos amigos, de frente a la puerta del cuarto. Quería
vez en cuando tenían problemas, pero decirles que ella era inocente, que ella
siempre trataban de resolverlos, como jamás había hecho daño a un bebé y
cuando la gata, que era muy golosa, que nunca, nunca, nunca, le haría daño
aruñó y rompió el maletín nuevo del jo- al bebé de las personas que amaba tan-
ven para sacar una empanada de car- to. Quería hacerles entender que ella
ne, o el día que dejó caer una lámpara era una amiga fiel, quería suplicarles
con valor sentimental para la esposa que por favor no la sacaran de la casa
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ahora que estaba más vieja, desea- ¿Quién dijo que una niña humana
ba decirles que ella había confiado en no podía tener una abuelita gata?
ellos, que ella sabía que ellos la iban a Lara estaba ya muy vieja, tanto,
cuidar, que... que si hubiera sido humana habría
El hombre salió del cuarto con tenido más de 98 años. Un día, sintió
los ojos enrojecidos, destacados por un dolor agudo en su vientre y supo
grandes círculos negros. Lara se encogió que iba a morir.
y no supo si debía huir. El hombre la Sus amigos humanos la llevaron
levantó y, la gata, recordando el pasado, con veterinarios, pero todo fue inútil.
se paralizó. Estos humanos que habían Cuando la hora llegó, Lara
sido sus amigos por tanto tiempo ¿ahora lamentaba tener que irse. Veía lo tristes
la iban a abandonar a su suerte? que estaban todos, especialmente Eimi,
Pero el hombre colocó a Lara con la niña de cinco años. Pero se armó de
suavidad sobre la cama, donde su valor y partió del mundo de los vivos
esposa descansaba junto a un bultito de con una misión.
cobijitas que apenas se movía. “Venga, Al llegar al Cielo, Lara miró al
Larita”, dijo con dulzura la mujer. Creador, un ser infinito para quien
“Venga, para que conozca a Eimi”. la vida de un humano o de un animal
Lara, sobre el sofá, sonreía al ver a la es igual de importante. El Supremo
niña dar sus primeros pasos. El orgullo Hacedor la recibió con los brazos
de la gata era que, entre las primeras extendidos y ella, con determinación,
palabras que la niña pudo pronunciar saltó a los brazos eternos y habló con él.
con claridad, se encontraba “gato”. El Ser Supremo la acarició y, riendo,
Recordaba cómo, en el pasado, cuando aseguró: “Está bien. Siempre habrá
la niña se despertaba, ella se acurrucaba alguien que cuidará de ellos. Y cuando
junto a ella en la cuna y la ponía a dormir ellos crucen, un ángel los recibirá y traerá
nuevamente con su rítmico ronroneo. ante mí”. Luego, con un guiño cómplice,
Ahora, la niña jugaba a alcanzarla. añadió: “Será un ángel especial... con
Lara se dejaba atrapar a propósito: uñas retráctiles y bigotes”.
adoraba sentirse entre los brazos de Al escuchar la declaración de la
la chiquilla, quien se sentaba junto a promesa fiel, Lara ronroneó con fuerza
ella y le acariciaba la cabeza mientras y se acomodó agradecida en los brazos
trataba de pronunciar palabras en confiables de Dios.
idioma felino, como diciendo “Lara, te
quiero y voy a cuidarte”.
SARAVIA. Un sueño postergado 425

Un sueño postergado

Juan Carlos Saravia Vargas

¿Qué le ocurre a un sueño postergado? rara, como hipnótica, y la gente baila


¿Se seca por completo, como en una nota de otro mundo”.
como una pasa al sol? “Probablemente se drogan… ¡yo
qué sé! La cosa es que visité ese an-
¿O acaso explota? tro porque, como me separé de mi
Langston Hughes novia recientemente, quise experi-
mentar algo diferente. Un ambiente
Jueves 3 de setiembre, 2015. nuevo, algo que me hiciera olvidar y
Palabras de Jake Guillot, testigo. me recordara que estoy vivo. Mi co-
razón se estaba hundiendo como una


Yo, antes que nada, dseo acla- carga pesada y yo...”
rar que no tuve absolutamente “Oiga, no tiene que ser tan grose-
nada que ver con la destrucción ro. Sólo quería que quede claro que…
del robot. ¿Anotaron eso? No quiero ¡Bueno, bueno! Yo iba caminando hacia
que después me contacten diciendo mi parada cuando lo vi”.
que soy sospechoso o, peor aún, que “¿Que por qué no manejé? Detective,
me impliquen y termine yo pagando el usted está bromeando, ¿verdad?
muñequito ése, que estoy seguro debe “¡PORQUE TOMÉ MUCHO,
costar mucho dinero”. SHERLOCK!”
“¿Ya lo anotaron? No pienso pro- “Oiga, ya, usted empezó”.
nunciar una sola palabra hasta que re- “Voy a contar lo que sé de una vez,
ciba una garantía de que solamente soy para que me dejen ir y estar en paz”.
un testigo y no un potencial sospechoso. “Vi al robot a lo lejos, pero no pude
¿De acuerdo? Sí, de acuerdo, su palabra distinguir de qué se trataba. Creí que
está bien para mí, detective”. era un juguete olvidado, así que traté de
“Bueno, esto es lo que yo sé del tomarlo y me asusté cuando me habló”.
asunto del robot”. “Dijo algo como ‘¡Hola, soy Hitch-
“Eran las diez de la noche. Sí, es- Dryoid, encantado de conocerte!’ y me
toy completamente seguro… yo salgo pidió ayuda para llegar a San Fran-
normalmente de mi oficina a las 8 y cisco. Yo me reí porque pensé que al-
esa noche me sentía un poco decaído, guien me jugaba una broma. Cuando
por lo que visité el bar Waves aunque me percaté que se trataba de un robot
generalmente no frecuento ese tipo de verdad, me pregunté para qué po-
de lugares...” dría querer ir a California una cosa
“Es que es un bar rave. ¿Sabe lo como esa. Recuerdo que pensé que no
que es rave, verdad? Ahí tocan música iba a poder completar el viaje entero.
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No, para nada… Desde Filadelfia has- Pudimos catalogar una serie de ex-
ta San Francisco, ¿se imagina?” presiones que parecen ser las más
“No, no, yo no le hice nada. Sim- efectivas para obtener ayuda de un
plemente me alejé del lugar. Ah, pero desconocido. Este corpus nos sería
antes le tomé una foto con mi celular. útil para ratificar algunas teorías so-
Se las puedo enseñar si me lo regre- bre el altruismo y la generosidad. En
san… ¿Cómo? ¿Que es una prueba realidad, estábamos muy cerca de en-
y no me van a devolver? ¡Bastardos! contrar algo importante.”
¡Quiero mi teléfono!” “Perdonen, pero no puedo reprimir
“¡Devuélvanme mi teléfono!” la frustración que siento. ¿Qué rayos
“¡MALDICIÓN!” le sucede a la humanidad? ¡Tanto tra-
Lunes 3 de agosto, 2015. Palabras bajo invertido en el proyecto para que
de Daniella Smith, PhD en filología un vándalo cualquiera acabara con el
informática y jefa del proyecto sueño a punta de patadas! En verdad
HitchDroid. la sociedad recibió una puñalada en al-
“En efecto, aunque yo no participé gún momento de la historia y se le abrió
en el diseño de HitchDroid, la idea, una profunda herida… una herida que
no, el sueño de que un robot cruzara nunca fue atendida y se infectó. Ahora
Alemania y Canadá solicitando ayuda está supurando. El legado de nuestra
de la gente fue mía”. generación será pus, sin duda alguna”.
“Por supuesto, el proyecto cuenta “HitchDroid representaba nuestra
con un equipo de trece expertos en di- fe en la humanidad. ¡Qué triste ironía
ferentes áreas que, con su invaluable que, en lugar de recibir ayuda de las
conocimiento y contribuciones, hicie- personas, haya sido destruido con tan-
ron que todo fuera posible… Más bien, ta brutalidad precisamente en Filadel-
catorce expertos, para ser exacta”. fia, la ciudad del amor fraternal!
“No me extraña que en su lista “Si existe algo de humanidad aún
aparezcamos solamente trece perso- en nosotros, el culpable deberá pagar
nas. El integrante número catorce no por sus actos. ¡Les ruego que por favor
es una persona técnicamente hablan- encuentren al responsable de tan sal-
do, sino más bien un prototipo de ro- vaje acción!”
bot social que desarrolló el Instituto Miércoles 2 de setiembre, 2015.
de Comunicación Multimedial de la Conversación telefónica de la señorita
Universidad Tecnológica de Ilmenau, Anne Kellington con su mejor amiga,
llamado WiseBOT”. Roxanne Wayne.
“No, en absoluto, con gusto le explico “Rox, estoy saliendo de la estación.
cuál era el propósito del proyecto”. Claro que sí, les conté todo. No, no me
“HitchDroid era un experimento preguntaron nada sobre ti, pero pronto
social. Gracias a sus viajes, pudimos van a visitarte”.
recopilar datos sobre cómo reaccionan “No, a la tienda”.
las personas cuando extraños les solici- “¡No seas estúpida! Te van a pedir que
tan ayuda, por supuesto. Sin embargo, los dejes ver las grabaciones. Con una or-
al mismo tiempo, logramos determi- den o algo. Al parecer, sí tenías razón: el
nar la tasa de éxito del robot en su hombre del vídeo en las noticias es el que
interacción con diferentes personas. entró de mal humor esa noche”.
SARAVIA. Un sueño postergado 427

“¡Antes o después, yo qué sé! La social cuyo propósito es conseguir que


cosa es que agarró a patadas al robot! un sistema de inteligencia artificial
“¿Después de la forma en que se pueda emular la verosimilitud, gracia
comportó? ¡Para nada! ¿Quién lo tiene e ingenio de una conversación huma-
de cascarrabias? ¡Se lo merece! na. El equipo desarrollador de Hitch-
“¿Viste como el sueño de la Droid había guardado el vídeo porque,
venganza es dulce? en su momento, les pareció gracioso
“¡Ja, ja, ja! ¿Como la miel que se pero, ante los acontecimientos, afirma-
cristaliza? ron que las respuestas de WiseBOT re-
“¡Qué poeta, para mí es como una sultan escalofriantemente proféticas.
manzana en almíbar, ja, ja, ja!
“Bueno, más tarde te hablo. No (HitchDroid se encuentra en una
quiero ser yo la próxima que salga en las cabina de grabación, frente a un mi-
noticias por estar hablando y chocar”. crófono. Sobre una mesa, se puede
Viernes 21 de agosto, 2015. observar un servidor y unos parlan-
Cavilaciones del detective Grimes al tes estereofónicos, los componentes de
mirar un vídeo captado por una cámara hardware de WiseBOT. HitchDroid
de carretera, donde se aprecia cómo inicia la conversación)
HitchDroid recibe múltiples puntapiés
de un hombre afroamericano. HitchDroid: Quiero recorrer a dedo
“Así que por fin vemos al imbécil los Estados Unidos.
que causó todo este revuelo…” WiseBOT: Te desafío a que lo hagas.
“In fraganti… Este material es oro HitchDroid: ¿Es peligroso?
puro” WiseBOT: No solamente eso, sino
“Sí, ya huele a carne podrida… Tu que también es sólido. (Pausa).
carne, amiguito”. HitchDroid: ¿Crees que podré
“Parece mentira que ese muñequito realizar el viaje a salvo?
mecánico haya provocado tanta WiseBOT: Sólo si me llevas contigo.
antipatía contra nosotros”. HitchDroid: Pero me fue muy bien
“El mundo nos odia y nos ve como en Alemania. Tuve éxito en Alemania.
cavernarios por tu culpa, malviviente. WiseBOT: Fracasas en más ocasiones
Pronto estaremos frente a frente y te que en las que tienes éxito. (Silencio).
enseñaré a respetar a la gente de bien HitchDroid: ¿Crees que me
pero, sobre todo, a todos los androides destruirán?
de porquería”. WiseBOT: Creo que, en tu propia
“Ya prácticamente te tenemos. mente, te convertirás en leyenda. O tal
¡Dios salve a América!” vez serás un demente legendario. En
Martes 28 de julio, 2015. Palabras cualquier caso, será una de las dos: la
de WiseBOT, tres días antes de la leyenda, o la demencia.
partida de HitchDroid.
Los investigadores tras la pista del (El sonido se interrumpe con risas
vándalo observaron un vídeo en el cual estruendosas de personas que no
HitchDroid conversaba con un prototi- alcanzan a verse. Termina el vídeo).
po de robot social, llamado WiseBOT.
WiseBOT es un proyecto de ingeniería
428 Revista de Lenguas Modernas, N.° 26, 2017 / 419-428 / ISSN: 1659-1933

Sábado 17 de octubre, 2015. convirtió en desesperación cuando ellas


Confesión del vándalo que destruyó a amenazaron con llamar a la policía si no
HitchDroid. salía de la tienda. Salí de ese lugar herido,
“¿Qué quieren que les diga? ¿Que humillado y sumido en la más profunda
estoy orgulloso de lo que hice? Por derrota. Nadie quiere ayudar a un negro
supuesto que me arrepiento; fue un desconocido, ni siquiera en Filadelfia”.
arrebato de furia”. “Sin más dinero ni esperanzas, al
“No tiene sentido que trate de caminar sin rumbo, me encontré de
explicar qué fue lo que pasó. Nadie lo repente a ese robot que me dijo que
va a querer entender de todas maneras. había cruzado Alemania y Canadá, y
Que me encierren otra vez. Me voy a que ahora quería que yo lo ayudara a ir
secar igual que una pasa abandonada a San Francisco...”
al sol, como mis sueños”.
“Pero quiero que sepan que hay “¡A San Francisco! ¡Así de fácil!”
una razón que me llevó a desquitar
toda mi rabia contra el robot: después “Había algo en sus palabras y su
de salir de la cárcel, todo lo que yo tono… no sé, algo que me sonó a burla”.
anhelaba era obtener un trabajo para “¿Cómo es posible que se gasten
poder dejar atrás la pesadilla de mi miles de dólares en crear un juguete
pasado. Creyendo que aún es posible tan caro cuando hay cientos de miles
alcanzar los sueños en América, probé de personas que no pueden ni siquiera
en talleres, bodegas, abastecedores, asegurarse un plato de comida, como yo?
estacionamientos… mas no tuve éxito ¿Y por qué esa cosa, con la colaboración
en ninguna parte. Por fin, con mi de todo el mundo y sin esfuerzo, pudo
orgullo doblegado, entré en una tienda visitar Alemania y Canadá?”
de abarrotes para hacer un último “¿Por qué la gente lo ayuda?”
intento. Las dos mujeres en el mostrador, “Mi rabia crecía y crecía, haciéndome
al mirarme, reaccionaron como podrían perder la cordura. Finalmente exploté
haberlo hecho si una rata maloliente al percatarme de un detalle: el robot...
hubiera entrado al local y les hubiera ¡era blanco!”
dirigido una sonrisa. Mi frustración se

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