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LA REVOLUCióN DE LOS

DIRECTORES

o
SI -~- -
COLECCIÓN PIRAGUA
JAMES BURNHAM
ENSAYOS

,
SERIES DE ESTA COLECCióN
LA REVOLUCION
NOVELA • CUEI\'TOS DE LOS
.EI\l>AYOS - DIFUSIÓN CIENTÍFICA

BlOCRAFÍ.A - HISTORJA - ECONOMÍA


DIRECTORES
CEOCRAFÍA - VIAJES

-
Traducción de
ARTE - POESÍA • T.EATl\0 - CLÁSICOS ATANASIO SÁNCHEZ
POLICIALES - CIENC¡A E l!\fACI.."AClÓN' W

El títul.o y las caracterí-sticas de ~ta colecclón


han sido debidamente registrados. EDITORIAL SUDAMERICANA
Queda prohibida su reprodUC"ci6n.
BUENOS AIRES
TE:RCERA EDICIÓN
PIIIMERA EN LA COLECCIÓN PIRAGUA
Publicada en junio de 1967

"Llego ahora al último argumenw de la acu-


~ación: que enseño villanías a los príncipes y c6-
mo esclal){tar a los lunnbres. Si alguien lee mi
libro ..• con imparcialidad y caridad corrien~.
se percatará fácilmente de que no abrigo la in-
~encwn de rerornentLlr al mundo, ni el gobierno
ni a los hombres que en él he descrito y mucho
menos la de enseñar a los hombres c6mo pisoteur
a 1aom.b1-es buenos y a todo lo que es sagrado r¡
venerable en la tierra, leyes, religión, honradez y
demás. Si he sido un poco demasiado preciso al
describir esos nlQflstruos en todos sus aspectos y
colores, espero que la humanidad podrá recono-
cerlos para mejar evitarlos, ya que mi tratado es,
al mismo tiempo, una sátira contra eUos, y una
descripci6n de su verdadero carácter . .• "
MAQUIAVELO.

IMPRESO EN LA AliCENTINA
Queda hecho el deJ)Ósíto que previe-
ne la ley 11.723. © 1962, Editorial
Huemul S. A. © 1967, Colecci6n
Piragua, Editorial Sudamerlcafla S. A.,
Humberto ¡q 545 - Buenos Alre6.
I

EL PROBLEMA

Desde el 1Q de setiembre de 1939, fecha en que


empezó la segunda gumTa mundial, ha ido en au-
mento el número de quienes creen que la misma
no puede ser interpretada en los términos militares
y diplomáticos corrientes. Como es sabido, cada uno
de cuantos participan en esta guerra tiene buen
cuidado de declarar que no lucha con un propósito
vulgar de conquista, sino que lucha por la libertad,
Ja justicia, Dios o el porvenir de la humanidad. La
segunda guerra mundial no constituye una excep-
ción a esta regla general, que parece responder a
la profunda necesidad que los hombres experimen-
tan de apelar a sus mejores cualidades morales
cuando enfrentan la tarea de matar a sus semejan-
tes. Pei·o aun así, y con todas las concesiones a esa
regla general tanto en la mente de los observadores
preparados e inteligentes como en la del hombre
medio, sigue reinando la convicción de que este
conflicto no es una guerra ordinaria.
Esa diferencia ya fue señalada por quienes la
calificaron de ''revolución,, y más concretamente, de
"revolución social". Por ejemplo, el conocido escritor
Quincy Howe, en sus comentarios radiotelefónicos,
insistió reiteradamente en esa interpretación. Ale-
mania, repitió una y otra vez, no se limita a enviar
más allá de sus fronteras un~ maquinaria bélica

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notablemente organizada, sino que esa maquinaria constantemente bajo la superficie, y a no mucha
bélica es el vehículo de una revolución que está profundidad, en otras naciones, o, mejor dicho, en
transformando el sistema social del continente euro- todas las naciones. Como es natural, a quienes vi-
peo. Eso mismo fue destacado por Otto Tolischus vimos en Estados Unidos, nos interesa primordial-
en numerosos despachos enviados luego de su ex- mente lo- concerniente a ese país. El viejo y falaz
pulsión de Alemania, donde residió muchos años error de creer en su aislamiento militar con respecto
oomo corresponsal del N ew York Times. Cito a es- al resto del mundo está muy lejos de tener la gra-
tos dos hombres no porque su opinión sea excepcio- vedad de la creencia en su aislamiento social.
nal, sino porque en fonna destacada e insistente
han sostenido una teoría que va siendo compartida No es claro, ni mucho menos, lo que queremos
por muchísimos otros. expresar al hablar de una "revolución social", es-
Sin embargo, al analizar lo que esos observadores pecialmente cuando tratamos de distinguir una revo-
han dicho y escrito, comprobamos que •si bien han lución social de la simplemente "militar" o "políti-
reiterado con firmeza que la segunda guerra mun- ca". Se han intentado varias contradictorias defini-
dial es una revolución social, en forma alguna han ciones, acompañando por regla general a especiales
aclarado de qué clase de revolución se trata, en y contradictorias teorías históricas, de las que esas
qué consiste, hacia dónde se dirige y qué tipo de definiciones forman parte. Parece posible, empero,
sociedad emergerá de ella. describir las principales características de lo que
Debemos cuidar de no permitir que el juicio his- inteligiblemente se qtúere expresar al hablar de una
tórico sea deformado por el tremendo impacto emo- "revolución social", sin comprometemos por adelan-
cional de la guerra. Si en verdad se está registrando tado con ninguna teoria especial. Dichas caracte-
actualmente una gran revolución social, la guerra rísticas son tres:
está subordinada a ella y no a la inversa. En un l. Se produce un cambio radical en las principales
análisis final, la guerra es sólo un episodio de la instituciones sociales (políticas y económicas). El sis-
revolución y mal podremos comprender a esta úl- tema de relaciones patrimoniales, las formas de la
tima si limitamos nuestro análisis a la primera. producción económica, la estructura legal, el tipo de
Además, el papel desempeñado por Alemania en organización política y el régimen de gobierno, expe-
la revolución, si de una revolución se trata, no debe rimentan una alteración tan profunda que nos vemos
ser exagerado. El mundo moderno está entrelazado obligados a calificarlos de totalmente distintos en
por una infinidad de eslabones técnicos, económi- especie y no simplemente modificados en grado.
cos y culturales, y las fuerzas sociales que en forma Las relaciones patrimoniales, formas de producción
dramática han actuado en el interior de Alemania económica, legislación y organización política carac-
no se han detenido en las fronteras del Reich. Que terísticas de la Edad Media (feudales), son reem-
hayan surgido en forma tan sorprendente en ese plazadas por las relaciones patrimoniales, formas
país no implica que no hayan estado agitándose de producción, legislación y organización política

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características de la Edad Modérna (burgueses o Cualquiera que sea la teoría histórica que se pro-
capitalistas). Frecuentemente durante el curso de la fese, mal puede negarse que el ritmo de esa trans-
revolución, las instituciones antiguas quedan lite- formación en las instituciones sociales creencias
ralmente despedazadas, mientras se gestan nuevas y rel~tivo poderío de los distintos grup~s sociales,
instituciones que en la nueva sociedad cumplirán f~e mcomparablemente más intenso en los dos
funciones análogas. stglos comprendidos entre 1400 y 1600, por ejem-
2. Junto con los cambios en las instituciones so- plo, que en los seis precedentes; y que, cierta-
ciales se producen cambios más o menos paralelos mente, el cam~io total fue mucho más profundo
en las instituciones culturales y creencias predomi- en esos dos s1glos que en los seis transcurridos
nantes, sobre el lugar que al hombre corresponde del 800 al 1400.
en el mundo y en el universo. Este desplazamiento Lo que al parecer queremos expresar al hablar de
cultural se advierte claramente en la transición de revolución social se identifica con un período en
la sociedad feudal a la capitalista moderna, sea en que esa transformación sigue un ritmo ¡icelerado.
la reorganización de la forma y posicióp de institu- Todos ad.mi~imos que Ja sociedad que prevalecía
ciones tales como la Jglesia y las universidades, sea con antenondad a uno de esos períodos era de un
en la completa modificación del panorama general tipo distinto por completo al de la co~olidada al
del mundo, de la vida y del hombre que tuvo lugar término del mismo. Los historiadores difieren am-
durante el Renacimiento. pliamente sobre cuándo se inició la "edad moderna"
3. Finalmente, observamos un cambio en el gru- pero todos ellos coinciden en distinguir netament~
po ·de hombres que ocupa las posiciones dominantes la sbciedad medioeval ele la moderna.
y que controla la mayor parte del poder y de los ~innar, por tanto, que actualmente se está pro-
privilegios sociales. A la dominación social de los duciendo una revolución social, equivale a decir
señores feudales, con sus vasallos y feudos, sucede que .el presente es un período caracterizado por
la dominación social de los industliales y banque- un ntrno sumamente rápido . de transformación so-
ros, con su riqueza monetaria, sus fábricas y sus cial, es decir, un período de transici6n desde un
obreros asalariados. tipo de sociedad -el que ha prevalecido, aproxi-
~ste cierta arbitrariedad en esta concepción. En madamente, desde el siglo xv hasta los principios
realidad, las instituciones sociales y culturales, creen- del xx- ~ un nuevo y diferente tipo de sociedad.
cias y relaciones del poderío social, están some- Durante Siglos, las actividades humanas se desarro-
tidas a modificación constante. Es imposible tra%ar Uan en el marco de una estructura determinada y
una línea temporal exacta que deslinde a una socie- más o meno~ estable de las instituciones sociales y
dad de otra, pero lo importante no es el cambio c~lturales: tienen lugar cambios, pero no tan am-
en sí, que sieml?re existe en la historia, sino el p~os como para alterar la estructura básica. Pero en
ritmo del mismo. En algunos periodos, el ritmo del Ciertas o~asiones, la historia de la humanidad regis-
cambio social es mucho más rápido que en otros. tra cambtos que se producen tan rápidamente y son

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tan violentos que la estructura misma queda des- cho más- que voy a trazar, es el nombre dado a
trozada y es reemplazada por otra nueva. la teoría, Jo que no deja de tener importancia· el
número de los diversos factores históricos sintetiza-
El problema expuesto en esta obra es el siguien- dos en ella; la elimillación de supuestos que hasta
te: Voy a dar por aceptado el concepto ger;teral. de ahora han oscurecido su significado, y la forma
revolución social que a.cabo de exponer smtébca- de exponeda. ·
mente. Voy a suponer, además (aunque no sin Con referencia a este último punto, debo añadir
pruebas que respalden este ~upuesto ), que ~1 pre- algo más. No estoy escribiendo un programa de
sente es, en rea1idad, un penodo de revoluciÓn so- reforma social, ni hago un juicio moral de ninguna
cial, de transición de un tipo de socieda~ a, otro. especie sobre el tema tratado. Como he dicho, mi
Con la ayuda de estos supuestos enunCiare una única preocupación consiste en intentar la elabo-
teoría, que llamo "teoría de la revolución . ~e los ración de una teoría descriptiva que pJJeda explicar
directores", que podrá e}...-plicar esa tranSiCIÓn y el carácter del actual período de transición social,
predecir el tipo de sociedad que resultará de la y predecir, por lo menos en sus rasgos generales,
misma. Presentar esa teoría es el problema, y el su resultado. No me preocupa, en este libro al
único problema de este libro; . ., menos, que los hechos sugeridos por esa teoría
No pretendo que esa teona sea una mnovac10n sean "buenos" o "malos", justos o injustos, deseables
sorprendente y personal. Muy al contrario. Cuan~o, o indeseables, sino simplemente que la teoría sea
en los últimos años, la he expuesto en conferencias cierta o falsa, sobre la base de las pruebas actual-
y conversaciones, en ge\}eral se me ,,ha di;ho: mente a nuestro alcance.
"Vaya exactamente igual pensaba yo , o: 'Eso Estoy seguro de que esta advertencia no bastará
mism¿ le decía a Fulano el otro día." Esta reacción para impedir que muchos de los lectores de este
ha sido el motivo de que no desechara la teoría libro le atribuyan un programa y una moraleja. La
por trivial o baual, y de que tratara de exponerla eliminación de esas consideraciones es sumamente
en la fonna más completa y clara posible, para que rara cuando se escribe sobre historia, sociedad y
pueda ser examinada y criticada públicamen.t~, política. En esos terrenos nos mueve más, y ello es
aceptada, rechazada o convenientem~nte modifi- comprensible, un deseo de salvación que de co-
cada, según lo exijan las pruebas aduCidas en favor nocimiento; pero la experiencia debía habernos
o en contra de la misma. enseñado que la verdadera salvación sólo es posi-
En los últimos veinte años, muchos elementos ble cuando está basada en el conocimiento. Y aun-
de esa teoría han sido incluidos en diversos artícu- que este Jibro no contiene 1ú programa ni moraleja,
los y lib1·os, a los que debo expres~r un reconoci- si la teoría que expone es cierta, o parcialmente cier-
miento general, sin poder destacar nmgun? de ~~los ta, sin la comprensión de la misma se~ía imposible
por haber influido especialmen.te sobre m1 espmtu. cualquier programa o morálcja social inteligente.
Lo único nuevo en el bosque¡o -pues no es mu-

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difundidas creencias e instituciones culturales, a
los grupos o clases gobernantes. Cuando estos ele-
mentos cambian radicalmente, el tipo de sociedad su-
fre una transformación, y una revolución ha tenido
Jugar. Con referencia a estos términos, debe descrl-
II ~irse, .t:or tanto, la sociedad moderna o capitalista,
siendo mnecesario tomar en cuenta otros millares de
EL MUNDO EN QUE VIVíAMOS rasg?s•. características de aquélla, que podrían re,
vestir Importancia para otros propósitos.
Vivimos, pues, ,en un período de rápida transi- . Incurrimos asimismo en una segunda arbitra*
ción ele un tipo o estructura de sociedad a otro,
pero antes de encarar nuestro problema cen~al,
neda~. Al descr!bir la sociedad capitalista, no sólO'
s~leccwn~os Ciertas características institucionales,
1
el mundo del mañana, debemos tener una 1dea su~o que limit~os nuestro estudio a cierto porcen..-
coherente del mundo de ayer. No podemos com- t~Je ( secundano) de la superficie terrestre y a
prender adónde vamos sin tener por lo ~enos al- cierto porcentaje (secundario) de la población de
guna noción de de dónd~ ~rocedem~s. ¿Cuáles eran la ~erra. Puede parecer presuntuoso que para de-
las principales caractensticas del mundo moder- ducir nuestra concepción sobre lo que ha sido el
no" del tipo de sociedad habitualmente llamada mundo moderno, nos limitemos casi exclusivamente
"capitalista" o "burguesa", que prevaleció des~e a contad~s naciones europeas y a los Estados Uni-
fines de la Edad Media hasta 1914, hasta el pnn- dos; a! fm y al cabo, hay más tierra y más gente
cipio de la primera guerra mundial, para fijar en As1a, Africa y América del Sur. No obstante
una fecha? ta~bién esta arbitrariedad puede justificarse. Bas~
Al intentar describir las principales característi- s~nalar 9ue, en realidad, nuestro problema espe-
cas de la sociedad capitalista (o de cualquier so- Cial consiste en descubrir lo que le está sucediendo,
ciedad) tropezamos en seguida con ciertas dificul- Y lo que le va a suceder, al tipo de sociedad que
tades. ¿Qué descubriremos? No podemos abarcarlo en los tiempos modernos ha prevalecido en nacio-
todo; no bastarían para ello todos los libros que nes ~omo Inglaterra, Estados Unidos, Francia, Ale-
se han escrito. Cualquier selección de hechos, sean m~~a, y no al tipo de sociedad que puede haber
éstos los que fueren) puede parecer , arbitra:ia. eXIstido en la India, en China o en África.
Sin embargo, ya disponemos de una gma del tipo Aun dejando esto de lado, no es irrazonable de-
particular de arbitrariedad significativa para nues- f~ir la sociedad moderna tomando como referen-
tros propósitos. Nuestro problema atañe a la revo- Cia las instituciones de esas naciones, pues a partir
lución social; y la revolución social, conforme al de la .Edad ~edia ejercieron la más poderosa in-
concepto ya esbozado, afecta a las instituciones fluencia no solo en el interior de sns respectivas
económicas y políticas más importantes, a las más fronteras, sino en el mundo entero. Sus institucio-

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nes afectaron profundamente las de Asia, Mrica y y pecu.li~~ de ]a economía feudal, que precedió
América del Sur; en cambio, lo inverso no se ha a la ~p1talista y de ,la cual Surgió ésta. Entre las
producido, pues las instituciones peculiares. a esos ~ás. 1mportantes y típicas pueden enumerarse las
vastos continentes no ejercieron una influencia com- s'%i\entes; .
parable sobre las gt·andes potencias modernas. ' l ...!La producc1ón, en la economía capitalista es
Se advierte con suficiente claridad cuáles son las produccú5n de mercaderías. Se elaboran millare; de
naciones y pueblos a que debemos prestar mayor artículos diferentes, de distinta naturaleza, adecua- (
atención cuando se intenta sintetizar la naturaleza dos J?ara Ja satisfacción de millares de diversas
de la sociedad capitalista moderna. Inglaterra, co~ neces1dades humanas. Unos nos proporcionan abri~
su imperio, merece primacía: Antes del pr~dor~n­ g?,. otros, adorno, algunos nos alimentan, otros nos
!rio de aquella nación, Franc.ta merece espec1al m- dlVl.ert~n, y asi sucesivamente. Pero en la economía
ter.és, por haberse aproximado en hora temprana a capitalista, todos esos distintos productos pueden
ciertas fundamentales formas politicas modernas, ser directamente comparados entre sí en términos
así como las ciudades independientes italianas, las de una cualidad abstracta a veces denominada su 1
integrantes de la Liga Hanseática, y, más tarde, "valor de cambio", representada exacta o aproxi-
las ciudades de los Países Bajos, por sus progresos madamente (según cual fuere la teoría económica
económicos trascendentales. Francia adquiere nue- que analiza el fenómeno) por su precio monetario.
vamente importancia a fines del siglo dieciocho; y No_ en atenció? a su cualidades intrínsecas para
en el diecinueve, a Francia e Inglaterra se unen satisfac~r necesidades específicas, sino desde el pun-
Estados Unidos y Alemania, y en plano secundario to de VlSta de su valor de cambio, en cuyo. respecto
Rusia, Italia y el Japón. El mundo moderno ~asid-? t~~os lo~ productos son de la misma especie y
el mundo de esas naciones, y no de Mganistán, Nt- difieren umcamente en cantidad, es que se conocen
oaragua o Mongolia. como "mercade.ría~"· Todas las cosas aparecen en
el mercado cap1tal1sta como mercaderías; todo, por
t~nto, za?atos y estatuas, trabajo y casas, talento y
1 clfnero, tiene en él un valor monetario y, mediante
Slffibol?s monetarios, pueden ser objeto de múltiples
La sociedad capitalista moderna se caracteriza operac1ones de que el dinero es susceptible.
por una economía de modalidades típicas, la cual . En todas las sociedades, excepto las más primi-
ha pasado por una serie de importantes fases y tivas, se hao elaborado algunos productos como
transformaciones, ha sido más fluida y cambiante me~·caderías. Pero, salvo en la capitalista, en toda
que cualquier otra de las históricamente conocidas; sociedad y muy especialmente en la feudal que
pero a través de todas e~a~ transf~n:nacion~s. han ~re~edió a la capitalista, las mercaderías han cons-
persistido ciertas caractcnsticas dec1S1Vas. Dif1eren titllldo un s~gmento muy reducido de la producción
marcadamente todas ellas de las más destacadas total. En pnmer lugar, en otras sociedades, la gran

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mayoría de los artículos eran producidos para ser mayoría de la gente no vio una. moneda en toda W
utilizados directamente por los productoies, no en- su vida. Nadie necesitará ser persuadido, por el
traban para nada en el cambio, y por lo tanto no contrario, de la importancia del dinero en la vida
tenían ocasión de funcionar como mercaderías. No moderna, ya se piense en términos de vida indi-
se puede comer o vestir el va:or de cambi~ o el ' vidual o de deuda pública.
dinero; ni tampoco es el prec10 de los artículos, Aunque no sea peculiar de la sociedad capitalista,
sino aquellas cualidades que les permiten satis- merece mencionarse cierta creencia relacionada con
facer necesidades especificas, lo que cuenta en la el dinero, a saber, la. de que todas sus formas,
producción para la subsistencia. Pero en otras so- ya sean billetes de banco, cheques, créditos, etc.
ciedades, aun en los casos en que los produc~os dependen, en último término, del dinero metálico,
entraban en el cambio, habitualmente no lo hacmn especialmente de la plata y oro, y, en el capita-
como mercaderías. El intercambio, durante la ma- lismo avanzado, sobre todo del oro. Hasta hace
yor parte de la Edad Media, no se. hacía por ~­ poco, esto era casi un dogma para la mayor parte
nero o por intermediario del dinero, smo en espec1e, de los economistas, y todavía sigue siéndolo para
por Jo cual, además, lo que interesaba al ~ampe­ algunos; y no sin cierta justificación real, fueron
sino comprador o vende?or no era. el Rrec1~ que elaboradas varias leyes para correlacionar los pre-
conseguiría o que debena pagar, smo s1 tema un cios y los valores, e incluso el movimiento de la
excedente de una clase de productos susceptibles producción en conjunto con la cantidad de dinero
de satisfacer una clase de necesidades, que pudiera metálico existente.
canjear por algo que satisficiera alguna otra ne- \S)En ]a sociedad capitalista, el dinero no cumple
ce.#4ad. u'rr.( sino dos importantes funciones económicas
( 2. El papel predominante del dinero ~ tamb!én
u'i?a clara caracterización de la economia capita-
totalmente diferentes. En el enorme desarrollo de
la segunda de ellas se encuentra otra de las carac-
1 lista; en realidad, una co~secuenci~ necesaria de la
producción de mercadenas. El dinero no es ~a
terísticas distintivas de la economía capitalista. Por
una parte, el dinero es usado como medio de cam-
invención del capitalismo; ha existido en la mayona bio; este es el empleo ya conocido en otros tipos de
de )as sociedades, pero en ninguna ha desempe- sociedad y con respecto al ntismo, el capitalismo
ñado un papel que p~eda en ma~er_a alguna c~m­ sólo difiere de ellos, como hemos visto, en la ex-
pararse al que le as1gna el capitalismo. La dife- tensión mucho mayor en que se efectúa el cambio
rencia queda demostrada con facilidad por el he~o por intermedio del dinero.
de que casi todos los complejos siste~~s bancanos, Por otra parte, el dinero es usado como "capital"; ~
crediticios, fiduciarios y contables, utilizados p~r el "el dinero hace dinero"; y esta función estaba muy
manejo del dinero, han tenido su origen en los tiem- poco y aun nada desarrollada en otros tipos de so-
pos modernos; y se demuestra en forma aun más des- ciedad. En el capitalismo, el dinero puede ser trans-
tacada por el hecho de que en la Edad Media la gran formado en materias primas, maquinarias y trabajo~

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se elaboran productos para ser transformados nue- (en la Edad Media propiamente dicha era también (
vamente en dinero; la cantidad resultante de di- con frecuencia el jefe de la caravana o el capitán
nero puede exceder de la inicial, es decir, puede del buque) tenía oportunidades de ganar una buena
obtenerse un beneficio. Este proceso puede realizar- suma de dinero, que era tal vez algo intermedio
se, además, sin engañar a nadie y no sólo sin violar entre el beneficio del capital y el interés del dinero
ninguna ley moral o jurídica, sino~ completamente que él y sus amigos habían invertido en la em-
de acuerdo, por el contrario, con las reglas de presa. Cuando, en algunas de las ciudades italianas
justicia y de ética vigentes. y germánicas, se asigna al dinero nuevas funcio-
Es cierto que la diferencia entre el dinero- que nes de capital, enfrentamos los estadios iniciales de
funciona como capital, y asi produce más dinero, la economía capitalista, en lugar de típicas institu-
y el que funciona como préstamo, y así rinde un ciones económicas feudales.
interés, resulta algo difícil de comprender en cuanto Esta situación medioeval se refleja claramente en
nos separamos de las cifras contables, donde esa los escritos de filósofos y teólogos sobre cuestiones
diferencia es habitualmente bastante clara. Tam- económicas. En sus obras no puede hallarse la con-
bién es cierto que en otras sociedades, antes del ca- cepción del dinero funcionando como capital. In-
pitalismo, el dine1·o no era en todas ellas prestado cluso la percepción de intereses sobre el dinero
a interés, en menor extensión. Sin embargo, si obser- prestado (que pennitía que el dinero, en ese sen-
vamos lo que sucedía en rea~dad, reaparece la dis- tido, produjera dinero) -pues comprendían la na-
tinción práctica decisiva. turaleza del destino habitualmente dado a los prés-
En la Edad Media se prestaba dinero en escala tamos- era inequívocamente condenada como grave
pecado de usw·a. Al calificarlo de pecado, los fi16..1
l considerable para dos fines primordiales: para hacer
la guerra, y para lo que Veblen llamaba "derroche
conspicuo", en obras tales como la construcción
de grandes castillos, monumentos e iglesias. Cuando
sofos eran astutos; acertadamente comprendían que
esa práctica era subversiva y que de propagarse,
contribuil·ía a destruir los cimientos de su sociedad.
era devuelto con interés (frecuentemente no lo era, Es interesante observar, sin embargo, que a veces
y de ahí los tipos extremadamente altos de interés se establecía una excepción moral en favor del di-
que a veces pasaban del ciento por ciento), los nero prestado a interés para la navegación mercante,
fondos para dicho pago habian sido conseguidos la cual, siendo como era el único empleo productivo
imponiendo tributos de una u otra especie, o me- para tales fondos, se consideraba menos pecaminoso
diante el saqueo liso y llano de los pueblos con-
quistados, y no, como ocurre en el caso del dinero
utilizado como capital, de lo que se considera
e incluso virtuoso.
ffiEn el capitalismo, la producción se realiza con
(t1rfs de lucro. Algunos escritores, más interesados
¡
como procesos normales de producción econónúca. en excusar el capitalismo que en comprenderlo, se
La principal excepción a esas limitaciones era el resienten ante esta normal observación como ante un
comercio con países lejanos, en que el comerciante insulto. Esto es, quizá, por la interpretación en el

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sentido psicol6gico que con frecuencia se le atribuye, riódica, que no se encuentra, sino raramente y en (
es decir, la de que los capitalistas individuales es- escala limita&, en los demás tipos de sociedad.
tán siempre impulsados psicológicamente por un Estas crisis capitalistas de la producción no guar-
deseo personal de lucro, lo que a veces, aunque no dan relación ni con las "catástrofes naturales'' (se-
invariablemente, es cierto. Dicha observación no es quía, hambre, plagas, etcétera), ni con las necesi-
psicológica, sino económica. La producción capita- dades biológicas y psicológicas de la gente por los
lista normal se realiza para obtener una utilidad, productos que podrían ser elaborados, es decir, con
en el sentido de que una empresa capitalista debe ninguna de las causas determinantes de la mayoría
operar, durante un período determinado, con bene- de las crisis en otros tipos de sociedad. Las crisis
ficio, o de lo contrario, cerrar sus puertas. Lo que capitalistas son determinadas por relaciones y fuer-
decide si una fábrica de calzado puede seguir tra- zas económicas. No es necesario, para nuestra fi-
bajando no es el gusto de su propietario en hacer nalidad, abordar la controversia sobre las causas
zapatos, o que la gente vaya descalza o mal calzada, exactas de las crisis; sean cuales fueren, nadie nie-
o que los obreros necesiten salarios, sino el hecho ga )a existencia de éstas, su periodicidad y su di-
de que el producto pueda ser vendido en el merca- ferencia básica de las dislocaciones que en otros
do con una utilidad, por modesta que ésta sea. Si tipos de sociedad experimentaba la producción y
durante un determinado período, sigue trabajando ej.~nsumo.
a pérdida en lugar de hacerlo con ganancia, el ne- {_§)En la economía capitalista, la producción en
gocio se termina. su conjunto es primordialmente regulada -en la
En cambio, esto no era el caso en la economia proporción en que lo es- , por el «mercado", tanto
medioeval. En la agricultura, por mucho la indus- el interno como el internacional. No existe una
tria principal, la producción no se efectuaba con persona o grupo de personas que en forma cons-
fines lucrativos, sino para alimentar al productor ciente y deliberada regule la producción en su
y para hacer frente a las exacciones (la mayoría conjunto. Decide el mercado, independientemente
en especie) de los señores feudales y de la Iglesia. de la voluntad de los seres humanos. En las pri-
En las demás instituciones (cuyo total representa- meras etapas (mercantiles) del desarrollo capita-
ba un minúsculo porcentaje de la economía), el lista y nuevamente en las últimas, los sistemas de
artesano medioeval habitualmente elaboraba pro- monopolio y la intervención del Estado tratan de
ductos (por ejemplo: ropas, muebles, telas o zapa- conseguir cierto control sobre la producción. Pero
tos) solamente por encargo de una persona deter- solamente actúan en campos limitados y no sobre
minada que los necesitaba; y habitualmente con- todo el proceso productivo, y aun en esos estrechos
feccionaba esos productos con materias primas su- campos nunca consiguen emancipar totalmente a
ministradas por el cliente. la producción del mercado. Esto no es sorprendente,
r\5.)La economía capitalista se caracteriza neta- porque una regulación deliberada de la producción
~e por un tipo especial de crisis económica pe- en su totalidad (un "plan" como hoy en día se lla-
ma) sería incompatible con la naturaleza del capi- ductQ de su trabajo.' Son, en resumen, trabajadores
talismo. D estruiría la base mercantil de la econo- asalariados.
mía, su espíritu de lucro y los derechos individua- Debe destacarse que esas dos clases no existían,
les de propiedad. o sólo en proporción insignificante, en otros tipos
~ Las relaciones institucionales peculiares a la de sociedad. En algunas, por ejemplo, existían es-
e~onomía capitalista sirven, finalmente, para es- clavos y amos. En la sociedad feudal, la mayor
tratificar grandes sectores de la población en dos parte del pueblo eran siervos o villanos. Estos se
1
clases especiales. Estas no pueden encontrarse en dedicaban a la agricultura y estaban "ligados" a
otros tipos de sociedad por el motivo obvio d~ q~e la tierra; no eran 'libres" del instrumento de pro-
son definidas por relaciones peculiares al capltalis- ducción, es decir, la tierra; no podían ser expulsa-
mo; y ninguna de las dos puede existir s~ l~ otra, dos de ella, y tenfan sobre la misma el derecho no
pues para definir a cualquiera de ellas es m~Ispen­ de poseerla legalmente, sino de uso; con ciertas ex-
sable tomar a la otra como base de referenc1a. cepciones, tampoco podían abandonarla. Los ofi-
El deslinde entre ambas clases carece de exacti- cios industriales estaban a cargo no de patronos y
tud, y para determinados individuos es posi~le pa- obreros asalariados, sino de artesanos, dueños de
sar de una a otra. La división general es, sm em- las herramientas y máquinas que utilizaban, y que
bargo, suficientemente clara. Una de ~a~ ~ases trabajaban "por su cuenta".
está constituida por aquellos que, como mdiVIduos,
son propietarios o tienen un interés propieta~o en Existen, naturalmente, otros muchos rasgos dis-
los medios de producción (fábricas, minas, tier:ras, tintivos de la economía capitalista que no he men-
ferrocarriles, máquinas, etcétera), y que alq~an cionado. Si tuvié1·amos el propósito de analizar el
el trabajo de terceros para el manejo de .esos ms- capitalismo en sí, algunos de aquéllos, como su ex-
trumentos, reteniendo el derecho de prop1edad so- pansionismo dinámico en ciertos estadios, sus pro-
bre los productos de ese trabajo. Esa clase es gene- gresos tecnológicos, etcétera, serían tan importantes
ralmente llamada la burguesía. como algunos de los citados. PeE_o nuestro prolósito
La seaunda clase, generalmente llamada el pro- consiste en ana!!zar no el capitalismo, sino e ñpo
letariad~ está integrada por los trabajadores .que, ele sociedad que lo está reemplazando y, particu-
en sentido técnico, son 'ubres". Ellos son qmenes larmente, en dilucxdar sus respectivas diferencias.
trabajan para los prop~etarios...son "libres" .en el El examen de la sociedad capitalista y de sus re-
sentido de que están 1iberados de los medios de lieves, a que se dedica este capítulo, está entera-
producción, es decir, que no tienen un interés P.ro- . mente subordinado a nuestro problema central.
pietario sobre los mismos; y, además, en el sen?do Sin embargo, ninguna de ]as siete modalidades
de que están en libertad de vende~ su tra~aJO a características de la econonúa. capitalista aquí sin-
quienes poseen ese derecho, renunCiando, sm em- tetizadas es secundaria. Son tan importantes y ge-
bargo, a todo derecho de propiedad sobre el pro- neralizadas que mucha gente ha creído, y muchos

27
siguen hoy creyéndolo, que son una parte necesaria paciones biológicas o a relaciones personales entre
y permanente de la estructura de la vida social. La los .ci.udadanos de los. mismos. Son delimitados por
gente pensaba, y sigue pensando con tal esponta- definidas aunque vanables fronteras ueográficas y
neidad en esos términos que ni por un momento recaban jurisdicción política sobre lotseres huma-
ponen en duda la invariabilidad y permanencia de nos ~ue viven entre esas fronteras (con excepción
esos hechos. Que el propietario de una fábrica lo de Clertos extranjeros privilegiados a los que se
sea también de sus productos; que para comprar otorgan derechos "extraterritoriales"). Los hábitos
cosas necesitamos dinero; que la mayoría de la gente
trabaja a sueldo por cuenta ajena; que una fábrica
debe reducir su producción, o rebajar los salarios
de algunos cartógrafos escolares a veces nos hacen
olvidar que las naciones, en el sentido moderno de
la palabra, no son en modo alguno una forma uni-
r
o incluso parar, cuando no da ganancias ... , todo versal de la organización política humana.
esto para muchos es tan natmal como la necesidad La autoridad política de los Estados nacionales
de respirar o de comer. Sin embargo, la l1istoria e~tá encarnada en diversas instituciones, y la auto-
nos dice categóricamente que todas esas institucio-
nes están muy lejos de ser inevitablemente ..natu-
rales", y que sólo han existido en una pequeña
ndad suprema es ejercida por algún hombre o gru-
po de hombres, por lo general un parlamento. Cada
nación recaba una autonomía o soberanía política
r
fracción, los últimos siglos, de la larga historia de a~oluta; es decir, no reconoce jurisdicción supe-
la humanidad. nor a la suya (en la práctica, naturalmente, sólo
las grandes naciones pueden mantener tal aserto).
La relación política central y dominante de cada
2 individuo es la de ser ciudadano de una nación.
Sistema y concepto tales contrastan ampliamente
No es fácil hablar en términos generales de las con el sistema y concepto medioevales. En el feu-
características fundamentales de las instituciones dalismo, la relación política central y dominante
políticas de la sociedad capitalista, ya que ofrecen de cada individuo (con excepción de los habitan-
una diversidad mayor, en las distintas épocas y en tes de unas pocas ciudades) no era la de ser ciudada-
las distintas naciones, que las instituciones econó- no de una institución abstracta, la nación, sino la de
micas. Podemos, sin embargo, seleccionar algunas ser "el hombre de tal señor", el vasallo o siervo de tal
que son comunes a la sociedad capitalista a través o cual soberano. Debe su lealtad y tiene debe-
de su historia, o típicas de los principales países res políticos para con una persona, que es, además,
<:apitalistas. su superior en la jerarquía feudal. El Satanás de , .
l. La sociedad capitalista se ha dividido política- Dante ocupa el peldaño más bajo del Infierno por
mente en. un número relativamente grande de Esta- el más grave de todos los pecados feudales; la
dos 1U1Cionale&, también relativamente grandes. Esos "traición a su señor y bienechor".
Estados no corresponden necesariamente a agru- En la Europa medioeval coexistía, al mismo tiem-

28 29
po, mayor unidad y mayor diversidad que en el tro de ciertos lúnites, alcanzó amplitud mundial. \
moderno sistema de Estados nacionales. La unidad En un aspecto, su ramificación mundial fue resul-
política era, sin duda, más teórica que real, pero tado de los progresos económicos en la búsqueda
por intermedio de la Iglesia, omnipotente y la más de mercados, fuentes de materias primas y coloca-
poderosa de todas las instituciones sociales ( du- ciones de capital. Mas, paralelamente, la mayor
rante cierto tiempo controló de un tercio a la mitad parte de la tierra cayó, de una u otra forma, en la
de la tierra arable de Europa) llegó a existir cierta órbita de las instituciones políticas capitalistas. Las
verdadera unidad en el derecho y en la concepción grandes potencias, que dentro de sus propias fron-
de los deberes y derechos politicos. La propia Igle- t€ras incluían solamente una pequeña fracción del
sia invocaba, por delegación divina, su soberanía territorio y de la población mundial, redujeron la
no sólo espiritual, sino política, sobre toda la hu- mayor parte del resto del mundo a la condición de
manidad, y en la cumbre de su poderío ( alrede- colonias, dominios, esferas de influencia o, en mu-
dor del año 1200) estuvo a punto de convertir en chos casos, a naciones débiles cuya existencia de-
realidad esa afirmación. Dentro de esa unidad par- pendía de la tolerancia de las potencias.
cial reinaba habitualmente un atomismo político Una extensión mundial del capitalismo no com-
que llegaba al caos. Centenares, y hasta millares portó el desarrollo, en todas partes del mundo, de
de señores feudales locales, barones, condes, mar- naciones comparables a las contadas potencias ca-
queses, duques, e incluso obispos y abades, eran pitalistas dominantes, ni su plena participación en
señores feudales I?Or derecho propio, ejercían auto- las instituciones sociales y culturales de la sociedad
ridad política sobre grupos de gentes y territorios capitalista. La mayor parte de Asia, Africa y las Amé-
en constante cambio. Los límites de su respectiva ricas, e incluso el sudeste de Europa -es decir, la
soberanía política nunca fueron claramente defini- mayor parte del territorio y de los pueblos de la
dos y dependían ordinariamente de su fuerza mi- tierra- continuaron siendo parientes pobres y atra-
litar en cada momento; un señor vasallo obedecía sados en la familia capitalista. Eran elemento inte-
a su soberano en la proporción en que su debilidad grante de la sociedad capitalista, aunque primor-
o sus planes lo hacían necesario, y nada más. Los dialmente en el sentido de estar bajo el control y
grandes vasallos no tenían escrúpulos en desobede- sometidas a las grandes naciones capitaHstas (en
cer a Ios que a sí mismos se denominaban reyes, realidad necesarias para su existencia). Las insti-
mientras pudieran hacer impunemente; en realidad tuciones típicas de la cultura capitalista avanzada,
los vasallos con frecuencia eran tanto o más po- su modo de vivir, dejaban escasa mella en su masa
derosos que los reyes a quienes, de labios afuera, cultural. Generalizando los hechos, podemos justi-
rendían pleitesía. No existía nada similar, ni si- ficadamente llegar a la conclusión de que esta di-
quiera aproximado, a la autoridad fundamental visión del mundo en grandes potencias adelanta-
cenb·alizada del moderno Estado nacional das y territorios y pueblos atrasados constituía parte
2. La sociedad capitalista fue la primera que, den- de la estructura de la sociedad capitalista.

30 31
3. Al usar el término "Estadd', nos referimos a él sólo en fonrta negativa, para con-egir injusticias
las instituciones políticas centrales de la sociedad: u obstáculos y para mantener iibre" el mercado.
la administración gubernativa, la burocracia civi4 El "Estado" de la teoría liberal era un id~al in-
el ejército, los tribunales, la policía, prisiones, et- alcanzable y, en realidad, indeseado. En verdad,
cétera. En la sociedad capitalista el papel del Es- los Estados siempre intervinieron en el proceso
tado ha variado mucho con las épocas y en cada económico en forma más activa que la prescrita
nación, pero algunos rasgos han demostrado cierta teóricamente: mediante subsidios, tarifas aduane-
constancia. ras, tropas que sofocaban distm·bios internos o se-
En comparación, por ejemplo, con las institucio- guían a las inversiones en el extranjero, reglamentos
nes políticas centrales del feudalismo, el Estado que beneficiaban a uno u otro grupo de capitalis~
capitalista ha demostrado gran firmeza y buena tas. En Jos primeros días del capitalismo, la inter-
organización al afirmar su autoridad sobre ciertos vención del Estado "mercantilista" fue aun más
campos de la actividad humana que, en general, amplio. Pero a despecho de este desajuste entre
se ha reconocido caían bajo su jurisdicción pecu- la teoría y la realidad existía buena parte de ver-
liar. En el interior de las fronteras nacionales, por dad en la teoría liberal y una decisiva aunque
ejemplo, ha puesto en vigor un sistema uniforme parcial correlación con la realidad capitalista. El
de leyes, ha establecido impuestos generales, con- Estado capitalista intervenía en el proceso econó-
trolado las fuerzas armadas, mantenido líneas de mico, pero su intervención, en amplitud y profundi-
comunicación, y así sucesivamente. dad, nunca iba más allá de lo que, a pesar de todo,
Aunque la autoridad del Estado haya sido tan era un límite relativamente esn·ccho. Podríamos
firme en algunos campos, existen otros en los cua- decir que en el campo económico, el Estado siempre
les no ha penetrado, o sólo consiguió hacerlo en aparecía como subordinado o sirviente de los ca-
forma artificial. pitalistas, de los "negocios", y no como su amo.
La esfera de acoión de las actividades del Estaik, Esta relación responde a una razón bien sencilla:
dijínws, ha sido limitada.
Esta limitación ha sido un punto cardinal de la
la economía capitalista es el campo de la "iniciativa
privada", basada en el derecho a la propiedad con-
..
más famosa de todas las teorías capitalistas del Es- ferido al individuo como tal; la injerencia del Es-
tado, la teoría liberal. El interés primordial del tado en el proceso económico más allá de cierto
liberalismo es el fomento del proceso económico Hmite, comportaría necesariamente (de hecho aun-
capitalista, y conforme a su teoría el deber del Es- que no de derecho ) la destrucción del derecho in-
tado consistía en garantizar la paz civil ("tranqui- dividual a la propiedad y, por tanto, el término de
lidad interna"), hacer la guerra y dirigir las rela- las relaciones económicas capitalistas.
ciones exteriores, hecho lo cual debía dejarse a un En muchas naciones existían también otros cam-
lado y permitir que el proceso económico se desen- pos importantes, además del económico, escasamen-
volviera por sus propios medios, interviniendo en te afectados por las actividades del Estado tales

32 33
como la Iglesia, cuya separación del Estado ha los Comunes incluía, además, la jerarquía no feu-
sido una doctrina tan arraigada en la historia polí- dal de los terratenientes). La creciente supremacía
tica de Estados Unidos. institucional de la cámara baja del parlamento so-
4. La autoridad política, la soberanía, no puede bre los señores feudales y más tarde sobre el rey
atribuirse a las nubes. Debe ser concretada en (que cooperó con los capitalistas en las primeras.
algún hombre o grupo de hombres. Decimos que etapas de la Edad Moderna) fue paralela, por tan-
el "Estado" o la "Nación" dicta las leyes que debe- to, en el terreno político, al desplazamiento de las
mos cumplir, pero en la realidad, naturalmente, las relaciones feudales por las relaciones capitalistas
leyes tienen que ser redactadas y promulgadas por en el campo económico; y, también, del desplaza-
algún hombre o grupo de hombres. Esta tarea es miento de las ideologías feudales por las capitalis-
realizada por distintas personas y diferentes clases tas en el terreno cultural.
de instituciones en los diversos tipos de sociedad. 5. La restricción de la esfera de las actividades
El desplazamiento en lo que podria denominarse el del Estado, citada en el inciso 3, no debe creerse
locus institucional de la soberanía, es siempre un que guarda una relación necesaria con la democra-
aspecto sumamente significativo del cambio gene- cia política, ni que, en general, existe conexión ne-
ral en el carácter de la sociedad. cesaria ninguna entre la democracia y el capitalis-
Desde este punto de vista, la historia del desa~ mo. El "Estado limitado" del capitalismo puede ser
rrollo político del capitalismo es la historia del des- -y hay muchos ejemplos en la historia moderna-
plazamiento del locus o sede de la soberanía hacia una dictadura extrema en su propia esfera política:
el parlmnento (empleando la palabra en ~ sentido basta recordar las monarquías absolutas de los si-
general) y más particularmente hacia su ''cámara glos XVI y XVII. el Estado teocrático de Oliverio
baja". En casi todas las naciones capitalistas la fa- Cromwell, el Estado napoleónico. Incluso la supre-
cultad de legislar era confiada a un parlamento, y macía del parlamento no implica necesariamente un
de hecho, las leyes eran elaboradas por el parlamen- grado considerable de democracia.
to. Además, el desplazamiento político hacia el Puede haber algún fundamento para creer que
parlamento como autoridad central, históricamente un régimen de democracia parcial era el más na-
coincidió, en general, con el desarrollo de la socie- tural para la sociedad capitalista consolidada. Por
dad capitalista. lo menos, las naciones capitalistas más poderosas.
La cámara baja del Parlamento Británico (debe y con pleno desarrollo tendieron hacia ese régimen.
notarse que el conjunto de las dos cámaras del Con- Pero la democracia del Estado capitalista jamás fue
greso de Estados U nidos corresponde a la sola Cá- completa; no se hizo extensiva a las relaciones eco-
mara de los Comunes) o el "tercer Estado" de la nómicas y sociales, excluidas por su propia natu-
Asamblea Nacional Francesa, eran la representación raleza. Aun en el terreno politico se restringía en
de la burguesía: comerciantes, banqueros e indus- una u otra forma, a sólo una parte de la población
triales, en suma, la clase capitalista (la Cámara de adulta, y en todo momento fue intolerante para con
34
<:ualquicr opinión opositora seria que no encuadra- Para la finalidad perseguida no se requiere, sin
ra en la estructura general· de las instituciones ca- embargo, que esa dilucidación sea completa. Bas-
pitalistas. Sin embargo, exceptuando a algunos gru- tará con seleccionar algunas destacadas conviccio-
pos primitivos, probablemente fue más allá que nes -cuya preeminencia es comprobada por la apa-
-cualquier otra de las democracias conocidas en la rición de las mismas, en solemnes documentos pú-
historia de la l1umanidad, anteriores al capitalismo. bücos como las constituciones, déclaraciones de
A pesar de ello, debemos destacar, especialmente independencia, de los derechos del hombre- que
hoy, que la democracia política y el capitalismo casi todo el mundo reconocerá como típicas de la
no son la misma cosa. Han existido muchos Estados, sociedad capitaüsta, y que, al propio tiempo, difie-
políticamente democráticos, en sociedades que no ren de las creencias feudales y están evidentemen-
eran capitalistas; han existido mucbos Estados no de- te en juego en el actual período de transición
mocráticos en la sociedad capitalista. Oradores, social.
políticos, propagandistas béücos y demás, que ha- Las convicciones que nos interesan reciben con
cen t1SO de los términos en forma más emotiva que frecuencia la denominación de "ideologías", y con-
científica, confunden estos hechos históricos. Ha- viene aclarar lo que entendemos por "ideología".
blan de "democracia" cuando quieren hablar de Una "ideología" es similar, en la esfera social, ~
"capitaüsmo" o de "capitalismo" cuando se refieren lo que a veces se llama "racionalización" en la es-
a la "democradu'', o confunden ambas cosas en fera de la psicología individual. Una ideología oo
frases como "nuestro t>,stilo de vida". El hecho de es una tem·ía científica, sino que a menudo es anti-
que el destino de la democracia esté realmente científica. Es una expresión de esperanzas, deseos,.
ligado al del capitalismo es algo que requiere una temores e ideales, y no una hip6tesis ·sobre aconte-
demostración y que no puede darse por supuesto en cimientos (frecuentemente son concebidos por
mérito a un lenguaje impreciso. quienes las consideran teorías científicas). Así, por
6. El sistema legal de la sociedad capitalista, ejemplo, la teoría de la evolución o de la relativi-
puesto en vigor por el Estado, fue concebido, natu- dad o de la composición electrónica de la materia,
ralmente, en forma de mantener la estructura gene- son teorías científicas; mientras que las doctrinas
ral de la sociedad capitalista y de establecer y apli- expuestas en los preámbulos de la Declaración de
car normas para actuar en el marco de dicha es- Independencia o de )a Constitución de Estados Uni-
tructura. dos, las doctrinas raciales nazis, el materialismo
dialéctico marxista, la doctrina de San Anselmo
S sobre el significado de la historia del mundo, son
ideologías.
La dilucidación de las creencias y conVIcciones Las ideologías susceptibles de influir en las gran-
caracterlsticas de la sociedad capitaüsta es aun más des masas y de merecer su aceptac~ón, son arga-
difícil que la relativa a sus institucio~es políticas. masa verbal indispensable para cimentar y mante-

36 37
1
llcr la eslructura de cualquier tipo de sociedAd. El consiste en que cada individuo procure su mayor
análisis de las ideologías a havés de sus efectos goce personal; en los genios individualistas del Re-
prácticos demuestra que ordinariamente tienden a nacimiento y del arte moderno o en los héroes in-
servir y favorecer los intereses de un determinado dividualistas de la literatura moderna (el hechizo
grupo o clase socia]. Podemos decir, en consecuen- que Hamlet ha ejercido sobre la sociedad capita-
cia, que una determinada ideología es la del grupo lista es bien merecido); en la concepción misma
<> clase de marras. Más importante es aun, sin em- del corazón de la democracia, es decir el individuo
bargo, el observar que ninguna de las principales en particular que previamente expresa su voluntad
ideologías reconoce abiertamente que sólo es ~o­ emitiendo un voto secreto ...
cera del grupo cuyos intereses en realidad expresa. .Ahora bien: la idea individualista no es una idea
Más todavía: cada grupo insiste en que sus ideolo- definitiva, al igual de lo que ocurre con cualquier
gías tienen validez universal y expresan los intere- otra. Posee rasgos especiales y característicos, que
ses de la humanidad como un todo: cada grupo difieren de los que posee la idea del individuo pre-
trata de conseguir que su ideología sea universaJ- valeciente en otros tipos de sociedad. De acuerdo
mcnte aceptada. Esto es cierto para todas las ideo- con la predominante idea capitalista, la tmidad fun-
logías mencionadas en el párrafo anterior. damental politica, psicológica, sociológica, moral,
El significado de las ideologías será tratado con teológica, económica, era el individuo humano. Se
más detalle al hablar de la revolución de los di- daba por sentado que era completo "en sf', en
l.'ectores. su propia naturaleza, y que sólo mantenía relacio·
l. Entre los elementos integrantes de las ideolo- nes externas con otras personas y cosas. Aunque
gías típicas de la sociedad capitalista, y aunque Hegel y sus partidarios rechazaron notoriamente
no sea fácil definir el significado que le atribuimos, este concepto, es indiscutiblemente típico, y está
·debe incluirse en lugar destacado al individualismo. implicito, cuando no explícito, en la mayor parte
El pensamiento capitalista, reflejado en la teología de las doctrinas preeminentes y de los documentos
o en el arte, en la teoria económica, legal o polí- públicos relativos a los campos mencionados. La
tica, en la filosofía o en la moral ha demostrado Iglesia, el Estado, la utopía ideal, no son realidades
una concentración constante en la idea del "indivi- en sí mismas, sino solamente la suma numérica de
duo... Hallamos el "individuo" dondequiera que los individuos que las componen.
miremos: en el llamado de Lutero a la "interpre- 2. Se conforma a la ideología general del indivi-
tación privada" de la Biblia; en el valor exagerado dualismo, la importancia atribuida por la sociedad
que a la "conciencia" atribuye el puritanismo; en capitalista a la noción de "iniciativa privada", con-
la noción del proceso económico, consistente en siderada, en primer término, como la fuerza propul-
millones de individuos independientes que persi- sora del proceso económico y también descubierta
guen cada uno su propio y mayor beneficio, o en en la raíz del impulso psicológico y de la actividad
la conelativa noción moral de la moralidad, que moral.

38 39
3. La definición del estatuto del individuo capi· cio:bes sobre temas conexos. Poseían un foco común
talista es completada con la ayuda de las doctrinas en una serie de palabras, ideas y supuestos común-
de los "derechos naturales" (la libe,:tad de contraer; m~nte adoptados, entre los cuales se destacaban
los derechos civiles comunes; vida, libertad y bús- las que he citado.
queda de la felicidad, etcétera), que se sostiene
pertenecen en sentido necesario y eterno a cada
individuo. No existe unanimidad sobre cuáles son 4
exactamente esos derechos, pero los mismos son
enumerados en ciertos documentos como la Decla· En ·¡a sociedad capitalista desarrollada es eviden-
ración de Independencia, el preámbulo y la Ley te que la posición de mayor poderío y privilegios
Fundamental de la Constitución de los Estados Uni- sociales era ocupada por la burguesía. Los instru-
dos, o la declaración francesa de' los Derechos del mentós de la producción económica son, simple-
Hombre. mente, los medios gracias a los cuales vivimos. En
4. Finalmente, en la sociedad capitalista, la in- cualquier sociedad, el grupo de personas que con-
terpretación teológica y sobrenatural del significado trola esos medios es, por ese mismo hecho, el so-
de la l1istoria del mundo fue reemplazada por la ciahnente dominante. La burguesía, por tanto.
idea del progreso, que por primera vez aparece oo puede ser denominada en la sociedad capitalista
los escritores del Renacimiento y es formulada de- de clase gobernante. Sin emba1:go, la idea de «clase
finitivamente durante el siglo xvn. Existían dos as- gobernante", así como la noción de la '1ucha por
pectos en la idea de progreso: el de que la humani- e¡ poder" enb·e distintas clases, plantea problemas
dad avanzaba en forma persistente e inevitable relacionados tan estrechamente con el problema
hacia cosas cada vez mejores, y la definición eo central de este libro, que me propongo volver a
términos realistas, de la meta hacia la cual se dirige ellos con más detalle en el Capítulo V.
ese avance, en términos, podríamos decir, de un pa-
raíso terrenal en lugar de un paraíso celestial.
No debe suponerse que existiese una ideología Probablemente nadie estará de acuerdo en forrila
sistemáticamente elaborada que pudiese ser consi- absoluta con mi selección, en este esbozo, de las
derada como la ideología del capitalismo. Son po- ~racteristicas más destacadas de la sociedad capi~
sibles muchas variantes. Docenas de ideologías talista. Sin embargo, creo que pocos podl'ian negar
distintas fueron concebidas por filósofos, teóricos que las mismas figuran entre las principales; o, más
políticos y otros intelectuales, y tamizados sus con- importante aun, que la desaparición de un porcen-
ceptos, lemas y frases, se convirtieron en los luga- taje considerable de las mismas haría difícil con-
res -comunes del pensamiento de la masa. Pero so sidenu· a la estructura social resultante ..como ca-
puede decir que todas, o casi todas, las ideologías, pi t:iliSta".
y el pensamiento de la masa, no eran sino varia- Que todas esas características y otras muchas

40 41
adicionales, desaparecerán -y desaparecerán en
cuestión de años, o cuanto más de decenios, y no
-de generaciones-, es la mitad negativa de la teoría
de la revolución de los directores.

111
LA TEORlA DE LA PERMANENCIA DEL
CAPITALISMO

En el transcurso del siglo pasado se elaboraron


"teorías de la historia" por docenas, quizás por cen-
tenares, las que difieren entre sí por su respectiva
terminología, por las explicaciones que ofrecen
sobre las causas del proceso histórico y por las
supuestas '1eyes" de la historia cuyo descubrimien-
to alegan. Pero la mayoría de esas diferencias nada
tienen que ver con el problema central de este
libro. Ese problema consiste en descubrir, si es po-
sible, qué tipo de organización social (si en reali-
dad ha de ser distinto) aparece en el horizonte
histórico inmediato. Con referencia a este problema
específico, todas aquellas teorías, salvo las contadas
que se aproximan a la teoría de Ja revolución de
los directores, se reducen a dos y só1o dos.
Predice la primera que el capitalismo subsistirá
durante un plazo indefinido, aunque largo, de no
continuar para siempre: es decir, que las institucio-
nes más importantes de la sociedad capitalista, o
al menos la mayoría de ellas, no experimentarán
alteración radicaL
Predice la segunda que la sociedad capitalista
será reemplazada por la sociedad socialista.
La teoría de la revolución de los directores pre-
dice que la sociedad capitalista será reemplazada

42 43
por la "sociedad de los directores.. (cuya índole El primero es el supuesto de que la sociedad
será explicada posteriormente), y que, en realidad, siempre ha sido capitalista en su estructura, y en
la transición de la sociedad capitalista a la sociedad consecue,ncia, debe presumirse que síempre lo sef4.
de los directores ya está en marcha. De hecho, la sociedad no ha sido capitalista más
Es evidente que si bien esas tres. teorías pueden que durante un fragmento minúsculo de la historia
ser falsas, sólo una de ellas puede ser cierta; la de la humanidad. Cualquier fecha exacta que se es-
contestación con que cada una responde a la pre- cogiera como marcando el principio del capitalis-
gunta: ¿qué sucederá realmente en el futuro?, es mo seria arbitraria, pero el comienzo de la orga-
la negación categórica de la respuesta dada _por nb:ación social capitalista en escala de apreciable
las otras dos. magnitud difícilmente puede remontarse a una fe-
En consecuencia, si la teoría de la revolución de cha anterior al siglo XVI de la era .cristiana; y la
los directores es cierta, ha de ser posible enunciar dominación capitalista empezó mucho después.
razones suficientes para tener por falsas a las otras El segundo supuesto es que el capitalismo guarda
dos. Tal demostración, por sí sola, nos llevaría a cierta especial y necesaria correlación con la "na-
considerar como muy probable la teoría de la re- turaleza humana", supuesto que, en realidad, es el
volución de los directores ya que no existen otras mismo que se ha citado en primer término, aux;~que
que puedan rivalizar seriamente con ellas. expresado en forma distinta. Para apreciar su fal-
Me propongo, por tanto, en este capítulo y en el sedad es innecesario estar seguro de lo que pueda
siguiente, revisar brevemente las pruebas que abo- realmente ser la "naturalez,a humana", p!JCS basta
nan el rechazo de las teorías de la pe~anencáa observar que ha podido adaptarse a docenas de
del capitalismo y de la revolución socialista. tipos de sociedad, muchos de los cuales han sido
estudiados por antropólogos e historiadores, y al-
Aunque resulte extraño, la creencia en la perma- gunos de los cuales han durado mucho más tiempo
nencia de la sociedad capitalista rara vez es ~­ que el capitalismo.
puesta en forma teórica. Se encuentra más bieo Una vez desechados ambos supuestos, las prue-
implícita en lo que hace y dice la gente, y en los bas favorables a la creencia de que el capitalismo
escritos y declaraciones de la mayoría de los histo- subsistirá, no son de mucho peso, y en realidad
riadores, sociólogos y políticos. No hay duda, sin puede afirmarse que casi nunca fueron expuestas
embargo, de que la mayoría de la población de en forma coherente.
los Estados Unidos abriga esa convicci6u, aunque Pero dejando de lado esta falta de defensa posi-
haya sido debilitada en los últimos años. tiva, considero posible enumerar ciertos hechos que
Pero, al analizarla, se a-dvierte que esa creencia proporcio}\an los fundamentos que puede requerir
no se basa primordialmente en pruebas que la tes- un hombre razonable para quedar convencic'lo de
palden, sino en dos supuestos, y ambos son carac- que el capitalismo no persistirá; que desaparecerá
terística y completamente falsos. en un par de decenios cuando más y tal vez en un

44 45
par de años (esta es la mayor exactitud que puede que ya no puede sustentar por más tiempo a esas
pretenderse en estas cuestiones). Los hechw alu- masas inactivas, porque sus recmsos son insuficien-
didos no proporcionan una demostración análoga a tes. Los desocupados rondan al borde de la socie~
Ja de un teorema matemático o lógico; ninguna dad; por un lado, como un peso terrible que la
creencia sobre hechos futuros puede ser demostrada hunde y desangra hasta perecer y, por el otro, como
así. Se limitan a persuadir de que una determinada un continuo e irritante acumulador de fuerzas ene-
creencia tiene más probabilidades en su favor que migas de la sociedad.
la contraria y eso es todo lo que puede exigirse. Ya ha demostrado la experiencia que no existe
(En lo que sigue, por razones que más adelante la más remota perspectiva de liberar al capitalismo
se convierten en evidentes, no incluyo referencias de la desocupación en masa, lo cual ya empieza a
a Alemania, Italia o Rusia. ) ser francamente reconocido tanto por los defenso-
l. La primera pmeba, tal vez fundamental, en res del capitalismo como por los voceros del New
favor de la opinión de que el capitalismo no sub- Deal. Incluso la guerra total, la "solución" más
sistirá por mucho tiempo, es la continua presencia drástica que pueda concebirse no consiguió termi-
en las naciones capitalistas de la desocupación en. nar con la desocupación en masa en Inglaterra y
masa, así como el fracaso de todos los medios ensa~ Francia, ni podrá hacerlo en este país. Cualquier
yados para desembarazarse de ella. Es especial- solución con alguna posibilidad de éxito se aleja,
mente significativo observar cómo un gran porcen- directa o indirectamente, de la estructura capita~
taje de los desocupados son jóvenes que recién han lista.
alcanzado la edad de t;rabajar. 2. El capitalismo siempre se ha caracterizado
La continua desocupación en masa no es nueva por crisis económicas intermitentes, por períodos
en la hist01ia. Es, en realidad, un síntoma de que de pl'osperidad seguidos por otros de depresión.
un determinado tipo de organización social está a No obstante, hasta hace unos doce años, en todo
punto de extinguirse. Se produjo entre los cinda- período importante de prosperidad, la curva de la
danos más pobres dmante los últimos años de Ate- producción total siempre ascendía a un nivel más
nas, entre el proleta1iado "urbano" (como se deno- elevado que el correspondiente al período de pros-
minó) del Imperio Romano y, en forma notable, peridad anterior y no sólo en lo que respecta a la
a fines de la Edad Media, entre los siervos y villa- cantidad absoluta de artículos producidos, sino tam-
nos desposeídos, expulsados de las tierras para de- bién en lo que respecta a su cantidad relativa, en
jar paso a su utilización capitalista. función del aumento de población y de capacidad
La desocupación en masa significa que ese deter- industrial. De esta suerte, y pese a las crisis, tenia
minado tipo de organización social ha zozobrado, lugar un aumento general en la producción capi~
que ya no puede continuar prestando a sus miem- talista que era igualmente la medida de la capa-
bros funciones socialmente útiles, ni aun conforme cidad de la organización social capitalista para
a sus propias ideas sobre lo que es socialmente útil; manejar sus propios recursos. Desde la crisis mun-

46 47
mal de 1927-29, esta curva general se ha invertido; bajo deudas y pobreza; ni se producen, ni se rus-
el nivel de un período de prosperidad, tomando tribuyen alimentos suficientes, al paso que la agri·
<>n cuenta la población y la capacidad po1encial, cultura se mantiene a duras penas gracias a inmen-
es más bajo que el del anterior período de pros- sos subsidios del Estado.
peridad. Esta nueva orientación de la curva expresa, 6. El capitalismo ya no es capaz de encontrar
a su vez, simplemente, que el capitalismo ya no colocación para los fondos inactivos en los libros
puede manejar sus propios recursos. de los Bancos. Esta desocupación en masa del di-
3. El volumen de la deuda pública y privada ha nero privado es un indicio de su muerte, indicio
llegado a un punto en que ya no podrá mantenerse casi tan claro como la desocupación en masa, y
-durante mucho tiempo. La deuda, como la desocu- ambas demuestran la incapacidad de las institucio-
pación, disminuye la presi6n arterial cada vez más nes capitalistas para seguir organizando las activi-
baja del capitalism·o. Es imposible desembarazarse dades humanas. Durante el último decenio, en los
de aquélla. Las quiebras, que antes reajustaban la Estados Unidos, como en las demás naciones capi-
posición deudora del capitalismo, apenas si hacen talistas, las nuevas inversiones de capital provinie-
mella. La escala de la quiebra o inflación qu~ per- ron casi enteramente de los fondos públicos y no
mitiera reducir el volumen de la deuda a una mag- de los privados.
nitud sopol'table, clislocaría, al propio tiempo, a to- 7. Hemos visto cómo la continuación del capita.
das las instituciones capitalistas. lismo dependía de ciertas relaciones entre las gran-
4. El mantenimiento del mercado capitalista de- des potencias y los sectores y pueblos atrasados
pendía de la libertad, cuando menos relativa, en de la tierra. Uno de los acontecimientos .más nota-
las transacciones monetarias. La zona en que per- bles de los últimos quince ailos, que ha pasado casi
clura esa libertad, especialmente en escala mun- inadvertido, es la incapacidad de las grandes na-
dial, está reduciéndose tanto que tiende · a desapa- cio~es capitalistas para seguir dirigiendo la explo-
recer. Lo indica con claridad el inútil stock de oro tación y el desarrollo de esas regiones atrasadas.
~cumulado en Fort Knox y los métodos de trueque Nada lo ilustra mejor que las relaciones entre Es-
empleados por Rusia, Alemania e Italia. tados Unidos y América del Sur. Pese a serle im-
5. Desde poco después de la primera guerra mun- periosamente necesario para asegurar su propia
dial, en todas las grandes naciones capitalistas exis- supervivencia, Estados Unidos no ha concebido
te una crisis agrícola permanente. La agricultura ni podido concebir un plan para ctunplir la faz eco-
es, evidentemente, una parte indispensable <le 1a nómica de su "política del hemisferio". Aunque en
economía total, y el colapso de este sector esencial los últimos años, especialmente durante la guerra,
es otro síntoma de la enfermedad incurable que las puertas han estado abiertas de par en par, nada
afecta al capitalismo. Con ningún remedio, y son se ha hecho. También en este caso los únicos pla-
innumerables los ensayados, se advierten indicios nes realizables tienen que abandonar las bases del
oe mejoría. La población agrícola sé ve agobiada capitalismo.

48 49
8. El capitalismo ya no puede seguir utilizando guesas, han quedado impotentes. Las ideologías,
sus propias posibilidades técnicas. Una faz de esta como hemo-s visto, son el cemento que sostiene el
afirmación queda demostrada por la incapacidad t:dificio social; y cuando ese cemento se ablanda,
de Estados Unidos para llevar a la práctica un el edificio corre peligro de desmoronarse. Ningún
programa de construcción de viviendas, cuando és- observador del mundo, en los últimos veinte años,
tas son necesarias y deseadas y se dispone de me- puede dudar de la creciente impotencia de las
dios técnicos para construirlas en abundancia. (Esto ideologías burguesas.
mismo ocm-rc con casi todos los productos.) Pero Por 1.ma parte, las pretensiones científicas de esas
·Qtra faz igualmente sintomática se advierte en la ideologías han sido desautorizadas. La histol'ia~ la
incapacidad de utilizar muchas invenciones y nuevos sociología y la antropología todavía no son ciencias
métodos técnicos. Ceutena1·es de ellos, aunque po- consolidadas, pero si lo bastante como para conven-
drian reducir inconmensurablemente el número de cer a cualquier persona sensata de que los con-
horas-hombre necesarias para producir mercaderías ceptos de las ideologías burguesas no están escritos
y aumentar grandemente las comodidades de la vi- en el cielo ni son leyes universales de la naturaleza,
da, continúan archivados. En muchos sectores eco- sino, cuando más, expresiones temporales de los
nómicos tales como la agricultura, la construcción intereses e ideales de una clase determinada de
y la extracción de carbón, los métodos técnicos de hombres en un momento histórico dado. Pero, en
que hoy en día se podría disponer hace~ que los sí, la insuficiencia científica de esas ideologías no
corrientemente empleados parezcan propws de la sería decisiva. No importa cuán científica o anti-
edad de la piedra; y en casi todos los terrenos eco- científica sea una ideología; puede cumplir su
nómicos sucede lo mismo dentro de ciertos límites. misión mientras posea el poder de impulsar a la
Se tiene la cetteza, sin embargo, de que la utiliza- acción a grandes masas humanas. Las ideologías
ción de los inventos y métodos que podrían ser burguesas pudieron hacerlo en un tiempo, como lo
empleados, destruirían la estructura capitalista. La demuestran las grandes revoluciones y las conquis-
''desocupación tecnológica" es un hecho en el capi- tas imperiales y económicas, pero ya no pueden
talismo actual, pero resulta insignificante compara- seguir haciéndolo.
da oon lo que sería si el capitalismo utilizara la téc- Cuando las ideologías burguesas fueron desafia-
nica al alcance de su mano. das en el Sarre y en la región de los Sudetes por
Estos hechos también demuestran que el capita- la ideología del nazismo, fue éste quien conquistó
lismo y sus dirigentes ya no pueden hacer uso de las simpatías de una aplastante mayoría, y por mu-
sus propios recursos, y lo cierto es que si ellos no cho que en ello haya influido el terrorismo nazi,
lo hacen, otro lo hará. no debemos interpretar equivocadamente esa cruda
9. Tan sintomático y decisivo como esos aconte- realidad.
cimientos económicos y técnicos es el hecho de que Sólo los ingenuos impenitentes pueden imaginar
las ideologías del capitalismo, las ideologías bur- que Francia cayó con tal rapidez sólo a causa del
5() 51
poderío mecánico de la maquinaria bélica nazi; a brocha gorda austríaco es el símbolo adecuado de
la larga podría haber sido suficiente, pero no para la pérdida de confianza en sí mismos de los capita-
destruir en pocas semanas una gran nación con una listas. Todas las informaciones verídicas del otoño
colosal organización militar. El colapso de Francia de 1939 procedentes de Grao Bretaña, hablaban
fue tan rápido porque su pueblo no tenía ánimo del desaliento y temor de los dirigentes, del gobier-
para la guena, como, pese a la censura, lo advir- no y de los negocios. Quien haya escuchado en pri-
tieron todos los observadores, desde el principio vado a los gobernantes norteamericanos o quien
de aquélla. Y no tenían ánimo para la guerra por- haya seguido a los órganos más selectos del mundo
que las ideologías burguesas que se invocaban para de los negocios convendrá en que esas actitudes
levantar su espíritu ya no les llegaban al alma. Los no eran patrimonio exclusivo de Gran Bretaña.
hombres pueden converfuse en héroes por ideales La historia aclara que la cualidad indispensable
tontos o indignos, pero deben creer, cuando menos, en todo hombre o clase que quiera gobernar y
en esos ideales. mantener su poderío y privilegios sociales es una
En ningún lado es tan evidente la impotencia confianza ilimitada en sí mismo.
de las ideologías burguesas como entre la juven-
tud, y el mundo venidero será, después de todo, el Podriao agregarse otros hechos a esta enumera-
mundo de la juventud. El fracaso rotundo del enro- ción, pero los recordados tal vez son los más sin-
lamiento militar voluntario en Grao Bretaña y en tomáticos. Su efecto, además, se acumula y los re-
Estados Unidos habla por sí mismo a quien quiera medios ensayados para corregirlos según muestra
oir. Y en forma negativa, resulta subrayado por los la experiencia, no consiguen más que agravios. Sólo
centenares de distinguidas voces adultas que en 1940 permiten una conclusión: que la organización capi-
empezaron a reprochar a la juventud norteamericana talista de la sociedad ha entrado en sus últimos
por su "indiferencia", su "falta de disposición para el años.
sacrificio", su "falta de idealismo" ... ¡Qué ciertos
son esos reproches! ¡Y qué poco efecto surtenl ...
En realidad, la propia burguesía ha perdido en
gran parte la confianza en sus mismas ideologías.
Las palabras empiezan a sonar a hueco en los oí-
dos capitalistas mejor dispuestos, y también esto
se revela inequívocamente en la política y en la
actitud de los gobernantes de Inglaterra durante
los últimos años. ¿Qué fue Munich y toda la polí-
tica de apaciguamiento sino el reconocimiento de
la impotencia burguesa? El jefe del gobierno bri-
tánico precipitándose a los pies de un pintor de

52 53
das están conformes con su advenimiento. Divergen
sólo en lo relativo a cómo éste se logrará y en lQ
que debe hacerse para facilitarlo.
Las características determinantes de lo que en-
IV tienden pox sociedad sociallsta, son las siguientes~
una sociedad sin clases, totalmente democrática e.
LA TEORlA DE LA REVOLUCION SOCIALISTA internacional
PROLETARIA Por "sociedad sin clases" se entiende que en la.
socialista ninguna persona o grupo tendiá, directa:
La segunda alternativa de la teoría de la "revo- o indirectamente, derechos de propiedad sobre los
lución de los directores" es la que mantiene que medios de producción, distintos de los que posea
la sociedad capitalista será reemplazada por la so- cualquier otra persona o grupo; esto equivale a
ciedad socialista. Abrigan esta convicción los so- decir que en la sociedad socialista "no" existen
cialistas, comunistas y, en general, cuantos a si mis- derechos de propiedad sobre los medios de produ~
mos se denominan marxistas y, en términos ligera- ción, ya que un derecho de propiedad sólo tiene
mente distintos, los anarquistas y anarco-sindicalis- sentido cuando diferencia el status de los que tie-.
tas. Es interesante observar cómo también compar- nen y el de los que no tienen. La democracia de
ten esa convicción muchos que no se consideran esa hipotética sociedad debe abarcar todas las es-
marxistas ni mucho menos, e incluso algunos pocos feras de la sociedad: políticas, económicas y socia-
que ·están en contra del socialismo. Muchos '1ibera- les, y organizarse, además, en escala internacional
les" creen que el socialismo advendrá y hay capi- o con arreglo a esa tendencia si no pudiese lograrlo
talistas y defensores acérrimos del capitalismo que, en sus comienzos; si, de inmediato, no pudiera ser
aunque la perspectiva no les agrade, también lo internacional, siempre deberá ser internacionalista
creen. para que pueda alguna vez llegar a 1mperar real-
En primer lugar, debemos aclarar lo que se en- mente en todas las naciones.
tiende por "sociedad socialista". Existe otro punto importante de coincidencia,
Merece la pena señalar con respecto al problema al menos desde el propio Marx, entre todos los gru~
central y único de este libro -el relativo a qué tipo pos seriamente organizados que han sostenido la
de sociedad prevalecerá en el futuro inmediato y teoría que ahora analizamos: el relativo a la con-
durante el próximo período de la historia humana- vicción de que la clase trabajadora tiene reservado.
que las teorías anarquistas, socialistas, comunistas un papel especial y decisivo en la transformación de
y sus variantes son una sola. Todas están de acuer- la sociedad conforme al plan socialista. La fuerza
do, en general, sobre lo que entienden por "socie- principal del movimiento social que implantará el
dad socialista" (aunque la denominen de otra for- socialismo debe provenir de esa clase, creencia que
ma: "comunismo" o "sociedad anarquista"), y to- puede aceptarse, ya que si esa fuerza principal no .

54 55
procediese de aquélla, no se acierta a vislumbrar distinta la de que será reemplazado por el socia-
de dónde podría venir. lismo. No existe conexión necesaria entre ambas y
Sucintamente, el movimiento marxista entiende nos concierne especialmente la segunda.
el proceso de este modo: la clase obrera asumirá el El examen de la literatura marxista revela al
poder del Estado (por medíos violentos, según el punto que la misma es mucho más convincente en
sector leninista del marxismo; por medios parla· el análisis de donde concluye que el capitalismo
meotarios, según el sector reformista); el Estado no durará (aunque el propio Marx errara por de-
abolirá entonces la propiedad privada, de una vez fecto al estimar el plazo que le asignó) que cuan-
o en breve plázo; y, luego de un período de reajus- do expone los fundamentos de su importantísimo
te (denominado por el sector leninista "la dictadu- credo positivo, es decir, que el socialismo reem·
ra del proletariado"), se dará entrada al socialismo. plazará al capitalismo. Pero la aceptación más ab-
Ya bajo el socialismo propiamente dicho y de acuer- soluta de la primera conclusión, que en general
do con su estructura democrática y sin clases, el comparto, no nos compele ni mucho menos a acep-
poder del Estado, en el sentido de instituciones tar la segunda. Es más: un estudio cuidadoso de-
coercitivas de gobierno (policía, ejército, prisiones) mostrará que los marxistas casi no ofrecen "pru~
desaparecerá por completo. ba" ninguna en favor de la misma, fundamentán-
(El anarquismo difiere del marxismo en creer dola casi totalmente en un raciocinio y dos supues-
que el Estado no puede ser utilizado para el adv~ tos. El primero carece de sentido con respecto al
nimiento de la sociedad libre y sin clases, sino que problema; uno de los supuestos o carece de sentido
debe ser inmediatamente abolido, dejando la tarea o es falso; y el segundo es, senci11amente, falso.
de la socialización a cargo de las organizaciones El raciocinio es una aplicación de la teoría metafí-
obreras: sindicatos, cooperativas, etcétera. El resul- sica del "materialismo dialéctico". Se sostiene que la
tado real y neto es, sin embru:go, el mismo.) lógica metafísica de Hegel -tesis, antítesis y sínte-
Quienes creen que la sociedad capitalista será sis- garantiza en cierto modo que del choque de dos
reemplazada por la socialista, en particular los mar- clases antitéticas, la burguesía y el proletariado, sur-
xistas, a quienes parece justificado dedicar primor- girá el socialismo. La deducción puede ser acerta·
dialmente nuestra atención, también creen, natural- da, pero ninguna deducción de cualquier teoría
mente, que la sociedad capitalista no perdurará, lo metafísica podrá nunca decimos lo que va a ocurrir
que está implicito en su convicción más amplia. en el mundo actual de espacio y tiempo; únicamen-
Esta segunda creencia, la de que el capitalismo no te podemos predecirlo, con cierto grado de posibi-
va a dmar, es idéntica a la conclusión del Capítu- lidad, basándonos en la experiencia y en las deduc-
lo nr, aunque no considero aceptables todas las ra- ciones consiguientes. De aquel raciocinio, no d~
wnes aducidas por los marxistas para justificarla. hemos por tanto, preocupamos más.
Pero una cosa es la premisa de que el capitalismo Como primer supuesto sientan los marxistas (y
no subsistirá dmante mucho tiempo y otra muy otros) que el socialismo es la "única alternativa"

56 57
1
_!
del capitalismo y continúan luego con el siguiente es correcta. No hay duda de que el privil~gio y
silogismo: dado que el capitalismo no puede durar la dominación efectiva de clase requieren el con-
y dado que el socialismo es la única alternativa del trol de los medios de producción, pero ese control
capitalismo, necesariamente el socialismo advendrá. no debe forzosamente ejercerse por intermedio del
El silogismo es perfecto, pero su conclusión no es derecho privado individual de propiedad, ya que
forzosamente cierta, salvo que la segunda premisa puede serlo por intermedio de los denominados dere-
también lo fuese, y esto es, precisamente, el pro- chos corporativos, que no pertenecen a individuos
blema en litigio como tales, sino a instituciones, como en el caso
Es difícil saber exactamente lo que se quiere. especial de las sociedades dominadas por la clase
decir al afirmar que el socialismo es la "única al- sacerdotal, en numerosas culturas primitivas, en
ternativa" del capitalismo. Si se trata de otra de- Egipto y en cierto grado durante la Edad Medí~
ducción metafísica, carece. completamente de sen- en las cuales pueden existir, y realmente existieron,
tido como vaticinio del futuro. Lógicamente son unos pocos ricos y muchos pobres, unos cuantos
muchas, teóricamente infinitas, las posibles alter- poderosos y muchos oprimidos, al igual que en aque-
nativas del capitalismo, incluso todos los tipos de llas (como la capitalista) en que los derechos de
sociedad que han existido y todos los que pueden propiedad pertenecen a los individuos como tales.
imaginarse. Prácticamente no cabe duda de que Rusia, como veremos repetidamente, ya ha de-
las mayorías pueden ser desechadas por fantásticas mostrado que ese fenómeno no quedó circunscrito
frente a la situación real del mundo; pero también a las épocas primitivas. La idea de que la abolición
es evidente que algunas no pueden ser eliminadas de la propiedad privada garantiza el socialismo de-
sin previo examen de los hechos, y éstos comprue- be ser totalmente rechazada. Carece de toda justi-
ban que otro tipo de sociedad, la "sociedad de di- ficación de hecho; es una esperanza y nada más,
,{ rectores", no es sólo una posible alternativa, tanto y como tantas esperanzas le espera una triste de-
¡\ del capitalismo como del socialismo (lo que basta cepción.
para anular el supuesto), sino una alternativa con Con el den-umbe de aquel raciocinio y de los
mayores probabilidades que cualquiera de las otras supuestos recordados, el alegato favorable a la
1 dos. creencia en el advenimiento del socialismo queda
Como segundo supuesto afirman los socialistas muy debilitado. Son muchos, naturalmente, quie-
que la abolición del derecho privado de propiedad nes desearían que llegara y quienes lo consideran
sobre los medios de producción es condición y ga- como la mejor y más noble forma de sociedad a
rantía suficiente de la implantación de su sistema> que puede aspirarse como ideal, pero no debemos
es decir, de una sociedad libre y sin clases. Conta- permitir que nuestros deseos impidan el análisis
mos ahora, sin embargo, con sobradas pruebas his- razonado de los hechos. La predicción de que el
tóricas, tanto de los tiempos antiguos como de los socialismo está a punto de imponerse, sólo puede
modemos, para demostrar que esa suposición no justificarse en una demostración basada en los pro-

58 59
píos hechos contemporáneos, en la prueba de que los "marxistas" me refiero al conjunto de esos gru-
actualmente existen en la sociedad poderosas ten- pos e individuos, es decir, a todos aquellos que el
dencias, más potentes que cualesquiera otras, ha- habla vulgar califica de marxistas y que, histórica
cia el socialismo, y que éste es el más probable y teóricamente, guardan una plausible conexión con
desenlace de los acontecimientos actuales. Y los Marx y sus teorías. Esto debe quedar claramente es-
hechos contemporáneos no sugieren nada de eso, tablecido dada la costumbre marxista, tal vez copia-
aunque parezcan hacerlo para algunos, bien por- da de la Iglesia. Cuando son objeto de análisis actos
que aceptan injustificados supuestos, bien porque de miembros o instituciones de la Iglesia que podrlan
confunden sus deseos con la realidad. menoscabar el buen nombre de la misma, se arguye
Entre las pruebas que de los acontecimientos que esos actos no son "realmente" los de la Iglesia, or-
actuales se desprenden, de que el socialismo "no" ganización mística y sobrenatural, sino los de algún
llegará, revisten especial significado los hechos re- ser humano susceptible de error, que no actúa en
lacionados con el propio movimiento marxista, la nombre y representación de aquélla, sino de acuer-
principal fuerza social organizada (si existe algu- do con su pecadora y humana condición. Con esta
na) por cuyo intermedio podría efectuarse la im- dialéctica, la hoja de servicios de la Iglesia siempre
plantación de aquel sistema. Pero, a esta· altura, se conserva inmaculada.
conviene formular una adve1tencia. D e la misma manera, cada tlna de las varieda-
El movimiento marxista está subdividido en mu- des del marxismo rechaza toda responsabilidad por
chos grupos. Los ptincipales, en número o influen- l~s actos de las demás, e incluso por los de su pro-
cia, son: el secto~· reformista (socialista o social- piO grupo, que no hayan dado resultado feliz o que
democrático) principalmente integrado por los par- parezcan apartarse, en lugar de aproximarse, de]
tidos vagamente afiliados a la Segunda Internacio- socialismo. Según este método, la postura del mar-
nal, juntamente con aquellos otros que, sin estar xismo, como la de la Iglesia, siempre resulta irre-
afiliados a ella, fueron organizados en diversos paí- prochable. No podemos permitir, sin embargo, ni
ses con plataformas similares; el sector stalinista, a una ni a otro, este cómodo expediente.
integrado por los partidos afiliados a la Tercera In-
ternacional o Comunista. Deben mencionarse, ade- l. De los acontecimientos que desde 1917 tuvie-
más, las ramas opositoras que brotaron como el sta- ron lugar en Rusia nos ocuparemos en otra opor-
linismo de la adaptación leninista del marxismo, tunidad. Aquí deseo observar que tomados al pie
siendo las principales los pequeños partidos trots- de la letra constituyen una elocuente prueba con-
.kistas agrupados en la denominada Cuarta Inter- traria a la teoría de que el socialismo está aproxi-
nacional; los innumerables partidos, grupos y sec- mándose. Me refiero, naturalmente, a los hechos
tas adicionales, que se consideran herederos direc- reales y no a los cuentos de hadas que relatan los
tos del marxismo. apologistas oficiales y oficiosos del Soviet. El as-
Cuando hablo del "movimiento marxista" o de pecto principal de esos acontecimientos salta a la

60 61
vista de cuantos "quieren" ver, y ya se sabe que No obstante; basándonos en la teoría de que el
no hay manera de hacer ver las cosas a quienes de socialismo está en marcha, lógicamente esperaría-
antemano han decidido cerrar los ojos para lo con- mos comprobar sin dificultad la existencia de des-
trario. tacadas e inequívocas tendencias compelentes ha-
En noviembre de 1917, el partido bolchevique, cia él. Esto implicaría que aunque la Rusia de
enarbolando como programa la transformación .so- hoy todavía no fuera socialista -es decir libre sin
cialista de la sociedad y con el apoyo de una gran clases e internacional- estaría más cerc~ de ~erlo
parte, probablemente la mayoria, de los obreros y que al principio de la revolución: más libre, más
de los más pobres campesinos rusos, asumió los po- próxima la eliminación de clases sociales y dife-
deres del Estado. Unos meses más tarde ~ron rencias de clase, y si no internacional, internaciona-
abolidos los derechos privados de propiedad sobre lista, por lo menos.
los principales medios de producción y ese derecho Tales eran, en realidad, las esperanzas que abri-
de propiedad fue asumido por aquél. Durante los gaban los jefes de la revolución y la mayoría de
primeros años de la revolución, el régimen se de- quienes profesaban la teoría socialista, y asimismo
fendió con éxito en una serie de guerras civiles los que no sentían simpatías hacia Rusia. Eran tan
y contra la intervención de potencias e"-rranjeras. firmes las esperanzas entre los marxistas que, co-
Desde entonC<ls el régimen se ha mantenido en el mo lentes ahumados, les impidieron ver, o, si veían,
poder. admitir, lo que realmente sucedía en Rusia y hoy
La sociedad socialista significa, como hemos vis- continúan cegando a los incautos stalinistas que
to, una sociedad sin clases, democrática e intema- todavía quedan en todos los países.
cional. Si el socialismo es realmente practicable, si La realidad, empero, como frecuentemente su-
ha de ser el tipo de sociedad que rija durante el cede, fue cruel para con esos optimismos. Lejos de
próAimo pel'iodo de la historia, quizás no esperaría- mostrar tendencias hacia el socialismo, en lugar de
mos que Rusia hubiese conseguido implantar el encaminarse hacia él, la sociedad revolucionaria
socialismo. Tomaríamos en cuenta lógicamente, las rusa se desarrolló en un sentido completamente
dificultades especiales derivadas del hecho de que opuesto. En lo que respecta a las tres característi-
la revolución no tuvo lugar en un país adelantado, cas decisivas de la sociedad socialista -abolición
sino en Rusia y en 1917; es decir, en una nación de clases, libertad e internacionalismo-, Rusia se
muy atrasada, tanto cultural como económicamente, halla hoy inconmensurablemente más alejada de
.devastada por la guerra y rodeada de enerñigos ellas que en los primeros años de la revoluci6n; y
internos y externos (aunque al mismo tiempo no este alejamiento no ha sido episódico, sino más bien
podríamos menos de preguntarnos por qué, en constante, desde los ptimeros años. Este resultado
contra de la opinión de los teóricos socialistas an- está en flagrante contradicción con la teoría mar-
teriores a 1917, la revolución se produjo en un país xista; en Rusia existían las condiciones esenciales
atrasado, y no en uno adelantado). para avanzar, si no hasta el socialismo, por lo me-
6.2 63
nos en su dirección: la conquista del poder del Es- grado de estratificación que esas cifras reflejan.
tado por un partido de "trabajadores.. y~ sobre todo, Los citados porcentajes concuerdan, además, con
la abolición de los derechos de propiedad privada los de otros observadores competentes. Los apolo·
sobre los principales medios de producción. ~sta_s del stalinismo, que no son competentes, ni
Salvo excepciones insignificantes, los capitalistas stqutera han intentado dar cifras sobre una cuestión
fueron eliminados de la sociedad rusa y no han tan delicada; aun admitiendo un amplio margen de
regresado, pese a lo cual se ha producido una nue- error no variaría su significado.)
va estratificación de clases, de indole económica, Aunque la libertad y la democracia nunca fuemn
el rigor de cuyas diferencias iguala o excede a las muy amplias en la Rusia revolucionaria, ambas exis-
que existen en las naciones capitalistas. Lo demues- tieron en grado considerable durante los primeros
tra, por una parte, el hecho de haberse desposeído a~os de. la revolución; es decir, los años de mayores
a Jas grandes masas populares de toda sombra de tri~ulacJOnes: de hambre, de luchas civiles y guerras
control (el nudo del derecho de propiedad) sobre de mtervenctón, cuando se hubiera podido fundada-
los medios de producción, y, por otra parte, la ac- mente esperar, en cualquier régimen y tipo de socie-
tual estratificación en los ingresos. Según León dad, que se coartase o suprimiese la libertad. La de-
T1·otsky, en un artículo publicado en 1939, y a mi mocracia estaba rep1·esentada por la existencia de
entender basado en el cuidadoso cotejo y análisis partidos opositores legalmente reconocidos, facciones
de las estadísticas publicadas por la prensa sovié- públicas del propio partido bolchevique, de impor-
tica, el once o doce por ciento de la población so- tantes derechos atribuidos a los soviets locales a los
viética, su arL~tocracia, percibe aproximadamente comités obreros de las fábricas, sindicatos, et~étera,
el cincuenta por ciento de la renta nacional, dis- y por otros factores como la eliminación de títulos
criminación más violenta que la existente en Esta- ?: trata:nie~~os, ~aneras especiales de dirigirse a los
dos Unidos, donde el diez por ciento de la pobla- supenores , untformes de gala, discriminaciones
ción percibe el treinta y cinco por ciento de esa en la enseñanza y demás signos externos de las
misma renta. diferencias de clase.
(Si se objetara que Trotsky, enemigo de Stalin, Hoy .día, ha~ta el último jirón de libertad y de-
probablemente obedeció a prejuicios al dar esa mocracta ha stdo expurgado de ]a vida rusa. No
cifra, puede replicarse que el artículo citado fue se consiente oposición (la vida misma de la liber-
escrito cuando Trotsky polemizaba con violencia ~ad ~ d~ ninguna especie; ninguna organización o
contra opiniones, principalmente las mias, contra- mstitución posee derechos independientes, y uno
rias a sus puntos de vista, y en esa polémica seguía por uno han ido reapareciendo los signos externos
defendiendo su inquebrantable confianza en que del despotismo y de las diferencias de clase. Todo
Rusia continuaba siendo un Estado socia1izado indica que la tiranía del régimen ruso es la más
obrero. Es natural, por tanto, que en esas circuns- extremada que haya existido en la historia de la hu-
tancias procurase aminorar, en lugar de realzar, el manidad, sin exceptuar el régimen de Hitler.

64 65
··"' De conformidad con las teorías socialistas del in- otra manera. Pero el hecho es que Stalin subió al
tcnsacionalismo, los dirigentes de la revolución ru- poder, que fracasaron los alzamientos en otras na-
sa confiaban que sus chispas encenderían la revo- ciones, que la revolución tuvo lugar en un país
: . ~~ · h:ción mundial, lo que no sucedió. Durante los pri- atrasado; y que la revolución rusa no se encaminó
. meros años aquellos siguieron siendo, no obstante, hacia el socialismo, sino bacía algo que no se le
internacionalistas en perspectiva y práctica, y teó- parece en nada. Rusia fue, y todos lo admiten, el
ricamente indiferentes a las fronteras nacionales, "primer experimento del socialismo" y los resulta-
considerando al propio Estado ruso como un mero dos de ese eJcperimento confirman la opinión de
reducto de las masas socialistas internacionales, que el socialismo no es susceptible de realización
para ser utilizado o sacrificado, si fuese necesario, y ni siquiera de aproximación en el actual períod()
en aras de los intereses más elevados de la revolu- de la historia. Tal experimento y aun otros más,
ción mundial. Luego de los primeros años, ese in- no son en sí una demostración concluyente y defini-
ternacionalismo fue reemplazado por un creciente tiva -ningún experimento es concluyente y defi-
nacionalismo que en los últimos tiempos sobrepasó nitivo-, pero debemos aprender sobre la base de
al más ferviente que haya existido, aun bajo el los hechos de que disponemos mientras no poda-
propio régimen zarista. El seudointemacionalismo, mos contar con otros nuevos y distintos.
que ocasionalmente aún se manifiesta presunta- Aunque Rusia no avanzó hacia el socialismo,
mente simbolizado por la existencia de la Interna- tampoco retomó al capitalismo. Y esto es un punt()
cional Comunista y sus partidos, no es más que la clave para la tesis de este libro. Todos aquellos
extensión del nacionalismo ruso a la palestra mun- que predijeron lo que ocurriría en Rusia, amigos y
dial y sólo es internacionalista en el mismo sentido enemigos, compartian el supuesto ya analizado en
en que lo son la quinta columna de Hitler o los ser- este capítulo, a saber, que el socialismo es la "úni-
vicios secretos de Grao Bretaña o Estados Unidos. ca alternativa" del capitalismo, y de ello se des-
Si analizamos honestamente los acontecimientos prendía que Rusia -ya que no podía mantenerse
de Rusia, es evidente que la teoría del advenimien- estática- tendria que avanzar hacia el socialismo o
to del socialismo no ha sido confirmada en ningún retroceder hacia la restauración del capitalismo.
aspecto importante. Todos aquéllos siguieron un Ninguno de esos previstos acontecimientos se ha
curso contrario al marcado por esa teoría, y al que realizado. Todas las tentativas realizadas para de-
esperaban siguiesen los que en ella creían. Como mostrar que la actual estructura rusa es capitalista
es natural, los "dialécticos" siempre hallarán argu- -y últimamente fueron varias- o que está a punto
mentos para explicar lo ocurrido en Rusia. Dirán de convertirse en capitalista, han fracasado lamenta-
que eso sucedió porque subió al poder Stalin en blemente (ningún "capitalista" se forja ilusiones
lugar de Trotsky, porque otras naciones no se rebe- sob!e el particular). El mismo Trotsky, cuyos aná-
laron a tiempo o por el atraso en que se encontraba lisis de Rusia fueron sin duda los más brillantes, se
Rusia; la próxima vez ... las cosas marcharán de aferró desesperadamente a esa disyuntiva hasta

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el día de su mnerte, por cuyo motivo le ·resul~ba
cada vez m~\s difícil, en los últimos años, explicar piedad privada sobre los medios de producción es
0 predecir lo que ocurriria. La única salida de ese
condición y garantía suficientes para el estable.
embotellamiento teórico consistió en reconocer que cimienl:o del socialismo. Esos derechos fueron abo-
el supues'to que lo origina debe ser rechazado? que el -lidos en Rusia en 1918, pero el socialismo no ha
socialismo y el capitalismo no son la.s única~ al- llegado y ni siquiera se ha aproximado. Es más,
ternativas, y que Rusia no se encam.ma hac~a el la abolición de esos derechos no sólo no garantizó
capitalismo ni hacia e~. socia.lismo, sm~ haCia la el sociausmo, sino que ni siquiera mantuvo el po-
•·sociedad de directores , el tipo de sociedad que der en manos de los trabajadores, los cuales hoy
actualmente está en vías de reemplazar; en escala día careeen de todo poder. No existe la presunta
mundial, a la sociedad capitalista. y necesa1ia conexión entre la desaparición de los
2. La segunda serie de hec~os demostr~tivos de derechos de propiedad privada, por una parte, y
que· él sociallsmo no se aproXIma, ya. h~ Sid? men- la supresión de las clases sociales y la libertad, por
cionada: la esperada revolución socialista, mcluso otra. Esto ha sido probado por los hechos, y la teo-
la revolución "nominalmente" socialista que tuvo ría, si tiene la mínima pretensión de representar
lugar en Rusia, no se repitió en n~guna otr~ part~, los hechos, deberá ser xeajusta~a en consecuencia.
o, si se intentó, como en Alemama, ~n. var1~s pru- Esto es, a su vez, casi decisivo para la creencia
ses balcánicos y en China, no tuvo ex1to. Sm em- de que el socialismo está próximo, ppes la misma
bargo, las teorías socialistas daba~ toda clase. de se basaba realmente, más que en otra cosa, en el
razones para esperar que se pro~u¡ese ~ ~ue trtun- convencimiento de que esta relación necesaria exis-
fase, y así lo esperaban los teóncos so01ahsta~. To- tía realmente. El problema de·implantar el socia-
das lao condiciones importantes que se conSidera- lismo, la sociedad libre, sin distinción de clases e
ban necesarias para la transición al socialism~ es- internacional, idealizada y profesada· por Marx, en
taban presentes en el período que siguió inmediata- opinión de tÓdas las variedades de marxistas, se
mente a la guerra. La clase obrera, presunto vehícu- reducía en último término al de abolir los derechos
lo de la revolución socialista, demostró no ser capaz de propiedad privada de la burguesía. Ahora sabe-
de asumir el poder y mucho menos de inaugurar mos que esto no es bastante para traer al socialis-
el socialismo. No obstante, la mayor parte del mun- mo. Si seguimos creyendo aún que el socialismo es
do capitalista estaba en ruinas y los obreros, parte posible, tendremos que creerlo por motivos distintos
principal de los ejércitos, tenían arma~ en sus ma- a los que en el pasado se consideraban suficientes.
nos y el ejemplo de Rusia ante sus o¡os. 4. Si el socialismo ha de implantarse, la clase
3. Los acontecimientos de Rusia han venido a de- obrera, como hemos visto, ha sido siempre consi-
mostrar un punto sumamente importante; es, a sa- derada, y con acierto, como el grupo social prima-
ber, la falsedad del segundo supuesto que hemos rio que más ha de conbibuir a conseguirlo. Según
discutido: que la abolición de los derechos de pro- el propio Marx, el desarrollo de la sociedad capi-
talista inherente a su avance hacia la centralización
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y el monopolio, debía alcanzar tal magnitud que e) De los cambios en la técnica industrial ha de-
provocaría la "proletarización" de una mayoría rivado una doble consecuencia: cada vez son más
abrumadora de la población; es decir, que casi todo numerosos, por una parte, los obreros reducidos a
el mundo se convertiría en obrero, lo que facili- la categoría de mano de obra no especializada, o
taría el advenimiento del socialismo, pues con ex- poco menos, pew ha aumentado, por otra parte,
cepción de un puñado de capitalistas, nadie se cru- 1a crítica dependencia de los procesos de produc-
zaría en el camino de los trabajadores. ción con respecto a ciertas aptitudes altamente es-
Como se sabe, y en contra de la predicción de pecializadas en la ingeniería, planco de la produc-
·Marx, no ha ocurrido tal cosa. Aun en las naciones ción y actividades similares, que requieren una pre-
más avanzadas, algunos sectores económicos, la paración muy completa y que la mayoría de los
agricultura en particular, resistieron el proceso de trabajadores ni poseen ni pueden adquirir. Pa1-a
. transformación en pmamente capitalista de las re- los métodos de producción empleados en los tiem-
laciones sociales; la mayoría de quienes se dedican pos de Marx existía un porcentaje más elevado de
a la agricultura no son ni capitalistas ni obreros obreros especializados que en la actualidad. La
{en el sentido técnico de la palabra), sino peque- distancia entre la preparación del término medio
ños productores independientes. Jtstos subsisten en de los obreros y del ingeniero o gerente de produc-
· muchas esferas de la producción, y en los últimos ción, también promedio, no era tan grande. En ver-
setenta y cinco años se ba presenciado el desarrollo dad, para la mayoría de las fábricas y empresas
de la llamada "nueva clase media", los directores, • resultaba innecesario contar con una categoría se-
mgenieJ:o"s, gerentes, contadores y burócratas, todos parada de ingenieros~ hombres de ciencia y geren-
ellos asalariados, que no encuadran, sin defonna- tes de producción, pues, o sus servicios no eran re-
ción, ni ea la categoría de los "capitalistas" Bi en queridos o podían ser prestados por cualquier obre-
la de los "obreros". ro especializado.
Esto era ya evidente antes de 1914, pero desde Hoy en ·día, por el contrario, sin esos obreros
la primera guerra mundial la posición social de la de alta preparación técnica, el mecanismo de la
clase obrera ha empeoradQ gravemente, como lo producción no tardaría en sufrir quebranto; tan
demuestran diversos acontecimientos conexos: pronto como surgiera alguna seria perturbación, o
a) En comparación con la población total, el fuera necesario efectuar un cambio o reemplazo o
incremento del número de obreros -especialmente debiera trazarse el plan de una producción 11ueva,
d~ los industriales, cuya importancia es decisiva- no habría manera de lidiar con las dificultades.
sigue un ritmo más lento, y dmante la última dé- Esto altera gravemente la posición relativa de los
cada ese incremento ha sido reemplazado por una obreros en el proceso productivo. En tiempos de
reducción en diversos países. Marx no era necesario esforzarse para imaginar a
b) La gran masa de los desocupados procede los obreros apoderándose de las fábricas minas
de la clase obrera. ferrocarriles y astilleros, y haciéndolos ma;char co~

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mo antes; cuando menos en lo que al funcionamien- En tiempos modernos, hasta la primera guerra
to del mecanismo de la producción concierne, no mundial, la infantería era el arma decisiva de los
había motivo para considerar a los obreros sin ca- ejércitos. El armamento y maniobras de la infante.
pacidad para manejarlo. Hoy día, esa posibilidad ría eran relativamente simples; no se requería mu-
debe ser desechada por completo aunque no sea cha preparación o habilidad para aprender su ma-
más que por razones puramente técnicas. Por sí nejo. Cualquiera puede ocupar el lugar que le co-
solos, los obreros, los proletarios, no podrían correr rresponde en un ataque en masa de infantería. En
con el funcionamiento del mecanismo de la produc- c."Onsecuencia, si los soldados (obreros armados) se
ción en la sociedad contemporánea. rebelaban, podía esperarse que lucharan en forma.
d) En la técnica de la guerra se ha producido adecuada contra los elementos de las fuerzas arma-
una transformación correlativa, la cual, dado que las das que no participaron en el alzamiento.
relaciones sociales son, en definitiva, una cuestión Desde la primera guerra mundial, y mucho más
de relativo poderío, es igualmente decisiva como en la segunda, esta situación militar ha sufrido una
prueba del descenso experimentado por la posición alteración radical. Las masas de infantería no han
social de la clase obrera. sido eliminadas, por ahora al menos. Pero hoy día
La sociedad capitalista fue la primera cultura la victoria depende de artefactos mecánicos -avio-
avanzada que introdujo la milicia en masa, el ejér- nes, tanques, etcétera-, de complicada producción,
cito de ciudadanos. Estos ejércitos resultaron ser y cuyo manejo requiere habilidad y preparación
necesarios conforme a la predicción de Maquiavelo, considerab~es, que el obrero industrial no puede
por la desdichada experiencia que dejaron los ejér- adquirir de un día para otro~ Es digno de observar
citos mercenarios y, después, los pequeños ejércitos que los miembros del cuerpo de aviación y de otras
permanentes, las tropas características de los pri- ramas altamente especializadas de las fuerzas arma-
meros siglos de la sociedad capitalista. Pero · los das sólo en proporción insignificante provienen de
"ejércitos en masa" implicaban al mismo tiempo un las filas de los obreros industriales. Así como la
peligro potencial para los dirigentes de aquella so- nueva técnica industrial ha debilitado la posición
ciedad, ya que, una vez formados proporcionaban general de los obreros en el conjunto del proceso
armas e instrucción militar a los obreros, quienes de la producción, la nueva técnica bélica también
podían resolver utilizarlos no contra el enemigo quebranta la posición potencial de aquéllos en una
externo, sino contra sus propios gobernantes. La crisis revolucionaria. Las barricadas callejeras, aun
teoría marxista, especialmente el sector leninista con fusiles, no son enemigo para los tanques y ayjo--
del marxismo, erigió naturalmente en fundamental nes de bombardeo.
este fenómeno, y en realidad en él basó la estrate- 5. Los grupos sociales importantes que tienen
gia revolucionaria: los obreros, armados en masa como finalidad declarada la transición al socialis-
por sus gobernantes, debían apuntar sus fusiles en mo, son los distintos partidos políticos marxistas.
sentido contrario. El éxito práctico de esos pa1ticlos no garantiza en

72 73
fonna alguna el triunfo del socialismo, como lo por los movimientos fascistas; otros han abandona-
demuestra la experiencia de Rusia. No existe, en do sus esperanzas y quedado reducidos a elementos
general, una necesaria correlación entre el progra- pasivos; y, finalmente, las nuevas técnicas políticas
ma y finalidad de un partido político y sus propios atomizan el resto -como a toda oposición- en for-
actos en cuanto se hace cargo del poder. Pero el ma que no pueden subsistir como fuerza organi-
fracaso práctico de esos partidos es una prueba zada ni actuar seriamente en la palestra política,
tradicional y poderosa en contra de la predicción ya que sólo los grupos organizados poseen impor-
de que el socialismo llegará, ya que elimina una tancia política.
<le las principales fuerzas sociales que han sido in- Pero la eliminación física de diversos partidos
dicadas como base de esa predicción. Y lo cierto marxistas no es la única forma de su colapso. Al-
es que durante los dos últimos decenios los parti- gunos apologistas tratan de excusar el fracaso del
dos marxistas han experimentado un colapso en marxismo diciendo que "nunca tuvo una oportuni-
escala mundial. Resumiendo su suerte, en términos dad", lo que está muy lejos de ser cierto. El mar-
generales, pero bastante exactos: o han defraudado xismo y los partidos marxistas han tenido muchas
al socialismo o lo han abandonado, y en algunos oportunielades. En Rusia, un partido marxista se
casos ambas cosas. apoderó del poder, pero al poco tiempo abandonó
Debe recordarse que esos partidos contaban en- al socialismo, quizás no verbalmente, pero sí en sus
tre sus filas y simpatizantes a decenas de millones actos. Aunque en l9s últimos meses de la anterior
de personas en el mundo entero y sin embargo, en g\:lcrra mundial y en los años inmediatos a la mis-
el transcurso de los últimos veinte años han ido des- ma se produjeran, en la mayoría de las naciones
apareciendo, sencillamente, país tras país. Donde el europeas, crisis sociales que abrieron las puertas a
fascismo ha surgido (incluso en varios países bal- los partidos marxistas, éstos demostraron, sin excep-
cánicos, en que el fascismo no adquirió gran vigor), ción, su incapacidad para apoderarse del poder y
los partidos marxistas sucumbieron, sin luchar por mantenerse en él. En gran número de países -Ale-
su existencia la mayor parte de las veces. El más mania, Dinamarca, Noruega, Suecia, Austria, In-
importante de todos los movimientos marxistas, el glaterra, Australia, Nueva Zelandia, España y Fran-
de Alemania, se inclinó ante Hitler sin alzar la voz. cia- los partidos marxistas reformistas ocuparon
No debemos dejarnos confundir por los marxistas el gobierno sin conseguir implantar el socialismo,
refugiados que, sea para conseguir prestigio (y un ni dar un paso franco en su dirección y actuando
auditorio), sea por ser victin1as sinceras de un error, en una forma que difícilmente podía distinguirlos
nos hablan de "vastos movimientos subterráneos". de los tradicionales partidos liberales capitalistas.
No existe el menor indicio real de la persistencia Los trotskystas y otras ramas del marxismo, disiden-
de grandes y organizados movimientos clandestinos. tes y opositoras, han seguido siendo sectas minúscu-
Los propios afiliados a los partidos marxistas, es- las e ineficaces, sin influencia alguna sobre el curso
pecialmente los más vigorosos, han sido absorbidos general de los acontecimientos políticos. El último

74 75
rebrote parcial y deformado de los partidos mar- ~ados,_ a~quc menos agradables para el espír~tu, de
xistas, en conexión con el movimiento del Frente J>o- lnvestigactón antropológica. Las leyes de la econo-
pular, que en su origen fue simplemente un instru- mía marxista resultaron incapaces para habérselas
mento de la Internacional Comunista para comple- concretamente con Jos fenómenos económicos con-
mentar una faz momentánea de la política exterior temporáneos. Sería injusto, claro está, negar todo
del Kremlin, dejó una hoja de servicios qD;e se distin- valor científico a Jas obras de Marx. Debemos con-
gue por la debilidad e incompetencia absolutas tinuar considerándolo, por el contrario, como una
(Francia) y por una desastrosa derrota (España), de las más destacadas figm·as en el desarrollo de
para terminar con un quejido (Munich). las ciencias históricas, las cuales, no obstante, to-
La crónica detallada de los partidos marxistas, davia continúan en la infancia. Suponer, sin em-
desde 1914, serviría solamente para subrayar y bargo, como hacen los marxistas, que Marx con-
reiterar la impresión que deja el examen más breve. siguió enunciar las leyes generales del mundo y
El índice general confirma, una vez más, que en del hombre, de su historia y línea de conducta,
cada prueba histórica trascendental -y ha habido resulta hoy sencillamente ridfculo.
muchas- esos partidos han defraudado al socia- La posición actual de la ideología marxista es la
lismo o lo han abandonado. Este es un hecho que ~isma que la. de las principales ideologías capita-
no• puede ser borrado ni por su enemiao t>
más acé- listas. Como v1mos al referirnos a éstas, la falta de
mmo ni por su partidario más ardiente. Nada educación científica de una ideología no es nece-
prueba ese hecho, como creen algunos, sobre la sariamente importante. Lo decisjvo es comprobar
c ualidad moral del ideal socialista, pero constituye si sigue siendo capaz de ganarse los corazones y
una prueba irrefutable de que cualquiera que sea espíritus de las masas huma11as, y sabemos muy
su cualidad moral, el socialismo no se impondrá. bien que este resultado no guarda ningtma relación
6. El efectivo derrumbe de los partidos marxis- particular con la adecuación científica. En el caso
tas ha sido paralelo al colapso de la ideología del marxismo, no obstante, y en mayor proporción
marxista. que con respecto a otras ideologías (aunque para
En primer lugar, sus ambiciosas pretensiones todas rija), la revelación de su inadecuación cien-
científicas fueron desvanecidas por el progreso que tífica constituye un factor que disminuye la atrac-
en este siglo experimentaron los conocimientos his- ción que ejercía en las masas. (Acaso la crítica
tóricos y antropológicos y por Ja más clara com- científica no inicia realmente su labor hasta que
prensión contempor{mea de la naturaleza de la empieza a declinar esa atracción.) Una de las
metodología científica. La filosofía marxista del ventajas en que más hincapié hacían los apologis-
materialismo dialéctico ocupó su lugar junto a las tas del marxismo fue la de ser '1a única doctrina
demás metafísicas especulativas, pasadas de moda, científica" de la sociedad, lo que indudablemente
del siglo diecinueve. La teoría mal'Xista de la his- constituye un poderoso estimulante emocional para
toria universal cedió el paso a procesos más esme- sus partidarios.

76 77
EJ poder de una ideología tiene varias dimen- la socialista, ha sido consecuencia, principalmente~
siones: es medido tanto por el número de hombres de que ya no expresan en forma convincente esas.
que arrastra como por la intensidad con que con- necesidades, intereses y esperanzas, y de que ya
sigue hacerlo; importa, por consiguiente, considerar no corresponden adecuadamente a las condiciones
en él si sólo provoca protestas verbales de lealtad, sociales actuales y a la dirección actual del pro-
o si es capaz de llevarlos hasta el sacrificio y la greso social.
muerte por sus postulados. Ese poder es especial- 7. La falsedad de la creencia de que el socialismo
mente puesto a prueba cuando, con armas rela- está a punto de imponerse ha quedado demostra-
tivamente iguales, enfrenta a una ideología rival. da mediante el análisis de los infundados supues-
Desde todos esos puntos de vista el poder de la tos en que habitualmente se basa esa opinión y el
ideología marxista, o más bien de los aspectos es- examen de pruebas específicas contrarias a la mis-
trictamente socialistas de la misma, ha declinado ma. A éstas deben sumarse los indicios positivos a
en forma seria, lo que se aprecia sobre todo en que hasta ahora sólo hemos aludido, pero que nos
ese sector tan decisivo, la juventud, que no de- ocuparán en adelante, de que ni en el capitalismG
muestra mejor disposición a morir por los postu- ni en el .socialismo, sino en un tipo de sociedad
lados de la ideología marxista que por los de la completamente diferente, desembocará, en defini-
ideología capitalista. La única rama de aquella tiva, el actual periodo de transición social.
que aun conserva considerable fuerza de captación
es la variante stalinista del leninismo, pero el sta-
.linismo ya no es genuinamente socialista. Y lo mis-
mo que en el caso del partido stalinista, la ideo-
logía marxista sólo retuvo ese poder dejando de
ser socialista.
Una ideología, claro está, no adquiere nueva-
mente su fuerza de atracción por las palabras con
que es expresada o por lo habilidad de quienes
la propagan. Esos factores no deben despreciarse,
pero una ideología no puede dejar huella profun-
da en las masas a menos que, por desmañada y
falaz que sea su forma, exprese necesidades reales,
intereses y esperanzas de las masas, y correspon-
da, en cierto grado al menos, al verdadero estado
de las condiciones sociales y al posible sentido de
su desarrollo. El debilitamiento de la fuerza de
atracción, tanto de la ideología capitalista como de

78 79
pies metáforas. Esto no implica, como recomiendan
los semánticos vulgarizadores que no entienden las
enseñanzas de la semántica, que debemos rehuir el
empleo de dichos términos, sino que debemos ser
precavidos y no tomar lo que es metáfora por ex-
V presión de una identidad absoluta, ni olvidar que
es necesario correlacionar nuestras palabras con lo
LA LUCHA POR EL PODER que realmente sucede.
En todos los tipos de sociedad organizada, salvo
Las ciencias políticas estudian la lucha por el po- los más primitivos, los instrumentos mediante los
derío social entre grupos organizados de hombres. cuales se producen muchos (hoy en día casi todos)
Es aconsejable, antes de iniciar la elaboración po- de los bienes necesarios para el mantenimiento y
~itiva de la teoría de la revolución de los directores, ornato de la vida, son técnicamente de carácter
tratar de aclarar en lo posible el significado de "Ja social. Es decir, que ningún individuo produce, por
lucha por el poder". sí mismo, todo lo que usa. En _nuestra sociedad,
Las palabras que empleamos al habl~r de los la mayoría de sus integrantes no produce nada in-
grupos sociales son, en su may.o~ía, las .m1~~as que dividualmente. La producción es un proceso soda1.
utilizamos al referimos a las actlVldades md1V1duales. En la mayoria de los tipos de sociedad que co-
Hablamos de la "mentalidad", la "voluntad" o la "de- nocemos y, hasta ahora en todas las sociedades
-cisión" de un gr\lpo; de una guerra de "def ensa", complejas, existe un grupo particular y relativa-
y, similarmente, de un~ "lucha" entre grupos. Sabe- mente reducido de hombres que controla los prin-
mos, aproximadan1ente al menos, lo que queremos cipales medios de producción (un control que se sin-
dedr cuando aplicamos esas palabras a los individuos tetiza legalmente en el concepto de "derecho de
y a sus actos, pero un momento de reflexión debe- propiedad", aunque no sea el concepto legal, sino
ría convencemos de que los grupos carecen de men- ' el hecho del control lo que nos concierne). Es-
talidad o vohmtad y de que no toman decisiones en te control (derecho de propiedad) nunca es ab-
el mismo sentido atribuible a los individuos. La "de- soluto; está siempre sometido a ciertas limita-
fensa", para el individuo, habitualmente significa el ciones o restricciones (como, por ejemplo, al de
impedir que otro le golpee; la. "lucha" signiú~a, li- no emplear los objetos controlados para asesinar
teralmente, el choque físico duecto, y es fác1l ob- a voluntad) cuya especie y grado son variables.
servar quién resulta vencedor. Pero los conceptos de Las fases claves de este ·control parecen ser dos:
•·defensa" y "lucha" en el caso de grupos social~s primera, la capacidad de impedir (gracias a la
-clases, naciones, razas o lo que sean- son matena fuerza personal o, en las sociedades complejas, con
mucho más compleja. el apoyo -potencial o real- de la fuerza del
Al aplicarse a esos grupos, tales palabras son siro- Estado que actúa por intermedio de la policía,
80 81
tribunales y fuerzas annadas) el acceso de terceros de descubrir cuál es el gobernante en cualquier
al objeto controlado (poseído); y segundo, un sociedad consiste usualmente en averiguar cuál es
trato preferencial en la distribución de los pro- el grupo que obtiene rentas más elevadas. Todo
ductos de los bienes controlados (poseídos). el mundo sabe esto, pero sigue siendo necesario
Cuando en la sociedad existe un grupo dominante realizar el análisis, pues el control del acceso no
de esa índole, un grupo que frente al resto de la so- es lo mismo que el trato preferencial en la distri-
ciedad posee un grado mayor de control sobre el ac- bución de las rentas. El grupo que posee uno de
ceso a los medios de producción y disfruta de un tra- ellos normalmente también posee el otro; esa es
to preferencial en la distribución de sus productos, la ley histórica general, aunque por breves perío-
podemos considerar a ese grupo como el so- dos de tiempo esto no sea necesario e invariable-
cialmente dominante o gobernante de esa socie- mente cierto. Más adelante veremos lo importante
dad. Es dificil percibir, en efecto, qué otra cosa que es esa distinción en los momentos actuales.
puede entenderse por clase "dominante" o "go- En ]a sociedad feudal, la tierra era el medio
bernante". Ese grupo disfruta en la sociedad de principal de producción: la economía feudal era
poder, privilegios y riqueza, frente al resto de la casi en absoluto agrícola.
misma. Debe observarse que esta definición de El control de facto sobre la tierra (con impor-
clase gobernante no presupone especie particular al- tantes restricciones) y el trato preferencial en ]a
guna de gobierno ni forma legal particular alguna del distribución de sus productos, estaba en manos
derecho de propiedad; se basa sobre los bechos de Jos señores feudales (incluso los señores ecle-
citados: el control sobre el acceso y el trato pre- siásticos), claro que no a título de terratenientes
ferencial, y puede ser investigado empíricamente. capitalistas, sino por intermedio de las institucio-
Debe también observarse que los dos factores, nes peculiares a los derechos feudales de propie-
principales de ese control (control sobre el acceso dad. Mientras la agricultura siguió siendo el sec-
y trato preferencial en la distribución) están ínti- tor principal de la economía y mientras la so-
mamente relacionados en la práctica. En cualquier ciedad respetó los derechos feudales de propie-
época, aquellos que controlan el acceso se otorgan a dad, los señores continuaron constituyendo la clase
· sí mismos un trato preferencial en la distribución; y gobernante. La estructura de la misma no sufría
los grupos contendientes que tratan de alterar las re- alteración aunque los individuos que la integraban,
laciones de distribución, sólo pueden conseguirlo ob- como es natural, no siempre fueran los mismos
teiuendo el control de dicho acceso. De hecho, como (fallecimientos, bodas, ennoblecimientos, etcétera).
resulta mucho más difícil estudiar las diferencias en Como en Ja socieaad feudal las instituciones coerci-
la distribución (rentas) que las relaciones de control, tivas del Estado (fuerzas armadas, tlibunales, et-
aquéllas generalmente constituyen la prueba más cla- cétera) respaldaban esos derechos, podemos cali-
ra a nuestro alcance para descubrir las relaciones de ficar de Estado feudal al Estado medioeval.
control. O, más sencillamente: la fonna más fácil En proporción siempre mayor, los sectores deci-

82 88
sivos de la economía en la sociedad posmedioeval
dejan de ser los agrícolas, pas.ando a serlo lQs. mer- "sin clases" implica que en el seno de la misma
cantiles, industriales y finanCieros. En la soCiedac.l (con excepción, quizás de temporales cuerpos de-
moderna, las personas que controlan el acceso a legados, elegidos libremente por la comunidad y
los medios de producción y disfrutan de un trato susceptibles siempre de destitución) no existiría
preferencial en la distribución de sus. productos .en ningún gmpo que ejerciera, como tal, al~ grado
Jos campos citados -y en grado vana?Ie tam~1én especial de control sobre el acceso a los mstrumen-
los de la tierra- son los que denommamos ca- tos de producción; ningún grupo, como tal disfru-
pitalistas" y que constituyen la "burguesía". Su con- taría tampoco de un trato preferencial en la dis-
trol se ejerce en términos de los típicos derechos tribución. Haciendo hincapié en este último punto:
de propiedad reconocidos por la sociedad moderna, ningún grupo recibiría, en virtud de especiales
con los que todos estamos familiarizados .. S~ún . t·elacioncs económicas o sociales, un trato preferen-
nuestra definición, la burguesía o Jos capitalistas cial en la distribución; podrfan disfrutarlo ciertos
constituyen la clase dominante en la sociedad mo- individuos en mérito a algún factor no económico
derna, y como ésta reconoce eso~ derechos, pode- -por ejemplo, los enfermos podrían recibir ma-
mos con justicia denominarla soc1cdad ?urguesa o yor asistencia médica que los sanos, los hombres
capitalista. Como esos derecho~ han SJQO r~spal­ dedicados a tareas pesadas más alimentos que los
dados por las instituciones polít1eas de la sociedad niños o los dedicados a tareas sedentarias-, sin
moderna, es decir, por el Estado, podemos tam- violar la ausencia de clases económicas.
bién denominar a este último, Estado burgués o El predominio de una nueva clase implica, por
capitalista. el contrario, que la sociedad se organizaría en for-
Una vez más, la existencia de la clase burguesa ma tal que un nuevo grupo, definido en términos ,
no depende de la existencia de ningún indivi~uo de relaciones económicas o' sociales distintas, tanto
en particular; los miembros individual~ .~mb1an. de las feudales como de las burguesas, ejercería,
La existencia de la clase solamente s1gnifiCa que frente al resto de la comunidad, un grado espe-
existe en la sociedad un grupo que ejerce, en tér- cial de control sobre el acceso a los medios de
minos de las reconocidas instituciones burguesas producción y disfrutaría de un trato preferencial
de propiedad, un grado especial d~, control sob:c en la distribución de sus productos.
el acceso a los medios de producc10n y que dis-
fruta, como grupo, de un trato preferencial en la ¿Qué se quiere expresar, por tanto, al hablar de
distribución de los productos de dichos medios de "lucha de clases", de la '1ucha por el poder"? Fre-
producción. cuentemente decimos que la burguesía luchó por
¿Cuál sería la situación, permítasenos. preguntar, el poder contra los señores feudales y que, luego
en una sociedad sin clases, en una soc1edad orga- de cierto tiempo, logró la victoria. Esta es otra
nizada según los cánones socialistas? U na sociedad metáfora, que aplica al conflicto entre grupos so-
ciales términos específicos al combate personaL
84
85
Corresponde investigar en qué sentido resulta legí- nueva y distinta, que elevará la clase en cuestión
timo el empleo de esa metáfora, búsqueda que ~,e­ a la posición de clase dominante, titular de los
viste indudable importancia, aunque no en conenon principales poderes y privilegios. Esto es parte de
a las luchas por el poder en el pasado, sino a las lo que más adelante se quiere expresar cuando se
del hoy y del mañana. habla, en relación con la revolución de los direc-
Debemos descartar, puesto que nunca ocurrió, tc·res, de su "lucha por el poder".
que todos los capitalistas del mundo se reu_nieran Se quiere expresar, sin embargo, algo Illás que
en un determinado lugar y que, luego de diversas eso. Aunque la burguesía no obró en la forma cons~
sesiones, adoptaran la decisión de embarcarse en ciente y crítica que sugiere la interpretación estric~
la lucha por el poder contra los señores feudales, tamente literal de la frase '1ucha por e] pode¡P,
con el fin de organizar la sociedad en la forma algo hizo y no poco, indudablemente, para ampliar
que pudiera resultar más beneficiosa para sus P.ro- y consolidar su dominación social. Aunque a veces
pios intereses; que, en seguida, hicieron una salida estaba lejos de saber claramente lo que quería de
para presentar batalla a la coalición de los seño- la historia, tampoco se limitó a cruzarse de brazos
res feudales y, luego de derrotarlos, se hicieran y dejar que los hechos siguieran su curso.
personalmente cargo de todas las instituci?nes clave Dos factores tuvieron influencia decisiva en ]a
de la sociedad. Tal proceder p1·esupondrta un gra- transformación de la sociedad en una estructura
do de consistencia y claridad científicas que ja- burguesa: las numerosas luchas y guerras libradas
más poseyó clase alguna en la historia. con el fin de quebrar el poderío mate1ial de los
En primer -y ftmdamental- lugar, la afo1tuna- señores feudales, y la difusión en masa de m~eyas
da "lucha por el poder" de la burguesía contra ideologías, adecuadas para quebrantar el poclerío
los señores feudales no puede ser interpretada más moral del feudalismo y crear actitudes sociales fa-
que como una manera pintoresca de exp~esar las vorables á la estructura burguesa de la sociedad.
consecuencias de lo que realmente sucedió: a sa- Ahora bien: ni los capitalistas participaron direc-
ber, la organización social de la Edad Media erigió tamente, al menos en proporción considerable, en
a los señores feudales en la clase dominante, due- esos combates, ni tampoco concibieron las nuevas
ña de los principales poderes y privilegios; más ideologías; ellos financiaron, sin embargo, a quienes
tarde, la sociedad se organizó de una manera di- efectivamente lucharon y pensaron. La parte activa
ferente, en una forma que erigió a la burguesía de la lucha corrió en grao parte a cargo, en los pri-
en la clase dominante. De acuerdo con esta inter- meros siglos, de ejércitos mercenarios, los cuales, lue-
pretación, al decir que hoy día una determinada go de la invención de la pólvora, pudieron enfrentar
clase social, distinta de la burguesía, está luchando con ventaja a las huestes de los señores feudales; .
por el poder y que saldrá victoriosa, sólo quier~ y, más tarde, especialmente en las grandes revolu-
predecirse, sencillamente, que en un plazo relati- ciones, a cargo de las masas no burguesas, los
vamente breve la sociedad se organizará en forma obreros y campesinos pobres. Las ideologías fueron
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elaboradas en su mayoria por intelectuales -es- Observaciones similares sugiere el desarrollo de
critores, teorizantes, polfticos y filósofos- y por las nuevas ideologías. Desde el Renacimiento fue-
hombres de ley. ron expuestas nuevas ideologías - religiones, filo-
Advirtamos que los centenares de guerras y lu- sofías, teorfas juridicas, politicas, morales, socia-
chas civiles libradas del siglo xv al xvm (a cuya les-, más o menos relacionadas entre sí; algunas
altura la dominación social de la burguesía ya es- tuvieron amplia aceptación. Ninguna de esas ideo-
taba asegurada en las grandes naciones) fueron logías habló abiertamente en nombre de la burgue-
muy distintas en carácter y causas; desde el punto sía; ninguna de ellas sostuvo que la especie mejor
de vista de quienes la disputaban, obedecieron a de sociedad y de universo era aquella en que los
motivos religiosos, dinásticos, territoriales, comer- capitalistas fueran la clase dominante; hablaban,
ciales, imperiales y otros muy diversos. Implicaría como en el caso de todas las ideologías importan-
una burda corrupción de la historia el mantener tes, en nombre de la "verdad" y por el supuesto
que en esas guerras la burguesía se alineó en un bienestar de la humanidad.
bando, para luchar contra los ejércitos feudales del Como en el caso de las guerras, dos hechos re-
opuesto. En realidad, aun en los conflictos de clase visten significación especial. Primero: que el re-
más o menos francos, desde un principio los capi- sultado neto de la difundida aceptación de algunas
talistas lucharon entre si tanto como en contra de de esas ideologías nuevas fue el de fomentar ciertos
los señores feudales. tipos de actitud y sentimientos en la sociedad, que
Dos hechos, relativos a esas guerras, poseen una beneficiaban, sobre todo, a la posición social de
significación especial. Primero: el resultado neto la burguesía y de las instituciones a la misma favo-
de las mismas, que en términos de las alteraciones rables. Segundo: la creencia en esas ideologías, y
de la estructura social, favoreció a la burguesía, su defensa, no quedó limitada a esa clase, sino que
en lugar de favorecer a cualquier otra de las demás se propagó a todas las de la población. Es de su-
clases de la sociedad, y afianzó sólidamente su poner que los sectores no burgueses creyeron en
posición como clase social dominante. Segundo: ellas por suponer que esas ideologfas expresaban
el grueso de los combatientes no eran capitalistas. sus intereses, esperanzas e ideales. Juzgándolo en
Es de presumir, al menos cuando no existía una términos de los resultados económicos y sociales,
compulsión directa, que la mayoría de los que este no fue el caso para los grupos no burgueses,
luchaban creían hacerlo por objetivos que los be- o sólo lo fue en grado mínimo en comparación con
neficiaban, pero, al menos en lo que a ventajas los capitalistas.
económicas y sociales concierne, este no resultó
ser el caso para la gran masa de los combatientes En el desan-ollo de la dominación burguesa
no burgueses, puesto que o no obtuvieron venta· existió una fase general y otra especial. En general,
ja alguna, o las conseguidas fueron secundarias con los capitalistas, comenzando en las pequeñas ciuda-
las recogidas por los capitalistas. des y centros comerciales del medioevo, donde

88 89
desde la Edad Media ya habían aparecido relacio- prohibidos por las leyes, costumbres y filosofía feu-
nes capitalistas primitivas, fueron gradualmente am- dales (frecuentemente, como en el caso del interés
pliando su dominación mediante el sometimiento, del dinero, se utilizaban fórmulas piadosas para
bajo su control, de un porcentaje cada vez mayor eludir las prohibiciones), y a despecho de que la am-
. de una economía en creciente desarrollo, es decir, plia difusión de las relaciones capitalistas compor-
gracias al encuadre, en el marco de la estructura taba, necesariamente, la destrucción de la domina-
capitalista de las relaciones económicas, de un por- ción social de los señores feudales. Cuando éstos
centaje cada vez mayor del comercio y de la pro- despertaron y se percataron de lo que sucedía, de
ducción, al incrementar progresivamente el porcen- la amenaza que para ellos representaba, y trataron
taje de los medios de producción, propiedad de de contrarrestarlo, la batalla ya estaba casi ganada:
los capitalistas. Este proceso continuó su casi in- la burguesía ya controlaba en forma efectiva los
interrumpida expansión basta la primera guerra baluartes principales de la sociedad. Si la sociedad
mundial. No se limitó a desplazar, sobre bases ca- feudal, desde el primer momento, se hubiese rehu-
pitalistas, los sectores económicos existentes, como sado a reconocer los derechos burgueses, posible-
cuando el maestro artesano, con uno o dos apren- mente el desenlace hubiese sido muy distinto, pero
dices, se transformaba en patrono y éstos trabaja- esta es una conjetura inútil, pues en la práctica
ban en su taller para su beneficio. Los capitalistas, y de hechos esos derechos ya habían ganado carta
en efecto, en forma aun más espectacular, amplia- de reconocUrriento.
ron el área total de la economía, el total de la El hecho de que la burguesía erigiera su predo-
producción, en una expansión para la cual eran minio social y redujera bajo su dominio a sectores
mucho más adecuadas las relaciones económicas cada vez más amplios de la economía en el todavía
capitalistas que las feudales. subsistente marco de la sociedad feudal fue, al
D ebe recalcarse que la dominación burguesa se parecer, una condición necesaria para que apare-
inició y avanzó en pleno feudalismo wcotras la ciera como clase dominante en el subsiguiente tipo
estructura social era de índole predominantemente de sociedad. Este hecho, a la inversa, puede pro-
feudal y mientras, en particular, las instituciones porcionarnos una razón decisiva, aunque descui-
poüticas, religiosas y pedagógicas estaban todavía dada, en virtud de la cual el socialismo no se im-
al servicio del interés primario de los señores feu- pondrá. Hemos concedido que si el socialismo pu-
dales. Esto fue posible porque la sociedad otorgó diese triunfar, el proletariado sería la clase social
a los capitalistas, al menos en grado suficiente, aque- principalmente interesada en su advenimiento. Pe-
llos "derechos" nccesrui.os para la realizaciól;l de ro la posición del proletariado en la sociedad ca-
actividades capitalistas -en el de contratar, de per- pitalista no es igual a la de la burguesía en la so-
cibir intereses, de emplear obreros libres a cam- ciedad feudal. El proletariado no cuenta con un
bio de un salario, etcétera- a despecho de que la largo período para ir construyendo gradualmente
mayoría de esos derechos estaban expresamente su dominación social, lo que ante todo implica el

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ampliar su dominio sobre porciones cada vez ma- gados de poner en vigor los derechos y obligacio-
yores de los instrumentos de producción, dominio nes., Un Estado feudaL para citar ejemplos obvios,
generalmente expresado en términos de derechos P?dm, en cualquier momento (y con frecuencia lo
de propiedad. No cuenta, por el contrario, con ese hizo) respaldar la cancelación de deudas con in-
control, ni en la sociedad burguesa puede admitirlo. vocaciones a las violadas dochinas de la Iglesia en
Los marxistas han pensado a veces que el des- c~ntra de l.a percepción de intereses; podía impe-
arrollo de los sindicatos obreros puede compensar dir a los Siervos que se emanciparan de la tierra
esta deficiencia. Esto es ilusorio, pues la experiencia p~r~ buscar tr~bajo como obreros libres; podía per-
ha demostrado que los sindicatos obreros no son nutir la. ex~cctón de, tributos feudales a las empre-
una institución anticapitalista, ni subvexsiva, en gra- sas capitalistas, y as1 sucesivamente.
do importante o prolongado, del control capitalista El capitalismo y los capitalistas enfrentaron el
sobre los medios de producción, sino que son~ pre- prob~e~a del poder del Esta~o. Para asegurar su
cisamente, instituciones capitalistas organizadas so- dorrunlO y avance, la burguesta tenía que "apode-
bre la base de las relaciones económicas capitalistas, rarse del poder del Estado". Aquí nuevamente,
hecho perfectamente conocido por los principales lidiamos con una metáfora. Lo que el desarrollo
sindicalistas. del capitalismo y la dominación de los capitalistas
El proletariado no cuenta, por tanto, con una base requerían, y lo que con el tiempo realmente re-
establecida, como la que poseyó la burguesía, desde sultó, era una transfonnaci6n tal en las institucio-
la cual pueda avanzar hasta llegar a la completa nes del Estado, que, en lugar de poner en vigor
dominación social. No cuenta con el equipo soCial los derechos y obligaciones de la sociedad feudal
nécesario para la lucha. ajustados a la dominación de los señores feudales,
Pero retomemos a la burguesía. Hemos hablado r~spaldaran los derechos y obligaciones de la so-
de la extensión gradual del control burgués, fase ctedad capitalista, ajustados a la dominación de los
general del desarrollo de la dominación burguesa, capitalistas. Al decir que la burguesía se hizo cargo
que no fue suficiente, sin embargo, para revolu- del P?der del Estado, y lo retuvo, en Inglaterra,
cionar la estructura de la sociedad y para consolidar FUlnCia, Estados Unidos o donde fuese, no quere-
la posición de los capitalistas como clase domi- mos necesariamente decir que los capitalistas se
nante. Mientras importantes instituciones sociales apoderasen físicamente del gobierno, ni siquiera que
siguieran dominadas por los señores e ideas feu- muchos de sus funcionarios procedieran de las filas
dales, la posición de los capitalistas era insegura, y ~el capitalismo. Un Estado burgués, un Estado
las posibilidades de la expansión capitalista se veían controlado" por la burguesía significa, fundamen-
severamente restringidas. Esto era particularmente ta~ente, aquel que, por lo general, y en las opor-
cierto en el caso de las instituciones políticas de tunidades más importantes, defiende los derechos
la sociedad o sea el Estado, ya que éste comprende y ~os modos de pensar y de obrar, cuya índole per-
los instrumentos coercitivos de la sociedad, encar- nute la dominación social continuada de aquélla.

92 93
De hecho la transformación de las instituciones Pero en cuestiones de negocios, tampoco se po-
del Estado en partes integrantes de la sociedad ca- día confiar en los príncipes, como muchos de esos
pitalista fue un largo y complicado proceso que, mismos grandes capitalistas del siglo XVI aprendie-
muchas veces, aunque no siempre, entrañó encar- ron a costa de su bancarrota y ruina. La alianza
nizadas guerras civiles como pasos decisivos. de jacto entre príncipes y capitalistas fue disuelta.
En los siglos xv y XVI, e incluso en el xvn, los y el príncipe fue despedido, convertido en masca-
primeros capitalistas, como sabemos por los anales rón de proa, o por lo menos vio limitado el sector
de esas épocas, actuaron en estrecho acuerdo con de la sociedad sobre el que se extendía su poder.
los príncipes o reyes. En la sociedad feudal, la Hubo más guerras y revoluciones, y emergió el Es-
importancia de la realeza había sido relativa: un tado burgués "ideal" de fines del siglo xvm y del
señor feudal más entre sus iguales, a veces con XIX: el poder poHtico que, investido a la Cámara
menor poderío efectivo que sus principales vasa- baja de un Parlamento con la plena seguridad de
llos. Cuando los reyes empezaron a robustecer su que el mismo, por constitución, ley, hábito, cos-
autoridad central y a tratar de construir naciones tumbre y creencia, estaba consagrado a )a defensa
en el sentido moderno, sus enemigos más evidentes de la estructura de los derechos y obligaciones
fueron los señores feudales, incluso aquellos que confonne a los cuales se organizaba la sociedad
se tenían por sus vasallos. Los reyes buscaron el como capitalista.
apoyo de los capitalistas y éstos lo prestaron, por- Una última observación relacionada con la '1u-
que también deseaban naciones más poderosas, cha por el poder" a que venimos refiriéndonos. ¿De
con ejércitos y escuadras que protegieran las rutas dónde salieron los primeros capitalistas? Provinie-
comerciales, asi como leyes, monedas e impuestos l·on de distintos sectores de la sociedad: aventureros
uniformes, para que el comercio pudiera desenvol- y bandidos se convertían fácilmente en capitalistas
verse sin constantes interrupciones por parte de un luego de sus éxitos en alguna escapada; artesanos
centenar de barones feudales que se consideraban, o maestros en artes y oficios se convertían en ca-
a sí mismos, independientes y soberanos; porque pitalistas cuando empezaron a tomar obreros asa-
las capitalistas obtenían beneficios inmensos de sus lariados; los mayores capitalistas del primer pe-
tratos con los príncipes; y porque cobraban en ríodo salieron de las filas de los armadores comer-
protección y privilegios la ayuda que prestaban a ciantes, que formaban un grupo especial, aun en
los reyes. En los tratados de guerra y de paz, en la misma Edad Media. El punto que deseo sub-
las elecciones de papas y emperadores, en los via- rayar es que en ciertos casos, no pocos, los capi-
jes de exploradores, en las incursiones de los ejér- talistas procedian de las filas de la antigua clase
citos conquistadores del siglo :li."VI, siempre desem- dominante, de entre los mismos señores feudales.
peña papel destacado el dinero de los Fugger, de .Muchos de los señores feudales murieron en la
los Médicis, de Wclscr o de los grandes mercaderes- guerra; sus familiares se extinguieron o cayeron en
banqueros de Augsburgo, Amberes, Lyon o Génova. la oscuridad de la pobreza, pero algunos se

94 95
convirtieron en capitalistas, expulsando a los sier-
vos de sus tierras y dedicándose a la agricultura co-
mo terratenientes o a la explotación de las minas
enclavadas en sus posesiones o empleando en es-
peculaciones las joyas, el oro o el dinero que habían
adquirido. Debemos recordar (también para refe- VI
rencia futura) que la eliminación de la sociedad
de una clase dominante en favor de otra, no im- LA TEOR1A DE LA REVOLUCióN
plica que todos los miembros individuales de la DE LOS DIRECTORES
primera, con sus familias, desaparezcan. Algunos de
ellos pueden ser encontrados, tal vez ocupando Estamos ahora en tma posición que nos permite
puestos prominentes, metamorfoseados económica establecer en forma preliminar la teoría de 1a re-
y socialmente, entre las filas de la nueva clase volución de los directores, teoría que nos provee
dominante. de la respuesta a nuestro problema central.
Al describir el carácter de la actual transición La teoría que da la sohteión de nuestro problema
social y del nuevo tipo de sociedad en desarrollo, central mantiene, para empezar, que atrav<•samos
continuaré empleando el lenguaje de '1a lucha por un período de transición social en el sentido que
el poder". Hablaré de la clase de los directores '1u- ya ha sido expuesto, es decir, un período caracteri-
chando por el poder", en particular por el poder del ,zado por el ritmo desusadamente veloz del cambio
Estado, como "sustentando" y propagando ideologías que experimentan las más importantes instituciones
típicas, y hablaré del "estado directoria!" y de la económicas, sociales, políticas y cultmales de la
"sociedad directoriaf'. Emplearé este lenguaje por- sociedad. Esa transición va del tipo de sociedad
que es fácil, conocido y pintoresco; pero no debe que denominamos capitalista o burguesa al tipo
pasarse por alto su carácter metafórico. Cubre pro- de sociedad que denominaremos directo,·ial.
cesos sociales sumamente complejos que supondJ:é, Puede esperarse que este período de transición
como siempre suponemos cuando tratamos de sacar será corto, en comparación con el reclamado por
enseñanzas de la experiencia, que no son muy dis- la transición de la sociedad feudal a la capitalista.
tintos en su forma general de los de la lucba por Su comienzo data, aunque esta fecha sea algo arbi-
el poder "dirigida" por la burguesía, a la que me traria, de la primera guerra mundial, y puede es-
referí en forma sucinta en este capítulo. perarse que terminará con la consolidación del nue-
vo tipo de sociedad, aproximadamente a los cin-
cuenta años, o quizás antes de su iniciación.
Emplearé ahora el lenguaje de "lucha por el po-
der'' para esbozar los restantes asertos básicos de la
teoría:
96 97
En esta transición está teniendo lugar una vigo- La respuesta es relativamente sencilla y, como
rosa campaña para conquistar la dominación so- ya se ol:iservó, no carece de anaiogías históricas.
cial, los poderes y privilegios, la posición de clase Los directores ejercerán su control sobre los me-
dominante, llevada a cabo por el gruP? social o dios de producción y disfrutarán de preferencias
clase de los directores (como los denominaremos, re- en la distribu<rió:a de sus productos, aunque no di-
servando por ahora la explicación de a quiénes in· rectamente, a través de los derechos de propiedad
cluye esa clase). Esa campaña tendrá éxito. Al con- de que sean individualmente titulares, sino indirec-
cluir el período de transición, los directores habrán mente, por intermedio de su control del Estado,
logrado la dominación social y constituirán la clase el que, a su vez, poseerá y controlará los medios
dominante. Esta campaña, además, reviste alcance de producción. El Estado - es decir, las institucio-
rimndial, y ha hecho profundos avances en todos nes que lo integran- será, si deseamos decirlo así.
los países, aunque su desarrollo alcance distinto "propiedad" de los directores, lo que bastará para
nivel en cada uno. estatuirlos en clase dominante.
La estructura económica que asegurará la domi- El control del Estado por los directores quedará
nación social de los directores se basa en la propie- adecuadamente garantizado mediante instituciones
dad por el Estado de los principales ~s.tr~entos de políticas apropiadas, en forma análoga a la garan-
producción. En esta estructura no. ex.1stiran der.echos t~a que a la dominación burguesa bajo el capita-
de propiedad directos sobre los mismos, confendos a lismo, proporcionaban las instituciones políticas
los individuos como tales. burguesas.
Siendo esta la estructura económica, ¿cómo será Las ideologías que expresan el papel social, los
posible, se preguntará entonces (y esta es la clave intereses y aspiraciones de los directores (que como
de todo el problema), la existencia de una cla~e las grandes ideologías del pasado son elemento in-
dominante? Una clase dominante, como hemos VlS- dispensable en la lucha por el poder) todavía no
to, significa un grupo de pe~sonas que: en ~d están completamente elaboradas, como tampoco lo
de especiales relaciones soCial-económicas, e1erce estaban las burguesas en el p eríodo de transición
un grado especial de control sobre el acceso a los al capitalismo. Pesde diversas aunque sirnílares di-
medios de producción y disfruta de un trato pre- recciones, trabajan en esa elaboración, por ejemplo,
ferencial en la distribución de sus productos. Los el leninismo-stalinismo, el fascismo-nazismo, y, en
capitalistas constituían uno de esos grupos, pre- nivel más primitivo, el New Deal y otras ideologías
cisamente porque, como individuos, tenían dere- norteamericanas de menor influencia, como la "tec-
chos de propiedad sobre los medios de produc- nocracia".
ción. Si en la sociedad directorial ningún individuo Este, pues, es- el esqueleto de la teoría, descrito
es titular de semejantes derechos de propiedad, en el lenguaje de la '1ucha por el poder". Se obser-
¿cómo será posible que cualquier grupo de indi- vará que los diversos asertos enunciados tienden a
viduos llegue a constituir una clase dominante? cubrir las fases centrales que comprende una "transi-

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nizada por medio de una serie de instituciones
ci6n" social y la caracterización de un "tipo de so- económicas, sociales y políticas, que denominamos
ciedad" a que se hizo referencia en los Capítulos capitalistas, y ha demostrado profesar cie1tas im-
I y II. portantes convicciones o ideologías sociales. En el
Debemos recordar, no obstante, que el lenguaje marco de esta estructura social comprobamos que
de la '1ucha por el poder" es metafóric~. ~omo e~ un grupo o clase particular -los capitalistas o la
el caso de los capitalistas, tampoco los drrectores burguesía- domina o gobierna, en el sentido ya
o sus representantes han celebra~o una reunió? definido. En la actualidad, esas instituciones e
pan tornar la decisión, forma de1iberada y . expli- ideologías atraviesan un proceso de rápida trans-
cita de intentar adueñarse del poder mundial. El formación. La conclusión de este periodo, que debe
gru~so de los que participan y participarán directa- esperarse en un fuhrro relativamente próximo, halla-
mente en la lucha, tampoco sel"á recluta~o en las rá a la sociedad organizada por intermedio de una
filas de los propios directores; la mayona de los serie de instituciones económicas, sociales y políti-
combatientes serán obreros, jóvenes, indudablemen- cas completamente distintas y profesando, en lo
te convencidos en su mayoría de que luchan por sus - sustancial, creencias e ideologías totalmente di-
propios fines. Tampoco los directores .elaboraron ferentes. En la nueva esb·uctura social un grupo
y propalaron sus propias idcolog~as, smo que lo o clase social diferente -los directores- será el do-
hicieron y siguen haciéndolo los mtelectuales, es- minante o gobernante.
critores y filósofos, la mayor parte de los cuales ~o Si presentamos la teoría de este modo, eludimos
advierte que el efecto social neto de las ideolog1as las posibles ambigüedades del pintoresco y meta-
que elaboran contxibuye a aumenta~ ~1 poder y el fórico lenguaje de '1a lucha por el poder". Como en
privilegio de los directores y a engl! ~a nueva el caso de la revolución burguesa contra el feuda-
estructura de dominio de clase en la soctedad. Co- lismo, los seres humanos se ven afectados, no obs-
mo en el pasado, los intelectuales creen hablar en tante, por la transformación social; el papel de la
nombre de la "verdad" y en "interés" de toda la futura clase dominante, en particular, no es pasivo
humanidad. ni mucho menos. Exige una investigación especifica
En resumen, para abreviar, y a despecho de lo la dilucidación de qué papel corresponderá y en
que parece implicar el lenguaje de '1a lucha por. el qué proporción su desempeño será consciente, a la
poder", no está realmente en debate 1~ cuestión citada clase social, así como a las demás clases y
1
relativa a si los directores actúan consc1entemente personas (burgueses, proletarios, campesinos, etcé-
o no; o a si ellos se han fijado como meta la d?- tera). Lo que se proponen y quieren hacer no guar-
minación social y avanzan deliberadamente hac1a da correspondencia necesaria con los efectos reales
ese objetivo. 1
de lo que dicen y hacen; y aunque primordialmente
En términos más simples, la teona de la revolu- estemos interesados en esos efectos reales -la trans-
ción de los directores se limita meramente a mante- formación de la sociedad en una estructura clirec-
ner lo siguiente: la sociedad moderna ha sido orga-
101
100
ci6n" social y la caracterización de un "tipo de so- nizada por medio de una serie de instituciones
ciedad" a que se hizo referencia en los Capítulos económicas, sociales y políticas, que denominamos
I y Il. capitalistas, y ha demostrado profesar ciertas im-
Debemos recordar, no obstante, que el lenguaje portantes convicciones o ideologías sociales. En el
marco de esta estructura social comprobamos que
de la "lucha por el poder" es metaf6x?c~. ~omo e!
el caso de los capitalistas, tampoco los directores un grupo o clase particular -los capitalistas o la
o sus representantes han celebra~o una reunió~ burguesía- domina o gobierna, en el sentido ya
pMa tomar la decisión, forma deliberada y . explí- definido. En la actualidad, esas instituciones e
ideologías atraviesan un proceso de Iápida trans-
cita, de intentar adueñarse del poder mundial. El
grueso de los que participan y participarán directa- formación. La conclusión de este período, que debe
mente en la lucha, tampoco será reclutado en las esperarse en un futuro relativamente próximo, halla-
rá a la sociedad organizada por intermedio de una
filas de los propios directores; la mayoría de los
combatientes sexán obreros, jóvenes, indudablemen- serie de instituciones económicas, sociales y políti-
te convencidos en su mayoría de que luchan por sus - cas completamente distintas y profesando, en lo
propios fines. Tampoco los directores .elaboraron sustancial, creencias e ideologías totalmente di-
ferentes. En la nueva estructura social un grupo
y propalaron sus propias idcolog~as, smo que lo
hicieron y siguen haciéndolo los mtelectualesJ es- o clase social diferente -los directores- será el do-
minante o gobernante. .
critores y filósofos, la mayor parte de los .cuales no
advierte que el efecto social neto de las 1deofogías Si presentamos la teoría de este modo, eludimos
que elabo1·an contribuye a aumenta~ ~1 poder y el las posibles ambigüedades del pintoresco y meta-
privilegio de los directores y a eng1r ':na nueva fórico lenguaje de '1a lucha por el poder". Como en
estructura de dominio de clase en la soc1edad. Co- el caso de la revolución burguesa contra el feuda-
mo en el pasado, los intelectuales creen hablar en lismo, los seres humanos se ven afectados, no obs-
nombre de la "verdad" y en "interés" de toda la tante, por la transf01mación social; el papel de la
humanidad. futura clase dominante, en particular, no es pasivo
En resumen, para abreviar, y a despecho de lo ni mucho menos. Exige una investigación específica
la dilucidación de qué papel corresponderá y en
que parece implicar el lenguaje de '1a lucha .po~ el
qué proporción su desempeño será consciente, a la
poder", no está realmente en, debate 1~ cuestión
relativa a si los directores actúan conscientemente citada clase social, así como a las demás clases y
o no; o a si ellos se han fijado como meta la d~­ personas (burgueses, proletarios, campesinos, etcé-
minación social y ava.n zan deliberadamente hacia tera). Lo que se proponen y quieren hacer no guar-
ese objetivo. , da conespondencia necesaria con los efectos reales
En términos más simples, la teona de la revolu- de lo que dicen y hacen; y aunque primordialmente
ción de los directores se limita meramente a mante- estemos interesados en esos efectos reales -la trans-
ner lo siguiente: la sociedad moderna ha sido orga- formación de la sociedad en una estructura direc-

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torial-, también nos interesa lo que dicen y hacen Debe advertirse, lo que veremos con cierto de-
los diversos gmpos. talle, que la teoría de la revolución de los directores
Estas observaciones son necesarias si es que de- no se limita a predecir lo que puede ocurrir en uu
seamos evitar los acostumbrados malentendidos. Los futuro hipotético. La teoría es, para empezar, una
seres humanos, individualmente y por grupos, tra- interpretación de lo que ya ha sucedido y está
tan de alcanzar metas diversas; obtener alimentos, sucediendo. Predice, llanamente, un proceso quo ya
poderes,· comodidades, paz, privilegios, segurida'd, se ha ' iniciado y realizado recios avances, y que
libertad, y asi sucesivamente. Con esa finalidad dan continuará hasta alcanzar su total desarrollo. La
pasos que, a su juicio, les permitirán llegar a l~ revolución de los directores no está a la vuelta de
meta perseguida. La experiencia enseña, sin_ eli\- la esquina, esa esquina a la. que nunca parece lle-
bargo, que esos intentos frecuentemente fracasan y, garse. La esquina de la revolución de los directores
además, que los pasos dados al efecto conducen a ya fue doblada hace algún tiempo. La revolución,
resultados muy distintos del que originalmente se en sí, no es algo que nosotros o nuestros hijos
tenía en mente y que actuó como causa deter- debamos esperar que llegue; si lo deseamos, con
minada de aquéllos. Como Maquiavelo indicó en nuestros propios ojos podemos presentar sus etapas.
su Historia de Florencia, los pobres, soportando Así como antes de llegar a viejos rara vez nos da-
condiciones opresivas, siempre estaban prestos pa- mos cuenta de que envejecemos, los actores que
ra responder al llamamiento de la lucha por la intervienen en un importante cambio social rara
libertad; pero el resultado neto de cada revuelta vez advierten que la sociedad está cambiando hasta
era, meramente, la entronización de una nueva que esa 'transformación ya se ha producido. Las
tiranía. antiguas frases y convicciones persisten hasta mu-
Muchos de los primeros capitalistas lucharon cho tiempo después de haberse extinguido la rea-
sinceramente por la libertad religiosa, por la li- lidad social que les daba vida. En cuestiones
bertad de conciencia individual en sus relaciones sociales, nuestro discernimiento es, generalmente,
con la divinidad; el frecuente resultado de esa lucha sólo retrospectivo. Esto es, o debería ser, una expe-
fue un franco y árido dogmatismo teológico, pero, riencia humillante para los seres humanos; aunque
al mismo tiempo, la obtención de poderío político la justicia esté fuera de nuestro alcance, nos gus·
y de privilegios económicos. Lo mismo sucede taría, al menos, tener derechos al conocimiento.
ahora: queremos sabe.r qué hacen y piensan diver-
sas personas y grupos; lo que piensan y hacen re-
percute en los procesos históricos; pero no existe
una correlación evidente entre los pensamientos y
sus efectos. Nuestro problema central consiste en
descubro· cuáles serán estos últimos, en términos
de la estructura social.

102 103
tivo debemos extremar nuestra investigación para
dilucidar con precisión quién "dirige" realmente;
y, en esa investigación, tendremos que analizar
diversas ideas agrupadas confusamente bajo el con-
cepto de "directión".
VII Parecería obvio que en la sociedad capitalista
fueran los. capitalistas quienes, al menos en cues-
¿QUI:€NES SON. LOS DIRECTORES? tiones decisivas, ejercieran la dirección, pues de
no dirigir los medios de producción, ¿cómo podrían
Corresponde ahora responder a una pregunta, mantener su posición do clase dominante, la que,
cuya contestación hemos venido aplazando. ¿Quié- a su vez, depende del control sobre esos últimos? Es-
nes son esos directores, cuál es la clase que está eu to es evidente, y la contestación a esta pregunta es
via de convertirse en la dominante de la sociedad? que no podrían hacerlo. El hecho de que durante
La contestación que nos interesa no es la expresada las últimas décadas la dirección de facto de los
en términos individuales; es decir, no deseamos sa- medios de producción baya ido progresivamente
ber si el señor X, la señorita Y u otras personas escapando de las manos de los capitalistas, es,
en particular son directores. La contestación <J?e precisamente, lo que con toda claridad demuestra
nos interesa debe ser expresada, ante todo, en ter- que la sociedad se va alejando del capitalismo y
minos funcionales: ¿en virtud de qué funci6n con- que los capitalistas están perdiendo su status de
sideraremos como director a un individuo determi- clase dominante. En sectores cada vez más amplios
nado? Quienquiera que sea el individuo, ahora o 'de la economía mundial, los verdaderos directores
en el futuro, ¿cómo dilucidaremos si en realidad no son ellos, y sus prerrogativas directivas, cuando
es o no un director? Las funciones que para nosotros menos, se ven progresivamente cercenadas. La cul-
revisten inicial y primordial importancia son, natu- minación de ese proceso comportaría la eliminación
ralmente, las relaciones con los principales me- del control de los capitalistas sobre la economía;
dios de producción, puesto que es la conexión con es decir, su eliminación como clase dominante.
ellos lo que resuelve el problema que plantean la Hagamos algunas distinciones: Es necesario re-
dominación de clase, los poderes y privilegios so- calcar que las ramas más importantes de la indus-
ciales. tria moderna requieren una organización técnica
L~ primera parte de la contestación podría. pa- sumamente compleja. Las herramientas, máquinas
recer un mero juego de palabras, sin más valor que y procedimientos empleados, son resultados de ope-
cualquier otro escamoteo verbal; los directores son, raciones científicas y técnicas sumamente especia-
sencillamente aquellos que, de hecho, actualmente lizadas; la división del trabajo es minuciosa y extre-
dirigen los medios de producción. En verdad, con mada; la elaboración del producto definitivo s6lo
decir esto no adelantamos mucho, por cuyo mo- es posible mediante la coordinación técnica de un

104 105
vasto número de tareas separadas no sólo dentro de aunque no existen, sin embargo, razones técnicas
cada fábrica en particular, sino en minas, granjas, que impidan hacerlo. Si se lUciese, el número re-
ferrocarriles, buques, industrias afiliadas, y demás. lativamente elevado de los obreros especializados
Si proseguimos el examen del aspecto exclusiva- en esa industria dismínuiría enorme e inmedia-
mente técnico del proceso, observaremos lo siguien- ~aiD;entc.
te: en comparación con la organización industrial Otro tipo de tarea · es la que exige una gran
en el período antelior a la moderna producción preparación en-ciencias físicas y en ingeniería, cuyo
en serie, la tarea individual del obrero, con la número aumentó profusamente en los últimos dece-
notable excepción de un porcentaje relativamente nios. Hace un siglo, apenas existian químicos, físi-
reducido, requiere menos habilidad y preparación. cos, bioquí.micos e incluso ingenieros, altamente
Un siglo atrás se neccs~taban muchos años y con- preparados, que trabajaran directamente en la in-
siderable aptitud natural para la preparación de dustria; confirma este hecho la falta casi absoluta
un obrero mecánico especializado, de los que en- de elementos para la preparación de dichos hombres
tonces construían máquinas, edificios, carruajes o de ciencia e ingenieros industriales. La técnica re-
herramientas. Hoy en día, basta un par de sema- lativamente primitiva de aquella época no hubiera
nas para que un obrero esté en condiciones de sabido qué hacer con esas personas; hoy día, pocas
ocupar su puesto en la cadena de producción o de ramas industriales podrán prescindir de sus cons-
montaje; incluso el denominado "trabajo especia- tantes servicios.
lizado" no requiere habitualmente más que unos El tercer tipo corresponde a la tarea de dü:ección
pocos. meses de preparación. Al mismo tiempo e:ds- técnica y coordinación del proceso de la produc-
te hoy, pox el contrario, 'lm reducido porcentaje de ción. Con todos los obreros, especializados o no, y
tareas que requieren gran preparación y habilidad. con todos los peritos en ciencias industriales necesa-
Dicho de otro modo: en el proceso de la produc- rios, no podrían fabricarse automóviles. Las dis-
ción, la distancia, calculada tanto en términos de tintas tareas deben ser organizadas y coordinadas
habilidad y preparación como de las diferencias en de suerte que los distintos materiales, herramientas,
el tipo de función, entre el obrero medio y los que, máquinas, talleres y obreros se encuentren dispo-
()n el aspecto técnico dirigen el proceso de la nibles en el lugar adecuado, en momento oportuno
producción, es mucho mayor en el presente que en y en el número necesario. Esta tarea de dirección
el pasado. y coordinación es, en si, una función altamente
De entre las tareas que hoy día reqtúeren una especializada, y, además, exige con frecuencia co-
larga preparación y considerable habilidad deben nocimientos de ingenieda, de ciencias físicas (o
singularizarse hes. sociales y psicológicas, ya que los seres humanos
Un tipo de tarea abunda en aquellas industrias son también medios de producción, y ne de lps me- ·
que, como la ele la construcción, todavía no están nos importantes}. Es un error (en el que, entre
organizadas de acuerdo con los métodos modernos, otros, incurrió Veblen) el confundir esta función

106 107
directiva y co01·dinadora con el trabajo científico
y de ingeniería que he incluido en el segundo tipo ~cnomino "directores técnicos", en síntesis, a Jos
de tareas. Después de todo, los ingenieros y hom- ¡~fes de producción, todos aquellos que en la so-
bres de ciencia del segundo tipo son, simplemente, ~~edad contemporánea están efectivamente dirigien-
obreros altamente especializados, que no difieren do el proceso de la producción en su faz técnica
en especie del obrero capacitado para fabricar una no importa cual sea la forma leaal o financier~
herramienta de precisión o manejar un ingenioso -individuaL corporativa, gubemam~ntal- de dicho
tomo. No desempeñan funciones de guía, admi- proceso. Existen, naturalmente, graduaciones entre
nistración, dirección u organización del proceso de l~~ geren.tes; bajo los principales jefes de produc-
producción, tareas que constituyen el signo distin- cwn o Ehrectores de explotación de empresas pri-
tivo del tercer tipo, y · para las cuales los conoci- vadas como la "General Motors" o "United States
mientos científicos y de ingeniería pueden ser una Stcel" o de una empresa pública como la "Ten-
ayuda, aunque no siempre, pues, en sí, no corres- nessee Valley . Administration", existen docenas y
ponden a la ingeniería ni a la ciencia, en el sentido doce~as de, du·ectores de menor categoría, toda
usual de la palabra. una 1erarqU1a. En su sentido más amplio, la clase
Este tercer tipo de función es el que, en su más de los gerentes incluye a todos ellos, pero los hay
amplio y claro sentido, denomino "dirección (ma- de mayor y de menor importancia.
nagement) 1 ; y a los que desempeñan ese tipo de Puede observ~rse, s~ embargo, que no hay nada
función denomino "dJrectores técnicos" (managers) nucv~ e? la CXJStencia de esos directores. La in-
o "gerentes". Se les aplican también otros nombres dustna s1emprc los. tuvo y no podía menos que tener-
distintos. Con frecuencia 1·eciben el título de "jefes los. ¿Por qué motivo, en consecuencia asumen re-
de producción", gerentes o directoxes de explotc'l- pentinamente tal peculiar y trascendeu'te cometido?
ción, superintendentes, ingenieros administradores, Analicemos esta observación.
técnicos inspectores; o, entre los funcionarios pú- . En primer lugar, la industria no siempre necesitó
blicos (porque actúan en la administración del Es- drrectores, por lo menos en el sentido actual. En
tado y en las empresas mixtas) como administrado- tiempos feudales, el siervo y su familia araban la
res, comisionados, directores generales, etcét&a. pequeña parcela de tierra a la que estaban ligados;
el artesano, con sus propias herramientas, elabo-
1
Nuestro idioma no posee términos que correspondan raba el . producto terminado. Ningún director 0
estrictamente a los de "management", "managers", "execu- gerente mtervenía en la regulación y organización
tives", empleados por el autor. Esa insuficiencia es simple del proceso de la producción; los directores sola-
reflejo de que las funciones correspondientes no han
alcanzado en los países de lengua castellana la especialización mente tuvieron acceso al minúsculo sector de la
o difusión necesarias para reclamar una palabra que espe- economía en que actuaba la empresa de gran en-
cíficamente las de.~igne. Por tal motivo, hacemos la salve- vergadura.
dad de que los térnlinos empleados intentan, tan sólo, des- In~uso en .los P,rimeros tiempos capitalistas, la
cribir y no denominar la actividad desempeñada. (N. del T.)
func1ón de direccion técnica no era fundamental.
108 \
109
ferrocaniles, etcétera, como en el caso de los prin- cia del motor no refleja la diferencia entre los
cipales directores de las compañías norteamericanas. préstamos bancarios al 4 o al 5 por ciento, y tam-
Teóricamente esa zona podría ser ampliada hasta poco una modificación del tipo de dividendo pa-
cubrir toda una rama de la industria ( automóvi- gado altera la robustez del chasis.
les, minas, servicios públicos, ferrocarriles, o lo A fin de diferenciar a este grupo del primero,
que sea) o gran parte, incluso la totalidad, del llamaré a los individuos que lo integran "directores
entero mecanismo de la producción. En la prác- comerciales" ( executives), reservando los términos
tica, sin embargo, no existen actualmente en Estados "dirección" y "directores" sólo para el primer grupo.
Unidos gerentes en este sentido de toda una rama 3. Ciertos individuos (entre los cuales figurarían
de la industria (salvo, probablemente, una o dos hoy, en Estados Unidos, muchos uúembros del con-
excepciones), y mucho menos para una gran parte s~jo directivo o. directorio de la compañia y, espe-
~. en conjunto, para todo la industria. Su organi- CJalmen~e, los banqueros y grandes financistas que
zación y coordinación como un todo, tiene lugar en realidad nombran a los directores) enfrentan
por intermedio del "mercado", sin una dirección pr?blemas distintos de los abordados por los dos
deliberada y explícita ejercida por directores espe- pr1meros grupos. Su preocupación directa no es,
cíficos o, en realidad, por cualquier otra persona. o no necesita ser, el proceso técnico de la produc-
2. Ciertos individuos (entre los cuales, en Es- ción, ni siquiera el beneficio de esa compañía en
tados Unidos, figurarían normalmente los funciona- particular. A través de compañías financieras, di-
rios de más elevada categoría y mejor pagados de rectados comunes, bancos y otros medios, están jn-
las compañías) tienen la función de guiar la em- teresaclos en los aspectos financieros no sólo de
presa hacia la obtención de un bene-ficio; de vender esa compañia de automóviles, sino de otras muchas
los automóviles al precio y en el número más ade- compañías, y en las operaciones bursátiles. Pueden
cuado para obtenerlo; de discutir los precios paga- desear fusionar esa compañía con otras, quizás pa-
dos por materias primas y mano de obra; de esti- ra colocar una emisión de acciones o debentures
pular las condiciones más convenientes para la fi- independientemente del efecto de la fusión sobr~
nanciación de la compañía; y así sucesivamnte. Con el proceso técnico de la producción o sobre los
claridad se advierte, sin embargo, que no existe una beneficios de nuestra compañía original Pueden
conexión necesaria entre ellos y el primer tipo de desear, por motivos fiscales, especulativos o de
función. Desde el punto de vista del proceso téc- ~?"a índole, reducir los beneficios de esta compa-
nico de la producción, un automóvil no es mejor ma, _Y podrían hacerlo elevando, por ejemplo, los
ni peor en virtud del precio a que se vende (podía precws de los productos sumi11Jstrados por otras
regalarse y seguiría siendo el mismo coche, téc- compañías en las que también poseen intereses.
nicamente hablando), ni por lo que costaron las ~ued_en quer~~ eliminar a otros competidores o
materias primas utiüz~das en su construcción; en mflmr la pohttca o elevar el nivel de precios; y
lo que respecta a los problemas técnicos, la poten- cualquiera de estos objetivos puede ser totalmente

112 113
ajeno a las exigencias de la producción o las utilida- des en relación a los bancos y otras compañías, y
des de la compañía de automóviles a que nos refe- ser el único accionista de la misma. Tal identidad
rimos. Cualquier número de variantes es posible. De- no sólo es posible, sino que, hasta hace relativa-
nominaré, a este tercer grupo, los "capitalistas-fi- mente poco tiempo, era el caso normal.
nancieros". · Roy, en cambio, rara vez se presenta, especial-
4. Finalmente existen ciertos individuos (cuyo mente en los sectores más importantes de la in-
número es, en general, relativamente elevado, dustria. Las cuatro flmciones se diferencian mucho
en la actualidad en Estados Unidos) propietarios de más agudamente que en el pasado, y, usualmente,
acciones de la compañía de automóviles y que son, son desempeñadas por grupos distintos de perso-
oficial y legalmente, los "propietarios" de la misma. nas. Claro está que no siempre es así, pero esa ten-
En realidad, la gran mayoría de ellos, compren- dencia cada vez se acentúa más. Aun en los casos
diendo en suma los "propietarios" legales de una de superposición, en que los mismos individuos
sustancial mayoría de las aeciones de la compañía, desempeñan varias de esas funciones, sus respec-
mantienen una relación completamente pasiva con tivas actividades en el desempeño de cada una son
esta última. El último derecho que poseen con re- fácilmente separables.
ferencia a la misma, es el de percibir dinero bajo Pueden observarse otros dos hechos: en la ma-
forma de dividendos, cuando, ocasionalmente, el yoría de las grandes sociedades, cuyo conjunto es
consejo de administración decide declararlos. decisivo en la economía, el grueso de los accionis-
Esta cuádruple separación en "directores técni- tas, titulares de la mayoría de las acciones, man-
cos" (managers), "directores-comerciales" ( exeou- tie,nen con aquéllas, como todos saben, la pasiva
tives), "capitalistas-financieros" y "accionistas" es, relación que hemos aludido. Con sólo rarísimas
en realidad, una separación de función, de cuatro excepciones, no ejercen verdadero control sobre la
de los tipos de relación que es posible mantener con compañía, salvo el mínimo que implica su derecho
respecto a cierto sector de los medios de producción. preferente (frente a los no accionistas) a compartir
Es teóricamente posible, por tanto, que uno y el los beneficios de la compañía, o, mejor dicho, los
mismo individuo, o uno y el mismo grupo de in- dividendos declarados. Pero el tercer grupo (Jos
dividuos, desempeñen esas cuatro funciones o man- capitalistas-financieros) está tambiéi\ integrado, al
tengan esa cuádruple relación con respecto a los menos parcialmente, por accionistas. En conjunto,
medios de producción en c-uestión (en nuestro caso por regla general1 no posecn1 legalmente, la mayoría
hipotético, los bienes tangibles de la compañía de de las acciones, pero habitualmente son dueños de
automóviles). Es decir, que un mismo individuo una cantidad considerable y disponen de fondos
( Henry Ford, hace unos años era un ejemplo fa- líquidos y otros recursos mediante los cuales, si es
vorito) o grupo de individuos podría dirigir la pro- necesario, pueden obtener de los pequeños accio-
ducción de su compañía, orientar su política hacia nistas "poderes" suficientes para conseguir un voto
la obtención de un beneficio, integrar sus activida- en mayoría de la asamblea.

114 115 ,
Por tanto, este tercer grupo ocupa una posición larse en alguna forma la cantidad, calidades, nú-
legal de propietario con respecto a la compañía y mero y distribución de los productos, además de
los medios de producción incluidos entre el activo la capacidad teórica de los medios de producción pa-
de la misma; si no con el inequívoco título de un ra elaborarlos. Pero esa regulación no tendría ne-
capitalista de las primeras épocas, propietario de cesariamente que efectuarse, sin embargo, como
la mayoría o totalidad de las acciones de una com- lo es, por intermedio de los directores comerciales,
pañía, al menos en grado suficiente para que sub- en términos de beneficios capitalistas para la com-
sista el significado de la relación legal. pañía. Podría hacerse subordinándola a alguna fi-
A veces, los directores del Grupo 2 están tam- nalidad política, social o psicológica: la gue1Ta, un
bién incluidos en el Grupo 4 y poseen sustanciales nivel más elevado de vida para la masa, el prestigio
intereses legales de propiedad en la compañía (es o la gloria, el mantenimiento de alguna relación
decir, han registrado en su nombre con el de sus particular de poder.ío. De hecho, al eliminarse el
familiares lotes considerables ele acciones de la com- lucro en el sentido capitalista, las funciones técnica-
pañía), pero, rara vez ocurre esto, en cambio, mente necesarias de los directores-financieros del
con los directores técnicos propiamente dichos, con Grupo 2 forman parte de las funciones directivas del
los miembros del Grupo 1, los cuales, ordinaria- Grupo 1, en su gerencia abarca la totalidad o la ma-
mente, no poseen ningún interés propietario legal yor parte de la industria. Su gestión podría absorber,
en la compañía, o cuando más un pequeño interés: por tanto, todas las funciones técnicamente necesa-
es decir, que habitualmente no son grandes accio- rias de los demás directores.
nistas de la com¡:¡añía. En cambio, también desde un punto de vista
En segundo lugar, existe una diferencia completa estrictamente técnico, las restantes funciones -las
entre estos grupos con respecto al papel técnico funciones '1ucrativas"- del Grupo 2 y todas las
de sus respectivas fwlciones en relación con el funciones de los Grupos 3 y 4 -capitalista-finan-
proceso de producción. Este es técnica y literalmen- ciero y accionista- son completamente innecesarias
te imposible, de no haber alguien que desempeñe ( sean o no deseables desde otro punto de vista)
las funciones directivas del Grupo 1; no es necesario para el proceso de la producción. En lo que al pro-
que sean los mismos individuos que las desempeñan ceso de producción exclusivamente concierne, se-
hoy, pero siempre debe desempeñarlas alguien. rían innecesarios los capitalistas-financieros y los
Algunas de las funciones financiero-directivas accionistas, y los directores del Grupo 2, despojados
ool"l'lprendidas en .el Grupo 2 son también técnica- de muchas de sus actuales funciones, pueden fusio-
mente necesarias para el proceso de la producción, narse en el Gmpo directivo NQ l. 1
aunque no necesariamente en el mismo sentido que 1
hoy día, es decir (desde el punto de vista técnico), Debo advertir que esta cuñdruple divisi6n no guarda
relación ~uuna con la habitual en "capitalistas industria-
no necesariamente para la obtención de un bene- les" y "capitalistas financieros". Esta última distinción es
ficio como lo entiende el capitalismo. Debe regu- de gran valor para el estudio del desarrollo histórico del

ll6 117
Esta transformación no s6lo es concebible, sino porcentaje sustancial de las acciones. La mayoría,
que en Rusia ya ha tenido casi completam?nte lu- sin embargo (en 1929, el 65 % de esas sociedades
gar· cada día se intensifica más en Alemama, y ba con 80 % del total de los activos) estaban, como
ava~zado considerablemente en tqdas las demás gráficamente dijeron, "controladas por la dirección".
naciones. En Estados Unidos, como en todas partes, Con ello querian expresar que los directores de
es precisamente la situación a que ~onduce la em- esas sociedades, aunque sólo poseían pequeños por-
presa pública o nacionalizada. centajes de sus acciones, se perpetuaban realmente
Esa transfonnación es una fase decisiva de la en el control de su politica y de sus directorios y
revolución de los directores. podían manipular a su gusto, mediante poderes,
el voto mayoritario de los propietarios nominales,
La denominada "separación entre la propiedad los accionistas. La "American Telephone and Tele-
y el control", paralela al crecimient_o de las grandes graph Corporation" es el ejemplo clásico de "con-
sociedades anónimas en los tiempos modernos, ha trol directorial".
constituido un fenómeno ampliamente reconocido. -Aunque en forma breve, Berle y Means también
Hace un decenio fue el tema principal de un libro consideraron otro extremo sumamente importante.
muy leído, The 'M.odern Corpomtion and Prívate Por su propia naturaleza, el caso planteado era
Ptoperty (La moderna sociedad anónima y la pro- fuente de frecuentes conflictos entre los intereses
piedad privada), de Berle y Means, ?uyos autores del "grupo que ejerce el control" (casi siempre la
demostraban, primero, que la econom1a de Estados dirección) y los propietarios legales, lo que es evi-
Unidos estaba dominada por las doscientas socie- dente para quien recuerde Jo acontecimi~ntos eco-
dades no bancarias más importantes (no discutían nómicos de la pasada generación. Muchas obras
sus relaciones con las casas financieras); y, segundo, se han escrito sobre las dificultades experimentadas
que la mayoría de aquellas sociedades ya no es~a­ por el accionista medio, a menudo como conse-
ban, en la práctica, bajo el control de sus pr~pie­ cuencia de la política seguida por aquel grupo en
tarios legales nominales (es decir, los acc10mstas su "propia" compañía. La riqueza, el poder, e in-
dueños de una mayoría de las acciones). cluso otros posibles intereses (tal como la máxima
Clasificaron a dichas sociedades de acuerdo. con eficiencia industrial) del grupo de control muchas
los "tipos de control". En .algunas, era ~jercido por veces no coincide, lo que es completamente na-
un solo individuo (con mayor frecuencia una sola tural, con los máximos dividendos y la seguridad
familia), que era el propietario legal de todas o la de los accionistas ordinarios.
mayoría de las acciones; en otras, P,or indivi~uos El análisis de Berle y Means es sumamente su-
o grupos que poseian, no una mayona, pero s1 un gestivo y constituye, indirectamente, una poderosa
confirmación de la teoría de la revolución de los
capitalismo, pero me parece de escaso valor en el análisis directores, mas, para nuestros propósitos, resulta
del capitalismo de hoy. En particular, ca~ece de todo valor
en relación con el problema central del libro. insufici~nte. Su concepto del "control de la direc-

118 119
ción,. no distingue entre esta última, en el sentido sino que, con frecuencia, empeora la posición de
de la dirección real del proceso de la producción uno o de todos los demás grupos restantes.
(el de nuestro Grupo 1, y el único en que nos En períodos de gran prosperidad y expansión,
referimos a la "'dirección") y la dirección en tér- esto no provoca fricciones, pues los cuatro pueden
minos de lucro, venta, financiación y demás ( nues- progresar en comparación con el resto de la socie-
tro Grupo 2 de directores-comerciantes). En reali- dad, pero, como hemos visto, para el capitalismo
dad, su concepto de "dirección", como habitual- tales periodos ter.minru·on. En circunstancias que
mente sucede, se aproxima más al último que al ya son normales, el aumento en la renta de los di-
primero, lo que es consecuencia en realidad, de rectores, e incluso para el Grupo S (los finan-
que en la mayor parte de las grandes sociedades cistas) y el Grupo 4 (los accionistas).
los principales y más conocidos funcionarios son Las relaciones de control sobre la explotación
los del segundo tipo y no del primero. Además, de los medios de producción originan conflictos,
Berle y Means no incluyen ningún· estudio acer- ya que el tipo de explotación más favorable para
ca de la forma en que sus directorios supues- uno de los grupos (como el aumentar o reducir la
tamente perpetuos y autónomos son en realidad producción, por ejemplo), a menudo no es el más
frecuentemente controlados por los grandes ban- favorable para otro. Y, en general, existe una fuen-
cos o grupos financieros (nuestro Grupo 3). te permanente de conflictos: la recompensa de di-
El ajuste y ampliación del análisis de Berle y nero de los gerentes o directores técnicos es me-
Means dru·ían por resultado demostrar que las nor que la de los directores comerciales y, espe-
fuentes de conflicto, posible y real, entre los gru- cialmente, que la de los capitalista:;-financieros,
pos son mucho más numerosas y agudas que lo que perciben los mayores beneficios. Desde el puno!
que ellos indican. Entre esas fuentes, tres deben to de vista del grupo de los directores técnicos,
ser destacadas: especialmente a medida que empeoran progresiva-
l. Es una ley histórica, sin excepciones aparen- mente las condiciones económicas, la recompensa
tes conocidas, que todos los grupos sociales o eco- otorgada a los capitalistas-financieros parece exa-
nómicos de cualquier magnitud tratan de mejorar gerada e injustificada, tanto más cuanto que se
su posición relativa con respecto al poderío y pri- percatan cada vez con mayor claridad que los mis-
vilegios sociales. Esta ley rige, ciertamente, para mos no realizan ninguna función necesaria para
los cuatro grupos en los cuales hemos clasificado a el proceso de la producción.
aquellos que guardan cierta relación de propiedad, 2. Esos cuatro grupos, en mayor o menor grado,
dirección o control con respecto a los medios de son poderosos y privilegiados en comparación con
producción. Cada uno de esos grupos trata de me- las grandes masas de población, desprovistas de
jorar su posición de poder o privilegio. En la prác- intereses de propiedad, dirección o control en los
tica, la mejora que uno de ellos obtenga no implica medios de producción, y que tampoco disfrutan de
necesariamente otra equivalente para los demás, trato preferencial en la distribución de sus productos.

120 121
En consecuencia, las masas tienden a luchar por una nación e integración técnica de las industrias fue-
mayor participación en el poder y el privilegio en ran ampliadas, la desocupación desaparecería en
contra de esos cuatro grupos. El resultado de esta si- un mes. Además, muchos o todos los directores sa-
tuación podrá ser la consolidación de los conflictos ben que si la desocupación ·en masa no desaparece,
entre los cuatro grupos y la creación de un frente todos los privilegios, incluso los suyos, también
común contra la presión de las masas, como con desaparecerán, sea por la derrota de su nación en
frecuencia ha ocurrido. Sin embargo, los conflictos manos de otra que la hubiese eliminado, sea por
entre esos grupos son reales y no pueden elimi- el caos interno. Pero la desocupación en masa no
narse, ni siquiera en presencia de un peligro co- puede ser eliminada sin la invasión y, en último
mún; es más, la presencia de este último es, en sí, término, la abolición de la propiedad y de las re-
fuente de nuevos conflictos, pues aquellos grupos, laciones económicas capitalistas. La posición de
por su propia posición y las funciones que desem- los directores los fuerza, por tanto, hacia soluciones
peñan, son partidarios de métodos distintos para que surtirán ese efecto. La situación de los capita-
enfrentar el peligro y mantener sus privilegios con- listas-financieros (e incluso de los directores-co-
tra las masas, y esas diferencias se agudizan con merciales) es, sin embargo, muy distinta: como
las condiciones criticas del capitalismo contempo- su posición depende de las relaciones capitalistas,
ráneo. Esto puede demostrarse con un solo ejemplo: también depende de la continuación de la desocu-
La posición, papel y función de los directores pación en masa; no pueden contemplar ninguna
no dependen en forma alguna del mantenimiento solución que brinde oportunidades para eliminar la
de la propiedad y relaciones económicas capitalis- desocupación, y que no implique, al mismo tiem-
tas, sino de la índole técnica del proceso de la pro- po, su propia eliminación. (Y si creen que pueden,
ducción moderna. Por lo tanto, la protección de están completamente equivocados, como han em-
las relaciones capitalistas no es tma cuestión abso- pezado a comprobarlo en Alemania y podrá com-
lutamente fundamental para los directores. En cam- probarse, antes de mucho tiempo, en otras partes.)
bio, la posición, papel y función del más privi- 3. Una tercera fuente de conflicto se encuentra
legiado de dichos grupos, los capitalistas-financie- en lo que podríamos llamar "prejuicio funcional",
ros, están enteramente ligados a la propiedad y punto sobre el que volveremos más tarde. Las di-
relaciones económicas capitalistas, y su protección ferentes tareas realizadas por esos distintos grupos'
es esencial para Ja propia subsistencia de ese grupo. determinan, en sus miembros respectivos, diferentes
En general, esto es cierto, y no puede dejar de actitudes, maneras de pensar, ideales, medios y
afectar la situación en lo que a problemas más métodos de resolver los problemas. Para decirlo
especificos concierne. crudamente: los directores tienden a encarar la so-
Por ejemplo, desde el punto de vista de la posi- lución de los problemas sociales y políticos en la
ción técnica de los directores, el problema de forma que encaran la coordinación y organización
la desocupación es de fácil solución: si la coordi- del proceso de la producción; los directores comer-

122 123
ciales picn.c;an en la sociedad como en un ser irra- sa, si todos o cualquiera tienen el mismo derecho
cional gobernado por los precios y productor de de entrada que yo, entonces ni yo ni nadie po-
beneficios; los capitalistas-financieros encaran los dría decir que soy el "dueño" de la casa. (Puedo, na-
problemas a través de sus repercusiones sobre los turalmente, enajenar mi control, bien temporalmen-
bancos, bolsas y emisión de valores; los pequeños te -alquilándola-, bien en forma permanente -me-
accionistas piensan en la economía como en un dios díante su venta o donación-, pero esos actos u
misterioso que, si es aplacado adecuadamente, otor- otros similares no alteran el punto fundamental.
gará dones gratuitos a los elegidos. Además, en lo que se refiere a los "productos" de la
casa (podrían considerarse como tales, además de
la renta el calor, ab1igo y retiro}, yo, como propie-
tario en este caso, por el hecho mismo del control
El análisis de Berle y Means, o cualquier otro sobre el acceso, tengo derecho a un trato preferen-
similar, adolece de una deficiencia todavía más cial en el disfrute de esos productos.
fundamental. Lo cierto es que, independientemente Además, la experiencia histórica demuestra (lo
de sus méritos legales, el concepto de "separación que también seria evidente sin gran experiencia)
entre la propiedad y el control" carece de todo sig- que ambos derechos están recíprocamente relacio-
nificado sociológico o lústórico. Propiedad implica nados y que el primero (control sobre el acceso)
control; si no hay control tampoco l1ay propiedad. es determinante del segundo. Es decir: el grupo o
Los aspectos centrales del control, que es propiedad, grupos que poseen el control sobre el acceso a los
son como hemos visto, control sobre el acceso al ob- medíos de producción disfrutará también de prefe--
jeto en cuestión y trato preferencial en la distribu- rencias en la distribución de los productos de esos
ción de sus productos. Si la propiedad y el control instrumentos. O, en otras palabras: los más pode-
están separados realmente, entonces la propiedad ha derosos (en términos de relaciones económicas) se-
cedido al "control", y la propiedad por si sola es una rán también los más ricos. Esto no rige para cada ,
ficción sin valor. individuo aisladamente considerado; y la relación
Esto resulta perfectamente obvio, en cuanto pen- puede experimentar una dislocación temporal; mas
semos en ello. Si soy dueño de una casa, por ejem- para el grupo, y durante un período de tiempo re-
plo, eso implica -al menos en circunstancias nor- lativamente prolongado, parece regir siempre. Los
males- que puedo impedir a terceros que entren grupos y clases sociales son, y valga la palabra,
en ella. En las sociedades adelantadas, con institu- "egoístas"; utilizan su control en beneficio primor-
ciones políticas, también implica que el Estado (la dial (aunque no necesariamente exclusivo} de sí
policía en este caso, respaldada por los tribunales) mismos.
hará efectivo, si es necesario, ese control que me Berle y Means son, por lo tanto, inconsistentes, o
corresponde sobre el acceso a la casa. Si no puedo, al menos incompletos, cuando hablan de la "separa-
cuando lo deseo, impedir que otros entren en la ca- ción entre la propiedad y el contror. Los que con-

124 125
troJan son los propietarios. Lo cierto es que los la propiedad a la nueva clase dominante y posee-
cuatro grupos de que nos hemos ocupado cqmpar- dora del control. Aquí contemplamos, desde un
ten, en cierto grado al menos, el control: al menos, nueyo punto de vista, el mecanismo de la revolu-
todos ellos controlan el trato preferencial en la ción de los directores.
distribución de los productos de los medios de pro-
ducción, lo que basta para instituirlos en propieta-
rios; aunque en el caso del grueso de los accionistas
-que poseen ese control en proporción reducida
pero nada del más decisivo sobre el acceso-, la
propiedad sea de muy secundaria especie.
Pero si interpretamos la frase "separación entre la
propiedad y el control" en fonna que implique ~se­
paración entre el control sobre el acceso y el control
sobre el trato preferencial en la distribución" -y
esto es, parcialmente, el fondo del análisis de Ber-
Ie y Means-, enfrentamos entonces un hecbo de
primordial importancia. Es cierto que en los últimos
decenios se ha estado produciendo una separación
pa1·cial ·de esa índole; se ha roto el equilibrio entre
la renta y el poder. Los que disfrutan del trato
más favorable en la distribución (reciben relativa-
mente la parte mayor de la renta nacional), han
ido perdiendo el control sobre el acceso, en grado
distinto en las diversas naciones y diferentes sec-
tores de la economía. En cambio, otros que no dis-
frutan en grado análogo de ese trato preferencial
en la distribución, han ido ganando en el grado en
que ejercen el control sobre el acceso. La e1.-perien-
cia histórica nos enseña que esa ausencia de corre-
lación entre ambas clases de control (los dos de-
rechos básicos de la propiedad) no puede subsistir
durante mucho tiempo. El control sobre el acceso
es decisivo y, una vez consolidado, acarreará con-
sigo el control sobre el trato preferencial en la dis-
tribución; es decir, que desplazará categóricamente

126 127
tes ~rmaduras, sus castillos y nubes de servidores, y
la tierra, toda la tierra, bajo su puño. ¡Mercaderes
y prestamistas!; son sólo los proveedores de los po-
derosos, buenos solamente para proporcionarles los
lujos requeridos por su estado y, de vez en cuando,
VIII prestarles unos despreciables doblones para abas-
tecer a un ejército o para construir una nueva for-
LOS DffiECTORES AVANZAN HACIA LA taleza.
DOMINACióN SOCIAL Sin ~mbargo, sólo un siglo después (y el cambio
es ahora más rápido) los herederos sociales de esos
Se argumentaba en el último capítulo que el con- mercaderes, comerciantes y prestamistas decidían,
trol sobre los medios de producción está experimen- con
. sus ducados, la sucesión a los tronos las elec-
)

tando un desplazamiento general, desde los capita- cJOnes de emperadores y papas, la victoria en las
listas propiamente dichos hacia los directores, lo guer~s y la firma de los tratados de paz. En sólo
que a muchos parecerá fantástico e ingenuo, espe- ~n s1glo, su dominación social, aunque no conso-
cialmente si se piensa en Estados U nidos. Consi- hdada, estaba ya asegurada. Hasta las vastas tierras
deren, se nos dirá, el crecimiento de los monopolios de los barones iban pasando a sus manos a medida
en nuestra época; piensen en las Sesenta Familias, que so ejecutaban las hipotecas o que los señores.
con sus miles y miles de míllones, sus millones de desesperados, trataban infructuosamente de con-
acciones de las mayores empresas y su manera seguir el dinero del que carecían y sin el cual, en
de vivir, cuyo lujo y ostentación sobrepasan a cuan- la nueva era, no podían ni siquiera dar de comer
to pudieron soñar los soberanos de otras épocas. a sus hijos. ·
Los directores, incluso el principal de todos ellos, Pero no debemos anticiparnos. Un proceso a mi-
no son más que los sirvientes, los mayordomos de tad de su curso no está concluido. La gran burgue-
las Sesenta Familias. ¡Qué absurdo resulta llamar sía, los capitalistas-financieros, todavía constituyen
amo al sirviente! la clase dominante en Estados Unidos; el control '
Tal hubiera también sido el comentario de las final está todavía en sus manos. Pero no debemos
gentes -salvo, quizás el de contadas personas, en contemplar el mundo con visión estrecha ni limitar
Florencia, Génova, Venecia, Brujas o Augsburgo- nuestras miradas a la superficie; estamos frente a
si a principios del siglo xv alguien hubiera soñado un proceso mundial, pues el capitalismo es un sis-
sugerir que el control estaba entonces desplazándose tema mundial; Estados Unidos está enlazado al
desde los señores feudales hacia el pequeño, oscuro resto del mundo, económica, social y, en forma más
y vulgat grupo de los mercaderes, comerciantes y dramática, estratégicamente (¡hoy nos damos cuen-
prestamistas. Fíjese, se hubiera dicho, en los esplén- ta de ello!). Y ose proceso llega hasta la raíz de
didos duques, barones y príncipes, con sus brillan- la sociedad; no se detiene en las capas exteriores.

128 129
Si fijamos nuestra mirada en la palestra mundial y capitalista y obrero para la fijación de salarios; o
penetramos hasta su raíz, veremos lo que allí hay: la concepción feudal del "justo precio" que blo-
que los capitalistas, la clase dominante de la socle- queaba el libre cambio de productos en el mercado~
dar moderna, está perdiendo el control; que la e6- etcétera. La progresiva anulación de todas esas res-
tructura social que los encumbró como clase do- tricciones constituyó también un signo de la exten-
minante se está transformando: no mañana, sino sión del control capitalista.
ahora, mientras miramos. En la nueva estructura, También hemos observado que, desde cierto pun-
cuando sus cimientos queden echados, no existirán to de vista, la extensión de ese control en la esfera
capitalistas. económica avanzó firme y continuamente, casi sin
H emos visto que la ascensión al poder y la do- interrupciones. A partir de la última parte de la
minación de la burguesía implicaron, en primer tér- Edad Media, virtualmente en cada decenio, el por-
mino, la progresiva reducción de porcentajes cada centaje de economfa capitalista era más elevado que
vez mayores de los medios de producción a relacio- en el precedente. Capitalistas individuales eran eli-
nes económicas capitalistas; es decir, bajo el con- minados, es cierto, sea por otros capitalistas, sea
trol y en el interés principal de los capitalistas en lu- por los señores feudales: por ejemplo, en los últimos.
gar de la clase feudal domirlante. El incremento d.e decenios del siglo XVI casi todos los grandes finan-
ese porcentaje implicaba organizar sobre bases cap¡- cieros quedaron arruinados por la quiebra de los
talistas a sectores de la producción, organizados hasta Estados. No nos interesa, sin embargo, la suerte de
entonces sobre bases feudales, o, lo que es igual. la los miembros individuales de una clase; los capita-
apertura, con arreglo a módulos capitalistas, de zonas listas que fueron ellminados no fueron reemplaza-
de producción que no habían existido bajo el feuda- dos por señores o funcionarios feudales, sino por
lismo. (En ambos casos aumentaba el porcentaje to- otros capitalistas.
tal de la producción bajo el control capitalista.) En ciertas épocas, además, la extensión del con-
Existía también on·a variante (aunque más di- n·ol capitalista no fue lenta y constante, sino re-
ficil de medir) en el proceso de esta extensión del pentina y en gran escala. Esas épocas coincidieron
control, es decir, el grado en el cual un determinado con guerras internacionales, coloniales y civiles. Co-
sector de la producción estaba sometido a relaciones mo dijo el historiador económico del Renacimiento~
capitalistas. Por ejemplo, mientras los señores feu- Richard Ehrenberg: "Los efectos politicos tienden
dales, prevaliéndose de la doctrina de la Iglesia a ser catastróficos, en oposición a la acción lenta,
contra la usura, pudieron repudiar préstamos y rehu- casi imperceptible, de las fuerzas e intereses eco-
sarse impunemente a cumplir los compromisos de nómicos."
honor con que avalaban sus deudas, la profesión de Al punto crítico del control capitalista sobre la
prestamista no tuvo un carácter completamente ca- economía se llegó durante la primera guerra mun-
pitalista; y lo mismo ocurrió con las restricciones dial (por lo cual elegí la fecha de 1914 como la del
gremiales y serviles, que trababan la relación entre comienzo de la transición social de la sociedad ca-

130 131
pitalista a lu direclorial). La cuxva de la extensión
del control capitalista, cuya tendencia ascendente mucho mayores que los de cualquier otro grupo.
no había experimentado interntpción desde el si- No puedo hoy dfa discutirse el control sobre el
glo XIV, abruptamente empezó a descender y desde trato pr~f~rencial en la distribución que ejercen
-entonces cayó continuamente, orientándose con ra- esas familias. Los fondos de que disponen son co-
pidez hacia el cero. Una vez que se nos llama la losales en relación con su escaso número, y a pesar
atención sobre el particular y cuando pensamos en de cuanto se dice sobre el tema, son muy contados
ello en términos mundiales, este desplazamiento quienes, fuera de su esfera, se dan realmente cuen-
del control sobre los instrumentos de producción, ta del lujo con que viven muchos de sus miembros~
que se aleja de los grandes capitalistas, y que está el que sobrepasa a todo lo conocido en la historia.
teniendo lugar desde la primera guerra mundial, Hemos visto, no obstante, que de los dos elemen-
no puede ser negado en forma alguna ni desde tos decisivos de la propiedad, el control sobre el
cualquier punto de vista. Toda Rusia, la sexta par- trato preferencial está subordinado al control sobre
te de la superficie de la tierra, fue arrebatada de el acceso, y con respecto a este último, aunque siga
las manos del capitalismo durante la guerra. En todavía en ~an?s de la gran burguesía, y aunque
Italia y especialmente en Alemania (por su avan- pueda ser e1ercxdo por ésta en las ocasiones más
zada técnica, mucho más importante para el caso) críticas, en general, ha ido disminuyendo en el cur-
y en los países que Alemania conquista, el control so de la última generación. _
capitalista a ojos vistas tiende a extinguirse. Más Un in~cio interesante e importante para el caso
adelante nos ocuparemos con algún detalle de Ru- lo constituye el fenómeno que podría denominarse
sia y Alemania; eJ.l este capitulo consideraremos la la "retir~d~" de la burguesía. De hecho, los gran-
situación en Estados Unidos, donde el progreso que de~ capttaltstas, legalmente los principales propie--
estudiamos ha avanzado menos que en cualquiera tanos de los medios de producción, los cuales son
otra de las naciones importantes. fuente definitiva y base de la dominación social,
ca.da vez se han ido alejando más y más de los '
Por cuanto los Estados Unidos constituyen un mtSmos. Este proceso se inició hace algún tiempo,
pais capitalista, el control sobre los medios de la c.uando la mayoría de los grandes capitalistas se re-
producción es ejercido por quienes poseen dere- tiraron de la producción para dedicarse a las finan-
chos de propiedad sobre los mismos. Histórica y zas. Al principio, este desplazamiento hacia la fi-
legalmente, esto implica especialmente, a su vez, nan~a (?'a, m~y avanzado a comienzos del siglo)
los contados centenares de grandes familias ("las no wplico disminución aluuna del control sobre
Sesenta Familias", como denominó Ferdinand Lund- los medios de producción, ~o más bien lo contra-
berg a las principales, en el libro así titulado), que, rio, pues gracias a los métodos capitalista-financie-
de hecho, poseen en forma de acciones y otros tí- ros fue más amplio que nunca el sector de la eco-
tulos de propiedad, derechos legales de esa indole, nomía en la órbita del control, cada día más estre-
cho, de los grandes capitalistas. No obstante, y ne-
132
133
<:csanament.J, ese control se ejerció, en forma cada cha que separa a los propietarios legales (en el
vez más indirecta, a través de interpósitas personas, sentido capitalista) de los instrumentos de produc-
gracias a mecanismos financieros. La supervisión ción: cualesquiera que sean sus méritos biológicos,
directa del proceso de producción fue delegada en es un hecho indiscutible que las mujeres no desem-
terceros, quienes, especialmente con el desarrollo peñan un papel de primer plano en el proceso eco-
paralelo de los métodos modernos de producción nómico.
en serie, debieron asumir progresivamente las pre- No estamos interesados en el aspecto moral de
tTogativas del control, por ejemplo, la importantí- úsa "retirada" de las grandes familias capitalistas.
sima de emplear y despedir (el verdadero nudo Criterios morales diFerentes calificarán sus vidas
del "control sobre el acceso a los medios de pro- de más inútiles y parasitalias o de más inteligentes
ducción"), así como la organización del proceso que las de sus predecesores. Lo que nos interesa
técnico de la producción. son las implicaciones sociales, actuales y futuras,
Pero los capitalistas, en su retirada, tampoco se de esa retirada, y una consecuencia necesaria de
atrincheraron en la línea de las finanzas. Se aleja- )a misma es la asunción creciente y cada vez más
ron progresivamente no sólo de la producción pro- prolongada del dominio sobre los procesos de pro-
piamente dicha sino de toda participación activa ducción por parte de quienes no son los principa-
y directa en el proceso económico. Abundan los les propietarios de los medios de producción, en
que se dedican no a la industria y al comercio, sino muchos casos por aquellos que llamamos los di-
a viajar y distraerse; otros se consagran a activi- rectores técnicos.
dades caritativas, pedagógicas o artísticas. Resulta No podría ser de otra manera. Alguien debe co-
difícil conseguir estadísticas sobre estos extremos, rrer con la dirección efectiva, y, en la forma en que
pero puede decirse, sin temor a error, que una con- han ocurrido las cosas, a medida que los capita-
siderable mayoría de los miembros de las primeras listas se ocupan menos de ella, los directores se
Sesenta Familias enumeradas por Lundberg se ha ocupan más.
retirado de todo íntimo contacto activo y directo Claro está que, dada la situación actual de Es-
con el proceso económico. Y debe recordarse que tados Unidos, el poder de los directores está muy
el gobernar a la sociedad constituye una tarea de lejos de ser absoluto, y en último término sigue
cuerpo entero. subordinado al de los grandes capitalistas. Estos y
Estos extremos adquieren mayor relieve si se re- las relaciones institucionales del capitalismo conti-
flexiona sobre la proporción considerable (estima- núan proporcionando Ja estructura en cuyo marco
da por algunos en más de la mitad) de la l'iqueza y cleben trabajar los directores: por ejemplo, al de-
derechos patrimoniales de los grandes capitalistas ac- terminar si la pmduccióo debe aumentarse o dis-
tualmente inscrita a nombre de mujeres, lo que, aun- minuirse, en las operaciones financieras de vastos
que a veces sea un recurso legal para facilitar la con- alcances, en las relaciones entre las diferentes uni-
servación de la riqueza, destaca nuevamente la bre- dades de la industria, y así sucesivamente. Los gran-
134 135
des capitalistas intervienen en momentos trascen- más prolongados y en fases cada vez más nume-
dentales que afectan la orientación general de sus rosas del proceso productivo, la intervención ca-
más amplias directivas, y conservan, en general, pitalista no se hace presente. En otra época de
una especie de derecho de veto que puede hacerse transición, los señores feudales, en condiciones bas-
efectivo en caso de necesidad; por ejemplo, desem- tante duras, arrendaron burgos y tierras a los capi-
barazándose de los dí.rectores rebeldes. Los direc- talistas, quienes las emplearon en operaciones ca-
tores continúan siendo en sensible proporción los de- pitalistas en lugar de las feudales que hasta enton-
legados ("sirvientes") de los grandes capitalistas. ceAO habían efectuado aquellos señores. Estos se-
Tal delegación de poder y control es, sin embar- guían siendo tales y viviendo como tales; poseían,
go, sumamente inestable. Históricamente, siempre aparentemente, derechos de control; a su antojo
que los sirvientes descubrieron que su posición era podían expulsar a los capitalistas e incluso extor-
suficientemente sólida, poco a poco se volvieron sionarlos, exigiéndoles pagos superiores a los esti-
contra sus amos, especialmente al comprobar que pulados en los contratos. No se sabe bien cómo,
ya no les eran necesarios. En Francia, en la época pero el hecho es que luego de cierto ,tiempo los ca-
de los reyes merovingios, el Mayordomo de Pala- pitalistas eran dueños de los burgos, tierras e in-
cio no era más, al principio, que el simple y vulgar dustrias, y a los señores les quedaba su árbol ge-
jefe de los servidores palaciegos, pero gradualmen- nealógico y títulos nobiliarios, pero con arcas vacías
te el co;ntrol de la administración fue pasando a sus y poderes desvanecidos.
manos. A pesar de ello, durante varias generacio- Por intermedio de la industria, el control de facto
nes, aunque cada vez se fuera acentuando su con- de los directores sobre los procesos de pwducción
díc)ón de simples títeres, los merovingios seguían e¡¡tá aumentando rápidamente, tanto en lo relativo
siendo reyes, ostentando todos los signos externos a los aspectos de la producción abarcados por ellos ,
de la soberanía. El último acto, su derrocamiento, como a las ocasiones en que es ejercido. En algu-
que tuvo lugar al proclamarse rey el Mayordomo, nos sectores de la economía, el control de los direc-
padre de Carlomagno, no hizo más que formalizar tores es ya bastante completo, aunque siempre li-
lo que ya era un hecho en la realidad sociológica. mitado, indirectamente, por el control capitalista
Los medíos de producción son el asiento de la sobre bancos y finanzas. Aunque la concepción de
dominación social; quien los controle no nominal, Berle y Means sobre sociedades anónimas "contro-
sino realmente, controla la sociedad, ya que ésta ladas por la dirección" no aclara, como hemos visto,
vive gracias a ellos. La realidad actual es que el lo que se entiende por "dirección" ( management)
control de los grandes capitalistas, el control basado y qué relación guarda con las finanzas, son muchas,
en los derechos de propiedad privada sobre los sin embargo, las sociedades anónimas, y entre ellas
medios de producción y en el ejercicio de aquéllos las más importantes, no las secundarias, en que los
es, aunque todavía real, cada vez más tenue, in- directores, en el sentido que atribuimos al vocablo,
directo e intermitente. Cada vez durante períodos están firmemente atrincherados, y en que los pro-

136 137
pietarios, en el legal e histórico sentido capitalista, dos~ n:ás tardía ~ue en los otros grandes países
apenas tienen que ver con las mismas, salvo el co- capitalistas). Su mcapacidad de asimilar sangre
bro de dividendos cuando los directores resuelven nueva y vigorosa es considerada por muchos soció-
repartirlos. logos como un síntoma importante de la decaden-
Podría ahora preguntarse: aceptando que esto cia de la clase dominante y de su próxima caída.
realmente suceda, ¿no implica simplemente que las Además, como consecuencia de los cambios es-
antiguas grandes familias burguesas están siendo tructurales de la sociedad, el futuro camino hacia
desplazadas del primer plano y que nuevas personas Ja dominación y el control sociales ya no es la acu-
están próximas a reemplazarlas? Esto ya ha ocurrido mulación personal de derechos de propiedad. No
muchas veces en la historia del capitalismo. Su super- sólo la adquisición en gran escala de esos derechos
vivencia, como hemos visto, no depende de la de cier- es casi imposible para los advenedizos, sino que,
tos y determinados capitalistas individuales, sino de además, existen ahora y existirán en el futuro, me-
la de una clase, y de que el puesto social de cualquie- dios más eficaces de alcanzar un mayor dominio y
ra de los capitalistas eliminados, sea ocupado por privilegios sociales, si esta es la finalidad persegui-
<>tros capitalistas. Esto es lo que ocurrió con anteriori- da. En la época en que el capitalismo se extendía y
dad y en forma sobresaliente en Estados Unidos. Si se elevaba, cuando desaparecían los capitalistas 1
los antiguos y más opulentos capitalistas caen en de- in~viduales, cuyo conjunto integraba la clase do-
cadencia, entonces Jo lógico seria que los nuevos ~~~a~te, eran reemplazados por otros capitalistas
directores utilizasen su creciente poder para llegar md1v1duales. Ahora que el capitalismo está cerca
a ser los nuevos miembros de la gran burguesía. del colapso, la clase capitali~ta, como un todo, está
Sin embargo, pese a que muchos de los directo-: siendo reemplazada por una nueva clase gobernante.
res, como incentivo personal, indudablemente per- Esto no implica (aunque pudieran hacerlo) que
siguen esa finalidad, tal cosa no ocurrirá. En primer los mi~m~s individuo~ que en la actualidad, bajo
lugar, y con rarísimas excepciones, a los directores el capitalismo, son drrectores, constituirán la nue-
ya no les es posible ver cumplido ese deseo, aun va clase dominante del futuro, integrada por direc-
descontando que lo abriguen: en las condiciones to:~· Fuer~n contadas, de entre las principales fa-
peculiares al capitalismo contemporáneo, ya no hay mllias del s1glo XVI, las que sobrevivieron para for-
oportunidades para reunir vastas riquezas como las mar parte de la clase dominante de generaciones
poseídas por las grandes familias burguesas. Lund- posteriores. Si los actuales directores no llegan a
berg demuestra que desde el término de la primera constituir la nueva clase dominante, otros indivi-
guerra mundial, sólo ha habido un cambio en la duos lo harán, pero éstos lo lograrán convirtiéndo-
lista de las primeras "Sesenta Familias" de los Es- se en directores, no en capitalistas, porque la nueva '
tados Unidos; sólo un recién llegado penetró en clase dominante será la clase de los directores.
ese estrato social (la clausura de las puertas que
daban acceso al primer rango fue, en Estados Uni-

138 139
crática, en el campo político, no es una coinciden-
Hasta ahora hemos considerado el debilitamien- cia, sino, debemos reiterarlo, una parte integral de
to del conb.:ol eje1·cido por la gran burguesí~ y el la total estructura social del capitalismo. La eco-
incremento del ejercicio por otros -los directo- nomía capitalista es un sistema de propiedad pri-
res- en el terreno habitualmente denominado de vada, de un cierto tipo de propiedad investida por
la "iniciativa privada", el campo de la economía individuos particulares, de empresa privada. El Es-
capitalista propiamente dicha. Ese proceso e~ _es- tado capitalista es, por lo tanto, y necesariamente,
trictamepte análogo al seguido por la trans1c1ón un Estado limitado.
del feudalismo al capitalismo: sobre un sector de Todo el mundo sabe que el papel tradicional del
la economía cada vez más amplio, va disminuyen- gobierno está siendo rápidamente abandonado en
do el control ejercido por la clase hasta entonces todos los paises; ya lo fue totalmeute en uno (Ru-
dominante, mienn·as se amplía el de otra. sia) y casi abandonado en otros. El gobierno se
Los perfiles algo borrosos del cuadro hasta aho- está adentrando cada vez más en lo económico. No
ra bosquejado quedan firmemente dibuja?~s. e~ importa quién esté en el gobierno o para qué; cada
cuanto nuestro examen también abarca la mtctatí- nueva incursión del mismo en la economía implica
va pública (del Estado). La rapidez con que la que un nuevo sector de esta última es parcial o
economía se sustrae al control de los capitalistas totalmente sustraído del reino de las relaciones eco-
-es decir, de la organización en términos de rela- nómicas capitalistas.
ciones económicas- aparece inequívoca tan pronto Un hecho simple y evidente demuestra que ese
como prestamos atención al papel des~mpeñado por es el significado de la injerencia del gobíemo en
el Estado. También en este caso el eJemplo de Es- la economía: todas las empresas capitalistas persi-
tados Unidos posee mayor relieve, porque en e~tc guen un lucro, y si durante un determinado plazo
país el proceso ha progresado mucho menos que no obtienen ninguna utilidad, deben interrumpir
en otro cualquiera. sus operaciones. Los gobiernos, sin embargo, no só-
En la sociedad capitalista, el papel del Estado lo no están obligados a obtener utilidades, sino
en el campo económico ha sido siempre, secu~d~­ que, por el contrario, en el mundo contemporáneo
rio. La acción de gobierno en la economta, prmct- rinden normalmente pérdidas desde el punto de
palmente para mantener la ~tegridad ~el_ mercado vista capitalista. Cuando los gobiernos se limitaban
y de Jas relaciones de prop1edad cap1tahsta, para a la más estrecha esfera política -ejército, polida,
prestar ayuda y seguridad, como en las _guerr~s, tribunales, diplomacia- esto podía no parecer anó-
en la competencia internacional o en los d1sturb_10s malo (aunque en esos días los gobiernos sólo po-
internos, sólo se ha hecho efectiva cuando ha s1do dían actuar continuamente a pérdida a costa de
necesario. Así se ha indicado al describir los l'as- u· a la quiebra, como cualquier empresa capitalis-'
gos generales de la sociedad capitali_sta. Esta _limi- ta); podía pensarse que el gobierno implicaba gas-
tación de la actividad del Estado, mdependientc- tos especiales, imputables a las actividades lucra-
mente de la forma de gobierno, dictatorial o demo-
141
140
tivas, análogos a los ocasionados por el cuerpo pri- da a los desocupados~. o "investigaciones" en estu-
vado de vigilancia de una compañía siderúrgica. dios biológicos, agrfcolas y meteorológicos, o "dis-
Cuando recordamos, sin embargo, que el gobierno tribución de excedentes" a los planes sobre la base
es ahora la empresa de mayor magnitud, tanto en de vales para la obtención de alimentos, o "servicios
la esfera estrictamente económica como en las de- municipales" a la recolección de basuras; todos
más, su demostrada capacidad de continuar actuan- ellos son parte del proceso económico total en el
do a pérdida es intolerable desde el punto de vista mundo cont:mporáneo. Asimismo, la instrucción pue-
del capitalismo y demuestra que el gobierno actuan- de ser considerada como una institución económica..
do en la economía es, implícitamente, una institu- y, salvo una fracción insignificante, es también
ción no capitalista. una actividad gubernamental; el gobierno, ya di-
La injerencia del gobierno en el campo econó- rectamente, o por medio de subvenciones, atiende
mico es de dos clases: de un lado, se adueña total- aproximadamente a la mitad de los servicios médi-
mente, con todos los atributos de la propiedad, de cos en los Estados Unidos. La burocracia inmedia-
un sector tras otro de la economía, sea haciéndose ta del gobierno federal excede del millón de per-
cargo de los ya establecidos, sea abriendo otros ~onas_, más del doble que diez años atrás; pero si
que no existían previamente. Es innecesario dar mclmmos los empleados de los gobiernos de los
ejemplos: los servicios postales, transportes, abaste- distintos Estados, Condados y Municipalidades, el
cimiento de aguas, puentes, construcciones navales, ejército, la armada, los tribunales, las prisiones, los
obras sanitru.ias, comunicaciones, casas baratas, et- beneficiarios de toda clase de socorros y subsidios,
cétera, se han convertido en campo de acción de comprobaremos que en los Estados Unidos la mitad
la empresa gubernamental. Entre los nuevos seCto- cuando menos, de toda la población ya depende to-
res abiertos por el gobierno se encuentran los po- talmente, o en . parte principal, del propio ouobierno
tencialmente vastos que en Estados Unidos reciben para su subs1stencia.
la denominación de "obras de conservación", a fin Un síntoma igualmente destacado de la nueva
de ocultar el hecho de que son parte necesaria de gravitación del gobierno sobre el conjunto de la
la economía contemporánea. economía, son las cifras de las nuevas inversiones
D ebe destacarse cuán amplio es ya, mucho ma- de capital. La capacidad del capitalismo para en-
yor de lo que habitualmente deseamos reconocer, frentar los problemas del proceso económico quedó
el campo de actividad de la empresa gubernamen- demostrada, quizás con mayor precisión que por
tal, incluso en los Estados Unidos. No tiene impor- cualquier otra cosa, por las nuevas inversiones de
tancia que denominemos al WPA y al CCC L, "ayu-
1933, perseguía idénticos fines, aunque limitándose a] re-
1
WPA o "Works Projects Administration", una de las ~utamiento de jóvenes. d~~upados para emplearlos, orga- ,
reparticiones creadas por el Gobierno Federal de los Esta- ruzados ~n forma c?S1 militar, en ocupaciones forestales,
dos Unidos con e] fin de proporcionar trabajo a los desocu- construcc16n de cammos, parques nacionales etcétera (N
pados. La CCC, "Civilian Conservation Corps", creada en del T.) ' · •

142 143
capital, siempre en progresivo aumento, lo que era
reflejo de la ampliación que experimentaba el cam- en el futuro inmediato. Casi todas esas formas del
po económico-capitalista. Durante los siete u ocho control del gobierno imponen restricciones a los de-
últimos años, sin embargo, quedaron paralizadas rechos de propiedad, y sustraen en mayor 0 menor
las nuevas inversiones de capital en la empresa pri- grado los objetos y funciones controlados, del reinado
vada, cuyo total anual ascendió a sólo unos pocos d~ las bols~s Y. mercados y de las relaciones de pro-
millones de dólares, mientras en los Bancos se acu- piedad capttalistas. La dirección real, día a día, de
mulaban sumas ingentes totalmente inactivas. Esto los procesos de producción absorbidos y manejados
no implica la inexistencia de nuevas inversiones. por ~l gobierno, o q>ntrolados por éste sin plena
Estas tuvieron lugar, aunque por intermedio del p~OJ.lledad sobre los mismos, está en manos de in-
gobierno y en empresas de Estado, y su magnitud dJVtduos estrictamente comparables a los que he-
es medida por el aumento de la deuda pública de mos denominado "directores, en el caso de la in-
la nación. Durante esos años el monto de las inver- dustria privada: los funcionarios de las innumera-
siones del gobierno federal fue más de cinco veces bles rep~ciones, comisiones y oficinas, que con
mayor que el de las inversiones privadas, indicio frecuencta no son las figuras públicamente conoci-
claro del rumbo del porvenir económico. das -éstas pueden ser políticos demrativos-, sino
La franca absorción por el Estado de sectores los que realmente realizan la tarea de dirección. En
cada vez más ampuos de la economía, constituye, la empresa gubernamental se reproduce el desarro-
sin embargo, sólo una fase del proceso. Aun m.ás llo expuesto ~n ~1 cap.ftulo anterior. Los Grupos 3
notable y de más amplios alcances es el creciente y 4 (los capttahstas-fmancieros y los accionistas)
control por parte del gobierno de numerosos aspec- desaparecen; el Grupo 2, despojado de propósitos
tos y características de la economía. Todos se van de lucro en sus funciones directivas, se confunde con
familiarizando con ese control, administrado por el Grupo 1 de los directores. La dirección no está en
una interminable lista de comisiones, reparticiones manos de los capitalistas, ni una posición directiva
y oficinas del gobierno, cuyas iniciales agotan el depende de .la posesión de d,erechos de propiedad so-
alfabeto. El control se ejerce, con mayor o menor bre los medtos de produccion afectados. En las con-
amplitud, sobre la agricultura, las emisiones de tí- diciones actuales de los Estados Unidos, es induda-
tulos, las prácticas mercantiles y de propaganda, ble que los directores gubernamentales no tienen
las relaciones entre el capital y el trabajo, tarifas carta blanca, ~er?, no obstante, el proceso que si-
de servicios públicos, exportaciones e importacio- gue a la ampliact6n de la propiedad y del control
nes, salarios, normas bancarias. . . En esta cuestión por el Estado implica un continuo incremento de
-control sin derecho de propiedad-, Estados Unidos la dominación de los directores sobre el conjunto
se halla muy a la zaga de las otras grandes naciones, de la economía.
pero también ha avanzado mucho y hay sobrados Ratifica la exactitud de esta última observación
motivos para esperar una aceleración de ese proceso el aumento experimentado por el número de "'6-
venes brillantes", de jóvenes preparados, ins~-
144
145
dos y ambiciosos, que tratan de hacer carrera en punto, tratan de aprovechar los 1·csultados en su
la administración pública, no como políticos en el propio beneficio. En el próximo capítttlo conside-
antiguo sentido de la palabra, sino como directores raremos, entre otras cosas, por qué esa resistencia
de las diversas reparticiones y oficinas en los múl- y el intento capitalista de utilizar ese proceso en
tiples campos en que ahora actúan. Hace una ge- su beneficio, quedarán, a la larga, desbaratados.
neración, casi todos esos jóvenes se hubieran orien- COiresponde ahora, sintetizar una vez más el signi-
tado hacia la empresa privada, con el fin de hacerse ficado general del proceso. Marx escribió una vez
un nombre en los negocios, industria o finanzas, y que los cimientos de la dominación bmguesa fueron
tal vez de abrirse paso hasta las selectas filas de la echados "en la propia mllbiz de la antigua (feu-
más alta burguesía. Cada vez es mayor, sin embar- dal) sociedad". De esta suerte, cuando llegaron las
go, el número de los que comprenden que la segu- grandes pruebas politicas de la guerra y la revolu-
ridad, el poder o, simplemente, la oportunidad de ción, la lucha ya estaba ganada; los capitalistas y
demostrar su talento, ya no se encuentran en las las relaciones capitalistas habían triunfado en el
viejas rutas, y deben ser buscados en otra parte. período preparatorio. Hemos visto, en cambio, que
Entre los jóvenes que así piensan y obran figuran, la incapacidad del proletariado y de las masas no
lo que es significativo, muchos de los hijos de los propietru.ias en general, para construir en forma
propios capitalistas, quienes posiblemente intuyen análoga la dominación social "en la matriz'' de la
que el dominio ejercido por sus padres podrá ser sociedad capitalista, es una de las razones funda-
continuado por los hijos, pero a condición de que mentales de por qué el socialismo no sucederá al
¡·enuncien al capitalismo. capitalismo.
Sin embargo, contin{ta la desintegración de la
dominación social (es decir, del control sobre los
Hasta ahora he ido presentando sólo una faz de medios de producción) por los capitalistas, en la
este proceso, es decir, aquel en virtud del cual, propia matriz del capitalismo, y crece la dominación
en el marco de la aún existente estructura de la so- ejercida por nuevos grupos y, sobre todo, por el
ciedad capitalista, crecientes porcentajes de la eco- de los directores. En la escena mundial de la socie-
nomía están sustrayéndose total o parcialmente del dad moderna, el porcentaje de la economía con-
control ejercido por los capitalistas y de la suje- trolada por los capitalistas y las relaciones sociales
ción a las relaciones capitalistas, cayendo en la ór- capitalistas, así como el grado en que ese control
bita del control ejercido por nuevos grupos y some- se ejerce, están reduciéndose a un ritmo que des-
tiéndose a nuevas relaciones, en particular de los de la primen guerra mundial se aceleró rápida-
directores y de relaciones adecuadas a su dominio mente. Son los directores, con sus aliados políticos
social. Los capitalistas y las relaciones capitalistas o que en el futuro Jo serán, los que están adueñán-
no se esfuman, sin embargo, frente a ese proceso. dose de ese control a medida que escapa del pufio
Lo 1-esisteo, y cuando esa resistencia cede en algún capitalista. Este desplazamiento no está anunciado

146 147
para mañana. Empezó ayer, continúa hoy y la úni-
ca predicción posible consiste en anunciar que que-
dará completado mafiana.
La revolución social de hoy no es la revolución
del fin de la Edad Media, de la transición del feu-
dalismo al capitalismo. No puede identificarse lo IX
que ahora ocurre con lo que entonces sucedió, pe-
ro las analogías decisivas entre ambos procesos de LA ECONOMíA DE LA SOCIEDAD DE LOS
transición son justas, y el pasado en este caso nos DIRECTORES
puede enseñar, si queremos aprender, lo que está
sucediendo y lo que va a suceder. En el último capitulo se sostuvo que la extensión
de la propiedad del Estado y del control por él
ejercido -extensión que nadie puede negar, ni tam-
poco esperar que no prosiga y se acelere, especial-
mente si se considera la economía mundial- com-
portaba, en su significado histórico, el decrecimien-
to de la propiedad y del control capitalistas. Este
proceso es, a su vez, faceta de otro más gene:t:al
de transición social que está teniendo lugar, aná-
logo al seguido por la transición de la sociedad feu-
dal a la capitalista. Y a través de ese proceso, cuyo
ritmo se acelera marcadamente por acción de la
guerra y de las revoluciones, sostenemos que está
siendo socavada y antes de mucho entrará en colap-
so la posición de los capitalistas como clase social
dominante.
Muchos estarán de acuerdo con esta interpreta-
ción del incremento de la propiedad y del control
del Estado, pero los marxistas, y especialmente los
del sector leninista (representados ahora por los
stalinistas y trotskistas), disentirán con ella; como
también disentirán, aunque por motivos diferentes,
nmchos de los partidarios del New Deal en los Es-
tados Unidos y en otros países, quienes afirman
cuando se critica el favor que dispensan a la exten-

H8 149
síón de la propiedad y del control del Estado, que, rías, en lugar de debilitar al gobierno y dominación
en lugar de destruir al capitalismo, contribuye a social de los capitalistas, así como las relaciones
sostenerlo. Deseo analizar aquí la argumentación sociales capitalistas, los robust~ce habitualmente.
de los lcninistas. En este caso, como en otros muchos, la política
El Estado contemporáneo, dicen los leninistas, práctica es mejor piedra de toque que la teoría. La
es " el comité ejecutivo de la burguesía", el agen- verdad es que la ampliación efectiva de la propie-
te político que mantiene en vigor la dominación dad y del control del Estado contribuye, a la larga,
capitalista sobre la sociedad. En consecuencia, cuan- a debilitar y, por último, a eliminar el capitalismo
do ese Estado se adueña de alguna rama de la eco- y su poder. Los leninistas son enemigos del capi-
nomía, o establece nuevas regulaciones económi- talismo y actúan en consecuencia, aunque no siem-
cas, la dominación capitalista no queda debilitada pre piensan así, al abogar en toda oportunidad
en forma alguna -es el propio Estado de los capi- por ese paso. Una interpretación estricta de su teo-
talistas el erigido en dueño-, sino que, por el con- ría lo prohibiría, pero como esta es parte de una
trario, generalmente queda robustecida. ideología y para las ideologías rigen los cánones
Nada sería más sencillo que esta supuesta de- de la ciencia y la lógica, con ayuda de la "dialécti-
mostración. Su falta de base se pone, sin embargo, ca" -que desde cierto punto de vista no es más
en evidencia cuando comparamos el argumento con que el medio de conciliar contradicciones teóricas
la política fundamental que siempre han mante- con los dictadores de la práctica- la teoría es adap-
nido los leninistas, como todos los marxistas : es, tada a la necesidad real y efectiva.
a saber, la política de aconsejar, en todo momento, En este aspecto, los leninistas son el ex.:'tcto re-
que el gobierno se haga cargo de todos y cada uno verso de los capitalistas, y la actitud de estos últi-
de los sectores de la economía. mos no es menos elocuente. Noventa y nueve veces
Cierto es que los leninistas también dicen que de cada ciento, la inmensa mayoría de los capita-
lo que desean es un "nuevo" gobierno -un nuevo listas se opone, en principio, a cualquier extensión
Estado- que no será el actual sino un "Estado de la propiedad y del control gubernamental sobre
obrero"; y que mientras el nuevo Estado no esté la economía. Hablan, escriben y obran en contra
constituido, ese apoderamiento no consultará real- y convencen a otros (profesores, publicistas, sacer-
mente el interés de las masas y del socialismo. Pa- dotes) para que también hablen, escriban y obren
recería, pues, que deberían esperar el advenimien- en contra. Si a pesar de todo, esa ampliación se
to del gobierno para, entonces, reclamar la propie- realiza, se adaptan o tratan de adaptarse a la mis-
dad y el control del Estado. No es este el caso, sin m~, pero se oponen a que se produzcan. Los capi-
embargo. Abogan para que el gobierno "actual", talistas están en favor del capitalismo y su actitud
el comité ejecutivo de los capitalistas, se adueñe práctica.:. independientemente de las teorías que la
de la propiedad y del control. Es decir, que abo- acampanen, es secuela de su posición e intereses.
gan por lo que, de acuerdo con sus aparentes teo- Están en contra de la extensión de la propiedad y
150 151
del control gubernamental porque como los leninis- puesto que es en función de esas relaciones que e1
tas, intuyen con acierto que si no de inmediato, a capitalismo subsiste y que los capitalistas siguen
la larga, es anticapitalista en sus efectos históricos. siendo la clase dominante. Cuando el Estado actúa
La naturaleza históricamente anticapitalista de la para que los contratos sean respetados, pagadas
ell:tensión de la propiedad y del control guberna- las deudas, o pru·a tennínar las huelgas con ocupa-
mental, es la única base que proporciona una plau- ción de las fábricas, el Estado puede ser conside-
sible explicación de la actitud de los propios capi- rado, abusando un poco de la metáfora, como el
talistas. Los leninistas deben recurrir a los más •·comité ejecutivo·' de los capitalistas. No cabe du-
complejos y psicológicamente más tortuosos cuen- da de que el gobierno de los Estados Unidos ha
tos de hadas para salvar dificultades, y así, por sido correctamente calificado y todavía puede se-
ejemplo, cuando los capitalistas casi "en masa" ob- guir siéndolo, de "Estado capitalista".
jetan alguna incursión del gobierno en la economía También hemos visto que cuando el gobierno se
propuesta por el New Dcal, los leninistas se ven adueña, sea en plena propiedad, sea asumiendo
compelidos a decir que los capitalistas, con sus que- cierto grado de control, de algún sector de la eco-
jas, sólo están tratando de "engañar" al pueblo o nomía, éste, por ese mismo hecho, es sustraído to-
que se están engañando a sí mismos en lo que ata- tal o parcialmente del campo de las relaciones eco-
ñe a "sus mejoxes intereses". Tales explicaciones son nómicas capitalistas. Ese sector de la economía de-
lógicamente posibles pero muy improbables, espe- ja de ser una "institución lucrativa" en el sentido
cialmente si existe otra mucho más simple y que plenamente capitálista, cuyos beneficios de una u
se ajusta directamente a los hechos; los capitalis- otra forma iban a manos de personas fi<>icas, titu-
tas se oponen a esas medidas porque son contra- lares de una u otra forma de "derecho de propie-
rias a sus intereses. Examinemos cuidadosamente dad" sobre la citada institución. Para los productos
lo que sucede. ( mercaderias o servicios) de la "institución públi-
Ya hemos discutido el sentido en que es exacta ca", no rigen las '1eyes del mercado", ni siquiera
la teoría leninista del Estado, el sentido en que, son o necesitan ser "mercaderías" en el sentido ca-
con las debidas precauciones, es permisible hablar pitalista, y su distribución tampoco es determinada
del Estado en la sociedad capitalista moderna como por relaciones capitalistas de propiedad.
del Estado capitalista o del Estado de los capita- Esta es la razón por la cual la mayoría de los
listas. Esto no implica necesariamente (aunque capitalistas se oponen invariablemente a tales in-
pueda implicar mucho más), en general, sino que, jerencias gubernamentales. En esos casos, la situa-
casi siempre y en las oportunidades más decisivas, ción difiere completamente de la que se plantea
el Estado respalda (mediante leyes, tribunales, po- cuando el gobierno actúa en la limitada esfera po-
lida y demás) la trama general de las relaciones lítica que corresponde al ordenado gobierno capi-
sociales y económicas capitalistas: esto es cuanto talista. Cuando ejerce sus poderes de policía, au-
se necesita paral la conservación del capitalismo, menta o reduce las tarifas aduaneras, declara la

152 153
guerra o se mantiene en paz, condena o absuelve puentes. Como se trata de una empresa puramente
a algún capitalista por algún delito económico pri- gubernamental, está fuera de la órbita de la eco-
vado, algunos capitalistas (o quizás la mayoría) lo nomía capitalista y no rinde beneficios económicos
objetarán, otros lo aprobarán, pero ninguno plan- o capitalistas individuales. Pero éstos pueden utili-
teará una cuestión "de principio", y rara vez exis- zarla en su propio beneficio suministrando los ma-
tirá una opinión capitalista unánime sobre la cues- teriales empleados en esas construcciones (ya que
tión. Esas medidas podrán perjudicar a un determi- siguen siendo producidos por empresas capitalis-
nado grupo de capitalistas y ben~ficiar a otros, in- tas), vendiendo víveres y ropas pagados con sala-
cluso podrán perjudicar a todos, pero como no coar- dos del gobierno a los obreros empleados en las
tan Jos derechos básicos de propiedad -control del obras, u obteniendo beneficios como subcontratis-
acceso a los medios de producción y trato prefe- tas si el gobierno no las lleva a cabo por adminis-
rencial en la distribución de sus productos- son in- tración. También es frecuente que e1 sector de la
cidentales, en consecuencia, frente a la cuestión fun- economía de que se hace cargo el gobierno sea el
damental, que es la estructura y el dominio socia- que los capitalistas sólo a pérdida pueden seguir
les. Las incursiones económicas directas del gobier- explotando, en cuyo caso la incursión gubernamen-
no, por el contrario, coartan esos derechos e inclu- tal hace desaparecer la pérdida que aquéllos so-
so los eliminan con referencia al sector económico portan.
en cuestión, por cuyo motivo resultan intolerables Consideraciones de esta índole parecerían justi-
y, en la proporción correspondiente, incompatibles ficar a los leninistas, a la luz de cuyas teorías, no
con el capitalismo. de sus prácticas, ·)as incursiones gubernamentales
Los capitalistas se oponen a esas incursiones eco- en la economía no debilitarían, sino que fortalece-
nómicas desde su iniciación, pero, cuando, por la rían la posición de los capitalistas y del capitalis-
razón que fuere, llegan a realizarse, la cuestión no mo. Esta impresión desaparece, no obstante, tan
queda terminada. Aunque hayan perdido terreno, pronto como se aparte la vista de los frecuentes
los capitalistas tratan de beneficiarse con esa pér- efectos inmediatos y se dirija hacia el conjunto de
dida, y encuentran ayuda en su intento porque el las irnplicacione.s históricas del proceso.
gobierno, en el fondo, sigue siendo capitalista. Por Durante mucho tiempo, los capitalistas estarán
ejemplo: el gobierno, por intermedio de la PWA en condiciones de compensar por separado cada
o la WPA 1 o alguna agencia similar, empieza a una de esas pérdidas, e incluso frecuentemente pa-
construir escuelas, departamentos, carreteras, y recerán obtener ganancias netas, aunque sólo a cos-
ta de agotar sus propios recursos. Cada vez actúan
1
PWA ("Public Works Admini~tration") yWPA ("Works más lejos de la orilla y, entretanto, su propia base
Progress Adrninistration''), reparticiones federales de los se va progresivamente contrayendo. Les pasa lo
Estados Unidos, encargadas de la ejecución del programa
extraordinario de obras públicas, tendientes a remediar la mismo que al jugador de póker, con un gran mon-
desocupación. (N. del T.) tón de fichas, que acepta y dobla el envite del con-

15f 155
trario, mientras éste le sustrae las fichas en la ba- producción sean de propiedad del Estado o caigan
se de su montón. Cuando éste es grande, la parti- en la órbita de su control, la transición quedará
da puede ser muy larga, pero al final, no púede completada en lo fundamental, el "Estado limita-
dudarse de quién saldrá ganancioso. do" de los directores sei:á reemplazado por el "ilimi-
O dicho de otro modo: los capitalistas, como cla- tado'' de los directores; la sociedad capitalista de-
se, basan su poder y privilegio, su dominación so- jará de existir o subsistirá a título de residuo tem-
cial, en su control (propiedad) de la "empresa pri- poral, reemplazada por la sociedad de directores.
vada", que es la única empresa capitalista propia- La base de la estructura económica de esta so-
mente dicha, ya que sólo en ella encontramos las ciedad será la propiedad y control por el Estado
típicas relaciones sociales y económicas capitalis- de los principales medios de producción. En esca-
tas. Mientras el gobierno no se inmiscuye en la la mundial, la transición avanza hacía esa estruc-
economía, o lo hace en escala relativamente peque- tura, y las pruebas a nuestra disposición iñdican
ña, y al mismo tiempo tolera o defiende activamen- que ese avance continnru·á en el futuro con mayor
te esas relaciones, el dominio social de los capita- rapidez que hasta ahora, hasta completar la tran-
listas y la persistencia de la sociedad capitalista sición. Es posible que nos desagrade esa perspec-
están asegurados, y, con !frecuencia, enormemente tiva e incluso que nos ag1·avie profundamente,
ayudados por el gobierno. Aun en lps casos en que pero creer que no constituye el resultado más pro-
éste se adueña de porcentajes considerables aun- bable equivaldría a encarar la historia de acuerdo
que no decisivos de la economía (bien en propie- con nuestros deseos e ignorando las múltiples prue-
dad directa, bien a través de un progresivo aunque bas ante nuestros ojos.
no absoluto control), la referida dominación social
puede persistir y el gobierno puede seguir actuan- ¿Qué clase de economía será esta? ¿Cuáles se-
do primordialmente en su beneficio. Los capitalis- rán las relaciones económicas peculiares a la mis-
tas no se b eneficiarán directamente de la empresa ma? ¿Qué grupo retendrá en ella mayores pode-
gubernamental, pero utilizando como punto de apo- res y privilegios? ¿Cuál será la clase dominante?
yo a la privada, la primera puede ser indirectamen- Sería ridículo pretender una respuesta detallada
te manejada en beneficio de la segunda y, por tan- a todas estas preguntas; en las ciencias históricas
to, de los capitalistas. no puede, o no debería, reclamarse la precisión de
En realidad, esto resulta fácil cuando es reducido las ciencias fisicas. Es posible, no obstante, respon-
el porcentaje relativo de la empresa pública y ele- der en términos suficientemente expresivos, y cuya
vado el correspondiente a la privada. Mas cuando generalidad no afecta a su exactitud. Esa contes-
falle el punto de apoyo de la palanca capitalista tación no tiene por qué ser una simple especula-
y quede alterada la gravitación relativa de la em- ción imaginativa. Contamos con pruebas, y abun-
presa gubernamental y de la privada; cuando fi- dantes, en qué basarla: es, a saber, la experiencia
nalmente, la mayor parte de los instrumentos de de lo que ya ha acontecido en el período de tran-

156 157
sición. El pasado es al fin y al cabo la única fuente los hombres "trabajarían para" el Estado como ins-
de conocimiento sobre el porvenir. titución y no para otras personas individuales; el
Al considerar la organización económica de la Estado, no los individuos, controlaría los produc-
sociedad, sobre la base de un Estado propietario tos de su trabajo. Ningún individuo con dinero
de los principales medios de producción, ciertos podría utilizarlo como capital para iniciar un ne-
escritores la han calificado de "capitalismo" o "so- gocio y obtener un lucro del mismo. ¿Qué sentido
cialismo" de Estado. A toda costa deseo evitar dis- tendría, entonces, el denominar "capitalista" a una
cusiones sobre palabras. Aunque la llamo "econo- 5ituación semejante?
mía directoria}" o "sociedad de los directores", no Al parecer, el término "capitalismo de Estado"
tengo ningún inconveniente en llamarla de otro proviene de tm error, ya analizado. Cuando el Es-
modo, mientras estemos de acuerdo sobre lo que tado sólo es propietario de una parte, y pequeña.
estamos hablando. Sin embargo, como demostraré, de la economía, mientras el resto de la misma si-
los términos "capitalismo de Estado" y "socialismo gue basándose en la empresa privada capitalista,
de Estado" (no deja de ser üónico el empleo de podríamos hablar correctamente de "capitalismo
ambos términos) inducen fácilmente a error. de Estado" con relación a dicha pequeña parte,
Si por ''economía capitalista" entendemos (como pues, como hemos visto, en su conjunto la econo-
yo entiendo) la estructura económica que prevale- mía continúa siendo capitalista, e incluso el sector
ció desde el fin de la economía feudal hasta los estatizado puede ser dirigido en principal beneficio
últimos años, en ningún aspecto importante existe de los sectores capitalist~s. Pero el "capitalismo"
semejanza alguna que justifique llamar "capitalis- en el "capitalismo de Estado", no proviene del sec-
ta" a una economía basada en un "Estado propieta- tor controlado por éste, sino de los controlados por
rio". Estoy convencido de que, sin discusión, todos el capitalismo, y cuando éstos desaparecen o pier-
los capitalistas estarán de acuerdo sobre este punto. den toda importancia, entonces el capitalismo ha
Dejando de lado la ausencia de todas aquellas desaparecido. No implica una paradoja el decir que
características de la economía capitalista discuti- 10 veces el 10 % de capitalismo de Estado no es
das en el Capítulo II, no se puede llamar capitalis- equivalente al 100% sino al O% de capitalismo; lo
ta a una economía de propiedad del Estado, por- que se multiplica es el Estado, no el capitalismo.
que en ella no habría capitalistas. Capitalista es Y aunque matemáticamente resultaría más comple-
aquel que, como individuo, tiene intereses patri- to. sería más exacto decir que así como un 10 %
moniales en los medios de producción; o que, co- de economía "capitalista de Estado" corresponde
mo individuo, emplea obreros, les paga salarios y a un 90% de "economía capitalista", un 100% (o
tiene derecho a los productos de su trabajo. ¿Cómo incluso un 80 % o un 70 %) de "economía de Esta-
y dónde podrian encontrarse esos individuos en una do·· habría eliminado totalmente al capitalismo.
economía estatizada? El Estado como institución, Pero es igualmente engañoso hablar de "socia-
no los individuos, estaría investido de lá pr{)piedad; lismo de Estado". De acuerdo con el uso tradicio-
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nal e histórico, "socialismo" significa, en lo que a No abrigo la intención de discutir las razones en
la estructura económica concierne, una sociedad virtud de las cuales es improbable que tal situa-
económicamente sin clases, la cual, como hemos ción se plantee en un futuro discernible. Presupon-
visto, es una sociedad en la que ningún grupo de dría, por de pronto, la existencia de una super-
hombres, en virtud de 1·elaciones sociales o econó-. abundancia de bienes materiales y culturales en to-
micas especiales, posee derechos especiales de pro- do el mundo, en escala que nadie puede razonable-
piedad sobre los medios de producción; es decir, mente esperar que llegue a alcanzarse en un futuro
ningún grado especial de control sobre los mismos inmediato (especialmente si recordamos que pro-
o ninguna preferencia especial en la distribución porcionalmente al incremento de la producción, au-
de sus productos. Una economía propiedad del Es- menta también la población y surgen mayores de-
tado podría, económicamente, carecer de clases, y seos y necesidades; unos y otros indefinidamente
no existe ninguna imposibilidad lógica para que expandibles); una generalizada actitud moral de
así fuese, pero no existe el menor motivo para su- cooperación y abnegación· en grado desconocido
poner que la forma particular de economía estati- basta ahora en ningún grupo social; y un nivel ge-
zada que actualmente se encuentra en gestación será neral de inteligencia, conocimiento científico e ins-
económicamente sin clases. trucción que sólo en sueños puede concebirse que
Para que una economía basada en la propiedad llegue a existir.
del Estado careciese de clases sociales, debería Pero no es necesario ponerse de acuerdo sobre
existir una situación que fuese \más o menos así: esas razones. Contamos con experiencias de pro-
la propiedad de los medios de producción sería asu- piedad pública, en distinta escala, las cuales, junto
mida por el Estado, pero el control sobre éste (y, con las conclusiones deducidas de la orientación
por tanto, indirectamente, sobre lo que él contro- económica general ya analizada, nos pueden ser-
la) tendría que atribuirse a todos por igual. Nin- vir de guía e indicar cuánto podemos razonable-
g{m grupo o clase social poseería ventajas especia- mente esperar. Demuestran que, sí bien una eco-
les con respecto a los demás en su control sobre nomía propiedad del Estado podría carecer de cla-
el Estado, y esa situación, debe señalarse, tendría ses, Ja forma que aquella ha revestido y con que
que producirse en escala mundial; los indígenas de tiende a difundirse no excluye las clases sociales
China, India, África y el Amazonas deberían en- ni tampoco las excluirá. No existirá una clase capi-
contrarse, con respecto al control de las institucio- talista dominante -no podría haberla-, pero sí una
nes del Estado, en una situación tan favorable co- clase dominante. Los privilegios no serán los bur-
mo los habitantes de los centros metropolitanos in- gueses, pero existirán dos clases, los que disfruten
dustrializados. Cualquier desviación importante de de privilegios y los que-carezcan de ellos.
esta igualdad mundial entre los distintos grupos Puede resultar, no obstante, que la nueva eco-
instituiría al o a los más favorecidos en una clase nomía reciba la denominación de "socialista"'. En
privilegiada o dominante. aquellas naciones -Rusia y Alemania- que más
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han avanzado hacia la nueva e(.'Onomía, habitual- Esta clase gobernante, o al menos el sector deci-
mente se emplea el término ''socialismo" o "nacio- sivo de la misma, estará integrada, como lo confirma
na1-socialismo", pero esta terminología obedece, na- c1aramente lo sucedido en los últimos decenios,
turalmente, no a un prurito de claridad científica, por aquellos a quienes hemos denominado "di~
sino a todo lo contrario. La palabra "socialismo" rectores".
es empleada con fines ideológicos, e~peculando con La economía de los directores será, por tanto,
la emoción que en la masa despierta el histórico una economía de explotación. Nos detendremos
ideal socialista de una sociedad libre, sin clase. e un instante ante esta palabra: "explotación". Se
internacional, y ocultando el hecho de que la eco- emplea con frecuencia en un sentido más bien mo-
nomía directoria! es, en realidad, la base de un ral y psicológico que histórico y económico. Se dice,
nuevo tipo de sociedad explotadora y con distintas por ejemplo, que un "mal" patrono que paga a
clases sociales. Si los nuevos gobernantes continúan sus obreros salarios de hambre los explota, y que
con su fraseología actual, un libro como este no no lo hace un "buen" patrono, que paga los sala-
alterará la terminología, pero por motivos cientí- rios establecidos por el sindicato. Pero en este li-
ficos sigue siendo necesario distinguir claramente bro se emplea ese término sin referencia moral o
la nueva economía (sea cual fuere su nombre) de psicológica alguna. Por "economía de explotación•
la proyectada por la tradicional ideología socialista, se entiende, simplemente, aquella ea que un gru-
y elemento integrante de la misma. po percibe una parte de los productos relativamen-
En la estructura de la economía estatizada no se te mayor que la percibida por otro, y por "explo-
advie1te el rastro do la magia que en forma mis- tación" aquel proceso, sea el que fuere, que da por
teriosa y necesaria pudiera eliminar el gobierno y resultado esa distribución, independientemente de
dominación de clase. Por el contrario (lo que no cualquier juicio moral sobre los individuos a quie-
es una conjetura, sino un hecho confirmado por la nes concierne o de los motivos psicológicos que los
experiencia histórica), una economía "propiedad impulsan. De acuerdo con esta definición, todas
del Estado" puedo (aunque no obligatoriamente) las economías de clase implican una explotación:
servir de base para el dominio y explotación de así acaeció en la feudal y en la capitalista, y así
una clase gobernante, más extremados y absolutos acontecerá en la economía de los directores.
que cuanto se ha conocido hasta ahora. Quienes El proceso específico a través del cual tendrá
controlan al Estado, aquellos cuyos intereses son lugar esa explotación no será el mismo, naturalmen-
primordialmente servidos por él, constituyen la cla- te, que en la sociedad capitalista (o feudal). Nin-
se gobernante en la estructura de esa economía. Por gún individuo podrá ganar dinero (lucro) median-
intermedio de aquél controlarán el acceso a los te el empleo del mismo como capital privado en
medios de producción y la distribución de sus pro- la actividad económica. El "capital", en la medida
ductos en forma de beneficiarse con la parte pri- en que sea adecuado el empleo del término, total
vilegiada. o casi totahnente será suministrado por el Estado.

162 163
El control sobro los medios de producción será depreciación, destinándose el remanente a satisfa-
ejercido por los dú·cctorcs, a través de su control cer intereses, dividendos, comisíon~ y sueldos di-
de facto sobre las instituciones del Estado - por rectivos.
intermedio de quienes ocupen las posiciones direc- En una economía totalmente estatizada, esa dis-
tivas-, en el Estado "ilimitado", el cual será, por tribución preferencial no podría realizarse de la mis-
consiguiente, en la sociedad de directores, un ins- ma manera que en el capitalismo, pero no resultaría
b:umento político-económico. Se les otorgará un deHcil implantar nuevos métodos de explotación.
trato preferencial en la distribución, expresado en Freda Utley, en su notable obra sobre Rusia The
términos de su status, de su posición en la estruc- Dream We Lost (El sueño que perdimos), mues-
tura político-económica, y no en términos del tipo tra algunos de los expedie!l-tes a que actualmente
capitalista de propiedad (ni tampoco del feudal) . se recurre en aquella nación. Consiste uno de ellos,
Las experiencias de Rusia y Alemania ya demues- e~ realidad, en un gigantesco impuesto sobre los
tran que no se requiere que ese trato preferencial alimentos: el Estado compra a los campesinos, a
en la distribución adopte una forma exclusivamen- precios fijos, los productos alimenticios que deben
te monetaria; la renta monetaria nominal de los ser elaborados y vendidos al resto de la población
directores puede ser pequeña, con privilegios es- ( ~n algunos _casos, una vez elaborados, a los pro-
peciales en forma de automóviles, residencias, ali- piOs ca mpesmos). El Estado, único distribuidor
mentos, ropas, lujos y así sucesivamente, otorgados importante, vende los alimentos al cons'l:llllidor
directamente por "servicios al Estado". Lo que también a precios fijos. La diferencia entre ambo~
cuenta es el hecho de la preferencia en la distri- [>recios puede ser todo lo amplia que la población
bución, no la forma que reviste ni el medio de soporte. El segundo expediente de importancia re-
hacerla efectiva. sulta posible, ~or d(ltentar el Estado el monopolio
En la economía capitalista, la preferencia en la en la producctón de los artículos y servicios no
distribución de la renta en favor de los capitalistas agrícolas, los que también pueden ser vendidos a
es consecuencia del hecho de que los propietarios precios fijos mucho más elevados que los costos de
de los medios de producción retienen la propiedad producción.
sobre sus productos, y como éstos pueden vender- Gracias a esas diferencias de precios, e] Estado
se en el mercado a un precio más elevado que el se procura y dispone de fondos enormes, parte de
costo del trabajo necesario para elaborarlos, queda los cuales deben dedicarse, como en ]as empresas
un margen, y un margen amplio, para ser distri- privadas, a cubrir ciertas ineludibles cargas socia-
buido sobre la base de exigencias distintas y ajenas les como depreciación, amp1iaci6n de planteles, ser-
al pago de salarios. Ese margen debe cubrir gran vicios sociales, etcétera; pero el resto de dichos fon-
variedad de cargas, como la adquisición de mate- dos puede ser ajustado en forma de incrementar
rias primas y fucr.la motriz o el pago de impuestos, relativamente, la renta de quienes realmente ejer~
tan ineludibles como los gastos de conservación y cen el control sobre el Estado, de la nueva clase

164 165
gobernante. Esto es, precisamente, lo que se hizo miembros, pues tenía en sus manos las riendas dtt_ -
en Rusia, y los citados expedientes son tan senci- la riqueza, del poderío y de la instrucción.
llos y son tan fáciles su manejo y contralor que Guarda también cierta analogía, aunque más li-
debemos esperar que su empleo se generalice en mitada, con el Colegio de Cardenales de la Iglesia
la economía directoria!. No cabe duda, sin embar- católica. Los Cardenales, en virtud del lugar que
go, de que puede recurrirse a otros expedientes no ocupan en la jerarquía eclesiá'stica, poseen, como
menos eficaces. En realidad, como lo demuestra el corporación, el derecho de elegir al nuevo Papa.
ejemplo de Alemania (y también el del New Deal), cargo investido de soberanía sobre toda la Iglesia,
los métodos impositivos más ortodoxos son suscep- pero carecen de ese derecho a título individual o
tibles de ser empleados en forma sumamente fle- cuando actúan en esa capacidad; el derecbo per-
xible con el fin de encauzar la renta hacia nuevos tenece al gntpo corporativo y no a los individuos
~anales, en violación de las leyes capitalistas de <Ya- que lo integran. Dentro de ciertos límites, los Car-
pandas y salarios, aun cuando las relaciones capita- denales, con la ayuda de sus derechos y de los po-
listas permanezcan intactas en lo nominal y lo deres que de ellos emanan, pueden controlar los
aparente. nuevos miembros del cuerpo corporativo que inte-
El sistema de economía directoria! podría ser gran; y así puede existir, y existe, una considerable
llamado un tipo de "explotación", en oposición a continuidad humana en la composición del colegio.
la "explotación privada" del capitalismo, ya que Similannente, los directores, como cuerpo, explo-
es en virtud de su situación funcional que el gmpo tarán al resto de la sociedad; sus derechos no lo
dirigente explota el resto de la sociedad. Existen, serán a título individual, sino a través de la posi-
como he mencionado, analogías parciales en otras ción de responsabilidad diJ.igente que ocupen. Por
culturas, por ejemplo en aquella en que la clase intermedio de la posesión de privilegios, poderes y
sacerdotal era la gobernante: el dominio social es- medios educativos, ellos también podrán controlar,
taba en manos del cuerpo de sacerdotes actuando dentro de ciertos límites, el personal de los futuTos di-
como grupo; no se concebía que el derecho de go- rectores; y esta clase de gobernante podrá así alcan-
bernar fuera inherente a ningún individuo como tal. zar cierta continuidad, generación tras generación.
(Hasta cierto punto, la analogía podría hacerse
extensiva a la Iglesia medioeval) Para integrar el Una estructura económica basada en la propiedad
gmpo sacerdotal gobernante se requerían condicio- por el Estado de los principales medios de produc-
nes de distinta especie: a veces el parentesco, pero ción, sirve de andamiaje a la dominación social de
con más frecuencia capacidades de diverso orden, los directores. Debe también observarse que esa
como Ja supuesta sobrenatural revelada por visiones, t-.structura económica es, aparentemente, la única
trances u otras anormalidades. Naturalmente, el que permitirá b consolidación de la dominación
grupo sacerdotal existente podía controlar en pro- social de los directores. Como hemos visto, en la
porción considerable el reclutamiento de nuevos sociedad capitalista, la ascendencia de aquéllos ha

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ido ampliáuciose; por una parte, en la empresa pri- ses; otros, por creer que permitirá alcanzar un bien-
vada; por otra, como consecuencia del desarrollo estar material universal; no faltan los inspirados en
de la empresa pública, aunque sus poderes sub·an razones morales aun más abstractas. La actitud y
interferencias y se vean limitados por el de los ca- los actos de esas personas y esos grupos constitu-
pitalistas y por ]as relaciones económicas capitalis- yen una de los fuerzas sociales importantes que im-
tas. El director nunca está seguro. Siempre puede pulsan la tendencia favorable al desarrollo de la
ser despedido por quien, individualmente o en gru- propiedad del Estado. Sin embargo, el resultado
po, posea derechos capitalistas de propiedad. Sus de la misma depende de l9s motivos que impulsan
planes de producción deben inclinarse ante las ne- a quienes le dispensan su apoyo. De acuerdo con
cesidades de un mercado dominado por el espíritu las circunstancias históricas conocidas, no dará por
capitalista de lucro; se le impide organizar en for- resultado la eliminación de las clases sociales, ni
ma eficiente la coordinación técnica de distintas la libertad, ni tampoco el bienestar general, sino
ramas de industria. Advierte, además, que la re- una forma nueva de clase social explotadora: la so-
compensa principal va a manos de ]os propietarios ciedad de los directores.
y no a las suyas y de sus colegas. Hemos visto cómo Por otra parte, muchos, quizá la mayoría de los
los directores no pueden_ resolver sus problemas actuales directores, no desean ni apoyan conscien-
convirtiéndose en capitalistas, ni tampoco ofrecen temente la propiedad por el Estado, y sin embargo,
solución a los mismos los demás tipos del derecho los directores -si no los individuos que. hoy lo son,
privado de propiedad. En la moderna economía es los que mañana lo serán- serán los primeros bene-
indudablemente imposible resucitar las formas feu- ficiados por ella. He aquí una ironía frecuente en
dales, que sólo podrían ajustarse a una economía la historia.
primordialmente agrícola; la esclavitud no sería En el siglo XVI eran muchas las personas que cons-
menos imposible. La fusión de la economía con el cientemente deseaban eliminar a los señores y las
Estado, la ampliación de las funciones del Estado exacciones feudales, constituir Estados nacionales
hasta abarcar también lo económico, es el único poderosos, etcétera ... Lo deseaban por diversos
medio disponible, admítanlo o no los directores in- motivos: por amor a la libertad, por el deseo de
dividualmente, para que Ja estructura económica mayores comodidades materiales, a veces por mo-
pueda seguir funcionando, luego de desplomarse el tivos religiosos. Ese deseo no era compartido por
capitalismo, y para que los directores queden en muchos de los capitalistas de la época; su mayor
posición de clase dominante. ambición frecuentemente consistía en convertirse
Son millones las personas y numerosos los gru- en señores feudales. Otras temían que los podero-
pos que conscientemente aconsejan hoy la propie- sos Estados nacionales intervinieran demasiado en
dad por el Estado de los medios de producción. las ciudades independientes, donde anteriormente
Proceden así por muchos motivos: unos, por creer habían sentado sus bases económicas. La mayoría
que comportará la libertad y una sociedad sin cla- de los grandes financieros y comerciantes del sur
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de Alemania eran en el siglo XVI buenos católicos se en fonna satisfactoria y lucrativa sobre bases
y apoyaban al Emperador católico, e indirectamen- capitalistas; el Estado instaura el control s~bre la
te a Roma, en las guerras de religión. A pesar de exportación e importación o crea monopohos. La
ello, cuando se obtuvo la victoria, los resultados empresa privada ya no puede encarar las grandes
de la misma beneficiaron principalmente a los ca- obras públicas necesarias para el desenvolvimiento
pitalistas - si no a los que habían participado indi- de la sociedad moderna; el Estado interviene. No
vidualmente en la lucha, a otros capitalistas. Del hay nada arbitrario en la progresiva injerencia del
mismo modo, los resultados del establecimiento de Estado en la economía. No es el resultado de un
la propiedad del Estado sobre los instrumentos de complot o de una conspiración. Parece ofrecer, en
producción, cualesquiera sean los motivos que con efecto, el único medio de enfrentar los problemas
ello se persigan, beneficiarán principalmente a los que actualmente surgen y, en consecuencia, por mu-
directores y consolidarán una estructura social en chos que sean los que la rechazan y .s~ oponen. a
la que constituirán la clase dominante. ella, siempre habrá algunos, los suficientes, diS-
Son numerosos quienes desean implantar la pro- puestos a llevarla a la práctica. .
piedad y el control del Estado sobre los medios Aunque sea imposible anticipar un bosqueJO
de producción; pero esa tendencia en forma algu- detallado de ]a economía de los directores, se per-
na depende exclusivamente del hecho de que sean ciben ya con claridad algunas de sus características
muchos quienes abrigan ese deseo y trabajan por y posibilidades. Hemos visto que su estruct~r~ se
conseguirlo. También hay quien desearía resucitar basa en la propiedad y el control de los pnnClpa-
el feudalismo, implantar el socialismo, y asimismo les medios de producción por el Estado, el que, a
la esclavitud, pero las condiciones actuales impiden su vez, además de ser controlado por los du·ectores,
que sus deseos tengan la más remota posibilidad actúa principalmente en interés de estos últimos.
de verse cumplidos. En cambio, las circunstancias, Esto a su vez, implica la desaparición de los dere-
problemas y dificultades del momento actual se chos de propiedad privada de que son titulares de-
combinan para abonar el terreno en que la propie- terminados individuos.
dad y el control del Estado se desarrollan rápida- De esta estructura emana el que ya no sea ne-
mente. La empresa privada se demuestra incapaz de cesario, para cada rama de la industria o para el
mantener el proceso productivo en marcha, y en- conjunto de la misma, trabajar a beneficio, en el sen-
tonces interviene el Estado. La guerra total de hoy tido capitalista, lo que indudablemente parecerá
día exige la coordinación de la economía; sólo pue- sorprendente o "contradictorio" para quienes pien-
de conseguirse gracias al control del Estado. La sen en materia económica bajo la exclusiva gravi-
inversión privada se agosta; es reemplazada por la tación de ]as ideas capitalistas. Ello resulta obvio,
inversión del Estado. La empresa privada no se no obstante, cuando se reflexiona un momento o
preocupa de los desocupados; el Estado les da tra- se considera la historia contemporánea de Rusia y
bajo. El comercio exterior no puede desenvolver- Alemania. Nada hay en la naturaleza de las fábri-
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cas, minas, ferrocarriles, aviones o transmisiones Jos saldos. Esa objeción sólo se apoya, sin embargo,
radiotelefónicas, en cuya virtud la posibilidad de en un punto de vista capitalista: el sistema de true-
su explotación dependa de la posibilidad de obte- que es "más mdimentario", menos flexible, pero
ner w1 lucro monetario. Esa dependencia emana, solamente si pensamos en términos de relaciones
meramente, de las específicas relaciones económi- económicas capitalistas. En realidad, en cuanto de-
cas del capitalismo. Cuando esas relaciones desa- muestran, desde luego correctamente, que la única
parecen, desaparece también la necesidad del lu- manera de competir contra el trueque controlado
cro. Con la ayuda de la dirección centralizada del consiste en adoptar el mismo método, esos econo-
Estado, una moneda dirigida, el monopolio del Es- mistas se refutan a si mismos. Si en verdad se tra-
tado sobre el comercio exterior, el trabajo obliga- tase de un método inferior, no suscitaría problema
torio y los precios y salarios controlados con inde- alguno la competencia del mismo. Estados Unidos,
pendencia de la competencia peculiar al mercado por ejemplo, estaría encantado de que las demás
libre, ciertos sectores de la economía o la totalidad naciones lo empleasen, pues dada su inferioridad,
de la misma pueden ser dirigidos hacia objetivos aquel país, empleando los antiguos métodos, ten-
ajenos al lucro y distintos de él. La economía de dda asegurado un fácil triunfo en el campo del co-
los directores ya no es el "sistema basado en el es- mercio internacional. Todo el mundo sabe, sin em-
píritu de lucro". bargo, que es cierto lo contrario.
En la economía de los directores, el papel del Asimismo en las transacciones internas, declinará
dinero será muy restringido en comparación con la importancia del dinero. Si los bienes y servicios
su penetrante influencia en la capitalista. En pri- son suministrados por el Estado sín que el consu-
mer lugar, ya no funcionará como capital individual, midor pague cada unidad directamente en dinero,
que es su empleo distintivo y decisivo en esta últi- éste desempeñará, necesariamente, un papel más
ma. Incluso en las transacciones del intercambio, modesto que si aparece directamente en cada tran-
el empleo del dinero, en la forma conocida, que- sacción. Muchos de esos bienes y servicios son co-
dará ~·estríngido. Hasta qué extremo alcanzarán nocidos desde hace tiempo: caminos, puentes, ser-
en el futuro esas limitaciones resulta todavía impre- vicios públicos sanitarios, parques, fomento cientí-
visible, pero ya estamos familiarizados con algunas. fico, agua potable y otros. Rusia y Alemania con-
Rusia y Alemania han demostrado el éxito con firman (lo que de todos modos podía predecirse)
que puede desenvolverse el comercio exterior de que el campo de esos servicios públicos será consi-
acuerdo con un nuevo sistema: el de "trueque". derablemente ampliado en la economía de los di-
Muchos economistas arguyen que este método es rectores. Un número creciente de bienes de consu-
más rudimentario y menos eficiente que los capita- mo y de servicios será suministrado sin la interven-
listas tradicionales, dominados por el aspecto mo- ción directa de pagos en dinero, o, en otras pala-
netario del intercambio, el tráfico relativamente li- bras, que un creciente porcentaje de la renta real
bre de divisas y el empleo del oro para compensar no revestirá forma monetaria. Teóricamente pare-
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cería que no existe límite para ese reemplazo d~1 intcnnedio de su Estado. Pero la libertad proletaria
dinero. En el hecho, sin embargo, la practicabilidad bajo el capitalismo también implica, en limitada
del dinero, especialmente para mantener diferen- proporción, la libertad de los obreros para vender
ciales en la ¡·enta, parece garantizar su superviven- o no su trabajo (aunque la alternativa de no hacer-
cia. No obstante (como nuevamente confirma la lo, que es el hambre, no sea muy real), de ven-
experiencia), el dinero cada vez se irá divorcian- derlo a un patrono y no a otros, y de tratar de ob-
do más, y quizá en forma absoluta, de su base tener el mejor p~cio. Estas últimas probabilidades
metálica. El oro acumulado en Fort Knox puede no existirán en esa forma, ni siquiera en otra pa-
muy bien convertirse en un monumento que se le- recida, en la economía de los directores. Como
gue a la posteridad como las pirámides de Egipto. sólo habrá un patrono (el Estado), no habrá rega-
Estos acontecimientos relacionados con el dinero teos entre los patronos competidores y la asigna-
implican, desde otro punto de vista, que en la eco- ción y cambio de empleo, así como la escala de
nomía de los directores los artículos y servicios no salarios no quedará librada a los azares del mer-
funcionan como mercancías con tanta amplitud o cado.
tan plenamente como en el mercado capitalista. No hay motivos para creer que la sociedad de
Tanto el trueque como la distribución de artículos los directores sufrirá las crisis económicas del tipo
y servicios sin intervención monetaria, significan capitalista, puesto que desaparecerán los factores
que los objetos afectados no son considerados sim- que ese tipo de crisis contiene, todos ellos relacio-
plemente como mercaderias -es decir, como la en- nados a la condición lucrativa de esa economía.
camación abstracta de tantas o cuantas unidades Sin embargo, es muy probable que la de los direc-
de valor de cambio-, sino como entidades especí- tores sufrirá un peculiar tipo de crisis; al parecer,
ficas y cualitativas adecuadas para satisfacer ciertas serán de carácter técnico y político, consecuencia
necesidades y no otras, independientes total o par- de las fallas de la administración burocratizada
cialmente del valor de cambio. cuando se enfrenten, por ejemplo, los complicados
Así como la burguesia (capitalistas) será elimi- problemas planteados por el cambio repentino de
nada en la economía de los directores, también ex- la guerra a la paz o viceversa, por profundas trans-
perimentará grandes alteraciones la posición que fonnaciones técnicas e incluso por movimientos en
los "obreros libres" (proletarios) ocupaban en el masa de protesta o rebelión, los cuales, estando fu-
capitalismo. La '1ibertad" de los proletarios pertene- sionados al Estado y la economía, serán automá-
ce, naturalmente, a una curiosa especie. Implica, tica y simultáneamente de carácter y efectos eco-
en primer lugar, estar liberados del derecho de pro- nómicos y políticos.
piedad sobre los medios de producción, y esa liber- En la economía de los directores, la regulación
tad no experimentará cambio alguno: el control de la producción no quedará librada a la acción
efectivo sobre los medios de producción no estará "automática" del mercado, sino que correrá a cargo,
en manos ele los obreros, sino de los directores, por en fonna deliberada y consciente, de grupos de

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hombres, de las adecuadas instituciones del ilimi- que nos interesa es el hecho, suficientemente de-
tado estado dircctorial. Como hemos visto, la eco- mostrado, de que los métodos y las relaciones eco-
nomia necesariamente descentralizada de la em- n?mica~ directoriales pueden eliminar la desocupa-
presa privada hace imposible esa deliberada regu- CIÓn,. m1entras que los métodos capitalistas ya no lo
lación del conjunto de la producción. En la estruc- cons1guen. La verdad es que Rusia, .Alemania e
tura económica centralizada de la sociedad de los Italia ~o ~on las .únicas que han empleado métodos
directores, la ordenación y planeamiento es algo no-capitalistas, smo directoriales, para combatir la
normal y corriente. desocupación. El CCC 1 de Estados Unidos ha sido
Si comparamos los rasgos característicos de la cortado por el mismo patrón. Las obras reali:zadas
economía de los directores con nuestro análisis, en c?n el fi~. de ayudar a los desocupados son una va-
el Capítulo 11, de los principales de la capitalista, nante dlSlmulada, y si Estados Unidos no hubiese
en seguida advertiremos que ninguno de estos últi- recu.rrido a dichos medios, la desocupación en masa
mos aparece, o sólo con profundas modificaciones, hub1era empeorado en proporción inconmensurable
en la economía de los directores. Este hecho refuer- y hubiera hecho tambalear la estructura económica.
za el rechazo del término "capitalismo del Estado". En la economía de los directores, la curva de la
La economía de los di.xectores no reemplazaría a producción a largo plazo nuevamente podrá reanu-
la capitalista de no poder resolver, al menos en dar su avance, luego de su declive en el capitalismo
cierta proporción, las dificultades-clave (destaca- agonizante. En realidad, durante el último decenio,
das en el Capítulo III), que el capitalismo enfren- y exceptuando las pequefias nociones sometidas a
ta y que hacen imposible la permanencia del mismo. influencias especiales y sin significación económica
Sabemos, adelantándonos al futuro, que la econo- mun~ial, el grado en que las naciones consiguie-
mía de los directores puede eliminar la desocupa- ron mcrementar, en general, su producción, guarda
ción en masa, o reducirla a un mínimo despreciable. estrecha relación con el de su transformación si-
Rusia y Alemania lo consiguieron empleando mé- guiendo líneas directoriales. Rusia· y Alemania en-
todos directoriales, mientras Inglaterra, Francia y cab.ezan la lista de las grandes naciones; Estados
Estados Unidos eran incapaces de lograrlo con mé- Umdos y Francia la cierran. Tampoco interesa de-
todos capitalistas. La cuestión planteada no consis- terminar qué clase de artículos se produjeron, sino
te en dilucidar si "aprobamos" o no la forma en que el v~lumen de la p~oducción en relación con la po-
fue o será eliminada la desocupación en masa. Po- blación y la capac1dad potencial. Podemos opinar
demos opinar que ésta es preferible, por ejemplo, que algunos de los artículos (aviones de bombar-
a los batallones de trabajo obligatorio, pero, no deo .Y tanques, por ejemplo) no valía la pena de
obstante, la desocupación en masa es la más into- fabncarlos, por ser positivamente dañinos; pode-
lerable de todas las dificultades que una economia
puede enfrentar. Basta por si misma, para garanti- 1
El Cuerpo Civil de Conservaci6n, organizado en 1988
zar el colapso de cualquier sistema económico. Lo (N. del T.)

176 177
mos también creer que no es un "progreso" el po- se hará obligatoria su utilización para sus propios
derlos producir en mayor cantidad. fines y en las condiciones que establezca el Estado.
No obstante, la capacidad de un sistema econó- La economía de los dixectores podrá explotar y
mico para producir relativamente más artículos que desarrollar 1os pueblos y regiones atrasados en una
otro es un índice decisivo de su relativo valor de forma que, como hemos visto, ya no resulta posible
·supervivencia. Tampoco debernos ser tan ingenuos para la economía capitalista. Aunque el capitalismo
como para suponer que las relaciones estructurales necesita explotar a esos pueblos para su propia con-
e institucionales que permiten producir un volumen servación, ya no es capaz de hacerlo en forma pro-
·mayor de armamentos no permitirán, tal,llbién, obte- vechosa. Los métodos dü·ectoriales, tanto económi-
nerlo de pJoductos de otros tipos. Si fuera cierto, cos como políticos, ¡·eabrirán Asia, Aflica y la Amé-
como dicen muchos, que la economia nazi es sólo rica Latina a una nueva era de explotación.
una "economía armamentista", nadie en Estados Finalmente, como se ha mencionado, la econo-
Unidos estaría tan preocupado, como lo están todos mía de los directores, en virtud del control centra-
los economistas serios, por la competencia econ& lizado sobre el conjunto de la misma, puede pla-
mica nazi después de la guerra. near para y con ella, considerada como un todo,
Similarmente, la economía de los directores está en una fonna que resulta imposible paxa la capita-
en mejor posición que la capitalista para utilizar lista, con su sistema de control divisible y descoor-
nuevos inventos y procesos técnicos. No se ve res- dinado. Surgen comisiones planificadoras que ela-
bingida por análogas exigencias lucrativas que, a boran planes quinquenales, bienales, de los cuatro
menudo, pm la repentina introducción de nuevos o de los diez aúos para el conjunto de la economía.
inventos, comportan la dislocación del mercado ca- Así como el concepto mismo de tales planes está
pitalista. Esta ha sido una de las causas, Y. no d~ en diametral oposición con las ideologías indivi-
las menos importantes, de que la Alemarua naz1 dualistas del capitalismo, también el propio hecho
pudiera vencer, en parte con la ayuda de nuevos de su existencia es inconciliable con él.
ersatz, su aparentemente irremediable inferioridad
en recursos con respecto a Francia e Inglaterra y Estas últimas páginas parecerían sugerir que la
de que pudiera producir más y mejores máquinas economía de los directores está a punto de llevarnos
bélicas. a una era de abundancia, dulce y luminosa, en la
La economía capitalista, como hemos visto, ya cual ningún hombre con sus cinco sentidos podrá
no puede utilizar para fines productivos en la em- ha~r menos que acoger con .alborozo las perspec-
presa privada sus propios capitales disponibles. Es- tivas del futuro. Con "todos los problemas resuel-
tos fondos inactivos no constituirán un problema tos" las bienandanzas estarán a la vuelta de la es-
en la economía de los directores. O bien serán con- quina. Es conveniente pintar en este cuadro -que
fiscados por el Estado de una vez o bien lo serán basta ahora sólo es económico- algunas de las
gradualmente durante un periodo intermedio o bien sombras.

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Insistiremos en repetir que este libro se despreo- indicar que las masas, en general (no necesaria-
cupa de lo "bueno" y de lo "malo"', de lo qu& "de- mente algún sector particular de las masas, y ese
bería ser", o de lo que "deberíamos hacer". Se in- resultado no se garantiza) disfrutarán de un nivel
tenta exponer una teoría, una hipótesis, aparente- ~e vida material algo más elevado. Que esto cons-
mente más probable que cualquier otra de acuerdo tituya una compensación suficiente de las demás
con las pruebas disponibles, sobre lo que en la so- faltas de la sociedad de los directores es claro está,
ciedad acontece y hacia donde se dirige. No se una cuestión completamente distinta. '
trata, ni mucho menos, de dilucidar si lo que esa La sociedad de los directores, como ya se ha di-
teoría indica es "bueno" o "malo", o si la trans;ición cho, estará capacitada para resolver algunas de las
del capitalismo a la sociedad de los directores cons- principales dificultades que ahora enfrenta el capi-
tituye o no un "progreso", cualquiera que sea el talis~o y que éste no puede salvar. Esto no impli-
significado de "progreso". ca, sm embargo, que la sociedad de los directores
Además, ni siquiera es posible contestar la pre- no tropezará con sus propias dificultades incluso
gunta, al parecer más modesta, de si la sociedad de económicas, las que posiblemente serán te~idas por
los directores resultará "más beneficiosa para los más apremiantes que las del capitalismo.
hombres" que la capitalista. ¿Más beneficiosa en Ya se ha sugerido que si bien la economía de los
qué, y para qué hombres? Al término del capita- directores no estará sujeta a las crisis periódicas de
lismo cada hombre y cada grupo de hombres nece- corte capitalista, sufrirá sus propias crisis, cuyos
sariamente perderá tanto las bondades como loi ma- totales efectos pueden ser devastadores.
les distintivos que aquél trajo. Una diferente orga- Otro ~upo .de los .Pr?blemas futuros emerge de
nización de la sociedad traerá consigo sus propias las constderaciOnes s1gu1entes: En la economía de
y características bondades y males; y no e¡ fácil los directores será posible planear en proporción
saber cómo valuarán los hombres lo que hayan per- considerable el proceso general de la producción
dido y lo que hayan ganado. dado ~uc el control del proceso económico estari
Parece posible dejar sentados dos puntos: La so- centralJZado, y existirán los mecanismos institucio-
ciedad de los directores no comportará beneficios nal~ necesarios par.a traducir en actos ese planeo
para los capitalistas como clase, salvo si su extin- deliberado. Como ru esa centralización ni esos me-
ción resultase una bienandanza, pues en la sociedad ca~smos existen en el capitalismo, el planeamiento
de los directores no existirá una clase capitalista. dehberado .no es posible o sólo lo es en grado parcial
En segundo lugar, hay buenos motivos para creer y secundano.
que en la economía directoria! la producción total Pero, en contra de una popular y muy generali-
de artículos materiales, en relación a la población zada i~comprensión, la "planificación" no implica
total, será mayor que en el capitalismo, incluyendo necesanamente una virtud social. Antes de poder
entre aquellos la satisfacción de necesidades como compre~der el significado de un "plan" no implica
el alimento, calor, albergue, etcétera. Esto parecería necesanamente una virtud social. Antes de poder

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comprender el significado de un )lan.., ~ebemos Independientemente de cuán científica pueda
saber para qué es y qué fines persigue; es mconce- ser la administración de la sociedad directorial,
biblc un "plan, en sí y para sí. Así como muchos siempre subsistirán los poderosos y los débiles, los
inventos pueden servir tanto para mata1: a los s~­ privilegiados y los oprimidos, los dominantes y los
mejantcs como para mejor~ ~a producc1ón ~e :ili- dominados. Si nos basamos en lo que el pasado nos
mentos, también pueden extstir planes para, liber~r enseña y no en sueños de otros mundos, no hay
a la humanidad o para esclavizarla todav1a mas. razones para creer que la ley en virtud de la cual
No es indispensable, naturalmente, q~te .un pla~ todos los grupos sociales, de cualquier magnitud,
responda a una exclusiva y estr~ha f1~alidad: SI- tratan de acrecentar sus relativos poderes y privi-
multáneamente puede tender hacta vanas y ~!Ver­ legios, quedará en suspenso en la nueva sociedad.
sas, aunque en tales casos es posible .que se mter- At.mque de hecho fuera vana la tentativa, ésta se-
fieran recíprocamente. :Pol' desgracia, y~ . co~o­ realizará, directa o indirectamente, abierta o disi~
cemos dos de las finalidades de la planiflCac1ón muladamente. Hablando con crudeza, como siem~
de los directores: la prosecución de una nueva cla- pre ha sucedido en la historia de la humanidad, se
se gobernante. No cabe duda de que la cap~cidad continuará luchando por los despojos. Esa lucha
de planear, consecuencia de la estructura directo- podrá adoptar -y, en consecuencia, encubrn·se en
ria! facilita alcanzar esos objetivos, así como los parte- .formas políticas, jurídicas y hasta físicas,
de~ás que puedan perseguirse.. Cier_to es que, teó- que todavía no imaginamos, pero esa lucha conti-
ricamente, entre ellos podrían mcluuse el ~e pro- nuará. Y este es motivo suficiente, si no hubiese
porcionar mayor felicítiad, cultura y segundad a otros, pam que tengamos tan poca fe en las prome-
la humanidad entera. sas de las ideologías de los directores -fascista, le-
En realidad, pese a la planificación direct01ial, ninista, staünista, del New Deal, o tecnocrática-
existirá gran confusión. Los gobernantes de la s~­ como debíamos haberla tenido en las de los capi-
ciedad de los directores no proceden en forma mas taüstas, cuando nos dicen que sus dn·ectivas garan-
científica que cualquier otro grupo diri~ente. ~us tizan un mundo de abundancia, paz y libertad. El
aspiraciones sociales son encubiertas por Ideolog1as, mundo de mañana será muy distinto del de ayer,
pero no aclaradas por una verdadera ciencia social. pero si decidimos aceptarlo -y muchos lo acepta-
Esas ideologías ocultan lo que está sucediendo, ~o rán, decídanlo o no- siempre proporcionaría cierta
sólo a los hombres en general, sino a los propiOS satisfacción hacerlo sobre la base de realidades, no
gobernantes. Cuando un proceso n~ est~ so~e~do de simples ilusiones.
al control científico, no hay medios SlStematicos
para eliminar los errores, ni mecanismos racionales
pa1·a solucionar los conflictos: los errores pueden
acumularse hasta el desastre; los conflictos llevan
a la catástrofe.
182 183
dría comprender a todas las personas mayores de
cierta edad, reunidas en "consejo", pero excluiría
por lo menos a los niños. En las sociedades am-
plias y complejas, dicJ:la institución es siempre re-
lativamente pequeña, a veces una persona -un rey,
X por ejemplo- que promulga esas leyes como decre-
tos personales de la realeza.
LOS DIRECTORES DESPLAZAN LA SEDE En las vastas sociedades, la situación es más com-
DE LA SOBERANlA plicada de lo que sugeriría el párrafo anterior. La
institución particular (rey, parlamento o consejo
Toda sociedad organizada moldea su vida con- de ancianos) en que se localiza la soberanía, no
forme a ciertas normas: costumbres, leyes, decre- "posee", en el sentido amplio, plena soberanía. Los
tos. Esas normas pueden no estar escritas y asi- poderes y privilegios sociales que le sirven de base
mismo no ser explicitamente formuladas, ni si- son poseídos por la clase gobernante. Aquella pe-
quiera verbalmente, pero deben existir, pues de queña institución puede actuar como soberana
lo contrario carecería de sentido el denominar orga- -promulgar las leyes y hacerlas respetar- no en
nizada a la sociedad. El origen de muchas de ellas virtud de la fuerza individual de sus miembros,
se pierde en el remoto pasado; pero en la sociedad sino porque, en conjunto, representa los intereses
tiene que existir algún mecanismo que aplique las de dicha clase y, además, puede obtener el asenti-
normas legadas por aquél y enuncie y ponga en vi- miento o al menos la tolerancia, de un porcentaje
gencia las normas nuevas o modificadas. Un grupo suficiente de la población ajena a ella. No obstante,
social que dicta y aplica sus propias normas y que la cuestión relativa a la localización de la sobera-
no reconoce las elaboradas por un agente extraño nía no es trivial, ni mucho menos, en la historia
al grupo, es denominado "autónomo" o "soberano", de las sociedades. Alguna institución debe ser el
como invocan serlo todas las naciones capitalistas público hacedor de las normas, de las leyes. Pue-
y como de hecho lo eran las principales. den escribirse, y se han escrito, historias que cen-
La "soberanía" del grupo, en virtud de la cual tralizan la atención en este problema sobre dónde
las normas son dictadas, no puede, sin embargo, debe estar localizada la soberanía, así como los
mantenerse flotando en el ambiente. Debe estar muchos conflictos cuya forma política consiste en
localizada, concretada, en alguna institución hú- las controversias sobre la soberanía invocada por
mana que sea aceptada como aquella de la cual instituciones distintas.
emanan las normas (llamadas ieyes" en las socie- Enseña la historia que hay muchas clases de ins-
dades complejas). En la práctica, esa institución tituciones que pueden dar satisfacción a la finalidad
jamás incluye a todos los miembros del grupo; en social de la localización de la soberanfa, pero, en
una sociedad relativamente pequeña y sencilla po- cada tipo de sociedad, las posibles variedades están

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estrictamente limitadas. Una de esas lúnitacione.'l muy despacio, no pueden ser erigidas artificial-
más obvias e importantes es de índole técnica: el mente de la noche a la mañana; y porque la insti-
cuerpo soberano debe poder realizar sus tareas, tución hacia la cual se desplaza la soberanía real-
cuando menos, no demasiado mal. Esta limitación mente Yepresenta en la vieja sociedad a sus fuerzas
excluye a los niños -cuyos conocimientos son insu- innovadoras.
ficientes para legislar, aun para legislar mal- o En un capítulo anterior se aludió al desplaza-
requiere sean descartadas las asambleas de todos miento en la localización de soberanía que se pro-
los adultos, cuando la sociedad excede de cierta dujo en la transición de la sociedad feudal a la
importancia, pues ni habría lugar en que todos pu- capitalista, y que dio por resultado la progresiva
dieran reunirse, ni mucho menos resolver algún localización de la soberanía en los "parlamentos..
asunto si llegaran a hacerlo. Además, una tribu que (cualquiera que fuese su nombre en las distintas
no haga mucho más que cazar o pescar, debe con- naciones) . La historia no es tan ordenada como un
tar con un cuerpo soberano que, al menos, pueda teorema geométrico; no existe una ecuación perfec-
resolver los problemas políticos que surgen en re- ta entre el desarrollo de la sociedad capitalista en
lación con la caza o la pesca. ! su conjunto y el de la soberanía del parlamento,
Pero existen, además, limitaciones de otra índole. pero la existencia de una conelación general y el
Por ejemplo, el cuerpo soberano debe revestir una hecho de que en la sociedad capitalista la sobera-
forma que en cierta medida se ajuste a los moldes nía está típicamente localizada en el parlamento J,
del pensamiento social, las ideologías. De no ser difícilmente pueden negarse.
así, difícilmente obtendría aceptación pública co- Existe, :indudablemente, una adecuación histórica
mo soberano. Además, un nuevo tipo de sociedad y estructural en este caso. Los parlamentos ( só-
casi seguramente poseerá un tipo de institución so- lo nos referimos a los "comunes" o al "estado lla-
berana distinto de aquel en que la sociedad pre- no") existieron avanzada la Edad Medja. No eran
cedente localizaba la soberanía. Esto obedece al más que una asamblea representativa de los bur-
hecho de que la vieja institución, a la larga, se pe-
trifica en los usos de la vieja sociedad y no es su- 1
En los Estados Unidos, conforme a la interpretación
ficientemente flexible para readaptarse a la nueva; de la Constitución que se aceptó en los primeros años del
y porque el odio de las masas se dirige contra la siglo XIX, la soberanía ha sido, en general, compartida por
el Congreso y la Suprema Corte. Algunos historiadores han
antigua institución, como representativa del viejo pretendido sostener que la Suprema Corte ha sido la única
orden. Aunque este sea el caso, la institución hacia institución soberana. Pero esta desviación de la soberanía
la cual la soberanía se desplaza existía ya, general- parlamentaria "pura" no afecta el curso del análisis, dado
mente, en la vieja sociedad, aunque no como insti- que la finalidad del mismo consiste en aclarar el actual
tución soberana. Lo nuevo será su posesión de la desplazamiento de la soberanía apartándose de esas institu-
ciones en donde ha estado típicamente localiz.ada en la so-
soberanía, no la existencia de aquella. Esto suele ciedad capitalista, hacia un tipo de institución que en forma
ocurrir porque las instituciones sociales cambian alguna era soberana bajo el capitalismo.

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gueses (los primeros capitalistas) de las ciudad~, Estas personas, los miembros del parlamento, se
y eran convocados, de tarde en tarde, por el prm- reunían, discutían y llegaban a conclusiones en cir-
cipe, rey o gran señor feudal, principalmente cua~­ cunstancias muy similares a las de muchas reunio--
do queria obtener dinero de los burgueses, a camb10 nes de capitalistas en el campo económico. Cuando
de lo cual éstos demandaban ciertos derechos. A leemos descripciones de las sesiones de los parla-
través de este regateo se fue instituyendo el pode- mentos del siglo XVI, no podemos menos que ad-
río social de los burgueses y, paralelamente, en la vertir su semejanza con las reuniones de las bolsas
faz política, la soberanía de sus. inst.ituciones re- (lonjas) que surgían entonces en Amberes y Lyon.
presentativas, los parlamentos. Históncament~, n~ Esa semejanza ha persistido. Las leyes salen del
hay duda acerca del statu del parlamento coro? insti- parlamento en forma no muy distinta de aquella en
tución típica del capitalismo. Pese a sus cam~1os Y. a que un precio sale de una negociación en bolsa o
la extensión del voto a sectores de la poblac1ón dis- en cualquier otro mercado.
tintos de los capitalistas, los parlamentos han con- Además, esos hombres, miembros de los parla-
servado la huella social de origen. Las constitucio- mentos, y los métodos de conducta parlamentarios,
nes escritas y no escritas y, sobre todo, el contr~l eran muy adecuados para sancionar las leyes y fijar
del poder y de los privilegios básicos por los capl- dll·ectivas al "limitado" estado capitalista. Esa ta-
talistas, han mantenido a los parlamentos encuadra- rea, aunque con frecuencia es muy importante, ge-
dos en el marco de la sociedad capitalista. neralmente no requiere una preparación técnica, de
Pero también en su composición y estructura el ingeniería o científica muy avanzada, ni tampoco,
parlamento ha sido una institución sumamente salvo en raras ocasiones, era mucho el perjuicio
adecuada para la localización de la soberanía bajo irrogado por la lentitud y complicación del proce-
el capitalismo. Consideremos quiénes son los miem- dimiento. Dada la índole de las tareas parlamenta-
bros de los parlamentos: desde el principio, pro- rias, generalmente podía encontrarse tiempo sufi-
bablemente la mayoría de los mismos han sido.abo- ciente para consagrarlo a las disputas partidarias,
gados, es decir, personas versadas en las relac10nes luchas de facciones, discursos por docenas de per-
económicas y jurídicas. Pertenecían al tipo de per- sonas, compromisos y tentativas de compromiso. El
sona que uno encuentra en los clubes de bo~bres proceso económico continuaba desenvolviéndose, a
de negocios -quizás no en los clubes de ~nmera su propio paso y bajo su propia dirección, en gran
fila-, pero cuyos miembros son los más f1eles y parte fuera de la jurisdicción parlamentaria. Los
firmes partidarios del capitalismo, precisamente Estados avanzaban ponderadamente en su propio
por su propia mediocridad. Además, especialmente elemento.
en los primeros días, existió una minoría de figuras
políticas poderosas y brillantes que identificaron el Para nadie es novedad el hecho de que durante
progreso de sus respectivas carreras políticas con la generación transcurrida desde la primera guerra
la suerte de la sociedad capitalista. mundial, la soberanía ha ido escapándose de los
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parlamentos. Ningún acontecimiento de ese perío- una medida; se limitan siempre a aceptar algo he-
do es más evidente e indiscutible y, sin embargo, cho por otro. Es rara, no obstante, hasta esa acep-
por alguna razón, se le ha prestado mucha menos tación nominal, ex post facto. Los parlamentos no
atención de la que merecía su indiscutible y funda- toman parte alguna en casi ninguno de los actos
mental importancia. Esto constituye una prueba del régimen.
notable de la mala disposición de los hombres pa- El ejemplo ruso es particularmente instructivo
ra enfrentar los hechos contemporáneos, pues aun- pues la Rusia revolucionaria intentó continuar 1~
que en los últimos decenios se han escrito cente- soberanía parlamentaria; no una soberanía locali-
nares de libros y artículos sobre la historia de cómo zada e~ la Duma, el parlamento del antiguo régi-
los parlamentos conquistaron su soberanía, apenas men, smo en el Congreso de los Soviets, que se
hay un puñado de estudios serios sobre cómo, hoy tuvo por representante adecuado del nuevo orden.
día, la están perdiendo, o sobre las implicaciones El Congreso de los Soviets, en 1917, fue integrado
de esta pérdida. por representantes de los soviets locales, los cuales
En cuatro de las principales naciones del mundo eran principalmente elegidos, a su vez, por los obre-
moderno (Alemania, Rusia, Italia y Francia), la ros y campesinos de los diversos distritos locales.
soberanía ya se ha alejado totalmente del parlamen- En el. Congreso de los Soviets, que se reunió en
to; en dos (Japón e Inglaterra), el parlamento con- los pnmcros días de noviembre de 1917 el partido
serva un pequeño jirón; y hasta en su último refu- bolchevique poseía la mayoría, y ese Congreso se
gio, Estados Unidos, la soberania parlamentaria proclamó a sí mismo "el gobierno"· es decir recabó
(Congreso más Supxema Corte) dobló la mitad del la soberanía y declaró que carecía de ella eÍ gobier-
camino hacia su tumba. no de Kcrensky, ~asado en los restos de la antigua
Cierto es que en Alemania, Rusia, Italia y Fran- ~urna. Acto segu1do, el Congreso Soviético proce-
cia subsiste un parlamento nominal como parte del dió a aprobar las principales medidas iniciales del
aparato del Estado, ,q ue se reúne ocasionalmente, nuevo ré?imen y a elegir un organismo ejecutivo:
desde luego. Pero, incluso jurídicamente y no ha- el ConseJO de los Comisarios.
blemos de facto, ya no se considera a dichos parla- Parecería, entonces, que la soberanía continuaba
mentos en posesión de los atTibutos de la soberanía. localizada en un parlamento, y, en términos gene-
No son ellos los que dictan las normas (leyes) de rales, así ocurrió durante un breve plazo. Pero esta
la sociedad; sus reuniones son simples recursos de s~tuación no duró.. mucho; la soberanía parlamenta-
propaganda, como un desfile, una campaña de ra- na .demostr6 ser madecuada para una nación que
dio o de prensa. Con frecuencia sólo se reúnen pa- rápidamente se desarrollaba en dirección de la so-
ra escuchar uno o dos discursos; sirven de caja de ciedad de directores. En pocos años, mucho antes
resonancia que en forma ritualista simboliza a la de la muerte de Lenin y el subsiguiente destierro
nación. A veces realizan una votación "aproban- de Trotsky, el Congreso de los Soviets había ido
do" o "aceptando" el discurso, pero jamás inician perdiendo, uno por uno, todos los atributos de la

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soberanía. Su rehabilitación nominal por la Consti- su significación política sólo puede ser la de un
tución "stalinista" de 1937 nada cambió y el Con- medio de propaganda. La institución políticamente
greso de los Soviets siguió desempeñando su papel importante será aquella que realmente controle al
de mero instrumento de propaganda. ~artido político único, sea la que fuese. Las deci-
Esta evolución se hizo patente en hora tan tem- stones de esa institución partidaria, cuando el par-
prana como la marcada por la llamada "revuelta ti.d~ único ~onopoliza la vida política, son el prin-
de Kronstadt", que tuvo lugar en 1921. El progra- ClplO y el ~m de la tarea política, y el parlamento
ma de oposición de los marinos y populacho de la no hará mas que reflejar esas decisiones en Ja me-
zona de Kronstadt tenía como plataforma básica dida en que se considere conveniente desde el
"nuevas elecciones a los soviets". Esta demanda era, P~~t~ de vista de la propaganda. Esta secundaria
en realidad, un esfuerzo para retomar a la sobera- mtswn .a~abará por desaparecer, ya que carece de
nía, a los soviets y su Congreso, y un reconocimien- toda utJhdad que el parlamento duplique tareas que
to implícito de que esas instituciones ya no esta- s~n efectivamente realizadas en otra parte. Desde
ban en posesión de la misma. La demanda fue re- c~erto punto de '?sta, y para ciertos tipos de acti-
chazada por las instituciones verdaderamente sobe- VIdad, la soberama se desplaza hacia las institucio-
ranas del Estado soviético y se contestó a los disi- nes partidarias clave.
dentes con la represión armada. Sólo menciono el Pe~:o. ~sto no es t?,do. No preguntamos quién o
incidente para destacar cómo puso de relieve la qué dmge las cosas en la sociedad en un senUdo
pérdida de la soberanía por el Congreso de los So- defi?itivo (como hemos visto, en el más amplio
viets, es decir, el parlamento. scnti~o las cosas son dirigidas por y pru:a la cbse
Este desplazamiento de la soberanía, en desmedro dcmmantc ~. Con frecuencia, en la sociedad en que
del parlamento, que en Rusia parece haber tenido la s.o~erama está l?calizada en el parlamento, las
lugar sin que nadie abrigase intenciones muy claras dectswnes de este ultimo son realmente elaboradas
sobre el particular, implicó diversos e importantes por alguna institución de un finne partido en ma-
factores. Confirma la experiencia que la localiza- yoría. No obstante, el fenómeno que hemos deno-
ción de la soberanía en el parlamento presupone minado "localización de la soberanía» es conocido
la existencia de más de una agrupación política por. la so.ciedad, nunque no lo sea bajo ese nombre.
legal (partido político o grupo organizado com- QmenqUiera sea el que definitivamente gobierne,
parable a un partido ) . Cuando existe más de un al~ma determinada institución, o grupo de instí-
partido, aun si uno de ellos está en aplastante ma- tuciOnes, es generalmente reconocida y aceptada
yoría, el parlamento siempre desempeña una fun. como el hacedor de las leyes, el que proclama las
ción mínima real, pues sirve de foro en donde la no~as de la sociedad. Todo partido, o partidos
mayoría defiende su política contra las críticas de pohticos, deben actuar a través de esa institución
la minoría. Pero si sólo existe un partido, en reali- o grupo de instituciones. En la sociedad capitalista
dad al parlamento no le queda mucho qu~ hacer y la institución típica de esta índole es el parlamento,

192 193
y ahora nos preguntamos qué institución o grupo que haya llegado a un estado distinto del alcanzado
de instituciones lo reemplazará en lo relativo a la en Rusia o Alemania, lo que es prueba suficiente
localización de la soberanía. No nos concierne, en de que el proceso posee raíces históricas más pro-
este momento, saber dónde puede estar el poder fundas que los deliberados esquemas de los revo-
"real". La historia ha demostrado la enorme impor- lucionarios.
tancia sintomática de los desplazamientos en la lo- En los Estados Unidos todav:ía puede la sobera-
calización de la soberanía, y eso es todo lo necesa- nia estar principalmente localizada en el Congreso
rio para nuestros fines actuales. (junto con la Suprema Corte), y todavfa puede ser
En el caso de Rusia, como en el de Alemania e el principal organismo iegislador"; pero quien haya
Italia, las normas, reglamentos, leyes y decrétos, conservado los ojos abiertos durante la última ge-
son dictados cada vez con más frecuencia por un neración, y especialmente en el último decenio, no
grupo interconectado de juntas administrativas, co- podrá creer que esa soberanía ha de ser unánime-
misiones, oficinas, etcétera, cualquiera sea la deno- mente reconocida. Hoy día en los Estados Unidos,
minación de los organismos de ese género. La so- las "leyes" -de hecho la mayoría de las mismas- no
beranía se localiza, de facto y más tarde también son elaboradas por el Congreso, sino por el NLRB,
de jure, en esas juntas y oficinas, que se convierten SEC, ICC, AAA, FTC, FCC 1 y la Oficina de Direc-
en los cuerpos legislativos públicamente reconoci-
1
dos y aceptados de la nueva sociedad. Cuando se NLRB ( "National Labor Relations Board"), creado
quiere conocer la legislación vigente deben coro- por ley de junio de 1934 -en reemplazo del "National La-
bor Board", creado por decreto de agosto de 1933-- con
pulsarse no las actas del parlamento, sino las de la la finalidad principal de proteger el derecho sindical obrero.
Comisión del Plan de Cuatro Años o del Comisa- SEO ( "Securities and Exchange Commission"), creada
riato de la Industria Pesada o de la Oficina de Co- por ley de 1933, para la fiscalización y saneamiento de las
lonias ... De la misma manera, el papel de las "co- actividades bursátiles.
ICC ("Interstate Commerce Commission''), creada en
misiones parlamentarias" es desempeñado por el vi- 1897 para fiscalizar el comercio entre los distintos Estados
cecomisario y oficinas subsidiarias. La soberanía de la Unión, y particularmente el transporte de cargas y
se ha desplazado del parlamenío a la oficinas ad- pasajeros.
ministrativas. AAA ("Agricultura! Adjustment Administration"), creada
Abundan los que creen que este proceso es re- en 1933 con el fin de elevar los precios de la producción
agricola mediante la reducción de la misma. Declarada in-
sultado especial de las actividades de los políticos constitucional la "Agricultura! Adjustment Act", prosiguie-
comunistas y fascistas, cuyas actividades "subver- ron sus actividades de acuerdo con la "Soil Conservation
sivas" han derribado al antiguo orden parlamenta- and Domestio Allotment Act" de 1936 y la nueva "Agricul-
rio. Pero tan pronto como miremos a los Estados tura} Adjustment Act" de 1938 que tienden, directa o indi-
Unidos comprobaremos la insuficiencia de esa opi- rectamente, a la finalidad enunciada.
FTC ("Federal Trade Conunission"), creada en 1914, con
nión. Un proceso exactamente igual ha tenido lugar la finalidad de fiscalizar la aplicación de las leyes antitrnst.
en los Estados Unidos, como en todas partes, aun- FCC ("Federal Communications Commission"), creada

194 195
d6n de la Produccióo (¡qué título revelador!) y las En la nueva forma de sociedad, la soberanía está
principales reparticiones del Ejecutivo. ¡Y qué bien localizada en oficinas administrativas, que promul-
lo saben los abogaclosl 'Para mantenerse al dia en ma- gan las normas, elaboran las leyes y dictan los de-
teria de legislación contemporánea, deben principal- cretos. Ese desplazamiento del parlamento a la bu-
mente estudiar las resoluciones y expedientes de esas rocracia reviste escala mundial, y visto en esta es-
reparticiones. Lo refleja claramente el enorme cre- cala la batalla ya ha sido ganada. La l~calización
cimiento de la "rama ejecutiva'' del gobierno -que do la soberanía en el parlamento ha termmado, sal-
ya no es simplemente ejecutiva, sino también le- vo un residuo que todavía queda en Inglaterra
gislativa y judicial- en comparación con las otras (donde quizá desaparezca en unos meses más~, én
dos ramas. 1os Estados Unidos y en algunas de las naciOnes
Es más: la mayoría de las leyes importantes san- menores.
cionadas por el Congreso en los últimos años im- No hay misterio alguno en ese desplaza~ento.
plicaron la cesión de una nueva fracción de sus Puede correlacionarse fácilmente con el camb1o de
pódercs soberanos a una u otra repartición, gene- carácter de las actividades del Estado. El" ~a~la­
ralmente fuera del control de aquél. mento era el cuerpo soberano del Estado limita-
Naturalmente, este proceso todavía no ha queda- do" del capitalismo. Las oficinas son los cuerpos
do completado en los Estados Unidos. Su Congreso soberanos del Estado "limitado" de la socieda~ de
todavía no es el Reichstag de Hitler o el Congreso los directores. Un Estado que construye carm~os,
de los Soviets de Stalin, pero ha avanzado en esa fundiciones de acero y astilleros, que es el más liD-
dirección mucho más de lo que el mismo Congreso portante de los banqueros, d,e .los agricultore~ Y. de
desearía admitir. Ocasionalmente, todavía se rebe- Jos producto1·cs cinemutograficos, que en últt~o
la; ·de vez en cuando "disciplina" a alguna reparti- término es el director corporativo de ~od?s los .P;~­
ción administrativa y asimismo Ja suprime; pero cipales medios de producción econmmca, diflcJl-
esos actos son como las tiranías de menor cuantía mente puede ser dirigido como el Estad?. ~ue se
do un anciano cerca de la absoluta impotencia. En limitaba a cobrar unos pocos impuestos,. dmgrr .una
realidad, es muy escaso el control del Estado que diplomacia tranquila y perseguir a qUlenes vtola-
hoy día posee el Congt·eso. El año pasado demostró ban la ley. Tampoco puede ser d~r~gido por los
que incluso lo relacionado con hacer la guerra, el mismos hombres. Las nuevas reparttcJones, el nue-
mis esencial atributo de la soberanía, en realidad vo tipo de las mismas, son constituidas. p~ra aten-
está más allá de las facultades del Congreso, pese der las nuevas actividades y su ampliac16n~ Y a
a la Constitución. Tampoco las guenas se hacen medida que éstas contrabalancean a las antiguas,
ya: de acuerdo con el código parlamentario. la soberanía oscila también hacia las nuevas repm:-
ticiones. Si un Estado diiige fábricas siderúrgica~,
en 1934 con Ja finalidad de controlar y regular las comu- esta actividad ejerce mayor influencia que el cast~­
nicaciones telefónicas, telegráficas y la radiotelefonía. (N.
del T.) gar criminales, y la institución que dirige las fábn-

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cas siderúrgicas tiene mayor gravitación social que Los parlamentarios de la vieja escuela no se
la que sanciona leyes castigando a aquéllos. desempeñan·bien en las reparticiones públicas. Uno
En teoría, aun en esas circunstancias, la sobera- o dos podrán integrarlas, como figuras decorativas,
nía podría continuar teniendo su sede en el par- , pero la verdadera dirección y su labor adminis-
lamento y éste podría continuar ejerciendo dere- t- trativa es realizada por hombres nuevos, un nuevo
chos soberanos representativos con respecto a las tipo de hombres. Este es, específicamente, el tipo
cuestiones fundamentales de política general, pro- directorial, el tipo que también advertimos al con-
porcionando una orientación básica a todas las siderar el proceso estructural de. la "empresa pri-
agencias y oficinas, pero esto, que sería incómodo , •ada". Los jefes activos de las oficinas son "direc-
en cualquier caso, es desechado en la práctica tores en el gobierno", iguales o casi iguales en pre-
por otros motivos. paración, funciones, habilidad y manera de pen-
El desplazamiento de la sede de la soberanía es sar a los "directores en la industria". En realidad,
sólo un símbolo del producido en las relaciones cada vez es menor la distinción entre unos y otros:
sociales básicas del desplazamiento del gobierno en Rusia, los "directores en el gobierno" y los "di-
de los capitallstas al gobierno de los directores. rectores en la industria" se confunden, pues no exis-
Como ocunió en otras transiciones históricas com- te ninguna industria (de imp01tancia) ajena al
parables, la sociedad de los directores elimina la gobierno. En todos los países, a medida que el
institución política repx·esentativa de la antigua so- gobierno se expande va incorporando tareas y cam-
ciedad no simplemente porque otro tipo de institu- pos de acción que antes estaban reservados a la
ción sea mejor para la nueva en su aspecto técnico, iniciativa privada. ·
sino, precisamente, porque la antigua institución Además, aun antes de que el Estado absorba
representa a la antigua sociedad despreciada y totalmente la economía, la manera según la cual
odiada, y el resentimiento de las masas se vuelve los nuevos organismos administrativos llevan sus
contra ella (basta mirar a Francia en el verano de asuntos es, por la índole del caso, muy análoga a
1940) : psicológica e ideológicamente no resulta la manera de actuar de los directores en otros
adecuada para su nuevo papel. terrenos, y, desde luego, mucho más que a la ma-
Es también importante notar que las oficinas nera parlamentaria, el polo opuesto que los hábi-
administrativas poseen, en general, la misma ade- tos de los directores. Por su estructura, modo de
cuación para ser sede del gobierno directorial que funcionar y personal, el organismo, junta o comi-
la que el parlamento poseía para serlo del capita- si6n administrativa parece ser la institución típica
lista. Porque este es el verdadero significado del para que en ella se localice la soberanía en la
desplazamiento de la soberanía hacia las reparti- sociedad de los directores, como lo fue el parla-
ciones públicas: es simplemente, en el campo de la mento en la capitalista.
estructura política, una de las fases de la transi- Es, sin duda, ventajoso para los directores que
dón de la sociedad capitalista a la directoria!. la sede de soberanía se desplace a las oficinas
198 199
administrativas. Con las de esta especie, les resulta
' minantes de Ja economía siguen siendo los de la
fácil colaborar; es más, el alto peLSonal de las empresa privada, eso es posible, pero cuando la ba-
misma, en su mayoría, pertenece a la clase de los lanza se inclina en sentido contrario, cuando la
directores; es una función directiva cumplida por maY_Ol' proporción de la vida económica queda so-
esas oficinas. De esta suerte, el dominio social de metida al control de las oficinas, el punto de apoyo
los directores, como clase, podrá afiml.arse mejor desaparece, la ventajosa posición de los capitalistas
cuando se reconozca que la soberanía pertenece, queda socavada y los directores, por intermedio
de facto y en considerable proporción también de de las oficinas, pasan a ejercer e] dominio. Así
fure, a las reparticiones públicas. La posición social como en un sistema de propiedad y control de la
de los directores se an·inchera en las oficinas, tanto economía por el Estado, los capitalistas no pueden
contra las reclamaciones de los capitalistas como con- seguir siendo la clase dominante, ni siquiera con-
tra la presión de las masas; ni el uno ni el otro tinuar existiendo, tampoco pueden gobernar a tra-
de dichos gmpos puede funcionar eficientemente vés de una estructura en la cual la soberanía está
por intennedio de dichas oficinas. primordialmente localizada en las reparticiones
En este caso, como en el de la propiedad pública, públicas.
es elocuente la actitud práctica de los capitalistas. . ~ería difícil, en nuestra opinión, exagerar el sig-
Así como, en mayoría abrumadora, se oponen a mficado de este desplazamiento en la localización
toda ampliación del campo de la propiedad públi- de la soberanía. Tal vez sea un fenóme~10 secun-
ca, también se oponen a la creación de nuevas ofi- dario en la revolución social total que estamos atra-
cinas, juntas y comisiones o a la ampliación de vesando, pero es ttn fenómeno secw1dario de carác-
facultades de las existentes. ter sintomático. Así como la naturaleza de muchas
Dirigen sobre las mismas un chorro constante enfermedades se revela por la observación de sus
de propaganda contraria, incluyendo un esfuerzo síntomas externos, en sí secundarios, también este
continuo para empequeñecer sus realizaciones y des- síntoma histórico nos revela claramente la índole
cribirlas como carcomidas por la corrupción, buro- de la revolución social que estamos estudiando.
cracia e ineficiencia, en comparación con las "em-
presas privadas" - lo cual, cuando es cierto (y habi-
tualmente no lo es), frecuentemente es así por la in-
jerencia de capitalistas privados en la labor de
la oficina. Siguiendo el cauce usttal cuando a ·pesar
de todo esas reparticiones son creadas e inician sus .
funciones, los capitalistas privados tratan de con-
trolar sus actividades para que redunden princi-
palmente en su beneficio. tvlientras la transición
atraviesa sus primeras etapas, y los sectores do-

200 201
ciones ní transportes rápidos resultaba relativamente
fácil para los hombres el conservar muchas de sus
actividades y también toda su vida fuera del radio
de acción del gobierno. Esto ya no es posible -o
s~lo en es~ala mucho menor-, dado que los go-
XI b~~rnos dehberadamente utilizan hoy día las posi-
bilidades de la técnica moderna.
EL TOTALITARISMO Y LA SOCIEDAD El totalitarismo es un rasgo tan destacado de la
DE LOS DIRECTORES ac~a~ transición social, que para muchos parece

Todas aquellas naciones -Rusia, Alemania e Ita-


~efuur el .~ráct~r de 1: misma. Nos dicen que el
problema constste en totalitarismo versus demo-
lia- que más han avanzado hacia la estructura cracia", y de admituse que está teniendo luaar una
social de los directores, son en la actualidad dic- revol~ción, la denominan "totalitaria". Est~ punto
taduras totalitarias. Aunque en el pasado hayan de v1sta es demasiado superficial. Por importante
menudeado las dictaduras, ninguna de ellas, al me- que sea, todavía es necesario deslindar el problema
nos en una cultura compleja, revistió una forma del totalitarismo de la cuestión relativa a qué clase
tan extrema como el totalitaxismo. Otras fueron tan de sociedad está siendo "totalitarizada"; en bene-
severas como éste en los limitados dominios de la ficio y en contra de quién, con qué instituciones
vida social que abru:caron, pero lo que dístingue a P?]íticas y económicas, y con qué ideologías y creen-
la totalitaria es el número de facetas sometidas al Clas. Cuando oímos, meramente, que Alemania o
impacto del régimen dictatorial. No sólo resultan Rusia son "totalitarias", no es mucho lo que hemos
afectados los actos politicos, en el sentido más es- aprendido.
tricto de la palabra, sino que casi todos los aspec- Es particularmente difícil, al discutir el totali-
tos de la vida, negocios, arte, ciencia, instrucción, tarismo, descartar todas las consideraciones de or-
religión, recreo y moral, resultan no sólo influidos, den moral y emocional, como las estamos riguro-
sino sometidos directamente al régimen totalitario. samente descartando de este libro. Todo el mundo
Es de señalar que una dictadura de tipo totali- alberga sentimientos tan intensos, opiniones mo-
tario no hubiese sido posible en ninguna época rales tan agudizadas en pro o en contra del tota-
anterior a la actual. El totalitarismo presupone el litarismo, que la comprensión científica se ve grave-
desaiTollo de la tecnología moderna, y especial- mente entorpecida. Es legítimo creer que, a me-
mente de los transportes y comunicaciones rápidos. nudo, existe en esos sentimientos un elemento de
Sin ellos, ningún gobierno, independientemente de hipocresía o de ilusión. En los Estados Unidos
sus intenciones, hubiera dispuesto de los medios con frecuencia no se objeta el totalitarismo en s~
físicos indispensables para coordinar tan íntima- sino el ruso, el alemán o, en general, todo totali-
mente tantos aspectos de la vida. Sin comunica- tarismo "extranjero"; un totalitarismo ciento por

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ciento norteamericano no se considerada objetable. su desaparición, y que la organización política de
La experiencia histórica tampoco aclara cuán in- la sociedad de los directores quede completada
tensa es la devoción de las masas por la democra- de acuerdo con Hneamicntos distintos. En el capí-
cia, si ésta es comparada con otros valores, como tulo anterior hemos considerado una {:aracterística
empleos, alimentos o una seguridad razonable. En decisiva de la organización política de dicha socie-
la terrible y sangrienta historia de la humallidad, dad, l.a cual hay buenas razones para considerar
el totalitarismo moderno no es una innovadón tan permanente, a saber: la locaJización de la soberanía
sorprendente como muchos tribunos del momento en juntas o reparticiones administrativas. Esto no es,
intentan hacerlo creer. La mentim, la crueldad, el sin embargo, necesariamente idéntico al totalita-
terrorismo y la brutalidad no son más, después de rismo, y menos todavía a su tipo e2..tremo. Debe-
todo, que ingredientes normales, no excepcionales, mos preguntamos, por tanto, sobre la base de esa
de la historia. Para los fines de nuestro análisis, localización de la soberanía, si el totalitarismo será
pata aclarar nuestro problema central, debemos en- eliminado o considerablemente modificado.
carar el problema del totalitarismo como hemos
encarado todos los demás. No nos interesa enju.i- Hemos definido la "clase gobernante" como la
ciarlo como bueno o malo, ni expresar simpatías o integrada por el gmpo de personas que a diferencia
antipatías a su respecto, sino analizarlo en Ielación del resto de la población, posee (de hecho, y no
al problema de lo que en la sociedad está acon- necesariamente legal, verbal o teóricamente) un
teciendo. grado especial de control sobre el acceso a los
Para nosotros, dos preguntas p~incipales relativas medios de producción y un trato preferencial en ,la
al totalitarismo deben ser formuladas y contestadas. distribución de sus productos. En muchas socieda-
Debemos preguntamos, primero, si el desarrollo del de,~, los miembros de la citada clase bcrobernante
totalitarismo no contradice una de las principales también han administrado personalmente el Estado,
afirmaciones de la teoría de la revolución de los es decir, han sido los funcionarios gobernantes en
directores. De acu<>rdo con la misma, la clase di- la organización estatal. En la sociedad feudal, por
rigente de la naciente sociedad es la de los ·direc- ejemplo, est~ era ,?eneralmente el caso, pero no
tores. Ahora bien: en el totalitarismo ¿no parece siempre ha s1clo ast. En algunas sociedades el Es-
acaso que los gobernantes -los Stalin, Hitler, GQe- tado ha sido administrado y sus puestos principales
ring, Goebbcls y ~1ussolini- no son, en realidad, di- ocupados por personas que no pertenecían a la clase
rectores, sino burócratas políticos? ¿No es acaso gobernante o, mejor dicho, que eran miembros ne-
una sociedad "burocráticá', más bien que el "di- tamente subordinados de esta última. Tal ha sido
rectoria!", la que está en gestación? por lo general la situación ele "clase gobernante"; no
Debemos preguntarnos en segundo lugar, si el cabe duda de que, habitualmente, sus miembros
totalitarismo será la cstrl.lctura política permanente principales, los grandes industriales y financieros,
de la sociedad de Jos directores o si se debe esperar no ocupaban altos puestos públicos.

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Esta peculiaridad desconcierta a muchos y crea éstos de los burócratas. Tanto en un caso como en
gran confusión en el pensamiento social. Los go- otro, será la misma la organización general, estruc-
bernantes nominales -Presidentes y Reyes, Sena- tural e institucional. El mismo tipo de economía,
dores y Diputados, Generales y Almirantes- no son las mismas ideologías, las mismas instituciones po-
Jos gobernantes efectivos. Este es, frecuentemente, líticas y la misma situación para las masas, tanto
el hecho real, pero el porqué es así no debe pre- si el Estado es 'burocrático" como si es "directo-
ocuparnos. Realmente, parece anómalo que esos ria!". Es muy posible que la diferencia sólo esté
funcionarios que aparentemente tienen bajo su en las palabras. Además, los políticos modernos -es
mando a las fuerzas armadas del Estado - sobre las decir, los del tipo que se da en los regímenes actua-
cuales, en último extremo, se asienta la estructura les de Rusia, Alemania y sus réplicas en otros paí-
social- no sean, a pesar de ello, los principales go- ~es- no se diferencian mucho, en realidad, de los
bernantes, lo que presupone toda una serie de directores modernos. Dirigen las masas de modo
establecidas actitudes y creencias sociales que con- análogo al . empleado por los directores para dirigir
dicioQan y limitan sus actos. Por raro que parezca, 1~ producciÓn; poseen maneras de pensar similares,
se trata de un hecho intergiversable. En la sociedad s1guen métodos análogos y utilizan en fonna seme-
capitalista, los grandes industriales y financieros jante las posibilidades de la técnica avanzada. Sta-
-no los políticos- reciben un trato más preferencial lin o Hitler preparan una nueva maniobra política
en la distribución (perciben la mayor proporción de más o menos como un director de producción pre-
la renta nacional). Son los capitalistas quienes, más para la fabricación de un nuevo modelo por sn
que nadie, controlan el acceso a los medios de pro- cadena de montaje.
ducción : si el propietario de una fábrica niega a ~? realidad, el propio hecho de preguntarse
ciertas personas el acceso a su plantel, ·es porque qmen gobernará, si los burócratas o los directores,
tiene el derecho de impedírselo, el que será respal- indica la persistencia de maneras de pensar inhe-
dado por las fuerzas armadas del Estado. De esa rentes a la sociedad capitalista, que no son estric-
forma y en otras análogas, es como el Estado capi- tamente aplicables, a la sociedad de los directores.
talista actúa como órgano político de una clase go- El hecho de que en la sociedad capitalista la clase
bernante que no se identifica con él. gobernante fuera un grupo distinto del constituido
¿Qué pasará en la nueva sociedad? ¿Serán los por los administradores políticos, es, en gran parte,
directores o los burócratas políticos los que integren el reflejo de las características estructurales básicas
la clase gobernante? del capitalismo a que varias veces nos hemos refe-
Podemos observar, en primer término, que en rido. La verdadera economía capitalista era el campo
realidad no importa mucho cuál de esos dos grupos de la empresa privada, y el Estado capitalista, un
debe ser con-ectamente considerado como la nueva Estado '1imitado". Los gobernantes efectivos de la
clase gobernante o, dicho de otro modo, si los sociedad capitalista, como en toda sociedad, eran
burócratas serán los sirvientes de los directores o aq uellos que gobernaban su economía, los cuales no-

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eran los mismos que ocupaban los puestos 'de la de los puestos principales de la nueva sociedad)
administración política. Por la índole de la situación, otros individuos ocuparán su lugar; y entre ellos
estos últimos, por supremos que fueran en su propia figurarán, sin duda, algunos capitalistas (del mismo
limitada juriscHcción, quedaban subordinados a los modo que algunos señores feudales se convirtieron
primeros en todo eJ proceso social. en capitalistas), otros recién llegados, y algunos que
En cambio, en la sociedad de los directores, lo así percibirán la recompensa a sus servicios durante '
político y lo económico están directamente fusiona- los movimientos políticos directoriales. No obstante,
dos; el Estado no reconoce los límites capitalistas y y ello es lo importante, los directores que sean
el campo económico es, asimismo, el del Estado. No desalojados de sus posiciones dominantes serán
existe, en consecuencia, un deslinde categórico en- reemplazados de la misma manera que, anteriormen-
tre los funcionarios políticos y los "capitanes de te, los capitalistas individuales que perdieron su.
industria". El capitán de industria es también en lugar en la clase gobernante lo fueron por otros.
virtud de su función, un funcionario del Estado. La A pesar de la fusión entre la economía y el
"comisión suprema de planificación" es, simultá- Estado, subsistirá como mínimo cierta diferencia-
nea e inseparablemente, una institución política y ción entre los "po1íticos" y los "directores", en sus
económica. En la sociedad capitalista, los capitalis- funciones: unos estarán primordialmente encarga-
tas controlaban indirectamente al Estado, en el dos de determinadas actividades, como la guerra,
sentido de que este último respaldaba, cuando era propaganda, vigilancia, diplomacia, etcétera; otros
necesario, la dominación de aquéllos sobre la eco- correrán principalmente con la dirección de los
nomía (privada) y mantenía en vigencia las l'ela- instmmentos inmediatos de la producción económi-
cioncs económicas, sociales o legales. En la sociedad ca, como ferrocarriles, fábricas, granjas y demás.
de los directores, 6stos se convierten en Estado. Esta diferenciación puede ser fácilmente exagerada;
A.firmar que Jos directores constituyen la clase en parte se basa en prejuicios morales cuya gravi-
gobernante casi equivale a decir que esta es la tación impide considerar la guerra y la propaganda
burocracia estatal. Ambas, a la larga, se ban con- y la diplomacia y el mantenimiento del orden co-
fundido. mo procesos "económicamente productivos". No obs-
Esto no implica que en algún determinado pais tante, en una sociedad compleja y sobre todo en
los mismos "individuos" que hoy o ayer eran di- una sociedad integrada bajo una estructura directo-
rectores bajo el capitalismo, no lo sean también en ria!, no puede establecerse un claro y categórico
la sociedad directoria!. Aunque esto pueda suceder deslinde entre las citadas funciones y el resto de
a menudo, nos interesa la clase y no los individuos la economía. Los ej6rcitos y fuerzas policiales, tri-
particulares que la integran. La situación no difiere bunales, prisiones y charlas presidenciales por radio
de la que ex-istió en el período de formación del pueden incluirse entre los medios utilizados por la
capitalismo. Si durante el curso de la transforma- sociedad para la producción de mercaderías, de
ción social, los actuales directores no se hacen cargo atenernos a cómo son realmente producidas y no a

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oomo nos gustaría que lo fueran. Pero admitamos de riqueza y poderío son los medios de producción;
una diferencia, aunque reduciéndola a su mínima éstos serán dirigidos por los directores, los cuales,
expresión, entre los burócratas políticos y los direc- por tanto, constituirán la clase gobernante.
tores y llegaremos a la conclusión de que estos y Reanudaremos esta cuestión más adelante, pero
no los primeros constituirán el sector primordial de dejaremos aquí constancia de que Rusia, Alemania e
la nueva clase gobernante. Italia ya ratifican la enunciada opinión, aunque
Los burócratas políticos (en el más limitado sen- indudablemente subsiste un elemento especulativo.
tido de los que corren con funciones como la En lo que se refiere al "trato preferencial en la
guerra, propaganda, diplomacia y vigilanci~) no distribución" (uno de Jos dos contrastes decisivos de
pueden existir aisladamente. Deben consegrur, en la regla) no cabe duda de que en Rusia, la nación
un aspecto, cierto grado de aceptación de una que más ha avanzado hacia la estructura directoria!.
parte considerable de la masa (tarea que les con- son los directores de fábricas, truts del Estado y
cierne peculiarmente); pero deben colaborar, ade- grandes granjas colectivas, los que, como grupo, per-
más, con otros grupos que ocupan una posición ciben proporcionalmente la parte mayor de la renta
privilegiada importante en la sociedad, pues de nacional. En Italia y Alemania aún quedan capita-
otra suerte los burócratas carecerían de medios con listas que perciben una parte considerable, pero su
que operar y se encontrarían prácticamente en la número e importancia tienden constantemente a
calle. Durante el Renacimiento, el poder del Estado reducirse, mientras aumenta la parte correspondiente
cada vez dependió más de los capitalistas, hasta a los directores . .E:stos, como grupo, probablemente
quedar subordinado a ellos pa1ticulan;ne~te por muy reciben mucho más que los capitalistas restantes,
sencillas razones. Por ejemplo: los prmc1pes y Ieyes y en proporción a. su número, mucho más, natu-
de aquel entonces requerían dinero para pagar a ralmente, que cualquier otro sector de la pobla-
Jos ejércitos mercenarios con que disputaban sus ción, incluso los burócratas políticos.
guerras, o para equipar viajes de explotación, y so- Aun en la cuestión relativa al control del acceso
lamente recurriendo a los capitalistas podían obte- a los medios de producción y a despecho de las
nerle en monto suficiente. Es posible que los apariencias, las relaciones son similares. Tanto en
capitalistas de hoy y de mañana piensen en su fuero Alemania como en Rusia, son los directores, en la
interno que siguen un curso independiente, pero práctica, los que deciden a quiénes se denegará el
sus proyectos, guerras, demostraciones públicas y acceso a la fábrica, mina o granja. Las armas están
el manipuleo de los sentimientos de las masas re- en manos de los soldados y de la policía, que ordi-
quieren enormes recursos. En la práctica solamente ruuiamente respaldan las decisiones de los directo-
pueden obtenerse gracias a la colaboración con res, del mismo modo que respaldan en una nación
quienes realmente dirigen los procesos de produc- capitalista las de los capitalistas. (Una vez más,
ción, los directores, colab01·ación que a la larga se no nos concierne el "porqué" los que empuñan las
convierte en subordinación a los mismos. Las fuentes armas no se adueñan de todos los pxivilegios; el
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hecho es que no lo hacen.) Sería adecuado señalar directores. Desde la ventajosa posición que en la
que, en C11alquier momento, la GPU o la Gcstapo economía moderna les confiere su papel funcional,
pueden echar de su puesto a un director para fusi- los directores fortalecerán y consolidarán su puesto
larlo o enviarlo a un campo de concentración. Pero, en la sociedad y establecerán a ésta sobre una base
relativamente hablando, tales casos, aunque cons- firme que garantice su dominación sobre ella,
picuos, no son muy frecuentes, y lo que todavía es cualesquiera sean las figuras que ocupen el escena-
más importante, aunque un determinado director rio político.
- sea destituido, no es reemplazado por un soldado
o por un policía, sino por otro director, que, como Estas últimas consideraciones también guardan
tal, asume poder, responsabilidad y privj)egio. cierta Ielación con la segunda pregunta: La dicta-
L'l última referencia sugiere la existencia de con- dura totalitaria ¿será una característica permanente
flictos entre el interés de la burocracia política, de la sociedad de directores, o será reemplazada por
en el sentido estrecho, y el de los directores. Esos alguna otra forma política, específicamente, por al-
conflictos no difieren mucho de los que surgieron guna clase de democracia? Antes de intentar res-
en los primeros períodos del capitalismo (cuando ponder a esta pregunta, es útil asegurarse de que
un rey podía resolver la decapitación o encarcela- sabemos Jo que entendemos por tal.
miento de un capitalista) y hasta cierto punto du- A veces se piensa que "democracia" es el equi-
rante todo el capitalismo. En la sociedad de los di- valente de abstracciones tan vagas como la '1i-
rectores también existirán otras fuentes en conflicto. bertad", palabra que no contribuye a aclarar su
Desde el punto de vista de aquéllos, por ejemplo, sigruficado, por ser, en sí, un término incompleto.
la burocracia política (y así lo parece ya) frecuen- No existe la libertad pura y simple; debe ser siem-
temente parecerá demasiado irresponsable, dema- pre libertad "de" algo y "para" algo. La libertad
siado adicta al soborno y derroche, demasiado ines- en ciertas direcciones implica siempre restricciones
table. Tales conflictos presagian cambios en la en otras. Si quiero verme libre de las consecuencias
estructura de la sociedad de los directores, pero de la ebriedad, debo limitar mi libel."tad de beber;
hay motivos sobrados para creer que serán los di- si un obrero quiere verse libre de un trabajo que le
rectores, cuya posición en la sociedad moderna des- desagrada, generalmente deberá restringir su consu-
cansa sobre una firme base técnica y funcional, mo de alimentos, ya que no tendrá con qué adqui-
quienes demostrarán poseer mayor grado de estabi- rirlos. Un capitalista, en la sociedad capitalista, está
lidad y quienes irán concentrando en sus manos libre de exacciones feudales, pero está sometido a
sin ambigüedades ni rodeos las realidades de la impuestos capitalistas. Cuando fueron liberados los
dominación social. Desaparecerán Stalin, Hitler, esclavos de los Estados del Sur, los plantadores per-
Mussoliru, asi como los Staliq y Hitler de mañana, dieron la libertad de poseer esclavos. Para una
algunos en medio de violentas convulsiones políti- persona o grupo es, fisica y lógicamente, imposible
cas, pero perdurará, en cambio, la clase de los estar libre de "todo"; el estarlo implicaría no existir.

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En todas las sociedades, distintos grupos de hombres La característica esencial de la "democracia"', en
tienen libertad para hacer determinadas cosas y el sentido que se atribuye a la palabra (prescin-
carecen de ella para hacer ciertas otras. Esas espe- diendo de lo que significara para los griegos, que
cíficas libertades varían de sociedad en sociedad y la inventaron) es el otorgamiento a las ·minorias''
son distintas para los diferentes grupos de cada so- del derecho ae expresión política o, dicho con más
ciedad en particular. Es realmente difícil compren- precisión: la democracia es un sistema político en el
der Jo que se quiere decir -como tantos dicen con cual la política que debe seguirse es decidida, di-
gran satisfacción emocional- al afirmar que una recta o indirectamente, por la mayoría y en el cual
determinada sociedad es, incondicionalmente, más las minorías en disidencia tienen el derecho a la
"libre" que otra. En realidad, todo lo que podemos expresión política y, por tanto, la oportunidad de
adecuadamente decir es que, en ciertos aspectos. llegar a convertirse en mayoría. Es necesario agre-
una sociedad es más o menos libre que otra. De gar -porque esto no es obvio- que en la demo-
todos modos, la noción de iibertad" no nos ayuda a cracia, las mayorías y las minorías son determina-
entender lo que es la ..democracia". das por una simple adición aritmética, por la suma
A veces, también hablamos de "democracia social" de opiniones individuales en que cada individuo
y de "democracia económica", aunque rara v~ en- vale por uno.
tendemos claramente lo que queremos decir con ello. En seguida se advierte que jamás existió -y en
Históricamente, se ha utilizado la palabra "'demo- la práctica nunca existirá- una democracia al lOO %.
cracia" como representativa de cierto tipo de ins- La democracia es cuestión de grado, de más o
titución politica en la sociedad, por lo que restringiré menos, y var.ía en distintas dimensiones. Puede di-
el empleo de ese término a su sentido poHtko. ferir, por ejemplo, en el porcentaje de la poblaci6n
Hay muchos que dan por descontado que 1a t otal, en base al cual la mayoría es determinada.;
democracia política implica el "gobierno de la ma- en el número de minorías aJas que se hace exten-
yoría", pero, no obstante, si examinamos 1os siste- sivo el derecho de expresión política; en la extensión
mas polfticos a que en realidad aplicamos el térmi- con que se reconoce ese derecho y en el número
no "democracia", comprobaremos que el citado de los distintos tópicos a que pueda aplicarse; y
término no proporciona, por sí mismo, una definición en el grado en que se proporcionan a las rninorlas
adecuada. No existe manera de probar que muchos medios de expresión pública iguales a los de la
de los sistemas po1íticos que denominamos dictato- mayoría.
riales, incluyendo algunas de las actuales dictaduras, Al determinar las mayorías y minorías a los fines
no son aceptados por las mayorías, y asimismo por políticos, ninguna sociedad tomó en cuenta la to-
mayorías más amplias que las que aceptan el orden talidad de su población. Hasta una edad fijada
político prevaleciente en las democracias. Podría arbitrariamente, los niños son casi siempre excluidos
dudarse de ello en casos particulares, pero nadie y, además, habitualmente existen otras restricciones
puede negarlo en todos los casos. de hecho, si no de derecho: distinciones basadas

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en el sexo, propiedad, clase y nacimiento. En la bre los límites de la oposición democráticamente
tan mentada democracia ateniense, el sufragio era aceptable. Cuando la minoría los rebasa, en lugar
prerrogativa de los miembros de las tribus origina- de ser facultadas para propagar sus opiniones, es
les del Atica; se excluía a los esclavos, que cons- suprimida como "subversiva", "criminal" o "dañina".
tituían la mitad de la población, y a los numerosos Es necesario analizar estas características con el
"extranjeros", las familias de muchos de los cuales fin de destacar que han existido muchas clases y
habían sido residentes durante generaciones. En la grados de democracia. La recientemente conocida
democracia florentina de fines de la Edad Media y en Inglaterra, Francia y Estados Unidos es sólo una
durante ciertos períodos, sólo tenian derecho de clase entre otras muchas. Como sistema pol.ítico, no
voto los miembros de los gremios más importantes; es en forma alguna incompatible con ]a dominación
y aunque parezca extraño, hubo un tiempo en que, social de clase, ya que, por el contrario, todos los
de hecho y de derecho, hasta los nobles quedaron sistemas democráticos de la historia l1an existido
· excluidos. Los dementes y ciertos tipos de crimina- con uno u otro tipo de dominación de clase y,
les casi siempre lo fueron. naturalmente, el carácter social general de la de-
Ninguna democracia hizo extensivo a toda y a mocracia difiere de acuerdo con la distinta estruc-
cualquier minoría el derecho de pública expre~ión tura de la sociedad dentro de la cual existe. La
política. Generalmente se requiere que posea cierta democracia de la sociedad ateniense, basada en la
importancia: a una minoría de uno, en lugar de esclavitud, no tuvo el mismo carácter social de la
otorgarle derechos políticos, es l1abitual que se la democracia de la Inglaterra capitalista. Como el to-
mande al manicomio. Además, es variable la am- talitarismo moderno deniega todo derecho de públi-
plitud de los derechos de expresión pública recono- ca expresión pol.ítica a las minorías, no es, en forma
cidos a las minorías. Es indudable que en una alguna, una democracia, según nuestra definición de
democracia en teoría "perfecta", una minoría la misma, pero cuando nos preguntamos si en el
debería contar exactamente con los mismos derechos desarrollo futuro de la sociedad de los directores
de expresión pública que la mayoría (temporal); de el totalitarismo cederá el paso a la democracia, no
otra suerte, el conjunto de la población no contaría b·atamos de averiguar si se hará revivir un sistema
con una base plenamente adecuada para decidir democrático, exactamente igual al que hemos tenido
entre una y otra. Pero ni en la práctica sucede así, en Estados Unidos. Si la sociedad de los directores
ni probablemente podría ocurrir: en el mundo mo- llegase a ser democrática, poseería su propio tipo
derno esto implicaría, para la mínoda, contar con de democracia y no el que acompañ6 a una estruc-
las mismas oportunidades (y que se les proporcio- tura social anterior.
nasen los medios materiales para aprovecharlas) de Existieron muchas democracias de distinta clase
utilizar la prensa, radio, escuelas, iglesias, cinema- y grado, y existieron también muchas dictaduras.
tógrafo y demás medios utilizados por la mayoría. (Como es natural, no nos corresponde investigar el
Además, de hecho, existen siempre restricciones so- problema moral de cuál es la "mejor" forma de

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dominación política.) Existieron dictaduras en muy cuanto se hace extensivo al terreno "ideológico". Hoy
distintas circunstancias históricas, pero parece ser se nos habla del "principio del jefe", base ideológica
que surgen con suma facilidad en una determinada de la posición política del dictador. En el siglo XVI
situación; es, a saber, en períodos de crisis y grandes se hablaba de la doctrina del "derecho divino de los
transiciones sociales. A poco que se reflexione, esto reyes", base ideológica de la posición política de los
parece bastante natural. Cuando se desmoronan las dictadores de entonces. (Hasta Shakespeare en sus
instituciones e ideas establecidas, cuando son enér- obras apoyó la ideología del "derecho divino".) Des-
gicamente combatidas por instituciones e ideas de cierto punto de vista, aquella doctrina era, sim-
opuestas, la sociedad pierde cohesión. Surgen, en- plemente, una versión siglo :.\.'VI de la teoría actual
tonces, manos fuertes e implacables que tratan de de la "jefatura".
devolverle su unidad. El actual es uno de esos El problema social que enfrentan los directores y
periodos de crisis social y de importante transición. la venidera sociedad directoria! es, en general, aná-
Es notable la analogía existente entre las políticas logo al que enfrentaron en el siglo XVI los primeros
dictatoriales del presente y las del período de transi- capitalistas y la naciente sociedad capitalista -
ción del feudalismo al primitivo capitalismo. Tam- aunque ni capitalistas entonces, ni directores ahora,
bién entonces (en el siglo XVI y principios del x.vn) enfrentan esos problemas explícita y científicamente.
se sucedieron dictadores conspicuos, cuya crueldad Podóamos decir que los capitalistas del siglo XVl
y brutalidad fueron elevadas gracias a la galanura libraron una triple batalla: conh·a los señores feu-
con que los historiadores románticos escribieron so- dales, cuyos intereses estaban ligados a los del orden
bre ellos. Cierto es que sus dictaduras no fueron social en descomposición; contra las masas que,
totalitarias, porque no disponían de los medios aunque oscuramente, eran- una fuerza social que
técnicos requeridos por la política totalitaria, pero luchaba contra cualquier opresión y dominación de
sí fueron bastante severas. Sus actos guardan sor- clase; y entre ellos mismos, por las mejores preseas
prendente paralelismo, con las salvedades impuestas del nuevo mundo. Esa lucha se libró con la ayuda
por la época, con los de los dictadores contempo- ele métodos políticos dictatoriales. Los señores feu-
ráneos. Expropiaron los bienes de las instituciones dales fueron reducidos a la impotencia social; la
de que eran enemigos (Enrique VIII y los bienes lucha contra las masas siempre continuó en una u
de la Iglesia), mintieron promesas y quebrantaron otra forma, pero, luego de representaciones armadas
tratados, enjuiciaron públicamente a los disidentes y sangrientas y, sobre todo, luego que las nuevas
(Thomas More, Bruno, Campanella), exigieron ..ju- instituciones capitalistas y las nuevas ideologías que
ramentos de lealtad, a todo el mundo, hostigaron, contribuían a su defensa quedaron consolidadas,
saquearon y mataron a los opositores por decenas perdió algo de su violencia. El tercer aspecto de
y decenas de millares (guerras de campesinos, gue- esa triple batalla prosiguió, pero luego de relegar
rras de religión, persecuciones de herejes ... ) . a lugar secundario a Italia, España, Portugal y
El paralelismo resulta todavía más notable por Alemania, y mientras nuevas regiones del mundo

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seguían abiertas a la aventura, fue menos violenta la transición queda completada, cambia la situación.
y peligrosa. Con la fiJ:me conso'lidación de la nueva Los capit~listas serán eliminados o reducidos a la
sociedad, el sistema político Qictatorial empezó a impotencia e insignificancia; las nuevas instituciones
perder terreno frente a los sistemas democráticos, e ideologías quedarán consolidadas sobre ~a base
unas veces gradualmente y otras en medio de gue- por lo menos semiestable; las masas serán dome-
rras civiles. ñadas, en parte, por la represión armada y en parte
Hoy día los directores están librando una simi- por la consolidación de las instituciones e ideolo-
lar triple batalla (recordemos nuevamente el carác- gías de los directores, uno de cuyos efectos con-
ter parcialmente metafórico del lenguaje de la lucha sistirá en el desplazamiento de la lucha de las
de clases): contra los capitalistas, cuyos intereses es- masas desde el objetivo revolucionario del periodo
tán ligados al orden social en decadencia; contra de transición -cuando la antigua sociedad se de-
las masas que, oscw·amente, son una fuerza social rrumbe- a objetivos reformistas en el marco de
· que se opone a cualquier opresión y dominación la ya consolidada estructura de una nueva sociedad
de clase; y entre ellos mismos por los mejores bo- con un período histórico ante sí. Proseguirá la con-
tines del mundo. El dominio de los capitalistas sobre tienda entre los distintos sectores de la sociedad
los medios de producción debe ser destruido. Las de los directores, pero la eliminación del primero de
masas deben ser dominadas y, en la mayor propor- los elementos en la triple lucha y la disminu-
ción posible, encanilada de tal suerte que su peso ción del segundo harán que el tercero sea menos
gravite en la balanza del lado de los directores y devastador en sus efectos generales sobre la estruc-
de la nueva estructura social. Sectores distintos de tura social.
los directores luchan entre sí, en escala mundial, La analogía histórica sugiere, en consecuencia,
por el predominio. Este es un complejo proceso, que con la consolidación de la estructura de la so-
cuyos elementos están tan entrelazados que fre- ciedad de los directores, su fase dictatorial (el tota-
cuentemente resulta difícil percibir, a través de los litarismo) será sucedida por una fase democrática.
mismos, las fuerzas principales. La historia enseña Esta conclusión es reforzada por dos considera-
que los procesos comparables al descrito fueron for- ciones adicionales: en primer lugar, parecería que
jados entre guerras y revoluciones, persecuciones y los directores, la clase gobernante de la nueva
terrorismo y también en el choque entre propa- sociedad, requerirían, para sus propios fines, al me-
gandas e ideologías rivales, todo ello bajo una des- nos una democracia limitada. La economía directo-
concertante variedad de lemas e innovaciones de ria! no puede actuar sin un grado considerable de
supuestos motivos. planificación centralizada, pero uno de los factores
En períodos semejantes, el régimen político tiende que deben tenerse en cuenta al plantear y coordi-
a concentrarse en forma de dictaduras, y ya sabemos, nar el proceso económico, es el estado de espíritu
sin necesidad de especular sobre el futuro, que del pueblo, incluyendo el conocimiento de sus ne-
esto es lo que hoy está sucediendo. Pero cuando ' cesidades y de sus reacciones con respecto al

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trabajo que realizan. De no conocerse, al menos temporal y que será sucedido por algún tipo de
sucintamente, resulta dificil conseguir un grado sistema político-democrático. Existen, sin embargo,
razonable de eficiencia en la producción. La dic- ciertos factoxes especiales que parecen contrarios
tadma totalitaria dificulta, sin embargo -como Ru- a esa predicción.
sia lo demuestra especialmente-, la obtención de La democracia, en una sociedad de clases, debe
informes sobre el verdadero estado de espíritu del ser limitada en forma de no entorpecer las relacio-
pueblo; nadie tiene libertad para informru· impar- nes sociales básicas, en virtud de las cuales la clase
cialmente, y el grupo gobernante cada vez es más gobernante mantiene su posición de poder.ío y pri-
susceptible de errar en sus apreciaciones, corriendo vilegio. En algunas democracias, eso se consigue
el riesgo de que sufra averías el mecanismo social. gracias al simple expediente de limitar los derechos
Cierto grado de democracia facilita a la clase go- políticos, en su totalidad o mayoría, a los miembros
bernante el obtener una información más amplia y de la propia clase gobernante (como, por ejemplo,
más exacta. a los dueños de esclavos en una sociedad basada en
En segundo lugar, la experiencia demuestra que la esclavitud o a los terratenientes en una sociedad
cierto grado de democracia constituye un medio agrícola). Cuando el derecho del voto se ha hecho
excelente para que los opositores y las masas pue- extensivo a grandes sectores de la población, in-
dan desahogarse sin socavar los cimientos de la cluyendo a una mayoría que no pertenece a la clase
estructura social. El descontento y la oposición, en gobernante, el problema planteado es más difícil.
una dictadura absoluta, desprovista de mecanismos A despecho de la amplitud que posea la democra-
que permitan una expresión ordenada, tienden a cia, el control de la clase gobernante puede quedar
adoptar en épocas de crisis formas terroristas y re- asegurado (como en el capitalismo) cuando las
volucionarias. El ejemplo de los parlamentos capi- principales instituciones sociales que respaldan b
talistas demuestra cuán fácil resulta a las demo- posición de aquélla están firmemente consolidadas,
cracias el lidiar con el descontento y la oposición. cuando es general la aceptación de las ideologías
Dándoles una válvula de escape se toman inofen- que contribuyen al mantenimiento de esas institucio-
sivos. Ante la amenaza de perturbaciones promovi- nes, cuando los instrumentos de educación y pro-
das por los grupos sumergidos y carentes de todo paganda están principalmente a la disposición de
privilegio, y con la necesidad de solucionar transac- la clase gobernante, y asi sucesivrunente. En tales
cionalmente los conflictos que surjan en sus propias casos, los cambios gubernamentales introducidos a
filas, la nueva clase gobernante indudablemente través de procesos democráticos podrán ser reales
preferirá una democracia controlada al riesgo de y efectivos, pero no amenazan ]a estructura funda-
una caída social. mental de la sociedad: todos giran en el marco de-
De esta suerte, importantes exigencias internas de finido por las instituciones e ideas básicas.
la sociedad de los directores se suman a la analogía Los capitalistas retuvieron el control de la socie-
histórica para indicarnos que el totalitarismo es dad incluyendo, en conjunto, los distintos gobiernos,

222 223
por intermedio de su control de facto, en sus propios rrados del mapa por el capricl1o de cualquier fun-
nombres, de los principales medios de produé!ci6n; cionario. En las economías descentralizadas, los
un control que era aceptado y reconocido por la grupos opositores pueden afirmarse en algún sector
sociedad gracias al reconocimiento y aceptación por de la misma, ya que nadie ni ningún grupo la con-
la misma de las principales instituciones e ideas del trola en su totalidad; pueden basarse en alguna
capitalismo. Pero en la sociedad directoria!, los rama importante de aquella frente a las demás: en
directores se encuentran en una relación comple- la agricultura contra la industria, en la industria.
tamente distinta. Como la propiedad de los medios pesada contra la liviana, en el trabajo contra el
de producción corresponde al Estado, los directores capital. Pero en la estructura directoria!, la centra-
sólo pueden mantener su posición dominante ase- lización de la economía eüminaría esas posibilida-
gurándose el control sobre el mismo, y así, indirec- des. Todos los sectores económicos importantes
tamente, sobre aquéllos. No es tan fácil, sin embar- estarán bajo la planificación y control del único e
go, el asegurarse ese control sobre el Estado sin integrado juego de instituciones que será el Estado
dictadura, en régimen de democracia, es decir, directoria!. No existirá, por tanto, base económica
frente a minorías dotadas de la libertad de pública independiente para grupos políticos opositores. Qui-
expresión política. Hasta ahora, el avance hacia la zás la democracia tendrá que buscar una base ins-
sociedad directoria} ha sido acompañado, en todas titucional de especie distinta a las que tradicional-
partes, por la tendencia hacia el monopolio político mente la han sostenido.
por un partido único, tendencia que ya es mi hecho El problema se agrava si recordamos la índole
en la mayoría de los paises. Ese monopolio parecería de las ya analizadas políticas de la nueva sociedad.
incompatible con la democracia, ya que el derecho La. soberanía, como vimos, se va localizando en jun-
de pública expresión política de las minorías implica tas u oficinas, y todo parece indicar que así seguirá
la existencia de partidos opositores, denomínense o sucediendo. ¿Cómo podria entonces, en términos
no partidos. Todavía no se percibe claramente si de instituciones políticas, funcionar la democracia?
las relaciones sociales de la nueva sociedad podrían Tendría que ser una democracia no parlamentari'l.
asegurarse de alguna otra forma que no sea mediante En 1937, la Constitución soviética resucitó nomi-
el monopolio del partido único. nalmente al parlamento, pero conservó el monopolio
Además, la estructura económica de la sociedad d.el partido único y la localización de la soberanía
de los directores parece crear obstáculos a la de- en las reparticiones y oficinas públicas. El resul-
mocracia. Esta no existe sin grupos opositores, pero tado, sean cuales fuesen las intenciones de quienes
su existencia no puede depender, meramente, de la redactaron la Constitución, ya estaba previsto: el
buena voluntad de los que están en el poder, por lo parlamento (el Congreso Soviético bicameral) no es
que deberían contar con cierta clase institucional más que u11a caja de resonancia y una agencia de
independiente en la sociedad, para que les fuese propaganda, y no se dio un solo paso hacia la
posible oponer una resistencia eficaz y no ·ser bo- democracia.

224 225
Quizá sería posible implantar la democracia gra-
cias a la localización de la oposición política en
ciertas instituciones, como los sindicatos, cooperati-
vas, asociaciones técnicas u otras de la misma ín-
dole, posiblemente todavía desconocidas, las cuales,
aunque se mantuviese la ficción del monopolio del XII
partido único, se convertirían, entonces, en los
verdaderos partidos opositores. Las oficinas guber- LA POL1TICA MUNDIAL
namentales sentirían el impacto de su influencia y DE LOS DIRECTORES
fácilmente podrían crearse mecanismos de media-
ción en los conflictos. Esto no es una mera y vaga Mientras prevaleció el sistema político del ca-
conjetura. Ya sucede algo análogo en las naciones pitalismo, existió un número relativamente crecido
totalitarias. Pese a su rigidez superficial, representa de naciones importantes. Cada una de ellas se
una intrusión democrática, susceptible de infinito consideraba soberana, pero, contemplando la situa-
desarrollo en los sistemas políticos totalitarios. La ción mundial, es evidente que una parte conside-
democracia que brotara siguiendo esas líneas po- rable de los territorios y pueblos de la tierra de-
drfa funcionar, hasta cierto punto, sin constituir una pendía y estaba controlada por las naciones más
amenaza peligrosa para la dominación social, po- adelantadas y póderosas.
derío y privilegios de los directores o para los No es necesario ser profeta para saber que en la
cimientos de la nueva sociedad. sociedad de los directores ese sistema político será
En general, parece probable el ulterior desarrollo radicalmente diferente, puesto que su dramática
democrático de la sociedad de los directores. In- modificación ya está teniendo lugar con rapidez
currirían en error, sin embargo, los amantes de la creciente desde el comienzo de la segunda guerra
democracia que abrigasen un optimismo excesivo mundial Una tras otra, las naciones capitalistas
sobre el particular. No le abonan las pruebas de van siendo totalmente eliminadas o despojadas de
que hasta ahora se dispone; tampoco tendrá lugar, los atributos de la soberanía. ¿Cuáles serán las con-
además, ni mañana, ni el año o década venideros. secuencias de este proceso? Tal es la pregunta que
Lo único claro es esto: la democracia de la socie- me propongo examinar y responder en este capitulo.
dad capitalista está desapareciendo; ya casi ha des- La soberanía implica para una nación dictar sus
aparecido, y no volverá. La democracia de la socie- propias leyes, sin ningún otro ui más alto legisla-
dad de los directores tardará bastante en nacer, y dor; establecer sus derechos de aduanas y otras for-
los dolores que su nacimiento provoque incluirán mas de control sobre su exportación e importación;
violentas convulsiones. regular su política exterior y su moneda, y mantener
su organización civil, diplomática y militar. La· exis-
tencia simultánea de múltiples naciones soberanas

226 227
<u el muntl..> múdcmo implica necesariamente una con~uar "reconociendo'' a la docena de gobiernos
situación anárquica en la política mundial, pues co- refug1ados que corren de una capital a otra y acaso
mo ninguna reconoce un legislador superior a todas, ll~guen hasta el Polo Norte; pero esas elevadas fíe-
no existe, en último término, otro recurso que la Clones morales no devolverán una sola gota de
fuerza para dirimir los profundos conflictos que in- sangre a hs venas de un sistema político fenecido.
faliblemente surgen entre ellas.
La experiencia ha demostrado qnc la coexistencia Si los problemas políticos pudieron solucionarse
de gran número de naciones soberanas, en es- conforme a un raciocinio científico, sería dable es-
pecial en Europa (y en grado menos agudo en perar que el sistema político de la sociedad direc-
América Latina}, es incompatible con las necesida- torial adoptara la forma de un estado mundial úni-
des económicas y sociales contemporáneas. Dicho co. De esta suerte se eliminaría en su totalidad la
sencillamente, ese sistema no marcha. Aunque los anarquía que necesariamente provocan las sobera-
arreglos europeos posteriores a Versalles fueron nías antagónicas. Podría organizarse la producción
convenidos y garantizados por la coalición de na- de acuerdo con la máxima utilización de los recursos
ciones más poderosas de la historia, y victoriosa en mun~alcs '! con la división del trabajo más eficaz;
la mayor guerra de la historia, no podrán durar. podrían eVItarse las duplicaciones innecesarias y ca-
La compleja división del trabajo, la afluencia del bría ~plotar la tier;ra en la forma más adecuada y
comercio y de las materias primas que la técnica vent~)OSa. Una soc1eda~ mundial de este género
moderna permite y exige, han sido estranguladas por ha s1do la meta persegu1da por marxistas, pacifistas
una red de aranceles, legislaciones, monedas, pasa- y otros muchos antes que ellos, y si sólo tornáse-
portes, restricciones fronterizas, burocracias y ejér- mos .en cuenta consideraciones lógicas y morales,
citos independientes. Desde hace tiempo se advertía podríamos alegar argumentos de peso en su favor.
con claridad que todo esto sería barrido; el único . Aun descendiendo al terreno más duro de la rea-
problema consistía en saber quién, cómo y cuándo hdad, no es im~~obable que algunos directores, y
se haría. Ahora se está haciendo bajo el impulso sus colegas pohticos, estén también pensando en
inicial de Alemania. u.n. Estado mundial, si no como un triunfo de la jus-
Quien crea en la existencia de la más remota po- ticta y de la lógica, con tma finalidad de poderío.
sibilidad de que el sistema anterior a 1939 será Puede muy bien ocurrir también que Hitler y sus
restaurado en Europa, vive en el mundo de los sue- secuaces, así como algunos de los espiritus más
ños, pero no en este planeta. Los Estados Unidos audac~ ~e los Estados Unidos, tengan en ment6
podrán seguir declarando que nunca reconocerán las algo sunilar. Es probable, además, ·que entablen
modificaciones de fronteras realizadas por la fuerza guerras cuyo objetivo consista en adueñarse del
(la única forma en que tuvieron lugar las más poderío mundial.
importantes de la historia, hasta las provocadas por . A pesar ?~ todo, es sumamente dudoso que el
los Estados Unidos); Londres y Washington poru·án SiStema político de la sociedad de directores sea
22-8 229
organizatlo, en un futuro discernible, como un solo En términos generales, la contestación ni es diñ-
Estado mundial. Si nos dejamos de palabras y nos cil ni requiere conjeturas ociosas sobre un futuro
acercamos a los detalles prácticos, veremos que la nebuloso. La elaboración de la respuesta se inició
organización del mundo entero bajo un solo Estado hace algún tiempo y ahora está gestándose ante
soberano parece presentar dificultades casi insu- nuestros ojos. El número relativamente grande de
perables y de condición muy diversa. naciones soberanas existente bajo el capitalismo está
En primer lugar, las de orden técnico y admi- siendo reemplazado por un número relativamente
nistrativo: la dirección centralizada de todo el pequeño de grandes naciones, o "Super-Estados",
mundo y de todos sus pueblos sería, por lo vasta, que se repartirán el mundo. Algunos países, aun-
una tarea superior a la capacidad técnica de cual- que eliminados "de hecho", posiblemente subsisti-
quier gn1po humano, de acuerdo con lo que su rán "en la forma», quizá como subdivisiones admi...
anterior conducta permite deducir. Surge, en se- oistrativas, pero despojados de soberanía.
gundo lugar, el problema militar y policial. Nada Todo intento de predecir exactamente cuáles se-
abona la creencia de que un solo Estado podrá or- rán los grandes Estados que la conservarán sin res-
ganizar un grupo militar de magnitud y cohesión tricciones, puede parecer osado. Es indudable que
suficientes como para patrullar el mundo entero. no podemos estar seguros del plazo que requerirá
Aun si alguna nación consiguiese, por una afortu- la consohdación del sistema político mundial de la
nada casualidad, una victoria aparentemente mun- sociedad de los directores, ni de cuáles serán sus
dial, ésta sólo sería temporal; las fuerzas desinte- etapas, pero ya se perciben claramente, sin embargo,
grantes bastarían para anularla al poco tiempo. Las los rasgos principales y el bosquejo del resultado
diferencias étnicas, culturales, sociales y climáti- final.
cas del mundo son, por último, tan considerables Si miramos el mapa económico, indicando las
que impiden reducirle a una unidad política. Aun- ocupaciones de la humanidad, de inmediato salta
que esas diferencias no sean permanentes, persisti- a la vista un hecho decisivo. La industrialización
rán durante todo el tiempo con respecto al cual avanzada se concentra en tres regiones y s6lo en
podríamos aventuramos a formular predicciones. tres, relativamente pequeñas: los Estados Unidos,
Un Estado mundial supondría un grado conside- en especial en sus zonas nordeste y centro-septen-
cable de unidad social entre los hombres en intere- trional. Europa, especialmente en la zona central
ses, cultura, educación y niveles materiales de vida. norte (Alemania, Holanda, Bélgica, el norte de
Ni tal unidad existe, ni para lograrla puede con- Francia, Inglaterra ); y las islas del Japón, con par-
fiarse en la estructura de clases de la sociedad di- te del este de China. Parece inútil advertir que,
rector.ial. ¿Quién vendrá a reemplazar, entonces, al precisamente, la industrialización avanzada es la
sistema capitalista, caracterizado por la coexisten- que permite elaborar tanto los elementos con que
cia de un número relativamente grande de Estados se disputan y ganan las guerras modernas, como
soberanos, y que, de hecho, estará en colapso? los esenciales para la cultura. El mapa económico

280 231
sugiere con claridad lo que es probable ocurra en Esta caracterización política de ambas guerras
otros muy diversos terrenos: que el sistema políti- guarda correlación -y es 1·obustecida- con las con-
co mundial cristalice en tres "Super-Estados" pri- clusiones a que llegamos en nuestro análisis econó-
marios, cada uno de ellos basado en una de esas mico, las que también consolidan nuestra selección
tres zonas de inuush·ialización avanzada. del año 1914 como fecha inicial de la transición
Esta ni implica necesariamente que esos tres "Su- hacia la sociedad dú·ectorial. Hemos comprobado
per-Estados" sean los Estados Unidos, Alemania y que desde fines de la Edad Media hasta la prime-
el Japón, tales como hoy los conocemos. Podría ra guerra mundial aumentó continuamente el por-
ser así, pero no es indispensable que así sea. En centaje de Ja economía bajo control capitalista y
esas naciones pueden producirse convulsiones inter- de sus peculiares relaciones económicas; pero que
nas, las cuales, junto a luchas militares externas, desde entonces también declinó continuamente y
podrían interrumpir la continuidad histórica. Es con rapidez acelerada. Desde el punto de vista
posible que se barajen nuevos nombres, aunque político, podemos afirmar que a mediados de la
ello revista, a la larga, importancia secundaria. primera guerra mundiaL se produjo el primer salto
Parece asimismo innecesario recordar que el me- brusco hacia la sociedad directoria!: la revolución
canismo mediante el cual se construirá este nuevo rusa. Esa guerra y su epilogo ("el sistema de Ver-
sistema poHtico, es y será el Único que en el pasado salles,.) constituyeron la prueba definitiva de que
fue utilizado con fines similares y no existe el me- la política capitalista mundial nQ. podía seguir y
nor inc:licio -menos que nunca en 1941- que per- tocaba a su fin.
mita· deducir que "la guerra", como recurso supre- La gt1erra de 1939 provocará, el menos, otros
mo, será reemplazado por otro. dos impmtantes avances políticos hacia la sociedad
clirectorial: primero, la consolidación política del
Estamos, pues, en condiciones de comprender continente europeo, que implica, además, la des-
el significado histórico fundamental de las dos pri- trucción del predominio británico sobre el mismo;
meras guerras munc:liales del siglo xx. Simplificán- y, en segundo lugar, la disgregación del Imperio
dolo en extremo, aunque sin alterarlo, podríamos Eritánico, principal representante político de la so-
describirlo de esta suerte: la guerra de 1914 fue ciedad capitalista. Ambos avances quedaron asegu-
la última guerra de la sociedad capitalista; la de rados con la capitulación de Francia en junio de
1939 es la primera gran guerra de Ja socíedad di- 1940. La posición predominante de Inglaterra siem-
rectoria!. Ambas guerras lo son de transición, del pre dependió de su papel de intermediario entre
período de transición entre ambas sociedades. En- el continente europeo y el resto del mundo, prin-
contramos en ellas sus propios y respectivos ele- cipalmente su gran Imperio, y de esa dependencia
mentos; los primeros predominaron en la guerra emergió la politica del "equilibrio de poderes" que
de 1914 y los segundos han experimentado enorme Inglaterra se vio obligada a seguir durante toda
incremento en ]a de 1939. la era capitalista. Esa política exige que ninguna
232 233
otra nación domine el continente) o mejor dicho, algún tiempo que iniciaron sus preparativos para
que éste sea dominado por Inglaterra, mantenien- el nuevo orden mundial. El periodo preliminar
do en equilibrio, unas contra otras a las grandes lo es de consolidación de bases estratégicas, lo que
naciones continentales. Sólo así puede hacerse efec- ante todo implica, además de las tres zonas de
tiva, por otra parte, esa dominación británica, pues industrialización avanzada, las posiciones necesa-
sus relativamente escasos recursos nacionales y rias para su protección. Desde que entró en Man-
su pequeña población imposibilitan la dominación churia, el Japón se apoderó de casi toda su zona
directa por imperio de su propio poderlo. El equi- y se está ramificando desde ella; Alemania amplió
hbrio de poderes en el continente sólo es posible, su base, al principio sin guerra abierta (el Sarre,
no obstante, cuando el mismo está dividido en Austria, Chescolovaquia) y luego empezó a com-
cierto número de Estados realmente soberanos y pletar su consolidación mediante la guerra; Esta-
poderosos, y esa división terminó para siempre con dos Unidos empezó en el frente ideológico con las
Ja capitulación de Francia. En consecuencia, pase conferencias panamericanas y la propaganda de la
lo que pasare dUl'ante el resto de la guerra actual, "política de hemisferio" y recientemente comenzó
sea o no derrocado el régimen de Hitler, estallen a recuperar el tiempo perdido con medidas más
o no nuevas revueltas, el sistema antiguo termi- prácticas, como el acuerdo defensivo con Canadá
nó, e Inglaterra jam{\s podrá dominar nuevamente (reducido, en realidad, a la condición de satélite),
a Europa o ser el centro político que controle un la adquisición de bases en el Atlántico (bajo la
vasto impexio mundial. fórmula de arriendo) y la concreción efectiva con-
Pero la de 1939 no es más que la primera guerra, creta de la política del hemisferio.
no la última de la sociedad dictatorial. Todavía La "consolidación de las bases estratégicas" no
quedará mucho por decir al término de la misma. es más, sin embargo, que la primera fase. El tema
No obstante, como ahora ni la guerra ni la paz fundamental de las guerras del futuro -en una de
son declaradas, puede resultar difícil cuando habrá las cuales la segunda guerra mundial estaba ya
terminado esta guerra y comenzado la próxima. La transformándose en las postrimerías de 1940- será
inmediata ni siquiera llegará a completar la con- el choque entre las tres zonas que constituyen las
solidación de la estructura dictatorial de la nueva tres principales bases estratégicas. Ostensiblemen-
sociedad, pero una vez lograda, seguirá habiendo te, esas guerras serán dirigidas desde cada base
guerras, porque subsistirán muchas cosas por las para la conquista de las demás, pero no parece
cuales luchar. posible que ninguna de ellas pueda conquistar a las
He predicho la división del mundo nuevo en tres otras dos; y ni siquiera la alianza de dos de ellas
"Super-Estados". El núcleo de los mismos, cuales- podría alcanzar una victoria decisiva y duradera
quiera sean sus futuros nombres serán Japón, Ale- sobre la tercera.
mania y Estados Unidos. Reviste especial signifi- El resultado real de esas guerras no será una
cación el observar que esas tres naciones hace ya decisión sobre quién gobernará las bases -pues los

234 235
propias e inmediatas zonas estratégicas, no ha ter-
norteamericanos dominarán en América, los e~o­ minado ni mucho menos. En Europa, por ejemplo,
peos en Europa y los asiáticos en ~apón y Chin~ aunque Alemania obtuviese lma completa victoria
Oriental- sino decisiones sobre que partes y que c·n la guerra actual, quedarían Rusia e Italia, y
proporci6~ del resto del mundo serán dominados Uusia también está en Asia, junto al Japón.
por cada uno de los tr~s. ~entras est~tégicos. Po- Todo el mundo sabe, sin embargo, que Italia es
dria pensarse en la pos1bilidad d~ arb1trar un,a. so- un país subordinado, incapaz de una política real-
lución "racional", conforme a lmeas geograficas mente sobexana. Hay motivos sobrados para creer
"naturales" y dividiendo al mundo en tre~ p~es, (como veremos en el Capítulo XIV) que Rusia se
como en el siglo XVI trató el Papa de divlCli~ al dividirá en dos, con su unidad occidental gravitan-
mundo entre España y Portugal. Pero en el stglo do hacia la base ~uropca y la oriental hacia la asiá-
xx los hombres no resuelven así sus problemas, tica. Pero aun cuando una futura coalición en com-
como tampoco lo consiguieron ?acer e~ el XVI. L~ binación con disturbios internos derrocara la Ale-
geografía confiere ciertas ventaJaS en ctertas x:'nas mania actual, esto sería secundario frente a la
o. cada uno de los contendientes: a Estados Urudos, cuestión principal. El resultado de tal proceso no
en los dos tercios de América; al centro europC:O• alteraría el sistema político hacia el que tiende la
en la mitad septentrional de Africa y el oeste de Asta; sociedad de directores, sino que meramente cam-
al centro asiático, en la mayor parte del resto d~ biaría el nombre y algunos de los dirigentes de uno
Asia y de las islas cercanas. Per? resta mucho tern- de los "Super-Estados".
torio y los rivales no estarán d1spuestos, además, a Los años venideros también veH1n guerras de
admitir ningún derecho geográfico "naturar'. co.mo otra índole. Es más: éstas ya empezaron hace va-
en el siglo xn no el Papa, sino las guerras vemde- rios años: guerras de los centros metropolitanos
ras trazarán los mapas del futuro. contra las regiones y pueblos atrasados, los cuales,
Esta lucha por el control del mundo entre los tres abarcando una mayoría de territorio y de la pobla-
centros estratégicos será el tema fundamental d<' ción mundial, no se alinearán automáticamente tras
las guerras futuras en la sociedad de director~, el uno u otro de los tres centros, ni se mantendrán
cual, aunque velado, complicado y tocado con apartados mientras los tres luchan por dominar-
variaciones, empezó a manifestarse durante lA. ~e­ los. En la disolución de la estructura política del
rra actual, y se aclara ec1.da día. Como el capttahs- mundo capitalista y durante las luchas intestinas
mo todavía no ha muerto, las guerras actuales no de los grandes Estados dircctoriales, los pueblos
son directoriales "puras", poro están completando la atrasados intentarán liberarse completamente de
destrucción de aquél no sólo por el mero efecto de toda dominación y conservarse dueños de sus pro-
la derrota militar, sino también por las consecuen- pios destinos. Con frecuencia, ~-os levantamientos
cias internas de los regimenes de guerra en las estarán relacionados con las guerras entre las prin-
circunstancias modernas. Por otra parte, la con- cipales potencias directorialcs. Es du~oso, sin cm-
solidación de los tres "Super-Estados", aun en sus

2!36
bargo, que ningt,mo de los pueblos atrasados con- drán que alinearse en todas partes detrás de une>
siga alcanzar su independencia (excepto, tal vez, u otro de los Super-Estados del mañana; no habrá
nominalmente), ya que carecen de los recursos lugar para las pequeñas naciones seudosoberanas
técnicos necesarios para librar con éxito una guerra ni los pueblos atrasados podrán resistir el poderí~
moderna o para competir en condiciones más o de las zonas .m~tropolitanas. Claro está que podrán
menos equilibradas desde el punto de vista eco- mantenerse ficc10nes amables de independencia con
nómico - lo que hoy día también es necesario para fines de propaganda, pero no estamos hablando de
la independencia. Deberán gravitar hacia uno u la soberanía nominal, sino de la real.
otro de los grandes bandos, incluso si obtuvieran al- En la estructura de la nueva economía los di-
gún éxito temporal en la lucha por su independencia. rectoreshpodrán resolver una de las dificultades que,
1
Ya se ha visto durante e] txanscurso de la segunda segun . ex;r10s visto, ha enfrentado el capitalismo
guerra mundial: es indudable que las masas de y constituido un elemento importante en su caída;
la India desean independizarse de Gran Bretaña y es, a saber: la incapacidad para seguir explotando
erigirse en soberanas, pero en las circunstancias y desarro11ando las zonas atrasadas en forma satis-
actuales no inician la lucha por su independencia factoria. El capitalismo ya no puede hacerlo ( co-
por la cobardía de muchos de sus dirigentes y, mo, por ejemplo, Estados Unidos en la América
en especial, porque la mayoría de los mismos Latina), porque ya no resulta beneficioso desde su
está acertadamente convencida de que la indepen- punto de vista. Ya no existe un incentivo de lucro
cia de la India no podría consolidarse con firmeza. suficiente para que los inactivos fondos privados
La rebelión contra Gran Bretaña los uniría y, final- salgan de sus improductivos depósitos. Aún ahora,
mente, los subordinaría a Alemania o a Rusia. Un cuando la ~uerra ~brió de par en par las puertas
dilema similar enfrentan los árabes del Cercano de la Aménca Latma, los comerciantes y banque-
Oriente. En la América Latina la situación es aná- ros norteamericanos bien poco hacen. No se les
loga: inhabilitadas para conservarse dueñas de sí puede .P.e~suadir para que hagan grandes inversio-
mismas en el mundo futuro, las naciones de esa nes o IDlClen empresas importantes, y tienen razón,
Amélica oscilan de un lado para otro. Con Gran porque dada la experiencia recogida en los últimos
Bretaña en liquidación, antes la nación más influ- años, saben que no resultaría provechoso hacerlo.
yente en América Latina, la única alternativa realis- El gobierno, mediante organismos como el Banco
ta que enfrentan es la subordinación a Estados de Exportación e Importación y otros aun más im-
Unidos o al nuevo centro europeo. Su decisión portantes que le seguirán, ha tenido que reempla-
sobre el particular no reviste mayor importancia, zarlos. El Estado directoria! no necesita obtener un
pues la cuestión será decidida por el poderio re- lu~o capitalista, y a medida que vayan siendo li-
lativo de ambos. qmdadas las relaciones de esta índole avanzará
Aparentemente, estas observaciones podrian ha- hacia una nueva fase en el desarrollo 'colonial y
cerse extensivas al mundo entero. Los hombres ten- semicolonial del mundo.

238 239
Alemania, en sus relaciones económicas con na- muchas personas serias que no juzguen esas po-
ciones menores y subordinadas, ha mostrado ya sibilidades en forma muy parecida a la mia.
algunas de las formas en que eso puede hacerse. Debemos preguntamos ahora si en realidad exis-
Durante años los economistas ortodoxos han estado te alguna persona seria que crea que el con-
demostrando que las transacciones co~ercíales de tinente europeo será nuevamente dividido en
Alemania con los Balcanes, la Aménca del Sur, una veintena de naciones soberanas, cada una con
Rusia, etcétera, han "perjudicado", más que favo- sus propias guardias fronterizas, ejércitos, buro-
recido a la economía alemana, porque naturalmente cracias. . . Dudo que haya quien realmente piense
t.-sas t~ansacciones son "antieconóroicas", es decir, así. Si eso no dio resultado después de Versalles,
improductivas en un sentido capitalista. Es~ ~n­ cuando las condiciones eran cien veces más favo-
clusión sólo es cierta cuando se razona en tennmos rables, cuando la creciente desocupación en masa
de relaciones económicas capitalistas, pues la ver- y la depresión económica permanente no eran aún
dad es que dichas transacciones contribuyeron a características inevitables del capitalismo, tampoco
mantener empleada a la gente, tanto en Ale:nania podrá dar resultado hoy o mañana. No se trata de
como en las naciones subordinadas y detenmnaron lo que nos gustaría que sucediese, sino de lo que
el intercambio de mercaderías y servicios que am- va a suceder. Hasta los propagandistas británicos se
bas partes, y en especial Alemania, considerab~n han visto obligados a hablar de los "Estados Uni-
valiosos. Demostrar, por tanto, que ese intercambto dos de Europa", es decir, de una consolidación
no puede rendir ~enefi~os n? equivale .a demos- europea bajo la dominación de Inglaterra, en la
trar que no contmuara xeahzándose, smo, sola- cual los países participantes tendrían necesariamen-
mente, que no tendrá lugar en el capitalismo. te que renunciar a los derechos de soberanía. Lo
Las predicciones políticas de la índ.ole esbozada único equivocado en este concepto es la noción de
son muy mal vistas en los ~~tados U m~os. La doc- que esa consolidación podrá lograrse en una es-
trina oficial sigue la tradición de Wilson: el de- tructura social capitalista, con el imperturbado Im-
recho y la moral internacional; lo.s ~erechos de las perio Británico. ¿Y qué son todos esos planes de
pequeñas naciones; el no reconoc1m1ento de los te- Union Now ("Unión Ahora"), sino frases amables
rritorios adquiridos por la fuerza. Washington con- para allanar el camino hacia la consolidación de uno
tinúa abarrotado de representantes diplomáticos de de los Super-Estados del futuro bajo el control de
naciones qne ya no existen. No deseo discutir ~ los Estados Unidos?
forma de pensar, hablar y sentir de la ~ente, m Todavía es más importante e irónico observar
la forma en que emplean las palabras; m1 propó- que pese a cuanto dicen los portavoces oficiales,
sito consiste en descubrir lo que es prob~ble que los Estados Unidos "obra, actualmente de acuerdo
ocurra, según las pruebas existentes. Pese a lo que con las predicciones de este capítulo. Está consoli-
en los Estados Unidos dicen sus portavoces, no dando su base estratégica en los dos tercios sep-
creo que en este país, o en cualquier otro, existan tentrionales de este hemisferio y preparándose a
240 241
combatir contra uno o ambos de sus grandes rivales
-el centro europeo y el centro asiático- por la
parte a que cree tener derecho del mundo nuevo.
Que sus actos sean más vacilantes que los ~e sus
rivales, especialmente el europeo, se debe ~nn?le­
mente a que todavía sigue sien~o más, cap1talist~, XIII
y a que los capitalistas y sus 1d~olog1as todav1~
son más poderosos en Estados Umdos que los di- LAS IDEOLOGíAS DE LOS DIRECTORES
rectores y sus ideologias. Pero a pesar de e~o, los
cálculos realistas de los dirigentes norteamencanos, Todas las sociedades orgaoizndas están cimen-
en especial de los futuros, se basan en pred~c~i?­ tadas no sólo por la fuerza y su amenaza y por es-
nes de conterúdo idéntico a las expuestas. Diflc~­ tablecidas pautas de conducta institucional, sino
mente podría ser de otra manera, ya que estan también por aceptadas maneras de sentir, pensar,
indicadas claramente por los hechos de ayer Y hablar y mirar el mundo, es decir, por ideologías.
de hoy. En la política, los actos y sus consecuen- Aunque nuestra actitud siempre sea más crítica pa-
cias son mucho más reveladores que las palabras. ra las ajenas que para las propias, hoy día nadie
puede desconocer su decisiva funciÓn social. En
realidad, muchos de nosotros deseamos sentirnos
libres de la influencia de toda ideología aunque ra-
ramente reconozcamos a los demás tan esclarecida
ventaja. Una sociedad no puede mantener su cohe-
sión si la mayoría de sus miembros no acepta, en
forma general, ideologías que sin ser necesaria-
mente idénticas, partan al menos de los mismos
conceptos básicos.
Las teorias científicas son siempre controladas
por los hechos: deben poder explicar las pruebas
pertinentes que estén a mano, y basándose en ellas
debe ser posible formular predicciones contrasta-
bles en el futuro. Las ideologías, en cambio, no son
controladas por los hechos, atmque incluyan al-
gunos elementos científicos y habitualmente sean
te1údas como tales por quienes en ellas creen. Sean
morales, religiosas, metafísicas o sociales, su fun-
ción primaria consiste, no en conformarse a los

243
de mantener el poderío de aquélla sobre el resto
hechos, sino en expresar intereses, necesidades, de- de la sociedad. Ostensiblemente debe hablar en
seos esperanzas y tempres humanos. L nombre de la ñumanidad", "el pueblo", "la raza",
U~a discusión sobre teorías cientificas siempre f "el porvenir", "Dios", "el destino", y así sucesiva-
puede dilucidarse, más pronto. o más tarde, rn_e- mente. Además, pese a la opinión de muchos de los
diante experimentos y observac10nes, pero una diS- cínicos de hoy, una ideología cualquiera no siempre
cusión sobre ideologías rivales nunca pued; ~olu­ es capaz de evocar el sentimiento de las masas.
cionarse así. Las controversias a que estas últlmas Se trata de algo más que de un problema de habi-
dan lugar pueden proseguir, y d~ hecho prosiguen, lidosa técnica propagandista: para que una ideolo-
mientras los intereses que respectivamente encarnan gía tenga éxito debe dar a las masas la impresión,
revisten alguna significación, trocánd~se con. ~oste­ por confusa que sea, de que realmente e1.:presa al-
rioridad en curiosidades para el estud10 de filosofas gunos de sus propios intereses.
0 antropólogQS. A diferencia de lo que ocurre en En un período de transición social las ideologías
lo relativo a las teorías científicas, jamás pu~den de Ja vieja sociedad son atacadas por las nacientes
existir medios satisfactorios para contrastar la ver- de la sociedad en gestación, igual que lo son las
dad" de las ideologías, ya que, en realidad, no ~on instituciones de aquélla y el poderío político y
afectadas por las nociones de v~rdad ~ mentira. económico de la vieja clase gobernante. Las ideo-
El problema importante para una 1deolowa, cuando logías nacientes dedican gran parte de su atención
es adecuadamente entendida, no consiSte e~ su a ·la tarea negativa de socavar la aceptación por las
certeza, sino en qué intereses expresa y en qu~ me- masas de las antiguas.
dida lo hace con propiedad y fnerza persuasiva. Las ideologías fundamentales de la sociedad ca-
Aunque las ideologías no sean ~ontroladas por pitalista, como se observó brevemente en un capí-
los hechos están no obstante sometidas a otras cla- tulo anterior, eran variaciones de los siguientes te-
ses de co;trol. En particular las principales ideolo- mas: individualismos; oportunidad; derechos na-
gías de una sociedad de clas~ .deben ser suscep- turales, especialmente los de propiedad; libertad,
tibles de cumplir una doble mlSlón:. 1) Deben ~x­ en especial la contractual; empresa privada; ini-
presar, al menos sucintamente, los mt~res.es socia- ciativa privada, etcétera. Esas ideologías daban sa-
les de la clase dominante y deben contnbwr a crear tisfacción a las dos condiciones ya mencionadas.
una manera de pensar y de sentir favorables al De acuerdo con la interpretación de que eran obje-
mantenimiento de las instituciones y relaciones da- to, expresaban y servían los intereses de los ca-
ve de esa determinada estructura social. 2) Al pro- pitalistas: justificaban el lucro y el interés; demos-
pio tiempo, deben ser expresadas en forro~ de sus- traban por qué el proletariado de los medios de
citar el sentimiento de las masas. Una 1deologia producción tenía derecho a la totalidad de sus pro-
que encame los intereses de una d?~ermínada clase ductos y por qué el obrero no tenía ningún derecho
gobernante, carecería de to~a utihdad como ~­ contra el propietario, salvo el salario convenido;
mento social si revelara ab1ertamente su func1ón
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defendían la supremacía de la empresa privada, lógicas, aparecen frecuentemente con toda natura-
retenían al Estado en su limitado papel; protegían lidad en labios de quienes todo el mundo considera
el derecho del patrono a tomar y despedir em- como los grupos más conservadores, e incluso reac-
pleados; explicaban por qué ün propietario, dis- cionarios, de la sociedad (aquellos a quienes, sin
crecionalmente, podía cerrar su fábrica o hacerla demasiada propiedad histórica, denominan tor·ies
trabajar continuamente; aseguraban el derecho de los partidarios del New Deal).
Jos propietarios a instalar fábricas, comprar o ven- En los Estados Unidos, son los Hoover, los Lipp-
der cuanto les pareciera, tener dinero en el Banco, mann, los Girdlers y Weir y Willláe, el Herald
o en efectivo o en valores o en capital activo, co- Tribune de Nueva York y el Tribune de Chicago,
mo mejor les conviniera. Mientras las ideologías los dirigentes de la Cámara de Comercio y de la
basadas en esos conceptos u otros similares no Asociación Nacional de Fabricantes, quienes con
fueran seria y ampliamente controvertidas la estruc- mayor facilidad emplean esos términos. La "Liga de
tura de la sociedad capitalista estaba razonable- la Libertad" fue su organización. Hay muchos que
mente segura. se siente ultrajados por ese fenómeno. Creen que·
Al mismo tiempo, esas ideologías obtenían el esa manera de hablar, en esos hombres, es una
asentimiento de las masas y frecuentemente des- hipocresía y una falsedad manifiesta. Pero este aná-
pertaban su entusiasmo. Hombres que no eran ca- lisis es ingenuo, propio de quienes no saben rela-
pitalistas estaban prestos a luchar y morir por lemas cionar palabras y realidades sociales. Nada hubo
que eran emanación de esas ideologías. En realidad, de falso en la "Liga de la Libertad". El derecho
el estilo de vida encarnado en las mismas durante de los tories a emplear esos lemas es legítimo al
algún tiempo tesultó beneficioso para grandes sec- ciento por ciento, pues esos lemas e ideologías son
tores de la masa, aunque nunca en la proporción los del capitalismo, y Jos tories son su genuinos re-
alegada ni en forma alguna comparable a lo que presentantes. A sns oídos dicen lo que siempre han
resultó ser para los capitalistas. Sus ideologías ocu- dicho; es el mundo, no ellos ni sus ideas lo que
pan hoy día una posición muy distinta de la que ha cambiado. Si esos lemas ahora se asocian, con
disfrutaban hace sólo una generación, y esa diferen- toda corrección, a los sectores más conservadores
cia es claramente puesta de relieve por los mismos (es decir, a los de ideas más anticuadas) de la
acontecimientos. sociedad, es porque su antigua estructura, antes
En un tiempo, esas ideologías swninistraban los le- sana y sólida, se está derrumbando y se está eri-
mas de los gmpos que todos denominarían los más giendo otra nueva: una clase antigua se marcha y
"progresivos de la sociedad -entre ellos los otra nueva está llegando.
revolucionarios de Inglaterra, Ft·ancia y Estados En segundo lugar, y esto es más significativo,
Unidos- y más tarde a los grupos que en ningún los lemas e ideologías capitalistas han perdido,
caso eran los más conservadores. Hoy día, esos mis- en gran parte, su poder de seducción sobre las
mos lemas, emanando de las mismas fuentes ideo- masas, lo que no es, ni mucho menos, una opinión

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subjetiva y personal, pues es fácil comprobarlo absurdo imaginar que ello proporciona la única
mediante la observación impersonal. Quizás la prue- explicación. El terrorismo y una técnica hábil no
ba más destacada la proporciona el completo fra- pueden imponer por sí solos una ideología des-
c.-aso del reclutamiento militar voluntario en Ingla- arraigada, sin atracción para las masas. El hecho
terra (así como en todo el Imperio Británico) y es que estas prefirieron el nazismo a las ideolo-
en los Estados U nidos. En sí, este fracaso ya mere- gías capitalistas.
cería destacarse, pero si recordamos que esa Una tercera serie de prueba ha sido proporcio-
forma de reclutamiento fue ensayada en ambos nada por la propia guerra, particularmente por
países cuando en ellos había millones de desocu- Francia. No se logró despertar el entusiasmo de
pados, y con ayuda de toda la técnica moderna de sus masas por una guerra en defensa de la "de-
propaganda, es inmensa la significación del fra- mocracia" (es decir, del capitalismo). Acogieron a
caso. m reclutamiento se efectuó apelando a lemas Munich con júbilo. Demostraron su pasividad al
deducidos de las ideología capitalistas, pero aunque estallar la guerra y durante el transcurso_de la mis-
la juventud careciese de empleos y perspectivas sen- ma. No tenían vohmtad de luchar. Es posible que
cillamente, dio la callada por respuesta. Los ejér- la maquinaria bélica nazi hubiese derrotado a Fran-
citos han debido ser reclutados coercitivamente. cia independientemente del estado de ánimo de
Nadie puede discutirlo, y quien sea realmente sin- su pueblo, pero el ejército francés no estaba arma-
cero tampoco dudará de la significación de este do con arcos y flechas. Hubiera sido increíble una
hecho. derrota tan rápida, de no reconocerse, como es in-
Otra prueba igualmente demostrativa la suminis- dudablemente cierto, que las masas francesas no
tra el avance de Hitler anterior a la guerra. En querían luchar, y no querían luchar porque los le-
1933, en la misma Alemania, ningún sector de las mas capitalistas ya no las conmovían.
masas demostró cstru: dispuesto a jugarse la vida Estados Unidos está tropezando con una dificul-
para impedir a los nazis que asumieran el poder; tad semejante. Varios años de intensa y hábil pro-
Hitler se adueñó del mismo sin guerra civil. Las paganda bélica no han obtenido de las masas una
ideologías capitalistas no proporcionaban incentivo respuesta verdaderamente entusiasta. Rectores de
suficiente para el heroísmo. En el Sarre y en la universidades, oradores sagrados, estadistas y par-
región de los Sudetes, las masas poseían experien- lamentarios reprochan el cinismo, falta de espíritu
cia sobre el capitalismo y la democracia capitalista de sacrificio e indiferencia de la juventud norte-
y, no obstante, eligieron a Hitler y al nazismo. No americana, pero nadie puede despertar el entusias-
cabe la menor duda de que en ambas regiones "Una mo de las masas mediante engaños. Si la juventud
mayoría aplastante era partidaria de entrar a for- no lucha de buen grado es porque no cree en aque-
mar parte de la Alemania de Hitler. Puede admi- llo por lo que se le pide que luche, es decir por
tirse que el terrorismo y una hábil propaganda in- los lemas de las ideologías capitalistas. Lo impor-
fluyeron parcialmente en la opinión, pero seda tante no es si los sentimientos de la juventud son o

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no "justificados": tales son sus sentimientos, y esto la ideología capitalista en su juventud, pero que la
es lo decisivo. abandonaron en su ancianidad: el destino, el fu-
Cuando las antiguas ideologías se desgastan, sur- turo, el sacrificio, el poder. . . Claro está, algunos
gen otras nuevas en su reemplazo. Las ideologías términos de la ideología capitalista han sido adop-
capitalistas ahora se están desgastando, junto con tados: la palabra 'libertad", por ejemplo, se en-
la sociedad que representan, y otras nuevas se dis- cuentra en muchas ideologías, dado que es muy
putan el lugar vacante. La mayoría de estas últi- popular y, como hemos visto, puede ser interpretada
mas avanzan bien poco, porque no cumplen los en muchas formas.
requisitos de las grandes ideologías sociales. El Estos conceptos y otros parecidos contribuyen a
nuevo "agrarismo", medioevalismo, regionalismo, o derruir lo que del federalismo resta y a allanar el
primitivismo religioso, consiguen unos cuantos adep- camino a los directores y a la sociedad directoria!.
tos y pueden disfrutar de notoriedad durante unos Preparan la atmósfera psíquica para la demolición
meses, pero siguen siendo la preocupación de pe- de los derechos capitalistas de propiedad, la acep-
queñas sectas. En el momento actual, las ideolo- tación de la economía estatificada, el reemplazo del
gías que pueden hace1· fuerte impacto y que real- gobierno por una nueva clase de Estado, el rechazo
mente pueden abrirse camino, son, naturalmente, de los "derechos naturales" (es decir~ los derechos
las directoriales, por ser las únicas que están de de los capitalistas en el mercado privado), y la
acuerdo con la verdadera orientación de los acon- aprobación de la guerra directoria!. Cuar1do en nú-
tecimientos. mero suficiente la gente empiece a pensar a tra-
La base general de las ideologías directoriales es vés de estas categorías, estará asegurada la conso-
suficientemente clara para quien comprenda el ca- lidación de la estructura directoria! de la sociedad.
rácter general de la sociedad dé los directores. En Partiendo de conceptos como éstos, son posibles
lugar de conceptos capitalistas, los hay adecuados muchas variaciones dialécticas y filosóficas, de la
a la estructura de la sociedad directoria! y al do- misma manera que hubo mucbas variantes de los
minio de los directores. En lugar del "individuo", conceptos capitalistas. No existirá la ideología di-
se insiste en el "Estado", el pueblo, las gentes, la rectoria}, así como tampoco existió la ideología ca-
raza. En lugar del oro, el trabajo; en lugar de la em- pitalista. Las diversas ideologías directoriales gira-
presa privada, el "socialismo" o el "colectivismo"; en rán, sin embargo, alrededor de un eje a la vez co-
lugar de ''libertad" y '1ibre iniciativa", la planifica- mún y diferente. El fondo cultural, la historia local,
ción. Se habla menos de "derechos" y "derechos na- la religión, el camino seguido por la revolución,
turales"; más de "deberes", "orden" y "disciplina''; el ingenio de los propagmdistas individuales per-
menos de "oportunidades" y más de "empleos" efec- mitirán una diversidad considerable en las nuevas
tivos. Además, en esos primeros decenios de la so- ideologías, como lo permitieron las de las socieda-
ciedad de directores se mencionan frecuentemente des anteriores.
muchos de los elementos positivos que integraron Ya contamos con ejemplos. El nazifacismo y el

250 2.51
leninismo-staünismo (comunismo o bolcheviquismo) su gusto. Con frecuencia sufren interferencias por
son tipos de ideología directoriales primitivas que part~ de aquellos cuya única relación con la pro-
han sido expresadas organizadamente y que ya han ducción es la de propiedad capitalista cuya fina-
obtenido gran éxito. La tecnocracia y el mucho más lidad nada tiene que ver con la concepción de
importante New Deal son tipos en embrión, menos los directores sobre cómo debe ser dirigida la
desarrollados, de ideologías directoriales primitivas, economía. La preparación de estos últimos como
autóctonas de los Estados Unidos. Todas ellas son administradores de la producción moderna tiende,
perfectamente conocidas -o al menos pueden serlo naturalmente, a hacerles pensar en términos de
fácilmente si alguien lo desea, en lugar de creer las coordinación, integración, eficiencia, planificación,
parodias que de las mismas publica la prensa diaria- y a hacer extensivos esos términos desde el sector
y resulta innecesario perder el tiempo en una de la producción bajo su dirección inmediata al con-
larga discusión de su contenido. Todas ellas son ideo- junto del proceso económico. Cuando los d~ectores
logías directoriales en una u otra etapa de desarrollo, piensan en ello, los capitalistas del antiguo régimen.
y todas con mayor o menor claridad, utilizan los que se asolean en Miami o en Hawai, o que se so-
elementos ya enunciados. lazan co~ las finanzas, .les parecen parásitos que no
~esempenan en la soctedad ninguna función justi-
Consideremos la posición en que los directores f¡ca?le y que, al mismo tiempo, les impiden intro-
-y aquellos que por su capacidad, ambición y real ducir los métodos y la eficiencia que desearían.
o potencial preparación quisieran serlo- se encon-
traron en las naciones capitalistas durante el últi- También las masas, por intermedio de los sindi-
mo decenio y consideremos también cómo ven su catos y de otros mecanismos introducidos bajo el
propia posición en el mundo. (Podemos fácilmente capitalis~o, interfieren el contralor y los planes
verificar nuestras deducciones hablando con algu.- de los directores. Para éstos, a sus ojos, las masas
nos directores.) Desde su punto de vista, son ellos parecen estúpidas, incapaces de manejar las cosas
quienes realmente están gobernando a la sociedad y de dar una verdadera orientación directiva. Los
moderna, haciéndola trabajar, proporcionándole su directores saben que con los medios técnicos de
cerebro, y manteniéndola en marcha. No obstante, que disponen les sería perfectamente fácil dar tra-
no reciben una recompensa, en términos de indis- bajo a todo el mundo, pero la organización exis-
cutido poder o de porcentaje en su papel funcio- tente les impide actuar. Como es natural, tienden
nal. Aunque en su vida se aproximen a una mina a identificar el bienestar de la humanidad con sus
o una fáblica, los capitalistas perciben mucho más. propi~~ intereses y la salvación de aquélla con su
La organización institucional del capitalismo -ad- asunc10n del control de la sociedad. Piensan que
viértanlo o no los directores- les priva de recom- é~ta puede ~er dirigida como una fábrica de produc-
pensa adecuada a lo que creen son sus méritos y, CIÓn en sene, la cual, cuando se les permite, saben
al mismo tiempo, les impide manejar las cosas a dirigir eficiente y productivamente.
252 253
De esta visión de la vida, que sin duda de .los dircc~o~es; especialmente aquellos que han
es la que abrigan muchos directores y presuntos temdo el sufic1entc buen sentido de entrar al servi-
directores -particularmente los que actúan en la cio del Estado.
estructura administrativa-, emanan los conceptos
e ideologías directoriales. No son ellos mismos Antes de proseguir, debemos detenemos breve-
quienes dan forma explícita a esas ideologias, de- mente en una cuestión que ha provocado muchas
ducen y sistematizan sus consecuencias, sino que controversias. He citado al 1eninismo-stalinismo"
esta tarea corresponde a los intelectuales. Mientras p~ro no. al "marxismo", como ejempl? de ideología
el capitalismo proporcione grandes rentas a los di- dircctonal, lo que plantea la cuestion referente a
rectores; mientras la estructura social no parezca la relación entre el marxismo y el leninismo, y en-
caerse a pedazos, es posible que acompañen los tre éste y el stalinismo. Históricamente, el movi-
sentimientos esbozados con grandes dosis de la miento social que en organización e ideas tuvo su
ideología tradicional del capitalismo, pero como fuente en las actividades y obras de Marx, se des-
ésta en la vida real ha demostrado su oquedad, se dobló como consecuencia de una división que co-
adaptan fácihncnle a las nuevas ideologías, que se menzó en los últimos años del siglo XIX y culminó
conforman mucho mejor a su experiencia, a su en 1914, en dos corrientes principales: un sector
manera de encarar al mundo y a si mismos. En reformista, "social-democrático", y otro revolucio-
realidad, los intelectuales, sin darse cuenta de nario, cuya figura más destacada en el primer de-
ello, elaboran las nuevas ideologías desde el punto cenio posterior a 1914 fue Lenin. Ya no es útil
de vista de la posición de los directores. discutir sobre cuál de ambos sectores es el genui·
Para que una ideología sea directoria!, no es n e- namente marxista. Históricamente, ambos emana-
·Cesario que haya sido inventada por los directores ron de Marx.
o que sean éstos los primeros en adoptarla. Tampo- Lo que sucedió, al parecer, fue lo siguiente: las
co los capitalistas inventaron las suyas; fueron opiniones de Marx, en sus inducciones y conse-
elaboradas por los intelectuales mientras la ambi- cuencias, eran históricamente ambiguas. Propuso,
ción de casi la totalidad de aquéllos todavía consistía además, una meta social -una sociedad libre sin
en llegar a ser señores feudales. Lo que cuenta clase e internacional- inalcanzable en el a~tual
por largo son los efectos sociales. El efecto de las período histórico. Los movimientos históricos mo-
idíologías directoriales, del tipo de las tres men- difican, en la práctica, las metas perseguidas para
cionadas, es el de contribuir al establecimiento de acercarlas a las posibilidades reales. El movimien-
t~a estructura de sociedad que hemos denominado to marxista se desdobló según la gran divisoria de
directoria!, en cuya cima están los directores. Es nuestro tiempo: la sociedad capitalista y la socie-
índudable que bajo el nazismo, el stalinismo y el dad de los directores. Ambas alas del marxismo
New Deal, el grupo social que ha hecho mayor ca- conservaron, como a menudo sucede, la terminolo-
rrera (sea buena o mala) que cualquier otro es el gía marxista, aunque modificándola -progresivamen-

254 255
te bajo nuevas presiones. En la práctica, el ala
reformista se alineó con los capitalistas y su so-
ciedad, como lo demostró en todas las crisis sociales, Durante muchos años, los porta voces capitalistas
mientras la leninista se convirtió en uno de los más conservadores consideraron idénticos entre sí
movimientos organizados hacia la sociedad direc- o:tl "comunismo" (es decir, stalinismo), al "nazismo-
toria}, y enunció una de sus ideologías. Cierto es, ~ al. "~ew Deal", lo '!ue fue causa del amargo re-
en efecto, que el sector reformista es un defensor sentinuento de los liberales. Es indudablemente
algo inconsistente del capitalismo, por cuanto al cie:to que. los_ ~un~~mentos alegados por los capi-
conservar buena parte de la ambigua terminología talistas en JUstiftcacion de aquella opinión, casi siem-
de Marx también contribuye a popularizar con- pre era? superficiales, y también es cierto que
ceptos directoriales. Pero esta es la principal línea la cuestión generalmente debatida en esa clase de
divisoria. discusiones no son las ideologías en general, sino
Lcnin murió; Stalin encabezó el sector directo- alguna proposición concreta (más socorros a Jos
ria!. Su ideología y práctica experimentaron nuevas deso~upad~s, la ley Wagner, Ja explotación estatal
modificaciones. Se ha discutido mucho si Stalin es, d~. Cie~s mdustrias) sobre la que e:dste una espe-
en efecto, el legítimo heredero de Lenin; mas el ctfJca diferencia de opinión. En tales casos ambos
problema histórico no consiste en si Stalin o Trotsky b~ndos ~nv?C<'ln los más amplios conceptos' ideoló-
(o cualquier otro, porque son muchos los preten- gtcos, pnncipalmente por su efecto emocional en pro
dientes) está más cerca de los principios verbal- o en contra de la propuesta.
mente explfcitos enunciados por Lenin. Una dis- No obstante, en lo que a la cuestión ideológica
cusión en ese plano jamás terminaría, pues Lenin gener~l concierne, no cabe duda de que es correcta
dijo e hizo muchas cosas y en lo que se refiere h1 actitud de los capit.'llistas. Lo que éstos presien-
·al desarrollo histórico, no puede discutirse mucho; te~, y están en_ Ja ~ejor situación para ello, es que
el stalinismo es el desenlace del leninismo, sin las consecuencias fmales de todas esas ideologías
ninguna solución de continuidad en el proceso se- son anticapitalistas, destmctoras de las ideolo-
guido. El stalinismo es distinto del leninismo, como ![ía.s que sirven de base psicológica a su sociedad.
también lo es un adolescente de un niño, y de la Ex1ste, en verdad, no una identidad formal sino un
diferencia es responsable el cambio del telón de lazo histór~co que une al stalinismo ( com~nismo),
fondo frente al cual dicho proceso tuvo lugar. con el naztsmo (fascismo) y el Ncw Deal. Contra
El nazismo difiere del fascismo italiano mucho más ;ondas distinto~ ~n el escenario de su respectivo des-
que el stalinismo del leninismo, como era de espe- .trrollo y en distmtas etapas de CI'Ccimiento todas
rar dadas las diferencias de origen y condiciones el~as so~ ideologías dírectoriales. Todas siguen la
de desarrollo. Es bastante claro, sin embargo, que mts~a _dirección histórica: se apartan de la sociedad
el nazismo y el fascismo están intimamente rela- cap1tahsta y van lmcia la clirectorial. De las tres, el
cionados como movimientos e ideologías sociales. New Deal es la mús primitiva y menos organizada,
y la que más conserva de Jas ideologías capitalistas.
2.56
La dirección, sin embargo, es lo más importante, y albergan conceptos idénticos del "partido", su par-
el New Deal lleva el mismo rumbo que las otras. tido, que monopoliza el terreno político.
Una vez que escarbemos un poco bajo la super- La idea de partido es de especial importancia,
ficie, es fácil reconocer tanto en el stalinismo como porque el problema que plantea es el centro de la
en el fascismo la misma serie de supuestos y con- lucha directa por el poder. Existe una semejanza
ceptos fundamentales, de los cuales, según hemos sorprendente y completa entre comunistas y fas-
observado, emanan las ideologías directoriales. Las cistas en lo que a dicho problema concierne, tanto
críticas contra la sociedad capitalista formuladas por en la teoría como en la práctica. Un comunista
los teóricos fascistas y comunistas son, en la prác- podría adherirse al menos a nueve décimas partes de
tica, idénticas, salvo ciertas diferencias verbales y la cuidadosa discusión del partido en el Mein Kampf
n1etafísicas sin gran importancia. Las páginas anti- de Hitler; y los nazis, por su parte, tomaron direc-
capitalistas de los análisis fascistas y comunistas tamente de los comunistas muchas de sus ideas
generalmente podrían intercambiarse sin que nadie sobre el partido. Su estructura, la técnica de su
pudiese distinguir si procedían de unos o de otros, funcionamiento, la utilización de "simpatizantes'~
y esto es aplicable a sus críticas contra la econo- y organizaciones "periféricas", la creación de "cé-
mía, politica e ideologías capitalistas. Las dos lulas", la penetración en las organizaciones de las
ideologías también coinciden -lo que influye mu- masas, el método "fracciona!'' en virtud del cual un
cho en las actitudes resultantes- en su desprecio grupo pequeño y compacto puede controlar un enor-
y desdén por la "moral capitalista" y en su hi- me movimiento de masas, la culminante "dicta-
riente t·epudio de los "derechos naturales", tales dura del partido Único" dentro del conjunto del
como el capitalismo los entiende. Estado, todo ello es igual, y, dicho sea de paso, los
Se unen para atacar al "individualismo" en su métodos capitalistas de organización partidaria no
raíz y en sus brotes, y en ambas, los términos cuentan con Ja menor posibilidad de enfrentarlas
''Estado", "colectividad", "planificación", "coordina- con éxito.
ción", "socialismo" y "discipliná' reemplazan al Tanto el comunismo como el fascismo alegan
"individuo", "empresa libre" y "oportunidad" como hablar, como todas las grandes ideologías sociales,
términos-actitudes que deben irse martillando en la en nombre de todo el "pueblo", y del porvenjr de
conciencia de las masas. toda la humanidad, pero es interesante observar
Las ideologías fascista y comunista denuncian cómo ambos prevén, incluso en sus expresiones pú-
con las mismas palabras el "caos" y la ·~anarquía" blicas, la existencia de una élite o "vanguardia",
del capitalismo; conciben la organización futura constituida, claro está, por los directores y sus aso-
del Estado, de "su Estado", según las líneas con- ciados políticos, los dirigentes de la nueva sociedad.
forme a las cuales un director, un ingeniero, orga- Naturalmente, las nuevas ideologías lo callan, y
oizan una fábrica, es decir, como una extensión afirman, por el contrario, que la élite representa y
social generalizada de la experiencia directoria}; y defiende el conjunto del pueblo a sus intereses. El

258 259
tud de dirección, pero los acontecimientos de los
fascismo es más categórico sobre la necesidad de la últimos quince años, como tuvieron lugar bajo la
élite, de la jefatura; el leninismo elaboró una racio- presión de nuestra época, fueran aclarando esa
nalización más complicada. Según este último, bajo dirección hasta que la segunda guerra mundial
el capitalismo las masas no pueden ser educadas ni proporcionó la prueba decisiva. El fascismo y el
preparadas en forma suficiente para llevar sobre s~s comunismo van limando, una por una, sus respec-
hombros la carga del socialismo, no están en condi- tivas diferencias, se aproximan a un patrón común
ciones de comprender plenamente cuáles son sus y muestran su plena significación histórica. Al prin-
propios intereses, y, por lo tanto, la "transición al cipio, el leninismo, por ejemplo, denegaba, verbal-
socialismo" debe ser fiscalizada por una "vanguar- mente al menos, la doctrina del monopolio político
dia" ilustrada que "comprenda el proceso histórico por el partido único, pero cuando en Rusia se
de su conjunto" y que pueda actuar en forma capaz instauró ese régimen (mucho antes de la muerte
y justa en el interés de las masas en su conjunto: de Lenin), la teoría leninista fue modificada para
igual que el estado mayor de 1m ejército, como dice explicar por qué era "necesario" el monopolio de
Lenin. dicho partido: se alegó que salvo el bolchevique
Mediante esa noción de élite o vanguardia, dichas todos los partidos habían resultado ser contrarrevo-
ideologías simultáneamente satisfacen la doble nece- JuciOilarios. Después, el stalinismo incorporó oficiaJ-
sidad de justificar la existencia de una clase gober- mente esa doctrina a la Constitución Soviética. El
nante y de inspirar a las masas una actitud que leninismo también atacó formalmente el "principio
facilite la aceptación de su dominio. Este recurso es del jefe", pero en la práctica -no sólo en la Unión
similar al utilizado por las ideologías capitalistas Soviética, sino también en los movimientos comu-
cuando argüían que éstos eran necesarios para la nista, stalinistas o no, fuera de Rusia-, invariable-
existencia y realización de ]as actividades lucrativas mente aparece un jefe. El leninismo exigía la orga-
y que el lucro de los capitalistas equivalía a la pros- nización de sindicalos obreros lib1·es y autónomos,
l)eridad del pueblo en general. pero, en la práctica, esos sindicatos fueron incor-
Mientras las masas lo creyeron, fueron ardientes porados al estado soviético, igual que en los estados
defensoras no sólo del capitalismo en general, sino fascistas; en otras naciones se convierten en ad-
también de mayores y mejores recompensas (poder juntos del partido, antes de que éste conquiste el
y privilegio) a la clase dominante capitalista. La poder del Estado, en cuanto los fascistas o comu-
doctrina fascista y la comunista son un recurso efi- nistas se abren camino en el seno de aquéllos, según
caz para captar el apoyo de las masas en el interés dispone, por otra parte, la técnica de la actividad
de la nueva élite, mediante una aparente identifica- partidaria.
ción del mismo con el de las propias masas. También proporcionan una prueba concluyente
El lazo histórico entre el comunismo y el fascis- del lazo hislórico existente entre el comunismo y el
mo es mucho más claro hoy que hace quince años, fascismo las conclusion('s simi]ares a que ambos
cuando b diferencia de origen oscurecía la siroili-
261
260
llegan en especificas cuestiones prácticas, aunque ron mucho tiempo censurando a Stalin y Hitler por
al propio tiempo se ataquen reciproca y violenta- su "inconsistencia", por "traicionar sus propios
mente. Citaré dos, entre muchos importantes principios" . .. , acusación algo extraña viniendo de
ejemplos: los liberales.
Antes de que Hitler asumiera el poder, en enero Si intentamos comprender las ideologías limi-
de 1933, en varias ocasiones el partido comunista tándonos a interpretar literalmente sus palabras,
.alemán y el nazi se opusieron conjuntamente a los como si fueran un enunciado científico de hechos,
<:andidatos socialdemócratas ( marxistas-reformis- jamás podremos comprender la historia y la política.
tas) en las elecciones prusianas, determinando así Tampoco adelantaremos mucho si explicamos los
su derrota. El partido reformista era, como se ha grandes acontecimientos tildándolos de "incons~
visto, un prutido capitalista (pese a su ideología cuencias" e hipocresías. Al enfrentar una prueba
verbalmente marxista). En vísperas de una trans- decisiva, la guerra inaugural de la sociedad directo-
formación social, los comunistas se vieron llevados~ ria~ Hitler y Stalin obraron en forma completamente
en la práctica, al lado de los nazis y en contra de correcta desde su punto de vista. La primera tarea
los reformistas; es decir, que los representantes de Hitler consiste en herir de muerte al capitalismo
<lirectoriales se unieron en contra de los capitalistas. -a las "plutodemocr~cias"- y consolidar su base
El ejemplo más importante, verdaderamente de- estratégica en la zona europea. El conflicto con
cisivo, fue el pacto Hitler-Stalin de agosto de 1989, Rusia, en términos bélicos o en estado de paz, será
que precipitó la segunda guerra mundial. ¿Cómo un conflicto directoria) en sentido más pleno que
debemos interpretarlo? La verdad es que, pese a la guen-a actual, correspondiente a una etapa pos-
(:ontadas predicciones ele que Hitler y Stalin lle- terior, que probablemente se iniciará~ nq obstante,
garían a un acuerdo, se pensó casi unánimemente antes de que termine aquélla. Antes de acometer lo
e:n el mundo capitalista, como dtu·ante años se había nuevo, debe contarse con la seguridad de la desinte-
pensado, en que los principales contendientes en gración de lo antiguo. Los representantes del futuro
la guerra que se avecinaba serían Alemania y Rusia. directoria! se unen temporalmente para habérselas
Todos los cálculos serios se basaron en esa pers- contra el pasado capitalista, antes de llegar a las
pectiva. Tan robusta era esa opinión que durante manos.
los primeros seis meses de la guerra se mantuvo No existe otra e>..J>licación razonable del pacto.
inquebrantable: casi todos consideraron que la gue- Puede agregarse que la conducta de los sta1inistas
rra entre Alemania e Inglaterra era una "simula- y nazis en todas las naciones, durante el curso de
ción" y esperaban que Rusia "cambiara de bando", la guerra, confirma, en general, lo que antecede.
lo que ele acuerdo con la anterior propaganda nazi Esa conducta no es idéntica: los respectivos inte-
y stalinista estaba indudablemente justificado. Esos reses de Alemania y Rusia no son iguales, ni mucho
eran los enemigos definitivos. Es más, desde la menos, en todos los respectos; pero cuando de los
fuma del pacto los periodistas liberales malgasta- resultados prácticos se trata, ambos trabajan mano

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a mano para debilitar el esfuerzo bélico de los jefe indispensable. En cada una de las elecciones
viejos países capitalistas y para fortalecer los de las de Rooscvelt ha sido más clara la línea ideológica.
naciones más próximas a una o1·ganización social Resultaba interesantísimo obseryar cómo cuanch
directoria}. lloosevelt apelaba al "pueblo", en sus brillantes
El New Deal no es, repetimos, una ideología discursos electorales de 1940, requería el apoyo de
directoria! avanzada y sistematizada. La mayoría de todas las clases, incluso los "productores", "téc-
sus partidarios hacen frecuentes protestas de su de- nicos de la industria'" y "directores", con una ex-
voción al capitalismo y a la "empresa privada"; pero cepción notabilísima: nunca se dirigió a los capita-
así como los actos del New Deal (a los que volve- listas mediante el empleo ele los términos corrientes
remos en el Capitulo XVI) han tendido hacia la en Estados Unidos: "hombres de negocios", "pro-
revolución directorial, también se percibe clara- pietarios", "banqueros" y ni siquiera "industriales".
mente la tendencia directoria! de su ideología tan Fueron los discursos de Willkie los que defendían a
pronto como nos referimos a conceptos básicos. En los "hombres de negocios" y a la "empresa pri-
su estilo, más confuso y lJ)enos avanzado, el New vada", y sus palabras y frases expresaban conec-
Deal también ha difundido su insistencia en el tam,ente la realidad social.
Estado, en oposición al individuo; en la planifica- Es sumamente revelador, además, cómo las tenta-
ción, frente a la empresa privada; en los empleos tivas de los partidarios del New Deal para utilizar
(aunque sean subvencionados) contra las oportuni- los antiguos capitalistas, nunca tuvieron éxito. Esos
dades; en la seguridad contra la iniciativa; en los lemas pertenecen a los tories y el público lo re-
derechos hun1anos contra los derechos de propiedad. conoce a su manera. Los miembros del New Deal
No cabe duda de que el efecto psicológico del no consiguen un solo voto al invocar la "libertad de
New Deal ha sido el que le atribuye los capita- empresa", la "oportunidad" y la "salvaguardia de la
üstas: socavar la confianza pública en las ideas, propiedad". Todos los corazones susceptibles de con-
derechos e instituciones capitalistas. Sus rasgos más moverse con esas frases se afiliaron a la "Gran Cru-
característicos contribuyen a preparar el espfritu zada" de Willkic (nadie recordó que las Cruzadas
de las masas para la aceptación de la estructura también se perdieron). El apoyo de las masas al
social directoria!. New Deal es despertado, sostenido y depende del
A medida que se desarrolla -es interesante ob- uso, por sus partidarios, de ideas y lemas directo-
servarlo- el New Deal se aproxima progresivamente riales.
a las demás ideologías d.irectoriales. Está tomán- La tecuocracia es otro ejemplo de la variapte nor-
dose familiar la idea de que sólo existe un partido teamericana de las ideologías directoriales, y aun-
-el New Deal- representativo del pueblo norte- que uo ejerció gran influencia directa sobre el
americano. La propaganda, coronada por el éxito, público, fue bien aprovechado por el New Deal,
en favor del tercer período presidencial fue, sim- así como también por el comunismo y el fascismo.
plemente, la expresión indígena de la doctrina del En realidad, que la tecnocracia no obtuviera amplia

264 265
.aceptación debe parcialmente atribuirse a la forma núe la aceptación social de la dominación de los
demasiado llana y abierta en que expresa las pers- capitalistas y favorables a la aceptación social de
pectivas de la sociedad directoria]. Aunque no supo la dominación de los directores. Esas ideologías y
distinguir entre ingenieros y directores (no todos otras similares están obteniendo, además, un am-
los ingenieros son directores -algunos de ellos son plio apoyo público en todo el mundo, al paso que
simples empleados- y no todos los directores son las ideologías capitalistas pierden terreno; y ese
ingenieros), la sociedad que describen los tecnó- apoyo es mucho más intenso que el prestado a estas
cratas es, evidentemente, una sociedad directoria] últimas, pues sus adeptos est~ dispuestos a sacri-
y en su seno los tecnócratas son sin duda, la ficarse y morir por lemas directoriales, mientras cada
clase dominante. Esa teoría no está, sin embargo, vez son más contados los dispuestos a sacrificarse
suficientemente vestida como para fines ideológicos y morir por los capitalistas. Este cambio en la
importantes. Tampoco dedica bastante atención al actitud pública es, en si, un síntoma muy importante
problema del poder, que en forma tan prominente de la dislocación y quebranto generales de la so-
.ocupa al comunismo y al fascismo. No obstante, las ciedad capitalista y del avance de la sociedad di-
ideologías directoriales del futuro puramente nor- rectoria!.
teamericanas sin duda incorporarán la propaganda Existen, sin embargo, grandes diferencias, en for-
tecnocrática, porque, en general, parece adaptarse ma alguna ilusorias, entre esas ideologias directoria-
bien a las necesidades propagandistas del país. les, algunas de las cuales serán analizadas en los
Pero, ¿qué debemos pensar de las encarnizadas tres capítulos siguientes. Esas diferencias emanan
disputas entre los distintos tipos de los que consi- de fuentes diversas: las especiales circunstancias lo-
deramos ideologías directoriales? ¿Cómo pueden ex- cales en que tiene lugar la transición directoria!
plicarse aquéllas si estas son "las mismas"? Aunque (Rusia no es Alemania ni Estados Unidos); la ma-
notorias, ¿no serán "irreales" esas disputas? Desearía nera en que la transición se realiza (las etapas no
evitar una posible equivocación: Ni esas disputas han sido i&ruales en Rusia y en Alemania; son di-
son "irreales", ni esas ideologías son "las mismas". versos los caminos que llevan a la meta directoria!);
Tal afirmación sería ridícula y fácilmente contro- 1as oposiciones, presentes y futuras, entre los dis·
vertida, Mantenemos, simplemente, lo que sigue: tintos sectores de la misma clase dominante; tra-
que el comunismo (leninismo-stalinismo), nazifascis- diciones culturales y equipo psicológico distintos,
mo, y, en ex'tensión más parcial y menos amplia, que llevan a quienes formulan las ideologías a ex-
ambas, el New Deal y la tecnocracia, son ideologías presarse en forma diferente.
directoriales. Es decir, en síntesis, que, como ideolo- Si estuviét·amos haciendo un análisis lógico o
gías, contribuyen con su difusión al desarrollo de etimológico podríamos destacar las diferencias, más
actitudes y maneras de proceder adversas a la que las semejanzas, entre las ideologías. Nada hay
<:ontinuación del capitalismo y favorables al desarro- de extraño en las diferencias, ni en que se maten
llo de la sociedad directoria!; adversas a que conti- por ellas quienes disputan sobre las mismas. En
266 267
la Edad ~fcdia existían enormes tliferencias entre
realistas y nonúnalistas, entre agustinos y escolásti- mitivas frente a las ideologías del fuhtro. Son infi-
cos, y esas disputas no eran solamente verbales, ni nitas las posibilidades de la elaboración ideológica
mucho menos. Sería un craso error desechar esas y habrá sobrados intelectuales deseosos de empren-
diferencias por "irreales", y para muchos fines son der esa tarea. Las ideologías directoriales tendrán
de lo más importante. Sin embargo, el realismo me- sus "revoluciones" cartesianas, russonianas y kan-
dioeval y el nominalismo primitivo, Agustinismo y tianas, pero su dirección principal ya puede cono-
Escolasticismo, eran, desde el punto de vista socio- cerse, pues basta mirar lo que ya existe.
lógico, variantes de las ideologías feudales; todas
ellas emergieron de conceptos comunes y contribu-
yeron a la formación de actitudes favorables al
mantenimiento del sistema feudal y de los señores
feudales. Las diferencias entre calvinistas, lutera-
nos, presbiterianos, anabaptistas, episcopales, cuá-
queros, etcétera, no eran triviales en los siglos xvr
y >..'VII, y en muchas ocasiones del debate filosófico
se pasó a Jas manos. Pero todas esas ideologías
eran, al menos frente al cato1icismo medioeval, ideo-
logías religiosas capitalistas, que en distintas formas
contribuían a desarrollar actitudes favorables a 1a
sociedad capitalista y contrarias a la feudal. ¡Cuán-
tas acerbas disputas han tenido lugar en el mundo
moderno sobre los "derechos naturales", sin que, no
obstante, nadie pusiera en duda que el cimiento de
un derecho natm·al presuponía un orden social
capitalista! El análisis que aquí hacemos es apropia-
do al problema central de este libro; sería inopor-
tuno y perturbador transferirlo al contenido de otro
.problema.
Es innecesario decix que el desarrollo de las ideo-
logías directoriales no ha llegado a su término con
el stalinismo y nazismo contemporáneos, así como
las ideologías capitalistas tampoco se congelaron en
el siglo xvr. Del mismo modo que el New Deal
J.·csulta primitivo a su lado, también parecerán pri-

208
26!)
las noticias que llegan de Rusia y de Alemania es-
tán deformadas de acuerdo con los fines propagan-
distas de sus respectivos regímenes. No puede con-
fiarse en las estadísticas y ni siquiera se publican
las relativas a ciertos extremos, pero tampoco el
XIV médico necesita conocer el estado de cada una de
las células del cuerpo de su paciente para diagnos-
EL PROCESO RUSO ticar si tiene viruela. Para nuestro propósito es su-
ficiente lo que de Rusia y Alemania podemos averi-
Muchos libros se han escrito sobre la Rusia y la guar, y esto es todo lo que se requiere. Si nuestra fi-
Alemania contemporáneas, pero son contados los nalidad fuera otra -si quisiéramos predecir exacta-
que contribuyen a elucidar el tema. La razón es mente las fluctuaciones de los precios en Rusia y
evidente: la gente no está interesada en comprend~r Alemania durante los próximos seis meses, o estimar
a Rusia o Alemania, sino en e~:presar sus senti- con precisión· sus existencias de petróleo o de man-
mientos sobre estos países. La apasionada lealtad teca- no dispondriamos de información suficiente
o el odio igualmente apasionado, parecen ser los para satisfacerla. Nos interesa, no obstante, descu-
únicos sentimientos que los hombres pueden abri- brir qué estructura social prevalecerá en un futuro
gar hoy dia hacia ambas naciones. Nunca nación relativamente próximo y en el inmediato periodo
alguna despertó lealtad tan extremada u odio tan histó1·ico en términos de las instituciones mayores.
acéiTirno como esas dos, peculiaridad que, por sí económicas y políticas, de las ideologías importan-
sola, basta para sugerir que en esas naciones debe tes. Y para correlacionar con nuestro problema los
descubrirse la clave histórica de los últimos años. acontecimientos que en Rusia y Alemania tienen
Por adecuado que sea para ciertos fines -por lugar, disponemos de información suficiente, si de-
ejemplo, para ganar o perder una guerra-, el apa- seamos utilizarla.
sionado sentir constituye, desgraciadamente, un
débil cimiento para la comprensión. Un hombre de La teoría de la revolución directoria} no sostiene
ciencia puede odiar la bacteria que investiga, pero que en el actual período histórico dejen de desen-
no debe consentir que ese odio perturbe los resul- cadena¡·se revoluciones de la masa o que éstas no
tados del laboratorio. El terna de este libro es el tendrán como lema e ideología los del socialismo.
conocimiento, no la pasión. Estamos tratando de Ya se desencadenaron, por el contrario, diversas re-
descubrir lo que está sucediendo en Rusia, en Ale- voluciones populares, en algunos casos bajo lemas
mania, en el resto del mundo, y no lo que debemos socialistas, durante el período de rápida transición
sentir o hacer ante ello. que en 1914 se inició, y es indudable que no serán
Observando cuidadosa e imparcialmente, no es di- las últimas. Una revolución social no debe estar
fícil averiguarlo. Cierto es que casi en su mayoría, necesariamente acompañada por ú·ancos movimien-
270 271
tares y su futuro grandes sectores de la masa, bajo
tos revolucionarios de las masas, aunque con fre- el guión de un adecuado grito de combate. Como
cuencia y tal vez a menudo suceda así. Para nosotros, los capitalistas, tampoco los directores soportan in-
esos movimientos revolucionarios y los lemas que les dividualmente el peso de la lucha, que es elemento
sirven de bandera no constituyen la cuestión pri- integrante del proceso de transición social: esto se
mor<iial, sino las consecuencias de aquéllos en la deja para las masas. Incluso las luchas necesruias
estructura social. para dominarlas corren a cargo de un sector de ellas
Las consecuencias de una revolución de las masas en contra del resto.
raramente coinciden con las ideas bajo cuyo aus- En la misma medida en que las dos primeras par,·
picio estalló. En muy diversos países el capitalismo tes del problema se solucionen, la sociedad direc-
fue introducido o robustecido con acompañamiento toria! habrá reemplazado a la sociedad capitalista,
de revoluciones populares, y nunca he leído u oído y la solución alcanzada, independientemente de los
que el objeto de las mismas, proclamado en sus medios utilizados al efecto, constituirá y será de
lemas, fuera la implantación del capitalismo. Exis- hecho la revolución de los directores. La estructura
tió, es cierto, alguna relación entre esos lemas y lo de la sociedad directoria! no quedará firmemente
que sucedía, y como vimos en el capítulo anterior, consolidada, sin embargo, hasta que domine en el
algunos tendieron a determinar en forma indirecta mundo entero, es decil· en las tres zonas "centrales:'
actitudes favorables a la denominación y a las insti- de industrialización avanzada mencionadas en ~1
tuciones capitalistas. En forma similar, una revolu- Capítulo XII.
ción ostensiblemente socialista de las masas no tiene Las u·es partes en que he desdoblado el problem¡l
por qué desembocar en el socialismo. Estas observa- directoria! no coinciden, sin embargo, con ningún
ciones preliminares son indispensables para aclarar orden cronológico y aquél puede ser resuelto de
lo sucedido en Rusia. acuerdo con una distinta ordenación de etapas3 pues
Vimos que los directores y la futura sociedad di- dichas tres partes generalmente se entrelazan y
rectoria! enfrentan un triple problema: 1) Reducir confunden. La guerra, especialmente ]a mundial, las
los capitalistas a la impotencia (primero en casn liga en forma casi inextricable, acelerando el pro-
y luego en todo el mundo). 2) Domeñar a las masas ceso integral.
en forma de Uevaxlas a aceptar el régimen direc- Los acontecimientos rusos desde 1917 proporcio-
toria} y de eliminar toda amenaza de una sociedad nan un ejemplo característico. En Rusia sucedió lo
desprovista de clases. 3) Competir entre ellos por siguiente: la primera parte del triple problema fue
los mejores botines. Resolver las dos primeras par· Tesuelta rápida y drásticamente. No sólo se redujo
tes de este problema (la tercera nunca lo es del a los capitalistas a la impotencia, sino que la mayo-
todo), implica destruir las instituciones principales na de los mismos fue físicamente eliminada por
de la sociedad capitalista y reemplazarlas por las de el asesinato o por la fuga, sin que fueran reempla-
la directoria! según las líneas ya enunciadas. Para zados por otros, salvo el período de la NEP (Nueva
llegar a esta solución, deben alistarse con los direc-
273
272
Política Económica) de capitalistas en pequeña La tercera parte del problema ilirectorial -la
escala, sin ninguna importancia social. Los capita- competencia entre grupos de directores- se pro-
listas fueron eliminados no sólo individualmente, yecta, en gran p:ute, hacia el futuro. Los preparati-
sino corno clase, es decir que se barrió con las prin- \-OS para enfrentarla, siempre implícitos en las
cipales instituciones económicas del capitalismo, actividades de las distintas secciones de la Interna-
cambiando la estructura económica de la sociedad. cional Comunista (simples agentes de los gober-
Cierto es que, en otro sentido, esta drástica solu- nantes rusos), están siendo acelerados durante el
ción d e la primera parte del problema sólo fue transcurso de la guerra. Rusia, el primer estado
· parcial. Los capitalistas moscovitas, no todos los del directoria!, se apresta para defender sus derechos
mundo, fueron los eliminados, mientras que una so- do mayorazgo en las guerras directoriales del futuro.
lución plena habría requerido que se redujera a la La manera rusa, el modelo moscovita, puede, por
impotencia en todas partes, o al menos en las zonas tanto, síntetizarse así: 1) Rápida reducción a la im~
importantes, a los capitalistas y sus instituciones. potencia de su clase capitalista (y luego de encar-
Pronto lo descubrieron los rusos (aunque sus jefes nizada lucha, una tregua armada con los capitalistas
lo supieran de antemano) , pues las grandes nacio- del resto del mundo); 2) Sumisión de las masas
nes capitalistas, incluso Estados Unidos, enviaron en forma gradual y escalonada, después de un
. ejércitos a Rusia para derrocar el nuevo régimen, número considerable de años; 3) Competencia di-
pero éste se defendió con éxito, llegándose a una recta, en lo porvenir (aunque los preparativos se ini-
ttegua inestable con los capitalistas extranjeros, que ciaron hace algún tiempo), con los otros sectores de
, perduró hasta la segunda guerra mundial. ln naciente sociedad mundial de directores.
La segunda parte del problema directorial -la La pauta seguida y su relativa sincronización no
sumisión de las masas- quedó en suspenso hasta se limita necesariamente a Rusia. Puede en forma
que la primera se solucionase, al menos parcial- perfecta reproducirse en cualquier parte, espe-
mente. Mejor dicho, las masas fueron utilizadas cialmente si se reproducen condiciones comparables
para resolver esa primera parte, de la misma ma- a las de Rusia en 1917. Entre los principales factores
nera que en sus primeros tiempos los capitalistas que en Rusia la determinaron, puede citarse: el
las utilizaron para quebrantar el poderío de los débil desarrollo interno del capitalismo, con una
señores feudales y en una nueva etapa, cuyos co- clase correlativamente reducida; la asociación de
. ·mienzos se confundieron con los de la anterior, se la misma con el desacreditado y también débll ré-
llegó a solucionar dicha segunda parte. Las masas gimen zarista; y la devastadora crisis social, eco-
fueron domeñadas, y sus confusas aspiraciones hacia nómica y humana que acarreó a Rusia la primera
la igualdad y la sociedad sin clases fueron canaliza- guerra mundial.
das hacia la nueva estmctura de dominación de La ascensión de Stalin, desde la oscuridad en que
clase, y organizadas en términos de las ideologías vivió durante los primeros ru1os de la revolución,
· & instituciones del nuevo orden social. corresponde aproximadamente al desarrollo de la

274 275
segunda parte del problema directorial: la sumisión f~rmal, fue Krassin, el brillante ingeniero, el
de las masas y la consolidación del dominio del director. Pero la muerte de los dirigentes primitivos
nuevo grupo. Como con frecuencia acontece en la fue un acto ritual de importancia en la implantación
historia, el nuevo estadio se caracteriza por el des- de las actitudes que a la masa corresponden en la
cal-te de los dirigentes del precedente, asumiendo sociedad directoria! y en la consolidación de los
posiciones-clave los antiguos subordinados e incluso cimientos de las instituciones directoriales.
hombres desconocidos por completo. Aquellos que El camino seguido por Rusia en su marcha hacia
soportaron el peso de la primera etapa, la elimina- la revolución directoria! se aclara con la historia
ción de los capitaüstas, fueron primero despojados del concepto revolucionario del llamado "control de
de todo poder eficaz en las luchas partidarias de l~s. obreros". Est.e "control" ha sido, desde el prin-
1923-29; y ejecutados después, en su mayoría, como ciplO, y por motivos de fácil comprensión, un lema
consecuencia de los juicios y depuraciones más re- del ala leninista del marxismo. De acuerdo con la
cientes. Los grandes juicios públicos dieron ribetes ideología formal del socialismo, la propiedad privada
de formalidad a la solución de la segunda parte del (control) de la industria debe ser eliminada, es de-
programa, que dejó a las masas adecuadamente cir, según Jos socialistas, dicho control debe pasar a
sometidas en la nueva estructura social, y el poder, manos de las masas. El acto revolucionario decisivo
privilegio y mayor patte de la renta nacional en debía ser presumiblemente, en consecuencia, el apo-
manos de los nuevos gobernantes: los directores deramiento efectivo pox parte de los obreros de
y sus asociados burócratas. En cierto sentido, las ese control sobre la industria.
depuraciones en masa respondieron en gran parte Ahora bien, en el curso de la revolución rusa
a una finalidad simbólica e ideológica. Los "pur- (como en otras muchas intentonas revolucionarias de
gados" ya estaban vencidos y la mayoria de los las masas que en los últimos veintitrés años han
mismos personalmente dispuestos, por uno u otro acaecido), los trabajadoxes obedecieron literalmente
raciocinio, a alistarse en el nuevo orden. el lema del "control de los trabajadores". En fábri-
No debemos incurrir en el error de suponer que cas, talleres, minas, etcétera, mediante comités por
los cambios que acontecieron en Rusia dependieron y entre ellos elegidos, se apoderaron, simplemente,
meramente de la presencia de algún individuo de- del control, y no sólo expulsaron a los propietarios
terminado, de la maldad o nobleza personal (según (que rara vez estaban allí, pues también raramente
el punto de vista) de Stalin o de otros. Si el propio guardan relación directa con la producción), sino
Lenin hubiera vivido, no hay motivos para creer también al personal dirigente y fiscalizador, es decir,
que el proceso habría sido muy distinto. Después a los directores. Según sus luces, los obreros pen-
de todo, no es banal en su significado el hecho de saron que la revolución perseguía desembarazarlos
que, durante muchos años, el colega más íntimo de de todos los gobernantes y ex-plotadores y recono-
Lenin, el hombre con quien controlaba ocultamente cieron que los directores, como los propietarios, fi-
al partido bolchevique, encubriéndose en su aparato guraban entre los gobernantes y explotadores tanto

276 277
del pasado como -y sobre todo- del fut~uo. Se dis: crisis, de guerra civil o externa, cuando la organi-
pusieron, en suma, a manejar las fábncas por Sl zación eficiente de la industria es una necesidad
mismos. imperativa.
Pero esta situación no duró mucho. Había.en jue- Si el temporal control obrero es reemplazado por
go dos cuestiones: en primer lugar, las fábricas y el antiguo de los propietarios capitalistas (como
los demás instrumentos de producción no marcha- ocurrió en las dos crisis revolucionarias de Alema~
ban bien bajo el control directo de los obrero~; nia al final y pocos años después de la primera gue-
todavía eran mayores las dificultades para coordi- rra mundial), entonces la sociedad, después de una
nar la actividad de las distintas fábricas, siendo inne- crisis, retoma a su antigua estructura capitalista.
cesario especular sobre cuál era exactamente el Si el citado control obrero es reemplazado por el
motivo. Los comités elegidos por los propios obrer?s, d.e facto de los directores, respaldado por un nuevo
cuyos miembros pueden ser destituidos en cualqn_t;r tipo de Estado, entonces el capitalismo, luego ·de
momento y que carecen, además, de pre?ara~10n una crisis de transición, queda transformado en
técnica o de base para desempeñar tareas drrectiva~, sociedad directoria!. Y esto último, a través de una
no pueden hacer funcionar eficientemente las fa- serie de etapas intermedias, es lo que ha ocurrido
bricas minas o ferrocarriles modernos. Les resulta on Rusia.
todavÍa más difícil colaborar eficazmente en la di- Durante breve plazo, luego de estallar la revo-
rección de ramas completas de la industria o del lución r usa, los obreros, por intermedio de comités
conjunto de la misma. Nuevos mecani~~os de~ocr~­ electivos denominados "comités de fábrica", diri-
ticos y el tiempo suficiente para adqumr expenen01a gieron numerosos establecimientos industriales. Más
quizá hubieran salvado esas dificultades, pero en tarde, la dirección "técnica" fue entregada a "es-
la forma en que los acontecimientos se suceden pecialistas", es decir, a directores, aunque el comi-
ni se dispone de ese tiempo ni esos mecanismos se té continuase existiendo y conservase un control
encuentran. sustancial gracias a su derecho de veto sobre las
En segunda lugar, la perspectiva d~l con~ol obre- decisiones de aquéllos y a su jurisdicción sobre
ro de la producción en su fuente, st al final con- las "condiciones del trabajo". Entretanto, oficinas,
siguiera imponerse, implicaría la elimina~ión d~ todo comisiones y funcionarios nombrados por el nuevo
privilegio, de toda diferencia de podeno so:ial, es gobierno (soviet) empezaron a hacerse cargo de la
decir, en síntesis: una organización desprov1sta de tarea de coordinar las distintas fábricas y ramas de
clases sociales. Por este motivo la lucha por el po- la industria. Gradualmente, aumentaron también las
derío social de clase necesita eliminar el contro1 de facultades de los directores y coordinadores, a ex-
los trabajadores y encuentra motivos racionales para pensas del "control de los trabajadores" y de los co·
ello en las pruebas de la ineficacia del control obre- mités de fábrica, los que perdieron su derecho de
ro especialmente, porque los movimiéntos tendientes veto y vieron interpretadas sus prerrogativas sobre
a 'irtlplantarlo se producen en períodos de intensa "condiciones del b·abajo" en forma cada vez más

278 279
restringida. La composición del comité fue modifi- Quizás Lenin no percibiera toda la ironía de su
cada para incluir un representante del Estado, otro posición. Como marxista, creía que la raíz del po-
de la dirección y un tercero en representación de derío social consistía en el control sobre los instru-
los obreros aunque sólo fuese una ficción. Fi- mentos de producción, y como jefe del nuevo
nalmente, también esos comités perdieron todas sus Estado ayudaba a destruir el control obrero sobre
facultades y subsistieron como un simple formalismo, los mismos y a sustituirlo por el de los directorCS".
totalmente abandonado en 1938. El control de los El director de cada fábrica se convirtió así en
trabajadores se transformó en control directoria!. subordinado de los grandes directores, de las jun-
. Este proceso no discurrió sin incidentes, algunos tas y oficinas que dirigían los sectores de la
'Violentos. Los obreros, o a1gunos de ellos, intuyeron industria y que la gobernaban totalmente. Es inte-
su significado: que la libertad y el término de los resante notar que en el nuevo Estado muchos de
privilegios, que habían creído traería consigo la r~­ los directores también lo habían sido bajo el antiguo
volución, cedían el paso a una nueva forma de dorru- régimen capitalista. Lenin y Trotsky hicieron sentir
oación de clase. Al comprenderlo o vislumbrarlo, su sarcasmo contra los "izquierdistas infantiles",
ttata1·on de impedir que el poder escapara de las enemigos de utilizar los "servicios" de los "especia-
manos de sus comités y se negaron a aceptar a los listas burgueses" (como entonces se les llamaba).
directores, llegando a expulsarlos y asimismo ma- Los obreros los necesitaban -para que marcharan
tnrlos; pero en cada paso decisivo, el Estado (el las fábricas- y Lenin lamentaba que quedasen tan
..estado socialista de los trabajadores"), bajo Lenin pocos y que nunca hubiese existido en Rusia un
d bajo Stalin, apoyó a los directores. Se emprendió cuerpo adecuado de especialistas idóneos. Los "es-
una gran campaña de "educación" para enseñar al pecialistas bw·gueses" ex'tranjeros, dispuestos a tra-
QUeblo por qué el ''gobierno de los obreros" impli- bajar con el nuevo régimen fueron contratados en
caba en la práctica el gobierno de los directores, condiciones muy favorables. La clase de los directo-
y, cuando fue necesario, la educación verbal fue res que fue surgiendo en forma sostenida, no fue
completada por las lecciones del fusilamiento, o del una creación, sino desarrollo y ampliación de la
campo de concentración, o de los batallones de clase que, como hemos visto, existiera antes bajo el
trabajos forzados. capitalismo.
En los primeros años de la revolución, tanto Le- Es justo hacer hincapié en lo acontecido en torno
óin como Trotsky redactaron folletos y pronunciaron al "control de los trabajadores". Además, la expe-
discursos en defensa y apología de los especialistas riencia rusa es t.ípicá. No ha habido ninguna revo-
técnicos y directores. Lenin, en su vigoroso estüo, lución como la rusa, pero sí una docena de situa-
solía decir que el director debia ser un dictador en ciones revolucionarias de características, en general,
la fábrica. Venía, pues, a decir que la "democra- análogas, y en todas ellas se han observado las
cia obrera", en el Estado, debía basarse en la mismas tendencias. En todas -Alemania, los Bal-
dictadura directoria!, en la fábrica. canes, China, Italia y España-, al producirse la

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crisis, los obreros empezaron a adueñarse del control pública como en las toodas elaboradas para los
sobre los instrumentos de producción, a apóderarse miembros del partido. La doctrina actual afirma
directamente del mismo, y siempre se encontró una que el "control obrero" es un lema de transición,
fórmula para explicarles que eso no podía continuar; pero pierde su significado en cuanto la revolución
si la fórmula no bastaba, los fusiles se encargaban obtiene éxito y se establece el nuevo Estado. El
de su demostración. denominado lema de transición ii1lpüca que tanto el
Lo que a nuesb·o juicio importa no es el dilucidar lema, como el hecho de establecer el control obrero,
si, en efecto, es "una buena idea" que los obreros son útiles para despertar el sentimiento de las masas
se adueñen del control. Meramente nos concierne contra e] actual régimen capitalista y para derri-
destacar, primero, que tratan de apoderarse del barlo -lo que es indudablemente cierto- pero en
mismo, y, segundo, que no logran conservarlo. Esta cuanto el nuevo régimen está funcionando, el con-
incapacidad es una nueva prueba de que el socia- trol de los trabajadores debe hacerse a un lado.
lismo -una sociedad libre, sin clases- no está en ¡Naturalmente!
el programa. El control, y la dominación social que La exp1icaci6n ideológica ofrecida por el leninis-
se comporta, cuando escapa de las manos de los mo para justificar esta media vuelta es que, si bien
capitalistas no va a las de los obreros o del pueblo, los obreros deben defenderse con ayuda del control
sino a la de los directores, la nueva clase domi- obrero, contra el Estado capitalista, no tendrán ne-
nante. Pudo observarse con particular claridad un cesidad de defenderse contra el nuevo régimen,
paralelo del proceso ruso en el territo1io '1eal", es- contra "so propio" Estado, un estado de trabajadores
pecialmente en Ciltaluña, durante la reciente guerra ocupado activamente en construir una sociedad
civil cs·pañola. Como en Uusia, los obreros y cam- verdaderamente socialista. Esta explicación debe ser
pesinos allí también empezaron a apoderarse del intetpretada como interpretamos todos los aspectos
control directo de las fábricas, ferrocarriles y ex- de todas ]as ideologías. Entraña, realmente, una
plotaciones agrícolas. No de inmediato, sino durante consecuencia muy importante de la pauta seguida
el transcurso de los dos primeros años de la guerra por Rusia en su camino hacia la sociedad directo-
civil, al1í también el poder defacto escapó de manos ria}, que aquí estudiamos. Esta pauta exige, primero,
de los obreros, a veces renunciando voluntariamente como hemos visto, la reducción a la impotencia
por la persuasión de un partido político, a veces de los capitalistas y, después, el sometimiento de
aplastado por las armas. No fueron los ejércitos del las masas, las cuales, como es natural, son utilizadas
general Franco los que arrebataron el control al pru-a salvar la primera etapa. El "control de los
pueblo en Cataluña; ya lo había perdido mucho trabajadores" es una maniobra esencial para que-
antes de que las fuerzas de Franco lo conquistaran. brantar el poder de los capitalistas. Ese control
En realidad, esta experiencia ha sido reconocida obrero no es sólo intolerable para el Estado capi-
por la doctrina leninista (en sus dos variantes, sta- talista, sino que también lo es, de ser duradero y
linista y trotskista), no tanto en la propaganda quedar a.sentado, para cualquier Estado y cualquier
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gobierno de clase. En consecuencia, la consoli~ación -al menos por algún tiempo- impe.riaüsta. En la
del poder directoria! en el nuevo Estado reqmer~ el "patria de los oprimidos del mundo" se fusila a los
quebrantamiento del control obrero, que tanta.Im· hombres por decenas de millares, se los destierra y
portancia revistió en la abolición de la anti.gua envía a los campos de concentración y a los batallo-
sociedad. La doctrina leninista expresa en térmmos nes de trabajos forzados por millones, üteralmente
de una ideologia directoria} las lecciones de lá ex· millones, y cierra sus puertas a los refugiados de otras
períencia rusa y de otras similares desde el punto tierras. El único país "verdaderamente enemigo de la
de vista del interés de los directores. guerra" realiza el acto que desencadena la segunda
guerra mundial. La nación "consagrada a la mejora
Rusia ha sido, sin duda alguna, el principal enigma de la situación del trabajador", inventa con el "sta-
político de la última generación, y ningún otro ha khanovismo" la forma de acelerar más intensamente
determinado tantos infructuosos intentos para acla· el trabajo que se haya conocido. El gobierno que
rarlo. Todos se han equivocado al predecir lo que caüficó a la Sociedad de las Naciones de "cueva de
en Rusia iría a suceder. ¿Qué clase de sociedad es? bandidos", entra en ella y se convierte en el más
¿Qué tipo de revolución fue la rusa? .¿Ha~ia dón~e ardiente de sus campeones. El Estado que solicitó
se dirige? Estas preguntas han segmdo s1endo m· de los pueblos del mundo la constitución de un
cógnitas. Todo el mundo sabe que la revolución fue frente popular de las democracias para contener a
dirigida por marxistas radicales, cuya fin~U?ad, se- los agresores, de la noche a la mañana se pasa del
gún proclamaban, eonsistlá en el ~tableclffiiento ?e bando de las democracias al de sus enemigos jurados
la sociedad libre, internacional y sm clases del socia- y mortales. No obstante, a despecho de las reitera-
lismo. Y todo el mundo sabe también que en la Rusia das predicciones de su rápida caída por amigos y
de hoy no existen ni siquiera vestigios de una so· enemigos, el régimen ha perdurado, sin interrupción,
ciedad Ubre y sin clases, o de internacíonaüsmo. más de veinte años.
Rusia habla en nombre de la übertad, e instaura Los misterios relacionados con Rusia, el fracaso de
la más extrema dictadura totaütaria que baya cono- las predicciones sobre su curso futuro, pueden ser
cido la historia. Rusia invoca la paz y se apodera explicados de la misma manera que en otros terre-
por la violencia de pueblos y naciones. En nombre nos se expücan misterios y fracasos similares: por
de la lucha contra el fascismo, Rusia concluye una el hecho de que el fenómeno de Rusia es considerado
aüanza con el primer fascista del mundo. A tiempo a la luz de falsas teorías. Los comentaristas, deses-
que proclama la lucho. contra el poder y el privileg!o, perados, para excusar su incapacidad de comprender
Rusia crea un abismo entre el estrato de los m- los acontecimientos recurren a '1a tortuosa alma ru-
mensamente poderosos, de los grandes privilegiados sa". Los amigos decepcionados de Rusia siguen la-
y las grandes masas del pueblo. El ~co p~~ que; mentándose de que aquel gobierno "sea infiel a sus
teóricamente, "carece de base para el unpenalismo principios", de que "haya traicionado" al socialismo
resulta ser, en la práctica, brutal y afortunadamente y al marxismo, en una palabra, de que omitiera
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hacer lo que esos desilusionado~ amigos esperaban .Basándose ~n ~1 supuesto común y en cualquiera de
y deseaban que hiciese. ¡Cuánto más simple sería ambas prcdJCcJOnes, esa creencia, compartida dentro
(y la ciencia siempre prefiere la respue$ta inás sen- y fuera de Rusia por amigos y enemigos de la revo-
cilla, ·si es que se. encuentra), luego de- estos años de lución, estaba indudablemente justificada, pero, en
desarrollo históricamente constante, r~mplazar esas la realidad, no sucedió ningtma de ambas cosas. Des-
disculpas retorcidas y paradójicas por una teoría pués de veinte años ya es hora de reconocer que ese
demostrativa de que Rusia, lejos de ser inconsecuen- fracaso demuestra la falsedad de dicho supuesto y
te con sus principios, ha obrado constantemente de de ambas predicciones: es falso que el socialismo
acuerdo con los mismos, de que Rusia jamás trai- sea '1a única alternativa" del capitalismo; es falso
cionó al socialismo, porque su revolución nunca tuvo que el capitalismo perdurará; y es falso que el so-
nada que ver con él! cialismo lo reemplazará.
Rusia fue y sigue siendo un misterio, porque eran . Rusia no ha retomado a la estructura social capita-
falsas las teorías que trataron de interpretarla. To- ltsta. En ella no podrá hallarse ninguna de las carac-
das ellas giraban alrededor de una u otra de las dos terísticas importantes que distinauen a la sociedad
predicciones analizadas y rechazadas en un capítulo capitalista. Con el transcurso d~ los años, los ele-
anterior: la relativa a la continuación del capitalis- mentos no capitalistas de la vida rusa, en vez de
mo, o la que afirma que la sociedad capitalista será debilitarse se han acrecentado y robustecido enor-
reemplazada por la socialista. Ambas predicciones ~em~nte. Todos afirmaban que el aumento del pri-
se informan en el supuesto analizado en el Capi- Vllegw en la nueva Rusia comportaría, "inevitable-
tu'lo IV, a saber, que el socialismo es la "única mente", el retorno al capitalismo. Los privilegios han
altemativa del capitalismo"; que el capitalismo y el ganado incremento, pero el capitalismo no ha vuel-
socialismo son las dos únicas formas posibles de to. No existen en Rusia capitalistas de importancia
organización social en nuestra época. Basándose en apreciable. Ni tan siquiera la expansión imperialista
ese supuesto y en cualquiera de ambas predi~eiones, más allá de las fronteras ha provocado la tendencia
Rusia debía ser tenida por socialista de no poder hacia el retorno al capitalismo; todo lo contrario.
serlo como capitalista. No importa lo que en Rusia Al mismo tiempo, tampoco ha habido la más mí-
ocurriese; se la debía seguir considerando socialista nima tendencia hacia la sociedad libre y sin clases
<le no estar dispuestos a aceptar la idea -como en del socialismo, tal como éste fue definido en sus
los últimos años lo hicieron algunos- de que había primeros pasos. En Rusia no existe democracia;
retornado al capitalismo. tampoco las masas ejercen ningún control social,
Cuando la revolución rusa estalló fue considerada económico o político; existe una estratificación en
por casi todos como una revolución socialista. Casi el.p~der y el privilegio que supera a la que pueda
todos estuvieron también acordes en que tendría C>.'lstir en muchas naciones capitalistas. Como hemos
que avanzar hacia el socialismo (una sociedad libre visto, en Rusia existen no sólo el soborno y la co-
sin clase e internacional) o t·etornar al capitalismo. rrupción, sino una explotación sistemática de clase

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sobre la base de una economía de propiedad del te de las masns. Ninguna incompatibilidad existe
Estado. Cuando más se aproximó Rusia al socialismo entre esta ideología, de un lado, y las depuraciones.
fue en los meses inmediatos a la revolución, pero tiranías, privilegios y agresiones, del otro; la misión
desde entonces cada año la encuentra, en todos los de las ideologías consiste precisamente en dar ex-
aspectos decisivos, más apartada del socialismo, se- presión adecuada al régimen de esas depuraciones,
gún la definieron sus progenitores. tiranías, privilegios y agresiones.
La misión de una teoría correcta consiste en acla- Es la Rusia de hoy, en sus aspectos estructurales,
rar los misterios, por cuyo motivo, para dese~bara­ la nación que más ha avanzado en el camino direc-
zarnos de toda perplejidad en lo que a Rus1a res- toria!. En sus instituciones económicas y polítieas se
pecta, debemos apartarnos de supuestos carentes ?e acerca mucho a los tipos institucionales del porvenir,
toda base y de predicciones injus~fica~s,yo~er ~er­ aunque no debe creerse, sin embargo, que la Rusia
mino a la confusión entre ideolog1as e hipotes1s cien- de ahora es el ejemplo de un acabado y plenamente
tíficas y reconocer que las primeras no son más que consolidado Estado directoliaL La sociedad de los
expresiones de intereses sociales. Rusia no es un directores es un recién nacido y, además, la situa-
misterio desde el punto de vista de la revolución de ción actual de Rusia está influida por la herencia
los directores, y los acontecimientos que allí tuvieron de atraso cultuxal y económico de su revolución y
lugar coinciden exactamente, en sus grandes rasgos, por el hecho de que su régimen político es adecuado
con lo que de esa teoria debía esperarse, y constitu- a un período de transición social y de agudas crisis
yen una elocuente confirmación de la ~sma.. . intermitentes. No obstante, y al menos estructural-
La revolución rusa no fue una revoluc16n socialis- mente, las instituciones de la Rusia actual indican
ta -la cual, conforme a las pruebas disponibles, en con mayor precisión que cualesquiera· otras del mun-
nuestra época no puede producirse-, sino una re- do entero, la rurección del futuro, y siguiendo sus lí-
volución directoria!. No fue el único tipo posible de neas evolucionarán las de la sociedad directoria!
revolución directoria!, sino uno de ellos, cuya pauta consolidada y establecida.
se ha explicado en este capítulo. La aguda crisis ¿Quiénes son los que gobiernan a Rusia? Induda-
revolucionaria fue sucedida por la consolidación del blemente, los hombres que dirigen sus fábricas, mi-
nuevo régimen de clase en forma completamente nas y ferrocarriles, los dirigentes de los comisariados
análoga a la de diversas revoluciones capitalistas. y subcomisariados de las industrias pesada y liviana,
La revolución da por resultado el desarrollo de de los transportes y comunicaciones, los jefes de las
una nueva estructura social: la sociedad directoria}, grandes granjas colectivas, los técnicos manipulado-
un nuevo orden de poderío y privilegio. El le- res de los medios de propaganda, los jefes de las
ninismo-stalinismo ("bolchevismo") no es una múltiples "organizaciones populares"; en una pala-
hipótesis científica, sino una gran ideología so- bra: los directores. Estos y sus asociados, burocrá-
cial que racionaliza los intereses sociales de los nue- ticos, militares y policiales. El poder y el privilegio
vos gobernantes, haciéndolos aceptables para la men- están bajo su control. En su beneficio se redujo a la

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impotencia o se eliminó a los capitalistas domésticos mucho más simple que en Rusia, durante su revolu-
y se combatió contra los extranjeros, obligándolos a ción. Las masas fueron domeñadas: hoy día el ejér-
aceptar una tregua inestable. Fueron ellos quienes cito y la GPU, que fiscalizan ese sometimiento, son
domeñaron a las masas e instituyeron una estructura poderosos y tienen mucha experiencia en esa tarea.
social en la que ocupan el más elevado sitial no en Los nuevos gobernantes -no nuevos capitalistas, si-
virtud de derechos privados de propiedad sobre los no, lógicamente, directores rusos y sus representan-
instrumentos de producción, sino a través de su mo- tes- entran en escena para dirigir las fábricas, mi-
nopoHstico o exclusivo control sobre el poder de un nas y Bancos hace poco adquiridos. El control
Estado fusionado con la economía. Ahora están a la de los trabajadores no es más que un nombre; los
espera de las pugnas del futuro con los directores de soldados y la policía respaldan las órdenes de los
los demás sectores del mundo. directores. Todo el proceso, que en Rusia requirió
Son dichos directores, con sus asociados políticos muchos y duros años, quedó completado en un par
y militares, los que durante el transcurso de la se- de meses.
gunda guerra mundial han ido extendiendo su régi- ¿Qué ocurrirá en Rusia en el porvenir?
men más allá de las fronteras soviéticas. Los aconte- Es indudable que el régimen revolucionario ruso
cimientos registrados en las pequeñas naciones ha demostrado una reciedumbre sorprendente que ha
fronterizas han reproducido en escala de laboratorio, sobrepasado todos los cálculos. Se le profetizó un fin
aunque también algo grotesca, la pauta seguida por desastroso más de un centenar de veces, pero el
la revolución rusa; y, también como en un experi- régimen subsiste y está firme. Nació en la nación que
mento de laboratorio, los acontecimientos siguieron había sufrido incomparablemente más que cual-
ese proceso por la firme guía del experimentador, quier otra en la pasada guerra, rechazó los ejércitos
no por su propia voluntad. Los obreros y campesinos intervencionistas enviados por las mayores potencias
locales (en las naciones del Báltico, Polonia orien- y resistió sus constantes hostilidades e intrigas. Salió
tal, Besarabia), a medida que el ejército rojo avan- victorioso en una guerra civil que duró varios años,
zaba, empezaron a apoderarse del control sobre las y durante el cual su autoridad disminuyó tanto que
industrias y granjas locales y a expulsar a los capi- por algún tiempo sólo se ejerció sobre una pequeña
talistas que todavía no habían huido. Durante un provincia de los vastos territorios rusos. No cayó du-
breve espacio de tiempo fueron alentados en esas rante las hambres y epidemias devastadoras que ba-
actividades por los representantes rusos. Apareció rrieron a millones de personas. Fusiló, deportó o
una manera de ''control obrero''. La primera parte encarceló a millones de sus pmpios ciudadanos, in-
del h·iple problema directoria! quedó resuelta -los cluso la mayoría de la oficialidad de sus fuerzas
capitalistas fueron reducidos a la impotencia-, lo armadas, sin verse seriamente desafiado por ningu-
que tampoco fue muy difícil en esos minúsculos Es- na rebelión interna. Difícilmente se encontraría en
tados. Luego, sin apenas un respiro, la segunda parte la historia otro régimen que haya podido salir incó-
del problema directoria! quedó resuelta en forma lume de pruebas semejantes, y el hecho de que el

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régimen ruso haya podido hacerlo s6lo es compren- grado de industrialización la deja todavía atrasada
sible como demostración de la reciedumbre de su en comparación con las más avanzadas regiones in-
organización directoria}, de su foltaleza frente a la dustriales. El atraso industrial no sólo es medido
organización capitalista, porque Rusia aún no midió en términos de equipo físico, proporcionalmente ni
sus fuerzas con otros Estados directoriales. Además, muy bueno ni muy abundante, sino también en tér-
Rusia cuenta con enormes recursos potenciales en minos de la relativa escasez de obreros y técnicos
materias primas, tierras y población. competentes, y esa última debilidad es una fase del
De acuerdo con el supuesto ya analizado, siempre atraso cultural del país, cuyo remedio requería no
se ha considerado que el posible derrocamiento del años, sino generaciones. En tercer lugar, los direc-
régimen ruso entrañada la restauración del capita- tores rusos, la nueva clase don1inante, son cuantita-
lismo, sea mediante la conquista por naciones ex- tivamente débiles, lo que en parte se debe al bajo
tranjeras capitalistas, sea por una "contrarrevolución" nivel cultural e industrial de la Rusia prerrevolucio-
interna, y existen pruebas bastante convincentes, naria; en ella escaseaban los directores competentes
sin embargo, de que esa xestauración no llegará. y la revolución no consiguió absorber a buena parte
Las tan esperadas tendencias internas favorables a la de los mismos. La clase directoria! debió ser formada
misma no revisten gran importancia, y con los años con excesiva rapidez, sin una levadura adecuada de
se han ido debilitando en forma sostenida. No hay hombres preparados y sin medios apropiados para.
motivo para esperar que surjan en el futuro, sobre su instrucción y su experiencia. Finalmente, todos
todo al comprobar que por doquiex el capitalismo esos factores abrieron la puerta del nuevo Estado
está a punto de extinguirse. Se cernían sobxe Rusia, a advenedizos de un nivel excepcionalmente bajo.
evidentemente, numerosas amenazas exteriores, algu- El soborno, la corrupción, el terror, la estupidez lisa
nas de las cuales pudieron comportar su conquista y llana de que adolece toda burocracia, revisten en
por potencias capitalistas, pero cuando Francia e Rusia extraordinaria amplitud, y por lo mismo los
Inglaterra omitieron atacar a Rusia, en ocasión de burócratas cometen numerosos errores y excitan el
la guerra ruso-finlandesa, terminó el período durante resentimiento de las masas.
el cual las naciones extranjeras capitalistas habrían Aun descartando la posibilidad de una interven-
podido quizá restaurar por la fuerza el capitalismo ción extranjera, esas debilidades bastarían para suge-
en dicha nación. rir la probabilidad de convulsiones internas, cuyo
De esto no se desprende, sin embargo, que el objetivo no sería la restauración del capitalismo, sino
actual régimen ruso perdure largo plazo. Pese a su la drástica reforma del nuevo régimen, que dado el
demostrado poderío, adolece Rusia de debilidades carácter totalitario de sus instituciones políticas,
todavia mayores. En primer lugar, al estallar la re- seria casi imposible por medios pacíficos. Debe ob-
volución, su desarrollo industrial y tecnológico era servarse que dichas reformas favorecerian tanto a
sumamente primitivo, y pese al indudable éxito de las masas como a los directores más competentes,
los esfuerzos realizados por el nuevo régimen, su pues algo de los métodos de la actual burocracia

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política resultan tan irritantes y engorrosos para los es un amplio paso hacia la fusión de Rusia Europea
mejores directores como onerosos para las masas. con el centro europeo, y podemos tener la seguridad
Es imposible descartar, no obstante, la cuestión de que cuando quede completada, independiente-
relativa a la intervención extranjera. Las naciones mente de los auspicios nominales bajo los cuales
capitalistas han demostrado, con sus actos, que no advenga, Rusia estará subordinada al centro euro-
confían en su capacidad para luchar contra Rusia. peo, y no a la inversa, como dicen los que tejen
La sociedad mundial está ahora, sin embargo, en pesadillas bolcheviques. Este proceso de la fusión
proceso de transformación conforme a lineamientos s~ .inicia en un~ docena de maneras, bajo la super-
directoriales, y las ventajas que esa estructura con- ficie, y presumiblemente su realización incluirá la
fiere a Rusia frente a las naciones capitalistas, des- guerra, una o más de las guerras directoriales del
aparecerán cuando sea enfrentada por otros Estados mafiana, cuyos preparativos aparecen ya con tanta
directoriales o cuasi directoriales, libres de la carga claridad a nuestro alrededor.
de las debilidades rusas. Hay razones para creer,
como se dijo en el Capítulo XII, que en el transcurso . NOTA: A pesar de la guerra ruso-alemana, me ha pare-
ctdo conveniente dejar el texto tal como ha sido escrito en
de los próximos años Rusia se divicürá en una sec- 1940 y publicado por primera vez en 1941. El propósito
ción oriental y otra occidental, gravitando cada una de este libro no es periodistico, sino científico. Desde el
de ellas hacia las respectivas zonas claves, base estra- punto de vista científico, la teorla de la revolución de los
tégica de los Superestados del futuro. dire~tor~ ~ mejor consid~arla por su habilidad para ha-
cer mtelig¡bles los aconteci.m.ientos antes de que sucedan.
En realidad, ese proceso ya está en marcha. Si- más bien que para reparar lo que ya ha ocurrido.
heria está tan lejos de Moscú y tan mal conectada El estallido de la guerra roso-alemana, y su curso, me
con la Rusia europea, que o~cila naturalmente hacia parecen una confirmación del análisis fundamental presen-
el Oriente, como lo ha estado haciendo desde haee tado en este capítulo, y en particular del análisis político
años, y su futuro la lleva a una integración cada vez abn:viado en el <;apitulo XII. Esta guerra, para usar el len-
gua¡e de la teona, es parte de los medios por los cuales
más estrecha con la industrializada zona asiático- la mitad occidental de Rusia va a ser "anexada al super-
oriental Similarmente, y a ritmo más acelerado des- estado europeo". Sin embargo, la idea que proporciona el
de el pacto nazi-soviético, la Rusia europea oscila t~xto es la. de un comienzo de guerra entre Rusia y Alema-
hacia la zona centroeuropea. Se realizan sondeos ma más le¡ano de Io que fue en realidad, y esta impresión
conviene con la opinión que formulé en 1940. Creo que
desde ambos lados de la frontera: la rusa avanza este error en el "plan del tiempo" fue el resultado de UJlcl
hacia el oeste y se intensifican simultáneamente las aplicaci?n demasiado esquemática del análisis sociológico y
relaciones sociales y económicas con Alemania. Téc- econónnco del problema, prestando insuficiente atención 1\
nicos y directores alemanes se trasladan a las empre- las consideraciones estrictamente militares. Que gran parte
sas industriales rusas, y aunque las estadísticas de Rusia será arrojada dentro de la órbita de la Europa
orie~tal y de que la guerra será parte del proceso de fusión,
oficiales nada dicen sobre la amplitud de este aflu- se Sigue del curso de la historia contemporánea. Cuándo
jo, es seguramente mayor de lo que los publicistas había de comenzar la guerra fue decidido principalmente
imaginan. Esta infiltración de directores alemanes por los requerimientos de la estrategia militar.

294 295
La controversia puede fácilmente convertirse en
un juego de palabras. Nadie puede negar que en
la sociedad alemana existen elementos compartidos
por la tradicional sociedad capitalista, pero nadie
XV puede tampoco negar que otros muchos elementos
de aquélla no se encuentran en el capitalismo tra-
EL PROCESO ALEMAN dicional. Parecería, en consecuencia, que podríamos
dar la respuesta que mejor nos pareciese. En nues-
Una vez que hayamos dado desahogo a nuestras tra opinión, sin embargo, el problema no es mera-
emociones con respecto a Alemania, denominando mente verbal. Hemos dicho lo que entendemos por
"nihilista" y "bárbara" a su sociedad o aplicándole capitalismo, por socialismo y por sociedad directo-
el epíteto similar de nuestra preferencia, siempre ria! y estamos interesados no en la situación del
subsistirá el problema científico de describir de qué momento, sino en ]a tendencia del proceso. Sobre
clase de sociedad se trata y hacia dónde se dirige. este fondo, investigamos hechos -no palabras-
Si reflexionamos en ello, es desde luego obvio que cuando preguntamos si la Alemania actual es un
ninguna sociedad organizada -y la Alemania nazi tipo de capitalismo o está en las primeras etapas
ciertamente lo es- puede realmente ser "nihilista". de un nuevo orden social; específicamente, de la
Por otra parte, en su acepción etimológica y en su sociedad directoria!.
acepción vulgar, "bárbaro" significa, simplemente, Debe repetirse una observación preliminar: por
"extranjero'', distinto a nosotros. sociedad "decadente" entiendo, meramente, un tipo
Los intentos serios de analizar la sociedad alema- de sociedad que se acerca a su fin en el tiempo y
na contemporánea pueden reducirse a dos. En opi- en la historia. Abundan los que consideran deca-
nión de la mayoría, el nazismo es un tipo de dente a Alemania porque sus dirigentes mienten,
capitalismo, de capitalismo decadente, la última y traicionan, quebrantan tratados, destierran, encar-
degenerada etapa de la sociedad capitalista. Un celan, torturan y asesinan a personas inocentes.
grupo de críticos, reducido aunque creciente, sos- Cierto es que los dirigentes nazis realizan a me-
tiene que el nazismo es la etapa inicial de una nudo actos de esa índole. Pero de ningún modo es
nueva forma: de sociedad, pero no ha sabido aclarar, cierto, por el contrario, que dichos actos sean indi-
sin embargo, cuál podrá ser esta sociedad de for- cios típicos de decadencia. Sería absolutamente im-
mas nuevas. La espectacular energía de la Alema- posible establecer una concatenación exacta entre la
nia de hoy ¿.es manifestación de las hon'ibles con- mentira, el terror y la tiranía, de un lado, y la
vulsiones de la agonía o de los también horribles decadencia histórica, del otro. Es más: si la e~-pe­
( record6moslo) dolores del alumbramiento? Para riencia histórica estableciese alguna correlación en
comprender lo que está sucediendo en el mundo la materia, posiblemente sería negativa: es decir,
debemos contestar a esa pregunta. es más probable que sea el orden social joven, nuevo

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y en crecimiento el que recurra a _la ~entira, al te- es perfectamente lógica y ahorra la molestia de ana-
rror y a la persecución. La tragedta stempre parece lizar con detención lo que en realidad sucede.
más heroica que el éxito terrenal; se nos ha ense- Esa creencia no es exclusiva de los marxistas. Tam-
ñado a buscar las reputaciones sin tacha en el lado bién la abrigan muchos capitalistas y, en particular,
perdedor. Héctor fue el héroe más noble de la antes de 1933, un gran sector de los capitalistas
guerra de Troya; pero fueron los griegos, quienes in- alemanes que, después de todo, eran los más direc-
ventaron el caballo traicionero y quienes resultaron tamente interesados. La opinión de ese sector fue
vencedores. Las espléndidas cualidades personales sintetizada en un notable artículo publicado a fines
de muchos señores feudales no impidieron su ruina y del verano de 1932, en uno de los ó1·ganos de la
la de su sistema social, y esas cualidades inspiraban, industria pesada alemana y reproducido en El
en la época de Cervantes, no un afán de imitación, libro marr6n del terror hitlerista. 1 Vale la pena de
sino un ridículo lleno de añoranza. Ninguna ley reproducirlo en buena parte:
histórica dispone que los buenos modales y la "jus- "El problema de consolidar el régimen capitalista
ticia" deban triunfar. En la historia siempre se en la Alemania de posguerra es gobernado por el
plantea la cuestión relativa a cuyos modales y de hecho de que el sector dirigente, es decir, los
cuya justicia. Una clase social. en crecimiento ,Y un capitalistas que controlan la industria, es hoy de-
orden social nuevo deben abnrse paso a traves de masiado pequeño para poder mantener, por sí sólo
los viejos códigos morales, del mismo ~odo que ~ su predominio. De no recurrirse al arma tan peligro-
través de las viejas instituciones económiCas y poh- sa de la fuerza puramente militar, sin duda le será
ticas y, como es natural, desde e.l punto de vista _de necesario aliarse con sectores que aunque no per-
la vieja, son monstruosos. De trmnfar, a su d~b1do tenezcan a la misma clase desde el punto de vista
tiempo cuidarán de sus modales y de su moraltdad. social, pueden prestarle el esencial servicio de an-
clar su gobierno entre el pueblo, convirtiéndolo así,
Todos los marxistas ortodoxos creen que la Ale- en consecuencia, en su especial o último defensor.
mania nazi es una forma de capitalismo decadente, Este defensor 'extremo' del régimen burgués, en
expresándolo en los siguientes términos: el fascismo el primer período de la posguerra, fue la social-
es )a organización política del capitalismo en deca- democracia.
dencia, el extremo punto final del "capitalismo- "El nacionalsocialismo deberá suceder a la social-
financiero monopolizador". Esta opinión emana,. en democracia en su papel de proporcionar el apoyo
realidad, del supuesto básico a que hemos repetida- de las masas al régimen capitalista en Alemania ...
mente aludido, según el cual, "el socialismo es la La socialdemocracia poseía cualidades especiales pa-
única alternativa del capitalismo". Como, mdudable- ra esa tarea, de que hasta ahora carece el nacional-
mente el nazismo no es la sociedad libre y sin clases
del so~ialismo debe ser en consecuencia un tipo de 1
The Brown Book of the Hitler Terror, publicado en
capitalismo. De aceptarse la premisa, esta conclusión 1933 por Alfred A. Knopf Inc., con cuyo permiso uso la cita.

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socialismo. . . Gracias a su reputación como primi- ...3. Los lazos entre la burocracia sindicalista y la
tivo partido obrero, la socialdemocracia poseía, socia~democracia siguen, desde el punto de vista
además de su fuerza puramente política, la ventaja político, la suerte del régimen parlamentario.
mucho más valiosa y permanente de controlar las "4. La posibilidad de una política social liberal
organizaciones obreras, y al paralizar sus energías en favor del monopolio del capitalismo está condi-
revolucionarias las encadenaba con firmeza al Esta- cionada a la existencia de un mecanismo automático
do capitalista ... que. cr~e divisiones en las clases obreras. Un régimen
"En el primer período de reconsolidación del cap1talista que adopte una política social liberal no
régimen capitalista en la posguerra, la clase obrera sólo debe ser enteramente parlamentario, sino que
estaba dividida por las victorias obtenidas en ma- ~ebe basarse en la socialdemocracia y debe permi-
teria de salarios y por las medidas político-sociales tirle que en su hoja de servicios se anote Ja obten-
mediante las cuales los socialdemócratas canalizaban ción de suficientes ventajas; un régimen capitalista
el movimiento revolucionario ... La desviación de la que. ~onga término a esas ventajas debe también
revolución hacia medidas político-sociales correspon- sacrificar al parlamentarismo y a la socialdemocra-
dió al desplazamiento de la lucha en las ~lles y en cia, debe crear un sustituto de la misma, pasando
las fábricas, hacia el Parlamento y los gabmetes, es a una compulsión política social.
decir, a la transformación de la lucha 'desde abajo' "El proceso de esta transición, en la que actual-
en concesiones 'desde aniba'. mente e~ta~os, dado que la crisis económica por
"De ahi en adelante, por tanto, la burocracia so- fuerza ehmmó las ventajas aludidas, debe surcar la
cialdemocrática y sindicaíista con el sector obrero· peligrosa etapa durante la cual, al cancelar esas ven-
que les respondfa, quedaron estrechamente ligados tajas, el mecanismo creador de divisiones en la clase
al Estado capitalista y participaron en su adminis- o?rera que dependía de ellas deja también de fun-
tración, al menos mientras quedó algo que defender, Cionar~ la clase ?br~ra tiende hacia el comunismo y
con esos medios, de sus victorias de la posguerra y el rég1me.n capitali.sta se aproxima a la etapa de
mientras los obreros siguieron a sus dirigentes. emergenc1a de la dtetadura militar ... La única sal-
"Este análisis lleva a cuatro conclusiones impor- vagU;ardia contra ese período, sobradamente crítico,
tantes: consiste en que la división y contención de la clase
''1. La política del 'mal menor' no es simpleme?te obrera que el mecanismo anterior ya no puede ade-
una táctica, sino la esencial politica de la social- cuadamente realizar, se ajuste a métodos distintos
democracia. y más directos.
"2. Los lazos que ligan la burocracia sindicalista "He aquí las positivas oportunidades y tareas del
con el método gubernamental 'de arriba" son más nacionalsocialismo.
fuertes de los que la ligan al marxismo y, por tanto, "Si éste consigue canalizar a Jos sindicatos en una
a la socialdemocracia; y esto también es aplicable al política social compulsiva, como la socialdemocracia
Estado burgués que desea atraerse a esa burocracia. con anterioridad consiguió encauzarlos en una políti-

soo 301
ca liberal, el nacionalsocialismo desempeñaría enton- liante, resta en último término todo valor a dicho
ces una de las funciones esenciales para el futuro del análisis, el cual, por otra parte, era plausible en
régimen capitalista, y necesariamente deberá ocu- 1932, cuando vio la luz, pues tomaba en cuenta
par un puesto en el Estado y el sistema social. ~ una oportunidad, la única que le restaba al capita-
peligro de un desarrollo capitalista o incluso soCia- lismo; pero desde entonces pasaron nueve años,
lista del E~tado, por el que con frecuencia se insta nueve años más de experiencia, y sus lecciones re-
de preferencia a la citada incorporación de los sin- futan categóricamente el análisis de 1932.
dicatos bajo la dirección del nacionalsocialism~, será La opinión según la cual el nazismo es un tipo
en realidad evitado precisamente por esos medios ..• de capitalismo, una de sus últimas etapas, quizá la
No existe otra alternativa entre la reconsolidación postrera, presentaba ciertos visos de verosimilitud
del régimen capitalista y la revolución comunista." hace una década, de acuerdo con las pruebas de que
En relación con este brillante análisis, observemos entonces se disponía. Era una convicción susceptible
al pasar que confirma nuestr~ anterior estim_ación de contraste, y éste era proporcionado por la ten-
sobre el papel social desempenado por la socialde- dencia del nazismo a robustecer, o a menos mante-
mocracia (ala reformista del marxismo) como mo- ner, las instituciones típicas del capitalismo, el poder
vimiento capitalista; observemos, además, que dicho y privilegios de los capitalistas. La experiencia ita-
análisis coincide exactamente con el leninista. Si liana no habfa sido terminante y tampoco había
no conociéramos su fuente, no habría manera de manera de resolver acertadamente el problema por
distinguir si procedía de una pluma capitalista o adelantado. Ahora ya está l'esuelto y la solución
leninista 1 (naturalmente, un reformista o un liberal xefuta la teoría de que el nazismo sea una forma
no podrían dar a luz una crítica de esa índole). de capitaHsmo.
Pero, y esto es todavía más importante, tanto el La opinión según la cual la Alemania nazificada
capitalismo como el leninismo comparten el supues- es un capitalisnw decadente, la organización política
to básico de que el socialismo (comunismo) es ~a de capitalismo en decadencia, en 1941, es inexacta
única alternativa del capitalismo. Su dependencia prima facie, por plausible que hubiera sido en 1932.
respecto a ese supuesto es lo que, pese a ser bri- En comparación con las naciones indudablemente
capitalistas como Francia (antes de su caída), Ingla-
terra y los Estados Unidos, y basándose en las analo-
1 En realidad, dicho análisis puede ser obra de una pla-

ma leninista, ya que no he podido verificar la autenticidad


gías que pueden deducirse de situaciones históricas
de la cita. Como el Libro Marr6n era un documento de pro- similares, Alemania presenta signos no de decadencia
paganda del Comintem, destinado a justificar la política ni mucho menos, sino de revolución social, de transi-
stalinista en Alemania, es probable que la :Oen~e d~ di<:ha ción hacia una nueva estructura de la sociedad.
cita como de otras muchas, haya sido la fertil unagmaet6n Antes de analizar los más importantes de dichos
de ia GPU. De todas maneras, esto no alteraría mi punto
de vista, ya que es indudable que en 1932 muchos capita- signos recordemos las extraordinarias desventajas
listas alemanes opinaban asl. que Alemania enfrentó al término de la primera

302 303
guel1'a mundial: acababa de sufrir tma denota en nueva forma de sociedad. Todo el mundo sabe, y
la mayor guerra basta entonces conocida y se habia muchos lo han dicho, que la desocupación fue eli-
visto obligada a firmar las condiciones de paz ~ás minada no en virtud de los elementos capitalistas
duras de la historia europea moderna; fue despo¡ada que subsisten en la cultura alemana, sino gracias
de fracciones importantes de su territorio y rodeada a la introducción de métodos no capitalistas.
por Estados satélites de sus enemigos; fue despojada Simultáneamente quebró Alemania las restriccio-
de sus colonias, de su marina mercante y de su nes financieras del capitalismo. De acuerdo con todas
flota de guerra; su ejército fue reducido a una cifra sus "leyes", debería estar en bancarrota desde hace
mínima. Su pueblo estaba exhausto por la guerra y cinco años; su moneda, vfctima de una desenfrenada
por el hambre sufrida el último año de la misma; inflación; su Estado, en la imposibilidad de finan-
soportaba la carga de las reparaciones no sólo mo- ciar sus vastas empresas. El control del Estado
netru.ias -que pudo pagar como en gr~n parte pa_gó, sobre las finanzas determinó que ninguna de esas
gracias a empréstitos-, sino en cspec1e, 1~ que liD- "leyes" resultara valedera; el establecido sobre las
plicó la pérdida de productos. Sus contranos se ha- importaciones y exportaciones también permitió a
bían repartido las más sabrosas tajadas del mundo Alemania proseguir su comercio exterior sin medios
en lo que creían sus propios intereses. Contra este para ello, conforme a los preceptos capitalistas. Los
fondo debemos emplazar la Alemania contempo- fondos disponibles que en las grandes naciones ca-
ránea. pitaüstas permanecen inactivos, encontraron en di-
El nazismo eliminó la desocupación a los dos años cho país importantes colocaciones, principalmente en
de que Hitler subiera al poder. Los medios de q~e empresas del Estado.
se valió son indiferentes a los fines de nuestra m- Tenitorialmente, Alemania se expandió con ra-
vestigación, pero es decisivo el hecho ,de que s~ pidez, primero en la paz y ahora en la guerra. Esa
lograse. La desocupación en masa .es smtoma pn- expansión no se limitó a territorios abarcados por
mario del colapso de una determmada forma de las antiguas fronteras del Reich, sino que incluye
sociedad, y las grandes potencias han demostrado a las naciones emplazadas en su esfera de influen-
que son incapaces de eliminarla bajo el auspicio de cia. La rápida expansión territorial nunca fue señal
las instituciones capitalistas. Aun luego de año y me- de decadencia, pues en tales períodos las sociedades
dio de guerra, y aun después de más de seis meses de se disgregan, sino de renovación.
la 'batalla de Gran Bretaña", todavía babia en In- Alemania se desempeña mejor en la guerra que las
glaterra, según estadísticas oficiales -que p~obable­ naciones indudablemente capitalistas. Si tomamos en
mente suavizan los hechos y que tampoco mcluyen ·cuenta las dificultades que tuvo que salvar para sus
los "permanentes"- cerca de un millón de desocu- preparativos bélicos, en comparación con F1·ancia y
pados. Su eliminación en la Alemania nazi es en si Gran Bretaña, cuyos recursos materiales son incom-
una prueba suficiente de que aquel país abandonó parablemente mayores, la superioridad bélica alema-
las bases del capitalismo y se encamina hacia una na es todavía más sorprendente de lo que parece.
304 sos
Como en el caso de rápida expansión territorial, la Alemania nazi o a la concepd6n general de la vida
capacidad béüca nunca es señal de decadencia, más que el nazismo encarna, que a la nación donde
bien de lo contrario. residen, y de la que a veces son ciudadanos, y a
Según todas las informaciones fidedignas y de su concepción de vida. Esta es la razón en virtud
acuerdo con la experiencia general, la Alema$ nazi de la cual las verdaderas quintas columnas (nazis o
inspira una lealtad fanática a millones de personas, stalinistas) no pueden ser eliminadas. Su eümina-
Lo que nunca acompaña a la decadencia; los súbdi- ción no consiste en sorprender espías o agentes se-
tos de un régimen decadente tienden a caracteri- cretos en acción, sino que reclama cambiar senti-
zarse por su indiferencia, escepticismo o, cuando mientos íntimos, lealtades, ideologías; y la propagan-
más, por un empecinado y más bien resignado sen- da basada en ideologías capitalistas ya no posee la
timiento del deber. fuerza necesaria para conseguirlo plenamente. Hitler,
Otro sorprendente signo exterior es el hecho de como Stalin, siempre puede contar con una quinta co-
que los principales dirigentes políticos, militares y lumna en cada nación y sólo es comprensible tal fe-
económicos de Alemania son mucho más jóvenes, nómeno si ambos representan una fuerza social revo-
quizás una generación más joven, que los de lucionaria que irrumpe y desconoce las fronteras del
Francia y Gran Bretaña. Para llevar adelante ·esta nacionalismo capitalista. Mientras el capitaüsroo es-
guena, Inglaterra y Francia debieron recurrir a los tuvo establecido como sistema mundial integrado por
ancianos dirigentes de la anterior, los que entonces todas las naciones, era imposible el desarrollo impor-
tarnpoco e¡-an ya muy jóvenes. En Alemania existen ta,n..te en cualquier quinta columna, pero su forma-
hombres nuevos y, ¡-elativamente, hombres jóvenes. ción señala el quebrantamiento del nacionalismo ca-
Esta diferencia es el simbolo de que, al iniciarse la pitalista, de la nación capitalista como entidad polí-
segunda guena 'mundial. los sistemas sociales de tica superior.
Francia y Gran Bretaña eran vestigios del pasado, Estas pruebas prima facie bastan, por una parte,
mientras que el de Alemania lo era de arranque para refutar la opinión de que Alemania nazi es un
hacia el futuro. tipo de capitalismo y para demostrar, por otra, que
Por último, existe la notoria "quinta columna" se encuentra, por el contrario, en la primera etapa
nazi. El término "quinta columna" es empleado tan de un nuevo tipo de sociedad. Dichas pruebas
arbitrariamente -a menudo se aplica a aquellos con guardan correspondencia, además, con los hechos
quienes el escritor u orador está en desacuerdo- que a largo plazo que no ascienden a la superficie. El
se pierde de vista su plena significación. Todas las desarrollo directoria! no empezó en Alemania con
naciones modernas cuentan con espias y agentes a Hitler, sino que la ascensión de éste al poder es
sueldo en las demás naciones, incluso las enemigas, más bien una fase de aquél y la &.'Presión política
que oo pertenecen a la quinta columna en el sen- de un hecho: que durante esos últimos ocho años
tido peculiar del término. La nazi está integrada Alemania ha estado doblando el codo que desde
por quienes, en otras naciones, son más leales a la la cuesta abajo del capitaHsmo decadente, con in-
300 307
trusiones dircctoriales, lleva cuesta arriba a la mercados más provechosos; tampoco pueden resol-
sociedad directoria!, con :reminiscencias capitalistas. ver, por regla general, cómo invertirán o dejarán de
Hallamos en Alemania -y siempre en incremento- invertir sus fondos disponibles. En síntesis, han de-
aquellos cambios estructurales que consideramos ca- jado de ser propietarios, ya no son realmente ca-
racterísticos del desplazamiento desde el capitalismo pitalistas, sean cuales fueren los títulos o certificados
a la sociedad directoria!. En la esfera económica se guardados en sus cajas fuertes.
reduce a porfía, en todos los sentidos, el campo de En Alemania la regulación de la producción ya
la empresa privada y aumenta correlativamente la no es función del mercado. Lo que debe producirse
intervención del Estado. Durante un breve período, y sus cantidades se decide deliberadamente por
inmediato a la subida del nazismo al poder, la ten- grupos de hombres, por juntas, oficinas y comisiones
dencia parecía orientarse en sentido contrario; in- que resuelven si debe instalarse una nueva fábrica o
cluso unas cuantas empresas directamente explota- clausurarse la antigua, cómo se prorratearán los pe-
das por el Estado bajo la República de Weimar didos y las materias primas, qué cuotas deben llenar
retornaron a la explotación privada. Todo esto se las distintas ramas de la industria, qué productos se-
dio vuelta. La intervención del Estado en la eco- rán seleccionados para la exportación. cómo se fijarán
nomía tiene lugar en numerosas direcciones. La pro- sus precios y se otorgarán créditos y divisas. Tam-
piedad directa y la explotación por parte del Estado, poco exige que las resoluciones de esas oficinas se
que avanzan en todos los terrenos, adquiere parti- basen en una finalidad lucrativa en el sentido ca-
cularmente vuelo en el vasto campo de las nuevas pitalista. Si se considera oportuno producir, por
empresas establecidas dnrante el régimen nazi. cualquier razón, caucho, lana o alimentos erzats, así
Comportaría una decepción, sin embargo, el limitar se hará, incluso si desde el punto de vista capitalista
nuestra atención a los avances de ese ,género ro- esa producción entraña pérdida. Similarmente, para
deados de todas las formalidades, pues virtualmente acumular divisas extranjeras o estimular cualquier
toda la actividad económica está bajo el rígido con- efecto político en alguna nación extranjera, se ex-
trol del Estado y, como hemos visto, en lo que a portarán mercaderías a cualquier precio. Puede
los instrumentos de producción respecta, el control obligarse a una fábrica a cerrar sus puertas, aunque
es lo decisivo. Las formas legales, incluso el privi- pudiera proseguir su explotación con pingües ga-
legio de la renta, quedan subordinadas, a la postre, nancias. Los Bancos e individuos son compelidos
al control de facto. a invertir sus fondos sin que se consulten sus priva-
Aunque todavía existan en Alemania propietarios das y voluntarias opiniones sobre "riesgos" desde
privados, las decisiones con respecto a "sus" bienes el punto de vista lucrativo. Es literalmente cierta la
no les pertenecen. No son ellos quienes deciden lo afirmación de que la economía nazi ya no es una
que harán o dejarán de hacer, ni quienes fijan pre- "economía lucrativa".
cios o discuten salarios; no son libres de adquirir Los trabajadores ya no son, por su parte, los "pro-
las materias primas que prefieren o de buscar los letarios libres" del capitalismo. Cierto es que bajo el

308 :309
na?jsmo los obreros están liberados de la desocu- duos en el ejercicio de otras ftmciones), al perder el
pación, pero, sea individualmente, sea por intermedio control sobre los instrumentos de producción -pér-
de sus propias e independientes organizaciones, tam- dida que progresivamente los lleva a la de sus
poco pueden discutir sus salarios o cambiar de derechos legales de propiedad y a la de la renta-
empleo a voluntad. Son asignados a sus tareas y están también perdiendo en Alemania su posición
la~ ~ondicione~ ?e trabajo son establecidas por las de clase dominante, y cada vez se van acercando
oficmas y comiSIOnes del Estado. Millones de obre- más a la condición de pensionistas tolerados.
ros son asignados a las vastas empresas del Estado. La reducción a Ja impotencia de los capitalistas es
Según la estimación más moderada que conozco acompañada por la ascensión de la misma clase
(para 1939), el porcentaje de la renta nacional de- que también en Rusia encontramos en la cima: los
rivada de actividades públicas directas ascendía a1 directores y sus colegas burocráticos y militares. Esta
cincuenta por ciento. La reducción del campo de es la clase (en la que algunos capitalistas indivi-
la empresa privada y el incremento de las del Es- dualmente encontraron un puesto) que ya hoy dia
tado comporta una reducción correspondiente en la retiene en Alemania la mayor proporción del control
posición social de los capitalistas privados. En lo que sobre los instrumentos de producción, esgrime el
al conb·ol de los instrumentos de producción se re- poder efectivo y ya percibe la parte del león de los
fiere, ya los capitalistas casi hacen fondo, y en lo privilegios. Asimismo en la legislación nazi, la posi-
relativo al privilegio de la renta, un cálculo reciente ción del djrector está empezando a ser francamente
d~ un experto neoyorkino estima en sólo cinco por reconocida: por ejemplo, es el dírector de faoto de
c¡ento de la renta nacional de Alemania la parte una fábrica quien dice la palabra final en las dispu-
~e la misma destinada al pago de beneficios e tas obreras, condicionada a ciertas oficinas y tri·
mtereses, en comparación con las cifras de 19"v3, lo bunales controlados por el Estado; posee, en conse-
que representa una sustancial reducción, pese al cuencia, el derecho de controlar el acceso a los ins-
considerable incremento de la renta nacional t otal, trumentos de producción, el que es respaldado por
el cual, bajo el capitalismo, normalmente iría acom- el Estado.
pañado por el aumento del porcentaje de beneficios. Es bien extraño que basta ahora nadie haya obser-
En los Estados Unidos, los beneficios e intereses re- vado lo raramente que figura un director entre los
presentan el veinte por ciento del de la renta nacio- exiliados voluntarios o forzosos de la Alemania nazi.
n.al,,.excluyendo los llamados «beneficios de empresa- Hay artistas y escritores, filósofos y políticos, enemi-
nos . Además, la mayor parte de ese cinco por ciento gos inasimilables del nuevo régimen, tenderos, profe-
de los capitalistas alemanes es objeto de apropiación sionales, profesores y no pocos capitalistas, tanto ju-
por el Estado bajo forma de impuestos y "contribu- díos como cristianos, pero casi nunca un director. Es
cion~"· Las estadísticas -que, por otra parte, no son extraño que nadie lo haya observado, pero no lo es
de fiar- no revelan el pleno significado. Aquéllos, que así suceda, porque los directores comprenden
como capitalistas (aunque no siempre como indivi- que la sociedad que se está gestando es la suya.

SlO 811
En una palabra: hoy día Alemania es un Estado cuando lo cierto es que hasta el presente y en el
directoria} en su etapa primitiva. Estructuralmente, futuro discernible es parte normal e integral de to-
ha avanzado menos que Rusia en la vía directoria!; das las sociedades humanas. Los distintos grupos
todavía con$erva más elementos capitalistas. Casi sociales -tribus, imperios, ciudades independientes,
podría decirse que actualmente posee una doble es- naciones, incluyendo todas las capitalistas- guerrea-
tructura social: las instituciones y modos de operar ron constantemente. La mayor parte de su historia
directoriales están ampliándose y adquiriendo incre- han estado en guerra, realmente en lucha contra al-
mento en el interior del capullo capitalista que toda- gún otro grupo, y cuando no luchaban convalecían
vía subsiste y que, simultáneamente, sirve de capa de la última guerra al paso que se preparaban para
protectora y oculta la vida que se gesta en su seno. la próxima. La índole de nuestras creencias morales
Lo importante es la orientación y esta tiende a eli- nos hace creer que la guerra es un acontecimiento
minar los elementos capitalistas que quedan. Aunque "excepcional", pero la realidad demuestra lo contra-
estructuralmente esté menos avanzada, Alemania no rio, y el reconocerla no implica el elogio de aquélla,
adolece, sin embargo, de la mayoría de las grandes ni el tenerlo por "algo bueno", sino decir la verdad.
debilidades que hemos observado en Rusia. Sus Es ridículo decir que Alemania cuenta con una
cimientos industriales y tecnológicos son mucho más economía de guerra y que Francia y Gran Bretaña
sólidos y la ascendente clase directoria} es mucho no la poseen o poseyeron. El hecho fue, simplemente,
más numerosa, mejor preparada, más sagaz. Por ello que Alemania poseía una mejor y más eficaz econo-
es que Hitler no tuvo escrúpulos en firmar el pacto mía de guerra que la de sus rivales, ventaja que se
con Rusia; sabía que ésta desempeñaría el papel del acrecienta si se toman en cuenta los respectivos re-
socio secundario. cursos materiales de dichos países. Inglaterra y
Francia vencieron en la primera guerra mundial y
Opinan muchos comentaristas que para sintetizar arreglaron el mundo en la forma que creyeron más
adecuadamente la Alemania actual, con las caracte- conveniente para sus fines bélicos. Antes de que
rísticas que acabo de enunciar, basta decir que "Ale- aquélla terminase, ya iniciaron los preparativos para
mania posee una economía de guerra", y al descartar la segunda guerra mundial. Nadie se percató de que
todos los problemas con esa referencia mágica a una Inglaterra hundiera su flota o arrasara sus bases
"'economía de guerra", se incurre en una serie de gra- oceánicas, ni de que Francia abandonara el servicio
ves incomprensiones. militar obligatorio o construyera viviendas obreras en
Debemos damos cuenta, en primer lugar, de que lugar de la línea Maginot.
todas las economías lo son de guerra. La suposición En segundo lugar no es cierto que todas las "eco-
de que una "econom1a , de guerra" es una e1ase es- nomías de guerra" sean iguales. Denominar "econo-
pecial y peculiar de economía está basada en el mía de guerra" a una economía cualquiera no nos
ingenuo concepto de que la guerra es algo especial dice nada. Las sociedades preparan y hacen la guerra
y peculiar en la historia de las sociedades humanas, de acuerdo con su propia manera de ser. Quizás en

812 . 313
tiempo de guerra las rel:.lciones sociales sean más
tirantes, pero no experimentan ninguna alteración Debemos observar, en tercer lugar, que las "eco-
fundamental. Una sociedad feudal no deja de serlo nomías de guerra" no lo son solamente de guerra.
cuando está en guerra, como casi siempre lo estuvo Esta es parte integral del desarrollo social, el
la clase feudal dominante, pues apenas tenia otra que no emana de la lucha en sí, sino que es corre-
cosa que hacer. Una nación capitalista no deja de lativo a las medidas bélicas o consecuencia de las
serlo cuando estalla la guerra; lucl1a sus guerras mismas. Es posible que sea un despilfarro absurdo
capitalistas en forma capitalista. Ni siquiera es cierto y repugnante el hecho de que se construyan ca-
que una nación democrática deja de serlo cu~do minos, se amplíen los sistemas de transporte y
lucha; ¿dejaron acaso Inglaterra y los Estados Urudós comunicaciones, se vendan más mercaderías, se esti-
de ser democracias durante las muchas guerras que mule la inventiva, se edifiquen viviendas, como
disputaron en el siglo XIX? Eran democracias capi- medio de preparar y hacer la guerra, pero siendo
talistas y como tales lucharon. las cosas como son, así puede ocurrir y a menudo
Si se objeta que la "guerra moderna es diferente", ocurre. El nombre que damos a las cosas depende
una "guerra total" y que debe hacerse empleando del interés predominante que con respecto a las
"métodos totalitarios", debe replicarse lo siguiente: mismas abriguemos; si a la luz de nuestros intereses
en efecto, la guerra moderna es diferente y lo es y temores actuales, denominamos "economía de
porque está dejando de ser una guerra capitalista. guerra" a la nazi, igualmente podríamos denomi-
El pcimcr conflicto mundial fue la última guerra narla, desde otro punto de vista, "economía de
de la sociedad capitalista y ya durante su trans- ocupación absoluta", "economía de edificación" que
curso, aunque en menor proporción de lo que ahora ha construido cerca de dos millones de viviendas
se recuerda, los Estados beligerantes se vieron en obreras, "economía de autopistas'' o "economía del
la necesidad de modificar severamente sus institu- aeroplano". En los cinco años transcurridos desde
ciones a fin de poder pr.oseguirla. El segundo con- 1933 (en que Hitler asumió el poder) hasta 1938,
flicto mundial es la primera gran guerra de la socie- la producción alemana de armamentos aumentó en
dad directoria}, y las instituciones capitalistas no tie- trescientos por ciento, pero la producción y distribu-
nen ninguna probabilidad de vencer. Para ganarla, ción de artículos básicos como ropas y alimentos, en
deberían ser objeto de una transf01mación, lo que no los que descansa el verdadew nivel de vida, también
implica tan sólo una modificación temporal "mien- aumentó en más de un te¡·cio.1
tras dure la guerra", pues la actual decidirá, en
efecto, la supervivencia de los sistemas sociales y ~ Una de las fuentes ele estas cifras es el número del 6
de las naciones. Y el hecho de que para ganarla sea de diciembre de 1940 de la autorizada publicación United
indispensable esa transformación, es sólo una fase de States News. S¡¡gún la misma, el análisis de los métodos
económicos nazis que incluía esas cifras fue preparado para
un fenómeno mucho más amplio: que la sociedad, est11clio y uso de los organismos administrativos de la defen-
en su conjunto, está transformándose. sa nacional de los Estados Unidos.

su 315
Debe observarse, finalmente, que si un tipo de- dio el siguiente resultado: 1) 1!:1 sometimiento re--
terminado de estructura económica capacita a una lativamente rápido de las masas, con el fin de evitar
nación para que guerree mejor, .las demás nacion~s la repetición del proceso ruso y de impedir la irrup-
en el radio de acción d.e la pnmera -hoy, práctl- ción hacia una sociedad libre y sin clases, conjun-
camente, el mundo entero-, deberán también adop- tamente con la alineación de las masas bajo una
tar ese tipo de economía. Tal vez esto sea de la- ideología directoria! y en creciente proporción bajo
mentar, pero es una consecuencia lógica. Si luchar instituciones directoriales; 2) La más gradual reduc-
con cañones es más eficaz que hacerlo con arcos y ción a la impotencia de los capitalistas domésticos,
flechas y si la economía A puede producir muchos combinada con el ataque directo conha los extran-
cañones y la economía B sólo arcos y flechas, la jeros y los baluartes institucionales del capitalismo
nación con la economía A forzosamente conquistará mundial; 3) Las luchas por venir con los grupos ri-
a la nación con la economía B, salvo si esta {1ltirna vales de directores.
nación adopta el tipo A de economia. Si a los efectos De esta suerte, la pauta seguida por Alemania per-
bélicos la estructura económica directoria! es supe- mite la utilización de los capitalistas en el someti-
rior -como claramente lo es- a la estructura capi- miento de las masas conforme a lineamientos direc-
talista, entonces y sólo por esta razón -aunque ~o toriales (primera etapa) y, después, la utilización
existieran, como existen, otras muchas- la econom1a de la presión de las mismas para reducir a los capi-
capitalista tendría que ceder su puesto, en una es- talistas (segunda etapa). La directoria! "sumisión de
cala mundial, a la economía directorial. las masas" no implica solamente el tenor físico
dirigido contra las mismas, pues éste, a la larga,
La pauta seguida por Alemama en su marcha es secundario a la tarea de captar su mente y sus
hacia la sociedad directoria! difiere en importantes sentimientos en favor de un conjunto de actitudes
aspectos de la seguida por Rusia. Esas diferencias cuyas consecuencias son el abandono tanto del ca-
constituyen uno de los principales factores que han pitalismo como de la lucha por el socialismo y la
impedido identificar la común dirección histórica del aceptación de los directores y de las instituciones de
proceso que respectivamente tuvo lugar en ambos la sociedad directoria!. Así fue, precisamente, cómo
países. Vimos que la solución rusa del triple proble- los capitalistas ayudaron a cavar su propia fosa.
ma directoria! siguió, en términos generales, el orden El apoyo que prestaron a los nazis impidió la re-
siguiente: 1) Rápida eliminación de los capitalistas petición en Alemania del proceso ruso: las masas
domésticos, simultánea a la contención de los ca- fueron "sometidas", pero conforme a lineamientos
pitalistas del exterior; 2) El más gradu~l ~ pr?lon- incompatibles en último término con el manteni-
gado sometimiento de las masas a .las mstituc10nes miento del régimen capitalista y aptos tan sólo
directoria!es; 3) Las luchas por vemr con los grupos para preparar la victoria de los directores.
rivales de directores. El proceso básico seguido por Al parecer, los capitalistas alemanes sospecharon
Alemania invirtió la$ dos primeras etapas, lo que que tal seda el desenlace, como lo indica el último

316 317
párrafo de la cita anterior, pero la actitud de los Unidos, con los triunfos capitalistas más altos en
mismos o uno de sus sectores, al concertar con los mano, se resistieran en forma encarnizada a cambiar
nazis lo que pareció una alianza, p~obable~e~te de mazo: ¿para qué iban a correr el riesgo de cam-
estuvo justificada por las circunstancias. La un¡ca biar de naipes, cuando con los viejos les iba mejor
alternativa era el proceso ruso, que habría compor- que a nadie? Alemania, a diferencia de Rusia,
tado una drástica y rápida eliminación. El proceso cuenta con una industria y una tecnología avanzadas,
nazi les daba un respiro, al menos era más lento, y una gran cultura y un numeroso y bien preparado
por malo que fuera el trance sie~pre era peor la cuerpo de directores. Son, quizás, estos factores, los
alternativa. Los hechos han vemdo a demostrar, que determinaron la diferencia entre el proceso ruso
sin embargo, que no había mucho que elegir. El y el alemán.
proceso alemán es lento -aún ahora, luego de ocho
años los capitalistas alemanes todavía no han sido La subida al poder de los nazis desplazó a Ale-
'
eliminados-, pero se trata de una agoma' 1enta en mania, como hemos visto, de las etapas decadentes
vez de una muerte rápida. del capitalismo con crecientes interferencias directo-
Individualmente, no como clase, los cap,italistas riales hacia las etapas iniciales de Ja sociedad di-
alemanes ganaron otra ventaja, esta vez real y efec- rectoria! con considerables reminiscencias capitalis-
tiva. El proceso nazi proporcionó a. cierto n~ero tas, en un principio. Intemamente, sigue todavía
de ellos, individualmente considerados, oportun1da-
. en la etapa inicial, pero le era imposible completar
des de fusionarse con el nuevo orden y de convertirse su revolución interna sin acometer de inmediato las
en directores, de la misma manera que algunos seño- más grandes tareas e>.:ternas del porvenir directo-
res feudales se convirtieron en capitalistas. De esta rial. Excluyendo a Rusia, el nazismo dio a Alemania
suerte pueden sobrevivir como individuos a la des- una ventaja inicial sobre los demás países en la
aparición de su clase para, de hecho, ocupar su preparación para el sistema directoria! mundial. Co-
puesto en la nueva clase dominante, y esto es, pre- mo hemos indicado, la zona europea de industria-
cisamente, lo que han estado haciendo los capitalis- lización avanzada es el foco natural de ese sistema.
tas alemanes más vigorosos y técnicamente mejor Las fronteras alemanas abarcaban ya, en 1933, un
preparados. gran sector de dicha zona y la primera gran tarea
La pauta del proceso alemán, como la d~l ruso, es política externa consistía en lograr la ampliación de
susceptible de x·epetirse en forma apro~ada en la base estratégica de Alemania, para cubrir en
cualquier otra parte. Es natural que Alemama,. cuya forma directa o indirecta toda la zona europea de
mano incluía frente a las demás grandes nactones, industrialización avanzada, lo que automáticamente
las cartas peores de la baraja capitalista, fuera la implicaba la autoridad de facto sobre toda Europa.
primera de aquellas que se ori~ntara vig?rosamente Esta ampliación empezó en 1935, con el triunfo en
hacia la nueva estructura social, del mxsmo modo el plebiscito del Sarre, y prosigue desde entonces sin
que fue natural que Francia, Inglaterra y Estados interrupción ni miramientos. El éxito nazi, años tras

318 319
año, sólo puede ser explicado por la creciente de- iniciada en 1935. Esta fase, la consolidación de ]a
bilidad de la estructura capitalista de la sociedad. base europea, quedó completada con la capitula-
Cierto es que en Alemania subsistía mucho del capi- ción de Francia: completada irreversiblemente. Lo
talismo, pero su fortaleza, en comparación con las hecho no podrá deshacerse, cualquiera que sea el
demás naciones, no provenía de los elementos ca- desenlace de las fases ulteriores de la guerra, que
pitalistas de la sociedad germana, compartidos por en realidad son otras guerras. Esa consoudación,
Francia e Inglaterra, sino de los elementos directo- fundamental para la política mundial de la socie-
riales en que difería de ellas. dad directoria), no será disuelta ni siquiera en el
La primera serie de ampliaciones de la base que- caso de que el actual régimen alemán fuese total-
dó completada pacíficamente. Se incorporaron el Sa- mente derrotado. En realidad, nadie cree que pueda
rre, Austria, Checoslovaquia y Memel. Los nazis serlo, ni aun los estadistas británicos. Aquellos días
estaban indiscutiblemente satisfechos de evitar la en que Europa estaba trinchada en una veintena
guerra. ¿Qué podían perder con esa pacífica exten- de Estados soberanos, pasaron para no volver; si
sión? Hubiesen seguido así, pues mientras alcanzaran esos Estados perduran, serán poco más que unida-
sus objetivos la paz era preferible. Finalmente, en des administrativas en una colectividad más amplia.
1939 las capitalistas Francia y Gran Bretaña com- Fracasada cualquier tentativa de volver a dividir a
prendieron que la continuación de ese proceso entra- Europa no a los veinte años que tardó en desplomar-
ñaba stl muerte y que ese proceso iba a continuar. se el sistema de Versalles, sino a los veinte meses.
Habían ensayado todos los medios de evitar la Al terminar la primera fase de la guerra, Alemania
guerra, de ignorar lo que acaecía, pero Munich no estaba naturalmente dispuesta a poner fin a la lucha.
fue más eficaz que las amenazas. Desesperadamente, De nuevo, ¿por qué no? Consolidada la base conti-
si alguna vez se emprendió desesperadamente algu- nental e Inglaterra obrada a sí misma, sería econó-
na guerra, entraron en la lid. Los nazis todavía hu- mica y socialmente impotente y tendría que g(avitar
biesen estado dispuestos a ganar sin lucha -¿por en la órbita general europea. En consecuencia, luego
qué no?- o a limitarse a la fácil guerra contra Po- de la rendición de Francia, Hitler otra vez ofre-
lonia, y sin duda pensaron que el anuncio del pacto ció la paz, y durante el verano de 1940 estuvo
nazi-soviético podria evitar una gran guerra. Luego claramente tratando de llegar a un arreglo con
de conquistar a Polonia, Hitler otra vez trató de Inglaterra con más vigor del que empleaba para
llegar a un acuerdo, pero como para Inglaterra y intentar conquistarla por medios militares.
Francia estaba ahora en juego su supervivencia Desde los tiempos del Mein Kampf, Hitler reco-
nacional y social, se zambulleron. Naturalmente, noció que un acuerdo entre Alemania e Inglaterra
Alemania tenia que aceptar el reto. sería mucho más ventajoso para el Super-Estado
La primera parte de la segunda guerra mundia~ europeo del futuro que la conquista de Inglaterra
hasta la caída de Francia en junio de 1940, real- por Alemania. Mediante ese acuerdo, en el que ne-
mente fue la continuación de la extensión estratégica cesariamente Gran Bretaña quedaría subordinada,
320 32!
el Imperio Británico tendería a conservarse ligado a n~~t~ europeo; de conquistarlo, tampoco podría
la zona centroeuropea. En el transcurso de la con- dmgulo. Aunque las revoluciones en el continente
quista militar ' de Inglaterra, la mayor parte del Im- derrocaran el régimen de Hitler, Inglaterra no re-
perio tiende, por el contrario, a disgregarse hacia sultaría beneficiada, ni tampoco aquéllas podrían
las esferas de Estados Unidos y la zona central fraccionar de nuevo a Europa en Estados inde-
asiática. Los capitalistas británicos, sin embargo, pendientes, plenamente soberanos. Su consecuencia
pesaron el pro y el contra y decidieron seguir lu- general sería análoga a la de un triunfo militar de
chando. Hitler: la consolidación de la base estratégica euro-
De esta suerte prosigue mientras escribo la segun- pea, con Inglaterra compelida a integrarla. Las alter-
da lase de la guerra o, mejor dicho, una segunda nativas militares o las revueltas de las masas pueden
guerra. Consolidada ya la mayor parte de la base alterar el plazo de ese resultado general pueden
estratégica europea, en esta fase se procura la des- implicar un caos de mayor o menor confusión du-
trucción de los capitalistas del exterior y sus insti- r~nte el período intermedio, pero no hay perspec-
tuciones - en primer término, el Imperio Británico, tivas de que lo modifiquen esencialmente.
la mayor y más tipica institución capitalista. Es La cons?lida~ión ele la zona central europea no
interesante observar que esta fase comenzó antes de pone térrruno, sm embargo, al proceso político mun-
que concluyera la tarea de reducir a la impotencia d~al Quedan las luchas con los demás grupos de
los capitalistas domésticos. Estas superposiciones son directores; con Rusia, como ya vimos, y las luchas
corrientes en la histol"ia. entre los centros europeos, americano y asiático por
El resultado general de la segunda guerra tam- sus respectivos lotes del resto del mundo. Aunque
bién está asegurado. Lo está, porque no depende la perspectiva de esas guerras se proyecta en el
de la victoria militar de Alemania. La posición sin futuro, sus primeras acciones ya se están iniciando
esperanza de los capitalistas británicos fue puesta superponién~ose a ~a segunda fase ele la segund~
en evidencia desde el principio de la segunda guerra guerra mund1al. A fmes de 1940 se advertía con cla-
mundial por el hecho de carecer en absoluto de ridad que el foco de la guerra se estaba desplazan~
planes de paz ("fines de guerra"). Durante el primer do, que el resultado de la contienda europea estaba
año y medio, sus portavoces ni siquiera pretendie- ~damentalmente decidido y que estaba por ini-
ron estar capacitados para enunciar las finalidades c~arse una nueva fase, la tercera, en la cual los
y objetivos de guerra y si por fin formulan alguna poderosos contendientes del futuro -las tres estruc-
declaración, ésta carecerá de todo significativo con- turas políticas basadas en las tres zonas centrales-
tenido. No pueden tener fines de guerra (planes de empezaban a medir sus fuerzas. La voz de Cham-
paz) porque no existe ninguna solución posible so- berlain1 de . Churchill, de Bevin y de Inglaterra,
bre una base capitalista. Es inconcebible que In- estaban cediendo el puesto a la de Roosevelt y de
glaterra, sin que importe quiénes sean sus aliados Estados Unidos. Las guerras entre los Super-Estados
no-europeos, pueda confiar en conquistar el conti- en evolución no terminarán al finalizar la actual, y

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sus resultados no serán concluyentes, pues ninguna cias sociales, presentes en tiempo de paz, aunque
de las tres zonas centrales puede conquistar en for- más pausadas. Como se percibe con claridad meri-
ma tem1inante a ninguna de las otras; a pesar de diana en el caso de Alemania, la guerra impnca una
ello esas guerras tendrán lugar y en ellas se decidirá incursión del Estado todavía más profunda en la
una y otra vez la disbibución del resto del mundo. economía; la contracción todavia más acelerada del
En una guerra como la que se inició en setiembre campo de la empresa privada; la reducción a la
de 1939, podemos observar claramente el efecto so- impotencia todavía más absoluta de los ya fatalmen-
cial-revolucionario del proceso bélico. Considerán- te debilitados capitalistas; la confianza todavía más
dolo desde el punto de vista de Alemania, ese efecto incondicional en los directores y sus colegas buro-
revolucionario es triple: en primer lugar, los ejércitos cráticos y militares, como los únicos que pueden re-
oazis llevan ]as nuevas y revolucionarias ideas e gir el Estado; y la penetración todavía más íntima
instituciones a las tierras que conquistan, y unas de las ideologías dil'ectoriales. La dirección es bien
veces son directamente impuestas sobre los pueblos marcada por el progresivo "radicalismo" de los dis-
conquistados y en otras actúan por contagio o como cursos de Hitler a medida que prosigue la guerra.
consecuencia semivoluutaria de la derrota militar, Los acontecimientos que acaecieron y los que
como en Francia. En segundo lugar, las naciones confiadamente pueden predecirse para el futuro in-
enemigas descubren que solamente si adoptan en mediato, excluyen una inversión de la dirección so-
progresiva proporción no sólo los mismos medios cial cuyo ntmbo sigue Alemania. Con este país el
militares empleados por Alemania, sino también el resto de Ew·opa está dejando rezagado al capitalis-
mismo tipo de instituciones e ideas que caracterizan mo, avanza hacia la estructura directoria! de la
a la sociedad alemana, podrán competir bélicamente sociedad, y no desandará lo andado. No se asistirá
con esa nación. Se plantea asi una correlación no a la restauración del capitalismo, al contrario, lo
exenta de u·oní.a: la manera más segura, la única, de que de él queda será eliminado. Puede ser que los
derrotar a Alemania consistiría en que sus enemigos capitalistas británicos y norteamericanos sueñen con
no sólo adoptasen instituciones e ideas similares a una nueva y dócil República de Weimar, una amis-
las de ese pais, sino en que sobrepasen el avance tosa monarquía alemana, o una Europa pulverizada
del mismo en camino directoria}, porque, así como el en pequeños Estados todavía más numerosos que
poderío de su maquinaria bélica deriva de sus ele- los legados por Versalles, pero ese sueño es perfec-
mentos directoriales, no capitalistas (combinados tamente absurdo. Si en 1920 no dio resultado, ¡cuán
con su avanzado plantel de producci6n), también sus infinitamente menores son las posibilidades actuales!
debilidades bélicas son consecuencias, principal- Sin duda, los capitalistas alemanes también
mente, de los elementos capitalistas que en su seno sueñan con el restablecimiento del capitalismo en
subsisten. En tercer lugar, el proceso bélico acelera Alemania. Si obtuviese una victoria decisiva, presu-
la revolución interna en la propia Alemania. En miblemente confían en que la 'libertad" sea res-
general, las guerras aceleran el ritmo de las 'tenden- taurada de nuevo y queden seguros en sus mallOS el

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revolución fue más allá de donde él deseaba llegar.
gobierno,. poderío. y ~rivilegios. Es posible que algu- Es posible que como los rusos depurados, Schacht
nos políticos nazts, mcluso quizás el mismo Hitler, hubiera estado dispuesto a fusionarse en el orden
entrevean una perspectiva similar. Pero es demasiado directoria!, pero, como los juicios y ejecuciones de
tarde; han ocurrido demasiadas cosas. Los sirvien- Rusia, su retiro virtual fue un acto ritual en recono-
tes han crecido más que los amos; las instituciones cimiento de la agonía del antiguo régimen. Thyssen,
y las ideologías han experimentado una modificación por su parte, era uno de los mayores capitalistas y
demasiado profunda. Los directores y sus aliados sa- antes de 1933 el que de ellos más apoyó a los pazis.
ben. que pueden empuñar el poder, y lo han estado Su d~stierro y su subsiguiente repudio del nazismo,
bactendo ... , ¿por qué renunciarían a él? Y las masas implica el reconocimiento por el capitalismo alemán
tampoco permitirían el cambio de dirección. El del error en que incurrió al abrigar la esperanza de
cami~o de vuelta hacia el capitalismo implicaría a <l:ue el nazismo podí~ ser su salvador y la compren-
sus OJOS, el retomo a 1a desocupación, las confusio· SIÓn de que el naZismo es, simplemente, una va-
nes y la desorientación moral y social de 1932. Por riante en la liquidación del capitalismo.
dur~ que haya sido la suerte de las masas bajo el . Nada de esto implica, naturalmente, que la revolu-
naZismo, sólo pueden confiar en un tramo más ClÓD quedará estabilizada en las actuales líneas nazis.
avanzado del camino que han tomado, no en dar El. ~azismo de hoy no es más que una fase pri-
vuel~a. Si el rég~~n de Hitler no continúa por este mitiva del desarrollo directoria! de la sociedad. Con
cammo, los cap1talistas no quedarán reducidos a la la consolidación en escala mundial de la estructura
impotencia ni serán eliminados los restos del capi- social diiectorial, el nazismo se desvanecerá en for-
talismo y aquél deberá ceder el paso a un nuevo mas .que difícilmente podrá reconocerse, pero la di-
régimen, que diferirá del de Hitler no por ser capi- rección ha quedado establecida. Ni tampoco es 1a
talista, sino por ser un representante más maduro "Alemania" de hoy el tipo definitivo del Estado fu-
del futuro directoria!. turo. Lo que surgirá, como hemos visto, será un
Dos acontecimientos ocurridos en los últimos años, Super-Estado basado en la zona europea de indus-
secun~arios ~n si, han sido símbolos de que la re- trialización avanzada, y la Alemania de 1933 y de
voluctón soc1al de Alemania no retrocederá en su hoy es 1a primera etapa nuclear de ese Super-
camino. El primero, fue el retiro de Schacht de la Estado.
primera fila; el segundo, el destierro de Thyssen.
S~hacht no ,era un gran capitalista por derecho pro-
p~o, pero s1 un representante preparado y experto
de esa c!ase social. .Con ese título, durante los pri-
meros anos .d~l naZISmo ,continuó tratando de guiar
los aco_nte.etmientos s~gun las líneas previstas por
los capttalistas en la ctta anteriormente reproducida.
El nuevo régimen lo acogió y lo utilizó, pero la
3!27
326
conquista por etapas, desde bases previamente es-
tablecidas en América del Sur. Supongamos que
tropas exo·anjeras ocuparan bases en Brasil, por
ejemplo. En verdad, podría resultar inconveniente,
pero un ejército moderno no lucha con granos de
XVI café y cachos de banana, y las únicas regiones que
están en condiciones de abastecerlo son las tres zo-
EL FUTURO DE LOS ESTADOS UNIDOS nas centrales de industrialización avanzada en Euro-
pa, Asia y Estados Unidos. Por hábiles que sean,
Desde hace más de un año, la doctrina del los directores no son magos que puedan transformar
"aishuniento" ha estado perdiendo el favor popular el Brasil en una zona industrial, en un mes, un
y los políticos aislacionistas se han convertido en año o un decenio.
el hazmerreír de las gentes, cuando no son acu- Ninguno de los bandos roza en su pública con-
sados de pertenecer a la quinta columna, aunque, troversia el problema fundamental del aislamien-
como a menudo sucede, ese cambio de sentimientos to; es, a saber, el relativo al aislamiento so-
obedezca a motivos erróneos. cial, no al militar. Con respecto al problema social,
La discusión generalmente versa acerca de lo que la mayoría de los enemigos del aislamiento com-
podría denominarse aislamiento militar, sobre el parten la opinión de sus contrarios, partidarios del
problema de si podrá tener éxito la invasión de Es- mismo, y unos y otros están equivocados al ciento
tados Unidos por una potencia extranjera y en este por.ciento. Desde el punto de vista militar, Estados
aspecto puramente militar los partidarios del aisla- Unidos continental continúa aislado, en general, de
miento tienen probablemente razón. Cualquier na- toda amenaza seria del resto del mundo; desde el
ción extranjera lo suficientemente audaz podría punto de vista social, está inquebrantablemente uni-
efectuar algunos bombardeos esporádicos, raids de do al resto del mundo. Su capacidad para proseguir
submarinos y también breves incursiones armadas su camino depende de sus relaciones con él, pues en
en ciertas zonas del país, pero la conquista del te- Norteamérica actúan las mismas fuerzas sociales. El
rritorio continental de Estados Unidos por una fuer- aislamiento geográfico y las incomparables ventajas
za armada extranjera es absolutamente imposible en materiales de que Estados Unidos disfrutó en el pa-
el futuro discernible. Los océanos siguen siendo sado, retrasan ligeramente el avance de dichas fuer-
barreras eficaces y quien empiece a dudarlo que- zas, pero no impiden que se hagan sentir.
dará tranquilo al recordar las dificultades que las Si examinamos lo que en este país aconteció du-
20 millas del canal de la Mancha crearon a la ma· . r:ante los últimos diez o quince años, encontraremos
quinaria bélica más poderosa en la historia del - l~ mismos factores a largo plazo cuya presencia se
mundo. advirtió en las demás grandes naciones, es de9ir, los
Tampoco puede tomarse en serio la idea de la fa~to1.'es inherentes a la disoluct(>n de la sociedad ca-

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pítalista y al desarrollo de la estructura directorial. talismo y encaminarse hacia la sociedad directorial
Norteamérica no se libró, ciertamente, de la desocu- ya cuenta en dicho país con una expresión nativa
pación en masa ni de la crisis agrlcola permanente, especifica, ideológica e institucional, adecuada a una
ni del colosal ¿recimiento de la deuda pública, ni etapa del proceso más primitivo que la alcanzada en
de la inactividad de los fondos sin colocación, ni de Rusia o Alemania: el New Deal.
la incapacidad de utilizar las posibilidade~ de la Debemos procurar no confundir el New Deal y la
técnica. Si la reducción que en Estados Umdos ha tendencia que representa, con Franklin Delano Roo-
experimentado el campo de acción de la empresa sevelt y sus actos. Roosevelt es un político popular,
privada en la economía total e~ aun infe~or ~ la de brillante y demagógico, pero no fue, de ningún mo-
Rusia y Alemania, la tendenCia y la duecc1~n no do, el creador del New Deal, aunque cabalga en él
son menos inequívocas y, como en otras naClones, cuando le conviene. Lejos de esto, el New Deal fue
esa reducción reviste un doble carácter: un porcen- emanación de los impulsos estructurales internos de
taje cada vez mayor de la actividad económica se la sociedad moderna, de las fuerzas que tienden a
ejerce directamente por el Estado, y el resto de. la terminar con el capitalismo y a iniciar un nuevo tipo
misma va cayendo bajo su contralor en proporciÓn de organización social, las mismas fuerzas. que en
también creciente. etapas posteriores y en distintas circ~tancias lo~­
En Estados Unidos, las grandes figuras capitali~­ les provocaron las revoluciones do Rusia y Alemama.
tas se han ido claramente alejando del contacto di- Entre los representantes más firmes del New Deal
recto con la producción. De la supervisión directa no figura Roosevelt ni los demás conspicuos "po-
de sus instrumentos pasaron a las finanzas; de éstas, líticos del New Deal", sino el grupo más joven de
a ocasionales reuniones de directorio, y luego, a la administradores, técnicos, expertos y burócratas que
casi absoluta jubilación económica. De es~ manera han ido haciéndose un hueco en el aparato del Es-
van renunciando al control defacto sobre dichos me- tado; no sólo los especialistas en técnica política, e~
dios de producción, el cual es, en último término, redactar leyes con "zancadillas" ocultas, en sugenr
la base de la dominación social, mientras una cre- a Roosevelt una nueva idea sensacional, sino aque-
ciente proporción de dicho control, en el campo de llos que realmente dirigen las cada vez más a~plias
la empresa privada y de la pública, va pasando, pa- empresas del gobierno: en una palabra, los dtrecto-
ralelamente, a manos de los directores. res y, entre ellos, algunos de los más inteligentes
Las ideologías capitalistas están perdiendo terre- que podrían hallarse en cualquier país. Son confia-
no entre los norteamericanos, como en todas partes, dos y agresivos y aunque en el fondo muchos sean
y con análoga claridad, su facultad de conmover a marxistas no tienen suficiente fe en las masas como
las masas y los campos político-estructurales se para dej~rse llevar por el ideal de una sociedl}.d
orientan en sentido directoria! con evidente cele- libre y sin clases, lo que tampoco obsta para que. al
ridad. mismo tiempo y a veces abiertamente, menospreCien
· Esto no es todo. La tendencia a alejarse del capi· a los hombres y a las ideas capitalistas. Están pron·
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tos a trabajar con cualquiera y no son tan escrupu- tivas respondieron, más que a las necesidades fis-
losos como para insistir en que sus palabras coincidan cales, al deseo de satisfacer finalidades sociales y
con sus actos y fines. Están convencidos de que políticas, y por intermedio de organismos diversos,
pueden dirigir las cosas y les gusta dirigirlas. el Poder Público se convirtió en el establecimiento
Para que resulte posible comprender sin ambigüe- bancario más importante del país. En general, cada
dades que la orientación que el New Deal representa nueva disposición ha venido restringiendo los dere-
en forma alguna depende de Roosevelt, debe insistir- chos de propiedad privada y debilitando, por tanto,
se nuevamente en que éste no es el New Deal. En el relativo poderío social de los capitalistas. Se re-
su desarrollo general, la presencia o ausencia de produjo asi en Estados Unidos el desplazamiento
aquél no implicaría una diferencia del diez por que con anterioridad se había iniciado con amplitud
ciento. mundial. La expansión do las relaciones capitalistas
Con el advenimiento del New Deal, se aceleró el en toda la economía fue reemplazada por su contrac-
ritmo de los cambios a que tantas veces hemos ción continua y creciente, y el porcentaje de aquélla
aludido: cobró ímpetu el intervencionismo del Es- bajo relaciones capitalistas, medido en términos de
tado; el porcentaje de la renta nacional correspon- propiedad y explotación privada o de grado de re--
diente a las empresas públicas se duplicó en cinco gulación pública, empezó a decrecer según un ritmo
años; una parte considerable de la población pasó a todavía más rápido.
depender de aquél, directa o indirectamente, en lo Tanto en la administración pública como en la
que respecta a sus medios de vida, y el control del empresa privada medraron los directores, mientras
mismo sobre la eéonomfa fue ampliándose en. cente- los capitalistas despotricaban, entre ellos, contra "ese
nares de formas; la agricultura pasó a depender hombre". Pese a sus espaciados asomos de rebeldía,
completamente de los subsidios y el contralor pú- el Congreso fue perdiendo categoría en la misma
blico; se intensificó la reglamentación del comercio proporción en que la soberanía se desplazaba desde
exportador e importador, orientándose hacia el con- el parlamento hacia las oficinas y reparticiones pú-
trol monopolista sobre el comercio exterior, carac- blicas, las cuales fueron apoderándose, una tras
terístico del Estado directoria!; el control privado otra, de las funciones y atributos de la soberanía,
sobre los capitales fue restringido mediante leyes hasta erigirse en legisladores de facto. Era evi-
que regulan la emisión y negociación de valores y la dente, en 1940, que el Congreso ya había perdido
estructura de las compañías financieras; la moneda sus facultades sob1·e todo lo relacionado con la
abandonó su base metálica 'ubre", convirtiéndose en guerra, la esencia de la soberanía. Las cláusulas
..dirigida", desentendiéndose el Estado de los princi- constitucionales no podían hacer frente a los cam-
pios financieros concebidos por los capitalistas, in- bios estructurales de la sociedad moderna y dada
curriendo en déficit anuales de miles de millones de la índole de la guerra moderna; las decisiones rela-
dólares y convirtiendo la deuda nacional en instru- tivas a la guerra y la paz se habían emancipado del
mento de política social djrectorial; las leyes imposi- control parlamentario, lo que fue públicamente Jan-

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zado al rostro del Congreso, con 1a detención del el New Deal en defensa de lo que histt>l·icamente
Bremen, la congelación de créditos extranjero~ con- era, sin duda alguna, el punto de vista '1iberal...
forme a directivas jamás sometidas a su constdera- Así sucedió, por ejemplo, al discutirse el proyecto
ción; el envío de emisarios confidenciales y perso- de reforma de la Suprema Corte, con respecto al
nales en lugar de funcionarios diplomáticos regula- cual la actitud del New Deal era sin duda con-
res; la cesión de materiales de guerra y secretos traria a las instituciones liberales y democráticas.
militares a paises beligerantes y, especialmente, con Lo mismo ocurrió en lo relativo al plan original
el trueque, dispuesto por el Ejecutivo, de destruc- para la reorganización del Ejecutivo, que hubiera
tores por bases navales y las estipulaciones del plan asestado un rudo golpe a la democracia parlamen-
de "préstamos y arriendos"', con todo .lo que ~bos taria; y, nuevamente, en conexión con la actitud
actos implicaban. El parlamento ha 1do ¡>_er~~do asumida por partidarios del New Deal, como Ickes
hasta la confianza en sí mismo, por lo que ro stqmera y el propio Roosevelt, hacia la prensa o todo lo re-
se atrevió a protestar. lacionado con el tercer período presidencial. Igual
El New Deal no es stalinismo ni nazismo; ni tan acaeció en lo que a otras muchas medidas del New
siquiera una réplica norteamericana de ninguno de Deal concierne, de haberse comprendido su verda-
los dos, por ser mucho más primitivo que ambos dero significado. En todas esas cuestiones eran los
en lo que al desarrollo directoria! respect~ y porque ultraconservadores y los republicanos quienes de-
el capitalismo todavía no ha desap~ee1do de ~os fendían la libertad y el punto de vista liberal, y
Estados Unidos. Ningún opservador smcero, a®go muchos de los liberales del tiEo Villard se vieron
o enemigo del New Deal, puede negru·, sin em- obligados a desertar momentáneamente de las filas
bargo, tomru1do en cuenta los cambios econ.óm~cos, del New Deal y alistarse con los conservadores.
sociales, políticos e ideológicos que en el capitalismo ¿Cuál es la explicación de ese misterio, de esa
tradicional provocó, que el New Deal avanza en 14 paradoja? Sin detenerse a reflexionar sobre el punto,
misma dirección que el stalinismo y el nazismo: es en general se deja de lado. Las tentativas del
una fase del proceso de transición desde el capita- , New Deal para coartar la libertad son consideradas
lismo a la sociedad directorial. como errores bien intencionados, pero peligrosos, y
Un misterio del ,New Deal ha desorientado y el alegato de los conservadores en favor de aquélla
desalentado frecuentemente a liberales chapados a no se toma en cuenta, tildándolo de ficticio e hi-
la antigua, como Oswald Garrison Villard, que en pócrita, pero en el terreno de la política seria los
general lo han apoyado con en~.siasmo. Fre~te a errores, paradojas y ficciones de esa índole no son
los tories, los republicanos y el ala derecha ~el posibles.
partido demócrata, el New Deal siempre ha parectdo También en este caso corresponde a una teoría
ser el sectot· "liberal" y "'progresista". No obstante, correcta la misión de descifrar los misterios, y desde
en ciertas cuestiones importantes y sintomáticas, los el punto de vista de la revolución directoria!, las
ultraconservadores y republicanos se aliaron ·contra paradojas del New Deal no tardan en disiparse. La

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realidad es que el liberalismo y progresismo del Si se dejan de lado las teorías altisonantes y se
New Deal no son tales, de acuerdo con el significado dirige la vista a lo que realmente acaeció durante los
histórico de ambos t6rminos; es decir, que no son años del New Deal, ¿quién podrá negarlo? ¿Puede
liberalismo y progresismo capitalma. Su progresis- pretenderse que al cabo de esos años el capitalismo
mo. si lo queremos llamar asi, consiste en los pasos y las instituciones capitalistas son socialmente más
que da la sociedad dircctorial, algunos de los cuales robustos que antes, que los directores (y en es-
presentan una semejanza superficial con los tradicio- pecial los directores en el gobierno) fueron relega-
nalmente aconsejados por el liberalismo capitalista, dos a segundo término, que aumentó el entusiasmo
gracias a lo cual consiguió el New Deal reclutar de las masas por las instituciones e ideolo!!fas 0
partidarios entre los verdaderos liberales, cuya con- capitalistas? Sería absurdo afirmarlo.
fusión sobre el significado de la politica es endé- El New Deal dominó a las masas conforme a
mica. Buena pnrte de los pasos del New Deal van, lineamientos adaptados al futuro directoria], en pri-
sin embargo, en dirección contraria al liberalismo mer término ideológicamente, empleando una pro-
capitalista, y su orientación histórica es, en conjunto, paganda tendiente a debilitar la confianza en las
contraria a los ideales y objetivos del mismo. Al- ideas y lemas básicos que sirven de apoyo a las
gunos de los liberales de la vieja generación, más instituciones capitalistas y a popularizar Jos apro-
principistas y menos adaptables que la gente joven, piados a la transición hacia la estructura directoria!.
se dieron cuenta de ello en 1940 y, como el propio En segundo lugar, ligando al Estado las organizacio-
Villard, lógicamente apoyaron a Willkie en su cam- nes obreras más populares, cada vez más estrecha-
paña presidencial. mente, fenómeno característico a las revoluciones
No hay ficción ni hipocresia en el alegato repu- directoriales de todas las naciones, como lo ilustra
blicanoconservador en defensa de la "libertad"; en en los Estados Unidos la historia del movimiento
realidad, de la libertad capitalista. El partido repu- obrero durante el período del New Deal.
blicano siempre ha sido, como lo es hoy dia, el re- El sector más antiguo del movimiento obrero or~
presentante auténtico de la libertad y el progresismo garuzado, la Federación Norteamericana del Trabajo
capitalistas, a los que infructuosamente trata de de- (A. F. L.) ha cuidado tradicionalmente, conforme al
fender contra el ataque del New Deal. Recordemos principio del "Estado limitado", de conservar un
que aquel partido nació durante la crisis social que grado considerable de autonomía sindical, con el
culminó con la Guena Civil. No son los republica- fin de evitar vinculaciones con aquél, confiando en
nos, sino el mundo lo que ha cambiado. su capacidad para negociar independientemente, del
Simultáneamente, el N ew Deal ha estado soca- mismo modo que los capitalistas privados tratan
vando las instituciones capitalistas (y por tanto de conservar una posición independiente en el mer-
la posición social del capitalismo), facilitando el cado. Esta política fue seguida con ahinco por la
ascenso de los directores, y domeñando a las masas A. F. L. durante los primeros cinco o seis años del
según lineamientos adaptados al futuro directoria!. New Deal. El C.!. O. (Congreso de Organización

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Industrial) fue fruto del período del New Deal, y Deal. En las elecciones de 1936, al menos las tres
durante varios años fue, por un lado, favorecido, cuartas partes de los capitalistas bona-fide eran
casi patrocinado, por el gobierno y, por el otro, contrarios a Roosevelt, y en 1940, más del noventa
orientado hacia la integración con el Estado. Todo por ciento, sin ~ue. le prestara apoyo ni un puñado
el mundo conoce las intimáS relaciones existentes de grandes capttalistas. Los marxistas ortodoxos se
entre el C. l . O. y la Junta Nacional de Relaciones ven en grandes aprietos para explicar este hecho
Obreras (N. L. R. B.). El C. l . O. formó la Liga simple e indudable. Su teoría les compele a deo~
Obrera Independiente como arma política, la cual, ~ue Roosevelt y el New Deal representan al capita-
en realidad, formaba parte del movimiento político hsmo y~ la clase capitalista. ¿Por qué, entonces, casi
del New Deal. El C. l. O. actuó en forma abierta y la totaüdad de los capitalistas están en contra de
destacada en la elección presidencial de 1936, así Roosevelt y el New Deal? Aparentemente, eso debe
como en numerosas campañas estaduales. última- ser,. e~ parte, hipocresía y en parte porque '1os
mente, el gobierno del New Deal trató de restablecer capttalistas no comprenden sus propios intereses".
un equilibrio más general, mediante el retiro de fa- ¡Qué forma lamentable de salvar una dificultad teó-
vores especiales concedidos al C. l. 0., con el fin rica y qué débil insulto para los capitalistas, entre
de crear relaciones más estrechas entre el conjunto l?s cuales se cuentan no pocas personas muy inte-
del movimiento, incluso la A. F. L. y el aparato del hgentesl
Estado. Como consecuencia de esta política, la A. U na teoría correcta no puede dejar de lado una
F. L. está abandonando su tradicional actitud de prueba tan reveladora como la casi unánime oposi-
aislamiento. Ademlls, la historia de 1as relaciones del ción. capitalista al New Deal. La explicación más
New Deal con las organizaciones agrícolas y de sencill~ de ~os hechos es, como siempre, la mejor,
consumidores es similar a la de las relaciones con y c~nsl.ste, sunplemente, en lo siguiente: aunque los
los movimientos obreros. Los ejemplos de Rusia ,y capttalistas no perciben con absoluta claridad todo
de Alemania nos han enseñado que Jas primeras el problema, se oponen al New Deal en su tendencia
formas de la sociedad directoria! requieren la fusión y dirección, es anticapitalista. '
con el Estado de las organizaciones populares. En Mas, por desgracia para ellos, los capitalistas
realidad, los burócratas que dirigen a estas últimas no cuentan con ningún programa propio que pudie-
ocupan un puesto entre los directores, y esa tenden- ran ofrecer en reemplazo del New Deal. Sólo les
cia, como otras directoriales, se destaca en el New queda el recurso de repetir, como lo hicieron Lan-
Deal. d.on en 1936 y Willláe en 1940, el simbólico y tradi-
No debemos menospreciar, además, la significa- Cional ritual capitalista de "libertad" ubre iniciati-
ción de la oposición capitalista al New Deal. Al v~"·. "~an~r~ no~eamerica_na", "opo;tunidad,, "ini-
término de los dos primeros años, cuando casi nadie Ciativa mdtvtdual , y lo reptten con sinceridad, como
se percataba de lo que en realidad sucedía, la abru- sus padres lo hicieron antes. Pero ese ritual ha
madora mayorfa de los capitalistas se oponía al New perdido su significado y su ab·acci6n para las masas,

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y con el fin de reunir un auditorio> los voceros ca- elocuentemente, nunca supieron lo que les babia pa-
pitalistas deben acompañarlo con protestas de que sado. ,N'o comprendieron lo que implica.ba enfrentar
aceptan la mayor parte de las "reformas" del New no un terrateniente aristócrata de Duchess County,
Deal -en realidad no tienen nada con que contra- sino la marea creciente de una revolución social de
atacarlas- aunque no están conformes con sus "mé- carácter mundial.
todos". Esta disconformidad no constituye un
programa convincente, como lo descubrieron Lan- El comienzo de la segunda guerra de ese mismo
don y \Villkie. carácter, la primera formativa de la sociedad direc-
La elección presidencial de 1940 -que posible- toria], no encontró a Estados Unidos preparado para
mente fuera la última normal de su género en la desempeñar el papel que le ofrecía la nueva era.
historia de los Estados Unidos, o cuando más la Todo el mundo sabe que no estaba adecuadamente
penúltima- fue un hito simbólico, una garantfa preparado desde el punto de vista militar y, lo que
del curso futuro. Los esfnerzos y recursos capita- es más importante, muchos empiezan a sospechar
listas, unidos como nunca, no pudieron elegir a su que tampoco lo estaba socialmente, que no cuenta
candidato y, en cambio, quienes, aunque en fo~a con una estructura social capaz de enfrentar las
incompleta y primitiva, representaban la tendenc1a tareas del futuro. Las guerras acostumbran, sin em-
directoria! mundial, ganaron la jornada con facili- bargo, a acelerar el ritmo del cambio social. y
dad y confianza. Era divertido leer las quejas con cuando la sociedad se halla, como al presente, en
que el tipo histérico de liberal parásito del New Deal un proceso de transición importante -es decir, en
protestaba de que los partidarios de Willkie estu- un período durante el cual es extraordinariamente
viesen "evadiendo la ley Hatch", gastando de veinte rápido el ritmo del cambio social-, el efecto de la
a treinta millones de dólares en la campaña y utili- guerra es en particular dinámico. Nadie negará
zando los servicios de las "'mayores agencias de, pu- que tal ocurre en ]a segunda guerra mundial.
blicidad". Se olvidaban, sin embargo, de que los La perspectiva natural que los Estados Unidos
partidarios del New Deal disponían diariamente de enfrentan, es emanación del problema político que
sumas muy superiores a la más elevada en que hayan venimos analizando. En el marco definido por sus
estimado el costo de toda la campaña republicana; propios límites continentales, está una de las tres
que contaban con todos los demás recursos, directos zonas centrales de industrialización avanzada y
e indirectos, del enorme poder del Estado; y que constituye naturalmente, por tanto, el núcleo de uno
los propagandistas del New Deal estaban vaci~ndo de los grandes Super-Estados del futuro. Desde su
su técnica en el molde de los métodos peculiares base continental, está llamado a pujar por el má-
a los políticos directoriales europeos, en lugar de ximo poderío mundial, en competencia con los Su-
emplear los ya gastados para vender jabones o per- per-Estados en las otras dos zonas centrales, y su
fumes. Los partidatios de Willkie como la conducta intervención en esa subasta no será cuestión de
de Willkie en la noche de la elección lo demostró gusto, pues en el sistema mundial venidero sola-
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mente podría ganarse la supervivencia mediante ten- fensiva con el Canadá, que de hecho subordina su
tativas de expansión. Para los Estados Unidos, -todo soberanía a los Estados Unidos y el acuerdo con
intento de refugiarse en un caparazón nacional li- Gran Bretaña que le proporcionó bases avanzadas en
mitado a los cuarenta y ocho Estados, equivaldría a el Atlántico. Naturalmente, esta etapa no terminará
un rápido suicidio político. Las naciones se suici- con estas medidas, sino que desenlazará en una
dan lo mismo que los individuos, pero no hay mo- situación comparable a la que Hitler trata de crear
tivos para suponer que los Estados Unidos querrán en casi toda Europa: la eliminación de facto de la
suicidarse, sino, por el contrario, la seguridad de sober~nia independiente de todas las naciones y
que intervendrán en la subasta. colomas emplazadas en dicha área, salvo la de los
El problema general de Norteamérica se asemeja Estados Unidos, y la creación, de esta suerte, de un
mucho al de Alemania, aunque en conjunto sea mu- solo territorio interrelacionado en lo que a la sobe-
cho más simple. En primer lugar, se trata de conso- ranía política de facto se refiere. Existen razones más
lidar la base estratégica. En Europa esa consolidación que suficientes para suponer que esta etapa se com-
implicaba la destrucción del sistema político conti- p~etará con éxito. Estas dos etapas son la prepara-
nental. En América, la mayor parte de esa base está CIÓn para la tercera y grandiosa -que para los
en el interior de las fronteras de Estados Unidos, Estados Unidos ya comenzó y que requerirá, no
y la consolidación se reduce, por tanto, a la adopción obstante, varios decenios- y en la cual tendrá lu-
de medidas internas, a reforzar la "unidad" interna gar la puja por el máximo poder mundial en com-
y coordinar la eficiencia. Luego viene la extensión petencia con las zonas europea y asiática. La Uni6n
protectora de la base con el fin de hacerla invulne- se ve obligada a inicial' esta etapa antes que las pre-
rable en la defensa y bien dispuesta para el ataque. liminares hayan sido salvadas.
Esto, en términos corrientes, es la política de la El primer gran plan de Norteamérica en esta ter-
"defensa del hemisferio", o sea trazar un círculo cera etapa consiste en convertirse en lo que podría
alrededor de toda Norteamérica y la zona septen- llamarse el "síndico" de la quiebra o de la desinte-
trional de América del Sur. Esta segunda etapa ya gración del Imperio Británico (no nos interesa, na-
está muy adelantada. Fue preparado -como hemos turalmente, los términos de propaganda que a me-
dicho- por la serie de conferencias y acuerdos pan- nudo se emplean en las referencias a esta ac-
americanos y por lo que la propaganda califica de ción). El intento consiste en inclinar la olientación
"Política de Buena Vecindad"; progresó gracias a del Imperio, desde su histórica dependencia con
ciertas medidas como el establecimiento de lineas respecto a Europa, a la dependencia y subordinación
aéreas en toda la América Latina, las visitas de naves con respecto a la zona central americana. En el caso
de guerra y aviones militares, el proyecto de Carre- del Dominio Británico (Canadá) y de las posesiones
tera Panamericana, el aumento de las defensas del en América Central el éxito es inminente. En reali-
Canal de Panamá, los acuerdos militares recíprocos .dad, Canadá entró en la órbita de los Estados Unidos
con las naciones latinoamericanas, la alianza de- hace ya varios añ03. Surgen obstáculos que difi..

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cultan el plan, sin embargo en lo relativo a los secto- terrupciones. Los discursos de Roosevelt desde eJ
res más distantes del Imperio, pues es más difícil tiempo de la "charla hemisférica" de Dayton, Ohio,
que caigan en la órbita de la zona europea o asiática. durante la campaña electoral, definían esa perspecti-
Es dudoso, por tanto, que dicho plan pueda reali- va en forma cada vez más desembozada; mas, por
zarse totalmente. otra parte, es esa perspectiva una manifestación ge-
He aqui de nuevo, los motivos determinantes neral de la política mundial en la sociedad directo-
de que Hitler haya preferido siempre un acuerdo rial. Lo es, en efecto, para esa sociedad, y presupone
con Inglaterra a conquistarla por completo. Aquél una organización en sus principales participantes;
le proporcionru·ía la mejor base legal y militar pero los Estados Unidos no son aún un Estado
para mantener los vastos territorios del Imperio directorial.
ligados a la zona central europea, mientras que La estructura social capitalista no puede en-
en el proceso de aniquilar a Inglaterra el Imperio frentar en buenas condiciones esos anunciados con-
tendería a inclinarse hacía la zona americana. flictos. Lo hemos comprobado de varias maneras,
El plan norteamericano de erigirse en síndico pero ahora podemos analizar ciertas pruebas rela-
del Imperio l3ritánico, iba acompañado por otros tivas a los Estados Unidos y a sus principales pro-
aun más vastos en relaci6n con el resto de América blemas específicos.
del Sur, el Extremo Oriente (incluyendo espe- En primer lugar, el capitalismo no puede hacer
cialmente las colonias orientales de antiguos Esta- frente, desde el punto de vista económico, a la
dos soberanos europeos), y de hecho, con el mundo organización económica directoria!, lo que ha que-
entero. La lucha que ha empezado es la mundial dado demostrado analítica y prácticamente en lo
de los Super-Estados del futuro, la cual, como he que a América del Sur respecta. Las instituciones
observado, quizás quede indecisa-. Ninguna de las capitalistas que todavía prevalecen en Norteamé-
tres zonas centrales podrá conquistar definitiva- rica han sido incapaces de resolver la faz econó-
mente a las otras dos y, en consecuencia, el pode- mica del problema de América del Sur. No es be-
río de ningún Estado podrá de hecho gobernar al neficioso, desde el punto de vista capitalista, in-
mundo, aunque periódicamente se decidan las cluirla en el Super-Estado dominado por los Esta-
regiones del mundo a incluir en la respectiva es- dos Unidos y, no obstante la extensión de uu
fera de cada uno de los Super-Estados. Ya esbo- Super-Estado de esa índole, es necesario para su
cé en los Capítulos XII y XV las formas generales supervivencia política. Casi todos los economistas
que adoptarán las guerras y conflictos que deben capaces de la Unión han admitido últimamente que
esperarse. las instituciones capitalistas, "la iniciativa privada",
Este es, por tanto, el curso que a los Estados no podria competir con los métodos directoriales en
Unidos le depara su destino. No se trata de meras la lucha económica por América del Sur. El pro-
conjeturas personales, pues ya navegan con ese blema sudamericano no difiere del que plantea el
rombo y persistirán en seguirlo, pese a desvf~s e in- resto del mundo.

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Tampoco el rearme puede llevarse adecuadamen- bra no desaparecerá, lo que no implica que las
te a cabo (no sólo la construcción de armamen- instituciones capitalistas no sean aun capaces de
tos, sino su empleo coordinado) bajo las ins- realizar esfuerzos considerables para el rearme; los
tituciones capitalistas. Un rearme adecuado :-es suficientes, sin duda, para evitar por varios años
decir, adecuado para la tarea a que se destina, la solución del problema en los Estados Unidos;
frente al armamentismo rival- tampoco es ya be- pero antes de mucho y quizás amargamente para
neficioso para el capitalismo. Esto quedó demos- muchos, esos esfuerzos no resultarán suficientes.
trado en el caso de Francia e Inglaterra, que no En tercer lugar, las instituciones capitalistas y las
pudieron armarse adecuadamente -aunque sin duda ideologías a ellas afiliadas ya no son capaces de
comprendían lo que estaba en juego- b~o sus levantar adecuadamente el espíritu popular, as-
instituciones capitalistas, y los Estados Urudos se pecto en modo alguno secundario de la tarea fu-
están dando cuenta de ello con el transcurso de la tura. Esta circunstancia, ya comentada al hablar
segunda guerra mundial. El programa de rearme del fracaso de la conscripción militar voluntaria y
no parece marchar como debia. .. de la pasividad con que es aceptada la obligatoria,
Sería demasiado superficial atribuir esas difiCulta- se pone ahora de nuevo de relieve por la inca-
des a la mala voluntad de los capitalistas propietarios pacidad del capitalismo de los Estados Unidos
de fábricas de armamentos, o de los sindicatos obre- para desembarazarse de la quinta columna. Los
ros o a la incompetencia de los funcionarios. No ctG-men" no pueden eliminarla, aunque su número
es la mala voluntad o la incompetencia -aunque se multiplique; es necesario, previamente, que las
como en cualquier otro sistema baga~ fi:ecu~nte­ ideologfas y los métodos de que emana puedan
mente acto de presencia-, sino las mst1tuc10nes ser enfrentados por ideologías y métodos de efi-
del capitalismo las que creap los obstáculos: due- cacia equivalente.
fíos que deben obtener un. b_eneficio adecu~do p~ra De estas consideraciones podemos deducir de
ampliar y mantener en actiVldad a sus fábncas, sm- nuevo la conclusión de que los Estados Unidos se
dicatos obreros autónomos, independientes y li- desplazarán cada vez más y con progresiva rapidez
bres de declararse en huelga; alteraciones de pre- hacia la estructura social directoria], deducción que
cios por influencia de las condiciones del mercado; no debe desconcertar y que no implica desviación
capitales a disposición de particulares; _una e~~c­ alguna de la dirección histórica del último decenio,
tura gubernamental de alcances demas1ado limita- sino, por el contrario, la mera intensificación de una
dos y demasiado poco coordinada. La sombra de tendencia ya establecida. De esta suerte, la lucha
este fundamental problema se proyecta y oscurece mundial que empezó abiertamente en setiembre
los debates sobre "beneficios excesivos" y "coefi- de 1939, se irá fusionando en forma gradual con el
cientes de amortización", planes para "ma'llilizar'' conflicto mundial entre sectores rivales de di-
la industria, prioridades obligatorias, control de pre- rectores.
cios y huelgas en las industrias de guerra. Esa som- Podria argüirse que ciertos acontecimientos del
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año pasado contradicen este análisis. Podría alegar- ~té muy optimist~, quizá permita mayores benefi.
se, en efecto, que Roosevelt ha estado haciendo CJos, pero hemos VISto, sin embargo, que, a la larga,
"concesiones" a los capitalistas con el fin de ayudar el control de facto sobre los instrumentos de pro·
a la "defensa nacionar', y que aun admitiendo el d~cc~ón es más decisivo que una participación pri-
carácter directoria! del New Deal, se demuestra VIlegiada en la renta nacional. Es consecuencia
con ellas que, como efecto de la guerra, tiene lugar constante de las medidas bélicas, incluso de esas
una conversión tendiente nuevamente a robuste- aparentes concesiones la disminución del control
cer el capitalismo. ejercido por los capitalistas propietarios. El grueso
Verdad es que se han hecho ciertas concesiones de ese control se desplaza hacia los directores,
a los capitalistas, aunque deberíamos recordar que tanto dentro como fuera del gobierno, y hacia sus
también se hicieron en otros períodos de la his- colegas burocráticos y militares. En la primera gue-
toria del New Deal (como ocurrió en la historia rra mundial, la producción de armamentos fue el
del nazismo), y que, en todo caso, Roosevelt no coto privado de los capitalistas, y como demostró
es el New Deal. Incluso puede ser cierto que ello la investigación del Senado sobre la fabricación
comporte un relativo robustecimiento temporal de de munici~nes, miles de millones de dólares pasa-
la posición social de los capitalistas y sus institu- ron al bolsillo de los capitalistas por :intermedio de
ciones, aunque Willkie, su portavoz, no dio la im- la Junta de Industrias Bélicas dirigida por el capita-
presión de creerlo asi. Pero las nuevas consecuencias lista-financiero Bernard Baruch. Hasta el nombre
de los preparativos de guerra, las guerras y los de la nueva agencia -Oficina Directiva de la Pro-
intervalos entre las guerras que vendrán, son ga- du~~ión- es sintomático. Está encabezada por
rantía de que, a la larga, esas concesiones serán ~1l!iam S. Knudseu, quien, aunque íntimamente
ilusorias. La moderna guerra total no es beneficiosa afiliado pox· su pasado a los capitalistas y, sin duda
para el capitalismo y mal puede éste, por tanto, alguna, ~me creyente en el capitalismo, por su
disputarla adecuadamente. Esto quedó demostrado prep~ac1ón y experiencia es un jefe de producción,
por la primera guerra mundial, desventajosa para un director. Además, la O. P. M. 1, a diferencia de
los vencedores y para los vencidos a diferencia la Junta de Recursos Bélicos, está anclada con
de las anteriores, que casi siempre resultaron be- firmeza en el aparato del Estado.
neficiosas para los vencedores y, a veces, también Pr?~ablcmentc, sea por ley o por convenio, se
para los vencidos. En realidad, el hecho de que proh1buán las huelgas en las industrias bélicas es
aquélla resultara desventajosa para todos, demues- decir, en casi todas las industrias important~, y
tra palpablemente que fue la última gran guerra ~unque esa ~rohibi~ión será acogida por los capita-
del capitalismo. ~t~ con VIva satisfacción, no implicará que los
Mirándolo bien, las concesiones que parezcan smdicatos queden a su merced. Los directores ten-
haberse hecho a este último son susceptibles de
provocar crueles decepciones. Aunque la Bolsa no 1
Oficina Dirediva de la Prod"~1·6·n,
--- ~ (N . del T . )

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d.rán otros planes para controlar los sindica~os que desempeñaba un papel secundario, como for-
obreros, así como las industrias. Aquellas concesio- zosamente debía ocurrir, con relación a los Estados
nes dejarán sabor a ceniza en el paladar de los Unidos. De proseguir la guerra, sin la interrupción
capitalistas. El incremento d~ los prep~rativos bé- que provocaría un acuerdo entre Inglaterra y Ale-
licos los conflictos económ1cos mundiales, y las mania, es evidente que Nortcamédca entrará de lle-
gue~as, demostrarán en la práctica q~e e~ ~gu­ no en la misma y en todos sus aspectos, durante
no de ellos se podrá conquistar el éJOto stgUiendo el curso del año 1941. Una interrupción sólo impor-
métodos capitalistas, y cuando eso quede claramen- taría la modificación del programa, pues quedarían
te demostrado, el país pasará a una estructura en_ pie los problemas políticos mundiales. En aquel
directoria! definitiva. otro caso, el de la guerra con participación de los
Se advertirá que estoy dando por sentado que los Estados Unidos, las fases iniciales de la batalla entra
Estados Unidos entrarán en la guerra. Eso tampoco las tres zonas centrales, se iniciarían en un plazo
es materia de conjetura. Juzgando de acuerdo a breve.
conceptos previos sobre el significado de la ~ue­
rra y la paz, los Estados Unidos ~o están en ~Ión, La pauta del proceso seguido por los Estados
pero es porque todavía no lo eJOge la estrateg¡a de Unidos hacia la sociedad directoria!, de acuerdo
la guerra actual. Las fábricas de Nueva ~ork. con las pruebas de que hasta ahora disponemos,
Nueva Jersey o California que PI?duce~ aviOnes se aproxima más al seguido por Alemania que por
beligerantes integran la maquinana bélica total, Rusia, como era de esperar por la similitud en las
tanto como las de Coventry, Southampton o Man- circunstancias sociales generales: la Unión, como
chester. Las patrullas de buques de guerra y aviones Alemania, cuenta con una industria y una tecno-
que vigilan el Atlántico occidental o el Extremo logía amplias y adelantadas, una cultura que aunque
Oriente son parte de las flotas beligerantes, aun probablemente no sea tan ava02ada como la de
cuando las circunstancias inmediatas de la guerra Alemania es muy superior a la rusa, y un vasto,
disponga que no se haga fuego contra ellos. capaz y bien preparado grupo de directores.
El deslinde entre la guerra y la paz no es tan Como es de esperar, también existen diferencias
terminante en el mundo contemporáneo como lo entre el proceso alemán y el de los Estados Unidos.
era en el pasado. Desde el punto de vista del p~o­ Por un lado, la solución de las dos primeras partes
ceso histórico, y en términos de los efectos soCia- del problema directoria} -la reducción a la im-
les sobre la Unión y las demás naciones, aquel potencia de los capitalistas y la sumisión de las
pais ya participa en la segunda guerra mundial. masas en el marco directoria!- ha seguido hasta
Es más, a fines de 1940 era correcto afirmar que se ahora en Estados Unidos un ritmo más gradual
había convextido en una de las principales poten- que en Alemania, lo que no hay duda obedece
cias beligexantes. Aunque Inglateua estuviera so- a la posición de que ha disfrutado en el sistema
portando el peso de la lucha real, era evidente capitalista mundial, más favorable desde casi todos
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los puntos de vista que la de este último país. Otra y relaciones de la sociedad babn~n cambiado de-
diferencia, mucho más importante, proviene de la masiado para que su retomo sea posible. Y aun si
relación entre la guerra y la crisis decisiva que ~í fuere~ ni los. directores ni las masas lo permi-
desplaza a las naciones desde la disolución capi- tirían. N1 los directores, ni sus aliados burocrati-
talista al camino directoria!, crisis que los Estados comilitares aceptarían, en efecto, regresar a las de-
Unidos todavía no han experimentado. Alemania pendencias del servicio. Son sirvientes que están
quebró decididamente los antiguos moldes seis años aprendiendo a hablar con voz de amo. Y, como
antes de que se iniciara la segunda guerra mundial, en Alemania, dicho retorno evocaría en la mente
mientras que en los Estados Unidos surge la crisis de las masas la necesidad de desandar lo andado
en plena guerra. El proceso que sigue es el de la el regreso a la endémica desocupación en masa ;
guerra. Para ocupar su lugar en la nueva era de la po- a las colas de postulantes, a la carencia de toda
lítica mundial que ahora se inicia, en el nuevo perspectiva. Por dura que sea la suerte que aguarde
tipo de conflicto económico y en las guerras que a las masas, éstas preferirán, en consecuencia, re-.
forman parte integral de aquélla, los Estados Uni- solver su problema, no volviendo sobre sus pasos
dos se verán obligados a desplazarse hacia la es- sino mediante un nuevo avance en el camino di~
tructura directoria}, enfrentando la triple fase del rectorial. Si el régimen gubernamental entonces
problema directoria} -reducción de los capitalis- existente intenta retomar, será derrocado y reem-
tas, sumisión de las masas y competencia con los plazado por otro indisolublemente unido a la es-
demás sectores directoriales- más o menos simul- tructura directorial.
táneamente, en lugar de hacerlo por etapas sepa- Subsiste otra cuestión, la más importante desde
radas como vimos en los casos de Rusia y de Ale- el punto de vista humano. En el CMO de Estados
mania. Uni~os? ¿formarán parte del nuevo proceso los
Ya resulta factible llegar a la conclusión, tanto movumentos revolucionarios de las masas, el terror
en lo que a los Estados Unidos concierne como y las depuraciones, que son su secuela, como lo
en lo que al resto del mundo respecta, de que la fueron (y lo serán) en Rusia y Alemania? El pre-
orientación hacia la sociedad directoria! es irre- cedente histórico y el análisis de las condiciones
versible. Tanto en dicho país como en cualquier actuales no permiten una respuesta afirmativa. En
otra parte, el capitalismo está librando una batalla algunos casos tuvieron lugar revoluciones sociales
perdida. Cada aparente victoria le debilita más, s~ movimie.ntos revolucionarios de las masas y
pues su base está siendo constantemente socavada, sm el terronsmo: en particular cuando esas revo-
y los próximos años de guerra o semiguerra lo luciones, como ocurrirá en Estados Unidos en la
harán retroceder de nuevo todavía. Si adviene un actual revolución mundial, son socialmente simi-
intervalo de paz, durante el cual pudiese abri- lares a las que ya se realizaron en otros lugares
garse la esperanza de que recuperase sus plenos con ayuda del terror y de movimientos de las ma-
derechos y privilegios, las principales instituciones sas. Es indudable que Jos Estados Unidos reque-

3.52 35.3
rirán alguna especie de movimiento popular, pero
la experiencia del New Deal sugiere, sin embargo,
la posibilidad de crear ese movimiento ofi~ialme~te,
podría decirse desde arri~a~ desde el ~rop10 gobier-
no; en realidad, ese moVImiento ya ex1ste, al menos
en forma primitiva, en el seno del propio New Deal xvn
El desarrollo del mismo no requiere ni mucho me-
nos que sea igual al de esos mo~ientos qu~ crecen OBJECIONES
con independencia y en oposiCIÓn al gobierno y
al "derecho y al orden". Siguiendo este rumbo y Me doy perfecta cuenta de que las conclusiones
contando con buena voluntad y comprensión ra- de este libro desagradarán a la mayoría de los
zonable de lo que está sucediendo en el mundo, es lectores. No obstante, las acusaciones que se for-
incluso posible que en los Estados Unidos pueda mulen contra el mismo o contra su autor no ejerce-
cumplirse la transición a la sociedad directorial en rán ninguna influencia sobre la verdad de aquéllas,
forma relativamente democrática. si es que son ciertas. Esas acusaciones podrán per-
Sin embargo, aunque ahora esto parezca posible, suadir a la gente a no creer en lo que este libro
es la variante menos probable. No existe mucha augura, pero la verdad no es función de las con-
luz al respecto, y los grupos sociales tienen mucho vicciones sino de la evidencia.
que perder y que ganar. Los capitalistas van a La finalidad de toda propaganda consiste en
perderlo todo, o casi todo. En el transcw·so de ]a persuadir a la gente de que acepte ciertas ideas,
transición, las masas perderán las esperanzas en una sentimientos o actitudes, y la finalidad de la ciencia
sociedad libre y sin clases, que las circunstancias de en descubrir la verdad sobre el mundo. A me-
la transición revolucionaria hayan estimulado. Se- nudo se sirve mejor a la finalidad propagandista
rá intensa la lucha por los puestos en la nueva siendo completamente parcial, exponiendo sola-
clase dominante. Los movimientos revolucionarios mente lo que es favorable a la causa y suprimiendo
de las masas, el terror, las depuraciones, son fases todo lo que podría debilitarla y reforzar al contrario.
habituales de toda gran transición social. Las socie- Cuando se estudia una hipótesis, y a diferencia
dades nunca parecen estar deseosas ni dispuestas a de la propaganda, la ciencia está siempre deseosa de
cambiar, sencillamente, lo antiguo, sino que en al- presentar todas las pruebas, tanto en pro como en
guna etapa parecen desear su destrucción, al menos contra. La fioaüdad científica queda tan bien ser-
simbólicamente. Predominan las posibilidades de vida con demostrar que una hipótesis es falsa como
que esas características extremas también figuren probando que es verdadera, y aunque este libro
en el proceso de los Estados Unidos. sea defectuoso en la exposición es científico por su
finalidad. No abrigo ningún deseo personal de de-
mostrar que la teoría de la revolución directoria! es
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cierta, sino que, por el contrario, tanto mi interés mos olvidar un principio elemental de metodología
particuhu·, material y moral, como mis esperanzas, científica. Para refutarla, es insufioiente demostrar
están en conflicto con las conclusiones de dicha que no es cierta al ciento por ciento, que enfrenta
teoría. dificultades y que ciertas pruebas parecen contra-
Si existen pruebas contrarias a la misma, quiero rias a la misma. Debe demostrarse, además, que es
tomarlas tan plenamente en cuenta como las fa- menos cierta que otras teorías alternativas sobre el
vorables. En el curso de mi exposición traté de in- mismo tópico, que enfrenta más dificultades y que
cluir la discusión de las pruebas negativas en existen más pruebas negativas que es el caso de
forma adecuada, y deseo insistir en ello en este algunas de aquéllas, por lo menos. Ninguna teoría
último capítulo. No pretendo enumerar una por una sobre lo que realmente acontece y acontecerá en
todas las posibles objeciones, pues ello rebasaría el futuro jamás es "cierta''; tanto en el campo de la
los alcances de este libro, en el que me he limitado, física, de la historia, como en cualquier otro, nunca
principalmente, a enunciar la teoría de la revolución puede ser otra cosa que más o menos probable, de
de los directores, a compararla con las teorías ri- acuerdo con la evidencia. Todo lo que puede exi-
vales, a esbozar en general su significado, contenido girse es que una determinada teoria sea más pro-
y las pruebas en su favor, y a analizar una aplica- bable que cualqtúera de las alternativas sobre el
ción algo más concreta de la misma a los problemas mismo tópico, en cuyo caso, y ajustándonos a
de la politica mundial, de Rusia, Alemania y Es- un criterio científico, debemos aceptarla. La teoría
tados Unidos. de la creación independiente de las especies bioló-
La debida valoración de las pruebas contrarias a gicas no resulta científicamente más aceptable por
la teoría tropieza con una dificultad peculiar, con- el hecho de que se demuestre, como puede demos-
secuente del hecho de que hasta ahora -que yo trarse, que la teoría biológica de la evolución en-
sepa-, dicha teoría jamás fue formulada en forma frenta serias dificultades. No obstante ellas, cuenta
sistemática, por cuyo motivo nadie tuvo todavía la con mayores probabilidades que la citada en pri-
oportunidad de refutarla, si es que puede serlo. Me mer término. La teoría de la revolución directoria]
he visto compelido a recopilar pruebas negativas y tampoco debe desecharse por el mero hecho de que
positivas. No obstante, y aunque en forma un tanto sea posible demostrar la existencia de dificultades
burda e incompleta, ya habían sido dados a conocer que a ella se oponen; deberfa demostrarse, además,
muchos de los elementos de dicha teoría, así como que son menos las que confronta cualquiera otra
de otras similares que hablaban de revolución "bu- hipótesis, en particular la teoría de la permanencia
rocrática", lo que ya ha sido objeto de controversias. del capitalismo o la teoria de la revolución socia-
Me referiré más adelante a los argumentos utilizados lista proletaria, porque las variante de una u otra
en las mismas. incluyen todas las alternativas que hasta ahora han
Al estimar el valor de las pruebas contrarias a la sido seriamente propuestas.
teoría de la revolución de los directores, no debe-

356
El enunciado de la teorla de la revolución de los d~ significación empú·ica porque el que sean o no
directores es susceptible de ser objetado, en virtud ctertos no se traduce en ninguna diferencia visible.
de motivos contradictorios: para unos, será dema- La mayoría de las teorías generales de la historia
siado vago; para otros, demasiado preciso. así como las teorías de la causalidad que sostiene~
Podría alegarse que la teoría ha sido enunciada que el destino, Dios, las relaciones económicas o
con excesiva vaguedad porque no incluye "leyes 1~ 9-ue sea, son "responsables" de todo lo que hls-
matemáticas" exactas, fechas concretas, o reglas para t~:zcamente acaece, también carecen de significa-
calcular la cotización de las acciones el martes CIOn, porque el hecho de que sean o no ciertas
próJdmo. No cabe duda de que, en este sentido y no comporta ninguna visible diferencia. En cam-
en comparación con las teorias de ]as ciencias fí- bio, ~ ley de Boyle, es significativa, porque su
sicas, adolece de vaguedad, pero ésta no es tan exac~tud o falsedad logicamente pueden traducirse
imputable a dicha teoría como al relativamente es- en diferencias visibles en el comportamiento de
caso desarrollo alcanzado en general por la ciencia los , gases bajo distintas presiones y en distintos
sociológica. Salvo en contados y Umitados sectores, volumenes.
las ciencias históricas y sociológicas todavía no Si comparamos la teoría de la revolución de los
alcanzaron el nivel a que en la antigua Grecia ha- dir~cto~es con la que sostiene la pennanencia del
bían llegado las ciencias ffsicas. En algunas otras cap1talismo o con la que anuncia la revolución
se enm1cian complicadas leyes matemáticas sobre el socialista, es indudable que el contenido de las tres
desarrollo general de la historia y las sociedades, posee un~ ~ignificación concreta. El mundo en que
pero estamos seguros de que son falsas o huecas o pronto VlVtremos será por consüruiente distinto si
de que sus autores se engañan a sí mismos. Como la teoría de la xevolución directoria] es la cierta
Aristóteles sabiamente observó hace muchos siglos, en lugar de las otras dos, pues de las tres deriva~
no es señal de inteligencia, sino de ignorancia y rían esperanzas y predicciones totalmente diferentes
pedantería e] esperar Pn un determinado campo para la mayoria de las esferas de la vida social.
mayor exactitud de la que el mismo permite. La teoría de la revolución de los directores es
\ La teoría de la revolución directoria} es vaga, en verdad, más precisa de lo que este libro sugiere:
pero no tanto como para que ~rezca de sentido. Dada la novedad y complejidad del tema fue ne-
El contraste del valor empírico de un enunciado cesario limitarse a un esbozo general deÍ mismo.
estriba en determinar si el mismo y las deduccio- Además, los pronósticos mes a mes carecen de sen-
nes que de él emanan importan alguna diferencia tido cuando son muchos meses los que inevita-
visible, al compararlo con otros enunciados sobre e] blemente transcurren entre la terminación de un
mismo tópico y con las deducciones que de ellos se libro y su pubUcación. Es posible y hasta fácil, sin
desprenden. La mayoría de los enunciados meta- embargo, hacer predicciones concretas y probables
físicos y religiosos como, por ejemplo, "todas las basándose en dicha teoría y con ayuda de las
cosas son ideas" o ..Dios creó al mundo", carecen mismas contrastarla una vez más.

358 359
Probablemente las objeciones contra dicha teoría, bertad, sino una nueva fom1a de domiuación y de
alegando que es demasiado precisa, serán más fre- explotación de clase.
cuentes que las basadas en la supues:a vague~ad No obstante, los métodos generales de las ciencias
de la misma. Mucha gente parece sentirse ofendtda sociales no pueden ser diferentes de los de otras
por afirmaciones concretas sobre lo que va a su- ciencias, y sus respectivos resultados deben ser del
ceder; les parece una especie de sacrilegio, pues, mismo tipo. Tratamos de disponer nuestros datos
en su opinión, "nadie sabe realmente lo que va en forma ordenada, y sobre la base de la exp~­
a ocurrir". Prefiere creer que todo es "accidente" riencia adquirida en el pasado, pronosticamos el
u obra de la "voluntad divina". Esta actitud es, futuro previsible. Aunque todavía no conocemos la
en parte, reflejo del estado rudimen~o de. las sociedad como el sistema polar, poseemos, sin em-
ciencias sociológicas a que me he refendo. Cterto bargo, ciertos conocimientos sobre la misma y, al
es que esas ciencias no son guían muy versadas, pero igual que en las demás ciencias, podemos conocer
dicha actitud tiene raíces más profundas: la gente, ciertas cosas al T\'lC)lOS con cierto grado de probabi-
en su mayoría, no quiere saber lo que va a s~ce-­ lidad, antes de que tengan lugar. Después de todo,
der, y los grupos dirigentes de la sociedad cons1de- si por algo vale la pena poseer el conocimiento cien-
ran ventajoso evitar se desarrolle y difunda el cono- tífico es porque nos permite saber lo que probable-
cimiento de los hechos sociales futuros. mente sucederá antes de que efectivamente suceda.
Si antes de las elecciones los políticos afirman Llego, por tanto, a ]a conclusión de que la con-
que no llevarán el país a la guerra y ?espués de creción y exposición de la teoría de la revolución
las elecciones van a la guerra, es eVIdente que directoria! es adecuada, aunque reconozco también
resulta mucho más ventajoso para ellos que se con- que es susceptible de ser perfeccionada y confí.o en
sidere como un accidente infortunado, como un cas- que ob·os más capacitados así lo harán.
tigo, a que la gente esté al tanto, en el lliomento Las objeciones más importantes no versan sobre
de formularse esa promesa preelectoral, de que, al la forma en que la teoría ha sido expuesta, sino
contrario de cuanto se diga, la entrada en la gue- acerca do su coutenído. Dos de dichas objeciones
rra es la consecuencia previsible de lo que se está han sido adelantadas en criticas contra la teoría
haciendo. Naturalmente, los capitalistas no desean similar de la revolución burocrática, la cual, en la
que se difunda el conocimiento de que la desocu- medida en que fue enunciada, coincide con la aquí
pación en masa es una consecuencia previsible del expuesta en negar que el capitalismo vaya a subsis-
mantenimiento de sus instituciones en las circuns- tir y ser reemplazado por el socialismo (en el
tancias actuales; también la desocupación debe ser sentido de m1a sociedad libre, sin clase e inter-
considerada un "accidente", una "excepción". Los nacional); también está de acuerdo con gran parte
ideólogos directoriales tampoco desean que se ad- de nuestra descripción de las características estruc-
vierta públicamente y por adelantado que sus pro- turales de la nueva sociedad ahora en gestación,
puestas no acarrearán la paz, la abundancia y la li- especialmente en el caso de las instituciones eco-

360 361
nómicas; las diferencias en lo que a la estructum tiempo, las burocracias de Rusia y Alemania; en el
política concierne, que son considerables, no deben primer caso, maniobrando entre los campesinos y
preocupamos. La teoría de la revolución burocrá- obreros rusos¡ en el segundo, entre los capitalistas
tica sostiene, sin embargo, que la clase dominante en y obreros alemanes. Esta situación no puede durar,
la nueva sociedad, la clase con poderío privilegiado, según los críticos. La balanza debe inclinarse muy
será exclusivamente de los "burócratas", es decir, pronto del lado de una de las grandes clases so-
los políticos en el sentido más estrecho de la pa- ciales que intervienen directamente en la produc-
labra, los encargados de la funciones "no produc- ción social, y cuando así suceda, la burocracia de..
tivas, de la administración política, la diplomacia, berá también inclinarse hacia el mismo lado
la vigilancia y la guerra. perdiendo toda mensurable independencia social. '
Esta opinión ha sido objeto de críticas enérgicas, El análisis de la crítica precedente permitirá ad-
basadas en la idea de que los burócratas son inca- vertir que la misma resulta débil en lo relativo a
paces de constituirse en una clase que en forma la teoría de la revolución burocrática y carente de
eficaz y estable domine sobre el resto de la sociedad. todo valor en lo relativo a la teoría de la revo-
La dominación social, se arguye, depende del con- lución de los directores. Se basa en gran parte en
trol de facto sobre los medios de producción -los una equivocación muy comím sobre las "burocra-
medios gracias a los cuales la sociedad vive- y cias" contemporáneas, las que se confunden con
ese control sólo puede estar en manos de algún las de hace unas generaciones. Antaño, podía afír~
grupo que desempeña un papel directo e integral marse plausiblemente que las funciones de los bu-
en la producción. Como los burócratas no lo des- rócratas polfticos eran "no-productivas'' (Veblen los
empeñan, sólo en circunstancias excepcionales y incluía en las "clases ociosas"), aunque ni aun en-
fugaces de confusión social, cuando les resulta fac- tonces dicha opinión fuera en absoluto exacta,
tible utilizar para sus propios fines los conflictos pues en su forma actual la producción incluye la
entre otras clases sociales que intervienen direc- diplomacia, la guerra, la administración política y
.tamente en la producción, sólo entonces pueden la policía. La esfera de la actividad del Estado,
llegar a ejercer una especie de dominación tempo- como hemos clicho muchas veces, era entonces
ral sobre la sociedad. Los burócratas, podría de- estrictamente limitada, y una proporci6n abruma-
cirse, guardan temporalmente el equilibrio en una dora de la producción tenía lugar fuera de ella. En
especie de cuerda floja entre las clases más impor- tales circunstancias, mal podía ser la burocracia, y
tantes de la sociedad. De esa forma, en tiempos nunca lo fue, la clase social dominante, a despecho
de Napoleón III, la burocracia francesa disfrutó de de apariencias superficiales. La clase dominante era
breve y dominante independencia, manteniendo en la de los capitalistas, que controlaba la producción.
oposición, respectivamente, a los capitalistas, a los La burocracia representó en todos los aspectos a
campesinos y a los obreros franceses. Lo mismo los capitalistas, y en el terreno político actuó en
pudieron hacer en nuestros días, aunque por corto nombre de sus intereses.

362 363
Las burocracias contCll"'poráneas, sobre todo en gurada. Como hemos visto, una elevada proporción
aquellos Estados que más avanzaron hacia la nueva de los directores y burócratas se fusionan en una
estructura social, son funcionalmente un grupo sola clase con intereses comunes. Lejos de ser in-
desde luego distinto de las antiguas. Los nuevos capaces de constituir una clase gobernante, por las
burócratas no están tan sólo interesados en la pro- mismas condiciones de la tecnología moderna y de
ducción, sino que en todas las naciones ya están la evolución institucional contemporánea, difícil-
dirigiendo las empresas más importantes y, a través mente podrían eludir dicho papel. Así como la
de diversos tipos de control, se hace sentir su in- lucha de los capitalistas contra los señores feudales
fluencia en casi todas las empresas. Además, ya estaba casi ganada antes de que se iniciara la
como hemos visto, incluso los burócratas que pri- etapa de guerra franca, también la lucha de los di-
mordialmente se ocupan del "gobierno" en el sen- rectores está casi definitivamente decidida en el
tido estricto de la ex.-prcsión, están apücando a período inicial de la transición, antes de que la
sus tareas las técnicas y métodos de la industria, la gente advierta en realidad que la lucha ha comen-
ciencia y la inventiva modernas. Equivale a una zado.
cal"icatura moderna imaginm·se al burócrata moderno Tal vez merezca observarse que existe una. inte-
-como muchos todavía lo imaginan- como el re- resante prueba psicológica de que los directores
mUgado e incompetente rond de cuir tantas veces cuentan con una posición social asegurada. Los
descrito en las novelas del siglo pasado. Esta cari- admiradores, expertos, ingenieros, directores, jefes
catura sirve de fondo a las críticas según las cuales de producción, especialistas en propaganda, tecnó-
la bmocracia es incapaz de convertirse en clase cratas, componen el único grupo de la sociedad en
gobernante. la gran mayoría de cuyos miembros comprobamos
Cuando corregimos la "teoría buxocrática" con la una actitud de confianza en sí mismos. Los ban-
demostración por la "teoría directorial" de que no queros, capitalistas, l?olíticos übcrales, obreros, agri-
es la burocracia, concebida en sentido estrecho, sino cultores, tenderos. . . todos ellos despliegan en pú-
el gmpo de los directores el que se está convir- blico y en privado dudas, temores, preocupaciones
tiendo en la clase social gobernante, dicha crítica y pesimismo. Quien entre en contacto con los di-
queda anulada. Es indudable que los directores es- rectores podrá observar, por el contrario, una con-
tán directamente interesados en la producción: en siderable seguridad en su propio rumbo. Saben que
realidad, el desarroDo de la industria moderna los son indispensables en la sociedad moderna, y, ha-
colota en los puestos clave de la misma, aun antes yan o no pensado eu ello, intuyen que no tienen
de que tenga lugar la transición a la sociedad di- nada que temer de los enormes y acelerados cam-
rectorial. Antes de que ésta llegue a consoüdarse, bios sociales cuyo avance abarca el mundo entero.
los directores actúan por intermedio de la empresa, En cuanto empiezan a pensar en ello, se disponen
tanto privada como gubernamental, y una vez con- a darles 1a bienvenida y muchas veces a facilitar
solidada, la posición de los directores queda ase- su advenimiento.

364 365
Otra crítica contra la "teoría burocrática" formu- que se considere conveniente. El extremado nacio-
lada especialmente por los marxistas, dice así: la nalísmo japonés se ajusta perfectamente a una
"solución" de los principales problemas que encara ideología y práctica panorientales. El surgimiento
la sociedad moderna "requiere" la eliminación de la actual de tm nacionalismo e".'tremado en Estados
propiedad privada sobre los instrumentos de pro- Unidos no es exclusivo: se acomoda perfectamente
ducción. Los burócratas (podemos leer los ..direc- a la "política del hemisferio" y no tendrá difi-
tores") son capaces de lograrla. Sin embargo, la cultad alguna en rebasar el hemisferio.
eliminación de la propiedad privada no basta. Para . En .~egundo lugar, los directores pueden "solu-
que la sociedad no sea destruida, los Estados nacio- C10nar .el problema del nacionalismo capitalista y,
nales también deben ser eliminados con el fin de. en reahdad, están dedicándose a ello. Ese nacio- \
establecer una unidad política mundial, y los bu- nalismo implica un número relativamente grande 1
rócratas (directores) no son capaces de hacerlo. de Estados nacionales soberanos. La estructura di- 1\
Conquistan su poderío, por el contrario, con la rectorial está tratando de destruir para siempre este

l
ayuda de un nacionalismo aun más extremado que sistema político, y de reemplazarlo por un número
el capitalista, y así sientan las bases para una serie reducido de grandes zonas soberanas: los "Super-
intenninable de guerras. Estados".
Puede observarse que, de ser valedera, esta crí- Cierto es que esta "solución" directoria! no se
tica en forma alguna demostraría, como los mar- ajusta a la fórmula marxista y que no dará por
xistas imaginan, que se ap1·oxima el sociallsmo. Sólo resultado un solo Estado mundial unificado. Tam-
indicaría que se acerca el caos absoluto, la des- bién es cierto que sentará las bases de muchas
trucción de toda vida social organizada. guerras, así. como estas son parte del proceso para
Esa crítica, sin embargo, no es valedera. En pri- llegar al ~usmo. Pero no hay nadie ni nada, salvo
mer lugar, las ideas nacionalistas de los directores fórmulas Ideales, que "exija" la ''solución lógica"
son mal interpretadas. El nacionalismo es un ins- de un Estado mundial sin más guerras. La historia
trumento de consolidación social cuya eficacia ha n? es un teorema geoméb·ico ni una partida de
quedado bien demostrada por la experiencia y que ~¡edrez, que obedecen a las reglas ideales que les
además de poseer suma flexibilidad, puede ser mo- tmponemos. No existen pruebas de que los hom-
dificado de acuerdo con las necesidades. No es b~es. ad?,pten esas ~~luciones históricas que parecen
incompatible, como Rusia. Alemania y el Japón lo "logtcas a un espmtu sereno con buena voluntad
han demostrado, con la ruptura de las fronteras y ex~ten pruebas abundantes de que los hombre;
nacionales existentes. Alemania se consolidó ini- se dtsputan en las guerras y continuarán hacién-
cialmente bajo el lema de '1a patria alemana" o "el dolo. El sistema político nacionalista-capitalista se
pueblo alemán", el que fue fácilmente ampliado pa- ha vuelto impracticable en la última generación, y
ra incluir a ..Europa y los europeos" o a la "raza está ahora en camino de desaparecer. El nuevo
aria.. o a los "b·abajadores" o a cualquier otra cosa sistema político mundial basado en un nútn~~9

866 867
escaso de Super~Estados dejará problemas en pie, tomar en cuenta lo que el pueblo probablemente
tal vez más numerosos de los que dejaría un solo deseará, esperará y decidirá. Los deseos y decisio-
Estado unificado mundial, pero será una "solución" nes humanos son parte del mundo de los aconteci-
suficiente para que la sociedad continúe en mar~ mientos actuales y, sobre la base de la experiencia
cha. Tampoco hay motivos suficientes para cr~er adquirida en el pasado, podemos deducir cómo se-
que esos problemas del sistema mundial directoria}. rán en el futuro. Cuando, basándome en la expe~
incluidas las guerras de los directores, destruirán riencia, conozco el carácter de un hombre, por
la civilización. Es, además, casi inconcebible lo que adelantado puedo formarme una idea bastante exac-
implicaría el que la civilización -es decir, alguna ta de lo que probablemente dirá, querrá y hará en
forma de sociedad organizada en forma compleja- distintas circunstancias; y en el caso de los grupos
fuera literalmente destruida. Nuevamente: lo que sociales es más fácil conocer, incluso con mayor
está siendo destruido es nuestra civilización, no la exactitud, lo que probablemente harán en una de-
civilización. terminada situación. Todo el mundo sabe más o
Otro tipo de critica contra la teoría de la revo- menos lo que el público de fútbol comerá,
lución directoria} se expresa así: Usted llega a la beberá, sentirá, gritará y esperará en un partido
conclusión de que la sociedad está cambiando hacia importante, y tanto los cuidadores de la cancha
una nueva estructura de dominación de clase, explo- como los vendedores de sándwiches y bebidas tra-
tación, guerras y, por algún tiempo al menos, tiranía, zan de antemano sus planes sobre Ja base de ese
pero usted no toma en consideración los deseos conocimiento previo.
de la mayoría de la gente, sus sentimientos, espe- Sí la mayor pal'te de la gente realmente deseara
ranzas y actitudes. ¿Por qué habrían de soportar la paz, Ja abundancia y la libertad de todas las
esa perspectiva? Si quieren paz, abundancia y li- formas de explotación y tiranía; y si (lo que es
bertad, barrerán con los directores e instituciones igualmente necesario, aunque se advierta con me~
directoriales y con todo y todos cuantos se les cru- nor frecuencia) también couociemn los medios de
cen en el camino. conseguirlas; y si fueran lo suficientemente decidi-
Sería el último que negase la importancia histó- dos, valientes, fuertes, inteligentes y abnegados pa-
rica de lo que el pueblo desea, siente y espera. ra utilizar esos medios en la consecución de esos
No abrigo la menor simpatía por ninguna teoría fines, entonces no cabría duda de que se llegaría en
de "mecanismo" o "determinación" históricos, que el mundo a una socieqad organizada en tal forma
pretendan que los deseos, pensamientos y volun· que la paz, la abundancia y la libertad serían una
tades humanas nada tienen que ver con el proceso realidad. La historia del pasado o del presente no
histórico; a mi juicio, es perfectamente obvio que nos proporciona prueba alguna que permita creer
los deseos, decisiones y esperanzas humanas son que esas tres condiciones (las tres son indispensa-
parte integral y CéPJSal del mismo. bles) podrán ser satisfechas. El pasado y el presente
feto una t~ría ~tórica conecta debe también nos permiten, deducir, por el contrario, que la gente

368 a69
obrará, deseará y confiará en forma tal, que la mis~ problema queda, en consecuencia, planteado asi:
roa servirá de ayuda a la revolución directoria!, al ¿Cuál de estas teorías es la más probable, según las
proceso de transición social que terminará con la pruebas? Esta será la que debamos creer, si que-
consolidación de la sociedad de directoies. remos ser razonables, independientemente de lo que
Esta última crítica, basada en el <•factor huma- resolvamos sobre él particular. Y seg6n las prue-
no", es manifestación de un sofisma muy difundido: bas de que hasta ahora disponemos, es difícil que
Cuando abordamos los problemas de la histona, pueda dudarse de que la teorfa de la revolución de
habitualmente los interpretamos conforme con los directores sea la más probable.
nuestras esperanzas y deseos en lugar de atenemos No faltarán aquellos que vean en esto una nueva
a lo que rezan las pruebas, y sospecho que la ma- prueba de lo que llamarán la tragedia esencial de
yoría. de las objeciones a la teoría de la revolución la situación humana, pero no veo cómo la misma,
directoria! descansan en esperanzas, no en pruebas en su conjunto, pueda ser llamada trágica o có-
objetivas. mica. La tragedia y la comedia existen sólo dentro
La luz sobre lo que acaece en el mundo ha sido de la situación humana, sin que exista un fondo
velada por la aceptación sin análisis previo de uno contra el cual nos sea dado juzgarla en ~u conjunto,
de los dos su puestos con tanta frecuencia mencio- pues es, simplemente, lo que acontece ser.
nados: el ingenuo de que el capitalismo es la única
forma posible de organización social porque en
cierto sentido es parte de la eterna naturaleza hu-
mana; o el más común de que en los tiempos mo-
dernos el capitalismo y el socialismo son las únicas
alternativas posibles de la organización social. Am-
bos supuestos no sólo nos impiden conocer lo que
entrañará el futuro, sino que nos compelen, cada
vez con mayor vigor en los últimos veinte años, a
deformar y distraer nuestra comprensión de lo que
ocurre ante nuestros propios ojos.
El mero enunciado del segundo de esos supuestos
descarta al primero. En cuanto se anuncia la teoría
de la revoluci6n de los directores, ambos supuestos,
como supuestos, deben descartarse. En su reempla-
zo disponemos de tres teorías o hipótesis sobre el
futuro: que el capitalismo continuará; que el capi-
talismo se transformará en socialismo; que el ca-
pitalismo se tranformará en sociedad directorial El

370 871
TlTULOS DE LA COLECCION PlRACUA

l . VmGINlA WooLF: Al faro. (S.)


2. G. .ARCINXECAS: En medio del camino de la vida. (S.)
3. Hn.Auu! BEu.oc: Napole6n. (E.)
L'\IDICE 4. Louxs BROMFIELD: La señora Parkington. (E.)
5. ANTOINE DR SAINT EXUP:hw: Piloto de guerra. (S.)
6. RlcHAnD LLEvVEU.YN: Cuán verde era mí oolle. (D.)
7. J. HADLEY CH.ASE: El secuestro de la Srta. Blandís/l. ( $.)
8. LJN Ytrr.wc: La Importancia de vivir. (D.)
I. El problema . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9 9. VICKI BAt7M:: El grano de mostaza. 2 t. (S.) y (E.)
II. El mundo en que vivíamos . . . . . . . . . . 16 10. GA.Jll\BTT MATTJNCLY: CataUna de Arag6n. (D.)
UI. La teoría do la permanencia del ca- 11. Eowm WALTER .KJ.>MMERER: Oro y patrón oro. (S.)
12. FilAN~OIS M.AumAc: El nudo de vlbol'as. (S.)
pitalismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43 13. HAnoLD LAM»: Ornar Kilayyam. (S.)
IV. La teoría de la revolución socialista 14. MA.ncARET K:ENNJmy: La niftfa constante. (S.)
15. Gmu.lÁ.N AliCINmCAS: América tierra firme. (S.)
proletaria . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 54 16. JoHN CALS,VORTIU: El propietario. (D.)
V. La lucha por el pode1· . . . . . . . . . . . . . . 80 17. CoLETTE: Clauclina en la escuela. (S.)
18. RENÉ KRAus: La vida privada y pública M Sócmtes. (D.)
VI. La teoría de la revolución de los di- 19. EMILY BRoN'I'E: Cumbres borrascosas. (E.)
rectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97 20. SALVADOR DE M.ADARIACA: La lfrafa sa~rada. (S.)
21. JULIAN HUXLBY: Vít>lmos una revolución. (S.)
VIL ¿Quiénes son los directores? . . . . . . . . . 104 22. }OHN GAI.SwonTIIY: En litigio. (E.)
VIII. Los directores avanzan hacia la domi- 23. C. G. }UNe: Tipos psicológicos. 2 t. (E.) y (E.)
24. HAROLD M. PEPPAIU): Visión sin anteojos. (S.)
nación social . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128 25. COI..ETTE: Claudina en Patfs. (S.)
IX. La economía ele la sociedad de los di- 26. SsoLEM Asca: María. (D.)
27. WJI.L DURANT: Fik>sofía, cultura y vld4. 2 t. (S.) y (E.)
rectores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149 28. DALE CARNEcm: Cómo ganar amigos. (S.)
X. Los directores desplazan la sede de la 29. LIN YtrrANo: Una hoja en la tormenta. (E.)
30. IoHN GAI.SWORTHY: Se alquila. (S.)
soberanía . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184 31. EouAnDO MAI.x..EA: La bahía de silencio. (D.)
XI. El totalitarismo y la sociedad de los 32. CoLB'l'"l'E: Claudlna en su casa. (S.)
SS. GnAHAM C.ImENE: A través del puente. (S.)
directores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 202 34. ARNOLD J. ToYNBEE: La civilización puesta a prueba. (S.)
XII. La política mundial de los dil'ectores 227 35. PXR LAGERKYIST: El verdu~o. (S.)
S6. CoiEru: Claudína se oo. \S.)
XIII. Las ideologías de los directores . . . . . . 243 87. A1trat7R KoESTLER: El cero IJ el Infinito. (S.)
XIV. El proceso ruso .................... 270 38. lin...uRE BELLOC: La crisis de nuestra cioillzac16n. (S.)
39. FnANz :KA.Fn: América. (E.)
XV. El proceso alemán . . . . . . . . . . . . . . . . . 296 40. LIN YtrrANc: Mí patria y mí pueblo. (E.)
XVI. El fúturo de los Estados Unidos . . . . . 328 41. Gtov.ANNI PAPINI: Dqscubrlmientos espirituales. (S.)
4.2. C. Vmcu. GHEoRCBXU: La hora veinticinco. (D.)
XVII. Objeciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355 48. ALDovs HUXIEt: Mono y esencia. (S.)
44. PAt1L BRICXBILL: Pllot() 8fn piemtU. (D.)
45. Ml:LovAN DJILAS: La nueva elote. (S.)
46. Jtn.I&N CRBEN: Molra. (S.)
1

Se terminó de imprimir en Bue-


nos Aires el 24 de jlmio
de 1967 en los talleres de
In CoMPAÑÍA lM.Pl\Eso-
1\A ARGENTINA, S. A.,
calle A.lsina 2049.

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