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ENSAYO FILOSOFICO SOBRE LA FELICIDAD

María José Rodríguez González

Presentado a:
Esp. María Alejandra Figueroa

I.E.D Gimnasio América


Decimo
Montería
Octubre de 2019
Este ensayo remoto al concepto de la felicidad como punto de partida para construir otra vez
una nueva concepción de la vida. Este escrito convierte la felicidad en objetó de
investigación desde los inicios de su construcción filosófica hasta nuestros días. La reflexión
entorno a ella no se limita al ámbito escolar. Cualquier ciudadano motivado en vivir una vida
plena, basada en la aplicación del orden de ciertos principios y no a la inestabilidad de los
caprichos de sentencia de una sociedad. El propósito ultimo consiste en otorgar un instructivo
practico para hacer la felicidad un estado espiritual alcanzable, construido a partir del
aprendizaje y como consecuencia de una serie de estrategias puestas en practica a partir del
ejercicio de la razón. Baruch (1969) afirma: “La verdadera felicidad y beatitud de cada
individuo consiste exclusivamente en el goce del bien y no en la gloria de ser uno solo, con
exclusión de los demás, el que goza del mismo” (p.90). El concepto de la felicidad, asimilado
a cabalidad, patrocina una nueva conciencia para asumir la vida dentro de parámetros de una
civilización que garantizan la convivencia social.

“La felicidad completa no existe”. Este falso reclamo de lo absoluto a dado al después de la
construcción de la felicidad. Es cierto que al alcanzar semejante bien preciado, el hombre
invoca la plenitud, la totalidad, la integridad del ser, su presente y su futuro. La felicidad no
consiste en un gozo continuo, si no en una disposición de la mente que nos permite existir
con plenitud. En tal incredibilidad del hombre con relación a su gloria terrenal, ha tenido
mucho que ver a conceptualización acerca de la felicidad que la iglesia ha elaborado
particular mente. Para la iglesia la felicidad no pertenece a esta tierra, porque, en ella, en la
felicidad, no cabe el dolor ni el sufrimiento, como si estas características vitales del hombre
no fueran las que por contraste resaltaran la necesidad altanera del estado espiritual de la
felicidad. ha sido un error antiguo confundir la felicidad con la satisfacción y el placer, que
resultan ser ingredientes de la misma. Dolent (1897) afirma: “La felicidad es un placer
compartido con otra persona” (p.19). La felicidad consiste en un estado espiritual integral.
Para lograra alcanzar un grado de satisfacción y placer pleno se necesita, paradójicamente,
ser feliz, dentro de las mismas relaciones que nos explican por que en el campo académico
se torna necesario saber para aprender, como lo dijo Aristóteles. El placer mismo como
cualquiera de los sentidos deja de ser perfecto en su real dimensión interior si no se goza del
estado integral de la felicidad.

¿Quién está en la disposición de disfrutar un placer a cabalidad si no tiene ganado el estado


de la felicidad? Con esto me refiero a la persona sana, capas de ejercer virtudes. Lo anterior
justifica afirmar que la felicidad no es reducible solo a instantes, con frecuencia las personas
se resignan a creer que la felicidad es fugaz o inalcanzable. Todas las personas están en la
disponibilidad de construir su propia felicidad en la tierra, aun en medio de una mala
situación económica o en una buena. Tal construcción de la felicidad se fundamente por
medio de las virtudes, de la razón, en cada una de las acciones cotidianas de las personas.
Confusión (2010) afirma: “Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá
acomodarse a frecuentes cambios.” (p.18). El hombre feliz es el que gana la tranquilidad de
la conciencia y disfruta de su libertad por que ha sido capaz de ejercer la fuerza razón.
BIBLIOGRAFIA

•ARISTOTELESA. Ética nicomáquea. Bogotá ediciones universales, 1992.260p.

•CORDERO DE ESPINOZA, Susana. Albert Camus, de la felicidad moral. Quito:


ediciones de la Universidad Católica, 1984.263p.

•COMTE-SPONIVILLE, Andrea. el mito de icaro (trata dado de la desesperanza y la


felicidad Madrid: Transito,2001.357p.

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