Podr�a uno creer, falsamente, que la Biblia es un compendio de mitos fant�sticos,
caducos, maldiciones y profes�as sobre el fuego eterno que nos depara la
providencia por no asistir a iglesia los domingos, d�a del Se�or (D�mine en lat�n). Ciertamente de eso hay un tanto; pero tambien contiene historias de gran contenido filos�fico, humanista con un valor inestimable, como es el caso del libro de Job. Los discursos que presenta el autor, en boca de este personaje, nos hacen cuestionar y repensar nuestras creencias, nuestra breve existencia, las miserias de la vida, la enfermedad, la amistad, la muerte, la vida, el rol de un Dios omnipotente en la vida de un simple mortal, "nacido de mujer", que "vive poco, y lleno de inquietudes. Brota como flor, y se marchita; pasa como sombra, sin detenerse". Puede que el autor haya querido dar un paso hacia adelante, un salto hacia una nueva visi�n de la religi�n, de Dios y su justicia divina, que tambien prospera a impios y castiga a justos como Job "var�n justo y perfecto a los ojos de Dios". Sea como fuere, contiene temas que siempre tendr�n un gran valor espiritual, no meramente religioso sino universal, porque Job es un hombre que representa a todos los hombres, pues padece y sufre desgracias a veces parecieran originarse una simple apuesta entre dioses para ver hasta que punto somos capaces de soportar y aceptar sus designios.