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El día de la tradición es el reconocimiento a la identidad argentina, a través de uno de los personajes más
representativos del ser nacional, José Hernández, quien puso todo su empeño en defender a sus paisanos de las
injusticias que se cometieron contra ellos.
decía Martín Fierro, y ese es el valor que queremos rescatar durante la entrada de nuestra Bandera de Ceremonias:
la unión y la fraternidad de nuestro pueblo y de nuestra comunidad educativa.
HIMNO NACIONAL
Los versos del Himno Nacional Argentino nacieron con los albores de la patria. Palabras que llegan hasta el fondo
de nuestros corazones, como expresión cabal y orgullosa de nuestra identidad.
RETIRO DE LA BANDERA
PALABRAS ALUSIVAS
Estos son los versos con los que José Hernández da comienzo a su gran obra, una de las obras más importantes de
nuestra literatura y baluarte de nuestra tradición.
En este día tan especial, conmemoramos y revalorizamos nuestras tradiciones, representadas por las creencias,
relatos históricos, costumbres, obras artísticas, entre otras, que nos ayudan a tener una identidad y a presentarnos
ante el mundo tal como somos.
Pero este día no es para recordar simplemente a un escritor, ni simplemente a su obra. Sino a la tradición. Tradición
no es una palabra que nos suene rara, ni distante, ni ajena. Seguramente la usamos varias veces. Pero sin embargo
¿sabemos lo que es la tradición? Si como respuesta pensaron: el gaucho, el folklore, la china con trenzas, el mate y
demás… se quedaron cortos.
La tradición es la manera que tenemos de comprender el mundo, nuestro mundo y todo lo que pasa en él. La
tradición determina nuestros planteamientos, prejuicios, conceptos, comportamientos y costumbres, porque lo
dicho por la tradición tiene autoridad anónima.
Algo propio de todas las personas del mundo es que estamos ubicados en la historia: todos nacimos y vivimos en
determinado lugar y en una determinada época, y estos factores influyen, nos guste o no, en nuestra manera de ver
el mundo, nuestro mundo y todo lo que pasa en él; es decir, se comprende desde y dentro de determinado contexto.
Todos los argentinos por pertenecer a la misma historia, pertenecemos la misma tradición. Porque compartimos
una historia, compartimos una tradición.
La tradición no es algo que está ahí, enfrente. Sino que es parte de nosotros, somos nosotros. Conocerla, es
conocernos. Tenemos que “dejarnos hablar” por ella, escuchar qué tiene que decirnos. Comprender,
comprendernos es preguntarle a la tradición, es encontrar el sentido que tiene más allá de ella misma, es decir, qué
sentido tiene más allá del gaucho, del folklore, de la china con trenzas, del mate y demás
Entonces, recordar a Hernández y a su obra máxima, es hablar de la tradición. Porque el Martín Fierro es una obra
que nos habla de las preguntas fundamentales y más profundas: habla de la vida, la muerte, la libertad, la justicia,
la lealtad, la traición, habla de la historia de un hombre y de la historia de un pueblo… Si logramos entender qué
quiere decir todo eso hoy, qué tiene que ver todo eso con nosotros; si logramos fundir ese horizonte del pasado que
nos habla y el horizonte del presente que escucha y pregunta, entonces, habremos logrado comprendernos como
pueblo, porque nos habremos comprendido a nosotros mismos.
Desde esta perspectiva se nota la importancia de la educación: formarnos para seguir contribuyendo con este país
que heredamos. El error que muchas veces cometemos es pensar que Argentina siempre fue así y no, pasamos
épocas buenas y malas. Por eso es importante aprender, formarse, cultivarse uno mismo como persona… y eso es
un deber, nosotros tenemos la posibilidad de asistir gratuitamente a una escuela. ¿Que le faltan cosas? Seguro.
¿Que no es del todo como nos gustaría? Seguro. Pero es la escuela que heredamos y que tenemos que seguir
construyendo. Si los diez, cinco o dos años que estuvimos en la escuela simplemente pasamos por ella, sin haber
puesto nuestro ladrillo creo que estuvimos perdiendo el tiempo. En la escuela aprendemos cosas que nos sirven
para la vida:
Pero no se piensen que en la escuela venimos solamente a aprender. También hay que venir a divertirse, a
compartir, a crecer junto con los demás (y esto se aplica también para los profesores, no se crean que a nosotros
nos gusta venir a aburrirnos). Por eso, hay que aprender muchas cosas y, además, aprender a ser buenos:
Y tal vez ocurra que ahora estén pensando: “Sí, pero no me gusta venir a la escuela, es difícil, me canso haciendo
las tareas” y muchas cosas más. Pero les cuento algo –y si no me creen pregúntenle a algún mayor-: en la vida
pocas veces nos regalan cosas. Y, segundo, es bueno que aquello que uno logra sea con el propio esfuerzo, porque
solo así el placer es mayor. Piensen en el fútbol, a mí no me gustaría salir campeón porque me regalaron un penal.
Antes les decía que además de aprender venimos a relacionarnos con los demás: con los compañeros, con los
profesores, celadores, directivos… con todos los que de alguna u otra manera tienen que ver con la escuela. Sería
muy lindo que todos tratemos de tirar “este carro” para el mismo lado y me parece que ese lado es ayudarlos a
ustedes a que puedan formarse como personas, que puedan desarrollar todas las capacidades, que son muchísimas,
–aunque las traten de esconder, se les nota-. Pero no podemos tirar el carro para el mismo lado si muchas veces no
podemos ni hablarnos, nos llevamos mal entre nosotros o con los chicos del otro curso, o del otro turno e, incluso,
con los de otra escuela.
La escuela tiene que ayudarnos a que podamos conocer más, el que más conoce es el que más disfruta, el que más
goza. Sería muy bueno -y no es un sueño, esto no es imposible- que disfrutemos cuando aprendemos cosas nuevas
y que también lo hagamos cuando compartimos con los demás. Porque si disfrutamos lo que estamos haciendo en
este momento nos vamos a dar cuenta de que estamos aprovechando nuestro tiempo, de que no lo estamos
desperdiciando en cosas que no tienen sentido. Porque la mejor forma de vivir es siendo consciente de lo que
elegimos o no hacer. Eso no tiene precio. Poder hacernos cargo de nuestra vida no es otra cosa que saber qué
queremos y por qué lo queremos. Solo así vamos a tener menos chances de que los demás nos mientan, manipulen,
nos lleven por la suya.
Por último: hagamos un esfuerzo por no olvidar quiénes somos ni de dónde venimos porque sólo así vamos a poder
saber, de verdad, hacia dónde vamos. No busquemos ser ni como otras personas ni como otras escuelas, ni como
otros países. Nosotros somos lo que somos y a partir de eso tenemos que mejorar.
Gracias.
ACTO ARTÍSTICO
El conjunto de las tradiciones de un pueblo está integrado por festividades religiosas, ritos indígenas relacionados
con las leyes de la naturaleza, supersticiones, artesanías, cánticos, bailes, vestimentas, juegos, músicas, comidas...
Es tradición de nuestra institución mostrar en los actos escolares el trabajo que han realizado los niños. En esta
ocasión, alumnos de……… año, conducidos por la docente de música, …………. bailarán…………….
Los alumnos de…….. y…….. año, guiados por la docente de teatro …………….. interpretarán la siguiente
representación teatral ambientada en la época de los gauchos …………………..
Si bien el mundo es uno, la raza humana una y los derechos comunes a todo el género humano, las diferencias que
marcan la cultura y la tradición no tienen el propósito de dividir y diferenciar a los hombres sino el de unirlos a
partir de lazos comunes. Ellas crean un sentido de pertenencia y de devoción común hacia los ancestros que fueron
moldeando el valor de una cultura. En un mundo tan globalizado e interrelacionado, mantener las tradiciones y
signos característicos de los pueblos y las naciones no es tarea fácil. Bueno sería por un momento reflexionar sobre
qué elementos nuestra generación aporta como nuevos ingredientes enriquecedores de la tradición argentina.
Comprometámonos todos a reafirmar nuestras raíces y a sentirnos orgullosos de ser argentinos...
¡¡Muchas Gracias!!