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Netflix, Disney y la batalla para controlar los globos oculares

¿Quién ganará las guerras mediáticas?


Ximena González - xgonzalez@larepublica.com.co

Un informe de The Economist destacó que, el negocio del entretenimiento está


avanzando rápidamente por su propia naturaleza, pese a que tiene pocos activos
tangibles y depende de la tecnología para distribuir sus productos y sus clientes
anhelan la novedad.

"La aparición del sonido en la década de 1920 consolidó a Hollywood como el


centro del negocio mundial del cine. Pero a fines del siglo XX, la industria se había
vuelto tan complaciente como un remate en un episodio repetido de "Friends". Se
basaba en tecnologías antiguas: radiodifusión analógica, conexiones lentas a
Internet y el almacenamiento de sonidos y visiones en CD, DVD y discos duros. Y
el enfoque comercial era estafar a los consumidores cobrando de más por
contenido obsoleto empaquetado en paquetes de gran tamaño", indicó el diario.

Así mismo The Economist resaltó que, el primer estremecimiento se produjo en la


música en 1999, y los servicios de Internet pronto presionaron a firmas de música
establecidas como Emi y Warner Music.

Entre tanto, en televisión, Netflix rompió el molde en 2007 al usar conexiones de


banda ancha para vender suscripciones de video, socavando a las empresas de
cable. Cuando el teléfono inteligente despegó, adaptó su servicio a dispositivos
portátiles. La empresa ha actuado como un catalizador para la competencia,
obligando a la vieja guardia a reducir los precios e innovar, y absorbiendo nuevos
contendientes.

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Por otro lado, en medio de los escombros y las ofertas, los contornos de un nuevo
modelo de negocio se están volviendo claros. Se basa en banda ancha y
dispositivos, no en paquetes de cable, y abrumadoramente en suscripciones, no en
publicidad.

"A diferencia de la búsqueda o las redes sociales, ninguna empresa de transmisión


de televisión y video tiene más del 20% de participación en el mercado por
ingresos. Los contendientes incluyen Netflix, Disney, at & t-Time Warner, Comcast
y empresas más pequeñas. También hay tres empresas tecnológicas activas:
YouTube (propiedad de Alphabet), Amazon y Apple, aunque su cuota de mercado
colectiva aún es pequeña. La industria de la música también está en disputa, con
la firma más grande, Spotify, con una participación de mercado del 34% en
Estados Unidos", dice en su informe The Economist.

Finalmente, el diario indica que, el gobierno debe mantener competitivo el negocio


del entretenimiento. Primero, debe evitar que cualquier empresa, incluidos los
gigantes tecnológicos, adquiera una participación dominante en el negocio de
contenidos. En segundo lugar, debería exigir a las empresas que poseen las
puertas de acceso al contenido, como las empresas de telecomunicaciones o los
proveedores de dispositivos como Apple que pueden controlar lo que muestran las
pantallas, que tengan una política de acceso abierto y no discriminen a
determinadas empresas de contenido. Por último, debe asegurarse de que los
suscriptores puedan mover sus datos personales de una empresa a otra, para que
no se bloqueen en un servicio.

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