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Su triunfo contra los alemanes le con ere a Stalin un prestigio indiscutible, tanto en su país
Japón era un país pequeño
pero de muchos habitantes
y sin recursos naturales
propios su cientes para
sostener su economía.
Ataque en Pearl Harbor.
como a nivel internacional, y hace de la Unión Soviética una superpotencia mundial opuesta
a Estados Unidos. A su vez el culto a la personalidad del que será objeto Stalin y su sistema
le sobrevivirán a su muerte ocurrida en Moscú, en 1953.
El ataque de Japón a Pearl
Harbor: La entrada de Japón y
EEUU a la guerra.
E n diciembre de 1941, justo cuando los rusos lograban contener el avance del ejército
alemán en el frente del Este y lo obligaba a replegarse, un nuevo frente estalla en el Pací-
co. Japón, en un ataque preventivo, abre el fuego aéreo sobre la base norteamericana de
Pearl Harbor.
Pero, para entender el movimiento de Japón dentro del con icto mundial, debemos retro-
ceder hasta la década del 30 cuando la crisis económica que azotaba al mundo, afecta
seriamente la economía de este país. Japón era un país pequeño pero de muchos habitan-
tes y sin recursos naturales propios su cientes para sostener su economía.
Japón en la década del 30.
Se hace necesario entonces un espacio vital que contribuya al desarrollo del mismo, de
manera tal de poder superar la crisis. China con su rico y extenso territorio y los países del
litoral asiático se contemplan como los posibles mercados que permitan el abastecimiento
de la industria japonesa.
Sin embargo muchos de estos territorios estaban bajo dominio de potencias
europeas que habían establecido prósperas colonias de gran importancia
comercial. Esto era tomado con recelo por los japoneses que pretendían
extender su zona de in uencia utilizando el concepto de “esfera de
prosperidad conjunta” tendiente a la autosu ciencia de la economía asiática
sin presencia occidental.
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La necesidad particular de extender los dominios hacia los territorios del continente y la
búsqueda de un redimensionamiento del orden colonial desata la carrera imperialista con
la cual Japón pretende adueñarse del Pací co y establecerse como potencia mundial. Para
lo cual empleará una política internacional beligerante y agresiva en la zona, que generará
fuertes fricciones con las potencias democráticas europeas pero sobre todo con Estados
Unidos quien poseía importantes intereses en ese sector del mundo.

La provocación japonesa
movida por su ambición
imperial llegará al extremo
con el ataque sorpresivo
y premeditado a la base
militar norteamericana de
Pearl Harbor.

USS Arizona en llamas en el ataque japonés a Pearl Harbor.

La provocación japonesa movida por su ambición imperial llegará al extremo con el ata-
que sorpresivo y premeditado a la base militar norteamericana de Pearl Harbor. Este ataque
cali cado de infame por EEUU producirá el ingreso de nitivo de este gigante al con icto, el
cual adquirirá la envergadura de Guerra Mundial.

La ambición del Imperio del Sol Naciente

L uego de la crisis económica del 29’ se desarrolla en Japón un fuerte sentimiento nacio-
nalista incitado por los sectores militares que buscaban ascender nuevamente al poder
y lograr de esa manera la reivindicación de viejos privilegios.

Al igual que en Europa, este nacionalismo de carácter extremo considera imprescindible la

conquista de vastos territorios ricos en materias primas para fomentar el desarrollo econó-
mico de su país y de la misma manera que las corrientes nacionalistas europeas, fomentará
la idea de expansionismo como una posibilidad de recuperación del país, al adquirir nuevos
mercados y establecer un poderío frente a las potencias coloniales que “usurpaban” la región.

La posibilidad de fomentar el crecimiento de Asia a través del desarrollo de una

“esfera de prosperidad” que fue la excusa perfecta de Japón para fomentar
una política agresiva con el ánimo de expulsar las colonias extranjeras.

El rápido crecimiento del poder del ejército japonés por sobre el Estado permitirá el desarro-
llo de esta idea imperialista que pone hincapié en la conquista de todo el Sudeste Asiático
y sus riquezas.
Grá ca de la época.
En 1931 se da inicio a la ambición japonesa con la invasión de los nipones a la región de
Manchuria donde luego de dos años lograrán la ocupación de nitiva creando un estado
títere: Manchuko.

A pesar de los reclamos elevados en su momento por el gobierno chino a la Sociedad de las
Naciones y las tibias advertencias de esta última al invasor, Japón con rmaba su conquista
sobre Manchuria con la creación de este gobierno que le permitía hacer uso de un vasto

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Las ambiciones imperiales
de Tokio, incluyen la
conquista de China.
Luego se lanza a la conquista
de los territorios chinos con
lo cual se inicia una guerra
de dimensiones terribles.
territorio rico en hierro y en producción agrícola a la vez que resultaba útil como plataforma
de lanzamiento para la conquista de China y el litoral asiático.
En efecto, después de la campaña de Manchuria, Japón quiere extender su dominio a una
amplia zona de Asia. Las ambiciones imperiales de Tokio, incluyen la conquista de China,
un estado debilitado por el con icto interno de los nacionalistas de Chiang-Kai-Shek y los
comunistas de Mao Zedong, y el control de varios estados asiáticos que, por ese entonces,
estaban bajo dominio occidental.
En 1933 Japón se retira de nitivamente de la Sociedad de las Naciones y esto
produce un incremento en la agresividad de la política internacional de ese
país que aumenta la presencia militar en la región y prosigue avanzando
hasta las puertas de Pekín.
Mientras tanto las potencias europeas preocupadas por los avances fascistas en el viejo
continente no prevén el peligro. EEEUU con serios intereses en la región pero rme en su
política aislacionista y entretenido en su recuperación interna solo vuelca tenues amena-
zas a su vecino del pací co, con lo cual Japón no se siente intimidado y continúa con sus
planes de conquista en Asia.
Chiang Kai-Shek. Mao Zedong.
Durante estos años y gracias a la provisión de acero de Manchuria los nipones se encarga-
rán de crear un potente ejército con el cual ejecutar sus ideas imperialistas y de acercarse
a los regímenes fascistas europeos en los cuales encuentra a los aliados perfectos para la
consecución de sus planes en Asia.
En 1936, Japón rma con Alemania, el tratado Anti Kuomintang con el cual
sentaban las bases para la formación del “Eje” que a futuro se convertiría en
uno de los bandos del con icto mundial.
Luego se lanza a la conquista de los territorios chinos hacia el sur con lo cual se inicia una
guerra de dimensiones terribles que traerá aparejadas devastadoras consecuencias para
la población china. Con el empleo de un poderoso ejército apoyado por una no menos
potente ota aérea, los japoneses se apoderan de una amplia franja del sector litoral chino
que incluye: Pekín, Shanghái, Cantón y Nanjing, con un saldo de 250.000 muertos y destro-
zos considerables.
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Las tropas del gobierno de Chiang Kai-Shek deben retroceder ante el avance japonés que se
había apoderado de los valles del Río Amarillo y del Yang-Tsé Kiang, los puertos más impor-
tantes y gran parte de la red ferroviaria del país.

El rápido avance nipón en China y la brutalidad de la conquista levantaron las protestas en el

mundo occidental, principalmente en EEUU que advierte sobre la peligrosidad del imperia-
lismo en el mundo visualizando una amenaza latente sobre un sector de suma importancia
para la economía de su país.

El rápido avance nipón

en China y la brutalidad
de la conquista
levantaron las protestas
en el mundo occidental.

Movilización de efectivos japones.

Luego del avance logrado y en vista de continuar con nuevas conquistas, el gobierno de Tokio
entabla negociaciones con los chinos quienes rechazan el reconocimiento del dominio de
Japón sobre los territorios conquistados. Ante el fracaso de las negociaciones Japón reanuda
su avance hacia el sur encontrando una férrea resistencia por parte de las tropas chinas.

La negativa de los nipones de abandonar sus planes expansionistas, aumenta

las asperezas diplomáticas con EEUU quien procura ayuda económica a
Chiang Kai-Shek, e imponer un débil bloqueo a Japón. Otros países como
Francia e Inglaterra con sus colonias amenazadas solo se contentaron con
protestar, lo que no causa ningún efecto sobre la avanzada japonesa.

El freno ocasionado al avance nipón por el ejército chino hacia nales de 1938, establece la
Tropas japonesas. necesidad de Japón de cortar las líneas de abastecimiento de las tropas locales, de manera
tal de producir un estrangulamiento de las mismas y obligarlas a rendirse.

Esto dejará a la luz la extensión de la idea imperialista de Japón puesto que las rutas de
suministros de los chinos estaban ubicadas en las colonias europeas. Marchar sobre ellas
implicaba provocar a los países europeos y a Norteamérica, lo cual era riesgoso.

Pero un acontecimiento se sucederá en el viejo continente que animará a Japón a precipitar

sus planes de conquista: el inicio de la guerra por parte de Alemania y el posterior avance
de los nazis sobre Francia, Holanda e Inglaterra lo que dará una clara ventaja a los nipones
que aprovecharán la debilidad de las potencias europeas para invadir sus colonias.

Japón avanza sobre el Extremo Oriente

E l plan imperial del Japón suponía la conquista no solo de China sino de todo el sudeste
asiático para luego establecer su hegemonía en la región. Diferentes necesidades del
país sumadas a una fuerte in uencia de los sectores militares sobre el frágil gobierno del
primer ministro Fumimaro Konoye, despertaron la ambición del país del Sol Naciente por
conquistar un vasto sector del Paci co, donde a su vez se encontraban emplazados intere-
ses de potencias europeas y tenía depositadas sus expectativas económicas EEUU.
Primer ministro Fumimaro Konoye.

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Jóvenes soldados japoneses.
EEUU permanece en su
actitud anti bélica y las
potencias europeas se rinden
a las exigencias niponas.
Efectivamente Japón pretendía apropiarse de las Indias Holandesas que le proveerían de
materias primas necesarias para la guerra, ocupar los territorios de Indochina y Birmania de
manera tal de cortar los suministros a las tropas chinas, de Malasia, cuya capital Singapur ser-
vía de base para el sistema de defensa británico, así como también el paso de Siam y Tailandia.
La guerra chino-japonesa que había permitido a los nipones apoderarse de todo el litoral
pací co en China, la tenue reacción de Occidente ante la invasión japonesa a ese país y la
política aislacionista de EEUU, que tampoco había tomado fuertes medidas al respecto per-
mitió el crecimiento militar y económico de Japón transformándolo en una potencia en el
Pací co y en una amenaza mundial.
La alianza con los fascismos europeos coherentes con su política expansionista y belige-
rante, le había permitido a Japón, además, trazar una zona de in uencia en Asia, dentro del
nuevo orden mundial establecido por Hitler y facilitar su movimiento en la región. La rma
del Pacto Tripartito en 1940 es un claro ejemplo.
Firma del Pacto Tripartito.
Luego, los triunfos de su aliado, Alemania, en Europa, abren las puertas a los japoneses a
la consolidación de su imperio, puesto que la caída de las potencias europeas dejaba en
situación precaria a sus colonias en Asia.
El gobierno japonés inicia entonces serias presiones sobre Inglaterra, Francia
y Holanda con la intención de que las mismas cedan a las pretensiones
japonesas en la región. Así, exige a los holandeses el aprovisionamiento de
petróleo, caucho y bauxita, indispensables para la guerra, a Inglaterra el
cierre del corredor de Birmania por donde se realizaba el suministro a los
chinos y a Francia el cierre de sus fronteras en Indochina, por igual motivo.
EEUU permanece en su actitud anti bélica y las potencias europeas, hostigadas en sus pro-
pios territorios por la guerra relámpago nazi, e incapaces de defender sus colonias, se rinden
a las exigencias niponas.
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Por último, con ayuda de su par alemán que presiona al gobierno de Vichy, Japón intensi ca
su presencia en el sudeste asiático desembarcando tropas en Tonkin en septiembre de 1940.

Ante la desaprensiva política exterior japonesa los norteamericanos reaccionarán realizando

un bloqueo económico a Japón, cerrando la exportación de chatarra y de petróleo a ese país.

El gobierno de Konoye no
se encontraba decidido a
enfrentar directamente a la
potencia occidental.

Hakozaki Maru. Innumerables barcos mercantes abastecían a Japón desde los territorios ocupados.

De a poco EEUU se involucraba en el con icto. El gobierno de Konoye no se encontraba deci-

dido a enfrentar directamente a la potencia occidental. Si bien tanto los militares como los
políticos de Tokio deseaban el “Imperio del sol naciente”, los primeros estaban más decididos
a un con icto bélico que los segundos que temían al poderío militar y económico de EEUU.

Por ello el gobierno tratará de destrabar el con icto con los norteamericanos
recurriendo a la via diplomática, hasta que el agravamiento de las negociaciones
en julio de 1941 acelerará el camino a la guerra entre ambos países.

Dos posiciones irreconciliables

E n el verano de 1941 la relación entre Japón y EEUU se agrava peligrosamente ya que por
un lado Japón persiste, a pesar de las presiones de Washington para que se retirase de
China, en sus intenciones de conquistar los territorios del sudeste asiático y desmantelar las
colonias europeas. Tanto es así que el 12 de julio de ese año Japón desembarca en la Con-
chinchina 50.000 soldados más ejerciendo el control total sobre Indochina.

El 12 de julio de 1941
Japón desembarca en
la Conchinchina 50.000
soldados ejerciendo el
control total sobre Indochina.

Tanque ligero estadounidense M3 Stuart, combatió contra las fuerzas japonesas en Filipinas.

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Por otro lado el gobierno de Roosevelt presionado por un poderoso grupo de empresarios
norteamericano con fuertes intereses en Asia (el “China lobby”), intensi ca sus medidas contra
Japón y establece un congelamiento de los bienes japoneses en Estados Unidos y prohíbe la
exportación de gasolina con elevada graduación de octano, indispensable para la aviación
japonesa. Con ello pretendía estrangular de nitivamente la economía de Japón y obligarlo
a ceder en sus pretensiones sobre China, principal punto del con icto entre ambos países.

A su vez, Inglaterra y Holanda también congelan los valores japoneses y el

país nipón se encuentra en una apretada situación. Ya que Roosevelt había
advertido al embajador japonés que si Japón atacaba las Indias Holandesas
de manera tal de poder surtirse de petróleo, Inglaterra debía entrar en guerra
y EEUU por su pacto de asistencia mutua con esta última debería hacerlo
también. Japón no tenía muchas opciones debía destrabar el bloqueo
económico del que era objeto si quería continuar con sus planes imperiales y
esto implicaba provocar a Estados Unidos.

Estados Unidos prohíbe la

exportación de gasolina
con elevada graduación de
octano, indispensable para
la aviación japonesa.

Tropas japonesas en Indochina.

A pesar de que las negociaciones entre ambos países continúan hasta nales de noviembre
de 1941, mediante las cuales ambos países pretendían llegar a un acuerdo diplomático, la
verdad era que ninguno de los países cedía en sus propósitos, puesto que Washington seguía
exigiendo la retirada de las tropas japonesas de Indochina y de los territorios ocupados de
China, como así también acabar con sus aspiraciones de una ocupación del territorio chino,
a cambio proponía respetar el principio de “puerta abierta”. Por su parte Japón buscaba el
restablecimiento del comercio entre Japón y EEUU, el mantenimiento de un sistema de cola-
boración mutua entre ambos países para la creación de la “esfera de prosperidad” en Asia
pero pretendía el reconocimiento de su ocupación en China del Norte y el mantenimiento
de tropas militares en la región.

En octubre de ese mismo año, el primer ministro Konoye, opositor a un con icto armado y
criticado por su falta de beligerancia, dimite y asume el general Tojo claro defensor de un
enfrentamiento bélico con EEUU. Este cambio signi caba que la entrada en la guerra estaba
muy cerca para ambos países. Era evidente que ambas pretensiones chocaban y no se lle-
garía a un acuerdo con posiciones tan férreamente mantenidas. Japón debía responder a
su problema de falta de combustible y comienza a prepararse para la guerra. Pero lejos de
toda expectativa norteamericana el ataque planeado por los japoneses no apuntaba a una
invasión de las colonias asiáticas sino a un golpe certero a su poderío militar en el Pací co:
Hideki Tojo. la base Pearl Harbor.

El día del ataque, “día de la infamia”

A nte la falta de un acuerdo favorable con Estados Unidos, Japón decide enfrentar mediante
las armas a su enemigo. Sin embargo, prolongaron las negociaciones diplomáticas, de

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