Qué bendición, que bueno es llegar de esta manera AL ATARDECER DE MI
VIDA, a esta edad y tan campante, a este estado de tiempo y de cosas en el que todos entendemos que no debemos de concéntranos en nosotros mismos, que debemos alejarnos de nuestros egos que permanentemente gritan y reclaman cosas, dejar de ser un ambicioso material para ambicionar otras cosas espirituales, darnos cuenta que no tenemos derecho a nada diferente que, a tocar e impactar la vida de los demás, porque así, lo quiere Dios; dar y servir a los demás, ya que es precisamente en ese estado, cuando Dios empieza a hacer lo que siempre ha hecho: dar, darnos siempre más , a ocuparse de nuestras cosas, a convertirnos ya no en la persona que hace que las cosas sucedan sino en aquella que lo permite y que además sirve de instrumento.
Es a esta edad, cuando dejamos de luchar con nuestras fuerzas y la pesada
carga y la lucha desaparece, cuando entramos al atardecer de nuestras vidas, cuando dejamos de estar pensando en el brillo propio para pasar a iluminar a otros que se encuentren en oscuridad, con nuestra luz. No importa cuál sea la edad, ni el oficio al que nos dediquemos; importante que nos concentremos en ayudar a los demás, a los tuyos y poder sentir como entras en sintonía con tu Creador, dándote cuenta que ahora es El, quien se ocupa de ti, de tus cosas.
Tengas la edad y el oficio que tengas, solo estas a un pensamiento de cambiar
tu vida, la vida de los demás, en el atardecer de tu vida. Esta edad me hace reflexionar sobre mi vida y llegar a estos TICINCO nos hace entender como lo que era verdad por la mañana, por la tarde ya es una mentira. Creer que soy lo que hago, lo que tengo, lo que los demás piensan de mí, nos separa realmente de lo que en esencia somos. Mil gracias por el cariño expresado en el día de hoy.