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CASO DE VIOLENCIA SEXUAL

Una niña de cinco años le dijo a su padre, con quien no convivía porque sus
progenitores son separados, que el novio de su mamá le había acariciado sus
partes íntimas y que en el colegio le habían enseñado que eso no estaba bien.

El padre de la niña consternado por lo que le había contado su hija decidió decirle
a la madre como todas las épocas de vacaciones llevarla con él, su plan era
desterrar la idea y hacer lo necesario para esclarecer los hechos y el agresor de s
hija pagara por el daño cometido a la menor, al efectuarse el traslado de la niña a
casa de su familia paterna este se informó de lo que tenía que hacer como
primicia para resolver la situación, inmediatamente llevó a su niña por urgencia al
centro médico más cercano para que los profesionales de la salud realizaran sus
efectivas valoraciones acerca del correcto funcionamiento del organismo de su
niña, al llegar este con su hija al centro de salud se acercó a la oficina de atención
al cliente de este mismo centro expuso su situación y los profesionales
encargados de esta área le dieron las siguientes recomendaciones que debía
ejecutar para que juntos como institución y el cómo familiar lograran concertar
dicha investigación y los culpables respondieran por sus hechos.

Pasos a seguir:

En la parte familiar:

1. Creerle
2. Es fundamental creerle lo que está revelando, aún cuando puede haber
inconsistencias o confusión en los detalles, y mantener una mente abierta.
Si hay partes del relato que puedan ser confusos, decirle que no se le está
entendiendo muy bien y que vuelva a repetir para no sacar conclusiones
equivocadas.
3. Escuchar
4. Enterarse de los detalles lentamente, sin presionar o confundirlo. Hay que
recordar que conversar acerca de sentimientos y experiencias difíciles,
generalmente, se hace lentamente y por etapas. Escuchar tranquilamente,
en forma calmada. Hacer preguntas pertinentes, dirigidas, principalmente,
desde cuando está ocurriendo el abuso, el grado o tipo de abuso, la forma
de amenaza a que está siendo sometido.
5. No juzgar y asegurar que lo que paso no fue su culpa.-
6. Nunca acuse o dé la impresión de acusar. Recuerde que el abuso sexual
no es una falta del niño o niña, adolescente o joven, la culpa y
responsabilidad es siempre del abusador, aun cuando algunas reglas no
fueron seguidas por la niña o niño (ejemplo salir sin permiso o el tipo de
vestuario usado). El miedo al rechazo, al castigo o a que no le van a creer
es la principal razón para no revelar el abuso a que está siendo sometida/o
y el agresor puede haberle amenazado de que este tipo de respuesta o
reacción es la que obtendrá si lo cuenta a alguien.
7. Darle apoyo
8. Permanecer cerca del niño o niña cuando esté conversando acerca de lo
que le pasó y acerca de sus sentimientos. Más aún tomarle la mano puede
asegurarle que el profesional está ahí para protegerlo/a. Asegurarle que es
digno de amor y apoyo, aún cuando algo malo le haya sucedido. Se le
debe dar mucha fuerza, decirle que ha sido muy valiente por atreverse a
contarlo.
9. Ser amable
10. Ser amable para que el niño, adolescente o joven confíe lo suficiente para
contar esta experiencia extremadamente desagradable. Asegurarle que
hizo lo correcto en contar y hacerle saber que tiene todo el derecho de
conversar acerca de sus sentimientos de incomodidad, tristeza, miedo,
rabia, odio, vergüenza, dolor, etc.
11. Recordar que es el niño o niña, adolescente o joven quien ha sido herido/a
o dañado/a.
12. Algunas veces los sentimientos de dolor, angustia, vergüenza o rabia
experimentados por el profesional hacen olvidar temporalmente quién es la
víctima principal. Se debe atender a las necesidades de la víctima primero,
aun cuando el profesional pueda estar muy afectado también.
13. Respetar la privacidad y confidencialidad
14. Discutir y comentar el problema solamente con aquellas personas que
necesitan conocerlo. Ser abusada/o sexualmente no es un secreto sucio,
pero tampoco es una información pública que todo el mundo deba conocer.
No se le debe forzar que el niño, niña o adolescente o joven cuente a quien
no quiere. Pero es muy importante hacerle saber que hay que contarle a
alguien más, a algún adulto de su familia, o de su entorno para que pueda
brindarle ayuda, porque si esto permanece en silencio el abusador va a
continuar haciéndole daño y puede hacerle daño a otros niños
adolescentes o jóvenes. En este punto no se debe imponer la persona a
quien la niña o niño debería contar. Muchas veces se piensa que debería
recurrir a la madre, pero no siempre la madre es el recurso más efectivo,
pues tal vez ella también se encuentre atrapada en este círculo de
violencia. Se tiene que preguntar quién es esa persona cercana en quién
confiar y que podría ayudarla.
15. No crear falsas expectativas.-
16. No se debe prometer algo que no se va a cumplir. Es importante preguntar
qué espera el niño, niña o adolescente o joven del profesional, qué quiere
que haga y luego establecer juntos hasta donde llegará su ayuda.

En la parte profesional:

El profesional debería buscar ayuda, pues el hecho de encontrase ante una situación de
abuso sexual impacta, genera sentimientos de temor, de indignación o de mucha impotencia,
por lo que es muy importante que se hable con alguien más para compartir esos sentimientos.
Lo que muchas veces asusta es ser depositario/a de un secreto, de un problema, se sabe que
algo se debe hacer, pero hay que reconocer las limitaciones que se puede tener y la ayuda
que se pueda ofrecer al adolescente, tiene que ser posible de cumplir. La solución de muchos
aspectos del problema no va a estar al alcance de un sólo profesional, pero lo mucho o poco
que se pueda hacer con la intención de ayudar va a ser muy importante y válido

Posteriormente el profesional debe tener en cuenta las siguientes indicaciones:

Cualquier caso de violencia sexual debe ser atendido como urgencia,


independientemente del tiempo transcurrido entre el momento de la agresión y la
consulta al sector salud

1. Esa atención debe ser gratuita y confidencial.


2. Las víctimas deben ser tratadas con dignidad, discreción y respeto por su
privacidad.
3. Se debe hacer una valoración médica completa: examen físico general,
examen genital y examen mental.
4. La violencia sexual en las primeras 72 horas de ocurrida la victimización,
constituye una prioridad I dentro del triage de urgencias.
5. La atención también debe incluir tratamiento de ITS-VIH/Sida,
anticoncepción de emergencia (siempre antes de 72 horas,
excepcionalmente antes de 120 h) y asesoría para Interrupción Voluntaria
del Embarazo.
6. Se le debe solicitar a la persona que se va a examinar, que haga un
relato completo de los hechos.
7. A víctimas menores de tres años, no se les debe realizar entrevista clínica
directa, solamente se les debe tranquilizar y explicar por qué está
allí, procediendo a tomar la información de la persona adulta protectora
que esté a cargo.
8. Debe verificarse que el informante sobre la víctima no sea el victimario. El
victimario nunca debe estar en el mismo escenario terapéutico con la
víctima.
9. No es pertinente preguntar ni registrar, para efectos de la valoración de
víctimas de violencia sexual, el número de compañeros sexuales, ni la
edad de inicio de las relaciones sexuales.
10. Informar previamente a la víctima sobre cada parte del examen genital y
anal que vaya a ser realizado, solicitando su aprobación.
11. Para todas las víctimas de abuso sexual que consultan entre cuatro y
cinco días después de la agresión sexual, se deben solicitar una prueba
de embarazo.
12. El dar información sobre el derecho al aborto no debe estar supeditado a
un resultado positivo en la prueba de embarazo, pues hace parte de los
derechos que tienen que ser explicados a la víctima al inicio de la
atención, y todo el equipo que atiende víctimas de violencia sexual debe
estar en capacidad de darla.
13. La información sobre el derecho al aborto debe darse desde el primer
contacto de la víctima de violencia sexual.
14. La interrupción voluntaria del embarazo (lVE) es una opción de las
mujeres frente al embarazo resultante de violencia sexual.
15. Es constitucionalmente inaceptable que transcurran más de cinco días
corridos entre la solicitud y la realización de un aborto.
16. Cualquier mujer con 14 años o menos que solicite un aborto se presume
que fue víctima de violencia sexual, y no se requiere denuncia penal.
17. La decisión de la niña prima sobre la de sus padres, en caso de que ellos
no estén de acuerdo.

Primeros auxilios psicológicos:

Los primeros auxilios psicológicos son brindados por la médica o el médico


general de urgencias, junto con las demás personas del equipo de salud no
especializado en salud mental, que atienden el caso con el objetivo de preparar el
terreno para la posterior recuperación emocional de la víctima. Por lo tanto, es
importante que las personas profesionales en medicina, demás personas
profesionales y técnicas implicadas en la atención inicial en salud de la víctima de
violencia sexual estén entrenadas para brindar los primeros auxilios emocionales
desde su quehacer profesional específico.

La médica o médico general de urgencias debidamente entrenado/a debe efectuar


también la evaluación inicial en salud mental y el manejo de los riesgos de auto y
heteroagresión que encuentre en la víctima.

SIEMPRE se debe realizar una interconsulta médica especializada de urgencias


con la o el psiquiatra, la o el psicólogo clínico o con entrenamiento en clínica, para
que se garantice el cubrimiento de los aspectos especializados de la atención
clínica inicial en salud mental.

Los primeros auxilios psicológicos para las víctimas de violencia sexual


involucran los siguientes componentes:

1. Orientación y apoyo a la víctima en torno a su revelación sobre la agresión


sexualsufrida.
2. Apoyo inmediato y constante durante todo el proceso de conducción de la
valoración
e intervenciones por la médica o el médico general.
3. Promover la desculpabilización de la víctima.
4. Permitir y promover que la víctima y sus acompañantes se expresen desde las
emociones
y no desde la racionalidad.
5. No se debe presionar a hablar de los hechos ocurridos.
6. Se darán explicaciones sobre los posibles síntomas que pueda tener la víctima.
7. Orientar e informar adecuadamente a la víctima y su familia sobre sus derechos
y
las rutas de atención.
8. Apoyar la búsqueda de mecanismos individuales, familiares, sociales e
institucionales
para la protección de la víctima.
9. Activar estrategias y rutas de protección.
10. Efectuar una completa valoración física y mental acorde con los
requerimientos de
la valoración inicial de urgencias para una víctima de violencia sexual,
garantizando los
principios del trato humanizado, digno y la confidencialidad

 Acercamiento a la persona: Escuchar de manera atenta. - Comunicar aceptación


para favorecer la confianza.
 Analizar la gravedad del problema: Plantear preguntas abiertas y directas. - Llevar
a la persona a una mayor claridad. - Evaluar el riesgo de muerte y de otros daños.
 Sondear las posibles soluciones : - Alentar la lluvia de ideas - Trabajar de manera
directa por bloques - Establecer prioridades
 Apoyar en la planeación y ejecución de pasos concretos : - Dar un paso cada vez -
Establecer metas específicas de corto plazo - Confrontar cuando sea necesario
 Seguimientos para verificar el progreso: Es recomendable que posterior al evento
de crisis se realice acompañamiento individual o grupal. Los grupos de reflexión
son una opción pertinente, si se retoma la metodología adecuadamente.
La remisión a las instancias de protección y justicia:

La violencia sexual es un delito, debe garantizarse a las mujeres víctimas el


acceso a la justicia, atención en salud y a medidas de protección si las necesitan,
por ello es importante tener en cuenta a dónde se debe acudir en caso de ser
víctima o conocer hechos relacionados con dicha violencia contra las mujeres.

La atención a las víctimas de violencia sexual es prioritaria, gratuita, requiere


atención inmediata tanto física como mental y debe ser considerada como
urgencia médica sin importar el tiempo transcurrido entre la agresión y la consulta.

Pasos a seguir:

 Para solicitar atención en salud se debe acudir al Hospital o Centro de


Atención Médica Integral – CAMI- más cercano, así como a las Instituciones
Prestadoras de Salud –IPS-, Unidades Primarias de Atención en Salud –
UPAS- y Unidades Básicas de Atención en Salud –UBAS-
Además de brindar atención integral a las mujeres víctimas de violencia sexual, las
instituciones de salud tienen el deber de:
 Recoger evidencia forense así como de preservar y garantizar la cadena de
custodia.
 Activar los procesos intersectoriales de restablecimiento de derechos para el
acceso a la justicia e informar a las mujeres sobre sus derechos.
 Accionar medidas de protección.
 Garantizar las medidas de atención requeridas
Aunque es un momento de mucho dolor, angustia y confusión, es importante que
se tengan en cuenta las siguientes recomendaciones para preservar la prueba del
delito del que se ha sido víctima:
 Conservar los elementos utilizados en el ataque sexual.
 Procurar no bañarse, no lavar las heridas ni lavar la ropa, y en lo posible
depositarla en bolsas de papel.
 Dejar el sitio donde ocurrió la agresión sin arreglar o limpiar, es decir en el
mismo estado.

Medidas que pueden ordenarse en caso de violencia sexual:



Las Comisarías de Familia y el Juez de Control de Garantías pueden ordenar
medidas específicas, necesarias para proteger la vida e integridad personal de
las víctimas de violencia sexual y evitar que los hechos violentos se repitan.


También pueden otorgar medidas de atención para las mujeres víctimas de
violencia sexual cuya salud física o psicológica se encuentre afectada con
ocasión del delito. Las medidas de atención incluyen servicios temporales de
habitación, alimentación, transporte y subsidio monetario. La garantía de estos
servicios forma parte del derecho a la salud de las mujeres víctimas de
violencia sexual[1].

Cuando el hecho se ha dado en contextos familiares, la mujer víctima, un
familiar de ella o el defensor de familia pueden acudir a las Comisarías de
Familia y solicitar la medida de protección. Cuando el hecho ha ocurrido en
contextos diferentes al familiar o cuando el caso ha sido conocido por la
Fiscalía General de la Nación, las medidas las puede solicitar la mujer víctima
o la Fiscalía.
 Las Casas de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres
 Las Casas de Justicia
 Las organizaciones de mujeres y redes comunitarias de la Localidad

La violencia sexual es un delito. ¡Actúa y denuncia!

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