1. Pintura objetiva, no intenta embellecer la realidad (veracidad y ‘feísmo’).
2. Representa la vida cotidiana. 3. Sin convencionalismo ni idealización. 4. Denuncia las míseras condiciones de vida de las clases más bajas (marginación y pobreza). 5. Ilusión de espacio (paisaje y detalles). 6. Volúmenes bien presentados por color, luz y sombra. 7. Texturas reales.