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LA HISTORIA DE LA BARBERÍA

No hay que olvidar el pasado. Hay que mirar el pasado como una historia. Una
historia que nos cuenta que siempre se necesita fé para salir adelante, en
técnica, en sensibilidad, en ideas. La Historia es relevante para la carrera de
cualquier persona. Ustedes no pueden mirarse sólo a ustedes mismos; de esa
forma, no se verán. Ni sabrán qué hacer ni cómo hacerlo... Yo encuentro
inspiración en todas partes: en la cultura, en la Historia, en los libros... El
conocimiento de la Historia les dará la forma de sentirse seguros y bien con
ustedes mismos...Entonces triunfarán en su propio ser y en sus talentos..."

Quizás las manos grabadas en la caverna de esta imagen, de cerca de 20 mil


años de antigüedad, hayan sido las primeras en cortar el cabello humano, o darle
alguna forma distinta de lo natural. El arte de cortar o modelar el cabello, es sin
duda, uno de los más antiguos en la historia de la humanidad.

En las sociedades paleolíticas primitivas, quienes cortaban el pelo eran las


personas con más autoridad en los grupos sociales. Se pensaba que en el
cabello residía el alma de la gente, que era una manifestación de los
pensamientos. Cortarlo era una forma de quitarse la esencia de lo malo
acumulado en ellos y renovar energías. Por eso esa tarea era confiada a los más
sabios, a los sacerdotes.

Se han encontrado afeitadoras hechas con piedras afiladas de la Edad del


Bronce, de 3.500 años de antigüedad, en excavaciones en Egipto.

Entre los antiguos egipcios, los barberos eran personas distinguidas y


respetadas. En la tumba Nº 45, en el Bajo Cementerio de Tebas, se halló una
estatuilla de 46 cm. de alto, perteneciente a la 18a. Dinastía o quizás anterior.
Es decir de cerca de 3.300 años de antigüedad. La imagen representa al barbero
Meryma'at. El era el encargado de afeitar a los sacerdotes del templo de Amón.
Este era un ritual que se cumplía cada 3 días, y consistía en afeitarles
íntegramente todo el pelo del cuerpo, del rostro y de la cabeza. Los egipcios
pensaban que eso contribuía a la pureza de sus funciones sacerdotales. Esta
estatuilla, en la cual se ve a Meryma'at usando una falda con pliegues y con una
peluca que adorna su cabeza, demuestra la importancia que tenían los barberos
en el templo de Amón, y la alta categoría de su función.

En la Antigua Grecia, el oficio de barbero se volvió muy


popular. Cerca del siglo V AC, el estilo de los hombres
era de cabellos enrulados y barbas, las cuales
recortaban, enrulaban y peinaban. A esta tarea se
dedicaban los barberos. El arte de cortar y arreglar las
barbas llegó a ser una profesión en la Antigua Grecia. Es
allí donde se formaron las primeras barberías, que
llegaron a ser puntos de reunión, como clubes, para los
hombres, donde se reunían y conversaban sobre temas
filosóficos, políticos o comunales. Esas barberías eran
para ellos tan importantes como punto de reunión como
el Agora, la plaza pública. La tarea de estos barberos era,
además de cortar y peinar los cabellos y barbas,
masajearlos, cepillarlos y darles brillo con lociones,
pomadas y cera de abejas. Como el pelo de los griegos
era generalmente de colores oscuros, también lo teñían
de rubio. El toque final era perfumarlos con esencias a
base de flores y aceite de oliva. Las mujeres hacían sus
cortes y sus peinados dentro de sus hogares, asistidas por sus criadas. En el
siglo III AC, Alejandro Magno conquista casi todo el Asia y pierde varias batallas
contra los persas a causa de las barbas de sus militares. Los persas los
agarraban fácilmente por las barbas y los desmontaban de los caballos, ganando
superioridad en batallas. Alejandro Magno dio entonces la orden en todos sus
dominios que los soldados debían tener su rostro completamente afeitado. Al
poco tiempo, los civiles siguieron la moda y las barbas se dejaron de usar. A
mayores afeitadas, más trabajo tuvieron entonces los barberos, quienes ahora
debían atender a sus clientes cada dos o tres días.

En el Imperio Romano, hasta esa época los hombres usaban barbas y cabellos
largos. Pero la influencia de los griegos les trajo la moda de los barberos y las
barberías. En el año 296 AC, Ticinius Mena, un senador romano, vuelve a Roma
desde Sicilia e introduce la costumbre de las barberías. Según cuenta Plinio el
Viejo, el primer romano importante que apareció afeitado fue el general y cónsul
Escipión el Africano. Así aparece su
imagen en una moneda del siglo III AC.
A partir de esa fecha, ése será el estilo
de los hombres en Roma, hasta casi la
caída del Imperio, donde vuelven a
usarse las barbas y los cabellos largos.
Los barberos se llamaban tonsores, y
también entre los romanos, la profesión
de tonsurar era muy respetada. Los
romanos cuidaban mucho su aspecto, y pronto las tonstrinae (barberías), al igual
que en Grecia, se volverán un punto de reunión y de sociabilidad importante para
los romanos. La operación del afeitado de las barbas era hecha sólo con agua y
navajas de bronce afiladas con piedras, ("novaculae") o por medio de depilación
con cera de abejas y pinzas depiladoras. Además de cortarles el cabello, los
masajeaban, les hacían manicura y pedicuría, y los perfumaban. Los romanos
pasaban varias horas en las barberías para estos cuidados. E incluso en esa
época los barberos comenzaron a hacer también extracciones dentales. Los
patricios, gente de mejor posición social, tenían sus propios barberos dentro del
conjunto de su servidumbre. Y las mujeres contaban siempre con barberos
personales entre sus esclavos.

LOS BARBEROS-CIRUJANOS:

Cuando se produce la caída del Imperio Romano y los pueblos llamados por ellos
"bárbaros" invaden Europa, todos lucían muy afeitados. Pero los francos,
visigodos, y los demás pueblos germanos traen la moda de los cabellos largos y
las barbas. En la Era Medieval, se produce un ascenso importante en la actividad
de los barberos. Todas las operaciones quirúrgicas habían pasado a manos de
los clérigos, quienes eran las únicas personas ilustradas en la sociedad
medieval. Los nobles, incluso, no sabían en su gran mayoría leer ni escribir. Los
clérigos toman como asistentes de sus intervenciones médicas a los más
capacitados para esa tarea, por entonces: los barberos, quienes estaban ya
familiarizados con extracciones dentales y algunas otras curas menores. El
Concilio de Letrán de 1123 prohibió la práctica de la medicina a monjes y
sacerdotes. En el Concilio de Tours de 1163, el Papa Alejandro III prohíbe a los
clérigos seguir realizando operaciones quirúrgicas. Y en 1215 el Papa Inocencio
III lanza un anatema contra los clérigos que practiquen cirujía. Se declara que
extraer sangre de seres humanos (la mayoría de las curaciones eran sangrías)
sería, de allí en más, un pecado de sacrilegio para los ministros de Dios. Como
consecuencia, los barberos pasan a tomar en sus manos íntegramente estas
funciones. La profesión de barbero adquiere entonces una categoría no conocida
anteriormente. Y también comienza, en el transcurso de los próximos 6 siglos,
una lucha y una competencia entre barberos y médicos cirujanos. Hasta la mitad
del siglo XV los barberos continuaron haciendo cirujías y todo tipo de curaciones,
sin mayores problemas. En 1450, en Inglaterra, los barberos, por decisión del
cabello. En los siglos XVI y XVII, los barberos ocuparían altas posiciones en las
cortes reales. Una ordenanza de Enrique VIII los autorizaba a recibir una vez por
año cadáveres para diseccionar y estudiar anatomía humana.
En el año 1096 los barberos de Francia formaron su
primera guild, o gremio. En 1308 en Londres se creó
la Worshipful Company of Barbers, que tuvo un
Master of Barbers, Richard Le Barbour, quien una vez
por mes visitaba y controlaba las barberías para
supervisar si las prácticas eran bien realizadas y
controlaba si los barberos estaban autorizados por el
gremio. En 1371 los barberos franceses formaron otra
"guild" (corporation) que duró hasta la Revolución
Francesa.

Enrique VIII recibiendo a los barberos-cirujanos


(1543), por Hans Holbein
EL VERDADERO ORIGEN DE LA INSIGNIA DE LOS BARBEROS

Moravia, Iohannes Amos Comenius, que se dice fue el primer libro escolar
ilustrado e impreso. En una de sus páginas, podemos ver la imagen del interior
de una barbería. Un barbero-cirujano le está practicando una flebotomía a un
paciente. El paciente sostiene con su mano derecha un bastón, el cual le permite

Se ha dicho que la insignia de los barberos tiene su origen en el anuncio público


frente a la puerta de sus negocios, para hacer conocer a distancia al viajero
fatigado y herido adónde podía recurrir. Mientras las franjas blancas
simbolizaban las vendas, las rojas aludían al color de la sangre en flebotomías y
sangrías. Pero ésto es sólo una explicación parcial. Explica el significado del
símbolo, pero no de dónde proviene. Por qué un palo? En 1658 fue publicado un
trabajo titulado "Comenii Orbis Pictus", por un Obispo de tener su brazo
horizontal, y tiene una venda arrollada alrededor del bastón. Ese fue el motivo
de la insignia del barbero. Seguramente fue un instrumento de uso común en las
barberías, y ayudó fácilmente a identificar el lugar para el viajero. Lo que sí es
claro, es que el origen de este símbolo va muy atrás en el tiempo, posiblemente
hasta la Antigua Roma.

LIMITACION DEL OFICIO A TAREAS TONSURALES:

Hasta 1745, las corporaciones de cirujanos funcionaron junto con las compañías
de barberos. A partir de ese año, por decisión del rey Jorge II de Gran Bretaña,
las corporaciones serán separadas y los barberos deberán limitarse a sus
funciones de corte y arreglo del cabello. El rey Luis XIV en Francia tomará la
misma medida pocos años después. Esto producirá una declinación y una
pérdida de prestigio en la profesión de barbero. A partir de la 2a. mitad de l siglo
XVII, las barberías se vuelven lugares frecuentados por gente de bajo nivel
social, y los barberos pierden respeto y categoría social.

LOS PELUQUEROS:

Sin embargo, inmediatamente un nuevo enfoque en los estilos de cabello de la


gente, hará que en a partir de la 2a. mitad del siglo XVIII, los barberos vuelvan a
tener importancia y relevancia en la sociedad. El creciente uso de las pelucas en
los hombres, y en las mujeres, a partir de 1fines del siglo XVII, logrará que los
barberos se transformen en peluqueros, es decir, fabricantes y diseñadores de
pelucas. Quienes, además de diseñarlas y colocarlas, tendrían la tarea de
mantenerlas en buen estado periódicamente. Las pelucas del siglo XVIII fueron
famosas por sus diseños espectalures y elegantes. De a poco, todo el mundo
comenzó a usar pelucas: los hombres, pelucas generalmente empolvadas en un
tono gris blancuzco, y las mujeres, a partir de 1770, pelucas de todos colores
que se fueron haciendo cada vez más altas, hasta el final del siglo. El diseño de
estas pelucas era una tarea complicada, y se transformó en toda una industria
de primerísima necesidad. Se hacían de cabello humano, las más apreciadas, y
las más baratas de fibra de algodón o pelo de animales. Cuando la peluca era
terminada de diseñarse se perfumaba con flores cítricas y luego se espolvoreaba
con almidón o talco coloreado. Las fábricas de pelucas se volvieron importantes
y empleaban mucha gente. En Europa había factorías que tenían más de 600
empleados trabajando. El incendio de una de estas fábricas de pelucas fue
famoso en 1729 pues destruyó casi completamente la ciudad de York, en
Inglaterra. En la mitad del siglo 18, un famoso peluquero inglés, Richard
Arkwright, descubrió una fórmula para hacer una tintura para pelucas que no se
borraba con el agua. Luego, trabajando en pelucas, Arkwright desarrolló una
máquina para hilado de algodón que fue una precursora de las modernas
procesadoras.

Barbería- peluquería en el siglo XVIII


EL RESURGIMIENTO DE LA PROFESION DE BARBERO

Los peluqueros tuvieron su período dorado


durante el siglo XVIII, pero luego de la
Revolución Francesa, como rechazo al
Ancien Régime, las pelucas comenzaron a
dejar de usarse, y resurgieron las
tendencias de estilos basados en el cabello
natural. En las cortes y en los Parlamentos,
sin embargo, se siguieron usando pelucas
empolvadas. Pero los peluqueros, durante el
siglo XIX, comenzaron a trabajar cada vez
menos, pues ya el uso de pelucas no era
masivo. Siguieron trabajando en el corte,
afeitado de barbas y diseño de peinados.

A pesar de que ya no estaban autorizados


legalmente a hacerlo, en muchos lugares los barberos todavía seguían
practicando sangrías y extracciones dentales, especialmente en los lugares
donde no había profesionales de la medicina cerca. Pero a partir de 1850 esta
costumbre desapareció totalmente. La profesión volvió a reorganizarse,
entonces, basada solamente en el cabello.

Después de la segunda mitad del siglo XIX, había peluquerías en todos los
pueblos y en todas las ciudades, y comenzaron a formarse también cadenas de
peluquerías. Los barberos comenzaron a tomar nuevamente prestigio social y la
actividad tuvo un resurgimiento, lo que motivó la búsqueda de nuevos stándards
y regulaciones para darle más jerarquía a la profesión.

En 1886 se formó la Barbers' Protective Union en


Columbus, Ohio, y en 1887 la Journeymen Barbers
International Union en Buffalo, New York. Este gremio se
llama hoy la Barbers, Beauticians and Allied Industries
International Association. Junto con los nuevas
agrupaciones gremiales, se formaron institutos de
enseñanza de la profesión. Se necesitaba controlar que
hubiera un nivel de trabajo profesional, bajo el otorgamiento de licencias y una
instrucción y preparación adecuadas.

Al comenzar el siglo XX, los gremios comienzan a darle un nivel más científico a
su profesión, con la asistencia de químicos, quiroprácticos, anatomistas y
biólogos. En 1924 se fundó la Associated Master Barbers of America (AMBA) en
Chicago. Este gremio actualmente se llama Hair International. Cuando si inician
los primeros viajes en transatláticos, las líneas navieras proveen a sus pasajeros
de un servicio de barbería para lucir bien afeitados durante el viaje.
Durante casi todo el siglo XX las peluquerías fueron sólo para hombres o sólo
para mujeres. Culminando la década del '70, entre los hombres se ponen de
moda cortes y peinados con el cabello muy largo, con largas patillas y armados
en permanente, o laqueados. Las peluquerías tradicionales masculinas, en
general, no atenderán estos servicios, más acordes con la estructura de las
peluquerías de mujeres, y entonces los barberos expandirán su clientela y
atenderán a hombres y mujeres juntos. En la década del '80 serán cada vez más
comunes las peluquerías unIsex, y ya en los '90 este tipo de locales será lo más
común. Actualmente todavía existen peluquerías sólo para hombres o para
mujeres, pero son la minoría. La mayoría de los estilistas atienden a los dos
sexos indistintamente.
HISTORIA DE BARBER POLE

Desde hace un par de años estamos volviendo a ver por nuestras calles de
nuevo algo que había quedado relegado a museos y tiendas de
antigüedades… El famoso y tradicional Poste de Barbería o «Barber Pole». Ese
cilindro con tres colores en forma helicoidal que parece tener su origen en la
antigua Edad Media.

Se cree que los colores originarios del Barber Pole eran sólo el blanco y el rojo,
si bien, por razones de patriotismo, se cree que los Franceses añadieron el color
azul en honor a su bandera, adoptándolo poco después también los
estadounidenses por el mismo motivo, ya que ambas banderas comparten los
mismos colores, rojo, blanco y azul. Existe otra versión respecto a los colores,
mucho más creíble a nuestro modo de ver, y que os explicaremos al final del
artículo.Volvamos a la Edad Media. El trabajo original del barbero no se limitaba
a lo que el la actualidad conocemos, si no que también se dedicaban a otras
tareas «médicas», como por ejemplo las extracciones dentales, la aplicación de
sanguijuelas para extraer sangre y otras intervenciones quirúrgicas de mayor o
menor envergadura.En sus locales de trabajo, los barberos colocaban en el
exterior las vendas y gasas que utilizaban con sus pacientes colgadas de un palo
a modo de toallero; usaban un palo rojo para las vendas usadas y manchadas
de sangre, y uno blanco para las vendas ya lavadas, de tal modo que el sol y el
aire las secarían. Muchas veces, el efecto del aire enrollaba las vendas en el
palo con el característico efecto helicoidal, de ahí que se fuera adoptando con el
tiempo, ese característico símbolo, que con el paso del tiempo, dio lugar al
peculiar identificador de las antiguas barberías. Un símbolo muy útil ya que en
aquella época el analfabetismo era mayoritario y suponía un perfecto reclamo
para el pueblo llano.
Barbero en la Edad Media

Investigando un poco más sobre el tema de los colores del Barber Pole,
encontramos otra versión sobre el color azul que nada tiene que ver con el
patriotismo, y que para nosotros tiene bastante más credibilidad. Ésta
cuenta que, en la Inglaterra del año 1745, hubo una escisión en el Venerable
Gremio de Barberos (fundado en 1308) creándose la Sociedad de Cirujanos,
para finalmente convertirse en 1800 en el Real Colegio de Cirujanos. La
separación de ambas profesiones, derivó también en la obligación de definir sus
símbolos, quedando el rojo y blanco para el recién creado Colegio de Cirujanos
y sus miembros, y pasando a añadirse el color azul para los barberos, cuyas
funciones laborales se empezaron a limitar a las recientemente más conocidas
por nuestras últimas generaciones.

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