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Egon Schiele
Fue uno de los grandes artistas figurativos de principios del siglo XX y junto con Oskar
Kokoschka conformaron lo que se conoce por expresionismo austriaco. Su vida estuvo
rodeada por un aura de misticismo: de talento muy precoz, murió a la temprana edad de
28 años. A pesar de su corta vida, su obra es muy numerosa: unas trescientas cuarenta
pinturas y dos mil ochocientas entre acuarelas y dibujos. Entre su obra creativa figuran
poemas y experimentos fotográficos. Su particular estilo lo situó entre los movimientos
expresionistas, especialmente de la Secesión de Viena, con una tipología muy personal.
Una de las características más fuertes en la pintura de Schiele es la destreza y la firmeza de su trazo, el cual seguía una
vez comenzado sin treguas, hasta el final sin ninguna corrección posterior. Parece que el artista continuaba con su
dibujo sin importarle que el modelo se moviera o cambiara de lugar, puesto que la línea seguía su rumbo cargando con
toda su dimensión emocional.1
Índice
1 Primeros años
3 Caso Neulengbach
4 Matrimonio y muerte
5 Características
5.1 Autorretratos
7 Referencias
8 Bibliografía
9 Enlaces externos
Primeros años[editar]
Autorretrato (1907).
Su padre Adolf Eugen Schiele, era jefe de estación y procedía del norte de Alemania; su
madre Marie —Soukoup de soltera—, originaria de Krumau (actualmente Český Krumlov),
en Bohemia, tenía tres hermanas Elvira, Melanie y Gertrud. En 1905 su padre murió y el
joven Schiele fue enviado a casa de un tío, Leopold Czihaczek, el cual, después de haber
intentado inútilmente que se dedicara a los ferrocarriles, aceptó su talento artístico,
seguramente por las peticiones de apoyo solicitadas por la madre de Schiele para
conseguir que el tutor se hiciera cargo de la manutención durante sus estudios en Viena.
Ya en esta época empezó a pintar, en especial autorretratos.2
Hacia 1910 conoció al escenógrafo Erwin Osen, con el que alquiló por primera vez un
estudio en Krumau —el pueblo de su madre—. Allí realizó autorretratos desnudo y
retratos a su amigo Osen en la misma temática. Esta intención de huir de Viena se la
anunció a su cuñado Anton Peschka en una carta:
Quiero salir muy pronto de Viena. Qué espantosa es la vida aquí. Toda la gente me envidia y conspira contra mí;
antiguos colegas me miran mal. En Viena reinan las sombras, la ciudad es negra y todo son prescripciones... tengo que
ver algo nuevo y quiero investigarlo, quiero paladear aguas oscuras y árboles que se quiebran, ver vientos salvajes;
quiero mirar asombrado verjas mohosas, como viven todos ellos, escuchar bosques jóvenes de abedules y las hojas
tiritando, quiero ver luz y sol y disfrutar al atardecer de los húmedos valles de color azul verdoso. Sentir como brillan los
peces dorados, ver como se forman las nubes blancas, quiero hablar con las flores. Ver con cariño los prados y las
gentes sonrosadas, conocer iglesias antiguas y dignas y pequeñas catedrales, quiero correr sin parar por redondeadas
colinas y amplias llanuras, quiero besar la tierra y oler las suaves y cálidas flores del musgo; después crearé con tanta
hermosura: campos de colores...13
En 1911 conoció en Viena a Valerie (Wally) Neuzil, de 17 años, con la que entabló una
relación sentimental y fue su modelo en algunas de sus mejores obras. Schiele y Wally
decidieron marcharse para tratar de conseguir la inspiración en el campo y se trasladaron
a Krumau. Su forma de vida chocó a los habitantes de la pequeña población, la
convivencia libre con su modelo y que dibujaba a muchachas demasiado jóvenes, por lo
que pronto abandonaron Krumau y se dirigieron a Neulengbach, situada al oeste de
Viena. El máximo escándalo se produjo en 1912, cuando fue acusado por corrupción de
menores por la edad de su joven amante, además de por su costumbre de tener como
modelos a los niños que se acercaban a su casa y que, a menudo, retrataba desnudos o
en posiciones que parecían obscenas. Esto hizo que se considerara su obra
como pornográfica. La conclusión de este hecho fue el arresto preventivo de tres
semanas en la cárcel y la condena posterior de tres días de prisión junto con la quema de
uno de sus dibujos, que tenía en su estudio, de una muchacha vestida de medio cuerpo
para arriba.14
Esta historia fue publicada cuatro años después de su defunción por Arthur
Roessler (1922) como una narración auténtica del pintor. Se ha demostrado que parte del
relato fue una invención propia de Roessler, aunque entre el texto incorporó trece hojas
escritas por Schiele en la cárcel, junto con otras tantas acuarelas y dibujos, en el que se
describía como una víctima con el pelo rapado y la tortura reflejada en su cara, en
muchos de estos dibujos aparecen escritos que muestran su «verdad»: El arte no puede
ser moderno, el arte es eterno; Aquella naranja era la única luz; Me siento purificado y no
castigado; Reprimir a un artista es un delito, significa asesinar vida en
gestación; Persistiré con gusto por el arte y por mis seres queridos o La puerta hacia el
exterior entre otros.15
Schiele volvió a Viena e instaló su nuevo estudio. Gracias a su amigo Klimt, obtuvo
numerosos encargos y volvió a lo alto de la escena artística austríaca. Llegó a participar
en muchas exposiciones internacionales, en Budapest, en la galería Hans Goltz
en Múnich y en la exposición «Sonderbund» de Colonia. Su producción artística se hizo
muy numerosa en esos momentos. Conoció a grandes coleccionistas, entre los que
destacaba el industrial August Lederer que le pidió la realización de un retrato de su hijo
Erich, para lo que le invitó a pasar las navidades de 1912 en su casa de Györ. Desde allí,
mandó cartas donde describía el lujo de la vida de su anfitrión, el magnífico carruaje que
siempre estaba a punto de ser usado y todos el personal del servicio vestido de «gris con
botones de plata». En 1913 entró a formar parte de la Liga de Artistas Austriacos,
participando en numerosas exposiciones, como la exposición internacional de «Blanco y
Negro» en la Secesión de Viena, Hamburgo, Stuttgart o Berlín. En esta última ciudad es
donde se fijó en él el fundador y editor de la revista Die Aktion y empezó a colaborar en
artículos. En el año 1916 se le dedicó un número especial de la misma íntegramente a la
obra de Egon Schiele.16
Matrimonio y muerte[editar]
Conoció a Edith y a Adele Harms, dos hermanas de clase burguesa, las invitó a paseos y
para probar sus buenas intenciones, ante la austeridad de la madre de las jóvenes, se
hizo acompañar por su amante Wally, sin que ella sospechara nada de la idea que
rondaba por la mente del pintor. Esta idea fue expuesta en una carta fechada en febrero
de 1915 dirigida a Roessler: «Tengo pensado casarme más ventajoso, pero no con Wall».
Tras cortejar a ambas hermanas, se casó con Edith el 17 de junio de 1915. Su
casamiento se produjo durante la Primera Guerra Mundial y Egon Schiele, por pertenecer
a lo que se consideraba la élite intelectual, no fue enviado al frente, pero sí a Praga en
servicios administrativos. Cerca de un año después fue trasladado a Viena con el
privilegio de poder usar su taller. Según explica Roessler, Schiele propuso a Wally, a
través de una carta, que se comprometía a «emprender todos los veranos un viaje de
recreo con ella». Wally rechazó dicha propuesta y se incorporó a la Cruz Roja cuando
empezó la Primera Guerra Mundial. Su muerte se produjo en 1917, sin que hubiera
habido ningún otro encuentro con Schiele.17
Al igual que en otros pintores austríacos de la época, como Alfred Kubin y Oskar
Kokoschka, el espacio se convierte en una suerte de vacío que representa la trágica
dimensión existencial del hombre, en continuo conflicto entre la vida y la muerte y, sobre
todo, la incertidumbre. Su interés por el cuerpo es un hecho artístico, que pretende dar a
conocer la parte fuerte y sensual de uno de los artistas más importantes del
expresionismo. Schiele estuvo influenciado fuertemente en sus comienzos por Gustav
Klimt pero, hacia 1910, su pintura se convirtió en un viaje de introspección psicológica.20
Autorretratos[editar]
Cerca de cien autorretratos fueron los que realizó Schiele, lo que demuestra que entre los
pintores de su época fue uno de los que más observó «su propio yo», se captó en forma
figurativa siempre, aunque en los primeros, realizados entre 1905 y 1907, eran
más naturalistas. Seguramente esta búsqueda de demostrar su ser fue por el deseo de
compensar la pérdida de la muerte de su padre, por medio de una exhibición y exaltación
de su propio ego —puesto que su padre siempre había alabado sus dibujos— y
encontrándose aún en edad de la pubertad, intentó asumir el papel de «hombre de la
casa» mediante la intensificación de su propio orgullo.21 A partir de 1910 y cada vez más,
fue deformando su figura con poses extravagantes y gestos patéticos, que, de forma
consciente, despersonalizaba o envejecía. Friedrich Stern escribió
en noviembre de 1912: «También aquí presenta un autorretrato
que resulta difícil de reconocer porque la descomposición se
encuentra demasiado avanzada; él creía que tenía que representar
su joven rostro conmocionado por esa descomposición. Esto es
realmente triste...»22
Pero en su mayor parte no parecía tan orgulloso de su imagen, sino más bien mostraba lo
patético de su estado ruinoso. Agotada su función como un ideal clásico (el desnudo
académico) y de tipo social (el género del retrato), la figura resurgía casi del trastorno
psicosexual. La representación de sí mismo desnudo se hizo más habitual, la mayoría de
los autorretratos no tienen ningún fondo, solo superficies lisas monocromas que, junto con
las líneas del contorno del cuerpo irregulares y angulosas, le hacían conseguir una figura
más expresiva, pero alejando el aspecto natural de la imagen, que aún lo conseguía más
con anchas pinceladas de un cromatismo llamativo. Esto diferencia sus autorretratos con
los realizados por Richard Gerstl, predecesor suyo que se autorretrató en varias
ocasiones también desnudo.24
Figuras humanas[editar]
La belleza que Schiele nos regala en la forma y el color, nunca existió antes de él. Su dibujo era algo único. La
seguridad de su mano era casi infalible. Cuando dibujaba solía sentarse en una banqueta baja, el tablero de dibujo con
las hojas sobre las rodillas apoyando la mano derecha sobre la base. Pero también le vi dibujar de otra manera, de pie
delante del modelo apoyando el pie derecho sobre la banqueta. Sostenía el tablero de dibujo sobre la rodilla derecha y
lo sujetaba con la mano izquierda en el borde superior. Después disponía el lápiz, a pulso, perpendicular a la hoja y
trazaba sus líneas, por así decirlo, a partir de la articulación del húmero.25
El artista presentó una tensión erótica existencial y psicológica para difundir un mensaje
de crítica social contra la falsedad de la burguesía. Más que una liberación del yo, su arte
muestra un conflicto interno del sujeto individual que le enfrenta en relación a las
autoridades, instituciones académicas y gubernamentales. En algunas de sus cartas
dirigidas a su cuñado Leopold Czihaczek y al coleccionista Oskar Reichel, aparece en
Schiele una «filosofía de la vida» de tendencia solipsista, en la que expresaba opiniones
contra los ataques de los «filisteos»:
...los artistas siempre vivirán.— Creo que los grandes pintores siempre pintaron figuras... Yo pinto la luz que proviene de
los cuerpos.—¡La obra de arte erótica también tiene santidad!.— Una única obra de arte "viva" es suficiente para lograr
la inmortalidad del artista...—Mis cuadros deberían colocarse en edificios similares a templos.26
Observando a su alrededor, Schiele no pudo evitar sentirse fascinado por Van Gogh y con
su personal carisma cromático, pesado y fuerte. Le rindió homenaje en La habitación del
artista en Neulengbach, inspirada en El dormitorio en Arles (1888) del pintor neerlandés,
como también reinterpretó Los girasoles, en una versión con color marrón opaco, donde
los pétalos pierden consistencia y adquieren la trágica verdad de decadencia. El formato
muy alargado y la mímica de las grandes hojas convierten a su
girasol en un reflejo de sentimientos casi humanos.31
En la fase final de su vida el trazo se vuelve más nervioso, alcanza la máxima libertad de
expresión creando muchos paisajes, en los Cuatro árboles, del año 1917, ya emplea
colores calientes y el fondo se convierte en un ambiente con emociones violentas.
Muestra en esta pintura, unas líneas horizontales y verticales en su composición y un
árbol con las hojas caídas, entre los que se encuentran llenos de ellas, hace conseguir un
efecto otoñal de melancolía.32
También hago estudios, pero creo y sé que la copia de la naturaleza carece de importancia para mí, porque yo pinto
mejor a partir de los recuerdos, como visión del paisaje. Ahora observo sobre todo los movimientos corporales de las
montañas, el agua, los árboles y las flores. Por todas partes le recuerdan a uno movimientos similares a los del cuerpo
humano, sentimientos similares de alegrías y penas en las plantas.33
Los paisajes urbanos del artista cambiaron como lo hicieron también las representaciones
de la naturaleza. Los paisajes de su juventud mostraban un estilo tradicional, entre los
que se encuentran los realizados en Klosterneuburg. En 1910 pinta dos cuadros que
llevan el título de La ciudad muerta, inspirados en la novela Brugues-la-morte, traducida al
alemán, del escritor belga Georges Rodengach (1892).34 Renunció a la descripción del
entorno o de una topografía y se centró en las construcciones de las casas, muchas de
ellas a vista de pájaro como ocurre en el Paisaje de Krumau (1916) o en Casa del
suburbio con ropa tendida (1917), donde manifestó una visión íntima que presenta una
sencillez con aspecto pintoresco. Esta misma forma de hacer, en los dibujos, le acercan a
una apariencia más ilustrativa, en definitiva, en sus paisajes no se ven chimeneas ni
testimonios de ninguna clase de técnica industrial, igual que para el poeta Georg Trakl la
«gran ciudad no producía ningún paisaje espiritual».35 El pintor y escritor Albert Paris
Gütersloh, amigo de Schiele, fue el primero que apoyándose en la «vista de pájaro»
describió en un ensayo de 1911: «Él (Egon Schiele) llama muerta a una ciudad que ve en
perspectiva, de arriba hacia abajo. Porque cualquier ciudad lo sería si se la mirara de esa
forma. El doble significado de la vista de pájaro se comprende inconscientemente. El título
es equivalente a la idea del cuadro que designa».36
La casa de la curva(1915).
Krumlov (1914).
Torrente (1918).
La familia (1918).
La última pintura importante realizada por Schiele fue una titulada La familia (1918). Es de
un realismo bastante inusual en el pintor y documenta su situación biográfica —en esa
época estaba su esposa Edith esperando un hijo— y su desarrollo en el arte. Presenta un
grupo de desnudos, el hombre, en el que es fácil reconocer al propio autor, se encuentra
sentado sobre un sofá, delante de él, sentada en el suelo, aparece la figura de una mujer
con un niño pequeño entre sus piernas envuelto en una manta. Destacan los cuerpos
iluminados de los personajes adultos y la cara del niño sobre el color oscuro del fondo, los
tonos cromáticos sirven en esta pintura para resaltar los volúmenes corporales, no son
líneas gruesas rellenas de color, como sus anteriores pinturas. Es en realidad una obra
pictórica que muestra un lenguaje menos agresivo que el utilizado anteriormente por
Schiele. A pesar de su temática, el cuadro demuestra una melancolía sin expresividad
drástica, las miradas del hombre y de la mujer están perdidas en sus pensamientos, con
ello, el autor rompe la composición del grupo unido en una forma casi circular.37
Obra literaria[editar]
Schiele, Egon: Egon Schiele en prisión. Vigo, Maldoror ediciones, 2004. Traducción: Jorge
Segovia. ISBN 84-933639-1-X PDF con el libro completo y dibujos
Schiele, Egon: Yo, eterno niño (Poemas). Vigo, Maldoror ediciones, 2005. Traducción:
Jorge Segovia.
Referencias[editar]
1. ↑ Silenzi, 2009, p. 7. 19. ↑ Steiner, 1992, p. 92.
2. ↑ Steiner, 1992, p. 94. 20. ↑ Steiner, 1992, p. 33.
3. ↑ Steiner, 1992, p. 21. 21. ↑ Saltar a:a b Steiner, 1992, p. 22.
4. ↑ Roessler, 1948, pp. 32 y ss.. 22. ↑ Steiner, 1992, pp. 8-9.
5. ↑ Steiner, 1992, p. 28. 23. ↑ Steiner, 1992, p. 9.
6. ↑ Steiner, 1992, p. 23. 24. ↑ Steiner, 1992, p. 12.
7. ↑ Suàrez y Vidal, 1989, pp. 83 y 86. 25. ↑ Benesch, 1992, p. 25 y ss..
8. ↑ Roessler, 1948, p. 47. 26. ↑ Nebehay, 1979, p. 182.
9. ↑ Steiner, 1992, pp. 23-27. 27. ↑ Steiner, 1992, pp. 35-36.
10. ↑ Stefano, 1999, p. 23. 28. ↑ Saltar a:a b Steiner, 1992, p. 44.
11. ↑ Schweiger, 1983, pp. 67 y ss. cita de 29. ↑ Steiner, 1992, p. 48-50.
Seligmann. 30. ↑ Charcot, Jean-Martin; Richer, Paul (2002). Los
12. ↑ Nebehay, 1980, p. 63. deformes y los enfermos en el arte. Jaén: Ediciones del
18. ↑ Steiner, 1992, pp. 73-74. 35. ↑ Steiner, 1992, pp. 90-91.
36. ↑ Steiner, 1992, p. 87.
37. ↑ Steiner, 1992, pp. 74-75. Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia
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