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“Las sociedades también son así. La mayor parte del tiempo se presenta como una compleja
superficie relativamente tranquila y regulada por las relaciones de dominación. Existen
conflictos, hay tensiones continuas y movimiento, pero son regularizados y subsumidos por
las relaciones de poder prevalecientes. Sin embargo, debajo de estas relaciones de poder
predominantes, existen intensos flujos de fuerzas, de luchas de clases, de acumulaciones
culturales internas que son los fuegos sociales internos que le dan movimiento a la sociedad,
pero que no son visibles; es decir, permanecen subterráneos o están sumergidos en la
profundidad de las estructuras colectivas nacionalitarias y de clases”.
Son fuerzas que se acumulan y “se rebelan contra el orden establecido, se reagrupan
subterráneamente, vencen dificultades, temores, represalias, prejuicios y se levantan contra
todo lo existente”. Son fuerzas que tienen la capacidad del “fuego creador”, que “arrasa a su
paso desmontando los dispositivos de mando existentes e impone la huella de su presencia
colectiva como nación, como clase, como colectividad social en estado de fusión, es decir, en
estado de democracia absoluta”.
En este nivel, de acuerdo al concepto de Marx y Engels se diluye el “sujeto abstracto” dando
paso al “sujeto concreto” que esta determinado por las condiciones materiales de su
existencia tanto en la esfera individual como colectiva: “El primer estado de hecho
comprobable es, por tanto, la organización corpórea de estos individuos y, como
consecuencia de ello, su comportamiento hacia el resto de la naturaleza”. Es una existencia
social no natural determinadas por sus condiciones de vida. Para Marx y Engels, “el hombre
mismo se diferencia de los animales a partir del momento en que comienza a producir sus
medios de vida, (…) Al producir sus medios de vida, el hombre produce indirectamente su
propia vida material”.
¿Que reproduce el Gran Capital? Ganancia. Plusvalia, El gran capital se renueva, acumula y
crece en el mundo, tecnología y telecom se concentran cada vez más en pocos manos. La
lista de Forbes 2019, ubica los primeros diez (10) Billonarios que atesoran una fortuna de
más de 743,8 Billones de dolares, de estos, la mitad están asociados a las tecnologías (#1
Jeff Bezos -Amazon, #2 Bill Gates -creador de Microsoft, #7 Larry Ellison -Oracle, #8 Mark
Zuckerberg -Facebook y #10 Larry Page -creador de Google) que acumulan 403,1 Billones
de dolares. De telecom encontramos en la lista “selecta de lo primeros 10”, al mexicano,
Carlos Slim, ubicado en el puesto #5 con una fortuna de 64 Billones de dolares. Slim controla
América Móvil, empresa que ¿pretendía? comprar a Cantv, la principal empresa telecom de
Venezuela. Podríamos hacer también el mismo ejercicio solo asociado a Telecom con las 200
fortunas más grandes del mundo, solo ellas acumularían sumando a la de Carlos Slim, 108
Billones de dolares (América Móvil, SoftBank, Altice, Bharti Airtel y Maxi). Estos grandes
capitales terminan imponiendo sus ideas como “clase global dominante”, y también terminan
dominando “...como pensadores, como productores de ideas, que regulen la producción y
distribución de las ideas de su tiempo, y que sus ideas sean, por ello, las ideas dominantes
de la época”. Originando una guerra como la de David contra Goliat. Es la Guerra de Bill
Gates y su software privativo contra millones que empujan un concepto liberador sobre el
manejo de la tecnología, por ejemplo. Es acá donde la “inventiva humana debe ejercerse con
audacia en las situaciones históricas concretas”, convertirse en un parto creador. Y en este
caso concreto, en el ejemplo que citamos anteriormente, una iniciativa como Empoderatez
debe estar aliada a quienes buscan en el territorio romper con la lógica del capital
convirtiendo al Software Libre en una propiedad social o en un bien común de la humanidad.
“El trabajo es, en primer término, un proceso entre la naturaleza y el hombre, proceso en que
éste realiza, regula y controla mediante su propia acción su intercambio de materias con la
naturaleza. En este proceso, el hombre se enfrenta como un poder natural con la materia de
la naturaleza. Pone en acción las fuerzas naturales que forman su corporeidad, los brazos y
las piernas, la cabeza y la mano, para de ese modo asimilarse, bajo una forma útil para su
propia vida, las materias que la naturaleza le brinda. Y a la par que de ese modo actúa sobre
la naturaleza exterior a él y la transforma, transforma su propia naturaleza, desarrollando las
potencias que dormitan en él y sometiendo el juego de sus fuerzas a su propia disciplina.”
Si tomamos como referencia lo planteado por Marx y Engels, se nos abre una interrogante
planteada ya por el Comandante Chávez durante el desarrollo de la Revolución Bolivariana,
¿Como hacer Socialismo en este mar de capitalismo? “LIBERAR LAS FUERZAS
PRODUCTIVAS PARA DAR EL SALTO A LA POTENCIA ECONÓMICA DE VENEZUELA”,
respondía de Chávez tratando de despejar la incógnita. ¿Cómo hacerlo? ¿Qué hacer?
“La sociedad a que aspira el proyecto o utopía socialista de los Grundrisse es una sociedad
que habrá de contar con la maquinaria y la tecnología como aliados fundamentales para la
desalienación del hombre y su conversión en hombre libre y total”.
“Para renovar nuestro aparato estatal es indispensable que nos propongamos: primero,
estudiar; segundo, estudiar y tercero, estudiar; después, comprobar que la ciencia no quede
reducida a letra muerta o a una frase de moda (cosa que, no hay por qué ocultarlo, ocurre
con demasiada frecuencia entre nosotros), sino que se convierta en efecto en carne y sangre
nuestras, que llegue a ser plena y verdaderamente un elemento integrante de la vida diaria.
En una palabra, que las exigencias que nos debernos plantear no pueden ser las
mismas que se plantea la burguesía en Europa occidental, sino las que son dignas y
convenientes para un país que se propone desarrollarse por la vía socialista”.
En este modelo debemos anotarnos, trazar una agenda común y direccionar un solido
esfuerzo apuntalado en lo que reivindica el indígena zapoteco Jaime Martínez Luna, la
“comunalidad”: